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Heterogeneidad social de los trabajadores e identidad peronista en el conurbano bonaerense: un estudio exploratorio Verdnica V. Maceira Verénica V. Macaira es Doctoranda de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. |: spalten@mail retina Resumen Hetarogeneidad social e identidad peranista son dos tésmi- ‘nos frecuentemente enlazados en la interpretacion y andl- sis sobre las orientaciones obreras en nuestro pa’. El estudio retoma la reflexin sobre esta vineuzcién en el contexto de heterogeneizacién social de os trabojadoras en {a argentina postmenemista, Se exploran los niveles de adhe- sién al peronismo entre trabajadores del partido de la Matan- ‘que conforman dos grupos con caracteristicas socio-ocu- pacicnales cistintas: el primero, compuesto por benefcarios de programas para desocupadas, reclutados por orgeizacic- nes tertiles; ol segundo, por asalariados manuales ocu- padas regularmente en le manufactura y la construccién. El trabajo concluye con fa formulacién de una hipétesisin- terpretativa sobre fa vinculacién actual entre heterogensi- dad sotial de los trabajadores e identidad peronista: la esindicslizacion y teritoraizcin del peronisma bonae- rense (constateda en otras invastigaciones) se correspon- de, al nivel aqui analizado de la construccién de identida- des, con un desgranamiento de la adhesién al peronismo entre los jévenes sindicalzedos y une persistencia de la autoidentificacion como peronistas entre los trabejadores mas vulnerables. Este ortioulo contiene avances que pertenencen la tesis doctoral en curso de la autora fue parcialmente financiado con une baca postdoctoral del CONICET, con sede en FLACSO-Argentina. Summary Social heterogeneity and Peronist identity are two terms ‘frequently connected in the interpretation and analysis on the working class attitudes in Argentina. ‘The study explores this relationship in the post-Menem context. It states the levels of adhesion to the Peronism of ‘the workers who shape two groups: a) unemployed people, ‘that are attended by national programs of employment, ‘and b) workers of the industry and the construction. The study concludes with the formulation of an hypothesis. on the present relationship between social heterogeneity of the workers and Peronist identity in Buenos Aires: the displacement of the unions in the P.J. power structure and the development ofa strategy with territorial base (stated in other investigations) correspond, at tha level of the construction of identities, with a decrease of the Percnist adhesion of the young workers who jain the unions and @ persis-tence of thisidentity among the more disadvantaged workers. estudios sociales 31 [segundo semestre 2005] 69 |. PRESENTACION Heterogeneidad social ¢ identidad peronista son dos términos frecuentemente enlazados en la interpretacién y andlisis sobre las orientaciones obreras en nuestro pais. Por un lado, los puntos de ruptura en la insercidn en Ja estructura producti- va, fueron algunos de los factores explorados prioritariamente por los analistas a la hora de explicar las divergencias en las orientaciones de los distintos sectores de Ja clase obrera y la divisién en sus metas’. Por otro lado, sin embargo, los estudios sobre el impacto de la heterogeneidad social en las orientaciones de los trabajado- res (realizados con anterioridad a Ja dictadura militar), rechazaron toda determi- nacién unfvoca y sefialaron la mediacin operada por el peronismo. En este articulo intentamos actualizar esta tematica, explorando la vincula- cién que se establece entre diferenciacién social ¢ identidad peronista en el mar- co del proceso de heterogeneizacién estructural de los trabajadores urbanos en la Argentina, Proceso que se profundizé y adopté nuevas formas a partir de lo que fuera la crisis estructural del régimen social de acumulacién basado en la sustitu- cién de importaciones?. Nos propusimos indagar sobre las continuidades y cambios en los niveles de adhesién y los significados atribuidos al peronismo entre trabajadores que con- forman dos grupos, a priori, socialmente diferenciados. El primer grupo estd compuesto por trabajadores beneficiarios de programas para desocupados; el se- gundo, por asalariados manuales ocupados regularmente en la manufactura y la construccién. El trabajo se basa en 50 entrevistas en profundidad?, realizadas 1 Tanto an Argentina en partcuzr, como an América Latina en general, ls debates sobre marginalidad y sobre la aristocracia obrera durante las afas 60 y 70, son ejemplos notables de esta preocupaciin mas general en la Iteratura sociolégica: José Nun, Miguel Murmis,y Juan Carlos Marin, La marginalided en América Latina- informe Preiminar, Buenos Ars, Instituto Torcuato Di Tel, 1968; Elzabeth Jen y Juan Carlos Tore, sLos nuevos trabejadores en America Latina. Lin ellen sobre las tesis dea arstacraca cbreren, en: Dserrao Ecandco, N* 5, Buenos Ares, IDES, 1982. 2 Eduardo Basualo, wEconomia y genacidioy, en: Mala ni gerdén, Buenos Aires, 1996 2 a estratoga metodcligia adoptada invlucré la exploraciin dela dimensiones objeto del estudio através de enrevs tes en profundidad. En la realaaciin de las entrevistas, evtarnas delberademente ls liitaciones de un cuestionario carrado que, s bien presonta grandes vantajas en cuanto a la estandarizactn y es vaiosa en muchos otras tarrenas, en «a campo de los problemas aqui planteados hubiase provista da un material ingufciente (Goldthorpe, John , et al «Atfuence and the Brtsh class Structures, en: The Sociological Review, vol. xi, n*2, 1963). El dispestive resutante isefado favorecta una entrevista que segue iicialmente los ineemiantos de una historia devia, incorporéndase un ‘conjunto de pregurtasysituaciones cuasi-experimentales,ertendidas como csparadoras, ras as cuales se desarolaba un dalogo abierto, cn repregurtas consderadas partnetes pore entrevistador. Las entrevstas comprentiran, esqua- rméticamerte, los Sguientest6picos: 2, Campasisén familiar y condciin de actividad de ls miembros del hogar, Caractristcassocioderagificasbdsicas del entrevista; c. Situaciin ccupacional actual d. Hisioralaboral completa; 70 Heterogeneidad social de los trabajadores e identidad peronista |Verdnica V. Maceira) entre marzo y abril del 2001, y noviembre de 2003 y marzo de! 2004, a varones de entre 18 y 60 afios de edad. La investigacién se localiza en el partido de la Matanza, otrora zona fabril afectada por el proceso de desindustrializacién y reestructuracién que caracteriz6 la economia argentina en las tiltimas décadas. En tanto este extenso distrito pre- senta altos niveles de desocupacién y pobreza, ha sido también el partido de mayor concentracién relativa de beneficiarios de planes de empleo a nivel nacio- nal. En este marco, los desocupados se incorporaron como protagonistas de la protesta social a través de multiples organizaciones que los nuclean*. Los entre- vistados desocupados, en tanto organizados territorialmente por dichas organi- zaciones, presentan la particularidad de anudar biograficamente estos procesos a los que hacemos referencia’. Por su lado, los entrevistados ocupados, han sido conectados a través de sus sindicatos respectivos, a los que se encuentran afiliados. Gran parte de los mis- mos han sido o son, delegados de base‘. 2, Ocupacion dal jafe de hogar de crianza del entrevistado; f. Oriantaciones y represantaciones en rolacin a fa situacion de trabajo; g. Autoidentiicacion y antagonismos sociales; h. Trayectorias elactorales Afilacion y participacion gromial y poltica, en particular con respecto al peranisma, cantenidasctribuids a cicha adhesin; i, Procicas de nistorizacion, ‘Veronica Maceira y Ricardo Spaitenberg, «Una aproximacin al movimiento de desocupados en el marco de las Uransformaciones de la clase obrera en la Argentina», en: Observatorio Social de América Latina, Revista del Conse- jo Latinoamericano de Ciencias Sccisles, N* 5, Buenos Aires, FLACSO, octubre- noviembre, 2001 5 Para Ia seleccidn de los entrevstados benefciarios de planes para desempleados se usaron criterias teritoriales. En la realiacién del muestre, y para evitar una gran dspersiéin geogrdfica que hubiese entorpecido operativamente el trabajo de campo, se procedié en forma sucesiva,seleccionando ls siguientes localidades de la Matanza, situadas en el segunda ccordén: Rafael Castilo, isidro Casanova, Gregorio Laferrere y Ciudad Evita. Dentro de estas locelidades, se seleccionaron tun corjunto de barrios, y dentro de los mismos, se seleccionaran al azar, un conjunto de proyectos. Dentro de los Proyectos se definieron cuotes de edad y se seleccionaron al azar los entrevistados, respetando diches cuctas. Los Contactos se realizaran @ través de una de las organizaciones de desocupados de la zona. Los recaudes metodoldgicos tomados buscaban fundamentelmente preservarnas de una seleccidn sescada de los entrevstadas. En rigor, la muestra resuitante puede ser considered como representative de los perceptores de planes de empleo, jes de hogar y verones vinculados 6 esta organizacién al momento de la entrevista. Se concretarcn un total de 30 entrevistas a beneticiarios. § Para la seleccibn de los entrevistados ocupadas, se consideraron los siguientes criteris, que buscaban controlar las condiciones de su comparabilidad con el grupo de desacupads: 1. lacalaacién geografica: los trabajadores a entravis tar debian trabajar y/o residir en la Matanza; 2. rama de actividad: se seleccionaron trabajadores manuals insertos en {a manufacture (metalirgca y ext y confeccicnes) y la construccién. Estos sectores da actividad fueron escogides en virtud de su centralidad como empieadares en tas trayectorias de los desocupados ya entrevistads y, en este marca, por su heterogensidad interna en cuanto a ls condiciones que suponen para los trabajadores en eles ocupados; 3 nivel de calificaciin: se buscb entrevistar a trabajadores que, a prior, parecieran desarvolar tareas de calificacién operativa 0 no calficados Iniveles que mayormente desempeftaron los desocupadas con experiencia laboral previa), que son, por otra lado, el gruesa de los trabajadores dela zona; 4. tarnafi del establecimiento: se buscé que estuvieran ‘studios sociales 31 [sequido semestre 2006) 71 El estudio que presentamos tiene un cardcter exploratorio: considerando tan- to la materia a investigar como el estadio actual de la investigacién sobre el tema, nuestro objetivo no es aqut la comprobacién de hipétesis causales sino més bien el desarrollo de las mismas’, En esa direccién, las afirmaciones que se realizan en esta investigacién deben ser consideradas como hipétesis resultantes, cuya exten- sién a conjuntos poblacionales mas amplios, o socialmente distintos, debe ser contrastada en estudios de mayor aliento’. El arefculo se organiza de la siguiente manera: primero recordamos brevemen- te algunos antecedentes bibliogréficos importantes sobre la vinculacién entre identidad peronista y heterogeneidad social de los trabajadores. Luego presenta- mos a nuestros entrevistados, realizando una sintética caracterizacién de los mis- mos a través de sus trayectorias socio-ocupacionales y describiendo sucintamen- tc algunos rasgos dominantes de sus representaciones y orientaciones con respec- to al cambio y el conflicto social. En tercer lugar, nos referimos a sus niveles de adhesién al peronismo y, por tiltimo, presentamos los significados atribuidos al mismo, localizados en este universo, El articulo se cierra con una sintesis de los principales resultados y conclusiones. I ANTECEDENTES: La vinculacién entre heterogeneidad social de los trabajadores ¢ identidad pero- nista ha sido un nudo relevante en los estudios interpretativos sobre el peronis- mo en particular, y sobre las orientaciones obreras en general. Retomaremos aqui brevemente ese recorrido, sin un afan exhaustivo, sino mds bien con el fin de presentes en l muestra, trabajadores insertas en establecimientas de isnt tami; 5, edad: se buscé que estuvi- ran presentes en fa muesra,trabajadores de as vistintascohortes, dentio del rango de edad antes definido, Canter pando estos criterios, los acupados @ entravistar fueron contactads a través de la mediaiin de fa seccional de los respectvos sindicatos. Las acupados entrevistados estaban vnculados en su totalidad, a sus oxgenizaciones gremiales Y’ gran parte de os mismos eran c habian sido delegados de base. Se reaizeran un total de 20 entrevstas@trabajado- res ocupadas. Los recaudos metadoligicos tomados no pretenden convert ala muestra de acupados resutanta, propia de un estudio cualtatvo, en otra, representativa (en términos estictamenteestaditccs] de una poblacién tan ‘ampla y, especialmente, tan internamente heteragénea, como es la de la asalariados del conurbaro bonaerense, 7 Chie Sel, Lawrence Wrightsman y Stuart Coo, Mgtades de invstigacdn en ls Relaciones Sociales, Madtid, Eticiones Rialp, 1976. * Advirtamos partcularmente que, dadas las importantes diferencias que el géneroimprime en les representaciones Yorientacionas socials y en tanto nuestros entrevistadas son exclusivamente varones, las observaciones reelzadas en el mismo no pueden ni deben extenderse a trabajadoras mujeres, la que asumimas como una limitacin dal trabajo que equi presentamas. 72 Haterogeneidad social de los trabajadores e identidad paronista (Verdnica V. Maceira) presentar, a partir de algunas intervenciones especialmente importantes, las ma- neras en que se fueron entretejiendo los términos de una relacién, a la que inda- gamos en este articulo. La hetcrogeneidad social de los trabajadores observada en las primeras fases de la industrializacién sustitutiva, fue considerada como uno de los elementos a partir de los cuales explicar el surgimiento mismo del peronismo y/o sus atribu- tos especificos. El corte entre una fraccién de la clase obrera mayormente de otigen europeo y otra, producto de la migracidn interna reciente, se convertirla en la piedra angular de la que fuera posteriormente considerada la versién «orto- doxa» de la interpreracién de los origenes del peronismo. En esta caracterizacién, presentada en su versién clisica por Gino Germani?, la heterogeneidad social de los trabajadores permitia explicar lo que aparecfa desde esta perspectiva, como una adhesién heterénoma a un régimen populista. Dicha heterogencidad opera- ba un corte sustantivo al nivel de las orientaciones obreras: eran los nuevos traba- jadores, provenientes de las zonas més periféricas y econémicamente atrasadas, los que, por estos antecedentes y desde esta perspectiva, encontraban obstéculos para incorporarse a sus organizaciones gremiales respectivas, apareciendo como masas «disponibles» para la experiencia populista, Este énfasis en el protagonis- mo de los nuevos trabajadores en el origen del peronismo no fue exclusivo de los tempranos estudios académicos sino que, por el contratio, y como ha sefialado la bibliograffa sobre el tema, impregnaba también la imagen que el propio peronis- mo se daba de sus origenes, en la voz de muchos de sus principales narradores. Sabemos que esta perspectiva ha sido ampliamente debatida. Asi por ejemplo, discutiendo esta distincién germaniana entre vieja y nueva clase obrera, Halpe- rin Dongui"® concluye que la vieja clase obrera era menos «moderna» y los nue- vos trabajadores proventan de regiones menos «tradicionales» que lo que Germa- ni considerara, por lo que las diferencias entre unos y otros aparecen relativizadas. Por su parte, Murmis y Portantiero" criticaron el soslayamiento que en la vision clisica se hace del papel jugado por la organizacién sindical en la gestacidn del § Gino Germani, Police y socieded en una dpace de wansictn. De le sociedad tradicional a fo sociedad de mases, Buenos Aires, Paidés, 1962; Gino Germani, «El surgimiento del peronismo: el rol de los obreros y de los migrantes internoss, en: Manuel Mara y Araujo @lgnacio Llorente, comps. ,é/ vata Pevonista, Bueros Aires, Sudamertcana, 1877 1 Tulio Halperin Donghi, «Algunas observaciones sobre German, el surgimiento del peronismo y los migrentes intermasn, en: Manuel Mora y Araujo e Ignacio Lorente (comps. op. it 1 Miguel Murmis y Juan Carios Portantiera, Estudios sobre los origenes del peronizma, Buenos Aires, Sigo XX Editores, 1977. estudios sociales 31 [segunda semestre 2006] 73 peronismo, afirmando que la intensa participacién que tuvieron viejos dirigentes y organizaciones gremiales es un rasgo que distinguié en forma significativa al peronismo de otros populismos, ¢ involucré, en términos de orientaciones, un relacionamiento relativamente mas auténomo con la direccién politica del mo- vimiento, Esto no significaba desconocer los cambios en la composicién interna del proletariado que acompafiaron el proceso de industrializacidn, ni negar el papel jugado por los obreros recién incorporados a la industria. Pero se trataba si de cuestionar el énfasis puesto en la divisién de la clase obrera, partiendo de un énfasis opuesto: el que llama la atencién sobre la unidad de la clase obrera como sector social sometido a un proceso de acurnulacién capitalista sin distribucién del ingreso, durante el proceso de industrializacién bajo control conservador que tuvo lugar precedentemente, durante la década del 30. Torre'? retoma las tesis centrales del trabajo de Murmis y Portantiero, tanto en lo relativo al papel de las organizaciones sindicales y de los ditigentes sindicales formados en los afios previos, como con respecto al énfasis en el sefialamiento de un perfodo de explotacién sin distribucionismo bajo el régimen conservador, y avanza especialmente en la investigacién historiografica del papel central jugado por la vieja guardia sindical en los origenes del peronismo. Pero, a diferencia de Murmis y Portanticro, Torre intenta centrarse —como lo hiciera Germani, pero desde otra perspectiva—en el proceso de constitucién de nuevas identidades y en la vinculacién estrictamente politica entre los trabajadores y el peronismo, y es por esta vfa que retoma la tematica de la composicién interna de la clase obrera. Asf, en la adoble realidad» que caracteriza los orfgenes del peronismo, segtin la conclusién de Torre, el nivel de heterogencidad u homogeneidad relativa de la clase obrera recobra protagonismo. Por un lado, dicha heterogeneidad se recono- ce como presente, y el peronismo (en tanto intervencién de una elite estatal) juega un papel decisivo en la confluencia de la vieja clase obrera y los nuevos trabajadores industriales en un movimiento sindical y politico organizado nacio- nalmente, operando una articulacién politica externa que, en tanto tal, garantiza una incorporacién obrera subordinada y heterénoma. Por el otto, se reconoce un nivel relativamente elevado de consistencia como clase, que diferencia a los secto- res subalternos argentinos de otros en los que se asientan el resto de los naciona- lismos latinoamericanos, concluyéndose que el mismo definirfa a su vez, el carde- ter de clase de la accién obrera que se organiza. +? Juan Carlos Torre, «lnterpretando (una ver mas! los origenes del peranismoy, en: Zesarvolla Feondmico, N'112, ‘Buenos Aires, IDES, 1989. 74 Heterogencidad social de ls trabajadores e identidad peconista (Verbnica V. Macsira) Posteriormente, y en correspondencia con las caracteristicas que iria asumien- do el proceso de industrializacidn sustitutiva hacia fines de los afios sesenta, se hace presente nuevamente esta vinculacién entre peronismo y heterogencidad estructural: el peronismo era presentado como instancia que amalgamaba una clase obrera que atravesaba nuevos procesos de heterogencizacién social a partir del desarrollo de sectores capital intensivo y la presencia mayor de las inversiones directas de empresas extranjeras en la produccién manufacturera. En este contex- to, la tematizacién sobre la heterogeneidad no era mds la que refiere a una nueva y una vieja clase obrera, sino la que sefialaba una diferenciacién entre trabajado- res econémicamente privilegiados, insertos en sectores de punta, y el resto de la clase. La preocupacin era por el caburguesamiento» de un sector de la clase obrera, esto es, por su integracién subjetiva y el quiebre de la unidad de intereses yaccién con respecto al resto de los miembros de los sectores populares. Sinteti- zando esta discusién, que recoge a su vez el debate internacional durante el mis- mo perfodo?, nuevamente Torte y Jelin" rechazaban la determinacién unfvoca de las orientaciones por la situacién de trabajo y advertfan sobre la importancia de considerar la mediacién operada por otras agencias de socializacién politica en la performacién de estas orientaciones y en la homogeneizacién de las mismas, particularmente en el caso argentino, del papel jugado por el peronismo. Esto es, que lo que era heterogéneo en lo social podia encontrar una instancia de articula- cién en otro nivel. Aspecto enfatizado por Torre y Sigal’? cuando afirman en relacién a América Latina que «mientras en la tradicién clasica, la fabrica operé como eje de agregacién social de la clase obrera, en América Latina fue la plaza publica, el lugar de la movilizacién por la integracién politica a través del Estado, la que unificd a unas clases trabajadoras econémicamente fragmentadas», De esto no debe desprenderse que la adhesién al peronismo tuviese una signi- ficacién un{voca para los distintos sectores. Por el contrario, pocos pero impor- tantes trabajos", sefialaron la multiplicidad de significaciones del peronismo. Al 12 Lockwood Goldthorpe, Patt Bechholer, The affluent warker. industrial attitudes and behaviour, Cambridge, 1968. 1 Eizabeth Jelin y Juan Carlos Torre, «Los nuevos trabejadores en América Latina. Une reflexidn sobre las tesis de le arstocracia obreran, en: Desarrollo Ecandmico, NP 86, Buenas Aires, IDES, 1982 18 Silvia Sigal y Juan Cerlos Torre, «Una reflexién en torno a los movimintas faborales en América Latina», en: Rubén Kaztman y José Luis Reyns comps.) Fuerze de Trabajo y mavimientos leborales en América Latina, México, £1 Colegio de México, 1979, 16 Emilio de pola, «Populismo eideologia. A propésito de E. Laclau: Palticee ideologia on la tearia marvista, en: Ideologia y dscurse popuista, Buenos Ares, Fons Ediciones, 1983, José Nun, Averiguaciones sobre algunos sign- ‘cados del peronismo, Cuaderno del GECUSO, N* 3, Buenos Aires, Espacio Editorial, 1984 estudios sociales 31 (segundo semastre 2008] 75 respecto Nun, advirtié sobre la ya documentada falacia de atribuir una significa cién tinicaa la adhesién politica al peronismo y derivar determinadas orientacio- nes y representaciones de dicha adscripcién. En esa direccién, el autor localizé y reconstruyé distintos tipos de razonamiento de sentido comuin entre los trabaja- dores despedidos de la industria automotriz en los '70, a partir de los cuales torna inteligibles un conjunto, a la vez diverso y acotado, de significados otorga- dos al peronismo. En esa direccién, Nun hace observable la capacidad del pero- nismo de constituirse, en virtud de esta polisemia, en filiacién en la que conflu- yen orientaciones obreras abiertamente diferentes. Posteriormente, en el importante trabajo de Martuccelli y Svampa’’, que da cuenta de las transformaciones en la subjetividad popular a principios de los noventa, la heterogeneidad de las posiciones sociales no es incorporada entre los ejes explicativos, como sf lo fuera en los estudios antes mencionados. Los autores hacen presente la creciente heterogencizacién de los sectores populares ¢ incluso se detienen en el estudio de las configuraciones presentes en tertitorios social- mente heterogéneos, sin embargo advierten que en cl andlisis propuesto se presta «muy escasa atencién a las posiciones sociales de los actores, en la medida en que la experiencia popular —sea de los tradicionales sectores populares 0 incluso la de ciertos «nuevos pobres— todavia se refleja a través de un conjunto fuertemente homogéneo de representaciones», En esa direccién, los autores rctoman la no- cién de sectores populares para insistir en lo que afirman es «el peso predomi- nante de las categorias politicas sobre las categorias sociales en Argentina»'®. Més recientemente, dos tipos de trabajos aportan elementos que interesan ala discusién que planteamos. Por un lado, los trabajos que exploran en la identidad peronista de los sectores populares, centrados fundamentalmente en el mundo de los pobres" o de las organizaciones de desocupados®, esto es, exclusivamente en las fracciones de alguna manera mds débiles de la clase obrera, cuyas tesis retomaremos mds adelante en el marco de nuestra caracterizacién. Por otro lado, el importante trabajo de Levitsky”! avanza sobre las transformaciones en el parti- 7 Danilo Martuccelli y Maristella Svampa, L@ plaza vacia. Las iransformaciones def peranismo, Buenos Aires, Editorial Losada, 1997. 8D. Martuccelli y M. Svampa, op.cit., p. 21 "8 Javier Auyero, La politica de los pobres. Las précticas clientelares del peronismo, Buenos Aires, Manantial, 2001. 20 Maristlla Svampa y Sebastién Pereyra, Entve la ruta ye! boro, La experiencia de las organizaciones piaueteres, Buenos Aires, Editorial Bibles, 2003, 11 Steven Levitsky, «Del sindicalismo al clientelsmo: la transformacién de las vinculos partido-sindicatos en el peronismo, 1983-1999», en: Desarrolo Econdimico, N* 173, Buenos Aires, IDES, 2004. 76 Heterogeneidad social de los trabajadores e identidad peronista [Verdnica V. Maccira) do justicialista, tanto en términos de su organizacién interna como con respecto a su relacién con sus bases sociales de sustentacién. En esta investigacién, el nuevo escenario de heterogeneizacién social de los trabajadores, vuelve a ser un disparador sustantivo para la explicacién. El autor sefiala que los cambios en la composicién social de los trabajadores, en términos de aumento de la desocupa- cién e informalidad, presentaban un desaffo para el Partido Justicialista, de fuer- te base sindical. En correspondencia con ello y a partir de 1983, «el peronismo experimenté un intenso proceso de desindicalizacién impulsado por una corriente de lideres reformistas que desmantelaron los mecanismos de partici- pacién obrera tradicionales en ese movimiento y poco a poco las redes clientelistas reemplazaron los vinculos del partido con la clase obrera y la clase baja a través de los sindicatos. Ya a comienzos de los afios 90, el PJ habia dejado de ser un partido dominado por los sindicatos y se habfa convertido en un partido clientelista en el cual aquellos cumplia un papel relativamente marginaly*2, Ill CARACTERIZACION SOCIAL Y ORIENTACIONES DOMINANTES ENTRE LOS TRABAJADORES OCUPADOS Y DESOCUPADOS ENTREVISTADOS Antes de avanzar en la vinculacidn entre heterogeneidad social de los trabajado- res y su identidad peronista en la regién estudiada, serd pertinente detenernos justamente en una caracterizacién de los niveles de heterogeneidad observados. Para ello, sistematizaremos los principales rasgos de las trayectorias socio-ocupa- cionales de nuestros entrevistados”, Los entrevistados ocupados son asalariados formales, regulares, mayormente de calificacién operativa. Estdn insertos en la industria metaltirgica (8 casos), la textil y otras manufacturas destinadas al consumo interno (6 casos) y la cons- truccién (6 casos). Entre las trayectorias de los metalurgicos mayores de 50 afios y los mas jéve- nes, la insercién metaltirgica es practicamente excluyente y no se registran perfo- 28. Levitsky, op.cit.,p. 4 23 Presentamos un andlsis més detalado de las trayectorias socio-ocupacionales y de las orientaciones de los trabeladores de este universe en: Veréica Meceira, Trayectoras y evientacionas de trabajadores ocupedos y des- ‘ocupados en un contexto de crisis del empleo: un avence exploratorio, Ponencia presentada alli Congreso Nacional de Sociologia, Universidad de Buenas Aires, 2004; y V. Maceira, wldentidad y contcto social: representacionas y arientaciones ent los dosocupados do la Matanzan, on: Revista de /avestigacones de le Facuted de Ciencias Sociales. N° 1, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, 2005. estudios sociales 31 [segundo semestre 2008) 77 dos prolongados de desempleo abierto, Los trabajadores de las industrias menos dindmicas (cextil y otras actividades destinadas al mercado interno), tienen una antigiiedad no menor a los diez afios en su empleo actual, Ilegando a los cuarenta afios en el caso del trabajador mds viejo. En contraste, los trabajadores de la construccién, muestran una importante discontinuidad en su insercién laboral en correspondencia con el cardcter temporario de la actividad, Parte de los mis- mos, fundamentalmente los mayores de 45 afios, ticnen una trayectoria anterior en otros sectores de actividad, como asalariados manuales ya sea en la industria, en comunicaciones 0 ferrocarriles y luego de su desvinculacién forzosa por des- pido no han logrado reinsertarse en el mismo sector. Los trabajadores desocupados presentan trayectotias socio-ocupacionales in- ternamente heterogéneas que se corresponden con sus diferencias etarias, lo que sugiere la productividad de considerarlas agrupadamente atendiendo a estas tilei- mas. En primer lugar, los desocupados mayores de cuarenta afios (14 casos) han sido en todos los casos trabajadores con una insercién continuada y sostenida en el mercado de trabajo. Poco més de la mitad de los mismos han desarrollando su vida laboral adulta anterior al desempleo en una sola rama de actividad, ya sea en un solo lugar de trabajo o en discintos establecimientos. El resto presenta una mayor movilidad entre distintas ocupaciones, establecimientos y amas de acti- vidad, con una permanencia en cada puesto que varia entre los dos y los seis afios, registrandose entre los mismos, casos con una o més coyunturas anteriores de desempleo de seis meses o mds. La mitad de los desocupados de estas cohortes han desarrollado la mayor parte de su vida laboral en plantas de mas de 50 ocu- pados. La incorporacién relativamente estable como trabajadores involucré, en casi todos los casos, la afiliacidn al sindicato respectivo. El segundo grupo etario que se recorta es el de aquellos de entre 30 y 40 afios de edad (7 casos), quienes muestran una menor permanencia promedio cn los pues- tos de trabajo y un peso menor de las ocupaciones fabriles que en las cohortes anteriores tomadas conjuntamente. Por un lado, el grupo més numeroso ha teni- do una insercién laboral continuada como asalariado en uno o varios puestos de trabajo, mayormente dentro de una misma rama de actividad, por perfodos que varian entre un afio y medio y ocho afios. Al igual que parte de los trabajadores mas jévenes de las cohortes anteriores, la mayorfa registra aqui una coyuntura de desocupacién de mas de seis meses en algiin momento previo de su trayectoria. Por su parte, las trayectorias de los jdvenes de hasta 30 afios (9 casos) contrastan abiertamente con las que, a esa misma edad, tenfan los entrevistados mayores ana- 78 Heterogeneidad social de os trabajadores e identidad peronista |Verdnica V. Maceita) lizados anteriormente. Parte de los mismos son nuevos trabajadores que ingresan al mercado de trabajo como desocupados. Entre quienes han tenido alguna experien- cia laboral, la nota saliente es la falta de significacién de las ocupaciones fabriles. En relacién a las representaciones y orientaciones con respecto al conflicto social y la accién colectiva exploradas, sefialaremos sintéticamente que se obser- van continuidades entre ocupados y desocupados al interior de cohortes defini- das, lo que autorizaria a esbozar algunos perfiles generacionales que atraviesan las distintas situaciones actuales de los trabajadores. Es entre los entrevistados mayores de 40 afios, ocupados y desocupados, don- de se hace presente con mayor frecuencia un principio de separacién social con respecto a los grupos sociales dominantes que puede asumir la forma de una auto diferenciacién social positiva e incluso conjugarse, en algunos casos, con una mayor autonomfa con respecto a quienes detentan el poder social. Asimismo, en estas cohortes se observa una conciencia mayor del papel de los trabajadores en la sociedad capitalista y la necesidad de una defensa colectiva de sus intereses co- munes. Si bien estas afirmaciones no involucran a la totalidad de los hombres de estas cohortes, es una tendencia que diferencia a estos hombres de las cohortes mas jvenes. Asimismo, este principio de separacién social se presenta con inten- sidad algo mayor entre los desocupados que entre los ocupados, expreséndose en juicios menos matizados con respecto a las telaciones entre clases sociales, Los ocupados y desocupados de la cohorte intermedia presentan un perfil que atraviesa sus actuales situaciones socio-ocupacionales y se diferencia a su vez de Jo comentado para los entrevistados mds viejos. Su nota caracteristica es que, si bien pueden expresar un fuerte nivel de disconformidad con respecto a las pro- pias condiciones, el mismo no parece fundarse en un proceso de autonomia con respecto a aquellos grupos que detentan el poder social. Los entrevistados de esta generacién entienden la estructura social como una relacién de jerarquias y la relacién entre las clases como posiblemente arménica. Lo dicho se acompafia con una desaparicién del fuerte componente corporativo que observamos en las cohortes anteriores y la pérdida de una orientacién hacia la accién colectiva, en lo que puede ser le'do conjuntamente, como un desplazamiento del clivaje de las clases en la interpretacién de la estructura y el conflicto social. 2 Tomamas aqui de Gramsci su referencia al xsentido de distincidn, de separacién, de independencio» entre grupos sotiles, que el eutor localizara en la vsion del mundo de fs clases subalternas, como primera tase o partir dela cual podria desarrolarse wuna uterory progresive autoconciencia» socal Antonio Gramsci, Cuadernos de fa cércel: el materala hiséric y ls thosofa de 8, Croce, México, Juan Pablo Editor, 1985, p. 20, estudios sociales 31 {segundo semestre 2006] 79 Las orientaciones de los ocupados y los desocupados, que presentaban impor- tantes similitudes al interior de las cohortes ya analizadas, pasan a distanciarse de los més jvenes. Entre los ocupados més jévenes encontramos una continuidad de los rasgos observados en los hombres de la cohorte intermedia, a la vez que se hace presente, incipientemente, un perfil diferente. El mismo se expresa en los jévenes que vuelven a valorizar la importancia de organizaciones de los trabaja- dores con mayor autonom(a social, y se muestran partidarios de la accién colec- tiva pero localiz4ndola ahora (en lo que puede ser lefdo como una desconfianza vantiburocratica»), a nivel de la planta. Por su parte, los perfiles de los desocupados mas jévenes expresan una impor- tante discontinuidad con respecto a los desocupados de la generacidn intermedia, a la vez que, como sefialamos, se diferencian abiertamente de los ocupados de su mismo grupo etario. Se hace presente en muchos de estos jévenes una fuerte expe- riencia de las diferencias sociales, que se significan mds en clave de discriminacién oexclusién queen términos de explotacién. En este marco es posible, sin embargo, distinguir dos configuraciones que difieren en cuanto a su contenido antagonista. Algunos jévenes, que participan mds activamente en las organizaciones que los nuclean, van elaborando una visién mds conflictiva de las relaciones sociales y desarrollan embrionariamente mdrgenes mds amplios de autonomfa social. En su situacién de desocupados, esta mayor autonomi{a se expresa asimismo en una revalorizacién de la accién colectiva. En contraste, los jévenes no antagonistas son quienes parecen tener una subjetividad més ligada a la recepcidn de asisten- cia gubernamental y, en esa direccidn, una construccién identitaria producida de cara al estado, expresando niveles menores de autonomfa social con respecto al mismo, No se orientan abiertamente en contra de la accién colectiva (partici- pando de las marchas y los cortes de ruta), pero parecen adherir en la medida en que ¢s estrictamente necesario para la obtencién del beneficio. Estos desocupa- dos son los que expresan en sus representaciones lo que podriamos considerar un mundo més restringido de relaciones sociales, al desplazar la esfera ptiblica como 4rea de relevancia en sus précticas de razonamiento. IV. AUTOIDENTIFICACION PERONISTA Y TRAYECTORIAS ELECTORALES En tanto La Matanza es considerada una zona tradicionalmente peronista del conurbano bonaerense, no resulta sorprendente corroborar la alta presencia de aquellos que se reconocen como peronistas entre los trabajadores encrevistados. 80 Heterogensidad social delos trabejadores e identidad peroniste [Verdnice V. Maceira] Tomados en conjunto, mds del 60% se autoidentifican abierta y claramente de esta manera. Al respecto, existen diferencias entre trabajadores de ambos grupos, ocupados y desocupados, pero las mismas no pueden ser consideradas como significativas en los pequefios niimeros que estamos manejando: la presencia de trabajadores autoidentificados como peronistas es algo mayor entre aquellos des- ocupados (67%), 0 que tienen inserciones laborales extremadamente precarias, que entre los obreros regulares (55%). Esta autoidentificacién como peronistas tiende a involucrar también la delimi- tacién de un espacio politico dentro del cual se realizan las opciones electorales. El porcentaje de trayectorias electorales netamente peronistas se mantiene para am- bos grupos en alrededor del 56%. Por su parte, la presencia de otros patrones de trayectoria electoral, como por ejemplo, el voto netamente radical o el voto incli- nado a la confluencia con las mayorias, no es significativo (Cuadro 1 Este sefialamiento sobre una importante homogeneidad relativa entre ambos gru- pos se revela, sin embargo, como parcialmente incorrecto al introducir una conside- racién generacional, o si se quiere (mds prudentemente en principio), un corte etario, En efecto, por un lado, los niveles de autoidentificacién como peronistas son ciertamente importantes, en ambos grupos, entre los trabajadores de mayores de 40 afios (11 de 14 desocupados y la totalidad de los 10 ocupados de este grupo etario son peronistas). Por otra parte, sin embargo, los trabajadores mds jévenes se distinguen abiertamente en sus niveles de adhesin, en correspondencia con su situacidn socio-ocupacional actual: mientras siete de cada diez desocupados u ocupados extremadamente precarios menores de 40 afios son o han sido peronis- CCUADAO |; TRAYECTORIAS ELECTOAALES POR SITUACION CCUPACIONAL ACTUAL. TOTAL OCUPADOS ¥ DESOCUPADOS. he dexacpodas ) ino de trayectoria ‘ocupades regulares ylo irregulares total SIEMPRE PERONISTA 10(50%) 13149%) 20.46%) FUERTE TENDENCIA PERONISTA 1 (54d 413%) 511084) ‘TRAYECTORIAS PERONISTAS 11 155%) 17 (86%) 186% RADICAL 2 (10%) 110.5% 316%) MAvORIAS 2 110%) 110,540 516% BLANCONO VOTA 310%) 316%) ovros" 5 (25%) 1010391 15 190% INCUUYE ADUELIS QJ TIENEN TRAYECTORAS GE ALTA VOLATAIDA OSM PATRON CLARAMENTE ENTEICABLESY LOS QUE NO MAN VOTADO 0 TENEN TRAVECTORIAS MUY CORTAS PR SUEDAD studios sociales 31 [sequndo semestre 2006] 81 tas (un coral de 9 sobre 16 entrevistado de ese grupo), ningtin ocupado regular de esa edad reconoce esta adhesin presente o pasada. Refiriéndonos ahora a las trayectorias electorales, se observa, en la misma di- reccién, que 9 de cada diez trabajadores mayores de 40 afios (independientemen- te de su situacién ocupacional actual) muestran trayectorias electorales exclusiva © netamente peronistas. Por su parte, entre los mas jvenes, si bien las diferencias entre grupos no son tan importantes como lo sefialado en referencia a la autoidentificacién®, es posible observar un comportamiento electoral distinto en relacién al PJ entre ocupados y desocupados, destacdndose la persistencia del voto neramente peronista entre los desocupados. Si excluimos provisoriamente a aquellos entrevistados de los que contamos con una sola observacién electoral (un coral de 6 desocupados), podemos con- cluir que mientras 6 de cada 10 desocupados de hasta 40 afios mucstran una trayectoria netamente peronista, s6lo dos de los 10 ocupados de este grupo etario yotan en esa direccién. Como sucede entre los mayores, los entrevistados menores de cuarenta afios, tanto ocupados como desocupados, provienen también mayoritariamente y en igual medida (ocho cada diez) de familias peronistas. Esto revela otro elemento de importancia; un desgranamiento relative muchisimo mayor de la identidad peronista familiar entre los obreros estables entrevistados. En efecto, los desocu- pados o trabajadores extremadamente precarios de hasta cuarenta afios que pro- vienen de familias peronistas (13 de los 16 casos), siguen siendo peronistas en la actualidad (9 casos) o bien Io han sido hasta una crisis reciente (2 casos), y los pocos trabajadores nunca peronistas de este grupo (5 casos) provienen a su vez, en algunos casos, de familias no peronistas (3 casos). Por el contrario, los trabaja- dores regulares de estas edades, son todos no peronistas atin provinicndo mayo- ritariamente de familias peronistas. Esto es, no se trata de casos que provienen de familias ajenas a esta tradicién sino de trabajadores para quienes esta tradicidn se vuelve ajena®, 5 La menor contundencia de estas resutads en relaciin ales correspondientas ala autoidentificacin responde @ razones de cistinto orden, En primer lugar, la presencia de entvevistados muy jdvenes, de quienes contamas con fpocas cbservaciones con respecto a la trayectoia electoral como pare estableer un patrn y por tanto deban ser excluidos de estas observacones. En segundo lugar, la aparicién de trayectorias de voto en blanco o no voto. En tercer lugar, se hace presente una volatiad del voto algo mayor tanto en ccupados como en desocupados. *5 Para ilusrar estes diferencias, digamos que el desgraneminto de la adhesin al peranismo que entre los desocu pads seria de un 15% entre los acupadas aleenzaria al 100%. 82 Heterogeneidad social de los trabajadores e identidad peronista [Veronica V. Maceira) El ntimero de casos de este estudio exploratorio no nos habilita para extender esta afirmacién al conjunto de trabajadores de la zona. Sin embargo, lo observa- do en estas entrevistas en profundidad sugicre una linea de exploracién®’, en particular considerando que no se trata de casos aleatorios sino especialmente significativos para el tema que nos ocupa’*. En efecto, los trabajadores desocupados aqu{ entrevistados, entre quienes ob- servamos una fuerte persistencia de la adhesidn al peronismo, no fueron scleccio- nados en virtud de su relacién con el PJ y sus estructuras barriales. Por el contra- rio, los mismos reciben planes de empleo, reclutados por organizaciones territo- riales que se construyeron con relativa autonom({a y en competencia organizativa con respecto al partido justicialista®. Distinras investigaciones han advertido sobre el cuestionamiento al peronismo que supondria el surgimiento de estas organiza- ciones sociales y politicas®. En esta direccién, la importante persistencia de la identidad peronista cn la totalidad de estos entrevistados, pero especialmente entre los mas jévenes, es un hallazgo a enfatizar. Por el otro lado, los trabajadores regulares entrevistados fueron contactados, como indicamos, a través de sus sindicatos, con quienes tienen una activa vincu- lacién, en la mayorfa de estos casos incluso, como delegados de base. Se trata de sindicatos de histérica y presente adscripcién peronista, encuadrados en la cen- teal obrera abierta y orginicamente articulada con el PJ, En esta direccién, la contundencia de la adhesién peronista de los trabajadores més viejos cra lo espe- rado, pero su total desgranamiento entre los entrevistados de hasta cuarenta afios aporta evidencia relevante para los objetivos de este estudio. 2 Asimismo, es importante comentar que, en referencia @ los desocupadas, un relevamiento propio posterior de veinte entrevistas en profundidad reakzadas a varones de los misrios bartios y con caracteristices sccio-demograti cas y socio-ocupacionales replica las tendencias ganarales presentadas en este trabajo. 2a hipdtasis postulada sobre la vinculacidn entre heterogeneidad social persistencia de la adhesion peranist, tos ‘webajadores objeto de este estudio pueden ser consideradas como casas criticas (en e! sentido wiilizado en el cldsico estudio sobre ovientaciones de Lockwood Goldthorpe, Plat Bechholer, The afflvene worker industiil anvitudes and behaviour, op. cit. La estrategia del caso cxticoinualucra justarmente la explracién de aquelins casos més favorales para le comprobacin de una higétess, bajo el supuesto de que sila vinculacin propuesta no se observa en esos 280s, dficimente se observaré en los casos mas desfevorables. Lo inverso aude gredivarse de la constatacién de ‘una vinculacion proguests en aquelics casos a priori més desfavorables para le comprabacion de una hipdtesis. 2 Gabriela Delamata, Les barrios deshordades. Las arganizacianes de desocupades del Gran Buenas Aires, Serie Extromuros, NB, Buenas Aires, Eudeba! Libras del Rojas, 2004; M, Svampa, y S. Pereyra, op. cit. L, Owed, Una ‘stor del movimvonta piquetero, De les primeras Coordinadoras a ls Asambleas Nacionales, Buenos Aires, Ecicio nes Rumbos, 2001. 3 Svampa, M. y Pereyra, S., 2008, o9.ct; Oviedo, OD cit, 2001, estudios socialas 31 [segunda samestre 2006] 83 Sefialamos ya que los estudios sobre la identidad peronista en los sectores populares con posterioridad al menemismo, sc han centrado fundamentalmente en la exploracién de este fenémeno entre las fracciones si se quiere més débiles (en términos socio-econémicos) de los sectores populares. Asf, Auyero, entre ottos investigadores enfocados al estudio de las redes clientelares peronistas del conurbano bonaerense, observé la persistencia de la adhesin al peronismo en poblaciones residentes en asentamientos precarios de la regidn. Al respecto, con- siderando aquellos de entre nuestros entrevistados que estén inscriptos en terri- torios sociales relativamente similares a los explorados por estos autores, encon- tramos aqui también una importante persistencia de la adhesién al peronismo, aun cuando, y esto es lo que en este punto aportaria nuestro estudio, los casos que aquf nos ocupan, en tanto organizados terricorialmente por el movimiento de desocupados, participan de redes alternativas, a la vez que su vinculacién con las redes clientelares del partido justicialista era (al momento de la entrevis- ta) relativamente periférica. Por otro lado, nuestra investigacién avanza sobre fracciones diferentes a las exploradas sobre estos tépicos en el postmenemismo, observando, como ya esta- blecimos, la persistencia de dicha adhesién entre los viejos y su desgranamiento entre los jévenes trabajadores sindicalizados. Considerando en forma conjunta estos sefialamientos, entendemos que la vin- culacién que se observa en esta exploracién entre las distintas inserciones en el mercado de trabajo y la identidad peronista no es aleatoria. Por el contrario, creemos que la misma se corresponde al nivel de la subjetividad de los actores, con lo comprobado por otras investigaciones, en términos de los cambios en la estructura politico institucional del PJ. En efecto, recordemos que el peronismo tiene histéricamente una estructura institucional que ha trascendido los momentos en que el mismo estd en el go- bierno, y que en el Area Metropolitana involucra —a grandes rasgos— la organiza- cién sindical de la fuerza de trabajo inserta en forma relativamente estable, y la organizacién territorial a través de las unidades bsicas en el anillo industrial tradicional®, La investigacién de Levitsky ya comentada, describe cémo, a partit 31 En nuestros estudios en terreno heros comprobado que, coma bien seiala Detamata (2004, op. ct), el resultado dal proceso de organizacidn de los desocupadcs de la ime década no supone ciertamente el fral dela red ciiemtetar del peronismo o de las practicas clientelares en general, sin el quiebre de su monopala y el aumento de le competencia entre redes asistenciles altrnativas % G, Delamata, op. cit. 84 Heterogeneidad social de los trabajadores ¢ identidad peronista [Verdnice V. Maceiral de las transformaciones llevadas adelante desde 1983, el P] fue adaptandose a lo que fueron los cambios sociales de su base tradicional de sustentacién, expan- diendo sus redes tertitoriales y dejando de estar fuertemente vertebrado en torno a los sindicatos. Entendemos entonces que, mientras en la expansién del aparato territorial peronista se puede encontrar el soporte relacional en el que se reproduce la adhe- sién peronista de las fracciones mas desventajadas de los sectores populares”, la desindicalizacién del peronismo y la pérdida de poder econémico y politico de los sindicatos, habrfan involucrado, por el concrario, una crisis del sindicato pe- ronista como espacio de reproduccién de la identidad peronista de los cuadros sindicales ms jévenes y los jévenes trabajadores sindicalizados. Lo dicho hasta aquf se sintetiza en la formulacién de la siguiente hipétesis sobre la vinculacién enue heterogencidad social de los trabajadores ¢ identidad peronista en el conurbano bonaerense, a ser testeada en estudios de mayor alcan- ce: la desindicalizacién y territorializacién del peronismo bonaerense (constata- da en otras investigaciones) se corresponde, al nivel ~aqui analizado— de la cons- titucién subjetiva de los trabajadores, con una pérdida de la adhesién al peronis- mo entre los jévenes sindicalizados y la persistencia de significativos niveles de auto identificacién como peronistas entre los trabajadores mds vulnerables. Por tiltimo, no es ocioso apuntar aqui que la desindicalizacién del peronismo pero fundamentalmente la crisis del poder econdémico y politico del sindicato y, por esa via, la vulnerabilizacién de los derechos de los trabajadores, se hacen presentes en la natracién de las experiencias de varios de nuestros entrevistados con trayectorias como trabajadores sindicalizados: «es embromada la situacién, todo el mundo tiene miedo. Yo también tengo miedo de quedar sin trabajo, tal vez tengo menos miedo ahora que antes, pero cambié muchisimo la situacién Yo me acuerdo en el 75, venia un micro del sindicato para llevar a la gente cuando habfa asamblea, le avisaba al capataz que salian ahora y hacfan horas extras, Habia que ir al sindicato y me peleaba con el que no iba. (...) Yo llevaba al 70% de los compafieros, era el que més llevaba. Pero hoy en dia ha cambi do tanto la cosa, que la gente tiene mucho miedo (...) Donde yo trabajaba, nunca paramos por parar, siempre, segiin mi entender, yo era el que daba la orden, era por algo que tenfa una razén de ser. Ademds tenfamos otro tipo de poder, yo era delega- 38 J, Auyaro, op. ct estudios sociales 31 [segundo semastre 2006] 85 .) (El sindicato, en la actualidad) est4 como la iglesia en la época de los milita res, cuando desaparecia gente, yo soy catdlico apostélico romano y creo en dios, no en los curas, pero si creo en dios y en los santos, pero en la época de los milicares, Ia iglesia siempre estuvo callada, al revés, los edecanes iban a codas las fiestas todo, apoyando lo que hicieron los militares, y ahora los sindicatos son un poco los convi- dados de picdra de la situacidn (...) Si nosotros vamos y le decimos a los compafieros que paren, seguro que no paran, no porque no nos hagan caso 0 crean que no es justo lo que nosotros les podemos llegar a decir, sino por el miedo, la necesidad , el miedo de perder el trabajo. Entonces el sindicato es como un cuadrito, esté ahi, esta para cumplir una cuestién social, la que dejé de cumplir el estado, que es la salud, la educaci6n, hay gremios que tienen colegios y colaboran, le dan un guardapolvo, un par de zapatos, a los chicos para que puedan ir al colegio... «antes me gustaba (participar sindicalmente) ahora no, porque veo que no tenemos defensa mas alla, de los que estan alto, El sindicato ya no defiende mas al obrero, ya no es como antes. Antes se respetaba, hab/a un problema con un compafiero, hay que parar: pardbamos, sc reunla con los patrones y arreglaba, ahora no, ahora todo patronal. En la época de Menem cambié mucho, ahi si que cambié mucho» Y. ALGUNOS SIGNIFICADOS DEL PERONISMO En el estudio empirico que ya citamos sobre lo que el autor Ilamé las «practicas de razonamiento del sentido comin» entre obreros automotrices a principios de los setenta, Nun™ indagé sobre su adhesién al peronismo y advirtié que la mis- ma tenfa no uno, sino distintos significados que se articulaban a su vez, de mane- ra relativamente consistente, con sus orientaciones politicas y sociales. Este ante- cedente ha sido especialmente sugerente para nuestro estudio explorarorio. Al respecto, nos preguntamos: cudles son las conjugaciones actuales del peronismo de los entrevistados que adhieren al mismo? Su diversidad, si es que la hubiera, se imbrica con orientaciones distintas?s se corresponde a su ver, de alguna manera, con la heterogeneidad social de estos trabajadores? En primer lugar, obscrvamos que en la representacién de la gran mayoria de los desocupados de todas las cohortes, el contenido que asume el peronismo, es lo que podriamos llamar el peronismo de los humildes, ligado a la figura de 4 J. Nun, op. cit 86 Heterogeneidad social de los trabajadores e identidad peronista [Ver6nica V. Maceira] Perén pero fundamentalmente a la presencia de Evita, y a su tarea de asistencia social directa. Se enfatiza aqui el cardcter protector del estado hacia los sectores mds despose(dos en los primeros gobiernos peronistas y su papel de garante del acceso a condiciones dignas de vida. Es también un peronismo que, en contrapo- sicién con ottos significados posibles, nos presenta una imagen pasiva del papel de las clases subalternas en esa relacién directa con sus lideres, una imagen de perceptores més que de actores del proceso histético. Otros autores se han referido también a este tipo de contenido como el ele- mento «distribucionista» del peronismo. Ciertamente, entendemos que en estos casos es este elemento «discribucionista» el que se encuentra particularmente va- lorado, pero se presenta aqui, ademés, estrechamente imbricado con el resto de los contenidos mencionados (la distribucién tiende mayormente a ser una distri- bucién de bienes para satisfacer necesidades concretas; se enfatiza la relacién directa con los lideres, se valora especialmente la figura de Evica, etc). De esta configuracién particular, que es la dominante en este grupo, pretendemos dar cuenta cuando nos referimos al peronismo de los humnildes. Por su parte, entre los peronistas ocupados entrevistados (todos ellos, recor demos, mayores de cuarenta afios y trabajadores vinculados estrechamente con sus sindicatos) también el distribucionismo aparece como el contenido més re- currente en la representaci6n del peronismo, pero tiene un peso relativamente menor que entre los desocupados, y se presenta asimismo en una configuracién algo distinta. Se expresa aqui més frecuentemente como la valoracién de un momento pasado de mayor bienestar econémico, que como un énfasis en la relacién con los lideres y la asistencia social directa. Al respecto, es importante sefialar que, si bien la adhesién al peronismo en un contingente importante de estos entrevistados (ocupados y desocupados) parece conjugarse como valoracién de su componente distribucionista, esté lejos de te- ner un cardcter meramente instrumental. De lo cual, no cabe suponer que la continuidad de dicha adhesién en si esté condicionada, de alguna manera més 0 menos directa, por la obtencién actual de mejoras concretas. Junto con este contenido encontramos otro menos recurrente, nunca expresa- do en forma aislada sino en conjuncién con el significado dominance del pero- nismo ya comentado, Se trata una valoracién del peronismo como dador de derechos, especificamente como promotor de los derechos del trabajador, Esta 38 J. Nun, op. cit; J. Auyero, op. cit, estudios sociales 31 (segundo semestre 2005] 87 caracterizacién es enfatizada exclusivamente entre los entrevistados mayores de cuarenta afios, y tiene una presencia relativa cuatro veces mayor (asf como una més clara articulacién) entre los trabajadores ocupados que entre los desocupa- dos. Entre los viejos trabajadores ocupados se hace presente incluso la mencién a la inspiracién socialista que habria tenido la legislacién laboral incorporada en los primeros gobiernos justicialistas. Todos los entrevistados que reivindican este contenido del peronismo presen- tan, a su vez, una fuerte orientacién hacia la accién colectiva como forma de diri- mir los conflictos obrero-patronales y, mds en general, lo que podriamos Ilamar una clara identidad sindical. Sin embargo, este peronismo puede conjugarse como la expresién de la lucha conjunta de los trabajadores organizados por la consecu- cién de sus derechos, o bien (y esto es lo que aparece con mayor intensidad) como un énfasis en el papel de Perén como gran hacedor de estas transformaciones. Son pocos (pero ciertamente también existen en este universo) aquellos traba- jadotes (ocupados y desocupados) que, en el marco de la valoracién positiva del peronismo como promotor de los derechos de los trabajadores, destacan lo que se podria llamar el empoderamiento de los trabajadores. En estos casos, csto se despliega a través de formas cuya dificil lectura no hace sino expresar, seguin creemos, la complejidad del peronismo, esa «doble realidad» de la que hablara Torre (heteronomia y cardcter de clase de la accién). Esto es, en estos discursos, se destaca tanto el poder que asumian los trabajadores (fundamentalmente a través de sus organizaciones), como el hecho de que dicho empoderamiento se sostenia en el apoyo que significaron los gobiernos de Perdn*. De todo lo dicho anteriormente se infiere ademds que, en uno y otro grupo, la expresién de un peronismo «revolucionario», es decir, su interpretacién en tér- minos que podrfamos asir como abiertamente clasistas, es absolutamente margi- nal. Esto es asf atin cuando, de acuerdo a nuestra propia investigacién, la presen- cia de trabajadores con una visién de las relaciones entre clases como antagénicas adquiere significacién en este universo, fundamentalmente entre los desocupa- dos més viejos y mds jévenes y, en menor medida, entre los ocupados de las cohortes mds antiguas. Sin embargo, sin desmedro de lo ya resefiado, es impor- tante mencionar un uso del peronismo que se hace presente con claridad entre trabajadores ocupados y desocupados y es significativo desde la perspectiva del 38 Sobre este punto es insoslayable la riqueza del andliss de Daniel James, Resistencia e intogracn. &1peronismo le clase trabajadora argentina, 1946:76, Buenos hires, Sudamericana, 1990, 88 Heterogensidad social de los trabi estudio de las orientaciones obreras. Nos referimos a los entrevistados para quie- nes el peronismo involucra y reviste un principio de separacién social, aunque dicho principio de separacién no necesariamente se exprese siempre en términos dlasistas. Son estos entrevistados quienes entienden, por ejemplo, que la propia identidad peronista se explica «porque soy pobre, para scr radical hay que tener placa» o sefialan que «el peronismo es para el obrero», 0 bien que «el peronismo siempre tira para el pueblo» o «siempre estuvo del lado de los pobres, de los trabajadores» o que el peronismo es «para los cabecitas negras, toda la Matanza, porque en la capital eran todos radicales». O quienes mds claramente sefialan que «el gobierno peronista siempre va a pelear por el pobre, ésa es la lucha del pero- nismo, el peronismo, en contra de quién esta? De los radicales, los radicales son todos oligarcas, todo para ellos, para ellos, y migajas para los dems, y nosotros?», Podemos decir que si bien esto no se hace presente en forma articulada en todos nuestros entrevistados, si parece estar operando con intensidad en ocupados y desocupados: si se es pobre, si se es trabajador, si se es de la Matanza, si se es de «acd», entonces se es peronista. Como dirfa un entrevistado: «acd no vas a encon- trar ninguin radical», Avanzando un paso més, en algunos pocos entrevistados el peronismo es (0 mejor dicho fue, como veremos inmediatamente) la expresién politica de relacio- nes més justas entre las clases: «creo que era parejo, porque los pobres tenfamos trabajo y posibilidades de todo tipo de trabajo». Son estos entrevistados los que claramente conjugan el peronismo en términos de justicia social. Este significado, cuya expresién en una primera aproximacidn puede parecer muy cercana al pero- nismo de los humildes, guarda con él, sin embargo, una distancia significativa en términos de las orientaciones obreras. Se trata aqui no de un peronismo benefac- tor con los excluidos, sino de la expresién politica de los trabajadores, o bien de los pobres y humildes (segtin las distintas interpretaciones). En este criterio de justicia opera tanto un principio més fuerte de distincién entre clases sociales como un embrionario desarrollo de autonomia. Esta conjugacién del peronismo no es tampoco dominante entre los entrevistados més antagonistas de nuestro universo, pero es sélo entre estos entrevistados antagonistas que se hace presente. Por ultimo, pero quizds atin m4s importante, es relevante tematizar aqui el rasgo tal vez. mis frecuente en la significacién otorgada (tanto por ocupados como por desocupados) al peronismo con el que se consideran vinculados. El peronismo con el que se identifican nuestros entrevistados es un peronismo vol- cado hacia el pasado, Esto se expresa sintética y recurrentemente: son «peronistas estudios sociales 31 [segundo semestre 2006] 89 de Perdn». El peronismo de Perén, més como conjugacién de peronismo que como localizacién de un perfodo especifico”, se presenta, desde la perspectiva de gran parte de los trabajadores, como un momento de realizacién de valores que han sido desplazados y condiciones que no han vuelto a repetirse en la historia posterior. Se trata de un pasado que contrasta con el presente de la entrevista y que, cn las mismas representaciones de estos hombres, aparece como dificilmen- te integrable a la cultura politica actualmente dominante pero que, sin embargo, no por ello se presenta como activamente alternativo™ a esta cultura. Entendemos que este ultimo rasgo del peronismo de nuestros entrevistados ayuda también a comprender por qué su articulacién con sus orientaciones ac- tuales, si bien puede ser rastreada, es menos estrecha que lo que el investigador pudiera hipotetizar y también menor que aquella observada en investigaciones sobre este punto, realizadas en otro momento histérico”. Quizis el elemento clave al respecto sea que, en la representacién de estos hombres (y por lo menos en el momento de la entrevista) habfa pocas expectativas de un horizonte futuro en el que se realice este «peronismo de Pern», Esto es, no se conjugaba estricta- mente como proyecto (independientemente de que los trabajadores entrevista- dos puedan, por otro lado, definir sus metas futuras individuales y/o colectivas y orientarse hacia la accidn), por lo que el didlogo con el presente de este peronis- mo volcado hacia el pasado, es poco intenso. En esta direccién, el peronismo parece haber perdido fuerza como ideologfa. Si bien probablemente haya sido significativa su intervencién en la modelacién de las orientaciones de muchos de nuestros entrevistados, (fundamentalmente de aquellos de las cohortes mds anti- guas), dificilmente se actualiza hoy como matriz de interpretacién del presente. Este «peronismo de Perén», que en gran parte de las entrevistas se presenta abiertamente diferenciado del peronismo de los dirigentes posteriores, es el que mantiene un papel legitimante de la propia identidad peronista. El rasgo sefialado no implica que la identidad peronista de estos trabajadores deje de operar efectos presentes, tal como observamos al reconstruir sus trayecto- rias de voto. Sin embargo, y retomando aqut lo sefialado por Svampa y Martuccelli®, 37 En otro ada hemos explorado sobre los perfodos dela historia peronista que, en correspondencia, son incorporadas por las précticas de historizacién de estos entrevistadas (V. Maceira, eLa recurrencia del recuerdo, Précticas de historizacién entre trabajadores desocupados del conurbano bonaerensen, en: Prahistaria, NP 9, Rosario len prensal. 38 Raymond Williams, Mancisme y literatura, Barcelona, Ediciones Peninsula, 1980. 8 J. Nun, op. cit. 9D, Martuccelli y M. Svampa, op. cit. 90 Haterogensidad social de los trabajadores e identidad paronista [Vordnica V. Maceira] lo dicho nos habla s/ del debilitamiento de su capacidad para articular y expresar las cransformaciones socioculturales que se operan en los sectores populares. En el marco de esta diversidad, nuestros entrevistados muestran un acuerdo general sobre quiénes fueron los sujetos representados por este peronismo de Pe- rén. Desde su perspectiva, el peronismo de Perén los representaba a ellos, esto es, respondia a sus aspiraciones e intereses. Por esto mismo y en tanto las formas de auto identificacidn entre los distintos grupos son diversas, los sujetos representados por el peronismo de Perén son caracterizados de distinta manera segtin el grupo de entrevistados al que interpelemos. En efecto, entre los entrevistados peronistas ocu- pados, el peronismo de Perdn representaba a los trabajadores y/o a los obreros (8 de cada 10 entrevistados) mientras que entre los entrevistados desocupados 0 con re- laciones extremadamente l4biles con el mercado, el peronismo de Perén represen- taba en gran parte a los pobres y/o los humildes (cuatro de cada diez entrevistados) y, en menor medida a los trabajadores y/u obreros (dos de cada diez)". Vi. RESUMEN Y CONSIDERACIONES FINALES La magnitud del proceso de desindustrializacién suftido en el pais a partir de mediados de los setenta y profundizado en el ajuste estructural de los noventa, trajo aparejado que muchos de quienes aparecen como supernumerarios segdn los requerimientos actuales de fuerza de trabajo, sean trabajadores que han esta- do integrados en forma estable en el régimen de acumulacién anterior. De esto dan cuenta parte de las trayectorias socio-ocupacionales de los entrevistados des- ocupados mayores de 40 afios, quienes han compartido con los trabajadores ocu- pados de sus mismas cohortes, las experiencias que hacen a la estructuracién inmediata de una clase obrera estable. Lo dicho se expresa también en una rela- tiva continuidad de las matrices con las que estos hombres interpretan estas ex- periencias pasadas y presentes, matrices que tienden a atravesar sus distintas si- tuaciones socio-ocupacionales actuales, En una direccién consistente con lo di- cho, hemos observado que no se presentan diferencias significativas en términos de los niveles de adhesién al peronismo entre ocupados y desocupados de las ‘Esto se articula estrictamente con las formas de autoidentiticacin dominantes en ambos grupos: en el caso de los ccupados regulares la propia identidad se define casi con exclusividad en relacidn al mundo de! trabajo mientras que, entve los desocupados, la autoidentficacién dominant es la de aquellos que se reconocen coma famanda parte de os pobres y humides de este pas, y a referencia directa al mundo del trabajo en la definiciin de ta propia identidad ocupa un lugar secundario. estudios sociales 31 {segundo semestre 2006) 91 cohortes més antiguas, si bien pueden advertirse diferentes intensidades en cuan- to a los distintos significados atribuidos a la experiencia peronista. Por su parte, considerando tanto los niveles educativos generales como los atri- butos de sus inserciones ocupacionales anteriores y las trayectorias socio-ocupacio- nales de los jefes de los hogares de origen, los niveles de heterogeneidad social se pronuncian entre los ocupados y los beneficiarios mds jévenes, Asi como sucede en términos estructurales, la diferenciacién entre las orientaciones y representaciones sociales se torna aqui decididamente abierta: es entre los mas jsvenes donde encon- tramos que la sicuacién actual tiene efectos mas sustantivos en su construccién identitaria, justamente porque abarca un perfodo formativo para esta generacidn. En este marco general y particularmente en relacién alos niveles de afiliacién pero- nista en este universo, hemos valorado especialmente dos observaciones realizadas en este estudio. En primer lugar, junto con discontinuidades intergeneracionales sustantivas en términos de sus orientaciones con respecto a la identidad de clase y la identidad sindical, observamos la fuerte persistencia de la autoidentificacién como peronistas entre los entrevistados jévenes de las fracciones obreras mds vul- nerables, En segundo lugar, advertimos la rotunda diferenciacién entre estos nive- les de adhesion y el desgranamiento de la identidad peronista entre los trabajadores ocupados de las mismas cohortes. Este scfialamiento, unido a la constatacién de la filiacién peronista de los hogares de origen de estos asalariados, sugieren también una crisis de las formas de reproduccién de esta adhesién que fueran tradicionales entre los trabajadores mis viejos: nos referimos tanto al Ambito familiar como las organizaciones sindicales mismas. Lo observado en nuestro estudio con respecto a los trabajadores desocupados abona en parte los sefialamientos realizados por Oviedo cuando afirmaba que los cortes de ruta fueron protagonizados por aquellos que mantuvicron su op- cién electoral por el peronismo aun después del primer perfodo del menemato. Pero, si bien el surgimiento de estas organizaciones se entrama con la crisis del peronismo en los sectores populares que parecfa alcanzar su punto mds alto hacia el afio 2001, lo que nuestras entrevistas a desocupados nos advirtieron temprana~ mente fue que no era pertinente vincular unfvocamente la expansién de estas organizaciones con un derrumbe préximo de la hegemonta politica del just lismo en el conurbano bonaerense. Ciertamente, dadas las coordenadas politicas y sociales que definen la situacién de nuestros entrevistados desocupados, ellos L. Oviedo, op. cit. 92. Heterogeneidad social de los trabajadores @ identidad peronista [Verbnica V. Maceiral mismos aparecen frente al investigador como el territorio de la «lucha cuerpo a cuerpo» que, siguiendo a Svampa y Pereyra®, se entabl6 entre las organizaciones de desocupados y la estructura del partido justicialista bonaerense. Sin embargo, es relevante considerar que, desde la perspectiva subjetiva de estos trabajadores, su participacién en dichas organizaciones no involucré una contradiccién con su autoidentificacién como peronistas. Por otro lado, esta exploracién nos advierte también que si bien la discusién sobre la crisis de hegemonia se ha centrado en los trabajadores desocupados y los habitantes de los barrios periféricos, quienes aparecen en nuestro estudio como politicamente evacantes» son los jovenes trabajadores regulares, sindicalizados , incluso los jévenes delegados sindicales. Espacio sobre el cual, la investigacién sobre la construccién de identidades se ha detenido con menor frecuencia en los ultimos afios. A partir de lo observado, hemos propuesto una hipétesis interpretativa sobre la vinculacién actual entre heterogeneidad social de los trabajadores e identidad peronista en el conurbano bonaerense: la desindicalizacién y territorializacién del peronismo bonaerense —constatada en otras investigaciones— se corresponde, al nivel de la constitucién subjetiva aqui analizado, con una pérdida de la adhe- sién al peronismo entre los jévenes sindicalizados y la persistencia de significati- vos niveles de autoidentificacién como peronistas entre los trabajadores mas vul- nerables, En tanto producto de un estudio exploratorio, dicha hipétesis debe ser testeada en una investigacién de mayor alcance. En relacién a nuestra exploracién sobre los significados del peronismo pode- mos concluir provisoriamente que se hace presente también, aunque més restringidamente que en lo referido a los niveles de adhesién, una vinculacién entre las maneras en que el peronismo es conjugado y la heterogeneidad de las experiencias de los entrevistados en relacién al mundo del trabajo. Por otro lado, tales significados se articulan e imbrican sélo limitadamente con las orientaciones que asumen estos hombres en otras dimensiones, analizadas por nosotros en el marco mas amplio de nuestra investigacién sobre las configuraciones subjetivas de estos grupos. Esta articulacién también aparece aquf como més débil que la observada en cstudios realizados con anterioridad a la ultima dictadura militar“. En relacién a aquel perfodo, encontramos una conjugacién en general mds magra del peronismo, con una riqueza menor en los significados atribuidos y vinculada ©M. Svampa.y S. Pereyra op. cit. 44. Nun, op. cit. estudios sociales 31 (segundo semestre 208] 93

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