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mos ®. Mucho mas pronto en aquella situacién se
mostré su auténtica manera de ser. Pues su constitu-
cién politica, que nadie sabe que en setecientos afos
hubiera sido alterada ni por situaciones de peligro
ni por desgracias, en breve tiempo se tambaled y falté
poco para que fuera destruida®. Este poder cambié
las costumbres establecidas y Iené a los ciudadanos
de injusticia, despreocupacion, desprecio de las leyes,
codicia, y al gobierno de la ciudad de desprecio hacia
los enemigos, deseo de lo ajeno e indiferencia con los
juramentos y tratados. Tanto aventajaron a las nuestras
sus faltas contra los griegos, que afiadieron a las de
antes, matanzas y discordias en las ciudades, cosas
que produjeron entre ellos enemistades inextinguibles.
Un pueblo que en otro tiempo era mas cauto que otros
en cuestiones bélicas y no se apartaba de sus aliados
ni de sus bienhechores, tuvo tanto amor a la guerra y
a los riesgos que, cuando el rey les ofrecié mas de cinco
mil talentos para hacernos la guerra, cuando Quios™
habfa sido la mas dispuesta de todos sus aliados para
compartir los peligros con su escuadra, cuando los
tebanos habjan afiadido un enorme potencial al ejér~
cito de tierra, no se apresuraron a ocupar el imperio.
Antes bien, en seguida conspiraron contra los tebanos,
enviaron a Clearco y un ejército contra el rey”, deste-
rraron a los principales ciudadanos de Quios, sacaron.
® Contra la ambicién del poder por parte del estado, tiranfa
que se impone en todas las formas de este estado, invoca Is6-
crates el espivitu de la democracia, que se convierte en la
repuncia a Ja tendencia al poder (TaucER, Paideia..., pas. 921).
™ La hegemonfa espartana duré desde el afio 404 al 371 a. C.;
los setecientos afios de constitucién espartana nos evan al
afio 1191 a. C,, fecha admitida por algunos para la invasion
doria.
1 La rebelién de Quios contra Atenas ocurrié el afio 412 a. C.
® Referencia a la expedicién de mercenarios en apoyo de
Ciro el Joven; CE. Juxor., Andbasis.