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Coteccion JAQUE MATE EMIL GELENCZEI LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN POP ci aay EL LIBRO DE LA CEGUERA EN EL AJEDREZ v fod Coleccién JAQUE MATE Los maestros también se equivocan El libro de la ceguera en el ajedrez Emil Gelenczei Hl HISPANO EUROPEA Director de la Coleccién: Sergio Picatoste Titulo de la edicién original: So spielt ihr Schach... Edicion publicada por acuerdo con Caissa KFT, (Caissa Chess Books). © de la traduccién: Sergio Picatoste. Es propiedad ©Dr. Emil Gelenczei. © de la edicién en castellano 2006: Editorial Hispano Europea, S. A. Primer de Maig, 21 - Pol. ind. Gran Via Sud 08908 LHospitalet - Barcelona, Espafia E-mail: hispanoeuropea @hispanoeuropea.com llustracién de portada: Parabola de los ciegos, de Pieter Bruegel el Viejo. Pinacoteca de Capodi- monte (Italia). 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Oportunidades perdidas............... Oe 2 4 Abandono prematuro.........scccecccccccensnnsccccscccesascesces 49 § Sacrificio de dama y ganancia de dama. ............eeeeeeeeeeeeeneee 55 6. El caballo victorioso 7 7. La doble amenaza........ see eeee cece cece eee reeeeee been eee eee eenee 7 8. La primera fila d6biI oo... eee cece eee eee eee eee eee eenn eee 7 9. Laclavada . 81 10. Columnas abiertas ...........sseseeeeeeeeeeeeeeee dee rccereeeeee 85 i Cagandiagonal 89 12. La celada . 95 13, El final... 0... cess ence cen e ee cee een ceeneneneces eee ceneeeccees 107 intice de Wigaderee;: 0) 125 ++ a ” (num) SIGNOS Y ABREVIATURAS jaque jaque doble jaque mate jugada brillante buena jugada jugada interesante jugada dudosa mala jugada error garrafal numero de la partida del encuentro LA CEGUERA AJEDRECISTICA Es increible, querido lector, la gran cantidad de errores que cometen otros ajedre- cistas ~a nosotros eso no nos pasa, desde luego— incluso en grandes torneos. Ni si- quiera son una excepcién conocidos maestros internacionales, grandes maestros prestigiosos y campeones mundiales. Puedo, sin embargo, tranquilizarte, querido lec- tor: aqui no se trata solamente de errores, de ninguna de las maneras: todos somos victimas de un bacilo hasta ahora desconocido (bacilli scachistica) que, de repente y con alevosia, ataca a sus confiadas victimas. Es la ceguera ajedrecistica, querido amigo, una devastadora enfermedad, la amaurosis scachistica perniciosa, que el doc- tor Tarrasch diagnosticé hace casi un siglo y que, sin embargo, todavia aparece muy @ menudo en nuestros dias. Esta enfermedad aparece sin ningun sintoma. Uno esta jugando con toda tranqui- lidad, tiene una posicién magnifica y, en vez de contentarse con la captura de un peén indefenso, se le ocurre jugar de manera bellisima para dar mate y descuida la dama, que, por supuesto, el adversario engulle enseguida. Esta enfermedad, por fortuna, no aparece mas que de manera esporddica, aun- que se sabe desde hace mucho tiempo que es contagiosa. A aquellos que la tienen crénica (amaurosis scachistica cronica imprudentis) por regla general, sobre todo si son jugadores mayores, ya no se les puede ayudar. Estos jugadores las mds de las veces no saben nada de su enfermedad, mientras que sus amistades se la silencian por compasién. En cambio, a los jugadores jévenes les puede ayudar el tratamiento correspondiente, que por razones desconocidas se llama entrenamiento. éHay, pues, esperanzas de escapar de esta enfermedad? jEvidentemente! La pre- vencién es aqui, como en la mayoria de las enfermedades, el mejor remedio. El exa- men sistematico de los errores cometidos nos ensefia a evitarlos en el futuro. No obstante, hay en ello un pequefio problema: se habla de los errores propios, por mas util que pueda ser esto, de muy mala gana, y se intenta olvidarlos cuanto antes. Sin embargo, hablar de los errores de otros jugadores proporciona una alegria extraordi- naria (por supuesto, no se trata de alegrarse del mal ajeno). Todavia hay algo mas: un error solamente es peligroso de verdad cuando el ad- versario lo aprovecha como es debido. Si no, a veces incluso puede sacarse provecho de él. La cequera ajedrecistica aparece en contadas ocasiones en su forma més sim- ple, por ejemplo, que el adversario descuide una pieza. La mayoria de las veces, el error esta oculto y no puede descubrirse mas que con esfuerzo. Si se pasa por alto, nos las vernos con la ceguera ajedrecistica mutua. La partida continua entonces ante las sonrisas de los mirones sin que pueda verse cémo acabara. Asi pues, festina len- te, apresuirate despacio, y no dejes pasar la préxima oportunidad. LA CEGUERA SIMPLE Esta ceguera no necesita de muchas aclaraciones. «No lo he visto», reza la aba- tida explicacién del jugador. Y tal cosa no les ocurre solamente a los principiantes, sino también —para alegria de muchos- a los grandes maestros. Las equivocacio- nes pueden ser a veces tan increibles que son en verdad ridiculas. ,Y cémo se pro- ducen semejantes errores? Las mas de las veces se aducen los apuros de tiempo como causa, pero las mas de las veces son errores tan simples que ni siquiera los cometerian jugadores de mediana fuerza en un torneo de rapidas. La verdadera causa, sin embargo, es el cansancio mental. Aparece en especial en torneos que se juegan en condiciones dificiles. A ello se afiade, ademas, la pre- sidn del torneo, que paraliza el pensamiento légico: y ya tenemos ahi la ceguera, de la que el pobre ajedrecista no puede escapar. Los ejemplos que se presentan aqui se dan sin excesivos comentarios. Mas in- teresantes son, sin embargo, los nombres de los jugadores que se equivocaron asi. Nuestros ejemplos deben servir también de advertencia al jugador irreflexivo: que veacon qué facilidad puede perderse una partida que se tiene ganada. 8 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 1 Con los ojos cerrados Un ejemplo clamoroso de ceguera simple lo muestra el primer diagrama, W. Paulsen-Tarrasch en el que las blancas, en posicién mejor, descuidaron simplemente 4 caballo con 1. B\d6??. Esta equivocacién de Paulsen no su- cedié en un torneo de rapidas, sino en 1885, en el gran torneo de maestros del cuarto congreso de la Federacién Ale- mana de Ajedrez, que tuvo lugar en Hamburgo. Tarrasch explicé este error de bulto de ‘su adversario por el cansancio. En el tor- neo se jugaban diariamente” jdos parti das! Para esto hay también un refran: Tout comprendre, c'est tout pardonner (comprenderlo todo, es perdonarlo todo). Y se cree sin reservas que al doctor Ta- trasch, dl futuro gran maestro, se mostré demasiado bien dispuesto a perdonar es- ta equivocacién del adversario. * No todos los dias. A Io largo de! texto hay erra- tas, inexactitudes 0 incluso errores que he co- rregido directamente. La edicién original del libro es de 1959, y aunque ha habido afiadidos pos- teriores, no siempre se han hecho con la cohe- rencia deseable. (Nota del t) Ejemplo 2 En lucha el titulo mundial Chigorin, el genial gran maestro ruso, llegé a una posicién ganada en su en- cuentro con Steinitz. Chigorin-Steinitz Las blancas habrian podido asegurar- se la victoria con 1. H{.xb7, y las negras carecen de contrajuego digno de men- i6én. En cambio, continuaron con 1. Qb47?7. Esta inofensiva jugada tampoco plan- tearia grandes problemas a las negras, pero las blancas no vieron, ademas, que después de As ony EExh2+ se les da mate. Steinitz gané el encuentro (La Haba- na, 1892) +10 -8 =9, es decir, la cequera le costé a Chigorin 4 titulo. [Esta fue fa ul- tima partida (238). (Nota del t.)] LA CEGUERA SIMPLE Ejemplo 3 El gran maestro dormido El divertido caso que sigue ocurrié en di torneo en memoria de Szén (1929), que se jugé en Budapest. Brinckmann-Monticelli El caballo negro acaba de capturar uno blanco en b3. Brinckmann medité la respuesta casi media hora, pero en el in- tetin debié de haber olvidado que el ad- versario habia tomado el caballo, puesto que continué con 1. Wxhs??, aunque después de 1. axb3 habria tenido una posici6n satisfactoria. «4 Combinacién errénea © quizds alucinacién?», escribe Tartakower. Sin embargo, parece tener ra- z6n Maréczy: «jCeguera momentanea! Pens6 que obtenia dos piezas menores por la torre». 1...., Dxat 2. a3, Wes 3.45, Wg6 . Wxg6, hxg6 5. Bxal,... Y solamente en este punto se dieron cuenta las blancas de que no tienen nin- guna pieza de ventaja, sino que han per- dido la calidad. «La ola de calor que ha invadido toda Europa ha hecho del maestro aleman un gigante dormido», sefialé Tartakower. Ejemplo 4 ¢Cudndo esta una partida perdida de manera irremediable? En la préxima partida, que se jugé en 1930 en fa Olimpiada de Hamburgo y en la que Marshall, el numero 1 del equi- po estadounidense, tenia una posicién completamente desesperada, puede ver- se un ejemplo tipico de ceguera, que apa- recié debido al cansancio. Marshall-Treybal Las negras pueden capturar sin mas la torre de f3, y las blancas no tienen con- trajuego. Treybal, el destacado maestro de Checoslovaquia, temié que si jugaba 1. .., Wxt8, Marshall hiciera tablas después de 2. H.xg7, Hxg7 dando jaque continuo en {8 y f6. No vio, sin embargo, que la to- tre negra captura con jaque, de modo que no hay tablas. Asi, continué con Aeon QE47?, después de lo cual las blancas aprove- charon a la velocidad del rayo la ocasién, que tardaria en repetirse, y le dieron mate en dos jugadas mediante 2. Wxg7+. 10 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 5 Matar dos peones de una jugada Danielsson-Fuderer Olimpiada de Helsinki, 1952 Ciertamente, las blancas no van peor de material, pero las piezas negras son un poco més activas. Danielsson intenté cambiar eso al jugar 1. 2b42?, partiendo de la base de que el peén de d4 ya esta bien defendido por el peén de e3. Su adversario, el destacado gran maestro de Yugoslavia, capturé enseguida. Ae snp Qxdat Las negras ganan en todo caso un pedn. (Fuderer ha matado dos peones de una jugada, como sefialé un espectador). Todavia siguié: 2.h4, Qxe3+ 3. Dh2, Qgi+ 4. Gha, Wes Y las blancas abandonaron. Podrian haber prevenido todo mal con la sencilla 1, Wb. Ejemplo 6 iResiste la tentacién! Mross-Teschner Berlin, 1953 Las blancas han ocupado la séptima fila sin contemplaciones, pero las negras todavia no estan perdidas. Teschner, sin sospecharnada malo, tomé el alfil con We sey 1 xe2??. No habia calculado mas continuacién que 2. Wxf7?, Hg2+3. Sxt3, Wrxhs+, que le favorece. No vio, sin embargo, que la sencilla 2. Wes+ gana enseguida, puesto que se da mate a las negras en dos jugadas después de 2m SOT 3. Bxt7+. LA CEGUERA SIMPLE Ejemplo7 jUn ex campeén mundial también se equivoca! Unzicker-Euwe Euwe jugé en el encuentro Alemania- Holanda 1. .., Qxe3+??. Crefa que después de 2. Wxe3 recu- peraba el alfil por medio de 2. ..., Hes. Seguramente no vio que luego de 2. Wxes, Hes sigue 3. Qe5, y se queda con una pieza menos. oy Ejemplo 8 Automate en una jugada Sliwa-Malich Esta posicién, en la que la situaciéi de las negras es desesperada, se originé en el torneo de Gotha de 1957. Las blan- cas ganan de manera muy sencilla des- pués de 1. 1 xc5!, sequida de 94 y g3. En vez de esta generosa transaccién, Sli- wa fue demasiado avaro e intent6 conser- var la calidad de ventaja. 1. g4??, Qd6+ Y mate en la jugada siguiente. éNecesita esta continuacién algun co- mentario? Es interesante que Sliwa hicie- ra esta jugada en el mismo torneo en el que vencié a Bronstein. 12 LOS MAESTROS TAMBIEN SEB EQUIVOCAN Ejemplo 9 Automate en dos jugadas Orbaan4vkov Wageningen, 1957 Las negras han penetrado en la pri- mera fila con las piezas mayores y ame- nazan mate. Las blancas, sin embargo, no tienen por qué abandonar la partida, puesto que pueden parar el mate con 1. Hh2, pero {qué jugd Orbaan? 1. 2g27?, ala que siguié 1, Bht+, y tuvo que abandonar. Ejemplo 10 Cuando el rey no tiene jugada... Siempre hay que ser prudente cuando elreyno puede moverse. Foldi-Flérian Budapest, 1958 Las blancas querian apresar un peén enesta posici6n jor que querian suicidarse?!) y capturaron enb7. No es de extrafiar que esta jugada pierda enseguida. 1. Wxb772, ... Ahora revive el caballo, antafio inac- tivo. pat Y las blancas abandonaron, pues se amenaza ...4)\a2 mate, y la dama esté colgando. LA CEGUERA SIMPLE Ejemplo 11 Cuando el rey da mate alatorre De Greiff-Cardoso Portoroz, 1958 En este torneo de la carrera por el ti- tulo mundial, ambos participantes suda- mericanos protagonizaron una enconada lucha. En este final, la posici6n blanca es algo mas favorable. Deberia bastar acti- var el caballo y aprovechar la columna abierta, asi como la mejor estructura de peones. Las blancas, sin embargo, hicie- ron.una jugada suicida. 1. d3??, Se7 Y di rey negro «ha dado mate» a la to- fre enemiga. 13 LA CEGUERA MUTUA, REGULAR Y CONTAGIOSA Seguin los expertos, la cequera ajedrecistica es una enfermedad contagiosa. Esto lo demuestra el hecho de que aparece varios dias en el local de juego en varias mesas. La causa de este fendmeno es tan misteriosa como la propia enfermedad. Una clase extraordinariamente frecuente de ceguera es la que provoca que ambos jugadores cometan el mismo error. No pocas veces se encuentra también la que pro- voca que los errores se cometan en serie. Aqui debe sefialarse que la forma mas sua- ve de esta clase de ceguera es tan frecuente como 4 constipado, por lo que no se considera una enfermedad grave. Un caso por completo fuera de fo comiin es aquel en que la ceguera afecta no sola- mente a ambos jugadores, sino también a los espectadores. Esta clase puede encon- trarse incluso en las columnas de los periédicos. La describié con gran acierto el Dr. Tarrasch, a destacado médico y gran maestro. La equivocacién que sigue pasé en el torneo de Karlsbad, la transmitieron los pe- riddicos y aquejé a decenas de miles de ajedrecistas. Schiechter-Perlis Karlsbad, 1911 Schlechter ha sacrificado la calidad con 22. # axb4 para recuperarla con ventaja en la jugada siguiente mediante 23. 4\xc6+. En sus andlisis, Schlechter puso a esta juga- da un signo de admiracién, y asi ha pasado esta interesante partida a la prensa mundial todas las revistas de ajedrez la han reproducido de esta manera y nadie se ha olvidado de poner un signo de admiraci6n a la jugada 22 de las blancas. Asimismo, nadie ha visto que la jugada correcta no es este sacrificio de calidad con el signo de admiracién, sino la sencilla 22. “\xc6+, con la que las blancas ganan la ca- lidad y un peén; después de eso el adversario puede abandonar con toda tranquilidad. Que el error no se difundiera todavia mas solamente hay que agradecerlo a la circuns- tancia de que pocos leian la prensa ajedrecistica de la época. Desde entonces se han dado numerosos casos parecidos: piénsese, sobre todo, en los ejemplos 31 y 32, lo que demuestra ampliamente la teoria de la propagacién epidé- mica de la ceguera ajedrecistica, como la describié Tarrasch. 16 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 12 a pequefia falta de ere de Rubinstein Kostié -Rubinstein Karlsbad, 1911 Rubinstein vio una interesante varian- te de tablas, que crey6 introducir con 1. su GE627. Los comentaristas consideraron después que esta jugada es un error, pero es mucho més que eso. La cegue- ta radica muy a menudo en que el juga- dor esta tan obsesionado por su idea que es «ciego» a todas las demas. Eso es lo que le pasé también a Rubinstein. Kostié, por supuesto, aproveché ense- guida la oportunidad que se le brindaba y jugs 2. Dade. 2. say XES Hasta ahora todo va conforme al plan, pero Rubinstein no ha visto que el sacrificio de las blancas es funesto para él, puesto que la partida esta irremedia- blemente perdida después de 3. A\c6+!. Sin embargo, en esta posicién interviene la ceguera mutua, que todo lo salva, y Kosti¢, estimulado por la posibilidad de vencer a su renombrado adversario, to- mé aqui el alfil. 3. Dxe277?, ... Después de esta jugada, las tablas son inevitables. 3. .uny Hb? 4 Hes, Sa6 5. Bea, Sd7 6. Hes, Sd6 7. Be3,d4 Tablas. Y Rubinstein tenia motivos pa- ra levantarse contento. Ejemplo 13 Sacrificio de pieza omitido Patay-Grinfeld Merano, 1924 Excepto las torres, todas las piezas blancas estan en las mejores casillas. Las negras deberian haber simplificado con 1. , &xf3. En cambio, el gran maestro Granfeld do a su adversario la posibilidad de vencer al jugar 1 nny H 0822. 2 Haet?,.. Patay jug6 de manera estereotipada y no vio el sacrificio corriente 2. @)xf7!!, qu habria ganado: 2. ..., @xf7 (2. .. 3 3 Wres, Os! 4 Axd8+) 3 Ags+, G98 4. Wxes+, a7 5. Wi7+, Bhs 6. &e6, ganando. Las negras habrian per- dido también, no obstante, después de 2. -, QXf3 3, Wxes, 25! 4. Axd8+, que es algo mejor. LA CEGUERA MUTUA, REGULAR Y CONTAGIOSA 17 Sin embargo, luego de 2. Haet y al- gunos errores més, fueron las blancas las que, finalmente, cayeron derrotadas. Ejemplo 14 Elegancia suma Binder-Korédy Szoinok, 1932 El maestro Kordédy ha llegado a esta posicién mediante una grandiosa combi- nacién. Ahora puede ganar jugando sen- cillamente 1. ..., d4 sequida de ..., d3. Sin embargo, no le satisfacia el ganar con sencillez y continué con 1s nny 62, que parecia muy elegante. Una vez he- cha esta jugada, vio de repente que des- pués de 2. Wxed, 1 W+ 3. h2, Att+ 4, Sg1 fa continuacién que habia pla- neado, 4. ..., 4g3+, no ganaba por 5. Het. Por tanto, no le quedaria mas re- medio que conformarse con el jaque per- e3+. El maestro estaba tan por ello que no podia esperar sentado la respuesta del rival, de modo que se levanté y empezé6 a ir de acd para alla. Por suerte para él, su ceguera habia sorprendido tanto a Binder que este no se atrevié a aceptar el sactificio. 5. We8, d3 6. Ha2, Was! De nuevo un sacrificio de dama, que esta vez, sin embargo, es correcto. 7. Wc3, Wybé 8. Ohi, Wes Y las blancas abandonaron, puesto que no puede pararse el peén «c», Ejemplo 15 Todo examinado a fondo El ejemplo que sigue de ceguera mu- tua, publicado por L. W. Barden, provie- ne de una partida de la Olimpiada de Helsinki. Porath (|srael)-Donner (Holanda) Helsinki, 1952 Porath, que era mas conocido por el nombre de Foerder en la época prebélica, continué con la jugada siguiente: 1. $0477, ... Donner pensé durante un cuarto de hora y respondié de esta manera: Ae ny GT Después de 2. Haz, Hgt 18 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN 3. Hg2, Bet ade la partida finaliz6 en tablas. Ninguno de ambos adversarios vio, no obstante, que contra 1. d4 ganaen- seguida 1...., Bxed+ (2. Hxe4, O15+, con eaarencl! de pieza). Ejemplo 16 La idea «ganadora» Barda-Golombek Bucarest, 1953 Las blancas tienen un fuerte ataque, pero las negras, en cambio, un peén pa- sado adelantado. La situacién no es sencilla: si juegan 1. 11b7, después de 1...., Hb8, las blan- cas alo sumo pueden hacer tablas; p. ej. 2. Hxbs, Wxbs 3. We7, Wis. Aqui, Barda encontré una continua- cién «ganadora» que habria podido cos- tarle la partida. 1. Bg97+7?, Gh8?? Después de esto, las blancas, natural- mente, ganaron, puesto que contra 2. Ho7! no sirve 2. ..., Hb8 a causa de 3. Wé+!, Por eso, Golombek abandond. Sin embargo, habria podido ganar con 1. ..., Wxg7!!, puesto que después de 2. hxg7, b2 tiene una torre de ventaja, pues las blancas no pueden impedir que el peén corone. Ejemplo 17 Un par de errores H, Johner-Wilaert Vevey, 1955 1. Bnt??, Bh g2+2? Ambos bandos han cometido erro- res. Solamente después de 1. bxcS podian jugar las blancas 2. Eh, mientras que las negras, por su parte, habrian podido ganar enseguida con 1. .., Q\d3+!!, puesto que luego de 2. cxd3, Eg2+ tienen ventaja de calidad y mejor posicién. El orden de jugadas, sin em- bargo, no da igual... 2 Of, Das Las negras, por desgracia, han inver- tido el orden de estas dos jugadas. Des- pués de 3. Hxhat, @xb2 4. Sxg2, las blancas acabaron ganando la partida. LA CEGUERA MUTUA, REGULAR Y CONTAGIOSA 19 Ejemplo 18 Nerviosismo innecesario V. Menke-Gente Ltineburg, 1955 Esta posicién ganada se publicé en la revista Schach. ,Qué es aqui lo mas senci- flo? Sin duda, 1. ..., Wg6, después de lo cual las blancas ya no tienen defensa alguna. Ahora bien, qué es lo mds espectacular? 1. ney Hxgall jBravo! Las negras sacrifican la dama. para recuperarla «con intereses». 2. Axb6, Ht g6+? jErréneo! Las negras habrian reco- brado la dama luego de 2. ..., H.g3+ 3. 13, @x13+, quedéndose con un final ganado. Quizds retrocedieron instintiva- mente con la torre a g6, pero es iguak lo que ha pasado ya no puede cambiarse. 3. 113,00 4. a3?, Bes 5. axb47?, ... Cuando se tiene una dama de venta- ja, no puede perderse tiempo. Las blan- cas habrian podide ganar con 5. A\d2. 5. vy QE3+ 6. Wxt3, Kets Y mate en la jugada siguiente. Ejemplo 19 Peligroso apresamiento de peén Domino-Sternberg Berlin, 1955 Las negras quisieron ganar un peén y mejorar al mismo tiempo su posicién y ju- garon 1. sony Wyxa3??, aloque siguié 2. .d8+7?, Hxd8 3. WxaB+, 218, etc. Ambos jugadores no vieron que las blancas ganan enseguida después de 2. G6+1!; p. ej: 2. ..., Qxf6 (contra 2. ..., h8 viene 3. Hd8+!) 3. Hd8+, Hxd8 4, Wixd8+, 297 5. exié mate. 20 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 20 Demasiado sencillo para verlo Géller-Bronstein Torneo de Candidatos, Amsterdam, 1956 En esta complicada posicién, hallan- dose en graves apuros de tiempo, ambos grandes maestros concentraron la aten- cién en el flanco de dama y no vieron una ganancia 0 pérdida de pieza que no sola- mente deberfan ver los candidatos a cam- pedn mundial, sino también los jugadores débiles. 1. Heat??,... La respuesta de Bronstein no fue me- nos interesante: 1 ony BXA37? Nadie vio que las negras habrian po- dido ganar una pieza con 1...., @)xfl. Por Cierto, la partida acabé en tablas tras 97(!) jugadas. Ejemplo 21 Cuando un gran maestro no apunta la partida En ed XxXIIl Campeonato de la URSS, el gran maestro Averbaj, que se hallaba en graves apuros de tiempo, dej6 de anotar la partida. El gran maes- tro Spasski, que tenia una posicién de ataque muy fuerte, sacrificd un alfil en la jugada 38, Averbaj-Spasski La dama no puede capturar en h2, puesto que las negras tienen una posi- cién ganada después de 1. Wyxh2?, ‘Wxe3+. Averbaj no encontré la continua- cién correcta en esta dificil posicién y pro- siguié con 4. }xh2?. La respuesta correcta era 1. Oh1!, y después de 1. ..., We4+ 2. Oxh2, ga- nan las blancas, puesto que ya no hay més jaques. eng WHDS+ 2.91, Bxb2 3. Wi7+, dhs Los jugadores se encuentran ya en la jugada 41, pero Averbaj no lo sabe. Cree estar todavia en apuros de tiempo yeon 4. 11222, LA CEGUERA MUTUA, REGULAR Y CONTAGIOSA 21 comete su segundo error. Y con los erro- res pasa lo mismo que con los ataques de apoplejia: pocas veces se sobrevive al segundo. 4 1, Wgd+ Y las blancas abandonaron. Ejemplo 22 La fuerza interior Algunas posiciones son tan dinami- cas y tienen tanta fuerza interior que =con un juego impreciso del adversario— uno puede permitirse también incurrir en errores de bulto. Benkner-Herzog Campeonato de Alemania por Equipos, 1958 Las blancas tienen una posicién estu- penda. La mejor jugada es probablemen- te1. Hht,ya1...., Wbé sigue 2. 941. Sin embargo, en el fragor del combate, el primer jugador efectué 1, Qyx5+2?, elegante (pero mala), y vio horrorizado que las negras en vez de 1. ..., gxf5, alo que seguiria 2. Wi6+, y mate en la préxi- ma, podian capturar con el alfil. Ae ony QUES Sin embargo, su posicién era tan di- namica que las negras también debian tener cuidado después de la jugada si- guiente. 2 Hni,... Ahora se amenaza 3. 91+, conma- te. Las negras pararon esta amenaza me- diante 2. au, WE, alo que las blancas replicaron 3. g4. Las negras no quisieron devolver la pieza, aunque después de 3. ..., WeSha- brian tenido todavia buenas posibilidades de hacer tablas, sino que capturaron con- fiadamente el peén. 3. sony BHG4P? Debido a la ceguera mutua, las blan- cas volvieron a tener ventaja, que esta vez ya no dilapidaron. 4. Sg3+, Qs 5, HxhSe, ... Las negras abandonaron, puesto que después de 5. ..., @xh5 se les da mate con 6. Wfh1#. A5. ..., gxhS sigue 6. We mate. 22 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 23 Un ejemplo més de ceguera mutua Reshevsky, el farnoso gran maestro estadounidense, se ve aqui acosado por su adversario, el gran maestro Lészié Szab6, en el Torneo de Candidates de Zurich-Neuhausen (1953). Szab6-Reshevsky Zurich, 1953 Las blancas acaban de dar jaque con Su ultima jugada. La continuacién correc- ta de las negras, segtin el gran maestro Barcza, habria sido 1. ..., @h8, aunque 2. ‘Wed es muy fuerte. Sin embargo, las ne- gras se dirigen ciegamente hacia la perdi- cién y juegan We ony QXA6??, con lo que el gran maestro Szabé habria podido finalizar répidamente la partida mediante 2. Wxg6+, y mate en la jugada siguiente. En cambio, apurado de tiem- Po, jugé 2. Qxt67?, después de lo cual todavia quedaba mu- cha partida. 2s ony QXAS 3. cxd5, Wadé 4. Weo3, Wxds 5. Bidt, Ws 6.24, Wes Seguin Barcza, el peén de e4 esta en- venenado, puesto que las blancas ganan la dama después de 6. ..., Wxe47. O97 (ahora a7. ..., He8 sigue 8. 2h8), b6 8. Axa, Sxi8 9. Wh8, be7 10. He. Seguin Kurt Richter, las negras deben capturar, en cambio, el peén de e4, des- pués de lo cual tienen buenas posibilida- des contra 297 mediante ..., Des. éiQuién tiene razén entonces!? 7. Qg?, b6? Aqui probablemente era mejor 7. ..., He8, aunque fa posicién del rey negro parece muy vulnerable luego de 8 2 h8, 6 9. Qxf6. Por eso, Reshevsky decidié sacrificar la calidad. Habria salido del fuego para caer en las brasas si las blan- cas hubieran continuado con 8. @h6, f6 9. We93, atacando a la vez fa torre de b8 y el pedn de g6, pero ,qué pasé en la partida? 8. xt87?, bxt8 Y en vista de los apuros de tiempo mutuos se dejé por tablas. Ejemplo 24 La fuerza del jaque intermedio Fuderer-Wade Torneo Zonal de Munich, 1954 LA CEGUERA MUTUA, REGULAR Y CONTAGIOSA 23 En esta posicién no es dificil en- contrar la jugada que gana, 1. ..., Qc6. El maestro Wade también fa vio, pero a pesar de ello no la jugé porque tuvo miedo de que se le diera mate después de 2. Hxe6, Hxd4 3. Bxd4, Exd4? 4. He8+, @e8 5. Wrxeds. Continué, pues, con 1s ony LO8?. Lastima que viera fantasmas, ya que luego de 1. ..., @06 habria ganado, sin embargo: no tenia mds que intercalar dos jaques: tras 2, Hxe6, c2+!! 3. }xc2, Wic5+ 4. bt, Hxd4 5. Hxd4, HB xd4 6. He8+, Qxe8 7. Wxe8+, la dama vuelve a f8, y las negras tienen una torre de ventaja. Es una vieja verdad que las buenas posiciones no pueden echarse a perder con una jugada. Las irae siguen estan- do bien después de 1...., 268. 2.15, HS? Equivocdéndose por segunda vez La continuacién correcta era 2. 25! 3. Hxe5 y solamente entonces ..., 25, con posicién ganada. 3. Has, Rematando la serie de errores siguié ahora 8. ony C2427, que de ninguna manera era obligada Las blancas, por supuesto, no capturaron, si- no que escaparon del ataque mediante 4. Sct! y acabaron ganando la partida con una bonita combinacién. Ejemplo 25 Suerte desperdiciada Bisguier-Smyslov Encuentro EUA-URSS, 1955 1. Dgd??, ws Bisguier hizo esta jugada para impe- ir ..., 96, pues pensaba que después podia tomar el peén de hé sin mas. No vio que quedan dos piezas colgando, de las que una se pierde. 1. ..., 96 2. Axh6+, Qh7 No ver una jugada asi es la forma més simple de ceguera. Es, sin embargo, muy notable que también el gran maestro Smysiov, que ya era subcampeén mun- dial, cometa un error parecido algunas ju- gadas mas tarde. 5. 5 6 naar? Aunque esta jugada no es un error tan directo como la primera, pierde una pieza. 7. Wis+, S98 Con todo, Bisguier pasé por alto la ga- nancia de pieza y jugé: 8. hxg5?, ... a LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Seguin Euwe, las blancas habrian po- dido ganar una pieza con & @xc5, @xc5 9. Wxd7, Axd7 10. Hxd6!. La oportunidad perdida, naturalmente, no volvié a presentarse, y Smyslov gané la partida con gran estilo. 8...) 297 9, Hbdt, We7 10. g3, tds 11. g2, b6 12. Hh, Ate 13. Ens, Wes 14. Bat, Wxes 15. Hani, Wxe2 16. Wh3, Wxea+ 17. £3, We2+ 18. 212, A\g6 Las blancas abandonaron. Ejemplo 26 Siempre llueve sobre mojado A menudo se dice que «las desgra- cias nunca vienen solas», siempre llueve sobre mojado. Las mas de las veces, bs errores en el ajedrez pueden explicarse por fatiga mental, que aparece mucho més a menudo en el final. Bisguier-Rabar Gotemburgo, 1955 Elmaestro Rabar debe de haber vis- to la ganancia de peén -escribe Asztalos en Magyar Sakkélet (Vida ajedrecistica en Hungria)—, pero la rechaza desde el principio, puesto que la mayoria de las veces es peligroso tomar el peén «b». Sin duda, la dama negra esté muy mal después de 17. .., Axd3+ 18. Wxd3, ‘Wxb2 19. 0-0. Las negras no han visto, sin embargo, que invirtiendo el orden de las jugadas pueden lar NO uno, sino dos peones. 17. ..., Wxb2! 18. 0-0 (18. Wixb2? no es jugable, por supuesto, a causa de 18. ..., A\xd3+, que cuesta una pieza a las blancas) 18. ..., Wxc2 19. Axc2, Axc4. Sise intenta evitar esta va- fiante con 18. Hct, las negras también continuan en este caso con 18. ..., Wxc2 19. Qxc2, 9 .d7 (naturalmente, no 19. ..., @xd4?? por 20. 2a4+, ganando una pieza) 20. @b1, Hc8, después de lo cual las negras ganan asimismo otro peén. Co- mo se ha dicho, Rabar debié de haber vis- to la ganancia de pedn, pero a pesar de ello continué con 17. sy BAT? 18.0-0, Hc8 Aqui se le present6 de nuevo la oca- si6n de ganar un peén con la sencilla 9. ..., BbS!, pero jugd 19. ..., Wa6b? y después de 20. ad!, Axd3 21. bS, Wbé 22. Wxd3 se quedé de repente con una mala posi- cién y acabé perdiendo la partida. Ejemplo 27 «Una jugada para el Zonal» Asillamé el maestro internacional Szi- lagyi a la jugada que le aseguré la clasifi- caci6n para el Zonal. Sin embargo, lo que Precedié a esa jugada es un interesante LA CEGUEBRA MUTUA, REGULAR Y CONTAGIOSA 25 ejemplo de ceguera mutua. En la ultima ronda del Xil Campeonato de Hungria, la partida Szildgyi-Honfi debia decidir quién iba al Zonal, Portisch o Szilagyi. El maes- tro Honfi era conocido por su juego de ataque y en esta partida también tuvo un peligroso ataque contra la posicién del rey negro. Honfi-Szilagyi XII Campeonato de Hungria, 1956 Las negras querian defender la casilla a8 (ademas, el peén debié de saberles bien), aunque 1. .... H3c8 habria sido mucho mejor, y continuaron con 1. any Wxd5 27, No vieron que el caballo esta clavado y el adversario habria podido ganar con 1. Rxg6e!, fxg6 3. Ha7+, Gg8 4. f7+. Ahora bien, el rival tampoco lo vio y jug6 2. 2es7?. 2a ns WDS+ 3. Sai, Bec8?? Aqui todavia habria ganado 4. 2.x96+!. Esta continuacién volvié a pasar inadvertida a las blancas (ni siquiera se vio en los andlisis de la partida, pues a esta jugada de torre incluso se le habia puesto un signo de admiracién). Siguié 4, Wxh5+2?, bg8, después de lo cual las negras pudieron realmente poner a salvo el rey. Ganaron la partida en la jugada 49. Ejemplo 28 Llegar tarde a la boda Es muy fastidioso pasar por alto un mate, pero intentar darlo una jugada mas tarde, cuando ya no es posible, da risa (por supuesto, solamente a los especta- dores). Edelstein-Earl Yaggie California, 1957 Las negras pueden dar mate al adver- Sario en dos jugadas de manera bastante facil (1. ..., Exh2+!, y a @/Axh2 sigue 2. ..., Wg2 mate). En cambio, jugaron 1. nny 1827. 2. Wrxd5, ... Y ahora advirtieron la posibilidad per- dida y jugaron a la velocidad del rayo Be any ER xh2+??, después de lo cual las blancas se limita- ron a capturar con el caballo, 3. Dxh2, y no fue hasta este momento cuando vie- ron las negras que la dama defiende el mate en g2. 26 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 29 Otra vez el segundo error Matulovié-vkov Encuentro, 1958 Las negras tienen aqui la posibilidad de finalizar su magnifico ataque con un mate en tres jugadas. (cn Were 2. Sd2, Wrxe2+ 3. et, Ad3 mate). En cambio, jugaron Dxe2+2? y se contentaron con recuperar la calidad. Esta posicién proviene de la misma partida entre los mismos adversarios, en la que las blancas aprovecharon sin piedad el nuevo error del rival. Las ne- gras pueden parar la amenaza de ma- te en c8 mediante la sencilla 1. ..., a6 fa curiosa 1. ..., Wh3. En cambio, ju- garon 1. ..., 2577. Este segundo error les costé la par- tida. 2. We7+, Sa7 3. Wrxas+, dbs 4. Hc8s,... jUn maravilloso sacrificio de desvia- cin! 4. voy HEB 5. Qc7# Un mate tan bonito no se ve todos los dias. Ejemplo 30 Demasiado fuerte Polugaevski-Lutikov Campeonato de la URSS, 1958 1. W772, ... Demasiado fuerte. La sencilla 1. Wc6 habria sido la continuacién correcta, des- pués de la cual las blancas habrian tenido buenas posibilidades de victoria a causa de los dos peones pasados. Esta jugada les cost6, en cambio, uno de ellos. Wrxast Solamente en este punto vieron las blancas asustadas que se les da mate después de 2. Axd5, Ad2+ y 3. ..., He1#. Estaban tan sorprendidas que en LA CEGUERA MUTUA, REGULAR Y CONTAGIOSA 27 vez de defenderse con 2 ¢g1 cometie- ron otro error, que esta vez fue, sin em- bargo, el ultimo. 2, Wc2??, Kurt Richter dice que 2. Hc6? (a fin de parar la amenaza ..., W/b5+) es igual de mala a causa de otro sacrificio de da- ma: 2..., Wd1+!. A la textual siguié, sin embargo, Ws+ e2, Wb14!, y Polugaews abandons, puesto que si 4. Wet, gana 4. La moraleja ‘de cota partida: también cuando el rey esta en f1 puede ser util abrir una «ventana». Ejemplo 31 La ceguera del campeén mundial Alekhine-Euwe Encuentro por a Campeonato Mundial, Réterdam, 1937 En la posicién del diagrama, las ne- gras jugaron .) Wes?. No carece de interés citar los estupen- dos andlisis de Géza Nagy publicados en la revista Magyar Sakkélet del afio 1938: 1 «Una equivocacién, pues 2. Wh8+, segui- da de 3. @xi7+, gana enseguida. Este error no tiene nada de sorprendente, en vista del hecho de que la historia del aje- drez muestra un sinnuimero de errores parecidos, y atin peores, cometidos por destacados maestros. También en este ca- so debe atribuirse el error a la enorme pre- sién, asi como a los apuros de tiempo. ‘Tampoco sorprende que Euwe, que se en- contraba en el mismo estado de nervios, no se diera cuenta del peligro hasta dos ju- gadas més tarde. Lo realmente sorpren- dente es que toda una multitud de grandes maestros espectadores —seguin informa el Neue Leipziger Zeitung (Nuevo periddico de Leipzig) eran Eliskases, Fine, Flohr, Re- shevsky- fuera victima de esta clase espe- cial de ceguera, puesto que no vieron hasta el dia siguiente la continuacién co- rrecta, de la que normalmente se habrian percatado enseguida incluso en una parti- da raépida. Un caso especial y poco comin de “sugestién masiva’». Todavia siguié 2. 2b2?, 26? 3. a3?, y la partida, que quizas habria podido ser de importancia decisiva, acabé por fin en tablas. Ejemplo 32 Ceguera contagiosa Lapiken-Reshevsky Long Beach, 1955 28 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Las blancas acababan de tomar en g7, y al gran maestro Reshevsky se le ocurrié de repente la fatidica idea de dar un jaque intermedio con la dama. Le sang We6+2? Las blancas jugaron con docilidad 2. $b1??, y finalmente perdieron la partida. N el gran maestro ni su adversario, pero tam- poco los espectadores, vieron que las blancas habrian podido ganar enseguida (gceguera multiple debe de ser esto?). Mas tarde, el ajedrecista Karl Burger, de Nueva York, cayé en la cuenta de que las blancas pueden ganar mediante 2. .c4!!, puesto que 2. ..., bxc4 no es buena a cau- sa de 3. Wh6+, con mate, y contra 2. ..., Wxc4+, en cambio, las blancas ganan la dama por medio de 3. b3 a causa de la misma amenaza de mate. OPORTUNIDADES PERDIDAS En los casos de ceguera mutua, hay numerosos ejemplos en que, después de los errores de los que el adversario no se percaté, se siguié jugando tranquilamente y sin consecuencias. La expresién «oportunidades perdidas» no se refiere a que no se aprovecha ense- guida el error del rival, sino mas bien a que no se hace la jugada decisiva cuando la si- tuacién esta madura para ello. Esta forma de ceguera aparece con mucha mds frecuencia que la mera equivocacién, pero es mucho més dificil de advertir. Puede de- cise, pues, que el camino hacia la derrota esta jalonado de oportunidades perdidas. A veces estan tan ocultas que apenas puede hablarse de ceguera. Mejor seria hablar aqui de jugadas débiles. A menudo tampoco hay transicién alguna de la cequera a una opor- tunidad perdida, y de ello podria ser un buen ejemplo la partida Averbaj-Bronstein, sobre la que los teéricos todavia discuten. Sin embargo, en la mayoria de los casos es facil mostrar, si bien posteriormente, en qué fase de la partida se dejé escapar la victoria. La pregunta de por qué un jugador destacado no ve una jugada evidente, que tam- bién descubre enseguida un jugador mucho més débil, es facil de contestar. Después de tres © cuatro horas de lucha dificil con los nervios a flor de piel, cuando el suave tictac del reloj molesta a los jugadores y la funcién cerebral flaquea al calcular las variantes, cuando ya no queda tiempo para sopesar la posicién y calcular con detalle, entonces lle- ga el momento de los errores simples. El propio Euwe dijo sobre uno de esos errores co- metido en una partida contra Smysiov: «He olvidado por completo que sencillamente podfa tomar la torre de b8». Si, eso es: como no tenia tiempo de calcular la variante una. vezmés, dejé pasar la mejor oportunidad. Sin embargo, sin estos errores no habria lu- cha en el ajedrez. El juego del ajedrez se convertiria mas bien en una tarea matemati- ca que podria resolver mejor una computadora. 30 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 33 El «farob Asztalos-Alekhine Bled, 1931 Alekhine tiene aqui una posicién muy dificil. La torre de h8esté amenazada, y si wa» 118, viene 4\d4, amenazando ganar enseguida con &\xe6. Alekhine no tiene otra eleccién, intenta engafiar al rival: 1 exb3 Asztalos cae en el gariito. 2. axb3?, “\c3+ 3. Scl,... De 3. db2 resulta jaque perpetuo. 3.4, BS 4. Hd3,... A 4. Qd4? seguiria 4. ..., Was, y se amenaza ..., Wat. 4 say DAS Y la partida acabé en tablas en la ju- gada 52. S&misch demostré en sus anélisis que 2. Wxh8+ habria ganado intercalan- do un elegante y sorprendente jaque de problema. 2...., Ge7 3. Hd7+1!, y silas Negras toman con la dama, ya no hay amenaza de mate, y puede jugarse tran- quilamente 4. Wxb8. Si toman, en cam- bio, con el rey, viene 4. AeS+, dc7 5. Wb8+, Hxb8 6. 406+, con posicién ga- nada. Sin embargo, combinaciones asi no son faciles de ver en la partida. Por eso, esta partida es un ejemplo excelente de que en una posicién perdida siempre pue- de encontrarse una jugada que le hace revivir a uno si el adversario no encuen- tra la mejor continuacién-. Ejemplo 34 Mate con una pieza Zost-Krieger Konstanz, 1933 Las negras calcularon durante largo rato y vieron que la continuacién 1. ..., Wo5+ 2. Hg4, Wxhs, con la que en apariencia ganan una pieza, no es buena, puesto que las blancas tienen jaque per- petuo después de 2 Wya8+. Asi pues, buscaron otro plan y continuaron con » xt? al partir de la base de que el rey puede huir luego de 2. Wd5+, S18 3. Wass, $e7, mientras que a 2. Wa8+ directa puede seguir 2. ..., WIS 3. Wxi8+, S18 4. &xt4, b4, con final ganado, pero las blancas jugaron de manera muy distinta, 2. Was+, 18 3. We5H, Sg8 4. Wess, Wis OPORTUNIDADES PERDIDAS 5. QI74!, Oxt7 6. West Y las blancas dieron un maravilloso mate con la unica pieza que les quedaba. La continuacién correcta en la posicién de partida, con todo, habria sido 1. .., Wig5+, después de la cual las negras tie- nen excelentes posibilidades de ganar. Si 2. Ef.g4, no deben capturar el alfil, sino el peén. Osea: 1...., Wo5+2. Ho4, Wxts!, y las negras tienen posicién superior. Ejemplo 35 Error de juventud Barcza-Frydman Munich, 1936 «Aqui —asi explica el gran maestro Barcza un error que cometié de joven— pensé cinco minutos, me decidi por la ino- cua 1. Qbs? y la partida acabé en tablas. El gran maestro Maréczy me mostré enfadado al acabar la partida cémo habria podido ga- nar: después de 1. @xe6l!, fxe6 2. A.N7+, Shs 3. Ox97+, Gxg7 4. Weas+, he 5. Wxne, Die 6. Qbi1+, dos 7. Wig6+, Hh 8. H d4, las negras pueden abandonar tranquilamente.» 31 Ejemplo 36 Divertido baile de damas Skobeleff-Stympelin Suecia, 1936 Las negras quieren preparar un ata- que de mate, pero no ven el peligro que les amenaza. De ony Hea?? El plan del segundo jugador consiste en 2...., He7+y 3. ..., Wi8s, pero la ju- gada correcta habria sido 1...., Eh5. 2. Qxd5e!!, @xd5 3. Wage, Wee 4. Wab+, Sct 5, Wa2t Si las negras se defienden de 3. Wig8+ con 3. ... He6, se les da mate asimismo después de 4. Wg2+, Hed 5. Waas. Ejemplo 37 Lo mas sencillo suele ser también lo mejor La mejor posibilidad para no tener sorpresas consiste en elegir el camino mas sencillo. 32 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Kretschmer-Laue Eisenach, 1951 Hasse-Hering Leipzig, 1952 Las blancas ya tienen un peén de ventaja y pueden asegurarse otro y tam- bién la victoria con la sencilla continua- cién 1. Hxg7!, Wrxg7 2 Wxhd+. Sin embargo, querian un final espectacular. 1. Dté?, Het! Este inesperado contragolpe pillé to- talmente por sorpresa al primer jugador. A 2 @xh7 sigue 2. ..., Bgi+, después de lo cual la partida acaba en jaque continuo. Kretschmer no quiso conformarse con ello, sin embargo. 2.h4??, Hinte!! 3. &xh1, Whi+ 4. Gh2, Wai+ 5. Oh3, Whit Ejemplo 38 La jugada «elegante» Se dice las mds de las veces que una jugada es «elegante» cuando el jugador no solamente quiere impresionar con ella al adversario, sino también alos especta- dores. Sin embargo, las jugadas «elegan- tes» a menudo entrafian peligro. 1...., We2? Las negras no vieron mas que a 2. Bxc2 sigue 2. ..., Hb1+, con mate. 2, Was jMuy desagradable! Se defiende la to- tre y también se impide 2. ..., Hb1, que fracasa 3. Debs, Hes 4. Wes, Od7 5. Dc5 mate. 2... Wer 3. Des+, bg8 4. DMA, ... Asi consiguieron las blancas eliminar la amenaza de mate. Las negras tenian, sin embargo, la vic- toria al alcance de la mano. Después de 1.) Hb1! 2, Was, O98, no puede pa- rarse la amenaza 3. ..., We2; p. ej.: 3. 4, We2 4. A\d3, Wa1+, con mate en dos ju- gadas. OPORTUNIDADES PERDIDAS Ejemplo 39 Una tranquila jugada de peén Szab6-Golombek Estocolmo, 1952 En la posicién del diagrama, las blan- cas jugaron 1. Hatt?, alo que siguié 1. sey Wxd5+. 2 Oh2, Hes 3. 1112, Het? Aqui, en cambio, las negras podrian haber obterido ventaja con 3. ..., Dg6!. 4. Qxe5, Hht+ 5. &g3, Hxes Y la lucha acabé en tablas en la juga- da 41, «LAstima», dice el maestro Asztalos, que demuestra en sus andlisis que las blan- cas habrian tenido una soberbia posicién después de la tranquila jugada de peén 1. g6l: 1. ..., fxg 2. Wrn7+!, xh7 3. Hn4+, G98 4. Hrds, S75. Hrs, be7 6 Oi6+!, Hd7 7. gow, Hxgs 8. En7+, Se8 9. Hxb7, yla posicién negra ya no puede salvarse; p. ej. Bis 10. Het+, He511. He7+, Gd8 12. Hxe5+, Hxi6 13. He8+, ycontra 13. .., c7 vie- ne 14. Bct+, ganando una torre; a 13. ..., Sd? sigue, en cambio, 14. H 1e7#. 33 Ejemplo 40 iEs preferible dar el alfil en vez de la dama! La posicidn siguiente se originé en la Olimpiada de 1952 que tuvo lugar en Hel- sinki. Platz-Skéld El joven jugador sueco no encontré la continuacién correcta y jugé We sang B17, pero después de 2. Wxt6+ tuvo que abandonar la partida, puesto que las blancas ganan la dama tras 2. ..., Ges 3 Whs+, He7 4. exd6+. Lo mismo sucede también si se juega 3. ..., @d7,a la que sigue 4, e6+. La dama negra tam- poco puede huir de su destino mediante 2. ..., Sf8, puesto que se pierde asimis- mo luego de 3. Wh8+, de7 4. exdé+ (o si2...., @d7, 3. e6+). ie se dio cuenta, sin embargo, de que las negras habrian podido ganar fa- cilmente. 1... Wxe5!!, ya 2. Hfet sigue 2...., He23. Wxes+, Hxes. Si ahora se toma el alfil de g2, las negras cambian las torres y tienen cinco peones de ventaja que les permiten ganar con facilidad. 34 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 41 El momento critico Averbaj-Bronstein XIX Campeonato de la URSS, 1951 En varios andlisis, se comprobé que la posicién del diagrama representa el momento critico de la partida. Después de 18. 4)xg7?!, las negras, segun el gran maestro Lilienthal, pueden obtener ventaja con 18. ..., @xg7 19. Wh6+, 8 20. Hxt4, exf4 21. €5, 15. En la partida Ravinski-llivitski, que se jugé en la semifinal del XX Campeo- nato de la URSS, en Riga, las negras, en la misma posicién, eligieron sin sos- pechar nada malo la variante recomen- dada por Lilienthal, pero no pudieron parar el mate luego de 18. 4xg7, xg7? 19. Whé+, g8 20. Hxta, exf4 21. Qi6!!, Bxf6 22. e5, @d3 23. exté, Di2+ 24. gi, Dh3+ 25. oft, cds 26. De2, Be2s 27. Het!. Asi pues, 18. ..., &g7 no es buena. En el libro del torneo se recomien- da, contra 18. 4)xg7, 18. ..., Dcxd3}, con el comentario de que las negras no tienen «problemas de importancia», pe- ro este comentario -la variante no se analiz6é m4s— no parece ser muy satis- factorio. En la partida original se jug6, en cam- bio, de la manera siguiente: 18. g3?, &xg5 19. Waxg5, 16 20. Wh, Z\txd3 21. cxd3, g6 Y las negras rechazaron el ataque y ganaron la partida 22 jugadas més tarde. Ejemplo 42 También hay que estar en guardia cuando todo va bien La posicién siguiente la publicé Kurt Richter en Schach. Held-Vik Halle, 1952 Las blancas capturan en esta posi- cién, que tienen ganada, el caballo, que, desde luego, no puede moverse de e8, pues de lo contrario seguirfa Hh8#. Ha- bria sido correcto asegurar primero la dia- gonal b8-h2 mediante 1. Z\g4. 1. Hxe8??, ... Grande fue su sorpresa cuando las negras forzaron las tablas por jaque con- tinuo con Aeony Bnt4t 2 Sxht, Wet+ 3. Gh2, Was. OPORTUNIDADES PERDIDAS Ejemplo 43 ¢Cémo se origina un error? Euwe-Smyslov Torneo de Candidatos, Neuhausen, 1953 En la posicién del diagrama, las blan- cas jugaron la débil 1. Wa2? y perdieron la partida en la jugada 58. No vieron que podian ganar con 1. Wdé!. 4Cémo se originan errores asi? Es intere- sante oir al propio Euwe: «Este error re- quiere una explicacién. Al calcular las jugadas, naturalmente tuve en cuenta la obvia 1. Wd6 y vi que 1...., Wa6+ no es peligrosa a causa de 2. Wxa6, “\xaé 3. xb8. Sin embargo, en el interin exami- né también, de manera superficial, la ju- gada 3. 4xe5 (en vez de 3. xb8), que amenaza una horquilla (4\f7+, 4\c6); al estudiar con mas detalle esta variante, me di cuenta de que no sirve a causa de 3. ..., Hd2 4. Ded, De25. Qd5, Der. Estaba tan decepcionado que, sencilla- mente, olvidé mi idea anterior, 3. @xb8. Por eso no jugué 1. ¥fd6 y di—con gran pesar mio- un giro completamente distin- toalapartida. 1. Wd6! gana, por supuesto. Si 1. Hb6, vienen 2 We7 y 3 Ale. A1...., £08 sigue, en cambio, 2 Wi6+, $98 3. h3!. La continuacion 1. ..., Wad+ 2. Wrxa6, Dxaé 3. Dxb8, Hxbs 4. Het! seria el mal menor para las negras». 35 Estas sinceras palabras dan una bue- na visién de la manera de pensar de un gran jugador y dicen muy alas claras que también los mayores jugadores cometen errores a veces, Ejemplo 44 Victoria con medios tacticos La posicién del diagrama siguiente se publicé en Schach. Pertisch-Pfeitter Gaggenau, 1953 En la partida sucedié 1. Was, g5 2 Was, Wess, y acabé en tablas. Sin embargo, las blancas habrian po- dido ganar con un sacrificio de torre: 1. Hrs, &xh7 2. Wh7+, She 3. Wo7+, S95 4. {7!. Las negras dan ja- que en e5 en vano, pues las blancas cambian las damas y pronto obtienen otra dama. Ejemplo 45 El huevo de Colén La posicién siguiente se originé en una partida del Campeonato Mundial Juvenil del afio 1953 (Copenhague) ju- gada entre dos jévenes gigantes -en 36 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN nuestros dias ambos son grandes ma- estros-. Panno-Olatsson Las negras jugaron aqui Af7?? y Siete jugadas mas tarde abandonaron la partida. Seguin andlisis de Fleischmann, ha- brian podido ganar con 1. .... Hxt5!!, a la que puede seguir 2. gxf5, A\f3+. Ese es el quid: jla dama blanca esta clavada! 3. Sht, Wxg2+ 4. Hxg2, Axet+, ylas negras ganan una pieza, puesto que a 5. Sf2 sigue 5. ..., QF6, y no puede to- marse el caballo a causa de .., Q@h4+. El huevo de Colén: sencillo, si se conoce la soluci6n. 1 Ejemplo 46 La «secreta» desaprovechada El maestro Honfi menciona un caso muy interesante en su crénica sobre el torneo memorial del club de ajedrez Ra- kéczy de 1953. Gecsel-Szabadi En esta posicién, las negras debian hacer la jugada secreta. 1. ony GE El maestro Gecsei explicé a su ad- versario que contra 1. .., @g8 habia planeado 2. 2¢2, y el peén «d» esta en- venenado a causa de la clavada @b3. Contra 1. ..., @h6, las blancas no ha- bian visto, sin embargo, nada mejor que dar jaque perpetuo en las casillas 95 y e5. Szabadi mostré acto seguido su ju- gada secreta y ambos jugadores acorda- fon las tablas. Luego se comprobé que las blancas habrian podido ganar también después de 1...., Oh6: 2. Qxg6!!, Axg6 (a 2. ..., hxg6? sigue 3. Wh8 mate) 3. ea ey, Reds (si 3. ..., Qxe8, sigue 4. WS mate) 4. Wxe4, Hxe4 5. Wiss, Dhs 6. Wi7+, She 7. Wo7+, Shs 8. Wd mate. OPORTUNIDADES PERDIDAS Ejemplo 47 Supercombinacién Teschner-Sahimann Wilhelmsruh, 1953 Las blancas acaban de ganar un peén y pueden vencer muy facilmente: no tie- nen més que cambiar las torres y trans- formar el peén de ventaja. Quizds los malos espiritus les aconsejaron que to- maran otro peén con 1. @d5. Después de 1...., HxeS 2. Hxe5, 16 3. He2, 208, 4. Qxb7 parece ser un magnifico contraataque, puesto que no puede cap- turarse el alfil a causa de la horquilla de caballo. Si, en cambio, las negras captu- ran el caballo con la torre, eso les cuesta otro peén después de 5. 2 xc8. {Un plan estupendo! Asi que jadelante! 1. Qd57?, Hxes 2, Hxes, .. Sin embargo, en vez de la esperada jugada de peén sucedié: Da sun ROBY De repente, las negras amenazan tanto ..., f6 como ..., Af. Teschner se decidié aqui por 3. Dbs3, 16, pero después de esto pierde como mini- mo la calidad. 37 Ejemplo 48 Mientras hay vida hay esperanza Aitken-Toran Munich, 1954 Después de la ultima jugada de las negras (..., @.d5-e4) se amenaza la hor- quilla de peén c7-c5, que las blancas no pueden impedir, puesto que no pueden mover ni el alfil ni el caballo. Por eso, Ait- ken, resignado, jugé 1. Qd37?, Oxdd 2. cxd3, 5! 3. Qxc5, Dxes 4.04, Des, y las negras ganaron con facilidad. Kurt Richter mostré mas tarde que las blancas abandonaron innecesariamente, puesto que habrian podido hacer tablas, aunque la jugada 1. EH b3! no era nada fa- cil de encontrar. Si sigue entonces la hor- quilla 1. ..., c5, a primer jugador puede lanzar un contraataque: 2. H a3, exd4 3. Ei xa4, dxe3 4. A\d3, después de lo cual puede hacer tablas facilmente. 38 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 49 Pasé la esperanza de victoria L. Szab6-Kupper Olimpiada de Amsterdam, 1954 1. say N67? Y las esperanzas de victoria se han desvanecido enseguida en el aire. La par- tida finalizé mds tarde en tablas, pero las negras habrian podide ganar mediante 1. -»» Het!!. Una jugada muy desagrada- ble, puesto que no puede capturarse la torre a causa del mate. 2. Wxc5 tampoco es buena, puesto que sigue 2..., Hfi1!3. We7+, Ohé, y las blancas ya no tienen jaques. Si el primer jugador se defiende, en cambio, con 2. h3, las negras sencilla- mente ganan la torre de g5 después de 2. way Exgt+ 3. Sx, Wes+. Ejemplo 50 Una posibilidad de victoria desaprovechada Rohr-Schuster Cannstadt, 1954 En la posicién del diagrama, que apa- recié en Schach, sucedié 1... Wxed?, lo que —aunque es una prueba mas dela ceguera— no fue funesto, puesto que las Negras ganaron después de una larga lucha. Sin embargo, si fue una mala ju- gada, puesto que Schuster habria podi- do forzar la victoria enseguida mediante 1... We2!!. Que la dama no puede to- marse, es facil de ver. A 2. E{xf3, sigue 2. oy Ext 3. Writ, Wh2 mate. OPORTUNIDADES PERDIDAS Ejemplo 51 Miedo a fantasmas Fuderer-Medina Torneo Interzonal de Gotemburgo, 1955 Las negras se asustaron de un fan- tasma y «regalaron» la partida, aunque habrian podido ganar mediante 1. ..., dxe3!!. A 2. 24 (Medina debié de tener miedo de esta jugada) sigue 2. ..., exf2+ 3. bxt2, Hes 4. axas, Wes+ 5. Sf, 2a6+, y todo ha terminado. Después de la textual, en cambio, se jug6 2. DB, bxc5 3.0-0, y Fuderer consiguié poner el rey a salvo, de modo que las negras perdieron final- mente en la jugada 33 una partida que habrian podido ganar en la 17. Ejemplo 52 Se arredré ante las complicaciones No pocas veces oourre un juga- dor que ha llegado a una po: ganada mediante un sacrificio «regala» la victoria en el ultimo momento a causa de fantas- mas que solamente existen en su imagi- naci6n. El gran maestro Petrosidn sacrificé 39 dos peones para llegar a la posicién si- guiente. Petrosidn-Keres Gotemburgo, 1955 Ahora -como demostré Barcza en ‘sus andlisis- 19. 1 e3!! gana en todas las variantes, puesto que la pérdida de la da- ma es inevitable. A 19. ..., g60 19. ..., $8, 20. O11 gana la dama. Las blancas ganan también después de la mejor conti- nuacién de las negras: 19. ..., Axd4 20. Axh7+, Sf8 21. Hxe3, Ae2+ 22. Hh1, Axc3 23. Wh2, Axbs 24. Wxbs, Hd5 25. Wb1, H ad8 26. @c2, con po- sicién ganada. Las negras pueden, no obstante, ju- gar mejor haciendo 20. ..., @h8!? en vez de 20. ..., &f8: si las blancas contindan ahora exactamente como antes, las ne- gras juegan, después de 24. Wxb5, 24. wy) @xh7 (en vez de 24. ..., Hd5), con lo que —gracias a las dos torres, asi co- mo a los dos peones pasados y ligados contra la dama- incluso llevarian las de ganar. En este caso, las blancas no de- ben continuar con 21. E{ xc3?, sino con 21. HhS5!, después de lo cual la dama no puede retirarse a causa de la amena- za de mate. Si, en cambio, las negras in- tentan dejar sitio al rey mediante 21. ..., 216, las blancas pueden jugar tranquila- mente 22. Hxc3, Ae2+ 23 Of, &xc3 24. We2, con fo que tienen una dama por una torre. Petrosian se arredré, sin embargo, ante las complicaciones, puesto que a 40 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN causa de los apuros de tiempo no podia calcular todas las variantes, y jugé 19. Lbs, Was 20. Hbs, Wes, después de lo cual la partida acabé en ta- blas por repeticién de jugadas. Ejemplo 53 No encontré la mejor jugada La posicién siguiente, publicada por el maestro Kéberl, proviene de un torneo de Dresde (1956). Bilek-Pachmann Bilek tenia una posicién de ataque pe- ligrosisima contra el gran maestro Pach- mann, pero no encontré fa continuacién més fuerte. Jugé 1. £42, y después sucedié: 1. sey £51 2 Bogs, Dxgs 3.hxg5, Ats+ 4, O12, Axet 5. Hxe7, Bxe7 6. Qxt5!, Sg8 7. Qxg6, hxg6 8. Wxg6+, ... Y jaque continuo. En vez de la jugada del texto, 1. @ xe6 habria ganado ense- ida. A 1...., fxe6 sigue 2. ZAg5, Ag4 3. xe6!. Ejemplo 54 Cuando el juego «bonito» no basta M. Blumenthal-J. Freeman Houston, 1956 Las blancas habrian podido ganar de manera segura con la sencilla 1. H94, pero quisieron «hacerlo bonito» e intenta- ron decidir la partida mediante la especta- cular 1. Hxe6??. ‘Sin embargo, no vieron un jaque inter- medio de las negras... Ae ous Rede El alfl no puede tomarse a causa de la pérdida de la dama; al mismo tiempo defiende, sin embargo, el peén de g6 desde e4, de modo que las negras pue- den simplemente capturar la torre en la jugada siguiente. En vez de ganar «de manera bonita», las blancas perdieron «de manera bonita». OPORTUNIDADES PERDIDAS Ejemplo 55 Un suefio se desvanece en el aire Keres-Filip _ Torneo de Candidatos, Amsterdam-Leeuwarden, 1956 El dramatico giro que se produjo en la ronda 17 lo describis Euwe en Der Telegraph de manera vivida. Keres iba en segundo lugar detras de Smyslov, y de esta partida dependfa que disputara ef titulo mundial o no. En la jugada 33 sacrificé un peén y, asi, obtuvo ventaja posicional decisiva en la 37 (véase el diagrama). Las complicaciones le ha- bian costado mucho tiempo, de modo que no le quedaba mucho més paralas ultimas jugadas. Mientras toda la sala, el balcén, la sala de prensa y los espectadores del restaurante, en el que también habia un tablero mural, solamente miraban la ca- silla 6, el nervioso Keres jugé la neutral 1. Hh2?, y después de la respuesta de Filip, ., Heal, todo estaba perdido. Todavia siguié 2. Wt6, Axes 3. Wxe6+, puesto que luego de 3. Wxe5, Wr4+ el 4 final no ofreceria esperanzas a las blan- cas. 3. sans QI Aqui se aplazé la partida, pero Keres ya no podia salvarla, aun cuando se de- fendié todavia durante 50 jugadas. La dis- puta por el titulo mundial habia acabado, el suefio se desvanecié en el aire. Lo que Keres no habia visto fue que 1. Wyf6! di- Aa (amenaza 2. B.xf7) habria ganado; , Bxed 2. Wed, y si 2. ..., eee decide 3. We7, y contra otras juga- das gana 3. Wxe6+ y 4. Hf7. Ejemplo 56 Una jugada demasiado tarde La posici6n siguiente se originé en el Torneo de Candidatos de Amsterdam (1956) después de la jugada 37 de las negras. Petrosian-Spasski Petrosian continué con la jugada 1.@h1, en apariencia completamente natural. Después de 1. uy QB 2. Hdi,... (ahora esta jugada llega demasiado tarde) 42 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN 2. ony QXGA 5. S92, Ares, la partida finaliz6 en tablas en la jugada 71. Las blancas -segtin un andlisis de Theo Schuster— habrian podido ganar si en vez de la jugada de rey hubieran con- tinuado enseguida con 1. Hd1. Luego de 1. Hdt! amenazan 2 Hxd5 y 3. Wre8+. Contra eso, las negras no tienen defensa suficiente. A1...., Hxg4+ sigue 2. Wixg4+, con ventaja decisiva. A 1. ..., 6 sigue 2. dh1 (aqui, esta jugada es muy fuerte), Wxt7 3. Wxt7+, después de lo cual las negras —da ne, capturen— tienen la partida perdida (p. ej. 3...., QXI7 4, Bd8+ 03. .., Oxi7 4. 26+, Bxe6 5. Hit 03..., Hxi7 4. 6, Hf2 5. e7, AE 6. Bhs, ganando). Ejemplo 57 Piezas por desarrollar Nievergelt-Frauentelder Campeonato Juvenil de Suiza, 1956 En la posicién del diagrama, las ne- gras continuaron con la jugada 1. sa, 15? y perdieron la partida mds tarde. Con la textual dejaron, sin embargo, escapar la victoria, puesto que podian haber apro- vechado con un bonito golpe tactico el he- cho de que el flanco de dama blanco es- 14 todawia por desarrollar: 1..., @xe6! 2. 5 wee ¢ 3. Wat, Extt+ 4. Lets 5. Wad3 (a 5. We2 sigue 5. ..., Wet), wra 6. $s, Wes 7. Wt, Let! 8. Got, Wd4+ 9. Hh2, Ht, ganando (se- IN). gun LN} Ejemplo 58 Sacrificio prometedor Dries-Perlo Bodengraven, 1957 Después de 1. We2?, De7, las blancas no lograron nada y ademas perdieron la partida mas tarde. Sin em- bargo, habrian podido transformar su ventaja posicional mediante un sacrificio: 1. Bxe6!, fxe6 (a 1. .., Bxe6? sigue 2. Exc) 2. @xg6+, 8 3. 15, y el ataque blanco se abre camino. OPORTUNIDADES PERDIDAS Ejemplo 59 La partida fantdstica del XII Campeonato de Hungria Kluger-Kéberl «Prefiero no asustar al lector con las complicaciones que han sucedido hasta ahora en esta partida», escribe Laszl6é Lindner en su divertida crénica. Sin em- bargo, la segunda parte de la partida esta asimismo llena de giros completamente inesperados. No hay ningun error tipogré- fico en la posicién del diagrama: el peén de b7 es blanco de verdad y es del maes- tro internacional Gyula Kluger. Siguié: 1. Dds, Wes 2.b3, Beat! Las negras aprovechan la debilidad de la gran diagonal. 3. Axe3, Axe3+ les da ventaja de material decisiva. 3. Wn, Hxb31 4. Gh3,... Si se captura, en cambio, la torre, si- gue 4. ..., Aes. 4. sy Hb2! 5. Qb3, Z\dal! 6. Dxb6, Whe! 7.94, fxga+ 8. &xg4, Wxb67? «El peén de b7 debe de haber puesto nerviosas a las negras -escribe 4 maestro 4B Fiérian en su andlisis-, puesto que tam- bién les impedia llevar la torre de 18 a fa batalla». Sin embargo, aqui habria ganado el soberbio sacrificio de desviacién 8. ..., Boge: 9, Wxg2, Hxt4+ 10. g3, Bers 11. Hh2, Wxhd+ 12. whs, Hi2 mate o bien 11. Yyxe2, Wg5+ 12. Bh3, ‘ih4 mate. Si rehiisan el sacrificio, las blancas no tienen defensa suficiente des- puésde 9. Hh3, Hg6y 10...., Whs+. 9, Wa3?, Dxb3 «La continuacién 9. ..., Hg2+! 10. Bhs, Wrb7 -afiade a maestro Flérién— habria puesto a las blancas ante proble- mas insolubles a causa de las numerosas amenazas, puesto que, Pp. e)., Se amenaza won DO2,...., DG, ..., Hxt4o..., HS», pe- ro esta partida, de tantas alternancias, aca- bé asi en tablas siete jugadas més tarde. Ejemplo 60 Alas blancas no les las cosas faciles staban B Kahn, de Berlin, refiere un caso in- teresante. Otto-Reckmann Berlin, 1958 Las blancas eran mano aqui y después de 1. Wee! g8 2 4x96 habrian podido ganar facilmente, pero eso les sabia a poco y quisieron jugar ensequida a dar mate. 1. Qd7??, 44 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Bien es verdad que amenazan 2. Wr6+ y 3. W18 mate, pero primero les to- ca jugar a las negras, y hacen una jugada muy desagradable. Eixg54!! Puesto que aqui las blancas —muy a ‘Su pesar— no pueden jugar 2. fxg5 a cau- sa del mate que se da con 2. ..., Wh2#, deben elegir otra continuacién. 2. bhi, Wh7+ 3.06, Hxh2+ 1 Este segundo sacrificio de torre ya no puede rechazarse. 4. Sxh2, Wb2+ 5. dhs, Wa2+ 6. ha, Wost Ejemplo 61 Habria debido ganar La posicién siguiente se originé en el Campeonato de Alemania del afio 1958. Golz-Ratsch Las blancas tienen una pieza menos, pero con su ultima jugada, 2.25! intentan inquietar a la dama negra. Esta debe de- fender el pedn de f6 a causa de la amena- Zademate y por eso no puede abandonar la casilla d8 (1. ..., He701...., Bb6 fra- casan por 2. e7+). Las negras, después de pensar mucho, encontraron, sin em- bargo, una jugada salvadora. Ae ony BES Siguié 2. Waar?, Wes Y enesta dificil situaci6n, Golz sobre- pasé el limite de tiempo y perdié la parti- da. El maestro Janos Balogh encontré la. respuesta correcta a la primera jugada de las negras: las blancas habrian podido ganar con 2. @xd8!!, puesto que el rival debe dar la torre después de 2. ..., @xa1 3. e7+ (3. ..., 82? 4. Ag7+!). Luego de 3...., Hxe7 4. 2xe7+, se captura el alfil de a1. Lo que en principio era una pieza de ventaja ha pasado ahora a ser una pieza menos, y el segundo jugador puede abandonar sin complejos. Ejemplo 62 Motivo recurrente Muchos jugadores perecen por querer conservar la ventaja de material a cual- quier precio. Muy a menudo, el adversario obtiene un juego de piezas tan bueno que de por siya basta para recuperar el mate- rial. La posicién siguiente es un buen ejemplo de ello (andlisis de Kurt Richter). Ritter-Mohring Campeonato por Equipos de la RDA, 1958 OPORTUNIDADES PERDIDAS 1.4, Ded! Aqui, las blancas deberian devolver el peén con 2. 2¢2, pero continuaron con 2. 2327, puesto que querian defenderlo a toda costa. Esta jugada es, no obstante, la pe- or continuacién. Siguié 2. sony D2, y solamente en este punto vieron con cla- ridad que no pueden capturar el caballo a causa de 3. ..., Q@h6+. 3. Bxds+, H xd8 4, Het, Qd4 Defiende el caballo y amenaza ..., a5 y..., Dds. 5. Qc2,... No era buena 5. £.xd4, porque des- pués de 5. ..., Exd4 las negras todavia amenazan ..., a5 y llevan claramente las de ganar, pero también después de la continuacién de la partida fuerza el se- gundo jugador la victoria. 5. a. a5? 6. QxtS+, gxfS 7. Qxt2, Oxt2 8. Hed,... éTodavia pueden salvarse las blan- cas? jNo, de ninguna manera! El motivo del jaque de alfi vuelve. 8. QHA & Dez, 695+ 10. Ae3, a3} Y las negras ganan. 45 Ejemplo 63 También el adversario tiene derecho a combinar A muchos ajedrecistas les pasa que al atacar no perciben nada mas que su ataque. Vukéevié-Pantalaev Soffa, 1958 En vez de reforzar la presin sobre la columna «f» con 1. W13!, que es tanto una jugada de defensa como de ataque (p. ej.: 1. ..., Hh7 2. Hf, con posicién excelente), las blancas quisieron ganar enseguida y capturaron el peén de dé. Demasiado tarde se apercibieron de que asi lo pierden todo. 1. Bxd6??, Hxh2+!! 2, Sxh2, Wr2+ 3. bh3, hee 4.94, War Cuando se ataca, se olvida a menudo que el rival también juega. 46 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 64 jQuiso demasiado! Horberg-Witkowski Olimpiada de Munich, 1958 Las blancas estan mejor y después de 1. Wrxe5, Wxe4 2. @xb7 pueden transformar su ventaja posicional tam- bién en ventaja de material. Sin embar- go, Hérberg, a destacado maestro sueco, quiso demasiado. Su idea era de- fender al mismo tiempo el peén de c4 y seguir atacando & peén adversario de b6, asi como prevenir la amenaza ..., Qd4. Por eso jugé 1. Hxe5??. Cuesta creer que no viera la sencilla respuesta negra. 1. ny Hast Ahora hay que salvar lo que se pue- da, y «se decidié» por un sactificio de da- ma. 2. Hxg6, ... Las negras se contentaron aqui con ganar la calidad, puesto que las blancas todavia habrian tenido algo de contrajue- goluego de 2...., Hxb5 3. H xbs. 5. Sh1, Wxea Las negras no se aventuran a cam- biar las damas. Las blancas no vieron na- da mejor y comieron el peén de b7. 6. Wxb7, Wha 7. Wes, Wxt2 8 We2, Hg2! Asi, las negras seguirén mandando en la segunda horizontal también des- pués de cambiar las damas. Aqui las blancas abandonaron la inutil resisten- cia. Ejemplo 65 ¢Por qué no se clasificé el equipo hingaro ra la final de la Olimpiada? Cardoso (Filipinas)- Penrose (Inglaterra) Olimpiada de Munich, 1958 Esta es la partida que llevé al equipo inglés a la final y al mismo tiempo eliminé al huingaro. Casi todos los jugadores ha- brian elegido la sencilla 1. Hb8+, me- diante la cual se gana una pieza y al mismo tiempo también la partida. El juga- dor de Filipinas, que en Portoroz vencié a Bronstein, eligié, en cambio, en fa jugada 41 (es decir, jpasado el control de tiem- po!) la jugada OPORTUNIDADES PERDIDAS 1. Bxc6??, totalmente incomprensible, a la que si- guid 1. uy Qb7 2 1162, Dgs, después de lo cual las blancas abando- naron. Gracias a esta victoria, el equipo in- glés, que tenia medio punto de ventaja, se metié en la final. 4Qué fue eso? ~Ceguera? 40 las blancas se durmieron y por eso no la vie- ron? Ejemplo 66 El mirén siempre ve mas Esta afirmacién, por supuesto, dista mucho de ser verdad, pero a menudo ocurre que el mirén ve enseguida la ju- gada ganadora, de la que el jugador, profundamente concentrado en la parti- da, no se percata. Esto se debe a que el jugador esta sumido en el cdlculo de variantes y por ello esta a menudo ab- sorto en sus propias ideas, mientras que el mirén puede observar la posicién tranquilamente desde cierta distancia. Por eso a un observador externo le re- sulta mucho més facil. Puede pensar las jugadas con tranquilidad, sin nervios ni presién. 47 Bouwmeester-Botvinnik Wageningen, 1958 Después de la Olimpiada de Munich, el campeén mundial también participé en un pequefio torneo durante sus vacacio- nes en Holanda. Su adversario, un joven maestro holandés, tenia una posicién sa- tisfactoria contra él. Ambos bandos acor- daron las tablas después de Ve. 04? (esta continuacién no da mas que tablas) 2.exd4, Z)xd4? 3. Wes, Aeé 4 Hes. El gran maestro Flohr descubrié des- pués del juego que el campeén mundial habria podido ganar mediante una bonita combinacién. Luego de 1. ..., Hbt!! 2. Wrxb1, Axe3+ 3. gi, Wxf3, el mate es inevitable. ABANDONO PREMATURO Amenudo se queja el ajedrecista de que el adversario todavia no ha abandonado la partida. «La situacién es completamente desesperada —se dice-; no hace mds que re- trasar el abandono». En los andlisis se escribe muy a menudo con fina ironia sobre par- tidas que no se abandonan a pesar de la superioridad de uno de los bandos, y a menudo se hace solamente dl lacénico comentario: «y las negras abandonaron la inutil lucha en la jugada 39». Sin embargo, a veces hay ejemplos de que se dan tablas 0 in- cluso se abandona en posiciones que habrian podido ganarse. Tales partidas, aunque son tragicas para el vencido, dejan muy clara una cosa: su- brayan de manera expresiva los multiples aspectos del juego del ajedrez. En ajedrez, a veces también hay esperanza en partidas que estan perdidas. A veces puede salvarse una partida—como puede verse en el ejemplo 73- incluso por medios injustos. Por suer- te, eso ocurre muy pocas veces, pero también mediante tales ejemplos puede uno ser mas prudente. Asimismo es bastante infrecuente que el adversario ofrezca tablas en po- Sicién mejor, quizas en un campeonato por equipos porque tiene una entrada para la fi- nal de una competicién de futbol por la tarde. Debe examinarse la posicién con todo detalle, sin embargo, antes de aceptar la oferta. 50 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 67 El pesimismo del campeén mundial En el torneo de Nuremberg (1896) se origin la posicién siguiente en la partida Steinitz-Janowski Steinitz, cuyo nivel de juego ya decli- naba (tuvo que ceder el titulo de campe- 6n mundial al joven y enérgico Lasker), no vio defensa alguna contra la amena- 2a..., 2b3 en esta posicién y abandond la partida. Luego se comprobé que habria podi- do capturar el alfil tranquilamente (1. fxeSil), puesto que tras 1. ..., Hb3 dl rey negro no puede escapar del jaque conti- muo a causa de 2. Exhé+, gg7 3. Eh7+, £8 (contra 3. ..., dg8 viene 4. Qd5+) 4. Hh8+, e7 5. Hh7+. Silas negras ponen el rey en e6, después de 6. Eh6+, gxe5? sigue un mate de peén muy bonito con 7. f4#. Ejemplo 68 Como puede uno asegurarse la inmortalidad en sentido negativo El caso de Marco es ya un ejemplo cldsico. Esta partida se jugé cerca del ca- sino de Ménaco (Montecarlo, 1902) y tal ‘vez sea por eso por lo que se asemeja en ‘su estilo a un juego de azar. Popiel-Marco Marco abandoné después de pensar un poco, puesto que creyé que perdia el alfil. No vio, sin embargo, que habria po- dido ganar en una jugada. toy QQ! Las blancas pierden la dama ola torre a causa de la amenaza de mate. Marco, el afable «maestro grueso, amplio y an- cho» de Viena, como se le llamaba a cau- sa de su figura, no se tomé en serio esta derrota, que tuvo que agradecer a un ins- tante de ceguera. La partida, sin embar- go, se publicé en la prensa de todo el mundo y habria asegurado a este desta- cado maestro y analista también en este caso la inmortalidad -si bien negativa-, si no la hubiera tenido ya de todos modos por su actividad literaria. ABANDONO PREMATURO Bjemplo 69 jProhibido abandonar! Mieses-Forgacs San Petersburgo, 1909 El diagrama refleja la posicién que se produjo después de la jugada 13 de Mie- ses. Forgas, destacado maestro htinga- ro, abandoné la partida luego de pensarlo mucho, puesto que partié de la base de que si retiraba el alfil perdia la dama ola torre tras £2. Semejante pesimismo, sin embargo, no estaba justificado, pues- to que las negras —segun andlisis poste- riores— habrian podido seguir jugando tranquilamente: 1. nny BAG 2. Qd2, 2xt3! 3. Qxa5, Axd4 4. Wes?,... Lo mejor que tienen las blancas es devotver la dama mediante 4. x13, @xb3 §. Qxd5, Axa5. 4. sang DOD 5. ht, Lhst Y no puede pararse el mate. 51 Ejemplo 70 Comedia de errores Capablanca-Thomas Hastings, 1919 En la posicién del diagrama, el gran Capablanca continué con 1. Was?, y Thomas abandoné la partida, puesto que pensé que no podia defender la to- tre porque el mate es inevitable. Sin embargo, luego se comprobé que inclu- so podia ganar, puesto que las negras tras 1...., Hxa2il 2. Hxe8, Hxa8 3. EExf8+, H{xf8 tienen muy buenas pers- pectivas en el final de torres. Como colofén de esta comedia de errores, mas tarde se demostré que las blancas habrian podido ganar la torre me- diante 1. Hxe8, Wxe8 2. Wadi!, puesto que no puede tomarse la dama a causa del mate que hay con 3. Hb8+. 52 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 71 El gran maestro lo ve negro Flohr-Grob Encuentro (1), Arosa, 1933 Las blancas examinaron la posicién durante mucho rato y concluyeron con amargura que debian abandonar, puesto que la amenaza de mate ..., Wf1# sola- mente puede pararse con 1. Wet, des- pués de lo cual pierden el alfil de d5. No vieron, sin embargo, que la sencilla 1. @h1! habria podido salvarlo todo, puesto que a 1...., W+ sigue 2. 291, y sonlas blancas las que llevan las de ganar gra- cias tanto a su buena posicién como al saludable peén de ventaja que tienen. Ejemplo 72 También uno puede jugar a dar mate ‘Sandor-Herendi Budapest, 1948 El maestro Sandor llegé a esta posi- ci6n mediante un sacrificio de torre. Las negras no encontraron defensa contra la amenaza Wig8+, seguida de &){7# (la dama no puede tomarse, claro est4, a causa del mate instanténeo) y por eso abandonaron la partida. Si hubieran jugado, en cambio, 1...., W2!, las blan- cas habrian tenido que abandonar. Ejemplo 73 Unas tablas fuera de lo comin Négyessy-Gereben Jené Ban refiere en las paginas de Magyar Sakkélet el extraordinario inci- dente que se produjo en el Vil Campeo- nato de Hungria (1951). En una partida conducida magistralmente, Négyessy llegé a una posicién ganada, y cuando las negras -en vez de hacer su jugada- e dieron la mano, la sala prorrumpié en aplausos. Todos estaban firmemente convencides de que Gereben habia abandonado, puesto que se amenaza mate en una (#2 {8#), y a cualquier juga- da de torre las blancas ganan la dama con 4\g6+ y 24+, pero no fue asi. Ge- reben habia ofrecido tablas, lo que sor- prendié tanto a Négyessy que las acepté. El maestro Ban dice con razén: «Gereben no infringié ninguna ley con su comportamiento. Y el arbitro no silba siempre que pasa algo anormal en el te- treno de juego, pero los espectadores, ijesos silban siempre!!». ABANDONO PREMATURO Ejemplo 74 Ambos jugadores olvidaron el ahogado Weyer-Bernhard Campeonato Juvenil, Wurzburgo, 1954 Al ver que el adversario tenia una po- sici6n ganada, las negras se decidieron a dar un ultimo jaque para molestarlo un poquito mas. Aeon B54 Sin embargo, después de la respues- ta del rival, que amenaz6 mate con 2. S94, abandonaron con todo el dolor de su co- raz6n. Si la hubieran hecho, no obstante, siendo conscientes de la situacién -con idea de tender una celada al rival-, su ju- gada habria merecido un signo de admi- raci6n, y la del adversario, un signo de interrogacién. En vez de abandonar la partida, las negras habrian podido asegu- tarse las tablas con 2. ..., Et xg5+!!, pues- to que 3. @xg5 da por resultado un ahogado, mientras que con otras jugadas se pierde el alfil, 53 Ejemplo75. Quien no abre una ventana... Wolk-Osswald Stuttgart, 1954 Las blancas jugaron la espectacular 1. Hts, y el adversario abandon6. Las negras no vieron que la sencilla 1. ..., Bed!!, que sirve precisamente porque las blancas han debilitado la columna «e» con su ju- gada de torre, por lo menos gana una to- tre, puesto que contra 2. Hxe4 viene 2. .» Wal+, con mate. Las negras han alla- nado también el camino hacia a1 ala da- ma con la jugada de torre. Ejemplo 76 ¢Por qué no capturé la dama? Négyessy-Honfi Budapest, 1955 54 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Las negras, ebrias de victoria, captu- raron en a2. Ts sony Wyxad+?? El adversario vio el mate con ..., Eidi+ y abandoné resignado la partida. «4Por qué no ha capturado la dama? =Pregunté un mirén en voz baja- Des- pués de..., H.d1+ puede volver act con el caballo y parar asi el mate». jEsta «solucién secundaria» no la vio ninguno de los jugadores! Ejemplo 77 El milagro de Mar del Plata Sanguinetti-Najdort Mar del Plata, 1956 En la posicién del diagrama, el maes- tro Sanguinetti jug6é 1. Sas, y di gran maestro Najdorl abandoné. Las negras no se percataron, sin embargo, de que habrian podido parar la amenaza de mate sencillamente con 1...., Hxg4, después de lo cual habrian tenido muy buenas posibilidades de vic- toria. No obstante, las blancas tampoco vieron que la jugada correcta era 1. ‘Wo8+, que gana una pieza, puesto que no sirve 1. .., @f7 a causa del mate que se dacon 2. Wc8s, be7 3. Wass, bee 4. Wa7e. Es un gran milagro que un jugador tan experimentado, tenaz y destacado como el gran maestro Najdort no viera esto. Si, en verdad es un milagro. {Un milagro de la ceguera ajedrecistica! SACRIFICIO DE DAMA Y GANANCIA DE DAMA jSacrificio de dama! Con esta clase de sacrificio, del que puede estarse orgulloso con razén, suefian todos los ajedrecistas. Es el remate perfecto de largas horas pen- sando y luchando. jAl fin y al cabo el ajedrez es belleza! Incluso en la voz del jugador més modesto puede adivinarse cierta alegria ({y también presuncién?) cuando dice: «He sacrificado la dama y he ganado». Ahora bien, lo que fastidia muchisimo es com- probar después de la partida que la victoria estaba muy cerca, «bastaba» sacrificar la dama; sin embargo, todo volvié a fracasar por la dichosa ceguera. Lo que hay que aprender es precisamente que deben hacerse sacrificios en el altar de Caissa si quiere tenerse éxito en el tablero. Hay que mover la dama en el ajedrez de manera muy cautelosa, puesto que también es un «apetecible» botin para el adversario. Al hacer un sacrificio de dama debe calcu- larse todo a fondo, puesto que después se gana enseguida o puede abandonarse la partida. Quizés por eso moleste tanto no ver una ganancia de dama. No obstante, que- ridos ajedrecistas, no perddis la esperanza: cosas asi les pasan incluso a los grandes maestros. 56 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 78 Aveces ni siquiera dos damas bastan para ganar Chigorin-Blackburne Viena, 1898 Ambos jugadores se contaban entre los més fuertes y peligrosos de su tiempo. La posicién muestra a las claras que tam- bién en este juego se fue «a todas». El Peligroso peén pasado de las negras, asi como la amenaza de mate, dificilmente pueden compensar, con todo, la agobian- te superioridad material del primer juga- dor. Y sin embargo, un orden de jugadas erréneo puede echarlo todo a perder. Las blancas intentaron cambiar las damas mediante 1. Waar? La idea en si es absolutamente co- trecta, pero su ejecucién, no. Chigorin ha- bria podido ganar con facilidad después de 1. Wed4. Ahora Blackburne puede mostrar por qué no en balde lo llamaban «la muerte negra»: 1s say Wx 2. Ha2, Weis! 3. Dxet, ch WH Ejemplo 79 iNo todo sacrificio de dama es bueno! En una partida que se jugé hace més de 90 afios (1914) en Londres entre Ca- pablanca, futuro campeén mundial, y Ed- ward Lasker, futuro destacado maestro y periodista de ajedrez, se originé tras dura lucha la posicién siguiente: Capablanca-Ed. Lasker Capablanca se decidié por un sacri- ficio de dama. 1. Dxg5?, Estaba tan orgulloso de esta jugada que en sus andlisis le puso dos signos de admiraci6n. Escribe sobre ella: «Una jugada magistral, que bien podria haber hecho uno de los ajedrecistas mas famo- sos». (jCapablanca era conocido por su modestia!) Su adversario le creyé y de- volvié la dama con Ve ony QC 2. €6, fxe6 3. Qxeb+, Wrxeé 4. Dxe6. Capablanca afiade que después de 2. wa) Wc8 las blancas ganan con 3. exf7+, Oh) 4. Qxc6, Hoss. Hes. Se silencia, sin embargo, que las ne- gras, con la evidente 2. ..., Wd8, que ataca el caballo, ganan en todas las va- SACRIFICIO DE DAMA Y GANANCIA DE DAMA 57 riantes. Speelmann analizé lo siguiente: a) 3. exf7+, Gh8 4. Qxc6, Wxg5 5. Bxa8, OS, y el pedn «fe cae. b) 3. ext7+, Oh8 4. es, War 5. Axt®, B x8 6. Hxd1, Ae, y el orgullo de las blancas, el peén «f», se pierde de nuevo. c) 3. Axi7, We7 4. Hxd1, Aes 5. &xa8, £ xa8, con el mismo final que en las variantes anteriores. Las negras se quedan con una posi- cién mas segura con dama contra torre y una pieza menor y pueden ganar facil- mente. Edward Lasker, en cambio, perdié el final tras tenaz resistencia. Ejemplo 80 Sacrificio de desviacién omitido Gawlikowski-Simagin Szawnosdroj, 1950 ~ Enlapartida sucedié 1. 08+, bh7 2. Wa6?, Wo2+ 3. Bet, Der 4. Sd2, Bxe3, y ambos bandos acordaron las tablas. No obstante, las blancas habrian podido ga- nar si hubieran ejecutado con la dama un Sacrificio de desviacién en la segunda ju- gada: 2. Wh8+!, xh8 3. Whées, y el primer jugador puede concluir el ataque con éxito. Ejemplo 81 A veces los escolares ven mas que los analistas Pilnik lleg6 a una posicién ganada contra Stoltz en el Interzonal de Saltsjé- baden. Stoltz-Pilnik Laposici6n es realmente curiosa. Am- bos bandos se encuentran en apuros de tiempo. Las blancas no tienen mucho en- tre lo que escoger. 1. $h4,... a ge? fracasa, por supuesto, por 1... El mraesto Asztalos escribe sobre la posicién del diagrama en su crénica del torneo: «El rey no tiene nada que temer en h4, puesto que el punto h3 esta bajo control, y las negras no pueden capturar enc3 sin mas (acausade Hxe2+)». To- dos estaban de acuerdo con eso hasta que tres meses més tarde un ajedrecista de Maké demostré que las negras habrian podido ganar con una jugada de estudio: 1...., We4+!!, La dama no puede tomarse acausa del mate 2. ..., Hh3#. Si se juega 2 Shs, las negras ganan por lo menos la dama después de 2. ..., Hxc3. Contra 2. Hg4 viene 2. ..., Hxc3, y las blancas siguen sin poder tomar la dama a causa del mate en h3. Por cierto, esta variante ya la mencioné el gran maestro Stahlberg en di libro del torneo, publicado en 1953. 58 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN 1.04, Hed+?? 2 S93, Hes+ 3. bh, Hes+?? 4. G93, Hgt+ jLa jugada 39! Stahlberg dice enfada- do que las negras podian haber ganado ahora por segunda vez. 5. pha, Bde 6 $93... En esta posicién, ya pasado el control de tiempo, ambos jugadores dejaron este emocionante juego por tablas. El maestro Wade, de Nueva Zelanda, refiere en Chess que puso esta posicién a sus alumnos. Para su gran sorpresa, no se dieron por satisfechos con el empate, si- no que descubrieron que en esta posicién se esconde un mate muy bonito, que no vieron ni jugadores ni analistas: 6... BB+ 7. O14, Bt3e 8. Wxts, West Ejemplo 82 {Una vez mds los apuros de tiempo! Plater-Sliwa Miedzyzdroje, 1952 En la posicién del diagrama, sucedié Ve say MN? 2. Sh, 2d74+? 3. dg2, Qxc6 4. Wei, Wxet 5. Exel, y ambos jugadores acordaron las tablas. En los apuros de tiempo, las negras no vieron una sencilla y conocida manera de ganar la dama, que los maestros no gmt jan siquiera en partidas rapidas: » R184 2. Wxis, Hn2+ 3. bxh2, Wx. Ejemplo 83 Lo mas sencillo es lasmas de las veces también lo mejor Bobétsov-Pytiakowsky Miedzydroje, 1952 Ni siquiera puede explicarse por los apuros de tiempo que las negras, en vez de la sencilla 1. ..., H{f4, con la que ten- drian la pastida ganada sin problemas, eli- gieran la continuacién 1s ony WN + 2 be2, Wear 3.Od1, mucho mas complicada. En vista de las Primeras jugadas, no es de extrafiar que a las negras se les volviera a esca- parla ganancia de dama (3. ..., H gi+! 4. Wxg1, Wb1+) y continuaran de la manera siguiente: SACRIFICIO DE DAMA Y GANANCIA DE DAMA 59 7. Exg2, Hxe4 Y la partida finaliz6 en tablas. Ejemplo 84 Tres piezas menores contra ladama Bisguier-Bernstein Campeonato de EUA, 1953 Tres piezas menores defendidas equivalen a una dama, debié de pensar el maestro internacional Bisguier, y pa- rece haber tenido razén, puesto que tras la jugada vm) BA? del adversario, siguié 2. Re4, después de la cual las blancas ganaron el peén de d2 y luego la partida. Mas tarde se comprob6, sin embargo, que las negras habrian podido ganar me- diante un sactificio de dama: Exas 2. Sxd3, Wxes+l!, y la jugada siguiente de las negras —capturen las blancas con el rey 0 el peon—es 3. ..., d1 WY (+), y el primer jugador no se queda mas que con la torre y el alfil contra la dama; es decir, las negras tienen buenas posibilidades de ganar. Ejemplo 85 También un mate tipico La posicién siguiente proviene de la Olimpiada de Amsterdam (1954). Barcza-Penrose En la partida sucedié 1... x1? 2. Wxa8+, bg7, y el juego acabé en tablas. Si las negras hubiesen capturado con la dama en vez de con la torre, habrian ganado facilmen- te: 1. ..., Wxdtl! 2. Hxd1? (es mejor 2. Wrxc6 o 2. Wras, Wxtt+ 3. Sxtt, Exa8 4. 2xc6, pero las negras tienen la calidad de ventaja en ambos casos) 2. Hxdi+ 3, 2f1, Bhs, y A mate es in table. [De hecho, puede pararse el mate por medio de 4. Wa6, pero después de los cambios, las negras se quedan con una torre de ventaja. (Nota del t.)] 60 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 86 Quien pega primero, pega dos veces Persitz-Hooper Iiford, 1954 traerse rapidamente a la atencién del ju- gador en el fragor del combate.» Poliak-J6Imov Campeonato de la URSS por Equipos, 1954 En el fragor del combate, las negras olvidaron que la posicién de su rey tam- bién es precaria. En vez de jugar 1. ..., Wg2+, con la que habrian tenido bue- nas posibilidades de ganar (2. xe5 pierde a causa de 2. ..., Hf xg5) efectua- ron enseguida A. ey Hxg5??. Solamente después de la jugada 2. Wesb+!! se percataron de que se habian metido enuna red de mate. 2a any OB 3. Rta Un conocido modelo de mate. Ejemplo 87 Sacrificio de dama de desviacién «Los sacrificios de dama de desvia- cién parecen sencillos -escribe Asztalos en Magyar Sakkélet- pero pueden sus- En la posicién del diagrama, las blan- cas continuaron con la evidente 1. Wes. Las negras se defendieron con tenaci- dad y pudieron conseguir las tablas des- pués de Ve sey 5 2. DeS+, Ht8 3. Da7+, OF 4. Qxt5, De7. El maestro Poliak no vio, sin embargo, que el sacrificio de desviacién 1. Wyd2!! gana enseguida, puesto que a 1. .., Wxe2 sigue 2. He7# y contrat. .., Wes gana 2. Wy/xd5+. SACRIFICIO DE DAMA Y GANANCIA DE DAMA 61 Ejemplo 88 Oportunidad perdida La partida que sigue se ha tomado de la crénica del gran maestro Szabé sobre el torneo de Buenos Aires. Reinhardt-Toran Las negras acaban de jugar ..., &f7- g6, que parece muy fuerte, puesto que con esta jugada no solamente atacan la dama, sino también el punto c2. Siguié 1.1722, Hxf? 2. fxe5+, Hxes, y las blancas perdieron primero una pie- Zay luego el juego. Esta partida, condu- cida de manera magistral, no habria finalizado en derrota blanca si el primer jugador se hubiera decidido por un sacri- ficio de dama. Después de 1. We6+!!, Bxe6 2. dxe6+, 6 3. f5!, habria podi- do ganar rapidamente gracias a sus fuertes peones. «El inexperto Reinhardt —eso dice la crénica— dej6 escapar muchas victorias en este torneo. Perdié incluso partidas que el ptiblico ya daba por ganadas.» Ejemplo 89 Cosas asi deben verse también en una partida rapida V. Hunte-Fuchs Zwickau, 1955 En la posicién del diagrama, las blan- cas eligieron la insulsa continuacién 1. Wg2 y ganaron la partida 20 jugadas mas tarde. Habrian podido ganar enseguida, sin embargo —como mostré Kurt Rict ae a Schach- mediante un sacrificio Wyxn7+, Oxh7 2. Ax6+, gxf6 3. Shak Ejemplo 90 Hay que conocer los modelos de mate Bieri-Fuhrmann Einsiedein, 1955 62 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN También esta posicién aparecié en Schach, y lo mas interesante de ella es ver cémo puede perderse una partida en una jugada en vez de ganarla en una ju- gada. Las blancas debieron de asustarse ante las amenazadoras piezas mayores de las negras, puesto que se defendieron con 1. QI, pero tuvieron que abandonar la partida después de Ae oy DGS a pesar de ello. Lo que no vieron es que después del sacrificio de dama 1. ¥xt6!!, las negras pueden abandonar, puesto que tomar la dama fracasa por 2. Hh3+, con mate. Ejemplho 91 Otra vez un mate tipico y otra vez se omite Klein-Lamprecht Halle, 1955 Las negras cambiaron dos veces en 93, y la partida terminé en tablas. Mas tar- de, Karl Neumann, ajedrecista de Kéllme, se percaté de que la tranquila 1...., Heé! gana (se amenaza 2. ..., 24). La dama debe defender el punto g3, y tampoco ayuda 2. A\e4; p. ej.: 2. ..., Whé 3. h3, Wrxh3+ 4. gxh3, Hh2#. Ejemplo 92 Ataque fracasado R. H. Alexander-M. Mc. Kenna Arizona, 1956 El ataque negro se quedé en agua de borrajas después de 1. ney WHS? 2 QI7+, Sa8 3. Whst. En posiciones de esta clase siempre acaba imponiéndose la ventaja de mate- rial si el ataque no reporta nada. Ese fue el caso también en esta partida, que las blancas ganaron més tarde. Sin embargo, las negras tenian la posibilidad de ganar mediante un sacrificio de dama. Si hubie- ran continuado con 1. ..., @xg2#, las blancas habrian perdido la dama luego de 2. Sxg2, Wh2+ 3. O13 (contra 3. Ott gana 3. ..., 92+") 3...., Whs+. *[Mas directo es 3. ..., Hxté+ 4. exf6, H2#. (Nota del t.)] SACRIFICIO DE DAMA Y GANANCIA DE DAMA 63 Ejemplo 93 Salir del fuego para caer en las brasas V. Ditt-Kordsachia Hamburgo, 1956 Las blancas efectuan un sactificio de dama de desviacin. 1. Wxg4, .. Es evidente que las negras no pue- den tomar la dama a causa de 2. e6#. Por eso también ellas intentan ejecutar una maniobra de desviacién. 1. suns ROS? 2. Qxe3, ... Después de haber eliminado la ame- naza de mate con e6, las negras piensan que llevan las de ganar. 2. sy BRGAP? Bien es verdad que ganan la dama, pero se les da mate mediante 3. Qh6#. H. Heemsoth demosiré en su andlisis que las negras, en vez de hacer la «com- binacién ganadora», habrian podido opo- ner tenaz resistencia con 1...., H x7. Ejemplo 94 El mate ahogado Es un invitado que no se prodiga mu- cho en el tablero, aunque todos lo cono- cen. Quiz4s sea precisamente por eso por fo que todos los jugadores son muy cautos con él. Los torneos zonales pare- cen ser una excepcién, pues en ellos aparece de vez en cuando. Karaklajié-Pleiffer Sofia, 1957 Karaklajié, el destacado maestro yu- goslavo, tenia fama de jugador de ata- que. En esta partida hizo caso omiso de los planes del adversario, que por eso ob- tuvo un fuerte ataque. 1. Hf lo habria parado todo, pero al maestro yugosiavo no le gusta defenderse. 1.1372, Wese! Las blancas abandonaron, puesto que después de 2. }h1 se les da mate segun el conocido modelo 2. ..., Z\f2+ 3. Got, Dnd+ 4 Hht, Wot+ & Exgt, i248. 64 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 95 Ceguera en vez de sactificio de dama Lachmann-Pteifter Campeonato de Alemania por Equipos, 1958 En esta aguda posicién, que se publi- 6 en Schach, las blancas, debido a una ceguera repentina, continuaron con 1. Q167?, y las negras ganaron una pieza primero y la partida después con la sencilla 1. a, WhE+. Anilisis posteriores mostraron que las blancas habrian podido ganar mediante un bonito sactificio de dama: 1. Wxe5!!, Dred 2. D+, Hi (02. ..., Sxg7 3. Dxe8+, S96 [contra Of7 gana 4. @d6] 4. c7!, y el in corona) 3. @xe8, Hxe7 4. Hft+!. A las blancas debié de escaparseles este jaque, pues ahora el peén «g» ya no se puede parar. Ejemplo 96 Tensién olimpica Tal-Tringov Munich, 1958 Ws ony B72? En el caldeado ambiente de las olim- piadas, cargado de tensién, se ven ame- nudo horquillas de caballo. A ello se afiade, ademas, el comprensible amilana- miento ante el temible adversario, de mo- do que no es de extrafiar que el pobre jugador encuentre la tinica jugada que pierde enseguida. 2 aoe &xd7 3. Aec5+, 4 Dxe4, 5 5. Bc8, ... Y las negras abandonaron. SACRIFICIO DE DAMA Y GANANCIA DE DAMA 65 Ejemplo 97 Damas frente a frente H. M. Philips-Epp Nueva York, 1958 Las blancas sacrifican una pieza y la dama para dar mate. 1. Waal, Wxe2 Una jugada muy artera, puesto que no puede tomarse la dama a causa de 3. 4\b6 mate. Después de su jugada si- guiente, las negras tienen la partida perdi- da de manera irremediable. 2. say AS? 3. Wad, d7 4 Wxb7+, bes 5. Wxc6+, Df8 6. 2d6+, De7 7. Wxcs, ... Y las negras abandonaron; si hubie- rancontinuado con 2. ..., We3+!!, las co- as no habrian estado tan claras. Las blancas deben tomar la dama (3. @h1?, ‘Wxf4), con lo que se elimina su amena- za de mate. 3. Qxe3, Axa7 4. Oxc5, 4c6 (si 4. ..., @b8, las negras deben capturar el alfil después de 5. 2 d6+) 5. Adé+, Hxd6 6. &xd6. La situacién es bastante incierta, puesto que los peo- nes blancos del flanco de dama son muy fuertes, pero las negras no tienen otra al- temativa a esto. 2. ..., 4\d7 no sirve, pues- to que sigue 3. Wa8+, Ayebs 4. Wxbs+, @xb8 5. A\b6 mate. EL CABALLO VICTORIOSO Se ignora cémo se inventé esta singular pieza. El caballo en su forma actual ya se encuentra, sin embargo, en el juego del ajedrez de las antiguas India y China. Como puede saltar por encima de otras piezas, influye a menudo en el transcurso normal de los acontecimientos de manera desconcertante. A menudo esta al frente del ataque, pe- rolas mas de las veces se sacrifica solamente para abrir paso a la dama. Esta pieza, que modifica a menudo su color y trayectoria ante el ojo mental del aje- drecista, supone un gran peligro para el jugador agotado, atacado por el microbio de la ceguera. Ocupa un lugar modesto entre todas las piezas, pero jay del que se descuide con él! El caballo se convierte de repente en un corcel magico, le crecen alas, y una hor- quilla de las suyas puede decidir la partida enseguida. Eso muestran los ejemplos si- guientes. 68 LOS MAESTROS TAMBIEN SEB EQUIVOCAN Ejemplo 98 Un caballo al frente del ataque Europa aprendié a respetar y temer el nombre de Capablanca durante el torneo de San Sebastian (1911). El futuro cam- pedn mundial no solamente gané el tor- neo, sino que mostré mucho mas nivel que sus adversarios. Asi, también contra el gran maestro Bernstein construy6 una soberbia posicién de ataque y demolié fi- nalmente la posicién enemiga con un sa- crificio de pieza. CapablancaBernstein 1. Dixg7, .. Aceptar el sacrificio habria tenido consecuencias en verdad funestas: 1. a ODxg7? 2. Dib+, Hgs 3. Axd7 (amenaza 4. f5+, con mate), f6 4. e5, y la posicién negra esta en ruinas. Las negras habrian podido defenderse sola- mente con la sencilla 1. ..., Hd8. Si 2. {5, todavia no puede hacerse 2. &xg7??, por supuesto, pues seguiria tn soberbio mate con 3. 4\f6#, sino que debe jugarse 2. ..., Af8. No les resulta facil a las blancas encontrar una buena continuacién. Bien es verdad que si- guen teniendo en lo sucesivo un buen ataque, pero las negras pueden com- pensar esto en cierta manera con su pe- 6n de ventaja. Bernstein fue victima de la ceguera en esta posicién, puesto que jugé We sony DOSP? y no vio que las blancas podian capturar la torre. Siguid 2. Dxe8, 2xe8 3. Wes, 16 4. Dxt6+, Sg6 5. nS, Hg8 6.154, 295 7. Weds, ha 8. Wg3+, y las negras abandonaron, puesto que se les da mate en la jugada siguiente. Ejemplo 99 Una vez més no se vio Catozzi-Benk6 Torneo Zonal de Dublin, 1957 En la posicién de! diagrama sucedié 1. a, €5?, las blancas pudieron salvar el pe6n con 2. Qd5! y después de un nuevo error de las ne- gras acabaron ganando la partida. El transcurso de la partida habria si- do completamente distinto si las negras hubieran tomado el pedn de c4. Debie- ron de tener miedo de la clavada 2. &f1, pero no habia auténtico peligro: 1. EL CABALLO VICTORIOSO - Wxe4 2. 211, Desi, y se recupera la dama después de 3. @xc4 mediante 3...., DIS+. Bjemplo 100 Bien visto Stoltz-Ciocaltea Bucarest, 1953 Las blancas ya habian cometido un error con su ultima jugada al retirar el caballo de 3 a d2 en vez de cambiarlo. Como el adversario jugé ..., @d7, se encontraron de repente en una situacién muy desagradable. No pueden defender el caballo atacado con b3, porque en- tonces se pierde la calidad después de .», Q\d3+. Contra el enroque corto, las negras ganan un peén con..., 2.xa4 se- Quida de ..., E{xb2 (esto habria sido, sin embargo, el mal menor). El maestro Stoltz, después de mucho pensar, eligié la peor continuacién, 1. Qc3??, y luego de Tess x2! ya tuvo que abandonar. No puede tomar- se fa torre a causa de 2. ..., \d3+, y la si- tuacién de las blancas es desesperada de todos modos. 69 Ejemplo 101 Horquilla desaprovechada Ciocaltea-Filip Bucarest, 1953 Las blancas creyeron que era imposi- ble sacar provecho de una horquilla de caballo, puesto que también su torre esta colgando, y la partida finaliz6é en tablas después de 1. x4, @ xd4 2. Iixf7, Hxb3. Sin embargo, habrian podido ganar con facilidad mediante 1. H{ g4!!, bastan- te sencilla, puesto que las negras pier- den la calidad después de 1. ..., Wes (0 1...., Wxd1 2. Bxd1) 0 incluso una pie- za luego de 1. ..., Hea? 2. Wxd4, Bixd4 3. Axt6. . 70 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 102 Eso lo habria visto hasta un ciego Rosetto-Matanovié Olimpiada de Amsterdam, 1954 ejemplo de forma sencilla de horquilla, que aparece unida a una clavada. Golombek-Aitken Munich, 1954 Que tras 1. EXxhS!, gxh5 2. Z\f5 ef mate es inevitable también lo habria visto un ciego, pero no el que de repente se vio aqui atacado por la ceguera, es decir, el maestro Rosetto. 1. DxhS, gxhS 2. Wxdé, Asi, en vez de ganar la partida, acab6 perdiéndola mas tarde. Ejemplo 103 Clavada-doble amenaza- horquilla de caballo Las horquillas de caballo no solamen- te escapan a la atencién de los principian- tes, sino también a la de los maestros, sobre todo a la de los que estén cansa- dos. En el préximo diagrama, vernos un Las negras jugaron aqui 1. 1, 167, en la creencia de haberlo defendido todo suficientemente. 2. Deb, Hes 3. De7+H,.. Y hasta este punto no comprendieron que el caballo est4 clavado en d5, y la da- ma, desprotegida. La pobre torre de e8 estd sobrecargada. Las negras eligieron ef mal menor. Bun, Hxe7 4, Wxc8s, ... Las blancas ganaron facilmente al quedarse con mejor posicién y un peén mas, asi como con ventaja de calidad. LA DOBLE AMENAZA La doble amenaza, también llamada ataque doble, es un medio tactico muy sencillo que aparece a menudo, cuya importancia conoce todo jugador ya desde su etapa de principiante. Por eso, ceguera y doble amenaza aparecen juntas relativamente pocas veces. Sin embargo, si llegara a darse el caso, puede estarse seguro de que la causa no fue el jugador, sino la ceguera ajedrecistica. La forma negativa del ataque doble, es decir, que una pieza deba cumplir al mismo tiempo dos tareas, se ve con mucha més frecuencia. El siguiente refran refleja bien lo que ocurre entonces: quien mucho abarca, poco aprieta. Y cudn peligroso puede ser abarcar mucho lo muestran dos ejemplos del Torneo Interzonal de Portoroz. 2 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 104 Lo que no vieron los maestros Las piezas desprotegidas significan siempre gran peligro, puesto que es facil que sean victimas de ataques dobles. Un nivel mas alto de la combinaci6n es cuan- do uno mismo provoca esa situaci6n. V.W. Schmidt-Castaldi Hamburgo, 1955 Las negras jugaron Teeny Hed?, y nadie se percaté de que habian omiti- do la victoria. H. Thiel, destacado juga- dor de torneos de Hamburgo, demostré posteriormente que 1. ..., a5! gana enseguida, puesto que la dama debe de- fender la torre de b1, y por eso se pierde la calidad. La posicién es al mismo tiem- po un buen ejemplo de lo peligrosas que son las clavadas. Ejemplo 105 Un viejo motivo en forma nueva H Jonsson-G. Olafssyni Islandia, 1958 Alas blancas les gustaria mucho de- sembarazarse de los adelantados peones, que ejercen una desagradable presién so- bre su posicin. Asi pues, jugaron 1. Dxc4??, Debieron de ver también que después de 1...., Wd5 se origina una doble ame- naza, pero estaban completamente segu- tas de que podian pararlo todo con 2. e4. Bien pensado, pero su malévolo adversa- fio continué con 1..., Bxeal y luego de 2. Bxea, Was gané una pieza primero y la partida des- pués. LA DOBLE AMENAZA Ejemplo 106 Una forma negativa de ataque doble Petrosian-Matanovié Portoroz, 1958 Las negras estan claramente peor a pesar del peén de ventaja, pero después de su siguiente jugada 1...., Wes? pierden enseguida. Infringieron la regla de no dar nunca a la misma pieza -esta vez la torre de c8-- dos tareas (esto es co- mo la forma negativa del ataque doble). Después de 2. Hxas, abandonaron enseguida. Si esta partida se hubiera jugado en un campeonato por equipos no habria provocado gran agitacién, jpero se jugé en un torneo interzonal para determinar los candidatos al titulo mundial ;Ceguera incomprensible! Ejemplo 107 «Toda jugada de peén debilita la posicién» Esta vieja regla la cité Kurt Richter en Schach para sefalar que el punto f3 ha- bia quedado gravemente debilitado me- diante las jugadas de ataque e4 y g4. 73 Cardoso- Matanovié Portoroz, 1958 Debe afiadirse ensequida, sin embar- go, lo siguiente: nunca hay que dar dos tareas a una pieza. Cardoso no hizo caso de esto, y por eso fue tan funesta su pré- xima jugada. 1. Ded5?, ... Ahora la torre debe defender tanto 3 como ¢2. El gran maestro Matanovié aprovecha el error de manera magnifica. 1...., Wxda 2. xd4, E xc2i Un soberbio sactificio de desviaci6n. Si se juega ahora 3. Hf xc2, las negras ganan dos peones con Bxt3+ y 4. .», Qxd4, Las blancas, desesperadas, in- tentaron huir de la trampa. 3, Qxes, tes 4 D4, ... Tampoco esto salva nada. A. ony x2. 5. dxt2, Hts 6. Gg2, a5 Después de esta jugada, la posicién blanca se derrumba. LA PRIMERA FILA DEBIL Las primeras filas débiles son un fenémeno frecuente. Se originan las mds de las ve- ces cuando el jugador olvida en el fragor del combate que también su rey puede estar expuesto a peligros diversos. Los conceptos de primera fila débil y clavada estan aqui indisolublemente ligados. Entre rey y pieza hay una especie de clavada inmaterial cuan- do la pieza encargada de velar por la seguridad de su majestad no puede abandonar su puesto. Posiciones de esta clase posibilitan a menudo combinaciones magnificas. En las Partidas de buenos jugadores aparecen pocas veces, ciertamente, puesto que estos ya conocen los peligros y, en consecuencia, obran con precaucién. Sin embargo, en su for- ma oculta también se les escapan a los maestros una y otra vez. Junto a la forma normal de primera fila débil, en la que el rey esté detrds de una ca- dena inmévil de peones, hay también una forma artificial: la que provoca el adversario —como puede verse en el ejemplo 116-. Contra esto hay una receta sencilla: debe abrir- se una «ventana». 6 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 108 Mate inevitable parado L. Paulsen-Anderssen Leipzig, 1877 El campesn mundial Anderssen des- cubrié un mate forzado. 1. sey DOB+? 2 xeon Aqui amenaza de verdad 3. Hh6#, pero Paulsen, cuyo plan concierne a la debilitada primera fila negra, encuentra un magnifico contraataque. 3. Hai... Sencilla, pero sorprendente. La torre no puede tomarse a causa de 4. Wxad+. Todavia siguié: 3. we GS 4. WH3, g4 5. We2, Hats 6. Wa2, h6+ 7. gi, Hts 8. Wd4s, ... Y las negras abandonaron. Ejemplo 109 La ceguera del poseedor de la marca de simultdneas a ciegas El maestro estadounidense Pillsbury, cuyo estilo era una transicién a la escue- la moderna, siempre impresioné a los espectadores por su enérgica y vigorosa manera de jugar, pero en el torneo de Cambridge Springs también él fue victi- ma de la ceguera. Que este destacado maestro, que tuvo durante mucho tiem- po la marca de simulténeas a ciegas con 22 partidas, no viera las consecuencias de su jugada, posiblemente se debiera a Su enfermedad, que ya proyecté aqui sus sombras. La misma enfermedad acabé con su carrera ajedrecistica dos afios més tarde, a la edad de 34 ajios. Showalter-Pillsbury Cambridge Springs, 1904 Las negras pueden ganar facilmente con 1...., WF6 0 incluso 1. ..., Hxf2, pero no se fijaron en su debilitada primera fila y jugaron 1. sony Wxt27?, alo que se replicé 2. He2!, y abandonaron la partida, puesto que a 2. ..., Wxe2 sigue 3. Wd8+, con mate, y con otras continuaciones pierden una torre. LA PRIMERA FILA DEBIL Ejemplo 110 Ataque doble inadvertido Thomas-Vajda Memorial Szén, Budapest, 1929 Ejemplo 111 E] adversario calculé mas Euwe-De Jong Amsterdam, 1934 La ultima jugada de las blancas (dxe5? en vez de Wxd6) fue un error de bulto, que las negras habrian podido aprovechar ganando la calidad, y con ella la partida, mediante la artera 1 fall, puesto que si 2. cxd6, 2. &xe2+ recupera la dama con ventaja de calidad. Si las blancas, en cambio, no capturan la dama en la segunda ju- gada, sino que defienden la primera fila con 2. Het, también en este caso ga- na 2. ..., e2+. En vez de ello, Vajda, a quien durante el torneo todavia aguar- daba mucho trabajo en su despacho por las tardes, jugé 1. ony Wixes, pasando por alto asi una facil victoria. 2. Dd2, DiC 3. Hael, e6 4, Wha, Had8?? Este fue el segundo error. 5. Wxf6+, ... Y las negras abandonaron, puesto que a5. ..., Oxi6 sigue 6. Ae4+, des- pués de lo cual las blancas se quedan con una pieza de ventaja. Euwe, que en ese afio se encontraba en su cerit (al affo siguiente gané el titulo de campedén mundial contra Alekhine), lle- v6 a cabo una combinacién de cinco ju- gadas en una soberbia posicién. 1. ®xt7?, B x7 2. Bxt7+, Wxi? 3. H+, 28 4. Wxt7+, Qxt7 5. Bxb8, ... El plan se ha ejecutado. Las blancas han ganado una calidad y un peén, pero jahora son mano las negras! 5.) Hd7! Y ganan el caballo de b1. 78 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Bjemplo 112 Los dos bandos tenian débil la primera fila Kurt Richter-Eric Richter Berlin, 1939 Ejemplo 113 Aveces es mejor abandonar una columna abierta Boleslavski-Euwe Groninga, 1946 Kurt Richter, destacado jugador de ataque y varias veces campeén de Ale- mania, lleva aqui las piezas blancas e intenta aprovechar la debilidad de la pri- mera fila del adversario con una inge- niosa jugada. 1. Hg17!, a6! Por supuesto, no puede capturarse la dama a causa de 2. 1 g8 mate. 2. H g8+??,... Las blancas, mientras tanto, han olvi- dado (ceguera) que también ellas tienen débil la primera fila. 2. ony HAT! Y las blancas pierden la dama, puesto que se amenaza 3. ..., We mate. Son mano las blancas. Pueden ganar el peén de b5 con 1. H abt e igualar el juego, pero instintivamente tuvieron mie- do de quitar la torre de la columna abierta, de modo que continuaron con 1. Efb17?, No calcularon correctamente, sin em- bargo, las consecuencias de su jugada. El ex campeén mundial aproveché ense- guida la debilidad de la primera fila y res- pondié. 1. Hast. Las blancas no pueden hacer nada mejor que continuar con 2. Wadi, Hxat 3. Hxat, Wxc3, y las negras ganan con facilidad por me- dio de sus tres peones pasados. LA PRIMERA FILA DEBIL Ejemplo 114 El rey como pieza de ataque A campeén mundial Steinitz fue ef pri- mer ajedrecista que vio en el rey una fuerte pieza de ataque en el final, pero muy pocas ‘veces ocurre que se dé mate al adversario ya antes del final con la ayuda del rey. Bernardi-Drescher Francfort del Meno, 1949 Probablemente, las blancas pueden mantener el equilibrio después de 1. # 1d7 a pesar de su inferioridad de ma- terial, pero quisieron ganar. 4. Oh1?, Wat2 2. Bgi+, Ons 3. Ag3+, Gh4 Solamente en este punto compren- dieron que no estén cazando al rey ad- versario, sino que avanza por propia voluntad. Contra la planeada 4. @\f5+?? viene 4. ..., @h3! 5. Hgd+, Wxg3! 6. hxg3, Ha mate. Las blancas intentaron Salvar lo que se podia. 4. Bft,.. Sin embargo, las negras pueden refu- tar con una ingeniosa respuesta también esta jugada. 4. ny Hatt! Y las blancas abandonaron, puesto 79 que después de 5. Hxal, viene 6. ..., hs, y A mate no puede evitarse. Ejemplo 115 Asi se aprovechan las primeras filas débiles Zirngibl-Stahl Campeonato de la RDA, 1955 Si las blancas juegan 1. H.d3 no tie- nen problemas, pero quisieron ganar e in- tentaron dar mate al adversario con la jugada siguiente. 1. W27?, ... No se fijaron en que la posici6n de su rey también es muy precaria. Rear No puede capturarse el alfil a causa de2...., Edi mate. 2 Wei, Wd7 Doblar las piezas mayores es aqui muy fuerte. No puede evitarse el mate o a pérdida de una pieza. 3. 243, ... Las blancas se resignan a su destino, pero 3. h3 tampoco es buena, puesto que las negras ganan asimismo una pieza luego de 3. ..., Wd1+ 4. dh1, Bxbt. 80 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Axa 67, Ws 5. Hxa7, 204 6.h3, Wat+ Y las blancas abandonaron. Ejemplo 116 Si hubiera ae una casilla Ivanov-Dimitrov Soffa, 1957 Las blancas han provocado la debili- dad de la primera fila del bando adversa- rio con el caballo. Han visto muy bien que deben ahuyentar a la dama de g6 para poder dar mate en h7. 1. Ha, Rte 2. Hass, Be 3. Hae, Hite 4 Haas, Rte 5. Hd6, ... Y la partida finaliz6 en tablas por re- peticién de jugadas. Puede uno imaginarse lo mal que lo debieron de pasar las negras, pues vieron que 1. (03. 05.) Wh8+! gana enseguida. La misma situaci6n se habia repetido tres veces, pero las blancas solamente vieron hasta la casilla h7; para todas las demas estaban «ciegas». Ejemplo 117 Empate en los apuros de tiempo K. H. Henning-B. v. Dehn Campeonato de la ciudad de Kiel, 1959 Las blancas, en apuros de tiempo mu- tuos, ofrecieron tablas, que el adversario acepté. Sin embargo, en los andlisis in- mediatamente posteriores a la partida se comprobé que las negras habrian podido ganar con la sorprendente 1. ..., Wet!!. Las blancas ya no tienen jaques después de 2. Wxa8+, $17, y las negras amena- zan mate incluso en dos direcciones: 3. way DOA 4. hxgd, Wh4s 03...., Bote 4 Oh, Bt2+ 6. Hh2, W914. La unica defensa era 3. 2.e3, aunque también se daba mate combinando ambos modelos de mate: 3...., Ag4+! 4. hxg4, Wh4+ 5. Sot, Axed+ 6. Sti, Wi28. Moraleja: cuando ya no se tienen jugadas utiles, hay que ofrecer tablas. LA CLAVADA Debemos ks distintas clases de clavadas de piezas a aquellos autores que disfrutan sobremanera al reproducir y clasificar las clavadas en sus problemas. El jugador de tor- neos, en cambio, las mds de las veces tiene miedo de las clavadas e intenta evitarlas a toda costa. Con las clavadas sencillas puede uno, sin embargo, arreglérselas sin grandes difi- cultades. «Tengo el caballo clavado por el alfil, de modo que no pueds retirarlo porque entonces pierdo la dama». Bien, pero {qué pasa cuando uno se mete voluntariamente en una clavada? Eso puede ser ya una clase de ceguera. Nos las vemos con una for- ma especial de clavada cuando una pieza, por lo demds libre, no puede retirarse a cau- $a de una amenaza de mate. Tales posiciones estan llenas de giros completamente inesperados. 82 LOS MAESTROS TAMBIEN SEB EQUIVOCAN Ejemplo 118 Una partida aplazada analizada «a fondo» Gilg-Petrov Moravské Ostrava, 1933 De sung Qa2422 Las blancas tenian una posicién pe- nosa. jEsta fue la segunda jugada de las negras después de la reanudacién de la partida! Apenas puede creerse que en una partida aplazada analizada a fondo aparezcan errores asi. Aqui no puede uno invocar la fatiga ni los apuros de tiem- po. En vez de la jugada efectuada, 1...., &b3 habria ganado facilmente, por su- puesto. 2. Wxa2, ... Y solamente en este punto vieron las negras que la planeada ..., A\c3+, ga- nando la dama, no se puede hacer, puesto que con la jugada de alfil han clavado su propio caballo. Tuvieron que abandonar la partida al cabo de pocas jugadas. Ejemplo 119 Apremiado por el tiempo Bronstein-Botvinnik XIX Campeonato de la URSS, 1951 Botvinnik, apremiado por al tiempo, Jugé en la 40 1... Has, y el adversario pudo seguir luchando. Sin embargo, Botvinnik habria podido ganar enseguida con 1. ..., Qe3!!, puesto que no puede tomarse el alfil acausade 2. ..., Wed6+, con mate (una clavada condicio- nada). Asi, los apuros de tiempo convierten en principiantes también a los grandes ju- gadores. LA CLAVADA Ejemplo 120 Las negras se meten voluntariamente en la clavada Las negras estén mejor, pero... iCuantas veces se leen frases asi!? Des- pués del «pero» sigue muy a menudo un error de bulto. Eso es también una dase de ceguera, que se origina al «desconec- tar» el jugador que esté mejor, mientras que el adversario se esfuerza por escapar de la derrota que se avecina. El préximo ejemplo es tanto un error elemental como un caso instructivo, y hay algo que no de- be olvidarse: cuando esto le pasa a un ju- gador tan destacado como el gran maestro Lundin, de Suecia, ninguna compafiia de seguros puede garantizar que no le pase a cualquier otro. Stoltz-Lundin Estocolmo, 1935 1. ney Weda7? Las negras deberian haber retirado el rey a g8, pero quisieron cambiarlo todo —tenian un peén de ventaja— y no vieron que pierden después de 2 Edt, puesto que la dama no puede retirarse a causa de fa clavada. Contra 2. ..., Wxe3 viene primero, por supuesto, 3. Hxd7+, y solamente después recuperan las blan- casladama. 83 Ejemplo 121 El peén «envenenado» A Canal, maestro de Pert y vence- dor del torneo de Venecia, le ocurrié un caso parecido al de la partida Stoltz- Lundin: al capturar el peén «envenena- do» de e5 se metié voluntariamente en una clavada. Dunkelbaum-Canal Venecia, 1953 1. any Wxe52? 2. Hes Un contraataque mortifero. Si 2. ..., x08, las negras pierden la dama. Si, en cambio, capturan en d4, viene primero 3. Ei xe8+ y luego 4. exd4, después de lo cual las blancas tienen una torre de ven- 84 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 122 Una clavada en potencia por la gran diagonal En los grandes torneos hay que es- forzarse mucho, y quizds también sea por eso por lo que se pasan muchos nervios. Asi se entiende facilmente que la ceguera y los errores de bulto aparez- can con frecuencia en estas competicio- nes. L. Szab6-Donner Gotemburgo, 1955 1. say W577 En apariencia una buena jugada, puesto que se amenaza la torre de e2 yel pedn de b3... Las negras se olvidan, sin embargo, de la tensi6n por la gran diago- nal. El gran maestro Szabé estaba espe- randola: 2. Dxg64l!, .. Y las negras abandonaron, puesto que después de 2 ..., hxg6 sigue 3. Wh6+, con mate. Esta jugada era muy facil de ver, pero las negras tenian otros planes en la cabeza y no se fijaron en el motivo. Ejemplo 123 Tragica partida Debe de ser un poco exagerado lo que decian algunos periédicos, a saber: que el equipo huingaro no se clasificé para la final de la Olimpiada de Munich (1958) a causa de esta derrota Sin embargo, no cabe duda de que contribuyé mucho a ello, como ha escrito el gran maestro Barcza. Szab6-Cuéllar En la posicién del diagrama, las blan- cas pueden forzar el cambio de las da- mas con 1. @yhS!, después de lo cual ganan facilmente, pero {qué jugaron? 1 Hn577,... Y la sencilla Wexta gané una pieza y con ella a partida. 10 COLUMNAS ABIERTAS Quizds resultara util escribir un libro sobre el tratamiento de posiciones que tienen columnas abiertas. La cuestién no es tan sencilla como podria pensarse; en nuestros di- as, hasta los principiantes saben que ocupar las columnas abiertas siempre procura ventaja, pero no se aprovecha por si sola. La columna semiabierta, es decir, cuando una torre ejerce presién sobre un peén adversario, complica la cosa todavia mas. Los ejem- plos presentados aqui no agotan el tema ni mucho menos; solamente sefalan los ras- gos més frecuentes. 86 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 124 Cuando el médico enferma Tampoco di Dr. Tarrasch, que fue el primero en diagnosticar la cequera aje- drecistica, pudo escapar siempre de ella. Tarrasch-Chigorin Encuentro, San Petersburgo, 1893 Aunque en la posicién del diagrama. el adversario ejerce mucha presién so- bre la columna «g» y tanto el rey como la dama de las blancas estan mal, Ta- trasch habria podido mantener el equili- briocon1. £94. Las negras no pueden impedir ni con 1..... Hxh4 2. Bxh4 ni con 1...., Khg8 2. Hxh6, Hxhe 3. Exh, Wxhs, el plan Sd3 y Qf5, después de lo cual la dama blanca en- tra en juego. En cambio, las blancas =seguin Tarrasch en apuros de tiempo- continuaron con 1, Waa, Chigorin decidié el juego a su favor por medio de un elegante sacrificio. Ay Exh! 2. Exns, Axed 3. Wal?, ... Esto también es un error, pero la par- tida esté perdida de todos modos. 3. sony Wig2+ Y las blancas abandonaron, puesto que las negras ganan la dama después de 4, Hd3 con 4...., Di2+. Ejemplo 125 ¢Qué columna es més fuerte? Gudmundsson-Tartakower Olimpiada de Hamburgo, 1930 La columna «e» es de las blancas, pero las negras presionan, por su parte, en fa columna «f», Si en esta posicién las blancas juegan 1. Wi2 y 2. He5 no tie- nen nada que temer. El maestro islandés Gudmundsson invirtié, sin embargo, el orden de las ju- gadas (ceguera), lo que Tartakower aproveché enseguida. 1. e522, Dxas 2. Wad1?,... Enseguida se ve que las blancas no tienen posibilidades después de 2. Hixd4, Wxe5, pero deberfan haberse conformado con la pérdida del peén y haber jugado 2. Wes. Day Wexes}! Este sacrificio aparente decide la par- tida. 3. fxeS, Bft+ 4. Sg2, Bata+ 5. Oh3, Bxdt COLUMNAS ABIERTAS Y las negras ganaron algunas juga- das mas tarde. Ejemplo 126 Fracasé Larsen-Clarke Torneo Zonal de Wageningen, 1957 Las blancas intentaron aprovechar su ventaja, la columna «d» abierta, y ganar un peén. 1. Havs, Bxa7 2. Bxd7+, Obs 3. Bxh7?7, ... Esta jugada es seductora, pero mala. Hasta la siguiente jugada de las negras no se dieron cuenta las blancas de que habian caido en una trampa de la que ya no podian escapar. 3. Ras! Y las blancas abandonaron, puesto que el mate es inevitable. Este medio punto (0 punto entero) facilmente habria podido impedir que Larsen jugara el Inter- zonal. 87 Ejemplo 127 Pasé por alto la invasién D. Byrne-Reshevsky Encuentro, Nueva York, 1957 En la posicién del diagrama, Byrne Jug6 1. W7? y perdié la partida mds tarde. Pasé por alto, sin embargo, el golpe tdctico 1. Exd7!!. Las negras no pueden captu- rar con el caballo a causa del mate en 96, y contra otras jugadas la penetra- cién de la torre en la séptima fila sera de importancia decisiva. Esta ceguera se explica, segtin Schach por los apu- ros de tiempo. Aquellos que no conocen la gran pre- si6n de los torneos apenas pueden con- cebir como a un maestro de primera dase puede escapdrsele una ganancia de peén tan sencilla y decisiva. De ahi que tampo- co sea de extrafiar que Reshevsky gana- ra el encuentro por 7 a 3. 11 LA GRAN DIAGONAL Este enigmatico concepto hace referencia a un fenémeno muy prosaico. En el fon- do, no se trata de otra cosa que de aprovechar de la manera més eficaz posible el ra- dio de accién de los alfiles. Mientras que las columnas abiertas, como medio tactico, son las preferidas, sobre todo, de los jugadores enérgicos, la gran diagonal, con sus carac- teristicas estratégicas, la emplean con agrado los sutiles técnicos. La peligrosidad de la gran diagonal, que a menudo se basa en la estrecha cooperacién de alfil y torre, radica en que por ella puede amenazarse inmediatamente al rey. No pocas veces debe abrirse el camino al alfil mediante sacrificios, pero asi se realza todavia més la belleza del jue- go del ajedrez. Antafio, A gran maestro Janowski era un gran devoto de los alfiles. Hoy en dia, su fuerza la conocen todos los jugadores, pero pocos son los que la consideran importante al valorar la posicién. Como mostraran los préximos ejemplos, a veces no es nada facil encontrar el cami- no hacia el triunfo. 90 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 128 El modesto alfil Bruck-Gandolf Milén, 1939 La posicién parece estar mas o me- nos igualada. Ambos bandos han ocupa- do una columna abierta cada uno y ambos tienen todavia la pareja de alfiles. La primera fila de las negras es débil, ciertamente, pero la mala posicién del rey blanco es una debilidad atin mayor. De momento, nada parece indicar que la partida se decidira por las grandes dia- gonales. 1. Bxe7??, ... Es también una clase de talento en- contrar la peor jugada en el tablero. Aun- que enmodo alguno puede reprocharse a las blancas no haber contado con la sor- prendente reaccién de las negras, el cam- bio, en todo caso, era infundado. Aeon, EhG+ 2. Gg1, Rni+t El bien conocido sacrificio de desvia- cién en forma nueva. 3. xht, Whs+ El alfil, hasta ahora modesto, obtiene de repente un papel de protagonista. 4. Sal, Wxa2t «Habria podido pararlo todo con 1. &5!», dijo Bruck posteriormente. Si, pe- ro el buen ajedrecista ve el peligro de an- temano. Ejemplo 129 ¢Columna abierta o gran diagonal? Ujtelky-Gadalinsky Torneo de Tres Naciones, Varsovia, 1956 Ujtelky escribe en sus andlisis: «Esta- ba por completo fuera de mi a causa de un error cometido algunas jugadas antes y por eso me pasé inadvertida la posibili- dad de dar mate a mi adversario. No es de extrafiar que en esta posicién eligiera fa continuacién 1. Wxd2??, Hxd2 2. Qxf6, después de la cual la partida finaliz6é en tablas 50 jugadas mas tarde. La posicién es, sin embargo, un exce- lente ejemplo de lo importante que es do- minar la gran diagonal. Las blancas habrian podido dar mate al adversario con el sacrificio de dama 1. Wxt6!!, gxf6 2. Ho3+, h8 3. 2 xi6¥. El motivo, bien conocido, alfi-torre». LA GRAN DIAGONAL Ejemplo 130 jQuien mucho abarca, poco aprieta! Burzlaft-Starck Oschatz, 1958 En esta posicién, probablemente ga- na1...., 1x12! —-seguin Fuchs, un jugador alemdn de categoria maestro- (Schach, 1958), pero las negras fueron avariciosas y jugaron a ganar una pieza. 1.) 2g87? Grande fue su sorpresa al ver que se- guia un sacrificio de dama —unido a una amenaza de mate de problema por la gran diagonal-. 2. Wxh6+}, ... Y las negras abandonaron, puesto que después de 2. ..., gxh6 3. e6+, Hh7 4, 2e4+ se da mate en la jugada si- guiente. Las negras pierden también aun- que no tomen la dama; p. ej.: 2. ..., @h7 3. e6!, etc., ganando. 1 Ejemplo 131 La fuerza de un jaque doble Glass-Russel Belfast, 1958 Esta posicién es un interesante ejemplo del aprovechamiento de la gran diagonal. La Unica posibilidad de defen- $a que tenian las blancas era cerrarle el paso a la dama con 1. f3, aunque des- pués pierden un pedn. En cambio, su- cedié 1. Wa3??. Las negras no hallaron aqui la conti- nuacién correcta, 1...., Wo2+!! 2. x2, t4+ 3. Hg1, Dh3 mate, sino que se contentaron con As sung DE 2. Wxe4, Axe2+ 3. ht, Qxede 4.13, que también bast6 para ganar, pero no encontraron precisamente la continuacién més bonita. 92 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 132 La fuerza latente del alfil Wade-Lokvenc Olimpiada de Munich, 1958 La situacién de las negras no es lo que se dice muy halagdefia, pero en vez de 1...., Bi bd7, que era mejor jugada, hi- cieron la desafortunada. 1. ou, 0472, ala que sigué 2. Hxd5!!, exdS 3. Rxd5+, y Lokvenc tuvo que abandonar, puesto que luego de 3...., e8 4. Ho8+, Hd7 5. @xb7 pierde una pieza, y contra 3. ..., 184. Bc8+, Hess. Hxe8+, dxes 6. xb7 viene lo mismo. Ejemplo 133 «Asi no se puede jugar» Eso dijo e& maestro austriaco Dicks- tein de su propio juego. Darga-Diickstein Hastings, 1958-1959 Las negras tienen buenas posibilida- des de victoria en vista del pe6n pasado que estd en la columna «a» y la calidad de ventaja. No vieron, sin embargo, la ju- gada correcta, 1. ..., Wg6!, y continua- fon, en cambio, con 1. ny DOG? Acto seguido, el adversario tomé en- seguida la iniciativa con 2. Dds). Ahora se amenaza 3. Af6. Seguin Kurt Richter, tal vez pudiera salvarse la partida todavia con 2. .., We2, pero las fnegras jugaron 2. sony BHB?, alo que siguié 3. He7!, Wxe4. Aqui ya no hay salvacién. Contra 3. a» Hd8, 4. G15 bo aclara todo. 4. Wh LA GRAN DIAGONAL Y las negras abandonaron, puesto que ya no pueden defender el peén de h6: Contra 4....., h7 viene 5. Wg6+ y 6. Wxh6 mate. En esta partida, se hizo valer, en defi- nitiva, la fuerza del alfil, que estaba en se- gundo plano. {La fuerza del alfil que actua a distan- cia por la gran diagonal suele pasarse por alto con relativa frecuencia. Un ejemplo magnifico de lo devastadora que puede ser cuando se combina con la accién de piezas mayores por la columna «h» abier- ta es dl siguiente caso de ceguera: Ajanski-Donchev Varna, 1978 93 Las negras acaban de jugar ..., d4, abriendo la gran diagonal y mirando de refilén el punto h1. Las blancas, que ya tienen peor posicién, podian seguir lu- chando con 1. c4. Decidieron, sin em- bargo, aclarar la situacién en el centro mediante 1. xd4??, Las negras aprovecharon la ocasién que se les daba para lucir el espléndido alfil de b7 y jugaron 1... Dxd4. Las blancas replicaron 2. Dxda y abandonaron después de la brutal 2, WhI4!, pues hay mate con 3 @xh1, Hxht4. (Nota del t.)] 12 LA CELADA Como es sabido, la celada es una combinacién sin fuerza vinculante, que se basa en la falta de atencién 0, mejor dicho, en la ceguera del adversario. En una celada se in- tenta, p. ej., sacar provecho del cansancio o de la falta de atencién del rival para poder decidir la partida en favor de uno. Con este fin, sin embargo, es extraordinariamente im- Portante aprovechar la oportunidad en el momento idéneo. Una celada puede ser efica- cisima, por ejemplo, en una mala posicién o en un final mas o menos perdido, cuando el jugador, completamente seguro de la victoria, apenas puede esperar otra cosa que el adversario le estreche la mano. Es una vieja verdad que en posiciones asi suele jugar- sea la ligera. Una celada puede ser muy divertida en todas sus formas incluso para los especta- dores, aunque no para el jugador afectado. Lo mas gracioso es cuando el jugador cae en su propia trampa. Nosotros, los espectadores, sentimos por regla general gran ale- gria por las equivocaciones y «pifias» de los jugadores. Ahi parece confirmarse la vieja verdad: «el hombre puede soportar con asombrosa entereza los golpes que el destino asesta a otros». 96 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 134 Celada con autoclavada Esta interesante versién de la celada con autoclavada se publicé en Schach. Tavernier-Grodner Charleville, 1952 El segundo jugador tiene un peén de ventaja, y el rey blanco no puede mover- Se, pero la victoria no esta todavia asegu- rada ni mucho menos. Las negras tienden una astuta celada que se basaen la mala situacién del rey blanco, asi como en la avaricia del adversario. 1 ny GGE!? Un plan de doble filo, pero los aconte- cimientos que siguen les dan la raz6n. 2. Qb17,... Las blancas caen en la trampa. De- bieron de pensar que la jugada de las ne- gras era un error de bulto. No hay que creérselo todo del adversario, pues la ma- yoria de las veces tampoco es tonto del todo. Si hubieran contestado 2. &xf7+, seguramente habrian podido hacer tablas después de 2. .., &xf7 3. Hxg5. Asi, sin embargo: 2a nh 3. S94, 154! Una jugada muy bonita. Las negras fuerzan asi 4. Ht xf5, después de lo cual su torre vuelve a ser libre. 4, Hxts, gat Un remate estético, bonito, casi de problema. Ejemplo 135 Salvado por una celada Pachmann-Balanel Memorial Steinitz, Praga, 1956 La posicién de las negras esta en pe- ligro. Se amenaza Hc7 0, contra .., 6, incluso Hf c8. Balanel, que se halla en un gran aprieto, tiende una celada. Desay fxG3 2. £4, gxh2+ 3. fxg5, Hxft 4, &xha, hal! «jVaya! Aqui amenaza ..., H8f2y..., Eh1, con mate», debié de pensar el gran maestro Pachmann, y se defendié con 5. 2137? Su astuto adversario la esperaba: 5. uy Desett 6. Qxg4, Het2e 7. Gh3, Eni En vez de la funesta jugada de alfil, LA CELADA las blancas habrian ganado facilmente con §. 2f5!, obstruyendo la columna. Ejemplo 136 ¢Quién calculé mas? Bronstein-Reshevsky Torneo de Candidatos, Zurich, 1953 Ambos grandes maestros estén en apuros de tiempo, pero las blancas consi- guen, todavia antes del control, tender una celada al adversario con 1. Qb3, en la que Reshevsky cae enseguida. 1. ony Has? Era una celada psicolégica. Reshevs- ky debié de calcuaar en la posicién del dia- grama que recuperaba la pieza después de 1. Qxf2con1..... Ba2y privaba asi al rival de la pareja de alfiles. Una vez pre- guntaron a Reshevsky cudntas jugadas podia pensar de antemano. «Siempre una. mas que mi adversario», respondié alta- nero. Esta vez, sin embargo, parece ser ‘Su adversario el que ha combinado una ju- gada mas. 2. Res! En comparacién con la posicién en la que el alfil estaba en la segunda fila, esta situaci6n es completamente distinta. La o7 torre ya no puede capturar con jaque, y si 2. ..., Hxb3?? sigue 3. 218+, Hg8 4. &.n6#. Asi pues, la torre no puede mo- verse, y las blancas ganaron la calidad después de 2. suey RET a3 y también la partida algunas jugadas mas tarde. Ejemplo 137 Oferta de tablas rechazada ermann-Novarra Berlin, 1938 Las blancas han rehusado la oferta de tablas del adversario e intentan proseguir el ataque con 1. Wt+. Las negras ven que el adversario ten- dria buenas posibilidades de ganar des- pués de 1 Oi? 2. WIS y por eso le tienden una celada. 1.4, Heat Las blancas caen enseguida en ella. Siguid 2. £0277, yluegode 98 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN 2. ony WYXf8+ 3. bh4, She! tuvieron que abandonar, puesto que si bien es verdad que ganan la torre, no es menos cierto que no pueden parar el ma- te (..., 97-958). Ejemplo 138 Apunto de derrumbarse Gligorié-Olafsson Portoroz, 1958 La posicién del gran maestro Olafs- son no augura nada bueno. Parece estar @ punto de derrumbarse. Después de a sencilla 1. @xb5!, la gran superioridad blanca es bien patente. El gran maestro Gligorié pens6 que el caballo de c7 esta bien defendido después de capturar en {6 gracias al jaque en descubierta, de modo que capturé en f6. 1. Hxt6?, Hxe7 éTendria raz6n Gligorié? 2.d6+, Boat 3. Exc, bxc4 Solamente en este punto compren- diéd que no puede capturar el peén a causa del mate por la primera fila. Des- pués de 4. Wxc4+, bg7 5. Wid4 (debe defender la casilla a1) viene 5. ..., ‘Wa4!, con mate o pérdida de la torre. A 5. Wed sigue 5. ..., We6!, todavia mas fuerte. Las blancas no tenian, pues, na- da mejor que 4 Wics, y Olafsson les tendié una celada con 4.0 Hast, Una jugada polifacética. Las negras amenazan mate y atacan al mismo tiem- po el peén adelantado. 5. Wxc4??, ... Las blancas creen poder capturar fi- nalmente el pedn, puesto que al mismo tiempo se clava la torre. Vuelven a olvidar, sin embargo, que su primera fila es muy débil. 5. snp WCB! 6. Wnt, Wer Y las blancas abandonaron, puesto que no tienen defensa contra 7. .... Bd1. Ejemplo 139 Esta vez, Schuster nose equivocé Wolk-Schuster Bad Landau, 1958 Las blancas pensaron aqui 10 minu- tos, pero a pesar de ello cayeron en la LA CELADA trampa. No ganaron una pieza, sino que perdieron un peén. 1. b4?, oxb4 2. axb4, Wb6! Lacelada continua. No puede tomar- se el caballo, puesto que sigue 3. ..., Wyxt2+ y 4. ..., Ded mate. 3.0-0, .. Las blancas debian haber hecho esto ya en la primera jugada, en vez de 1. b4?. 3. nny Wixb4 4. Qa2, Wes 5. Hb1, bS Y las negras tienen una posicién ex- celente ademas de un peén de ventaja. Ejemplo 140 El peén de b2 como celada de mate Keres dijo una vez bromeando que el peén de b2 nunca puede tomarse con la dama. Puede ser especialmente peligroso -como mostrara el préximo ejemplo— tomarlo en una posicién sub- desarrollada. Moore-Henley Plymouth, 1958 99 Las blancas han ganado un peén. Eso no es ninguna tragedia de por si, nadie se ha muerto por eso. Las negras deberian haberse conformado cm la pérdida del peén y haber puesto en jue- go el caballo cuanto antes con 1. ..., a6, pero su siguiente jugada dice muy a las claras que no habian visto la cela- da ni por asomo. ., Wxb2?? Siguié un sacrificio de dama poco fre- cuente, pero bien patente. 2. Woxfa+t!, doxt8 3. He8s, Ge7 4. d6# Ejemplo 141 El peén de b2 como celada para la dama Se considera desde hace mucho tiempo que el pedn de b2 suele estar en- venenado, y de eso pueden encontrarse numerosos ejemplos en la bibliografia ajedrecistica. Por eso es tan interesante la posicién que sigue, porque aqui el Fale maestro Najdorf cae en la vieja ce- lada. Reshevsky-Najdort Olimpiada de Helsinki, 1952 Las negras capturaron confiadas en 100 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN 1. suey QXD227 2. Hxb2i, Wxb2 3. Desi, ... La dama esté atrapada. :_ ae 4. Hb1,... Y las negras abandonaron la partida unas jugadas més tarde. Ejemplo 142 La altima posibilidad Rosselli-Mikenas Folkestone, 1933 Las negras llevan las de perder. No pueden retirar el caballo de b6, que las blancas amenazan con capturar, puesto que entonces viene @d5, y se pierde la dama. Contra 1..., Wa7 gana 2. Qd5+, Ohe 3. fxg6. Las negras todavia tienen una posibilidad: intentan tender una cela- da al adversario. 1.1, He2i? 2. 2xb67?,... Cayendo en la trampa. Era correcto 2. Be}, We (si no, gana enseguida 3. Bos) 3. Qxbs, Wad 4. Bcd, y ahora no sirve 4. ..., {x03 a causa de [a inter- media 5. 245+. 224 Cierra la diagonal al alfil adversario y al mismo tiempo fa abre para el propio. Las blancas ya no tienen defensa. 3. Qd4, Wea! 4. Axg7, Was Y el primer jugador abandoné. Ejemplo 143 Peon fuerte y asedio ala posicién del rey Ewald-Diessner Campeonato por Equipos, Eberswalde-Waren, 1953 Las negras tienen ventaja de material. A ks blancas se les ocurre una idea sal- vadora. 1. Hfe7, ... El signo de admiracién indica que la idea era buena, puesto que las blancas ganaron; @ de interrogacién, en cam- bio... pero eso ya lo veremos luego. Las negras consintieron el plan del adversa- tio, y se les dio mate después de Sin embargo, si se examina bien la po- sicién no cuesta mucho convencerse de que las negras habrian podido ganar con LA CELADA 1. ..., EXxb3l!. Vedmoslo: 2. Zh6+ (no puede tomarse la dama a causa del mate que hay con .., Hb1+) 2. .., Oh8 3. 2a7+, Wxt7! 4. Bxt7, Hot+5. Bt, xf1+ & Wyxt1, e2! (el pedn fuerte) 7. Wel, b4!8. a4, a5, y9...., @.a6, después de lo cual las negras ganan facilmente en vista de los fuertes peones pasados. Ejemplo 144 Un dia de suerte del «viejo mago» Una celada solamente puede ser efi- cazsi el adversario cae en ella. Sino cae, fa posicién, ya débil, se vuelve todavia més débil. En el préximo ejemplo, las blancas, en una posicién muy mala, tienden una celada al adversario. Nimzowitsch-Euwe Karlsbad, 1929 1. Hes, .. Las negras caen en ella, de modo que el signo de admiracién de esta jugada es- 4 plenamente justificado. Ae sy x32? 2. Haft, e2 3. Bxt7+, Bxf7 4 Waxt7+, OE 5 WSs, ... Y las negras abandonaron, ya que no 101 pueden evitar el mate o la pérdida de la dama (5. .... @h5 6. 94+). Si Euwe hubie- ra elegido la continuacién correcta, 1. ..., Wixd4! 2. Haft, Wes+ 3. dni, Ho7!, habria podide ganar. Ejemplo 145 La celada del vencedor de Debrecen Vukovié-Kmoch Debrecen, 1925 Basta un vistazo a la posicién del dia- grama para convencerse de que el maes- tro Kmoch —futuro vencedor del torneo- no esta bien. Las blancas han obtenido mejor posicién después de una aguda lu- cha. Las negras se agarran a un clavo ar- diendo y tienden una celada. We sony DAT Amenazando coger por sorpresa al adversario después de 2. @xd7/E xd7, &xd?7 con 3. .., QbS+. Las blancas no presienten peligro alguno, pero por pre- caucién retroceden con el alfil. 2. 2.432, ... Olvidan asi una regla importante: an- tes de retirarse debe uno estar convenci- do siempre de que no puede -en vez de retroceder— aumentar la presién. Aqui 2. ‘Waz7!, p. ej., habria acabado de concretar la desagradable clavada del caballo ne- 102 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN gro; p. ej. 2...., Hd8? 3. @xd7, ganan- do una pieza. O 2. ..., Qxb4 3. Qxd7, asimismo ganando una pieza. Tampoco la continuacién 2. ..., Wxb4 3. @xd7, Wess 4. Bd3!, Qxd7 5. Wrd7, H ds 6. HreSil, Wb4 (0 6. ..., We2+ 7. Hd2) 7. We7, Wh2+ 8. Hf3 promete mucho més @ las negras, puesto que las blancas tie- nen una torre de ventaja. Sin embargo, después de la desafortunada retirada del alfil, las negras toman la iniciativa. Contra 4. Hf d1, es muy desagradable la continuacién 4. ..., Qd7 5. Wa7, Dxd3 6. Hxd3, Ob5. 4 ny 5! Ahora se amenaza 5. ..., e4y 6. ..., Ags. 5. Was, Pe6 6. Wal, ... La primera sefial de que todo vaa de- rrumbarse. e4 25, A otras jugadas de caballo sigue el mate 0 la pérdida de la dama. To ony QxCd+ 8. Axes, Wd3+ Y las blancas abandonaron. Ejemplo 146 El ultimo intento La posicién siguiente se publicé en Schach, Putzi-Berthold Berlin, 1955 Las negras van tan mal de material que podrian abandonar la partida tranqui- lamente. En esta posicién, dan todavia un Ultimo jaque, pero jcuidado!, al mismo tiempo es una celada. 1. ony Weds?! Las blancas se equivocaron de con- tinuacién al elegir: 2. Ha37?, Todavia siguié: 2. any Weed+ 3. baa, Wxcd+ 4 Sal, Wee 5. a2, Wb24 Silas blancas se hubieran defendido con 2. Wd3!, la jugada correcta, habrian eliminado el peligro de mate después de 2... We5+ 3. a2, Wrad+ 4. Was y habrian podido ganar facilmente la parti- da gracias a su gran ventaja de material. LA CBLADA 103 Ejemplo 147 Ejemplo 148 Cuando uno se tiende Un automate con caracter una celada a si mismo de estudio «Automate en tres jugadas», dice Szilagyi- Benké E. Lundin en Tidskrift fir Schack (Revista Budapest, 1957 de ajedrez) en sus comentarios a esta Partida tragicémica. K. Johansson-J. Mérby Gotemburgo, 1955 Las negras habrian podido asegurar su ventaja con 1. ..., WE6, pero eligie- ron, en cambio, un automate de estu- dio. 1. Gg6?, &b7 1. su, £62? 2. B152?, Desi 2. Waal, &g7 3. Qh6+!, Sxh6 Planteando dos amenazas, de las que 4. Wixts# las blancas solamente advierten una y por eso se «defienden» con la jugada Ejemplo 149 3. A112? Una celada de ahogado en vez de conlas correctas 3. “h4 0 3. Lange-Danielsson Xe. A esto siguié, por supuesto, Helsinki, 1952 3s ny DEBE. Las blancas, que tienen cuatro peo- nes de ventaja, estaban completamente 104 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN seguras de la victoria y jugaron confia- das 1. W577. Con esta jugada, incluso tienden una primitiva celada al adversario, puesto que después de 1. ..., Wxh4 gana enseguida 2. WeS+. Las negras habian sacrificado un pedn ya varias jugadas antes para lle- gar a esta posicién, de modo que jugaron Sin titubeos 1..., Bxg3+. Las blancas intentaron escapar del ahogado y efectuaron 4. Sxe3, Wels, con jaque continuo o ahogado si las blancas capturan mds tarde la dama con el rey. Ejemplo 150 Jugado por cansancio Donner-Lipiniks Buenos Aires, 1955 La posicién de las negras es comple- tamente desesperada, puesto que el mate parece inevitable, pero a pesar de ello no abandonan, sino que tienden una celada. Anan DES Las blancas, que estaban agotadas por la larga partida, respondieron sin titu- beos 2. Bev. En vez de esto, era mucho mejor 2. Eg8+y 3. 71. 2. say GAB x€5??, 0. jEso es lo que esperaban las negras! Bony Hf24! Con jaque continuo o ahogado. Ejemplo 151 Para jugar por correspondencia se necesita mucha paciencia H. Igel-W. Freitag Memorial Dyckhoff, 1954-1955 Las negras estaban enfadadas porque el adversario todawa no habia abandona- do y capturaron impacientes el pedn «f». wWxta? No se fijaron en absoluto en que el ca- ballo blanco queda clavado, después de lo cual el adversario puede salvar la parti- da por el ahogado. LA CELADA 2. Hb8+, ... Gran agitacién en torno al rey. Las ne- gras estén obligadas a capturar la teme- raria torre. Be sory GYXDB Y ahogado. Ejemplo 152 Una celada de tablas Géller-Gurgenidze XXV Campeonato de la URSS, 1958 105 La posicién del gran maestro Géller es inferior tanto posicional como material- mente. Entonces se le ocurre una idea salvadora, y tiende una trampa al adver- sario. 1. Wo, ... Gurgenidze no sospecha nada malo en esta jugada, aparentemente natural, y se prepara para la ofensiva final. Teeny Wh? 2. &xtél, exté No sirven 2. ..., Wxt6?, a causa de 3. ‘Weg8 mate, ni 2. ..., }xf6, a causa de 3. Weg6 mate, pero ala textual siguié 3. Wars, con jaque continuo. «Contra grandes maestros como Gé- ller o Bronstein, la partida no esta ganada ni mucho menos, aunque se tenga gana- da», sefial6 Theo Schuster en Schach después de este final. 13 EL FINAL Final? Semejante cosa no existe en absoluto. Tengo la gran sospecha de que lo in- ventaron los problemistas, pues —si se me permite la pregunta-, ~dénde empieza el fi- nal? Esta pregunta es tan dificil de contestar como la de dénde empieza la cola de la serpiente. La partida debe considerarse un todo, y quien lo ve de otra manera ya come- te un error. Sin embargo, es muy interesante que en el final, en el que, dada la menor cantidad de piezas, las variantes pueden calcularse con més facilidad, la ceguera aparezca con tanta frecuencia como en las otras fases de la partida. Bien es verdad que el cansancio parece ser una causa completamente aceptable de las equivocaciones cometidas en la fase final de la partida, pero, ,cémo puede juzgarse una ceguera que ha atacado a todo un equipo en los andlisis de una partida aplazada? Las malas lenguas tal vez dirian: «simplemente no entienden de finales». Mas cierto seria, no obstante: las epidemias e infecciones son las verdaderas causas de la aparicién de esta clase de ceguera. 108 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 153 Solamente el adversario encontré la salvacién G interesante caso que sigue lo publi- ¢6 Asztalos en 1956 en la revista Magyar Sakkélet. Arulaid-Gurgenidze Campeonato de la URSS. por Equipos, Vorosilovgrado, 1955 Esta posicién la analiz6 el equipo es- toniano durante toda la noche, y se lleg6 ala conclusién de que las blancas ya no pueden emprender nada contra los ade- lantados peones. Asi pues, Arulaid aban- doné al dia siguiente sin reanudar el juego. Grande fue su sorpresa cuando el ad- versario, después de las formalidades ha- bituales, le mostré una variante que le habria dado el empate: 1. Gd6, Hc8 (después de 1...., ‘pee 2 eb, $183. HI6, el rey negro debe regresar a e8) 2. fict+, Sb7 3. Bbt+, bas 4. Sco, ge 5. c5, a4 6. He4, Had 7. 03, a2 8. H!!, y ahora no sitve 8. ~., 92, puesto que la torre captura el peén «f» con jaque. Aqui, las negras no tienen otra eleccién (el rey no puede moverse a causa del mate) que adelantar ed peén «he. 8. ..., HS 9. d3, h4 (contra 9. ..., $b3 viene 10. Hb1+, ad 11. he2) 10. eS, h3 11. S13, g2 12. Hxi2s, b3 13. H xg2, con tablas. La amargura del equipo estoniano fue todavia mayor cuando un espectador hizo notar que el tema de este final (torre con- tra peones ligados) ya se conocia desde el siglo xix. Ejemplo 154 Un importante jaque intermedio Friedstein-Lutikov Campeonato de la URSS. por Equipos, 1954 Esta posicién proviene del Campeo- nato de la URSS por Equipos del afio 1954. Las blancas no encontraron salva- cién alguna y abandonaron después de mucho pensar. Friedstein, que estaba completamente agotado por la larga parti- da, habia estado calculando todo el rato nada mas que contra 1. H{xb3 lo aclara todo 1...., 2 (2. Hb4+, d5 3. HbS+, G06 4. Hb8, Hc7!). A todas las demas jugadas sigue 1. ..., C20 1. ..., b2, ganan- do. A las negras les sorprendié por com- pleto la inesperada decisién del adversa- fio, pues vieron muy bien que las blancas podrian obtener el empate sencillamente con el jaque intermedio 1. Hb4+. Da igual lo que jueguen las negras -1. $5, 1...., G50 1. ..., Gd: las blan cas pueden capturar el pedn con la torre, y después el peén «c» ya no puede al- canzar la casilla de coronacién. Asztalos sefialé correctamente en sus andlisis de esta partida: «Aqui vuelve a EBL FINAL confirmarse la tesis, planteada ya por los viejos maestros, de que antes de cada ju- gada deben sopesarse a fondo todos los Jaques, tanto los propios como los del ad- versarion, Ejemplo 155 Ahogado truncado Hallstrom-Purdy Campeonato Mundial Juvenil, 1955 Después de Ae sng O74? 2. a6, Hed 3. b6, la partida finalizé en tablas, puesto que . C6 4.7, Hxb7 da tablas por ahogado. La partida habria acabado asi- mismo en tablas luego de 4. ..., Hf8 (en vez de 4. ..., Hxb7)5. a7, c7 6. a6, Has 7. pew, Hxb8. N. Malpas, el famoso estudioso de los finales, demostré en las columnas de La Nation Belge, sin embargo, que las ne- gras habrian podido ganar de manera ins- tructiva 1...., Ht5!2. a6, Hed 3. bé, c6! 4. b7, Hc7, después de lo cual las blancas ya no pueden llegar a la posicién de ahogado, puesto que a 5. a7 sigue 5...., Bxasé. 109 Ejemplo 156 También un gato con guantes caza ratones a veces LO. Driemer-Ciocaltea Campeonato de Rumania, 1955 Las negras vieron que ya no podian ganar la partida, pero como ultimo truco para asombrar al ptiblico— continuaron con la jugada » Hg8?? y ofrecieron al mismo tiempo tablas al ad- versario, que las acepté sin mas quebra- deros de cabeza, puesto que partié de la base de que la partida era realmente ta- blas después de 2. H x8, h2. Sin embargo, ambos jugadores se equivocaron. Las blancas habrian podido ganar con facilidad después de 3. g3!, Sot 4. Hh3+, Hh 5. Has. «Fue una clase muy especial de ce- guera la que atacé a ambos maestros al mismo tiempo en una posicién bastante sencilla», ha apuntado Kurt Richter. 110 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 157 Victoria sencilla El final que sigue aparecié en Schach. Franke-Thiede Campeonato por Equipos, Halle, 1957 La partida acabé en tablas luego de 4. b777. Sin embargo, Kurt Richter demostré que las blancas habrian podido ganar sencillamente con 1. Hb1!. No puede tomarse el peén de g7 a causa de 2. Hgl+, y contra las jugadas de rey las blancas pueden forzar el cambio de las torres, después de lo cual el peén blanco ya no puede pararse. Ejemplo 158 Tablas por donde se mire Alster-Clarke ‘Wageningen, 1957 La partida terminé de la manera si- guiente: 1 ney Hate . Of2, Hare 3.Ge3, Had 4 $d3,... Y las negras abandonaron. Sin embargo, esta partida no se po- dia ganar en modo alguno. Las negras no tenian mds que mantener la torre en la columna «a» hasta que el rey blanco llegara a b6. Entonces le darian jaques por detras y luego volverian a la colum- na «a», Y esto sucedié en un torneo zonal, es decir, de aspirantes a candidatos al titulo mundial. EL FINAL Ejemplo 159 Final de torres problematico Reshevsky-Géller Torneo de Candidatos, Zurich, 1953 Reshevsky levanté la torre dos veces de a6 -segtin cuentan testigos-, la man- tuvo un rato en el aire y entonces ejecuté la siguiente jugada funesta: 1. Ht6?,... Después de esta jugada, aparente- mente fuerte, la partida ya no puede ga- narse. 1..., Bede 2. 2, Had 3.93, Hf3+!! Las blancas no pueden tomar la torre a causa del ahogado. 4. Se2, Hxg3 5. Hxt5+, doxha 6. Sf2, Had 7. Bgs, 2b3 8. Hgi, Bhs 9, Se2, Had Y la partida finaliz6 en tablas. Hubo opiniones segun las cuales la jugada mala fue 3. g3. Seglin Theo Schuster, un teérico de Stuttgart, las blan- cas, por increible que pueda parecer, ya no pueden ganar después de 1. 1 {6 pe- sea los peones pasados y ligados. 111 Luego de 1. Hf6, He3+ 2. Sia, a3 habrian podido darse todavia las variantes siguientes: a)3. Bxt5+, dxh4 4. Hg5, Ham 5. Se3, He2+, etc., con ahogado. b) 3. ExtS+, dbxn4 4. 18, gdt 5. £5, g5. Aqui, las blancas no pueden ha- cer valer sus peones pasados a causa de la pasiva posicién del rey y de la torre. Ademés, ri 1. HLa5, a la que sigue 1. » Hed+ 2 62, Hb3, ri 1. Ha3, que se contestacon 1...., #b42. Hf3, Hb1, son buenas. Asi pues, jes realmente imposible ganar la posicién del diagrama? jDe nin- gun modo! 1. £ a8! era la tinica jugada correcta. Si 1...., He3+ 2 f2, Hb3, las blancas pueden jugar tranquilamente 3. g3, puesto que ya no hay ahogado, y después la torre puede apoyar de manera activa el avance del peén. Ejemplo 160 ¢Cémo se convierte un peén en un pen pasado alejado? Este final, sencillo, pero muy instructi- vo, aparecié en Schach. Henningen-Lindblom Wageningen, 1957 La partida terminé de la manera si- guiente: 1. Gc3?, Hxe7+ 2. bxc7, @d7 112 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN 3. Ge4, }xc7 Con tablas. Las blancas habrian podido ganar sencillamente, sin embargo, mediante 1. Ha7i!. Con esta jugada convierten el pedn de b6 en un peén pasado alejado y, ademas, amenazan b7; las negras no pueden emprender nada contra ello. Ejemplo 161 Inversién de jugadas Portisch-Pogats Budapest, 1957 En la posicién del diagrama, siguié: 1.16477, Bc 4. Hb4, hs 5. gxhS, Hxhs 6. Hots, pr 7. Sb3, Exh Y las blancas abandonaron. Silas blancas hubieran invertido el or- den de las dos primeras jugadas, segun Négyessy habrian podido ganar. 1. b4!, Ha8 2. b6+, y ahora el rey negro no pue- de ir ac6, puesto que después de 3. Hd4 ya no puede pararse el mate en d6. Asi pues, no puede seguir mas que 2. ..., d7, después de lo cual las blancas ga- nan con 3. Hd4+, deé 4. c6l, bxo6 5. ¥c5, a36.b7. Ejemplo 162 jE] caballo muestra lo que es capaz de hacer! Bozik-Walther Viena, 1954 Las negras advirtieron correctamen- te que 1...., H.a6? no es buena a cau- sa de la continuaci6n 2. 4\d5+, 8 3. e7+, Sxd7 4. e8W+, Hxe8 5. Dc7+, d7 6. Bxaé. Estaban firmemente convencidas, en cambio, de que el ca- ballo ya no podia detener el peén «a» tras el sacrificio de la torre de a8. Asi, en vez de 1.... Hd8!, que les habria asegurado la victoria, eligieron fa conti- nuacién a3?, més bonita en apariencia. Grande fue su ‘sorpresa cuando el caballo les mostré de qué era capaz. 2. )xa8, a2 3. Dos, aw BL FINAL Y solamente en este punto compren- dieron las negras que la planeada 6. ..., Wyxe6 no sirve a causa de 7. Ab7+, x7 8. Ac5+, ganando la dama. Con- traé. ..., Wo1+ 7. G2, Wb2+ (para ga- nar el caballo mediante ..., ijb6) viene 8. hs, y las negras no pueden capturar el pedn de e6 con jaque. De modo que final- mente tuvieron que conformarse con las tablas. Ejemplo 163 Giro inesperado Esta posicién se originé en el Vi Cam- peonato de Yugoslavia después de una aguda lucha. Nedeljkovic-Udovcié VI Campeonato de Yugoslavia, 1951 Las blancas piensan la jugada se- creta. Después de mucho reflexionar, Sellan la jugada y tras las formalidades habituales se dirigen al adversario y le dicen: «He jugado 1. Hg6-g8. Creo que es innecesario seguir; no puede pa- tar la amenaza 2. Ha8+». El rival res- ponde friamente: «Comparto su opinién, es realmente innecesario continuar la partida, puesto que mi respuesta a 1. Hg8? es 1. ..., Dad+l! 2. bxa3, Hod mate». La historia es todavia mas tragica al saber que las blancas habrian podido ga- nar de verdad con el bonito doble sacrifi- cio que sigue: 1. b3+!!, Hxb3 (0 1. ..., 113 a3, y las blancas capturan el caballo) 2. @c5+!!, dxcS 3. Haé mate. Ejemplo 164 Todo el mundo puede cometer errores La posicién siguiente aparecié en Schach. Sneitz-Pastuhott Finlandia, 1956 Después de 1. @b3, las negras no habrian tenido nada mejor que hacer ta- blas repitiendo jugadas mediante 1. ..., @d2+ 2. a4, Qed. Las blancas eligie- ron, sin embargo, la desafortunada 1, 272, y la respuesta negra les sorprendié por completo: 1....., D3! Se amenaza dar mate enseguida, de modo que 2. axb3 no sirve en absoluto. Si las blancas intentan, en cambio, parar el mate con 2. a3, después de 2. ..., b2 deben dar la torre por el peén. Por eso abandonaron. 114 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 165 La ex campeona mundial se asusté Rudenko-Rootare Campeonato de la URSS por Equipos, 1955 Las negras tienen la posici6n ganada, pero quisieron —como se observa a me- nudo-— jugar de manera demasiado bonita y continuaron con 1. snr b2??. 2. Qxa2, Het Aqui, la ex campeona mundial, cuyos nervios estaban muy alterados por la lar- ga lucha, no vio més que ya no podia aguantar el punto d1 y por eso abandoné la partida. Se le escapé, sin embargo, que este punto no tiene la menor importancia. Habria podido ganar enseguida con la sencilla 3. Bf1!. Ejemplo 166 Peones adelantados K. Solmundarson-H. Jonsson Islandia, 1958 Las negras se han adentrado profun- damente en la posicién adversaria; su to- tre tiene, ademas, un sdlido punto de apoyo en d3, de modo que las perspecti- vas de las blancas no son muy halagte- fias que digamos. En posiciones asi, hay que defenderse con mucho cuidado, y puede sentirse muy feliz el que consigue las tablas. Sin embargo, las blancas qui- sieron vencer e intentaron ganar un peén con la jugada. 1. Haa??, pero a eso siguié ony x3}, con lo que las negras no solamente ga- nan un peén (esté claro que no puede to- marse la torre a causa de 2. ..., b2), sino también la partida después de 2. Hat, He2 3% Qet, Bes, puesto que la posicién blanca ya no pue- de sostenerse. Por eso, las blancas aban- donaron. EL FINAL Ejemplo 167 «gA quién he de amar?» (Balada huingara del siglo xix) Pomar-Rodriguez Campeonato de Espafia, 1956 Las negras podian elegir aqui qué pieza tomar. Eligieron mal, y esoles cos- t6 medio punto. Ae sey Dat? 2 Hot, Haz 3.b7, Has 4. paw, Hi xbs 5. Hxps, Y la partida acabé en tablas mas tar- de. En los andlisis se sugirid 1. ..., Qa5, Pero tampoco eso reporta nada a las ne- gras. Un lector de Ef Ajedrez Espafiol sefia- 16, sin embargo, que las negras ganan si, sencillamente, toman la torre: 1...., @\xc1 2 b7, Der 3 Ho2, Ais 4 S13, Ha3+5. xt4, B b3, después de lo cual las negras ganan el pe6n «b» y la partida. 115 Ejemplo 168 Ceguera mutua corregida Reshevsky-Boleslavski Torneo de Candidatos, Zurich, 1953 Ambos bandos estaban muy apura- dos de tiempo. Reshevsky no encontré la jugada ganadora y continué con 1. Hdd77?. Aqui habrian ganado 1. Hd8 y 2. bbs. Las negras respondieron A. ony Q0572. No vieron que habrian podido dificul- tar en grado sumo la victoria blanca con la jugada de problema 1. .... Ha7!!. La torre no puede tomarse a causa de 2. ..., b1W; a2 Bxh7 sigue 2. ..., b1W 3. Bxb1, Hxh7, y todavia son las blancas las que deben esforzarse mucho para poder hacer tablas. Contra la jugada del texto, el primer jugador hallé por fin la continuacién co- rrectae hizo 2 Hds+. Después de 2 wy B18 3. Hobs, gané la partida. 116 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 169 Lo que debe verse también en unas simulténeas & gran maestro Gligorié esta en una Situacién muy dificil en esta partida de una sesi6n de simulténeas. Gligorié-Erny Manchenstein, 1959 Las blancas cifran sus esperanzas en la desagradable situacién del rey negro y tienden una bonita celada al adversario. 1. Qd2417, ... Aqui, la jugada correcta es 1. ..., Ons, después de la cual el rey puede huir de la red de mate, pero las negras no perciben el peligro y caen en la trampa. 1. say RHA? 2. Bes, So4 3. 134 Las blancas retiraron di alfil a d2 para desclavar a pedn de f2. Ejemplo 170 Lo que no se vio ni siquiera en los andlisis Kan-Simagin XX Campeonato de la URSS, 1952 En la posici6n del diagrama, las blan- cas continuaron, en la jugada 35, con 1. $f2?, alo que las negras respondieron Te suey 86 (se amenazaba 2. @h3+, seguida de 3. H.d8+, ganando enseguida). La parti- da se dejé por tablas en la jugada 58. Ni los jugadores ni el autor del libro del torneo vieron que las blancas habrian podido aprovechar la amenaza @h3+ con el orden de jugadas correcto. H. Staudte descubrié varios aflos mas tarde que 1. Hd8+!! gana enseguida, puesto que a1...., Hxd8 sigue 2, @h3+, Bd7 3. Iixd7. Silas negras intentan de- fenderse del mate con 3. ..., c6, pierdenla torre después de 4. Hd4+. EBL FINAL Ejemplo 171 En vez de la victoria aparecié el ahogado Kestler-Pesch Campeonato Juvenil de Alemania Occidental, 1956 «Tengo la posicién totalmente gana- da», debi de pensar el segundo jugador, que efectué, de manera un poco altanera, 1..., He7 Su jugada encierra verdaderamente una fuerte amenaza. Si se retira la dara, sigue 2. ..., Wol+y 3. Wet mate. Sin embargo, la respuesta blanca le desconcerté por completo. Las blancas demostraron asi con agudeza que 1. ..., He7 fue verdaderamente «demasiado fuerte». 2. Hass, bh7 3. Hhs+!, xh 4, Whe, ... Con ahogado, puesto que las negras deben capturar la dama blanca para no perder la propia. Ejemplo 172 Cuando la ventaja de material no basta Muchos ajedrecistas han perdido Porque tenian ventaja de material, lo que 117 influy6 de manera negativa en su sub- consciente a la hora de valorar la posi- cién. Bobekov-Gerenski Sofia, 1958 Las negras tienen ventaja de calidad; par eso no quieren conformarse con 1...., 971, relativamente la mejor, después de la cual las blancas pueden hacer ta- blas por jaque continuo con 2. Wb7+. De modo que jugaron la temeraria 6g5?, ala que siguié 2. #441, ext4?. Este fue su segundo error. Era mucho mejor 2. ..., Gf5. 3. Whar, St5 4. g4+, Ged 04. .., be5 5 Wer, Hes 6 WaS+, Gd4 7. Wd5+, ganando la torre. 5. Wels, O13 6. Wt2+, dxg4 7. Wxd4, We7 8. bf2, 95 9. Wat+, ... Y las negras abandonaron. 118 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN Ejemplo 173 La cadena de peones Sahimann-Rodatz Hamburgo, 1953 Las blancas tienen una fuerte cadena de peones que ha penetrado en el interior de la posicién enemiga. Advirtieron co- trectamente que debian hacer saltar la cadena adversaria para poder ganar la partida. La ejecucién fue, sin embargo, peor que la idea. 1. Doxt7?, .. Esperando que se contestara esta ju- gada con 1. .... “Axf7, contra lo que es muy fuerte 2. “nz. [Parece que el autor «m0 ve» el peén negro de a3: 2. Wh7, a2! 4. Axi? (4. Wxi7+, WxI7 5 Dxt7, a1 no tiene objeto), Qxc3+ 5 dc2 (e2), W8 6. Adé+, a6, ylas blancas pue- den abandonar. Es posible que haya una errata en el diagrama y el peén de a3 sea blanco o no exista; entonces 2. Wh? si es muy fuerte. Los comentarios que siguen parecen indicar que se trata de una errata. (Nota del t.)] Las negras jugaron, sin embargo, esta erosion las blancas jugaron 2. Wins, un ultimo intento de decidir la partida a su favor. Be sony DT 3. WxaS+, Ob7 4. Wbs+, a7 5. Wad+, Sbé 6. Axf7, Las negras no capturan, pues las blancas todavia tendrian posibilidades de ganar mediante 7. Wb4 y 8. We7, sino que juegan —y ese es el quid de su plan— , Wg2+. Las blancas no pueden escapar del jaque continuo. Como demostré Kurt Richter en sus andlisis, el sacrificio de ca- ballo era completamente correcto, pero debia haberse ejecutado con ei otro ca- ballo, 1. gx!7!, y las negras no tienen contrajuego, puesto que el caballo de hé priva ala dama de la casilla g8. Ejemplo 174 En vez de victoria, automate Batuev-Simagin Campeonato por Equipos, Riga, 1954 En vista del peén de ventaja, las ne- gras jugaron, evidentemente, a ganar, pe- ro la jugada que eligieron, 1, 44, €27?, resulté prematura. Siguié: 2. Wats, baz EBL FINAL 3. oor eas 4, West Esta «contravictoria» debe de haber hecho reir, segtin Kurt Richter, incluso a la victima. Opinamos, sin embargo, que su risa fue, sin duda, un poco amarga. Ejemplo 175 La posicién «ganada» Schlensker-Scheinhitte Francfort da Meno, 1942 Las blancas han llegado a esta posi- cién, que tienen ganada, después de un largo final de damas y prudentes manio- bras. Ahora solamente deben fijarse en que el adversario no pueda darles jaque en e3 ni clavar el pen luego de ¢e8 con ... Wad. Este objetivo puede conseguir- se con 1. Wb3+ 0 1. Weds. «Es igual con qué jugada —deben de haber pensa- do-, jugaré 1. When. Siguié Ae ony Balt! 2. e877, ... Aqui, las negras, con gran orgullo, en- ‘sefiaron su planilla al adversario, en la que habian escrito con mayusculas la palabra «TABLAS». & propio conductor de las blancas, por entonces un jugador muy jo- 119 ven, cuenta que no entendié de qué ba la cosa y negé dubitativamente con la cabe- za. «Bueno, si no lo cree -respondieron las negras— tendré que ensefidrselo primero». 2. suey Wxd7+! Aqui advirtieron las blancas que el rey negro esté ahogado después de 3. &xd7. Este chiste les cost6 el segundo puesto, que ocupé su risuefio adversario. Sn em- bargo, después de 1. We4+ habrian sido ellas las que hubieran reido, pues las ne- gras ya no hubieran tenido defensa alguna. Ejemplo 176 Cuando el caballo es mas fuerte que la dama Szily-Ozsvath X Campeonato de Hungria, 1954 Eley negro ha tenido que recorrer to- do el tablero para poder escapar del ja- que continuo. Aqui, en el momento de hacer la jugada secreta, ha encontrado por fin un refugio, y ahora las negras po- drian ocuparse con toda tranquilidad de la cuestién de cémo hacer valer su peén pa- sado. Después de reflexionar breve- mente, llegaron a la conclusién de que bien es verdad que después de 1. ...,e3 2. Weds, e2 3. Wr4s, Wie 4. Wels, e1¥ tienen otra dama, pero no lo es me- nos que las blancas tienen jaque continuo por las casillas c1-c4-f7 y pueden hacer tablas. Por eso jugaron 120 LOS MAESTROS TAMBIEN SE EQUIVOCAN 1... Wet, alo que siguié 2 +, Set . Wxg6, Wta+ 4 Sal, Wins 5. Dh2, Wea 6. Wxc6, e3 7. Wade, y la partida acabé en tablas. Durante los andlisis posteriores a la partida, se comprobé, no obstante, que habrian podido ganar con 1. ..., e3! a pesar de todo: no habrian tenido mas que transformar el peén en caballo en vez de en dama. Por tanto: 2. Wic4+, e2 3. Wid+, Wi2 4. Wes, y aqui las ne- gras deben ser modestas: 4. ..., e14)!! 5. Wcd+, We2 6. W4+, Af3+!!. Debi- do a esta jugada de caballo, se terminan los jaques de las blancas, y después de xf3, Wixt3 7. gxf3, G2 las negras tienen una posicién que se gana facil- mente. Asi, «no solamente se ha visto priva- do el campeonato de un instructivo final, sino también Ozsvath de medio punto», escribe el maestro Ban en sus andlisis. Ejemplo 177 Una posicién de lo mas corriente Liebentrau-Briickner Oldenburgo, 1955 Una posicién de lo mas corriente, pe- ro a pesar de ello... 1. suey A327 Una jugada buena en apariencia, me- diante la cual se aleja alrey del centro. En realidad es el error decisivo, sin embargo, después del cual la partida ya no puede salvarse. 2 hea, d2 3. &xd2, Heb 4, Gd, Hxd6 5. 4, ... Las blancas ganan la oposicién y con ella también la partida. Las negras, no obstante, habrian podi- do asegurarse el empate con 1. 6! 2. e4, d7!. Solamente habrian tenido que fijarse en que no pueden tomar el pe- 6n de d6 hasta que el adversario haya capturado en d4. Entonces pueden tomar la oposicin con ..., &xd6 y hacer tablas. Ejemplo 178 También en el final desempefian los tiempos un papel importante Kluger-Négyessy Torneo de BTSB, 1952 En esta partida, las negras deben agradecer su derrota a la inversién del or- den de dos jugadas.

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