MANUAL DEL RAVEN ESPECIAL 1
LA NUEVA ESCALA DE RAVEN
Raven construyé sus Progressive Matrices* para experimentacién en 1936 y en 1938
estaban ya estandarizadas y publicadas como test. A partir de 1940, fecha en que lo
reimprimié con baremos mas amplios, todos los afios, hasta 1948, fue objeto de nuevas
reimpresiones. Segtin el autor, la experiencia recogida probs que el test no necesitaba
ser revisado. Pero hacia 1947 consideré, en cambio, preciso acoplar a su Test de Ma-
trices una adaptacién que satisficiese los fines siguientes: 1) que fuese aplicable inclu-
sive a sujetos que por su edad o por su déficit intelectual acusan una capacidad de in-
teligencia inferior a la exigida para comprender la tarea misma del test; 2) cuya disper-
sién de puntaje permitiese una mejor discriminacién, y 3) que su puntaje fuese menos
susceptible a la influencia del azar. En suma, Raven consideré titil derivar de su test una
Escala Especial para medir las funciones perceptuales y racionales de niveles de madu-
rez inferior a los 12 afios (5 a II afios), de los débiles mentales y de sujetos con serias
dificultades de lenguaje y de audicion.
Con la mira de lograr aquellas objetivos Raven introdujo estas tres modificaciones a
sus tests originales: 1) Reduccién de matrices. Para adaptar su test a sujetos de menor
inteligencia, Raven acorté y simplificé la prueba, Suprimio las series C, Dy B, que
plantean los més dificiles problemas, los de educci6n de correlatos (razonamientos
analégicos) y conservé las series A y B, que formulan en especial problemas de relacién
perceptual. Pero, con la mira de obtener una mayor dispersién de puntaje, entre las
series A y B interpold una nueva, de dificultad intermedia entre ambas, a la que por esta
tazén denominé “Ab”. Asi, en lugar de las cinco series A, B, C, D y E de ja escala in-
termedia la nueva qued6 abreviada a tres: A, Ab, B, 2) Introduccién de colores. Con el
propésito de facilitar la comprensién de la tarea a realizar (no para simplificar las pro-
blemas) de contribuir al entendimiento del trabajo a efectuar (no para contribuir con
nuevas gufas a la solucién de los problemas), asi como con el objeto de hacer mas in-
teresante y atractivo el test para los sujetos de menos inteligencia, Raven decidié colo-
rear los dibujos de las matrices, en lugar de presentarlos en negro como en la escala
anterior, 3) Empleo de la forma de Tablero.
Finalmente, con la mira de adecuarlo mas a sujetos con déficit de lenguaje y de audi-
cién, el autor consideré titi] presentar su nueva escala en dos formas: a) en Forma de
Cuadernillo, que como en la Escala General, presenta las matrices impresas encuader-
nadas y el sujeto debe seiialar o escribir la solucién, y b) en Forma de Tablero, mas facil
de cntender, que presenta las matrices montadas sobre planchas de cartén independien-
tes con excavaciones, y en la que el sujeto resuelve los problemas por encaje.
Esta adaptacién demandé de Raven dos afios de trabajo. La nueva Escala Especial
“A, Ab, B”, fue publicada en 1949, y en 1951 revis6 y extendié sus normas con lo cual
alcanzé su estado actual.
* Edicion castellana: Test de Matrices Progresivas Buenos Aires. E. Paidds 1° ed. 1950; 2° ed.,
1954., 3° ed., 1957.2 TEST DE MATRICES PROGRESIVAS
PLAN Y EMPLEO DE LA ESCALA
Las “Matrices Progresivas”, Escala General, estaban destinadas a abarcar toda la
gama del desarrollo intelectual, desde ta infancia hasta la madurez. Dada su amplia
aplicabilidad, era de esperar que los nifios pequefios, los sujetos deficientes y los de
mucha edad solo pudieran resolver las Series A y B y los problemas iniciales de las
Series C y D de la Escala.
La informacién obtenida demostré que no correspondia proceder a una revision ge-
neral del test. Solamente parecié necesario brindar para los niflos pequefios y los sujetos
deficientes una mayor dispersién de puntajes, as{ como presentar la prueba de modo que
se les facilitase la comprensién de la tarea, resolvieran los problemas 0 no.
Las «Matrices progresivas”, Escala especial, se compusieron para nifios de 5a 1
afios con la mira de suministratles una mas amplia dispersién de puntajes y reducir la
frecuencia de los aciertos por azar; con ella se buscé asimismo una mejor adaptacién del
test de las Matrices a sujetos que, por cualquier causa, adolecen de mentalidades sub-
normales o débiles. Con tal propésito, entre las Series A y B de la Escala General se
intercala en la Escala Especial una nueva serie, integrada también por 12 problemas,
destinada a servir de transicion. Estos nuevos problemas se construyeron de modo que
presentasen una dificultad intermedia entre los problemas 5 y 12 de la Serie A y los pro-
blemas I y 7 de la Serie B. Estén ordenadas de suerte que, sobre las tres series combi-
nadas, los nifios entre 5 y 1 afios resuelven, aproximadamente, tres problemas adicio-
nales por cada afio cronolégico.
A fin de atraer y mantener la atencién de los nifios pequefios, estas nuevas matrices
se han impreso sobre fondos de colores brillantes; recurso que ayuda a hacer mas evi-
dente la indole del problema a resolver, pero contribuir en absoluto a la solucion. La
graduaci6n de los problemas dentro de cada serio suministra al examinado el aprendi-
zaje normalmente suficiente del método de trabajo que exige el test, y el conjunto de las
tres series est4 construido de manera que abarca todo el proceso perceptual y de razo-
namiento de que es comtinmente capaz el nijio menor de 12 aiios. Si se presenta el test
adecuadamente, bastard con que el examinador indique al sujeto qué debe hacer y luego
lo deje actuar por si solo a lo largo de los problemas en el orden estandarizado, libran-
dolo a que aprenda a resolverlos por propia experiencia.
El test se presenta en forma de ilustraciones impresas en un cuadernillo. Los proble-
mas finales de la serie B pertenecen al mismo orden de dificultad que los problemas de
las series C. D y Ede la Escala General. Para facilitar esto, los problemas finales de las
Series B estan impresos en negro, igual que en la Escala General, De esta manera un
sujeto que acierta en la solucién de estos problemas, puede proseguir sin interrupcién,
con las Series C, D y E de la Escala General, y asi, establecerse, con mayor precision,
su capacidad total para la actividad intelectual, [2 ta! caso, puede omitirse el puntajeMANUAL DEL RAVEN ESPECIAL 3
obtenido por el examinado en la Serie intermedia Ab de la Escala Especial, y conside-
rar s6lo el puntaje total en las Series A, B, C, D y E, a fin de evaluar su rango percen-
tilar de acuerdo con las normas para la Escala General. Por lo comtin, el percentil asf
calculado coincide con el rango percentilar basado en la Escala Especial, pero en los
casos de capacidad intelectual suficientemente madura como para realizar comparacio-
nes y razonamientos por analogia, el rango petcentilar estimado por la Escala General
es probablemente mas confiable y'valido que el estimado por la Escala Especial.
Entre las 3 y 6 aiios de edad, el interés y la atencién del nifio son, por lo regular,
demasiadc labiles y la manifestaci6n de su actividad intelectual excesivamente capricho-
sa para que un test mental brinde un prondstico suficientemente confiable del desarrollo
intelectual ulterior.
Ademés de la deficiencia mental -en su sentido mds amplio- la medicién de la deficien-
cia mental general entrafia el problema de la valoraci6n de la estabilidad mental y de la
consiguiente capacidad para adquirir habitos con las eapacidades inielectuales disponi-
bles. No existe test alguno de razonamiento perceptual que por sf solo brinde esta in-
formacién. En consecuencia es necesario valerse de un test complementario, destinado
acstablecer el nivel general de conocimientos adquiridos por un sujeto. Toda vez que
se trate de establecer el deterioro intelectual, por lo general se convendré utilizar una
prueba de vocabulario, Para usos de rutina, cuando se trata de nifios muy pequeiios, y
en especial para establecer la capacidad adquirida en casos de lenguaje u ofdo defectuo-
sos, un test de vocabulario no ser por sf solo suficiente.
EL RAVEN ESPECIAL EN LOS DEBILES MENTALES
Consideramos de interés ilustrar acerca de este punto con los resultados obtenidos en dos
investigaciones realizadas recientemente en Espaiia en institutos para débiles mentales.
El Raven como test de seleccién de ingreso
Esta investigaci6n fue llevada a cabo por Alfonso Alvarez Villar* sobre una poblacién
de 365 nifios, en su mayoria de 12 y 14 afos, en el Instituto San José de Carabanchel
Alto (Las Piqueias). El objetivo era establecer su eficacia como instrumento de clasi-
ficacién y pronéstico en oligofrénicos. Resumimos, a continuacién, sus conclusiones:
El puntaje critico en el Raven especial, para una recuperacién pedagdgica parcial, es
de 14 puntos, para los nifios entre los doce y catorce ais: por Lo tanto, “un puntaje
directo inferior a catorce nos hace sospechar que el nifio es totalmente irrecuperable”.
® AA, Villar: “La aplicacion del Raven injamil en el oligofrénico". Revisia de Psicologia General x
Aplicida, Madrid, 1962, Vol, XVI, N" 64.4 ‘TEST DE MATRICES PROGAESIVAS
El autor brinda, aden
esos examinados:
. los siguientes indicadores, extrafdos de su experiencia con
1. Estereotipia: Los nifios con un nivel mental demasiado bajo tienden a mos-
trar estereotipia en las respuestas, eligiendo el mismo numero
a lo largo de toda la prueba. Esta estereotipia es signo de irre-
cuperabilidad.
2. Respuestas al azar: Los nifios con un nivel mental bajo, pero algo superior al grupo
anterior, brindan las respuestas al azar. También esta ejecucién
demasiada rapida, es signo pronéstico desfavorable.
3. Fallos en el ci
Los nifios cuya inteligencia es algo més alta, intentan resolver
los problemas, pero fallan tipicamente en ciertos problemas de
“cierre” guestaltico. (Por ejemplo, en vez, de elegir el trozo
que integra la figura, eligen la figura completa).
Estudio comparativo del Raven con los tests de Terman/Merrill y Goodenough
Esta investigacién realizada por Marfa Soriano y Dolores Plaza, estaba destinada a
establecer el grado de correlacién entre las informaciones respectivas obtenidas con los
tests de Raven, Terman/Mertill y Goodenough. La investigacién se realiz6 sobre dos
grupos: a) 42 nifios inadaptados, de ambos sexos, integrados por débiles y nifios con
trastornos de lenguaje y caracteropatfas, del Instituto Nacional de Pedagogia Terapéu-
tica. y b) por 61 nifias normales de las clases de primaria ¢ ingreso de bachillerato de
clase media y cuidada escolaridad de un colegio privado. El objetivo de este estudio era
establecer si el empleo de una sola de estas pruebas ofrece suficiente validez para eva-
luar la inteligencia del nifo 0, por el contrario, si dan informes dispares que exigen el
examen en bateria.
La elaboracién matematica arrojé los siguientes coeficientes de correlacién:
adaptados:
Terman/Merrill comparado con el Goodenough: Coeficiente = 0,80
Terman/Merrill comparado con el Raven: Coeficiente = 0.96
Goodenough comparado con el Raven: Coeficiente = 0,759
Para los nifios normales, los valores de estos coeficientes son:
Terman/Merrill = 0,776
Goodenough = 0,589
Raven = 0.66
Coma se ve, los valores obtenidos caen entre 0,6 y 0,96, es decir, indicaron, en todos
los casos. una correlacién alta. Los autores dan esta formulacion final: “De aqui sigueMANUAL DEL RAVEN ESPECIAL 5
a posibilidad de empleat indistintamente cualquiera de las tres series de tests ensaya-
dos, con resultados practicamente equivalentes resolviendo con esta conclusién afirma-
tiva el problema que ha dado origen a este trabajo de investigacién”. Y agregan: “Ne-
cesariamente, queda confirmado también que las tres series, tanto la de Terman/Mervill
como la de Goodenough y la de Raven, son aptas para medir la inteligencia general, es
decir, el factor G. Pues si alguna de ellas tuviera el factor S (aptitudes especificas),
hubiera dado un coeficiente de correlacién muy bajo al compararla con las otras”
MATERIALES DEL TEST
La presente edicidn para nuestros técnicos esta hecha sobre esa tiltima edicién inglesa
de 1951, Sélo difiere de la original én que, tal como hicimos antes con la Escala Gene-
ral, también en este caso brindamos un equipo completo, listo para la aplicacién. La
edicién original esta constituida por dos elementos: a) Manual, y b) Cuademo de Ma-
trices; en la presente, con el objeto de facilitar el manejo y agilizar e! trabajo del técnico,
hemos crefdo util confeccionar y agregar dos elementos, c) Protocolo de prueba; d)
parrilla de calificacién.
a) Manual
En el Manual que se da a continuacién se encontraran todas las instrucciones nece-
sarias dadas por Raven para la aplicacién de la prueba. Nos adclantaremos a decir,
brevemente, que esta Escala Especial responde a los mismos furidamentos, técnica de
administracion, puntuacién y valoracién que la Escala General. Por consiguiente, quien
ya conozca la Escala General podré pasar a manejar este nuevo instrumento de inme-
diato, como algo. ya familiar. No obstante, quien, en cambio, entre en contacto con esta
técnica por primera vez, no encontraré dificultad alguna, y con mfnimo esfuerzo podra
adiestrarse en su correcto manejo. En cuanto a los fundamentos que respaldan el test,
remitimos al lector a nuestro trabajo “El test de Raven”, publicado como introduccién
del Test de Matrices Progresivas. Allf también se encontrard informacién acerca de los
puntos siguientes: caracterizacién del test, material de prueba, evaluacién de la prueba
y fundamentos, que valen también para esta Escala Especial.
b) Cuaderno de Matrices
La Escala Especial esté constituida por 36 laminas de dibujos coloreados inconiple-
tos. Al pie de cada una de ellas sc hallan scis dibujos pequefios, de los cuales solo uno
sirve para terminar correctamente el dibujo incompleto. Las 36 ldminas estan distribui-
das en tres series de 12 dibujos cada una, designadas series A, Ab y B, respectivamente.
Ségtin se ha dicho ya, los colores no forman parte del problema ni estan destinados a
orientar en la soluci6n; sirven meramente para facilitar la comprensién de la tarea y para6 TEST DE MATRICES PROGRESIVAS
hacerla mas atractiva a sujetos que por su edad o por su baja inteligencia son incapaces
de sentirse acicateados por esos problemas con la intensidad del individuo normal y del
de més edad, como ocurre en la Escala General, impresa exclusivamente en negro.
Los problemas estan ordenados en complejidad creciente: el All es el més facil y el
BH2el més dificil. Los tres tiltimos dibujos (B10, BIL y B12) estén impresos en negro
solamente, a fin de que si en el examen se verifica la posibilidad y conveniencia de so-
meter al sujeto a una més rigurosa medicién, enfrentandole con problemas mas comple-
jos, se pueda continuar con el examen, con toda naturalidad y con un mfnimo de tran-
icin, con las series C, D y E de la Escala General, que estan impresas en color.
Los problemas de las series A. Ab y B constituyen, en rigor, una prueba de percep-
cién estructurada y en segundo término, una prueba de educcién de relaciones. He aqui
las funciones que principalmente se examinan: percepcin de tamaiio (4 afios), percep-
cién de la orientacion en el espacio en una direcci6n y en dos direcciones simultanea-
mente (5 afios), aprehensién de figuras discretas espacialmente relacionadas con un
todo (Series A y Ab; de 5a 7 afios), andlisis de un todo en sus componentes, capacidad
de concebir figuras correlativas, educcién de correlaciones (problemas finales de la
Serie B; 8 afios)
c) Protocolo de prueba
El Protocolo de prueba que hemos confeccionado para esta edicién tiene tres partes.
La parte superior estd destinada al registro de los datos de identificacién del sujeto
(nombre, edad, escolaridad, etc.) y referencias de la prueba (fecha, forma de aplicacién,
motivos, duracién, lugar, expediente. etc.
La parte media sirve para la anotaci6n y clasificacion de las respuestas propuestas por
el sujeto. Esta constituida por tres columnas (A, Ab, B) divididas en 12 hileras, esto es,
en total, 36 casilleros, uno para el registro de cada una de las respuestas. Cada columna
esta dividida en dos subcolumnas: en la primera, mas ancha, se anota la solucién pro-
puestas a un problema, y Ia otra columna sirve para la correccién de la prueba. Cada
solucién se clasifica como positiva o como negativa con los simbolos convencionales (+
y -). La tiltima hilera sirve para la puntuacién; esto es, para computar los puntajes par-
ciales de serie obtenidos por el sujeto. Para ello bastaré sumar un punto por cada solu-
cidn correcta. Los puntajes parciales resultantes seran titiles para apreciar la consisten-
cia de la prueba (el grado de azar que puede haber intervenido), La summa de los puntajes
parciales nos da el puntaje total.
La parte inferior tiene dos sectores: 1) El sector derecho esti destinado al registro de
los dato bsicos necesarios para el Aiagndstico. La traduccién del Puntaje en percentil
y del Percentil en Rango de capacidad intelectual, 8 una operacién de simple conver-
sidn de datos que se realiza consultando las tablas respecti* ... 2) El sector izquierdo
esta destinado al registro sumario de la conducts general (bservad: por el sujeto duran-MANUAL DEL RAVEN ESPECIAL 7
te el examen. Si bien el comportamiento general no cuenta para la valoracién del ren-
dimiento, los 30 minutos de observacién que aproximadamente puede realizarse en el
transcurso de la prueba es susceptible dé brindar un interesante material informativo
complementario, que justifica la tarea de su registro, sobre todo cuando el procedimien-
to de asociacién es sobremanera sencillo y ejecutable durante el transcurso mismo del
examen con simples tildes. Para la descripcién de la “actitud del sujeto” durante la prue-
ba se han considerado tres criterias principales: forma de trabajo (reflexivafintuitiva
répida/lenta, etc.), y perseverancia (unifotme e irregular). Con vistas'a posibilitar un re-
gistro ms ajustado a la realidad, se ha trazado un segmento entre los rasgos polares de
cada pareja (rapidez/lentitud; inteligencia/torpeza; etc.) y el registro se hace marcando
una tilde (preferentemente de color) en el punto cuya distancia de uno u otro extremo
se considere més expresivo para el caso particular. De esta manera no se esta forzado
a caer ineludiblemente en calificaciones extremas y puede describirse la conducta obser-
vada con mis flexibilidad, adecuandose a Ja mayor 0 menor aproximacién del sujeto a
uno u otro de los extremos. Ademés, uniendo las tildes con un trazado auxiliar se ob-
tendré un perfil, asistemético, pero que mostrar graficamente (conductograma) si los
rasgos del individuo tienden a acumularse sobre el flanco izquierdo (positivo), sobre el
derecho (negativo) o sobre el centro (irrelevante y neutro).
d) Parrilla de Calificacién (Clave matriz)
Cuando la calificacién se hace de memoria (segtin suelen hacer los técnicos con Lar-
ga practica) tiende a caer en un procedimiento inseguro. De allf que se considers el
empleo de una “Partilla de calificacidn”, que es una cartulina que superpuesta al proto-
colo, deja ver a través de sus ventanillas, las Columnas con las respuestas anotadas, y en
cuyas jambas izquierdas, a la altura de las hileras correspondientes, figuran los ntime-
ros de las soluciones acertadas de cada problema. De esta suerte, la confrontacion de
la solucién propuesta con la correcta se hace con un maximo de simultaneidad y con un
minimo de esfuerzo. i
ADMINISTRACION
Acomodacién
El sujeto se ubica frente al examinador esencialmente. y con adecuada supervisidn se
puede dejar al sujeto que trabaje sdlo, e inclusive, en ciertos casos, que haga su propio
su propio registro en el protocolo.8 ‘TEST DE MATRICES PROGRESIVAS.
Instrucciones
La prueba consiste, pues, en presentar a la inspecci6n del sujeto, en el orden estan-
darizado, uno a uno, 36 problemas de completamiento ordenados por dificultad en
aumento; cada uno con la respuesta correcta mezclada entre otras cinco erréneas, y en
pedir al sujeto -segtin una férmula verbal establecida (vea consigna en este manual)- que
para cada problema sefiale la que en su opinién corresponde entre las soluciones brin-
dadas a su election. La explicacién de la tarea puede ser muy minuciosa y reiterarse en
la medida que sea necesario sobre los cinco primeros problemas de cada serie con la
restriccin de que dicha explicacién debe circunscribirse a la tarea, sin extenderse en
ninguin caso, al método de observacién o de pensamiento.
Cuando se aplica este test, a nifios que, incapaces de apreciar el resultado obtenido
con la pieza elegida, tienden a ser descuidados se requiere una cierta conduccién adi-
cional destinada a asegurarse que ha estudiado cuidadosamente el dibujo y que esta con-
vencido de que la pieza seleccionada por él es la sola y nica que, segtin su parecer, lo
completa correctamente.
Durante una conversacién preliminar se llena el protocolo de prueba con los datos del
nino. A continuaci6n el examinador abre el cuadernillo en la primera ilustracién. Al, y
diré: «Mira esto, (indica la figura superior). Como ves, es un dibujo al que se le ha sa-
cado una parte. Cada uno de estos dibujos (los sefiala con el dedo) tiene la misma forma
que ese espacio vacfo (lo seffala), pero s6lo uno completa el dibujo. El N° | tiene una
buena forma, pero el dibujo no queda bien. El N° 2, tampoco. El N° 3 tampoco va bien.
El N° 6 es casi bueno, pero falla aqui (sefiala la parte blanca). S6lo uno es bueno. Se-
fiala ti cual es el dibujo que viene bien». Si el nifio no sefiala la solucion el examinador
contintia su explicacién hasta que el examinado haya comprendido con claridad la na-
turaleza del problema a resolver. Entonces el examinador muestra el problema el pro-
blema A2, y dird: «Ahora indica la pieza qie completa este dibujo». Si el nifio falla, el
examinador puede redemostrar el problema A, y de nuevo pedirle que lo haga con A2.
Si resuelve bien el problema se pasa a A3, y se prosigue como antes. En la prueba Ad,
antes de que el nifio haya tenido tiempo para sefialar una de las piezas, el examinador
diré: «Mira cuidadosamente el dibujo (desplaza su dedo sobre su superficie). Solo uno
de estos ntimeros viene realmente bien. Ten cuidado, primero mira cada uno de estos
dibujos» (sefiala el espacio). Cuando el nifio ha indicado una de las piezas, correcta 0
no, el examinador diré: «;Es ésta la que viene bien para ponerla aqui?» (Indica en el di-
bujo superior el espacio a Henar). Si el nifio contesta: “si”, el examinador aceptara su
elecci6n con aprobacién, sea correcta o incorrecta. Si el nifio cambia de idea el exami-
nador dir: «Bueno, sefiala la que de veras venga bien». Una vez hecho el cambio, y sea
este correcto 0 incorrecto, el examinador vuelve a preguntar: «2 Es ésa?» Si el nifio que-
da satisfecho, se acepta su eleccidn. Si todavia se muestra dubitativo, el examinador
dira: «Bueno, ;cudl viene bien entonces?», y se acepla ya como decisién final aque elMANUAL DEL RAVEN ESPECIAL 3
nifio sefiale. El problema AS se demuestra del mismo modo que Ad. A cualquier altu-
raentre Al, y AS, el examinador puede recurrir al problema AL, para ilustrar la expli-
cacién de lo que el nifio debe hacer y pedirle que intente nuevamente. Si el nifio se
muestra incapaz de resolver correctamente los primeros cinco problemas (de Al a AS).
debe cambiarse la forma Cuadernillo por la forma Tablero. Si son resueltos con bastante
facilidad, el examinador pasa a A6, pero sola dira: «Mira bien el dibujo. Ahora dime.
{Cual de estos dibujos (seftala cada uno por orden) va ahf (seflala el espacio en blanco)
Ten cuidado, sdlo va bien uno, {Cual es? Fijate bien que realmente eliges el que viene
bien, antes de sefialarlo». Conforme se va presentando cada nuevo problema, se reite-
ra la misma instruccién tantas veces como lo crea titil. El examinador va anotando en
el protocolo el ntimero de la pieza escogida por el sujeto para cada prueba.
Al demostrar el primer problema de la Serie Ab, el examinador seffala por orden cada
una de las tres figuras del dibujo superior y el espacio libre a completar, y dice: «Ya ves
cémo sigue, ésa, ésa, ésa, {cual serd esta vez? Seftala la que venga bien para ahi. Ten
cuidado, Miralas en orden; sélo una es correcta, gCual es?» En los cinco primeros pro-
blemas de la Serie Ab, después que el nifio ha sefialado una pieza, correcta 0 no, el
examinador pregunta: «Es ésta la que viene bien para completar este dibujo?» (Sefiala
el dibujo y el espacio a completar). Y al igual que antes, si el nifio responde afirmativa-
mente, el examinador acepta su eleccién con aprobacién; si el nifio desea cambiar de
idea, el examinador procede como en la serie A, y acepta la que finalmente seftale como
correcta. Dir simplemente: «Fijate bien en el dibujo (sefiala en orden cada una de las
figuras y el espacio a completar). Ten cuidado, slo una de estas piezas viene realmente
bien para el dibujo (las sefiala en orden). ,Cual es?» Mientras se considere ttl se reitera
esta guia al abordar cada problema nuevo.
La Serie B se demuestra exactamente de la misma manera que la Serie Ab. Se con-
duce la atencién del nifio hacia la figura a completar. Se le recuerda que s6lo una de las
piezas que se exhiben abajo es correcta y se le pide que observe cada una de ellas ton
cuidado y que antes de sefialarla se asegure de que es la tinica correcta.
Dado que el ordenamiento de los problemas en la escala suministra el adiestramien-
to normal en el método de trabajo, las matrices deben presentarse siempre en el orden
estandar, pudiendo avanzarse desde el comienzo de la Serie A hasta el final de la Serie
B, sin interrupci6n. Las instrucciones estandarizadas constituyen la guia maxima que
debe darse al nifio. No se permite ayuda adicional alguna sobre é! método para resolver
los problemas. Si las instrucciones se repiten demasiado a menudo, predisponen al
descuido. Llegado el momento en que el nifio ha comprendido su tarea y se muestra
cuidadoso, esas instrucciones pueden abreviarse.
Si se trata de un nifio inds inteligente, puede pedirsele que anote por sf mismo sus
elecciones en el Protocolo y dejar que trabaje solo. En este caso, debe observarse que
no vuelve dos paginas del Cuadernillo por vez y que va tegistrando correctamente sus
elecciones en el Protocolo.10 TEST DE MATRICES PROGRESIVAS,
A la mayorfa de los nifios mayores de 8 afios puede confidrseles el registro de sus
elecciones en el Protocolo. A partir‘de esta edad puede emplearse bastante satisfacto-
riamente la Forma de Cuadernillo, en la forma colectiva o,de autoadministracién siem-
pre que medie una supervisién que asegure desde el comienzo que el sujeto ha compren-
dido y cumple con propiedad el registro del Protocolo. El mayor inconveniente estriba
en que el nifio puede volver dos hojas a la vez.
Cuando se emplea la Forma de Cuadernillo como prueba individual, resulta muy sim-
ple empalmar directamente con las Series C, D y E de la Escala General, si se considera
conveniente. No resulta practico, y en la mayorfa de los casos tampoco necesario,
emplear la Escala Especial como test colectivo. Para la administracién colectiva de las
Matrices en nifios de aproximadamente diez afios, por lo general resulta mas apropia-
da la Escala General.
Asimismo, las formas de Tablero y de Cuadernillo aplicadas a niflos menores de 7
afios revelan, hasta donde es posible, una baja confiabilidad (muy proxima a 0,65)-como
retest, y una correlacién de unos 0,5 con las Escalas de Vocabulario Crichton y el
Terman/Merrill, Forma L, Se ha comprobado que hacia los 9 afios la confiabilidad de
retest de las Formas de Tablero y de Cuadernillo aumenta hasta, por lo menos 0,80 y
que se correlaciona aproximadamente en 0,65'con las Escalas de Vocabulario y con el
Terman/Merrill. Sin embargo, sobrepasando el nivel total de desarrollo para el cual se
ide6 el test, la Escala Especial acusa una confiabilidad de retest cercana a 0,9.
Hasta el presente solo ha sido posible retestar pequefios grupos de nifios. Dado a que
a cada nifio se le aplicé la Escala tres veces y en forma individual, con un intervalo de
dos meses entre aplicacién y aplicacién, s6lo se ha podido trabajar con grupos de 35 a
100 nifios. Las bajas confiabilidades de retest halladas, que sobrevienen cuando se aplica
la Escala a nifios menores de 7 afios han dado origen a una cuestién de mayor genera-
lidad e importancia, de cuya investigacién més completa se informaré conforme se
vayan reuniendo datos confiables.
EVALUACION
Para evaluar el test deben seguirse los siguientes pasos:
1. Corregir la prueba: evaluar el acierto 0 error en la solucién propuesta por el suje-
to para cada problema. (Se utiliza la Parrilla de calificacién). En primer término debe
calificarse el acierto o el error de cada una de las soluciones propuestas por el su-
jeto. La operacién es muy sencilla: segiin queda sefialado sobre el Protocolo de
prueba se superpone la clave matriz de correccién y se marcan (a través de las ven-
tanas de esa parrilla) en las casillas correspondientes del protocolo, los signos + 6
segtin sea la solucién positiva o negativa, En caso de varias respuestas, a los fines
de la puntuacién se considera la tiltima, :MANUAL DEL RAVEN ESPECIAL nu
2. Obtener los puntajes: computar el ntimero de soluciones acertadas para cada serie
(puntaje parcial) y en el de series (puntaje total). Cada respuesta positiva se computa
como un punto a favor: la suma de puntos acreditados nos da el puntaje obtenido
por el sujeto (puntaje natural o bruto), en la serie (puntaje parcial) y en total (pun-
taje total). La escala de puntajes totales posible oscila entre 0 y 36.
3. Verificar la consistencia del puntaje: comprobar si la composicién del puntaje del
sujeto se ajusta a la esperada. La consistencia se establece facil y répidamente com-
parando la composicién (los puntajes parciales) del puntaje total del sujeto con la
composicién (puntajes parciales) normalmente esperable para ese puntaje total, y
que figura en el manual. Entre el puntaje parcial real y el esperado s6lo debe haber
una diferencia (discrepancia) que oscila entre +2 y -2. Sera consistente todo puntaje
cuya composicign discrepe del normal en -2, -1, 6 +1, +2. En todos los casos el
puntaje serd inconsistente.
Ejemplos: si el sujeto ha obtenido 23 puntos, este puntaje debe estar compuesto por
los puntajes parciales siguientes: 9 en la A, 8 en la Ab y 6 en la B. Ser consisten-
te si por ejemplo, su puntaje esté parcialmente compuesto asi: en A 11,en Ab7 y
en BS (discrepancia +2, -1, -1); 0 asi: 7, 10, 6 discrepancia - 2, +2, 0). Sera, en cam-
bio, inconsistente, un caso como éste: 9, 11, 3 (discrepancia 0, +3, -3).
4. Convertir el puntaje obtenido por el sujeto (puntaje bruto) en el puntaje medio o ti-
pico (norma).
5. Convertir el puntaje medio en percentil: estimar el puntaje del sujeto en relacién con
un grupo de cien sujetos de su misma edad.
EI puntaje total obtenido en la prueba de Raven se estima segtin una escala en per-
centiles (P), procedimiento que tiene la ventaja de formular resultados de clara sig-
nificaci6n: el rango que por su capacidad intelectual un sujeto ocupa dentro de un
grupo de cien sujetos de igual edad. Para transformar el puntaje del sujeto en el per-
centil que corresponda se consultan las Tablas de Normas Percentilares en las que
figuran los puntajes medios 0 tfpicos (‘“normas”) para las diversas edades. La tarea
consiste en convertir el puntaje bruto del sujeto en la norma equivalente para los
sujetos de su edad.
6. Convertir el percentil en rango: calificar con un fndice ordinal la capacidad intelec-
tual del sujeto. Una vez calculado el percentil del examinado, se establece su signi-
ficacién en el cuadro de diagndstico.
En la prdctica son tres pasos, pues el | y el 2 son en rigor uno, y las conversiones 4,
Sy 6 se cumplen en un simple trdmite, consultando las normas correspondientes.2 TEST DE MATRICES PROGRESIVAS
CLAVE DE RESPUESTAS
Problemas
A
3
= | a
a
B s
EVALUACION DE LAS RESPUESTAS POR EDAD
Menor de 3 afios: Cuando se aplica la Forma de Tablero a nifios pequefios, a menudo
se observa como primera respuesta que el nifio junta las piezas movibles en sus
manos y se pone a jugar con ellas.
3aiios: Hacia esta época, por lo general el nifio ubicaré una de las piezas en cl exca-
vado del dibujo. Al principio se satisface con cualquier pieza por el mero he-
cho de que Ilena el espacio disponible, y con frecuencia el nifio ensaya con dis-
tintas piezas, una tras otra, como si se sorprendiese de descubrir que todos van
bien en el excavado del dibujo superior 0 en cualquiera de los excavados de las
piezas movibles. Algunos nifios completaran bien los dos o tres primeros pro-
blemas de la Serie A.
4 afios: Hacia esta época el nifio por lo regular advierte que una de las piezas movibles
se asemeja al patrén superior. Al principio le basta con que sea semejante al
modelo: el tamaifio o la orientacién del patrén no parecen importar. Asf a me-
nudo se hallar4 que un nifio completard un dibujo de Ifneas horizontales con
una pieza de Iineas verticales, y pareceré muy satisfecho con el resultado, atin
cuando observe la pieza ya ubicada en el excavado, En una etapa ulterior de
_ Su desarrollo, el niio atiende también al tamafio y ala orientacién del patrén.
Cuando ello ocurre, con frecuencia se asegura en ese sentido ya al hacer su
primera eleccién para un completamiento. El adiestramiento que surge de
ajustar una pieza en el excavado del patrén ocurre, al parecer, algo mas tarde.
Una vez producido, los resultados del ensayo y del error adiestran al nifio en
el método de trabajo. Desde esta etapa en adelante el nifio solo necesita estar
seguro de haber elegido la pieza correcta para completar un dibujo de primera
intencidn, si puede.
5 aiios: Hacia esta edad el nifio.a menudo se satisface si la pieza que él inserta.comple-
ta el patrn correctamente en una sola direccién. Més tarde el nifio comienza
aelegir una pieza que complete cl patrén en dos direcciones simulténeamen-
te. Al aproximarse a esta edad, el nifio “mAs brillante” a menudo comenzaré a
manipular el material de prueba en forma espontanea, como diversién. AunMANUAL DEL RAVEN ESPECIAL 13
6 afios:
7 altos:
cuando va haya insertado la pieza correcta, a veces Ia extracrA deliberada-
mente para probar con otras. Sin embargo, es bastante caracteristico que el
nifio brillante tienda a insertar primero la pieza que corresponde. Todo cam-
bio que el nifio introduzca despues, se registra; pero a los fines de comparar
los resultados obtenidos con la Forma de Tablero y con la Forma de Cuader-
nillo, el examinador, calificaré como positiva o negativa la primera pieza enca-
jada, tanto si el nifio la dejé en posicién como si la extrajo para probar con
otras,
Algunos nifios ya después que han encajado la pieza correcta quedan pre-
ocupados por pequefias imperfecciones en el calce de la pieza y desean cam-
biarla. Por esta raz6n, asi como por el hecho de que los nifios brillantes gus-
tan jugar con el material, si el nifio luego de haber resuelto un problema in-
tenta retirar la pieza, convendrd interrogarle por qué lo hace, y si ése ha sido
el caso, explicarle més cuidadosamente las normas generales a que debe ajus-
tarse en el test. Una solucién correcta se puntuard como negativa porque el
nifio no haya podido explicarse. En raz6n de la incapacidad del nifio para ver-
balizar sus juicios, no debé excluirse la posibilidad de que mentalmente haya
resuelto el problema. A su vez, los errores que se hayan corregido como re-
sultado de ensayos previos, suministran una informaci6n de valor psicolégi-
co considerable, pero no se computan a los fines del puntaje total del test.
Hacia esta edad, el nifio a menudo puede elegir una figura que completa co-
rrectamente el patrén, atin cuando, como en la prueba A8, la figura que debe
elegir (N° 2) sea distinta de todas las otras partes del dibujo a llenar.
Los nifios torpes en esta etapa comienzan a funcionar notablemente mal, por
lo general intentan reiterar el patrén dado y, muy a menudo, adoptan este pro-
cedimiento como rutina para su trabajo. Aun cuando ya encajada la pieza en
el patron quede en evidencia su inadecuaci6n, es habitual que parezcan muy
satisfechos con el resultado y rara vez deseen cambiarla.
Los nifios “brillantes” mayores de 6 afios, y la mayoria de los nifios antes de los
7 aiios, comprenden muy bien los problernas cuyos dibujos estén impresos en
fondo de color vivo. Si se logra inducirlos a observar todas las piezas inferio-
res antes de que decidan su eleccién entre las piezas movibles, los resultados
obtenidos con la forma de Cuadernillo se acercarén estrechamente a los que
se acusan en la Forma de Tablero. Practicamente, para todos los propésites
clinicos de rutina, desde los seis afios en adelante, la Forma de Cuadernillo im-
preso en colores puede usarse con buenos resultados.
Aesta edad habitualmente el nitio puede concebir figuras discretas (del tipo de
la Serie Ab) como espacialmente relacionadas a un “todo”, pero, a lo que
parece, halla dificultad para analizarlas en sus componentes. Cuando falla en4
TEST DE MATRICES PROGRESIVAS
8 aiios:
la solucion de un problema de la Serie Ab, elige una pieza que repite una de
las tres partes del patrén 0, como ocurre a menudo, elige una que contiene el
patrén entero, esto es, el dibujo incompleto y la pieza requerida para comple-
tarlo. Asi, por ejemplo en Ab4, elegird la solucion 2. La capacidad para elegir
una parte bien orientada para completar un patrén, que aparentemente fue
concebido como un todo, parece desarrollarse algo mas tarde. Es curioso que
si al administrar la Forma de Tableto el niffo elige una cuarta parte de un cua-
drado 0 de un cfrculo, por lo comtin se muestra muy satisfecho de su elec-
cidn. Si ha insertad, la pieza en el patr6n, rara vez la cambia. A lo que parece,
Ia forma de presentar el test, influye poco o nada en su juicio; el hecho de que
se haya empleado la Forma de Cuadernillo no incide sobre el error. Una vez
que el nifio es capaz de analizar un todo preconcebido en sus componentes
y de seleccionar la pieza adecuada para completarlo, puede resolver con éxito
la mayorfa de la, problemas de la Serie Ab.
El nifio de esta edad puede por lo regular resolver sin dificultad la mayoria de
los problemas de la Serie Ab, y los resultados obtenido son por lo comin
consistentes y confiables. La dificultad comienza cuando deben abordarse los
problemas finales de la Serie B. A lo que parece, ninguna ejemplificacién in-
troductoria destinada a adiestrar al nifio en el método de razonamiento le
ayuda a resolver estos problemas.
En lugar de elegir la figura correlativa requerida, el nifio de 8 afios por lo
general repite una u otra de las figuras ya dadas en el patron incompleto, y
hasta adoptaré ese método como el apropiado para todo el trabajo. Si, por
ejemplo en la prueba B8, elige la solucién 46 5, en las pruebas ulteriores de
ordinario continuaré eligiendo una pieza que repite la figura lateral 0 que se
halla inmediatamente encima de la laguna a completar.
Algunos nifios pasan naturalmente y sin dificultad de los problemas introduc-
torios a los finales de la Serie B. Los sujetos que se hallan en este caso, por !o
comtin pueden resolver muchos problemas de las Series C, D y E de la Escala
General, casi del mismo modo que un adulto.
Parece ser que la capacidad para concebir la figura correlativa exigida para
completar una matriz de relaciones habitualmente comienza a madurar a esta
edad. Hasta tanto se alcance ese nivel de madurez, los problemas que se pre-
sentan al final de la Serie B carecen de significado para el nifio. En cambio, una
vez que se ha alcanzado dicho nivel parecen ser evidentes por sf mismos. Re-
sulta sobremanera dificil idear un problema intermedio entre aquellas cuya so-
lucién depende de la seleccién de una pieza relevante para completar un gru-
po, de figuras discretas concebidas como un todo espacialmente relacionado,
y aquellos otros cuya solucién depende de la comparaci6n entre los caracte-
tes de dos figuras, infiriendo por analogfa, a partir de una tercera, la naturaleMANUAL DEL RAVEN ESPECIAL 15
za de una cuarta. Para Ja mente madura, estas dos clases de problemas pare~
cen similares y aparentemente solucionados por una linea de,razonamiento
més 0 menos igual. En razonamiento para el nifio constituyen problemas muy
distintos y parecen provocar procesos mentales diferentes.
Aqui acaso reside la explicacién de por qué, en ciertas investigaciones, en es~
pecial cuando se trabaja con nifios, la Escala General acusa un factor «K»*,
hecho que por lo comtin no ocurre cuando se trata de adultos.
9 afios: Haciaa esta edad el nifio ordinario es capaz de trabajar solo satisfactoriamente
y, cuando se permite hacerlo con tranquilidad, a su propio ritmo y sin interrup-
cién, de ordinario brinda una muestra de su trabajo mental més consistente y
confiable que cuando lo hace bajo supervisin individual. El nifio de mas de
nueve afios de edad es, por lo general, capaz de resolver la mayorfa de los pro-
blemas en la Serie B y, por lo menos, algunos en las Series C, D y Ede la
Escala General. Para un nifio de buen nivel de madurez esta tiltima es, casi
siempre, la Escala mas conveniente para su medicién. No obstante, algunos ni-
fios de esta edad no han desarrollado atin la capacidad para razonar por ana-
logia lo suficiente como para adoptarla como un método consistente de trabajo.
En tales casos la mas conveniente es la Escala Especial en su Forma de Cua-
dernillo. La edad en que se presenta en el nifio por vez primera la capacidad
para el razonamiento analégico, tiene menor importancia que su subsecuente
capacidad para adoptar esta forma més abstracta de pensamiento cuando ella
comienza a madurar. El progreso educacional del nifio, cualquiera sea la na-
turaleza del trabajo que debe enfrentar, parece depender en buena medida del
{iltimo grado que alcance en el empleo consistente de este método de pensa-
miento,
10 afios 6 mAs: Desde esta edad comienzan a diferenciarse paulatinamente las respues-
tas de nifios intelectualmente brillantes, normales y torpes. La Escala Especial
muestra con claridad si la capacidad para el razonamiento analdgico se ha de-
satrollado o no. Una vez desarrollada dicha capacidad, las series A, Ab y B,
ya no discriminan entre un nivel y otro; por tanto, la Escala General ofrece ma-
Yor valor discriminativo. Si la capacidad para razonar por analogfa no se ha
desarrollado todavia, la Escala Especial, aplicada en forma individual 0 colec-
tiva, puede utilizarse a fin de reconocer hasta qué punto un sujeto esta en con-
El propdsito del Test de Matrices Progresivas es medir el factor g, 0 factor general de la inteligen-
cia en el semido de Spearman, x no un factor s (specific-especifico), como lo es el k, factor espa
cial (desenbierto por El Koussay, psicdlogo egipcio, en 1935). Setalemos de paso que Estes ¥
Guilford indicaron la presencia del factor k, especialmente en los tests de sablero, Guilford anali-