Este poema critica la religión andaluza por representar a Jesucristo como un símbolo estático e inmóvil en la cruz. En contraste, el poeta prefiere identificarse con un Jesucristo que actúa y se mueve en el mundo. El segundo poema describe un sueño romántico donde el poeta camina de la mano con su amada por un paisaje idílico de colores vivos.
Este poema critica la religión andaluza por representar a Jesucristo como un símbolo estático e inmóvil en la cruz. En contraste, el poeta prefiere identificarse con un Jesucristo que actúa y se mueve en el mundo. El segundo poema describe un sueño romántico donde el poeta camina de la mano con su amada por un paisaje idílico de colores vivos.
Este poema critica la religión andaluza por representar a Jesucristo como un símbolo estático e inmóvil en la cruz. En contraste, el poeta prefiere identificarse con un Jesucristo que actúa y se mueve en el mundo. El segundo poema describe un sueño romántico donde el poeta camina de la mano con su amada por un paisaje idílico de colores vivos.
Este es un poema de carácter religioso, más concretamente, una crítica a la religión andaluza. El poeta no se identifica con el Jesucristo representante de Dios, como un símbolo inmóvil y estático, sino más bien con un Jesucristo que obra y desarrolla acciones.
6. Soñé que tú me llevabas
Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!...
Vive, esperanza ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!
Un poema claramente romántico, en el que Machado se
dirige a un amor. Se aprecia el uso elevado de adjetivos, con énfasis en los colores (montes azules, campo verde), para dar más matices a la descripción.