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RAMON LUIS SORIANO DiAZ JUAN JESUS MORA MOLINA (coordinadores) TEORIA Y FUNDAMENTOS DEL DERECHO. PERSPECTIVAS CRITICAS Juan Jess Mora Mouina Ramon Luts Soriano Diaz ‘M- Luisa Soriano GonzALEz Cartos AGUILAR BLANC Jost CePEDELLO Boso CarLos ALARCON CABRERA FERNANDO LEON JIMENEZ Raragt RopriGuzz PRIETO José Maia Seco MarriNEZ Manvet Jest's Lopez BARONI Isasex Victoria Lucena Crp Jost: Mora Gatiana CAPITULO mT DERECHO Y ESTADO, RELACIONES DERECHO-ESTADO Y MODELOS DE ESTADO RAMON Lu1s Soriano Diaz Catedritico de la Universidad Pablo de Olavide. Sevilla SUMARIO: I. Introducién. La nocién de Estado, 2. Las relaciones entre Derecho y Fatado. 21. El Derecho priritario respecto al Estado, 22. El Estado priortaro respesto al Derecho 2.3. EI Derecho yl Estado se identifican. 24 Fl Derecho y a Estado divergen. 3. El Estado absoluto, 3.1. Preliminares 3.2. Los caracteres del Estado abvoluta 4. I Eetado liberal de De ‘echo. 4i, Preliminares 42. Los caracteres del Estado liberal de Derecho. 3 El Estado socal 4e Derecho. 5.1 Preliminares. 5.2. Los earateres del Estado soca! de Derecho. 6 El Ertado comunista. 61. Preliminares. 62. Los caracteres del Estado comunista, 7 El Estado pluricen. ‘co, 71, Preliminares 7.2. Los caracteres del Estado pluricentrivo. 8. Biiograia, 1, INTRODUCCION. LA NOCION DE ESTADO Hay dos facetas en el estudio del Estado: Ia doctrinal y lahist6rica, es decir, las teorlas acerca del Estado y las construcciones histéricas del Estado. Vamos a centrar- ‘nos en la segunda, ya que el presente capitulo tiene la orientacién de aportar nocio- nes clementales. E] contenido de este tema seria completado con una vision doctrinal del Estado en la doble vertiente de Ta critica alos modelos historicos y ac- ‘talmente vigentes de Estado y de planteamiento de otros modelosideales de Estado, Eo el itinerario de los modelos doctrinales de Estado, que no podemos aten~ der en las cortas dimensiones de este capitulo, tendriamos que abordar: el Estado absoluto (Th. Honnes, 1989), el Estado minimo (Nozick, 1983), el Estado liberal de Derecho (F. HAYEK, 1975), el Estado social de Derecho (B. Diaz, 1979; A. E. Pérez L1No, 1995), el Estado garantista de Derecho (L. PERRASOL!, 2001), el Es. tado procedimental de Derecho (J. HABERMAS, 1998). He asociado a la relacién de las teorias sobre el Fstado una serie de autores representativos, pero hay que tener en cuenta que el encasillamiento es a veces complicado, pues un mismo au tor puede ser incorporado a més de una teoria, Es explicable porque las teorias no se ofrecen en compartimentos estancos, sino que a veces se montan unas sobre otras (¥. gr, las teorias sobre 1os modelos de Estado de Derecho). Obviamente, los modelos doctrinales de Estado, de los que he seleccionado los mas destaca dos, son més numerosos que los histéricos. EL Estado absoluto es el modelo de ejercicio del poder sin limites y concentra do. No hay divisién de poderes estatales ni preeminencia de las libertades indivi- uales respecto a las actuaciones del poder. El Estado minimo es el modelo me- nos extenso de Estado, cuya funcién es la mera vigilancia del libre juego de los (52) ‘Cap it DERECHO Y ESTADO 3 derechos de libertad y propiedad, absolutos eilimitados. El Estado liberal de De- recho presenta ya una carta de libertades individuales que deben ser respetadas y ‘protegidas por ios poderes estatales separados (el Legislativo, el Ejecutivo y el Ju dicial). E1 Estado social de Derecho sigue el modelo del Estado liberal al que afia- de el reconocimiento de los derechos soéiales y una politica social estatal para la pproteccidn de los mismos El Estado garantisia se esmera en que los derechos de Jos ciudadanos sean acompaiiados de las garantias y medios para su desarrollo, ‘uniendo la eficacia al reconocimiento formal. El Esiado procedimental de Dere~ ccho se preocupa del consenso sobre la adopeién de unas reglas en Ia titularidad y ejercicio del poder, a las que se llega mediante el discurso ético-piiblico. En el itinerario de los modelos hist6ricos de Estado examinamos el Estado absoluto, el Estado liberal de Derecho, el Estado social de Derecho, el Estado co- ‘munista y el Estado policéntrico. Cubren los capitulos siguientes, Si hemos de tratar las relaciones entre Derecho y Estado, previamente tenc- ‘mos que identificar los origenes del Estado y la nocién del mismo. No todos tene- ‘mos una misma idea de Estado, y una de las razones es la diferente ubicacién de sus origenes. Algunos adoptan una concepcién estricta de Estado, situando su nacimiento en el Estado soberano del siglo xv1. El Estado en su versién estricta obedece al modelo histérico que se configura en los nuevos y florecientes Estados del siglo xv. Este modelo de estado se caracteriza por notas singulares: a) la pre- valencia respecto a los denominados cuerpos intermedios: los sefiorios de tado tipo de los que eran titulares los nobles; b) el concepto de soberania como poder ‘supremo que no tiene a otro por encima de él (el soberano ya no obedece a vincu- 10s ajenos a su voluntad provenientes de los sefiores o el papado y el imperio); ¢) la concentracién de los poderes estatales en el soberano, que ejerce el poder di rectamente o a través de delegados: se delega el ejercicio de los poderes, no la titt- laridad; y d) la configuracién de una hacienda y ejércita propios y estables, (Otros adoptan una concepcién laxa de Estado como organizacién politica ya presente en la Edad antigua. Empresa dificil resulta llegar a un acuerdo sobre las, cualidades que deben adornar a una organizacién politica antigua para ser agra- ciada con el titulo de Estado. En mi opinién, deben confluir las siguientes notas: capacidad de dominio interno del soberano, posesién de territorio, defensa exte- rior por medio del ejército y ejercicio por el soberano de los poderes normativo, administrative y judicial Por otro lado Ia nocidn de Estado nos llevaria a redactar un tema aparte, pues znos obligaria a entrar en el capitulo extenso de las teorias sobre el Estado, Las ‘concepciones sobre el estado son muy diversas en fumcién de estas teorias. Some- ramente, sefialo algunas relevantes para precisar Ia presencia o ausencia del Dere- cho en eilas y, en caso positivo, el sentido del mismo: a) Teorias organicistas, que contemplan al Estado como un organismo vivo de la naturaleza con partes en su composicién y funciones delimitadas, encon- twando en el Estado érganos y competencias similares a los que se divisan en un ser vivo. Teorias ya rebasadas y rechazadas desde hace tiempo (v. gr. Spencer), b) Teorias historicistas 0 romanticas, que ven en el Estado el desarrollo de un caricter o estilo de un pueblo, traducido en normas ¢ instituciones singulares que \ 54 ‘TEORIA ¥ FUNDAMENTOS DEL DERECHO le definen. Una concepcién tradicionalista del Estado, que se relaciona con las fi- losofias conservadoras (v. g., Savigay). ‘©) Teorlas espiritualistas, que contemplan en el Estado la concrecién del es- pititu de un pueblo, que evoluciona y pasa por etapas sucesivas, a las que ha ser- vvido de fuente la idea hegeliana del Estado como desarrollo del Espiritu Objetivo; elestado os una etapa de la evolucién del Volkgeist o Espiritu del Pueblo (Hegel). 4). Teorias sociolégicas, que consideran al Estado solamente como un hecho histérico consistente en la organizacién politica de la sociedad con la finalidad de ‘una ordenaci6n interna eficaz de las relaciones de los sujetos y de una protecci6n respecto a poderes externos, y que se caracteriza por su fuerza o poder supremo. Una radicalizacién de esta vision del Estado es la teoria que le considera un mero producto de la fuerza social dominante (Wiese). ©) Teorias normativistas, que en el polo opuesto a las teorias del punto ante- rior no ven en elestado otra Cosa que una expresién juridica. El Estado se reduce al ordenamiento juridico, de forma que todos sus elementos son aspectos de las normas. El territario del Estado no es otra cosa que la validez espacial de las nor- ‘mas. El poder es la soberania fijada en la norma en su contenido y alcance. Y asi sucesivamente (Kelsen). 1) Teorlas socio-juridicas, que establecen una doble dimensién en el Estado: 1a dimensi6n social y la dimensién juridica. El estado es una realidad social, que adquiere entidad mediante el ordenamiento juridico estatal. La materia de la rea- lidad social se hace Estado mediante la forma del ordenamiento juridico. Pues el Estado ni es hecho social aislado ni es ordenamiento juridico separado, sino la confluencia de ambos (v. gr, Recasén Siches). De todas las teorias presentadas creo que Ia concspeién del Estado como fe- némeno socal y juridico es la mis acertada. No es concebible un Estado como amasijo de hechos sin Derecho. Cualquier Estado —también el més pequeiio, también el ms injusto— necesita de la norma para obtener un minimo de cohe- sin y organizacién, Por otra parte, este necesario Derecho del Estado no tiene ‘que presentar earactefsticas especiales para poseer validez juridica. Puede ser un Derecho excato¢injusto, sin por ello dejar de ser derecho. Los partdarios de una vision meramente sociologica del Estado defienden su postura argumentando que bay Estados que se imponen y funcionan con el instrumento de la fuerza, Adoptando una idea de Ia fuerza como elemento contrario al Derecho. Curiosa- ziente, los stados trinicos y autortarios se caracterizan por una enorme masa 0 ‘materia jurdiea con el objeto de controlar a sus sibditos: Estados que se valen de Ja norma jurdica con profusién. 2, LAS RELACIONES ENTRE EL DERECHO Y EL ESTADO 2.1, EL DERECHO PRIORITARIO RESPECTO AL ESTADO Tedricamente, el lusnaturalismo ha sostenido la preexistencia del Derecho al Estado; el Derecho es constituido por la conciencia del sujeto, desde su nacimien- CCAP Il DERECHO Y ESTADO 35 ‘o, bajo Ja forma de un Derecho natural en el estado de naturaleza. Posteriormen- teel pacto social de sujetos indigentes poseedores de derechos naturales tar abso- Iitos como desprotegides da nacimiento a la sociedad politica y ésta crea una organizacién politica (un ejemplo de la misma seria el Estado) y de esta organiza- cién derivaria el Derecho estatal Facticamente, los partidarios de esta tesis argumentan desde una concepeién estricta de Estado que el Estado es un hecho, una realidad histérica que surge ‘cuando en la organizacién politica confluyen varios elementos: hacienda y ejérci- to propios, centralizacién del poder en el soberano, soberania como principio bé- sico. Un hecho que tiene lugar en siglo xvr con precedentes en el siglo anterior. Como ejemplos destacados el Estado de los Reyes Catélicos en Espafia o de Francisco I en Francia. Antes del surgimiento del Estado, existia ya el Derecho como norma de organizacién social. 2.2, EL, ESTADO PRIORITARIO RESPECTO AL DERECHO Tebricamente, el Positivismo juridico ha defendido la vinculacién del Derecho ala existencia del Estado: no hay Derecho sino procede del Estado. El Estado es el hecho social creador del Derecho. Fécticamente, los partidarios de esta posicion afirman que el Derecho necesi- ta una coaccién o coercibilidad para imponerse y ésta no puede proceder sino del Estado, ya que éste es el monopolizador de la coaccién que es la fuerza converti- dda en legal y legitima por proceder de él. El Derecho necesita del Estado, porque sin su ayuda es una mera norma social, pero no una norma propiamente juridica, 23. EL-DERECHO VEL ESTADO SE IDENTIFICAN ‘Tebricamente, el Positivismo juridico radical, una de cuyas formulaciones ¢s el kelsenismo, ha identificado el Derecho con el Estado, porque el Derecho es la ‘norma coercible, y s6lo el Estado puede proporcionar la necesaria coercibilidad a Ja norma. En la concepcién kelseniana de la norma ésta consiste en la imposicién, de una sancién sila norma no es cumplida, una sancién que depende de su esta- blecimiento por el Estado. E, igualmente, el ordenamiento juridico para ser tal debe ser un ordenamiento juridico, coactivo, y un tal ordenamiento sélo puede ser dictado por el Estado. Bor tanto, no es que el Derecho necesite al Estado, sino que el Estado es el Derecho. Fuera del ambito del kelsenismo, también las teorias marxistas han identifica- do el Derecho con el Estado, pero desde una éptica diferente: la identificacion de Derecho y Estado en la defensa de los intereses de las cases dominantes. Derecho y estado son ambos instrumentos de tales intereses dominantes, Se produce una ‘casi identificacién, pero no una total identificacién en el marxismo. El Derecho es la forma de los intereses dominantes, El Estado es la organizacién de los mismos Fcticamente, los profesos de esta tesis aseguran que hoy en dia el Derecho no puede desenvolverse al margen del Estado con su voracidad creciente de la mate- 56 ‘TEORIA Y FUNDAMENTOS DEL_DERECHO ria jusidiea; poco se escapa al control del Estado actual; y no vale contra esta rea- lidad aludir ala crisis del Estado, pues si bien es verdad que el modelo tradicional de Estado ya no est vigente o pierde fuerza e influencia, las nuevas modalidades en las que se convierte el viejo modelo estatal, por arriba 0 por debajo del Estado, siguen manteniendo ef mismo monopolio respecto al Derecho que el Estado tr dicional . Para aquellos que sostienen que hay espacios del Derecho que escapan al control del Estado, se les puede replicar que estos pretendidos espacios aut6no- ‘mos se mantienen en cuanto el Derecho estatal lo permite o delega en ellos, pues siempre es posible que la fuerza del Estado se dirija hacia ellos y cambie cl estado de cosas. 24, EL DERECHO ¥ BL ESTADO DIVERGEN Esta cuarta posicin de las relaciones estado-derecho no suele estar presente en las publicaciones al uso, pero tiene plena legitimidad su inclusin, pues en ambos te- rrenos de la realidad y la doctrina encuentra apoyos, La divergencia entre Derecho y Estado significa que puede existir un derecho distinto al Derecho del Estado e, inclu- s0, contrario a él. Esta divergencia conduce a la defensa del pluralismo juridico fren- teal monismo juridico, que solamente concibe como Derecho al Derecho estata. ‘Teéricamente, el pluralismo juridico es la teoria promotora de una pluralidad de derechos: el Derecho del estado y otros derechos generados por la sociedad y sus grupos y colectivos al margen del Estado, Es obligada la referencia a los mo- vimientos y escuelas socio-juridicas de finales del sigho x1x y principios del 0c: a escuela sociolégica francesa, el movimiento de derecho libre, la jurisprudencia de intereses, el realismo jurfdico [.J, que constataron en primer lugar la existencia de lagunas del Derecho estatal no contempladas en las normas del ordenamiento juridico del Estado y posteriormente Ia necesidad de defender un pluralismo de Tuentes del Derecho, en el que la ley del Estado era la principal fuente pero no la linea, Junto a la ley del Estado conflutan otras fuentes, como la costumbre, fa doctrina, la jurisprudencia, Puesto que se trata de un pluralismo en el que la ley {del Estado ocupa el principal puesto en la jerarquia de fuentes, un pluralismo ‘dentro del Derecho del estado, podemos hablar de un pluralismo interno. Hay una segunda fase en la evolucién del pluralismo juridico, en la que ac- tualmente nos encontramos, que ya no se reduce a una pluralidad de fulentes den- tro del Derecho estatal, sino a una diversidad de derechos, siendo el Derecho es- tatal uno de ellos. Aparecen derechos alternativos al Derecho estatal, que se colocan en el papel de reguladores de determinadas comunidades y territorics, al margen y como complemento del Derecho del estado, o bien, en una posicién en- frentada al Derecho estatal, aspiran a su supresién poniéndose en su Inger. Fécticamente, hoy en dia hay paises en los que el tinico derecho no es el Dere- cho del estado, Son numerosos los Estados dotados de una sociedad heterogénea en los que convive el Derecho estatal con otros derechos, frecuentemente estados con minorias étnicas y nacionales. Normalmente, los otros derechos distintos al Derecho del estado no se oponen al Estado y su Derecho hegeménico, sino que reclaman un espacio territorial y personal donde se respete su vigencia. Piden, CCAR Hl DERECHO ¥ ESTADO 37 ‘pues, una alternancia juridica complementaria, pero no opuesta al Derecho esta~ {al Sélo excopcionalmente la alternancia juridica se presenta como la negacién del Derecho estatal para suprimirlo y colocar en su lugar el derecho alternativo. Ejem- pos de esta pretensién de la alternancia juridica son los numerosos Estados con ‘minor{as autéctonas y colectivos marginados, donde no llega y penetra el Derecho del Estado, a veces por la resistencia opuesta por estas minorias y colectivos; otras ‘veces por pura desidia y negligencia del Estado, que los abandona a su suerte. CConsidero que Derecho y Estado no son equiparables. La teoria kelseniana de Ia equiparacién no se sostiene por su cardcter reductivo: no todo el Estado es sis- tema juridico (ni mucho menos sistema juridico coactivo, como quiere Kelsen), ‘aunqie es cierto que el sistema juridico es un elemento esencial del Estado. Cual- ‘quier sistema juridico, incluso el arbitrasio e injusto, pues el estado no necesita ser justo para ser Estado, El Estado es efectivamente derecho, pero también drga~ nos productores del mismo e instituciones —el Ejército, la Administracién, la Po- licia.,, que encuentran su unidad funcional, competencias y legitimidad en el Derecho, pero que no se reducen al Derecho. El Estado resuita asi una conjun- cin de derecho y realidades sociales, normas y hechos sociales. Las realidades o hhechos sociales tienen un doble sentido: a) producen, aplican, controlan el dere- ‘cho; y B) son ardenados por el derecho generado, Un mismo hecho o realidad so- ‘ial puede presentar esta doble funcionalidad respecto al Derecho. As{ el Paria- mento es parte del Estado como realidad social que produce el derecho més cualificado del Estado por medio de la legislacién, pero esta legislaci6n también regula y limita las competencias y actuaciones del Parlamento, wPrioridad del Estado o del Derecho? El derecho como simple norma regula- dora de la convivencia social, como consabida norma de organizacién social, es muy anterior al Estado en sentido estricto. Fl Derecho ha tenido una larga exis- tencia antes de que surgiera el Estado, Pero también constatamos que una vez configurado el Estado, hay derechos que se mantienen al margen del Estado. Con Jo que resulta que, antes y después del nacimiento del Estado, el Derecho n0 es una variable dependiente del Estado, sino que tiene su propia vida independiente. 1Lo que podemos sostener como principio general es que el Estado —en cual- quiera de sus formulaciones hist6ricas— produce el derecho prioritario y extenso, al margen del cual en sociedades heterogéneas pueden ubicarse zonas de anomia © no-derecho y zonas de otros derechos distintos al Derecho estatal. 3. ELESTADO ABSOLUTO 3.1. PRELIMINARES Se ha identificado en la doctrina juridica al Estado absoluto como el Estado ayuno de Derecho, el estado del no derecho, contrastindole con el Estado de De~ srecho, que comienza a configurarse con las revoluciones liberales de mediacdlos del siglo xvut, No es una identificacién acertada. El Estado absoluto es un modelo de Estado que carece del singular Derecho del Estado de Derecho, pero no es un Es- tado sin Derecho, Tampoco es razonable identificarle con el Estado imperialista, 58 "TEORIA Y FUNDAMENTOS DEL DERECHO ‘pues el imperialismo es una formula que abarca y cobija a varios modelos estata- les. E, igualmente, no es tan s6lo un modelo protohistérico de Estado, el modelo ‘ms antiguo de Estado, si bien es verdad que aparece como primer modelo estatal antes del denominado Estado de Derecho. Pues esta preexistencia no impide que cl Estado de Derecho regrese hacia el modelo absoluto de Estado o que en nues- {ros dias, junto al Estado de Derecho, producto de la cultura occidental, convivan estados absolutos que se extienden por todos los continentes y éreas geograficas. Es frecuente, por otra parte, en trabajos doctrinales que los autores partan en su discurso de la fSrmula del Estado de Derecho olvidando el largo precedente histérico y la actual intensa presencia en el mundo del Estado absoluto. Es obliga- do que le prestemos nuestra atencién. 3.2, LOS CARACTERES DEL ESTADO ABSOLUTO La mézxima presencia historiea y en la actualidad—Es la formulacién del Esta- do de mayor duracién, ya se adopte una concepcién estricta de Estado, situando sus origenes en el estado soberano del siglo xv1, o una concepcién laxa de Estado como organizacién politica ya presente en la Edad antigua. También es la més ‘presente y extensa formulacion estatal en nuestra época. No olvidemos que el Es- tado de Derecho de nuestra cultura occidental —o «noroccidental», como otros prefieren Iamarla—es una pequefa isla rodeada de estados absolutos, que es casi la nica formula de Estado que conocen continentes enteros como Asia, Africa u Oceanfa. El mundo érabe-musulmén esté preiiado de Estados tirdnicos carentes de democracia y respeto a los Derechos Humanos, cuya extensa poblacién joven aspira a una mayor democratizaciOn de sus estructuras La soberania exclusiva del monarca.—E1 monarca es el tnico soberano, que recibe la soberania de una serie de titulos, como la tradicién, la herencia, la divi- nidad, los derechos de conquista:tftulos que nada tienen que ver con la voluntad de sus sibditos ‘La concentracién de los poderes estatales en manos del soberano.—Es quizé la ccualidad que mejor define al Estado absoluto, Vulgarmente, se entiende por Esta- do absoluto el tipo de Estado en que el soberano gobiemna sin limitaciones y unien- do en su persona todos los poderes: el de promulgar las eyes, el de aplicarlas y el de juzgar a quienes las vulneran. Obviamente, el soberano no puede ejercer por si mismo todos los poderes, sino que actia por medio de la figura de los delegados. La delegacién esté sujeta a la revocabilidad en cualquier momento y la declinacién ante el ejercicio directo de los poderes por el soberano también en cualquier mo- ‘mento. La delegaci6n no tiene otra regla que la ilimitada voluntad soberana. La desvinculacién del soberano del Derecho. Incluso del derecho por él dicta- do, al ser la tinica fuente del Derecho. El soberano dicta y anula normas a su ar- bitrio y, adems, esta exento de su cumplimiento. Esta desvinculacién se conse graba en la formula: «ex legibus solutus» (libre de las leyes). Precisamente, esta pprerrogativa del soberano situado por encima del Derecho ha facilitado que se ‘entienda el Estado absoluto como un Estado carente de Derecho frente al modelo de Estado de Derecho. ‘CAP. II: DERECHO Y ESTADO 9 La irresponsabilidad del soberano—Solamente, en #1 mejor de los casos, puede sondir cuentas ante Dios ola historia. El soberano recibe el poder directamente dela divinidad, de sus antepasados, dela tradicin cuyos origenes se pierden en el tiempo. No existe una mediacién del pueblo o comunidad en esta directa recep- cién del poder, lo que justifica que a nadie debe rendir cuentas. Hay un proceso histérico de proximidad del Estado absoluto al Estado de De- recho en la cultura occidental, una de cuyas principales caracteristicas va ser la separacién de poderes estatales y su ejercicio por Srganos distintos. Poco a poco el soberano absoluto tendra menos poder y estard mas sometido al Derecho. En esta evolucin un hito importante es la llamada Revolucion Gloriosa de Inglate- ‘ra a finales del silo xv, que da entrada a un primer esbozo de monarquia par- Jamentaria, en la que ya la norma del monarca necesita del acuerdo —placet— del Parlamento en las més importantes materias: la legislaci6n, el rectutamiento de levasy la exaceién de tributos. las postrimerias del siglo xv1t inglés, encon- {ramos un precedente cercano al liberal Estado de Derecho: un modelo puente de Estado, a caballo entre el Estado absoluto y el Estado de Derecho, que, aun man- teniendo la soberania exclusiva del monarca y la titularidad de los poderes en su persona, no obstante limita y controls estos poderes, 4, ELESTADO LIBERAL DE DERECHO 4.1. PRELIMINARES EL Estado liberal de Derecho es un producto det triunfo de las dos grandes re- vohuciones del siglo xvi: la Revolucién de las colonias inglesas en América del ‘Norte y la Revolucién francesa. Ambas revoluciones acaban con el denominado Antiguo Régimen y sus instituciones, como la monarquia absoluta y los privile- gios de la nobleza. No hay que olvidar la extensién de la revolucién a otros luga- res de Europa, como Italia, donde tuvo lugar una revolucién de menor calado en Mildn y Napoles, Incluso en Napoles se promulgé, aunque no estuvo vigente, una constitucién liberal, que fue abolida por la reaccién conservadora. ‘Comienzan a uno y otro lado del Atlintico la promulgacién de declaraciones de derechos y constituciones de signo liberal, donde se consagrarin, por un lado, los principios de organizacién de un Estado liberal, con la soberania popular, la

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