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UNIVERSIDAD FRANCISCO MARROQUIN FACULTAD DE HUMANIDADES, DEPARTAMENTO DE PSICOLOGIA ADOPCION Y DESEO EN LA CLINICA PSICOANALITICA DE NINOS FRANCISCO AIVERSIDAD CORALIA ECHEVERRIA FERNANDEZ GUATEMALA, AGOSTO DE 2,002 Guatemala, 6 de mayo de 2002 Doctor Luis Recinos Director del Departamento de Psicologia Universidad Francisco Marroquin Presente, Estimado Dr. Recinos: Por este medio presento la investigacién y cl informe de tesis de Coralia Echeverria Fernindez, titulada Adopcién y deseo en la clinica psicoanalitica de nities. Una introduccién. Como asesora de tesis y supervisora de la parte clinica, considero que esta produccién cumple con los requisitos te6ricas y formales exigidos por el Departamento de Psicologia. Por ende, solicito que se designe una fecha para su defensa ante la tema ‘examinadora. Atentamente, Licda, Susana de Dicker UM — universidad FRANCISCO MARROQUIN 1971 2001 Guatemala, 8 de agosto de 2002 Ingeniero Giancarlo Ibargtien Secretario General U.F M. Presente Estimado Ingeniero Ibarguen, ‘Adjunto la tesis de la alumna MARIA CLARA CORALIA ECHEVERRIA FERNANDEZ, quien ha Nenado los requisitos previos a optar el titulo de LICENCIADA EN PSICOLOGIA CLINICA Le agradeceré autorizar a impresiGn de la misma, ———~ Atentamey Dr. Luis Recinos Director Departamento de Psicologia UNIVERSIDAD FRANCISCO MARROQUIN LRiea UFM universidad FRANCISCO MARROQUIN 1971 2001 El Infrascrito Secretario General de la Universidad Francisco Marroquin, con base en el dictamen favorable que emitiera la Licenciada Susana Roitman de Dicker, asesora, por este medio autorizo la publicacién de la tesis “ Adopcién y Deseo en la Clinica Psicoanalitiea de Nifios” que presenté la estudiante Maria Clara Coralia Echeverria Fernandez, para optar al titulo de Licenciada en Psicologia Clinica Guatemala, 12 de agosto de 2002 Giancarlo Tbarguen A quienes me han acompafiado en el camino del saber. . Adopeidn y Deseo 1 Adopcién y Deseo en la Clinica Psicoanalitica de Nifios Maria Clara Coralia Echeverria Fernindez Universidad Francisco Marroquin ‘Adopcién y Deseo 2 Resumen Se exploré la vivencia intrapsiquica de la adopcién y el deseo en la clinica psicoanalitica de nifios. El obj revisi6n bibliogrdfica, la escucha en transferencia y el trabajo analitico se orientaron a las metas fo fue anudar teorfa, investigacién y practica a partir de un caso clinico. La terapéuticas propuestas: el cambio de posicién subjetiva, la construccién de un lugar legitimo de reconocimiento y Ia reduecién de las conductas actuadoras. La conclusién sefialé que, aunque un hijo existe primeramente como proyecto imaginado de los padres, es necesario que los progenitores adopten al niffo real déndole un lugar en su deseo. Adopcién y Deseo Indice Introduccién 5 Primera Parte: Conceptualizaciones Teéricas Mm. Vv. Una aproximacién al desarrollo hist6rico-social de la institucién de la adopcién desde sus raices legales 10 Nociones fundamentales en la clinica psicoanalitica de nifios, ‘A, Sobre la Constitucién del Sujeto 18 ~ La ldentificacién 2 = El Narcisismo y la funcién materna 4 ~ El Complejo de Edipo y la funcién paterna 29 ~ El Fora 34 B. Sobre la Formacién del Sintoma 36 C. Sobre la Transferencia de los Padres 38 D. Sobre el trabajo clinico de acuerdo con la edad del nifio 41 Historia del psicoanalisis en niftos a partir de sus origenes, 46 Un abordaje de la adopcién desde distintas fuentes: ‘A. Clinica de Sigmund Freud 6 B. Clinica de Jacques Lacan 10 C. Clinica de Francoise Dolté 1” = {Qué significa que una madre se niegue a revelar a su hijo algo de su origen? 2 - Glace ef hijo adoptivo lo posible por parecerse a sus padres? 84 = {Es necesario que un hijo sea criado por sus padres de nacimiento? 86 D. Clinica de Eva Giberti 87 88 ~ Adoptivos y adoptantes: ¢son dos grupos que suponen ser uno? 94 ~ Las familias adoptantes, {son iguales a las otras famili - GBs igual adoptar a un nifio que adoptar a una nifia? 98 - {Es el adoptivo un “objeto de amor denigrado”? 103 ~*,Quién hubiera sido yo si los “otros”se hubieran quedado conmigo? 10S ~ iA qué edad conviene decirle al hijo que es adoptivo? 107 3 ‘Adopcién y Deseo 4 V. Metodologia de la investigacién: En torno al estudio de casos 109 Segunda Parte: Aplicacién prdctica. Un caso clinico de adopcin 2 ‘A. Presentacién de los datos cli 113 = Motivo de consulta 14 - Historia del problema presente ng ~ Historia famitiar 4 - Historia del desarrollo personal NT - Historia escolar y social ug = Historia médica 8 B. Adopeién en la clinica - Transcripcién de algunas sesiones 19 = Resumen del proceso terapéutico 126 - Conelusiones 137 ~ Referencias 442 = Figuras 146 ‘Adopeién y Deseo 5 Introduccion. Pensar un abordaje de la adopcién en este trabajo de tesis parecerfa implicar que se trata de un evento idéntico que se repite, acaso preciso como su definicién en el diccionari “adopeién: accién de prohijar” (Garcia, Pelayo y Gross, 1989). Partir de este supuesto nos conduciria a generalizaciones simplistas, a riesgo de pasar por alto la singularidad y complejidad de los atravesamientos del sujeto que transita la experiencia. EI vocablo “adoptar” proviene de las raices latinas ad, “a” y optare, “desear” descubriéndonos un claro significado que remite al deseo. Etimolégicamente, ser “hijo adoptivo” 5 haber sido deseado por los padres (adoptantes), ‘Siguiendo esta linea relacionada al deseo, esta tesis surgié de una inquietud por explorar la adopcién més alla del hecho social ¢ institucional normado juridicamente, Es més bien un intento de recuperar las huellas de su inscripcién psiquica a partir de un ordenamiento y una legalidad diferentes que obedecen a otro tipo de ley: la logica del inconsciente, El objeto de estudio det psicoandlisis es el inconsciente, pero no cualquier inconsciente, sino el que determina, Entendemos por inconsciente un saber no sabido por el sujeto que desde el no saber es eficiente y que se manifiesta por la palabra 0, mejor dicho, por aguello que la palabra no dice en su decir. B] inconsciente se hace presente en los suefios: no en el sueito sofiado sino en el suefio que cuento; en el suefio deformado por el relato del sofiante, en el dliscurso onirico. El inconsciente también hace presencia en los chistes, las equivocaciones, los olvidos; en las negaciones y los silencios. Desde la perspectiva analitica, la adopcién se convierte en un acontecimiento singular y Linico que concierne al sujeto particular que la vive. Puesta en palabras, queda abierta a un haz de sentidos y significaciones dadas desde la subjetividad de quien recorre la vivencia. Entendida de esta forma, la adopcién es una experiencia interna que trasciende las fronteras bioligicas, sociales y culturales para adentrarse en un plano intimo, profundo, sorprendente: el intrapsiquico. Adopeién y Deseo 6 En este punto, valdria la pena preguntarse: gcémo se es adoptado desde el psiquismo? La cuestion remite a tiempos ori jos en la concepcién de este hijo - no en el vientre materno - sino desde el deseo de sus padres cuando éstos lo pensaron niffo 0 nifia, las expectativas y proyectos que anticiparon para él, las fantasias y suefios que movilizé, los motivos que subyacen la eleccién de un nombre entre tantos posibles. ‘Antes incluso de nacer somos imaginados; antes de saber qué somos y cémo somos alguien lo ha hecho por nosotros. En el momento de venir al mundo, ya hemos sido inventados or nuestros progenitores que, a su vez, como hijos, fueron “inventados” también ellos. El psicoandlisis postula que todo nifio que nace cae en una matriz expectante, en un proyecto que constituye uno de los determinantes que marcara su posicién subjetiva ante el deseo del Otro! ... su estilo de vivir, c6mo va a amar: “Lo més importante de mi no lo poseo yo, esta en el campo del Otro. Porque cuando naci habia una familia, una sociedad que me estaba esperando, pautindome, incluso, antes de nacimiento, con el lenguaje. Lo mas importante de mi viene dado desde el Otro. De ahi que el psicoandlisis sea un hecho, esencial y exquisitamente, comunitario.” (Gonzilez Diaz: 1997; p. 20) El objetivo de este trabajo es investigar la bibliografia psicoanalitica en torno al tema de la adopeién, la cual es relativamente reciente. Los articulos y publicaciones profesionales han ‘enfocado principalmente la psicodinamica de la relacién padres adoptantes - hijos adoptivos, asi como la incidencia y causa de los problemas psicologicos en nifios adoptados. Poco se sabe sobre quignes son las personas que entregan a sus hijos ni bajo qué circunstancias se produce ese Los nfo. como os adulos, responden en funcién del deseo del Otro, entendiendo este Otro como el ugar simblico al que se drige la palabra y del que se espera una respuesta. ‘Adopcién y Deseo 7 desprendimiento, o sobre los efectos a largo plazo de la entrega de los hijos en los padres de sangre, Tampoco abunda la literatura sobre el tema de la carga psicolégica del secreto impuesto sobre los padres adoptantes. El conocimiento de la relacién genealégica es un aspecto importante de la identidad del adulto, La adopcién, por su naturaleza, afecta esa relacién, pudiendo producir un vacio y una sensacién de falta de raices (Giberti y Chavanneau, 1992). La extensién de este déficit en los adoptivos varia de sujeto a sujeto, pero la necesidad del hijo adoptivo de conocer Ia verdad acerca de sus origenes ha existido siempre. Es importante tener en cuenta que la paternidad adoptiva es distinta de la paternidad biolégica, por lo que requiere comprensién y aceptacién de las diferencias. Decidi realizar una aproximacién al tema a partir de los aportes teéricos y las herramientas conceptuales det psicoanélisis por considerar que este enfoque es el que mejor explica los atravesamientos que se articularon en el caso clinico que me motive a poner en ‘marcha esta investigacién. De ninguna manera intento agotar el tema, todo lo contrario; pretendo abrir un espacio de discusi6n y estudio en toro a estas cuestiones dando cabida a otras lecturas que puedan enriquecer fo que aqui se inicia. Encuentro que el interés por el tema surgié en mi afios atras. Era la época en que me encontraba trasladando, de uno a otro idioma, los informes que rendian las trabajadoras sociales acerca de los. posibles hogares adoptivos con el fin de determinar la idoneidad del nuevo entorno para ef nifio adoptante. Desde entonces me preguntaba por los efectos que podria tener en el nifio la experiencia de ser trasplantado a un contexto que no le pertenecfa, puesto que en la mayoria de los casos, se trataba de chicos provenientes de las éreas rurales que serian adoptados por familias acomodadas que los Hlevarian a vivir en ciudades industrializadas del extranjero. A ésta se sumaron otras dudas surgidas a lo largo de mi trabajo terapéutico con una niia adoptiva cuya demanda, velada por intermitentes silencios, apuntaba a un elaro deseo de reconocimiento: ‘Adopcién y Deseo 8 +...aguello de lo que no se habla, lo omitido y silenciado; aquello que se torna invisible pretendiendo que no ocupe un lugar en las _preocupaciones 0 decisiones; aquello que quizis sea temido 0 deseado por adoptantes y adoptivos... trata de ‘omisiones significativas cuya ausencia debe indicar zonas de malestar y conflicto.” (Giberti y Chavanneau de Gore, 1992: p. ». Asi, los silencios se constituyeron en la brijula que apunt6 Ia direccién de mi trabajo clinico permitiendo que se restablecieran viejas asociaciones movilizadas por un deseo de saber inédito... Fue necesario recurrir al apoyo de fundamentos teéricos y conceptuales que me permitieran hacer esta lectura del caso y no otra. Resultaron idéneas para este fin las ‘conceptualizaciones en torno a la Funcién Paterna en psicoandlisis y el Significante del Nombre- del-Padre propuestas por Jacques Lacan (Dor, 1989) como parte de su teoria del Sujeto, la cual ime intrig6 desde que me topé con ella en mis afios de formacién en la universidad. Hacer un abordaje desde Lacan obliga a remitirse a sus origencs, lo cual me condujo a los escritos de Freud. Desde otras fuentes, este recorrido se nutrié con los aportes de Francoise Dolté al psicoanilisis de nifios en los seminarios publicados por esta discipula de Lacan ‘Asimismo, incluye las contribuciones de ta analista argentina Eva Giberti, especialista en casos de adopeién, El presente trabajo est organizado en dos partes. La primera abarca el cuerpo tedrico de la investigacién partiendo del desarrollo histérico-social de la adopeién desde sus raices legales. Li ercién de las nociones fundamentales de la clinica psicoanalitica de nifios y la historia de esta prctica preparan el camino para la aproximacién al tema desde distintas fuentes. Adopeién y Deseo 9 La discusidn del método de investigacin que elegi para elaborar esta tesis completa esta primera parte.” En la segunda presento el caso ctinico de una nifia, quien a partir del hecho real de su adopcién, fue e! motor que movilizé esta produccién. Por diltimo, pero no por ello menos importante, presento esta tesis como un aporte a la Clinica Viktor Frankl de la U.F.M. donde levé a cabo mis précticas. Es mi deseo que quien recorra estas paginas, descubra en ellas algo del saber que esté buscando... " Esta referencia puede consultarse en la pig. 109, en el apartado Metodotogia de la investigacién: en tomo al estudio de casos. Adopcin y Deseo 10 Primera Parte: Coneeptualizaciones Teéricas ‘Una aproximacién al desarrollo hist6rico-social de la institucion de la adopeién desde sus raices legales. La prictica de la adopcién puede rastrearse hasta la antigdedad. Fue reconocida en los ‘cédigos babilonios de Hammurabi y estaba regulada legalmente en Grecia, Egipto y Roma. En el Capitulo 30 del Libro del Génesis se menciona una forma primitiva y curiosa de adopcién: el hijo de la esclava concebido con el esposo de Raquel se convierte en hijo propio de ésta a través de un parto simulado. Si bien este ritual simb no es una adopeién en ‘términos modernos, si refleja su concepcién primitiva: la esclava no s6lo quedaba a merced de su sefior para la satisfaccién de sus deseos sexuales, sino que ademés daba hijos a su ama cuando ésta asi lo decidia. Como su cuerpo no le pertenecia, tampoco le pertenecian los frutos de su vientre; asi las personas més desposeidas del espectro social proveian de hijos a quienes carecian de ellos. Desde otra fuente, Diodoro nos cuenta que: “cuando Zeus persuadié a su celosa mujer Hera para que prohijase a Hércules, la diosa se metié en la cama y abrazando al corpulento héroe contra su seno, le empujé por debajo de su ropa y le dejé caer al suelo, imitando un verdadero parto...” (Frazer, J.: 1890 en Giberti y Chavanneau, 1992: p. 37). El historiador agrega que en aquetlos tiempos los barbaros practicaban este mismo medio para adoptar nifios. Demécrito, en su Ensayo sobre los atomistas griegos, propone: ‘Adopeién y Deseo 11 “.,.Para quien considere necesario conseguir un hijo, me parece que lo mejor es escoger alguno de entre los hijos de los amigos, pues asi el niffo le resultaré como lo desee, ya que estara en su mano elegirlo como Jo quiera... pero si uno de si mismo lo engendra, corre con ello gran peligro, porque en tal caso es necesario tomarlo como venga...” (Cappelleti, A., 1979: p. 78) Segin ‘Chavanneau (1992) en la antigua Grecia y en Roma los propésitos de la adopcién diferian fundamentalmente de los que se enfatizan hoy en dia, La adopeién romana servia un doble propésito: por un lado, prevenia la extincién de una linea familiar mientras por el otro, perpetuaba el ceremonial religioso de los ancestros. Las personas adoptadas eran ‘generalmente del sexo masculino y a menudo adultas, en contraste con la costumbre de adopcién mas reciente en que se prefieren los infantes y nifios de uno y otro sexo. Entre los notables romanos la adopcién tuvo un caricter selectivo, co ryendo ésta ‘una forma de ascenso social puesto que la movilidad se producia en sentido ascendente. Era raro que las clases inferiores pudieran disfrutar de la adopcién selectiva. Dicho en otras palabras, los que elegian eran los poderosos, escalando el adoptivo a la clase social del adoptante La ley romana reconocia dos clases de adopeién: adrogatio y adoptio. La adrogatio fra la adopcién de una persona independiente. EI adrogado perdia su independencia y quedaba bajo la patria potestad del adrogans o padre adoptive, aportando necesariamente a la nueva familia sus propios hijos y su patrimonio. La otra clase de adopcién, adoptio, se aplicaba a la persona dependiente, En este caso, la adopcién removia al adoptivo del poder de un pater familias y lo colocaba bajo la patria potestad de un nuevo cabeza de familia. En ambas formas - adrogatio y adoptio - el adoptado pasaba a ser hijo y heredero del adoptante. ‘Adopcién y Deseo 12 En la época de Justiniano, 500 aflos después de Cristo, la persona adoptada era considerada mucho mis claramente como miembro de una sociedad que como miembro de una familia. Siguiendo los lineamientos romanos, la adopcién como un proceso social y una institucién legal pasé a formar parte de las modernas legislaciones occidentales. Las legislaciones modemas sobre adopcién reconocen una diferencia bésica: la ley romana estaba basada en el reconocimiento de los derechos y las necesidades de los padres, mientras que las leyes modernas parten del principio de proteger el bienestar de los niflos adoptivos, suprimiendo la nocién de posesién que caracterizaba la relacién familiar romana. Durante las Edades Media y Moderna la institucién eayé en desuso, ya que el derecho feudal consideraba inapropiada la convivencia de seffores y plebeyos. La adopcién se ‘mantuyo en algunas pocas legislaciones, entre ellas, la espaiiola que pasé a las colonias en América. EI Fuero Real y las Partidas regulaban el prohijamiento y la crianza. El prohijamiento consistia en la posibilidad de todo varén de recibir por hijo a cualquier hombre ‘0 mujer capaz de heredarle, mientras que la crianza se referia al cuidado de tipo asistencial que inclufa alimentacién y ensefianza, sin ingresar en el circulo familiar ni adquirir derechos hereditarios. En el siglo XVIII se reglamenta en Espafia el funcionamiento de las casas de expésitos, que al igual que la legislacin, se exportan a las colonias americanas. Para comprender la falta de regulaciones sobre el tema durante las Edades Media y Modema es necesario revisar la situacién de la infancia durante esas épocas. Entre los rasgos ‘en que cl Medioevo difiere de nuestro tiempo quizé ninguno resulta mis sorprendente que la relativa falta de interés por los hijos. En la literatura, la principal funcién de los nifios ‘consistia en morir, por lo regular, ahogados en el rio, asfixiados 0 abandonados en el bosque. En contadas ocasiones se present a las mujeres como madres: ‘Adopcién y Deseo 13 “..,e amor materno, como el sexo, se acostumbra a juzgar como algo tan innato que no parece extirpable. Pero tal vez se atrofie en situaciones desfavorables. En aquella época, Ia mortalidad infantil era muy elevada alrededor de dos defunciones por cada tres nacimientos-, y quizé invertir amor en los nifios defraudaba tanto, que fue suprimido. Acaso las frecuentes prefieces rebajaron el interés por el producto. Un jo moria y otro ocupaba su puesto...” (Tuchman, B., 1980: p. 65) Desde fines de la Edad Media hasta la Revolucién Francesa algunos derechos de los padres fueron moderados por costumbres influenciadas por la doble accién de ta Iglesia y el Estado, quienes intervinieron cada vez més en los asuntos familiares. E, Badinter (1981) afirma que, a partir de los siglos XII y XIII, la Iglesia condend enérgicamente el abandono de los nifios, el aborto y el infanticidio. Por su parte, también el Estado adopté medidas coercitivas, habiendo Ilegado a considerar preferible tolerar el abandono para restringir el infanticidio. Por “abandono” aqui se entiende el hecho de dejar @ un nifio en un lugar aislado. En el siglo XVII se fundaron los primeros asilos para nifios abandonados; en 1638, San Vicente de Pail fundd en Francia el Hospital de Nifios Expésitos. A este respecto: “...el sentimiento que ha persistido muy arraigado durante largo tiempo era el de que se engendraban muchos nifios para conservar solo algunos... La gente no podia apegarse demasiado a lo que consideraba como un eventual desecho. Nadie pensaba que el nifio contenia ya toda su persona de hombre, como ereemos. corrientemente hoy en dia.” (Aries, P., 1984: pags. 36 y 37) ‘Adopcién y Deseo 14 Durante cientos de afios la suerte de los nifios huérfanos 0 de familias sin recursos fue cruel. Los més afortunados ingresaron como aprendices de los gremios medieval. En la Europa preindustrial de los siglos XVII y XVIII con el surgimiento del mercantilismo, el trabajo de los menores se vio alentado por todos los medios. Tan pronto como fuera posible, los nifios eran puestos a trabajar en las fabricas, siendo el Estado quien proporcionaba, a los fabricantes de manufacturas, jOvenes provenientes de los orfanatos con la tinica obligacién de los ‘empleadores de darles alimento. En algunas oportunidades el propio Estado era quien fundaba ‘establecimientos de trabajo para el empleo de huérfanos. Naturalmente se incrementé el valor de los niffos, quienes se transformaron en un bien de cambio, pudiendo éstos ser alquilados por sus padres o entregados a un patron por cierta suma, renunciando asi a todo derecho sobre ellos. En la Edad Contempordnea, con la tardia aparicién de los asilos, también se utiliz6 la ubicacién con parientes més menos lejanos que rara vez acudian a Jas autoridades correspondientes para lograr el registro legal de esos menores en sus familias. La adopeién apenas reaparece en la legislacién europea después de la Revolucién Francesa, conservando algunos de los rasgos que presentaba el derecho romano, En el Cédigo Napotesnico se consideré la adopeién como un verdadero contrato, por el cual se transmitia el apellido y la fortuna, La llamada “tutela oficiosa” exigia del tutor la obligacién de alimentar, criar y colocar al protegido en condiciones de ganarse la vida, La adopcién, como Ia conocemos actualmente, aparece en el derecho contempordneo después de la Primera Guerra Mundial. Ante la multitud de huérfanos producto del conflicto bélico, los distintos estados europeos comenzaron a otorgarle al tema de la adopcién las caracteristicas de asunto de Estado a la vez que lo convit jeron en un instrumento de politica social para resolver el apremiante problema de los menores sin hogar. En os inicios de este nuevo siglo, la adopcién se encuentra regulada casi en todas las legislaciones con Ia finalidad de proteger al menor que se encuentra en alguna situacién de desamparo, habiendo dejado de ser un contrato para convertirse en una institucién que se ‘Adopcién y Deseo 15 inserta en los intereses del Estado. En la concepcién actual de la adopcién, el Estado se atribuye funciones tutelares sobre sujetos bisicamente desamparados 0 carentes de la proteccién familiar adecuada, suplicndo la representacién que sobre ellos deben ejercer los familiares directos. Por ende, Ia adopcién ha dejado de ser un contrato privado celebrado entre adultos para transformarse en una institucién regida por leyes de orden piblico, en la cual la intervencién del Estado es un requisito ineludible para la creacién del vinculo adoptivo. Hoy en dia la adopcién de menores aparece bajo diversas modalidades que basicamente giran alrededor del problema del aleance de su desvinculacién del nicleo familiar de origen para ubicarse en ¢l grupo familiar del adoptante. Numerosos paises latinoamericanos - entre ellos Guatemala y México - tomaron el modelo francés del Cédigo Napoléonico manteniendo en la actualidad la adopeién simple. Segiin este modelo, se crea un vinculo de filiacién matrimonial o extramatrimonial entre adoptante y adoptado sin que surjan vinculos familiares entre el adoptado y los parientes del adoptante. Este tipo de adopcién no extingue definitivamente los vinculos del adoptado con su familia de sangre, excepto la patria potestad, pudiendo conservar su apellido de origen y sus derechos hereditarias respecto de sus parientes biologicos. El Articulo 232, Capitulo VI del Cédigo Civil de la Repiblica de Guatemala (1966) en relacién a la adopcién establece: que el uso del apellido del padre adoptante por el hijo adoptado es un Derecho, no una obligacién. Por otro lado, de acuerdo al informe sobre adopciones de Unicef (Valdés y Palacios, 2002) en Guatemala se recurre a la suposicion de parto como un procedimiento para evitar las dificultades que se derivan de la tramitacién de adopciones y obviar el pago de honorarios legales por parte de las familias guatemaltecas. Segin la fuente citada, tal procedimiento “.., ¢s un acuerdo de palabra entre dos: es la entrega de un nifio de parte de su madre biolégica a una persona que se convertiré en su familia...”. A pesar que dicha accion Adopeién y Deseo 16 es ilegal, es frecuente en nuestro medio. El informe Estudio sobre adopciones y derechos de los nifios y las nifias en Guatemala (Valdés y Palacios, 2002) aclara que, aunque esta prictica no se ajusta a las disposiciones legales, s{ implica la entrega de un nifio como ocurre en Ia adopcién. Lamentablemente, no registra la inciden anual de este tipo de casos. Por su parte, el abogado Fernando Linares Beltranena expres6 que se trata de una prictica vieja que se popularizé después del terremoto de 1976, cominmente utilizada también por cextranjeros “...hasta que aparecieron las entrevistas (previas a la adopcién) y las pruebas de ADN...” (citado por Mirja Valdés y Edwin Palacios en elPeri ico del 11 de enero de 2002, pag. 9) AL respecto, el Cédigo Penal (Valdés y Palacios, 2002) en el Articulo 238 establece: “Suposicién de parto es cuando una mujer fingiere parto o embarazo para obtener para si o para el supuesto hijo, derechos que no le correspondan.” La sancién que se prescribe es prisién de uno a tres afios. El interés por el tema de fa adopcién en Guatemala cobra actualidad con la visita al pafs del representante especial de las Naciones Unidas para la atencién de la nifez y la guerra en el mundo, el ugandés Olara Otunnu, Después de realizar reuniones con niflos victimas de ta guerra en la capital y en Nebaj, Quiché, la intencién del comisionado es recomendar al Gobierno de Guatemala detener los abusos en las adopciones: “Guatemala esta comprometida con la ratificacién de la Convencién de La Haya para detener los abusos en los procesos de adopcién de nifios.” (citado por ACAN- EFE en Siglo Veintiuno del 1° de marzo de 2002, pag, 10) En la modalidad de adopcién plena incorporada por Argentina, Brasil y Costa Rica entre otros, la legitimacin adoptiva equipara completamente el hijo adoptivo al hijo biolégico legitimo creando un vinculo igual al que resulta de Ia filiacién legitima, borrando asimismo los rastros de la filiacién originaria del adoptado al imponer sistemas que restringen el acceso al conocimiento de sus origenes, manteniendo el secreto sobre las inscripciones en el Registro de Nacimientos. ‘Adopeién y Deseo 17 Dicha legitimacién adoptiva incorpora al adoptado en forma definitiva e irrevocable a la familia de sangre del adoptante, extinguiéndose todos los vinculos con los padres y parientes consanguineos, con la Gnica limitacién de Jos impedimentos matrimoniales. En cuanto a los efectos de la adopcién, Ia asimilacién legal del niffo a la familia adoptiva es completa en todos los aspectos, lo que implica que todos los lazos del menor con su familia biolégica quedan coartados. La integracién legal del nifio adoptivo dentro de la familia adoptante incluye el cambio de apellido y la expedicién de un nuevo certificado de nacimiento (Giberti y Chavanneau, 1992). ‘Sin embargo, en afios recientes, los adoptados han desafiado las leyes que mantienen la absoluta confidencialidad de los registros de adopcién. Acceder a estos expedientes slo es posible mediante una autorizacién judicial que se otorga en el caso de existir “justa causa Dentro del concepto de “justa causa” se excluye ef deseo de los adoptados de conocer sus origenes. De tal forma, el secreto que envuelve los detalles en torno a la adopcién contradice la creencia extendida acerca de la conveniencia de que los adoptivos sepan que lo son. Estas Pricticas secretas pretenden borrar las huellas que vinculan al nifio con su pasado anterior a la adopcién, como si la vida de los adoptivos comenzara a partir del momento en que ingresaron a la familia de adopcién y no antes. Il. Nociones fundamentales en la clinica psicoanalitica con nitlos. Considero necesario elaborar en este espacio acerca de aquellas nociones fundamentales que hacen posible la articulacién del trabajo analitico en la clinica. Se trata de conceptualizaciones esenciales sin las cuales un andlisis no podria pensarse. A. Sobre la constitucién del sujeto Con el descubrimiento del inconsciente, Sigmund Freud (1912) abrié una nueva perspectiva en la conceptualizacién del sujeto al existir la posibilidad de explorar regiones desconocidas a través de la palabra en el ser hablante. A partir de las censefianzas de Freud, consideramos que las experiencias tempranas en la vida del nifio ‘marcan de manera indeleble el destino del sujeto. Freud Ilamé a este recorrido subjetivo “destino del ser sexuado”, lo cual encierra una contradiccién ya que el psicoanilisis postula que en el camino a la sexuacién humana el ser se pierde en su destino de lenguaje. En Ia infancia se escribe una historia que a posteriori cobra nuevas dimensiones. Se trata de restos olvidados, de lagunas en la memoria que el adulto recordard, a su retorno, en sintomas y suefis. “La nifiez. es ese andamiaje en que advendré un sujeto ¢ implica un momento de produccién del deseo y de enclave de goces. Letras de la infancia que surgen del territorio del Otro primordial transmitidas en melodias de gritos y susurros, amores y rechazos.” (Donzis, L. 1998: p. my ‘Adopcién y Deseo 19 actual conlleva una transformacion La perspectiva que offece el psicoandlis profuunda del lugar del niffo en ta cultura contempordnea. Uno de los puntos centrales es lo que el psicoandlisis conceptualiza como el lugar del Otro. Se habla de la necesidad del gran Otro, de ese Otro primordial del mito familiar, lugar primero de las funciones que hace de disparador de la constitucién subjetiva, inaugurando la relaci6n de objeto. Por otro lado, si bien puede afirmarse que Freud nunca dud de las posibilidades que el psicoandlisis podia ofrecer para mitigar los suftimientos que los nifios padecen, también puede decirse que no dej6 muchas indicaciones que sefialaran el camino de la cura, De ahi que en Ia préctica del psicoandlisis con nifios se sigan diferentes ‘modalidades de abordaje, desde las teorias propuestas por Melanie Klein y Winnicott entre otros, hasta la posibilidad de replantearse esta prictica desde el llamado “retorno a Freud” (Donzis, 1998). La clinica psicoanalitica concierne a lo que se dice en un andlisis y, euando se trata de nifios, a aquello que se juega en un analisis. El trabajo con nifios consiste en saber escuchar, leer, puntuar un juego o bien interpretar un dibujo, ...jugar, dibyjar, escribir: medios en los cuales et lenguaje hace su obra y de los que nos servimos en el andlisis de nifios como puentes en sus curas... fos nifios en el andlisis juegan, dibujan, escriben a cuerpo presente. (Donzis, L., 1998: p. 13) La psicoanalista de nifios y adolescentes, Liliana Donzis (1998) explica que el juego se constituye en el “soporte del decir En el juego el nitio monta la escena en fa cual el ‘cuerpo entra 0 sale, aparece o desaparece, siendo éste uno de los resortes de la estructura del juego. ‘Adopcién y Deseo 20 Esta autora agreya que en el dibujo el cuerpo se “desdibuja” al pasar a la superficie de la hoja transformado en i en. En la escritura también se produce un desdibujamiento del cuerpo, pero aqui la imagen se distorsiona en su pasaje a los signos. De Jo anterior se desprende la posibilidad de que en el jugar, dibujar y escribir se despliegue y ponga en juego el “acto constituyente del sujeto”. Dicho acto hace referencia a un ‘momento fundante en la subjetividad, a tiempos instituyentes que dejaron una marca imborrable en la estructura del sujeto. El psicoandlisis intenta recuperar esta marea y estos trazos. En sus escritos, Lacan (1971a) habla de la funci6n del trazo al que llama palote: “...como figura del uno en tanto que 1no es sino trazo distintivo, tanto mas distintivo como que estd borrado...” Alude aqui a la marca ‘original en los tiempos de la constitucién subjetiva “...fmarca} que en su borramiento intenta la minima diferencia, pues aunque se intente un trazo idéntico ya es distinto...” (Op. Cit, pag. 18) La primera forma de escribir en el nifio es el trazo. Siguiendo a Lacan (19712) éste se convertiré en trazos “que salen de algo, de ese algo de la represién, esencialmente figurative ...pero es un figurativo borrado, reprimido, incluso rechazado.” (Op. Cit., pag. 20). La escritura inicial del nifio atin no es de él puesto que “...es un escribir que no novela un cuento propio sino que, alienado en el campo del Otro, el nitio debe apropiarse de la letra en su devenir significante-” (Op. cit, pag. 21). Por su parte, Lacan (1981) postula que ef nifio esti hecho para tejer “su nudo”, para que se produzcan los enlaces (de lo real, lo simbélico y lo imaginario] y un sujeto advenga, En un primer momento, el nifio ocupa en la estructura parental la posicién de objeto de la subjetiva, En la nite, tiempo fundante del sujeto, se disefia la creacién de la escena singular en la que se inscribird su “destino de ser sexuado.” Por ahora, basta con decir que el cuerpo de los Adopcién y Deseo 21 nifios esté marcado tanto por el lenguaje (lengua materna) como por la pulsin (fuerza de empuje ligada a una excitacién somitica que busca satisfacerse). ‘Al nacer, el niffo ingresa a un espacio que es también el espacio de los otros, el lugar donde intervienen los sonidos, la mirada, el tacto cualificando los procesos cuantitativos de placer y displacer que ponen en tensién el funcionamicnto del organismo. El cuerpo prematuro del nifio se inserta en esta red de significantes tomando lo que necesita para vivir. Asi, de forma sutil pero efectiva, el cuerpo del nifio se ve capturado en las redes del deseo del Otro. De ahi la importancia de que los nifios “reescriban” sus marcas de origen con palabras y juegos ... algunas veces en la clinica, otras, en la vida diaria. En este punto, considero necesario diferenciar aquellos momentos estructurales a partir de las cuales se constituye el sujeto: + Laldentificacién La identificacin es descrita en el psicoanilisis como Ia manifestacién mis temprana de un enlace afectivo a otra persona, que desemperia un papel importante en la prehistoria del complejo de Edipo. “La idemtificacién aspira a conformar el propio yo andlogamente al otro que es tomado como modelo.” (Freud, 1920-1921: p. 2585). El proceso de la identificacién sirve al sujeto para varios fines. AI principio, el fio manifiesta un interés especial en su padre, lo toma como modelo, quiere ser como él Y sustituirlo, Hace de él su ideal. Al mismo tiempo que et pequefio se identifica con el padre, empieza a tomar a su madre como objeto de sus instintos libidinosos, Adopcién y Deseo 22 Entonces se producen dos érdenes de enlaces psicologicamente diferentes: uno sexual hacia la madre y el otro de identificacién con el padre. Ambos coexisten algtin tiempo sin influir ni estorbarse entre si. Sin embargo, a medida que la vida psiquica tiende a la unificacién, dichos enlaces van acercéndose paulatinamente uno al otro hasta confluir en ef Complejo de Edipo normal Esta identificaci6n primaria del sujeto con su padre cobra matices de ambivalencia al advertir el nifio que el objeto paterno le cierra el camino hacia la madre. Se torna hostil hacia él y termina por fundirse en el deseo de sustituirlo para estar cerca de la madre. Freud compara este proceso con la fase oral del desarrollo psicosexual, pues identificarse con un objeto significa “comérselo” para poder adquirir sus caracteristicas. Pero al incorporar al objeto ansiado para tener sus cualidades, se le destruye. Asi, a la vvez que la persona expresa carifiosamente que su padre es su ideal y que quiere ser como 4, secretamente alberga dentro de si el deseo de destruirle y sustituirle Es importante puntualizar aqui varios aspectos. La identificacién, como forma primitiva de enlace, sigue una direccion regresiva por lo que antecede a la elecci6n de objeto. Se constituye a partir de un Otro que es idealizado. Considero necesario acotar que el proceso se lleva a cabo por introyeccién de imdgenes parentales que el nifio ha incorporado previamente y no de los padres en la realidad. Freud dedica el Capitulo VII de la Psicologia de las masas y el andiisis del yo (1920-1921) al tema de la identificacién. En estos escritos seitala los distintos tipos de identificacién que intervienen cn la constitucién subjetiva. En funcién del caso de una histeria femenina, Freud ejemplifica la identificacién al sintoma en la que coexisten un deseo hostil de sustituir a la madre y una inclinacién erdtica hacia el padre expresados en el sintoma, con lo cual la madre queda reemplazada y el sujeto se ubica del lado del padre cen la cadena generacional. En esta dindmica opera la conciencia de culpabilidad, por to Adopcién y Deseo 23 que la persona abandona el lazo libidinal con el objeto materno para serlo: la persona logra ser la madre pero paga el precio de padecer sus mismos sufrimientos (por ejemplo, sus dolores de cabeza, su insomnio...) En ef segundo tipo de identificacién, la identificacién al rasgo, cl yo de la persona ha absorbido las cualidades del objeto con el que se identifica. Habitualmente, ‘sta condicion precede a la formacion de sintomas, y la eleccién de objeto deviene este ruevo tipo de identificacién, Lo peculiar es que la identificacién es siempre parcial y altamente limitada, ya que se satisface con tomar sélo un rasgo de la persona-objeto, en vez de identificarse con su totalidad. En los dos tipos anteriores, existe un lazo libidinal previo que posibilité la identificacion. Por el contrario, en el tercer tipo, ta identificacién se da independientemente de toda actitud libidinosa con respecto a la persona copiada. Freud cita como ejemplo el de una joven en cl internado, quien recibe una carta del novio estimulando sus celos, a lo cual reacciona con un atague histérico. Algunas de sus amigas, al conocer lo sucedido, serén victimas de “‘contagio psfquico” y de un ataque similar. El mecanismo que permite esta identificacién es la creacién - en los individuos involucrados- de una aptitud 0 voluntad de colocarse en la misma situacién que la persona con la que se va a identificar. Aqui la persona encuentra en el yo de ta otra yo en algin punto determinado, persona una importante analogia con su pr produciéndose inmediatamente una identificacion en este punto. El psicoandlisis postula que las primeras identficaciones ocurren a una edad muy ‘temprana y mantienen un efecto duradero en el sujeto. Este enunciado nos conduce @ conceptualizar que: “el cardcter del yo es un residuo de las cargas de objeto abandonadas y contiene Ia historia de tales elecciones de objeto... Esto nos leva a la génesis del ideal del yo, pues detras ‘Adopciin y Deseo 24 de 61 se oculta la primera y més importante identificacién del individuo, 0 sea, la identificacién con el padre." (Freud, 1923: p.2711). A partir de esta idemtificacién con los emblemas paternos se constituye el superyo. Asi, de la misma forma en que el yo es heredero de la funcién materna, el superyo lo es de la paterna, En resumen, Freud (1920-1921) encontré que las elecciones de objeto dirigidas a los progenitores en las primeras etapas de la maduracién sexual del nifio funcionan como matriz de sucesivas identificaciones. Sin embargo, la definicién libidinal del sujeto se da 4 partir del Complejo de Edipo. Lo que ocurra después en la vida del sujeto seran representaciones y simbolizaciones que remitan a este nédulo. Es decir que la estructura del Edipo posibilitaré las identificaciones siguientes, pero sin desdefiar las experiencias pre-edipicas. EL Narcisis 10,» la funcién materna EI narcisismo [designa] aquellos casos en los que el individuo toma como objeto sexual su propio cuerpo y lo contempla con agrado...” (Freud, 1914, p.2017) La teoria freudiana propone el narcisismo como una parte normal del desarrollo psicosexual del nifio, ubicdndolo entre las fases de autocrotismo y de eleccién de objeto. En la primera, las pulsiones sexuales infantiles son identificables aunque en un principio se encuentran separadas unas de otras y buscan satisfacerse en el propio cuerpo del nitio, Poco a poco, dichas pulsiones empiczan a conjugarse en una unidad que busca un objeto Adopeién y Deseo. 25 para su satisfaccién. Dicho objeto es interno, puesto que se encuentra en el propio yo del sujelo que va desarrollindose por identificacion a semejanza de las figuras en su entorno. Esta fase narcsista es seguida por la de eleccién de objeto en la cual la libido del infante se orienta a objetos externos. Es asi como: “ola vida animica se ve forzada a traspasar las fronteras del narcisismo investir de libido objetos exteriores...” (Freud, 1914: p. 2023), Sin embargo, el nifio se demuestra aqui incapaz de renunciar a una satisfaccién ya gozada. Froud puntualiza que al no poder mantener “la perfeecién de su nifiez” por efecto de la educacién y del despertar del propio juicio, et nifio intenta conguistarla nuevamente bajo la forma del yo ideal. “Aquello que proyecta como su ideal es la sustitucién del perdido narcisismo de su niffez, en el cual era él mismo su propio ideal.” (Freud, 1914: p. 2028), Lacan (1971b) sefiala al narcisismo como el segundo gran descubrimiento del psicoandlisis, no menos importante que la manifestacién de la funci6n simbélica edipica cen la formacién del sujeto. Afirma que su verdadero peso radica -no tanto en que el nifio se tome a si mismo como objeto sexual- sino en ser un momento de constitucién del yo. Lacanianamente hablando, una de las experiencias més fundamentales, més constitutivas para el sujeto es la de “esa cosa extrafia a él mismo en su interior que se llama “Yo”. Si bien Lacan (1971b) propone en sus inicios que el momento especular se inaugura amte el jabilo del nifio frente a su imagen reflejada en el espejo, otros autores ‘Adopeién y Deseo 26 ubican la especularidad més alla de los espejos comunes y corrientes al sostener que el primer lugar en el que se mira el nifio es el rostro materno. Atravesar cl narcisismo otorga ser al sujeto. De las funciones que se despliegan cn el campo familiar, el psicoandlisis postula que esta funcién especular cumple con el propésito més elemental de sostener al pequefio sujeto que, librado a su sola dotacién biol6gica, irremediablemente cae. La funcién de sostén es la condicién indispensable ‘para que se constituya un sujeto; es necesaria y debe encarnarla alguien, usualmente la madre. Otro aspecto de la funcién es que no se basta a sf misma, es decir, no podemos cconcebir la funcién materna si ésta no esté soportada en la funcién paterna. Es importante resaltar que /a funcién puede o no coincidir con determinados aspectos de la madre 0 el padre biolégicos. No coincide puntualmente con una persona nies una sola persona la que va a cumplir una funcién. Es necesario advertir que la funcién materna no nace con el parto o con el embarazo. La madre, desde mucho antes que el niflo advenga, fo ha instalado en su subjetividad como un “cuerpo imaginado” que se constituye en la primera representacién del hijo como un ser unificado, sexuado y auténomo. Segiin Piera Aulagnier, analista de niffos “Bs éste el primer don libidinal, una verdadera cesién de narcisismo que da cuenta de Ia localizacién de este hijo como objeto de deseo.” (Rodulfo, M., 1992: p. 18) Es a través del deseo del Otro que el bebé tendra Ia posibilidad de ser, lo cual constituye toda una paradoja descubierta por el psicoanilisis: ser a través de la alienacién. Dicho en otras palabras es en funcién de ser transformado en objeto del deseo del Otro que se origina la posibilidad de la existencia subjetiva ‘Adopcién y Deseo 27 Esta alienacién coloca al nifio en posicién precaria por cuanto, como objeto, queda expuesto siempre a la angustia. Con el nacimiento, el bebé no se separa por completo de su madre. Continia formando parte del cuerpo materno ain cuando sea en su exterior. Para el pequeiio, el cuerpo de la madre no es ef cuerpo del otro sino su propio cuerpo. La vivencia del euerpo tiene que ver con la presentacién que de éste ha hecho la funcién materna, hasta tal punto, que la madre inscribira en el cuerpo de! nifio los propios ritmos biolégicos. A partir de su llanto y por identificacién con él, ella podri desciffar si cl pequefio Hora por hambre, de susto 0 por dolor. Y de acuerdo a esta decodificacién sera la respuesta que le dé al nifio. Aqui se empieza a desplegar un proceso crucial de interpretacién cuyo fallo puede tener consecuencias patoldgi s Braves. Segiin Lefort, R. y R. (1983) el nifio con su Ianto emite un signo que debe serle devuetto transformado en significante por la funcién materna. Si en lugar de realizar esta transformacién de lo Real en significante Ia madre responde al signo con otro signo, se empieza a taponar alli la posibilidad de inscripcién en lo simbélico. Ante la falta de simbolizacién habra que responder con el cuerpo y con el acting. Otro aspecto clave de la funcién materna radica en constituirse como apoyo en la pulsional boca - mirada. Ciertamente, ef lactante empieza a estructurarse y sostenerse en torno al ee oral-visual mientras es amamantado, ‘A este respecto, la funcién materna presenta otro sentido ligado al laberinto (localizado en el érgano del ofdo). Su manifestacién més comin es el acunamiento que Unifica (en los brazos maternos). El laberinto es un aparato que juega un papel central en la integracién de nuestros sentidos y es indispensable para el equilibrio corporal. Aqui es ‘oportuno recordar que una de las formas més comunes de angustia temprana cs la de caer, desintegrandose. Adopeién y Deseo. 28 La instancia psiquica del Yo, adquirida en el trénsito por el narcisismo primario, se convierte en la heredera de la funcién matema. De igual forma desde Freu(1923), ligamos la constitucién del SuperYo a la funcién paterna. Este punto serd retomado més adelante. Puesto que el narcisismo es una nocién demasiado amplia, recortar el proceso de ‘su constitucién en tiempos légicos resulta un recurso teérico valioso, Delimitaremos aqui sus tiempos: Primer tiempo: Narcisismo primario, EI sujeto esté en el Otro primordial, es en el Otro. Es el punto 0 en el modelo mitico que se construye. El sujeto calza en una matriz de donde adviene el ser. En este primer enlace afectivo se es el Otro. Es el momento de I identificaci6n primaria, en que ‘ain no se discrimina entre sujeto y objeto, entre Yo y no-Yo. Se trata de un momento virtual, no observable fenoménicamente. No es posible aprehender el momento en que se Mega a ser. Segundo tiempo: Narcisismo secundario. El infante empieza a verse como otro. Corresponde @ un momento constitutivo del Yo ideal a partir de una imagen especular que le viene de afuera, unificada, total, que fo completa. Lacan (1971b) denomind a este pasaje psiquico el estadio del espejo ubicando su ocurrencia en el nifio entre los 6 y los 18 meses de edad. A diferencia del primer tiempo, la constitucién del Yo en esta etapa ya es observable, Tercer tiempo: La angustia ante el extraito. Segin R. Rodulfo, Spitz fue el primero en nombrar el hecho de que el niffo se angustie en presencia del extrafio explicdndolo como ausencia materna alrededor del ‘Adopcién y Deseo 29 octavo mes de edad. Freud (1925) elaboré en sus escritos acerca de la emergencia de la angustia sin detimitarla particularmente, Asimismo, Sami-Ali fue quien subray6 la importancia de un tercer tiempo durante el cual el nifio ante la presencia del extrafio da muestras de angustia, Este acontecer subjetivo permite establecer las oposiciones sujeto/objeto, Yo/no-Yo. En un momento en que todo es madre, la introduccién en la simbolizacién de algo como extrafio es una verdadera crisis de “des-ser” (término lacaniano) “si por lo menos hay uno que sea extratto a ella [mi madre], yo también lo soy.” (Rodulfo, M., 1992: p. 29) Més adelante en la vida,durante la adolescencia, el joven se replanteara la problemética narcisista a otro nivel: por ejemplo, en este tiempo de resignificacién constituird una cuestién central el simbolizar algo como exirafto a la madre y a la familia a la vez que se simboliza a si mismo como algo no familiar. De ello se desprende que tuna de las tareas a realizar con el adolescente seré Ia de “desolidarizarse con respecto a la unificacién de siempre en el espejo que Ia familia ha puesto delante de él.” (Op. Cit, 1992: p. 32) Es importante puntualizar que los procesos descritos en los diferentes tiempos no se suceden en forma lineal. Freud se referia a ellos como “capas de lava” aludiendo a su simultaneidad. De hecho, estas vicisitudes vuelven a encontrarse a cualquier edad. Otro gran mito del psicoandlisis es el del Edipo. Ast como el narcisismo viene a resolver la cuestién del ser, el Edipo va a dar respuesta al ser en tanto ser sexuado. De ‘Adopcién y Deseo. 30 ahi que el Edipo se convierta en una via. pri legiada de acceso del sujeto on la humanizacién. Para la clinica psicoanalitica es esencial reconstruir cémo se ha jugado este mito tno solo en la experiencia del paciente sino en las generaciones anteriores. En este sentido, Lacan (Rodulfo, M., 1992) afirma que el Edipo existe ain antes del nacimiento ‘como una red simbélica entramando las generaciones entre si. Las investigaciones clit as diferencian la problematica narcisista de la edipi Mientras que en el transito narcisista el pequefio debe inscribir que la madre no es él, a través de las vicisitudes del Edipo sera llevado a aceptar una prohibicién: su madre no esde él. ara que el Edipo cumpla su funcién en el desarrollo subjetivo deberd producirse cierto pasaje del ser al tener: tener una cierta identidad sexual ligada al Ideal del Yo. Segin Lacan, es en este pasaje del ser al tener donde se sitita la castracién simbélica: “La castracién a partir de Freud s6lo es concebible relaciondndola con el orden de la Ley —Ley presente en la estructura del Edipo y Ia prohibicién del incesto- y con el registro de la sancién, situindola en lo que Hamaremos la deuda simbélica", (Rodulfo, M., 1992: p. 45) De esta forma, lo que el nifio tiene como que le pertenece no puede més que haberlo recibido del Otro. Esta es la deuda simbélica que inscribe @ la castracién en el centro del Edipo porque produce el paso del ser al tener, Renunciando a ser el que colme cl deseo del Otro pasa a constituirse en alguien que logra fener determinada identidad sexual. En Inhibicidn, sintoma y angustia, Freud (1925) vincula ta sefial de angustia a la ausencia de objeto, por lo que sostiene que: Adopcién y Deseo 31 “La angustia surge como reaccién al hecho de advertir la falta del objeto... el miedo a la castracién tiene por contenido a separacién de un objeto muy estimado...”" (Freud, 1925: p. 2862) Lacan (1996a) retoma lo anterior introduciendo una diferencia conceptual. Contraria a la definicién freudiana, la angustia no emerge ante la falta de objeto sino ante {falta de la falta”. El sujeto esta por devenir perdido para el Otro que despierta su deseo. La angustia surge como defensa primaria ante el peligro de ser incluido en el Otro para su goce. Puesto de otra forma, “... la angustia aparece entonces ante la falla del tercero, donde ante la ausencia del tres, dos serdn uno”. (Rodulfo, M., 1992: p. 46) El Complejo de Edipo, como el narcisismo, también puede conceptualizarse en tiempos l6gicos. En ellos se juega una situacién triangular entre tres polos: padre, madre, nifio; y cuatro términos porque se agrega la funcién filica. Los tiempos estin dados por el lugar donde caiga este cuarto término. El concepto de fincién félica es fundamental para entender el Edipo. La funcién se instala en el agujero que deja en la especie humana la inexistencia de una programacién instintiva de la sexualidad. A falta de instinto es que debe aparecer una funci6n que marque ciertos lugares como lugares de deseo. La caracteristica principal de esta funci6n radica en el marcaje, La marca recae sobre aquello que puede desearse en ‘un campo dado. Esta fuuncién es decisiva en cuanto a las orientaciones que toma la libido del nio. Adopeién y Deseo 32 Desde otra perspectiva, el Edipo también lleva al niffo a la construccién de la categoria de padre, como una cuestién central. En el transito del narcisismo al Edipo, el nifio debe construir lo que se denomina la metéfora paterna. Lacan formula la diferencia cexistente entre el padre simbélico y el padre real con lo cual establece el estatuto del padre estructuralmente implicado en el complejo de Edipo: “Bl padre no es un objeto real; entonces, qué es? ... El padre es una metéfora. Y, ,qué es una metéfora? ... Es un significante que viene a ponerse en lugar de otro significante... El padre es un significante que sustituye a otro...” (Dor, J.: 1989: p. 48) ‘Segim la teoria lacaniana (1972), el nifio va a constituirse como sujeto a través de la operacién de la metéfora paterna y su mecanismo correlativo, la represién originaria, En dicha operacién, la metéfora se despliega en base a una sustitucién significante en la que un significante de origen (la madre) es provisionalmente reprimido en beneficio del advenimiento de otro significante sustitutivo (el padre). En otras palabras, un significante nuevo ocupard el lugar del significante originario del deseo de la madre. Este ‘itimo, reprimido en beneficio del primero, se volveré ahora inconsciente, Pasemos ahora a los tres tiempos del Edipo: En el primer tiempo se resignifican los tres tiempos det Narcisismo. Es un momento fusional: el nifio como falo de la madre, como aquello que completa el deseo mateo. La frase narcisista “El es yo y yo soy él” se sustituye por la edipica: “El es mi {falo y yo soy (el falo) de ella”. En el segundo tiempo se produce un viraje hacia otro polo: el padre, ‘Adopeién y Deseo 33, “Bl postulado de ser el falo recae en el padre en dos sentidos: en tanto priva al niffo del objeto de su deseo y en cuanto priva a la madre de su objeto félico.” (Lacan, 1972: p. 50) Este es el tiempo de la entrada de la terceridad. La madre mira a otro lado: al padre, a un nuevo hermano, al trabajo... hay algo que marca una distancia entre ella y su hijo. Aqui surge la rivalidad félica en el nifio en el plano del ser: ;quién es el falo? El pequerio ama a la madre y se defiende del padre. En el tercer tiempo se da una triple transformacién: © El pasaje del ser al fener. Esta transformacién produce un vi pasando de ser ef poseedor del deseo del Otro a adquirir una posesién que haga posible fener algo con lo cual se pueda desear y ser deseado. «El padre aparece en este momento como permisivo y donador. Reinstala la instancia del falo como objeto deseado de la madre y ya no como objeto del que el padre puede privarla. ‘* El Edipo se resuelve por idenmtificacién con el padre y represién del deseo de la ‘madre. El niffo vira de una posicién referida sélo al deseo materno a otro polo desde el cual ha de significarse, operindose la sustitucién por el padre, siendo éste un ‘momento crucial para el posicionamiento sexual del hijo como varén o nifia, La experiencia con nifios que estan atravesando las vicisitudes del Edipo permite inferir que el jugar en estos momentos no se reduce a pura fantasia, més bien el juego en. estos nifios cumple Ja funcién de producir significantes sexuales y emblemas con los que el pequeito pueda identficarse. En los juegos en la clinica desfilan el papd, la mamé, el hijo, los hermanos. Se trata de actividades lidicas en las que se estd poniendo en juego el esclarecimiento de la identidad sexual, ‘Adopcién y Deseo 34 ~ ELFort-Da Asi como el mito del Narciso intenta dar una respuesta a la pregunta de “cémo se ‘puede ser alguien, siendo de origen nadie” el Fortida responde al interrogante de cémo simbolizar la ausencia. Se trata de una conquista simbélica que va més alla de lo espacial y temporal. En Mas alld del principio del placer (1919-1920) se describen las observaciones freudianas sobre el juego del carretel, las cuales, con el paso del tiempo, cobraron mayor importancia para el psicoandli relacién a este juego son: ‘© Esta accién parece facilitarle al nifo soportar sin angustia 0 con un margen tolerable de ella, Ia partida de la madre. © A través de esta actividad vuelve suyo, algo que en sus inicios sufrié pasivamente, lo ‘cual parece ligarse en gran parte al plus de goce que tal actividad le produce. ‘+ Predomina Ia tendencia a lanzar hacia afuera sobre el atracr hacia si, lo cual Freud asocia a la venganza fantaseada con respecto a un objeto primario de amor que lo abandoné, © La secuencia, en su conjunto, insiste en repetirse, més alld del displacer que tz vivencia inicial prodyjo como tal © La significacién de este juego parece desplazarse, acabando por llevarse a cabo ain cen presencia de la madre y ain sobre el cuerpo mismo del nifio en su imagen especular (juego de tuero). Por lo demis, el fort/da constituye una operacién fundamental en la cestructuracién simbélica del sujeto temprano. Para Lacan (1996a), el juego del carretel Adopcién y Deseo 35 marca la primera constitucién del agente de la frustracién, la madre, siendo evidente el paso de una relacién simple madre-hijo a una més compleja. A través de esta operacién foruida emerge el primer espacio fuera del cuerpo materno para vivir. Es un modo primordial de simbolizaci6n, donde la agresividad -no la agresién- juega un papel central cumpliendo una funcién de separacién simbélica. Gracias a esta funcién agresiva de “arrojar fuera” va construyéndose un espacio desplegado que no es ya el del Otro: Segin Hyppolite, “Cuando un adolescente empieza a pelearse, a impugnar, empieza también a tomar distancia de todo lo que son los valores ¢ ideales de su familia... Hay un momento privilegiado de esta agresividad donde él tratard de arrojar lejos, a cierto no-Yo, todo lo que hasta ese momento podia aceptar como valores que le transmitian en el discurso familiar.” (Rodulfo, M., 1992: p. 34). Este momento, cae en la categoria del fort/da lo cual implica liberarse de un cencierro al ser capaz. de producir un espacio mas allé, un nuevo espacio imaginario de profundidad. En este juego, el acto de arrojar fuera produce al mismo tiempo un adentro y un afuera, un cerca y un lejos, un antes y un después. Estas oposiciones eran inexistentes en un tiempo anterior. A parti del fort/da el niffo se organizaré de acuerdo a tuna doble identi jcacién con su madre: presente y ausente en forma sucesiva. Aqui la madre ausente es sustituida y la presente también porque en otro momento puede Hegar a falar. En referencia al forv/da puntualizaremos dos aspectos més. En primer lugar, la primacia boca-ojo caracteristica de la especularidad cede la hegemonia al par mano-ojo cen este momento de la constitucién del sujeto. FI segundo aspecto se refiere a un pasaje ‘Adopcion y Deseo. 36 que se lleva a cabo desde la funcién del espejo, central en el narcisismo, a la funcién de la ‘puerta como separacién simbélica que demarca en el espacio un limite, un borde, un no- Yo. En el transcurso de la operacin fort/da cobran una importancia central los juegos de poner y sacar, esconderse, taparse la cara con las manos y luego aparecer, taparse con trapos, abrir y cerrar puertas. As(, el espacio tridimensional caracteristico del fort/da con su categorla central de interno/externo sustituye al bidimensional, propio de la especularidad, B. Sobre 1a formacién del sintoma Freud funda su concepcién del sistema psiquico en un aparato que se constituye por defensa, es decir, por represién. Propone que el sintoma, la inhibicién y la angustia conforman la trilogia de motives de consulta en la clinica. En los escritos freudianos se deseri “BI sintoma serfa, pues, un signo y un sustitutive de una expectativa de satisfaccién [prohibida} de un instinto , un resultado del proceso de Ia represi6n.” (Freud, 1925: p. 2836) La sustitucién lograda en el sintoma remite invariablemente a una experiencia placentera de cardcter sexual vivida con displacer y que ha generado sentimientos de culpa. Se destacan como aspectos esenciales del sintoma: su manifestacién que obedece al retorno de lo reprimido, su relacién con los avatares del Complejo de Edipo (que se desarrollaré més adelante) y su vineulacién con el super'Yo, debido a que su formacién responde a una necesidad inconsciente de castigo. Adopeién y Deseo 37 El sintoma como formacién del inconsciente es el producto que resulta de la transaccién de dos fuerzas psiquicas en conflicto que empujan hasta llegar a una negoci én. {De qué fuerzas se trata? Por un lado, de un deseo prohibido de indole sexual que resulta penoso para el Yo del sujeto, y por el otro, de una defensa del Yo que se opone al deseo inaceptable. De esta cuenta, el sintoma porta un sentido reprimido y aparece como un enigma para el sujeto que lo sufre, puesto que no le ha sido comunicado © no ha sido reconocido por él. En ef conflicto neurético el material reprimido puede ‘tomar una parte del cuerpo para expresarse, sin embargo, en otros casos lo tomado puede ser el pensamiento. Un interrogante insiste en el sujeto y es planteado en la clinica més o menos cen términos de: “a mi algo me pasa, pero no sé que es” Este “algo” va més alla del sufrimiento fisico. Se trata de un dolor psiquico que apenas alcanza a entenderse. La formacién sintomética se diferencia de otras formaciones inconscientes (de un lapsus, un suefo...) en que el sintoma no es fugaz, dura a la vez que compromete tun goce que hace suftir al sujeto. La clinica analitica apuesta a descifrar un mensaje oculto en el sintoma, el cual se despliega en un texto, es decir, en las palabras del hablante, Una palabra cobra valor significante cuando es escuchada por un analista. En el discurso que se entreteje, se construye una cadena significante en la que un significante remite a otro. En este des miento se da una produccién mutua que intenta reconstruir el entramado del sujeto del inconsciente que se arma entre el analista y el analizante Para que el mensaje codificado en el sintoma sea escuchado es condicién que exista una pérdida de la escucha ingenua, en tanto ésta no se detenga en lo obvio y aparente. El psicoandlisis apunta al discurso en el que se despliega un saber inconsciente, el cual, lacar namente hablando, se estructura como un lenguaje. Adopeisn y Deseo 38 El psicoandlisis propone la asociacién libre como regia de oro del quehacer clinico. Este procedimiento consiste en que el analista haga una invitacién al analizante para que diga todo aquello que le venga a la mente, sin restricciones, recortes ni censura del material. El analista, ateniéndose al texto, apunta a la emergencia de un saber que se desliza a través del discurso del hablante, En este punto, considero necesario puntualizar que el psicoandlisis no es una clinica de sintomas sino de estructuras. EI sintoma es parte de la estructura pero no Ja define. La estructura, en cambio, apunta en profundidad a la raiz del conflicto constituyendo un modo tipico de respuesta al sufrimiento por el cual el sujeto consulta Mis all de estas consideraciones, teoria psicoanalitica presupone la existenci de una verdad que ha quedado reprimida y sustituida, en virtud de lo cual permanece representada por el sintoma. La clinica analitica pretende recuperar esa verdad “olvidada” del sujeto para restituirsela. Pero esta restitucién no podra ser més que parcial. Potencialmente, el sintoma es un saber que no puede ser descifrado en su totali 1d._Al menos un significante que viene del Otro esta excluido del saber. Podemos concluir diciendo del sintoma que es una posicién subjetiva respecto a la verdad. C. Sobre la transferencia de los padres La clinica psicoanalitica implica un saber sobre fa transferencia como clave de un anilisis, Este concepto es central en la clinica puesto que el rumbo de un anal eel que va marcando la transferencia. Esta nocién es un aporte freudiano. Desde el principio, Freud (Menninger y Holzman, 1973) se sintié intrigado por el curioso comportamiento de los pacientes en la hipnosis, quienes aceptaban la autoridad det hipnélogo como si fuera una persona mas Adopcién y Deseo 39 poderosa de lo que realmente era. Freud buscé una explicacién a este fendmeno observando a Charcot y a sus propios pacientes en tratamiento con o sin hipnosis. De cesta forma descubrié una rara tendencia en el paciente a responder ante el analista como si éte fuera ofra persona. A esta tendencia la llamé “transferencia” y el proceso fue explicado como el resultado del mecanismo de desplazamiento y del principio de compulsion a la repeticién. Dichos mecanismo y principio fucron aclarados por Lagache al definir la transferencia como “una repeticién, en la vida actual, y en particular en la relacién con el psicoanalista, de actitudes emocionales ¢ inconscientes que se desarrollaron durante la nifiez dentro del grupo familiar y, en especial, hacia los progenitores...” (Menninger y Holzman, 1973: p. 115) A lo anterior, Lacan (1972) diré que fa transferencia, més que repeticidn, es Ia puesta en acto de la realidad del inconsciente. En el trabajo clinico con un nilfo, la presencia de los padres insiste de diversos modos y puede ser palpable en diferentes momentos transferenciales. En las Nuevas lecciones introductorias al psicoandlisis, Freud (1932) sefiala la importancia de tener presentes a los padres en el tratamiento de un niflo. Hartmann y Tkach (1991) proponen que la presencia de los padres puede entenderse como un hecho fenoménico 0 como un efecto de la estructura. De estas formas de abordaje, dichos autores optan por Ia segunda para explicar que, como efecto de estructura, ef nifio esta capturado en posicién de dependencia frente al adulto y su pregunta en relacién con la castracién del Otro y con la propia castracién esta planteada al desco de los padres. ;Puedes perderme? es la pregunta de la estructura, EI nifio se Adopcién y Deseo 40 propone a si mismo como objeto del deseo del Otro y, poniendo en juego su falta le viene desde el Otro no completo la prueba de su propia castracién. “AI nifio no se le puede curar de la presencia de sus padres. Solo podré ubicarse de manera distinta fremte a la pregunta por la castracion y el deseo del Otro.” (Hartmann y Tkach, 1991: p. $8) La transferencia es al mismo tiempo motor y obsticulo del anilisis. Todo movimiento en el andlisis da cuenta de ella; los movimientos de apertura y de cierre del inconseiente evidencian un modo tipico. En su dimension de amor, la transferencia sostiene el andlisis y se manifiesta mis alla de lo imaginario haciendo posible el desplicgue del saber inconsciente. La mediacién del analista promueve ese despliegue. Freud advierte que el amor transferencial no es hacia la persona del analista sino hacia la apertura del inconseiente que éste propicis, En la clinica, los padres consultan con respecto al nifio. La demanda parental es Jo que conducird, en principio, al establecimiento del Sujeto Supuesto # Saber que podré ser constituido en tanto advenga un sujeto dividido, producto de la relacién significante que trasciende a las personas que lo sostienen. Dicho de otra forma, los padres y el nifio quedan perdidos como personas reales en relacién con la insistencia de la cadena significante; se trata de un saber que insiste desde el inconsciente. Escuchar el inconsciente, seguir su direcci6n, implica ir sorteando los aspectos imaginarios para producir nuevas asociaciones y demandas. Adopcion y Deseo 41 D. Sobre el trabajo clinico de acuerdo con la edad del nino Es comin que el psicoanalista que trabaja con nitios y adolescentes se pregunte por las variaciones que marquen las diferencias en el trabajo clinico con un niffo de 4 aitos, por ejemplo, comparado con otro en plena edad escolar o con aquél que sé ‘encuentra atravesando la adolescencia. “Clinicamente, las impresiones extraidas del trabajo cotidiano suelen resumirse mas 0 menos a una suerte de “elogio” del preescolar, del ‘cual se sefialard la riqueza fantasmética que pone en juego asi como la Permeabitidad a las interpretaciones, marcando, por contraste el viraje que se produce en el llamado periodo de latencia en el que es habitual que se imponga la monotonia de las sesiones (sobre todo cuando predominan las defensas de tipo obsesivo) cuyo efecto serd la escasa productividad durante largos periodos de anailisis. A su vez, siempre se sefiala la reticencia del paber y del adolescente temprano, esa transicién incomoda que ni el juego ni la palabra resuelven...” (Rodulfo, R., 1992: p.77) El citado autor propone que més alla de pensar las variantes de tratamiento segin la edad del nifio o joven, es conveniente formularse la pregunta: zen gué trabajo anda este chico? entendiendo por “trabajo” las operaciones simbélicas fundamentales que se estan dando en su constitucién como sujeto. Asimismo, es primordial indagar si coincide aproximadamente con aquél que podriamos suponerle por su edad, explorar el modo cémo esta tratando de hacerlo o de evitarlo, Esta informacién posibilita rastrear Ia psicopatologia presente, no para ctiquetar Adopsi6n y Deseo 42 al chico sino como referencia vital. Especialmente en el campo psicoanalitico es fundamental plantearse la pregunta en toro a qué crisis, punto del desarrollo de ta subjetividad, tarea vital o construcci6n simbélica se halla abocado ef niffo que nos traen 0 el adolescente que se nos acerca a la clinica. Ademés, ge6mo incide esa situacién en la coyuntura clinica que se perfila? ,qué respuestas estructurales produce ese sujeto en tal coyuntura y a qué precio? A continuacién, presento en forma breve la delimitacién del campo de trabajo clinico que hace este autor a partir de las observaciones realizadas por Winnicott, Freud, Klein, Lacan, Nasio, Spitz, Tosquelles y Blos (Roduffo, R., 1992), entre otros: * Infantes y nifios muy pequeRos: su presencia directa en la clinica es excepcional no en el discurso de los padres que consultan acerca de cuestiones ligadas a la Jactancia de sus bebés y a conflictos no sélo consigo mismos y con sus hijos, sino también con el orden pedidtrico, La referencia a este periodo decisivo aparecerd resignificada posteriormente en la clinica, En esta etapa el trabajo se refiere basicamente a la construccién del cuerpo, pot lo cual la posibilidad de intervencién analitica sobre las funciones (oral, anal) tiene una importancia capital. ‘* Nifos con imagos: esta terminologia de Tosquelles sefiala una diferencia decisiva entre el nifio que ya cuenta con la posibilidad de produccién propia de imagos para sostenerse y aqueél que aiin no. Segin Melanie Klein “<1 mismo control del desarrollo de la angustia se ve seriamente comprometido sin la estabilizacién de imagos para autosoportarse” (Rodulfo, R., 1992: p. 82) Adopcién y Deseo 43 De modo mas o menos tipico, el trabajo de este nifio concieme a la separacién del Otro primordial, al dominio de ta angustia y de la culpabilidad que esto genera, asi como al florecimiento de su scxualidad polimorfa matizada por incipientes manifestaciones edipicas. En otras palabras, este nifio se encuentra comprometido en el trabajo de “destete” manteniendo el sentido metaférico del término que va mucho mis alla de la funcién oral. Fl clasico nino “edipico”: Nasio se refiere a él como “el magnifico nifio del psicoandlisis” quien se encuentra abocado a ta tarea de la primera gran resignificacion de experiencias tempranas durante la cual se estabilizan, en cierto grado, las teorias sexuales y los “mitos individuales” del pequefio sujeto. Es también tun tiempo de radicalizacién de la diferencia que va de la madre al padre. Basicamente, este niffio se encuentra en el trabajo de posicionarse sexualmente, teniendo que vérselas con los conflictos y las angustias que conlleva este recorrido. Aqui se despliega Jo que Lacan ha puntualizado como el interrogarse por si mismo en tanto ser sexuado. El nifio latente: A partir de la disolucién de! Complejo de Edipo se desarrollan en el nifio una multiplicidad de defensas que tienden a estabilizarse y a convertise en rasgos de cardcter. La latencia viene a perfilarse como el tiempo de las defensas logradas, Melanie Klein advierte que este periodo esta caracterizado por dificultades especiales: “a diferencia del nifto. pequeito, cuya vivacidad imaginativa y agudo sentimiento de angustia nos permite la mejor comprensién del Inconsciente y el establecimiento de contactos con él, el latente tiene Adopcion y Deseo 44 tuna vida imaginativa muy limitada, de acuerdo con la poderosa tendencia a la represion que es caracteristica de esta edad; mientras {que si lo comparamos con Jos adultos, su Yo no esté atin desarrollado y no tiene conciencia de enfermedad ni siente necesidad de ser ‘curado, de modo que no posee un estimulo para comenzar el anil ni aliento para continuarlo.” (Rodulfo, M., 1992: pp. 55 y 56). Desde otra fuente, Winnicott sefiala que a diferencia de los pequefios, durante Ja latencia los chicos tienden a representar papeles, a realizar juegos o a producir dibujos en los que repetidamente se observa que se extienden en espacios “macro” que pueden abarcar gran nimero de sesiones. Asimismo, s¢ observa en estos nifios tuna sensacién de aburrimiento generalizado. Sin embargo, dicho autor recomienda prestar al niffo una escucha atenta e interesada, seguirlo en sus juegos ¢ inclusive propiciarlos en momentos de absoluto “impasse” para ir transformando el andlisis en tun “espacio de transicién” que permita alcanzar la meta terapéutica propuesta. Pier, adolescente temprano: la “metamorfosis” corporal caracteristica en este tiempo, trae consigo el retorno en espiral de todos los modos de angustia, castracién y fragmentacién. Con ello se despliega una crisis en todas las referencias identificatorias que venian ofreciendo hasta entonces, un mapa mis © menos seguro. El trabajo aqui comprometido es el de “la. identidad repreguntada.” En este recorrido cs necesario que se opere la “des-territorializacién que va acompafiada de un duelo. La clave del proceso adolescente reside en que lo extra-familiar se torne més importante que el campo familiar, sobre todo en términes de economia libidinal en lo que se designa “la segunda gran desfamiliarizacién del sujeto” (la primera es el destete). Adopcién y Deseo 45 En otras palabras, una de las claves est en poder simbolizarse como extrafio, apoyado en el extrafiamiento corporal que ocasiona su transformacién, En el trabajo con et adolescente temprano es esencial que el joven en alguna medida se reconozca en ese extraffo en el que él mismo se esté transformando: ™.shacer espacio para que todo lo extraho se despliegue" (Rodulfo, R.. 1992: p. 86). ‘+ Adolescente tardio: £1 trabajo més importante en este periodo es el de conseguir cierta consolidacién que posibilite al adolescente montar una especie de “version definitiva” de ciertas cosas. Esto exige que en él se operen ciertas resignificaciones cruciales, por ejemplo, que algo de la posicién sexual se estabilice, creando asi las condiciones que le permitan “ocupar” ciertas posi Considero que es de vital importancia mantener presente este “recorrido” en el quehacer cot iano en la clinica con los nifios y adolescentes. Por otro lado, encuentro que es stil retener la nocién de “trabajos” como referente de aquellas situaciones estructurales que plantean una “exigencia de trabajo” en la vida de un sujeto. He podido comprobar que se registran abundantes experiencias de validacién clinica en este sentido, Mm. ‘Adopcién y Deseo 46 Historia del psicoandlisis en nifios a partir de sus origenes La historia del anilisis de nifios se inicia a partir del caso del pequefio Hans, de Sigmund Freud. El historial del Caso Juanito, como también se le conoce, fue publicado por primera vez en 1909. En su momento, el andlisis de la fobia de un nifio de cinco afios suscité gran interés y no poca desconfianza, pucsto que se auguraba “...toda clase de futuras desdichas a la criatura tan precozmente (ima del psicoandlisis.” (Fendrik, 1989: p. 9) Segin la fuente anteriormente citada, en la primavera de 1922, Freud recibié la visita de un joven de diecinueve afios que declara ser Juanito, el protagonista de la fobi infantil de los escritos freudianos. Contrariamente a lo esperado, éste manifiesta sentirse muy bien y no padecer ningin tipo de trastornos. No obstante que Freud (1909) pensaba que el anilisis de los complejos reprimidos no podia perjudicar en el presente ni en el futuro al nifio o a sus padres, en la publicacién del caso mencionado no se pronuncié sobre la conveniencia del anélisis para todos los nifios, mostrindose cauteloso en cuanto al aleance y la generalizacién de la experiencia. La lectura del comienzo de este historial nos revela que Freud considera que este anilisis s6lo fue posible por la coincidencia de la autoridad médica con la autoridad paterna en una sola persona, es decir, por la unién del interés cientifico con el familiar. La posibilidad de comprobar que los temores a las consecuencias det andi infantil eran infundados, se produjo gracias a un hecho singular: cuando Juanito ley6 su historial casi quince afios después, no pudo reconocerse en él. Todos los sucesos que ahi se relataban, incluyendo el anil , habjan sucumbido a la amnesia. Juanito habia olvidado su anilisis y Freud (1909) dice no tener para ello ninguna explicacién. A partir de este “lustre precedente”, 10s niflos fueron objeto de permanentes observaciones con el fin corroborar las hipétesis formuladas en el trabajo con pacientes Adopeién y Deseo 47 adultos. Fue necesario que un largo tiempo transcurriera desde los primeros descubrimientos del psicoanlisis, que ubicaban en la infancia las causes de la neurosis, hasta la aplicacién de estos hallazgos en el anilisis de nifios. La inauguracién de un espacio para el trabajo analitico con los pequeftos coincide ‘con una época de intensos debates en torno a la preparacién del analista. En aquel centonces, se discutia la pertinencia de un anélisis personal didactico que iniciara al analista en formacién en el conocimiento de su propio inconsciente. En este contexto, la relacién entre anélisis y pedagogia es discutida y ‘cuestionada, asi como lo referente a los alcances de la responsabilidad de! analista en una cura, su participacién o no en la orientacién del destino de los impulsos liberados en un (sublimaci6n), entre otros. La division médico/profano estuvo presente en este tiempo de institucionalizacién del psicoanilisis. Es curioso que desde el principio, los psicoanalistas de nifios quedaran expresamente cximidos de la formacion médica que en algunas sociedades se exigia y que en otras se recomendaba para los analistas de adultos. Indudablemente, este hecho imprimié en el psicoandlisis con pequefios ciertas marcas que lo hicieron “diferente” del de los adultos con lo cual, poco a poco, esta préctica fue perfiléndose como una “especialidad”, El comienzo de la década de 1920 marca un momento crucial en la historia del psicoandlisis. Europa se recuperaba del duro golpe de la guerra, y todo aquello que colaborara en la construccién del “hombre nuevo” y de un futuro mejor, era objeto de grandes expectativas: “Bs el tiempo de comenzar a pensar en la posibilidad de abordar directamente a los nifios como un terreno ain inexplorado y leno de Adopcién y Deseo 48 promesas para la cura analitica y para los “nuevos” aportes que la teoria necesita.” (Fendrik, 1989: p. 21) En el campo recién inaugurado se cita como “nica” y casi desconocida pionera del anilisis infantil a Hermine von Hug-Hellmuth, ferviente admiradora de la obra de Freud, cuyas ensefianzas trat6 de aplicar a la educacién de los nifios. Dirigié el se io psicoanalitico de ayuda a la educacion de Viena, cuya principal funcién consistia en dar a conocer Ia teoria psicoanalitica a padres, maestros y educadores. Asimismo, publicé articulos basados en sus observaciones clinicas en los que describié las dificultades de analizar nifios en estos términos: “BI nifio no acude al analista por su propia determinacién... el nifio se halla inmerso en experiencias reales que estén provocando su neurosis...” (Fendrik, 1989: p. 29) En sus escritos, esta autora propone que a diferencia de lo que ocurre con los, adultos, el analista de niflos no necesita hacer explicitos los impulsos inconscientes, ya que basta con que éstos se expresen en actos simbélicos sin necesidad de pasar por el lenguaje hablado. EI andlisis posibilitara que el pequefio relacione las impresiones nuevas con recuerdos fragmentarios de las esconas primarias que ocurren en el preconsciente, Por lo tanto, recomienda dejar la tarea de hacer plenamente conscientes los impulsos del nifio para cuando éste sea més grande. Si bien estos aportes no tienen el alcance de verdaderas conceptualizaciones, también es cierto que Ia mayor parte de sus articulos no fueron traducidos del aleman, con lo cual su obra cs casi desconocida. Por otro lado, los comienzos del andlisis infantit se encuentran impregnados de los criterios establecidos por Anna Freud y Melanie Klein (Fendrik, 1989) como dos Adopeién y Deseo 49 ‘opciones 0 modos opuestos de analizar nifios: el pedagégico y el analitico, respectivamente. Estos dos modelos en los que se asientan los principios del anélisis con rnifios, parten de la propia experiencia de quienes Ia historia conoceré como sus fundadoras. 1 antagonismo suscitado entre ellas se origina de la defensa del anilisis “puro” por parte de Melanie Klein, quien considera el trabajo analitico como “un Bien Supremo, Universal e insustituible para la solucién eficaz de los conflictos humanos”. Por su parte, ‘Anna Freud y sus seguidores proponen como “necesaria la funcién pedagégica del analista de nifios” (Fendrik, 1989). La discrepancia inicial se refiere a determinar si el andlisis s6lo se indica en el caso de los trastornos 0 dificultades que presentan los niffos, 0 si también es recomendable aunque no existan sintomas manifiestos. Melanie Klein sostendré firmemente esta dltima posicién mientras Anna Freud sélo justificara el andlisis de un nifio en el caso de una verdadera neurosis infantil. Anna Freud propone como condiciones necesarias para comenzar el tratamiento analitico: conciencia de sufrimiento, confianza de analizarse, creacién de un vineulo fuerte con el niflo utilizando “métodos de sugestién” que lo conduzcan al anélisis. Seguin su propio testimonio, Anna Freud abord6 la prictica analitica con nifios sélo después de haber trabajado con adultos. De esta nueva experiencia, dict6 una serie de conferencias recopiladas en su primer libro, “E! psicoandlisis del nifio”, publicado en 1926. Con respecto al tratamiento analitico infantil, Anna Freud propone las reglas téenicas habituales de abstinencia, reserva, neutralidad, prudencia y libertad det niio de interrumpir la labor en comin cuando asi lo desee. Su preocupacién fundamental consiste en descubrir el lugar que un andlisis puede tener en el mundo de un niflo. Entre ‘Adopcién y Deseo 50 sus aportes tedricos destaca la conceptualizacién de los mecanismos de defensa del Yo para protegerse de la angustia. Este sera un punto crucial de desencuentro con los planteamientos kleinianos. Anna Freud habla de la dificultad de utilizar la asociacién fibre con ef pequetio paciente. Al respecto, Melanie Klein prefiere reemplazarla por dibujos, obtencién de datos de la vida cotidiana del nifo y técnicas lidicas. En cuanto a la formacién de Anna Freud como analista, resulta interesante que ella hiciera su anilisis didéctico con su propio padre. Este es un hecho que invita a interrogarse acerca de la transferencia que pudo haberse jugado en dicho andi En torno al tema, Anna diré que cuando se trata de un nific, solo la transferencia positiva hacia el analista, o sea, la vinculacién carifiosa hacia él, hard posible el ani ‘Asimismo, plantea la transferencia negativa como un obstéculo a cl inar cuanto antes “porque se vuelve sumamente incémoda”. Considera que la neurosis de transferencia no s6lo es Ia vinculacién afectiva con el analista sino la sustitucién de los sintomas por sintomas transferenciales sobre los cuales éste, en tanto objeto de la transferencia, podré influir. Su convencimiento de que es necesario establecer una diferencia entre transferencia analitica y vinculacién afectiva la lleva a enunciar su famosa formulacién: “El pequefio paciente no esté dispuesto, como fo est cl adulto, a reeditar sus vinculaciones amorosas, porque, por asi decirlo, alin no ha agotado la fos objetos amorosos, los padres, todavia cexisten en Ia realidad y no s6lo en ta fantasia, como en el neurético adulto; el nifio mantiene con cllos todas las relaciones de la vida cotidiana y experimenta todas las vivencias reales de la satisfaccién y el desengafio. El analista representa un nuevo personaje en esta situacién, y con toda probabilidad compartiré con los padres el amor o el odio del ‘Adopcién y Deseo. 51 is del nifio, primera conferencia, Fendrik, 1989: p. Es més, Anna Freud atribuye a los padres la responsabilidad de obstaculizar el Analisis, lo cual le impide responder a la pregunta por la neurosis de transferencia desde la condicién estructural del nifio. Ante el obstéculo en el trabajo clinico, propone mejorar “artificialmente” el ‘medio familiar para dirigir y regular las reacciones del entorno que impidan la labor analitica. Puede afirmarse que el fantasma de los padres aparece en la practica analitica freudiana con nitios a lo largo de toda su historia. A la pregunta: {Qué es un nido para el psicoanilisis? Anna Freud responde: “el nifo es, fundamentalmente, una construccién de la neurosis infantil; el heredero del narcisismo parental: "His majesty the baby”; el lugar te6rico del origen, a saber, sexualidad infantil, Edipo, inconsciente, fort- da; cl lugar de inseripeién de los trazos que sélo a posteriori revelarin sus efectos; un representante privilegiado de la circulacion del falo en la serie de las equivalencias simbélicas pene-nifio-regalo-desecho; la funcién filial donde se sancionaré la prohibicién del incesto para dar ugar al deseo.” (Op. Cit: p. 51) En este punto considero necesario puntualizar que, segin los principios del Psicoandlisis, e! nilo no podré ser jamas un objeto privilegiado para el estudio de la cconstitucién del inconsciente porque, desde esta perspectiva, nunca puede ser considerado como un hecho empitico. Creer que un nifio puede ser un objeto Adopcién y Deseo. $2 privilegiado para investigar, confirmar refutar hipétesis es seguir un camino contrario @ los postulados de la teoria psicoanalitica, Es mas, el lenguaje vuelve tan poco transparentes a los nifios como @ los adultos, incluso hace a los chicos menos permeables a la investigaciOn psicoanalitica puesto que: “no estin atin escritos los textos o los fragmentos con los que cuenta la labor analitica para su trabajo de reconstruccién: recuerdos encubridores y formaciones reactivas.” (Op. Cit: p. 52). En otras palabras, en lugar de tener ventajas sobre el adulto, el nifio en andlisis se descubriré menos capaz de acceder al material inconsciente, Por esta raz6n, el trabajo analitico con un nifio seré mas diffeil que con un adulto. Pensar lo contrario seria un gran error. Dentro de los limites tedricos del andlisis infantil, Anna Freud sefiala que hay demasiadas expectativas provenientes de los distintos lugares del entorno del nifio, y que es comin que desde ellos se exijan respuestas. Advierte que el intercambio de opiniones ‘con los padres, maestros, médicos... implica responder a una realidad, que no es la realidad psiquica. Manifiesta que es delante de los padres donde el analista de nifios debe situarse en el lugar del ideal del yo: ‘Asi, el analista rete en su persona dos misiones dificiles y, en realidad, diametralmente opuestas: 1a de analizar y educar a la vez, es decir, permitir y prohibir al mismo tiempo, liberar y volver a coartar simulténeamente.” (Op. Cit: p. 55) Adopcién y Deseo 53 EI lugar de pionera del psicoandlisis infantil que Anna Freud ocupé fue compartido con Melanie Klein, quien postulé ta incompatibilidad de la tarea analitica con la educativa. La controversia entre ambas es evidente en las criticas que Melanie hace de la obra de su colega vienesa. Klein piensa que el gran error de Anna Freud , tanto cn el anilisis del nifio como en el adulto, esti en dirigirse al yo y a lo consciente en vez de apuntar, desde el comienzo, al trabajo con el inconsciente, Es una formulacién kleiniana que fa existencia del inconsciente es la tinica condicién, necesaria y suficiente, para que el analista emprenda el andlisis. Por otro lado, Melanie Klein reconoce en la angustia y en la culpa los motores Prineipales del andlisis. Manifiesta que en el nifio ambos sentimientos estan presentes, a To cual agrega que los pequerios son capaces de percibirlos mucho més ficilmente que los adultos. Asimismo, considera que el contacto ripido con el inconsciente (via la interpretacién de la transferencia y del contenido simbélico del juego) es el ‘inico medi ccertero, desde el punto de vista analitico, para asegurarse “el dominio” del nifio. La posicion te6rica kleiniana se fundamenta en los siguientes puntos: En primer lugar, el anlisis ¢s titi! no sélo en todos los casos de neurosis sino como un medio de ddisminuir las dificultades de los niffos normales. En segundo, el analisis es incompatible con Ia funcién educativa porque en ese caso el analista actuarfa como representante de agentes educativos y asumiria el papel del superyo. Y en tercero, el analista sélo debe ‘querer analizar y no desear moldear ni dirigir Ia mente del paciente. ‘Segiin Fendrik (1989), después de analizar a su hijo menor Brie y de presentar su historial con el nombre de Caso Fritz, Melanie Klein logra ser admitida como analista de la Sociedad Psicoanalitica Hingara en 1919. Sus observaciones quedan registradas en su trabajo titulado “EI desarrollo de un nifio”, cuyo subtitulo era “La influencia del esclarecimiento sexual y la disminucién de la autoridad sobre el desarrollo intelectual de Adopeién y Deseo $4 los nifios” Este texto es fundamental para conocer las preocupaciones de Melanie Klein cen el momento de su llegada al psicoandlisis: “Las conclusiones irrefutables a extraerse de la experiencia psicoanalitica requieren que los nifios sean protegidos, siempre que sea posible, de cualquier represién demasiado fuerte, y de este modo de la enfermedad o de un desarrollo desventajoso de cardcter. Podemos evitar al nifio una represién innecesaria, liberando primero en nosotros mismos la entera y amplia esfera de la sexualidad de los densos velos de secreto, falsedad y peligro, tejidos por una civitizacién hipécrita sobre una base afectiva y mal informada... dejemos al nifio adquirir tanta informacién sexual como lo exija el desarrollo de su deseo de saber...” (Op. Cit.: p. 102). Después de ocho afios de practicar el andlisis en Budapest y en Berlin, Melanie Klein se establece en Inglaterra, donde llega a ser reconocida como la principal figura de la escucla inglesa de psicoandlisis. La citada autora menciona que, con el apoyo de Emest Jones, Klein consigue ocupar un lugar privilegiado en ta en Ia Sociedad Paicoanalitica de Londres. Es en este contexto en donde postula una teoria de la técnica analitica que, segin la conceptualizacién psicoanalitica, sita el fantasma en el lugar del inconsciente freudiano. El fantasma, hacia donde se dirige la interpretaciOn analitica, hace innecesaria la pregunta por los origenes siempre singulares del sujeto. De esta cuenta, Klein plantea que el andlisis del niffo deberd prescindir de toda vinculacién con los padres reales, con su historia familiar, con cualquier posible obstéculo ajeno a la situacién analitica: ello es completamente wecesario porque los padres sélo cuentan ‘como objetos parciales que pueblan el mundo fantasmético del nifio. El inico “origen” al que el andlisis remite es el de la escena primaria, a la presencia abrumadora de la ‘Adopcién y Deseo 55 copula seno-pene. El analista de nifios deberd ayudar a sus pequefios pacientes a explorar ¥ poner en palabras que expliquen las razones de su angustia. Solo asi podré elaborarla y reparar los objetos datfados por su sadismo (se refiere aqui al pecho mateo lastimado con sus dientes durante la lactancia) , y orientarse por el camino de Ia sublimacién, Su teorizacién del pecho bueno y el pecho malo introyectados, asi como la elaboracién de principios técnicos del andlisis movilizaron amores y odios que le valieron un lugar de admiracién de sus seguidores y de desprecio de sus detractores. Fendrik (1989) escribe que, bajo el titulo de Andlisis temprano, Melanie Klein publica cn 1921 estos escritos en los que defiende no séto la posibilidad sino Ia necesidad de analizar a los pequefios, por lo que propone emprender el andlisis de nifios menores de 6 affos. Su abundante obra culmina con la produccién Envidia y gratitud, que contiene su legado final: La superacién definitiva de los ataques envidiosos dirigidos contra el objeto, permitiré la instauracién definitiva del objeto bueno que, arraigado en el interior del sujeto, lo sostendra y lo protegeré de cualquier ataque proveniente del mundo exterior: “En cualquier periodo de la vida, bajo la presién de la ansiedad, la fe y la confianza en los objetos buenos ayudan a las personas a través de las grandes ansiedades contrarrestando eficazmente la persecucién.” (Op. Cit, p. 160). ‘A pesar de que hay en sus respectivas producciones un afin por “no ser” la otra, los aportes de Melanie Klcin al andlisis de nifios quedaron indisolublemente ligados a los de Anna Freud. En el legado de su obra se entabla Ia historica rivalidad que las hermanara de por vida, haciendo del psicoandlisis de nifios un contrapunto permanente ‘entre dos perspectivas contrarias. ‘Adopcién y Deseo 56 Desde otra fuente, Sigmund Freud sefialo el hecho constatable de que son las infantil: mujeres analistas quienes predominantemente ocupan el campo del andlis “Ha sucedido autométicamente que el andlisis de nifios Megara a ser terreno de analistas mujeres y sin duda que esto seguiré siendo asi.” (Freud, 1932: p. 3185) El “automaéticamente” en el comentario de Freud permite explorar dos caminos. Por un lado, podria ser que la conjuncién de mujeres y nifios fuera una extensién al psicoanilisis de la tradicién cultural que otorga a las mujeres, como madres en potencia, la cualidad especial de comprender a los nifios como parte del hecho natural de haberlos Hevado en sus entrafias. Por el otro, podria tratarse del registro imaginario por el que las mujeres poseen un saber inexplicable sobre los nifios. Sin embargo, de la afirmacién freudiana no se deduce que el destino de toda analista mujer sea trabajar con nitios. Desde otra perspectiva, la entrega de los niffos por sus padres a las analistas mujeres no deja de recordar, como “automatismo” de rep 6n, los primeros tiempos del psicoanilisis en que los nitios podian ser analizados por sus padres. (Melanie Klein y su hijo Eric). Tampoco deja de evocar !a vinculacién con el padre, para toda la vida, establecida por Freud como caracteri principal del complejo de Edipo en la mujer. (Anna Freud y su padre Sigmund). Como un desafio al vaticinio freudiano de un campo analitico infantil habitado exclusivamente por mujeres, un médico pediatra inglés, Donald Winnicott, descubre el psicoandlisis e inicia un singular recorrido en que destacan valiosos aportes a la clinica de niffos. Citando al propio Winnicott podemos decir que: ‘Adopcién y Deseo 57 “... el psicoanalisis de nifios en Inglaterra, en 1935, era un edificio cuyos cimientos se llamaban Melanie Klein” (Fendrik, 1993: p. 119) Su relacién con Melanie Klein, de quien fue diseipulo a la vez que analista del hijo menor de ésta, estuvo marcada por fuertes confrontaciones y demandas reciprocas en las que Winnicott le recriminaba a aquélla por las distancias entre la préctica clinica y sus postulados tedricos. Ante la isputa que dividia a los Kleinianos de los partidarios de Anna Freud, ‘Winnicot comienza a tomar un rumbo independiente de ambas posturas. Un progresivo rechazo a acatar las directivas de Melanie “sobre lo que habia que decir o callar”, sumado a su desacuerdo con la nocién de la pulsién de muerte, propiciaron su acercamiento al recién fundado Middle Group, Este surge de la necesidad de reconocer las diferencias centre ambos cuerpos tedrices. La Sociedad Briténica acepta oficialmente la. existencia de ddos grupos: A y B para organizar la formacién de los futuros analistas. Sin embargo, el Comité de Formacién impide que un candidato tenga acceso a una sola perspectiva durante toda su carrera, por lo que se le obliga a recibir, como minimo, uno de los cursos de la oposi Al trabajo clinico de Winnicott se suman numerosas conferencias a padres, maestros y médicos acerca de los problemas que padecen los niflos, incontables articulos publicaciones en diarios y revistas, asi como charlas radiales transmitidas por la BBC de Londres. Una gran habilidad politica lo lleva a ocupar en dos ocasiones la presidencia de la Sociedad Briténica de psicoandlisis. En sintesis, su misién es denunciar los lugares y las circunstancias en las que el psicoandlisis, transformado en “pesado dogma”, traiciona sus postulados esenciales y su ética. Sus denuncias a la sociedad analitica lo colocan en la posicién de “nifio terrible” del psicoanilisis. ‘Adopcién y Deseo 58 La utilizacion de ciertos términos, como “madre suficientemente buena” y sobre todo “self”, provocan un previsible rechazo dada su resonancia con la “Ego psychology”. Sin embargo, si se acepta que el “self” del que Winnicott habla es lo propio del ser, ‘aquello que del ser puede legar 0 no a subjetivarse, este término puede reconocerse ‘como préximo, aunque no idéntico, a la nocién psicoanalitica de sujeto del inconsciente, ‘A diferencia de Melanie Klein, quien reconoce la contratransferencia como de poca importancia, Winnicott privilegia su uso como herramienta interpretativa. Por otro lado, tanto la nocién de objeto transicional como Ia diferenciacién entre la relacién de objeto y el uso del objeto, trasladadas al contexto analitico, le permitirin introducir una nueva dimensién en el concepto de transferencia como repeticién de las relaciones ‘objetales tempranas: “... el uso del analista por parte del paciente ya sea como objeto transicional 0 como objeto objetivo. Este ltimo podré ser usado y destruido, posibilitanto asi el sustrato inconsciente para el amor a un objeto real.” (Op. Cit. p. 163) Los desarrollos anteriores forman parte del legado psicoanalitico europeo. En América, fue la doctora Arminda Aberastury quien introdujo y difundié la préctica del andlisis de nifios en Argentina (Fendrik, 1989). Su enseftanza basada en la doctrina kleiniana fue durante varias décadas, una referencia para los psicélogos y psicoanalistas que trabajan con pequefios. Tanto en su actividad académica en la tuniversidad como en los hospitales, Arminda defendié ta utili in de una técnica standard y de un cédigo uniforme que legé a convertirse en garantia de filiacién y legitimidad, es decir, en sinénimo de pertenencia al psicoanilisis no s6lo en Argentina, sino también en otros patses de Latinoamérica. Las marcas que ha dejado la enseftanza de Aberastury en la prictica clinica con niftos en Argentina van desde el psicodiagnéstico y la secuencia: entrevista a los padres, hora de juego, devolucién hasta criterios evolutivos y soluciones-modelo. En su libro Teorla y técnica del psicoandlisis con nifios publicado en 1962, define al psicoandlisis, ‘Adopeién y Deseo 59 como un cuerpo tedrieo basado en tres grandes pilares técnicos: asociacién libre, transferencia e interpretacién. De forma aislada, escribié sobre el tema de la adopcién y sus consecuencias psiquieas. De estos escritos slo se conserva Un nifio adopiado, cuento que fue publicado en el No. 27 de la Revista Argentina de Psicologia, “Probablemente, fue la tradicién oral la encargada de hacer de Arminda Aberastury una experta en adopeion”. (Fendrik: 1993, p. 108) lea de adopeién y el ugar del analista, independientemente de si es hombre o mujer, con el de una madre Para la clinica propone un montaje técnico en que vincula l adoptiva. Esta técnica apunta a duplicar la situacion imaginaria del adoptado: el nifio no ha podido elegir a sus “verdaderos padres”, por lo que debe aceptar aquellos que le han tocado en suerte, Segin la autora de Desventuras del psicoandlisis, que fue publicado en 1993, esta técnica le permitié plantearse estas preguntas: “{Podté el nifio con el analista (al que tampoco puede “elegit”) elaborar este destino de repeticién? O, acaso, {Seré su nica salida posible claborar una nueva novela familiar, en la que adopte en su fantasia a algiin otro padre o madre analista?” (Op.Cit. p. 68) Fstos interrogantes obviamente no estaban presentes en la técnica de Aberastury. Su propuesta consiste en equiparar el anilisis del niflo a una adopei6n transitoria (por el analista) al cabo de la cual podra volver a reunirse con sus verdaderos padres. Por otro lado, una larga correspondencia mantenida con Melanie Klein, le valié los derechos de traduccién de su obra al espaiiol. En sus cartas, le recuerda su lugar de fiel discipula y te advierte que no confunda lo que ha leido y traducido con hallazgos Propios. Por esta via las consignas Kleinianas pasaron a Argentina, en donde el trabajo Adopcin y Deseo 60 analitico de Anna Freud también fue calificado como “pedagogico y superficial”, tal y como sucedia en Inglaterra. ‘Al mismo tiempo que Arminda mantenia la filiacién con Melanie Klein, defendia sw ‘técnica como un aporte propi “Lo que si puede decirse es que el nombre de Arminda Aberastury, més alla de su prestigio y su investidura kleiniana, es portador de un sintoma: el intento fallido de unificar bajo el rétulo de psicoandilisis-de-nifos, los intereses € inquietudes que la acompafiaron a fo largo de los afios. La unidad de criterio se toma asi en portavoz de su propia causa y del .” (Op. sintoma que la oculta y la revela: Ia técni p. 70) El psicoanilisis de Aberastury fue quedando reducido a la norma, a un “deber ser.” Asi, un sobrecargado cuerpo teérico-técnico impidi6 escuchar las vicisitudes y los, enigmas del deseo que quedé encasillado dentro de una evolucién biolégica y cultural prefijada. En tal situaci6n, ef sujeto no cuenta porque su palabra no es escuchada. La lectura de su biografia revela que Arminda Aberastury tuvo un final trégico: ‘opt6 por el suicidio como desenlace de una vida productiva que tocé su fin en noviembre de 1974. Las supuestas razones: el temor a la vejer y a la soledad, el narcisismo amenazado por una enfermedad de la piel o quizd un mal incurable. Mas alld de estas cuestiones, su obra es testimonio de un nombre que ha quedado vinculado a los origenes del psicoanalisis de nifios en Argentina, Adopcién y Deseo. 61 JV. Un abordaje del tema de la adopeiin desde distintas fuentes A. LaClinica de Sigmund Freud: En La novela familiar del neurético, Freud (1908) habla del deseo que habitualmente esté presente en el hijo de parecerse a sus padres. Postula que para el nifio Pequetio sus padres son, al principio, la tnica autoridad y ta fuente de toda fe. De ahi se deriva que el deseo més intenso y decisivo de los afios infantiles sea el de llegar a parecérseles, especificamente al progenitor del propio sexo. Pero a medida que progresa su desarrollo intelectual, el chico conoce a otros padres, los compara con los suyos y empieza a dudar de las cualidades tinicas e incomparables que les habia atribuido. Por ‘tro lado, las pequerias experiencias en su vida infantil despiertan en él un sentimiento de disconformidad que lo incita a emprender fa critica de los padres y a adquirir la nocién de que otros padres son, en muchos sentidos, mejores que los suyos. A esta situacién contribuyen, entre otros factores, los mas intensos impulsos de rivalidad sexual. Las emociones que los motivan tienen por tema evidente el sentimiento de ser despreciado. Freud explica que son frecuentes las ocasiones en las que el nfo se siente menospreciado '¥ que no recibe el pleno amor de sus padres: “La sensacién de que su propio afecto no es plenamente retribuido se desahoga entonces cn la idea, a menudo conscientemente recordada desde la mis tierna infancia, de ser un hijastro o un hijo adoptivo.” (Freud, 1908: p. 1361) Freud constata que son numerosas las personas que recucrdan haber experimentado la sensacién de “haber sido recogidos” (adoptados) por sus padres, o bien, Adopcién y Deseo 62 quienes influidas generalmente por alguna lectura, interpretaron asi fas actitudes hostiles de sus progenitores y reaccionaron en consecuencia Este incipiente extrafiamiento de los padres es lo que la teorfa freudiana denor como: “novela familiar de los neuréticos.” Ocurre que hacia la época prepuberal, la imaginacién del nifio se concentra en la tarea de liberarse de los padres, deseando reemplazarlos por otros, generalmente de categoria social més elevada. Freud manifesta que en esta relacién, el nifio aprovecharé cualquier coincidencia oportuna que le ofrezcan sus experiencias reales — como los encuentros con algin dignatario o persona prominente ~ despertando dichas vivencias casuales la envidia del nifio, que luego se expresa en la fantasia de sustituir al padre y a la madre por otros més encumbrados. La elaboracién de tales fantasfas dependeri de la habilidad del nifio y del material que éste ‘encuentre a su disposicién. _Advierte la importancia de considerar si estas fantasias son celaboradas con mayor o menor afiin de verosimilitud. Freud ubica esta fase fantasiosa en una época en la cual el niffo ignora todavia las condiciones sexuales de la procreacién. Més adelante, cuando el nifio Hega a conocer acerca de las multiples vinculaciones sexuales entre el padre y Ja madre, comprendera que: “Pater semper incertus est, mientras que la madre es certissima; [aqui] la novela familiar experimenta una restricciOn peculiar: se limita a exaltar al padre pero ya no duda del origen materno, aceptindolo como algo inalterable.” (Freud, Op. Cit: p. 1362). Con el conocimiento de los procesos sexuales surge en el nifio la tendencia a imaginarse situaciones y relaciones erdticas, tendencia que es impulsada por el deseo de colocar a la madre -objeto de la més intensa curiosidad sexual- en situaciones de secreta infidelidad y de relactones amorosas ocultas. Freud plantea que son los hermanos Adopcion y Deseo 63 menores los que més tienden a utilizar estas creaciones imaginativas para privar a los hermanos mayores de sus prerrogativas y, a menudo, no vacilan en atribuir a la madre tantas relaciones amorosas ficticias como competidores fraternos encuentran (todos son hijos de un padre distinto), Aqui puede darse una interesante versi6n de esta novela familiar, en la cual su protagonista y autor (el niffo) vuelve a reclamar ta tegitimidad para si mismo, mientras que elimina a los hermanos y hermanas, declardndolos ilegitimos. Es més, Freud (1908) propone que todo ese esfuerzo por reemplazar al padre real con uno superior es sélo la expresién de la afioranza que el nifio siente por un feliz tiempo pasado, “cuando su padre le parecia el més noble y fuerte de los hombres, y su ‘madre, la més amorosa y bella mujer”. Del padre que conoce actualmente se aparta hacia aquél en quien crey6 durante los primeros afios de la infancia; su fantasia es, en el fondo, la expresi6n de su pesar por haber perdido esos dias tan felices. Por otro lado, Freud (1910) hace alusién al tema de la adopeién en sus escritos acerca de Un recuerdo infantil de Leonardo de Vinci, en donde consigna los escasos y particulares datos histéricos de la vida del artista, Refiere que Leonardo nacié en 1452 en Ja pequefia ciudad de Vinei, cerca de Florencia, y que su nacimiento fue ilegitimo. Su padre fue Ser Piero da Vinci, notario y descendiente de una familia de notarios y agricultores que tomaron su apellido de su ciudad natal. Su madre, de la que s6lo sabemos que se Ilamaba Catalina, fue probablemente una humilde hija de labradores quien se cas6 mas tarde con otro vecino de Vinci. Freud relata que en toda la vida de Leonardo no volvemos a tener noticia alguna sobre su madre biolégica. El iinico dato seguro sobre su infancia es proporcionado por un documento oficial del aio 1457: un padrén de impuestos, florentino, en el que se incluye a Leonardo entre los miembos de la familia Vinci, y se indica su edad de cinco aftos y su calidad de hijo ilegitimo de Ser Piero. Este no tuvo hijos de su matrimonio con Donna Albiera, y gracias a esta Adopcion y Deseo 64 circunstancia, pudo Leonardo ser acogido y educado en la casa paterna. Asimismo, Freud (1910) puntualiza que sélo una vez incluye Leonardo en sus apuntes cientificos algo referente a su nifiez. Se trata de una memoria de sus mas tempranos afios infantiles: “.. uno de los primeros recuerdos de mi infancia es el que, hallindome fen Ja cuna, se me acercé uno de estos animales (un buitre}, me abrié la boca con su cola y me golpeé con ella, repetidamente entre mis labios.” (Freud, 1910: p. 1588) En el andlisis de este recuerdo singular, Freud hipotetiza que se trata de restos mnémicos de la época de lnctancia. Postula que, asf como es posible descubrit detrés del ‘material legendario una verdad hist6rica, igualmente sucede con los recuerdos infantiles 0 Fantasias del individuo: “No os indiferente lo que un hombre puede recordar de su nifiez, pues detrds de los restos de recuerdo incomprensibles para el mismo sujeto se ccultan siempre preciosos testimonios de los rasgos més importantes de su desarrollo animico.” (Freud, 1910: p. 1590) Freud interpreta la fantasia que se entreteje con esta temprana memoria como una simbolizacién del acto de ser amamantado por la madre, quien queda sustituida por la figura de un buitre, Los antiguos egipcios reconocieron en esta ave el simbolo de la ‘maternidad, segiin consta en el libro de la sabiduria sacerdotal oriental conservado bajo el nombre de Hermes Trismegistros. Esta fuente nos descubre que el buitre pasaba por ser el simbolo de la maternidad a causa de la creencia de que no habia més que buitres Adopeién y Deseo 65 hhembras...[las cuales] “Iegada una cierta época del afio, se mantienen inméviles en el aire, abren la vagina y son fecundadas por el viento.” (Freud, 1910: p. 1592) Si conforme a estos datos fidedignos de la antigtiedad los buitres eran fecundados por el viento, Freud se pregunta por qué no podria haber pasado alguna vez algo parecido una hembra humana. Fs més, afirma que esta fabula sefiala el origen del recuerdo de Leonardo transformado en la fantasia de que una cria habia tenido madre pero no padre. Afiade que a este recuerdo se le agregé luego un eco del placer experimentado en la suceién del seno materno. Freud advierte que al analizar una fantasia infantil cualquiera, tendemos a separar su contenido mnémico real de los factores posteriores que lo modifican y deforman. En el caso de Leonardo, el contenido real se refiere a: “La sustitucién de la madre por el buitre nos indica que el nifio echo de ‘menos al padre y se sintié solitario al lado de su madre abandonada. Su ilegitimo nacimiento constituye el punto de partida de su fantasia, pues sélo tal circunstancia podia Hevarle a compararse con las crias de los buitres.” (Freud, 1910: p. 1593) Freud plantea que segin los datos en la historia de da Vinci, su padre Piero se ceasé el afio del nacimiento de Leonardo con la noble Donna Albiera. La esterilidad de este matrimonio hizo que el nifio fuera acogido en la casa paterna, o mejor dicho, en la de su abuelo, Freud supone que el traslado del pequefio no se dio mientras la pareja era recién casada, puesto que entonces no se habia confirmado su infertilidad. Aflade que resulta légico suponer que pasaran muchos afios antes que, al no obtener ef matrimonio la deseada descendencia, decidieran llevar a su hogar como compensacién al hijo ilegitimo Adopcién y Deseo 66 de Piero, Freud considera que la belleza ¢ inteligencia del nifio debieron contribuir a esta decisién Esta interpretacién de la fantasia del buitre concuerda perfectamente con el hecho de que Leonardo permaneciera por lo menos tres aflos, 0 quiz cinco, al lado de su madre solitaria y abandonada antes de pasar a la casa paterna, donde encontré padre y madre. Pero entonces, ya era tarde: “Bn los tres 0 cuatro primeros afios de la vida quedan fijadas ciertas impresiones y establecidas ciertas formas de reaccién ante el mundo exterior que no pueden ser despojadas ya de su importancia y sentido por rningin proceso ulterior.” (Freud, 1910: p. 1594) Segiin la teoria freudiana, el hecho de haber pasado Leonardo los primeros afios de su vida sin mis compafia familiar que la de su madre tuvo que ejercer una influencia decisiva sobre la estructuracién de su vida interior. Froud concluye que entre los efectos de este caso se encuentra el que Leonardo, desde sus primeros afios, tuviera que enfrentar una dificultad mis que los otros chicos debido a su condicién de ilegitimidad, De alli que tempranamente comenzara a reflexionar sobre el enigma de su origen y se convirtiera, de este modo, en un investigador afligido por los grandes problemas de la procedencia de los nifios y del papel que el padre desempefia en su nacimiento. Retomo aqui el enunciado freudiano Pater incertus est, mater certissima para analizarlo a la luz de los desarrollos cientificos actuales con respecto a la fertilizacién médicamente asistida: la inseminacién in vitro, préstamo y alguiler de vientres, entre otros. En cuanto a la certidumbre que Freud alude al decir que el origen materno es inalterable, Zconstituiré ésta hoy en dia una garantia? Si bien es cierto que se duda del Adopcién y Deseo 67 padre y se acostumbra a interrogar esta posicién, sorprende constatar que la madre no esth més fundada en su maternidad que él. Es verdad que el parto testimonia de lo biotégico, pero no de lo simbético. Por otro lado, aunque Freud postulé que “la anatomia es destino” resulta evidente ‘que lo anatémico no decide el destino ni de los hombres ni de las mujeres. Basta como ejemplo la incidencia de la homosexualidad. Entonces la pregunta es, zen qué lo biol6gico insttuiria a la madre? El desarrollo de la antropobiologia valoriza Ia pertinencia de esta pregunta. Si hay que parir para ser madre, gquign seré la madre de los bebés probeta? Segin la psicoanalista Marie-Jemma Jejcic (1995) la religién catélica sitia a la madre fuera de la relacién sexual mientras que la biologia la ubica fuera del parto. La pregunta que se sigue es qué es lo que instituye a la madre para el nifio? {Qué le da el estatuto de “mamé’ La mitologia griega relata el reencuentro de Edipo con su madre, Yocasta y cémo Ia voz de la sangre empuja al nifio abandonado por la senda donde lo espera su madre, teniendo que pagar cualquier precio, incluso el de matar a su padre. Este drama traduce, sin duda, el empuje emanado del amor materno hacia el hijo. No obstante, en el retorno a Freud, Jacques Lacan reubica el Edipo: no lo sitta alrededor de la pulsién del niffo sino en torno de la incidencia primera de lo simbélico. De esta forma, desplaca la cuestidn del deseo del nifio hacia el de la madre. Este deseo de la madre, que aspira iresistiblemente, inquieta al nifio a la vez que lo sitia como sujeto, ‘A propésito Jejcic (1995) puntualiza que, aunque del lado del nifio el atractivo hacia la madre no sea pulsional en el sentido del instinto, este hecho no libera ese lugar. Al respecto Lacan (1987) insiste, Adopcién y Deseo. 68 “...que la madre haga de la palabra del padre, de su autoridad; dicho de otro modo, del lugar que ella reserva al Nombre del Padre en la promocién de la ley.” (Lacan, 1987: p. 264) Por lo tanto, lo propio de una madre seria localizable en el lugar que ella organiza cen su palabra para el Nombre del Padre. Desde Ia perspectiva det nifto, Jejcic (1995) advierte que un nifio adoptado debe adaptarse a un apellido y a un deseo que no lo marca a él (por ser adoptado) mas que a otro. A fa vez se progunia .qué pasa con los padres que son adoptados (por el pequefio) de buen grado oa la fuerza? De la misma forma en que el nifio adoptado toma el apellido de la familia en la que se integra, asimismo este niflo se ve obligado a dar un nombre a ‘una nueva mujer, incluso a una nueva madre. En tal caso, zadopta a una madre o @ una madrastra? La autora cuestiona el estatuto de lo que el niflo encuentra en el lugar parental cuando este sitio no est ocupado por el progenitor. Aqui se refiere a los nifios adoptados, huérfanos de padre o de madre, pero también al caso de nifios de segundas nupcias cuyo padre o madre legitimo ya no tiene al nifio a su cargo. Esta analista expresa que “hoy, los nifios cambian de paps como antes Ia gente cambiaba de traje.” (Jejcic, 1995: pag. 44). Cuando uno de los padres ya no asume el papel de padre o madre, ;qué nombre se da al que asume las responsabilidades de ese lugar, a ese alguien que estructura la vida del nifio procuréndole, a veces, un soporte de identificacién? No se trata de preguntarse cudl es la apelacién pertinente sino més bien de acordar lo que conviene a cada caso. EI nifio puede lamar al cényuge de su padre o de su madre por su nombre, lo cual puede ser un modo amable de excluirlo del nicleo familiar. © bien, puede reconocerlo como el padrastro o la madrastra, con lo cual reafirma una indudable Adopeidn y Deseo 69 posicién de aspereza y mordacidad inagotable. En otros casos, los padres felices de haber logrado organizar un hogar unido, deciden hacerse llamar pap o mamé, a la vez que ‘mantienen el recelo ante la posibilidad del retorno de una realidad considerada como un desorden en su vida, si el nfo denunciara al intruso refiriéndose a él por su nombre. Esta decisién del niiio podria traducirse asimismo en la voluntad malintencionada (técita 0 dectarada) de negar al padre o a la madre legitimos. De esta cuenta, el nombre elegido para el nuevo miembro de la familia puede ser el de un sintoma, en vez de la apelacién original que hubiera colmado de gozo a esa familia, feliz porque al fin, todo estaria en orden Sin embargo, Jejcic considera que lo mis perturbador surge cuando la nueva pareja tiene un hijo y el cényuge busca reintroducir una diferencia rechazada hasta entonces, a veces por medios muy dolorosos para el nifio. Por otro lado, existe la tentacién de responder que padre es aquél que ha reconocido al nifio, y que en cuanto a la madre, es tal la evidencia, que el problema no tiene ningin interés. Jejcic sefiala que de la mujer a la madre las cosas funcionan, pero siempre del lado de la mujer, raramente del lado del nifio. Asimismo, agrega que tantas ‘madres son adoptadas como madrastras rechazadas. En resumen, lo que esti en juego con respecto a la madre de adopeién va mucho ‘mis alla de una forma de Hamarla: “No se trata solamente de adoptar a una madre: el nifio también interroga su filiacién.” (Iejcie, Op. Cit: p. 47) En este sentido, la autora propone que cuando estas cuestiones se presentan al terapeuta, han de ser tratadas con mucho tacto ya que quiz desemboquen en un cuestionamiento més profundo de lo que pareceria en un primer momento y que ‘conduzca a destapar otras situaciones. Esta psicoanalista invita a dejarse sorprender por la capacidad del nifio para llamar a un adulto “paps” o “mama” ‘Adopcién y Deseo 70 B. Laclinica de Jacques Lacan: ‘Aungue el tema de la adopcién no aparece abordado expresamente en su obra, algunas de las nociones y conceptos fundamentales de la teoria lacaniana det sujeto resultan pertinentes para entender el caso clinico que serd presentado en la segunda parte de esta tesis. Cincuenta affos después de haber sido escrita la obra de Freud, Lacan retoma los textos en aleman y emprende su cuidadosa relectura. A partir de 1951, conduce un semi jo semanal en el cual urge a sus seguidores a iniciar to que él mismo denominé “el retorno a Freud.” Del extenso corpus teSrico freudiano, Lacan (1972) adopta la constante referencia al lenguaje y a sus funciones contenida en la trilogia de La interpretacién rrelacién con el inconsciente (1905a). Dichos escritos tratan fundamentalmente acerca de operaciones de naturaleza linglistica que van desde las asociaciones entre palabras hasta Ia estructura misma de los sintomas. Ya en 1895, Freud hacia referencia a los sintomas que se cuelan en el discurso. Habia notado que un paciente puede experimentar dolores repentinos en momentos precisos del relato, El dolor indicaria algo no dicho, sefialando que de por si, las sensaciones fisicas pueden ser lingtisticas y estar enviando un mensaje a ser descifrado por el analista. Mostré que los sintomas y los actos podian ser, literalmente, “palabras atrapadas en el cuerpo.” Toda una neurosis puede organizarse cen torno a las palabras y sus relaciones. De esta manera, Lacan apunta que las palabras se convierten en un componente del sintoma; en cl ingrediente de la vida y el tormento humanos.” (Leader y Goves, 2000: p. 37) Adopcién y Deseo. 71 ica, Lacan clabora la reteorizacién de lo freudiano a partir de la lingti Tomando como punto de partida los postulados de Ferdinand Saussure, conceptualiza cl lenguaje como un sistema de signos constituido por unidades discretas que se anudan formando palabras, frases y parrafos. Propone que un signo, mas alla de tener un significado contiene un valor. Por ejemplo, el signo “vaca” hace referencia ‘@.un mismo animal tanto en América como en la India. Sin embargo, dependiendo del Ambito en que se usa denota un valor diferente, En el contexto americano, la vaca ¢s valorada como una fuente de alimento, mientras que en Ia India su valor esta dado ‘en funcién de su calidad de animal sagrado (Leader y Groves, 2000). ‘Otro aspecto crucial del retorno lacaniano a Freud radica en la distincién entre dos componentes lingUisticos esenciales: el significante y el significado. Mientras que el significante se refiere a una imagen acistica (una palabra), el significado hace alusién a un concepto. Asimismo, advierte que un mismo significante puede admitir mas de un significado. Lejos de suponer un acceso facil y transparente entre un significante y su significado, Lacan denuneia la existencia de una resistencia, es decir, de una barrera real que se erige entre ambos. Propone que en la cadena linguistica, un significante remite a otro significante de fa misma manera que un significado conduce a otro, introduciendo asi malentendidos y pérdidas de sentido. ‘Como un componente verbal, e! significante se anticipa a la vida ps{quica. Todo ser humano, al nacer, necesita ser hablado para poder emerger como sujeto hablante, La palabra no forma parte del bagaje biolégico con el que nacemos. Ciertamente, la palabra nos precede. Cada quien tiene que hacerla suya a través de un ejercicio que requiere de etapas logicas. En el inicio, el grito del recién nacido cobra el valor de un primer signo de vida. Se constituye como signo, precisamente porque es escuchado por otro. Este sgrito es signo para el que escucha, no para el que lo emite. Adopcién y Deseo 72 Este embrién de palabra, que es el grito, convoca una respuesta. Entonces el signo se trasmuta en un pedido dirigido al Otro (habitualmente Ia madre) quien le dard una significacién: el nifio grita de hambre 0 de frio; quiz porque se siente incémodo o le duele algo. Este pedido se estructura como una demanda, es decir, como un mensaje en el que las palabras estén implicadas: “héblame”..“esctichame”... “octipate de mi." La madre puede 0 no atender a este llamado, segin ella quiera y le convenga. Este es el momento en que cl nifio esté sujeto al capricho de la ley materna, Es precisamente la madre quien introduce el mo dia/noche, la gama de satisfacciones/prohibiciones que marcaran al pequeifo. Lacan explica que a partir de esta presencia/ausencia se constituye para el hijo la primera pareja de oposicién: condicién fundamental para la introduccién det significante. La madre simbélica (internalizada) se introduce a partir de esta presencia- ausencia, a la vez que opera en el psiquismo del nifio como agente de la simbolizacién del lenguaje. Desde la més temprana infancia, Jos humanos precisamos del lenguaje para expresar nuestras necesidades. En el momento en que usamos las palabras para comunicar algo, entramos en un registro simbélico. Por jemplo, en el nifio que pide agua a Ia madre, este pedido cambia las cosas ya que el agua resulta para él menos importante que el hecho de si ella se la da ono; es decir, como ella le manifiesta su amor. De este modo, el objeto de Ia necesidad queda aniquilado por la dimensién del lenguaje: fo que importa no es tanto el agua, sino el signo de amor que ésta representa. De lo anterior se desprende que el lenguaje introduce una forma particular de pérdida. Lacan sefiala que en el habla, el objeto de la necesidad queda opacado por la demands, Esta demanda es siempre una demanda de amor, imposible de satisfacer y completar, puesto que el nifio solicita de Ia madre algo que a ella le falta: Adopeién y Deseo 73 tun minuto cuando no tiene tiempo, una palabra cuando esta sin ganas de hablar. ‘Todo pedido en la dimensién de signo de amor, demanda el sacrificio del ser. Lacan (1987) postula en el viviente la presencia de un goce biol6gico ligado a las nevesidades fundamentales (de alimento, sexo, sueiio). Este goce, transformado por el lenguaje, entra en el circuito de la demanda. Es el lenguaje quien nos separa de este goce puro y original, a la vez que civiliza y procesa nuestras pulsiones. Las Palabras, al introducir una pérdida, transforman estas pulsiones originales en sublimes: de la demanda original de comer, queda, por ejemplo, un goce exquisito y delicado por la comida. A la necesidad y a la demanda, Lacan agrega el registro del deseo. Teoriza que el deseo toma aquello que quedé opacado a nivel de la necesidad. Sin embargo, si la demanda es pedido de un objeto, ef deseo no tiene nada que ver con el objeto: “nada” en el sentido de “la falta tomada como objeto.” Un ejemplo clinico que Permite ilustrar el deseo es el caso de la anorexia. La anoréxica se rehusa a comer, introduciendo de este modo un Jugar al deseo, que va mas allé de la demanda. Al pedido materno de que la hija coma, ésta responde con un rechazo simbélico: ella desea “comer nada.” De esta manera introduce una falta en la relacién con la madre, ‘un “algo” que marque fa tensidn entre la demanda y el deseo. En el anilisis, el deseo emerge en pequefios detalles; de ahi que Lacan insista en seguir la pista del deseo “entre lineas,” donde es menos obvio. Este énfasis en los detalles es totalmente freudiano. Freud (1915) sefialaba que cuando una corriente inconsciente ha quedado reprimida, ante la imposibilidad de ingresar a la conciencia, se desplaza en pequesios detalles, Lacan (1987) elabora su teoria en la que conceptualiza el deseo como algo Peculiar y extraflo que se vale de los mecanismos tingiisticos (desplazamiento y condensacién) para ocultarse, torciendo algunos elementos y mezclando otros, En un ‘Adopcisn y Deseo 74 lapsus, por ejemplo, el desco esta presente porque un elemento ha sido distorsionado y modificado por otro, Enel trabajo clinico, es posible deducir la presencia del deseo prestando atencién a los procesos que se repiten (el inconsciente i iste), asf como a los puntos de ruptura, distorsién y opacidad en las asociaciones del paciente. Si et deseo es un proceso de distorsién que se desplaza entre los significantes del discurso, es valido preguntarse: ser posible acceder a este objeto del deseo? Bien podria pensarse del deseo como carente de objeto. Contrariando esta suposicién, Lacan plantea que se trata de un objeto de naturaleza peculiar, de un Freud y sus seguidores sitian el complejo de castracién como una nocién ‘central de su teoria. La clave de la cuestién es plantear si la madre posee o no el falo. Considero importante aclarar que el falo materno no es un equivalente del pene. En Ia teorfa freudiana, por falo se entiende el pene més la idea de su ausencia. En términos lacanianos, ef neurético desea ser el falo de la madre. En la medida en que la intervencién det padre en el complejo impida que el nifio quede ‘asimilado como objeto de la demanda materna, se instalaré una distancia entre ¢ pequelio y su progenitora. Esta separacién serd la que permita al infante salir del universo de omnipotencia materna y situar el falo como un objeto irremediablemente perdido. “Ser el falo de la madre” es situarse subjetivamente en la posicién imaginaria de quedar atrapado en el deseo del Otro: ¢s el nifio ubicado en el lugar del objeto que ‘piensa que a la madre le falta. La forma particular como cada cual intenta suplir la falta (lapando la castracién) se manifesta en un abanico de formas clinicas que van desde ser el nifio brillante y seductor que la madre desea hasta convertirse en el infante“muerto” que ella fantasea, ‘Adopcién y Deseo 75 La nocién de la falta de objeto ocupa un lugar principal en la teorfa analitica. En el Seminario 4 La Relacién de Objeto, Lacan (1996) sefiala que dicha falta esta asociada a tres nociones experimentadas en el psiquismo: son ellas la de pri ion, frustracién y castracién. Es importante distinguirlas puesto que no se manifiestan en la misma forma. Freud planted la exigencia de falo 0 “falicismo” como el punto fundamental de todo juego imaginario en el desarrollo del conflicto en el andlisis del sujeto. Lacan sefiala, por su parte, que parece problemitico que un ser que se presenta ‘como una totalidad pueda sentirse privado de algo que, por definici “Diremos que la privacién, en su naturaleza de falta, es ‘esencialmente una falta real. Es un agujero.” (Lacan, 1996: p. 38) ‘Ahora bien, la nocién de frustracién apunta a un dafio, una lesién, un perjuicio. La frustracién concierne a algo que se desea y no se tiene, pero se desea sin referencia alguna a la posibilidad de satisfaccién o de adquisict “La frustracion es en si misma el dominio de las exigencias desenfrenadas y sin ley. El nicleo de la nocién de frustracién, ‘como una de las categorias de la falta, es un dao imaginario. Bs en lo imaginario donde se sitia.” (Lacan, 1996: p. 39) Lacan afirma que ef agente juega un papel primordial en la falta de objeto. En cuanto a la frustraci . €s la madre quien juega dicho papel. Es mis, la ‘rastracin es el verdadero centro de la relacién madre-hijo, ‘Adopcién y Deseo 76 La tercera forma de la falta de objeto introducida por Preud, la eastracién, fue coordinada con la nocién de Ja ley primordial: lo que la probibicién del incesto y la estructura del Edipo tienen de ley fundamental. La teoria freudiana sitéa la castracién en el centro de la crisis decisiva, formadora y principal que es el Edipo. “La castracién esta constituida por la deuda simbéliea....;cual «es el objeto que falta en la castracién? Lo que falta es un objeto imaginario, el falo... ese algo que sanciona la ley y le da su soporte y su inverso, el castigo” (Op. Cit: p. 39) El falo puede entenderse como el primer objeto que dejé una huella de satisfaccién en el nifio. Esta primera huella es imborrable y estructura la relacién con todos los objetos que van a sustituirla. En la operacién de castracién simbélica, es decir, en la separacién por el lenguaje de un goce originario, aquello que se pierde quedara inscripto como un vacio de lo que se imaginariza como un objeto detrés del cual corremos toda la vida. El objeto flico -aquello que falta- es situado por Lacan detrés de un velo que encubre y esconde. Y, zquées lo encubierto? La castracién. ‘Asi como la madre simbélica es el agente de la frustraciOn, el padre se constituye como agente de la castracién por ser el que lleva al corte de la relacién entre madre e hijo. En el pasaje por el Edipo, es necesario que el nifio perciba que aquello que la madre quiere, sobre todo, sexualmente, lo puede encontrar del lado de su marido. Ese “si” que el marido le dice a ella en cuanto mujer, hace circular un mensaje: “TG no puedes satisfacerte a través de tu hijo.” La intervenci6n del padre que se presenta como el que tiene, priva a la mujer del ‘Adopeién y Deseo 77 goce del falo imaginario. Lo que lo hace valet es la operacién que destituye al niffo en su identificacién de objeto de deseo de la madre. La castracion instituye la diferencia entre el falo imagi rio y el falo simbélico. Este iltimo representa el don del padre hacia la satisfaccién de la madre en tanto mujer, asi como la transmisién de un principio, también |. En este momento crucial del simb6lico, para que el nifio asuma su sexualic Eddipo, se juega el paso de la genealogia en el que el hijo incorpora un sentido de filiacién (“ser hijo de”), de diferenci mn sexual (“ser hombre 0 mujer”) y de legalidad (internalizacién de limites y normas) con la prohibicién del incesto: “[La Ley] instituye el orden de las preferencias y de los tabs, que anudan y tejen a través de las generaciones el hilo del linaje.” (Lacan: 1977, p. 71) El soporte de esta funcién simbélica, que perdura desde la familia antigua hasta la forma moderna, es identificado por Lacan en el “Nombre del Padre.” Esta Ley que se vehiculiza en el lenguaje implica primeramente una pérdida de goce operada por el significante y que recibe en el discurso analitico el nombre de castracién. De ésta depende la posibilidad de que emerja el sujeto. No obstante, fa importar ia de la funcién paterna, Solano-Suérer. (1995) considera que en la actualidad puede constatarse en contrapartida la “declinacién social” de la figura del padre ya que la autoridad que éste conservaba en la antigua estructura patriarcal, se muestra cada dia mas “inestable, es decir caduca” (Lacan: 1987). Solano (1995) agrega que el padre de la familia moderna, lejos de ser el amo de otros tiempos, es més bien el que trabaja para los demés. Esta autora se pregunta gcémo se explica entonces que para Freud el padre sea aquél Adopcién y Deseo 78 que merece por adelantado amor y respeto, y que este amor que suscita en sus hiijos determine una primera y fundamental identificacién? Lacan (1987) responde en un primer momento que este merecimiento, si bien ¢s cierto que depende de una transmisién de la madre, no se relaciona tanto con la atencién que preste a la persona del padre sino més bien al lugar que dé a “su palabra” y también a “su autoridad”. En 1960, Lacan se pregunta cual es et modo privilegiado de presencia ‘que debe asegurar el padre, mis allé de la madre, a fin de que su autoridad no se contradiga? Dicho de otro modo, gedmo y bajo qué circunstancias el padre se ‘encuentra en posici6n de mérito con respecto a la Ley y merecedor del amor de sus hijos? Esta cuestién encuentra su respuesta cuando Lacan (1981) afirma que el padre tiene el derecho al respeto y al amor cuando hace “de una mujer et objeto que causa su deseo.” (Lacan: 1981, p. 67) Entonces, su posicién legitima de padre esta determinada en funcién de cémo, en tanto hombre, asume o no la castracion y por ende, su relacién con el Otro sexo. Desde la perspectiva del hijo, con la castracién simbélica el nifio ha sufrido una pérdida originaria al salir del estado de simbiosis en que se encontraba con la madre, Desde el psicoanilisis, las pérdidas significativas que el sujeto experimente posteriormente en su vida remitirin a esta primera érdida, Tanto en los hijos adoptivos como en los de sangre, la separacién de la madre biol6gica se instituye como pérdida originaria Independientemente del hecho de ser un hijo genético 0 no, para Lacan (1992), todo viviente es sujeto de adopeién por el deseo del Otro; deseo puesto en cireulacién a través del lenguaje: Adopcién y Deseo 79 “EI lugar del sujeto esté ya inscrito en el momento de su nacimiento aunque s6lo fuese bajo la forma del nombre propio. (Lacan en Pizani, 1992: p. 9) En sintesis, la marca del deseo de los progenitores sobre el hijo por venir, el bafio de lenguaje que hace que el bebé deje de ser solamente un organismo biolégico para ‘ransformarse en un cuerpo capaz de desear, de gozar, de sufrir y la concepci6n lacaniana del inconsciente como discurso de! Otro, revelan que el sujeio esté en la palabra antes de tener un cuerpo, antes de nacer. C. La Clinica de Francoise Dolté: La psicoterapeuta de nifios Francoise Dolté (1998a) propone que el mundo infantil requiere de técnicas especificas para su abordaje puesto que en el nifio “todo es lenguaje”. Para comunicarse con él, no es suficiente con hablarle o escucharlo, también hay que hacerle representar mediante dibujos o figuras de plasticina aquello que él quiere describir 0 poner en palabras. Dolté sugiere al psicoterapeuta que trabaja con chicos, animarles con frases como ésta: “Puedes decir con palabras, con modelado 0 con dibujos...” Es més, Dolt6 advierte que existen otros medios de expresién humana aparte de la palabra. Un nifio expresa por medio de gestos, posturas, dibujos, modelado o misica la imagen interior de su fantas Desde la infancia, la relacién del pequefio con la madre se establece mediante la satisfaccién de las necesidades, acompafiadas de un lenguaje de deseos emocionales, sgestos y mimicas que e! nifio percibe de ella. ‘Adopcién y Deseo 80 jendo Ia linea de pensamiento lacaniano, plantea la constitucion psiquica del sujeto por ef lenguaje. Asimismo, advierte que en el psicoandlisis no existe ningin diccionario de interpretacién @ priori, por lo cual es necesario aprender los elementos del “léxico bisico” de cada nifio. {Qué significan para el nifio las palabras que utiliza? Los nifios toman palabras del vocabulario adulto, pero las cargan de un sentido directamente ligado a su experiencia, que es completamente personal y constituye un cédigo a veces impenetrable. El analista debe descifrar palabra por palabra lo que el niffo dice, haciendo que lo represente por medio de dibujos © modelado, pidiéndole que asoci las palabras a su reptesentacién, Al citar el ejemplo del nifio que dice: “Mis padres son malos”, Francoise Dolté propone preguntarle al nifio: “,qué quiere decir malo para ti?” pidiéndole que lo represente: “Dibijame un malo.” Dol se pregunta si dibujaré un pajaro, una boca o un ‘garabato. A partir de lo que el nifio diga, sabremos el sentido que la palabra “malo” toma en su vivencia particular. Asimismo, previene a los psicoanalistas de cuidarse constantemente de dar significaciones propias, de adulto, a lo que los nifios dicen y hacen. En especial, cuando los chicos no alcanzan a expresar en palabras lo que tienen que decir, sino que lo traducen en gestos, movimientos, mimicas... a veces, también en silencio e inmovilidad. Es importante tener presente que lo que se esté tratando de descifrar es un lenguaje particular y singular. Por otro lado, esta analista nos dice que desde muy pequefios, los nifios ya tienen tun largo pasado: el suyo y ademés el de sus padres. Dol insiste en el hecho que un nif al que Hevan a consulta, con frecuencia es el sintoma de sus padres. Con esto, ella quiere decir que muchas madres y, a veces, padres utilizan inconscientemente los problemas de su hijo para decidirse a ver al psicoanalista ellos mismas. Es més, los padres Hlegan y trabajan con el terapeuta, sin darse cuenta de aquellos aspectos que quedaron bloqueados 0 detenidos en su desarrollo personal y en sus relaciones con sus Adopcién y Deseo 81 propios padres. Asi, la Megada y el crecimiento de un nifio han podido volver a actualizar conflictos enterrados, no resueltos, que ellos vivieron a la misma edad con sus propios padres. Entonces, a través del hijo viven una relacién puramente imaginaria que no le concierne a dl Dolté considera necesario que el analista hable con los padres del nifio para Iegar a conocerlos. Por lo tanto, las primeras sesiones serdn con los padres. Al respecto, sefiala que lo importante es comprender el Edipo de los padres: “AL recordarles su Edipo, se pueden comprender las proyecciones patégenas de los padres sobre su hijo. Lo que disimula una conducta aparece en la segunda generaciOn y la expresién de ciertas pulsiones no es s6lo rechazada, sino imposibilitada; pues ya era rechazada en la generacién de los padres.” (Dolt6, 1998a: p. 56) Es preciso hacerles hablar de sus propios padres, cada vez que plantean cuestiones sobre su hijo. Propone preguntarles, por ejemplo: “Cuando usted tenia la misma edad, ge6mo se comportaba su padre con usted? ;Y su madre? Dolté (1999)puntualiza que el psicoterapeuta esté ahi para servir en la transferencia de las pulsiones del pasado, es decir, para hacer resurgir aquello que antafio ‘qued6 oculto y que esté causando problemas todavia en el presente; y para hacer que se produzca lo que jamés tuvo lugar en el curso del desarrollo, por no haber sido puesto en palabras. Su trabajo terapéutico concierne a lo imaginario, a las fantasias, y no a la realidad. Por ello Francoise Dolté asegura a los padres culpabilizados por haber tenido ‘que acudir a un terapeuta: “Nadie podré educar a su hijo mejor que ustedes.” De esta ‘Adopcién y Deseo 82 frase se desprende que ella considera que jams debe sustituirse a los padres en el papel de educadores que éstos tienen en lo cotidiano. En el trabajo clinico con hijos adoptivos, sefiala que es importante tener en cuenta algunas consideraciones especiales, a la vez que se plantea y responde varios interrogantes. Qué significa que una madre se niegue a revelar a su hijo algo de su origen? Dolté plantea que la negativa de una madre a informar a su hijo acerca de su origen responderia a que la madre considera que tal revelacién podria dafiar al chico. El trabajo del terapeuta consiste en lograr que 1a madre pueda tenet confianza en la fuerza, que su hijo tiene para soportar esa verdad. Francoise afirma que el hecho de ser negado ‘en su origen por su madre hace sumamente frégil a un ser humano, especificamente, a un niffo abandonado: “Un nifio puede morir porque no se le proporcione su escena primaria, y por lo tanto, su orgullo de estar en el mundo.” (Dolt6, 1998a: p. 20) Tener padres que no han podido ir mas alla de asumir a un hijo hasta su nacit jento y que luego lo abandonan no es desvalorizante; sin embargo, un nifio en tal situacién es objeto de proyecciones desvalorizantes por parte de los demas. Dolté piensa que casi se podria decir que estén celosos de que un nifio pueda vivir prescindiendo de su padre y su madre. Las personas que educan a un nifio adoptive son padres y madres afectivos que tienen la mayor importancia en los intercambios verbales, pero que no ‘Adopcién y Deseo 83 pertenecen al “orden vital” como los progenitores. Dolt6 postula que el orden vital det narcisismo primario (padres internalizados) se desempeita desde el origen y los genes: “El asunto para nosotros, psicoanalistas, es la comunicacién de Ja verdad de esa escena primaria que devuelve la fuerza de vivir y de comunicar.” (Op. Cit, p. 20) En “Lo Femenino”, compilacién de textos inéditos que complementan sus eseritos acerca de la sexualidad femenina, Dolté (2000) da cuenta de los avances tebricos, las aclaraciones y las variaciones sobre el tema, que se han ido produciendo en la evolucién de su pensamiento: Por otro lado, “Una nifia nacida de un coito orgésmico cuya concepcién es, si ‘no deseada, sf aceptada, y cuyo sexo los padres no desaprueban afectivamente en el nacimiento, es el signo hecho presente en el mundo de su unidn genital asumida genéticamente...” (Op. Cit p.76) “EI nifio coneebido a despecho del corazin o del cuerpo de un coito rechazado, o recibido de mala gana en el nacimiento por sus padres... no esté catectizado de energia sexual, multiplicado filicamente por ef eruce de su linaje y de la sobreabundancia de sus deseos colmados...No esté catectizado proyectiva, genital ni genéticamente.” (Op. Cit, p. 77) ‘Adopcién y Deseo 84 ‘A menudo, en el caso de padres adoptivas, las proyecciones sobre el niflo van acompafiadas de un desprecio respecto al padre o madre de nacimiento, quienes representan para ellos una amenaza, un peligro. En algunos casos, llegan a sentir un ‘verdadero odio hacia los padres sanguineos, a los que deben, sin embargo, Ia alegria de ser padres adoptivos. Francoise Dolté estima que el papel del psicoterapeuta de nifios consiste en |justficar el deseo que se expresa en la clinica y en investigar lo que el nifio repite de ese deseo, aquello que no ha podido expresar de manera regular con los que le rodean. Es necesario volver a encontrar los deseos que circundan a aquellos deseos reprimidos por efecto de las imposiciones en el ambiente educativo. Propone que los trastornos somaiticos ¢ ideatorios, productores de angustia en 1 nifo, son un resultado de las pulsiones del deseo no expresadas, ya sca directamente de manera desviada. Hace et hijo adoptivo lo posible por parecerse a sus padres? Dolté considera que un problema que el psicoterapeuta no puede dejar pasar es ‘cuando, al escuchar analiticamente a los padres, se refieren al posible parecido del nifto ‘con gente que ellos no quieren en la realidad. En los hijos adoptivos, esto sucede de manera inconsciente: el adoptivo tiene que superar la desventaja de “no ser hijo de sangre” de sus padres por lo que hace todo lo posible por parecerse a ellos, especialmente cuando es pequefio. Es como si el chico dijera: “Si yo no estuve en el vientre de mi madre, ella quiere que me parezca todavia més a mi padre, puesto que lo ama.” En pleno Edipo, Ia lectura de este discurso podria apuntar a que el niflo desea parecerse a su padre para rivalizar con él y poseer a la madre. Francoise Dolté puntualiza que la resolucién det Edipo para cada niffo, ya sea hijo de sangre 0 no, consiste en asumit Adopcién y Deseo 85 su identidad, renunciando a la identificacién con el objeto de placer y de deseo tanto de ‘uno como del otro de los padres tutelares. El amor de los padres adoptivos por su hijo, que no esté “‘guardado” por cl saber que es carne de su care, puede atrapar todavia més al nifio. Dolt6 (1998a) propone que los sentimientos filiales areaicos de los padres hacia sus propios progenitores se viven durante la primera infancia del hijo adoptivo, de la misma manera que los hubieran ‘Todo es fantasia.” vivido con un hijo engendrado por ellos. Por lo tanto, asegura: La exigencia inconsciente del hijo adoptivo de ser “todavia més camal”, mis Visiblemente “su” hijo de lo que to hubiera sido de los padres de nacimiento, encuentra su apoyo en los padres adoptivos que ponen toda su esperanza en ese hijo, destinado a Perpetuar su nombre y a hacer fructificar el amor y los esfuerzos hechos por él. Doltd (1998a) expresa que la “edad dificil” (jla adolescencia?) parece todavia més dificil cuando se trata de la de un hijo adoptivo, condicién por In que se le puede culpabilizar atin mas, Por otro lado, argumenta que un hijo propio es un hijo de las necesidades de los. padres, pero a veces no de sus deseos, por lo menos conscientes. Puede ser un hijo “de la bbrama del padre y de la sumision de la madre,” pero en el caso de un adoptivo, los padres no pueden negar que es un hijo elegido y deseado: “Desde su entrada en la pareja, el hijo adoptivo toma un lugar tan grande, que en el momento de desprenderse de su famil adoptiva de nuevo [por matrimonio, por estudiar en el extranjero...] se culpabiliza, mucho més que si fuera un hijo carnal.” (Op. Cit., p. 38) ‘Adopcién y Deseo 86 En otro nivel de andlisis, Dolté comenta que las palabras det decélogo, “Honrarés tu padre y a tu madre” son muy dificiles de admitir, pues estén totalmente en contradiccién con el amor por los padres, el amor que vuelve dependiente: “Honrar a sus padres, es llegar a su plena estatura, y triunfar en Ja vida en su nombre, todavia mejor de lo que ellos lo hicieron.” (Op. Cit, p. 38) Dolté manifiesta que este precepto ético esté en el corazén de cada uno, haya 0 no sido instruido al respecto, y con frecuencia esta en contradiccién con lo que cada uno de nosotros cree que debe a sus padres, a causa de nuestro amor infantil de dependencia, que no Hegamos a superar. La ayuda a los padres ancianos, cuando la vejez. los hace incapaces de velar por si mismos, es también, en el corazén de cada uno, una respuesta a Jo que ellos hicieron por nosotros en nuestra nifiez. También ahi se trata de ver que con mucha frecuencia, confundimos eso con el amor de dependencia, tan cercano al odio, cuando este amor nos ha obstruido el acceso a nuestra identidad, Es necesario que un hijo sea criado por sus padres de nacimiento? Dolté (1998b) habla de los “padres del narcisismo primario” para referirse a los padres interiores; al padre y a la madre que viven en cada uno de nosotros. Propone que sas figuras parentales internalizadas (cuya funcién puede ser Henada por un tio, por una abuela 0 por los padres adoptivos del nifio) son la razén por la que ninguno de nosotros tiene necesidad de ser criado por sus padres de nacimiento, a partir del momento en que otros seres humanos permitan nuestro desarrollo potencial libidinal y eduquen nuestras capacidades hacia su destino de intercambio de lenguaje, creative y procreador. ‘Adopcién y Deseo 87 “EI ser humano es fisicamente un mamifero y psiquicamente un ser de filiacién de lenguaje, por lo tanto de adopcién.” (Dolt6, 1998b: p.65) Al principio, el nifo se construye simbélicamente por su relacion con los demas. Aunque la funcién biolégica de mamffero también existe en el ser humano, dicha funcién esti totalmente marcada por el lenguaje. Dolté (1998b) propone que, sin duda, esto es asi causa de la desproporcién que existe entre el tamafio de nuestro enorme encéfalo y las dimensiones de nuestro cuerpo. Mientras que los mamiferos estan de pie inmediatamente después de nacidos y son capaces de encontrar su ento por si solos, el nifio esté absolutamente ligado a su genitora para su supervivencia, o bien, a otra persona que la sustituya haciéndose cargo de él EI padre y la madre internos, que viven en nosotros, se perpetian a través nuestro, adaptindose al lenguaje de quien se ocupa de nosotros (habitualmente la madre de la realidad). Es mis, puede decirse que existimos psiquicamente porque fuimos hablados; en otras palabras, porque fuimos “adoptados por el lenguaje” de otro. Si somos hijos de alguien, ¢s porque ese alguien nos llamé “hijo. mi D. Laclinica de Bva Giberti EI sondeo del émbito psicoanalitico actual en Argentina nos descubre ta produccién de Eva Giberti (1992), autora de libros e investigaciones,’ articulos y * “La adopeién”, “Adopcién y silencios”, violencia invisible” “Mujeres que entregan a sus hijos”, “La mujer y ta ‘Adopcién y Deseo 88 publicaciones, en los cuales regis ira su experiencia clinica en casos de adopcién. Las presentaciones hechas en el Congreso Argentino de Terapia Familiar de Buenos Aires en 1982, en la Mesa Redonda “Adolescencia y Adopcién” en 1985, on las Jornadas de Adopcién en 1988, en el Seminario sobre Adopeién en 1989 y su intervencién, en 1991, cen el Panel del Encuentro Internacional de Psiquiatria: “Adolescencia en la década del 90: adolescentes solteras embarazadas” hacen de Giberti una especialista en este ‘campo. Los hallazgos clinicos reportados por esta autora nos permiten plantear interrogantes en torno a la adopcién moderna. Giberti también explica que es dificil saber por qué un proceso tan final ¢ imeversible como a entrega definitiva de un hijo para su adopcién ha sido tan poco cuestionado por los profesionales del area. Dos décadas atris, la inseminacién artificial era la Gnica opcién que restaba a las parejas infértiles. Hoy en dia, la fecundacién in vitro, el alquiler de vientres y la donacién de material genético para el implante de embriones son posibilidades que offece la ciencia m Sin embargo, su uso ha

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