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Consideraciones psicoanaliticas sobre las conductas agresivas en la infancia: una propuesta de intervencién analitica Psychoanalytic considerations about aggressive behavior in childhood: a proposed analytical procedure Por Daniela Paz Fernandez Olguin' RESUMEN Meediante la propuesta de una intervencidn psicoana- litica se busca discutir acerca de la manifestacién de las conductas agresivas en los nifios, con el fin de conceptua- lizarlas como la expresién de un suftimiento psiquico en cl menor y su familia, y no sélo como una problematica conductual Palabras clave: Agresividad - Agresién - Constitucién pslquiea - Psicoanslisis ABSTRACT The proposal for a psychoanalytic intervention seeks to discuss the manifestation of aggressive behavior n children, so they are intended as an expression of psychological distress in the child and family, and not only as a behavioral problems. Keywords: Aggressive - Aggression - Mental constitution = Psychoanalysis iversidad Catsica de Valparaso, Magister en Psicologia Clinica con Docente en Universidad Andrés Bell, Quilota 980, Vina del Mar, Chile. E-Mal 8 y J6venes, Universidad Alberto Hurtado, vela paz t@gm Fecha de presentacién: 28/09/2015, Fecha de aceptacién: 15/06/2016 FACULTAD DE PSICOLOGIA - UBA | REVISTA UNIVERSITARIA DE PSICOANALISIS (2016, N* 16) pp. 89-94 [ISSN 1515-3894 «89> ‘CONSIDERACIONES PSICOANALTICAS SOBRE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS EN LA INFANCIA: UNA PROPUESTA DE INTERVENCION ANALITICA El problema del diagnéstico de las conductas agresivas cen los nisios Dentro de la psicologia infanto juvenil el diagnéstico de las conductas agresivas en los nifios y nifas ha tenido distintos puntos de discusin e intervencién, siendo definidas como conductas desadaptativas que busean ser eliminadas, con el fin de que el nifo y la nifia pueda integrarse y adaptarse a las normas sociales en las que convive (Ferro, Vives & Ascanio, 2009). A partir de esto, hha emergido como una sintomatologia cada vez mas recurrente en Ja clinica infantil, sobre todo dando cuenta de una aparicién cada vez mas temprana, Frente a esta problematica, surge como propuesta un anilisis psicoa- nalitico tedrico y elinico, mediante la integracién de vifietas clinicas de un caso en particular, con el cual puedan proponerse y construir nuevos modos de andlisis e intervencisn de este tipo de conductas, cada vez mis presentes en el trabajo clinico, La agresividad y la agresién desde la perspectiva psicoanalitica En [a clinica infantil existe el constante cuestiona- miento tanto te6rico como prictico sobre la posibilidad de pensar la agresividdad como una realidad indiscutible en lainfancia, planteando que no debe remitirse solamen- te a las “conductas observables”, sino también a una “elaboracién interna vivida, sentida y expresada por el sujeto en una conducta interiorizada o exteriorizada, ccuyo origen permanece incomprensible para el observa- dor externo a no ser desde una posicién de empatia intuitiva” (Marcelli & Ajuriaguerra, 1996: 221) De este modo, para el psicoanilisis, la agresividad es un concepto mucho més complejo que Ia observable, ya que es referida como un punto de constitucién importan- teen la gestisn del encuentro con el otto, la simbolizacién yla constitucién de la subjetividad. A partir de su estudio de los complejos (1938), Lacan da cuenta de la importan- cia que tiene en la agresividad la condicién de prematu- racidn psicobiolégica con el cual e! ser humano nace, que Jo lleva a experimentar la “etapa del cuerpo fragmenta do”, en la cual el bebé tiene la sensacién de que los, fragmentos del cuerpo funcionan de forma independien- te. En esta etapa existe una descoordinacién motriz y de dependencia ante la madre, quien es representade como (Otro lugar de cuidados, nutricin y seduccién, que marca el cuerpo del bebé con sus propios significantes y deseas. De este modo, durante esta etapa se ponen en juego distintas vivencias que constituirdn en el sujeto el eneuen- ‘ro con la fragmentacién, como crisis a nivel de subjeti- vacidn y psiquismo (Rojas, 2011) Tal fragmentacién ser unificada en el “Estadio del Espejo”, momento en el cual la primacia de la imago materna es relevada por la imago del semejante, con la cual el bebé podrs anticipar la unidad de su propio cuerpo, a través de la contemplacién en el espejo y con Io cual se posibilita la construccién del yo ideal que otorgue una uunidad posible al Yo: “El estadio del espejo es un drama cuyo empuje interno se precipita de la insuficiencia a la anticipacién; y que para el sujeto, presa de la ilusién de Ja identificacién espacial, maquina las fantasias que se sucederén desde una imagen fragmentada del cuerpo hasta una forma que llamaremos ortopédica de su totali- dad, y a la armadura por fin asumida de un identidad enajenante. que va a marcar con su estructura rigida todo su desarrollo mental” (Lacan, 1948: 105) La vivencia del cuerpo fragmentado se relaciona entonces con las vivencias de desintegracién agresiva del individuo, pero que seria resuelta gracias a la imago del semejante “salvadora” (Lacan, 1948: 105) que faeilitars Ja conquista de la unidad del propio cuerpo, peto con la posibilidad de verse atrapado por la imagen del otro. Entonces, [a imagen del semejante es también peligrosa, ya que es intrusiva de la propia relacién que se sostiene con la madre, desarrolléndose sentimientos de celos que también marcard la fase de transitivismo en la cual “cada, compaiero confunde la parte del otto con la suya propia y se identifica con él; pero también la de que puede ‘mantener esa relacién con una participacién realmente insignificante de ese otro, y vivir toda la situacién por si solo” (Lacan, 1938: 20} La identificacién con a imago del otto no deja de ser compleja, ya que moviliza sentimientos de que lo que Lacan denominaré “agresividad primordial” que parte debido a los celos emergentes por la intrusién de este otro semejante. Para Rojas (2011), es el transitivismo y el complejo de intrusién los elementos que nos permiten acercarnos a la comprensién que para Lacan posee a agresividad en la constitucién del sujeto, Lacan (1948) defini la agresividad como una tendencia vinculada ala, ‘dentficacién narcisista, la cual determina la estructura del Yo y sus relaciones con el mundo, diferenciando también la agresividad en tanto posicién del Yo y a agresién, en tanto conducta observable. La agresividad no ( la agresién, ya que la intencién agresiva (experiencia con la que se da la agresividad) es constitutiva del sujeto: mientras que la agresiOn, tendencia agresiva o acto agresi- vo seria la expresidn de lo pulsional en una puesta en acto. Asi, para Lacan (1948) la agresividad es dada por una imagen de fragmentacién corporal, opuesta a la completud imaginaria dada por el Estadio del Espejo, E] momento de la identificacién narcisista con la imago del semejante en el espejo expone la ambivalencia estructural, momento en que opera una tensién conflicti- vva.en el sujeto: el deseo alienado en el otro, dandose un escenario en el cual se ponen en juego sujeto, semejante y objeto, anterior a la triangulacién edipica, mediante la competencia de los celos, siempre agresiva (Lacan, 1948) Asi, para Lacan, la agresividad es parte de los movimientos de un psiquismo en constitucién -comple- ‘mentando la nocién freudiana de la agresividad como actuacién o efecto dela pulsidn de muerte-, cuando el otro semejante deviene como intrusivo, y si bien en su relacisn se asume dependiente del semejante, también debe rival zar de por vida con este. Y uno de los momentos mis «90» FACULTAD DE PSICOLOGIA - UBA | REVISTA UNIVERSITARIA DE PSICOANALISIS (2016, N° 16), pp. 89:94 [ISSN 1515-3894 ‘CONSIDERACIONES PSICOANALITICAS SOBRE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS EN LA INFANCIA: UNA PROPUESTA DE INTERVENCION ANALITICA criticos de esta dinémica en la problemstica edipica: “La nocién de una agresividad como tensién correlativa de la estructura narcisista en el devenir del sujeto permite comprender en una funcién muy simplemente formulada toda clase de accidentes de atipias de este devenir. Indica- remos aqui cémo concebimos su enlace dialéctico con la funcidn del Complejo de Edipo” (Lacan, 1948, p.109). Sin embargo, esta dependencia no es sélo del nifio, sino también para sus padres: “Muy poco podrfa decirse acerca del efecto de la palabra materna y paterna si no se tuviese en cuenta la ley ala que estén sometidas y que el discurso impone” (Aulagnier, 1975: 159) La agresividad surge de este modo a partir del nuevo dominio imaginario que el sujeto tiene sobre su cuerpo, ahora como unidad, pero sustentada a partir dela presen- cia de un semejante que pasa a competir, En esta dialéc- tica de amor y odio surge la llamada “ambivalencia”, ya que i bien el otro semejante se hace necesario para la constitucién subjetiva, a su vez se hace necesaria su diferenciacién, Por esto, la agresividad surge también como deseo del sujeto a poder diferenciar su cuerpo del cuerpo del semejante, por el temor a caer en una aliena- cidn total en Ia imagen del otro: “El deseo -establecido fen un momento légico posterior, es el intento de despe- garse de esa imagen que lo capturd, de manera que se Instaura como lo més propio de cada sujeto” (Barbato. 2004: 5). La relacién agresiva es constitutiva entonces del Yo y es en el momento edipico en el cual se “resuelve esta presencia del otro intrusivo y la dindmica del deseo en la constitucidn subjetiva, en la cual surge el deseo de poser lo que el otro desea, otro que al mismo tiempo me priva de este objeto de deseo. En el Complejo de Edipo se volveran a reactivar estos componentes agresivos, en tanto la figura parental se posiciona coma objeto de deseo y se produce la triangu- Iacién entre sujeto, semejante y objeto. A partir de esta twiangulacién edipica se introduce la alteridad como reali- dad social y la mediacién de los intercambios sexuales para cada sujeto. Este Complejo representa una salida posible al transitivismo, los celos, la agresividad y la ambivalencia descritas, mediante una modificacién identficatoria; transformandose en una posibilidad para no quedar atrapado en la relacién especular, aunque esto sea siempre parcial (Rojas, 2011) Otro autor psicoanalitico que entrega conceptualiza- ciones para comprender la agresividad es Donald Winni- cott, quien también trabaja en torno a la conceptualiza- cién del Estadio del Espejo, pero no relacionsndolo directamente con la experiencia de la agresividad, sino que destacando el proceso de la separaci6n, entre el yo y el no yo: “el primer espejo es el rostto de la madre, y que una de las funciones de la madre, de ambos padres y de Ja familia es proporcionar un espejo, figurativamente hhablando, en el cual el nifo puede verse. El nifio no puede usar alos padres y a la familia como espejo, a menos que rija este permiso de permisividad para que él o ella sean ellos mismos, aceptado totalmente sin evaluacién ni presién para que cambien” (Winnicott, 1979: 244). El ransitivismo mencionado por Lacan se vislumbra para Winnicott através delo transicional, es decir, dela creacién, de un objeto subjetivo que no se diferencia entre lo real y Jo fantaseado, sino que esté en un plano intermedio. Al mismo tiempo, Winnicott (1950) otorga una relevancia importante al ambiente en la constitucién del psiquismo, pero aun asf considera que la agresividad est presente antes de que se integre la personalidad, pero sin tuna finalidad destructiva, que seria una denominacién, Gesde el ambiente. La agresividad serla parte del creci- miento, considerando entonces la agresién como un. evento que indicaria que el curso del desarrollo vital tomo esa linea, Podirfa mencionarse que para que la agresividad, siga un curso de desarrollo y no de expresién de la agresién se requiere un nuevo acto psfquico que permita Ja instalacién de la unificacién del yo, en el cual el cuerpo pulsional se integra (Freud, 1914). ¥ para esto, el rol del ambiente es fundamental, Por esto, a modo de discusién y con el fin de ilustrar Jas modalidades de un dispositivo de intervencién psicoa- nalitica en el trabajo con nifios que presentan conductas agresivas, se ilustraran algunos fragmentos de un caso clinico de un menor que presentaba de forma sostenida en el tiempo esta sintomatologia El caso de Pablo: una propuesta de intervencién anali- tica frente a las conductas agresivas en nifios Pablo tiene 4 afos y es llevado a atencién en consulta particular debido a la recomendacién de tratamiento psicoldgico externo que el colegio al cual asiste ha reali- zado desde hace més de un afio, debido a las rabietas y conductas agresivas que Pablo presenta en el colegio. las cuales han causado agresiones hacia la profesora y otros nifios de su curso, mordiéndolos y golpesndolos. Pablo es hijo tinico. Su madre y padre son profesiona- Jes y ambos tienen 34 afos. Se conocen 6 meses antes del nacimiento de Pablo, manteniendo la relacién de pareja hasta la fecha y conviviendo con su hijo. En Ja primera entrevista on la consulta, a la cual asiste Pablo, su madre y su padre, la madre refiere: “Pablo tiene mal cardcter, es ‘un nif diffe, Cuando tenia dos aos tuvo que ingresar .un jardin infantil porque trabsjamos harto con su paps. TTdo iba bien ese aio, pero ya en diciembre comenzé con rabietas de la nada, me gritaba a mi, al papé, a la profe- sora, mordia, rompia cosas... Esto ha continuado hasta ahora, por periodos mejor y otros mucho peor”, Ante la pregunta respecto de por qué Pablo reaccionaria asi ‘manifiestan que han sostenido la idea de que esto es un capricho del nifio y que intenta manipularlos. En la entrevista posterior -también con toda la familia~ cl padre refiere: "es agresivo, siempre reacciona mal... Yo sé-que no le gusta el colegio. pero tiene que aguantar, dicen abi que es mala influencia porque los nifos pueden imitarloy ser agresivos también, pero creemos que él debe continuar ahi, la vida es asi, no siempre uno est donde quiere, Es que un nifio de 4 afios no le puede ganar a los adultos" Durante la entrevista el nifto se mantiene trangui- Jo, jugando, explorando el lugar. Después de unos 40, FACULTAD DE PSICOLOGIA - UBA | REVISTA UNIVERSITARIA DE PSICOANALISIS (2016, N* 16) pp. 89-94 | ISSN 1515-3894 D> ‘CONSIDERACIONES PSICOANALTICAS SOBRE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS EN LA INFANCIA: UNA PROPUESTA DE INTERVENCION ANALITICA minutos, empieza a manifestar su molestia, llorando y exclamando “me quiero irala casita”; la madre le dice que se calme, pero en vez de esto, progresivamente comienza a llorar, gritar y pedir la mano de la madre para mord La made, en un gesto que parece de cansancio, le pasa su ‘mano para que la muerda, mientras el padre observa La propuesta de intervencién frente a la sintomatolo- gia descrita se inscribe en las intervenciones analiticas (Bleichmar, 2004), buscando problematizar cules son los significantes que propician este tipo de comportamientos, realizando una intervencién sobre los actores della estruc- tura edipica, y respecto a la puesta en discurso de una historizacién respecto al nifio en tanto sujeto con un sufrimiento psfquico que busca manifestar mediante la agresidn a otros y a s{ mismo. Asi, la intervencién para esta sintomatologia en nifos con estas conductas puede pensarse a partir del rescate de elementos fundamentales en la constitucién psiquica: la simbolizaci6n, los actores de la estructura edipica y sobre la construccién de un discurso parental, en el cual nifio pueda advenir en tanto sujeto inscrito en un discurso historizada respecto a su subjetividad y no sélo como un sujeto a normalizar y adaptar. Frente a esto, surge como intervencién inicial durante las entrevistas con los padres movilizar el discur- so de ellos frente a Pablo, instalando la nocién de males- tar psiquico del nifio que parece ser descargado con la agresién con ol fin de propiciar Ia construccién del discur- so parental en torno a este. asi como promover su posicio- namiento como actores de la estructura edipica Elindagarclinicamente el desarrollo de estas lamadas “conductas agresivas", ademés del posicionamiento de los padres en el cual se sostiene la preocupacién respect a cémo cambiar a las conductas del nifo, hace necesario comenzar a propiciar la puesta en discurso de los padres desde su lugar parental, dentro del cual ellos se posicio- nen coma sujetos activos y transformadores en la subje- tivacin de su hijo, apelando por ejemplo a no esperar que el nifo se calmara solo, ya que esto obliga al nino a autocontrolarse, accién subjetiva para la cual no esti preparado y que favorece la experiencia de fragmentacin, ¢ incluso de derrumbe, como plantea Winnicott (1963) En el caso de Pablo, durante el transcurso del primer mes de intervencién analitica, a través del trabajo con los padres proponiendo la rectifieacién del lugar de Pablo como sujeto con un sufrimiento psiquico que busca expresar mediante estas conductas, la madre anuncia: ‘Creemos que es mejor cambiarlo de colegio, a uno que este mis cerca de nuestra casa, Pensamos que es mucho para un nfo de su edad pasar casi 12 horas fuera de su asa, acordamos con mi mamé y mi suegra que nos ayudaran acuidarlo”, Deeste modo, este primer movimien- to podria inscribirse en lo que Winnicott (1950) referia respecto a la necesaria la presencia ambiental, que mediante acciones especificas y psiquicas logre integrar esta energia agresiva frente a contextos que sobrepasan las capacidades de metabolizacién del nit. Asi se hace necesario dentro de la intervencién anali- tica instalar Ia comprensién de que estas “pataletas” sienen una significacién particular como modo de comuni- cacién desde el nifo hacia el ambiente, debido a que en. su constitucién psiquica la ligazén de otros modos de ‘modular tales afectos se adquiere como un proceso en el, tiempo y no como una caracteristica innata, la cual como menciona Bleichmar (1993) no existe desde los comien- zs dela vida, sino que es producto fundante en el interior de la relacién sexualizante con el semejante, ya sea la madre, el padre o los otros pares, relacién que como refiere Lacan (1948) genera una tensi6n y fragilidad frente al encuentro con el otto, En el caso de Pablo, la madre eseribe que intenté establecer el “tiempo fuera” en los ‘momentos de pataletas de Pablo y “terminé con su cara rasgufada, llorando, rojo", mostrando un desborde de angustia respecto a una situacién de derrumbamiento frente a la cual estaba solo, bajo las expectativas de los padres de que sus recursos bastarfan para calmarse, olvidando que el tiempo y espacio no son categorias, innatas, sino construcciones que son efecto de la diferen- ciacién que la instauracién del yo inscribe en el incons- eiente (Bleichmar, 1993) A partir de la comprensién de la conducta agresiva como una modalidad de expresién de cierto suftimiento psfquico es que los padres pueden construir la idea de un nifio que también sufre. Una propuesta de intervencién analitica puede construitse a partir del trabajo con los padres pensando como las tiempos responden a los ideales del yo paternos que se ponen en cuestionamiento en este tipo de sintomatologias infantiles, aravesando las condiciones psiquicas del menor, sin considerar los productos de la represi6n originaria que ofrece significan- tes definitivos a las representaciones inseritas en los tiempos iniciales de la sexualizacién (Bleichmar, 1993), A partir de esto puede discutirse en conjunto con los padres cémo se tiende a instalar este comportamiento como algo que no pueden tomar, en vez de interpretarlo como la emergencia de algo en su hijo, pareciendo que Jos padres temen hacerse cargo de las experiencias negati- vas del nifio, situacién que parece ser comtin en los. cuadros de conductas disruptivas en la infancia, De este modo, en la sintomatologia de las conductas agresivas en los nifios, pareciera que no existiera otro que 44€ contribucién psfquica para que se le ayude a mediar Ja descarga afectiva, ya que se tiende a ofrecer una identi- dad a partir de la imposibilidad de construir un dispositi- vo que interprete la accién agresiva como un malestar 0 sufrimiento, légica que pertenece a nuestros tiempos actuales en donde las soluciones deben ser inmediatas. Bajo esto, es necesario a su vez plantear a los padres que fn este espacio no habrin maniobras para cambiar al nifio, sino més bien preguntarse qué pasa con el nifio y su espacio, En esta direceién, pueden explorarse las relaciones que se construyen entre la represién originaria, y los movimientos posteriores -facilitados por los padres- que la fundan y la consolidan, ofreciendo a través de la observaciones de estas conductas investigar en torno a Jos momentos tempranos de la fundacién de lo incons- ciente. Es a través de la intervencién directa con los padres, que las conductas agresivas pueden ser un espacio para promover a nivel metapsicolégico la diferenciacién, > FACULTAD DE PSICOLOGIA - UBA | REVISTA UNIVERSITARIA DE PSICOANALISIS (2016, N° 16), pp. 89:94 [ISSN 1515-3894 ‘CONSIDERACIONES PSICOANALITICAS SOBRE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS EN LA INFANCIA: UNA PROPUESTA DE INTERVENCION ANALITICA de sistemas, cuando aun el inconsciente esté en construc ign, como en el caso de Pablo. Este proceso de subjetivacién del nifio comienza a abrirse para los padres en el transcurso del proceso, reconociendo la necesidad de elementos que para ellos. como adultos no tienen sentido, pero que son de suma importancia para la constitueién de su hijo y requieren ser rectificados. Un ejemplo es menciones a algunos juegos y creencias animistas del menor que los padres relataban en un tono de burla, coartando el espacio de la ilusién y fantasia, un espacio transicional que facilite también la puesta en juego de la agresividad de un modo no actuado, sino que representado y creativo. por lo cual se hace necesario trabajar la importancia de la ilusion en. el desarrollo psiquico del nifio, en tanto posibilidad de confianza en la capacidad de creacién que cada sujeto posee (Winnicott, 1979} Conelusiones En el caso ilustrado, las reflexiones descritas se traba- jan durante la intervencidn analitica hasta su finalizaci6n, considerando que al nifo se le comience a pensar también cen la construccién frente a sus experiencias, pudiendo concluirse que en estos casos una intervencién analitica puede facilitar la significacién de las conductas agresivas, con el fin de posibilitar la construccién de un discurso parental en el cual el nifio pueda advenir que propicie la instalacién de procesos a nivel metapsicoligico que facili- ten la significacién posterior del nifio de lo irrepresenta- ble, En este caso, existe una tendencia de individualizar la problematica en el nifio, exigiéndole significar sus afectos, denotando una pobreza de! discurso parental Como refiere Lacan (1936), se requiere diferenciar centre agresividad y agresién, estando implicita la concep- tualizacién de la ambivalencia en los momentos tempra- nos: transformacisn de amor en adio y de odio en amor, La tensign agresiva entre la imagen especular y el cuerpo real est mediatizada por este otto, el cual genera confu- sign y frente a lo cual se propone un lugar que més que semejante en una relacién idiliea, sea de un lugar Otro que atesore significantes que permitan gradualmente Instalar y formar un aparato psiquico en el cual estos afectos no sean vivenciados desde el desborde, como ‘currid inicialmente con las conductas agresivas del caso. Frente a esto, la imagen de la madre cediendo su mano para que Pablo mordiera y se tranguilizara da cuenta de los pocos recursos metapsicol6gicos otorgados en esta experiencia, pasando a ser la descarga en tanto proceso primatio lo que se le ofrece al nifo para mediar la agresi- vidad, en vez de una diferenciacién con el otro que instau- ze procesos secundarios vinculados a la simbolizacién de Ta agresién y no a la agresion concreta vehiculizada en el acto de morder, Por esto, se apela ala reedicidn del “nuevo acto psiqui- 0” descrito por Freud en “Introduccién al nareisismo” (1914), en ol cual se constituya una historia identificatoria que facilite la organizacién psiquica infantil para construir su mundo de objetos-subjetivos, en tanto funcién de espejo, como refiere Winnicott (1979): “Qué ve el bebé cuanto mira el rostro de 1a madre? Yo sugiero que por lo general se ve a si mismo. En otras palabras, la matre lo ira y lo que ella parece se relaciona con fo que ve en é (p.148. Cursillas del autor). De este modo, el lugar de la ‘madre pensado como instituyente en la conformacién de cierta imagen del bebé no deja de lado los elementos metapsicolégicos que empiezan a articularse en este vincu- Jo, y posteriormente ofrecer lo que derivadamente el sujeto uae a problematizar en la intervencién analitica, Las conductas en el caso de Pablo fueron reduciéndo- se hasta su desaparicién progresiva en el tiempo. La puesta en discurso de una subjetivacién de Pablo, permi- {i6 que la madre y el padre se ubicaran en el lugar de auxilio de forma més espontinea, como refiere el padre: “Nos dimos cuenta que las veces que él se enojaba 0 lloraba era cuando querfa hacer cosas y no podia, por ejemplo cuando queria cortar la comida de su plato 0 abrocharse los zapatos, y eso los nifios lo van aprendien- do con el tiempo", Tal auxilio es aceptado por Pablo, lo que disminuye la aparicién de “pataletas” de una forma que soxprende alos padres. Al mismo tiempo, esta sorpre- sa se transmite y otorga significantes que posibilitan la comprensién paulatina de Pablo a diversos contextos ¥ situaciones afectivas, que antes lo desbordaban pero ahora parecian instalarse de forma psiquica gracias a la funcién parental Enrelacién alo revisado clinica y tesricamente, se debe agregar en estas intervenciones el rescate del lugar del padze en el proceso constitutivo del nifio y su integracién en la construccién del discurso parental: “(...) su presencia partir dela constitucién del objeto permanente le conce- de un estatuto particular en el desarrollo psiquico del nto’ (Diatkine, 1975: 148). En tanto “no-madre”, el padre presente puede ser investido de forma mas positiva que la ‘madre lo que permite experimentar “sin peligro” los impul- sos de odio hacia ella, A partir de su presencia se permite tuna triangulacin que permite una postura que abra pens3- mientos y sostenga los intercambios y contradicciones, Consideraciones relevantes que promueven no s6lo consi- derar a la madze como fundamental en el proceso tempra- no del nifo, El desarrollo de la intervencién se encontré en el lugar de los padres, en tanto constructores de un discurso parental con mayor riqueza para su hijo, discurso que est bajo un ley que tampoco les pertenece. El otro esta siempre presente en la constitucidn psiquica ya que forma parte de la presencia de un ambiente que medie sus experiencias, afectos y pulsiones, a partir de una funcién, de ligazén que contenga el desborde de excitacién que cada nino recibe, pero para ello es necesario que este Otro sea reconocido también como un ser en conflicto, con inconsciente y excitaciones, proceso por el cual puede desplegarse un discurso parental nico como comunica- cidn trasvasante que haga ingresar al bebé al horizonte de la castracién: “(...) es la mediacién del otro provisto de sexualidad y atravesado por su historia pulsional, edipica, singular, la que define la inscripci6n de los signi- FACULTAD DE PSICOLOGIA - UBA | REVISTA UNIVERSITARIA DE PSICOANALISIS (2016, N* 16) pp. 89-94 | ISSN 1515-3894 «93> ‘CONSIDERACIONES PSICOANALFTICAS SOBRE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS EN LA INFANCIA: UNA PROPUESTA DE INTERVENCION ANALITICA ficantes de base del inconsciente ~enigmaticas, de demar- cacién, 0 signos de percepeiGn” (Bleichmar, 1993: 107) La capacidad de ligazén dependera en gran parte en la constitucién de este discurso parental en tanto subjetiva- cin como Otro, con el cual dependleré la capacidad del nifo de tolerar cantidades externas e internas que lo invaden, ya que el Yo en momentos aun es inmaduro como para recoger todos os fenémenos en su omnipoten- cia personal (Winnicott, 1963) La intervencién clinica propone asf el instaurar el lugar de otzo que propicie la unificacién de las vivencias tempranas de fragmentacidn que surgen cuando el apara- to psiquico aun esté en vias de constitucién, instalindose la represién primaria. Es probable que Pablo, al ver la imago del otro en sus compaferos, vivenciara una experiencia demasiado intrusiva para su aparato psfqui- co, aumentando la sensacién de fragilidad y por ende la puesta en acto de la agresisn, como un modo de diferen- ciacién desde el acto, en vez de propiciar una diferencia cidn desde la salida edipica, debido al lugar en que los padres habian posicionado respecto a las conductas ¥ rmalestares de su hijo. De este modo, las conductas agresivas pueden comprenderse como una descarga ante el desborde que implica la dficultad en la separacién y constancia objetal, sin lograr encontrar un objeto con el cual desplazarse, ya, que cada vez se hace més compleja para los padres y nifios la utilizacién de los espacios transicionales como modo de apropiacién de un espacio interno y externo ‘mediante la creacién de este: “Un intercambio significa- vo con el mundo, un proceso de ida y vuelta por el cual el enriquecimiento propio alterna con el descubrimiento del significado en el mundo de las cosas vistas” (Winni- cott, 1979: 154) Finalmente, se construye como intervencién un nuevo posicionamiento de los padres en Ia estructuracién de la familia y su posicionamiento subjetivo como padres que propicie la diferenciacién, sobre todo debido a que los nifios con conductas agresivas tienden a ser despojados de su infancia, como siexistiese una disociaci6n entre un nifio adultizado y un nifio que busca estar a la par en el, posicionamiento de poder mediante la agresién, ya que no tiene -ni se le otorgan- mecanismos modulados de diferenciacién a nivel metapsicoldgico y vincular. En el caso presentado, puede proponerse cémo la via del aprendizaje de conductas aceptadas, pensando el problema de la agresividad infantil como algo individual © interno del nifio, facilita una agresién hacia el propio nifio rotulado, despojéndolo del lugar del ambiente y el discurso parental en tanto subjetivante a través de la constitucién de una historia compartida que apuntala el, psiquismo y propone un borde de significantes que ‘modulen e integran al infante paulatinamente ala posibi- lidad de ligar psiquicamente el malestar mediante el, sostén y habilitacién del otro parental. [REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. Aulagnier, . (1977). La voleneta de fa interpetacisin. Del petra ‘a al enunciado. Buenos Algee: Amorrorta Eitores Barbato, C. (2004), Recorrido en torno alo Imaginario 1a Agresi- vidad, la Anticipacin y la Identidad en la obra de Jacques La- can, blips serind com/dos/1 34856855 fbaratto-06ima- ginasia> . Acceso el: 20 de Jul. Bcichmar 8. 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