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| Constantes historicas dei estado mexicano Héctor Aguilar Camin Como Borges de Buenos Aires, esi los mexicanos de la seguada mitad del sigio XX rpodrian tener Ia sensacién de que runca em- fhe26 el estado mexicano: parace tan eterno como ul fuego 0 el aire, Es probable que no haya habido en ia vida de 880s mexicanes nin- ‘guna cosa tah eamificada € inevitable core Is presencia ~ciview o punitive, burocrética 0 Corruptora, caciquil 0 modemizanto— de su estado politico actual. Antes de ls fiegade de la television —y después del repliegue de la ‘glesia— ninguna organizacién ha tenido tan 13 realidad cotidiana en la masa de impulsos colectivos de México como el horizonte mul: tiple del poder politico. Pasién politica, cate- cismo ideologico, acasién de prestigio, respe- to y enriquecimiento, luger de concesiones y favores, leyes y obras publicas. eédigos de la lealtad y la supervivencia, del tciunto o la Gerrota: el arsenal basico de ta experiencia y lus creencias activas del pais, ha pasade par, v provenide de, la organizacion potuca, Dice un lugar comin do la historia esta dunidense que e! tafento y la energia creadora do osa sociedad se han encaminado de modo preferente 3 los negocios, verdadaro capo do pruebary de reconocimiento social. Porria decirse. ata invorsa, que enel cas de México el grueso del talento, de la ambicién, de ta vo- luntad de triunto y reconocimiento, se ha dirt gido hacia la potitica y el gobierno, centro de los valores y las consagraciones du le sc. ciedad., alcanzado et cua) toda io demas viene por afiadidura: negocio y prestigie, seguridad y poder. Ese distinto rapa'co de la eneryia no. €, eUpONGO, sind fa exprosiOn de que el je de la vida mexicana ha sido siempre y sigue sicndo el jeroglifico ae la dominaci6n petitica, a posibidad 0 imposinilidad de gobernar. de inrarlueit vin orden, una ley y una auterdad comitn en el inverosimil mosaico de contiape- siciones y desigualdadas que ta nacion arrastra desde su fundacién. Todo parece surgir de que la incorporacion de México 0 la eatriente de occidente se haye realizado me Giante una conquista que, pese 3 toda su ‘ctueldad y sus terribles consecuencias de- enograticas, no pudo darse sino por la sim- biosis de! vonquistador con las civilizaciones proviamente desarrolladas en el terttorio, Bajo la guia de un esquema imperial que garantizé prélijamente a los colonizedos una Rotable diversidad de derechos y privilegios que favorecieron ts continuidad de muchisimas formas de la organizacién social prehispénica, la dominacion espa‘tola de lo que hoy es México no pudo propagarse sobre el territorio conquistado arrasando a sus pobladores; tanto militar como econémica: ‘mente, los conquistadores requitieran el con~ curso de los conquistados. En ei siglo XIX, la colonizacion norteamericana del ooste fue autosuficiente en todos os ordenes: su crite- civilizador, vinculado al gran impulso pro: ductivo y la profusa migracién europea an- siosa de un nuevo horizente en América, fue el extorminio de los barbaros que encontraba en su camino, tribus némodas 0 seminoma das, con exiguos arvaigos arbanos y también raquiticos sistemas de organizacién social. La conquista estadunidense de! oeste necesita be exterminar pare slianzarse, arrasar para ocuper. Tres siglos antes, atados por medios lentisimos a un imporio que empezabe a per der su cumpetividad internacional, los con- quistadares y colonizadores espafoles en- contraron a su paso civilizaciones que ya he- rodaban a otras civilizaciones, acumulaciones lurbanas de! tamano av Tenoritlan y cael cacionis pollticas de '@ maynitud de! irene 39 azteca. Siempre aislados y cumsricamente minisculos en un territorio previamente orga- izado y controlado, los representantes del imperio espaol en América se vieron obliga. dos a ‘a mezcla racial y cultural con el Nuevo: Mundo y a utilizar los mecanismos instalados 9a reciclarigs en el nuevo cddigo religioso y politico. ASI, sembraron iglesias donde antes habia templas ceremoniales, pero por debajo de la facha morena de la virgen de Guadalupe siguié viviendo el espirity de Tonantzin; ‘quisieron gobernar sin otro limite que su vo- luntad predatoria y sefioris!, pero requirieron el concurso de la nobleza indigena que esca- Joné bajo las érdenes de encomenderos autoridaces las lealtades precortesianas de tibus y comunidades indigenas; como simbolo incesante de sus afanes, trabajé sus fantasiag ol mito de las ciudades de oro, Cibola 0 El Dorado, y fue buscando esas 1 quezas que pelearon y sometierop y se aore: piston de fo que se les oponia, pero para labtar tas terras, para cavar las mings. para ctiar el ganado, ‘nacesitaron de la mano de obra que sometieron y se vieron obligados 3 cuida su reproduccién y su Sobrevivencia. En ottas patibras, fa situacion material impuso a la vanguardia civiizadora espafola la condi- cién de someter sin arresar, de triunfar sin ex. terminar; on suma: de conservar para sobrevr De esta condicion fundadore de te nacion mexicana provienen quiza todas sus diversi dades antropolégices y culturaies, sus vieuisimas raices en e! subsuelo prehispanico tindiggna, su larga nerencis colonial colgada a la baekcidn religiosa y politica de un impario que se disolvié a espaldas del mundo moder Ao capitalista; su lahoriosa Istaria indepen iunte- eimpariada en cenduci esa phsraluseet 40 de lasttes y herencias hacia un nueva incor: poracién a la marcha modetna ve occidente: <1 desighio de ser un pais nuevo, dustrado, re-) publicano, industrioso, capitalista, siendo 2 la, vez un pais comunal, ajeno a las nociones de\ progreso y acumulacién, de arcaicos impu 0 coloniales y resistantes fueros corporat. vos, catdlice de cepa hispane, liberal de inspi racion masénica, material y culturalmente de. sintegrade, pulverizaco incluso en su tenaci: dad regionalista y somatido en las wtimas dé cadas de este siglo at muy penetrante y répi- do cambio cultural y productive de ia moder- nidad capitatista, No es extrafio entonces que el desafio central de esa diversidad que sobrepone tiempos y espacios, cultures y tra diciones, haya sido el obsesivo tema del go- bierno, de la organizacién det estado, Aparte da fa obsesién misma. por Is politica y el gobierno no resulta facil detectar las constentes: histéricas de ese auehacor Llamaties constantes del estado mexicano es incurrie a la vez en.un anacronismo y en la tentacién de una ontologia; anacronismo per ) ‘que desde el punto de vista temporal el llama- ' do estado mexicano es sélo la diferencia especifica -si acaso cien de quinientos anos. de histeria- de un género mas amplio: el de ia historia de ls Gominacién politica en Méxic ‘ontologia, porque esa dominacién es precise” mente una historia, no una esencia, y sus constantes son sinilitudes y herencias que ios ciglos cambian y acormodan, no pecados © glotias de origen que se arrastran inexorable: mente, En &nimo de rastreat esas similitudes on los diferentes instrumentos de gobierno que han gervido el propdsito de aquella domina cidn. podklan destacarse cuatro rasgos reite.. radus;prmero,) iy continua presencia en I cuspide del gobierno de una autoridad supre- tna revorenciada ¥ tadapodsrasa que sin em argo tee sus’ decisiones en al dificil * qulibrio de 1a negaciacién gon todos os sec. tores de ta sociedad. Segunda, 'o que Richard Nese he llamado parimonialisre burocrt Co, es2 identificacion de los recursos det po ater pbsico con el p8trimanie personal, ast co- ‘mo la cultuea politica generalizada que ve on Ja burotracia el medio idéneo de} enrigueci- S miento: tercera, 2 partir de tas formas borbd Nigas en él sigio XVIU, et impulse moderniza. do, a larga decision de psrancar a pois de su rirmo secular, de su inmovitismo indigene y su! baraisis eoiobiat, para introducitlo Bien pein. do al banquote de ocritente, Finaimente, ta racepcisn. viva en lo mas invino Ge tas éites! gobernantas, de halarse en ta cUsnide de uno sociedad de facha inpasibie pero de condi- ion turbulenta, pasiva hasta ta inanicién pero tambié propicia ala revancha explosiva e i centenibie, una sociedad marcada por el it~ ‘mo de us profundas rebaliones populares, y sellada en Su vido police por le posiilsad, siompre fatente de una nueva explosién. Bi gran pastor Herencis del mundo feudal que iguala al oder politica con la voluntad de! cielo, y de trescientos afins puntuales de un coloniaje en cuyo horizonte brillatan siempre la corona y Ibs seyes de Esaaf'a como et bien y la Sabikdaria supremo a que podian 2cogerse los Subditos, 2 vacacion repetida da Ia historia olitwa di México Na sic tener en su cUspide 2 un dirigente monumental cenido por vastos oderes.y hongras, respetos, riquezas y digni Uades. £5 ef caso Se los vitieyes novohrspa nar y de Ins presidentes postevalicionarias lo es tambien, como necesidad colective, de os 24 afios de tragicomedia coudillesca de Santa Ana, de ios quince de mando liberal inintarrumpigo de Juarez y de los veintise: que acumulé sin soltar Porfirio Diaz. Azteca, colonial, juarista, porfiiana ore volutionaria, 1a organizacidn poiitica de Mext- co ha construido de distintos modos la similar version de un hombre fuerte, encarsacién ins- titucional 0 espdrea det poder absoluto, dis~ pensadar de bienes y mates, ala ver padre. atbitro, verdugo y ultima insiancia justiciera para disimir (as desgracias esparcidas sobre (a sociedad por la censurable accién de autori- dades subsidiarias, Aparte de su notoria raigambre colonial o monarquiea, esa tendencia a consttuir eutori- dades uttimas, indiscutibles y desgrapor- cionades -y a rodearias con auras reveren- Giales de perceptbles tintes religiosos- es también parte de la respuesta practica af problema original 'y no resuelto aun de exigit sobre la increble pluralivad del Nueva Mun- 0, un mando y un eos centraies: una fe, un idioms, una corona durante los aos de colo- nlaie; una nactén moderna y peéspera, sobe. cena ¢ independiente, durante et sight KIX y asta nuesicns dias La ironia do esta connagracion autoritaria les que nunca le faltaron ni Ie faltan contrape 305 teales que artebaten en ia practice lo que fen teorla no pueden siquiere ragatear; al pe der efectiva, en vitreyes novohispanos 0 pre: sidentes constitucianales de Mexico, ha ter minado siende casi siemgre et fruto magro, segrendo y deachde, res.itante de la cembi actin de los muliplas imeroses en juego ¥ de sus prnsiones ceales Cs In paradora de un poder indiseunido y roveranciade © ys eheaers y estabilidad sur 41 gon sir embarge de la conciliacidn y et acuer- do no de la tyarza ni de la sumisign incondi cional de los gobernados, nada de lo cual sparta ni el peivilegie ai ts desiguaidad, ni et autoritarismo ni la represién frontal En teoria omnipotente -recuerdan Bar bare y Stanley Stein. ta autoridad del vitrey ‘era ef la practica algo ficticia’"’, El vireey ora tl representante de la Corona en un medio donde tos deseos de ts metsspoll chocaben frecuentemente con ta voluntad indiana de Conquistadores, oncomenderos, curas y co: mercrantes; un mundo que habia desarroitado Sus prapios intereses y sus propias reglas del juego: de un lado, fa notable autonomia ad. ‘quirida por i iglesia inseparable compariera do dominio: asi como por las érdones reli- ‘giosas que fueron capaces de colonizar espiti welmente sus propios temtotios, singular mente reacios a las autoridades terrenales: de otro lado, la trama de los intereses privados novohiaganas, encomenderos y hacendados, mineros y comerciantes que reclainaban el servicio de sus propios privilegios, negocios y merecimiontos, La corona so rehusaba ade- més a tener en sus posesiones de ultramar emisariqs que pudieran consolidar poderes después indesafiabies y se reservaba por allo la facultad de vigilar con demostrado rigor & sus virleyes mediante los juivios de residen: Gia, que a su (érmino vetoraban af gobierno de cada representante real, ola visita, una suer- te de auditoria general ve la situaciin de la colonia reatizada por ur. enviado directo de Espafa, En servicio de ta misma prevencién, los virteyes no solian hacer gobiernos di muchos aiios, y, por fo mismo, la gran _mayoria al llegar quedaba obligada @ ontiae en 6 sueratanis del wieinny teapecto a sr taentcs de mtommnc os tuoy eangey At 42 Piqua’ que fos reyes de Espena expfian fos Stein | lay waves frcvantemente cordon et peligfo de + converse en insteumeatos me dun eats Je Sus conse etos. La corona se reservaba, finalmente, la fa- culted de hacer los nombramientos de dive sas aytoridades sobre tas que formaimente mandaban los virreyes pero que en ta préctica slo reconocian la autoridad directa de Espa- fa. Todas estes factares dieron por resultado lo que Karl Schaeter tlama un “ejecutivo 4 bil’, pero también fueron el origen de una ha: bitidad polkica y de un tipo peculiar de divi gente y sensibilidad popular frente al mando.) A principias de los cincuentas escribia et pro: fala Schaefer: El puosto... exigla vn nemibre agresiva y ssturo ‘up 50 elevara por encima de os purerosas erie iones impavsias a su cutoridad. un hombre ave (abernors personelmant, due tomata en sus Me ‘not todas la ends de a Dutersed, que poder fecolver Io mmo las minucias gue los prandes Droblemes de i sdmnistraciin, que stervinitea thas activtades de oe fenctonanos mencres Po. ramantenetos en érden, Les vireyes queiegr a ods 50, fusron resperacos y actamedes (ni El oan bad cpaite coer lun gran respeto Poca los gubereantes y 2dr: fistaderes (x) Unos 130 sfoa do wa indepen Gente apence has srado ta setts. El pueblo fe Meno todavie espera al gobernante omnis repro, agra benevoly de reveses 00 Jos cndagencs mds bajas. C45! 19 6, ontré eon Chidonae ear ey Pero este es enefecto el dirigonte que In | organizaci6n politica mexicana ha buscado inensantemente hasta llegar a la perfeccién institucional del sigio XX que to inventa cada sexenio en la opinién publica y la imaginacién popular Quien dice que el régimen potltico det Mexico posrevolucionario es una monarqula ‘ i ‘ d : sexenal exagera an su descripcion inmegiata, ‘AG on Su percepcién historica; algo de los atti butos def monarca bueno y proveedor, sabio Y justo, imparcial y atento 2 la condicion des: dichade de sus més humnildes subditos, est presente o persiste en Ins ensalinas los ri tuales que rodean la figura presidencial: en et resputo y el elogia sin medida que se le prod Gan o en la certidumbre colectiva de su buena voluntad y su espiritu justiciero, pero sobre todo on la mezcla de veneracion, miedo, apantatiamiento, iman y (ria distancia que ex: pide su presencia fisica. Es todo parte de uno de los aspectos mé= nos logrados en el largo trayecto de la moder- nizacidn de México: fa dificultad de secutari- zar el potter palitico, de apartar de sus atribu- tos e} aura magica 6 irractonal que acompand ‘en &u tiempo el mandato de (os profetas y los reyes, y quitar de su entorno los imiedos y acatemientos que convierten én sacrilegio ab discrepancia y en anatema el habite racional por excelencia de (2 critica y el debate pabli 0s, No &s menos indicative de ese fracaso el situal de clara jaspiracién retigiosa que cada sexenio gacude la opini6n publica del pais: la inmolarion de) héroe reciente convertido de pronto en ta victima propiciatoria por cuya in: molacién se purifica la comunidad y st re- faueva el mito, segin Io ha analizado René Gi- + raid en su explovacidn de lo sagrado, La persistencia de esta veneracién que termina en [a inmolacion propiciatoria del heroo-padre-rey sexenal e¢ a fa vez un meca: falsmo que otorga extraordinaria fluide2 a la renovacidn del personel politico, Es también luna de las premuras del gector publico que ayuda a retrondar (3 ofa noranie persistencia tur ese ongan: el patrimonialismo burocratico. . La némina 9s de quien la corrompe Dicen fos historiedores de fa economia que un funcionario colonia novohispano podia regresar = su lugar natal luego de cuatro afos de servicio en las colenias con un. modesto excedente de entre 1 y 1,5 millones de pesos. Eri 175, el duque de Albuquerque pagé al gobierno de Macrid 700 mil pesos plata solo para escapar a las acusaciones de. peculado en ei desempene de su cargo coma virrey?. Silas cifras se over dajas 0 hasta ino entes es en primer lugar porque la inflacion, shgrata todos los estuerzos, pero sobre tods porque aquells robusta tradicién colonial de_ lucrar con los puestos publicos es uno de los} pecos casos probatorios de que el progreso| ha existide en México; en efecto, con el correr de los afios 0s mexicanos han sido da vez mas habiles y cuantiosos en sus gol pes cantra et erario y a administracién publ: | ca se ha sumergido cada vez con mayor pro: fungidad imaginativa e® la convessi6n de las! funciones y recursos de! estado en formas del, patrimonio personal fuera impulsada por interoses particulares Que la conquista sspanola de ose | que apostaban su fortuna en la empresa 3 cambio de las riquezas que pudieran obtener fn olla, es ef gérmen fundador de [0 que seria mas tarde el somesimionto de la administra- Gida colonial a los intereses particulates y 12 conversion de ia administacion misma er terreno de nepocia y hotin. Le practice imps fia\ de fortalecet Sus finanzas poviendo a lel venta los puestos piblicas, fue el mecanisma:, | ‘idéneo para legitimar el trénsito definitive del | poder burocratico a la condicidn de bien patei-, moniat. La contraccian de fe economia metto- poltane, I corespondiente urgpacia de 43 ingresos de la corona y de los nobles peninsu- jleres a los ansiosos cricitos que tenian acceso Flas subastas, sellaron a principios del siglo XVI] e3a Uadicign vena! que en su esencia perdura como uno de los ejes de la compli ‘dad y fa disciplina politiza de! pais, et hilo que. cose las Hisuras y emarra las fortunias en el se- no del estadc mexicano, Barbara y Stanley Stein resumen asi aquel momento decisivo: ‘Mentas que en el siglo XVI le wereyes eran ator des de Expats, obtes capaces, ee siglo XVI fos ‘andes Buscaron las eargoe coloisias pot Sporlundad que #3105 ofrcian oe dares Torture prsanal ellos, "4 Miembros de Sus amplias (3° Flos y a sue chenles, En ver de impanet 80h ‘lones (. vetaten Bor legranun eonsansy enkee Jos gropos contuetwos basdniiosa en el eckecho, tno ena souided. Oe eta manera, los podtoros Ineroses colonies de hese manipulaban & fos vieyas que enontfatan eno) seria colonel hortundadee azonaices.Inexisanias en 1a ‘olrepel. Hatia 1700 al principal prosiemme de bdmvnstacion erg coma doshgae# ioe fu coida absorein pot lo interes er falas con amigos infuyentes en ls corte y £8 grandes cuartor de gastos... Ast Nacie 700 les fasqos dstinewos de police colonial ya estaba bien estableerdes. Los cargos pices en todos {0§ niles eran consideradas como un insttumen Xe legieno nora promovar el be ivad par en. mmo d2) ban con La monarqu®, ques apt puaba is porte del bon eorraeporsiente a 22°90 Gel wvrey. sambizaba y iegtimabe de hecho, to ‘Yevalad, lomentaba la compe y a8 mestrate sncapaz do contolar log teaudes on fon punstes pubis. Lue goberies locales con sus funciona fos rurichaie, covegigeresy sacerdotes, aera {hs entonces comme el Pages poles que fund rntereses Ge uquers. odor prestigio dela éie Get hujar No-cabia os2nrar ine que el burn Srmaula con amplos pederes siscresionals y "avai tagslgcén colonial para goramezar a ere La dosctipcion suena actus! porque lo &s, porque eo PseKcia no na habido en Mexicn 44 otra practica moral y social de la administra. cidn publica que la preligurada en el siglo XVII novohispano. No habla cambio por fo menos, ya en el siglo XIX, ala hora de! Ultimo vitrey, Jose de lturrigaray, de quien Lucas Alamén hizo un breve y explicito trezo: Desde cue fue nombrado virey sy 2bjo pine pina fue oo gue aproveenar la O¢a8i6n para ha ‘erse co afan caudal ¥ su prime” acto lira tom posesion dt gobiome fue una delravcacioa de las Fentas reales. introdyjo sin pagar derechos an Cargoments de efecto gue vendian en vorecrue preduid la camidae de 19 rod 125 pesos. Todos lg amploos se provelan por giaiteacones que recibian ol yittey, [a viring 0 Sus hjos: alter? et ‘idan establecido paras distibucion del az0gue los mineros, naciendo resartimiantngentesordng. ‘ios por une anzay meta de oF0 con que rel ‘Dheabe cada quintalen las compras de papel Para proveer la farica de tspseos hacia poner precios Supuestos, quedando en su beretcila dlerencia on respetta 3 os vercaderas que Ie er2 pasate par los contratistas. Can ollos consigute uta op unt up capil muy” consicerable die ansatia en gran entiad de dinero en ora y plat Binajas y balla, y en ends de custrocientos mil “pesos. y esta no obstonte que Sus gastos etn ‘uy considerabies y encecian con mucha del sue! ‘do de sesenta mil pesos que distruigba.® Toda la primera mitad de! sigto XIX es el escenario de esa vocacién predatoria en el marco de una crisis generaiizada de las insti tuciones poitioas, la lucha entre los intentos, de testaurac Sn de un pasado intolerable y los esfuerzos de hacer realidad un futuro inexis. tenie. Abolido e! manto uniticador de fa coro- ney sus auxoridades coloniales, aparecié, sobre el territorio independiente la profusa fragmentacién de la sociedad real: incomuni cada, estratificada minuciosamente, escindi da en gremios y aisiada y protegida por diver- so fueros, tegionalizada y sin otros poderes centralizados que los de le iglesia y el ejército, Les factores contrarios a la implantasion de tun quevo sistema de gobierno general han si- do rasucnidos por Juan Felipe Leal, siguiendo un texto de Bulnes: Los gobisrnor de México ne poston desngrader al lero pre lta ampraba al serene: no Ods8 ‘ponarse 9 los comerciantes ¥ contebancstas pore somouitainante Se sublevaban fs gua Clonee da tacva?, Cuadalyjara, Mazellao ¥ Te Dict eo potian susender 0% pages a aginst y | nsarers sn aoe se pronureigra ls cudadelae aft Late una fata extranjore 9 igi Fepatocionest no Dodian none! eartinaciones les terataniances ba los prpiecaos de tincag wroaras sm que el titers gereccranora en dalensa Ge la snwlaba ‘ico a propiode pina, y no vedan pogar sus Iabereg wire sn oblaner un prestano de ns, Siottas 9 del exten or. Poces veces como en esos afos ef esta- o tue tan claramente un terreno de paso pa- f@ el logro descamade de los intereses de! transeuinte; 2s)30 planted José Maria Luis Mo- ‘ae los aforamientos del siglo pasedo alin tentac (a explicacion de ta fiebre por tener un puesto publico que él bauticd como empleomanie. No es casual que por encima de todo ese periods ol personaye poltico do- minante Maya sido Antonio Lopee de Sante ‘Anna y'el negaciante mayor un beneficiario dinecto de fg desorganizacian y la conupcion de fa administracién publica, Manuel Escan don, a fa ver agiotista, concesionario da 19 enta estatal del tabsco, contrabendista, suaterte del estado en el cobro de impuestos ¥ et reparto del eortee y ganancioso contatis: ta en I construccian dei terrocamnit @ Ven racruz. Las guer7as de retorma e intervenciéa ‘ye! unto de las atmnas republicanas dieron 3 Ia fachada anterior de estado nacional una so- hide politic e xdeotagiea aue no hg vuelto @ tener’ Pero no 105046 sus habitos patrimo: miles, Los Gebiernos dela republics restaure f da fueron el ealdo del cultivo de Ia primera ge+ neracion de grandes propietarios porfiianos que se alzaron como tales en la especulacion con los bienes del cloro y las comunidades I \beradas por las leyes de desamortizacion jvorista. €& el oxigen de los apetidos port Tonos que execrarialeevolucign de 1970. ¥ fas postclones dentro del estago fueron en toneos, como lo habian sido antes, la palan to, ol Tesoro do aeceso.# los riquozas y los, bones que lo desamonizecien ion liberonJo. Los teintaafos siguientes de paz y prograsc pornos fueron testigos de la innovacion Getinitiva dantro de patmoniismo buroers feo mexicana! Ia obta pubic, caminos, 3: Euelag, ropreses, lie, alumbrados, tras élonamientos, est8tuas, palocoe cunicipa tes, sodes oficiies, remadelaciones, canals, Por viade resumen de lo que este nueva liv3 de inversién signifies dentro del porto ro. cudrdese la snecdota de aque! gobernador compadre de Diaz, que al oho de estor en ei puesto se digi ei dctador lamentandosy de fever todo e28 tempo te estuerze sin que su caudal aumemtra um centavo ¥ llaméndose por eo a devepeisn y engaho, Escusto y exacto, Diaz le telegrtis a receta pare que su suerte cambiara: "Haga obra, compadte, he ge0brs". Ninguna obra mayor, en ese sentido, que la evada a cobo por lo revotucén mexicans Parece muy clare hoy que el esprit uniterio {que anima la storia de México por lo menos dose Ta veforma ta el de la sonetuscion de Une eeonomie debidemente incrustaga en eb esquema de cpitalismo internacional. Result ta slaca tornbién que ese espirity noha tenia umoliuiento Toes! ni ha podido dejor vas tan Facilmente sus cargas populares precapi {alstas, El estado mesicano posrevolucions:| aS hho 0s probablementa e} espacio donde ese di lema ha ido tesolviéndose para facilitar el teansito hacia la codiciada civiizacion occi dental que tiene hoy a facha muy estricta de tg Comisi6n Trilateral, Coma sea, e! hecho'es| que no ha habido mejor administrador de las cufsionas fistéricas precapitalistas del pals que el estado mexicano de este siglo, ni mejor Batrocinador tampoco del desarrollo capit \. Esto ultimo de dos medos: primero, ofre- ciéndola a las fuerzas que podria Constuirlo estabilidad y control politico de tas rlases que adrian oponerse, as! comola infreostructura / ocesaria para su fomento y expansi6n; en. ‘segundo lugar, justamente shediante una ver- sin actualizads de! patrinonialismo buroced- « tico: la gigantesca transterencia de recursos ‘8 manos privads por vig del enriquecimmiento de administradores pubiicos y gobernantes, iquezas que de un modo u oto vuelven 3 r Ciclarse en la ecanomia pero ahorg nara setvit €l desarrollo empresarial 0 financiero de sus dotentadores, para engordar las perspectivas el capitalismo mexicano. a Podemos llamar 8 todo ese impresionan: te fendmeno colectivo simplemente comup- ci6n. yetque fo es en ofecto, paro seria en mi opinion bajar la mira. Porque es una corruss cion que ha resultado ser uno de tos mecanis- mos bistoricos de capitalizaci6n y acumul: crgn de una burguesia cuyo raquitisina habris | sido -@5- de otro modo insuperable, Se dria! uc en sus momentos de mayor ambicion y Feonsecuencias.tle corrupcién no es sino el | espinitu de ta apropiacion caphalista‘incrusta {i en cl sector pubiico y cme tal ha sido el origen de decisiones que modelan profunda- mente el future de ung sociedad. Cree que ‘puede decirse que vivimos un horizonte neo: alesnansta, porque la corrupcion de equel se- 46 xenio no $e queds en ef simple enriquecimien. to de los amigos y el patrocinador, sino que fue la expresién de un proyecto de pais, de ‘economia y de moral que ha venido cumplién- dose despues inexorablemente. De un modo mas concrete: la decision alemanista por ejemplo, de construir una via répide a ios terrenos que hoy son ciudad Satelite y que luege traccioné para venderlos, nues eran su- yoS, ¢s algo mas que ot expedionte de un ne- gocio privadc, es la plataforma de una deci S160 estructural que definis eb Modsle de ex pansién de la ciudad de México hacia el norte y su conurbacion posterior de cuatro puntos, cardinales de Satéfte. Jean Moyer y John Womack se han planteado en una entrevista este problema de la corruscion como fenéme- no inevitable de fa revolucién. Uniondo 1a ‘machacona evidencia del teme al heck ce que. en vinculscién con los revolucionarios. aparecieran una y otra vez los nombres de fa: milias de Ia antigua burguesie, apellidos de gente que era importante on 1830 y tenia nletos que seguian siéndolo en 1920, Wo- mack llegé a una conclusion general: Exe ptcbloms de inmoralidad dice: de corupcié> Petesral, no resulta s0le un fersmena 1ovou. Elonara. sino una manste do etectuar gustes ] ite Suxguses, Las fares barqusas 2 = siondo importante: deacon de ter inertia 'y_fecta enla potinea, gers quadaron metidas ee cin Le eonupci¢n, coma aroblems estiurtral Sa ‘sera form en qu Ta antigua burguessa © 23 fos eusvos empresarioe uc enaberabe Volucion trunfanty, nde! Morte” Co compulsiin modersizadora uude dese qua of ipetio espana vid) somente en ef umbral det mundo moderna, Guo solos arrebatd o cuert dela mayor com: Potitvidad en todos los brderes da Ine ma | Clones que, como Ingiaterrs, emergian en ei | Gleoje de ia revoluelén. Industrial. Apends | Inougurado ef siglo AVIN, hubo ente les Bor. bones y se minora ustrada la conviccion de ue e13 indlgpensabie une ampli reforms in tema quo colar a ta peninsula de Une ezonom més integrada hacia adeno ¥ fae Gi sus eolrias a efor supona: + ona | feduccien de ls Prvilegios corporatvas, par. ticuisrmonte de ta iglesia, Ia aristocracia eh Comercio, integrantes de una piimide dee laciones cuyas. torminales eran los corregi- mmiontes y municipae de warmer; 2, una cr culacién mas efectiva de los bienes sin tantas “ generat de los transportes y et comercio quey permitieran fa explotacién mas rentable de tos. mercados coloniales; 3. una mayor producti- vidad agricola y e! desarrollo dé las manufac. turas; 4, una renovaci6n del personal adm istrative mediante el nombramienta de in. tendentes reales que sitvieran antes que nada 4a los intoreses de ia corona y no los de los enclaws ‘ocales, unidades siempre podero. 508 on la tradicién nolitica espafola, Durante mas de mesiio siglo, aque! diagnéstico, eje de lo quo aspiraba a ser, bajo Fetipe V, una mo. dotnizacion del imperio, no pas6 del escritorio y los timidos intentos de implantaria (ueron continvamente bloqueados 0 difetidas por los intereses que pretendian someter. En 1762, la ocupacién de la Habana por los ingleses ‘quienes Ia retuviorori un aho- decidié al re- ci6n encumbrado monarca Carlos Ila llevar a la practica €! viejo prayecto. Los ecos de ese Ultine estuerzo se prolongan a) altima tercio et siglo Xv y se pierden enol mar revues fea ndopendencia Nopanoameteens, mut ds cnlseousonciade las corporacenes colo males ale cortralzacion bortonice arto co. tho eh la itocton americane por au eicacia fue hac sal rumbo ala met Opal canta eS mayores cade vor ae biomes, rent ye talon faci logo, cada ver mas contale hncierosy aeimivistativos, en doterloro de Tas opcionce de los residentes de ultame. 1 hovlzonte de aqui reformas bord] nicas eo seguramente ol antecedente. me Gato de las vocactones radiates, tedsilsts| | Y betes, del sigie XOX monicano, eve argo! (tayecto de una minoria dispuesta a arrancar | ai pats de Sus vale feudal y comparative dee inmovitgad raonarauica y cus hn Gongs proguctuas, en autma arrancado Jes | pssodo colonia, para constr la gran ion Mexicana, note do ees opreionesY aera g futuro. Quizé no ha habide una generacié de mmexicanos tan optimists somo los deh dependencia'y poces tambien en contecven Cha tandetraudacas par los heches, {a esperada grandezs de Mérico se -¢ solo pronto en une aucenon de impos Gages; cre economice 'y wikis police, Constituciones impracticables, gobierno’ faquitos y sin legitmided, rovueliae mito fe indomble regionalisina yIueha. Tae Clonal hasta ave 64 1689 la guera con Eats Gor Unidos soreion fo pera dela del Camntorio narteno puso finctmente Bais fre ou Homtera deft. fn. medio de eta lorga_rss, une de las 0cee cases ue permanciigon constants fue el impulso de tachar la colonia para volver 8 Mexico un pois moderno, Node encarno Tejon ese provost que la site bert Uno 47 pequass copula de letrados mestizos y Griolios, educadys en las sestas masénicas, deslumbradas par el sueio sevclucionario de tuna repcblica laiea, con divisién y descentraii yocién de poderes, eleccianes ¥ ciudadanos liores, sin fuetos 1 privilegios corporatives, ‘con Opinion publica y Sibre circulacion de ide 56 y morcanclas; una epublica de pequeiT6s bropietarios individuales capaces de producir fe dustarse y de expandir fa economia ... en lun territorio cuyas Tradiciones arraigadas por trescientos afios de colonigje erac juscamente Jas contrarias, La vensibn establecida desde la | indenendencia entre una eupula liberal ma: ornizante e ilustrada y el paso lento de una sociedad eatélica, ilgtrada, de clara heella Sorparativa 9 comunal, reacia a ias nociones de acumulacibn y progreso, a5 une de las mas duraderas de fa historia madera de México. » Dosde entonces ol estado mexicano ha esta o-slempre, por asi aeciia, ‘iadad reat, tirando de ella hacia gl reino del iograsa y enconicando a su paso las cesis: Yenaias muitiseculares, t@ hefencia colonial Desie Gomez Farias por lo menos, el estado mexicano ha queride ser y ha sido’ laico, emprendedar, procanitalista, centralizador y nacional.Bracricamente desde la misma éoo ca la sociedad mexicana ha sido mayorite amente caxolice, impraductiva. regienalisia de: sfecta a Ja. centralizaciéa.y.a los. planes nacionales, provinetena y poce inclinady at camibig o la nagvacion. En ese sentido dice muy bien David Biading que el_misterto Central de la politica mexicana dei siglo XIX sigue siendo al triunfo de! liberalism, [a for fra cnt que-una inereibie minoria impuso su “ hota y su proyecto a un pals cuyas tradi ciones ho sabia tolerar, 0 aporrecla, Nada tan euro para las comunidades indigenas, por 48 ejemplo, como la experiencia del liberalism mexicano y sus leyes desamortizadoras de la propiedad comune. Enalecto, 1 Spoce tberal fue un periado especial: mente Whjco pare. ios campesiney indigenae ‘pom escitb T-G, Powell porque las polis ¥ {os burerates: Mexicanos 108 consigarabon un onstéeule mala &) propresa ¥ or consecyarcis semian pot ellos y\les maniestaban muy pact ‘impata (1 La ley Letda promulgada en 1236 Conserv eda en vige toda fo So0ca liberal transl ig.a menos pilvagas gran canned de Ustras 86 tos queblos que gran astesorrmnnte yesdoe pa proptstes socises. Eng sus princioales efectos otuvaron el reduc a muchas comunidades hasia fentonces auiesuicione, a! tensifiar ef atitun smo ya tistoma do peaneje Bar deudas yl des ‘morainacién dy todo um grupa 200i, el campos: Pade ingens: Toda la actitud det liberalisme hacia las iradiciones y #1 mundo colonial est§ resumida en ef atuendo de Benito Judrez, un indio pure que al vestirse invafiable y Kigubremente de lovita dejata de setfo para volverse el lider de una nacion cuya existencia previsible ne pouia ins\uir 2 los indias coms tates, sino ¢o- mo ciudadanns. Todo Judrez es un acto de voluntad antiindigena, de desariaigo ¥ aute: coercion “civilizatoria” En el bastidor de esa coercion yeneraliza da contra las tradiciones coloniales ta iglesie tanto como fas comunidades y los pueblos. ambos sujetos de fagimenes especiales donwe de ta tegislacion indiana: hay que Si far el gran movimiento restayrador zapatisia ‘que colora todo a! trayects armada e institu ional de fa revolucién mexicana de este sigio y o1orga al estade mexicano one de sus ver tientes populares: el agrarismg, Le otra, es fa incorporacion al estado del movimiento obre » ¥o, Con esas dos inserciones, el estado mex! i (gano adquirié una efectiva sustentacién ide- 5 oldgica y organizativa en las masas obreras y campesinas del pais, nero no abandoné nun- cco un rumbo estratégice liberal, de crecr las. condiciones politicas e institucionales para ell desarrollo del capitalismo, Asi, el resultado histérico de te luche entre los polos de esa tensién ha sido una zcla particularmente oficaz de daminacién tica tradicional -corporativizante, pater | autoritaria- puesta al servicio de una i tiva modernizadora estatal, capitatista. De i6rez a Lopez Portillo es #1 estado quien ha vado la iniciativa en ta construccién de ta 16n, et que ha erigido un poder centrat séli ¥ minuciosamente ramificado, el que ha mado en sus manos © promovido las esas estratégicas de transformacion de naturaleze_y vencimienta de 1a dificil gratia mexicana: ferrocarriles y telégrafos ‘l siglo pasado, presas y carreteras en pie fas Wécadas del XX; priréleo, electricidad {fa red ue nuevas comunicaciones a partir de Ccuargntas. Es el estado quien ha organiza: ‘Seno todos los intereses que parecian bro- # de ella, hasta volverse durante varias dé- fas ls gran olla unitaria y el espacio funda ental de la vida politica dot pals; ahi godian zclarse los intereses y Negociarse las ten- jones, sobo:nar Jas intransigencias yp dir los recelos, diluit hasta la invisibilidad ucha de clases, malabarear verosimilmente a imagen provinciana de un pais sin divi- iones internas, unido en lo esencial y hasta lo accesorio, al servicio insobornable de st smo, Todo mientras la realidad ahondaba a ala sociedad y el que ha podide recoger on sostonia desiguatdades abismales y facilitaba tos despegues de un capitalismo salvaje au al fin parece Cualitativa y cuantitativamente / como estucture dominante de la sociedad mexicana, El secreto de aquella habilided pa recubsir con un hao pluriciesiste y populista las decisiones clasistas y antipopulares re queridas por el capitatiome dependiente de México es entre otras cosas ef fruto de ve ‘experiencia politica central: el temor alas ma «sas, la conveniencia de contar con ellas. Et eco de los otros Tendemos a pensar en ia conquista como un solo golpe militar definitive -ia caida de Tenochtitlan- que establecis sin més trdmite @! noder espariof en Mesoainérice y no como lo que verdaderamente fue: uoa_tenii_y cuenta expansion militar hacia el norte, pr ada de_descalabros y reveses, que fue con salidanda,.deminios y_.ganandg trabajos tronteras_ a Jos“ La inde pendencia sorprendié al esteblecimianto calo- defendiendo todavie precariamente sis uestos de avanzada en las proviccias inter nas vel septentri6n, con pequetas coloniza- ciones epidérmicas en medio de la vastadad del desierto y Ia siempre asechamte hostilidad ingigens. La historia de esa conquista; lentisima de os indios barbaros porta eiviliza cién occidental probablemente no ha termina do y e8 desde luego Ia historia de una resis tencia. Mas que es0: la continua recordacion de que et poder esperol, y los que le suce dieran, se asentaban sobre un tertitario cor: quistado. periédicamente dispuesto a la rebe- len, La legislecién espanola, de inspiraci6™ medieval y paternalista, sancion6 favorable 49 mente muchos derechos de aquellos conquis- todos y de aiguna manera los incluyé en su perspective atenuando ast, de alg modo, la preston cirect y faciitando su esimlacion Snel establecimiento colonial, Pera no pudo Spartay dos constentes de aquella experien. Che: tener ces sempre en los extremos de al une de sus fronteras una guerta de expan- sion de la conguista y estar continuemente bajo et amago de los oprimisos,lsmense ie dios birharos del norte, castas del Baio, lope tos de las cudades 0 campesinos dol sur EL tema de la insubordinacion de las masae fe aparece, cbsesivomente ona hstora de ME XEz0. esta. en lo serie intermicable de «be Hens solani. sant sma gn .mayor de a2 ells: lo explosion det Bajo’ de 1810_ acaudllads por el cura Miguel Hidalgo Y sos: \eaido.despuss en su vena radical, por at cura aud Maria Moreos:,est8 on lo corente que tecoge y topresenta turbiamente. Vicente Guerrero, en la cuenta guerra dp castes vu catecas que horroried hasta la poraiss 9 pen- adores libevalan del corte de José Maria Lule ‘Moray ests en os contingentes do Juan Alva iez gue -hiciecon truntar la. revolucion de ‘ual yen los jeretos dela republica, hijos de la tera y del orgullo regional, asi como en 135 53 rebeiones de inoole arava vogistrads organ Meyer entre 1820 y 1910, €s0 mis. toa densidad insurteccional esta desde 'veg ‘iva en ia revolueton mexicana de principios te sig, en os ersteron ge ls oes vetntes y "ubintas, em (0s jaramulistas de fos anos cl cuore, v ens oleadas querilaras de los se santa y setento. No calico lo naturaeza oltica de esas rebetones, simplemente con Signo su presencia y su aiaigo popular, pore Subrayar ef modo como lov yobsmantos Go Mexico han estado siempre, de un modo U 50 . otro, entrentados a la sombre levantistice de las masas, Buena parte de las soluciones politices eficaces que ha podido alcanzarel pals en dis {infos momentos de su historia han nacido de la posibilidad de institucionalizar 0 darle un cause pacifico a esas prociividades. Es sogu: ramente el desatio de tedo sisterna politico, pero se da ef la historia mexican con tintes Se una violencia peculiar y Con le participa: ion de vastos contingentes de los sectores oprimidos. Se trata de impulsos colectivas Cuyo origen esta casi siempre vinculado a tuptura de un orden tradicional campesino © agrario y son por ello, en su generaligad e incluso en los casos en que su eausa parecis, haber tunfado, movimientos derrotados, in- Gapaces de vertebrar un liderato politica glo- bal y de atraer a las clases ilusttadas que POdrian construir su superestructura juridical Y potitica, En ello reside la otra pecutaridad la historia politica de México y, an ese sentido, e su orgonizacion estatal: astd siempie enfrentada, marcada, por fa presencia activa Y violenta de las masas pero ninguno de sus ‘Grandes movimientos he puesto en el primer iano fos intereses de esas masas, asi ningu- ‘n0 haya podido tampoco borrarios de su pers- pectiva sin arriesget une nueva inestabilidad ‘como le sucedié al itutbidiema en la indenendencia- 0 la aparicion de un nuevo i derato -como le sucedié a Carranza en la re volucién. La revolucion es precisamente ely movimiento nacional que con mayor sensibil- dad ¥ eficacia pudo incorporar a sus institu iones y sus leyes fas demandas de los cor tingentes que la hicieron. Pero resulta clara que esa incorporacidn no corespande al ‘cauce central 9 a! sentido historico perdu: * rable cel movimiento, sine que es su complejo. insramenta de organizacién ¥ paciicacisn Masivas son contestones reat qu estan Stemborgo en el ingen dl proyorto cso uae en au sotono,seatenendo el oot Gel Clic, En un ospecto certo, el campo, Acura Warman toa plantendo con oo mat E esiade mexicans tut ma esmbiago rasicat) ‘mente. Ya nplo domrat los olgareas tareteni tes, 195 froneados 9 cuando mens no tades nos. 6 un getadonaciomaigia y popula eran {dade una teuslacin do enorines propor ones. Ea 2 gue tepars la tore y el que exorapie a las ompatlae petoiras, el que apoyé ala republics fespatoia y tocibie a sus elugiodas aye nunca fompiéretaciones con Cube revoluconara yal que how acage 2195 cxliader sor ef gape lascsta en Che: Los ernepales agentes deta expotacion del compesina, los que st oniyentan eon él en wa contiadiecion ayuda y gaecarneda, son lor tjoonos y ototae lve promotores det casa: ma depcodiente, dete medernizacisn’ a cyslquier {coto, ea mpasiebn del cresitento como abje Tiva eh si isin ya costa dea gente que wrosuce (niqites, Son le raeroe Qua han comverido als Telos novarla que se eonebié camo un proceso toncamingdo 9 establece! i ucts ye! Bonestr, rum ample nstumenta para el crecimento els ‘mkisna nue hace ms profunda la open’ El mismo estado, en efecto, y sus agen. tes, son los que van limando y adecuanda sus cancesiones originales 3 campesinos y traba: jedores para cefitos al verdadero fruto de sus afanes que es ly modernizacién capitalista, Es posible que la implantacién definitive de ese modo de produccién que es también Un dmbi- tw cwvitizatono -en el sentido de que crea su. propia cultura y su propia ideologia, un estilo completo de vida- esté acabando 0 haya aca bado ya con las posibiiidsdes de aquelias comontes tumultuosas de la wolencie popu: far Ge ongen fundamentalmente agrario. Es posible que del mismo modo come los cuen tos de fantasmas perdieron sv verosimilitus cuanda se invent6 laiuz electrica, asi también ios carroteras y la tetevisién, a! fin del asta rniento regional y 12 destruccién del mundo campesing hayan puesto fin a los reboliones agratias y a sus heroes, y que lo lucha por al tierra pase pauiatinamente del orden tradi ional en eb campo a pleito gor fos metros Ccudrados suficientes para fincar una berraca en las periterias de las ciudades. Es posible ‘ue por fin, en estos dias, con le significativa clausure del pasado implicita en la tey agrope uaria de fines de 1986 y ers ef auye del capi- {al financiero, estemos entrando por fin a la tierra prometida durante ciento. cincuenta anos por lot gobernantos ilustrados, liberales, porfirianos y revolucionarios de México; que hhayames llagado 2 is modomidad y estas, visperas de gran expansion capitalista -tres ‘ie cuyas empresas estan ya entre lag prime tas 500 del mundo: sean ta antesala del reino que estaba para nosotros desde el siglo pasa o,- Et nuda por desatar sigue siendo vt extrafo modo como ese sector moderna del pals continue anclado, absorbido, impregn 40 por el mundo arcaice que no cabe ent paraiso construido sobre sus hombros, e)r do conto ese mundo busco su superviven: inerustandose y resistiondo dentio del qe parece desplazatlo y el hecho de que sigamus hhablando de una sociedad en expansion aco- leads de sus sectores modernos, peso.que no juede inctuit en ellos a la mitad de su poblo Cién; 30 millanes de mexicanos de los que cerca de ia mitad tienen menos de quince afins y el setenta por cienio menos de treinta Esa es ia nueva forma de las masas mex!- canas, el nueva fantasma de! estado. 51 NoTAS Bowbara y Staniey Sten, Co Merencts colonia de Amevea tum, Menico, siglo AA, 1970, . 72 2) Wendaliwe Gordon Setaete, Ge acmiacin = Eamon”, Pouemas agréaie e ingusrites de Me. fico. at, enare marr 1959, 4B Haboiey Stl Stee ap ote 0.79 4 Ibe? pp 72.73. 8. 5 Lucas sus. Hstora de Majco, México, Eaoral Jus. 1906, ro. 3093, 52 ©) Juan Fen Leal a bupuecn 0 estado mexicano, Mi neo, Eoctones “f Cabalits" 1972.9. 0. 7 nan Mever, deh Womack,” Dlgopo robe storage ‘ete revolution mascara”, Cosa del Tempo, a na ‘ombra de 1980, . 8 8) TG. Powel, howahime y of camposinago an Mexico 11950-1876), Maxio, Sepastentae, 1978, 3p. 18) 53, 3) Breen Warman. ¥ vanimas # cantradach, Mbnizo, Ei ‘Sones ca Cats Chain, 1876, m6

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