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ME ACUERDO Me acuerdo de la primera vez que recibi una carta que en el sobre decia: “Pasados cinco dias devolver a”, y crei que después de guardar Ia carta por cinco dias debia reenviarla al remitente. Me acuerdo de cémo me alucinaba revisar los cajones de mis padres buscando forros. (Marea Peacock). Me acuerdo de cuando la polio era lo peor que existia en el mundo, Me acuerdo de las camisas de vestir rosadas. Y de las cor- batas de bolo, Me acuerdo de cuando un chico me dijo que unas hojas, agtias que soliamos comer, parecidas a tréboles (con florcitas amarillas), tenfan ese gusto agrio porque los perros meaban sobre ellas. Me acuerdo de que eso no me impidié seguir co- miéndolas. Me acuerdo del primer dibujo que recuerdo haber hecho. Era de una novia con un vestido de cola muy larga. Me acuerdo de mi primer cigarrillo. Era un Kent. En Jo alto de una colina. En Tulsa, Oklahoma. Con Ron Padgett, Me acuerdo de mis primeras erecciones. Pensé que tenia alguna enfermedad terrible o algo asi. Me acuerdo de la tinica vez que vi llorar a mi madre. Yo estaba comiendo torta de damascos. Me acuerdo de todo lo que lloré mientras veia South Pa- cific (la pelicula). Tres veces. Me acuerdo de lo delicioso que puede resultar un vaso de agua después de un buen plato de helado. Me acuerdo de cuando me dieron el distintivo de los cin- co afios por no faltar ni una sola mafiana en cinco afios ala Escuela Dominical. (Metodista). Me acuerdo de cuando fui como Marilyn Monroe a una fiesta “Veni disfrazado de tu persona favorita”. Me acuerdo de una de las primeras cosas que recuerdo. Un congelador. (Por oposicién a una heladera). Me acuerdo de la margarina blanca que venfa en una bolsa de plistico. ¥ de un paquetito de polo color naranja. Ponias cl polvo en la bolsa de margarina y la apretujabas por todos lados hasta que la margarina se ponia amarilla, Me acuerdo de lo mucho que tartamudeaba. Me acuerdo de lo mucho que queria, en la secundaria, set buen mozo y popular, 26 Me acuerdo de cuando, en la secundaria, vestirte de verde y amarillo los jueves significaba que eras marica, Me acuerdo de cuando, en la secundaria, rellenaba mis calzoncillos con una media. Me acuerdo de cuando decidi ser pastor. No me acuerdo de cuando decid no serlo. Me acuerdo de la primera vez que vi televisin. Lucile Ball romaba lecciones de ballet. Me acuerdo del dia que mataron a John Kennedy. Me acuerdo de que lo tinico que queria para mi quinto cumpleaitos era un vestido de noche con un hombro descu- bierto, de raso negro. Me lo compraron. Y me lo puse para mi fiesta de cumpleafios. Me acuerdo de un suefio que tuve hace poco en el que John Ashbery decia que los cuadros de mi periodo Mondrian eran atin mejores que los de Mondrian. Me acuerdo de un suefio que he tenido a menudo en el que puedo volar. (Sin avién). Me acuerdo de haber encontrado oro y joyas en muchos suefios. Me acuerdo de un nene al que solia cuidar después de la escuela mientras mi madre trabajaba. Me acuerdo de lo di- vertido que era castigarlo por portarse mal. a7 de un suefio que solia tener con un montén Me acuerdo amarillas y negras ~hermosas- en un és. de serpientes 10)as, ped muy verde. Me acuerdo de St. Louis cuando yo era muy chico. Me seuerdo del local de tatuajes cerca de la parada de Smnibus, clos dos leones grandes en la entrada del Museo de Arte Me acuerdo de un profesor de Historia de los Estados Unidos que siempre nos estaba amenazando con tirarse por Ja ventana si no dejabamos de hacer barullo. (Era un segun- do piso). Me acuerdo de mi primera experiencia sexual en un sub- te. Al tipo (yo tenia miedo de mirarlo) se le habia para doy no dejaba de restregarse contra mi brazo. Me excité mucho, y cuando llegamos a mi estacién sali apurado para casa, donde traté de hacer tna pintura al dleo usando la pija como pincel. Me acuerdo de la primera vez que me emborraché en se- rio. Me pinté de verde las manos y la cara con tincura para huevos de Pascua, y me pasé la noche en la baiiera de Pat Padgett. Por aquel entonces era Pat Mitchell. Me acuerdo de otra experiencia sexual temprana. En el Museo de Arte Moderno. En la sala de cine. De la pelicula no me acuerdo, Primero hubo una rodilla que se apretaba contra a mia. Después hubo una mano sobre mi rodilla. Después una mano en mi entrepierna. Una mano dentro de mis pan- talones. Bajo mis calzoncillos. Me excitaba mucho pero tuve miedo de miratlo. Se fue antes del final de la pelicula y pensé que estaria afuera, esperandome en la muestra de grabados. Me quedé un rato por ahi, pero nadie mostré interés. 28 Me acuerdo de cuando vivia en un local al lado de una planta de envasado de carnes, en la calle Seis Este. rario de empaque, muy gordo, que almorzaba en | cafeteria donde yo solia hacerlo, me sigui has Un ope- ja misma ‘ casa y me pregunté si podia entrar a ver mis pinturas. Tan pronto como entr6, se bajé el cierre de los pantalones manchados de sangre y sac una verga enorme, Me pidié que se la tocaray yo lo hice. Por repulsivo que fuese aquello, también era excitante y yo no queria herir sus sentimientos. Pero después le dije que tenia que salir y él dijo: “Qué tal si nos encontramos”, y yo dije “no”, pero insistid, asi que al final dije “si”. Era muy gordo y feo y realmente muy desagradable, de modo que cuando llegé la hora de nuestra cita me fui a dar una vuelta Pero con quién vengo a tropezarme en la calle, sino con él, bien vestido e increiblemente limpio. Me senti mal por tener que decirle que habja cambiado de opinidn. Me ofrecié di- nero, pero dije que no. Me acuerdo de la profesora de bridge de mis padres. Era muy gorda y machona (el pelo rapado) y fumaba un cigarri- Ilo tras otro. Se enorgullecia de no tener que llevar f6sforos encima. Encendia cada nuevo cigarrillo con el anterior. Vi- via en una casita detrés de un restaurante y llegé a vivir hasta avanzada edad. Me acuerdo de jugar al “doctor” en el placar. Me acuerdo de haber pintado “ODIO ATED BERRIGAN” en grandes letras negtas todo a lo largo en una de mis pare- des blancas, Me acuerdo de haber arrojado mis lentes al mar desde el ferry de Staten Island, en una negra noche de drama y de- presion. 29 Me acuerdo de que una vez me arafé toda la cara con lay ues para que la gente me preguntara qué me habia pasado, y entonces yo les dia que habia sido un gato, y ellos, por supuesto, sabrian que no habia sido un gato. Me acuerdo de los pisos de lindleo de mi euarto en Da. yton, Ohio. Un motivo floral en relieve, blanco sobre un fondo rojo oscuro. Me acuerdo de los vestidos tipo saco. Me acuerdo de cuando en la revista de historietas “Katy Keene” publicaron un vestido cola de pez que yo disefié, Me acuerdo de los trajes entallados. Me acuerdo de los sombreros pillbox. Me acuerdo de los naipes redondos. Me acuerdo de los vestidos estilo indigena. Me acuerdo de las corbatas gruesas con estampados de peces. Me acuerdo de los primeros boligrafos. Se resbalaban y depositaban las pequerias bolitas de tinta que se acumulaban ena punta, Me acuerdo de los anotadores en arcoiris. Me acuerdo de la tfa Cleora que vivia en Hollywood. Todos los afios, para Navidad, nos mandaba un libro, ami hermano y a mi, como regalo compartido. 30 Me acuerdo del dia que murié Frank O'Hara. Traté, de alguna manera, de hacer un euadto especialmente pas d (Especialmente bueno). ¥ results horrible. Me acuerdo de la canasta. Me acuerdo de “How Much Is That Doggie in the Win- dow?”, Me acuerdo de los sindwiches de manteca y azticar, Me acuerdo de Pat Boone y “Love Letters in the Sand”, Me acuerdo de Teresa Brewer y “I Don’t Want No Ri- cochet Romance”. Me acuerdo de “The Tennessee Waltz”. Me acuerdo de “Sixteen Tons”. ” Me acuerdo de “The Thing”. Me acuerdo de The Hit Parade. Me acuerdo de Dorothy Collins. Me acuerdo de los dientes de Dorothy Collins. Me acuerdo de cuando trabajaba en un negocio de an- tigtiedades y objetos de segunda mano, y vendia todo més barato de lo que debia. Me acuerdo de que cuando vivia en Boston lef todas las novelas de Dostoievski una tras otra. 31 Me acuerdo (en Boston) de haber mendigado en la calle donde estaban todas las galerias de arte. Me acuerdo de que recogia colillas de cigarrillos en las urnas frente al Museo de Bellas Artes de Boston. Me acuerdo de que planeaba arrancar la pagina 48 de to- dos los libros que leyese en Ia Biblioteca Piblica de Boston, pero pronto perdi el interé Me acuerdo de las cafeterias Bickford’s. Me acuerdo del dia que murié Marilyn Monroe. Me acuerdo de la primera vez que me encontré con Frank O'Hara. El iba caminando por la Segunda Avenida. Era una nochecita fresca de principios de primavera, pero él solo lle- vaba una camisa blanca con las mangas arremangadas hasta el codo. Y jeans. Y mocasines. Me acuerdo de que me parecié muy afeminado. Muy teatral. Decadente. Me acuerdo de que me gusté instanténeamente. Me acuerdo de una campera de cuero roja. Me acuerdo de haber ido a ver ballet con Edwin Denby usando una campera de cuero roja. Me acuerdo de que aprendi a jugar al bridge para poder conocer mejor a Frank O'Hara. Me acuerdo de que jugaba al bridge con Frank O*Hara. (Més que nada charlabamos), 32 Me acuerdo de mi profesora de arte de la escuela prima- ria, la sefiora Chick, que un dia se enoj6 tanto con un chico que le voled un balde de agua en la cabeza Me acuerdo de mi coleccién de monitos de cerémica. Me acuerdo de la coleccién de caballitos de ceramica de mi hermano. Me acuerdo de cuando era un “Demolay”.! Ojalé me acordara del apreton de manos secreto, asi podrfa revelar- seloa.ustedes. Me acuerdo de mi abuelo, que no ereia en los doctores. No trabajaba, porque tenfa un tumor: Todo el dfa jugaba al cribba- ge. ¥ escribia poemas. Tenia las uiias de los pies larguisimas y horribles. Yo evitaba mirar sus pies tanto como podia. Me acuerdo de Moley, e! bicho raro local y notorio ma- rica, Tenia una cabeza muy pequefia que brotaba de la mole de su cuerpo. Nadie lo conocia, pero todos sabjan quién era. Andaba siempre “por ahi”. Me acuerdo del higado. Me acuerdo de Bettina Beer. (Una chica). Soliamos ir a bailar juntos. Apuesto que era torta, aunque por entonces nunca se me habria ocurrido. Decia muchas malas palabras. Y bebia y fumaba con permiso de su madre. Padre no tenia. Usaba abundante sombra de ojos azul y tenfa unas manchas blancas en los brazos. " Organizacibnfilantrépica para hombres entre los doce y los veintin afios de edad, con carseter de orden internacional. [N. del T] 33 Me acuerdo de que un dia tomé un autobiis para el cen. tro, en Tulsa, y un chico al que conocia un poco del colegio ‘vino a sentarse al lado mio y empez6 a hacerme preguntas del estilo: “ZTe gustan las chicas?”. Era un asqueroso, realmente, Cuando llegamos al centro (donde estan todos los negocios), me estuvo siguiendo por todas partes hasta que finalmente me dijo que lo acompafiara al banco, donde tenia que guardar algo en su caja de seguridad. Cuando legamos al banco un empleado bancario le dio su caja y nos llevé a una cabina con cortinas doradas. El chico abri6 la caja y sacé una pistola, Me Ja mostré y yo traté de mostrarme impresionado, y después la metié de nuevo en la caja y me pregunté si queria bajarle el cierre de los pantalones. Dije que no. Me acuerdo de que me temblaban las rodillas, Después de que salimos del banco le dije que tenia que ir a Brown-Dunkin’s (la tienda por de- partamentos més grande de Tulsa) y él dijo que también tenia gue ir. Para ir al bafio. En el baiio de hombres intenté algo nfs (ya no recuerdo exactamente qué) y yo sali corriendo y eso fue todo. Es muy extrafio que un chico de once o doce afos tuviera una caja de seguridad. Con una pistola dentro. ‘Tenfa una hermana mayor de la que se decfa que era “ficil?. Me acuerdo de Liberace. Me acuerdo de los “mocasines Liberace” con flecos. Me acuerdo de aquellas camisas de sirsaca y nylon de co- lores brillantes que dejaban ver a través de la tela, Me acuerdo de muchos primeros dias de clase. Y de aquel sentimiento de vacfo, Me acuerdo del reloj desde las tres hasta las tres y media. Me acuerdo de cuando las chicas usaban el cérdigan al rvés. 34 Me acuerdo de cuando las chicas usaban montones de enaguas. La cosa llegaba a ser tan exagerada (y tan ruidosa) que el director tuvo que ponerle un limite a la cantidad per- mitida, Creo que el limite era tres. Me acuerdo de unas cadenitas de oro muy delgadas, con una perla que colgaba de ellas. Me acuerdo de unos collares de semillas de mostaza, con Ja semilla de mostaza dentro de una bolita de vidrio. Me acuerdo de las colas de caballo. ‘Me acuerdo de cuando los chicos malos usaban los jeans tan abajo que el director tuvo que ponerle un limite también a eso. Creo que eran ocho centimetros por debajo del om- bligo. Me acuerdo de los cuellos de camisa levantados en la par- tede atras. Me acuerdo de las camisas de Perry Como. ¥ de los car- digans de Perry Como. Me acuerdo del corte cola de pato, Me acuerdo del peinado cherokee. Me acuerdo de no usar cinturdn. Me acuerdo de muchas tardes de domingo en que cenaba pollo frito 0 estofado. era pintura al éleo. Era de un pra- Me acuerdo de mi prim “un ps Jiano en la distancia do verde chartreuse, con un pueblito ital 35 Me acuerdo de cuando traté de ser porrista y no lo con- fe ac segui. Me acuerdo de muchos septiembres Me acuerdo de un dia en la clase de gimnasia cuando al nombre y no pude decir “presente”, ‘omar lista dijeron mi 1 las palabras no conseguian “Tartamudeaba tanto que a veces las F salir de mi boca. Tave que correr varias vueltas alrededor del campo de juego. Me acuerdo de una chica de aspecto més bien caballuno que traté de seducirme en una terraza, en Nueva York. Aun- gue se me paré, en realidad no tenia ganas de hacer nada, asi que le dije que me dolia la cabeza. Me acuerdo de un jugador de fitbol que usaba unos jeans desteaidos muy apretados, y de cémo los llenaba. Me acuerdo de cuando me llamaron para la conseripeién y tuye que ir a hacer la revisién médica. Era de manana, muy temprano, Desayuné un huevo y podta sentirlo, ahi sentado en mi estSmago, Después de tomar lista un hombre me observ me mand6 a una fila distinta de aquella en la que se alineabanl2 mayorfa de los chicos. (Yo Hlevaba el pelo largo, lo que era més infrecuente que ahora). La fila a la que me mandaron resulté ser la fila para ver al doctor de la cabeza, (De todas maneras planeaha pedir verlo). El médico me pregunts si yo era marica y dije que si, Entonces me pregunté qué experiencias homo sexuales habia tenido, y dije que ninguna. (Era la verdad). El me crey6, Ni siquiera tuve que sacarme la ropa. Me acuerdo de un chico que me conté un chiste verde muy chancho. Fue el primer indicio que tuve sobre qué ¢* todo ese asunto del sexo, 36 Me acuerdo de que mi padre decia “Las manos afuera de las cobijas”, cuando nos daba las buenas noches. Pero lo de- cia de una manera amable. Me acuerdo de cuando pensaba que si hacfas algo malo, los policfas vendrian a llevarte ala cércel, Me acuerdo de una noche muy fria y muy negra, a solas con Frank O’Hara en la playa. Se metio corriendo desnudo enel mar y me dio un susto mortal. Me acuerdo de los relimpagos. Me acuerdo de unas amapolas silvestres muy rojas, en Iealia. Me acuerdo de que iba a vender sangre cada tres meses en la Segunda Avenida, Me acuerdo de un chico con el que una ver hice el amor y después de que todo terminé me pregunté si crefa en Dios. Me acuerdo de cuando pensaba que cualquier cosa vieja cra muy valiosa. Me acuerdo de Azabache.? Me acuerdo de cuando pensaba que Betty Grable era her- mosa, 2 En inglés, Black Beanty (“belleza negra”), titulo de la novela de ‘Anna Sewell de 1877, narrada en primera persona por el equino protago- nista homénimo. [N. del T] Me acuerdo de cuando me erefa un gran artista. Me acuerdo de cuando queria ser rico y famoso. (VY to- davia quiero!) Me acuerdo de euando consegui'un trabajo limpiando el departamento de un anciano que se habja muerto. Entre prendida a unos viejos calzoneillos de nifio, antigua de un chico desnudo, Fue tor del coro de la iglesia. No tenia sus pertenencias, habia una fotografia muy durante muchos a‘ios direct migos. familia ni Me acuerdo de un chico que después de la escuela trabaja- ba para un funebrero. Era un excelente bailarin de tap. Un dia ame invit6 a dormir en su casa. Su madre era una divorciada que tenfa cierto aire de rubia ordinaria, Me acuerdo de que nos sor- prendié luchando inocentemente afuera, en el patio, y que se puso como loca. Le dijo que no volviera a hacer eso nunca. Me di cuenta de que ocurria algo sobre lo que yo no sabia nada. ‘Teniamos diez u once afios. Nunca me volvié a invitar. Afios més tarde, en la secundaria, causé un gran escdndalo cuan- do encontraron una carta de amor que le habia escrito a otro chico. Entonces dejé los estudios y se puso a trabajar tiempo completo en la funeraria. Un dia me lo encontré en la calle y se puso a contarme sobre una gran habitacién con montones de camas, donde dormian todos los empleados de la funeraria. Dijo que ala mafiana cada cama tenia una mancha blanca. Me excusé y le dije hasta luego. Varias horas mas tarde entendi lo que habja querido decir. Erecciones matutinas. Me acuerdo de cuando trabajaba en una cafeteria, y cudin- to odiaba ala gente que pedi malteadas. Me acuerdo de cuando trabajaba en una tienda por depar- tamentos dibujando figurines para la publicidad en los diarios. 38 Me acuerdo de la manera de caminar de Frank O'Hara. Liviana y resuelta. Con un saltito y un giro ligero. Era una hermosa manera de caminar. Segura de si, “Qué me importa’, yaaveces, “SE que me estés mirando”. Me acuerdo de cuatro conciertos de Alice Esty. Me acuerdo de que hice de Papi Noel en una obrita escolar Me acuerdo de Beverly, que tenia una cruz diminuta ta- tuada en un brazo. Me acuerdo de la seftorita Peabody, la bibliotecaria de mi escucla primaria. Me acuerdo de la sefiorita Fly, mi maestra de ciencias en Ia escucla primacia. Me acuerdo de un nifio muy pobre que tenfa que ir a la escuela con las blusas blancas de su hermana, Me acuerdo de los trajes de Pascua. Me acuerdo del tafetan. Y del sonido que hacia. Me acuerdo de mi coleccién de folletos de informacién turistica de Nueva Escocia. Me acuerdo de mi coleccién de anuncios de revista: “Mo- dss, porque...” 5 Eneste patrafo y el anterior, respectivamente las seftoritas “Cuerpo dearveja” y “Mosca”. [N. del T] 3” Me acuerdo dela colecsién de puntas de flecina demi padre Me acuerdo de un Ford convertible rojo de 1949 que ture en una época. Me acuerdo de The Power of Positive Thinking de Nor man Vincent Peale. Me acuerdo de las forr o’elock. (Una flor que se cierraa las cuatro).* Me acuerdo de cuando trataba de visualizar a mi madre ya mi padre cogiendo de verdad. Me acuerdo de un chiste grafico de un pintor que pinta~ ba un cuadro a partir de una modelo desnuda (visto desde atts), yen su tela habia un cuadro de ua bollito de pan estilo Parker House.* Me acuerdo de mi abuelo, que vivia en una granja, cuan- do remojaba su pan de maiz en suero de leche. No le gusta~ ba hablar. Me acuerdo de la letrina y de un catalog Sears and Roe- buck para limpiarse. Me acuerdo de los olores de los animales y del agua en. la cara, muy frfa, a la mafiana, | Es la Mirabilis jalapayamada “dondiego de noche”, “donpedro”> periguito, “mural del Pers o“lavlina”-[N. del] a pees sees fete, en forma de dvalo doblado al medio, de lulce teza cruji inv sen Parker House de Nueva York [Nidél TE] Saas 40 Me acuerdo de lo pesado que era el pan de matz. Me acuerdo de las rosas de papel crepe. De los calenda- rios viejos. Y de la bosta de vaca. Me acuerdo de cuando en la escuela uno le daba una tar- jeta de San Valentin a todos los de la clase, por temor a que alguien para quien no las habias previsto te diera una. Me acuerdo de cuando estaban de moda las paredes pin- tadas de verde oscuro. Me acuerdo de cuando pasébamos por los Ozarks, y de todas las tiendas de suvenires en las que no nos detenfamos. Me acuerdo de las madres tutoras. Me acuerdo de haber sido encargado de cruce escolar y de que usaba una banda blanca. Me acuerdo de las vifietas que publicaba “Hazel” en el Saturday Evening Post. Me acuerdo de la tifa. ¥ de las etiquetas con mi nombre. Me acuerdo de que siempre perdia un guante. Me acuerdo de los mocasines con centavos en la ranura, Me acuerdo del Dr. Pepper. ¥ de la Royal Crown Cola. Me acuerdo de esos retazos de piel marrén con piecitos, cabecitas y colitas. 41 Me acuerdo de la crema para el pelo marca “Suave”, (Du. rz2no palido). flas, de las salidas de baito de fra- Me acuerdo de las pantut i el Fantasma Amigable. nela a cuadros y de Casper Me acuerdo de las mostacillas. Me acuerdo de las fiestas “Veni asf como estés”. Todos hacfan trampa. Me acuerdo de los cuartos de juegos en los sétanos. Me acuerdo de los lecheros. De los carteros. De las toallas pata invitados. De los felpudos que decian “Bienvenido”. Y de las vendedoras de Avon. Me acuerdo de las lémparas hechas con troncos traidos por la marea. Me acuerdo de que una vez lef algo sobre una mujer que murié atragantada con un pedazo de carne. Me acuerdo de cuando la fibra de vidrio iba a resolverlo todo. Me acuerdo de pasar la mano por debajo de la mesa de un restaurante y palpar todos los chicles. Me acuerdo de la silla detrés de la cual solia pegar mis mocos. ; Me acuerdo de Pug y George y de su tinica hija, Norma Jean, que era hermosa y que murié de cancer. 42

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