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El imperio de Ia vigilancia Nadie esté a salvo de la red global de espionaje Ignacio Ramonet Incluye entrevistas con Julian Assange yNoam Chomsky LE MONDE diplomatique Hi copa intetectust Introduccién igi: obeervarctentamente alge 0 alge par convoela ‘ledowas Larvae Durante mucho tiempo la idea de un mundo “totalmente vig lado” ha patecido un delirio utdpico © parenoio, fato de 1a Jmaginacin més 0 menos alucinada de los obsesionados por los complots. Sin embargo, hay que renirse a a evidenia: aqui y shhora vivimos bajo el contol de una especie de Imperio dela vgilancia. in que nos demos events, estamos cada vez mis sen- Go observades,espiados, vigilados,controlados, fichados. Cada ia se pefeevionan nuevas tecnologia para el rasteo de muestas ‘elas. Empresas comerciales y agenciaspublctaris investigan ‘estas vidas. Con el pretexto do luchar contra el terrovimo y ‘otras plagas 1, los gobierno, incluso los més demociticos, se cxgen en Big Brother, no didan en infingr sus propas eyes pra poder esparnos mejr. Bn secreto, los nuevas Estados orwe- Iatupa Sent neonate ate Gomer dane rns Nee tin ep stage ce Sirens ewe gu a tr age lianos intentn, muchas veces con Ia ayuda de lo gigantes dela Red, elaborarexhaustvos archivos de nuestros datos personales y| de muesros contactos , extras de los diferentes soporte elec tebnicns, ‘Tras la cleada de atagues tertoristas que desde hace veinte silos viene golpeando ciudades como Nueva York, Washington, Pars, Toulouse, Bruselas, Boston, Oviawa, Oslo, Londres, Mi did, Tinez, Marrakech, Casablanca, Ankara, ee, as atoridades ‘no han dejado de utilizar el enorme pavor de una sociedad en est do de shock para intensificar Ia vigilancia y reduc, en la misina proporcidn, la protec de nuestra via privada (Que se entienda bien: el problema no es Ia vigilncia en ge- ‘eral; la vigilanea clandestina masva. Bien se sabe que en wn Estado democritico las atordades estin completamente legiti= ‘madas para vigilar a cualquier persona que consideren sospecho- 5, apoyindose en la ley y con I autorizacién previa de un jue. Como dice Eaward Snowden No hay problema cuando se trata de escushas telefSaicas a (Osama Bin Laden, Los investizadores pueden hacer ese taba jo mientras tenganpermiso de un jez ~un jue independiente, in juez de verdad no un jucz anénimo-, y puedaa probar gue tay ua buena razin para ateizar la escucha, Y ai es conto se ‘debe hace. El problema surge cuando nos contol todos, en masa y todo el tempo sn una justificaci precisa para inter ‘eptar nests comunicaciones, sin indi jurdieoalguno que demuesce que hay una raz6n plausible para ‘violar nuestos de- reches Sis sey pt fo cy Lap mea nS slender ine etn ns sane alee einer er ls ‘Shem oes a am oop omen ” in Le Made sail Dp? Cpa ee Con a ayuda de algortmos cada vez mis perfecconads, mi- les de investigadores, ingenieros, matemsticos, etadstioos, ine foxmétoos,pesigoeny eriban las informaciones que generemos sobre nosotroe mismos. Desde el espacio nos siguen sates y ‘tones de mids penerante, En las terminals de los aeropuer- tos, exeneres biométicos anaizan estos pasos, “Teen” esto iris y nuestros alls digitals. Cimarasinfearcojas rider mista lemipeatura corporal. Las pupils silencosas de cimaras de video nos escadrian en lat verodas dels cudades en los pasillos de los supermercados 4. Nos siguen la pista también en a oficna, [scales en el autobis, en el banco,enelsube, ene estado, «los estacionamientos, en los ascensores, en los centrs comer cals, en careers, estaciones,aopucris. Ades, om el desarollo en mara dela“neret de as co- 26", elementos de nuestro hogar (eladera,boiqn bodega, le) inluso nbesto vebicul 6, van a poder suminsrar también informacionesvaliosts sobre ness costumes mds personas. ‘Debenios sear quel inimaginable revolucién digital que ex tamos viendo, y qe tastoca ya tanta actividades y profsiones, tamibign ft molficado completamente el campo éelainformacién yyel dela vigiancia, En aera de Interne, a vgilancia se ha vuelto ‘mmipreseney toalmente inmateialimpercepsbl,indetectable, invisible. Ademds, yao, tcnicamente, de una excesiva seneillez Software espia Ya no son necesarios tose trabajos de albatilria pare instalar abies y microfanos, como en la pelicula La comversacion (yen a ‘ave un grupo de “Tostaneros” ['plomeros"] presenta, en un san 1 amas uw hr nlp de in ri Ld ah. 6 Facer 17 ava Ramo ines de ine » ‘edicado als téenicas de vgilancia, chivas [disposiivos) mis 0 ‘menos chapueeros,rebosates de hiles eléctriees, que haba que di ‘simular en las paredeso bao los techs... Varios esteptosos exer das de a Speca el caso Waterzate (en Estados Unidos el de los “foataneros del Cananf” a, en Franei- ern facasos halla {28 e los servicios de infarmacién, que mostrar los limites dee 2 pac youre a ae (a3: SMS, corre electénicos, cuen- ‘as en Facebook, WhatsApp, Titer, ct. Con el impulso del consumo “en linea” se ha desarollado ‘onsderablemente Ia vigilancia de tipo comercial, que he gene- 8 do pt dt pret eG epee in e197 pies a nein nme ie Poo ad ‘ernie (OST ages omc ita depen ES 1 ps nen tal 2361 et Ca el np oa "ena se ‘Sow, om bw rsp Sepa see ee iSite on: pln mci le pl one 0 pe Che al ao el pon " tus te Mone pti ol DiC lena rado wn gigantesco mercado de datos personales, converidas en rmereancia. a2 ‘de veintemiliseguados el editor de a pigina que visitames vende & potencies anunciadors informaciones que nos afetan, reco fdas sobre todo por ls cookies. 'Y ya estamos defi ‘mente fichados (3). Una alianza sin precedentes. En cierto modo, la vigilncia se ha “prvatizado” y “democrat za". Ya no es un asunto reservado Unieament ales servicios ‘gubeenamentales de informacién. Aunque, gracias también alas ‘srechas complicidades que los Estados han entablado con las ‘andes empresas privadas que dominan las industias de la i= formétia y dela telecomunicaciones, su capacidad en materia 4e eapionaje de masas ha crecido de forma exponencial. En la entrevista con Julian Assange que publicameos en las Anexos de ‘este libro el fandador de WikiLeas 4 firma: Las mevas empress, como Google, Apple, Micrsof, Amazon y mis recientemente Facebook han establecid estrechos lamas can tl aparato del Estado en Washington, especialmente con los res- tana Nenipse tat ede ena a Seem pct etal pete pose a ee 14 Seca, a Lacie el pnd pmo Rant Che ‘Sain Catal er ene oe a pp SE ‘bun acomplia s Pnssbles deta pola exterior. Est elaci6n seh comvetido en una evidencs [Comparten lat misma ides polities y tienen inca visin del mundo. En kin instncia, los exte~ ‘hos vnculosy la visiénconnin del mando de Googe le Adi histracin estadounidense estén al servicio de los abjetivos de a pola exterior de Estados Unides a5). EL fildsofogriego Foes oD lementos trdiionalesconsluye, isléreamente, un campo de batalla, un lugar de confontacié. Y que los Estados han tendo aque desarollarcomponentesespecificns de las Fuerzes Armadas ‘ara cada uno de estos elementos: ef Ejtcto de Tier, la Fuerza ‘Aérea, la Armada y, con caricter ms singular, los bomberos 0 “guerrero del fuego”, De manera natural, desde el desarrollo de Jw aviacién militar en 1914-1918, todas las grandes potencias han ido hoy, alos tes eécitstradcinales ya los combatientes 5 Veep ia, ton Le Mone aparece el faego, un ejritoeuyo ecosistema es el quinto elemento: el cierercito,encarpado dela eerdefensa, sue tiene sue propias ‘strturas orginias, u Estado mayor us cbersoldades y sus ropas armas: sypercomputadoras preparadas par libra la ciber= era digital 6} ene mite de Internet 2) Internet e ha centalizado. Al principio, se pecibi la Red ‘como una explosién do posibiidades de expesién individuals, ‘que permitaescapar dela dependencia de ls monopolios eat les (corte, telgrao, telefono), de los gigantes de las telecom- nicaciones y de les grandes medias de comunicacén dominan tes (prensa grafic, radio, televsién. Era sindnimo de libertad, Ae evasién, de creatividad. Veinticinco aos después, la Red est 8 punto do sur una volenta centralzacin en torno a colsales empresas privadas: las GAFAM (Google, Apple, Facebook, Ata 200, Micrsof), tas estadounidenses gue, a escala planetaria, eapacan ls diferentes factss dela Red de las que son extraor inariamente dapendienes los aproximadamente 3.500 millones

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