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Durante la década del 50-y como resultado dela intensificacién de as inversiones decapitalen el campo, aumenté la produccién fisica, al pasar de 13.449 toneladas en 1950 16.039en 1960, sin inciuirelcafe;posiblementetavo queverencllo, demanera doterminantey tal vez ms que los incrementos en la productivided, la expansifn del frea sembrada, 1a cual pas6 de 2.6 millones de hectéreas al comierzo del periodo, 3.4 millones en los setentas, con un crecimiento del 25%. 2 El fortalecimiento do un ‘sector modemo” de la agricultura se di6, como era de ‘esperase, en las terras més aptas para ello: las planices del Valle del Cauca, Tolima, Cesar, Atléntico y tardlamente la terrazas del Ariari, en el Meta; vale decir en los ‘buena calidad, que en la mayoria de’ los casos habfan ‘el marco fisico de las sociedades.hacendarias forjadas en el Sigo XIX y yan decadencia desde la década de 1920. Las transformaciones econbmicas y sociales ocurridas en estos contextos, los cuales pueden ser clasificados desde lperspectiva dea actividad agropecuariacomo ‘© menos en los siguientes términos: desde ls primeras hacia las se emda, al a dela fuerza del trabajo “‘excedente” y del de alimentos bésicos para la reproduccién. 3 dela mano de obraasalariada; desde las zonas de agricultura comercial hacia las zonas comprende igualmente el érea nor-oriental de ese departamento en Io que respecta a destacamos al Uraba antioquefo y el Norte del Cauca. las poblaciones indigenas. La dindmica que se ha desarrollado en estas regiones y en particalar en el “Cauca indigena’” merecen una consideracién especial, teniendo en En el primer caso se trata de una zona cuyo eje econémico més dindmico est ff cuenta ademés el aporte que representan sus peculiaridades. onstitufdo por las explotaciones bananeras, que cubren poco més ce 20 mil hectéreas, _ySon responsables de uno de los mas importantes rubros de nuestras ““exportaciones ‘Vale sefalar que a partir de la década de los setonta las comunidades indigenas, en ‘menores”, Esta economiasehahechoposible gracias auna extensared de produccién particular del Cauca, han iniciado un proceso de organizacién sobre el cual se ha ‘campesina que rodea el 4rea de plantaciones bananeras y que las provee dealimentos } cumplido una smoicin ders tertorioconae en nrerupencion dela Heras y enalguna medida de mano de obra, ‘de comunidad que habian sido absorbidas por la expansién. de las Este que en téminos generals se ha identificado con la diferenciacion y contradicci ““campo- ciudad’* *, la cual conlleva a diferenciaci6n entre regiones ‘*desarolla- BI scion occas sania: 9 trary equa loeQeaslbsa ages, Leepeeire bpp stanlectegeatachinenaatgs F's resultantes del modelo de desarrollo, I desarrollo organizativo de las comunidades, a pesar de la. severarepresign, En cuanto al primer punto, ya es un lugar comin y baste con sefalar algunos sai, cola ona ose gui do blondes, dent meyer vista indicadores de su realidad y de sus tendencias: segiin el Censo de 1985 la producciém dalapebicita corn cna’ 1 70% del total, en una transicién explicable en gran ‘medida por ka profundizacién de la brecha antes existent entre campo y ciudad en las condiciones de salud, educacién e ingresos, como lo destaca un diagnéstico del Ministerio de Agricultura ®, haciendo mas atractivos los medidos urbanos para la poblacién rural. En términos de las condiciones nuticionales de salud, la situacién 5 la siguiente: mientras la desnutricién en el rea rural afecta a poco mis del 47% de la poblacién menor de 5 aflos, en las ciudades mayores tal proporcién esta por debajo

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