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CARL MITCHAM Y ROBERT MACKEY (eds.) Filosofia y tecnologia Edici6n espafiola de Ignacio Quintanilla Navarro ehcuentrory ediciones Filosofia y teenologta ACERCA DEL USO PRACTICO DE LA TEORIA Hans Jonus En su comentario al Deanima de Aristételes Tomas de Aquino escri- be lo que sigue: Es patente que toda ciencia es buena, puesto que la bondad de ‘una cosa es aquello cegtn Jo cual la cosa alcanzs la perfeccion de 50 set, y esto es lo que toda cosa busca y desea. Por tanto, como cquiera que la ciencia es la perfecci6n del hombre en cuanto hom- bre, tenemos que la clencia es el blen del hombre. De los bienes, algunos merecen estimacin, a saber, aquellos que son iitiles en ‘orden aun fin: estimamos al caballo porque corre bien; algunos merecen incluso honores, 2 saber, aquellos que son por si mismos, toda vex que tributamos honores al fin, De las ciencias, unas son pricticas y otras especulativas, y las primeras se distinguen de las ‘segundas en que son a causa de la obra, mientras que estas dltimas son por si mismas. ¥ por ello, de entre las ciencias las especulativas son buenas y merecen honores, mientras que las pricticas dnica- riente merecen estimaci6n’ Sancti Thomas Aquinatt i Aristotle Libram de Ansma Commentartur, lectio 1,3 (rac esp, José Mardemings). 42 Acer del uso prketico de Ia teora ‘Unos tres siglos y medio més tarde Francis Bacon escribia en la Instaseratio Magna: Dirijoa todos esta imporante advertencia general: que tengan en ‘cuenta cules son los verdaderos fines del saber y que no lo bus- {quen para entretenimiento del espiriu 0 para disputar o para sentir- se superiores « ou0s (J sino para utilidad y de la vida, y que lo perfeccionen y administeen con amor at frojimo [del mats- ‘monio del esprit con el universo] pueden surgir ayuda para el ‘verso y toda una descendencia de invenciones que quizi puedan vvencer y superar las necesidades y penas like necessities and mise- ries} de la hurnanidad (..] Pues la tarea que tenemos ante nosotros no es procurar la mera felicidad de la especulaci6n, sino atender a Jos asuntos reales de Ia humanidad, velar por la bienandanza det ‘género humano y fomentar toda capacidad de actuar(.] ¥ asf esos fines gemelos, el saber del hombre y el poder dei hombre, son en realidad uno solo? Aqut estamos ante dos afirmaciones opuestas sobre los objetivos det saber, ¢ incluso sobre el sentido primario del mismo, y por lo tanto sobre su relacién con el uso que pueda hacerse de él, esto es, con vobras.. Nos gustaria efectuar algunas consideraciones acerca de este ‘viejo tema, Lae partes que dieron inicio a la disputa no se hubiesen cembarcado en reflexiones como las que vamos a desarrollar, que @ nesott0s, en cambio, nos tocan muy de cerca a la luz de las nuevas snecesidades y penas- de la humanidad que nos acosan hoy resultas de precisamente el mismo uso del saber que Bacon recomendaba como remedio de las viejes necesidades y penas de la humanidad. Es patente que santo Tomds y Bacon esvin hablando de dos cosas diferentes: dado que ssignan al saber fines distintos, estin hablando en. 7 Del prélogo ss Insteuratio Magna, Las frases cts se halan en Bacon sn cite mimo orden, pero bastante seperadas nes de otras. Fara dar una Kea ‘Se a ctecm crtica de Bacon 3 I oor cldica atado esta tra ca: Por lo que hnace a st valor Y uid, hay que decit con claidad que le sabiguria que hemos reebido,principalmente de os griegos,daicamente constitaye i infan- ‘ia del saber y' presenta los rages tpleos Ge los ninios: sabe hablar, pero no Puede engendiar, pues es cz en dlcusiones, pero estén en obris 453 losofisy tecnologia realidad de tipos distintos de saber, que a su vez tienen como objeto dlstintos tpos de cosas. Empecemos por santo Toms, que naniralmente habla por Areiételes as ciencias te6ricas Cespeculativas) a que se reflere se ocopan de cosas inmutables y etemas, a saber, de ls primeras causas y de Ins formas inte- ligibles del sex, que precisamente debido a su inmutabilidad sélo se puc- den contemplar y no pueden ser objeto de una accién por nuestra parte: de ella s6lo hay tbeoriaen el esrito sentido aristotélicn del término, Por otra parte, ls «ciencias priticas no son wleoris, sino ater un saber acer- ‘ca de la mocificacin de lo mocificable con arreglo a un plan, Este dime saber surge de la experiencia, y no de la teorfa ode la r2z6n especulati- va EI papel direcivo que la teoria puele asus respecto Ge la artes no consis en fomentar Ia invencién de estas ni en idear sus métodos, sino ‘en iluminar al usuario de las mismas (en la medida en que participe de la vida te6rica) con la sabidura, para que asf utlice esas ares sablamente, sto es, en a medida correcta y para ies fines corrects, Esa se puede con- siderar a uilidad prictica de la teoria en virud del efecto iluminador que, mdi alls de su actualidad inmediat, ejerce sobre la entera persona de sus discipulos. Pero esta utiidad no es la de un «uso- que se haga de la teo- ta, y en cualquier c1s0 s6lo es 1o segundo mejor para salir al paso de las necesidades del hombre: 1o mejor es la continua actividad del pensar ‘mismo, en la cual es donde el hombre es ms libre. Hasta aqut Aristételes y santo Tomds, Las «necesidades humana son lo primero en el esquema de Bacon. ¥ dado que el arte es la forma que tiene el hombre de salir al encuentro de la necesidad y de domenarls, ppero hasta ahora no ha disfrutado de la ayuda de la raz6n especulatva (Gor culpa sobre todo de ella misma), Bacon insiste en establecer un nuevo tipo de relzciSa entre el ante y la r226n en Ia que se supere sit separacion anterior. Esto exige a su vez someter a ambos a una pro- funda revisi6n, empezando, para seguir el orden causal, por una revi= siOn de la ciencia especulativa que tan largo tiempo hha sido -estéil en obras. La naturaleza de la teoria debe ser transformada hasta tal punto ‘que anoje como resultado «modelos e insrucciones para las obras © incluso tenga como su auténtico objetivo da iavencién de las artes, y ‘por tanto sea ella misma un arte inventva Sin embargo, sigue sierdlo teoria, dado que es el descubrimiento y fa cexplicacion raconal de causas primeras y de leyes racionales (formas). Por 454 ‘Averea del uso pricico de la torts tanto, coincide con la teora clésica en que tene por objeto ln natraleza de las cosas y el conjunto de lz maturaleza. Pero es una ciencit til de Ins razones y de las leyes, © una clencta de ales raze y Keyes, fo «AONE Js postbilidad de «dar Grdenes a la naturaleza en sv obran (to command nature tn action). Otorga esa posibilidad porque desde el principio ve Ia naturaleza como activa y adquiere saber acerea de las leyes del obrar de ces mediante el procedimiento de obrar a su vez sobre ella, a saber, mediante experimentos, y por tanto bajo condiciones que ha determinado cl hombre mismo, La teora suministra instrucciones para la acc porque primero ha sorprendio a la naturaleza en acc, 1a clencia de la «naturaleza en acci6n» ¢5 una mecinica o dindmica de In naturaleza, Galileo y Descartes fueron quienes proporcionaron las, condiciones especulativas y los métodos de andlisis y sintesis comes- ppondientes. Al traer al mundo una teoria con un potencial tecnolégico Jnmanente, pusieron de hecho en movimiento la fusiin de teoria y pra xis con la que habia sofada Bacon. Antes de decir algo mis sobre ese tipo de teorfa, que no sélo se presta a su aplicacién técnica, sino que incluso est dispuesta internamente para ese tipo de uso, debemos decie algo sobre el uso como tal 0 {Para qué se usa alge? Bl fin Gtimo de todo uso es el mismo que et fin de toda actividad, y este Gkimo es doble: conservacién de Ia vida y perfeccionamiento de ia vide, es decir, fomento de la vida que se entien- a por buena. Expresado negativamente, como sugiere el concepto de snecesidades y penas- empleado por Bacon, el doble objetivo es eviar cl aniquilamiento y superar la miseria. Es de notar el caricter de estado de necesidad que Bacon asigna al esfuerzo del hombre, y por lo tanto al saber como parte de exe esfuerzo. Habla de la superaci6n o de ls ave rnuacion de un estado que nos es contraio y nos agobia, mientras que santo Tomas, con Arist6teles, habla posivamente de llegar a la -pleni= ud dal ser 0 a la perfeccién. Los acenios negativos de Bacon revisten la trea de conocer con una especie de urgencia fisica y moral suma- mente novedosa, a la que la historia de la cor. ora sjena hasta ese momento, pero que desde entonces viene siendo cach vez mas usual, 455 iowa y tecnologia ese a la diferencia de acentos, ambas posiciones tienen un terreno ‘corain: una vez que se supone garantizada Ia mera conservacion (que en. ambos casos goza de precedencia), el suftimlento o la uber impllcan, Principios de ta sofa, insoducci6n, traduccion y nows de G. Quins, ‘lanza, Madsid 1995, TV, ar. 203. ero gon eealmenteiguales

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