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ALESSANDRO Pizzorusso Profesor de la Universidad de Pisa JUSTICIA, CONSTITUCION Y PLURALISMO Segunda edicin revisada, corregida y aumentada MAESTRIA EN DERECHO con mercién ESCUELA DE en POLITICA JURISDICCIONAL © é GRADUADOS PALESTRA serve ceucamn sete Lima — 2007 JUSTICIA, CONSTITUCION Y PLURALISMO Alessandro Pizzorusso Segunda edicién revisada, corregida y aumentada, noviembre 2007 Cuidado de la edicién: Domingo Garcia Belaunde y Gorki Gonzales Mantilla Queda prohibida la reproduccién total o parcial de esta obra sin el consentimiento expreso de su autor. © Copyright : ALessaANDRO P:zzoRUSsC ©Copyright 2007: PacesTRa Eoirores S.A.C. Calle Carlos Salaverry 187 - Lima 18 - Pert Telf. (511) 7197-626 Telefax: 7197-627 E-mail: palestra@palestraeditores.com Website: www.palestraeditores.com Impresién y encuadernacién: GRANDEZ GrAricos S.A.C. Mz. E Lt. 15 Urb. Santa Rosa de Lima-Los Olivos Diagramacion 3 Rolando Bartolo Mesias Disefio de cubierta : Elizabeth A. Cribillero Cancho Hecuo et Depdstto LEGAL EN LA BIBLIOTENA NACIONAL Det Pert N.° 2007-11768 ISBN: 978-9972-224-66-9 Proyecto Editorial N.° 31501220700476 Tiraje: 1000 ejemplares Impreso en el Pert Printed in Peru j CapriruLo IV LOS SISTEMAS DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL: DE LOS MODELOS A LA PRAXIS Las modernas experiencias de justicia constitucional —como hace tiempo se ha advertido!— tienen origen en dos instituciones profundamente diversas, ya sea por la técnica juridica empleada, ya sea por la orientacién ideol6é- gica que las presuponen. Seguin la clasica bipartici6n cappe- llettiana, se ha contrapuesto un «sistema americano», que consiente a cualquier juez inaplicar normas que considere inconstitucionales, con base en una concepci6n iusnatura- lista de la Constitucién entendida como «ley superior»; y un «sistema austriaco», que en cambio reserva a una corte ad hoc la tarea de decidir sobre los recursos propuestos con- tra los actos normativos por parte de sujetos especifica- mente legitimados, en base a una concepci6n iuspositivista del «estado de derecho». En sintesis, la Judicial Review of 1. Cf.M.Capretterm, Il controllo giudiziario di costituzionalita delle leggi nel diritto comparato, Milano: Giuffre, 1968, pp. 49 ss. Nécessité et légitimité de la justice constitutionnelle, en Cours constitutionnelles euro- péennes et droits fondamentaux, dirigida por L. FAvoREAU, Paris-Aix- en-Provedence, Economica Press Univ. D’Aix-Marseille, 1982, pp. 461 ss. 118 ALESSANDRO PIZZORUSSO Legislation puede definirse como una forma de control di- fuso, incidental y declarativo, en tanto que la Verfassungeri- chtsbarkeit, en su concepci6n originaria, se presenta como un control concentrado, principal y constitutivo?. Los sucesos ocurridos en varios paises los tiltimos trein- ta afios, sin embargo, han evidenciado cémo esta biparti- ci6n no alcanza a poner en evidencia las caracteristicas de los modelos de justicia constitucional que actualmente fun- cionan, ya sea porque nos encontramos frente a sistemas que de diverso modo combinan elementos propios del sis- tema americano con los del sistema austriaco, ya sea por- que los criterios utilizados en el 4mbito de éstos (concentrado-difuso; principal-incidental; constitutivo-de- clarativo) no parecen agotar la cantidad de rasgos que los califican3. 2. Las novedades de mayor envergadura que emer- gen de las experiencias de justicia constitucional implemen- tadas en la segunda post guerra en Austria, Italia, en la Republica Federal alemana y, mas recientemente, en Fran- cia y Espafia (para no hablar de otros menos desarrollados o conocidos), muestra la capacidad de las decisiones de los jueces constitucionales dictadas en un régimen de control concentrado de disposiciones y normas en vigor, en desa- rrollar un rol normativo no sdlo «negativo», sino también «positivo», asi como la posibilidad de combinar la técnica del control incidental —de tipo «americano»— con la técni- 2. Cfr. A. Pizzorusso, en A. Pizzorusso, G. VOLPE, F. SORRENTINO, R. Mo- etm, Garanzie costituzionali, en Commentario della Costituzione, a car- go de G. Branca, Bolognia-Roma: Zanicheli-Il Foro italiano, 1981, pp. 7-24. 3. A propésito, véase, por tiltimo, E. Garcta pe ENterria, La Constitu- cién como norma y el tribunal constitucional, Madrid: Civitas, 1981, pp. 123 ss. LOS SISTEMAS DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL: ng ca del control concentrado —de tipo «austriaco»— mediante el empleo del instituto de la prejudicialidad. La primera evolucién representa una novedad porque, en realidad, ni en base al sistema americano, ni en base al sistema austriaco, las decisiones de los jueces constitucio- nales constitufan fuentes del derecho. En el sistema ameri- cano, en efecto, ellas podrian producir precedentes susceptibles de asumir eficacia persuasiva en virtud del principio stare decisis y, como tales, si bien podian adoptar el cardcter de fuentes, ello sdlo era posible en la misma medida que cualquier decisién jurisprudencial que concu- rra en la produccién del common law. En el sistema austria- co, en cambio, segtin la originaria concepcién kelseniana, las decisiones de los jueces constitucionales debian produ- cir solamente la anulacién de los actos normativos adopta- dos por los érganos legislativos, con la consiguiente produccién de «vacfos juridicos» que significaba colmar al legislador*, en la medida que las decisiones del Verfassungs- gerichtshof tienen eficacia ex nunc, es decir, para un momen- to futuro que él pueda determinar, de modo que se da tiempo al Parlamento para llenar tales vacios?. En el sistema «mixto», implementado en la Republica Federal alemana y en Italia, y fundado sobre la relacién de prejudicialidad, que liga la cuestion de constitucionalidad H. Ketsen, La garantie jurisdictionnelle de la Constitution (1928), en La giustizia costituzionale, a cargo de C. Geraci, Milano: Giuffré, 1981, pp. 192. 5. Articulo 140, inciso 3 (ahora inciso 5) de la Constitucién austriaca, sobre el cual, cfr. F. ERMaRcora, Procédures et techniques de protection des droits fondamentaux. Cour constitutionnelle autrichienne, en Cours constitutionnelles, cit., pp. 192, 195-196; T. OLINGER, Legge sulla Corte Costituzionale austriaca, Firenze: Cedeur, 1982, pp. 113-114, 118. Es de notar que a partir de la reforma de 1975, la Corte Costituzionale austriaca puede establecer que una declaracién de inconstitucio- nalidad tenga eficacia también en relacién a hechos anteriores. 120 ALESSANDRO PIZZORUSSO a un proceso civil, penal, administrativo o de cualquier otro tipo, la declaracién de inconstitucionalidad, en cambio, asu- me fundamentalmente el cardcter de una declaracién de nulidad® y, como tal, puede operar también sobre hechos anteriores. En forma similar a lo que se observa con la efi- cacia en el tiempo de las decisiones de los jueces america- nos y asume, por ello, también cardcter «interpretativo», que es una cualidad propia de aquél, con su consiguiente potencial aplicabilidad sobre la norma que también resulte aplicable en lugar de aquella declarada inconstitucional’. Sin embargo, para que las decisiones estimatorias pro- nunciadas por los jueces constitucionales que operan en for- ma concentrada no se queden sélo con la eficacia de precedente, del cual son eventualmente capaces, sino ten- gan también eficacia erga omnes, que constituye la caracte- ristica mas saltante de su fuerza de cosa juzgada*, tal eficacia 6. Para esta terminologia, comtinmente empleada por la doctrina alemana, ver, por ultimo, K. ScHLAICH, Procédures et techniques de protection des droits fondamentaux. Tribunal constitutionnel allemand, en Cours constitutionnelles, cit., pp. 140 ss. Sobre la eficacia de las decisiones de la Corte Costituzionale italiana, Cfr. A. Pizzorusso, op. cit., pp. 175 ss. 7. Tanto en base al sistema americano, como en base al sistema italia- no y alemén, las declaraciones de inconstitucionalidad no tocan las «situaciones agotadas», pero esto no constituye en realidad una verdadera y propia limitacién de su eficacia, porque depende de factores extrafios a los sucesos de la cuestién de constitucionalidad, como por ejemplo, el decurso de los términos que determinan el trénsito en autoridad de cosa juzgada de una sentencia, 0 la caduci- dad en el ejercicio de un poder y la prescripcién de un derecho. 8. Ensentido semejante, K ScHtaici, op. cit. pp. 153-157, el cual relie- va cémo la «fuerza de ley» de las sentencias del Bundesverfas- sungsgericht se identifica en sustancia con la eficacia de cosa juzgada que le es propia. Menos transparente aparece tal orienta- cion en la doctrina alemana (cfr. K SCHLAICH, op. cit. pp. 151-153), en base al cual ésta tiende a atribuir eficacia de cosa juzgada, con LOS SISTEMAS DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL.... 121 erga omnes también se extiende a los hechos anteriores que no hayan quedado agotados, salvo sobre aquellos que se discuten en las causas mediante las cuales se recurre —ca- sos relativamente excepcionales— con el objeto de limitar- la al futuro segtin la técnica del prospective overruling?. alcances erga ommes, también a las rationes decidendi de las senten- cias constitucionales —también por lo que se refiere a las inter- pretaciones de la Constitucién alli contenidas— las cuales parecerian, sin embargo, de por si susceptibles de asumir solo la eficacia de precedente. Por otros motivos, es discutible la afirmacién de los juristas fran- ceses (cfr. L. Favoreau, L. Prtur, Les grandes decisions du Conseil Constitutionnel, Paris: Sirey, 1972, pp. 161 ss, 415 ss.) que atribuyen eficacia de cosa juzgada a las decisiones dictadas por el Conseil, pues éste ejercita un control preventivo, al constituir un acto del procedimiento legislativo y no un acto dotado de eficacia externa al procedimiento y, por tanto, que se despliegue auténomamente (mas que como producto de precedentes). Esta tendencia (cuyos aspectos comunes a los dos paises son pues- tos de relieve por M. Fromonr, Le controle de la constitutionnalité des lois en Allemagne et en France, en Das Europa der zwiten Generation. Gedachtnisschrift fur C. Sasse, Kehl am Rhein, N.P. Engel Verlag, 1981, II, pp. 803-805) abre perspectivas que requeririan tal vez algunas precisiones ulteriores, pero que no se refieren de hecho a la actividad del juez constitucional en los casos en los cuales la eficacia de sus sentencias, también si tienen alcances erga omnes, sin embargo, esta circunscrita por limites de la concreta cuestién propuesta a la Corte (en mérito al principio del contradictorio), y donde se tenga firme el principio, comtin a la jurisprudencia de todos los paises aqui considerados, seguin el cual al juez constitu- cional no pueden solicitarsele consultas, sino solamente pronun- ciamientos sobre precisas cuestiones de constitucionalidad, en los casos previstos por la Constitucién y bajo las fuentes que regulan el proceso constitucional. 9. Como la Corte americana —a comenzar, de la sentencia de 7 de junio de 1965, Linklentter, en Foro Italiano, 1967, IV, p. 33— también el Bundesverfassungsgericht ha introducido una serie de remedios prdcticos para evitar las consecuencias negativas que en algunos 122 ALESSANDRO PIZZORUSSO Independientemente de los problemas de la eficacia en el tiempo, ademés, la capacidad de las decisiones de los jueces constitucionales para asumir una eficacia normativa similar a la de las leyes o de otras fuentes del mismo rango, se evidencia claramente con la practica de las sentencias «aditivas» o «sustitutivas», que en Italia ha tenido un am- plio desarrollo y contra las cuales se han esgrimido diver- sos argumentos en el plano técnico que —abstraccién hecha de los problemas de oportunidad— no parecen idéneos para poner en duda su correccién?°. También si la fuerza normativa de las decisiones esti- matorias de los jueces constitucionales no depende de su eficacia de precedente, esta evolucién ha obligado a los ju- ristas del civil law a dedicar una atenci6n, para ellos inséli- ta, sobre el rol politico-constitucional que el juez puede desarrollar (y que normalmente desarrolla, sobretodo, en virtud de la eficacia de precedente de sus decisiones) y ha abierto asf el camino a reflexiones relativamente nuevas en torno a este género de problemas!" 3. La realizacién de un sistema incidental, pero con- centrado —que constituye la segunda evolucion antes enun- casos prodrian derivar de una normal declaracién de inconstitu- cionalidad: cfr. K. ScHtaicu, op. cit. pp. 141 ss. Como se ha recorda- do en la nota 5, a la Corte austriaca se ha consentido delimitar los efectos en el tiempo de sus pronunciamientos, extendiéndolos eventualmente también a hechos anteriores. 10. Cfr. A. Pizzorusso, Las sentencias «manipulativas» del Tribunal consti- tucional italiano, en El Tribunal Constitucional, Madrid: Instituto de Estudios Fiscales, 1981, I, pp. 275 ss; en particular, sobre la posibi- lidad que se dicten sentencias normativas en materia penal, Sui limite della potestd normativa della Corte Costituzionale, en Rivista italia- na di diritto e procedura penale, 1982, pp. 305 ss. 11. A propésito, véase, por tiltimo, las relaciones presentadas por M. Cappetiett! y E. Fazzavart al XIV Congreso de la Asociacién de los estudiosos del proceso civil, desarrollado en Ferrara, los dias 5 y 6 de junio de 1982, cuyas Actas estan en curso de publicacion. LOS SISTEMAS DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL: 123 ciada— es importante, sobretodo, porque sirve para atri- buir cardcter «concreto» también al control realizado por las cortes constitucionales cuando juzgan sobre cuestiones de constituciénalidad surgidas en el ambito de un proceso civil, penal, etc.!. Tal variacién deriva de la relacién de prejudicialidad —correspondiente a la «relevancia» 0, seguin la terminolo- gia alemana, Entscheidungserheblichkeit, de la cuesti6n de constitucionalidad—, que viene a establecerse entre los dos procesos, por el hecho de que la norma que en el primero constituye el objeto del control de constitucionalidad, en el otro, desarrolla el rol de la ley en base a la cual el caso debe decidirse, lo que relaciona la decision de la Corte (tam- bién cuando se dote de eficacia erga omnes) a un supuesto concreto en el Ambito del cual la ley declarada inconstitu- cional fue aplicada o se prevefa que debfa tener aplicacion9. La relacién de relevancia desarrolla, asf, una doble funci6n: no sirve sélo para decidir en qué casos una cues- tion de inconstitucionalidad deba remitirse a la Corte Costi- 12. Sobre la importancia del caracter «concreto» del control de cons- titucionalidad de las leyes, cfr. M. Carrettern, Nécessité et légitimi- té, cit,, pp. 479-482. 13. Tiene relevancia secundaria, desde este punto de vista, el hecho que cl juez a quo deba realizar una evaluacién plena de la cuestin even- tualmente planteada por las partes, asf como remitirla a la corte sélo cuando la entienda fundada -como sucede en la Reptiblica Federal alemana-, o bien teniendo tan sdlo que deliberar respecto de la manifiesta falta de fundamento, como sucede en Italia. Lo que es importante notar es que la experiencia demuestra que el poder de plantear la prejudicialidad de constitucionalidad no pue- de ser propuesto exclusivamente por las partes y como el juez deba en cada caso elevar la cuestién de oficio: Ello deriva del hecho que la resolucién de la cuestién de constitucionalidad forma parte de la actividad que el juez debe cumplir para encontrar y aplicar el dere- cho, pues también vale vale para él la regla iura novit curia (donde se aprecia el caracter objetivo del proceso constitucional). 124 ALESSANDRO PIZZORUSSO tuzionale, sino también para establecer cuando la eventual decision estimatoria pronunciada por la Corte sobre una determinada materia sea eficaz en el ambito de un proceso diverso de aquel en el cual surgié la cuestién'*. El caracter concreto que el modelo concentrado de in- constitucionalidad viene asf asumir —en contraste con la originaria concepci6n kelseniana—, consiente que se le com- pare con el juicio sobre el recurso directo, desarrollado so- bre la tradicién del amparo mexicano y de la Verfassungs- beschwerde, y calificado por el interés del recurrente, como demuestra la jurisprudencia del Tribunal Europeo de De- rechos Humanos, cuyas decisiones son también vinculadas a supuestos determinados y, por tanto, a casos «concre- tos», mas alla de generar, frecuentemente, divergencias entre las posturas de los jueces de la constitucionalidad y las de los jueces en determinados temas. En efecto, si el recurso constitucional directo no se dirige necesariamente contra una ley, sino también contra una sentencia o un acto administrativo, es evidente que aquello que se encuentra en discusién, a los fines de su decisién, no es tanto el mero comportamiento de los poderes ptiblicos que se asume lesi- vo de un derecho fundamental de libertad, sino la consti- tucionalidad de la regla, o la no aplicacién de la regla al amparo del cual tal comportamiento se ha efectuado. La acumulacién de los recursos propuestos directamen- te al juez constitucional «concentrado» con el incidente de constitucionalidad remitidos por un juez «difuso» en vir- tud de la relacién de prejudicialidad, de otra parte, con- siente la re-elaboracién de un més amplio tratamiento de los sistemas de garantia de la Constituci6n, si se advierte que tanto uno como el otro instituto comportan s6lo modi- ficaciones menores de estructura respecto al «sistema ame- 14. Cf. A. Pizzorusso, Garanzie costituzionali, cit., pp. 244 ss. LOS SISTEMAS DE JUSTICLA CONSTITUCIONAL: 125 ricano», cuya posicion e importancia es mayor de lo que generalmente se piensa. El recurso directo (cuando es subordinado, como es eral, al agotamiento de los recursos ordinarios, es de- cir, diversos de él) se resuelve en una instancia superior de la jurisdiccion, que se parece mucho al recurso ante la Cor- te Suprema americana, que tiene la condicién de juez no de tinica, sino de ultima instancia; mientras el juicio concentra- do-incidental comporta que la decisién de la Corte Costi- tuzionale funcione practicamente como una parte que se in- tegra con la decision del juez a quo, enlazandose con ella (y con todas las otras relativas a supuestos andlogos en rela- cion al cual el problema no se‘encuentra «agotado»), en un producto acabado, que es la decisién destinada a pasar en autoridad de cosa juzgada, as{ como el criterio juridico de una Corte Suprema se salda con la decisién del juez de re- envio. La diferencia de mayor relevancia que todavia con- siente de contraponer el sistema europeo al americano, y que deriva de la eficacia erga omnes de las decisiones estima- torias —en Alemania también aquellas desestimatorias—, se presenta cada vez menos relevante que el ligamen de la decisién al supuesto por el cual surgié, porque tiende a con- ferir siempre mayor importancia al cardcter interpretativo de ella y, por tanto, a sobre valorar, por su importancia, la eficacia de cosa juzgada. De otro lado, es evidente la ma- yor semejanza, en cuanto a la composicién y modo de fun- cionamiento, de las cortes constitucionales europeas a las cortes americanas, y no a las europeas, formados por ma- gistrados de carrera. 4. En virtud de esta doble evolucién, la contraposicién que hoy se presenta como de mayor importancia no es mas entre sistema americano y sistema europeo, sino entre sis- temas concretos y abstractos de control de constitucionali- dad de las leyes. 126 ALESSANDRO PIZZORUSSO Los sistemas concretos se distinguen entre si, en pri- mer lugar, segtin que la cuestién de constitucionalidad de las disposiciones o normas con rango de ley sea propuesta al juez con ocasi6n de la aplicacién de una ley, como sucede en los Estados Unidos y en los paises en los cuales se ha admitido el recurso directo, o bien que ésta sea promovida por el juez que debe pronunciarse sobre la aplicacién de la ley, quien es el que la remite al juez constitucional; y, en segundo lugar, segtin que la eficacia de la sentencia sea determinada con referencia al principio del stare decisis (y se resuelva por tanto prevalente o totalmente en su eficacia de precedente), o bien asuma alcances erga omnes , en forma andloga a la ley u otras fuentes del mismo rango. Ellas son en buena medida acumuladas, por el hecho que el juicio de constitucionalidad se refiere a una disposicién 0 norma en curso de aplicacién, de modo que los efectos de la decisién. se producen principalmente mediante su insercién en el flujo de la jurisprudencia y, por tanto, en el ambito de las rela- ciones entre Corte Costituzionale y poder judicial. En cambio, los sistemas abstractos se distinguen, prin- cipalmente, segtin que las impugnaciones (y las relativas decisiones) tengan cardcter preventivo respecto al momen- to de entrada en vigor de la disposicién o norma sujeta al control (como en Francia y en Italia, para las impugnacio- nes de las leyes regionales), o bien en forma sucesiva a tal momento (como en la Reptiblica Federal alemana)'5; y, ade- 15. Enel caso de las leyes estatales italianas, su impugnacién por las regiones esta condicionada al respeto de un término que empieza en la misma fecha de la que decurre el término de vacatio, esto es, de la publicacién de la ley sobre la Gazzetta ufficiale. Para que la duracion del proceso constitucional no pueda ser prevista de modo rigido (también porque los términos previstos son generalmente considerados meramente ordenadores, y en la practica raramente respetados) y porque la duracién de la vacatio puede ser modificada LOS SISTEMAS DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL:. 127 més, segtin el tipo de sujetos legitimados para recurrir ante el juez constitucional (en particular, segtin se derive de una controversia entre entes-federacion contra estado-miem- bro, Estado contra region, etc., o bien entre érganos—mi- norias parlamentarias contra mayorfas que apoyan la ley, y similares). Su nota en comtin, sin embargo, esta consti- tuida por la configuraci6n del juicio constitucional como una fase —donde sea preventivo (a priori, segtin la termi- nologia francesa)—o como un apéndice —donde sea pos- terior (a posteriori)— del procedimiento de formacién del acto legislativo, de suerte que los efectos de las decisio- nes se producen principalmente en el ambito de las rela- ciones entre Corte Costituzionale y 6rganos constitucionales politicos. 5. A las diferencias de caracteres estrictamente técni- cos que admiten la contraposicién entre sistemas concretos y abstractos de control de constitucionalidad de las leyes, corresponde a su vez diversas posibilidades de utilizacion de la tutela que ofrecen. La tutela que prestan los sistemas concretos se refiere principalmente a las situaciones juridicas subjetivas de los ciudadanos y aparece, por ello, fundamentalmente desti- nada a la proteccién de los derechos fundamentales de li- bertad que la Constitucién garantiza. Ello es mas evidente cuando se consiente al interesado de accionar directamen- te la tutela de sus derechos, como en el caso del amparo y procesos similares, pero sustancialmente no distinto es el caso en el cual el acto de iniciativa se gesta por un sujeto ptiblico —como en el caso del recurso ante el Tribunal Eu- por el legislador, no sin poder establecer en modo general si el control tenga en este caso cardcter preventivo 0 sucesivo; la se- gunda alternativa aparece sin embargo mucho més probable en su verificacion. 128 ALESSANDRO PIZZORUSSO ropeo de Derechos Humanos!®—, 0 aquel en el cual la pre- tension debe articularse en una demanda 0 excepcién que es de competencia de un juez distinto a la Corte Costituzio- nale, mientras la formulacion de la cuestién de constitucio- nalidad (instrumental respecto a la demanda o excepcién) es planteada por el juez mismo. En la medida que en casos de este tiltimo tipo, la tute- la asume cardcter «objetivo». Vale aclarar que, una vez pro- puesta la cuestién de constitucionalidad a la Corte, sobre la base de la relacin de prejudicialidad, existente entre ella y la cuestién de que debe ser decidida por el juez a quo, la cuestion de constitucionalidad debe ser decidida, indepen- dientemente del hecho que la parte interesada lo solicite y también en caso de que renuncie!”, es indudable que la exis- tencia de un nexo entre la decisién de la Corte y la tutela del derecho invocado en jiticio constituye cuanto menos la hipétesis més frecuente!®. 16. Ante la cual, como se sabe, el rol del recurrente la desarrolla la Comision europea de derechos humanos, la que actiia como sus- tituto procesal de la persona fisica o juridica que ha presentado el recurso, después que la Comisién se ha cerciorado de su funda- mento (y los abogados del recurrente se han asociado a la defensa en la Comisién). 17. Cfr. El articulo 22 de las «normas integrativas» para los juicios ante la Corte Costituzionale italiana, segiin el cual el juicio constitu- cional regularmente instaurado no puede ser suspendido, inte- rrumpido 0 extinto, ni siquiera cuando la controversia en curso ante el juez a quo pierda interés. Cir. de otro modo, Tribunal Europeo de Derechos Humanos, 7 de diciembre de 1976, Kjetpsen, en «Foro Italiano», 1977, IV, p. 161; 25 de abril de 1978, Tyrer, id, 1978, IV, 329, en base al cual el juicio ante el Tribunal Europeo no se extingue por el sélo hecho que el recurrente declare querer renunciar al recurso. 18. Sobre la posibilidad de configurar la cuestién de constitucionali- dad como un instrumento de tutela de los derechos o intereses LOS SISTEMAS DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL: 129 el contrario, la tutela ofrecida por los sistemas abs- os se presenta principalmente dirigida a asegurar el res- de las esferas de competencias propias de los diversos es (en los estados federales o regionales) y de los 6rga- constitucionales (en el ambito de la organizacién esta- mientras la proteccién de los derechos individuales 0 ectivos se realiza sdlo manera eventual y refleja, es decir, do uno de tales sujetos, por razones de conveniencia tica, sea su portador y siempre que las condiciones pre- _yistas para el ejercicio de la accién lo consientan!. De alli sigue que en la contraposicién entre sistemas " concretos y abstractos existe al menos una diferencia laten- te entre sistemas en el Ambito de los cuales el caracter juri- dico (y jurisdiccional) del control prevalece sobre el cardc- ter politico de éste —que también obviamente no puede ser completamente excluido—, y sistemas en los cuales el caracter politico es, en cambio, predominante. 6. Estas consideraciones nos permiten concluir que si los legisladores y los constituyente a los cuales debemos la organizacion de los diferentes sistemas de justicia constitu- cional lo realizasen persiguiendo alcanzar sélo el maximo grado de armonfa y de racionalidad, deberian probable- mente adoptar soluciones que reflejen una oportuna com- binacién de institutos de varios tipos entre si. Sin embargo, porque en la mayor parte de los casos, los ordenamientos constitucionalmente garantizados, ver G. ZAGREBELSKY, en F. P1zzeT- nry G. Zacresersky, «Non manifesta infondatezza» e «rilevanza» nella instaurazione incidentale del giudizio sulle leggi, Milano: Giuffré, 1972, pp. 128 ss. 19. Por ejemplo, con referencia al poder de impugnacién de las leyes estatales por parte de las regiones italianas, se excluye que pueda deducirse alguna violacién de la Constitucién que no se resuelva en una violacién de la esfera de competencia de la region recu- rrente. 130 ALESSANDRO PIZZORUSSO positivos son el fruto de la extraccién de textos normati- vos, de orientaciones politicas, de influencias culturales, etc., dificilmente reconducibles a criterios racionales estric- tamente unfvocos, es inevitable que en el Aambito de los sis- temas que concretamente operan, los institutos allf previs- tos en cierta medida sean adaptados, con el objeto de hacer frente a las demandas a las que se tiene que responder de cualquier otro modo. As{ es manifiesto que en un sistema como el francés, que prevé sélo un control preventivo y abstracto, al cual puede recurrir un limitado circulo de 6rganos constituciona- les, cuya condicién contribuye a atribuirle un caracter acen- tuadamente politico”, la falta de algtin control que pueda ser puesto en manos de los titulares de los derechos funda- mentales de libertad, induce al Conseil Constitutionnel, y a los estudiosos que han analizado su estructura juridica, a valorar aquellos elementos que puedan permitir calificar de jurisdiccional la actividad de este érgano y, asf, de col- mar, al menos en alguna medida, las lagunas del sistema?!. 20. Cfr. en tal sentido, M. Carrettern, Communication orale, en Cours constitutionnelles, cit., pp. 494 ss; A. Pizzorusso, Giurisdizione costi- tuzionale e diritti fondamentali, en Rivista di diritto processuale, 1981, pp. 340 ss. 21. Cfr.M. Waune, Préface, a L. FAvoreau, L. Puiup, Les grandes decisions du Conseil Constitutionnel, cit, p. V ss; F. LucHaire, Le Conseil Consti- tutionnel est il une juridiction?, en Revue du droit public, 1979, pp. 27 ss; L. Favoreau, L. Pxuir, Le Conseil Constitutionnel, Paris: Presses Universitaires de France, 1980, pp. 4 ss. Como pone en evidencia F. Luctaire, Procédures et techniques de protection des droits fondamentaux. Conseil Constitutionnel francais, en Cours constitutionnelles, cit. pp. 57-58, la evolucién que ha llevado al Conseil a tutelar, en cierta medida al menos, los derechos funda- mentales de los ciudadanos ha constituido un desarrollo no pre- visto por los autores de la Constitucién de 1958 (a propésito, vedse también la intervencién de R. Janor, ibidem, pp. 211-213). LOS SISTEMAS DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL: 131 Andlogamente en Italia, donde el control abstracto es posible sélo en modo bastante limitado —sea por la reser- va del derecho de accionar a pocos sujetos, sea por el con- dicionamiento de tal derecho, en el caso de los diversos entes del Estado, a la titularidad de un especifico interés— y donde falta el recurso directo, bien se comprende que se haga algun esfuerzo por adaptar el proceso incidental para situaciones que se podria resolver mediante alguno de los instrumentos faltantes?. Para los fines de una resefia como ésta, no es de parti- cular importancia establecer la mayor o menor perfeccién que desde un punto de vista puramente teérico pueda even- tualmente reconocerse a uno u otro sistema’, ni avanzar propuestas para la creacién de un derecho uniforme en materia de justicia constitucional, o de un improbable ér- gano europeo que absorba centralizadamente tales funcio- nes de todos los pafses de esta area. Aquello que tal vez valga la pena sefialar es, en cambio, cémo los diversos sis- temas de control de constitucionalidad que antes he trata- 22. Para una autorizada toma de posicién a favor de una mixtura de un sistema de control concreto, como el italiano, con un sistema de control abstracto, como el francés, Cfr. L. Etta, Intervento, en Cours constitutionnelles, cit. pp. 205-206. 23. Mas complicado es el problema del rol que el juez constitucional puede asumir en el sistema politico, considerado en su totalidad, y que ciertamente sobrepasa ya sea los problemas de estructura de la corte, ya los problemas del ordenamiento procesal, sobre los que no existen reflexiones sobre el tema. Con referencia a la Corte italiana, ver, por tiltimo, E. Creu, Prefa- zione a G. D’Orazio, La genesi della Corte Costituzionale, Milano, Co- munité, 1981, pp.9ss;S. RoporA, Corte Costituzionale, societd e politica, en Politica del diritto, 1982, pp. 171 ss; Sobre el Tribunal aleman, también con referencias comparatisticas, F. Hass, K.H. Lapeur, Ver- fassungsgerichtsbarkeit und Politisches System, Frankfurt/Main, Cam- pus Verlag, 1980. 132 ALESSANDRO PIZZORUSSO do de clasificar, no ofrecen meras alternativas, sino dife- rencias tales de hacerlas titiles acumulativamente para ha- cer frente a exigencias sustancialmente diversas entre si. Esta consideracién permite, pues, entender como abs- tractamente preferible, soluciones que impliquen el empleo de diversos sistemas de control de constitucionalidad, como en la Reptiblica federal alemana, en Austria 0 en Espafia, y no modelos que acojan un solo sistema, como sucede en Francia y practicamente también en Italia. Sobretodo, la experiencia italiana induce a evaluar como desfavorable el afianzamiento a la Corte Costituzionale de una plétora de com- petencias que poco o nada tienen que ver con lo propio de la justicia constitucional, como puede ser la de juez penal especial, las relativas a los conflictos, a las controversias electorales, etc. Si a favor de la atribucién de estas compe- tencias a la Corte se encuentra el alto prestigio del cual generalmente goza, no debe desdenarse el peligro de con- taminaci6n de la actividad de la Corte misma, derivada del hecho que ella sea empleada para funciones extrafias de aquellas para las cuales fue pensada. De otro tipo es el problema derivado del excesivo nu- mero de casos que la Corte normalmente esta llamada a pronunciarse, lo que se manifiesta sobretodo en Alemania en relacion a la Verfassungsbeschwerde, y en Italia con refe- rencia al proceso incidental. Aqui la solucién no esta, cier- tamente, en excluir o limitar estas competencias, que son tipicas de la jurisdiccién constitucional, sino en organizar eficazmente el trabajo de la Corte asi como evitar su en- trampamiento. A este fin, remedios como el examen preli- minar por parte de un colegio restringido, como el practi- cado en la Reptiblica federal alemana, podrian discutirse en el modo que es concretamente desarrollado, pero no puede aprioristicamente considerarse como incompatible con los principios con los cuales la regulacién de la materia debe uniformizarse.

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