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Raut D. Zapata Hernandez CAPITULO 4 MEDIDA DE LA ACDEZ EN LOS SUELOS En quimica de suelos, la acidez de éste es definida empleando términos muy diferentes, cuyo significado varia segun el autor. Por ejemplo, el portal de internet de Clemson Crop and Soil Environmental Sci. Extension Page (http://nubcap.clemson.edu/~blpprt/ acidity.htmi), define la acidez activa asi: “Refers only to H* and not Al"? in the soil solu- tion”. Para McBride (1994), la definicién de la acidez activa es: “Alll titratable acidity in the soil that is associated with the soil sotution phase (dominantly free Alt? and H' ions). Itis the difference between the total and reserve acidity.” En esta ultima definicién se confunden los Factores Intensidad y Cantidad. Otros autores (van Bremen, 1991) defi- nen la CNA, un término relacionado con el Factor Cantidad, corno Factor Capacidad. Igual situacion existe con la definicién de carga critica, que es una propiedad del suelo telacionada con el Factor Cantidad y |a definen como una variable del Factor Capacidad Giménez y Sanchez, 1995; Cardona et al., 1997). Cuando la medida de la acidez del suelo se fundamenta en los Factores Intensidad y Cantidad, cuya relacién produce el Factor Capacidad, no deberia traer confusién, independientemente de fas definiciones que se hagan de los tipos de acidez det suelo. El cuadro 1.4 resume las unidades que deben tener cada una de las formas de medir la acidez del sueio. 4.1. Medida del factor intensidad. ElFactor Intensidad de la acidez del suelo esta relacionado con la concentracién de pro- tones, En un sistema Acido base esta concentracién depende de la energia de la fuente del valor de la constante de acidez, Ka. Las unidades del Factor Intensidad relacionan la cantidad de soluto, en este caso de protones con el volumen de solucién, y tiene unidades de concentracién. En el caso que se utilice actividad, esta es adimensional. Su principal caracteristica radica en que el valor de pH es independiente del tamafio de muestra de suelo que se tome, siempre y cuando se mantenga Ia misma relacién suelo agua. Se caracteriza midiendo en el suelo, o mejor er una suspensidn de este, la concentracion o actividad de protones, El pH es una medida indirecta de otras propie- dades quimicas del suelo, entre ellas, aquellos iones que por hidrdlisis aportan acidez, como es el caso del Al. 44.1, Medida del pH del suelo. El Factor Intensidad esta influido por las propiedades quimicas de las sustancias que ceden protones al suelo, Cepende solamente de la calidad de la fuente de acidez. Este 113 QUIMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO factor se mide a través del pH del suelo y tedricamente su valor debe ser independiente del tamaio de la muestra que se analiza, dado que es una variable intensiva, El pH del suelo se puede medir con un electrodo sensible a la concentracién de pro- tones o con indicadores dcido base. Existen grandes dificultades instrumentales para medir el pH del suelo utilizando electrodos. Lo que normalmente se ha conocido como el pH del suelo, es el pH determinado en una suspensién hecha entre suelo y agua o entre suelo y una soluci6n salina. La proporcién de ellos en la preparacion de la suspen= sin influye en el valor de pH. Entre menor es la proporcién de agua con relacién a la masa de suelo, menor es ef pH leido. El pH aumenta en ef siguiente orden de relacién suelo:agua: pH(pasta saturada) < pH(1:1) < H(1:2) ....< pH(1: Los numeros entre paréntesis se refieren a la proporcién volumétrica entre suelo y agua. A partir de ta proporcién (1:5), ef valor del pH se estabiliza. McLean (1982), resume los factores que influyen en la determinacién del pH del suelo en los siguientes: a) naturaleza y tipo de sustancia que aporta la acidez al suelo, b) relacién suelo agua (solucién), c) concentracion de electrolitos o sal, d) contenido de CO,, y €) errores asociados con la estandarizacion del equipo y variacion del potencial de unién del puente salino. Cuadro 4.1. Determinacién det pH a dos horizontes Ap en diferentes relaciones en agua y con dos soluciones neutras. f Relacion ‘Andisol (Ap) +. Inceptisol (Ap) = ‘Agua KCLIN, | Cacl 0OIN |" Agua “| _KCLIN | €aci, 0.0% [Pasta 47 ay 4a 59 42 50 tt 43 42 44 60 43 5.1 12 5.0 42 42 61 44 52 13 5.0 43 42 63 44 S20 4 5.0 43 42 64 45 52 El pH medido en una suspensién suelo solucion salina, generalmente es menar que el PH medido en agua utilizando en ambos casos la misma proporcion. Existe una ventaja enel pH en una suspensidn suelo y solucién, principalmente si se utiliza una solucion de CaCl, 0.02M, porque el valor de pH es poco sensible a la relacion de la suspension, lo que no sucede con el agua. El pH también varia dependiendo del tipo de sal que utilice para hacer la suspension. Con soluciones de KCI, el pH medido en un mismo suela es menor que con soluciones de CaCl, mas aun, si la determinacién se hacen en suelos cidos, Los efectos mencionados se presentan en el cuadro 4.1 W4 Raul 0, Zapata Hernandez Debido a la dependencia de los valores de pH con la relacién de la suspension es nece- sario que cuando se reporte el pH en un anilisis, se diga la manera como se preparé la suspension y en que medio se hizo. Esta advertencia es absolutamente necesaria para Mo cometer errores en la interpretacion de {a acidez del suelo y de las practicas que esto conileva. Las relaciones que mas se utilizan para determinar el pH del suelo son VW, 1:2 y 1:2.5 (suelo agua). fa determinacion del pH en la suspension se hace con un potenciometro provisto de dos electrodos: ef electrado de vidrio, sensible a la concentracién de H* y el electrodo de referencia, el cual debe mantener sus potencial canstante. La posicién que estos, dos electrodos tienen en la suspensién, influye en el valor de pH, ver figura 4.1, Para que las lecturas de pH sean reproducibles se debe seleccionar una posicién dentro de suspension y no variarla durante todas las lecturas. Silva y Olarte (1971) hacen una tevision de los distintos factores que afectan la medida del pH en el suelo. las cargas negativas de los coloides del suelo atraen los iones K* del puente salino que esta en el electrodo de referencia. Este efecto eléctrico genera un gradiente de Concentracion y un desbalance en el flujo de Cl y K* en el puente. Como resultado se produce un potencial de unién que no existia cuando se calibro el potenciometro con las soluciones patrones de pH. Lo anterior hace que se cree un aparente decrecimiento del pH leido. Este fendmeno se conoce como efecto de suspension y da una idea de una mayor acidez en el suelo. El efecto suspension se evita colocando los dos electro- dos en e! decantado de la suspensi6n suelo y agua, evitando asi, la accién de las cargas negativas de las arcillas sobre los iones del puente salino. Es posible eliminar el efecto de suspension midiendo el pH del suelo en una solucién de CaCt, 0.01M. La forma como se hace la lectura de} pH cuando los electrodos estan en la suspensi6n influye en el valor de este, Una vez transcurrido el tiempo de contacto entre el suelo y elagua, generalmente la suspension se agita con una varilla y se introducen los electro- dos. Los electrodes pueden quedar en las siguientes posiciones, asumiendo que estén paralelos y a la misma altura: a) que los dos electrodos queden en el decantado y b) que los dos electrodas queden dentro del sélido. Cada una de estas posiciones darén walores de pH distintos, Cuando quedan en el decantado, el pH va cambiando a medi- da que se va sedimentando e! suelo. La lectura es mas estable cuando {os electrodos quedan dentro del suelo, pero en este caso la formacion de un potencial de unién es “Inds evidente, y el pH serd menor. Para obviar estos problemas, se tienen en los labora- torios sistemas que agitan la suspension durante el tiempo de lectura, en estos casos las lecturas son mas estables y reproducibles. Se ha encontrado ademas que los mayores errores en la determinacién del pH del suelo se dan por la mala estandarizacién del equipo, mas que en las fimitaciones propias del método (McLean, 1982). 15 QUIMICA DE LA ACHDEZ DEL SUELO Figura 4.1. Posicién que pueden tomar los electrodos de vidrio y referenica en la sus: pensién suelo agua.(A: ambos efectrodos en ef decantado; B: ambos electrodos en la suspension; C; el electrodo de vidrio en la suspension y et de referencia en el decanta- do; C: el elctrodo de vidrio en el decantado y el de ferencia en la suspensidn). Otro inconveniente que se tiene en {a lectura del pH en suelos es la obstruccién del puente salino por particulas. Este problema causa grandes errores cuando no se detecta a tiempo. Cuando el puente esté obstruido las lecturas se demoran para estabilizarse y queda en memoria la lectura anterior, causando problemas en las lecturas siguien- tes, Existen en el mercado electrodos que evitan, en alguna medida, este problema, El revestimiento de 6xidos y arcillas de! bulbo del electrodo de vidrio o su desecacion causan graves inconvenientes en e! funcionamiento de este electrodo. El tiempo de contacto entre el suelo y el agua o solucién influye en la determinactan del pH del suelo. Si el tiempo de contacto con la suspension es corto, no da tiempo que se disocien las protones de Jas fuentes de acidez del suelo y el pH leido no corresponde al PH del suelo. Si es demasiado largo el tiempo de contacto, pueden ocurrir reacciones: de descomposicién anaerdbicas afectando la lectura del pH. Seleccionar el tiempo de preparacién de las muestras es una practica necesaria para tener la reproducibilidad y la confiabilidad que se desea Existen en el mercado electrodos para pH llamados ensamblados. Estos electrodos tienen en un solo cuerpo incorporads el electrodo de vidrio y el electrodo referencia, Con estos electrodos se Jogra una de las dos posiciones: que estén el electrodo de pH y el de referencia en el decantado 0 en el sedimento. Esto evita uno de los problemas en las lecturas. El agua utilizada en los laboratorios de suelo para determinar el pH puede ser destila- da o desmineralizada. Ambas aguas son de conductividad eléctrica Muy baja, lo que garantiza muy baja carga iénica, y generalmente el pH es ligeramente adcido por el 16 Raul D. Zapata Hernandez CO, atmosférico y no es amortiquada. Estas caracteristicas la hacen adecuadas para la determinacion del pH del suelo, y porque las pocas especies ionicas que tiene el agua, le vienen del equilibrio con el CO, de ambiente del laboratorio. Las consideraciones en la determinacién del pH de los suelos que se deben tener en cuenta en el momento de definir la metodologia son: Uniformidad de la muestra por tamizado, generalmente a2 mm. Evitar la presencia de particulas de enmiendas. Detinir la relacion suelo agua © suelo solucién Definir ef tiempo de preparacién de la suspension y duracién y forma de agi- tacién de esta. * — Determinar la posicion de los electrodos dentro de la suspension y tiempo de lectura. * Une vez fijadas las anteriores condiciones no deben ser variadas durante todas las lecturas que se hagan. Esto permitira que fas lecturas sean comparables dentro y entre suelos. Procedimientos para determinar el pH de los suelos se encuentran en varios manuales de andlisis quimico de suelos como el Methods of Soil Analysis, Part 2. Chemical and Microbiological Properties. Agronomy Managraph no 9 (2" Edition) (ASA, SSSA, 1982). 41.2. Determinacion colorimétrica del pH def suelo. {a cantidad de agua que tiene un suelo himedo es suficiente para que los H‘ libres reaccionen con un indicador acide base y tenga un cambio de color. En la mayoria de las veces el color del suelo no permite observar este cambio, por lo que es necesario utilizar una sal de sulfato de bario, que por su blancura, sirve para resaltar el color. Este método es mas de campo; su precisién generalmente estd en 0.5 unidades de pH Con buena practica es una excelente ayuda para relacionarlo con otros procesos pedo- genéticos en el campo y asi, mejorar la descripcion del suelo. En general, los valores feportados son ligeramente mas acidos que los que posteriormente entrega el labo- tatorio. En el mercado se encuentran equipos portatiles para la determinacién del pH en Campo. Estos equipos traen un gotero con una soluci6n de mezcla de indicadores, una platina de ceramica ahuecada y un frasco con sulfato de bario. En un hueco de la platina se coloca el suelo, se le adiciona unas gotas del indicador y se homogeniza. Se le espolvorea el sulfato de bario se observa el color. £1 pHi se lee por comparacién con una tabla de colores que trae ef equipo. 4.13. Aluminio en la soludén del suelo. ELAM? en la solucién del suelo hace parte del Factor Intensidad, dado que tiene unida- de concentracién. Hasta ahora se ha pensado en el protén como el Unico compo- nente del Factor Intensidad medido a través del pH. Este Factor igualmente tiene que U7 QUIMICA DE LA ACIDEZ OEL SUE! ver con la actividad de otros iones en la solucion del suelo (Beckett, 1977, Sposito, 1989; Schofield y Taylor, 1955). La concentracion del aluminio en la solucién del suelo esta relacionada con el pH del suelo, con la saturacién del aluminio intercambiable y con la concentracién de sales del suelo, A pH 5.5 la concentracién es muy baja, Cuando el pH disminuye la con centracién de aluminio aumenta bruscamente. A estos pH coexisten en la solucidn las especies Alt’, AKOH)” y A((OH),*. Las cantidades de Al en solucion aumentan, aun mas, cuando en la solucién estan presentes bases de Lewis débiles. Las bases fuertes, como fosfatos y sulfatos, lo precipitan y disminuyen su concentracion. La concentracién de: Al esta relacionada con su saturacién en el complejo de cambio, es baja en la solucién del suelo hasta una saturacién de Al intercambiable de! 60%, cuando se incrementa por encima de este valor, fa concentracion de Al aumenta fuertemente. Las medidas de! aluminio como Factor Intensidad se hacen en soluciones diluidas de sales neutras no tamponadas, en extractos de saturacién y en la solucién del suelo, Una vez obtenida la solucion, se cuantifica el aluminio total por métados espectro- fotométricos o colorimétricos (Barnhisel y Bertdch, 1982). Para determinar las espe cies que ef Al tiene en solucion se utilizan programas de especiacion quimica como: GEOCHEM (Sposito y Mattigod, 1980 ), SPECIES (Barak, 1990), SOILSOLN (Wolt, 1989), MINTIQUEA (Allison et al. 1990). El dato mas utilizado de la salida de estos programas es el de la actividad del idn libre que permite calcular él producto de actividad de algu- nas especies seleccionadas (Sposito, 1989, Lindsay, 1979) 4.2. Medida del factor cantidad. El Factor Cantidad mide toda o parte de la capacidad neutralizante de acidez (CNA) de las fases sOlida y liquida del suelo. Se mice mediante una titulacion (figuras 3.2 y 3.5). Se asocia a fas cantidades de las fuentes de dcido no disociadas que estén presentes en el suelo y se mide como la cantidad de base (Ca(OH),, NaOH 6 CaCO.) que se debe adicionar al suelo para elevar el pH a un valor determinado. Al ser una variable exten siva, el Factor Cantidad tiene unidades de equivalentes o moles por unidad de masa de suelo, 0 mas comunmente submultiplos de estas como meq/100g 6 cmol/kg. La acidez total de un suelo se refiere a ‘a fuente de protones que estén disociada y no disociada, Es equivalente a la cantidad de base que hay que adicionarle al suelo para que éste pase desde un valor inicial de pH hasta un pH final de 8.2. Cuando se le adiciona una base a un suelo con acidez del Grupo 1 hasta flevarlo hasta un pH final de 8.2, se neutralizan las fuentes de acidez de los Grupos 2, 3 y 4. La acidez titulada de los Grupos 1 y 2 se denomina acidez intercambiable. Y la acidez de los Grupos 3 y 4 se denomina acidez potencial. Otra forma de diferenciar estos dos tipos de acidez: es segun el tipo de enlace que el H' tiene en la fuente de acidez. En los Grupos 1y 2 el Ht esta unido a la molécula mediante un enlace idnico. En fos Grupos 3, 4 el Ht esta formando enlace covalente con ef oxigeno en los grupos OH unido a las laminas 8 Raul D. Zapata Hernandez de silicio y aluminio en las capas de fos minerales arcillosos (Coleman y Thomas, 1984; Jackson 1960). En el Grupo 5 se tiene una base fuerte que aporta OH al suelo. Al relacionar los valores de pH alcanzado con cada una de las dosis de base adicionada, se producen las curvas de titulacion, ver figura 3.5 . Estas curvas sirven para conocer las necesidades de base para llevar al suelo entre los pH inicial y final deseado; otra aplica- d6n es el calculo de la capacidad amortiguadora del suelo en un rango de pH seleccio- nado. Estas curvas no dan cambios bruscos de pendiente cuando se pasa de una fuente de protones a otra, como to muestran las curvas de titulacién de acidos polipréticos, dada la cercania de los vatores de Ka de tos acidos del suelo. Se ha aceptado como pH final en la titulacion el vator de 8.2 sugerido por Bradfield (1941), por ser el valor maxi- mos de pH que se logra con CaCO,, la sal utilizada para encalar el suelo, Unicamente Se observan cambios bruscos de pendiente en las titulaciones conductimetricas. La conductancia cambia de manera rapida con el grado de neutralizacién cuando los jones de niimero de transporte alto, como e! H* y el OH", predominan en a solucién. El cambio es pequefio cuando predominan iones de numero de transporte bajo como los iones libres de aluminio. En la figura 4.2 la conductancia (inverso de la resistencia) diminuye conforme baja la concentracion de H* durante el cambio de pH de 3 a 5. Por lo tanto, la resistencia permanece constante sin cambio, cerca de pH 5, a medida que el OH agregado precipita el aluminio. Cuando todos los iones de aluminio se han fitulado hasta su conversién total en AKOH),, la conductancia se vuelve a incrementar conforme se agrega mas OH’ ( Bohn et al. 1993). La cantidad de base requerida para neutralizar ta acidez de los Grupos 1 y 2 se denomi- fa acidez intercambiable. Esta acidez es debida a los protones libres de dcidos fuertes, Grupo 1, y a la hidrdlisis det Al’? intercambiables del Grupo 2. Aunque el procedimiento utilizado en los taboratorios para medir la acidez intercambiable no es con una titula- én directa del suelo, sino que esta se extrae con una solucién de una sal neutra no amortiquada. No siempre coinciden la cantidad de acidez extraida con la cantidad de base utilizada para llevar el suelo a pH 5.5, punto donde acidez intercambiable desapa- rece. Generalmente se utilizan constantes para ajustar los datos de acidez intercambia- ble con {as cantidades de cal, !a base mas utilizada en las incubaciones, y necesarias para eliminar la toxicidad de aluminio, Las ecuaciones utilizadas para convertir la acidez intercambiable en cantidades de cal se presentan en el Capitulo 5. 119, QUIMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO Resistencia (ohmo) —_1 ° 02 04 06 08 10 NaOH (nmol) Figura 4.2 Curvas de titulacion potenciométricas y conductimétricas para una mezcla de HCl y AICI, con una base Los procedimientos para la determinacidn de la acidez total y acidez intercambiable se encuentran en varios manuales de andlisis quimico de suelos, tanto nacionales como internacionales. Un texto referencia es Methods of Soil Analysis, Part 2. Chemical and Microbiological Properties (ASA, SSSA, 1982). 42.1. Addez total intercambiable. La capacidad de intercambio de cationes, CIC, mide la habilidad actual y potencial de balancear H*, cationes metalicos y bases del suelo. La diferencia entre ellas se logra haciendo la determinacién a diferente pH. Una solucién de 8a”, utilizado como catién indice intercambiable, y amortiguada a pH 8.2 medira la maxima cantidad de cargas negativas que tiene el suelo para compensar a los cationes acidos (Mehlich, 1939). Si la solucién de Ba‘? no se amartigua, fa CIC medida indicara esta capacidad en las con- diciones que esta el suelo o la acidez actual, ver ecuaciones (3.29 y 3.30). En este caso, esta cantidad de cargas negativas es igual a la cantidad de cationes facilmente intes- cambiable 0 la CICE. La diferencia entre estas dos determinaciones es la acidez total, para algunos autores (Sposito, 1989) y para atros acidez potencial (McLean, 1982): ce, ce, = Acidez Potencial (4.1) paz ~ C!S pu del suela 18 CIC cei sets S€ calcula sumando {os cationes desplazados (Ca, Mg, Na, K, Al) y es igualmente conacida como la capacidad de intercambio de cationes efectiva, CICE. Ratl D. Zapata Hernandez Los métodos para medir ta capacidad de intercambio catiénico de los suelos, utilizan un cation indice. Los cationes mas comunes han sido NH,*, K*, Na‘ y Ba’. Con Ba las reacciones pueden generalizarse asi: XM + Bat? «+ XBa+M (4.2) Donde: X es ef coloide del suelo intercamnbiador y M son los cationes intercambiables (Ht, Ca"* Mg®, K*, Nat, Alt). El acetato de amonio uno normal a pH 7 es otra de las soluciones utilizadas para deter- minar fa CiC de los suelos. Si el suelo tiene un pH menor de 7, al ponerlo en contacto con esta solucién se neutralizan algunos protones creandose cargas negativas que seran compensadas por el ion NH,*. La CIC se calcula cuantificando el NH,’ desplazado en una segunda extraccién. Esta CIC seré mayor que la suma de cationes extraidos y la diferencia sera igual a la acidez potencial medida a pH 7. Esta acidez potencial hara parte de ja acidez potencial medida a pH 8.2. 422. Addez Intercambiable La acidez intercambiable es aquella producida por H* retenidos por enlaces iénicos en las moléculas que aportan acidez al suelo, por disociacién del grupo acido de |a mate- Tia organica y por hidrélisis causada por cationes metalicas. La acidez intercambiable esté conforrnada por tos iones H‘, Al’, AI(OH)? y AI(OH),* que son retenidos por fuerzas electrostaticas en los coloides y pueden ser extraidos del complejo de cambio con soluciones de sales neutras no tamponadas. La sal mas utilizada es el KC en una concentracidn 11M, en una telacién suelo a solucién de 1:5. Otras sales utilizadas con CaCl, NaCl, Lact, y Cucl,. Una solucién de una sal neutra no tamponada se supone que solo extrae los cationes que estan compensando las cargas negativas de los coloides al pH del suelo. A un pH menor de 5.5 estas cargas estan compensada en su mayor parte por Al’, cuando aumenta el pH, desaparece el Al? como cation compensador y Ja CICE esta conforma- a por cationes basicos, Los iones de aluminio, ademas de las formas intercambiables, pueden estar presentes como complejos, en formas no cristalinas recubriendo otros minerales del suelo, como laminas octaédricas compensando cargas en minerales arcillosos tipo 2:2, y en formas. no ctistalinas. No es clara la separacion entre las formas intercambiables y las otras for- mas de aluminio en el suelo cuando és extraido con una solucion de una sai no amorti- guada, Esto ha hecho que se llame aluminio extraido mas que aluminio intercambiable ala cantidad extraida con dicha solucion (McNeal, 1982; Barnhisel y Bertsch, 1982; Juo yKamprath, 1978; Yuan 1959). Para remover las diferentes formas que tiene ef aluminio en el suelo se utilizan, entre otras, soluciones de diferentes concentraciones de KCI, CaCl,, LaCl, y CuCl,, Se ha 12h QUIMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO. encontrado que el CuCl, extrae aluminio complejado de horizontes A y de suelos organicos (Hargrove y Thomas, 1984; Juo y Kamprath, 1978), al acidificar Ja solucién extractora a pH 3 deberia extraer al aluminio laminar que compensa las cargas en las arcillas tipo 2:1. Iguales capacidades de extraccidn de aluminio unido a la materia orga- nica se le han dado a la solucion de LaCl,. (Kenneth y Kamprath, 1983). Lo que se logra tener en claro de lo expuesto arriba, es que las soluciones extractoras en general, no son muy selectivas para remover del suelo una determinada forma del elemento. Es mediante un procedimiento empirico de calibracion que se logra correla- cionar las cantidades de aluminio extraidas con las cantidades de cal a apficar al suelo para remover Ja acidez intercambiable. Por fo empirico del procedimiento de calibracion los resultados en la mayoria de las veces, son dificilmente extrapolables. La mayoria de los métodos utilizados en Latinoamérica y particularmente en Colombia y Venezuela, se han tomada de regiones con realidades quimicas y mineralogicas dife- rentes a las que se tienen en paises de zona templada. Ei caso del KCI 1M para evaluar la toxicidad del Al? es bien ilustrativo; este método es utilizado en suelos con caloides de carga constante para extraer el Al intercambiable. Cuando se utiliza en suelos con coloides de carga variable de alta 6 baja actividad, se extraen, ademas, formas de aluminio precipitadas y complejadas, es decir, forrnas no intercambiables que no son toxicas (Uehara y Gillman, 1983; Amedee y Peech, 1976), En el case de Andisoles de Colombia, este método llega a reportar valores de hasta 13 cmoles(+)Al/kg de suelo, los cuales solo permitirian el desarrollo de cultivos muy tolerantes a este catidn. Si se siguen las recomendaciones genetales de aplicar 1.25 toneladas de cal/Ha por cada cmol(+)AV/Kg de suelo se tendria que aplicar, a estos suelos, cantidades que por expe riencia no son necesarias, Zapata (1995) encontro en estos suelos que el Al extraido con KCI 1M estaba casi todo complejado con materia organica, forma que no es toxica. En Ultisoles de los Llanos Orientales Venezolanos, se ha visto que este métoda, también sobre estima las necesidades de cal para corregir ta toxicidad de Al (Zapata, 1989). tos métodos utilizados para evaluar las cationes basicos, generalmente, funcionan bien en todo los tipos de suelos, independientemente de los coloides que tengan; ef incanveniente resulta cuando se quiere cafcular la saturacion de cada uno de ellos. Para calcular la saturacién es necesario conocer la CIC y en las suelos con coloides de carga variable (alofano, imogolita, haloisita, caolinita y materia organica), la CIC es sobreesti- mada por la alta concentracién de ta solucién extractora, por el alto pH de la solucién extractora, con respecto al pH del suelo, por el uso del alcohol en tos lavados y por el procedimiento de {avada (Uehara y Gillman, 1983), de esta forma resulta una satura- cion de bases que no es real, La medida de la CICE igualmente tiene problemas dado que también es sobreestimada, porque el KCI 1M extrae A! que no es intercambiable, Raul D, Zapata Hernandez 423. Cargas citicas de addez. La forma de saber a cual tipo Factor corresponde una medida de la acidez del suelo es mediante tas unidades que se utilicen para expresarla, La carga critica de acidez tiene unidades de cantidad de acidez caida {equivalentes) en la unidad de area (hectarea) en un tiempo dado (aiio) por to tanto las unidades son: egha''aho”. Las unidades det Factor Cantidad son eqha", es decir, una cantidad en relacién un area. Al incluir el tiem- po la carga critica de acidez tiene unidades del Factor Tasa (Barber, 1995). Tomando la unidad de tiempo, la carga critica de acidez tendra unidades del Factor Cantidad. la medida de la carga critica de acidez se hace con la finalidad de conocer que nivel de carga acidificante puede soportar el suelo a partir de la cual se producen efectos des- favorables Viménez y Sanchez, 1995, Cardona, 2000). Uno de los métodos utilizados es de balance de masas en un sistema de estado estable. Este sistema es uno de los tres estados de la termodinamica. Este estado se ajusta a la primera ley de Fick, en el cual las entradas y las salidas al sistema no cambian con el tiempo (dC/dxdt) (Reichard. 1985) sino con la distancia (dC/dx). El fundamento del método consiste en establecer un balance de masas, a largo plazo, entre los aportes de acido y los productos de la feaccion de neutratizacion realizada por los minerales det suelo, a los cuales se les ha agrupado en clases en funcién de la Sensibilidad de alteracién (Nilsson y Grennfelt, 1988; Sverdrup y Warfvinge, 1988). El cdlculo de la carga critica, CC, de flujo de acider sequn un modelo monocapa y de estado estacionario es (Cardona, 2000; Jiménez y Sanchez, 1995): CCleghectafio") = CNAalt — ACd ~ ACveg — ACI — ACn (4.3) CNAalt: es la cantidad de acidez neutralizada por la alteracion mineral Acd: acidez depositada. Acveg: es ia cantidad de acidez producida por los cationes basicos absorbidos por la planta. ACK: es la capacidad neutralizante de acidez que sale en el lixiviado. ACn: es la cantidad de acidez neta generada por la absorcién de nitrogeno por la pianta. Los modelos desarrallados para e! calculo de cargas criticas pueden ser clasificados segin el tiempo como estacionarias y dinamicos y segun el espacio que evaluan como multicapas para e! perfil del suelo o monocapas para la zona de enraizamien- to. Ejemplos de estos modelos son STAR, MACAL, PROFILE, SAMRT, SAFE, RESMA, INITSAFE, entre otros (Cardona, 2000; Svendrup y wartvinger, 1988). 43. Medida del factor capacidad, H suelo es una mezcla de sistemas conjugados acido base con diferentes capacidades de donar y aceptar protones, contenidos en las diferentes fuentes de acidez definidas 123 QUIMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO en los Grupos del 1 al 5. Cuando se le adicionan protones a un sistema conjugado acido base, los acepta la base conjugada, es decir, se protona la base, removiéndolos del sistema y de esta forma no disminuye el pH La presencia de sistemas conjugados dcido base, hace que e! pH disminuya en forma escalonada al adicionar acidas o bases al suelo. Cuando el pH del suelo na cambia por adicién de acido, es porque se protona la base conjugada y, cuando el pH decrece, es porque hay ausencia de la respectiva base conjugada. La capacidad amortiguadora se puede expresar operacionalmente come fa cantidad en moles de protones por unidad de masa de suelo que se disocian de sus constituyentes cuando su valor de pH se incrementa en una unidad (ApH = 1). Esta definicion hace que las unidades de la capacidad amortiguadora det sueto sean moikg ‘ApH'. Compuestos como los hidréxidos de Al y Fe, asi como los aluminosilicatos controlan la acidez de los suelos, pero son superados por la capacidad amortiquadora de la materia organica, que es mayor en un orden de magnitud que la de los compuestos inorganicos (ver 3.3.6). Sposito (1989) presenta el siguiente ejemplo de la capacidad amortiquadora de la materia organica: Si a un suelo que contiene 0.4Kg de materia organica por Kg, se ie adiciona 20 mmol de H* por Kg de suelo, y la capacidad amortiguadora de la materia orgaénica medida es igual a 0.2 mol(H*) Kg(MO)'pH? a un pH es 5.0, La disminucién del pH, (ApH,) por la adicién de acido es: 0.02molH * Hy = O02 _ 9.2 APH = Ta gMOx0 Jmol El anterior calculo muestra que la adicion de 20 mmoles de Acido solo disminuye el pH del suelo en 0.25 unidades de pH La relacion general expresada en este célculo es: An. ApH =—+ (4.4) Bu donde An, son los moles de H* adicionadas 0 removidas por kg de suelo, fi, es la capa- cidad amértiguadora de la materia organica del suelo. La ecuacién (4.4) muestra que: entre mayor es el valor de la capacidad amortiguadora, menor es el cambio de pH por adicion de dcidas o bases al suelo. La capacidad amortiguadora del suelo se calcula en una curva de titulacion. Estas cur vas deben mostrar un cambio de pH en el rango requerido, por lo que es necesario seleccionar adecuadamente las cantidades de acido o base adicionadas al suelo. El tiempo de reaccién debe ser lo suficientemente largo que permita el equilibrio. Lo ideal 124 Raul D. Zapata Hernandez es determinar el pH, no en agua, sino en una solucién de una sal no amortiguada, generalmente CaCl,. (Helyar y Porter, 1989). las curvas de titulacién generalmente se hacen para determinar las necesidades de cal Ge un suelo. El procedimiento utilizado es con una incubacién. Esta consiste en dividir un suelo en varias porciones iguales y se e adiciona cantidades crecientes de CaCO, se humedece a capacidad de campo y se deja reaccionar varias semanas, al cabo de las cuales se le determina pH y algunas veces se miden los cationes de cambio. Se grafica el pH contra las adiciones de cal como en la figura 3.5. Existen otras metodologias que tratan de ser mas rdpidas y consumir menos tiempo. para determinar la capacidad amortiguadora del suelo. Aitken (1992) realiza una incu- bacién de yna suspension del suelo con una solucién de Ca(OH),. Utilizando la parte lineal de la grafica de pH contra los gramos de Ca(OH), adicionado, calcula la capaci- dad amortiguadora como gCa(OH),kg suelo"pH". Maadoff y Bartlett (1985) utilizan el siguiente procedimiento pata determinar la capa- cidad amortiguadora del suelo. Pesar porciones de 50 g de suelo en varios recipientes. Adicionar a un grupo de recipientes H,SO, y al otro grupo CaCO, en dosis desde 0.0 hasta la dosis maxima de acido o de cal. De esta forma se cubre un rango acide y un fango basico. Al final de perioda de incubacién se determina el pH. Las cantidades de cido y carbonato son diferentes para cada suelo. Los datos de pH y enmiendas aiiadidos al suelo se grafican colocando el pH en el eje de las ordenadas, y en el eje de las abscisas se colocaron las cantidades de acido al lado derecho dei cero y al lado laquierdo de éste se colocaron las dosis de cal. Los datos se ajustan a modelo matema- tico. La capacidad amortiquadara se calcula graficando los cambios de pendiente de la funcién encontrada contra el pH. Cardona et al. (1995 ) utilizan el procedimiento descrito por Magdoff y Bartlett (1985) y desarrollan un calculo mas sencillo de la capacidad amortiguadora. De la misma grafica de pH y enmiendas afadidas calculan dos tipos de capacidad. La capacidad de amor- tiguarniento actual la definen como la inversa de la pendiente que une los puntos a la derecha y a la izquierda de la adicion cero. La capacidad de amortiguamiento potencial se determina como el inverso de la pendiente de la curva que une a cuatro puntos Consecutivos de adicién acido, lado izquierdo, incluyendo el cero. Ver figura 4.3. Hodson et al. (1998) calculan una capacidad de amortiguacién a corto plazo como la Cantidad de H* necesaria para reducir en 0.5 unidades el pH de un gramo de suelo suspendido en una solucién 0.01M de LiClO, después de siete dias de equilibrio. 125 QUIMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO [cap amort, netusi QD 3. 6 4 2 0 2 + o 8 Acido Dosis de enmienda (nmol/g suelo) Cal Figura 4.3. Medida de la capacidad de amortiguacién de varios suelos encubados (Magdoff y Bartlett, 1985). 126 Raul D. Zapata Hernandez CAPITULO 5 CORRECCION DE LA TOXICIDA\ POR ALUMINIO EN EL SUELO 5.1. introduccén. EIAI* en la solucién del suelo y en soluciones autcitivas inhibe el desarrollo de las raices de las plantas e influye directamente en el rendimiento de los cultivos (Adams y Lund, 1966). Magistrad (1925) observé que cuando el pH aumentaba 6 cuando se adicionaba sulfato al suelo 0 a la solucién nutritiva que se le habia aplicado Al'3, la concentracién de aluminia decrecia a menos de 1 ppm. Con esta experiencia se pens que con la adicién de cal o de yeso al suelo, !os problemas de [a toxicidad con Al desaparecerian. De hecho, el encalamiento y la eplicacién de yeso son, actualmente, dos practicas agri- colas de uso comun para corregir la toxicidad por Al en los suelos. Resultados como los presentados en la figura 5.1 evidencian el efecto que tiene la actividad del aluminio en el crecimiento de raices. Longiud Ratz (%) * 0r oon 0.03 08 ans, Actividad de AMS (mM Figura 5.1. Efecto de la actividad del aluminio sobre la longitud de raices de café (Pavan y Bingham, 1982a). Aunque el aluminio es considerado como un elemento no esencial y toxico, hace ya 90 afios que se encontré que pequefias concentraciones tienen efectos benéficos sobre las plantas (Foy, 1971). Se ha visto que una pequefia concentracién de aluminio tiene un efecto catalizardor en la fotosintesis, pero altas concentraciones floculan las proteinas. 127 QUIMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO de las plantas y causan pérdida de calcio y potasio de las células dafiadas. MacLeon y Jakson (1965) encontraron que concentraciones entre 0.4 y 0.2 ppm de aluminio en solucién nutsitiva faverecian el crecimiento de alfalfa trébol. igual efecto benéfico encontraron Rodriguez y Williams (1986) en tres variedades de sorgo en una sotucion con 6 ppm de aluminio. Ejemplos de efectos benéficos de bajas concentraciones de aluminio se reportan en fa literatura (Foy, 1971) Altos niveles de saturacién de atuminio en el suelo reducen el crecimiento de raices, inhibiendo su elongacién y penetraci6n en el suelo y consecuentemente, reduciendo la absorcidn de agua y nutrientes, asi como la incapacidad de las raices de llegar a estos en el subsuelo (Salinas, 1981). En una segunda fase del dato, el aluminio obstaculiza la translocacién de nutrientes a la parte area, los cuales se manifiestan como deficiencias nutricionales principalmente de P, Ca y Mg (Sanchez y Salinas, 1983). Se han empleado tres estrategias para atenuar las limitaciones por acidez de los suelos (Salinas, 1981, van Raij, 1988) y ellas son: 1) uso de especies y variedades tolerantes al aluminio, 2) encalar para reducir a niveles no t6xicos 0 eliminar Ja saturacion de alumi- nio y aumentar los niveles de calcio y magnesio. Los suelos con acidez de los Grupos 1 y 2 (ver 3.1.6) tienen Al intercambiable que se relaciona directamente con el Al en la solucion del suelo (Kenneth y Kamprath, 1983). Cuando los suelos pasan a la acidez del Grupo 3, esta toxicidad de Al es eliminada. Un pH de 5.5 precipita al Al intercambable como Al(OH),, eliminando su toxicidad,.y 3) adicién de yeso para eliminar la toxicidad de aluminio en superficie y en profundidad. El efecto toxico del aluminio es removido del suelo cuando se le adicionan bases fuertes de Lewis, $O,”, PO,%, Si(OH),, -RCOO, que lo precipitan o lo complejan. 5.2. Plantas tolerantes a la toxicidad del aluminio. Se ha reportado hace mas de 30 afios tolerancia de las plantas a la toxicidad de alu minio (Ouellete y Dessureaux, 1958; Neeman, 1960). Esta tolerancia se ha visto en trigo, arroz, alfalfa, tomate, soya, sorgo, pastos, maiz, te y otros cultivas (Foy, 1974). La existencia de tal tolerancia ha permitido que se desarrollen planes de mejoramiento genético que incrementen la tolerancia sin que se depriman los rendimientos de los cultivos, Actualmente se ha visto que la tolerancia de las plantas a la acidez del suelo es una practica complementatia a la adicién de enmiendas, mas que una unica solucion a este problema (Fox, 1980; Scott y Fisher, 1989). La adapcidn del encalado esta limitada, Por su alto costo, a una agricultura muy rentable en los suelos acidos tropicales. El uso de plantas tolerantes a la acidez del suelo se adapta a agriculturas de bajos insumos como la realizada en algunos paises dé Sur América (Sanchez y Salinas, 1983). En ef cuadro 5.1 se presenta una lista de varias especies de cultivos alimenticios tropi- cales que poseen tolerancia a ja acidez de los suelos. Siete de ellas, yuca, caupi, rani, guandul , plétano y arroz, se pueden considerar como tolerantes a la acidez, aunque tienen algunos cultivares sensibles. El grado de tolerancia varia entre especies. 128 Raul D. Zapata Hernandez Para Sanchez y Salinas (1983) el término tolerancia a ta acidez hace relacion a una variedad de tolerancias individuales a los factores adversos det suelo y a las interaccio- nes que ocurren entre ellos. Se incluyen, tolerancias de las plantas a niveles altos de aluminio o manganeso y a las deficiencias de calcio, magnesio, fdsforo y ciertos micro- futrientes, principalmente cinc y cobre. Un ejemplo de interaccién entre este grupo de factores es que altos niveles de calcio ent la solucién del suelo puede atenuar Ja toxici- dad por aluminio en varias especies de plantas (Foy y Felming, 1978). Igualmente, la tolerancia a aluminio por algunas plantas, generalmente, involucra tolerancia a niveles bajos de fasforo. Cuadro 5,1. Algunos cultivos alimenticias importantes considerados tolerantes a las condiciones acidas de los suelos (Sanchez y Salinas 1983) Especies generalmente tolerantes Especies susceptibles con variedades tolerantes. Yoca (Manihot esculenta) Frijol (Phaseolus vulgaris) Cawpea (Vigna unguiculata) Maiz Zea mays) Mani (Arachis hypogaea) Sorgo (Sorghum bicolor) Guandul (Cajanus cajan) Soya (Glycine max) Banano (Musa paradisiaca) Batata dulce (Ipomae batata) Asroz (Oryza sativa Trigo (Iritricum aestivum) Papa (Solanum tuberosum) Schultze-Xraft y Giacometti (1979) sefialan que, debido a !a amplia variedad de mate- fal genético existente en el tropico, no se justifica en la actualidad un esfuerzo para desarrollar prograrnas de mejoramiento genético y por el contrario, deberla aumen- tarse la variabilidad genética en bancos con aquellos géneros promisorios mediante la fecoleccién de germaplama nativo de regiones con suelos acidos e infértiles. Sanchez y Salinas (1983) plantean que una vez realizada la recoleccién del germopias- ma, la caractesizacién y evaluacion cuantitativa del potencial de produccién bajo un rango de condiciones de elevada acide, toxicidad de aluminio, y/o disponibilidad de Nutrientes en e} suelo, constituyen una etapa irnportante en el proceso de seleccion. de especies y variedades promisorias. De esta manera, un mejor conocimiento sobre la tolerancia diferencia! de especies y variedades a las limitaciones de suelo mencionadas, puede proporcionar un significative aporte en la utilizacién de extensa areas acidas del mundo. Lo anterior con eva a un menor uso de fertilizantes fosfatados y enmiendas. Aunque esto no significa la eliminacién total de ta fertilizacion con fdstoro y aplicacién, de cal; pero si, la disminucién de altas dosis para obtener rendimientos adecuados. 5.2.1, Sintomas de toxicdad y mecanismos de tolerenda. El efecto de la toxicidad del aluminio se observa principatmente en el sistema radical, causando una reduccién del crecimiento (figura 5.1) y fa muerte de los puntos de creci- miento a concentraciones altas de aluminio en la solucién det suelo. Las raices laterales 129 QUIMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO son las mas sensible al dario que las raices principales, aunque todas las raices se dafian cuando se incrementan los niveles. Como resultado de esto, el sistema radical se hace muy ineficiente en ia absorcion de agua y nutrientes. El efecto de la toxicidad del aluminio en {a elongacian y muerte de los puntos de cre- cimiento de la raiz es rapido, puede ocurrir en horas. Este efecto en la raiz ha servido de base para los estudios de seleccién de cuttivas tolerantes y en los programas de seleccin genética (Polle et al. 1978) Los sintomas de toxicidad en la parte aérea de las plantas son diversos y algunas veces no son facilmente reconocibles, Esto es debido a que el aluminio interfiere en Ja absor cién, transporte y uso de elementos esenciales tales como fdsforo, potasio, calcio, magnesio y hierro. La tolerancia al aluminio puede operar de diferentes maneras: 1) al prevenir o reducir su absorcién por la planta, y 2) desintoxicandose una vez que éste halla penetrado en la planta. La exclusin de! aluminio de la planta puede operar de varias formas. El pH de la zona radical se incrementa y causa un decrecimiento de {a solubilidad del aluminio. Este proceso involucra que la planta absorba mas aniones que cationes y libere hidroxiles y bicarbonatos. Este proceso se ha visto que lo utilizan algunas variedades de trigo. Las especies mas tolerantes tenian una mayor capacidad de absorber nitratos que amonio (Foy y Fleming, 1978; Fleming, 1983, van Raij, 1988). La capacidad de intercambio cationica radical (CICR) se ha sugerido como un mecanismo asociado a la tolerancia al aluminio, ya que reduce la difusion del Al? e igualmente, reduce 1a severidad de los efectos del aluminio en la expansion de la pared celular causando una reduccién de los radicales carboxilicos libres en la pared celular, en los cuales se podria unir el Al*?. Se ha sugerido alguna resistencia del plasmotema al dafo por aluminio. Esto podria reducirla difusion del aluminio al citoplasma (Scott y Fisher, 1989). Se piensa que los cambios morfolégicos son un mecanismo de tolerancla al aluminio, Hecht-Buchholz y Foy (1983) han observado que se produce en mucilago alrededor de la raiz para protegerla, Estos mismos autores han observado cambios morfalégicos a diferentes niveles de aluminio. Una vez que el aluminio ha penetrado en los tejidos de la planta, empiezan a operar otros mecanismos. En ciertas especies maderables el alurninio citoplasmatico es com- plejado por moléculas organicas y no afecta el metabolismo celular, Este aluminio una vez inactivado, puede permanecer en el citoplasma o ser depositado en vasos de xilema viejos o en las paredes celulares. La desintoxicacién de aluminio por plantas de té, una de las plantas que mas acurmula aluminio, parece que utiliza este mecanismo (Memon, et al, 1980). Foy (1983) ha reportado la distribucion desigual del alurninio en los tejides de las raices y la parte aérea como Un posible mecanismo de tolerancia. Se ha notado en tomate y en maiz que fa absorcién de magnesio fue mayor en las variedades que 130 Raul D. Zapata Hernéndez mejor toleraban el aluminio. La capacidad de las plantas de tolerar bajas concentra- ciones internas de calcio, fosforo y hierro se ha sugerido como la base para tolerar el aluminio (Foy y Fliming, 1978). Drake y Campbell (1956), Rodriguez y Williams (1986) consideran que la capacidad de intercambio catiénico de raices (CICR) constituye un propiedad que permite expli- car las diferentes capacidades de adaptacién de especies vegetales en suelos de baja disponibilidad de nutrientes, asi como Ja tolerancia a la toxicidad de aluminio. La CICR se origina en los grupos carboxiticos disociados de fa pared celular. Las pectinas son responsables de un 70 a un 90% de esta propiedad de las raices. El porcentaje que festa es debido a la celulosa y demas compuestos organicos de la pared celular. La diferencia en el valor de la CICR entre las especies se puede deber al grosor de la pared celular (Gray et al, 1953), Se ha observado que ef intercambio de la CICR es de caracter fisico, por lo tanto se da en raices unidas a la planta como en raices cortadas (Smith y Wallace, 1956). Rodriguez y Williams (1986) evaluaron el grado de tolerancia de 30 materiales genéti- cos de sorgo a la toxicidad de aluminic en soluci6én nutritiva, utilizando concentraciones Gecientes aluminio, Los parametros utilizados para evaluar el grado de tolerancia al aluminio fueron la relacién de longitud de raices (RLR), el cual se calculé relacionando: la longitud de la raiz con y sin aluminio en la solucién; ta materia seca aérea y de raices ylaCICR, en los cuadros 5.2, 5.3 y 5.4 se presentan los resultados para algunas de los materiales genéticos utilizados. Cuadro 5.2. Valores de RLR (%), produccién de materia seca en follaje y raices y la CICR de 12 materiales genéticos de sorgo (Sorgum bicolor (L) Moench) desarrollados en solu- Giones nutritivas con tres concentraciones de aluminic (Rodriguez y Williams, 1986) Material | RR [/ .Follaja (mg/planta) = [7 Ratz (maiplanta) “CER (meq/ 1009) = [ ‘Al en solucion (ppm) 6 Q 6 8 9 6 8 9 6 8 Curpa_ Vaal} 12.31 18.44 | 15.10] 12.10) 19.98) 4.07 17.77 9.26 B32 MK-Sav 126b|__17.95 14.37} 16.65] 20.03] 19.84] 4.15 16.53 &7A\ 19.42 Chaguar. Wib] 36.79 15.224 19.43] 22.11] 20.77) 4.17 20.18 8.66 7.69 Prosev. 98¢ | 13.27 14.87} 14.58] 20.18] 22.17) 426 22.57 9.19 9.65 svur2} osc] 25.28[ 20.61] 17.30] 19.33[ 1356] 299{ 24.22] 12.15} 17.00 Pioneer 92 18.82 3479) 15.69/-16.13] 13.89] 3.47 26.01 10.42] 10.61 SV-H-11 B88 | 10.48 6.56 277 729 735| 670 16.29 11,01 12.83 Manero. 72d 13.61 5.31 3.15] 2661 6.29] 5.21 29.23 10.39| 12.31 059+| sae| 1684! 6.92] 428[ 2002| 1681] 637{ ara9| i207] 11.14 SV-V-54 35t| 11.62 449 3,05] 19.98 856| 479 34.88 13.50] 13.47 Sc-599 244) 1333 496 1.88 | 21.96 7.30| 321 29.74 14.41} 12.49 RIX415 af} 12.50 449 175) 2090) 10.27| 2.99 29.85 34.82 | 12.27 Valores de RLR sequidos por la misma letra no difieren significativamente a nivel del 5% de pro- babilidad segun prueba de Rangos Multiples de Duncan. AM QUIMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO Cuadro 5.3. Contenidos en mg/g de aluminio y fésforo foliar y radicular et materiales genéticos de sorgo (Sorgum bicolor (L) Moench) desarrollados en soluciones nutritivas con tres concentraciones de aluminio (modificado de Rodriguez y Williams, 1986) Mat.* Folaje (ma/a)_ = 3 Ratz (mg/g) i Al pTa te Ta peeleerat bee pele feel Coneentracion Al en la solucién nutritiva (apm) aso 6 Sacaeine 0 6 & 1 OS| 146 98 6.6 86 3.3 3.3] 182 3.0 86 5.3 6.4 2 OS| 16.1] 13.2 6.6 6.6 5.6 15] 20.0 20} 13.1 72 68 3 os[ waf 131] 67[ 83] sal o9| 2o8{ 72, ii[ 91] 65 4 i 143] 114 6.2 89 47 1.0) 178 3.2] 108 7.0 68 5 o3| irs] 53] se[ sal 3a] tol 7sl30[ sa] ia7] 60 6 7 8 oa] isa) a7) 7ol 57) a7) 237 217] tol 7] 2{ 69 oa] tos{ ioe] sel ial 28[ tel 73] 28| 74a[ gal 67 o2[ wef sof 53] 03] 32] 26] 266] te9] 63] isi] 52 9 oa] tes] 34] 69[ 10] 43] 12] 200] 112] 163| 187] 64 10 oa[ wef 20] asl oe] 31] 50] 200) 132] sel 132] 48 ul o3] 133{ is[ so] 03] 19] 36] are] 91] 73] 13.2] 32 2 | o2[ st ial 45] 02] 18] 25] 209] 72] toal a2) 30 *: El numero corresponde a los materiales del cuadro 5.1 Los autores encontraron tres materiales genéticos, que ademas de ser tolerantes, experimentaron un incremento en RLR a 6 ppm de aluminio en Ja solucién y un decre- Cimiento mas pronunciado en la CICR (cuadro 5.2). Para todos los niveles de aluminio, jos materiales genéticos tolerantes resultaron con un CICR menor en relacién con los de mayor susceptibilidad. Los valores de CICR, en general, disminuyeron cuando. aumentaba la concentracién de aluminio. Se encontré que la produccién de materia seca de la raiz fue afectada en mayor grado que la del fallaje, cuando se aumentaba la concentracién de aluminio, siendo mas drastica en los materiales susceptibles. En el cuadro 5.3 se presentan los contenidos de aluminio y fosforo y en el cuadro 5.4, Jos contenidos de calcio y magnesia en fa parte aérea y en la raices de doce materiales genético del sorgo crecidos en soluciones nutritivas con concentraciones crecientes de aluminio, Los materiales genéticos tolerantes acumularon un mayor contenido de aluminio en el follaje que los susceptibles, La concentracién de aluminio en la solucién- afecté notablemente la acumulacion de Al, P Ca y Mg en todas los materiales genéti- cos, en una forma mas drastica en los materiales susceptibles. A medida que aumen= taba la concentracién de aluminio en la solucion, disminuia el contenido de nutrientes en la parte foliar, en una forma mas drastica en los materiales susceptibles. En la raiz esta disminucién no es tan severa. Parece que el mecanismos de tolerancia de estos materiales se basa en la retencién de aluminio en la raiz y no permite se translocaci6a a la parte aérea. 132 Raul D. Zapata Hernandez Muchas investigaciones del efecto de aluminio en las raices se han realizado en solucio- nes acuosas puras. En |a soluci6n del suelo, el aluminio tiene oportunidad de reaccionar con los diferentes ligando que se encuentran en ella exudados por las raices. Ademas, en solucién nutritiva se utilizan concentraciones mayores que las que se encuentran en la solucién del suelo.-Adams y Moore (1983) han encontrado que las concentraciones de aluminio soluble total en la solucién del suelo esta usualmente entre 10 y 350 y moles/t (0.3 y 9.5 ppm). Cuadro 5.4. Contenidos en mg/g de calcio y magnesia foliar y radicular en materiales genéticos de sorgo (Sorgum bicolor (L) Moench) desarrollados en soluciones nutritivas con tres concentraciones de aluminio (modificado de Rodriguez y Williams, 1986). Nat.” Follaje (mg/g) Raiz (mg/g) [ca Tg Toca J mg [ca [vg | ca [mg [ co fm z _ Concentracién Al en la solucién nutritiva (ppm) 2 6 [8s ne) a6, 8 is 1 | s9 {| 29 | 49 | 25 | 26 | 25 | 03 | 07 [11 | 07 oa [0s 2 43 23 3.2 12 ral 10 04 13 14 4.0 ol 07 3 44 21 34 Ww 24 og os 09 15 0.2 al On {4 [40 [22 far [2 [3s [07 [oe [13 | 06 [os | or | 06 5 [61 [26 | 33}241 19 | 20 [03 [15 | 03 | o6 | or | o7 6 5.6 22 3.5 15 22 18 O5 42 AZ 02 ot On 7 46 24 39 23 2.0 08 0.3 0.6 05 08 Ot on 8 3.6 17 35 12 15 og 1.0 Ww 08 0.3 O1 03 9 40 46 3.5 20 21 18 09 13 1.0 03 01 Al 0 [23 [29 [33 [17 [04 | 06 | 06 | 09 [03 | 05 | 07 | 01 MW 25 34 3.5 | wy a2 02 07 1.0 Ot on or 0.1 12 28 2.0 40 1.0 0.4 og O4 OF oS o4 0.4 O41 ; El numero corresponde a los matesiales det cuadro 5.1 5.22. Métocos de estudio de la toleranda ala toxiddad de aluminio. Salinas y Delgadillo (1980), citado por Salinas (1981) plantean que se debe estudiar simulténeamente las limitaciones de aluminio y fésforo puesto que éstas ocurten al mismo tiempo. Estos autores utilizan dos medios, suelos acidos y soluciones nutritivas, para rnedir a respuesta diferencial de especies y variedades a la toxicidad de al y/o baja disponibilidad de fdsforo. Las variables respuesta utilizadas para medir el efecto del Al yo P, pueden ser: produccidn de grano y materia seca, longitud y peso de raices, tasa de crecimiento relativo de la parte aérea y ralces, tasa de absorcién y translocacién de Aly Py otros nutrientes. Todos estos parametros se utilizan en forma absoluta o relati- va y son sometidos al andlisis estadistico de regresiones y correlaciones. Asi mismo, se comparan con vatiedades 0 especies controles, 133, QUIMICA DE iA ACIDEZ DEL SUELO Salinas {1981}, confirma que la tolerancia a la toxicidad de Al esta relacionada a la presencia de P. Esta tolerancia Ja observé comparando la absorcién y translocacion de P de la variedades de trigo !AC-5 y BH-1146, que son tolerantes a estrés de Al y P, con las variedades susceptibles SONORA-63, CIANO Y AMAZONAS (cuadro 5.5). El autor plantea que la medida de las tasas de absorcién y translocacion de P pueden ser los pardmetros validos para evaluar fa tolerancia diferencial a un estrés de Al en presencia de bajo suministro de P. Por otro lado, se ha pensado que la introduccién de especies tolerantes al aluminio en los suelos acidos podria elimina !a necesidad de aplicar correctivos. Aunque, en varios estudios, se ha observado que la aplicacién de cal en cultivos tolerantes al aluminio han incrementado sus rendimientos, por lo que ha llevado a pensar a Scott y Fisher (1989) que tolerancia y encalado son dos variables que se deben tener en cuenta al momento de hacer recomendaciones de esta practica. Cuadro 5.5 Efecto de dos concentraciones de Al y bajo contenido de P en solucién nutritiva en la tasa de absorcién y translocacién de P en cinco cultivares de trigo (atinas, 1981). Tratamiento (ppm) "Wariedad Tasa Festoro | e : de absorcisn_|._ translocado_| Al ee Pee a [ee bgP/g raizidia ‘ie L. 0 02 IAC-5_ 0.79 63 BH-1146, O71 53 SONORA-63 0.76 71 CIANC, 0.68 68 AMOZONAS 0.60 58 8 02 ACS 0.43 86 BH-1146, 0.26 7 SONORA-63 0.13 26 IANO. 0.10 25 AMOZONAS: 0.09 M7 En la figura 5.2. Scott y Fisher (1989) proponen un modelo de respuesta a la aplicacién de cal en cultivos tolerantes y sensibles al aluminio. En el punto A de la figura 5.2 la toxicidad limita a ambos cultivos: En el punto B el cultivo tolerante produce mas qué el cultivo sensible. Entre B y C ambos cultivos reaccionan en forma similar al encalada. Entre C y D e) cultive tolerante no muestra respuesta y el cultivo sensible continua aumentado sus rendimientos. Lo anterior muestra que para algunos cultivos tolerantes 9 ligeramente sensibles no es necesario neutralizar completamente el aluminio, como Jo muestra la figura 5.3. 134 Raul D. Zapata Hernandez Rendimiento (kg/Ha) —> A Ti Cal ( ton/Ha)—> Figura 5.2, Respuesta ideal al encalado de cultivos tolerantes (T) y sensibles (S) a! alu- minio en suelos con niveles toxicos de aluminio intercambiable (Scott y Fisher, 1989). Lafever et al (1977) utilizaron una técnica de cultivo en solucién para determinar la tole- rancia al aluminio de 23 cultivares de trigo. Ellos encontraron que a una concentracién de 8 ppm de aluminio era nulo el crecimiento de raices. Los cultivares los agruparon en. tolerante, intermedios y sensibles, segun esta concentracién de aluminio. Los cultivares fueron sembrados en un suelo dcido con aplicaciones alta, baja y nula de cal. Todas las variedades aumentaron sus rendimientos con Ja aplicacién de cal. Los rendimientos fueron mayores para los cultivares tolerantes a la toxicidad de aluminio, aun estando en una condicién de acidez en el suelo, ya que al pH logrado con una aplicacién enedia no logra neutralizar completamente e! aluminio toxico. OTECAS GOMI-2 QUIMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO Sin Cal Baja Cal Alta Cal 48-47 hae5a) Gor) Figura 5.3. Efecto del encalado en la produccién de grano de trigo en variedades tole- rantes (T), intermedias (I) y sensibles (S) al aluminio a la aplicaci6n de cal. Entre parén- tesis se tienen el rango de fos valores de pH después del cultivo (Lafever, et al, 1977). Experimentas como los anteriores han llevado a que se tenga en cuenta la capacidad que benen algunos cultives para tolerar aluminio y a que safo se neutralice parte del aluminio intercambiable del suelo (Sanchez y Salinas, 1982). Salinas (1981) toma el modelo de Cate y Nelson (Cate y Nelson, 1971) ampliamente utilizado en los programas de calibracién y la modifica. Los diagramas los construye colocando en el eje Y el rendimiento relativo y en el eje X la dosis de cal o la saturacién de Al. Los ejes ios mueve de taf forma que la mayoria de puntos queden en los cua- drantes Il y IV y de esta forma define los niveles criticos. El figura 5.4 muestra un ejem= plo de la determinacién de los niveles criticos de saturacién de Al para tres variedades de arroz de secano. Las cantidades de cal requeridas para calcular la saturaci6n de cal se calcularon con la ecuacién 5.35 de Cochrane, Salinas y Sanchez (1980). Nicholaides y Piha (1984) propenen un modelo para evaluar cultivares de cualquier especie a cualquier estrés de suelo, El modelo se probo en 52 variedades de arroz, 20 de batata, 22 de soya, 11 de mani y 27 de caupi, al estrés de Al en el campo experimental de Yurimaguas, Pert, entre los afies 1979 y 1982. Los datos se evaltian’ mediante una grafica en la cual se construye colocando en el eje X el rendimiento relativo en los suelos dcidos y en el eje ¥ e! rendimiento retativo can y sin toxicidad de Al. Acto seguide, el plano cartesiano se divide dos areas con una linea de 85% de ren- dimiento relative paralela al eje X (figura 5.5). Esta linea separa los cultivares en entre tolerantes, arriba de ta linea, y sensitives, abajo de la linea. Estas dos areas se separan en bajo y alto potencial de rendimiento trazando una linea paralela al eje Y. Esta linea representa el rendimiento promedio de los tres mejores rendimientos con aplicacién de cal, habiéndose carregide {a toxicidad de Al. 136 Ratil D. Zapata Herndndez FLOYANTE, BATATAIS TACI2IG igura 5.4. Niveles criticos de saturacién de Al en tres variedades de arroz cultivado en IN Oxisal de Brasil (Salinas, 1981), el modelo descrito se generan cuatro cuadrantes, y las variedades que se ubican in el cuadrante IV son fas que son tolerantes a la acidez y tienen un alto potencial rendimiento bajo condiciones téxicas. Las variedades que caen en el cuadrante | taleran la acidez del suelo y no tienen potencial de altos rendimientos. Las varie- les que quedan en los cuadrantes Il y Ill tienen posibilidades para propésitos de joramiento genético. Los del cuadrante il pos su tolerancia y los del lll por sus altos ndimientos bajo una toxicidad de Al, aunque generalmente, caen pocas variedades este cuadrante. ‘YOLERENTE TOLERANTE Bajo potencial de Alto potenclal de rendinuiento rendimiento re Iv SENSITIVO SENSITIVO. Bajo potencialde | Alto potencial de rendimiento rendimiento, Rend. relative (*! Rendimiento en suelo Acido (t/ha) Figura 5.5. Modelo de Nicholaides y Piha para seleccidnar especies tolerantes a dife- ntes estrés en el suelo. 137

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