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21 siglo. Con el derrocamiento de Ia tirania ubiquista (1930-44), comienzon o penet, vos corrientes en la arquitectura, en los que se intenta estar més acorde 7 nonenre histérico. La obra arquitecténica de mayor aliento de esta época, en el conjunto de edifi. cios ¢ instolaciones deportivas conocida como Ciudad Olimpico, terminado en 1950, disence do por Alfonso Pinillos. : En los afios siguientes se inician una serie de construcciones pablices y privados con este nuevo sentido estético que menciondbamos antes. Se construyen el edificio de lo. mo nicipalided, proyecto de Roberto Aycinena y Pelayo Llarena (1955), el Instituto Guatemal= teco de Seguridad Social,-de Jorge Montes y Roberto Aycinena (1956), el edificio de la Rectorfa en la Ciudod Universitaria, de Roberto Aycinena, Rail Minondo, Carlos Haussler, Jorge Montes y Dino Alvarez, en 1961 (Fig. 40); el Crédito Hipotecario Nacional de Carlos Haussler, Jorge Montes y Rail Minondo (1964) (Fig. 41). El Banco de Guatemala, de los dos Sltimos, en 1966 (Fig. 41) y el Teatro Nacional, de Marco Vinicio Asturias, ac~ tualmente en proceso de construccién, al igual que el edificio de la Terminal Aérea, de Guillermo Mendozo, Guillermo Farrington, Roberto Irigoyen y Arturo Molina M. Todos ellos fueron disenados con el deseo de buscar la llamada integracién pléstica, 0 sea utili- zar con la arquitectura Ia escultura y pintura murales. En estos casos con grandes murales en relieve de Dagoberto Vasquez, Roberto Gonzélez Goyri, Guillermo Grojeda Mena y Efrain Recinos, asi como murales en mosaico y esmalte de Carlos Mérida. Cosa parecida se puede decir de varies edificios privados que surgen del_ movimiento nacido como causa y consecuencia de la fundacién de la facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos en 1958. Son ellos la Policlinica (11 Calle entre 2a. y 3a. Ave nidos) y el Edificio Herrera (12 calle y 5a. Avenida), de Raél Minondo. El edificio Cruz Azul de Jorge Molina S. (5a. Avenida y 8a. Calle) entre los mas notories por su valor esté- tico. Vu CASAS DE HABITACION Otras edificaciones, desde luego de gran importancia debido a su némero, son las ca~ sas de habitacién. Las viviendas més comunes que servian de morada a la mayor partede la Poblecién eran, igual que en la época prehispanica y en la actualidad, los ranches de te~ cho pajizo y paredes de canas, bajareque, tapial o adobe; algunos veces se usaba techo de tejo. Sin embargo, lo que ahora nos interesa es referirnos a la casa de habitacién que uti- lizoban las clases media y alta en la época colonial, algunas de cuyos viviendas todav fa subsisten por haber empleado materiales constructivos menos perecederos. El origen es indudablemente romano, a lo que debe aitadirse la influencia érabe, tan scuseda en el sur de Espana. El clima de aquella regién se prestaba a que en Guatemala ¢ buscaron soluciones similares, ya que era poco extremoso como en aquella zona. Se in- Stesaba por un zagudn amplio a un patio a donde daban las habitaciones. Este patio estaba Sireundado por corredores, que servfan de deambulatorios y para lugar de esparcimiento. 2 en la vida colontal (12) (Fig. 22). Hacia Los potion tenon enorme irpartene la oon ‘e decit, sala, dormitorion, comedor, clon dba ot Once en a comercion que tenfan salida al exterior. En low ment veces hobitaciones paro o| atta en lugar preponderante un oratorio que venta a convert 7 ree nay sevcrceton de le cava. También como parte principal del patio we enert we tl cocina ee, Forbin oma pe pnp dello een tec rn ticias en Guatemala, y probabl 10 primera coxa de hobitacién de la que tenemos not 1 Drobcblge Pedro de Alvorado en Civdad Viejo. Se puede ver que era una cata muy sencilla, no de grandes dimensiones ni de planta muy complicada. (Fig. 3). En las cosas de personas importantes podia existir un patio pequero con orriates cui- dodosomente disetodos, hobitualmente de tal altura que lo duet de la casa no tuiera que \clinorse demasiado para efectuar sus labores de jardinerfa. Posefa, asimismo, una fuente illo central o bicoro (Fig. 24). Era por lo consiguiente un sitio dedicado exclusivamente © los duenos de lo casa y se les Ilomabo patios de placer. Todos las casas debfan contar con su potio de servicio hacia el cual dabon los cuartos de la servidumbre, habitualmente nv merosa, despensa, cocina, con las grandes y peculiores chimeneas antigUenas, poyo, horno ¥ Un espacio para que tirviera de comedor de los empleados. Asimismo, una pila para lava do, de grandes dimensiones, completaba este segundo patio (Fig. 42). - En los casas de mayor tomato existfa lo que podrfa Mamarse un tercer patio, comin Yente denominado corral en lo época colonial, en el cual habfa una pequenia huerta con Erboles frutales y legumbres, servicios sonitarios, asf como la caballeriza para los bestias de tiro 0 sillo de los duenos de lo casa. Cuando no habia este Gltimo patio éstas dependen- las se encontraban incluidas en el segundo pal La mayor parte de las casas de habitacién elles, segin el podre Fray Felipe Cadena, las que habia un balcén 0 corredor volado. eran de una sola planto, si bien muchas de tenfon una especie de altillo habitacién alta en hacia la calle. Existfan casos en némero regu- lor de dos plants, pero fueron muy lastimadas por los terremotos de 1773 y, el volverse @ poblar Antigue Guatemala, prefirieron destruir dichos segundos pisos y utilizor nicamente |e planta baja. Probablemente, la casa llamada de Chamorro, sea el mejor ejemplo de cémo debieron ser estas grondes mansiones en la ciudad de Antiguo Guotemale. En le Nue- vo Guatemala los hubo muy pocas, 125 dimensiones de los coros de habitacién se fueron modificando con el tronscus® del tempo, Originalmente no eran excepcioneles los coves Mamades de cvarterén, porque en code manzana 0 isla se hi alloban cuat tiempo y le pebi™ sretdememsne saw 0, pero conforme transcurrfa el tiempo y de modo que en el siglo XVI tedores y otro patio menor c le propiedad subia y la superficie de los solares disminuls III los casas més abundantes eran de patio pequeno con dos de servicio, con habitaciones igualmente més pequenas. le Jo importancia de los patios an lo orquitectura colonial #4 Pidid al orquitecto que “le hiciera un gran patio ¥ Pore su coxa", a En el axpecto exterior de lat casan se notake prine| 1¢ lon grandes balcanes oan altéizar de pledra labrada y barrotes de hieira forjado de variado disetio 0 de masera tor Reais sobveratiendo os hermosos y tIpicos balcones de esquina (Fig. 74), Las partes con janbos y dintel de pledra labrotle en forma rectangular, gensralmente con un diseri de ti fo alohadillado 0 de recueios resaltilos, @ veces dividides por mitad, Los puertas da Mutera con clavetecdo de bronce 0 hietto con Iamadores de e805 misinos metales. Lae + chumbres de teja tenfan habitualmente aleros que proyectuban su sombra parcialinente sobre fo calle, Los murat eran lisos y encalados, El interior de las casas presentaba un aspecto sencillo pero acogedor, con sus pisos de ladrillo de barre cocide, mures con retoque encalado y techo con viguerla de madera, complementada a veces con el mismo material 0 con ladrillos que ocasionalmente se deco raban con pintura, Desde el patio, lo terraza espanola con sus grgolas y la tejo, era lo que padia ver cualquier espectador asf como sus pilares de madera con zapotas de ondulon- te pertil, y basas de piedra. En estos patios y zaguanes era frecuente el uso de Iosas, en los primeros y piedras pequenas con adornos de huesos de animales, con los que s¢ hacfan dise- dos geométricos, en las segundos. Los banos tenfan bastante importancia y en ellos se uti- lizabon azulejos vidriados fabricados segin lo tradicién antigUena y adornas de estuco en los salidas del agua corriente y muros, El zaguén tenfa una gran importancia porque. en él se recibjan las visitas de las personas de poca confianza 0 de rango social inferior al de los dvenes de la casa por lo que tenfan poyos para sentarse (13). Se sabe del uso frecuente de locenas para dormitories y sobre todo en comedores y cocinas. Todo lo anterior es necesario imaginorlo con el mobiliario de lo poca, que en gene- ral ero bostante sencillo: juegos de sillones y sofés en la sala, camas, a veces de dosel, co fres y, posteriormente, en el siglo XVIII, cSmodas y armarios, en los dormitorios. Mesas y sillas en el comedor, asf como vojilla de plota o loza, turas predominantemente religio- s0s y esculturas, iqualmente piadosas, de la gran tradicién imaginera guatemalteco, del ti- po llamado de culto doméstico, en muros encalados y mesos. Ademés, el rumor del agua de fuentes y pilas y el ruido de la misma vida, asf como las flores que engalanaban los patios. El padre Cadena, para concluir con esta descripcién de las cosas, nos dice lo siguien te de ellas y de su mobloje: = “El mayor némero de casos era de tal amplitud, suntuosided, y de construccién ton bella, que no solo se atendfa en ells el abrigo, y comodidad, sino el recreo, a la grande ~ 2a, 0 la ostentacién: eran magnificas en la extensién de sus sitios, en los medidas de su al tyra, en la amplitud de sus atrios, en la diversidad de sus oficinas, y hermosas por lo exquiz sito de sus labores, por la.ordenada distribuctén de sus plezos, la simetria de sus cloustros, 'o diversién de sus jardines. Las puertas, os! exterlores, que les daban entrada de la calle, ome Interiores que la daban a sus plezas principales, eran de madera fina, curlosamente la broda: de ta misma, y del mismo modo eran las de los miradores, y ventanas, por donde se ‘st comunicaba la luz en mucha copla, por ser grande la concavided, y rasgo de éstas. Ce- frebanjos en lo parte Interior puertas de vidrlo (de cristal fino muchas) en la exterlor re- 13 Un doto wrafate Que permite damos cuenta de !o importancia de! xaguén pore el funcionamlento de la coxa colo- 8 ¢1 hecho que on algunos ejemplos de Antiguo Guatemala hemos encontrado en un éngulo de los mitmos, un discrato, relotivamente, servicio sonitario, x correspondiente a la perfeccién, grandeza, yg, mood, 9 riqueza de sus odomos: costosas tapizerios, ter euriosided ¥ Vavion colores; léminas curiosas, pintures ex diversas sedos, tal ns y nacar, o de madera dorada; espejos finos, ¥ grande” jdas de plata, de lata, o de cristal; suntuoses escaparates, prolixa, y ticoments rates, © 3° Pivrada, y ermoseada con diversidad de oro, o pinturas; alfont Herfo bien i ovexides: eran los alifios, y atavies, que azian gratas 4 lo vise curiosamente igual en proporcién a este era el aseo, y curiosiday de rodas. Era ty dos dy 'Wisitey jien labr sea de Fierro bien fox edificios, ef o3€0r tollos, yo Somoder 1 esteras finas a les piezas principales de las casas; Jas mas ocultas". (14) Esto close de casas que ha descrito el Padre Cadena y hemos resefiodo anteriormente, cécticamente no suftié modificaciones primordiales desde el siglo XVI hasta principios del er ual, cuando los terremotos de 1917-18, transformaron virtualmente el sistema de vide % ° ‘ tee consiguientemente las casas de habitacién. Con Ia Hlegada del art nouveau a Guatemala, segin hemos seftalado, se inicio le tronsformacién de la casa de habitacién, hecho que coincide en nuestro pais con la recons- truccién de la ciudod capital derruida por los terremotos de 1917-18. Se dejan de usar los materiales tradicionales, tales como teja, pisos de ladrillo cocido y acabados de repello encalado y se introduce la Iémina de cine, el ladrillo de cemento, el estuco, eteétera. Identificéndose con el movimiento de bésqueda de lo nacional en arquitectura apa- rece un rmevo tipo de casa de habitacién, podrfamos llamar neo-colonial, inspirado no so- lamente en la arquitectura guatemalteca del periode de denominacién espaitola, sino tam bién en lo colonial mexicano y ese tipo, un poco ambiguo, que es la arquitectura de origen colonial espenola en Norteamérica, usada especialmente en Califomia. Con el promediar Gel siglo se edifica una cosa de habitacién influida por los corrientes arquitecténicas inter- nacioneles, en donde las grandes figuras como Frank LI. Wright, Le Corbousier, etcétera, dejan su huella. También se buscan, en determinados casos una inspiracién prehispénica bien lograda, como en la mansién que aparece en la Fig. 43, disenede por el inger Amerigo Giracca, x ARQUITECTURA PROVISIONAL feign pote g orauitectura fransitoria realizada en materiales perecederos para etckiere, ~ No entran por tanto en ella, ni retablos, érganos, pélpitos, bancas, Desde la 6, Poca renacentista, consi ment co te be qua are consiguientemente minadas festivided coeténea a la conguista de Améri- rovisionales que sirviesen Pora deter- el ingreso de altos dignatarios a las ‘costumbraba erigir edificaciones pr ‘es y funciones. Ast, para celebrar 1 SORA er Felipe. Exeve descripcién dela Noe chu ds Sontogo de los C ‘abot lero, cone oe ree able rina ccasionada de un violenta terremote del gos 32, Guate- 10 del dia veinre pete Sereta y wos, Mince, Imprenta de Antonio Sénchex Cobillon, Ting

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