mi Analisis
del discurso
é Por qué y para qué?
Corzcci6n Minerva
anuales ,
universitarios ApriANa BotivAR (GOMPILADORA)Los primeros problemas del analista:
éQué teorias? EQué métodos?
éPor dénde empezar?
Adriana Bolivar
Universidad Central de VenezuelaINTRODUCCION'
Cuando los interesados en investigar en el campo de los estudios del discurso
se plantean problemas de investigacién encuentran a su disposicién un amplio
abanico de posibilidades para seleccionar teorfas y métodos. Algunas de las pre-
guntas mds comunes que hacen los estudiantes del rea de lingiifstica y de ovras
disciplinas son: ;Qué orientacién tedrica debo seguir? ;Por qué esa y no otra
orientacién? {Qué implicaciones metodolégicas tiene la escogencia de una(s)
teorfa(s) y no otras? jEs el andlisis del discurso teorfa o método, o ambas cosas?
Qué significa hacer andlisis critico? En este capitulo me propongo analizar bre-
vemente el por qué de los problemas, con referencia especial a las condiciones del
discurso, las teorfas de base, los enfoques y las disciplinas implicadas, y a la com-
plejidad que se encuentra en la lingiifstica y otras disciplinas en las ciencias socia-
les. La meta es hurgar en cuestiones epistemoldgicas que preocupan a los estu-
diantes de postgrado, tales como: la actitud ante el conocimiento (cémo concebir
“discurso”), las gencralizaciones (cémo se llega a generalizas), la legitimacién de la
investigacién (cémo se obtiene credibilidad), ef papel de los investigadores (la
responsabilidad social y la ética), asi como destacar algunas nociones centrales y
procedimientos.
1, ELPOR QUE DE LOS PROBLEMAS
Las interrogantes antes referidas se originan en distintas situaciones, Primero,
hos encontramos con que el andlisis del discurso es practicado por lingiiistas y no
lingitistas y asf tenemos que, aunque los lingiiistas les interesa el discurso desde la
perspectiva de la teorfa lingiifstica para averiguar cémo funciona el lenguaje, a los
no lingilistas les atrae el discurso para comprender procesos, analizar contenidos,
Este capitulo es una versién extendida de la ponencia “El problema de la seleccién de teorias y métodos en
andlisis del discurso”, presentada en el V Coloquie Nacional de Andlisis del Discurso, eelebrado en Maracaibo
centre e120 y el 23 de junio de 2005, auspiciado por la Universidad del Z
de Estudios del Discurso.y explicar problemas cognitivos, sociales y culturales més que lingii/sticos. En se-
gundo lugar, nos encontramos con analistas que traen diferentes concepciones de
To que significa discurso, y eso nos lleva a comprender por qué se habla de discurso
como “técnica”, “método” y/o “teorfa del lenguaje”. Esto nos conduce directa-
mente a la definicién de lenguaje que los analistas manejan, porque el concepto
de lenguaje puede incluir lo verbal y también otros lenguajes como el gestual, el
visual, el musical, etc. La discusién puede tocar el terreno de la multimodalidad
donde se trabaja con textos complejos en los que se mezclan y entrecruzan distin-
tos tipos de lenguajes. Todo ello requicre un aparato descriptive més complejo y
de mayor alcance. De ahf que el problema se complique cuando se trata de estt-
diar un problema social en el que el criterio para la escogencia de textos son las
acciones realizadas y no sdlo los tipos de textos en s{ mismos.
En tercer lugar, los problemas de la seleccidn de teorfas y métodos surgen
porque, ademés de tener objetivos diferentes, los analistas del discurso se han
formado en disciplinas distintas en las que se favorecen teorfas y mécodos basados
en supuestos sobre la realidad desde variados éngulos y con sustentacién en sabe-
res diferentes (véase Titscher et al., 2001) en fos que las categorfas de andlisis
pueden ser pre-determinadas o emergentes (el dilema de lo ftico y lo imico), con
diferentes actitudes ante el conocimiento, porque para algunos puede set una
realidad “objetiva’, estética, y para otros “subjetiva’, dindmica y cambiante, 0
ambas cosas. La situacién se complica cuando agregamos a lo anterior que todos
fos analistas tienen una visién de mundo que diffcilmente pueden evadit, particu-
larmente si se dedican al anilisis critico del discurso.
2. LAS DIMENSIONES DEL DISCURSO
No obstante lo anterior, es posible visualizar el discurso en funcidn de ciertas
condiciones que lo definen. Primero que nada, el discurso es interaccién social
porque los significados se crean, se retan, se transforman, mueren y renacen en
sociedad y no en compartimientos aislados fucra de contexto. Los grupos sociales
y las instituciones son vitales para el analisis del discurso. Segundo, el discurso es
cognicién porque las personas construyen su conocimiento del mundo y adaptan
sus representaciones a los contextos en los que viven segtin las opciones y/o limi-
taciones que se les oftezcan. Tercero, el discurso es historia porque para interpreta
los significados del presente es necesario conocer la dindmica en que se cteaton,
saber cusles fueron los eventos que los moldearon y qué valores culturales se invo-
lucraron. Cuarto, y sobre todo, el discurso es diélogo porque para que existan las
inveracciones se necesita un yo, un ni, un nosotros, y un otros. Por tiltimo, el discur-
so es accién porque con la palabra se construyen y transforman las tealidades (véa-
se MacDonell, 1986; Bolivar, 1997). Aunque los analistas del discurso estén cons-
cientes de estas condiciones para cl andlisis, por lo general colocan el énfasis en un
aspecto mas que en otro; de ahi que nos cncontremos con teorfas cognitivas, so-
cio-cognitivas, hist6ricas, histérico-cognitivas, interaccionales, y otras. Quienes se
inician en los estudios del discurso pueden, con razén, considerar que ningén
andlisis podré cubrir todos estos aspectos, pero en la préctica el foco de la investi-
gacién serd determinado por los objetives y las preguntas que cada uno/a se haga.
LAS TEORIA:
S DE BAS!
Una primera mirada a las grandes teorfas y métodos en discurso nos acerca al
libro de’Titscher et al, (2001) que retine un total de doce enfoques en las ciencias
sociales, unos desde el punto de vista de la sociedad y la cultura y otros desde la
lingiifstica. Por un lado, las teorfas socioldgicas, antropoldgicas, psicoldgicas, filo-
séficas y, por otro, las teorfas lingiiisticas. A su vez las veorfas lingiiisticas ofrecen
un amplio marco de opciones que, en sf mismas muestcan diferentes enfoques.
Por ejemplo, bajo lingliistica estructural se incluye al estructuralismo cultural de
Levi-Serauss, la lingtiistica estructural de Saussure, el formalismo ruso de'Todorov
y Propp, y la Escuela de Praga representada por Jakobson. Todas ellas sirven de
base para el método de la semidtica narrativa (Greimas) (véase Titscher at al.,
2001:51). También enconuamos los aportes de la lingiifstica cognitiva, represen-
tada por Shank y Abelson, que sirve de apoyo a la lingiiistica texcual y a una
vertiente del andlisis critico del discurso (Wodak, yan Dijk), Ademés de lo ante-
riot, en este cuadro se inchuye a la lingiifstica sistémica propuesta por Halliday,
que sitve de fundamento a otra yertiente del andlisis critico (Fairclough, y en
parte Wodak).
Como hemos visto, no todas las teorfas sobre el discurso tienen una base
lingitistica. Después de realizar una investigacién bibliométrica, Titscher et al.
(2001:217), reportan que los métodos més citados por los investigadores en las
ciencias sociales, segtin el Social Science Citation Index (SCCI de 1991 a 1998,
fueron los siguientes, en orden decreciente: la teorfa fundamentada (“Grounded
Theory”), la eenogratia de fa comunicacién, el andlisis critico liderado por Fair-
clough, el andlisis de contenido esténdar (cuantitativo), el andlisis de la conversa-
cién y el MCDA (“Membership Categorization Device”), ambos ubicados en la
etnometodologia. También se mencionan otros como el SYMLOG (“System for
the Multiple Level Observation of Groups’), el andlisis de contenido abierto (cuan-
tirativo), la semidtica narrativa, la hermenéutica objetiva, el andlisis critico en la
cortiente de Wodak, y la pragmética funcional. Es interesante notar dos cosas
sobre la fuerza de las teorias y los métodos en el mundo académico, Primero, que
estos datos llegan hasta el afio 1998 y, por lo tanto, no se conoce el estado de la
cuestidn en los tltimos afios. Segundo, que algunos nombres no aparecen men-
cionados, tal vez. porque se trata del SCCI, 0 porque se han dejado afuera por
otras razones.
Vale la pena destacar, en todo caso, que en cualquiera de las disciplinas de las
ciencias sociales se debe tomar en cuenta, desde el inicio, que la seleccidn de
textos para el andlisis puede abordarse con diferentes propdsitos y, al menos, des-
de tres perspectivas: a) como objetos de estudio en si mismos, cuando se estudian,
23por ejemplo, las conversaciones, las entrevistas, las noticias, etc.; b) como rasgos
de grupos investigados, y los textos pasan a ser enunciados en un contexto parti-
cular 0 “componentes manifiestos de una comunicacién” que permiten decir algo
sobre las personas que los produjeron; yc) como rasgos de una situacién particti-
lar que se documenta mediante textos (véase Titscher et al., 2001:32).
4, LO QUE CONTIENEN LOS MANUALES SOBRE ANALISIS.
DE DISCURSO.
Otro aspecto muy importante que contribuye a la (des)orientacién de los
investigadores noyatos es lo que dicen los manuales sobre andlisis del discurso,
que incluyen copiosa informacién sobre nociones bdsicas asi como temas 0 artt-
culos sobre el estado del arte. $i examinamos algunos de los mds influyentes en
nuestro émbito académico, debemos tomar en cuenta, por lo menos, los que no
faltan en las bibliografias dadas a nuestros alumnos: Schiffrin (1994, 2001); van
Dijk (1997a, 1997b, 2000a, 200b); Calsamiglia y ‘Tusén (1999); Charaudeau y
Maingueneau (2002); Wetherell et a/,, (2001); Wodak y Meyer (2001, 2003).
El libro de Schiffrin (1994), Approaches to Discourse, incluye la teorfa de los
actos de habla, la sociolingiiistica interaccional, la etnografia de la comunicacién,
la pragmatica, el andlisis de la conversacién, y el andlisis variacionista. Se trata de
un manual escrito en inglés y pensado para personas de habla inglesa, y oftece
buenas definiciones y oricntaciones. Deja afuera el andlisis y referencias a los
estudios sobre género, discurso politico, y otros temas que la misma autora se-
fala, Estas omisiones se compensan, posteriormente, en Schiffrin er al, ([2001]
2003) cuando se expande el espectro con cuarenta y un articulos de mayor alcan-
ce, muy ricos en bibliografias. Es notorio que ni entre los autores dle estos articu-
los, ni en las bibliografias, se encuentran nombres que representen a la corriente
francesa 0 alemana, para no mencionar a los analistas de habla hispana, que tam-
poco figuran.
Los dos voltimenes publicados més tarde en inglés por van Dijk (1997a,
1997b), traducidos répidamente al espafiol (van Dijk, 2000a, 2000b), llenaron
un vacfo muy esperado porque abordan el discurso desde dos grandes perspecti-
vas, como estructura y proceso (volumen 1) y como interaccién social (volumen
2). Cada volumen cubre una gran variedad de temas. En el primero, la historia
del andlisis del discurso, discurso y semantica, discurso y gramatica, estilos del
discurso, retérica, narrativa, argumentacién, géneros y registros, cognicién, cog-
nicidn social y discurso; en el segundo, el discurso y la interaccién en sociedad,
discurso y pragmatica, andlisis de la conversacién, didlogo institucional, discurso
y género, discurso etnicidad, cultura, y racismo; discurso organizacional, andlisis
ritico del discurso, discurso y politica, y aplicaciones del andlisis del discurso,
Estos dos voltimenes amplfan considerablemente el alcance del primer ma-
nual de van Dijk que, en su momento, tuvo la funcién de mostrar que el andlisis
del discurso habia alcanzado ya su madurez.como disciplina (van Dijks, 1985). La
traduccién al espafiol de la publicacién de 1997 es probablemente uno de los
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textos mds consultados por estudiantes de postgrado en América Latina, aunque
también en este manual, las referencias a autores del mundo hispano son escasas.
El manual de Calsamiglia y Tusén (1999), escrito en espanol, con ejemplos
en espanol, convertido en “la biblia” de estudiantes universitarios de pregrado y
postgrado, amplia el horizonte y da cabida a una mayor cantidad de cortientes en
el campo del discutso. Por ejemplo, se da més atencién a la corriente francesa (se
incluyen a Adam y a Charatdea que casi no aparecian en otros manuales), y se
refuerzan las referencias a estudios en alemén (Weinrich, Werlich). Se mencionan
muchos nombres de investigadores espafioles, pero las referencias a analistas de
América Latina son casi nulas (aparece Ciapuscio de Argentina). En el primer
capitulo, Calsamiglia y Tusén (1999:15-26) ponen especial cuidado en destacar
las disciplinas implicadas en el andlisis del discurso: la antropologfa lingtifstica
(Duranti), la etnografia de la comunicacién (Gumperz y Hymes), el interaccio-
nalismo simbdlico (Goffman), la emometodologia (Garfinkel), la sociolingitsti-
cainteraccional (Bordieu, Foucault), y asf ubican al estudiante en el mundo de las
teorias y métodos, ‘Tambign resaltan el giro lingiifstico que han tomado los estu-
dios a partir de cambios en el pensamiento filosdfico, de modo que se puede
visualizar cémo se estudia el lenguaje en el contexto social y cultural a partir dela
teoria de actos de habla y de la pragmética, en especial el principio de coopera-
cién y la teorfa de la relevancia. Después de la aparicién de este manual se han
dado desarrollos interesantes en el campo de la socio-pragmitica cultural (Spen-
cer-Oatey, 2003), que también han sido abordados en espafiol (Bravo y Briz,
2004), y valdrfa la pena explorarlos.
Es importante destacar que el manual de Calsamiglia y Tusdn (1999) permi-
te al estudiante una visién amplia de los abordajes desde la lingitistica, Aqui se
toma en cuenta la lingitistica funcional (Praga, Malinowski, Firth, Halliday, Mar-
tin, Eggins); la lingiifstica textual (Beaugrande, van Dijk, Adam); la teoria de la
enunciacién (Bajtin, Benveniste, Kerbrat-Orecchioni, Charaudeau); la retérica
clisica y la nueva retérica (Perelman)
A los libtos anteriormente mencionados, se debe agregar el diccionario de
andlisis de discurso editado por Charaudeau y Maingueneau en francés en el aiio
2000, ya traducido al espafol en 2005. En este diccionario se encuentra una
definicién de los términos més usados en el andlisis del discurso, especialmente
en la orientacién francesa. Complementa y amplia muy bien aspectos del manual
de Calsamiglia y Tusén (1999).
5. LAPERSPECTIVA DE LA PSICOLOGIA SOCIAL
Uno de los manuales mds utiles desde el punto de vista de los métodos y
técnicas para practicar el andlisis del discurso se encuentra en el campo de la
psicologia (Wetherell er a/., 2001). Estos autores incluyen en sus enfoques prefe-
tidos al andlisis de la conversacién, la lingiistica interaccional y la lingiiistica de
wether) tal, vel Dis ame Ane). Soho 25corpus (mencionada muy poco en otros manuales), el modelo de accién discursi-
va (Edward y Potter), el andlisis critico del discurso (Fairclough) y el andlisis ge-
nealdgico (Faucault), Lo atractivo de este libro es que, junto con cada enfoque, se
presentan investigaciones que lo ilustran y muestran el método y las técnicas de
investigacién empleadas, Los analistas pueden encontrar respuestas a sus pregun-
tas sobre cémo generalizar, cémo legitimar la investigacin en discurso, cémo
abordar datos en el plano micro y macro. Como se puede inferir répidamente, no
se contemplan algunos de los enfoques incluidos en Titscher et al, (2001), pero
se presenta un método para aplicar los principios de Foucault, con el foco en la
historia (que tampoco se ven con esta precisién en otros textos). Queda claro en
este libro que la meta no es desarrollar la teorfa lingiiistica, pero sf ofrece herra-
mientas lingitisticas fundamentales para interpretar los textos. En espafiol tam-
bién se han publicado manuales que resumen en parte esta perspectiva (véase
Iniguez Rueda, 2003). Para complementar el anilisis de dacos vale la pena con-
sultar a Silvermann (2001).
Lo que nos queda claro de este libro es que la psicologfa discursiva reconoce
el papel fundamental del andlisis lingtifstico y, aunque los autores expresan en la
inuroduccién que “our book is intended for social scientists but surely language is
the province of linguists” (Whetherell e¢ a, 2001:i)°, también admiten que el
nuevo foco cn ef Lenguaje ha hecho que se introduzcan transformaciones impor-
tantes en la teoria social.
6. LASELECCION DE LOS ENFOQUES Y/O METODOS
La decisién sobre los enfoques a escoger es dificil y, como ya hemos expresa-
do antes, dependera de la pregunta de investigacién que cada investigador se
haga. Dentro de las ciencias sociales, también se encuentran manuales que en-
frentan esta decisién y toman partido por algunos para poder atmat una propues-
ta ptopia. Tenemos el caso de Phillips y Jorgensen (2002) quienes, con la visién
de los estudiosos de la comunicacién, séleccionan solamente tres enfoques cen-
trales en el andlisis del discurso: la teorfa del discurso (segiin Laclau y Mouffe), el
andlisis critico del discurso (Fairclough) y la psicologia discursiva (Potter y We-
therell). Estos autores se enfocan en el problema de la relacién entre discurso ¢
ideologia y revisan varias posturas, desde Marx, Althusser, Gramsci, hasta llegar a
Laclaut y Mouffe. Se plantean el problema de la definicidn y alcance de discurso
tomando en cuenta la forma de aproximarse al concepto de ideologia, y discuten
el problema de la construccién def sujeto en la dindmica social, Se trata de un
libro que puede crear una interesante polémica en el debate epistemoldgico que
estd siempre en marcha en las universidades.
*Tiad, de la aurora: 2
uestro libro estd ditigido a los cientificos sociales pero sin duda el lenguaje es el campo
de les lingilistas.
26
Como hemos visto, todos Jos manuales favorecen algunas teorfas més que
otras y dan cabida a algunos nombres, pero no a todos. En este libro de Phillips y
Jorgensen (2002) se hace patente eémo el conocimiento se construye en el mun-
«lo de la academia, Por ejemplo, ellos hacen una diferencia entre cl andlisis crftico
del discurso (originalmente propuesto por Norman Fairclough en 1985) y un
movimiento critico” en el que, segtin ellos, se encuentran una variedad de enfo-
ques “no siempre muy bien definidos”. Se hace muy evidente la critica a los ma-
rales de andlisis eritico del discurso que no incluyen a la psicologta discursiva, a
pesar de que “cumple con todos los requisitos para pertenecer al club” (Phillips y
Jorgensen, 2002:60), peto se reconoce que esta “exclusién” puede deberse al he-
cho de que la psicologia discutsiva se basa mds en la retdrica que en la lingtifstica
(algo que supuestamente practican los analistas criticos). La razén por la que
Fairclough es escogido como el analista eritico més completo es que, segiin ellos,
su propucsta se basa en premisas filosdficas, propone un método y técnicas espe-
cificas de andlisis lingiifstico,
Es evidente que en la decisién de teorlas y métodos opera un componente
personal 0 individual en el que se cruzan diversos factores: la formacién en cada
disciplina, el acercamiento 0 alejamiento de las lineas existentes o disponibles, el
grado de relevancia que se otorgue al lenguaje y al uso de los textos como material
de investigacisn y, también, la forma de concebir el compromiso social
7. ELANALISIS CRITICO DEL DISCURSO.
Elandlisis critico del discurso (ACD) es uno de los desarrollos del andlisis del
discurso que ha tomado mucha fuerza en los ltimos aftos porque los analistas
reconocen abiertamente su compromiso social y politico, lo cual genera discusién
en el campo de las ciencias sociales y la lingiifstica, especialmente en cuanto a los
meétodos empleados. Por consiguiente, debemos abordar la discusién sobre lo que
significa practicar el andlisis critico con el propésito de orientar a aquellos que
deseen incursionar en el estudio y andlisis de los textos desde esta perspectiva, El
ACD se ha extendido de tal modo que ya existen varias publicaciones y manuales
traducidos al espafiol, en los cuales se recogen los orfgenes, los principios y los
enfoques més empleados por autores europeos (e.g, Wodak y Meyer, 1997, 2001).
En dichos manuales casi no se mencionan los estudios llevados a cabo en América
Latina, lo que genera un gran vacio en el momento de proponer un proyecto de
investigacién en nuestro contexto social, politico y cultural. Las obras que dan
arencidn al andlisis crftico de problemas en el mundo hispano y América latina
son raras excepciones (van Dijle, 2003).
Los estudios en América Latina sf existen, como se puede constatar en los
articulos de este libro, pero son menos conocidos y menos aplicados porque mu-
chos de ellos tienen sus origenes en las teorfas imperantes, de modo que los in-
vestigadores prefieren volcar sus esfuerzos en las teorfas originales. No obstante,creemos que muchos de estos trabajos aportan una mirada diferente y pueden
servir de base para desarrollos del ACD en América Latina’.
7.1 ;Qué necesitamos saber primero sobre el ACD?
Se puede considerar que todo andlisis cientéfico social que cuestiona la pura
descripcidn de los eventos como objetos, y que se concentra més en la forma en
que se construyen los significados en la interaccién social, es critico, en el sentido
de que toma en cuenta la dindmica social y las Juchas por el poder, sea este poder
“econémico”, “politico”, “coercitivo” (militar), 0 “simbdlico” (Thompson,
1998:35). Por eso, tal vez, cuando se quiere conocer la historia del andlisis critico,
se empieza por incluir a Carlos Marx como uno de los primeros que planteé el
problema de las luchas sociales y los efectos de la dominacién del poder econémi-
co en Ia vida de las personas, en su concepcién del mundo y en sus acciones. Lo
econdmico es indudablemente un aspecto clave, pero en las consideraciones de lo
que significa ideologia nos encontramos con diferentes aproximaciones al con-
cepto, que inciden en la forma de concebir el discurso y los textos, asi como los
métodos escogidos.
Phillips y Jorgensen (2002) son dos de los autores que se han ocupado de
examinar la forma en que el concepto de ideologfa es manejado por varios autores
en la filosofta, principalmence Althusser, Gramsci, Faucault, Laclau y Moutfe, y
analizan las similitudes y diferencias entre las propuestas y la forma en que han
influido en el anélisis del discurso en las ciencias sociales, especialmente en Fair-
clough y en Potter y Wetherell. El concepro de ideologia no puede darse por
sentado porque es importante conocer en qué espacio epistémico se encuentran 0
ubican los analistas. Phillips y Jorgensen (2002:20), aunque con ciertas reservas
por temor a simplificas, colocan los enfoques en un continuum en el que en un
extremo se encuentra el materialismo hist6rico (Marx, Althusser), en el que todo
esta supeditado alo econdmico, y en ef otro la teorfa discursiva que todo lo ve a
través del discurso (Lauclau y Moutfe). Entre estos dos polos, estarian ubicados
Gramsci, Foucault y la psicologfa discursiva. Lo que se quiere mostrar es que, por
un lado, esté la creencia de que existe una ideologia dominante (la de la burgue-
sfa) que actiia sobre los dominados (el proletariado) y, por el otro, cl planteamien-
to de que no existe una sino varias 0 muchas ideologfas que se construyen en la
cotidianidad. De hecho, la palabra ideologfa no serfa necesaria porque nos encon-
trarfamos ante ideologias que se construyen en un discurso en constante cambio,
en una lucha discursiva cuya meta es lograr la hegemonta de una perspectiva
particular. Ambos extremos estan cargados de premisas filoséficas sobre el signifi-
cado de ideologfa y poder, pero no son enfoques analiticos discussivos sino filosé-
ficos. Si colocamos los enfoques filosdficos en una linea en que se vea la relacién
Los capitulos que siguen recogen una amplia bibliografin de las investigaciones realizadas en Venezuela,
especialmente los trabajos de Barrera Linares, Adriana Bolivar, Irma Chumaceiro, Frances D. De Erlich,
Lourdes Molero y Julidén Cabeza, Maritza Moncero, Marfa Fernanda Madris
con el papel del discurso en la constitucién del mundo nos encontrariamos con
que unos se inclinan mas hacia un lado o hacia otro, como se ve en el diagrama 1
que sigue, adaptado de Phillips y Jorgensen:
Diograme 1
El papel del discurso en Ia constitucién del mundo
(Phillips y Jorgensen, 2002:20}
El discurso es constitulivo Relacién dialéctica El discurso es consliluido
obi tt -
Teorfa discursiva Analisis crttico del discurso
(Loclau y Moutfe) (Psicologia discursiva)
(Foucault) (Althusser)
(Gramsci) Materialismo histérico
Segiin este diagrama, podemos interpretar que en el extremo derecho, el
discurso es determinado por la economia y, aparentemente, no valdria la pena
analizar el discurso sino la econom{a.
Alejandose del macerialismo histérico encontramos a los que se apartan en
diferentes grados del determinismo de la filosofia de Marx. Segtin Phillips y Jor-
gensen (2002:31), el principal problema con el materialismo histérico es “la falta
de cualquier explicacién para la transformacién de la conciencia: ;Cémo ya a
reconocer la clase trabajadora su verdadera posicién en la sociedad y sus verdade-
ros intereses si su conciencia esté determinada por una ideologfa capitalista?” (mi
traduccién). Justamente ahf reside el problema porque las criticas al materialismo
histérico y al determinismo han conducido a rechazar la idea de una sociedad
gobernada por una sola ideologia y un solo discurso y a inclinarse por el argu-
mento de que la sociedad es plural y que el sujeto se construye en discursos dife-
rentes ¢ incluso contradictorios,
Como ya hemos mencionado antes, Phillips y Jorgensen (2002) se concen-
tran solamente en la teoria discursiva de Laclau y Moufte, en el andlisis critico de
Fairclough y en la psicologia discursiva de Poteer y Wetherell. Desde su punto de
vista, estos tres enfoques tienen en comtin que se ubican en el construccionismo
social, y que techazan las “teorias tuniversalizantes como cl marxismo o el psicoa-
ndlisis” (2002:6). Para ellos, estos enfoques analiticos discursivos se fundamentan
en la teorfa estructuralista post-estructuralista del Lenguaje con variantes en
cuanto a la forma en que se aplica el término post-estructutalista. Ernesto Laclau
y Chantal Mouffe representan el post-estructuralismo més extremo porque se
basan en la idea de que “el discurso construye el mundo social en el significado y
que, debido a la inestabilidad fundamental del lenguaje, el significado nunca
puede ser fijado de manera permanente. Ningtin discurso es una entidad cerrada,
29sino mas bien se transforma constantemente en contacto con otros discursos. Por
Jo tanto una palabra clave en la teoria es la ducha discursiva” (Phillips y Jorgensen,
2002:6). Norman Fairclough también coloca el énfasis en el papel activo del di
curso, pero es evaluado como menos post-estructuralista porque distingue entre
prdcticas discursivas y no discursivas, razén por la que generalmente se le ubica
Como neo-marxista. La psicologia discursiva comparte con el andlisis critico de
Fairclough el interés empfrico en el andlisis del Lenguaje en la interaccién social,
pero se diferencia de ¢l en que su interés esta en “explorar las formas en que el yo,
los pensamientos y las emociones se forman y transforman en la interaccién so-
cial y en arrojar luz sobre estos procesos en la reproduccidn social y cultural y el
cambio” (Phillips y Jorgensen 2002:7, mi traduccién). Segiin estos investigado-
res, en la psicologia discursiva el énfasis est4 en los individuos como productos y
productores del discurso en diferentes contextos, mientras que en a teorfa de
Laclau y Mouffe los individuos son solo sujetos del discurso (Ibéd.). Escogen
solamente a estos tres autores porque su objetivo es acercarse al andlisis del discur-
so desde la petspectiva construccionista y porque, aunque los enfoques muestran
diferencias en cuanto al alcance del discurso y el foco del andlisis, consideran que
los enfoques son similares en que parten del construccionismo, comparten las
misma visidn del lenguaje, vienen del estructuralismo y post estructuralismo, y su
comprensidn de los sujetos se basa en una versién del marxismo estructural (véase
Phillips y Jorgensen, 2002:3).
Elarticulo de Fairclough y Wodak, publicado en 1997, en el segundo volu-
men de Discourse Studies, A Mulridisciplinary Introduction, editado por Teun van
Dijk, dedicado al discurso como interaccién social, figuran explicitamente los
siguientes enfoques criticos: el andlisis del discurso francés (Pécheux, 1982), la
lingtifstica critica (Fowler et al., 1979; la semistica social (Hodge y Kress, 1988;
Kress y van Leeuwen, 1990); el cambio socio-cultural y cambio en el discurso
(Fairclough, 1989; 1992a, 1994); estudios socio-cognitives (van Dijk, 1980, 1985,
1987, 1991, 1993a); el método hist6rico-discursivo (Wodak, 1975, 1986; Lutz y
Wodak, 1987; Wodak et al, 1990; Wodak y Matouschek, 1993); el método de
lectura, y la escucla de Duisburg (Jager y Jager, 1993).
Las investigaciones en el campo del ACD estén marcadas por la necesidad de
reflexionar que tiene todo analista comprometido con su sociedad. El manual de
Wodak y Meyer (2003) comienza con una cita de van Dijk, quien llama le aten-
cién sobre la diferencia entre ciencia no critica y erftica:
Mas alld de la descripcidn o aplicac
esfera de conocimiento plantea nuevas preguntas, como las de la responsabi
dad, los intereses, la ideologia, En vez. de centrarse en problemas puramente
académicos o tedticos, su punto de partida se encuentra en los problemas so-
ciales predominantes, y por ello escoge la perspectiva de quienes sufren mas
para analizar de forma critica a quienes tienen el poder, a los responsables, y a
los que tienen los medios y la oportunidad de resolver dichos problemas (yan
Dijk, 1986:4, en Wodak y Meyer, 2003:17),
n superficial, [a ciencia critica de cada
D
Por esta razén, en este campo las propuestas son vatiadas, como puede verse
») Wodak y Meyer (2001, 2003) donde se incorporan nombres como Wodak,
\1) Dijk, Fairclough, Jagex, Meyer, y Scollon, quienes proponen enfoques desde
\uia petspectiva cognitiva, histética, social y cultural. Los investigadozes que se
\corcan a esta linea de investigacién pueden encontrarse abrumados ante la varie~
did de definiciones. Una répida revisién de los términos empleados por los auto-
jes en este manual nos muestra que el anilisis crftico es identificado mediante el
uso de las siguientes palabras
paradigma
enfoque
método analitico
ni método ni teorfa
perspectiva critica
una actitud
teoria y método
momento (elemento)
agenda
programa
programa de anilisis social
Esta variedad de definiciones y enfoques obliga al analisca a tomar decisiones
importantes (y a leer mucho). Por eso, es recomendable buscar primero los con-
ceptos que unen a todos los analistas criticos quienes, a pesar de los enfoques
diferentes, tienen en cuenta las condiciones del discurso, una definicién de dis-
cutso como prictica social, y oftecen explicaciones en las que se repiten palabras
clave como: poder, control, acceso, ideologia, legitimidad, ilegitimidad, abuso de po-
der, ética(s).
8. LAS NOCIONES CENTRALES
Ante los problemas que presenta la seleccién de teorias y métodos, se debe
recalcar [a necesidad de trabajar con rigor sobre la definicién de nociones funda-
mentales en el andlisis del discurso. A continuacién presento algunas de las que
generan mayor inquictud entre los investigadores y las razones por las que hay
que considerarlas.
La nocién de contexto
Puesto que el objeto de estudio del discurso son los textos en contexto, lo
primero que hay que hacer es definir el alcance del contexto, La definicién deter-
minara en muchos casos si el estudio serd de tipo micro (como en el andlisis de la
conversacién) 0 macro (por ejemplo, en el andlisis crftico cuando se trabaja con el
312)
»
Yn
9)
cambio social o politico). Es importante también tener claro de qué tipo de con-
texto se estd hablando: fisico, cognitivo, social, cultural, politico, histérico.
La nocién de texto
De lo anterior se deriva que es necesaria una definicién de texto, que depen-
derd de la teorfa sobre los textos y de la concepcién de lenguaje que se adopte. En
todo caso, se debe pensar si al hablar de texto se trata de: el objeto fisico texto, de
un constructo tedrico, de un producto de la interaccidn social, o de ambas cosas.
La nocién de ideologia
Esta es una definicidn dificil, pero ineludible, incluso para quienes solamen-
te se deciden por describir modos de organizacién de los textos 0 tipologfas, sin
hacer referencia explicita al aspecto ideolégico. Es asf porque las definiciones mas
generales de ideolog{a la describen como un sistema de creencias y valores com-
partidos por un grupo. Es dificil, entonces, interpretar cualquier texto sin tomar
en cuenta lo que los actores involucrados piensan o sienten en un contexto y
cultura particular,
La construccién def “sujeto”
Este es otto punto que est muy relacionado con lo anterior y con la defini-
cién de discurso porque, a pesar de que en los anilisis generalmente no se dice
cémo se representa a los participantes en la interaccién social, es posible inferir
visiones que favorecen a un sujeto o actor social pasivo, afectado o “victima” de
lites dominantes, 0 activo y dindmico, responsable de sus actos y co-constructor
de la sociedad y de las instituciones. Este es un punto polémico que puede discu-
tirse desde la dimensién histérica, cognitiva, politica, y otras.
La nocién de interaccién
Casi todos los analistas hablan de interaccidn. Asi tenemos referencias a la
interaccién entre los niveles de anilisis (por ejemplo, gramética, semAntica y prag-
mética), la interaccién entre hablantes, entre lectores y textos, entre escritotes y
lectores, para no seguir mencionando otros usos, Es de gran relevancia no usar el
rémino de manera general porque la decisién sobre qué tipo de interaccidn se
tudiard tiene consecuencias en los modelos de andlisis para explicarla. Por ejem-
plo, no es lo mismo explicar c6mo un lector interpreta un texto que cémo un(a)
esctitor(a) compone un texto, porque se trata de dos tipos de interaccién que
ameritan conceptos de base y métodos especificos (véase Bolivar, 1998).
es
La nocién de género discursive
Esta es tal vez una de las nociones mids estudiadas desde la lingiiistica en
andlisis del discurso. Fl analista necesita saber con qué tipos de texto se enfrenta y
cémo se organizan. Fsta necesidad es evidente porque los textos son la materializa-
cibn de ptocesos cognitivos y sociales que quedan estampados en “géneros” o tex-
tos relativamente estables, reconocidos institucionalmente. Si usamos una metd-
fora de contenido, podemos decir que cada Ambito de la esfera humana se llena de
textos creados, recreados y transformados por las personas que conforman ese
mbito. Por ejemplo, en el ambito académico, podemos identificar textos como la
clase, el seminario, la charla, la ponencia, el articulo de investigacién, el ensayo;
mientras que en el ambito politico podemos hablar de textos tales como reunién
de gabinete, rendicidén de cuentas, discurso electoral, alocucién presidencial, ete.
n todos los casos se debe describir la estructura interna de los textos porque ella
fleja las acciones sociales y culturales que les dan su estructura. También hay que
obtener informacién lingiiistica sobre los modos de organizacidn o bases textuales
(narracién, argumentacidn, descripcién, explicacién, didlogo).
La gramatica de base
Los analistas necesitan usar una gramética de base para poder analizar los
textos, obtener credibilidad, y hacer generalizaciones con base empitica. Hay que
tener cuidado con la gramatica escogida pues cada gramatica se basa en supuestos
tedricos sobre como funcionan las lenguas, No es lo mismo una gramética que
busca universales lingtifsticos pensando en hablantes homogéneos, que una gra-
matica que busca explicar los significados en distintos contextos, de acuerdo con
Jo que los hablantes mismos dicen y hacen con los textos. Por eso es importante
seleccionar una gramdtica que tome en cuenta el Ienguaje en contexto de situa-
cidn y de cultura, La gramatica sistémica funcional (Halliday, 1994) es a menudo
escogida en diferentes ambitos (ensefianza de lengua y literatura, traduccién, in-
tcligencia artificial, andlisis critico) porque permite explicar el significado toman-
do en cuenta tres grandes dimensiones: Ia experiencia del mundo, las relaciones
interpersonales y Ia organizacién de los textos. Para algunos autores, esta gramé-
tica es esencial en el andlisis critico del discurso, como lo plantea Wodakk (2003:7
rse en las caracte-
risticas microlingifsticas, las macrolingtiisticas, las textuales, las discursivas o
las contextuales, como si su dngulo de aproximacién es fundamentalmente
filoséfico, sociolégico histér hace referen-
cia a la gramatica funcional sistémica de Halliday. Esto indica que una com-
prensién de las afirmaciones bésicas de la gramatica de Halliday y de su enfo-
que del andlisis lingiistico resulea esencial para una adecuada comprensién del
ACD.
Tanto si los analistas con un enfoque critico prefieren centr
‘0, en la mayorfa de los estudios s
La seleccién de una gramdtica impone una tarea adicional al analista de dis-
curso, porque debe aprender a interpretar los textos mediante el uso de categorfas
lingiiisticas.
La nocién de conocimiento
Hablamos permanentemente de conocimiento sobre el mundo, sobre mate-
rias, sobre fenémenos, sobre eventos, sentimientos, etc. Es necesario, entonces,
comprender qué significa “conocimiento”, cémo se construye en la interaccién
33social, de qué manera los factores sociales, culturales, ideoldgicos, afectan el co-
nocimiento del mundo, y cémo este conocimiento opera en la construccién de
realidades en la vida cotidiana, en las instituciones. Todavia mds, se necesita saber
de qué manera se usa el conocimiento en la lucha por el poder, en cualquier
contexto.
La nocién de “critica’
Esta nocién necesita un estudio profundo, particularmente en el caso del
andlisis crftico, porque la teorfa critica se manifiesta en las ciencias sociales, donde
la lingiiistica ha hecho aportes importantes con la lingtifstica critica (Fowler et al,
1979). Por eso, se hace necesario aclarar el término desde una perspectiva inter y
multidisciplinaria, Los estudios criticos, por consiguiente, deberfan realizarse en
grupos multidisciplinarios de manera que los lingilistas y los no lingitistas com-
partan teorfas y métodos para analizar los problemas que se planteen.
“] {COMO PROCEDER?
Esta es la pregunta mds frecuente, junto con ;por dénde debo empezar? No
Pi eecca te cee coo Ps
hay receta posible porque la investigacién es biogréfica (en el sentido de que cada
persona trae su visién de mundo, sus propésitos y metas), pero si es posible sefia-
lar algunos pasos necesarios para iniciar el andlisis.
FP
Plantearse un problema de inyestigacién y, al menos, una pregunta
No es suficiente decir “yo quiero analizar el discurso de los medios” 0 “me
gustarfa estudiar el discurso politico yenezolano” sino explicitar qué exactamente
se quiere estudiar, por qué y para qué. La pregunta es clave para decidir después
sobre las teorfas y los métodos que ayudarén en la investigacién, Un estudiante de
postgrado en el nivel de maestria puede replicar investigaciones previas o apren-
der a aplicar rigurosamente una teoria y un metodo, pero se espera que un(a)
estudiante de doctorado haga avances en la teorfa y en los métodos.
Estudiar profundamente una teoria a la vez
La abundancia de teorfas y métodos promueve la lectura de muchas pro-
puestas pero, si un investigador o estudiante de postgrado desea alcanzar su meta,
deberfa estudiar una sola a la vez para poder conocerla a fondo y hablar de ella
con autoridad
Poner a prucba la teorfa y evaluarla
El siguiente paso es aplicar la teorfa estudiada, tal vez no toda pero sf los
aspectos que sean necesarios para la pregunta de investigaci6n. Como resultado se
podran evaluar las ventajas y desventajas del modelo escogido, Cuando se esté en
esta etapa, hay que ser paciente y no pasar a otra ceorfa en la mitad del trabajo
34
porque entonees se corre el riesgo de invalidar los resultados. Este es uno de los
Jyores que muchos cometens el andlisis mezcla criterios de distintos modelos sin
Juhu argumentacién sdlida, y el proceso invalida la investigacién, Esta confusién
jucde conducir a andlisis no confiables y a que no se concluya [a investigacién.
r los resultados
cla vez que se haga un anilisis se deben escribir los resultados obtenidos.
No se puede confiar en la memoria ni en los esquemas que uno guarda. Ademés,
poner en blanco y negro lo ya hecho da una gran satisfaccién de progteso y de
Jogro (sobre todo si los resultados se presentan en un congreso, en un seminario,
6 ante un grupo para quien la inyestigacién es pertinente)..
Tac
Pasar a otra teorfa
Después que se ha agotado una teorfa, se debe pasar a otra y se reinicia el
proceso con nuevas preguntas o preguntas més complejas.
Aplicar un método a la vez
Lo mismo que aplica a las teorfas sirve para los métodos. No se deben mez
clar y confundis, Esto no quiere decir que los analistas no puedan proponer mé-
todos sino que, antes de hacerlo, hay que conocer bien los métodos ya existentes.
Evaluar /escribir los resultados
Se repite el ciclo anterior. Se evaltia cl método y se escribe sobre sus ventajas
y desventajas.
Pasar a otro método
Se exploran y aplican tantos métodos como sean necesarios (sin perder de
vista los objetivos de la investigacién).
No olvidar que el analista del discurso trabaja con textos en contextos
Este es un requisito fundamental para poder entender las teorfas y los méto-
dos, porque los textos mismos se encargan de mostrar el mundo que se materiali-
za en ellos. El papel del analista, entonces, consiste en hacer la lectura minuciosa
y rigurosa que arroje la mayor cantidad de significados para poder hacer afirma-
ciones con el aval de la evidencia que proviene de los textos (sean orales, escritos,
mixtos, gréficos).
Construir nuevas teorias y proponer métodos
Sélo entonces, cuando se ha visto cémo funcionan las teorfas y los métodos
en el andlisis del discurso, tanto en la lingtifstica como en otras disciplinas, podre-
mos proponer nuevas teorfas y métodos. Ese es nuestro gran reto en América
Latina.
35CONCLUSIONES
Esta breve introduccién en los primeros problemas que enfrentan los inves-
tigadores en estudios del discurso nos hace ver que el andlisis del discurso va més
allé de ser UNA técnica o UN método para estudiar la comunicacién humana,
porque hemos vislumbrado que existe una amplia variedad de teorfas y métodos
en las ciencias sociales y en la lingiiistica, En consecuencia, la primera tarea es
ubicarse en este campo de conocimiento para tener una idea més clara de lo que
se quiere hacer, por qué y para qué, porque de otro modo se estarian desconocien-
do los avances en esta disciplina y los debates epistemoldgicos que se dan en su
seno (véase Taylor, 2001).
En esta introduccién también se hace evidente el papel central del lenguaje
en las investigaciones sobre el discurso porque, aunque los intereses de los filéso-
fos, psicdlogos, socidlogos, comunicadores sociales, historiadores, antropdlogos,
y ottos interesados en la comunicacién humana, puedan ser diferentes, ninguno
puede prescindir de los textos y del habla para explicar los problemas que estudia.
Es por esta razén que la contribucién de los lingiiistas se hace fundamental para
comprender ¢ interpretar mejor los problemas sociales, cognitivos y culturales.
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