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El 15 de agosto se celebra la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María

y hoy 6 de agosto comienza su novena.

A LA VIRGEN SANTISIMA
en su Asunción al Cielo. (Deprecaciones)

Oración. — Señor Dios nuestro, imploramos vuestra clemencia para que, cuantos celebramos la Asunción
de la Madre de Dios al cielo, nos veamos libres, por su intercesión, de todos los males que nos amargan. Os
lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Para obtener las gracias que hemos pedido, saludaremos a la santísima Virgen con las siguientes
deprecaciones:

1.ª — Oh María, por vuestra santa muerte, alcanzadme una muerte libre de todo pecado. Amen.—
Avemaría.

2.ª — Oh María, por vuestra resurrección a una vida inmortal y gloriosa, obtenedme que resucite yo
glorioso con los justos en el ultimo día. Amen.— Avemaría.

3.ª— Oh María, por vuestra Asunción al Cielo, en cuerpo y alma, alcanzadme que logre yo salvar mi alma y
gozar eternamente en vuestra compañía. Amen.— Avemaría.

4.ª — Oh María, por vuestra exaltación sobre los Ángeles y por vuestro poder sobre los demonios,
alcanzadme que venza al infernal enemigo y que sepa dominar mis pasiones. Amen.— Avemaría.

5.ª — Oh María, por vuestra coronación sobre todo lo creado y por haber sido elegida Abogada de todos los
hombres, alcanzadme una filial confianza en Vos y acordaos de mi en todas mis necesidades, peligros y
tentaciones. Amén. —Avemaría.

Antífona. — La Virgen María ha sido llevada al Cielo; y ha sido exaltada sobre todos los Ángeles.

NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO.

Oración Preparatoria. — Alegrémonos en la festividad de la Asunción de María al Cielo. Oh Madre, haced


que algún día podamos acompañaros en la Gloria. Amén.

Día 1. María subió al Cielo en cuerpo y alma. Es ya un dogma de fe. definido por el papa Pio XII el 1.º de
Noviembre de 1950. Alegrémonos los que nos preciamos de ser sus hijos. Nuestra Madre está en el Cielo:
allá iremos.

Récense las cinco avemarías y deprecaciones (Arriba agregadas) *

Oración Final. — Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos
compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias.
Salvadnos. Amén.
Día 2. María murió; pero su muerte no fue ocasionada por enfermedad alguna corporal, sino por el grande
amor de Dios que inflamaba su Corazón. Nosotros moriremos: ¿nos preparamos con buenas obras?

Día 3. El cuerpo de María después de la muerte. No sufrió corrupción alguna. No podía sujetarse a la
corrupción un cuerpo que había dado a luz a un Dios hecho Hombre. Tú, polvo eres y en polvo te
convertirás.

Día 4. El sepulcro de María. Según una antigua tradición, los Ángeles guardaron el sepulcro de María,
entonando alegres canticos en honor de Ella. A nosotros nos espera un absoluto olvido de todos. Piénsalo
bien.

Día 5. Resurrección de María. Pasados tres días de la muerte de María, su bendita alma volvió a juntarse
con su cuerpo, resucitando a una vida gloriosa, para no morir ya jamás. Nosotros resucitaremos un día.
¿Cómo?

Día 6. Asunción de María. La gloria de que gozaba María se transfundió al cuerpo, y en cuerpo y alma
subió al Cielo. ¡Qué entrada tan solemne hizo Ella!

Día 7. Exaltación de María. Fue ella exaltada sobre todos los Ángeles. Mírala: Ella se llamaba esclava del
Señor y ahora es declarada Reina y Señora de todo lo creado. Así premia Dios a los que son humildes.

Día 8. Coronación de María. La Santísima Trinidad corono a María con corona de poder, de sabiduría y de
amor. El infierno tiembla al solo Nombre de María. Nada ni nadie puede resistir al poder de María.

Día 9. Confianza en María. ¿Quién no confiara en María al considerar su grande poder, su inmensa
sabiduría y su grande amor hacia Dios y hacia nosotros? Confiemos en María. Acudamos a su poderosa
intercesión.

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