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yor certidumbre quienes invierten en la fundacién de colegios qu en el desarrollo de materiales didacticos. No obstante, si no hubi oportunidades también para los editores, no estaria en el foco di atencién de empresas ~fundamentalmente tecnolégicas~ que hi t6ricamente no se habian interesado por este mercado. La correcci6n de estilo Mania CRISTINA DUTTO Bibliografia citada BAR, Nora, «Nuevas tecnologfas: como estan cambiando la forma de apret der», en La Nacidn, 21 de abril de 2013. PRENSKY, Mark, Enseftar a nativos digitales, SM. Disponible en httpi innovacioneducativa-sm.aprenderapensar.net/files/201 1/09/En nar_nativos_digitales.pdf. unto con eleditor yel diseftador, el corrector deestilo(o corrector de originales) integra la célula basica del proceso de edicién. Re- ‘ibe el original editado, enmienda los posibles errores ortograficos, lexicos, de construccién e ilacién. Busca la concisin y la claridad expositiva, ademés de la adecuacién a las normas y convenciones | Inguisticas. También prepara el texto para su puesta en pagina por + disefiador. Si el libro tiene preedicién, interviene desde antes de Ja escritura. Al menos en el mundo ideal | Editor, gestas? 1 editor, en el sentido anglosajén del término,' es la persona que lleva adelante el proyecto editorial. Interviene en el texto en busca Elinglés distingue entre publisher y editor, que no tienen equivalencias en es- ppatol. Bl primero es a casa editora (empresa oinstituciGn) o quien esta cargo de B cllaytoma lasprincipales decisiones en uantoa qué y c6mose publica. Elsegundo ‘la persona gue se ocupa del editing de una obra, esto es, de preparar el original para su publicacién, 141 debilidades argumentales; sugiere potenciar fortalezase incluso ngs dificar la estructura. Su funcion se acerca a la coautoria en los libr por encargo ~manuales o textos escolares, libros practicos y de d vulgacién cientifica, por ejemplo. El editor es responsable del ibrg desde que se toma la decision de publicarlo hasta que est4 impret y encuadernado, La presencia o ausencia del editor define en gran medida laf cion del corrector, porque ambos tienen perspectivas complemefia tarias. Uno se fija en la totalidad y otro en el detalle. Tras un bu editing, la correcci6n de estilo de un original es una funcién acota e inserta en una labor de equipo. Junto con el original, el correcta recibira pautas, tendré con quién comentar las dificultades que cnentre, a quién plantearle dudas y sugerencias, sabré quién decid en caso de discrepancia y contaré con un arbitro si se produce contlicto con el autor 0 el disenador, Sin embargo, la ausencia del editor es uno de los problemas: habituales de la produccidn editorial. No es que falte la persona. cargada de recibir el original, contratar a corrector, disefiador e it prenta, ajustarel cronograma, tramitar los pagos y buscarsolucione 1 los imprevistos que se presenten en el proceso, sino que esta pet «ana no tiene con el libro més compromiso que el de un gestor. Co hnecuencia, tampoco mediaré en los intercambios entre corrector wwior, lo cual es bastante légico, dado que muy probablemente haya letdo el original ni tenga idea de su contenido, Esto es co ‘eh instituciones, empresas y organismos internacionales, pero 0« ve también en grandes editoriales, No es raro que el corrector {i nica persona, ademés del autor, que ha leido el libro cuando este’ vale de la imprenta. Sin editor, el corrector es una figura con escasa contencién, lib daa suibuen (0 mal) criterio y alo que pueda acordar con el autor. mas que sea un excelente profesional, por mas que esté dispuesto @rapar espacios que en principio no le corresponden y por los qi ‘seguiramente tampoco cobra, nunca podra sustituir por completo al ‘itor ausente. No es cuestin de capacidad ~el corrector de un libra or editor de otro-, sino de perspectiva’ Quien est atento a «lvitas del camino no puede al mismo tiempo contemplar el {Ne qué autor estamos hablando? is snayorfa de los autores actuales no son escritores, si se entiende jyoreseritor a quien ha hecho de la escritura un oficio, que suele ser, lems, quien escribe por placer. Hay una tendenciaa asociarla figu- © \adlelescritorconla del autor literario, aunque el gran cajén de sastre Je lano ficei6n tiene también sus profesionales, comolos periodistas y los divulgadores cientificos. Fuera de estos casos, los autores son, jwor lo general, especialistas en determinada materia que escriben para comunicar contenidos. Corregir textos de autores que no son profesionales de la es- ‘itura suele implicar para el corrector més trabajo y mas libertad. (Conitinmente estas personas escriben con menos conciencia de los ecursos Tinguisticos que emplean y cometen més errores, pero al tnismo tiempo estn mas abiertas a la correccién, porque comunicar vss contenidos de forma clara y eficaz les interesa mas que defender modo que encontraron para expresarlos. Nada de estoes generalizable, sin embargo. Cada autor, de fiecion oe no fiecién, es Unico, como dinico es cada libro y tinica cada rela rion autot-corrector. Hay autores no escritores que escriben magni- jamente, novelistas consagrados que necesitan correccién fuerte, wutores incompetentes que defienden con uiias y dientes cada coma " incorrecta, autores experimentados que aceptan de buen grado cual: squier sugerencia que sirva para mejorar su texto... El abanico de las posibles relaciones entre autor y corrector sharca desde el intenso trabajo conjunto hasta la ausencia de todo contacto, aunque lo més probable es que se entable una relacién mnediada por el editor. El primer caso se da cuando el autor contrata il corrector directamente, ya sea porque quiere trabajar el original sntes de presentarlo a la casa editora o porque esta preparando una edicién de autor. El extremo opuesto, de trato inexistente, es comin enrevistas académicasy algunos libros colectivos, enlos queeleditor | asume la responsabilidad porla correccién, solo consulta al autor las dudas conceptuales y a lo sumo le remite pruebas de pagina para su aprobacién final Buera de estos extremos, es probable que, como forma de seguir de cerca todo el proceso, el editor medie en el didlogo entre autor y corrector: reciba las dudas de este y, si no puede resolverlas por sf mismo, las remitaaaquel, recibalas respuestas, lasevaliie ylas trans: mita. De todos modos, como los editores suelen estar desbordados, quizé ms pronto que tarde abandonen esta mediacin, en particu- lar si autor y corrector muestran sintonfa o tienen antecedentes de trabajo conjunto exitoso, En su relacién con el autor, la actitud del corrector es clave. Mas cuando tienen trato directo y muy especialmente cuando el libro es el primero que el autor publica. Para un autor primerizo, la figura del cortector es amenazadora. Ha invertido mucho tiempo en elaborar su original, lo ha escrito y reescrito, lo ha dado a leer a otros, le ha hecho ajustes... Entonces llega el momento de publicarlo y aparece una persona desconocida, sin formacién en el tema, dispuesta a mo- dificar de un plumazo lo quele ha insumido tanto esfuerzo. Hay que reconocer que es un miedo razonable En esta situacién, el corrector debe mostrarle al autor que es uit, aliado, no un adversario; que alli no hay competencia, sino servicio; que ambos comparten el objetivo de que el libro salga lo mejor po- sible. Incluso cuando la relacién es mediada por el editor, el modo 4 de formular una observacién o una sugerencia, la redacci6n de un. comentario al margen o una lista de dudas van a dar el tono. Sensi? bilidad, respeto genuino y tacto pueden hacerla diferencia entre una telacién de colaboraci6n productivay una relacién tensa que termine perjudicando al libro. Un caso particular, también para la corteccién, son los libros de autores multiples -tipicamente, aunque no solo, aquellos fruto de congresos, simposios, etcétera-, en los que, ademés de corregir, es preciso unificar. No se trata de disolver los estilos individuales, sino de queel resultado sea un libro y no una mera recopilacin de articu- los. Por supuesto, esta pretensién no solo atafie al corrector, sino a todalacélulaeditorial, en especialal editor. Editar una obra colectiva tho puede limitarse a invitar alos autores y escribir un prélogo. Se requiere un editor verdaderamente involucrado en el proceso, que nntervenga en los textos, mantenga con los autores un didlogo exi- vente y tome decisiones orientadas a los lectores. Bs recomendable que estos libros tengan preedici6n, o al menos «jue los autores reciban pautas claras acerca del original que se pre- ‘onde, De este modo, al empezar a preparar su texto, tendran claro 1 propésito de la publicacién, el tipo de lector, qué otros autores patticiparén y sobre qué temas escribirén, de cuanto espacio dis- ponen y también algunos criterios formales, como el tipo de citas bibliograficas que se ha decidido emplear (algo que es engorroso uni- ficar después). Pueden aftadirse instrucciones para la titulacién y la numeracién de titulos internos, indicaciones respecto al empleo de formas de primera persona, lanarracién en presentehist6rico, eluso de lenguaje inclusivo, etcétera. Que corrector y disetador participen en la etapa de preedicién y en la elaboracién de las pautas ahorra problemas y facilita la solucién de los que se presenten, gPor qué de estilo? gQué corrige un corrector? Las personas ajenas al mundo editorial suelen asociar la correccién exclusivamente con la ortografia, quizé porque también suele cir- ‘cunscribirse a la ortografia la idea de «escribir mal» o «no saber es- cribir», La correccién ortografica es imprescindible, sin duda, y exige del corrector formacion y actualizacion, pero casi nunca es suficiente para que un texto quede en condiciones de ser publicado. ‘Ala inversa, no es raro que originales cuidados y sin ninguna errata necesiten correccién fuerte. Para empezar, porque también forman parte de la ortografia la puntuacion y el uso adecuado de maydsculas, la escritura de cifras y simbolos, asi como ~ya en el te- reno de la ortotipografia~ el uso convencional de comillas, cursivas y otros diacriticos. Pero también el texto puede tener redundancias, palabras mal empleadas o superfiuas, muletillas, repeticiones, ambi- giedades. Puede tener discordancias, cambios injustificados de voz © de manejo del tiempo, gerundios mal usados, falta de cohesion en las citas lng erfceone bibliogrfies Puede tener lapsus en fechas, pe tansoelcorector de estilo recive unoriginal que noha tenido «dicing profesional, a esta tarea de adecuacién a las normas ortogré- ficas, gramaticales y de estilo debera sumar otras que corresponde1 sla eafera del editor, como asegurarla coherencia dl texto y la ade. ‘uaciéna aus destinatarios. En algunos casos, l corregt aporecerde problemas de estructura u organizacion, desequilibrios en el trata~ niento de los temas, incongruencias argumentales, afirmaciones ”

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