You are on page 1of 10
JOAN MARTINEZ ste wT ECONOMIA ECOLOGICA Y POLITICA AMBIENTAL 1, LA ECONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO Dos visio DE LA HeONOMIN [A ECONOMIA REOCIASICA ¥ LA ECONOMIA ECOLOGICA Ls libros de economia suelen introducir el funcionamiento Inisico del sistema economico a partir del concepto “flujo cir cilar de Ia renta’, El esquema mas simple consistrfa en un Conjunto de interrelaciones entre, por un lado, las empresas y, por el otro, las familias o unidades domésticas. Las empresas ‘venden bienes y servicios a las unidades domésticas, y con ello Femuneran a los que proporcionan los factores de produceién, cs decir, la Gerra (cuando ésta no se olvida), el trabajo y el ex pital figura 1, Fl anilisis se limita a las relaciones entre agentes econd- rmicos y;aclemas, ol punto central de atencién de la economfa Cconvencional son los intercambios mercantile, a pesar de que ‘l papel de los mercaclos en las diferentes sociedades es muy diferente e incluso en las Hamadas "economlas de mercado” las relaciones mereantiles son solo una parte de las relaciones cconémieas, De hecho, en el propio esquema del flujo circular hho aparecen individuos sino instituciones como son las em- presas y las tinidades dameésticas en el seno de las cuales no funcionan los intercambios mercantiles, Coase planted. en 1937 que las empresas pueden verse como “islas de planific cién” dentro de una economia de mercado;! mucho antes Marx plantes la distincién entre fuerza de trabajo y trabajo: lo que en los mercados laborales se vende no es el trabajo sino la fuerza o eapacidad de trabajo? que se convertiré en mis 0 me- nos trabajo efectivo segiin como funcionen un conjunto de mmecanismos de control e incentivos. Y, por supuesto, las com- "RH, Coane (1997), "La naturale dela empress”, en RH, Conse, La empresa el moreado 9 iy, lanza, 1984, Mare (1867), Capel. bro primero, vo 1, ad de Manel Sais van, Gro, 1976 16 TAECONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO Figura 1.1. Fl flujo circular de la rent ap) plejas relaciones dentro de las familias no se pueden ver como intercambios mercantiles por mucho que algunos economis- {as ulllicen eonceptos como “mercados matrimoniales” En ls libros de intreduccion a la economia, el esquema bsico del “flujo circular de la renta” por supuesto se complica afiadiendo, por ejemplo, las interrelaciones entre empresas, el papel del gobierno, que se apropia de parte de los ingresos para Fedistribuirlos y que tambicn contrata trabajadores y ofrece servicios, el sistema financiero, que interrelaciona ahorro y ne- cesidades de inversion, y las interrelaciones entre diferentes economias “abjertas" a las exportaciones c importaciones de bienes y servicios, Pero tado ello no altera el hecho basico: la eonomia se considera un sistema cerrado y autosuficiente. Lo {que pasa “fuera de la economia” no afecta basicamente al obje- to de estudio, que podria analizarse sin tener en cuenta el siste- ‘ma global —la naturaleza—en el que se desarrolla, La idea de sistema cerrado se hace a veces completamente expliclta como, refleja la siguiente cia de un antiguo manual: Hemos recorrido un cfreulo completo, Estos intercambios im ‘cana empresas yeconomias domésticas en interaceidn reeiproca [E.Sila economia consistcse tnicamente en econorias domés- LAECONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO. ” ticasy empresas, las economias gustasen toda la renta que re- cibiesen en Ia compra de bienes y servicios producidos por las ‘empresas, y si las empresas distibuyesen todos mas ingresos 8 las economias domésticas, ya fuese por adguisiciones de servicios tle Tactores 0 por distribuckon de benelicios a sus propietari, fetonces el jo circular seria muy sencilo [1 Rujo circular ‘era entonces in sistema completamente cerrado.” La economfa convencional 0 neoelisica— analiza, por lunto, sobre todo los precios (es, pues, fundamentalmente “crematistica”) y tiene tina concepelén metafisica de la reali- dad econémica que funcionaria como un perpertsim mobile lubrieado por el dinero. ‘En contraste, la economia ecol6gica (figura 12), considera al sistema econdmico como un subsistema de un sistema mas ampho, Ia Tierra o biosfera. BI planeta Tierra es un sistema rbierto a la entrada de energia solar pero bisicamente cerrado fespecto a la entrada de materiales. La economia necesita en’ trarlas de energla y materiales, y produce dos tipos de resi- ‘el calor disipado energia degradada (segunda ley de fermodinammica) y los residuos materiales, que mediante la ‘eutilizacién o reciclaje pueden volver a ser parcialmente uti ‘ados, Parte del reciclaje es resultado de dedicar esfuerzos a Clo, de Ia intervencion humana (es, dirfamos, una “actividad ‘econémica"): por ejemplo, para reaprovechar el papel o cartén 6 el sluminio; otra parte, més voluminosa, se reciela natural ‘mente, sin intervencién humana, mediante los ciclos natura- Tes que convierten “residuns” en “recursos”: asf, el CO, que los animales emiten como residuo de la respiracién es absorbido. por las plantas para formar materia organica, o el estiereol es transformacdo por microonganismos y se convierte en alimento de las plantas, en dn recielaje que en algunos casos puede ser pricticamente (otal, En cambio, en las economias modernas los residuos —debido a sis cantidad y composicion y "a estar 2 6, Lipsey (1989), rec eon Pst, 12, Vem "Tn termeinamicadiramos que Ia Tierra es un sistema “cerrado” (entra nar a no tre) sme nen (ses ent ine “ LAECONOMIA COMO SISTEMA ABLERIO Ficuea 12. La economia como sistema reproductive abierto fuera de lugar’— en gran parte se acurnulan y slo a veces se convierten en nuevos recursos a través de procesos que 10 permiten una recuperacién a 100%. Algunos residuos (metales pesados 0 residuos radiactivos) sern t6xicos durante muché- simo tiempo, sin posible reciclaje 0 reutilizacion satisfactoria, El reciclaje de materiales requiere siempre un gasto de ener- sia con [a diferencia de que el reciclaje “natural” se activa me- dliante la energia solar a través de los eomplejos ecosisternas. Una sociedad no puede mantenerse y subsistir a lo largo. del tiempo simplemente reproduciendo los bienes de capital producidos y la fuerza de trabajo (gracias a los bienes de con- sumo ya los servicios de las empresas pero también gracias a rmultitud de trabajos que sobre todo asumen las mujeres in- correctamente se suelen considerar como "no econémicos") sino que también necesita mantener un. flujo de recursos que no son producidos por el sistema econémico, que son extraidos de la naturaleza. Alpunos de estos recursos sirven para obte- ner energia y otros se utilizan para diferentes sos, Desde otro punto de vista, muy relevante para la gestion econémica, pode- LAECONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO » ‘nos clasificar los recursos en tres tipos. En primer lugar, hay los recursos que son inagotables a escala humana como es la fenersia solar y sus derivados mas directos (como la enengia dol viento) cuya cantidad disponible en el futuro no depende ide que hoy los apravechemos més o menos, Son recursos “re hhovables" pero para distinguirlos se denominan a veces recur- 80s continues o recursos flujo. En segundo lugar, existen los Feeursos renovables potencialmente agotables que sf plantean problemas intergeneracionales ya que un uso demasiado in- {onsivo o la degradacién de los ecosistemas puede llevar a su ‘iuotamiento, como veremos en tn eapitulo posterior: Por it ‘mo existen los recursos no renovables a escala humana que a su vez se pueden clasiicar en reciclables o no reciclables, 1o que lepende no s6lo de las earacteristicas isieas del recurso sino ‘de'cOmo es utilizadoy asf, Ia madera que se quema no puede rociclarse pero la madera wiilizada para la construceién sf po- dia recielarse como también Ia parte del petroleo que se utiliza rho para obtener energia sino para obtener plisticos Todo sistema evondmico, sea mas complejo o mas simple, ces un sistema abierto. Lo que ha cambiado radicalmente y lo ‘que diferencia unas sociedades de oltas es la cantidad y tipo- logia de recursos extrafdos de a naturaleza. Antes de la indus. trializacion, las fuentes de enerzia eran energfa solar directa aprovechada por la fotosintesis, o energfa solar transformada tn viento (que mueve molinos) o caidas de agua (asada en mo- linos) previamente evaporada por la enemgia solar 0 energia ‘obtenida a partir de la biomasa. Con la industializacion se ata ‘lid una fuente de energia nueva: el carbén, y mas tarde (desde finales del siglo xzx) el petrdleo y el gas. Fstos también proceden de la energia solar, pero de épocas geolégicamente remotas, ¥y lo que ahora hacemos es extracr esos combustibles fosiles y Quemarios a un ritmo mucho mis rapido que el de su produc- ‘idn geologic. En efecto, no hay que confundirexiraccion con verdadera produceidn sostenible, Es por tanto erréneo, a al me- hos confuto, hablar de “produccién de petréleo” como habitual- ‘mente lo hacen los economistas al referirse, por ejemplo, a la cextracci6n anual en Venezuela, Ecuador 0 México, Es erréneo ‘emplear la misma palabra, “produceién”, para procesos tan dis- tintos como la extraceién de petedleo y la produccion de bio: 2 [ABCONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO. ‘masa en Ja agricultura mediante el flujo actual de energta solar y la fotosintesis. Las relaciones entre el iempo biogeoquimico ¥ €l tiempo econémico son muy distintas en ambos tipos de “produceién’, por ello es tan importante distinguir en términos practicos entre recursos renovables y no renovables (0 renova bles a un ritmo tan lento que, desde cl punto de vista economi- co, pueden considerarse como no renovables), La naturaleza, proporciona ciclos biozeoquimicos de reciclaje de elementos uimicos, como el cielo del carbono o los ciclos del fosforo, ¥ To que hacemos en la economia actual es acelerarlos, de manera ue ponemos en la atmésfera mas diéxido de carbono del que Ja fotostntesis aprovecha 0 los océanos absorben, con lo que at ‘menta el efecto invernadero; 0 ponemos (en algunos Iugares del mundo) demasiado fosforo en el mar (por los ferilizantes y detergentes), a un ritmo mayor al reciclable naturalmente, ‘con lo que provocamos contaminacién. Ademés, la economia ‘mundial extrae anualmente miles de millones de toneladas de minerales, remueve atin més materiales y ha introducido mu- cchos productos sintéticos que, en algunos casos, han tenido fuertes impactos negativos sdlo advertids después de aftos de utilizaci6n (pensemos en el nora en Tos ere). Excepto lo reciclae do, toda la materia utilizada por el sistema econdmico se de- posita en la naturaleza (mds pronto o mas tarde, porque en parte puede permanecer muchos anos eontenida en edifices, imiiquinas 0 bienes de consumo duradere) una vez que ya no tiene utilidad, una ver que es un residuo. Por ello, la termino- logfa de Ios economistas, también en este aspecto, es cuestio- rable. Como Ayres y Kneese sefialaron hace ya mas de 40 ano ‘odavia persistimos en referimes al "consumo final” de bienes como silos objetos materiales, tales como los combustibles y le- res terminados, desapareciewen de alguna forma en el vaio, pre- tea queen épocas pasadas comparativamente o tenia efectos per juicales en ls medida en que el are y ol agua eran benes bret ‘a iternlmente. Desde Inepo, Jos residues procedentes tanto de Jos procesos de producclén come delos de consumo permanccen rnormalmente proporcionan, ms que servicios, desulidades”* RU. Ayres yA. V. Kross “Production, consumption and extemalites, LAECONOMIA COMO SISTENA ABIERTO a Fl petréleo (0 el carbén, 0 ol gas) no se produce, porque ya se produjo: se extrae y se destruye, La primera ley 0 postulado ella termodinamica (ciencia de la energia y de sus transfor fnnciones), que fue entunciada hacia 1840, dice que la enengia se conserva; por tanto, la energia del petréleo (0 del earbéin, 0 {ial was) quemado no se pierde sino que se transforma en calor Uisipado, Este es incapaz ya de proporcionar enengia de movi miento (por la segunda ley de la termodindmica, enunciada hacia 1850). Estas leyes tienen relevancia para la economia hu- ana y nos podemos preyuntar si un economista puede ser ‘competente coro tal e gnorar la primera y segunda leyes de la termodinémica, ¢Puede verse la economia simplemente como lun circuito cerrado entre productores de mereancias y const- Iidores, coordinados por los mercados donde se forman los precios que gufan sus decisiones, o mas bien debemos enten- Gerla economfa humana como un sistema abierto a la entrada dle energia y de materiales, yabferto también a la salida de re- siduos s6lo en parte reciclables? En definitiva, la naturaleza juega el doble papel de sumi- histradora de recursos y receptora de residuos. Ademds, pro- porciona directamente servicios que van desde el disfrute de Alcterminados paisajes hasta otros esenciales para la protec- tid de la vida como la preservacién de la capa de ozono ab- .do los rayos ultravioleta. Todos estos servicios que la wreza presta a la economia humana (o que podria prestar ‘con el tempo si, por ejemplo, se conserva la biodiversidad) no ‘sin bien valoradas en el sistema de contabilidad crematisti a propio de la economia neaclisica (tl y como veremos pos- leriorment) ‘La economia ecoldgica estudia el metabolismo social y por lo tanto contabiliza los Mlujos de energia y los ciclos cle ma- {eriales en la economia humana, analiza las diserepancias en- {reel tiempo econémico y el tiempo biozeoquimico, y estudia también la coevolueién de las especies (y de las variedades ‘agricolas) con los seres humanes. El objevo basico de estudio American Ecanomic Revie ol. $9 (1969) (Produecio, consume ¥ external ARSENE. Gallego Gris (ed), Eoonomta dl mao ambiente InstUto ASEaon Pca Madi, 1974 2 LA ECONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO es la (in}sustentabilidad ecolégica de la economia, sin recur ‘aun solo tipo de valor expresado en un Gnico numerario. El debate entre esas dos visiones de la economia ha cobrado, szran impetu cn afios recientes, pero sus orfgenes se remontan ‘amas de 100 afios, cosa fécilmente comprensible si recordamos que la quimica, la fisica y la biologta necesarias para entender como la cconomia humana ests inmersa en ecosistemas mucho ‘mas amplios, estaban ya disponibles desce hace mas de 150 aos. As, la escuela de los fisidcratas, en la Francia del siglo xvi, 0 ‘Adam Smith (quien publies Za vigueza de las naciones en 1776) David Ricardo o Thomas Robert Malthus (autor del Ensayo sobre el principio de la poblacién, 1798), escribieron antes de que se establecieran los postulados de la termodindmica, pero no Marx ni los economistas neoclisicos como Leén Walras 0 Jevons, todos ellos autores de la segunda mitadl del siglo xIx. Es sorprendente esa ceguera y ensimismamiento persistentes de los economistas, hasta la reciente eclosién de la nueva escue- lade la economia ecoldgica, [NECESIDADES HMANAS, PREFERENCIAS Y cONSENO Si uno consulta cualquier libro de microeconomfa convencio: nal en sus capitulos dedicados a la teorfa del consumo, se en- contrara con un concepto hasico: la funcién de utilidad (0 st equivalente mas refinado: la relacion de preferencias), y con tuna hipétesis basiea, la de la sustitu bienes, El aumento en el consumo de cualquier bien cumplirfa un, mismo y tinico objetivo: aportar utilidad (o, lo que es lo mis- mo, permitir situarse en un lugar mas avanzado dentro del or den de preferencias), Las combinaciones de bienes que pro- porcionan mayor o menor uilidad serfan una cuestion subjetiva =y tolalmente abierta, puesto que "sobre gustos no hay nada escrito’— que los economistas no tendrfan por qué intentar explicar. El supuesto basico de sustiwuibilidad entre bienes plicarfa que, dada cualquier combinacién inicial, digamos a unidades del bien x y b unidades del bien , un consumidor casi siempre estarfa dispuesto a renunciaia una pequefia ean idad entre diferentes EAECONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO a tidad del bien x, si se le ofrece como compensacién una cant iad adicional del bien y que sea lo suficientemente grande (Cantidad variable en funcién del punto de partida y de las preferencias de cada cual). Asi, si hablamos de dos merean- ‘as, existiria una “relacién subjetiva de intercambio” (lo que en microeconomia se llama relacion marginal de sustinwci6n), {que habria de compararse con la relacién objetiva de intercam- bio dada por el precio relativo de mercado entre los dos bienes; silo cuando ambas coincidiesen el consumidor estaria en el Splimo. Dado el suptesto de susttuiblidad, los cambios en el pre- ‘io relativo entre dos bienes provocarian cambios en la combi- hhacién éptima de bienes; sélo en casos extremos la demanda tle un bien seria invariable frente a los cambios de precios. Nétese que la palabra “necesidades” es ajena al plantea- miento anterior, Necesidades, deseos, caprichos... estan en el ‘mismo nivel? de manera que incluso se hace imposible explicar ims alld de la explicacién tautologica de que las preferen- clas ola fineién de utilidad asf lo determinan—1a regularidad fempirica del consumo més universalmente constatada, y que ‘se conace como “ley de Engel”, segin la cual los pobres zasian en. alimentos un mayor porcentaje de su renta que los ricos. ‘Aunque Ia discusion sobre las necesidades humanas es ‘muy resbaladiza, parece mas pertinente —como primera apro- ximacién— pensar en términos de diferentes necesidades hu- tanas ordenadas jerérquicamente, desde las materiales mas bhasicas (en primer lugar; la alimentacion y, en segundo lugar, la necesidad de proteccién o abrigo, de ropa y vivienda) hasta |is no materiales (cuya elasificacién es mas diseutible y varia ble entre individuos, pero que incluiria las necesidades de afec- to, comunicacién, ocio, conocimiento...).? La alimentacton es Condicién basica de todas las demés y 6lo cuando se ha cum plido es posible pensar en cubrir necesidades “superiores” (aunque hay excepeiones, ya que puede darse prioridad por encima de comer a otras necesidades, como en casos de fuerte A Bares, Filsefia de acon, Fuhemilcaria, Barcelona, 199, vp 21012, ‘Un muy Inteesante plnteamlento en este sentido se encuentra nel jtky 2 de M Lavoe, Fdations of Paseynesian Economic Arabs, ‘word Eg, 192 2 TARCONOMEA COMO SISTEMA ABIERTO adicelén y en comportamientos autodestructivos en que se rrenuncia a la alimentacién). Aqui el punto de atencién princi- pal es el nivel de ingreso (més que los precios relativos), que determina el tipo de necesidades que se abastecen, Podria hax blarse de que el consumo se orienta segtin un orden “lexicogra- fico’, como hace décadas plantes Georgeset- Roegen, aunque la economia neoclésica se ha interesado por las preferencias lexicogréficas sélo como una curigsidad que sirve para exp car tuna excepci6n al caso general en el que las preferencias se representan por una funeién de utilidad continsa.* Ni los pre= ios relativos ni las preferencias subjetivas explican la “ley de Engel”, sino las necesidades bisicas comunes a todos los hui Por otto lado, es importante distinguir entre una necesi- dad y los bienes que se orientan a satisfacerla; en palabras de Manfred Max-Neef, una cosa son las “necesidades" y otra los “satisfactores”” La’subsistencia implica, como en seguida ve- remos, cierta ingestion de calorias (energia endosomatica), pero la comida puede venir de muy diversas formas. Aunque Ja cultura y las costumbres son importantes, no nos equivoca- remos mucho si pensamos que los muy pobres maximizan las ealorfas que compran con tun determinado presupuesto para alimentacién (siempre que obtengan ademas las protefnas ne- ccesarias). Asf, entendemos la posibilidad de lo que se conoce ‘como *paradoja de Giffen’, segun la cual si un bien basico se encarece, es posible que el consumo del alimento aumente en ver de disminuir, violando la “Tey de la demanda”: si uno siem- pre come arroz y lentejas (o maiz y frijoles), y muy esporadi- camente consume carne, se vers obligade a consumir atin me- nos carne si el arroz y las lentejas se encarecen, El lenguaje de las necesidadles basieas v de Ins formas mas o menos caras de satisfacerlas permite explicar mejor la paradoja de Giffen que el Jenguaje economicista habitual, segtin el cual “el efecto istgreso puede dominar al efecto sustitucién, dependienda de las pre ferencias de los consumidores" vse: are, H.R. Vason, Ass meson, nn! Bosch “NL Max-Necf, Desarollowescala humana, carla, Barcelona, 1994, LA BCONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO FS Si se clasifican Jos bienes en grupos, segiin la necesidad itienden, cabe hacer previsiones coneretas sobre los posi- ‘eectos de cambios en los precios relativos de los bienes.. Sih se encarecen en general los alimentos respecto al resto de hones, es improbable que la reaccién sea comprar menos ali Jnjentos y gastar mas en vivlenda o en ocio; ya que las necesida- les de ocio, vivienda y alimentos son “irreducibles” entre ellas, ‘on interpretables en términos de una utilidad homogénea."* Fin cambio, si se encarece un determinado tipo de pescado, es mucho més probable que la cantidad demandada caiga apre- lablemente para orfentarse hacia otros bienes que satisfacen li misma necesidad. ‘Aun asf, el asunto es mas complejo, ya que un bien satisfa- ce diferentes necesidades, segiin ss caracteristicas. Hay quien jnasta su dinero en determinados bienes como forma de identi- ficacion eon un grupo social o por motivos de ostentacién, ‘como enfatiz6 Thorstein Veblen, 0 para suplir carencias afec- tivas, Una de las paradojas que encontramos al analizar, por empl, la tesis de la supuesta “desmaterializacién’” de la eco- homfa, que abordaremos més adelante, es que precisamente ‘en las sociedad ricas se ha producido una tendencla crecien- te a satisfacer las necesidades no materiales a través del con- sumo material (0 mejor, a intentar satisfacerlas, porque los sa~ tislactores pueden ser “lalsos satisfactores” que producen frustracion). Las necesidades humanas generan las demandas de con- sumo, y son éstas (junto a las tecnologias) las que en tltimo {érmino explican los flujos de materiales y energfa. El medio fambiente proporciona directamente “servicios” de muy dife rentes tipos, que cubren clertas necesidades humans. Algu- hos son hasicos pars la vida, Las necesidades elementales de la specie human no se reduucen a la alimentacién (que sélo es posible por los ciclos de la materia de los ecosistemas), tam= bien implican el mantenimiento de determinadas condiciones D1 Stern, “Limits o substitution and imevesbliey in production and constmpilon A neoclassical iterpretation of ecotogleal economics", Eeobt Cel Baar, a tain 3 pio de 197) pp TS. ades’, Ezolgia politic, stim. 12 (1996) 2% TLAECONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO ambientales —de temperatura, livia, composicion atmostérica, cic —, La destruccion de estas condiciones no puede ‘sus. tuirse’, en general, con el consumo de otros bienes o servicios, ‘Atenlidas las necesidlades basicas de allmentacion y abrigo, el mantenimiento de tales condiciones deberia considerarse como den “valor ininito", en el sentido de que ningun aumento del consumo justifica su destruccldn, a menos que creamos que loss del presente sn ms portants quel superivencla utura, Otros “Servicios”, asociades generalmente con el sspec- to “recreativo" del medio ambiente, parccen menos basicos, Pero atienden necesidades humanas especiicas que, una ver Satisfecho un nivel minimo de consumo material, tlenen para algunos ~ya ahora, y quiré mas en el futuro una prioridad sobre el propio consumo material, Si pensamos en terminos de preferencias lexicograficas, argumentariamos que la des truccion reversible de dichos servicios para disponer de mas bienes materiales puede Mevara situaciones peotes, $a qe tn les peias ambietaes no wo compensable con bens ma ‘Las preocupaciones ecologistas no som ajenas a la vida cotidiana ni a las necesidades basieas de In especie humana Generali sa vino a eclosion oambenaise como un lujo de Tos ricos max que como una necesidad de los bres. Cuando ya se iene de todo, uno se preocupa por las pecies en extincién. Cuando la familia tiene ya uno © dos ato. Moles, se le ocurre asus membros pasearse en bicicleia los dlomingos. Bse es el lugar comin: los pobres son demasiado pobres para ser “verdes”” Sucle creerse que la rigueza pro. porciona fos medios para corregirlosdanos ambienialesyiuc Jn gente rica es, ambientalmente hablando, més consciente Porgiue puede afrontar la preccuipacién por Ia calidad de vida ' Esta discus iene una relcion deca com I dsc bree “es ‘eepte del tur el cna copia "Vase una Tita de autores que soninen tal opinion y una erties de tates ‘posraterialiaa” dol orjgen del ecolosizmo en Joss Mardin Ale Deleeconem ecaigea al ecalostane papa, Iara! Norden, Barca’ Mo ‘video, 1998; con mayer extensdn en Raachanea Gulla yJoan Mares Allee artes of Enaronmsctaion Essays Novth ana South, Barihsea, Lo aes, 1997, LAECONOMIA COMO SISTEMA ABIERTO n 4) contra de esta opinién, citaremos unas frases de Hugo Hlanco, antiguo dirigente campesino en el Perd, quien las es- ‘oribiera cuando fue senador en 1991, frases que sintetizan en. lin Fenguaje cologuial nuestra tesis de que existe un "ecologi imo de los pobres" A primera vista los ecologistas o conservacionistas son unos Tipos un poco locos que Iuchan porque los ositos panda o las huallenss azules no desaparezcan, Por muy simpiticos que le parezean a la gente comin, éta considera que hay’ cosas mis [importantes por las cuales preacuparse, por ejemplo, mo con- seguir el pan de cada dia. Algunos no los toman como tan Tocos ‘ino como vivos que con el cuenta de velar por la supervivencia {le algunas especies han formado “organizaciones ne guberna- ‘nentales” para recibir jagosas eantidades de délares del ext [Und Pueden ser verdaderas hasta cierto punto esas opiniones; sin embargo, en el Pert existen grandes masas populares que Son ecologistas activas (por supuesto sia esa gente le digo “eres ‘Scologisia", pueden contestarme “ecologista sera tum..." 0 alg por el estilo). Veamos: gn es acaso ccologista muy antiguo el ppuchlo de Bambamarea que mls de una ver Incho valientemen te contra la contaminacién de sus aguas producida por una ‘mina? 2No son acaso ecologistas los pucblos dello y de otros ‘alles que estén siendo afectades por Ia Southern?

You might also like