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NO ME GUSTAN LOS HUEVOS FRITOS Nueva historia de un curita enamo- rado, Perdidamente enamorado de la mujer de un agricultor y que estaba embarazada. Cémo hizo para engafiarla y acostarse con ella. Y de cémo el marido descubrié todo y armé la venganza. Terrible venganza capaz de hacer con que ese padre curita no quisiera nunca mas enamorar a otras mujeres. Este era un padre cura que vivia en un pueblo. Y era ‘enamorado de la mujer de un agricultor. Este agricultor todos dias tomaba su café y se iba al trabajo. Y para esto, ese padre cura era bien enamorado. Enamoradisimo. Un dfa, pues, ya se fue alld donde la sefiora esta. Ya se fue y le dice: —Ay, hijita, Usté té en cinta. —Si —le dice—, mi padre. Si. = |Caramba! (Qué lastimal jY es un nifio tan lindo! Vea, y va salir hasta fal —sPor qué —le dice—, mi padre? —Yo ya sé —dice—. Vea, le falta un brazo. Le falta un ojo. iQué lastimal Entonces la sefiora se puso a pensar: "{Cémo le va a faltar? WY cémo sabe ese padre?” Paulo de Carvalho-Neto — Como sabe? Entonces dijo el padre. Le dice: —Sabe que yo sé poner una oraci é cambio ae YO, ce poner una oracién. Yo sé bautizar Esta sefiora se convencié: —Bueno —dice—, mi padre. ,Y cémo va a hacer Usté? —Ve, hijita le dice—, Ust ee rL dice—. Usté prepare la cama y entonce Esta sefiora ya se fue y preparé ° preparé la cama. ¥ la operacién gno? Le dice el cura ne —Bueno, ahora si. Si e: , f. Si es que le faltaba un ojo, ya e puesto. Ahora te voy a bautza. Sie hombrect te lamas ito y si es mujercita te llamards Juanita. Ahor: i Ya sale tu hijo completo. ee Se fue. Para esto, pues, entonces le dice esta mujer —JSabe, marido? i {Sabe, marido? Que aqui ha venido ee qui ha venido el padre cura a ih, sit Qué ni por aqui, si nosotro ‘casa, pues, una casita mas 0 menos. Sefiora jfuera matado un pavo pa qui =No —dice—. Una gallina no embarazada’ El pavo es pa el nifo. =2¥ como i 2 va ese nifio? —e dice el mari —Falta un brazo, un ojo “e iy! LY cémo va a creer? —Asi lo dijo, pue. ue? :Quién? —EI padrecito, Que le falta un brazo, un ojo. —iAVEY cémo sabe? —Pero ya le puso —di ‘i lijo esta sefiora—. Ya puso el brazo, puso el ojo ya le bautiz6 también. Que sich Fombrecttn sg lamard Juanito y si eh mujercita se Hamard Juanita ‘ ita, ya va de tarde viene el marido. Ya lagro! —dice— Que el padre ni sabe ve- en el campo. —Y ve su “Bueno, en fin.” Le dice— 1e fuese atendido el padre? ‘més. 3No ve que yo estoy No me gustan los huevos fritos 139 El marido se puso a pensar. Bueno, no dijo nada. El no dijo nada absolutamente. No le dijo nada a la sefiora. Nada. Al siguiente dia, pues, se fue al trabajo nuevamente. Pero ese hombre trabajaba y pensaba mucho: “Vea lo que ha hecho mi padre. Hoy dia el mejor pavo voy a coger y voy a invita’lo a que venga. Hoy dia.” ‘Cuando ya estuvo el pavo preparado, fue a invitar al padrecito: —Sabe, mi padre, que Usté ha ido hace dias a la casa y yo no h’estado alli. Y yo también ahora, pue, me queda el derecho de venitlo a verlo invitarlo. ito —como estaba enamoradisimo de la mujer, pues—. Cémo no, hijite. Que yo I'he matado un pavo para hacer Usté allegado. A que llegue alla a la casa. En fin, bueno, Cuando ya lleg6, pues, comieron el pavo y todo. A la final ya terminaron. Entonces ya lo lleva adentro el hombre al cuarto onde dormia més o menos jno? Y le dice: —Mi padre, hace dia, que yo no estuve aqui, Usté le ha puesto el brazo y el ojo a mi nifio, que mi sefora esté embarazada. Y ya esté bautizado. sY cémo ha bautizado Usté? —le dice—. ;Y cémo ha puesto eso ahi? \Caramba! El ojo. —Ay hijo —dizque le dice: Qué pasa? {Qué es que Usté me dice? yQué cémo eh eso? Para eso, pues, ese hombre ya habia desocupado la casa. La casa estaba sola. ;Cay! Le pega la venganza al padre: —Vea, mi padre —le dice—, Usté aqui en esta caja Usté me va poner los compaiiero aqui. = Por qué, hijo? Porque sf. Sino yo lo mato. —Cogié la escopeta y—: Lo mato. ‘Asi que el padre quiso no quiso tuvo que poner los ‘compaferos ahi. Entonces jpaaal cerré esa caja con los compafieros adentro. Quedé preso ese padre curita. (Caramba! 140 Paulo de Carvalho-Neto Yese agricultor, pues, se largé y prendié fuego ala casita. Era su casita, pero... ino ve que el padre hizo todo aquello? Que habia puesto un ojo, un brazo y bautizado a la criatura. Es que asf son, pues. Asi son. “chica! En eso mi padre veia que estaban las llamas ya que le Hlegaban. Quiso no quiso él se arrancé y dejé los huevos presos ahi. Y salié a la carrera. Se llegaba ya por el pueblo y pasaba por ahi a la carrera. Y en esos pueblos (como un padre en toda parte es conocido, principalmente de los nifios), esos nifios le preguntaban —iAh, padrecito! sQué lleva? gPor qué corre? Ah, hijito! Es que no me gustan los huevo frito, iFljese! Tenia raz6n, pues. Si'sus compafieros se habjan quedado presos en la caja, quemandose con toda la casa. No le gustaban los huevos fritos. Qué, pues, pudo hacer? Ese padre cura nunca més fue a ponerle brazo ni ojo a ninguna criatura. LO MARAVILLOSO (magia y fantasia) BELLA FLOR BLANCA Historia de una princesa que se enamoré de un paje, contra la voluntad del rey. De cémo el rey intent6 matarlo. De cémo protegia a su novio y lograron hui. La huida desesperada por las mon- tafias, a caballo, y por el mar, en buque, y la persecucién del rey. De cémo la reina madre eché una maldicién y el paje perdié la memoria, olvidando y abandonan- do a su princesa. De cémo una mujer bondadosa intervino en ayu- da de los amantes. El triunfo final del amor. Este era un rey que tenia tres hijas, tres principas. Una se lamaba Bella Flor Blanca, la nifia menor. Y este rey también tenia un paje, un muchacho. Para esto, la nifia se habia enamorado del paje del rey. Else dio cuenta, el rey, un dia, que ella estaba enamorada. Entonces llamé ina, le dice —Oiga, hija. {Usté ha visto una cosa? = De como? —le dice. —De que esta nifia esta bien apasionada de este muchacho. —Era un paie, y el rey no querfa—. Yo no quiero que ja se vaya a casar con este muchacho. Majadero —Ie dice. 43 44 Paulo de Carvatho-Neto Entonces dijo la reina: =Ni yo también gusto. Vinieron las dos hermanas —Ni yo, papacito, gusto. Pero la nifia estaba bien apasionada del muchacho. Asi lo de virtud? Y si tino me lo trae majiana jte mato! —le dice el rey. Entonces este muchacho, como no sabia nada, dijo que se iba. Me voy —dice. Le dijo a la nifia enamorada—: Sabe que esto m‘ha dicho tu papacito y yo me voy. {Qué voy a saber quién se lo ha robado, se le ha llevado este anillo de virtud? No te vaya, porque esta noche lo vamo a buscar le dice ella Porque la nifia sabia trabajar algunos trabajos. Bella Flor Blanca si sabia algdn trabajo que habia aprendido. Entonces i, no te vaya —le dice ella, Bueno. Estas nifias dorm/an cada una en su cuadra: una ahi. . ,otra acd. . . eran tres. Yel rey separado también. Cuando ‘que anochecié la noche, Ilamné la nifia al muchacho y se fueron. Habia un estero ai lado y Hlegaron. Dice la nia: —Oiga, meta la mano para irse a tope. Puede que por ahi esté, Vivito, el muchacho fue y metié la mano dentro del agua, cuando encontré el anillo. Ahi lo encontré. Entonces ya se vinieron. Le dice la nifia: —Mafiana, que se levanta mi papacito, en seguida se le da el anillo, Bella Flor Blanca 145 Asi que al otro dia levant6 el rey, de mafana, y se le dio el muchacho: —Aqui tiene, mi Majestad —le dice—, er anillo. —\Caramba! —se sorprendis el rey. Dice que dice—: |No! Estos trabajo ;qué va a hacer este muchacho? jNo! Estos trabajo son de Bella Flor Blanca, tiene que ser. Bueno, pasé eso. El rey: famba! Y él los veia, Al otto dia le llamé: —Venga acd, muchacho —dice—. Si ti nome trae manana a la sierpe de siete cabezas, te mato. Le dice el muchacho —Té bueno, Yo me voy. Pero dice la nifia, al otro dia —No te vaya qu’esta noche vamo a buscar. =W cémo vamo a coger es0? {Qué? ,Adnde? No —dice—, esta noche la vamo a buscar ‘Asi que anochecié se fue con la nia a los cerros, a las, montafias. Cogieron esa sierpe de siete cabezas y la trayeron. Al otro dia que el rey se levanta, ya estaba el muchacho en la cuadra ahi del palacio. Se asusté el rey. —Ahi tiene —le dice—, mi Majestad, Entonces dice el rey: —iCaramba! Es trabajo de Bella Flor Blanca. —iAjh! el rey ms sorprendidisimo “sQue cémo, pue?” Entonces, ese dia le llamé de tarde: —Ven ac, muchacho. Vea, esta noche, a las doce de la noche te mato —le dice al muchacho. EI muchacho se asust No, me voy. —Avis6 a la nifia—: Sabe que tu papd me va ‘a matar esta noche a las doce de la noche yo qué hago? Yo me No te vaya —le dice la nifa—, que esta noche nos vamo. =No... —dice —Cierto —dice—, esta noche nos vamo. —Dice—: Queda Paulo de Carvatho-Neto As{ que se quedé el muchacho. En la noche anocheci. Como estas nifias duermen bien en su cuadra. . . de noche lo Mamé, Tenia luz, abierto su cuarto. Le dice: —Andate allé. —Un potrero estaba al lado, que tenia el rey—. Vayase ahi ar potrero, ahi hay en la puerta cuatro caballo. Hay dos gordo y dos flaquito. Trdigame esos dos flaquito que ahi nos vamo —dice la nifia—. \Corra! Corre él y ya va a la puerta del potrero; habia los cuatro caballos, los dos flaquititos. Entonces dice que le dice este muchacho: —Es que estos caballos no nos aguantan. Ahora me Ilevo estos dos gordo. Entonces trae los dos gordos. Sale ella: —No —le dice—. ;No le digo que estos caballo gordo que Usté ve, uno es de mi mamé, ese otro es de mi papa? Entonces él fue y trasladé los flaquitos: ‘Ahora —dice—, esos Ella le dio las monturas en si nifia levando tres cosas con que trabajaba Dejaron prendida la luz en el cuarto y el rey de su cuarto vela el cuarto de la nifia. Para esto la nifia escupié tres salivas. Aqui a la cuarto dejé una, acd en medio otra y escupié la nifia.’ Entonces cuando que ya montaron en esos caballos, se fueron. (Hen! El uno era el Viento, el otro era el Trueno, El rey veia la puerta destapada del cuarto de la nifia y le hablaba: —Bella Flor Blanca —dizque le decia. —Mande, papacito —le contestaba; pero era la saliva, la primera saliva —Qué hace ;todavia no te acuestas? —Ya me voy a acostar, papacito. —Ahi secaba esa saliva |Caray! El veia como todas las noches: el cuarto abierto y la luz. Bella Flor Blanca = {Bella Flor Blanca! —Mande, papacito —Ia otra saliva. —Todavia pqu’est haciendo que no t'acuesta? —Me estoy peinando, papacito —ah/ secé la otra saliva, Y ellos iban lejis(simos en los caballos que volaban. Esos dos enamorados. Se iban en el Viento el uno, en el Trueno el otro. —iCaray! —dice el rey—: jBella Flor Blanca! —Mande, papacito —iCaramba! ,Qué no te acuesta? —Ya me voy a acostar, papacito 10. Ahi se qued6 el rey viendo cuando que otro rato: iB la Flor Blanca! —Ya no le contest6, ya se habia secado las tres salivas—. Bella Flor Blanca! —le hablé grueso, Nada. Se levanta el rey y va al cuarto y asomé; no hay nadie. —iCaramba! —dice— Ya ve. ;Onde? —Llamé a la reina— ia, que no hay. ,Dénde esta? nadie. Se levantaron las dos hermanas. Fueron a ver: jnadie! Dijeron. =Ya ve, ya se fue, pue, con este majadero. sA6nde? Entonces dijo el rey: No no. Yo voy a traer mi caballo y me voy al arcance deste majadero, donde le encuentro, lo quito ami hija y a él lo el rey. Bueno, para eso monta en su caballo, sale afuera, se fue imo y se lo va alcanzando y levaba cuenta, cuando lo ve. Venia el rey atrés. Dizque le dice la nifia —=Ve dénde viene mi papacito Ahile bots un carretero que se habia levado y se le hizo un espinero. Asi que jech! el caballo del rey no pudo, pues, sin 8 Paulo de Carvalho-Neto estar rotas las espinas, Ahi paré el caballo con ese espinero al frente. Y ellos avanzaban. "Asi que tegres6 el rey. Ya no pudo pasar. Entonces llega donde la reina: iQue fue? —Ie dice— {Le arcanzaste a tu hija? dice. ;Caramba! Yo ya me la arcanzaba, pero me botaron er carretal de hilo y se me hizo un espinero, iva vest —le dice la eina—. Té que quisiste que tu hija aprendiera a trabajar arguna cosa jya ve? jAy! Vea, tréigame Caballo que yo mismo voy al arcance de mi hija Se fue la reina al alcance, ella en su caballo. Y entonces también se lo va aleanzando. .. Para esto ellos vieron también @ la mama. Le veian aquel bulto, porque era de noche. Dice la nifia —Ve dénde viene mi mamé ahora. — Qué hacemo? Ahi la nifia formé un cerro y le boté un pan de jabén y se hizo resbaloso. Ia reina en su caballo subia, pero se arresbal ba para abajo y se venia por ahi rodando. Pasaba, pero no avanzaba. No ve que le formé un cerro y le botd un pan de jabén y se hizo resbaloso? El caballo se resbalaba y venia rodando para abajo con todo. La reina regres6. Vino y llegé onde el rey. Le dice: — Qué fue? jArcanzaste a tu hija? XSi Ie dice—, ya.le arcanzaba, pero me formaron un certo y botaron un pan de jabén y shizo resbaloso, asi que no avancé Entonces dijo una de las hijas: —Papacito, présteme su caballo que yo mismo voy al arcance de mi hermana Se fue onde la hermana, por ahi, durisimo. Ellos, mas lejos. Entonces ya se le alcanzabala hermana también, en el cabal del padre —{Ve? La que viene ahora es mi hermana. = iQue hacemo? Bella Flor Blanca 149 Dice la nia —iTirate del caballo! Se apearon, y el caballo lo hicieron un arbol de naranja. Y ella se disfraz6 ‘como una mujer cualquiera y con un pilo de naranjas ahi adebajo la mata. Cuando se le alcanzé la hermana estaba disfrazada. —A ver, sefiorita —le dice la hermana—. Por aqué gno me ha visto pasar un nifio con una nifia? —Cuatro naranja doy por medio —le decia ella. —No —le dice—. (Si yo le pregunto si no me ha visto pasar tun nifio con una nia! —Cuatro naranja doy por medio. Asi que vird. Yella era la hermana que estaba ahi, sentada, disfrazada, Entonces vir6 y ya vino donde la mamé. — Qué fue? jArcanzaste? —No —dice—. Por este camino por donde yo me fui s6lo encontré una sefiora vendiendo naranjas en un drbol. Yo le pregunté y me decia que ‘Cuatro naranja doy por medi Dijo la otra hermana: —Préstame, mamé, su caballo, que yo me voy al arcance Y también se fue. Ya se la alcanzaba ya con el dia y alla Cuando dice la nifia: —Ve dénde viene mi otra hermana. —|Carambal ¢Qué hacemo? Ahile bot6 un canutero de aguias y se lo hizo una montana enredada. Ahi no pudo avanzar el caballo de esa otra hermana Viré para atrés. Llego donde el rey = {Qué fue, hijita? pArcanzaro ya por shi, de dia? —Si dice. Por ahi ya me lo arcanzaba pero me botaro el canutero de aguja y shizo una montana —No —dijo el rey—. Yo hora de dia me voy. (Ya era de Hoy dia me lo arcanzo de dia. Cogié su caballo y se fue el rey otra vuelta, Lejisimo iban ellos. Iban dentrando a una montafa, cuando que se los va alcanzando el rey. Habiéndolo visto, dice la nifa: a) —Ve dénde viene mi papa, ‘Ahora sf el rey los conoce porque es de dia. En una media virada que dieron, le dice la nifta al muchacho: —|Tirate abajo! Y se tird abajo y a él le formé una iglesia y ella se hizo el cura, jalando las campanas. Cuando detras llega el rey ‘Buenos dia, mi padrecito. Buenos dia. — {Por aqui no me ha visto pasar un nifio con una nifia? —Llamando a misa estoy —le decia al rey. —No —le dice al padrecito—. Yo le pregunto si no ha pasado un —Llamando a misa estoy. Asi que volvié y regres6. — Caray! —dice la reina— jQué? ~Arcanz6? Dice —Un cura que encontré en una iglesia me decia que Mamando a misa que estaba. jo la reina: —No hay de eso. Tréigame mi cabal arcanzo a mi hija Se fue la reina otra vuelta, de dia ya. Ese caballo se lleva mas lejos. Para esto, se los va alcanzando en una pampa grandisisima, que no habia un drbol, sélo limpito. Cuando los alcanz —Ve dénde viene mi mamd, que si nos conoce. Porque aqui aonde estamo no se puede esconder. Se tigaron del caballo y el caballo Io hicieron el mar y la montura un buque. De una vez se embarcaron en el buque, se abrieron afuera y se fueron. Y la reina ahi: ita —le dice—. Ve. Vente vente jno te vaya! , hoy dia yo me Ala vela a la vela, el que no se embarca, se queda en tierra. i i i Bella Flor Blanca 151 No te vaya jhijita ingrata! |Ventel ya te voy a perdonar todo lo que me ha hecho, —Alla vela a la vela, el que no se embarca, se queda en tierra. Y se fueron. Ahi le maldijo la madre —Anda, hija ingrata —le dice—, que aonde va, tu marido te ha de abandonar. —(Fijese! Asi le maldijo: “Tu marido te ha de abandonar’. Ellos se fueron a otro mar. Y régresé la reina llorando, para atras, que “Ya se fueron para otro mar, ya no los arcanzé”. Se fueron, Este muchacho era de otras partes, lejos. Otros mares. Asi que él se llevé a su tierra a la nifia, Alld salté a su tierra, cuando Hlegaron. ¥ ella quedé en el buque afuera fondeado y él se fue a ver la familia a tierra, Cuando él se iba, que desembarcé, le dice la nifia: {Oyel, lo que te voy a encargar que ahora que llegando, tu familia te ha de recibir de abrazo; y tu no te deje abrazar de ninguno —le dice ella—. De ninguno. Porque donde te deje abrazar de uno de tu familia, que te olvidaras de mi. —iAh, bueno! De mano no més saludo. Se va él a tierra y ella quedé en el buque afuera. Cuando que este muchacho ya tenia que Ilegé alld, onde la fami tiempo sin verla jjiih!, no sabian dénde ponerle: Eh jque mi hijito! .n abrazarlo, él no se dej6. No se dejaba; con la mano, no més. Una hermana ya estaba fuera de la casa, casada. Esa estaba por alla. Y aesa le dieron el aviso que habia llegado el hermano que estaba a cuenta perdido. — Ay! que se llega mismo, me saco, porque voy a ver a mi hermano. ‘Asi que este muchacho ahi comid, le dieron de comer, cogié una hamaca y se acosté y se quedé dormido, Cuando viene la hermana de por alld, de la otra casa, dijo: 152 Paulo de Carvalho-Neto Onde esta mi hermano? Est dormido. =iAyl... ~y se tira en la hamaca y lo abraz6, Cuando abrié la vista ya lo habia abrazado. De hecho se idé él de la nifia Bella Flor Blanca, que estaba en el buque Ahise olvidé del todo; no se acordaba. Y ella afuera. Anochecié afuera. Ese dia no come. Llegé la noche, no duerme, solitita en el buque afuera ‘Asi que una semana Hlevaba él ahi. Y las hermanas le consiguen unas tantas conocidas que iban a visitar a este hombre que habia estado perdido. —Oiga —decian las hermanas—. Oiga, nifia, césese con mi hermano para que ya no se vaya. Le consiguen una mujer. Ahi se hizo novio. Ahise cas y de la nifia no se acordaba que estaba en el buque afuera, fondeado, una semana. Para esto, habia una sefiora que era un poco cirujana, ahi, en esa ciudad. Entonces esa sefiora se fue al buque onde estaba esa nifia, a avisarle. Llegé alld. Cuando ella llegé al buque, la nifia Bella Flor Blanca estaba llorando. Le dice: = Por qué Ilora, mi nifia? —Estoy llorando, sefiora, porque mi marido se fue a tierra a ver su familia, y ya tiene una semana, y no viene, —Avisarle vengo —dice la sefiora— que su hombre esta hecho novio horita. —Es que se habia casado, y no se acordaba nada de ella, la nif. Y ella no comia ni dormia, alld, en el buque afuera—. Su hombre esta hecho novio horita. —{Cierto? —se asusté la nifia. Luego pensé y sacé un sucre. Le dice: —Vea, sefiorita. Vaya Usté a tierra y traigame un sucre de pan, Se fue la sefiora a traer el sucre de pan: =Ya lo traje. Aqui tiene, mi nifia, el pan. =Vea, sefiorita, del corazén d’ese pan, formeme dos palomita. Bella Flor Blanca 153, hf le formé dos palomitas. Entonces va la nifia y las tocé rno mas; las hizo vivas. Envivieron esas palomitas bien bonitas, blanquitas. Ahora sf —le dice a la sefiora—, vayase Usté a tierra al onde estan esos novio —porque estaban dandose el gusto en un salén—, Vayase donde estén esos novio y procure Usté cual es ernovio. Le han de decir: “Fulano”. Entonce Usté lo va a decir “Oiga, novio, yo le vengo a obsequiar estas do palomita, no tengo més qué obsequialo”. Y se lo deja ahi, Usté se va —le dice. Cuando esa sefiora va para tierra, el novio estaba con los indo con los demés. Y él ‘0. Ahi pregunta la seftora: es el novio del que est ahi? Yo —dice el muchacho Entonces le dice la seffora: novio. Oiga, novio. {Usté eh el novio? Si =e dijo— Asi eh —Aqui le vengo obsequiando dos palomita, no tengo mas qué obsequialo. la casa y se lo dejé el obsequio. Esas palomitas que corrieron para all y a la gente (los que lamaba la atencién: —iQué animalito bonito! —decian Querian coger 9 para alld, no se dejaban, Y buscaban para onde ahi, casi dormido de jumo. Estaba jumo. Cuando que a lo rato ya se va despertando él, se va alzando la cabeza, ya abrié la vista como bueno, ya. Vino un amigo y le dice: —Oiga, novio. Estas palomitas vino una sefiora aqui a dejarseles para Usté. Que no tenia més qué obseauialo. Son suya. “jah! bueno. —Quiso cogerlas—: iQue linda las pa~ lomital 154 Paulo de Carvalho-Neto Ya todos los que estaban en el baile vinieron ahi a ver esas, palomas. Cuando en eso, las palomitas hablaron. (Ese era, pues, trabajo de Bella Flor’ Blanca, 0 ella mismo seria zno?) Empezaron a hablarle las palomas y él ya les entendid, pues, que él era el duefo. Dijo esa paloma: —Tuturututs paloma —Ie dice—. No te acuerda cuando mi papacito vino al arcance que lo tiramo er carretel de th se hizo espinero? No me acuerdo —decia él —Tuturututé paloma —le dice—. {No te acuerda cuando mi mamé vino al arcance y lo formamo er cerro y shizo resbaloso con lo que pusimo: pan de jabén? —No me acuerdo —decia él. —Tuturututd paloma —le dice—. jNo te acuerda cuando mi hermana vino al arcance que te formé —dice— el canutero de agua y se lo hizo una montana? —No me acuerdo —dice. iA! ... jolvidado! ““Tuturututa paloma le dice—. No te acuerda cuando mi papacito vino que te hice hacer liglesia y yo me hice er cura? No me acuerdo —dice. No se acordaba —Tuturututi paloma —le dice—. jTe acuerda cuando mi mama vino al arcance que nos arcanz6 y el caballo lo hice er mar y la montura el buque? {Que nos venia a ver? ;, me acuerdo. Ahi se acordd, en la ultima, Ahi se acordé, Ese novio no ms se hizo bueno y de alld sali6 de ese salon durisisimo, corrié a laorilla del mar, por ahi. . . La gente atrés: “Ay, que ef novio se ha hecho loco” Y él corrié y se tird al mar y se fue derecho al buque onde estaba la nifia. Cuando Hegé él allé, ella estaba lorando, Bella Flor Blanca. Le dice: —jPor qué llora? — |Qué! —le dice ella —Lo ma encargao que te encargué, ‘que no te dejara abrazar de tu familia y te dejaste abrazar sno? Bella Flor Blanca 155 —iDéjate! que una hermana que me abraz6 —le dice a, iza el anclal que nos vamo. Yse fue, pues. Y la novia quedé acé, en la tierra de él, la tal ccon que se habia casado. Y siempre se fue con Bella Flor Blanca Llegaron a la tierra de ella, Bella Flor Blanca. Llegaron a las doce de la noche onde estaba ¢l padre y saltaron a la orilla y la nifia formé un palacio al lado del palacio del rey, més mejor que el del rey ese palacio. Y amanecié disfrazada, Entonces el rey veia y se preguntaba entre él que ";Quién ha hecho esto, de la noche er diat” Deca — Esta gente no son de por aq Yera la hija que estaba ahi. (Fijese! Ella viviendo junto de sus padres, porque los queria, pues, pero sin decirles quién era porque ellos no estaban convenientes que ella fuera enamorada dde ese muchacho. Un muchacho paje. Asi son los casos para que vea y no ignore. HISTORIA DE LA ESPOSA INFIEL La infancia de Alejandro, un nifto inteligentisimo. De cémo su padre Jo abandoné en el monte y él se hizo amigo de un edn. De cémo se va al mar, en una chalupita y unos moros lo recogen. De cémo dan combate a una ciudad y el rey de esa ciudad gané el tiroteo y puso reso a Alejandro y otro moro, De cémo el rey supo que Alejandro no era moro sino ecuatoriano y enton- ces lo empled como escribano y le dio una hija en casamiento. De cémo esa nifia lo envenena y se va "a dar el gusto” con otros. La terrible venganza de Alejandro con- tra su esposa infiel, Este era un sefior. Vivia con su sefiorita y no sabia tener hijos. Y un dia ellos en su cama durmiendo, pues (como era su mujer), pidid él —Mi Dio no me ha dao un hijo, me diera uno y fuera hombre, ‘Alos pocos dias salié encinta la mujer. Ya le dijo la sefiora: —Stoy encinta Ay —le dice— jvamo a tener hijo! 158 Paulo de Carvalho-Neto Asi que llego el tiempo de dar a luz v parid, pues, a ese nitio y trajo de nombre Alejandro. Alejandro se llamaba el nifo. Bueno, este nifio (como era pedido asi yno?), también se crié rapido, inmediatamente ya estuvo hombre. El'le ensefié a leer, su padre, lo puso ala escuela. A los pocos dias también se le va ganando al maestro. Tenia cabeza el nifio. Un dia el maestro manda llamar al padre del nifto: “que vaya para entregarle el hijo, que ya no tenia ma que ensefiarle”. Claro que aprendié spues, no? Bueno, ese muchacho ahora estaba muy sabido. Vivian ahi los tres no més: el padre y la madre y el nifio. Dormian adentro y el nifio, una cuadra hacia afuera, al lado de una ventana. Y era un nifio muy aseado. Muy a la salida de la mafiana ya estaba él asendose, peinandose todo, en su ventana. Era muy aseado. Alejandro se llamaba Para eso, al lado de la casa habia un drbol de fruta. Y ahi en ‘ese drbol de fruta venian los pajaritos, de toda laya, a comer esa fruta, Ahi ellos anochecfan comiendo y amanecian, los pajarites. Ellos cantaban y silbaban (tienen su modo también e508 pajaritos jno?, de estar alegres). Y asi pasaba y ese nifio amanecia a las seis de la mafiana. A las seis ya estaba él ahi en su mirador, asedndose. Un dia amanecié él asedndose cuando 05 pajaritos cantaban y silbaban no sé qué. Le dice el nifto: Jab! pajarito, ya sé lo que me quieren decir. Y el padre con la sefiora estaban oyendo ahi, ya estaban despertados ellos, a las seis de la mafiana. Asi que lo oyeron qui asi dijo el nifio: “Ya lo comprendo lo que me quieren decir’ Entonces dice el padre: Oye poste lo que —Si —le dice ella Ve, que ya comprende lo que quiere ecir es0s pajarito, {Qué sera? Caramba jqué este nifio! Oye, levantate y hazme el café ya mismo, que este muchacho lo voy a dejar a la ciudad, que aprenda otro poauito de lo que sabe. io el nino? Historia de la esposa infiel 159 Bueno —Ie dijo la sefora. ue amanecid, la mujer les dio café y todo ese, hijo, que nos vamo. —Esta bien, papacit Entonces este nino Hlamé a la madre: —Mamé, alisteme mi corcha, arrégleme con este pedazo de soga, aqui, que me voy onde me va dejar mi papa Bueno, ya est, le arreglé la colcha. Se despide el nif: —Me voy, mamita. Ve, mamite —le dice—, si es que Dio quiere, vengo; y si Dio quiere, no vengo. — ;Por qué, hijo? Si no mé va por unos poco di otro poquito no ma No, mamé, si es que Dio quiere, vengo; y si Dio no quiere, no vengo. Se fueron, Cogié por ahi por el camino, con el padre. Todo el dia caminaron en camino. Ya con la noche van llegando ‘a una gran montafia adentro. Entonces yaaa tardisimo de una vez. Llega el hombre y le dice al hijo: —Espéreme aqui, hijo, que ya vengo jah? Ahise qued6. Y el padre se fue mas adentro y por alla cogio ‘otro camino y se va largo y deja al hijo allé perdido en la montafia. jFijese! Para que “Aprendiera ma a leer”. Va el hombre. Ahi lo dejé perdido en la montafia, que se lo coman las fieras bravas. Cuando que, yaaa con la noche, Alejandro avanz6 mas para dentro. Solo. Di “Mi papé lo que ha vento era a dejarme perdido que me coman aqui las fiera brava. Ahi tante6: —Aqui ya no arcanzo. ‘Anvestaba ese palo, aqui estaba otro; amarré un pedazo de cabo allay otro acd, y de la colcha le hizo una hamaca. Y ahi se lacosté ya de una vez, con la noooche ahi. —|Caramba! —dice— esta noche me comen los animale bravo. aprender 160 Paulo de Carvalho-Neto Ya se va durmiendo él en la hamaca, cuando se le va llegando el ledn, la fiera brava, Ese hablaba, el ledn. Le dice: —jHola, mi buen amigo! ;Qué hace Usté aqui? Aqui, mi buen amigo. Ha venio a dejarme mi papa para que me coman las fiera brava, aqui perdio en la montafa. —iAh, sil —le dice— Aqui eh onde reposan toda las fiera, Pero oiga, amigo, no tenga cuidado que yo le voy a acompafiar esta noche, porque yo soy el que mando a toda las fiera brava. Y yo le acompafio, no tenga cuidado. Bueno, sefior. Ahien su hamaca. De una vez se acosté el leén ahi al lado, como era de noche ya. Y llegan fieras, distintas fieras. Ya les mand6 el leén: —Vayan a su cama Llegan distintos animales bravos. ;Caray! Un monton: habia de animales que abi venian a reposar la noche. El ultimo ‘que venia: el tigre, Caray! El tigre si venia desde allé tanteando al que estaba en la hamaca. El ledn estaba ahi echado cuando viene el tigre. Le dice: —)Qué te pasa, pue, majadero? jEh que va a cuidar a mi gran amigo, 0 eh que ya le viene cazando? Se anuld. Se anulé el tigre. zNo ve que le hablé el leon? Mandaba en todas las fieras, el leén. Se fue allé onde estaban las demés fieras, Seria medianoche, cuando esos animales roncaban. Y Alejandro jqué iba a dormir, pues? Ese no dormia, estaba ahi pensando, Y el leén también se habia dormido, se roncaba Cuando que el sefior tigre se ha levantado y ahi venia por ahi tanteando otra vuelta onde él estaba en la hamaca. Y como el trigre venia tanteando, le ha puesto la mano sobre el leén. Este se asusta y le pega un manotén: = Qué te pas6, majadero? —allé lo arbol6 al tigre. Se anulé y se fue. Es que sino le pega ese manotén, el tigre se le come a Alejandro. Bueno, ya ahi ya no durmié el leon. A las cinco de la mafana dice a los otros animales: Historia de la esposa intiel 161 —A ver —dice—, se van toda las fiera a la montafia a que cacen para que pasen er dia hoy dia. —Mandé a la montafia a todas las fieras a cazar para que pasen su dia, Y al tigre también le dice —: Usté también se va a cazar lo que cace, para que pase su dia ahi. Y de lo que va a cazar le va a traer la parte de mi gran amigo yeh? —Esta bien. —\Vaysel Se fue. Y se quedé ahi el leén todavia, y se fue el tigre, ‘Todas las fieras se fueron. Pero haria unos tres, cuatro minutos icaramba!, venta ese tigre otra vuelta, allé arrastrndose el rabo, tanteando a Alejandro. ;Caray! Cuando lo ve, ya venia encima. Entonces el le6n le pege el grito. Otro grito —Jah jqué te pas6, pue, majadero? Parte ese tigre. Ahora si, se fue. Qué, pues? si no pudo. Se fue. Pas6 un rato, cuando que ya dice el leon: —Bueno, mi buen amigo, yo también me voy a la montafa aver qué cazo. Usté me espera, que ahora yo le traigo de lo que cazo aqui, —Esta bien. Se fue también el leén. Cuando que dijo Alejandro un ratillo —No, yo me voy. Se levanté y sacé la colcha y los cabos. Remordis y se vino por ahi a la carrera, para abajo. Venia a la carrera, cuando ovo el sonido de! mar. Llega a la orilla del mar. (Caramba! Ahien la orilla tantos pedazos de palo, de balsa. Cogié un pedazo de palo, lo tir6 al agua y se embarcé y buscé una cafia y con esa se rempujaba para afuera. jFijese! Con miedo de que se lo coman las fieras bravas. Como el ledn lo habia dejado solo, su amigo Cuando ya no alcanzé la cafia, él se tiré de barriga en la balsa y con los brazos se jalaba como remo para afuera, Llevaria tuna cuadra afuera de que se habia acostado en el mar y tanted para atrés. ;Qué vido? Al sefior tigre allééad, sentado en la 162 Paulo de Carvalho-Neto orilla, Casi se lo alcanza. Que si no se tira al agua se lo alcanza, pues. Bueno. Ya onde ya llevaba para afuera bastante, pens6 él: Esa cafia con que se rempujaba podria servir de. . .” Entonces la paré aqui a media balsa y la amarré alla arriba, y aca abajo le hizo como una velillita, Y jala siempre boca abajo ayudandose para afuera, con el viento en esa vel Bien afuera ya, cuando un buque grande iba para arriba y le alcanzé a ver el capitan de ese buque. Divis6 para tierra y alcanz6 a ver esa sombrita que andaba. Que le dice a los marinos: —Muchacho, como que veo una sombra como de una chalupa. jA tierral ;Proa a tierra el barco! Pusieron proa a tierra. Mas a tierra aun més, el capitan mird por el tubo con que ven de lejos. Ya vera, pues si, que era como tna chalupita. Y era Alejandro que andaba en su palillo. Cuando que ya cerca, dice el capitan: “—Vean, muchacho, tiren abajo un bote y vayan dos, teéiganme ese que anda alld, tréiganmelo aqui a bordo, ‘Ahi fueron éstos, ya tirando por el pal —A ver, amigo, venimo donde el capitan. “Que vaya a bordo.” —Cémo no. iCaray! Sacé la colcha y dejé ese palo y se vino y se ‘embarcé en el buque. Lo trajeron. {Qué més, pues, si él andaba fen ese palito en la altura, lejos? Entonces ya lleg6 al barco, ya subié alld onde el capitan, onde iba en popa, ahi ya le saludé. Yale empez6 a preguntar qué andaba haciendo, ya le conversé in qué habia andado, que el padre es as —Caramba, hermano! Yentonces le pidié que lo Hevara, pues. Bueno, ya esta. Le dice el capitan de ese batco: —Oiga, amigo, pero hay una cosa. Aver. Dice: Historia de la esposa infiel —Vea: si se va con nosotro. Pero nosotro somo moro. —Cémo no, yo me voy. Le dice el capitan: —Y para esto, amanecemo mafiana dentrando a una gran ciudad onde esté el enemigo de nosotro y amanecemo dandono combate. Vea si va o si queda. —No, yo me voy. gOnde me voy a ir, pue? —le dice—. Me voy. YY se fue, se fue con esos moros. Toda la noche anduvieron. Cuando que dicho y dicho amanecieron dentrando adentro a una ciudad. Y para entrar: el baleo de banda y banda. Asi que hicieron pedazo de ese barco, a bala, los enemigos. Y murieron casi todos los moros, y quedé Alejandro con un moro. A Alejandro no le tocé la bala. Quedaron vivos esos dos. Casi toditos murieron. Al barco lo hicieron pedazos ‘Cuando paré ya el tiroteo, fueron a dar parte al rey que habian quedado esos dos moros. No sabjan, pues, que Alejan- dro era como nosotros, ecuatoriano. Entonces el rey dice que dijo: —Tréigamelo acd esos moro. Los llevaron a tierra. Entonces el rey lo que hizo: Los puso presos a los moros. Presos. Ahi tenfa presa mas gente el rey. Tres dias estuvo preso Alejandro. Ahi les iba a dejar la comida un hombre, a los presos, y Alejandro no comia. Es que les hacian la comida como de moros; el uno comia y el otro, ‘Alejandro, no comia. Entonces le dice un dia el que llevaba la comida: —Oiga, amigo ay Usté por qué no come? —Amigo, sabe que yo no como porque esta comida es para moro. —Si, pue, es para Ustede que son moro. Si, pue. Le dice: =Yo no soy, yo soy ecuatoriano, — ~Por qué no habfa dicho, pue? {Por qué no habia dicho? Entonce voy a avisarle al rey. Paulo de Carvalho-Neto Se fue a avisarle al rey. Lleg6 onde el rey: =A ver, mi Sacarreal Majestad, =A ver. —Sabe que de lo do presos moro qhizo poner tras antes ayer, hoy dia tienen tre da y uno no come. —A Dio zy por qué? —Yo —dice—, como llevaba la comida para ello, yo ahora le he preguntado que por qué no come. Me dice él que é! no es moro, que él eh ecuatoriano. ~Jaaabh, tiene raz6n, pue. Entonce vay, trdigame aca ese hombre. Fue y lo sacaron de la cércel, lo mand6 a traer el rey. Lleg6 onde el rey, le saludé al rey, estuvo ahi, Entonces ya le di todo, le explicé al rey cémo habia sido dejado en el monte y resultado con esos moros en el barco y que asi habia andado él —|Caramba! —le dice el rey— (Qué lastima! —Entonces le pregunté—: Bueno, pue, mi amigo Alejandro jUsté ya sabe un poquito la letra? —Cémo no, mi Majestad. —Bueno. —El rey tenia su escribano adentro, en la mesa. su escribano. Y estaba un paje ahi. Dice al paje—: Vay igale a mi escribano que venga un momentito aqui afuera. lo fue a traer. Ya vino ese escribano. Le hizo jandro. Se saludaron los dos. Ahi se sientan a la mesa. Le dice el rey a su escribano: —Bueno, hijo. Quiero que me haga tu urtima firma que sabe jah? Esta bien, mi Majestad. Se queda resabiado el escribano y escribe escribe escribe escribe — ila firma no mal —Ie dice el rey. Y ese escribano resabiado que dizque el rey lo queria ponerlo a prueba. Escribe escribe escribe escribe. Para Historia de la esposa intiel 165 mostrarse gno?, quién era. Bueno, hasta que llegé a su citima cescrita. Ahi si: firma. —Mi Majestad —le dice—, llegué hasta mi drtima firma. —Bueno, esta bien, hijo. —Entonces el rey—: Bueno, mi buen amigo Alejandro, quiero que también Usté me haga su firma, su rtima firma aqui. El escribano abi, resabiado. Cogié Alejandro y se pone a escribir. El otro viéndolo que escrite pura firma, hasta que le igualé en la misma cantidad de papel y més rapido. Lo hizo mas rapido. Ahi paré. —Mi Majestad —le dice—, me parece que ya igualé con la cantidad de letra de su escribano. —Estd bien, hijo Pero si Usté quiere, sigo adelante, puedo seguir adelante. — jFijese! Que “podia seguir adelante”, dijo. El rey comparé los papeles, mir6 las letras, la de Alejandro era una sola, igualitita. Alejandro Alejandro Alejandro Alejan- dro Alejandro, —{Sigo adelante? =No hijo, soficiente eso. Soficiente. Ahi no mé, hijo. Porque esta firma tuya todavia no ha habia gustado, pues. ‘Asie lo gané al escribano del rey, Alejandro. jImaginese! Entonces lo que dijo el rey a su escribano: Bueno, hijo, te va. Voy a dejar al amigo Alejandro de mi escribano Lo dejé a Alejandro de escribano y el otro se fue Resabiado, pero se fue. jFijese! Tantos tiempos. Lo mandé el rey. Sies un rey, Para eso jcaray!, ese rey habia tenido dos hijas, dos principas. Arriba, Ellas estaban arriba. Ya cuando despacho al escribano y quedé Alejandro, llamé a las hijas para hacerlo reconocer al escribano nuevo. Ya vinieron las hijas, se saludaron, lo conocieron y ellas dijeron que estaba bien. “Esta muy bien, papacito.” Ahi se qued6. 1ga0 por aqui. —Le 16 Paulo de Carvalho-Neto Y él escribe todos los dias, porque escribano estan sélo ahi escribiendo. Ahi escribe todos los dias en su mesa. Asi que las nifias ya le tomaron mas amistad. Cuando estaban desocupadas, decfa la una a la otra: —Vamo a ver escribir a este Alejandro, abajo. Se venian a la mesa, se sentaban a estarle viendo escribiendo. Y é1 no las miraba bien. Solo que estaba escribe y be ellas ahi. La una se le arrimaba al ladito y la otra mas .cribe. jHuy! y después armaban conversa y él ‘que “Si”, pero no las miraba a ver. Ya hacia unos dias {que bajaban las nifias, Para eso, una se habia apasionado de ‘Alejandro. Esa se le arrimaba y se arrecostaba el cuerpo. Pero él no hacia nada. Y cuando ya se iban para arriba, se —Ya nos vamo, Alejandro, Entonces alo que sube esa que se le arrimaba onde él, ya viendo que éste no la miraba en alguna cosa, le hinc6 en el brazo con el dedo. Y se despidid. Qué més, pues? El comprendi6 jno? Ese dia mismo cogié unas fojas de papel y es {que dejé hecha una cartita, porque todos los dias ellas bajaban Dejé hecha esa cartita. Cuando que al otro dia viene esta ah arrimandose. Entonces jlo qué hizo? sacé la cartita y no mas se la dio asi. En seguida ella la apuiio, Ahi se consiguieron, ahi mismo. jAh! ahi se dieron el gusto. ‘Al otro dia baja ella, le trajo la contesta, Se le arrimé y no as se le dio también, Ella le puso en la carta que “Estaba lista para su esposa'’, Pero eso si: “Que hablara con er padre, pero Que si por algin caso el padre no quisiera, ella siempre se Casaba con 6.” Le puso asi en su cartita. Ya él, pues con eso ynot Asi que el rey también se iba a estar vigndolo escribir, pues le queria a Alejandro. Entonces un dia, conversando, riendo, el rey. ahi se dej6 caer Alejandro. Va a la conversa y le dice Bueno, mi Majestad qué diria Uste? —sDe cémo, hijo? Historia de la esposa infiel —Que si yo le quisiera decir una do palabra. No hijo, dime no ma jqué se te ofrece? Vea, mi Majestad squé diria Usté si yo me llegara a casar ‘con una hiia suva? —Ay, hijo, eso mimo eh lo que te queria yo decir —le dice el rey. jFijese!— ;Con cual de ella te quiere casar? —Con Julana, {No ve que ya estaban ellos cogidos? Bueno, en seguida novio, Alejandro. Ahi se cas6. Se cas6 él con su principa. Ya el rey le endoné una casa a la nia para que viva con su esposo. Bueno, dias van dias vienen, esta seftorita cogié la idea de que Alejandro se salia por ahi “a pasear” sno? Cuando que un dia que él iba a salir, ella lo cogié en la hamaca y se pusieron a conversar los dos. Para eso, le dice ella: —Oye, hijo, dame un gusto, dame un gusto. —Celosa, pues. Y él no queria. Y ella—: No, deja, hombre. Ven, dame un gusto. Entonces le dice él Ay no. —Se aburrié que lo estaba molestando—. Deja que ya vengo. Bajé y se fue por ahi. Y ella se quedé cetosa: —No me ha querido dar el gusto. Ahora vea lo que le voy a hacer. Se levant6 y se fue a verlo: él se iba por alla, se iba para afuera. Ella prepara un vaso de fresco y le pone veneno y lo deja ‘ala mesa de onde comian. jlmaginese! Cuando ya mds tarde viene Alejandro. Entonces le dice: — Ya viniste? Te fuiste bravo? Oye, hijo, anda tomate ese vaso ’e fresco que te tengo all Va su mujer y se lo alza. Acabé de tirar cuando cayé revolcando, que estaba el veneno, pues. iCaray! jPor Dios! Cuando cayé revolcando a tiempo sube el paje ahi y dice: —iQué le pasa al rey Alejandro? Que ya era rey, pues. Era rey también, como el suegro. Eh que cuando se cas6, subid a rey. Entonces dice ella al paje: Paulo de Carvalho-Neto =Ni idea, por ahi viene ‘e la calle y cayé revorcando. Entonces el paje brinca adonde el doctor, a que venga a ver al rey Alejandro. Para eso juntaba la gente ahi. Unos decian: ~Estd envenenado. Otros = ;Cémo le ha resultado? —=Vino de la calle y cay6 revorcando —decia la nifia TAyliy que se moria y que se morfa, Cuando por iltimo vino el doctor y le dice al paje Oye, muchacho, ve, no pierda tiempo, el rey Alejandro se va a morir. Cojan un auto y embarquenlo y vayanse afuera a tal clinica, onde eh el mejor doctor que hay. Que si ese doctor rno le compone, el rey Alejandro se muere. Vay a tal parte Cogié un auto y 1o embarc6 y se la no va. Pero el paje ya se lo llevé aonde ese doctor. En seguida el doctor le paré un poco, pero faltaba un remedio. Entonces llama al paje ese y le dice. —Oye, Usté encarga a todo los tiradore, los cazadore, que ‘ya mimo partan a la montafia. EI que mata una tigra y me trae tun vaso de sangre de una tigra ese eh el remedio que falta, que si no, se muere. Que ese paje a los tiradores: Le page tanto al que mata la tigra. 1Cémo partian esos cazadores! Y por ahi, tras de una tigra Que de modo uno maté una tigra. Abi tuvieron el vaso de sangre. Ahi se compuso Alejandro jim se compuso. Ya, yaestuvo bueno. Pero la sefforita no fue a verlo. Ni sabia. Lo habian llevado por alla. Cuando que ya estuvo bueno, entonces le dice el doctor —Ciga, mi rey Alejandro, sabe una cosa: ya Usté no va pa el palacio, no vaya onde su mujer, quédese por aqui. Por alla él se quedé. Como la ciudad era tan grande. Por alla buscé quien le cocine, quien le lave su ropa. Por all se quedé con el muchacho paje. Asi que ese le hacia los mandos. Y Historia de la esposa infiel 169 esta seforita no sabia, ni el rey, el suegro. Hasta un dia, viene el rey onde la —Hijita —le dice—. ;Qué ha sabido de Alejandro? —Hunn, papacito. Yo no he sabido nada desde que se fue Se ha muerto, pue —Ie dice ella. iCarambal —dice el rey— jQué léstima! —Porque lo queria bastante el rey—. ;Qué lastima que se haiga muerto! No se ha sabido. Ahi estuvo un rato el rey, triste. Ya se iba, cuando lo llama la hija: —Papacito, venga acd, que le voy a ecir una cosa. Ven, —2Qué se te ofrece, hija? Subié arriba. Ya viene. Le dice el —Papacito jsabe que el rey Alejandro se ha muerto, pue? Y Yo quiero salir mafiana a la ciudad a darme el gusto, papacito. —iPo! De vera, hija —dice 4 —Mafana sargo —le dice ella. jFijese!— Mafiana sargo, Asi que el otro dia salié. Alquilé una casa para estar ella por alla, por la ciudad. Buscé una cocinera y ya se qued6 por allé también ella, viviendo. Y el rey Alejandro habla regado la voz que alguno que preguntara por él, que no dijera que é! estaba por ahi. Asi que nadie dijo nada. Como es tan grande la ciudad. Entonces, por ahiella mand6 a uno que le fuera a traer la banda de misica, la mejor banda, que ella pagaba lo que cobrasen, La trajeron. —Aqui sta la banda, de la sei de la mafana hasta la sei de la tarde Entonces regé la voz la sefiorita “Que ahi staba la banda para toda gente de hombre. Que vinieran a darse gusto con ella”. Venia la gente, pues, uno tras de uno. Y ella se senté en la escalera, y todo el que subia le decia: —Véngase jvamo ar baile! Caramba! Asi son los casos no? Acababan de bailar, la "Vamo a la camat” Y se daba el gusto. Ese era el gusto de ella, ;Con todos! De toda clase de hombres. Y asi vivia 170 Paulo de Carvalho-Neto por ahi esa sefiorita. Y el rey Alejandro no estaba muy lejos de fila. Y ofa esa musica. Un dia el rey Alejandro oyendo ivea cémo son las cosas!, dizque decia’ —Qu'esa misica, todo los dia, que eh tan linda. Bueno. Un dia un veterano le dice a su mujer: —Oiga, vea, dame mi vesti6 que me voy a pasear ar centro. Se fue. Y va pasando casualmente por esa calle onde estaba ‘esa seftorita dandose gusto. Cuando que se queda paraaado abajo, viendo que la gente subla y bajaba, y esa sefiorita que bailaba con todos. Bueno squé més, pues?, se vino. Se regresé. Si era veterano. No se animaba. Cuando que ya vino, el rey Alejandro lo ve y pregunta: —2Ya viene, sefior? =Ya —le dice. —\Caramba! Esa banda que toca por ahi, de misica, todo los dia. —Casuarmente vengo pasando, mi Majestad, por ahi. Y 10 ma eh, aq =2¥ qué eh? ;Qué? jEstn bailando? —Si —dice—. Aqui en una casa que sté llena de gente y ahi baila una sefiorita. Yo no sé quién sera, = {Cierto? —le dice él =Si —le dice. —Vea, sefior, Vaya Usté alla ahorita y suba y fijese 2qué laya de sefiorita eh? —Esté bien. Se va el veterano. Era un veterano. Cuando estaba subiendo en la escalera, ella le dice: = Wien =Si —le dice. —Venga, pue, vamo ar baile. —Noo0o, sefiorita, yo ya no vengo a gustar. — Qué, no le gusta? Cabamo ’e bailar, vamo a la cama —Nooo, sefiorita, yo ya no —dice el viejito —a gustar. Historia de la esposa inf v1 Viene otro ahi, ese si se prendié. Y el veterano sube, se sientaen la silla onde estaba ella, y ella se fue al baile. Y viendo ahi que acababan de bailar, a la cama. “;Bendito Dios!” decia el hombre. Y al cabo de ese venia otro y se prendié: jal bai ‘Acabaron, a la cama, Ese era el gusto jfijese! con cualquiera. Y y cargaba un lapiz y un pedazo de papel. Como era de la ciudad. Bueno, sabia jno? \Caramba! Y escribe. Escribe ahi quedito (y ella bailando): “Con no bailé y pasaron a la cama’, “con Julano bailé”. .. Ya un rato, ya escribié bastante. Entonces le dice: —Seforita, ya me voy. — {Nat Bueno, pue viejito. yNo ha querido bailar? Pedazo de burro. —Si —le dice Bueno, se fue. Y Alejartiro estaba 4, esperando. Llega alla, ya va subiendo, = ;Qué fue? —le dice— ;Va viene? —Si le dice. —2Qué laya de senorita eh? —iCarambal —le dice— Mi rey Alejandroesa sefiorita que baila no eh asi no ma. No eb asi no ma. —1De veras? —De veras —Ie dice. —|Caramba! Oiga, vaya Usté un momentito alld. —Otra vuelta le manda al viejito—. Suba Usté onde esa sefiorita y digale que tenga la bondad de prestar un momento la banda ‘que va a almorzar el rey. Pero no le diga “El rey Alejandro”. Que va a almorzar el rey y le ha producido almorzar con la banda. Vay. Se va, pues, el vielito otra vuelta A ver, sefiorita, bueno dia. —Buenos dia. ;Ya viene, viejito? Si —le dice—. Vea, sefiorita, perdone, manda a decir el a Paulo de Carvalho-Neto rey que tenga la bondad de prestarle un momentito la banda que va a almorzar y quiere almorzar con ella. —,Quién? —Elrey —le dice. —jJey! iQué le voy a prestar! Yo stoy pagando mi plata pa darme gusto no pa estar prestando. No presto —le dice. —Bueno, seforita Se fu con la nueva, Llegé —iQué le dice? —Dice que no presta, que ella est pagando plata pero no pa prestar Bueno, Ahi estuvo un rato el rey pensando, Entonces le dice —Vaya Usté otra vuerta. —Ahora si que le dijo “El rey Alejandro”. Dice—: Vay y digale que va a almorzar el Rey Alejandro, que tenga la bondad de prestarle la banda, que él va almorzar y quiere almorzar con ella. Se va el veterano, Otra vuelta: —Sefiorita =A ver, Vea, sefiorita, manda a decir el rey Alejandro que tenga la bondad de prestarle la banda que quiere almorzar con ella = 1Quién’ El rey Alejandro. =2Y adénde esta el rey Alejandro? —En mi casa, seftorita an su casa sta? Si —le dice. —Bueno, si sté en su casa, vaya Usté a su casa y busque tunos tarro viejo y suénelo, que almuerce con eso. Le mandé decir eso. (Fijese! Ella no se imaginaba que era él sno? Ahi ya viene el veterano —1Qué dice? —pregunt6 el rey. —Dice que no presta. Yo le dije que era el rey Alejandro y jo “gQué adnde estaba el rey?” "Que estaba en mi casa.” Historia de la esposa intiel Me dice "Que si staba aqui, que viniera y le sonara unos tarro viejo, que almuerce con eso” —2Asi le dijo? A —Ya regreso, sefior. Ahi se fue, pues, Alejandro. Cuando va llegando el rey, la escalera para la subida estaba llenita de gente arriba. Y ahi tomaban licores. Las cajas de licores estaban ahi. Cuando que va subiendo y ella lo ve, le dice: ‘Ay, hijoooo. ;Caramba! jQue no te ha muerto! =No le dice. —Ay sube, pue, hijito De una ver ella va abrazandolo. Y —No no no iNO! —|Siéntate, hijito! Los bailadores se quedaron calladitos. Ella dice a la banda que ya no tocara —Ahi no md. —Y al rey Alejandro—: Siéntate. —A\ senté Alejandro onde estaba ella sentada—. Ay, hijito —le dice ella. Nooo, no me he muerto, stoy vivo. VIVO. Quiso ella, pues, cogerlo a carifiarlo. Pero él no se dejé. “ahi no ma.” Cuando que ella viendo eso, ya dice: —Oiga (Todos se vant ;Todos se van! jTodos se van! —A toditos despaché, a esa gente. Y quedaron los dositos—. {Todos se van! Ay, esa gente va no més asustada, pues, que ella ya los, mandé. Se fueron. Quedaron esas cajas de licores abi. |Carambal Y ahi estaba la ventana de la casa. Yella echa mano a sas cajas abajo. Echalas abajo. Esas cajas arbolaron abajo. Y queda ahi con él, con el rey Alejandro. Ya bien ella abrazndolo: “Hijito, que como es esto, y qué por aqut ‘Ahi él dice: —Oiga, sefiorita, Usté as fue conmigo gno? jCon que fuiste asi conmigo! 74 Se levanté y le pasé la daga. De una vez le pasé la daga {Qué mas, pues, podia hacer? Con semejante mujer. De hecho la mate. jFijese! —Ahora si —dice el rey. Hizo parte al padre de la nifia: “Que venga a ver a su hija en tar parte esté muerta, que la sepurte’” ‘Ahi vino el padre y la llev6. La sepult6. Es este el caso de la esposa infiel. HISTORIA DE LA ESPOSA INGRATA Dos nifios se criaron juntos. Y habian hecho e! juramento de nunca separarse. Ya grandecitos, se casaron por determinacién de los padres. Pero al afio, ella muere. De cémo él hizo para no separarse de ella. De cémo ese amor tan protun- do sensibiliz6 a Dios, quien resolvi6 resucitarla. Y juntos se fueron a otras partes, a rehacer sus vidas. De cémo ella lo abandona a la orilla del mar para irse con un capitan. De todo Io que le pas6 a ese joven ‘marido abandonado hasta volver a encontrarse con su mujer. Y del terrible castigo que le dio a esta esposa tan ingrata Este es un caso de dos nifios. Sus padres eran compadres y vivian vecinito ahi. Cerquita esas casas. Y esos nifios, el uno era un hombrecito y el otro era una mujercita. Y como sus papaces vivian juntos ahi, estaban ellos unidos. O sea, que se habian criado como hermanos. Por eso que este es el caso de los dos nifios que se criaron como hermanos. Bueno, as{ que estos nifios ya estuvieron en edad del colegio. Ya los pusieron a la escuela y como eran vecinitos, 5 176 Paulo de Carvalho-Neto hacfan todo juntos. Se iban juntos al colegio. De legaban juntos. El uno subia y el otro a su casita. Det cuando ya el otro almorzaba: —No me deje. Espérame pata irmo junto. Asi que se salian y se iban juntos al colegio. Toditos los dias, hasta que se fueron criando. Y ya bastante se criaron, aprendieron a leer, Cuando que ya estaban_grandezuelo bastante, ahi los sacaron del colegio. Ya la nifia salié bien grande y el nifio también. De modo que la madre de la nifia ya no la dej6 ni que saliera por ahi; estaba grande. Ahi no mas en su casa. Y estos nifios, entonces, se hallaban mal porque estaban muy ensefiados @ andar todos los dias juntos. Se iban por ahi al colegio y venian ensefiadisimos, Y ahora, pues que? Pero ese nifio si podia hablarle en la casa de ella. De dia, ya donde ella ahi, conversaban ellos dos. Como eran como unos hermanos. Cuando se encontraban en horas de almuerzo ya ella le servia comida, café, todo. Ahi comia el muchacho. Después se iba. Y asi seguian, de todos modos, muy ensefiadisimos los dos nifios, Cuando ya a los tiempos: més grande este muchacho. Entonces, pues, claro, ya se imaginé él. Un dia le dice a ella. Oye. Nosotro ‘de muy chico nos hemo criado como hermano. Somos, pue, de muerte. O sea que si vo te moris primero, yo me muero también. ;Qué me deja de recuerdo pa acordarme de vo? Entonces le dice —Cierto, —Esta muchacha va y se saca el aro—. Toma —le dice—, si me muero este es tu recuerdo. —Luego le dice ella— Y si vo te morf primero ;qué me dejé también pa mi? También se saca el muchacho su aro y le deja esa alhaja. ‘Ahi cargaban cada uno el aro, pero de recuerdo que se dejaban. Para eso, un dia estaba el padre del muchacho en la mesa, comiendo. Y ese muchacho pone la mano asi, el padre le ve ese Historia de la esposa ingrata Ww mujer Oye —le dice—. El nifio jt viste ese aro que carga tan bonito? {Onde él ha comprao? =Yo no sé —Preguntalo. Asi que, al otro dia le cogié la madre al nifio: Oye, hijito, ese aro que carga ahi ;qué? Lo ha comprado vo pero alld pavnde? No, mama —le dice el nifio. No le negé—: Este ar éste me lo dio fulana, a muchacha, pue, la hija desu compadre. Y er mio lo carga ella. =i¥ eso como, pue, hijo? le dice la madre. —Vea, mama, nosotro nos hemo reconocio que de chico andamo como hermano. Y pa esto antiayer estuvimo acordando que nos podemo morir uno primero y yo le dije que si se moria ‘que me haga recuerdo. Me dio el anillo. Y yo también a ella, Por aqui andamo asi Entonces ella ya conversa a su marido que eso le habia dicho el nifio, que asi es que eran los anillos. Dijo el padre del muchacho: —iNo! ,Qué va set eso? Estos tan es emprendado —dice—, son enamorao estos. Estos tan en trato. Esta noche mimo vamo onde el compadre, vamo arreglar esto. Si es asf, que se casen ‘Anochecié la noche se fueron alla onde el compadre. Ya llegaron hablando al compadre: —Compadre —Mande, compadre, Suba Eran muy Hlevados esos compadres. Arriba. La comadre arriba también. Y los cuatro compadres se pusieron a conversar. El compadre del hijo hombre fue llevando unas botellitas de vvino para hacer la noche. Asi que ahi estuvieron conversando y ‘estuvieron haciendo la noche. Y ahi en conversa, cuando le dice en una de esa, el padre del muchacho: que cargaba el hijo, tan lindo. Entonces le dice a su Paulo de Carvalho-Neto —Bueno, compadre, yo vengo por aqui a esto. —Avver, compadre jqué se l'ofrece? —le dice el compadre de la muchacha. El no sabia nada, pues. Le dice: —Vea, compadre, mi hijo con su hija tan en esto, tan en trato de casarse. — {Cierto, compadre? Si. Porque estén emprendado, el aro d’él lo tiene ella y el de ella lo tiene mi hijo. Y a eso es que vengo. —Si eh, entonce, pue, compadre, claro tan en trato, Esto no hay mas que se casen, pue, compadre. Eso que vengo, compadre, arteglar, pue. Que se casen. Ahi arreglaron que se casaban. Y estos dos nifios, pues, nunca se habian dicho palabra de enamorados, sino que sdlo se su convenio para recordar. No era cuestién de int, casaron al otro dia ya. Ya estaban grandes. Casaron, Ya el padre del muchacho le dio una casa para que viva con su mujer por allé solo. Ahi vivian. ¥ este muchacho le puso una cocinera a su mujer. Ali estaban los tres en la casa Bueno, se llevaban muchisimo los dos. Que eran bien queridos porque, claro, cuando eran chiquitos se habian criado ‘Gomo hermanos. Pero jcaray!, cerca de para tener un afo se muere esta muchacha. Se murié. Se llega a morir cerquita a completar un aio de casados. Y ese sefior se hacia loco por su mujer que se le habia muerto, A Lega Ta familia, los parientes. .. Ya habia muerto, Para eso, hoy dia murid, mafana todos la iban a sepultar, Como este hombre vivia solo con la cocinera y su mujer en la casa, ese dia de mafiana se iban ya acomodar para ira llevar cementerio el cuerpo. La iglesia era ahi al Lado. Entonces va a la esia y habl6 con el sacristan este hombre, "Que él le habia de pagar una plata, que le abriera la iglesia en un momento ‘e descuido en que no hubiera naide qu’él ia a entrar con el cuerpo Historia de la esposa ingrata 179 adentro, y que le diera un convento”, Hablando ahi solito al sacristan. Le dijo que “Cémo no’. Y viene de vuelta ese hombre. Y ya toda la familia estaba istndose en sus casas para el duelo. Y él subié a su casa, onde estaba solo el cuerpo con la cocinera. Y lo cogié y por ah fue y se meti6 ala iglesia. Y lo puso en el convento, Ahi se encerré él con ella, porque cuando ella estaba.enferma le habia dicho “Que si se moria que no la enterrara en er cementerio”. Bueno, con el Cuerpo en ese convento. Ahi se encerraron, Cuando a lo ratito viene la gente. —W qué eh er cuerpo? Le dice la cocinera: —Por ahi bajé, Ese muchacho se fo eché al hombro y se baié y por ahi se fue al cementerio, —iCaramba! —dizque decian—: Que éste no ha esperado para ir too junto en compaiia. Corten al cementerio. No lo encontraron. No habia naide. Y viraron por ahi atrés, que por ahi preguntan, naide. Decian: “Yo no he visto”. iFfjese! “~Adnde se ha ido éste con er cuerpo?” Y buscan por ahi’ inada! "Este se ha ido quién sabe adénde, s'ha enterrao parejo con ella por ahi.” Que no lo encontraron. Y se perdié ese hombre. Se perdi6. No sabian quién diera razén que aénde se habia metido. ¥ estaba no més metido en la iglesia con el cuerpo. Bueno. Le habia curado bien para que no se dafe, a la nifa. Ahi estaban metidos en el convento que no dentraba pero ni la hormiga, Y el sacristan a la hora del almuerzo iba y le ab puerta y no més echaba la comida. Como naide sabia. Y as Solo el sacristan sabia. Para eso, entonces él dice al sacristén: —Vayse Usté a mi casa y tréigame una hamaca, tréigame tun libro —que tenia un libro grande— y un berruquito. Traigamelo aca Eso fue lo que pidié para tener adentro del cuarto de su convento. Y ese sacristn “Que le pusiera la comida”, Paulo de Carvalho-Neto de esa ya se dejé de andar averiguando. fllos lo que decian: “Qu’este se habia enterrado con todo er cuerpo por ahi en arguna parte”. Bueno. Qué amor por ella :pues no? Ahi encerrado, No dormia ni de dia ni de noche, vigilandola. jFijese! Ese hombre sin dormir en ningdn momento. Sélo se pasaba leyendo en su libro que lo tenia abi abierto y con ese berruquito viraba las fojas del libro. Se pasaba leyendo, Sélo en leer se pasaba zno? {Qué ciencia no tendria! Para eso completaba un afio hoy d cuando que se le ha entrado un lagartijo adentro. ”\Carambal dice que se quedé pensando. Y se queda paradita la lagartijita ahi. Dice que dice él —Este animalito gpor dénde ha entrado? Aqui no entra pero ni la hormiga. Este animal ha entrado. Son de dos clases esas lagartijitas. Una es més grande y es, verde: es el macho. La otra es mds chica y es medio prieta: esa ‘es hembra. La que habia entrado era la hembra. Y como él tenia bertugo ahi, cogié “ipahh!” Ahi le viré las patitas para arriba. La dej6 muerta. Pensando: “Ahora vea, ese animal”. En eso estaba “Ahora vea, ese animal” cuando atrs entré la grande, el verde, con una florecita en la mano. ;Caray! Ese hombre: Ani viene, pue, ese animal. Y ese lagartijo va derechito onde estaba la lagartijita muerta y empieza con la florcita soba y soba por la cabecita, todo el cuerpito. Y él viendo: —|Caramba! —dice— eso animale. Todita la sob6. Cuando acordé, se envivié la lagartijita. Y ya se van. ¥ el hombre ni supo por onde salieron. Pero dejé esa flor ahi, el lagartijo. Entonces 61 cogié la flor. Y se imagin6, viendo es0, se imaginé. Dijo: " {Qué sera? Noo". Va y empieza a sobar a la mujer de los pies a la cabeza de los pies a la cabeza (iese!, con la flor. Cuando acordé, ella va meneando un brazo. . . otro brazo. Ia otra pierna. Pegé un suspiro y se senté viva, 6 con Ia flor. Un afio completo encerrados, al la envivié. Historia de la esposa ingrata 181 Cuando el sacristan vino esa tarde, él le dice al sacristan: Oye, hijo (no le dijo que ya estaba viva la mujer ino!) Ve, hijo, esta noche voy a salir. A Vhora que viene Voracion, que no haiga naide, para pagarte lo que te voy a pagar y para que me deje la puerta ela iglesia sin llave porque yo voy a salir a las doce ’e la noche. —Esta bien —le dijo. Entonces vino, pues, la hora de la oracién y salié a las doce de la noche con ella. Se fue, pues. Va derecho a su casa onde tenia la cocinera. Esa cocinera todavia estaba en su casa porque 41 cuando bajé con el cuerpo le dijo que ella estuviera ahi. Ahi no mas estaba, arriba. Llegé alla y su mujer no subié arriba sino él. jlitihhh! Esa cocinera, alegrisima “Que habia ido, ya perdié un afio, que aénde habia estao”... El le dijo que por ahi se habia ido. Entonces sacé no sé qué, pues, ropa qué seria, no? Hizo un atado de sus cosas que sacé y bajé a ver a su mujer que estaba abajo esperando. Pero antes le dijo asi a la cocinera: _—Oye, td no te vaya de la casa. Quédate aqui. Si yo vengo agin tiempo, vengo. Y si yo ya no vengo, esta casa es tuya. Si no vengo, pues, too esto es para vo. —Estd bien —le dice—. Esta bien. Se quedé ahi la cocinera siempre y él se fue con la mujer. No amanecieron ahi. Cogieron un camino por ahi, que eran las doce de la noche, se fueron y amanecieron lejos en el camino. Casi todo el dia en camino. Y otra vuelta por un camino. Y al otro dia ya tardisimo oyeron el sonido del mar. Se fueron a la orilla. “Vamo por er mar.” Bajaron a la orilla del mar, ya rendido el hombre, que dice: —Voy rendido, descansemo un rato aqui a Ahise sentaron encima de unas palmas. Entonces viene él y le dice: 1 —Me acuesto en la falda —tenia suefo. Ella le dio la falda y él se acosté ahi. Ahi se quedaron y se duerme él ahf sobre la falda de ella. Ahi se durmid. Ahora si, se 182 Paulo de Carvalho-Neto durmid, Diga Usté, un afio que no habia dormido, cuidandola iqué suefio no le cogié! Quedé dormido ahi. ¥ ya tardisisimo la le hablaba, lo meneaba y él no sentia, estaba como muerto ‘también, No sentia, Y ella lo cogis y lo puso ahi botado jno ve que ya no aguantaba? Y salié por ahi a caminar asi: de alld venia sgaba hasta ahi. Se venia y se iba se para afuera, alld va un barco pasando. Un —dice— jqu’ese buque! —Y ella vino a su marido Oye! jOye! jRecuerdal ‘simo. Sacé un pafiuelo y buscé una vara por ahi (que habia tanto palo a la orilla) e hizo la bandera y la pard asi, arriba. Alcanz6 a ver el capitan de ese barco. Que dice: —jMuchachos, una bandera a tierra! Cojan un bote y van y tréiganme alguien. Quien esta ahi, tréigamelo au vinieron, pues, los de ese barco. Y cerca a tierra. Lo mero que encontraron: a ella que andaba ahi. Ya le dijeron {Qué andaba haciendo?” Y ella dijo “Que ia en camino’ —Manda er capitan que le Hleve a bordo. Bueno —dice que di = Con quién anda Usté? =Allé esta mi marido —dice. = 1Qué? jfsta durmiendo? =Va y recuérdelo. Asi que ella lo va a recordar. jNada! Suefia dormidisimo dormidisimo. Entonces dice ella: —Dejémolo, no recuerda. Sacé sus cosas de ella y las cosas de él se las dejé ahi. ¥ se vvaestannifia. Abandona al marido. Se embarcé a bordo y lo dejé durmiendo en la orilla. Y ese barco se abrié por ahi derecho para Historia de la esposa ingrata 183 afuera. Cuando que casi a las seis, ya de una vez que ya el sol iba a caer, va sintiendo él — Caray! gOnde esta ésta? jEeii! —Grita por ahi— \Eeii Nada Los rastros él veia que iban hasta allé y de alla iban para aca. Grité por ahi y nada. ;Caramba, ese hombre! Y esa lo hal dejado ahi durmiendo. La ingrata. Cuando que siendo otra mujer lo embarcaria mas que sea durmiendo gno? Y esa no, pues, lo dejé. Bueno. Ya habido que nd habia naide por ahi, se fue, “4Onde se ha ido ésta? Onde se ha ido?” Cogié la orillay se fue. Camina toda la noche. Al otro dia, toda la noche de jevamente. Y camina y camina. Y ella, pues, ya no aparecié. Una semana camina por la orilla del mar y no llegaba a ninguna parte que hubiera casa. Sélo todo era orilla, silencio. Una semana llevaba en camino. Cuando a la semana que iba en la orilla, caminando, mir6 alld afuera, Iba a ser un barco pasando. ~|Caramba! —dice élen tierra— Ese barco que me llevara EI ya una semana por ahi, sin comer. Entonces le pard también una bandera. Alcanz6 a ver el capitén de ese barco: —Muchachos, otra bandera en tierra. Van en bote a traerme arguien que. Y¥ era el barco mismo onde iba su mujer. Ahi vinieron y se lo llevaron a bordo. i andaba con cogido no? Y él va llegando, él la miré y ella lo miréy los dos ya se conocieron, pues. Pero no dijeron nada. Como ella estaba con el capitan. Este es el caso de la esposa ingrata, Bueno, asi que entonces lo embarcaron pero por la proa. Ast que él se embarcé no més, pero por la proa y por alla le dieron cama para dormir. Y ella acd, en la popa, en el camarote con el capitan. Ya el capitan no dijo nada, pero ella —Oiga, ese hombre, Ese capitan la mir6, callado. A los cuatro cinco dias, ell dice otra vuelta 184 Paulo de Carvalho-Neto —Oiga, yo no quiero que me cargue ese hombre aqui. Si Usté no deja ese hombre, no hago vida con Usté. = No, hija! Dee. Si él eh un buen hombre, no dice nada. Si esta alla con los demas marino. =No, sefior. Yo quiero que lo desaparezca, iFijese! Y él la estuvo acompafiando un afio y hasta la resucito. —iCaramba! —el capitan—. Si ese hombre no dice naa. —Al capitan le faltaban tres dias para que llegara su cumplea- fios que se iba a celebrar—. Oye, mejor dejémolo. —Qué ya la mujer queria para que lo zumbara al agua en seguida—. Déjame ‘que mafiana se me va llegar mi fiesta y me voy a celebrar aqui en er barco. Era de esos barcos que andan en la altura, que cargan doctores y banda de miisica, cargan soldados, de todo cargan ‘e505 barcos, que esos van a los tiempos. Son de esos que andan navegando. Dice el capitan: =Abi lo desparecemo, en mi fiesta —dijo asi —Bueno, pue —le dijo ella. Y é1 alld'a proa con los companeros. Ahi dormia con los compaiieros ‘Cuando que ya llega la fiesta. Entonces temprano del dia, le dice a los marinos, ese capitan: —Muchachos, me dejan amarrada una vaca de la mas gorda. —Cargaba una vaca para matar—. Que muy a las cinco fe la mafiana me la matan que me van a hacer unas comelona, que me voy a celebrar mafiana. Que mafiana —dice— estoy en mi dia Esta bien, mi capitan —dicen ellos. A las cinco de la mafiana mataron esa vaca. Amanecieron ‘e505 cocineros, haciendo comida que por aqui que por al comieron, se celebraron, tiraron trago y que no sé qué, toditos. se ajumaron. El capitan los hizo ajumar. Y ese hombre, el marido, también se ajumé. Pero el capitan, ese no se ajumé, Sino que ellos, toditos los otros, los marinos, esos soldados, Historia de la esposa ingrata 165 todos esos doctores se ajumaron. Sélo quedé el capitan con ella, No tomaron, estaban buenos. Entonces toditos doblaron ya con la noche ahi, dormidos de jumo sno? Cuando que el capitén fue a su maleta y sacé un anillo tan lindo y fue onde estaba el ‘marido de esa mujer y le puso ese anillo ahi en su bolsillo, Ahi se lo dej6 puesto, en el bolsillo de atrés El otto dia amanecié, ya todos buenos. Ya los cocineros hicieron el desayuno. Se desayunaron todos y el capitan. Y ya se desocuparon del fog6n. Cuando que el capitén llam6 al Mayor de los soldados de su escolta Mi Mayor —le dice—, véngase por acé. Aver —le dice. —)Sabe que aqui hay en er barco una pérdida? iAjah? —Hagame parar a toos en fila —dijo el capitan—. A los marino, too en fin, que ovde aparezca la pérdida, ese eh muerto. Entonces el Mayor empezé a buscar a esos doctores, otros, més grandes: "Parense aqut y los otros mas De modo ‘que el hombrecito, el marido de la mujer, ese se fue a parar a ié porque no queria encontrarse con la mujer. Se fue a ltimo parar ultimo de toda la fila. Dice el Mayor: —Mi capitan, tan parao en fila too. —Bueno —le dice—, Desde éste de aqui, de una vez Usté me los va buscando los bolsillo. Donde aparezca la pérdida, ese eh muerto. BY qué, pues? Si el capitan le habia puesto en el bolsillo y él registra a toditos, No encuentra. Estaba él ultimo cuando va y le mete la mano al bolsillo. Cuando al Mi capitén. Aqui esté el anillo. —iJaiah!. . . —le dice—. Bueno, traigamelo por acé. Ya vino el ladrén ahi. Le dice el capitan: 186 Paulo de Carvalho-Neto Ah, picarot Con que td eres asf jno? Yo dije que el que onde apareciera la pérdida, ese eh muerto. —Mi capitin —le dice él—. Y yo jqué? Yo no me acuerdo. Me he ajumao ayer, yo ni me acuerdo. {Y cémo yo me voy a saber dénde Usté tiene sus cosa? "No no. Pero en Usté aparece jUsté eh muerto! Ajo! Ya la mujer ahi parada, con el capitan. Arriba tenia una torrlla no sé qué. Dice el capitan a los soldados: —jSibame arriba ahi ese hombre y tirelo de abf arribal Entonces dijo este hombre: —Mi capitén, si me va matar, déjeme ir a mi camarote abajo a vestirme, Que me mate con mi vestido, Bueno bueno bueno. A ver, compafiero (con ese dormian los dos), vamo abajo al camarote Fueron los dos. El tenia sus cosas, pues, su maletin donde cargaba sus ropas no sé qué. Y se cargaba su buen vestido. Se puso e vestido mejor que cargaba. Y para eso, este hombre también cargaba un cofre de oro. Y todas sus cosas se las dej6 al compafero: —Toma —le dice—. Ve, too esto queda para td, porque a me van a matar. Pero eso si —le dice—. A hora que me maten no me ha de ejar tirar al agua. Pideme pa llevarme a tierra pa enterrame. Y cuando se vaya conmigo lleve esta flor pa sobarme too, de los pies a la cabeza —y ya le dio la flor del lagartijo. La cargaba ahi también. Con esa flor habla envivido a su novia. —Bueno —dijo el compaiiero —Todo es tuyo si me prometes sobarme con esta flor. Asi que, ya subié bien vestido él, con su mejor vestido. Le dice el capitan: —Suba arriba! Le hicieron subir alld arriba. Asi de frente al capitén, con ella viendo, todos ellos. Llamé un soldado: Historia de la esposa ingrata 187 4 Usté! Dispareme un tiro a ese hombre, se le mand6 “Paaaaahh!” De hecho cayé el balazo aqui al corazén. De hecho lo vir6 abajo “liihh!”, muer- to el hombre. Ahi fue la mujer a verlo. Estaba muerto. Dijo el capitan: Vea, muchachos, bisquese un pedazo de cadena, un pedazo de fierro o un cabo que si amérrenle en el pescuezo y zambelo al agua Brinca el compafero: Mi capitan —dice—. ;Cémo? Si eh mi companero con quien he venido durmiendo. Es imposible —dice—. Ya ahora que ta muerto, ahorita lo tiran al agua. Se le come el animal bravo. Démelo que yo me lo llevo a tierra, mas que sea por ahi botao. Pero no que lo bote al agua. —Bueno. Si te va vo solo janda! —Bueno, ya mimo. + Ahora tira un botecito, bajé al embarque y se fue a tierra a dejarlo. Llegé a tierra, ya ese buque queds allé, pues, lejos. Y él salt6 a tierra icarambal, y sacé la flor y empieza de los pies a la cabeza y de los pies a la cabeza. Cuando acuerda, se le va meneando. Y soba y soba, cuando acuerda se lo envivid vivito. ‘Ahi lo envivid, Con esa flor, pues, que le habia dado, qué seria jnot Asi que como digo, ya lo dejé vivito. —Ahora sf, andate. Y ese compafiero fue y se embarcé de vuelta allé al barco, que ya ellos crefan que lo habia botado. ;Caray! Se hizo de toditas las cosas ese compafiero, todo regalado, de menos la flor. Esa si se quedé con su duefio. Y ahi en el barco contentisima la sefforita con el capitan. Y se fueron a ver mas tierras, Bueno. Y él por acé se fue, orilla a orilla. Estuvo tres caminando en la orilla. A los tres dias entré a una ciudad. Llegé ya a una ciudad, ese hombre. Por ahi llegé, Andaba con ese 188 Paulo de Carvalho-Neto vestido mismo, que estaba bueno, pero todo ensangrado porque ‘como él murié, toda la sangre le chorred ino? Sélo su flor ten Lego a una casa un dia, Ahi pidié agua. Tomé agua. Que le vendieron por ahi algo de comida, ahi comié. Ahi se quedé en fesa casa. Y mité asi para los lados de la ciudad y vio todas las, casas de la ciudad que estaban de duelo. Entonces le dice: * Bueno, sefiora, Qué pasa aqui en la ciudad que veo las, casa toa de duelo? —jAyl —le dice— sefior, aqui estamo nosotro en un pesar grandisimo, Se ha muerto el rey ayer, que él nos manda aqui a toos en la ciudad. = De veras, sefiora? Si, ha muerte. iCay! Para eso, le dice: —Oiga, sefiora. {Cudndo se murié el rey? —Ayer, =ATiene familiat Si. Una hija tiene. Sélo tiene una hija. Fse palacio del rey estaba llenito de gente grande en la campaia, de duelo, pues. —Vea, sefiorita. Si Usté gusta, vay hable con la nifa, la del rey. Y convérsele que aqui ha llegado un hombre que puede resucitar er rey si es que me pagan lo que cobro —dijo asi —=2Y de Onde viene Usté? —Sefiora, yo soy de otras parte. =iCierto? —Si, vaya y avisele. Aqui le'espero. Se va esa sefiora. Alla subi6, esta yendo. Subié pidiendo permiso y todo. Arriba subié. Le dice abi: —Adonde esté la nitia? Ahi ta dentro, allé en su cuarto, Esté Horando por el padre (que estaba muerto ahi). Té llorando. Dice —Digame a la nia que sarga un momentito aqui, que aqui la busco Historia de la esposa ingrata Se va uno al cuarto onde estaba ella encerrada’ la busca una sefiora, que sarga_un —Quié —Que sarga, que ahi ta hablando, no sé para qué sera, Salié la nifia acd onde estaba esta sefiora, —Ah —dice—, squé quiere? —Vea, mi nifia —dice—. Ayer en mi casa acaba ’e llegar hace poco un hombre que no es de aqui, no sé nde seré, Y ha preguntado qué hay aquien la ciudad questa de duelo y yo Vhe dicho que se ha muerto er rey. Y él me ha mandado que le venga adecir a Usté, que es su hija, que él puede resucitar er rey. Pero si es que le pagan lo que cobra =i quien? Ahi std en mi casa. —Va y digamelo que venga. Digamelo que venga a ese hombre, aq Se fue la sefiora en seguida. Ya esos seffores que estaban ahi en duelo quedaron asustados, pues vieron eso. Asi que se fue. Dijo ella: —Sefior —dice—, manda decir la nifia que vaya Usté ya mimo alld Y se vino. Se vino. Llegé ahi, en medio de toda esa gente. Y él andaba con todo su vestido, pues, con sangre. Andaba ensangrado no? ,Qué podia decir esa gente? “Y que ese too ensangrao jqué habia hecho? Qué?” Entonces ya le hablé la nifia, que estaba ahi: —Oiga ,Usté es que va resucitar a mi papacito? Mi principa, si Usté me paga lo que yo le cobro ya mi‘mo lo resucito a su paps. Va cumplir 0 que’es que Usté me dice? ~Yo lo envivo, pero si es que me paga =A ver jsuba! —Bueno, ahi subié el caballero—. A ver identre! 190 Paulo de Carvalho-Neto ‘Adente6. Y el rey muerto estaba ahi adentro, en su cuadra ahi. Entonces le dice: —Bueno, nifia. Péngame er cuerpo abajo. —Ahi en un ‘cuatto que estaba alla abajo—. Pongame adentro en ese cuarto. Péngame, bajele y péngamelo alla Bueno, no queria bajar a él. “yQué va hacer? ,Bajar er rey muerto —(Bajemelo alla {Caray! Quisieron no quisieron lo bajaron, pues, al cuerpo en el atatid que estaba alld adentro, en el cuarto, Dice |. Trdigame el vestido mejor del rey. Y trdigame la corona también, Se lo dieron. Se metié alla al cuartito y lo encerraron. Se meti6 picaporte por dentro. A hora que yo le gorpeo la puerta, entonce vienen y destapan joyo? —Esta bien. Alla se metid. Asi son esas cosas. Caballeros alrededor, unos cuantos, no alcanzaron a ver nada. {Que qué? Esté solito adentro.” Bueno. Sacé la flor y empez6 a sobear la cabeza, asobearla ‘cabeza, Cuando a lo rato se va meneando el rey. Los brazos, las ndo acuerda se sent6, vivito. Ahi lo envivid iffjese! jAjo! ¥ los caballeros estaban alertas, pues, que qu golpear la puerta para ver si es que cumplia. ;Carambal Asi que Ay!” la gente para alld para aca. Cuando que, ya vivo el rey, lo cogié y lo empez6 a bahar. Tenia el agua abi. Bafa y bana Esa mujer que él mandé hablar con la principa, también ‘estaba ahi, todavia viendo para ver si es cierto que iba a resucitarlo. Cuando que por aqui, por una media endijita lo alcanz6 a ver que lo estaba bafiando. Sale a la carrera esa mujer donde la nifia —Mi nifia, alld lo tiene vivito, alla lo esta bafiando. = iQuede callada! —le dice— |Calladat pues Historia de la esposa ingrata 197 Y él estaba bafiando. “Ay!” Esos blancos que estaban ahi, gente para ver si era cierto yno? Entonces no hace otro momento: "ta ta ta” a la puerta. El y la flor. Y él salié de mano con el rey puesto la corona. Quedaron esos sefiores admirad simos también, Arriba al palacio. jFijese! Para eso ya fueron al arreglo. Por ahi ya le sacé: —Oiga —le dice el rey mismo—. jCudnto tengo que pagale? Usté m’ha resucitado. —Mi Majestad —le dice—, se lo dejo a Usté. Usté ha de ver cuanto me va pagar. —iHijol. .. —le dice el rey— ;Cémo da a Usté dinero? Mejor te casa con m’hija. —Y esa nifia, pues, estaba ahi, la ‘que tenia el rey. Ahi quiso no quiso, ahi se cas6. Inmediata- mente—. Toda la compaiia ninguno se va. Ya mimo se casa hija. Mand6 a traer al padre cura y se cas6. Después de tarde luego tuvo un gusto el reino. Esa fiesta jcaray! lmaginese! Que se habia envivido el rey y casado a su hija. ;Cay! Esas comidas de todo habia. Y su mujer, pues la antiga, por alld andaba en el arco con el capitan. Vea Asi que, cuando que ya se desocuparon de sus gustos ellos, los novios, ya el rey lo llamé para que fuera rey él también. —Usté es el rey. —Ahi subié ese joven—. Ahora Usté es el rey y se queda en er palacio. Aqui tiene todo. ¥ todo lo que yo tengo ahora eh suyo. Aqui estan los libro, too queda aqui, que yo me voy a mi casa ya a descansar. Too queda aqui. Ahi majiana Usté vea los libro, lo que yo tengo, que eso es suyo ahora. Cay! Tenia la gente trabajadora {Uuuhhh, ese rey. Y ese yerno, pues, el joven, repasaba los libros. El era el duefio yno?, ahora, de todas esas cosas. Recogia toda esa gente peonaria y la mandaba a trabajar. Cuando que un dia va en un libro y ahi descubre, pues, que este rey manejaba doce barcos. Que esos doce barcos, que andaban en la altura, venian a los tiempos a la 192 Paulo de Carvalho-Neto ciudad. Y el rey, que cuando llegaba un barco, lo arrecibia con banda de musica a su gente que cargaba, Doce barcos manejaba. £50 no le habia dicho el rey, pues. Estaba en los ros y lo alcanza a ver. Manda llamar al rey, que viniera aca. Ahi vino. —A ver —le dice—, mi Majestad —2Qué dice? —le pregunta asi el rey viejo. Mi Majestad, en este libro encuentro que Usté maneja doce barco. i,hijo, me habia orvidado de haberte ecir, pero ahi esta, Ahora td eres duefo, pue. Tu eres duefio. —Y esto barco ja los cuanto tiempo Hlegan aqui? —le dice—, esto barco vienen por tiempo, a los diez afto por ahi, segdin van recurriendo en Vartura, Caray! Ese rey mozo ya se resabié yno? Y dice: —Mi Majestad, y qué clase de gente carga: ghombres y mujere? —No, hijo. Mujer no cargo en ningun barco, sino que hombre si, toos son hombre. Mahana té de llegar uno, que ya se le cumple el plazo. —No, mi Majestad, Usté si carga mujer. —No no no, hijo. Mujer no cargo en mis barco. Al otro dia ya amanecié uno ahi. Que vinieron a decirle: —Sefior, que ahi ta un barco. Ahi mando en seguida que el capitan salga con todos a tierra y lo esperé en la orilla con la banda de misica. Los dos reinos, el mozo y el suegro, fueron a la orilla a recibir la gente. Y él, pues, con su suegro, los dos parados, viendo todito, a todos que salian, la gente esa que venfa en ese barco. Y los en fila, Todos se paran en fila. Es0s reinos | en la cara. A toditos, hasta que acabe la fi mujer, pues, no encontraban mujer. Le dijo al suegro: No encontraban Mi Majestad, en un barco suyo tiene que haber una mujer. Historia de la esposa ingrata 193 —No no, hijo. No cargan ninguna clase de mujer. Ya se lo he dicho. Entonces el rey mozo le dijo al capitan. Le dijo as —Usté se va en comisién de too los barco, por dos dia, que se presenten en la ciudad [Ahi se fue ese barco de vuelta, en comisién. ;Heenn! Que encontraba a uno, llamaba. LLamando por ahi a toditos. Como eran doce barcos. Entonces todos los’dias llegaba un barco. A todos lo que encontraba “Que vayan que manda llamar el rey” Se venian. Y a todita esa gente de cada barco la hacia parar en fila para verla en la cara, a ver si encontraba una mujer. Le habia dicho el rey mozo a su suegro, pues, que en alguno tenia que andar una mujer. Es que él se imagin6, pues, “Doce barco” Caray! Asi que llegaron todos esos barcos, menos uno. ¥ el rey viejo: —2Ya ve? Si yo no cargo mujer en mis barco. —Farta uno —Ie dijo el yerno—. Farta uno. Y mandé a todos esos barcos que se fueran en busca de él del que faltaba —Me lo sacan de por donde esté —dijo ast. Lo encontraron. liiihhh! Lo encontraron. Los barcos se repartieron uno por aqui otro por alla hasta que lo sacaron. Y lo trayeron a la ciudad. Amanecié el barco alld, en ese puerto de esa ciudad, Y en ese, si, venia esa mujer, en ese iltimo barco. Para e30, pues, ese capitén como ya sabia que el rey no admitia que cargara mujer, ese capitan le sacé pelo a ella. Le hizo hacer una peluca como un hombre. Y al otro dia que ya fueron, a que vinieran a tierra con toda la gente, la hizo vestir de hombre a ella. Salié vestida de hombre y le hizo poner una gorra. Engorrada, pues. Ahi saltaron a tierra. liiihhh! Y esa banda de musica arrecibiendo. ‘Cuando que, a toditos el rey hizo parar en fila —iPérense too! 194 Paulo de Carvalho-Neto Y ella, pues, que era ella, se fue a parar Ultimo alla yno? Desde aqui fueron revisando. Llegaron hasta alld a la altima persona. El rey grande, pues, no se dio cuenta jno? Sino que: Ya ve, hijo —dice—. Td dice que ha andao una mujer. Pue ahf estn, pue, toos son varone, Entonces ese rey mozo lo cogié de la mano al rey grande. Dice —Venga acd —se lo llevé derechito onde estd ella. Le sacé la barba. Dice—: Vea, este es mujer. {Caray! Se hizo ella mortalita. Se quedé ahi el rey grande parado. No dijo nada. Y el capitan del barco jcay!En seguida lo ue dijo el rey mozo; llamé a sus peones que andaban ahi: —=Vengan acé, muchacho. Me vayan all al potrero, tréiganme dos mula d’esa brava, {Ya mi’mo! Ellos brincaron, esos peones, a la voz de “iYa mi’mo! Cogieron las mulas. Ella ahf parada, mortalita. Cuando que ya estuvieron esas mulas: — Aqui estén esas mula bravisima, mi Majestad —le dicen los peones. —Bueno. Ya estén aqui. —Estd bien. Ahora si —dice—, vengan acd. Céjanme esa mujer. —Ahi la sacaron de la fila y la llevaron adonde el rey — Péngala al suelo. —Ahf fa tumbaron al suelo—. Amarre Usté con este cabo las perna d’ella en esa mula. Y esos brazo en la otra mula. ‘Ahi la amarraron, pues, sujetando las mulas que dizque ‘eran bravisimas. Cuando ya estuvo amarrada, le dice: Oye, con que ti asi fuiste sno? —Y ella no contesta nada. Nada Qué, pues, iba a decir también?— {Te acuerdas cuando te moriste? Te acompafé un afio y te resucité. Y vo no me acompafiaste ni un dia. ;Verdad? Y te fuiste con otro. Esposa ingrata. (Suelten esa mula! Historia de la esposa ingrata iCaray! Esas mulas bravas s Y cada una se Ilevé la mitad. Ahi la hicieron pedazos. ¥ la gente aht patada, viendo. Y el rey mandé amontonar esos pedazos: —Amonténenlos ahi. Trdiganme un tarro ‘e querosén Héganle fuego. Que asf dispusiera el rey. Si él era el rey, pues. Y ella una esposa ingrata. La maté jffjese! Y el capitan de ese barco ahi tencogido, también esperando su castigo. ;No ve que habia cargado mujer? Y que se acordaba, pues, de cuando lo hizo subir a la tortilla y llamé un soldado: “Venga acd Usté Dispérenme un tiro a ese hombre.” Desde acd le habjan

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