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Lg AY HISTORIA SOCIAL Concepto Desatrollo Problemas Jiirgen Kocka Me thes IL HISTORIA SOCIAL: CONCEPTO - DISARROLLO - PROBLEMAS' | | 1 1, Las owsiones dicputades y pow qué vale la pena divcetrlas i Algunas de Int cuestiones Nistoridgesfiens flndame ccutides en ef capfealy precisadas en dicho anteriosmeni is de th historia eocial que fhan de tracert de doble manera: Por una parte, Tos ~ Stesturgeccilie = poten se syareei6 en eh AS, te Uy 1 rol Gesell Ge 1972, . 305-%. 6 Ficter de on Ia historiografia yj, en general en ef ‘spectra de las cioncias sociales. Ciecramente, en estas discusiones, como en general en toda tcorfa o invencatio dd fa historia social, ne clementor que yan msgs alld de fay cuestiones Suanclamentales discuticlas mis arriba y que en lis pginas siguien. tes deben ser igualmente cematizadon i "lis mencionadas discuss de ls hidriadres, tea Primeramente ciel peso relativo y de Ia divisih de trabajo entre toria politica» e abistorin social» o ahistoris social y econdmi >, tenicndlo dequt en cuenta que éstas se conciben como diseipli- huas parciales, dclimitables entre sf, de la disciflina general histo- iograffa?, Estrechamente ligada a ello, frecuericemente conf dd pero en modo alguna idéntica, se encuentra en segundo Ligar la 1. puesta ipualmente a discusién, acerca del. peso rclativo ‘ie log_planteamientos_ehistérico-estructuralesy y de los que se nek esia cues iente-a Ta pregunta por la ‘elaciGn entre procedimientos «analiticos» y abcrinentuticors, tal como se discutié en Ja poleiniea del Pariivigmio de Tos afos 60 las ciencias sociales, Jo mismo que a la pregunta por y formacién de In teoria evi Ia historiografia?. En terer ligar se crata de la pregunta sobre si la «historia so- , los aparntos estatales centrales con una cigpide mondrquica 0 prin creciente significacién, habfan jugad un pape! destacado. ovientaciGn hacia el Estado coreesponclis, adem, a las funciones politico-nacionales ineegrativas de Ins ciencias histricas que se ha- bfan profesionalizado y academizado en creciente medica y que como disciplinas se estaban independizando ele otras disciplinas y ‘eran fomentadas oficialmente en los Estados nasionales del siglo UX que se formaban o se desarrollaban fuertenente En Ja Alemania prusiana, con su tradicién de Estado absolutis- ‘elortnas burbcrkcticds y de revolocTonés flides, cata orien- tacign-Tandasional hstorggrticr emergence (indi Tere ionalmence, 10 sin excepcioncs y con muchas variaciones) s€ conect6 con una creciente valorsciGn idcolbgica det Estado ‘como lo ageneral» superior y abarcador, que acrifa la atencién de Ja mayoria de los historiadores mucho més que fas necesidades @ incereses sociales, simplemente «especiales», 1y condiciones mate- los grupos sociales, las c nes sociales no-estatalés de tod tacar que estos Tendmenos 50 aides del corcepec de Este pot Fa iinidad a ial ae hn epoca mente desde fines del siglo XVIII y que fuera cénstituciva, canto dle la tcorfa liberal, como de st erties soeiabsta, ete pericncias hist6ricasccales, si bien prsadas, ex un pat moderniaan- te ales arsibae y no primatiamente wioade la sociedad y corr n pondfa:a: ta fancidn: primeramente liberal, critica de te eradicién Y polleicameinte nacional anes no esearales"™. i ‘Exorientacidn:epistemotégicn y:metodolégica bésica que scu- 'B6-crecientemente Ia historiograffa: del sighs. XIX especialmente ‘em Alemania, es decit, el Historicismo, no te fundi6. indudable- mente con estas condiciones: y funciones sokiales de Ia naciente fustoria especiatizada; pero respondfa excelentemente a Gas; si asl sno Inubiers:sido, no hubiers logrado tanex difusin e imporeancia, EL acento ‘histético en of principio de ta indjvidualidad, formaba parte del matco categoria! denero del cust podia fundamencarse, -de un mode hasta cierto: punto coherente, por qué el desarrollo politico alenvin juclo-o: hasta tuvo que diferenciarse del modelo ‘curopeo-occidental legitimado por el dereclio natural, es decir, i el modelo de la revolucién y} mis tarde, el de la corganizaci6nliberal-parlamentaria. El inverét en el desarrollo de Jos Estados particularcs podia realizarse dentio de este marco més ficitmete que ta Investigacion de fenémenot tociales colectivos y de inmsas. El concepto idealista de personalidad y accién propio y «situaciones> 10, "Cfe. WW. Conse, eSornigeschicheey en HU. Weber, Medone arab Sti Cn, 66 (1973.19.25, on 31.25; Riedel, «Dee Stentsheprif dee deutschen Geechehtdchrebung er 19. Jae Inunderes en Der Stat, t. 2, 1963, po 41-63; W. Conney nDesSpannungs- fel won Stent nd Gesllceft in Vorinieon cn 3 compilecion Sta wed Gaelic ie devices Voraire 1915-1840, Seatcgare, 1962. 970%, p- 207-269; R. Vievhs, Ranke and die scile Wel, Minster, 1957. TL mejor carol de Ts historingraa en ln divers pases av aul American Historiography ex J- Higham et tory, Kaglewol Cllle, 1963, p. 316-87; tania B. Sculin =fc lid suf die Fntwicklong dee Gerchichtenitsenscafen on E. Joiel y E Weyimae (exp) Die Panton der Gchiche i unr Zeit, Stiga, 1973, p_ HL25. A Erne Sclulin agraderco wan crften imprtante de a wersi6a de esta pute, ante tado de ete esbna hss. fer 14, sun cuando éstas:podtan see incluidas:¢n: medida limicada como condiciones y consecuencias de-acciones individuales. Al smétodo histético-citico- que: se: imyusa-desle| Nicbuhe y Ranke te era inmanente:ta:preferencia por fuentes literario-ingufsticas y Por Ia ineerpretacién: heemenéutico-comprensiva; tal: método-capa- citabe mucho mejor al Iistosindor ast para-eb estudio de Jas motivaciones, acticudes:y acciones trasmitidas que: pare la. ex- ploracién de fa estructuras y-procesos'suprainel{vidisales; ya a: par- ‘iedel método impuesto.ers evidente para el historiadoe la ocupa- Cid con campos en los que, a basede-documerios, se podta saber < filady como algovevilenteThetige a Tes fccores'soclales y econdmi sf 0b endnoahedidaenrta“ qué’ es Turon’ ineluidos, ello oerrekd + ten-cl.marco de’ eonsiderieién polficnn; inleresaban,primaria- -mente-cesno prestipuestos'y'consecueincias de fa neti del Fer ‘ado, euyo valor eta ebisidérado Indiscutible fn tanto, nieleo de Ja.ecllexin histortogratica, | © paradigma —cuyo otigen ef antigue-europeo, preindes- ‘tial de livhistoriograffa historiista, que dethecho se establecié «4% Alemania antes de la tevolcion instil} en pare en conn siente.contraposicién a las tendencies revolucionarias en Europa ‘occidental (y con ello contra Ia aemancipacidnl de ta sociedad del Buadon)?, espondié —y esto hay que subrayaslo— en la primera ~omited del-siglo XIX, a expeiencis colectivas hin efecivas en un ais tetasado y no: modemnizado segiin el miplclo europeo-occ letal.-Paseta tambiéii gian fuerza para explo la realidad en la ‘ccupacin evidentemente dorninante con la historia de Europa an ‘oo, He Este-voto por Ia subonlinacin estrcta de latcectioncs de historia ‘condi, socal y ciltural bajo fas de ‘elatidad ei) principal editor de “onic fen lyin defrag isa sr Te, ADA By 18, 122-24, 13. Sobre fap 3. Nelo, Die dence Gexhicbr. idiBelfn (1916), oa ei 1 ptern ini det glo XIX, cf, tnd Zukonfsufgaen devtseher Seah alin £170, 1950, p. 42 1. Heim. ater Oxganisstionfornen hirer Forsch in Devtsidendy en HE, 190, 1959, 9% tambien Is wisn sential Heil n Revi en oe Aicursacon motive ce sv 90 commpleaios (1R8S) en Stnlide Werke, ed, por Av Dave yo Wiemann, «52, Ips, IBRK, p95. ene Sacllne tie Ta Mstnigrata-se ealtemarn may crfticamente con wens tradicone dor sem, lt elesiscco cereale Ce Schilin, eRckBcles, Shs 74 lividualizador do- i i ‘en: las _{tansfocmaciones concundentes del proceso capil deci he eacion'y tt fos! eSiitos Tandhmentats le clases-y Bfipos del segundo ticib del ipl. “"Conalicionadgs en parece pitindy arialmente; prodacidos i pate por el capitalisna:inndoctrigl, nas ciente~ en tad eto" Batiba ln experiencia dlfandida'y nent cencin y dine de ina se ete Fecal. mlcilons oe fuera: comprendida de thatieta ‘cad’ vex més clare por-Hegel, Macs, Mohl, Lorenz von Stein or, coma wn sineroe set mos conttadictorio © impolsador de trasfotmaciones, constieuiy Pot factores socio-econsmicos (ttabajo, merendo, trdfieo), de nece- sidades, intereses'y dependencias, como «sociedad burguesades- Hindoda del Hstado, pero en cite vinculacisn fon eh dacinee ic Is economia. A tas tarda to los afos revolucionarbs de TBI impuso amplinmente, eambién en Alemania, el eomepeode nar iced con lanza a tales, democrat adquieié popularidad ta contigna dle la acuestisn Sxciae que designaba ta necesidad y el desao dels estas bajo, del eréciente proteratiado; se dramacia6un desatro maclo econémicamente de extraodinsrie dinamo, para cuyo conteol y neutralizacign el Estado parecié tr suman, {¢ incapaz, En esos mismo aflos surgi en Aleman, solve le eee ds mouels francesss; el concept de Jas «ciencas sociale, oe itataban de cinaritiparse de las mis abnrcadores welencias del Ea do» tradicionies. “Sociedad signified pronto tof cee: pk tne parte, equella «diferencias (Hegel) entre ‘navi foal comienzo, I Rv Mell, Dic Govind Lied Satheedefa Belge, 18S, p. 705K. Tames, wie El eg Che ict te Zant fee Ub, specimen 33 15 todavia: familia) y Estado, que se enfients a Este como rival y «que, como exfora recientemente descubierts y devenida consciente, dleberfa ser objeto de una ciencia especial, «le Ia ciencia de la soci dad Gunco ala del Estado). Por otea parte, In conviccién del decisivo poder de fa influencia y acuacién fle esta esfera social © socivecondmica indujo a los representantes de Ia nueva cotriente “Marx, Lorenz von Stein, por ejemplo— a ineerpretar, 2 partir de aquella diferencia, la totalidad del desarrollo histérico y a en- tender Ia asociedad» como singnimo de sistemd total; en oposicién ¥ en competencia con el patadigina dominased de In ciencia de Ia historia del Estado, se concibié a tn historia fomo «movimiento social», como historia de la sociedad, que inclifa y signaba todos los demés &mbitos histricos especiales (como el campo social ea sentido estricto, ef Estado, fa ideas y otros)! La solucién anciguo-europea del problema Estado-sociedad per- i6 asf su fundamento. Los intentos de captar, ese a ello, los pro- esos sociales como partes de una historia del Estado concebida con amplitud'® eavieron que fracasar, y esce fracaso fue tanto mayor ‘cuanto mds tarde se prorlujo, sobre todo cuando} estuvieron ceferidos a la historia reciente, La historiografia cuvo —fon muchos matices 15. G.W, Hegel, Grondlinin dor Pile de Recs 821), Ham a0 19554, 65 189.208; Lorena w. Stcin, Grube ilen Brana in Prankrich von 1789 bit anf mre Tage (1850), t. Ly Murch, 1921", pe 25 2p posting K. MacalP. Engels, Diese lig Aan der Kemi Tach Part, en Maral Engl MEW t. 3, p- 17-74, 4p. AG2AD¥, J Usbetmnas, Soltnenndd kr Ofenlclre (1962), Nevwied, 19653, p. 11> 156; B. Paakoke, Sane Devgan Secale rage Satine Peli. Grundjien der douche eSailtvenchfin i 19. Jabber, Seaifart, 1970; M. Riedel, ‘Ar. Grell, brgestichen en J. Ritter (e,) jor Wirterbacb der Phitanphie, 3, Datosade, 1974, columaas 466-73 Jsp. col. A71; det mis- so, Bingrlibe Gelbuhat und Stat. Grandpoblen a Sirti de Magechen Rechophlouplie, NewmielBertin, 1970; . Diarhel eLorenr v. Stein» en (Comp.) Dense Hioritr, Gotinga, 1913, p. 25-38; F. Gilbert, ftom Political to Socal Histony. Loens +] Stein and te Revolu- tion of UB4R on Mistry. Chie and Conmniimnt, Canine, Mase, 1977, Pr. AUL-21; B, Anger, Rober von Ally Newwitl, 1963: A. Hien, “indpetiche Gesellschaft ‘thoote und Geschichten len NPI, t. 19, 1974, pArDa, 16. Por ejemplo HL. v. Treitechke, Dit Geallabdfawinenehg, Leipig, 1859. i i | 16 i i yor cuanto més tare se prexujo sobre tado cuando estuvieron te- feridos a la historia reciente. La historiografia tuo —con muchos matices de detalle— dos posibilidades bésicas para salir adelante frente al intenso desaffo de esta creciente movilizacién de onasas, desencadenada por primera vez en el curso de la ulterior industria- Tizaci6n y de conflictos sociales cada vez més aguilos y de muchas ‘otras transformaciones: o ben reexamninar ol paradigia del caréeter canénico del Estado como sujeto, en todo caso, de It historia mo- deena, modificar el andamiaje conceptual (de modo que el Estado: pudiera ser concebido como un sistema parcial, sf bien muy im. portance, de um sistema total que entonces ya nofpodfa sce definis lo como Estado), e incluie resueltamente y con ipustdad de dere- cchos en Ia praxis de la investigacin y la docengia a Ambitos no cestatales de Ia realidad; 0 ben atenerse al Estado como objeto pro- pio de la historia y sopoccar con ello la imitacién cel propio ob- jeto, del que se deslindaban de modo cada vez més clato grandes Ambitos de la cealidad (en algunos casos sin conocer 0 confesat cexta limitacién). La primera alternativa hubiera significado apar- ‘ase de las artaigadas convicciones de la «Estadoffiao 0 de la ede- vocién al Bstado»"® y realizar con ello una profunda reorientacién clentifica, cosmovisional y politico-social; est hubiera treido como consecuencia una enorme ampliacién de Ia! paleta de miéto- dos y procedimientos histéricos. Los principios de Ia historingraffa alemana establecicla tan tempranamente en el siglo XIX y que ocupata intemacionalmente al primer lugar, se mostraron lo suficientemente straigados y lo suficientemente sostenides por un clima politico social-conserva- dor, pot ttadiciones autoritario-estatales y anti-emancipatorias —a diferencia, por ejemplo, de la joven historiogeafia norteamericana todavfa no consolidada— como para escapar a este cambio: vistas Jas cosas en su totalidad, se impuso In segunda alternativa, Esto ' | 17, Bl concepto en Ritir, Gigenustige Late, ps 3.4 IB. Che. O. Hintze, «Der Stam als Detich und die Vesissungsretormm (1927) en Soniaogie wad Gasbiche, p- 205: alin Ta pore ex Ia que ramos Jovenes y Aocecfa con muesteo Reich la devocién por el Edtado, hubiees pare- ido casi como una blasfemia el degraat Is majestad del feta mediante fa ‘ompatseién com sina empresa ecandmican n Sinise nmin de wn proce fanaa de sin cn cf que Ia historiografia perdié —mientess mas tarde tanto = tie fern porn esas de la bisa ingaderna y eeciente y «om ello también par la inepretacion del prefene; sige una remuncia amplia al andlisis de fueras annimas y colectivas cién- dose a um concepto ideatista y crecientemente ieol6gico de liber- tad, accién y personalidad: significé resistencia contra las nuevas cortientes en las ciencias sociales occidentaes y, 00 en i ‘nino, en ef socialismo; polficamente signified —con muchas di ferencias de detalle— cl voto por posicionecs ajuoritario-cstatales, socal-conservadorss, contra fas ferzas de la reboluciGn y de la for ue ianpusaban wea ania Uiberaliacion y democrat im del Estado y ta sociedad”. ! Este procean de fimitacin y sepesin no dcurié homopnea- sicnte, unitinealmentey sin tendencias opuestfe en Ia historiogr {fa misma. ‘Tambin entre histriadores cspecitizados Inubo inten tos —sin abandono de fa perspectiva tradicignal— de tener en ons fo nk pore ln pctv vide condi, sacl y coo ral dé fa Gpoca tatada; pero estos intentos parkeen disminuir des- de les ais 90 del siglo asd. Hub histones sobresaientes que Supievon captar, dentro del paradigms tradicional, oieneado por ef Estado como sujeto, grates Smbitas dle fa sociedad y de Ia economia, si bien ello se logsé mis bien!en el campo de fa historia de ta vieja Europa”. En algunos pocod casos, los historia- dores universitaris se prcocuparon por los plaiteamicntos y resul- (aor dé la ciencias sistemséticas vecinas y log aprovecharon para «1 cénocimiento historiogrfic?. ‘También bs preciso sabmayar ‘que en la historia antigua y mediaval no se produjo aquella limi 19, Cle. Gilbert, etlistoringrephye; Schulze, cap. 1s Tegers; G. Ocs- ich, «Die Fachhistorie uml die Aninge der surialgechichelichen For- Dewtschlans co 117, ¢. 208, 1969, p. 320-363; Comme, «Sorisl- 19-23; Riedel, Stacodeff Hi 20. Amie todo O. Hint. Ch. J. Kocka, «Orla tTintze» en Weber comp.), Deutche Histerter, p. 275-298 y Ia intrdsccién de F. Gilbert en ‘The Mistrial Exes of Oto Wiatzr, Nera York, 19 7 21. Ast, por cjemplo, W. Abel, O. Hintze y Kehr en fs pecs de cenureguertas; ct. sobre cso IT. Revenherp: «Verbeticit» en su Die Wet. sitberie W937 bi 1839, Gata, 19TH, 9, VERRY. 78 : t2cién eo 12 misma medida que en Ia historia regional y uibana ademis, a causa de la indole del objeto, apenes era posible ung concentraciGn ean fuerte en el fmbito poftic, Peay, en sume. ie historia general alemana universicata fue, de mane cals wes tie clara, hasta 1945 ante tedo historia pola com nin historia del espiritu, de la Conscitucién y del derecho, Aqut no inceresa describir la cstaciones priuipates de este Proceso casi secular de fimitaién y rereiin: la erica de Deoy, sen a la Wisteria de ba civilizaién en Ilaria tla Buckles en Pp Egmientos dle los affos 60 del siglo pasado”; Ia dlcusién entre of bistoviador de a cultura y de Ia economia B.Gothtin y el hisweaie dor general y de Ia politica Dietrich Schafer, entre 1388 leon, luego, Ia evidentemente decisiva indicacifn de nufvos camines en 4s polémica Lampreche de los afios 90 del siglo pashdo®s la Prime, ' Guerra Mundial y su resultsdo que, por motives politiees a vestién de la culpa), tajo consigo una reforaada concentiseisn en la historia politics y, en parte, un dstanciamiefito nucvaranee aceowoado con tespecto'& as corientescentfico-sciales ocldeos tales”; el Tercer Reich, durante cuyo dominio se’retrasé el desa- trallo de las ciencis soins sistemas, la historia socal cope ficilmente bajo Ia sospecha de matetialismo, pero, ‘por otra parte, ctecié interés por Ambitos no estatales de la ebistoria del pue- blo» ! Tampoco se puede exponer aqué en dletalle emo hacia fines del sigho XIX, la historia especializada establecida tuvo que en- frentarse en otros pafses de uropa y en Nortesmerica con desaffos semeantes: con In Syntbie bivorique de Weuri Uett en Peancia | 22. Cit. Schulze, p. 19-22, 23. Ce. Osstrichy p, 326-31. 24. Che ib. p. 320-63; Iggers,p. 256-605 E. Eogelbc ddenerit umn Karl Lampreehe» en J. Streisand (comps), Ss ide Gosbicbeseivencaf, t. 2, Bertin, 1969, p. 136-152: 25. Cle, Gil beue, Hinorigrapby, p. 359. t 26. Chr. Hh Aubin, «Zurn 50, Nand der Vievtelstuclcfe Ri Sonal Ritschatgeschichten en VSG, t. 50, 1963, p- 21; D. Hilger afm Sets amd Gegcastanl der Souialgeschicinen en Bach ond Iybhtie, ae 23, Fase. t, enero de 1971, p. 19 5: 11. Heiler, Walle Prank nad we Redcviains fer Gecicte des New Deutcbland, Sntgart 966 i 9 ce Biba | } In Ja «New History» de Turner, Becker y Beardjen Pepiaeat at ‘slo citar dos corriences revisionistas especial me . oo ee rece donee) Tarpoco se puede ago exlicar cS recs cs nuts eon recanaon enw 0 pas smd pre ese in Senet = sen on Totoriaespecializad tan feneteexableciday Seay a \— desataron reacciones més sete en ones ese reso Dab won sc enon ee see Aly septa dos cient co See Misoeye on lor Eatados Unidos que ete modi - iN tatiaapta gow, ycon rei sco a tigi Bee ge foe dae hem eso ran 20 mos fet Sey tn alge de sr comemportes Fane i aloe ce cece y er ompeaile @ eer arbanente Sue a MeEHT ET ae Fahne food eo go fT, TE cael toria general que, como Coyne sada 7 Aer a Tiston geet ue, cme reo de una temprana formacion y dé ‘especiales oe See ales ae ted considerablemence #[a Fi constable tr ay ee pee TaCee soe tir HUTS aan tor ejemplo, fa historia mesicrs gional) se cesiti com ee danse sti eile Wat c ace IS Cigna de PORE YCTUCTTTAS supa “roar coma Taitioner wre poreroso- models -béeleo, CoM TATEMTOS soci “ahisgorln de TW ¥ocledach tociay, a whistoia estructura. y tego de 1 Salen, aque se formara’ ja saves de Ha Primera Cerra Mundial 6 Bie ‘en buena pate bai te icvschafespe- dove de J. Kucka, Bori-ond Wi “aos 8s mejanza det dle jin lees BN Scan, te sray a semen le Beale en os ives pats, perm os detalles gests por Al esnite feconcer eerencaseleas en el desarlo hsriogeicn de Alemania, EES se Eisen nid, a ence chetamente de es siglo XIX y Fence victor penne alos de fend el 30 em exe sg 80 | i 1a ore CHRTEATI, Se [ruc entender Ta ehistoria 4) Nuvwos planteamientos antes de 1914 : 1, Considerablemnte excluida y desplaznda de la historia ge- neral surgié Ia historia social como historia del émbito de la ees Jidad y de problemas de lo asocisl». Sobre ella éstibié histor dor orientado sociolégicamente y «outsider» tcl gremio, Kutt Breysig en 1896: «En general se consicleca come su objeto aque- Uas asociaciones de hombres que prefercntemente no son de natu- raleza politica: la familia, los estamentos, las clises»’®, También Lamprecht considers a Ia historia social como historia de un &m- bito especial que no debta ser confurdile con ta historia genera 4a Hamabe historia de ta estratificacin social y de ls formas soci les. Ciereo es que Ia historia cel Ambito de To asociaby se fans feecuentemente con la historia del érmbivo de la eeconomta» y for ‘m6 Ia historia econémien y social. Esto se debid, en parte, 3 que |a historia econsimica —de modo semejante alt historia social tno habia encontrado sitio en Ia historia general por motivos, en parte, semejances y, en parte, diferentes. Por ot parte, como ya se esbor$ mfs arriba, la economta y Ia sociedad se cncontraban, ya en su génesis, como dmbitos relativamente aiuénomos de pro. blemas y de la realidad, estrechamente ligadost sobre wodo exai impensable el uno sin el otro™. ! La historia econmiesy socal conn histori de wn campo es Pecial en el sentido indicado, ue elaborada priniramente y sabre 28. K. Breysig, Die sociale Entwicklung der filrtulen Vallee Roro- pase ca Jabibich fr Gucrageang, Verwalang art Velbsirtibafi,t 20, 1896 . 1093; mis detalladamente en sw Aufeabon und Maustte rine allencineh Geubichrncheibung, Nerifn, 1900, p. 10; ee, también B, vor Drocke, Kart Drovig. Gecbichnwinvenchaft swinsen Histerinns nnd Seige, Llbccytten- brurgo, 1971. 29. Lampeecht, «Die Entwicklunssufenn, p. 37-391 530. La esteecha celocidn entre Ins dimensiones econdrvica y sociales ¢s lara en fos primeros esbooos cienifico-rcisles, (ene), Mack, wy Stine Moh y ottos). Che. noea 15, Pero también trabajos de cnet econdmmien: anteriores sobre esto: S. Landshue, Kritk dee Seiloie, Neunsed, 1969, p 131-145, Landshut tata la pfnesis del capo tlativamente sutinome weco, snomfas como peesupuesto de la potbilda! se la ciencia ecandimiesy de la Aiscoria econémics, cle moxlo semejante (el epie mit tei pana) a cono ae esbous esto mis ariba para ef eampo de fo «sna at i iguo y movderna Eseela bisttrica dela gronafa politica y allf se vinculd frecuentemente con Ia historia administeativa y_. Jonal, La historia econimica y social seldesaroll6 aqut fuera de In historia especializada y, en parte, como critica a éta 7, al mismo tiempo, en el contexto amoderadamerice exitico-social del esocialismo de cétedra»™, Sin tan estrecha relgcién con Ia bi toria econimica, pers también sin vinculacién cof Ia historia. ge- poral, la historia social fue claborada, ademés, bajo el echo de la isoria de la enlinra en setida etre, que j cexistencia margival. Junto con problemas hist oe ratios, &ta trataba temas tales como;cl desarrollo de fae herramientas, dl consumo del tabaco y bebidas, de los usos y ks costumbres cotidianas, hasta Hegar a la histbria de las clases 2atinee est sempre en forma nactativa, asistematicay reevente- ‘mente finperfecta por lo que respecta a la critica de Iss fuentes, ‘Como disciplina marginal separada, Ia historia social y Ia his- toria social y exondmica tenfan ficilmente un blor oposicional: jentfficamente como recuerdo eritico de Ho reprimide por 1a h ‘general; politicamente sefalaba —algo fécilshente comprensi- ble por su contexco genética esbozaclo mnis ate frecuentemente SET Tt iden ff uit 08 sok aba acetate tiff Sie BN weir ce ly Ste Oe ica 3 cee Sie een eee ne ers shee re deat a pa Rosier eee lee et ssen; sobre historia de Ia cultura cn tently estricto, cfr. ned enn ee ho, ON Jol, Die Katingeicsan, ire Eatwie tepid te Prblene, Hale, 1878; sbye el desolation, W. Gi sGachlte vod Kultangeschichten en Arh fir Ks JOLIG. Tobién Th, Nipendey, «be anhiepulogische Dimension ia der Tuieiaseterlalin, ew G, Sehulr, Comp.) Goudie bate, Gocings 1918, ps 233-285 : R2 : jo tn relaci6n con Ia erftica ala sociedad y co 6 to cnt se mortaba en Ia cpituacin sera eel bien cntiado el siglo XX, de historia socal eh £06 bajos © del movimiento obrero™, Con city se constituy6 de doble manera como eciencia de YEH), cuyo fechazo por Ia historia eepecalinals euioln is por 0 tanto mi ga y mis ren le ete colorido polémico ional caracterieg le inmediata de Ia «Revista crimestral de historia olla y ccontny {nfluenciasrpendentemente fcc dea oininnds mei, lesarolla posterior de esta revista, com cl dee oe cial «listoria social y econsmica», que. come on cluramente delimitada te foe esableciendo eon chad cas slempre en las Fauld de cenchs connie y aoe amen opi de ea dpi pinata . De Ia historia social como una discipina esp ¥ definida a partic de su objeto especial ae ae dif ae segunda variante de la correcciGn y complements hee a i Nisoregals polices domint, Ea co ente fundamental surgié ya antes de 191A con alta ntetrreey 1 Sito redid, Inj desigracons vases on enn Ses. Se tren del ensayo de propone uns atest pata Snrert, om sins ue pea laa, ales de a reatidad hist, sin peg ne cestiblecida se vol- implicaciones. Algo rica ‘que establezca ngulares espe- de costumbre, BB. As odin enc vie dels Acie Sree {1561 0) senmecrsTotee e dase paulatioamente; tin paul = también en cl aneritionsal Tris Geschicdenis» (Amsterdam) y ‘f Sac Ils ts atcertionl Review ef Soca Hs HA. Soe Ia revista: Auk s bin expcialnnte p10. (aee Is tar dere. Kellan, «7 Sci ses fae ee tschafisgeschichte in Deutschland» en K.-H. gold th shaft, Wirtschaft and Technik. Festucbrifi Sei ae st Wiiah Patri fir Wiln Te, Meni, 1860, 83 H Eseadé como nicleo dle estracturacién. “Tales ensayos se conacicron muy feecuentemence en los dece- nos antes de 1914 como historia de la culturd en sentido ampl Recurtiendo a Voltaire, se la defini6” como ehjstoria del desarco- How de un epucblo» y cle sus «Grganos fisicosiy psfquicosm, que {besa conte wel fandamento mds propio|y excocal de toda ta historiogeattan"®, Como Ja autonomfa de tajevida del pueblo» fue relegada frecuentemente a segundo plano te historia de los Tetados, fa historia de fa cultura debe comprolfar In relacién reet- proca’entse los campos culeurales singulares eligién, iglesia, mo- Pitidad, derecho, organizacién del Estado, apayato bélico, intere- es materiales, arte etc.), ptoporcionar explicacfones casuales y po- ilite Ia comparaciGn a nivel incernacional”.| Eberhard Gothein, Ihistoriador que ocupara una eftedra de econgmfa, reacciong en 1899 en contra de a pretensiGn de monopotio se los historiadores de fa politica, con el argumento de que Ia historia de la culcura eberfa describir ef devenis interno de los putblos y de las ideas fp de la vida cultural en general. En su muy Ieido y muchas veces Teeditado Manna, Ernest Bernheim defini6 la historia de In culeo- qa en sentido amplio coma «la historia det fnjmbre en sus activi {des como ser social, en. todos ls tiempos y todos Ios lugares, say conente unitacio del desarrollo»”?, Por algiin tiempo, Karl Launpreche aplicé ef nombee de «historia de Ia cultura a ta des: cripeién de su an o-sintético que] en los afios 90 del Siglo pasado y acentuando estruccuras psicalgioco-soiatsy inten- td iinegear dimensiones econGmicas sociales, politica, espirituales jasc, y ue foots reckszido amplis y decididemence por el jo A | ei jo 108. \ 1 (Proepeetast: interna Fee. | as } gremio de los hiscoriadores”. En 1910 escriblé Walter Goetz: {quien anunicia un eutso sobre historia cultural dela Edad! Me- dia puede estar segueo que los estudiantes encimien bajo cal un compendio de Ia hi politica, econémica } espiritual de la Edad Median"!, Y evidentemente, estas sfntesis{hst6rico-coleura- les, en las que frecuentemente se adjudicaba uh alto valor a las dimensiones socio-econémicas y socio-psicolGnicas y que, en esa medida, se ssemejaban a las sfnitesis hist es, gozaron transitivamente en los afios 90 del siglo pasado de la mayor popu- Iaridad, de modo que —ya entonces-— los «historiadores de Ia po- Mtica» comenzaron a temer por su hegemonfa ya amentar su de- cadeuicia®®. En los afi siguientes disminuyé ese desaffo profundo a Ia historia de Ia culeura; después del fin dle biglo, éta estuvo considerablemente signada por elementos de [a historia de las ideas, del arte y del espfrita y, de ese mexlo, se'la domestics, por asi decielo®. 1 G0, Lamprech, «Was ie Kultngechichte?» em Dace Zen Jr Gabino, Nace ei, tty 189697, ps 19-F4; Osi, 7 663. i “AL, W. Goetz, «Geschichte ond Ksargeehicten, Ver nota 32 Kan Lamp, lad mee Rchongen i der Gebicuecht, Bett, 1096, pI s- Tambien Derbi (1894), 50 finn cobreveo fc ecientemente favored In hirorn ef in policies ex, ene fondo, sn debttaienao fnpecian dts concen 0° Cilsacietiien-naaral de la tri, ve no conse gn de la cons or aconteimienton singular pang mo defn meter Steteulo eeaditio y dedars que los pocesce macvo on el ico objeto ign de la clncin. “Ph No inl inloeniadecerminanie de Gets, clr de Larmpreche on tn drecdn det anatcoo de Hera def cutora © hinteria univers fon dato en Liprg por este hkmoy sa ners acento def historia del pitta y de ely como nico davai de fa clr casmente ee A Th fot Katrgerbct, «012, 1916, p. 279-3, ep. py 274 8, LM. ae tran infact pl maxim: epoch a Lame en 1904 (WS Tap IGG 2) e babe psiatgiad caves mse hain oxiginariamen te ovcotada socioeconbmicamente Elementor de Ta hitra del expeita 7 {kl ae predominon en ts saers hii ulate de reob Barbar, ‘qe mereiron crelene aren despots de in desig hex del ei ther Guerra Mn fr. J. Risen, ajay Burekhan» en Weblet, Dee= Iie isto, pe 241.62 A. Marden, Gav bites sehen Alta wipe and madre Wel. Jeb Brobhera i nee Zeit Gating, 1974 i 85 acia fines del siglo, ta hist tones el término ges ico para Ia integracin dle fos tiotas campos histéricos especiales. Bernbcim reacciond en 1894 + contra I fccuente Keuecisn de fa historingraf a historia politi a, y conta In scparacin cstticta de hiscoria politica, historian de i eum seni creo onsite les. «Justamente por eso no queremos considlerar I historia pol ‘acon um pce condo dete herrea alr es tems acne etn eegri Be prdneo exe sorio dhe aquétla. Hivitamos tal paveiald “cil pcs Ie plccay ta colt abn, en igual ree, poe doctos de ta socializacidn humana. Por eso, A.B. Schile Hama certeramente a fa historia “ciencia social”; también L. Wachlee de- signa como tarca de Ia historia el “explicar, a partir de lo aconte- i lg conformaciéin del estado soil del género hu mano's' También Breysig. ceaccioné a finales del siglo pasado cotta I reduccin de fa historiografn a histofa politica, que en pnt de os hones 5 mab denne mds deena socials signified en otros a cido, la i vit inepndicionalmence at dlizciplina especial, pes haba. que inclu incp a Estado, la configuraci nds pporlerosab, y también tea cioné contra una shistotia econémica» separida y que «vegetn para sf, porque fas relaciones materiales» inflayen de la manera ins decidida «en ta formacin y erecimicato de todes los cuerpos focialess. También haba que incluir al weep de les tiempos, fos usos y costumbres, el lenguaje y tas creencigs, ef arte y Ja cic Tia thet Wahler Lub Gabi, Desa ISHS FL ats (3) Thar nett actor se A lta eke a eae au a cysig, «Uber Fntwickhungspeschichtes en Dewarbe Zeitschrift fous Nin s,s Wo 4 BN 86 : iz | | 1 ia, Experaba Ia integracién de estos campos de wna investi ‘itn histérico-social>, de In «historia social en el sentido més ann, +, que debe abarcar todo In que inuye en la earticulacidn de |i sociedad» y de Ia que se pueden sacat conclusones sabre. ala conducta del domo social, del individu, ance lee comunidades que lo rodeann™”. También en otros autores se presents la wh in social» en esta épaca en el sentido de interpretaciin tov hi ‘rico-social™, i En estos planteamientos histérico-culturales'@ histérico-sociae tes de cardever abarcaulor se trataba cle notables intentes de analiane el comtexto™ de los campos histéricosespecinles'y de Megat a wna Stntesis integral, cuyo nico de esteucturncién no deberta ser el Estado sino ela cultures, elo social» 0 In socio, indepen: dlcntemente de To que se entenclierao sé se insfnunra vagamonte Por esto. Todas estos intentos fiacasacon, en parte por la resister Cia del gremio a causa de los motives analnns ts abs ere, ¢8 parte, también porque para logear can ambitioso fin posefan sedios generalmence ineprs: Ia sinteis «In que apitaay elie, saba may ficilmente los estindards instrumentales akamente deca, trollades a Jos gue, entte tanto, habfa llegedo la historiopratia Ceracticud, critica de fuentes etc.) y no dispantan, segtin parece , y que entonces fuera rechazada enérgicamente pdr la mayorfa del geemio de historiadores orientados por el Hisoricismo, y que tampoco en Ia época de entteguertas habia podido adquirie mayor significacin para Ia historiogtaffa general slemana. Este concep- Alo hizo expecialmente Werner Conze mixdificando a pro- Tigen Gechichawiventhef, Monich, 197A. oft tarbito sobre algunos porn Ices norcamcricnno: Je Modsll, «Die neue "Soilgzslches” tn Ameriton, Gn GG, © 1, 1993, 155-70, ep, 170. La acetuacfin de eal cunnch tt talent de i eee da anal si ace to crtico pero sltinamente muy subrayado ea W. Chaze, «Die deutsche Geccichuswissencshaft sit 19450 em Grob lit wd the Dideci 0 5.1977, fice. U2, p. 1130, epecalmente. 20% (5. nfsteucturaw yo co ©, Ueornar, «Zant Probes der deutschen So- salud Winsehalgechichtes en Zsiahrif fr Nationale, t. 7. 1986, p: G7; le. subyec sprovechamento de ete confepto all derrroledo inicisimente, Trasoer, Land wad Herchaft (1939), View, 1965 esp. 124-50, 507 ex; ep fandaentsy eogsniicomede wilzso ek cone cep de entrtas Snaigeschieh fice Fore lvupsayabens en Anzeie dr Phin, Rlaye cer ercibivben Nbadenie der Winrracfien, VAR, 9. 335- 652: A este tial enite SW, Connect sexein rma prion de Bessel, La INadrnante to onde fdrantn Vie de Pitta, Pac, VAD, 12,4. 192, 1951p. 398-62; luego onde declladsmente, Canes, Die Se 96 i | 1 i to, de «historia estructural» aceptado carece, coino In mayoria de estas designaciones, de clatidad y precisiGn. Paréce ser seguro que significa a) un modo de consideracién historiogrifica quue —mata- tis mutandis y con variaciones que son necesarins por el objeto, pero que hasta ahora no se han hecho explicitas! puede ser apliz ado a todos os campos de la scalidid hiseirica esto es al campo de lo social, de lo politico, al desartollo cconsrbico y ai reino de Iss ideas etc. Para este modo de consideracidn ke encuentran en primer plano b) las «relaciones» y las «situacionts», fos procesoso y desatrollos supra-individuates, y no tanto los deontecimientos y las petsonas; este modo de consideracidn dirige Id exirala mis bien 4 las condiciones, mérgenes y posibilidades de ta accién humana en Ia historia que a motivos, decisiones y accioas individuales; exclarece mis bien fenémenos colectives que inclividualidsdes; convierte en objeto de ta investigacién campus, ck: fa realidad y fenémenos que se revelan més por descripcidn y explicacién que por comprensién hermentutico-inelividealizadora se interesa, ance torlo, por los fenGmenos relacivamente duradergs, «durosm, slo diffcitmente transformables, por estratot de la realidad con un rit- me lento o muy lento de t nsformacién, no tanto en campos de Ja realidad que se transforman velozmente y quelaponen sélo leve resistencia fos impulsos de cambio, Finalmentelc), este modo de consideracin tiende fecuentemente, si bien no siempre, a a cap- ———_ | tung dee Soniageschichre in Forschung und Umerriches, en GWU, #. 3, 1952, p. 654-97; del mismo autor, Die Siabturrcice det txbaich inden. Men Zeal alt Anfgee fr Forhng und Uniewiht, ColowidOpladen, 1957; el mismo autor, «Sonialgeschichtes en Weller, Madoive date Socialge bitte, p. 19-26. De acuerdo con Conse: O. Drsainet, Lad und Hersch, y «Dis Problem einer evropischen Sovelgeichichten en Nexe Wipe der Ver Josrgi-und Socialgecbichte, Gotinga, 19684, p, 80-102, En el mismo vol. eh acciculo fundamental «Des “panne Haus" ual cle sltqumptisehe: Okono- ‘sik en Nees cams dela hisriaeomuitinnaly cial Fees Alemanes, Bucelona, 1984. ~ Sabre Conze y Brunner, cle. Hilger, Schulze, p. 98-102; riticomente sobee Brunner, D.V. Nicholis, «New Paths of Socal Titory isk Od Pathe of Historieal Romanticism bm Jonna of Seal Miory, «. Ds 1969770, p. 277 a5; He Medick, Net anstand aed Notargeebitbie der Hirer: Fihen Geclhubaft, Gotinga, 1973, p. 16 sx, Brnslel, «Str une conception de iscoite sociale» (1939) en erits wr Chitere, Pathe 1908, p. 175-191 Gro, wStrvkcongeschichten, p30 © Cin (+ ” | eet crnico. tacidn de contextes abarcadores, es decir, cn su contexte sincrénico, pero también ¢ EY becho de gue te meno de conseracn dado con wn sombre exec, propegao con vebemencin aver que se i peso en slo eaoncer no sn resiencn, Hm tr be el estado dominance de In historiograffa gencral aleman 1950, al que se opuso dicho modo de considetacidn, Sélo porque Ia corriente principal de ta historiografia alertana corresponda, ‘en principio, al modelo artiba esbezado més cin atios después de aquellos desaffos decisivas peto reprimids de una sociedad sme se eiesenciab del Estado y de, peepee ncaa igada a ella; por que el modo dominance de'consideracién y su tetas inicnal yor I ten seu else fe pritnjriamente propia de la historia de aecioneh, acontecimientos, personas aciones; porque los historiadores alemanes — como Io manifests auocrficmene Geriant Ritter cn 1949— se Irabian «recrasado precésumente con su preocepacién parcial por politica ca sentido estricto y por une historia spiel demasiado sublimada> y no dejaban de tener dum cierto desumpa- ro frente = lor fertcnos de Ia moder hunfanidad de mass y de ls complejes problemas de a vie econnka modern; por ves, fa exigencia de tener en cuenta lag escacturas no ¢7 go obo. pcs cll tenfa unm farce reslnehte fevionst, eta oe ee peti como especial» en el set ur omni, iferencia de fa coriente genesal principal pretisamente como his- cir enrcrr sfc de hvac peel Pog hhistoriograffa tradicional dominante Inbia degradado Ia tarea de 1 sintesis wis mal Historicismo y Positivism; porque de anos Boles no pata ver el boscque y fa reaidad se le esfumaba bajo tanta itica de fuentes y cle investigacim de detalle; por eso pus, la cxigenca des de una sfmtesis por fierto que no debia fens podfal}) estar construids en torno a to Bstatal — fae um plan ser, Zam grgenivtign Stand po 4 aay un ecetige bre de cna Sospcha, Ritter, ibider p. necesario™. La acentuacién le fo by alemis, ls ibilidad de incluir en la historiografia, mds que antes, conceptes tipiicsdores y generalizay dlores, de recomendar fa comparacién como instgumento metdelico principal y de exigir Ia cooperacién con las ciencise sociales, mis fuertemente generalizadoras y anal tradicién historiogrsfica sten amplio ¥ no 42 posici6n de «outsider», aunque Ia realinacicn de esta posi. dda se moseré como un Inego y diffe proceso fom contra. EI hecho de que esta vez se impusiera relativanente el postuladlo de una historia estructural —a diferencia de 1} cutridy a fines del sigho pasado— y en totlo caso no fers teprimid abla. muchas causes, 0 en sltimo término a la mayor catela y reducidas dk ilidades que caracterizaron al nuevo intento, » difee teacia del ataque de los historidaloves sociales # de la coltuta de fin de sigh”, Pero también se debi al hecho de que el premio ha, bia comenzado a duclar de su tradicién; a que las funciones ideolds sico-burguesas y politico-nacionales de la historia se habfan desa. creditado, no s6lo externamente, después dle la dittadura, ln guerra mundial y el desastre; a que parccié genetalizarseel sentimicnto de 4s creciente dependencia del incividuo con respecto a las tela, teamiento nuevo, import histéirico-eseructural aby | 68. Por esp considera como nn plenanxsnte centro y letnatinc negative i jclo de 1L-U. Wehler («Die Sorngeschice awicien Winehatge, schichee und Politikgeschichten en Sesialgnbice nnd Stukinrgebite tn eee Sebale, Bonn, 1975, p. 18). : 69. Juno a los trabajos cto de Come cft. ante we: Th, Sehieler, Der Typ in der Geschichtsaissenschaftn en Stl Genaal,t, 5. 1952, 2, 228-234; ib, Geuhide alt Wisenchef. Line Binfbrang. Mesnche 196%, ‘Unterschiede zwischen historischer und sovstvissensclatichee Methoreg gu Wells, Gabbe rnd Seis, p. 283-304; 1. Mammsen, eSorige, schicheen (1961) en Webler, Madre dache Sxalycbchie, p. 27-34, 41, Freyer, Soxologic und Geschiciswisenscafin on GWU, €. 3, 1958, py Ts. i 70. Ea Bronver, Come, Scvele y otro, su lucha yor wna mayor ac tuacién del modo histérico-csevetural de cansieracign ose viecol ‘como por ejemplo en Lamiprecie— en te antnide (eciopsicolig 1m historia, Como se sae, gracias asus impulritues metéabens yo oe se Feageneralizaciones, Lamprect facilis cousiderblemente el wabayo a eo Wea, a diferencia de los eepresentantesslensues de la cansderacn hivtoncn, structural necidor despise 1945. de tas accionce pueda perlerse cle vista feilmente también el as- peceo de teansformabitidad de fa realidad histérica y pueda surgi Tr nocidn de un proceso dela historia cuasinormativo y 90 influ ble conseientemente por los hombres, es un asuinto que aqul s6Ib puede set indieado, como consecuencia politicamente poco desea- Bre de un moxio te consieracién pormente histérienerteaceae wal”. : Finalmente, deberta formar pare de las experiencing de traba- jo de todo historiador que investiga empftichmente ef hecho de fhaey sin fx considleracién de acontecimnientes! accinnes singulaves 7 personae, fecuentemnte, no stale adelante ¥ que €8t08 $e ex- Fiedn cas siempre por estructurse dadas_pfeviamente que se Teansforman, pero qe nor pueden deducirse completamente de fas, en tanto que, al revés, quo coneribnyen a la ctanfocma~ nde las ectricturns, ‘Tampoco cn fos anilisis marcadamente Iistrico-estructurates del Imperio Alem st le nigga a J pesso- Mle Bismarcl a menos que descen introducirreducciones ina- “Toda ex- ceptables— un cierto jxso ya relative auronomia™. pllcacign certera del sacionalsocalismo tended que revise 2 la pergona de Hier, no reducible asus condiciones extruccurales*!. Y 79. Mis deolakanente en Grok especimentep, 289-297, 34-322 Gok och Bru esses cones oes toch Fee tes pnmcanenton Hirer erator oe eh eT) Atectmnte elicit se prpagan eh pte 4 FORTE fap ede de hlemsnis, a esetutra no pate se once we ge esnetteexsdcnyanipocsel La es fanmade Is ten TSG Saco yan sore tad con wh cme oe ei curs conebity ouceunacte, Higoe con Te enigenia de sae cena, tas fs este, tabi a ies, ones 9 ce cugeots Ca vicect6n de lon me Sewer, Of. Kock, seciones, se tlacionsestecliamen toalos aalfeicos y hermenéoties, 66 algo que ac UcTheoriepeobleme der Saint und Wirscafeese bihie und Secilgie, 9. 318 : TM aay latanchic ct Ha-U, Weber, Heim wed ahr tmpcetimns, ‘Cotaaiaterltn, 1949; aio cepeciatenente en E, Steen, Gold and Tres. Bite soick, Wider and te tniding of the Gowen Empire, Neva Yor, 1977 “Bi. Coma af wevée, eda biopttla tine que ioeluir jotenearnente Ins condiciones earactorsles de st ti, pars expliebe tas done ssa posible faipeen te ese tne, Cle, Weber, Gebel sare Seaiabwnn seh, jo 6-28, com referencias ejernplo loprade. 104 © | | ain en Ia descripcién y explicacién de estractres y process eco- nidmicos, sociales y secio-psiclgicos con ui ito de transforma: cin exttemadamente lento, se ttopiesa a vee com acontecimien- tos como factores casuales, si bien es cierto que tales aconteci- rientos deben expictarse en su condicionamiento ampliamence estructural”. Por todo estor motivoe.ce tecemendable ya sido observado frecuentemente y e¢ propiamence iaconcuso— evi- car en coda discusisn yen el trabajo prictico empftico una conteaposicin dicorémica entre historia estructural historia cle los acontecimientes. 9 una eliminaeidn de une de las dos, Ein In medida en Ja que como ocuere crcientemenie fa historingea- {a sea designala como wciencin social hiettisa» y se equiparen programécctmence Is chisteringaton y i cic socal hiss cov surge Ie ecesded deiner coco de acenia socials de waa manera tan amplis rue no exclota Tos planteamier tos de historia de acontecimients,p i personas yaciones y que sigan Sendo poibles dentro de ete marco una busy iogaa © Una ol aentuadamente scrtva. Ese enanciao no es enti fa exigencia (habieual y necesatia) de una vineslicién de procedi- ientos teGrico-enalticos con procedimientoscompsensivo-heeme- néuticos en una historiografia entenida como ciencia social, sino aque va mis alld, Pues se encuentran muchas ols histStco-coc lgicas —pignsese en Cambio estrnctural de le opinién public racial de le pinitn pata de cial y constiucional slemana— que en largos techs tazonan het imenéuticamente, pero no con argumentor de Is historia de los “a2, GiB Le Roy adr, avéement et a dhe dan Mice snl eempe chn Coranion ni 1572 gn) isd, ats pltanca co J. Ue Gt Nota el), ede Hse, 19TA, 2 ne Bs ambien P. Veyne ain onepttiotes idem: Tre. p 6259, 9 P. Nn, cle cro Feererente ei tnt is £0248, Br ts lomencs efor ier reblemas dela histeriografta tances erica la impninde qt dl tech, senso nny cr er hee {eae pave en hero ene seed ee pond 5, Cire suns nin 3; op, Wet, Geb hire Sel swisamcafi; ROsen, Fir tine eoesete Uistrib,'p. 6 | 105 acontecimientus 0, de as personas. De hiecho,: la mayorfa de las definiciones y, ante todo, ta comprensién cortiente de ecienc sociales» poulrfa ubiear a éstas en una tensiGnjcon Ia descripeién ide scontecimientos y com ta biografia™. La equiparscién de histo. ografia y ciencia social histérica exige, porlello, un eoncepto muy amplio de «ciencia socials y se halla expuesta al peligro de malentendiddos. Bs mejot pues cvitar tal cquipgracién, lo cual na turalmente no cxclaye tener en cuenta coma especialmente prove chosos ¢ importantes todas aquellas aproximaciones y pranes dim bitas de la historiogratia que pueden ser descritos como «cfencia social histérica» y que hasta ahora fan sido demasiado poco fo. mentados. i Pese a fa necesidad de vincular tos modos dt consideracién hi \Grico-estruceural con las de fa historia de los gcontecimientos, no deben olvidarse dos cosss: en primer lugar, el poseulado de le ama, yor claridad posible y fa tendencia central, tambign propia del totiador, hacia la éxplicacién (no séto descripcién 0 narracién) de- berian obligar a ceprar histérica-estructuralsbente, hasta donde ello sea posible, los acontecimicntor, las accifnes y las petsonas, 5 decie, indagattes en busca de sut determihantes estructurales Y, con ello, trazar tan estrechamente como sch posible el margen dle posibitidades que Timican fas diversas estructuras en su aceidn conjimea (constelaciin estructural). El resto ‘que no pole ser ‘excluido mediante alguna explictacién— pwede ter nateado 0 des. crito, eentendidor, como peculiaridad de fa persona respectiva o del respectivo acontecimiento 0 simplemente comprobado en su facticidad, Povo scefa alsusdo comenzar com este resto histérica-cs- tructuraimente inesptable o centrar fa en torno a a, 34. Cli. RIM. Lei, allemerkungen zm Veils von Geis wisscnschoft une Soriologic» en W. Conse (ol), Theme shr Grsbidhien, shaft wad Pras des Geaicbremterihtn, Seatigarc, VDT, p60. 85. Igualmente prublemético cs toa item sefentender el nacionalsa- Cialisme peinactamente como ahitltimon, A esa fiende reentenrmte 9 com a ccito alejzmicuto de lat prepine paricioned ametions, Ke Hikhe. Irand. Ver a eapenicin corresponticnte juno con la erftien convincente g ls de 1. Bomoseen en Ml. Resch (ol) Dic Pensintibiit tm der Cexbicie, Sesién det 19.21 tmorro she 1976, laxcwwace Prokele, Laceuwn, 1976. Bd cs al puublema, Diesel, 1977 En segundo lugar, puede consic I is 7 nsierarse que Ie comprohacién de ese ‘ructuras detrés, debajo y en los ace E i ue notbacerlo, La apes tuccural me parece por ello mild importante mac 4 gio ds wo over astra he acon se todo porque en Ia historiografia germanorocet : ins eadiciones histoticistas en mado age ¢l peligro del surgimento de una hiperteatin 9, het limite dela bistoria etructaral ~ cova su egipanais oda iin Mra 0 egniparacibn con la tama cienees de concucta y las mencalicivles colectivas,! os sistemas de. religion y valores, las sucesiones Beneracionales, las constelaciones defi idas de amigo-enemigo, las cli rs del Jenguaje de listineos estratos sociales 0 regionales. Lintre as escructuras se Tea emis, Is exsents circunstancis poopie aneene kes, Jo mismo que las fucrzas y Ins telaciones de produccién, las ateanacnesemprennsy Is sistemas excoltes, as etacones intonacionaes estables y, naturalmente, las orgaincciones haart nacional. Les ejmpios pean mule | ,_, De sau resulea: la historia estructural no os monopolio de la Iistoria econdmica y social (entendlida ésta conse historia cel dese 86. Che Sehieder, eSivkturens, m. 165; Krslleck, a @Dostellange, p. : 167 | rrollo econémico y del sector de lo «social»). ‘También Ia bi stor "fe he coniencin de a peli, atualmente a historia de In igisiaysle ta Cvatioctn, pero ipualmnce fa Nstoia de Ja rex Tigi6n y de las ideas, lo mismo que la mayortayde las otras subdis- ciplinas histérieas, pesen y deben ser centaday acentuando los a5- pectos estructuraes, si bien es indudablemente diferente el peso relative de les elementos estructurales y no-tstructurles en los campos singulares de la realidad, y ta significacién de aconteci- rientos y personas, decisiones y acciones por ejemplo, excl Aosbivo de Ia historia poltica qu oria ccondrnica. Es decir: win lamentable confusi verbigeacia, cn Ia nde ta discusion, explicable sobre codo hist6ricamente (por fa coinci- dencia, tratada més actiba, de momentos de fa historia inclividual, de tos acontecimientos 0 de las acciones y de ta historia polftica cen Ia covticite dominante —durante mucho, tiempo y en parte hoy— de la historiografia tradicional) identifican bsicamente ta historia politica con ta historia de tos acontecimientas o de fas ac 19 al ex bien tana p cones Mirco S- ciales histérico-esteucturales 0 bien e& dlefendida por los repcesen- tates sora cde ole, A ica de a ists def 1, cfr, sae 7, Bae fe erin temprana de Berlina cbs equine fe pe 2, by ss Lae Warns executes frncesesatremettan uteratent¢ conta la shite extienillen, In shistie hstoienten 7 Ice pager, Bes sb ens de Tiree Sicaer existe days NM. Segnsy Rew ye his 902, p29) a4. Febwes Cowan for Png Pats, 1953, 9. US fe Tif Bet Keepy tie epi ov FD, eee Uc ies em Ava FSC, 0 28, 1973, Ip M4 ml rca des equon ds Aves etc 1963 sine sive poi Tistrianten. les ttsbign J. Le Goff es Pais Seill he Backbone of istry en itl Sida Teta (Di, 100 Dy io 197 11D. tx eqegoacon cone de air eevee © abstr 1° Tia oie st slate) fei en vt cde apron de stvia Sve =e en no rn nse sin acento de tox 23 Politica, ovientada por fucctestraichmeshistoicstas-indiviiuai- zadoras y, parcialmente de la historia de acontetimientos y de ac- cones, hay ya desde hace tiempo totes plantearientos para tratat 4a historia polfeica, acentuanclo momentos esttuicarates, con exte- sorfas analfcicas y aplicando teoriss, concepto y métodor de la politotogia y de ia sociologte potftica™. Lo mismo puede decirse de la historia del espticu y de la concienca ce otros campos especiales de In historiografia™, Pero de ta ubieuidad de las «es- truccuras» resulea el carécter sumamente inespecifico y muy fore mal de ta «historia estructural, ts ideterminacién de este con cepto. En et fondo, una sfatesis histico-esclesidstica orientada insticucionalmente © una historia de tas empresas informada cs. {eoceural-funcionalmente o una obra wbre listeria de la lengun, pucde reclamar, con igual derecho, el epfeeto «estructural-hist6ri- 0», s6lo en Ia medida en que se satisficen tas‘condiciones men. cionadas més arviba”. La decisién en favor del modo histérico-es- teuceural de consideracién (que adem, com moser6, nunca (is isoria polttica e¢ politica porque subraya el momento de fa decision Frente a ls nocin del -arfccee procera de Ix historia) p. 534 (diferenela. entze Ia whistoris politica» y la ehistorig social y esteuecutain): as eocomen daciones metélices de Hillgeuber y sus exigenctes inet ‘mentosestructural-histricois en la storia politica, cofn se ve por ss tres Injos eexpteicor que extn ot ludahlemente pola histoia extract fal. Ceftiamente sole la equipacacde ile hitoria de ks acontecimientos y de Ia polficn en Taber, p. 233, 2365., 238 83, Cie, ante todo Jullised, p. 229-250; eambién F. Braudel, «La fo gue dusGe (1958) em fovts sur Pbsuine, p. AG; tambien illgeabery p. 396, 545; Webler, «Modeme Politikgeschichten, p. 364-69, Schmide, «Wore noch “Politische Geschichte”?»; S.HL Deer Sleace and History» en ML R chtce (ed) Eineys in Theory and bivoy, Cambridge, 1570, p. Ate13, 14 Mommsen, «Zum Verlilunis voo Polidecher Wissenschaft und Geschi iscnchaft in Deutschland» en Vieteiebriefe ir Zritgedhicte, 10, 1962, p. 341-372. Este no es el lugar de trace a events inestigactones cin piricas de historia polftica, pero sin dds gna prevleet en ells (cxmbien fa Republica Federal de Alemsoia) ez sempre un moto de consideracién Iiseica-estraceel 89. Cle. F. Githert, sbutellectuat istoryn on Mince Study, #0. 99; tambien J. Le Golf, Les mentaltcen en Nov, t. 3, p. 36-94: D. Juin ota ecligicnTtistoice eligicusen en th, © 2, p. B16T.. * 90. Chr. p. 70's i i tog. j . puede ser tomada absolutamente) significa por Ello bastante poco la mayorfa ce las controversias interesante y Ips problemas diff- = rl covicretss donde, por cites sé plantean primeramente en un ciempto, se decide entre teorfas rivales referida’ al objeto. Pero poco podrfa objetarse al carseter extremadamente inespe- ffico, pobre dle comendo y formal, de la «historia estructural» si este modo de consideracién no se presentara frecuentemente con ones que no puede satisfacer a los pret anal ia estructural pretend posib receién contraria a la amplia especializacidh de la cienci de la fragmentacién paraieta a ella de th reatidad in, por ejemplo, en economfa, ideas, Fstado, Constitucién ete. como objetos de ta historia de ia economfa, de las ideas, dle la politica y constitucional etc.) —una consideracién integral de 4a histori, satsfacer fa necesicadl de wna complensin totaly cap tar toda la realidad histiriea dle una €poca bajo determinados a2 rrectos, esto es lo histérico-estructural en su contexto y en su ten- dencia de transformacién a largo plazo?!. Pera precisamente pata ipado el plantéamienco histdrico- 30 no estd suficientemente e4 estructural er cxanio tal porque no dispone dejuna teoria que po~ sibilice fa clecci6w de os factores relevances, jue facilice hipstesis ia entre economfa, politica y otroe campos de la realidad y que pudicra identitiar hivncdcay analfticamenee tas relaciones caswales y funcionates entre las roomentes singulates dle In realidad Wistorica que hay que investigér y las fueress més importantes de transformacién. EI modo estructural-histérico de a cs concifiable con aquellas teorfas que, ante codo, esis historiografica (teorfag de diverso conteni- i considerac posibilitan una si net7n Prem, 930, p16 6. p sled tries ances ects dente exe hats ny. O85 fallisite 3 on em 1. Che We proama de toe dle, ft, a visin pondunica de Se ten), 11. Brorsler, Hanpipahtone der Sofialeewhyite, Ecangen 1951, 13s isc Wisenechafieim en sen Weber, Marne em. 7. 665 5.5 Hilger, wns, «Das fach “Geschichte” ni ie Nate Wrqe, p. Ws. y passing; Conve, «Sorial ges hil dee Sesalgaiahe, py. 24: y ya Gone «Die St p20, 7 1 | , earn c to ene ‘ smo historia estructural, porque aatne tater mar eoavrien a nocinide uhm ngrewaria tela realidad Hetty etl Tnududablemente, esta ertica a la disciplina especial his socio histori svi y cnn ef acts n vio speci vs pts venison tnd rg del xp de a Ceci para cl itico-estatal por otra; conomia, par una parte, y del campo pelieto de hecho: iS eaceaal wiriamente diffcil, si no imposible, delimitar social como historia de im campo de Ja rea~ Td et ge vinci y tenia de ons sin polars da relia xd bi un feineo hic vviable Ye isoprene ee jee cate en ore cle fas varias interependencas ents econony i, sociedad y Est- tho cuatulo eneuentin en las expatciones peneiales un capfealo parado bistoria econdimicay social», cestigala dela histori ge- tamente adiciva con otto: caper especies” ' 0 I team imide améterta-samtw ich» ooo te gone, Cle pr ejonpin, tava facet de Beano Ce HI ae Madi Cte 3 qe 1 112 25 Pero esta critica arroja al niio con el a agua de ta bafiers y ce- comienda una alternativa insuficiente. Pues, porfuna parte, fa ne- ‘xencisn al tema de La adecuacién al objeto de conceptos ¥ paradigmas no debe Mevarse hasta el extremo de tan hi ‘0 de los conceptos ¥ pararligmar; la eleccién de fos comeptos 9 perspectivas estructutizantes, de los critetios de|divisiGn y ile Ine tcorfat no deberéovicetala el historadcr slo pet lengua de sus fentes, solamente por la conciencia y teatidales de Ia €poca ve investiga, sino también por ef lenguaje y Iafeonciencia de et presente —para el que habla y eseribe exclusivarhente. La redueh- da o hasta defectuosa a entre ccondmia, sociedad y Estado en la sntigua Europa no peshibe necestrbmente ta splice cin de los conceptos de economia, sociedad y stado a esa tea dad, siempre y cuando esta aplicscisn te reaice reriendo en cuen- «2 In distancia histGriea entce concepto y realidad. Tas innegables felaciones recfprocas entre economis, sociedad y Estado requiere, de hecho, inserumentos conceptuales, reorias y paraligamas abarea, lores para la captacién de estas relsciones histéricamente vatia- bles, y pone en guardia contia una efgida delimitscién reetproca de las disciplinas histéricas especiales; pero ellas no prohitben la SeparaciGn analitica de estos campos, en armonia eon el lenguaje ¥ Ia conciencia de auestta época y no obsteuyen ta posibilidad del ‘establecimicnto de Areas prioticariae en el trabajo de la cienci Peto, ante todo, fo que importa no es evaditse'de los problemas indiscutibles de ta delimiracién disciptina y de Ja concepeuacién apareéndose plenamente —como ccurte a causa ide Ia identifica de historia social com historia estructural! de un concep 96. Kocks, «Theorieprobleme der Sosial-und. Wieschalisgeschichter, 306 su Schile, p. 99s. erties el Iistrieizono congepial que emerge ‘ur claamence en el primer estadio del deetrallo ee a cevpcin de Bran, set (e2um Problem», p. 674, Nota 2, p. 679, 680, 692; can cirtas lit, taciones pero en peincipia de modo semejante; Neve Wop. 65, 102) Ht Mitceis, eLand und Herrachafe, Bemetkungen au sem pleichoamigen Buch Otco Brunners,» en HZ, t. 163, 1941, p. 255-81, APL-RO, capeclmente, fp. 274: Ucn, Ze Lntwicklung der Veraseinpsgasclichtecleibuny, fn Daeutschtanbn on Stoasbildne Keifer Nerzit, Hein 196K. fe AOR W. Mager, en Kocka (ed), Theorem in de Prans dey Hit sed (Soden, 3 de GG), Gotinga, 1977, p75 6, i 13 to material de lo sucial o de la sociedac 0 bien en el sentido de yea eliferencine coracterimla més arriba convo siseema mediae “ly soctecondasteamente de necesindes, interes, dependencas “initicos core individve y Tara, 0 bien en ef sentido de un spectal, tiene una signifcacin y fuerza acumiatlora concraesy 2 crea con ello, en el fondo, ts posiilidad de coldvae una histor Socio sin sociedad (pensada en alain sent! material no sito Como eentexto extractor formal)”. «Al se absolutza rahinen- te un modo de con idcracién, se separa a & fn ini in de o objeto se la redice a-un méualoo™; y este «mécoddo es simplemente Sevime de ostracin no my pee, 3 Bn iene ‘que oj se convierta cada vez mis en algo dbvi. La abstracein de In historia social diluida en una forma de. consideracién histrco-estrvceotal de Is cetetminaciones de la so- Sjedad cualquiera que sea el contenido coms pata elegtlas— FF Gone web yr cel cane de si Senta er cant een ve ce adn nsec sb dee Mer ee valivionate (eDDic Stellinge, Toc, cit. 9 G49). Y Brunner ov a katlonn, Zn Son de Paes Sori Wedges ducin Donate, p16 tee Rc emesis I fain doce de indoor ic ce interac sien se enceran et alta dae los ate 20 (Snel, Vieskaualt, Ta ¥- Wet). ft, Ts Gee 4 [26 puede haberle facilitado el imponerse, pese a Ia pervivencia ele ta fuerte orientacién estatal y politica en el gremio de los hitorialo. is y pese a las muy difundidas reservas cle tipo'antimaterialisea ¥ antimarxista frente a la accntuaciin se lee dimensiones suxioneor émicas en el desarrollo histérico™. Dero es ch ria social, como historia de Ia sentido estricto, ni Ia hi ral orientada 5 fractural camo lar, que ni Ia histo- Serco y proce soils en ‘ria de In sociedad, como historia gene- histéticamente, se funden ce la histone wo de considera icin 3: La istrict bistria de compe eptad De hecho, Ia historia estructuea que se impone paulatinome te no Im desiofulo en mao algunos lesa tris dl ear esl df oI de vaio denen social como bi ast puede dectse con ayuda de una © inaciones semejantes— de fa historia de las estetc- ‘utas, los procesos y las acciones sociales, del ciesaefllo de fas cla. SS, estiatos y grupos, de sus moximientes, conflictas y coopers. iones!*. Le interesan problemas ean diversas come personal obra. | Ber, eGorellscafon en AL Virkand ; cr, eGesellachafem en A. Vierkandt (cD. Handiitatnd sr Seva (93D. repr, Seargar, 1959, p. 209; 11 Klages, Goch de Saco Nonich, 1969, p. 120 ss. Been erent 100. Cie. Weber, intcouecin a Maire denice Secieigexbichie, pe 13. Se oak eden ge ee patie deci ee ae Bone ean Preble ler Sonn ud Whsedokenee ie aes Hencbaft spaecievon en 1936 y 1939, cusni la ceupnctin ow a Weer, tise gral framnae fee
  • et Jere 9 Inerdiiphinary Wintoy, t. 34. 1972, p. 323-505 I. Saenein, Ohioumie wn Lagi der bistvinben Exh. Zar Wiveasbafslegil cer New Econ Hise non Bad Goeserg, 1974, Ch. f Hamativaseyarsin del eJogenal of Heonomiie Uistorys y del «Journal of Social History | | turacién de los andlisis de intereses y de grupos de intereses! de experar que este pruceso contintic. Medignce el ms intenso aprovectiamienta de moos de consideracidn hiseérico-estructura~ les en ta historia general, ta se ascmeja, addmds, a la histo social en Ia que, como s6 moscd, han consinsdo desde siempre modos de considerscidn hist6rico-estructurates; Fn In medida en fa que fa historia general se euriquece histérica-socialmente y se ccompleinenta con Ia historia estruceural, en Ix|medida pues en fa ‘que la historia general ze Hibeea del estrechamichto teadicional his- AGrico- politica ¢ individwilizador-heranenéucica, se clitwina la cou~ sa principal de ta existencia de una historia social 0 de aan historia econdmicn-social que se constituye como disciplina separnda y Naturalmente con esto no quiere decirse gue uno exper que tos campos capeciles de It invesigacin y dé la dieccenes de 16 investigacidn, tales come f2 historia social de ta fami safla histérica, ta historia de las empresas, a! historia agrarin, Ia historia de! personal obrero y del movimientu.cbrero, etc, zlgéin dia Imbefe le wulverse absoletos o babrén de fundirse con otros campos y direccianes especiales; al contrario,:De lo que se tata ces de esperar simplemente que, 2 causa de los motives indicades, dlisminuyan progresivamente fas ocasiones y cdusas que han Heva- ido a que éste y otros campos eqpeciales, compencdiadas ent Ix his- toria social y econtmica y seyatados de la historia social sin sufijo, sean difercnciados y deslindados de Ia historia general o de Ia his- toria epropiamente taly!?, Clerto es que los inatcos instituciona- t 136, Pigarcue en toe tiahsjos ale P. Fisher, G.A, Ritter, Hl. Baton, top Pater ILL Weller, WJ. Monies, De Stepan, PC. Witt Viki ys oi Br Se nencral desde fir de si loa ida mona y Bots ie cures Foor clement hiwGvicn-seines, 1a historia social 9 1 historia socal y cc fan ae he costtei cana tea erparad ele wanes an clea com et fente ete, Bis ae cies mente paegiia se pretense haber integra steal y econtmsea et fa historia ewer Te acenerse'a ea dscns wines aetna social (pera sf one scria “canateiatiste inetteional- onslerablemente Ia historia Mle pon Fardamento y ocssién eoniaiea telativamene separa), Cle. Kock, ar. «Sealand Wi 6 ‘St ceso de diferenciacién y difus ae . Lee biter sad com hivria de stedides ener 4) Sobre el coneio sbiteria dela sociedad Miencras més imprecisos se vuelvan los per‘iles de ta historia social en el sentido ya analizado, mienteas més slementos histéri- co-sociales penetren en Ia historia general tradicionalmence orien- tada por Ia historia polfuica, tanto més urgente é aclarar —y ayul hay que asumic fa critica por parte «lel planteamiento histérico-es- teuetnnd 9 — ta elacién ner historia social (sus partes singe lates y especializaciones) otrss slisciplinas histéricas especiales como ta historia polttica) dentro del marco de la hiscoria general, Con ello plant i pega por unm incerpttcion shire cotal>, absreadora, denteo dle la cual para fa ésoca respectiva in. vestighda! purdin ser srlinaas la reloioner tectpat cu ttansformacién y Ia importancia celativa cle fos campos singulares de In realidad de Ia exomt, del soca, del Ena, lncelecrs schicten, Clu, 13-16; th,» «2 jeeren fvexsichen Sit Hen en lade, Scag wad Svein ps TOL STAS ey pe Ds nus ober ces be tessa e hstoriograta ae citan y dicuten expo especies sgulons de een cin (Como historia de’ a Ein, hire bw mantles yen Istria econdmien ete) peo evidemesnente tine tala en meres wore compen Ios pas single uj el emer genta ehiuans sees Gh. especishnene Le Golfer, Pe de Phe M. Halle, Ne Neve seit in ibe Sy ard Techie of Hing. Lnnde, 97. Mesto ete eee «sla cobs y dlimtaeion dea clip capes dsoia eeonban ao pte, Aue evecare vale de ne 0 del eam seconomin, por ein,» tn el eft ate se {en tomporsién con la clap), que we spties uaseianone 1538. Ch sagen Cap. th, 0) i {Boa Tite eiferoneiaclaramemte Ia press planted agut de bn preqanes pun pny hisacren anes «fi Bs Shin, inten en Unenaubi preal condi vera Nisgrco evolves alent 197A, 65 137 etc. y aclarar as In seactin dle Ia dsciplinas heiress expeciaes «2 especalizacidn y coopera ! a derbi te never de lc planteamientos de sfnrsis de este tipo no som siquiers controver tias ew no han sl selene Fel cin del toilo —si bion provisional, porspectvista y modifiable i ppresupuesto de Ia capta..in adecua intesid abarcadoras o de tire os campos especiales y de lox pblennae singular; m3 tea es pre a heidi ase 9 Inia een de jet can ees ste Si qusices reduce excotfamente sl invetigacn de proble ee Gono se sabe, tales sfatsis no se logy edinnte simple adie consieracin hstrico-ctracorl por -éte ma bien debe le arse con teorfas amptias referidas all concenidb, sobre el contexto th Sian corte ton apioeyesucrat gs eee tbe eat icturas y procesos Sociales intermedia- posderto hietdrice de la ext io-econdim dog ante colo 0 HI Cte sopeon Cape ty 3 HHO, Ci, sae, mute 135, i i 138 / Bb bio de paradigma en fx conciencia comtersjorines, qe pauleina- mente auquiere efcacia en la historinztaffa, emamces eae streete Ro deben utilizar como micleo de estructurseién acontecioniens Singulares o series de acontccimicotos, gmanler peramatichne seclonessingulares,idees y evidentemente tanipoco lo paler, iis bien parece necesario o preferible, esinuctrae y sine ar Ia realidad historica wlescle la sociodad, Lie realidad histérica es eoncebida como un sete ciado en sistemas especiales (= sociedad en sent que In sociedad en sentido ext He wecesidades, interes, dye nifica que ta variable, diferen- tla ampli), en el 0, es cccir aquel sistema eepectal cas, coopera intermedindes socioecondmicamente y sue dele [fegel locea ce sido como walifeencin» entce individus yi decisivo y ante codo acufidor de oteus sisten a su ver, estd acuiiado por éstos)"™ sau, jena un papel 1S especiales (si bien, 142. Com ell se contin wn concepto de sec que crisalieé com br gécesis de steal y of concep dela vsncitdad ugoein eset figle XVII y en el siglo XIX; la continuncidn acer en oe ome ie SHES Tomales dct qe permite divenos coe, hal soe oe score las impicaciones de est decision. Posts pated de wate

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