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Esquel, 23 de julio de 2020

Bloque del FRENTE VECINAL ESQUEL


Honorable Concejo Deliberante de Esquel
Presente

Atento v/ pedido, expongo seguidamente mi Opinión Jurídica referida al tema de la


referencia.

DICTAMEN LEGAL

Tema: Procedimiento de designación del Juez Letrado de Faltas

ANTECEDENTES
La Ordenanza 65/98 crea el Tribunal Municipal de Faltas. Su art. 4 establece la forma de
designación del Juez Letrado de Faltas mediante concurso de antecedentes: el HCD realiza
un concurso del que selecciona una terna, se vota en sesión especial y el más votado será
elegido Juez de Faltas.

El art. 6 regula la duración en el cargo: 4 años mientras no sea removido por el HCD,
“pudiendo ser reelecto. La ratificación o cese … será tratada por el HCD en la Primer (sic)
Sesión Ordinaria del Cuerpo correspondiente a cada período constitucional.”

El art. 7 regula el mecanismo de remoción.

Posteriormente, en el año 2016, la Ordenanza 21/16 estableció un Reglamento para la


elección del Juez de Faltas, con el expreso propósito de regular el concurso dispuesto por la
Ord. 65/98 (así se explica en sus considerandos).

Este Reglamento estatuye un Concurso de Oposición y Antecedentes, con lo cual se agrega


la instancia de oposición al mecanismo de designación, que hasta ese momento preveía
únicamente una selección basada en los antecedentes de los postulantes. La oposición es
doble, como se verá seguidamente. Por un lado, se establece una instancia de oposición
pública referida a los postulantes que se presentaran, habilitando a los vecinos a formular
sus objeciones. Y por otra parte, se dispone una instancia de oposición entre los candidatos,
mediante la realización de exámenes de evaluación: escritos y orales.

La intención de esta reforma es, claramente, añadir un nuevo requisito para la elección del
Juez, para otorgar mayor transparencia a su designación. El art. 2 de la Ordenanza 21/16
dispone expresamente que toda norma que se oponga al nuevo Reglamento queda
derogada.
En consecuencia, no queda duda de que el Reglamento establecido por la Ord. 21/16 es el
único procedimiento válido para la designación del Juez de Faltas.

Por otra parte, el Reglamento no modifica la duración del mandato del Juez de Faltas (4
años) ni la posibilidad de ser reelecto, ambas reglas contenidas en la Ord. 65/98.

EL REGLAMENTO
El art. 1 contiene una tajante definición: la designación debe hacerse por concurso de
antecedentes y oposición, abierto y público.

El art. 2 define las etapas: convocatoria, oposición a la eventual postulación, evaluación


técnica, entrevista personal, deliberación, selección y designación.

El procedimiento consiste en:

1) El DEM debe comunicar al HCD la vacante del cargo: Se entiende que no debe
esperar a que la vacante se produzca sino que puede (y sería recomendable) que lo
hiciera con la suficiente antelación a la finalización del mandato del Juez en ejercicio,
para permitir el desarrollo del procedimiento previsto.

2) Dentro de los 5 días de recibida la comunicación del DEM la Presidencia del HCD
convoca a concurso público y abierto.

3) Se publica la convocatoria por 3 días en el Boletín Municipal, en un diario y en el sitio


web de la Municipalidad y se comunica a los Colegios Públicos de Abogados de la
Provincia.

4) Los postulantes presentan la documentación requerida (ver arts. 6 A 11 del


Reglamento) ante el HCD.

5) El Presidente acepta las postulaciones que cumplan con los requisitos y rechaza las
que no lo cumplen, decisión que puede ser recurrida.

6) Se publica el listado de postulantes en un diario, por 2 días. “A partir de ese


momento se inicia el período de oposición de la ciudadanía por el plazo de 3 días a
la eventual postulación” (cf. art. 15)

7) El art. 16 regula la forma en que los vecinos deben presentar sus oposiciones a los
candidatos y el procedimiento que le sigue.

8) Se notifica el temario de la prueba de oposición a los concursantes.

9) Se debe realizar un examen escrito y uno oral, con asesoramiento de un jurista de


reconocida trayectoria en el país.

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10) El examen oral se rendirá ante una mesa compuesta por el jurista invitado y 4
concejales (art. 20). El jurista deberá presentar un dictamen al pleno del HCD, que
contendrá: a) una reseña de los exámenes realizados y de su contenido; b) una
evaluación global de cada uno de los concursantes; c) los criterios de evaluación
utilizados; d) el orden de mérito de los concursantes; e) todo otro dato que considere
pertinente. Los restantes integrantes de la mesa podrán adherir o no (art. 23)

11) Entrevista personal (art. 24).

12) Votación para seleccionar al designado, a cuyo fin “deberán considerarse los
antecedentes profesionales y académicos acreditados, el resultado de la evaluación
técnica y el de la entrevista personal.”

13) El candidato que obtenga más votos quedará seleccionado.

ANÁLISIS DEL REGLAMENTO


De la lectura del Reglamento surge con toda obviedad que el propósito del Concejo
Deliberante, al sancionarlo en 2016, fue dotar al proceso de selección del Juez de Faltas de
las necesarias garantías de transparencia, imparcialidad y justicia, como así también
incorporar la voz de los vecinos en el procedimiento. Ello representa un claro avance en
cuanto al contenido democrático de las instituciones municipales.

Transparencia: mediante la publicación de los candidatos y la posibilidad de que los vecinos


formulen oposición; mediante la realización de un examen oral público (este último carácter
se desprende de la definición del art. 1 -“abiertos y públicos”- y de los propios precedentes
del HCE en concursos anteriores).

Imparcialidad: mediante la participación de un jurista invitado y la presencia del público en


los exámenes.

Justicia: mediante la posibilidad de presentarse todos los postulantes que se consideren con
derecho y competir en igualdad de condiciones y la facultad de los concejales de elegir,
entre ellos, al más idóneo.

¿SE PUEDE PRORROGAR EL MANDATO SIN CONCURSO?


La respuesta es negativa. No sólo la prórroga no está prevista en la Ordenanza de creación
del Juzgado ni en el Reglamento, sino que la Ordenanza 65/98 dispone que las funciones
del Juez de Faltas duran cuatro años y que puede ser reelecto (cf. art. 6).

La palabra “reelecto” viene del verbo “reelegir”, que no es sinónimo de “prorrogar”.

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Reelegir significa “volver a elegir”, es decir: repetir el proceso de elección. Y tal
procedimiento es el establecido en el Reglamento que comentamos. Adviértase que el título
mismo de la Ordenanza 21/16 es: “Reglamento de Concurso para Elección Juez de Faltas
Municipal” (el resaltado me pertenece).

La condición de reelegibilidad para ciertos cargos constituye una atenuación de uno de los
tres principios clásicos del republicanismo: la limitación del término de los mandatos. El
carácter de reelegible de un determinado cargo significa que su titular no tiene vedado
postularse para un nuevo período. Pero de ninguna manera habilita su continuación sin
pasar por el procedimiento fijado para la elección.

Por el contrario: obliga a realizar dicho procedimiento, como queda señalado al comentar el
significado de la palabra reelección.

El argumento que la realización de un nuevo concurso no es necesario porque el actual


Juez de Faltas ya demostró su idoneidad al haber concursado para el presente mandato
resulta, en mi opinión, inapropiado, porque pierde de vista que la demostración de idoneidad
no es el único objeto del concurso.

Aun más: si lo único que se pretendiera de la realización del concurso fuese la demostración
de idoneidad, el mismo sería superfluo, toda vez que la calidad de abogado la acredita por sí
sola: todo abogado tiene la idoneidad suficiente para actuar como Juez Letrado de Faltas
Municipal.

El procedimiento previsto por la Ordenanza 21/16 busca mucho más que probar la idoneidad
de los candidatos. Se pretende que, mediante la realización de un concurso público y
abierto, el Municipio pueda seleccionar al candidato más apto de entre los postulantes. En
otras palabras: no sólo que sea idóneo sino -y esto es lo que permite el concurso- que sea el
más idóneo.

Concurso viene del verbo concurrir y es, en esencia, una competencia entre los distintos
aspirantes al cargo, que le permite al Municipio (y, por extensión, a todos los vecinos) contar
con la persona que, a juicio de la Mesa evaluadora y de los Concejales, resulte la que de
mejor manera ejercerá el Poder Jurisdiccional Municipal.

La reelección cada cuatro años, en comparación con la prórroga, tiene además las
siguientes ventajas:

a) Permite oír la voz de los vecinos que cuatro años atrás no pudieron expresarse, por
no haber formado parte del Padrón municipal (por edad o por domicilio).

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b) Permite tomar conocimiento de hechos o argumentos nuevos, ocurridos en ese
lapso, respecto de los candidatos, que pueda aportar cualquier interesado.

c) Permite incorporar como candidatos a nuevos profesionales que cuatro años antes
no contaban con la edad y/o la antigüedad requeridas o bien no residían en la
Ciudad o bien se hallaban en situación de incompatibilidad.

d) Permite incorporar otros candidatos que en el concurso anterior no se presentaron,


por los motivos que fueren, y ampliar así la base de selección.

En relación con el último punto de los precedentemente citados, ha de advertirse que en el


trascurso del actual período, las condiciones de contratación cambiaron, en particular lo
atinente a la remuneración del cargo. Ello dará lugar a que profesionales que en llamados
anteriores no se presentaron por no encontrar satisfactoria la oferta económica, se hallen
ahora dispuestos a postularse, lo que se vería injustamente frustrado de omitirse la instancia
concursal.

Es por ello que la solución adoptada por la Ordenanza 65/98 (duración de cuatro años con
posibilidad de reelección) es una sana medida democrática.

Si se aceptara la conclusión de que reelección equivale a prórroga, llegaríamos al absurdo


de sostener que también el mandato de los concejales podrían prorrogarse indefinidamente
cada cuatro años, “porque ya en la primera elección quedó demostrado que el pueblo los
consideró idóneos”. No tengo conocimiento de que una interpretación así haya sido siquiera
intentada.

CONSECUENCIAS DE INCUMPLIR EL PROCEDIMIENTO REGLADO


La prórroga del mandato del actual Juez de Faltas por un período más, sin llamar a nuevo
concurso, requeriría la modificación de la Ordenanza 65/98 y/o la derogación de la
Ordenanza 21/16 o la modificación de su Anexo.

La continuación del actual Juez de Faltas dispuesta por el HCD sin tales cambios en la
normativa podría tener, entre otras, las siguientes consecuencias jurídicas:

a) De efectuarse sin el dictado de una Ordenanza, la decisión sería nula por no


cumplirse con lo que disponen las Ordenanzas 65/98 y 21/16 y todas las medidas
que adoptare la persona que ocupe el cargo serían nulas, con las gravísimas
consecuencias civiles, penales y patrimoniales que eventuales planteos judiciales en
ese sentido podrían acarrear.

b) De disponerse la prórroga mediante Ordenanza, sin modificar la Ordenanza 65/98


y/o derogar la Ordenanza 21/16 o modificar su Anexo, en forma expresa, ello
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implicaría la modificación tácita del art. 6 de la Ordenanza 65/98, introduciendo la
posibilidad de la prórroga del mandato.

c) Dicha modificación importaría la consagración legislativa en el ámbito del derecho


público municipal de nuestra ciudad de la doctrina “reelección es sinónimo de
prórroga” y, con ello, del derecho del poseedor de un cargo sujeto a reelección a
permanecer en él, lo que importaría un claro privilegio frente a todo otro postulante.

d) El criterio podría ser invocado como precedente en cualquier otra situación análoga,
cuyas consecuencias hoy son de impredecible alcance.

CONCLUSIONES Y OPINIÓN
Por todo lo expuesto, CONCLUYO y OPINO:

1) La normativa actualmente vigente no habilita la prórroga del mandato del Juez de


Faltas, porque las Ordenanzas en vigor exigen la realización de concurso de
oposición abierto y público cada vez que deba procederse a la elección de la
persona que ocupará el cargo.
2) Disponer la continuidad del actual Juez de Faltas sin modificar las Ordenanzas
vigentes implica, en mi opinión, una decisión antijurídica.
3) El Juez de Faltas puede ser reelecto. Ello significa que, cada cuatro años debe
repetirse el procedimiento de elección. Tal procedimiento no es otro que el regulado
por la Ordenanza 21/16, que fue dictada con el propósito de dar mayor transparencia
al proceso de designación del Juez de Faltas.
4) Para obviar la realización del concurso establecido por la Ordenanza 21/16 debería
derogarse la misma o bien modificar la N° 65/98 para legalizar la prórroga del
mandato y fijar sus condiciones. Ello importaría un claro retroceso en materia de
transparencia y de principios republicanos, específicamente el referido a la limitación
de los mandatos.

Así opino.

Osvaldo Alberto González Salinas


Abogado (matr. E-73 C.P.A. Esquel)

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