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Historia social y conciencia historica Jurgen Kocka POISE|D EIA}OI|GIG PLOFSIH SUOd [PIE eel Sor tiga pi008 CUCISTH gegzzve}00b0h CAPITULO IV LAS «CLASES MEDIAS»” EN EUROPA™ El atractivo de un concepto rara vez se corresponde con su precisién. «Burguesia» podria ser un buen ejemplo. El concepto hha desempeiado un papel central en los discursos politicos desde el final del siglo xvutl, que lo han ido conformando. Representa tun concepto esencial en muchas interpretaciones histéricas del mundo moderno. En los iltimos aos, la historia de la burguesfa se ha convertido de nuevo en un tema destacado, particularmen: te en Europa central’, * Elautor se refiere al concepto briténico de middle clas, vlaivamente pro imo al de burguesa, aunque no coincide por completo con dl, En esta version se haa tradueido a menudo mide class pox burguesia (N, del Ea) * Publicado en The Journal of Moder History, nim. 67, 1995, pp. 789-806 Eserib este articula durante mi estancia en 1994-1995 en el Centro para el Estu dio Avanzado en las Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Stan- ford, Apradezco las excelentes condiciones de trabajo y el ambiente estimulante «que encontré alli, Asimismo, quiero expresar mi agradecimiento alos miembros ‘del European History Workshop por Is discusién de una versién previa, como también a Gunilla-E Budde, de Berlin, por su ayuda en la preparacin de este "D. BLACKHOURN y RJ. EVANS (ed), The German Bourgeoisie: Essays on the Socal History of the German Middle Class from the Late Eighteenth through the Early Twentieth Century, London, 1991; V.BAcxSAt (ed), Bigertum nd b= gerliohe Enaicklune in Mitel- and Osteurope Budapest, 1986,2 vols; E. BRUCK- [MOLLER ef (ed), Birgertu in der Habsurgermonarchie, Wien, 1990, 1992,2 108, Jirgen Kocka No obstante, «generaciones de inocentes estudiantes han considerado la expresién ‘burguesia’ como una ciénaga, un cam po de minas, incluso una verdadera caja de Pandora, Se trata cier tamente de una definicién camaleénica»?. La «middle class» in glesa no equivale a la bourgeoisie francesa, al Biirgertum aleman 0 la borghesia italiana, Mas se alejan todavia los conceptos Mies caristwo (en polaco) y mescane (cn ruso). En algunos idiomas (por ejemplo, en alemin) el concepto entraia diferentes niveles de sig- nificado: desde «burgher» (en el sentido de un habitante legal- mente privilegiado en las ciudades medievales y de comienzos de la Edad Moderna) hasta «ciudadano, pasando por «clase media» © eburgués». Los significados han cambiado a lo largo del tiem- po. Las funciones descriptivas, analiticas y normativas del con- cepto se solapan; una y otra vez no ha servido sélo como una ca- tegoria «neutral» utilizada por observadores c historiadores, sino también como un cédigo polémico o afirmativo en debates pii- blicos, criticas sociales y visiones utépicas’ Con todo, se observa una tendencia hacia la convergencia conceptual en la historiografia actual, al menos de la que se oct pa del «largo siglo x10», que comenzé en el siglo XVIII y termin con la Primera Guerra Mundial. El concepto «burguesia» com- prende a comerciantes, fabricantes, banqueros, capitalistas, em- prtesarios y directivos, asi como también a rentistas, junto con sus familias (lo que, en alemén, se agrupa bajo Wirtschafisbitrgertum, la burguesia econémica o de negocios). También comprende a las familias de los médicos,juristas, pastores protestances, cientificos y otros profesionales, profesores de universidades y escuelas de ‘educacion secundaria, intelectuales, hombres y mujeres de letras, y académicos, incluyendo a aquellos que ejercen como adminis vols; R ROMANELL, «Political Debste, Socal History and the Italian ‘Borghe- sia! Changing Perspectives in Historical Research», Journal of Modes History, flim, 63, 1991, pp. 717-339. PM. PILBEAM, The Middle Classes in Europe, 1789-1914: France, Ger ‘many, Italy and Russia, London, 1990, p. 1 * iGav, The Bourgeos Experience: Vora to Freud, vol. 1, Education of the Senses, Oxford, 1984, pp. 1824; Kock, «The European Pattern and the German Clase», en J. KOCkA y A. MITCHELL (eds), Bourgeois Socery in Ninete enub-Century Europe, Oserd, 1993, pp. 3-4, 8-15 [Una seleccion en castellan: JM, Prapea y J. MILLAN (es), Las burguesias, Madrid-Valencia, Ed. Bblioe- ca Nueva y Universitat de Valencia, 2000), Las aclases medias» en Europa 109 tradores y funcionarios en burocracias piiblicas y privadas (cn idioma alemén, el Bildungsbiirgertum, la burguesia educada 0 con formacion académica). La «burguesia» no incluye a los nobles, ni a los campesinos, ni alos trabajadores manuales, ni a la masa de gente de clase baja en general, aunque es discutible dénde se deberian trazar los li- ites exactos. Hay grupos en medio que pueden ser considerados ‘como parte de las clases medias 0 no, tales como los oficiales del ejército y los artistas. Y hay una categoria heterogénea, amplia y reciente, cuyo estatus eambié de modo caracteristico. Maestros artesanos, comerciantes al por menor, mesoneros y similares fue- ron ciertamente burgueses (burghers) en las ciudades de la pri- ‘mera Edad Moderna, Deben ser considerados como parte de la Durguesfa en el siglo xvitt y los primeros arios del XIX. Pero, con el tiempo, se desplazaron (0 fueron desplazados) hacia los marge- nes de lo que significaba la «burguesia». En la tiltima parte del si- glo x1X y en el siglo XX eran vistos como miembros de las «clases ‘medias-bajas» —con frecuencia junto con el creciente grupo de cempleados asalariados de rango medio y bajo, asi como de traba- jadores de cuello blanco, tanto del sector privado como del pi- blico—, del Kleinbairgertuon, de la petite bourgeoisie, es decir, no de la burguesia propiamente dicha*. En la medida de lo posible, este articulo se concentratd en la burguesia propiamente dicha. Ello significa que hablamos de una minoria pequefia. En la Alemania del siglo xix, Jas familias de la burguesia (Biirgertwm) representaban aproximadamente 5% de Ja poblacién. Este porcentaje variaba regionalmente, en funcién dela proporcién entre poblacién urbana y rural. Era ligeramente iis elevado en Inglaterra y en Europa occidental, en general, y mas reducido en el este y én la periferia de Europa, Lentamente ‘reci6 con el tiempo®. Tras haber optado por una definicién rela- tivamente estrecha de «clase media», utilizaré este calificativo de manera intercambiable con «burgués»®. 4G. CROSsICK y H.-G. Haver (ede), Shopkeepers and MasterAntians i [Nineteenth Century Europe, London, 1984; J. KOK, Les enrployées en Allemag ine, 1850-1980, Histoire dn groupe sociale, Pats, 1989. Kocka, «The European Patten, p. 4B. PRICE, A Social History of Ne netcenth Century France, Landon, 1987, p. 122; GAv, 1984, p. 23 Ello implica que, para el propésito de este articulo, paso por alto algunas Aifeencianinmepables en e uso y las connotaciones de esta dos palabras. «Cl 110 Jirgen Kocka LA PAUTA BASICA 2Cuiles fueron los rasgos definitorios de la burguesta en las postrimerias del siglo xvuil y en los siglos XIX y Xx? ¢Qué carac- teristicas compartian los hombres de negocios, los rentistas, los médicos, los jurists, los pirrocos protestantes y otros, que les dis- tinguian a ellos y sus familias de otras categorias sociales no per- tenecientes ala clase media? ¢Cuales eran sus denominadores co- munes y cuél la differentia specifice, y como evolucionaron a lo largo dal tiempo? Situno toma en serio el concepto de «clase», la «clase median, a pesar de la palabra, nunca ha sido una clase, por lo menos no en sentido marxista, pues incluye tanto a trabajadores por cuenta propia como a asalariads y, mas en general, a personas con posi- ciones de mercado muy diferentes. En contraste con los burgue- ses de fines de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna, la burguesia del siglo xrx tampoco puede ser considerada como Lun grupo corporativo (Stand), pues carecta de privilegios legales especificos. Se han propuesto dos teorias plausibles para explicar las caracteristicas unificadoras y definitorias de la burguesfa; una relacional, Ja otra cultural. Como veremos, estas dos teorias son compatibles, y ambas son necesarias para comprender la evolu- cidn y la regresién de la clase media europea. En general, resulta més probable que los individuos formen grupos sociales con alguna cohesin, un entendimiento compatti- do y potencial de accion colectiva, si experimentan tensién y con- flicto respecto a otros grupos sociales. Apartindose de otros, uno se mein esnomalment un concept mas ampli que eburmesim, puesto que hacia abso, leg has laepequesa burger, y mis ctecho, yu uc excane parts de las elites «Burguesie»yeburguéon se presan mis a so erie, po iio ypemico que la mis neutral wclase median Vd el aniulo de R. Kee, Lec, U.Srce y W. STENMETZ, «Drei brgesiche Welien? Zur veelichenden Seimaotk der buzgesichen Geselschaft in Destschland, England und Fran Keeiche, en HJ PUALE (ed), Birger der Gelade Newt pp 1438, W- Stutz, «Gemeincuopaache Traiion snd naonule Bese Beg der ‘Mites Ein Vergleich ischen Deutschland, Pankrich wn Englands, en Re KOSELLECKy K_SCIREINER led), Bauer Recettnsnd Inert dere eta ben Mla jr, Sa fart, 1994, pp 161-236; U. SPREE, aDie verhinderte‘Bangria’» Ein beg chichtichr Vergleich awschen Deutschland, Frankreich und Gralbitaniens, en Kostick y Scometnex eds) pp. 274 306, Las aclases medias» en Europa m1 gana identidad. Esto es bien conocido por la historia de la clases, las religiones y las etnicidades. Lo mismo se aplica con respecto a la clase media europea cuando emergi, en la segunda mitad del siglo XVII y los comienzos del siglo X1X, como una formacin so- cial supralocal y ajena a las viejas corporaciones. Comerciantes, empresarios y capitalisas, catedniticos,jueces, periodistas, pastores protestantes y funcionarios de alto nivel se iferenciaban en muchos aspectos, pero todos compartéan un sentido de distancia social respecto a la aristocracia privilegiada y, en el continente, a la monarquia absoluta. Al enfatizar los princi- pios del éxito y de la educacidn, del trabajo y de la confianza en ‘uno mismo, emergié una visiGn de una «sociedad civil» moderna, sccularizada, superadora del orden corporativo, autorregulada ¢ ilustrada, que sostenian muchas personas de la «clase media» y se coponia a los privilegios y la autocracia del ancien régime. Se trata- ba, en buena medida, de un proyecto de hombres burgueses, aun- que apenas contestado por las mujeres de la burguesta, que lar- go plazo intentarian reivindicar los principios de la sociedad civil para su propia emancipacién Fue éste un proceso complicado con muchas excepciones. Las familias burguesas no solo se apartaron de la nobleza; tam- bién adoptaron algunos de sus principios. Los funcionarios eran agentes del Estado, pero simultineamente formaban parte de la burguesia emergente. Aun asi, a los varios subgrupos de la bur- guesia emergente les unian hasta cierto punto sus oponentes co- munes: la nobleza, el absolutismo ilimitado y la ortodoxia religio- sa. Desarrollaron intereses y experiencias comunes, asi como un cierto grado de conciencia compartida de s{ mismos y unas ideo- logias comunes. De este modo, la burguesia se constituyd como tuna formacidn social que englobaba a varios grupos de ocupa- cidn, sectores y posiciones de clase. En el transcurso del siglo XIX, esta linea de distinci6n y ten- sién perdié mucha de su fuerza, pero no se desvaneci6 del todo. El desdibujamiento se debio a la destruccién gradual de los pri- vilegios legales de la nobleza en la mayor parte de Europa y a una reciente aproximacién entre los niveles superiores de las bur- auesias y partes de la nobleza. Simultineamente entré en juego otra linea de demarcacién que no habia estado del todo ausente én tomo a 1800, pero que adquirié mas relieve en el segundo ter- cio del siglo xrx. Ahora una divisoria mas marcada aparté a la cla- se media de los estratos mas bajos: la nueva clase trabajadora y la n2 Tiigen Kocke cegente corriente» en general, incluida la clase media-baja «pe- quefioburguesay. A pesar de sus diferencias, los industrales, co merciantes y rentistas, jurstas y altos funcionarios, catedriticos, profesores de escuelas de segunda ensefianza y cientificos del fi- nal del siglo xx compartian, en su mayor, una distancia defen- siva 0 critica respecto a ala gente», la «clase trabajadora> y el mo- vimiento obrero, lo cual incidia grandemente sobre la concepeién de si mismos, sus alianzas sociales y compromisos politicos’. ‘Mientras ganaba en cohesién en su pugna con la gente de arriba y abajo, la clase media se definia por su cultura. Las fami- lias de varias Categorias de la clase media compartian el respeto por el logeo individual, sobre el cual basaban sus demandas de re: tribucién, reconocimiento ¢ influencia, Participaban de una acti tud positiva hacia el trabajo regular, una propensién hacia la ra- cionalidad y el control emocional y un empuje fundamental hacia Ia independencia, bien individualmente 0 a través de asociacio- nes. La clase media enfatizaba la educacién. La educacisn gene- ral (Bildung) servia de base para la comunicacién de unos con otros, distinguiéndoles de los que no compartian este tipo de edu- cacién (habitualmente clisica). La ocupacién académica era res- petada, como tambien la masica, la liceratura y las artes. La cultura burguesa ensalzaba un ideal especifico de vida fa- niliar, segiin el cual la familia constituia un propésito en si mis mo, una comunidad unida por vinculos emocionales y lealtades fandamentales. Diferenciada estrictamente pot sexo y, en tltima instancia, dominada por el paterfamilias, se concebfa como un re- fugio protegido del mundo de la competitividad y el materialis- ‘mo, de la politica y el ambito pablico. Era una esiera de privaci- dad bajo la impronta de la mujer, aunque no sin sirvientes, cuyo trabajo permitia a la madre de la clase media dedicar tiempo su- ficiente a la vida familar, transmitiendo «capital culturab» a ta si- guiente generacién. En la medida cn que las esferas publica y eco- niémica se fueron separando del imbito crecientemente privado ? Trazar el significado cambiante, el uso y los conteaconceptos de wise me- slaw es una forma de documentar estos cambios estucturaes, Eemplos y dev lies sobre el particular pueden consultarse en J. KOCkA, «Blrgertum und setliche’ Gesellschaft im 19. Jahchundert: Europaische Entwicklungen un deutsche Eigenarten», en J. Kock y U. PRrvunr (eds), Bairgertum i 19. Jabr ‘under: Deutschland im enropagchen Vergleich, Mimchen, 1988, vol. 1, pp. 20-24 (trad. cast: PRADERA y MILLAN, Las burguesas, pp. 21-83) Las «clases medias» en Europa 1B del hogar y de la familia, aumenté la desigualdad de papeles de Jos hombres y las mujeres: sus circulos de vida se fueron alejando progresivamente, aun cuando permanecieron intimamente inte rrelacionados en otros aspectos. Esta tendencia prevalecié entre la clase media del siglo x1X, Se revictié poco a poco a partir del fi- nal del sig x1x, cuando las mujeres comenzaron aentrar en la es- fera piblica, un proceso lento y prolongado que se ha acelerado a lo largo del siglo xx, pero que todavia no ha concluido! La cultura burguesa slo pudo florecer en villas yciudades. El ambiente rural apenas podia ofrecer ‘interlocutores’ en cantidad suficiente con quienes reunirse en clubs y asociaciones, en fiestas y acontecimientos culturales. La participacién plena en las practicas de la cultura burguesa requeria un estatus econémico seguro, bas- tante superior al minimo de subsistencia: medios, espacio y tiem- po. Esto impidié que amplias, si bien decrecientes, mayorias de ‘gran parte de las poblaciones se convirtieran en genuina burguesta. Si se entiende que la cohesién y la especificidad del Biirgertum se definen por su cultura y su sociabilidad, entonces cobran impor- tancia las formas simbélicas en la vida de la «clase media»; los mo- dos y convenciones de conducirse en la mesa, las citas de la litera- tura clasica, las credenciales, las costumbres y la vestimenta®. Estos dos grandes argumentos aclaran lo que los diversos gru- pos de la clase media tenian (y hasta cierto punto tienen todavia) ‘en comiin, concretamente, experiencias ¢ intereses basados en an- tagonistas comunes y una cultura compartida, Asimismo revelan que la particularidad definitoria de la «clase media» es bastante tenue. Tener antagonistas comunes y compartir una cultura def ne sélo limitadamente a los afectados. En todo lo demés difieren: intereses y experiencias basados en la ocupacién y el estatus eco- * L.Davpoer y C. HALL, Family Fortunes: Mew and Women ofthe English Midile Classes, 1780-1850, Chicago, 1987, pp. 18-28 (trad. cat: Fortunes fam liars: hombres y meres de la clase media inplese, 1780-1830, Macid, Cétedra, 1994,); A. KAPLAN, The Making of te Jewish Middle Clas: Women, Family and Identity in Uiperal Germany, Oxford, 1991; BG. Satis, Ladies of the Leture (Clat: The Bourgeoisie of Northern France in the Nineteenth Century, Princeton, NJ, 1981; G-F Bunt, Auf dem Weg ms Birgerleben: Kindbet und Erciburg in deutschen und englizchen Birgerfomalion, 1840-1914, Gostingen, 1994. "Sobre Austria, U. DOK, Die Ondnung der birgerichen Wel: Verkalten- sideale und site Prktiken in 1. Jabrbundert, Franiturt, 1994; sobre Suecia, J. FIVKMAN y O, LOFGREN, Culture Builders: A Historical Anthropology of Midd- lesClass Life, New Brunswick, NJ, 1987. m Jiirgen Kooka Las selases medias» en Europa ‘is némico, el género y la regidn, la religin y la etnicidad. La bur- feudales habian sido remplazados por relaciones contractuales; guesia siempre ha sido heterogénea: dentro de ella, «muchos Jos gremios habian dejado de existir hacia tiempo; el avance del mundos separados podian coexistir uno al lado del otro». capitalismo habia horadado Ia divisoria entre campo y ciudad, tre elites rurales y urbanas. La riqueza urbana no habia sido ex- cluida de la adquisicién de tierras. A diferencia de la mayoria de COMPARACIONES los nobles del continente, un aristécrata inglés no podia legar su titulo a todos sus descendientes, sino sélo a su hijo mayor, siendo Algunios historiadores prefieren el plural y hablan de burguc- posible la herencia femenina en ausencia de un heredero varén. sias para enfatizar la heterogeneidad de esta formacién social. La Sibien estudios recientes han advertido contra la exageraci6n forma plural parece ser particularmente apropiada si se conside- de la apertura de la elite briténica, hay que decir que la aristocra- aa erent epee Pail. “Trdiciobialmente: las cia y la pequetia nobleza inglesas estaban notablemente abiertas a ‘culturas de la burguesia estaban arraigadas en las ciudades. Po- Jos matrimonios, las ideas y las fortunas de las «clases medias». A sefan un fuerte componente local. Es cierto que los comerciantes, Jo largo del siglo xtX aument6 su accesibilidad. La permeabilidad Jos administradores y los intelectuales formaron pronto redes su- dela clase alta no debilit6 su posicién, poder y consistencia, sino pralocales y suprarregionales, y en el curso del siglo XIX ocurrié mis bien al contrario. La aristocracia inglesa consiguié mantener algo parecido a la nacionalizacién de las clases medias europeas, ‘buena parte de su estatus extraordinario en asuntos politicos, so- No obstante, siguicron fuertemente diferenciadas ¢ incluso seg- ciales y econémicos hasta entrado el siglo Xx. La linea de separa- mentadas por localidad, regién y nacién. Reconstruir la rica di- ci6n entre Ia aristocracia y la pequefia nobleza, de un lado, y los versidad del cambiante mundo burgués europeo trasciende el grupos de las «clases medias»-altas, de otro, se hallaba menos ta- propésito de este articulo. Los siguientes parrafos esbozan algu- jantemente trazada en Inglaterra que en la mayor parte del conti- nas grandes diferencias entre las clases medias en Europa occi- nente, Este argumento también se aplica en parte a Suecia, don- dental, central y oriental, incluyendo algunas miradas hacia el sur de la distincién feudal entre sefiores y campesinos, campo y PorngneSe Aare shi al'datoe glo Mai ciudad, se hallaba igualmente marcada de forma menos tajante, La relacién de las «clases medias» con la nobleza representa aunque por otras razones ”. un factor crucial que varié sustancialmente segtin los paises. Se el ancien régime tampoco excluyé a los habitan- hallaba estrechamente vinculado con ciertas caracteristicas del tes ricos de las ciudades de la adquisicién de tierras. En algunas viejo orden feudal-corporativo y con la diversidad de formas que regiones y pueblos franceses, parte de Ia aristocracia y de los gru- ee ee aia Seas ate ae pos de clase media-alta ya habjan formado alianzas estrechas en el tructura corporativa de la economia urbana habian sufrido una siglo xvi. Cuando la Revolucién despojé a la nobleza de todos ‘erosion secular. La agricultura se habia comercializado; los lazos sus privilegios legals, éstos no fueron nunca restablecidos, La dncién legal entce la ciudad y ol campo también se suprimio. ‘Los historiadores de Francia gustan de subrayar en la actualidad ‘Th, Zenon, Pomc, 1848-1945, Oxford, 1973, vol 1, p22. De acuerdo cl impacto limitado de la Revolucién Francesa sobre la distribu: se mca dein, de metas oc len ua sede a ‘én de la riqueza, el reclutamiento de las elites y la distribucion ree tate ee ee cee de poder. Incluso después de la Gran Revolucisn, los aristécratas ‘como una cispesicion a compertarse de moo smejante © J, Buus (ed.), The End of the Old Order in Rural Europe, Princeton, NJa 1978, Un libté similar sobre el final del viejo orden corporativo en las cit © E, Hoaseaws «The Example of the English Middle Class», en Kock y todavia espera ser escrito. W. Mosse, «Nobility and Middle Classes in 19th- ‘Mrrcuent. (eds.), pp. 127-150 (trad, cast.: en FRADERA y MILLAN, Las burguesias, tury Europe: A Comparative Study, en KOcKA y MATCHEL (ed), pp. 701 pp. 251257), B. mim, «Die ingeliche Geslicha in Schweden, en KOCKA (trad. cast.: FRADERA y MILLAN, Lar burguesias, pp. 133-168). y revert (eds.), vol. 1, pp. 224-246. U6 Jtirgen Kocka siguieron desempeitando un papel significativo en el gobierno, tanto localmente como en el conjunto del pais. Versiones previa- mente exageradas sobre el supuesto triunfo de la burguesia en la Gran Revolucion han debido ser corregidas. Pero si comparamos Francia con la Europa al este del Rhin, se aprecia que determina- das flexibilidades del viejo orden, asi come la forma revoluciona- ria en la que éste concluy6, difuminaron tempranamente la fron- tera entre la nobleza y la alta burguesia tanto en Francia ¢ Italia, como en los Paises Bajos, Bélgica y Suiza (donde la nobleza habia sido en cualquier caso muy débil) La «Era de los Notables», que gobernaron Francia entre la de Napolesn y los primeros afios de la Tercera Repiblica, se ha interpretado como un estadio transitorio entre el viejo or- den corporativo y la moderna sociedad de clases. Visto desde mas aleste, el aspecto que merece destacarse no es ni el fuerte com- ponente aristocritico de este medio, ni la importancia innegable ‘que dio a la posesién de tierra como base de influencia y estatus, ni los mecanismos tradicionales a través de los cuales opers: co- nexiones familiares y culturas locales de clite. Tampoco fueron excepcionales sus caracteristicas mis modernas y plutocriticas, como los derechos de voto basados en las rentas y el patrimonio imponibles, y graduados de acuerdo con estas variables. Lo que resulta asombroso si comparamos Francia con Europa central y oriental es la estrecha proximidad e interconexién entre los cle- _mentos aristocriticos y burgueses en esta elite de Notables. Cier- tamente, la distineién entre las culturas de la aristocracia y de las «clases medias» no se habia desvanecido totalmente. Pero habia en Francia, como en Italia y Gran Bretahia —aunque cada caso era diferente en cuanto a otros aspectos— una tendencia hacia la mezcla de elementos aristocraticos y burgueses. La amalgama permitié un declive gradual y relativamente suave del componen- te aristocratico y un ascenso igualmente gradual de la burguesia, ‘que hacia 1914 se habia convertido, en Francia desde lego, en el socio dominante de la alianza” » A. DAUMAKD, Les bourgeois et la bourgevste en France depuis 1815, Pati, 1987; G. CHaLSSINAND-NOGARET et al, Histote des elites en France di XV a Xe site: Libonnewr,le mérite Cargen, Pais, 1991; A. M. BANT, Tera e denae rv: Una bourghesta padona del! Onocento, Neneria, 1989; A. TANNER, «Birger tum und Bangelichkeit in der Schweiz: Die ‘Mitelklassen an det Mache’», et Kock y FR vent (eds), vol 1, pp. 193-223, Las «clases medias en Europa 47 Algunas regiones en Alemania se aproximaban a la pauta de Enropa accidental, por ejemplo Renania, Hesse-Kassel, partes de Sajonia, o ciudades independientes como Hamburgo, que fueron testigo de un declive temprano de la influencia de la nobleza Pero, en general, el viejo orden habia sido mis rigido al este del Rhin y sobre todo al este del Elba, reziones menos comercializa- das (0 comercializadas de una manera distinta), con diferencias legales, politicas y culturales claramente marcadas entre los sefio- res y los campesinos, las ciudades y el campo, los burghers y otros habitantes de las ciudades, entre las clases medias y otros grupos sociales. Aqui el Antiguo Régimen habia impedido a los vecinos ricos de las ciudades adquivirtierras. En Europa central y orien- tal, Jas bases legales del viejo orden feudal-corporativo no fueron detribadas por un acto revolucionario, sino por un proceso pro- longado que comenzé al final del siglo xvi y perduré la mayor parte del xix. Por supuesto, las diferencias entre Europa central y oriental ‘eran profundas y variadas. En Prusia y Baviera, Austria y Bohe- mia, Galitzia y Rusia, la reforma agraria, la individualizacién de los derechos de propiedad y la introduccién de las instituciones politicas modernas se produjeron en momentos distintos y con re- sultados muy diferentes. Pero, por contraste con Europa occi- dental, en Prusia, Austria y Rusia, la nobleza (o parte de ella) re- tuvo restos de un estatus legal especial y otros privilegios hasta el final de la Primera Guetta Mundial. Es cierto que hubo alguna aproximacién, alguna cooperacién, incluso alguna fusion limita- dda entre parte dela aristocracia y parte de la alta burguesfa en Eu- ropa central y oriental, De esta mezcla dan testimonio las compras de fincas de procedencia aristocratica por parte de la clase media, la cooperacién entre burgueses y aristécratas en Jos niveles supe- riores de las expansivas burocracias estatales, la entrada de bur- jaueses en cuerpes de funcionarios reservados originariamente a aristécratas y la imitacién de estilos de vida aristocraticos por las familias ricas de la alta burguesia hacia el final del siglo. Pequetias minorias de personas de la «clase media» fueron ennoblecicas (mas frecuentemente en Austria y Rusia que en Prusia). Se pro dujeton algunos: matrimonios entre aristécratas y burgueses. Pero, en general, hasta el siglo Xx, la linea divisoria entre la no- bleza y la burguesia permaneci6 mas nitidamente marcada en Eu. ropa central y oriental que en Europa occidental, en cetrimento de las burguesias. En Alemania y Austria, &stas se apoderaron de us Hingen Kocka tuna proporcién més pequenta de poder politico y consiguieron menor dominio social y cultural que en el oeste. En Rusia perma- necieron incluso mas débiles y altamente fragmentadas' (Otra manera de entender ls diferencias internacionales en la historia de las clases medias curopeas consiste en examinar su composicién, particularmente la relacién entre la burguesia de egocios 0 econdmica (Wirtschafisbiirgertum) y la burguesia edu- cada 0 con formacién académiea (Bildugsbiirgerturs) En los paises econémicamente avanzados de Europa ocei- dental, los comerciantes, los banqueros y los rentistas, asi como, iis tarde, los empresarios fabriles y los directivos industriales, constituyeron el grueso y el nticleo de la «clase media» descle me. dliados del siglo Xvint hasta mediados del siglo XX. Un alto grado de continuiclad intergeneracional era tipico de estos grupos cau: dalados; se hallaban bien implantados en sus regiones y eran in. fluyentes en sus comunidades, Habia también, por supuesto, juristas y pastores protestantes, médicos ¥ funcionatios, profesores universitarios y enseftantes en escuelas piiblicas y iceos. Su mimeo e importancia auments, es- pecialmente en la tltima parte del siglo xIX, Pero, sobre todo a comienzos del siglo, se hallaban claramente subordinados ala cla- se media econémica en cuanto a su aleance y su riqueza, su esta- tus y su influencia, En Inglaterra, observadores como John Stuart Millen tomo a 1830 y Karl Marx, un poco mas tarde, ignoraron virtualmente al Bildun esbirgertum, 0 lo vieron como un mero apéndice de la cla: se capitalista empresarial. Los historiadores han seguido frecuen- temente su estela, en particular aquellos que se sittan en la tradi- cién marxista, El historiador britinico Harold Perkin escribié acerea de la «olvidada clase media» cuando redescubrié los me- dios profesionales y los distinguié, como parte de la burguesia ‘emergente hacia 1820, de los empresarios y hombres de negocios, En Francia, el Bildiongsbiirgertum era menos marginal, pero el % Comparease los anticulos que resumen la situacién en Austria y Polonia de E, BaUcKMOLLER y HL Stax, y W. DLUGOBORSKH, en KOCKA y PREVERT (eds), pp, 160-192, 266.299, Sobre Rusia, PusEaN, 1990, pp, 1822; G, Fiscitk. «The {nteligenyia and Russi, en TLE, BLACK (ed), The Transformation of Reason Society: Aspects of Social Change since 1861, Cambridge, Mastachusscts, 1960, pp 353-375; A.J. RIERER, Merchants and Exreprencurs Imperial Russia Chae pel Hil, NC, 1982, Las «clases medias» en Europa ry elemento profesional era relativamente debil entre los Notables Para los notarios y otros funcionarios, los bienes taices y las co nexiones locales eran més importantes que la formacién legal que tenian algunos de ellos ‘Tanto en Gran Bretaita como en Francia la balanza comenzé 4 cambiar s6lo en la segunda mitad del siglo XIX. Fue entonces cuando el sistema de ensefianza secundaria se expandi6 y la edu. cacion formal adquirié mayor importancia para los hijos de las clases medias —y eventualmente para sus hijas— como experien- cia comin y marca de dlseriminacién entre ellos y las masas. Las universidades y las escuelas profesionales tambien se extendicron, aunque més lentamente. Las carreras profesionales se hicieron as comunes y ganaron respeto. Junto a la riqueza y el origen fa mili, el talento y las cualificaciones desempeiiaron un papel de reciente importancia (aunque todavia secundaria) para garanti- zar cl acceso a la burguesia. Se abrieron nuevas oportunidades para los hijos y las hijas de algunas familias de «clase media»-baja, pero, en gencral, las escuelas, caras y no demasiado numerosas, fueron de utilidad para los hombres y las mujeres jovenes que ya tenfan origenes burgueses Esta pauta europeo-occicental no estuvo del todo ausente en Europa centeal. Donde las ciudades y las regiones contaban con tuna antigua tradicién de riqueza industrial y mercantil y gobier. fos autdnomos activos, el proceso fue similar; por ejemplo, en Mannheim, Karlsruhe y Hamburgo. Pero en la mayor parte de ‘Alemania la tendencia fue diferente. Las actividades comerciales y empresariales se manifestaron en una escala mis moderada; el sistema fabril surgi6 mis tarde que en Inglaterra, Bélgica y Fean- cia. Los alemanes eran menos ricos que sus vecinos del oeste. La diferencia se apreciaba no s6lo en las fortunas mas pequetias y en Jas mansiones menos impresionantes de los aristocratas alemanes, sino también en cl estilo de vida mas moderado de la bursuesia '* H. Penn, The Onigins of Modern Englith Society, 1780-1880, London, 1969, pp. 25288; H. BeRcHore y R MOLLER, «Tired Pioneers and Dynamic Newcomers? A Comparative Esay on English andl German Entrepencurial is. ‘ory, 1870-1914», Economic History Review rim, 47, 2. 1954, pp. 262.287: R TORSTENDAHL y M. BURRAGE (eds), The Formation of Professions: Knoasledge, State and Strategy, London, 1990; K. Orr, «The Second Sex and the Buccs Juréa in Republican France, 1880-1924, French Historical Studies, mim. 1, 1983, pp. 252-286. 20 Jirgen Kocka Al mismo tiempo, la «reforma desde arvibaw» representaba una fuerte tradicién en Prusia, Baviera, Austria y otros Estados cen- troeuropeos. Los gobernantes absolutistas y sus burocracias en expansién se pusieron a la cabeza en la modemizacién de sus so-

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