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Introduccién Las neurociencias: cuniverso simbélico? En los inicios del siglo X0, las ciencias médicas, a través de uno de sus represen- tantes més “modemos': las neurociencias, intentaron convertirse en un universo simbélico con la pretensién de poder explicar practicamente cualquier alteracion del comportamiento y de la conducta de un sujeto a través de un argumento bioquimico o electrofisiologico. Lejos estan algunas investigaciones actuales en neurociencias de la postura ética que dominé el pensamiento cientifico y la conducta moral de un hombre como Santiago Ramén y Cajal, en el siglo pasado. Aun hoy, sus investigaciones son un aporte invalorable a lo que se realiza en rehabilitacién fisica en el mundo, a par- tir del concepto de plasticidad neuronal. Y qué decir del exhaustivo estudio de la anatomia microscdpica de todo el sistema nervioso, que senté las bases morfo- funcionales de la neurociencia actual. Lejos estan algunos profesionales de la salud mental de la digna templanza del maestro del psicoandlisis cuando investigaba la vida onirica y su relacién con la neurologia. Estudios que se impusieron no sélo en las ciencias de la salud y la educacién, sino en la literatura, el arte, los medios de comunicacién y en el uso cotidiano. A pesar de esto, algunos investigadores occidentales niegan los descu- brimientos freudianos sobre la vida inconsciente y el deseo como motores de la vida subjetiva, déndole al hecho onirico sélo una categoria bio-quimico-eléctrica. Cierta rama de las neurociencias le supone a la conducta humana un puro corre- lato neurolégico, genético o metabdlico. inclusive las alteraciones de la conduc- ta, las adicciones y las probabilidades de adoptar determinadas actitudes 0 com- portamientos desviados o psicopatolégicos estarian predeterminados genética- mente, en un genoma atin no descifrado en su totalidad. Asi, por ejemplo, apa- recen las llamadas neurociencias del consumo, que le atribuyen al sujeto una potencialidad para contraer determinada patologia de acuerdo con una supuesta vulnerabilidad genética en la que el medio ambiente no tendrla mayor inciden- cia, porque se trata de un potencial genético predeterminado. Pareciera que la posibilidad 0 no de contraer una enfermedad esté del lado de la inteligencia ge- nética y no en conjuncién con la subjetividad. También aparecen las neurociencias aplicadas, Tal es el caso de las empleadas para entender el fenémeno de la comunicacién. Todo parece reducirse a células ee que responden a la excitacion de los circuitos neuronales y transmiten cared a las neuronas, que regulan ast la actividad neuronal y producen interaccién de la informacién, que genera conocimiento y luego inteligencia. En estas investigaciones, los conceptos de inteligencia y de conocimiento nada tienen que ver con el de la subjetividad ni con el historial vital del sujeto, que parece no tener importans También la inteligencia aparece asociada a la cantidad de materia gris, al grosor de la corteza cerebral, al mayor o menor desarrollo cerebral, al entrenamiento precoz del cerebro, etcétera. Creemos y apostamos al progreso cientifico. No cuestionamos, desde estas pagi- nas, las investigaciones contempordneas sobre el tema. Si, en cambio, cabe ana- lizar el modo en que se aplican sobre una determinada poblacién y la ideologia que subyace a ese pensamiento. Encrucijadas y paradigmas Fue uno de los desvelos de Freud, hacer del psicoanilisis una ciencia. Darles es- tatuto cientifico a sus investigaciones se constituyé en uno de los grandes desa- fios a lo largo de toda su obra. Incluso Jaques Lacan, en su propuesta del “retor- no a Freud”, con sus aproximaciones a la matemitica, la logica y la lingiifstica, quiso proveer al psicoandlisis de un cuerpo tedrico que sustentara con mayor eficacia los embates intelectuales de la época. El gran interrogante era, frente a los postulados del positivismo, cémo escapar del razonamiento inductivo. El ma- yor desafio era poder hacer cientificos los postulados que no respondieran a los pardmetros de lo observable, de lo medible. Asi, entonces, el psicoanilisis se vio inmerso en multiples cuestionamientos acerca de: + el verdadero estatuto de sus formulaciones; + el concepto de verda cudles son los fundamentos para modificar la categoria de individuo por la de sujeto del inconsciente; cémo se logra el acceso a la llamada “verdad del sujeto” si no podemos me- dir 0 cuantificar sus acciones con el método hipotético deductivo. > Todo este planteo confronta fuertemente con los postulados del espiritu cientifi- co de la época, que pretende establecer leyes efectivas, relaciones invariantes y un razonamiento ldgico. Es decir, reducir todo a términos reales en el marco de una coordinacién establecida entre los diferentes fendmenos particulares y algu- nos hechos generales, Por otro lado, se ha cuestionado, no sdlo el objeto de estudio, sino el método de abordaje y de investigacién, ya que, en psicoanilisis, se requiere del investi- gador, de cada investigador en singular, como variable fundamental para que al- go de esa verdad se desarrolle. Subversién de un orden establecido que involu- cra hasta al investigador como variable que puede modificar el espacio de traba- jo. ¥ el psicoanilisis plantea que no es sin el marco de la transferencia analltica, con el profesional tratante, que se podré acceder a esa verdad. Esa verdad sera Jo que iluminara al sujeto en su devenir y en su existencia, plagada de desaso- siego, incertidumbre y angustia, para lograr un efecto de liberacién de las atadu- fas inconscientes que lo llevan a repetir compulsivamente un esquema de sufri- miento aprendido en los tiempos de la infancia. Esquema “aprendido” y deveni- do en fantasma que atraviesa su existencia y artifice del despliegue de su subje- tividad contempordnea (sintomas). En la actualidad, el debate sobre el estatuto cientifico del psicoandlisis ha queda- do relegado a algunos circulos ortodoxos emparentados con la epidemiologia neoliberal, que ven en la obra freudiana un enemigo para sus objetivos capitalis- tas, tales como la venta de psicofarmacos. No obstante, se han ido generando diferentes debates. Uno tiene que ver con su aplicacién en diferentes disciplinas. En esta ocasién abordaremos este aspecto desde la psicopedagogia clinica. La formacién de los profesionales de la psicopedagogia clinica tiene claramente dos orientaciones. Una toma al individuo y otra al sujeto. Una orientacién clini- ca le supone al individuo una posibilidad de pensarse conscientemente a si mismo desde un abordaje de las defensas yoicas, a las cuales hay que fortalecer mecénica 0 sugestivamente, y de modo perentorio, para que el individuo supere sus problemas existenciales y se vuelva a insertar en el circuito productivo. Otra orientacién clinica lo piensa en términos de sujeto del inconsciente; instancia psiquica en donde hay que buscar la problematica de lo humano. El sujeto es alli donde no sabe que es. Esto quiere decir que donde el yo habla (la concien- a, la inteligencia, los circuitos neuronales), fortalecido por sus defensas, y cree saber sobre su padecimiento, es alli donde verdaderamente no sabe nada de si mismo ni del origen de sus padecimientos. — —— aa | apunta a abordar los problemas La especificidad de la izaje. Asi como otros cole- =de un nito 0 de un joven asociados con él cree eae io eee hei jonal en 4mbito: m {gas desarrollan su especificidad profesiona iedad, la psicoped: qe de ansiedad, la iagogia nlas, los problemas alimentarios, los trastornos && sO oe ie i / Esto genera un fuert clinica piensa al sujeto desde ese luger ln al estatuto epistemoldgico de la psicopedagos!2. ise trata de psicopedagogos .dago que trabajan como psicoanalistas? (Se trata de psicoanalistas que abordan desde una especificidad pedagogica al sujeto? psicopedagosi@ clinica ue del mismo modo los psi- formacién a la hora de dedi- mental aparecen enmas- randero que a un traba- Consideramos a éste como un debate estéril, ya 4 quiatras 0 los psicdlogos debieran cuestionarse su carse al psicoandlisis. Muchos profesionales de la salud carados bajo un velo “psi", pero se parecen més a un cul jador de la salud mental. la cuestién de la formacién de los psicopedagogos que se dedican Por esa raz6n, anélisis, tendré que ala clinica, con una mirada y una formacion desde el psicos 1e no les permita retroceder en la investiga- ver con su ética clinica. Una ética qui cién del inconsciente. Una ética que no les permita ser tentados por planteos fa- sntes. Una ética que los obli- cilistas, oportunistas, medidticos, alternativos y urge! gue a recibir al nifio, pero atender al sujeto. Una ética que les permita advertir que no se trata de un individuo como reservorio quimico-eléctrico, “inteligen- te”, al que hay que rehabilitar, reeducar o resocializar. La psicopedagogia clinica con orientacién psicoanalitica aborda la problematica de un sujeto que padece y que hace sintoma, en este caso, desde la probleméti- ca del aprendizaje. La ética de la que hablamos no es en términos de moral sino de conducta profe- sional y cientifica. La psicopedagogia clinica con orientacién psicoanalitica debera conducir el tratamiento en tres direcciones: + Hacia el descubrimiento del padecimiento inconsciente. + Ala modalidad en que hace sintoma ese sujeto, o se inhibe. + Al motivo por el cual el padecimiento se manifiesta a través de un sintoma tan especifico como pueden ser los problemas de aprendizaje. O a través de una inhibicién que provoca “anorexia intelectual” ysentonces, el sujeto “aprende nada”. a > Se debe desterrar la idea de que es la manifestacién fenoménica el objeto de estudio; en este caso, para la psicopedagogia, la inteligencia. Eso que se ve no es més que un sintoma que responde a una légica inconsciente que hay que develar. El recorrido del texto est protagonizado por trabajadores de la salud mental y de la educacién que ingresan al terreno para acercarse, desde la experiencia cli- nica, a la problematica de nifios y adolescentes. Ambito en el que cobra especial relevancia el modo en que se piensan y extreman las nociones de inteligencia y subjetividad. Los trabajos aqui reunidos transitan un espectro teérico y una prac- tica clinica real y cotidiana, expresada en cada ejemplificacién y en cada vifeta; protagonizada por quienes las relatan. No se trata de investigadores de escrito- rio, sino de profesionales que ingresan al mundo del nifio y del joven: la escue- la, la familia, la calle, para comprender su padecimiento y poder encontrar res- puestas posibles que no los encasillen y que -por sobre todas las cosas~ les de- vuelvan la dignidad de sujetos que piensan, sienten y deciden sobre el modo en que quieren vivir. Sandra Yannuzzi y Fernando Osorio iii No129npowny _Inteligencia y _ subjetividad Encrucijadas de la psicopedagogia clinica y del psicoanalisi: Sandra Yannuzzi y Fernando Osorio (comps.) ae Lid

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