You are on page 1of 89
rincondeunidades.blogspot.¢ton indice Capitulo 1: El pijama rojo... Capitulo 2: ;{Buuumm! Capitulo 3: Atrapado en un disfraz .... Capitulo 4: La bota blanca ..... Capitulo 5: Naty, la memoriosa Capitulo 6: Pinturas rupestres... Capitulo 7: Tobiano Capitulo 8: Todo en una valija.. Capitulo 9: Canela se arrepiente Capitulo 10: El siete en el pantalén Capitulo 11: Lo que nos trajo Emily Capitulo 12: Consecuencias ..... Capitulo 13: Dos pequefias alegrias ..... Capitulo 14: La inundaci6n Capitulo 15: Despedidas Capitulo 16: Cuando la mama se equivoca Capitulo 17: Viejos y nuevos amigos .... Capitulo 18: Lo que me “conto un pajarito”.... Capitulo 19: El diario de Sheldon .. hacer a nuestros hijos a muy baj Leer es un entretenimiento eed ee ¥ due perdurard alo largo de ta vida apes taninporatecnns emos elegir los textos, instruye y construye en modelaje de estas habilidades, te esta pensado para una etapa d * niftos necesitan que se les lea ylos ahoscercances in mtg oe eos tan de su independencia hee pene Setspes ala pubertad) en jos que dis. iniciary terminar cada lectur re ‘or esa raz6n, esta obra contiene preguntas al de los nifios, pueden leer ae Breen dela madurez cognitiva y emocional rauaiactivamente al pequete i tae) el objetivo de las preguntas es acer- Noe Personas cercanas), Make caisadoa radresnemiaipps meyers Ss Preguntas son u i it entienden respecto de eee Sets Para compartir lo que uno y otro crave valores para dara conocer sus emocions Elestilo de vida de siglo XX amenara con levannoe cocationereee les municaci6n directa, cara a cara. Y en este sentid ne aaa Baleeifeisacony el nixcarnbo, Sis sancios argunenios leee cree situaciones similares y evocar sentimientos parecdos ies eee hoe parecidos. jEs muy saludable expresar emociones y los recuerdos en un marco de valores basados en la Palabra de Dios! aS sugerencias para optimizar la lectura de este libro: Samana Estas el momento apropiado para leerle a su hijo, No lo haga en forma apresu Haga que su hijo sienta que ese tiempo es para él. Esto facilitard el disk Bee eniictuinlespaciotio adecllado para ell momento, Tome las precauch- Ines riecesatias para que nolos interrumpan en medio delrelato, Recuerde que ete esses cate vetomiar el reci@sruna ves ase an stenco ha sido capturada por otro estimulo, me pessics pees noe (ie que se sugieren antes de comen- Rasen per iho recede vivencies pasadas o que ules oan ene ae vivido. Este dislogo le daré una oportunidad r profundidad qué piensa su pequerio respecto de as cosas més simples y més trascendentes de la vida. Mientras lee el relato, trate de transmitir sus propias emociones por medio dé lasinflexiones de u vozy de gestos, Recuerde que al hacerlo esta estimlando la inteligencia emocional de su nifio. Al finalizar la historia, dedique un tiempo a la conversacién. Esta podria st gir espontdneamente o también se puede estimular con las preguntas U2 se sugieren, No desaproveche la oportunidad de hablar con su hijo de ott temas, aunque no tengan relacién con el relato leido. Recuerde que este n0& un sero de comprensién de texto, sino que debe ser un punto de partide para el didlogo. + Una ultima sugere! Usted le estaré transmitiendo mucho més que los v dando un mensaje de amor junto con el placer de la lectura. sncia: si su hijo lo desea, tomelo en su regazo mientras le lee falores del relato. Estal? Introduccion e no an familia? Quizé se parezca ala tuya... otal ver . ly diferente, porque existen distintos tipos de fami- lias. Lo importante es que sus miembros se respeten, se quieran mucho y disfruten de la vida juntos. : En mi casa, ademas de comportarnos como hermanos nor- eee ee piden disculpas), siempre hemos tenido mascotas muy queridas. Es imposible recordar nuestra infancia sin pensar en ellas. ;Cudnto hemos aprendido y qué lindas aven- turas compartimos! Por eso, te invito a recordar tus propias aventuras mientras lees nuestras historias. Aprovecha las preguntas para dialogar, con alguien de tu familia, sobre sus recuerdos y vivencias. Te gustaria registrar tus propias “aventuras en familia”? jIni- cia tu libro de historias familiares! : rincondeunida DR ed produ ‘ Pa Croc Po Oe Ue ud ‘que avieres hacer cuando rm picaban los braz0s: las a de la escuela muy cansado. Me piernas, la espalda... jtodo el cuerpo! 6 con cuidado y s es una enfermedad eruptiva. Mi mamé me examin acudié la cabeza. ~Andrés, creo que tien Un bane tibio y jala cama! —dijo. aa mientras mi tee 1 dejaba el cuerpo como dia siguiente, un pan enharinad nos melli: » tuve dos compajieros d es ce se izos de tres afios también habi. le cuarto. Mis herma- a ae con varicela! an comenzado a rascar- itaciOn se tran: 6 sformé en un i alli las camas de mis hermanos para hospital Papsitrastads tenernos y cuidarnos. En esos di que fuera més facil entre- estar los tres enfermos nos Rene te Pe aecne ogi ee tinesdio ma mas generosos con nuestros o is ganas de divertirnos juntos. En la pintabamos nuestros libros di 5 ne camiones con ladrillit = se SS ae itos, mirébamos algunas peli i Be idola \gunas peliculas... y asi semana. Como nos habian vacunado ai iO anos an- tes, la enfermedad fue leve. La varicela se despidio de nosotros y volvieron las ganas de jugar afuera. A mi yami hermana Sofia se nos secaron rapidamente las ampollitas y para el viernes nos sentiamos sanos. Pero Alex tuvo més ampollitas y se notaban principalmente en su cara. El sdbado de mafiana estabamos deseosos de ir a la iglesia. Era muy raro que faltaramos porque mi mamé era directora de la Escuela Sabatica, asi que, aunque lloviera o hubiera tormen- ta, ibamos a la iglesia. Pero, como Alex no habia sanado total- mente, mis padres decidieron que mi papa iria con Sofia y con- migoala iglesia, y mi mama se quedaria en casa a cuidar a Alex. ‘Mientras nos vestian y arreglaban para irala iglesia, Alex co- menz6 a reclamar: -iYo también quiero ira mi escuelita sabatica! Ta y yo nos quedaremos en casa porque no es bueno que salgas todavia. Tus ampollitas no estan curadas, hace frioy note haré bien salir - —jPero yo quiero ir, _Haremos una Cosa: papi ala iglesia, y‘ una vuelta en auto. Asi nos vamos 2 mar frios, gte parece bien? Je explicé la mama. estoy aburrido! después de qui (0 me voy a Ve: entreten' -protesto Alex. e tus hermanitos se va" stir y saldremos 2 dar er un rato sin to- El trato le parecié bien a mi hermanito como saliamos de casa con mi papa. Mientras mi mama se cambiaba de ropa y se arreglaba e| cabello, percibio un gran silencio en la casa. Eso no era tn Aun en pantuflas y con la mitad del cabello sin arreglar, sali i / bafio a buscar a Alex. , —jAlex, Alex! -lo llamo sin éxito en todos los cuartos- aT escondiste en alguin ropero? A Pero no lo encontré en la casa, asi que mi Mama salié al patio y volvio a llamarlo. Nadie respondid. Entonces, jentré en pani- co! Como estaba, salié por el vecindario buscando y llamando, “jEstara en la casa de sus tios?”, pens y corrio tres casas mas adelante, pero tampoco lo encontro. Entonces, decidié caminar hacia la iglesia que quedaba a tres cuadras de la casa. Iba mi- rando hacia ambos lados, hasta que llego a la entrada grande de la iglesia blanca. Todo estaba en silencio pues el servicio habia comenzado y toda la gente estaba adentro porque, ademas, hacia frio. Ca- miné por uno de los laterales del templo en donde estaban las aulas de la Escuela Sabatica. Fue entonces cuando vio que un diacono caminaba con un nifo de pijama rojo en sus brazos. —jAlex! -exclamé mama. —Me parece que este nifio no estaba listo para venir a la Es- cuela Sabatica —dijo el hombre riéndo- se. Y mientras lo dejaba en brazos de mama, agrego-: iY me parece que us- ted tampoco estaba lista para venir! -Yo quiero ir a mi escuelita saba- tica —insistio Alex sefalando, con su manito regordeta, el aula de la que habia estado tan cerca. Mama le dio un gran beso yle prometio que el proximo sabado estaria alli, pero que ahora iban a terminar de ves- tirse los dos y saldrian a pasear. y Se quedé mirandg b Asi, muy apurada y con mi hermanito en los brazos, camind otra vez hasta la casa, esperando que nadie mas los viera en pija~ mas. Cuando estuvieron listos, dieron un lindo paseo en auto por los alrededores, y vieron terneros, caballos y vacas en el campo. Cuando regresamos de la iglesia, mama tenia para contarnos una historia simpatica de lo que habia ocurrido esa manana, y termind diciendo:"{Ojala toda la vida, si un hijo se me pierde, lo pueda encontrar en la iglesia!” Pe add Pr eg Ar rg Saas me ae , PP a Nest Pras Pe eal Pa Pca Poo ? Pg oe “ Le A el Pod ol va ee i rH Pa ran cla:uecin sine Kz nen 7 Bey on one dQué tiene de Pe Fuego, Oa eet) ra Dee a CN eu Ce oo) eee) ee @ sa Prue hacer una fogatita con estos palitos? Yo creia que d si decia la palabra “fuego” en diminutivo, corria men? peligro y me iban a dar permiso. De hecho, a veces me dejaba” hacer una fogata, pero siempre bajo la supervision de un adult iCOmo me gustaba escuchar crepitar las llamas! Me gia? ver como las brasas tostaban el maiz que mi abuelo me 42/4 eT a a 1 Alllegar ala casa de mis vecii __ se -ghdetnamntpabenion gn aieta: vos! ge Delite cqueesanocuss encender un fuego en ef “|Ah! jA mi j eed de la casa. los ojos! juego me llamaron®,, pensé y jse me iluminaron —{Te ayudo a hacer el fueguito? -me ofreci. —Mmmm..., mejor no, todavia no enciende bien. Cuando ga el fuego bien armado, le puedes agregar palitos me res- pondi6 Javier, que se sentia importante dandome érdenes. Di la vuelta por el patio juntando pequefias ramitas y hojas secas. Queria estar preparado para colaborar. Javier renegaba porque el fuego se le apagaba. Parecia que la lena estaba himeda. —Mira, aqui tienes ramitas secas chicas para que lo enciendas més rapido le dije, alcanzndole mi manojo. “Javier las puso justo debajo de la montaria de leita y volvo 2 encender un fésforo. En un abrir y cerrar de ojos las to con los palitos, pero asi como s€ hojas secas se quemaron jun- encendié, se apagé y solo inca me dejaban jugar con mi nul peligroso y esto | Pero bueno, él era mas grande y estaba seguro, parecia s ber lo que hacia. iAhora si tendriamos un fuego de verdad! a Me acerqué a la boca del fogén para ver mejor cémo bran. caba y Javier volvié a encender unos Palitos pequefios debajo de la lefia. Enseguida tomé la botella, tird un chorro de aa bustible al fuego y... jj/Buuuuummmmi!! Ya no recuerdo mucho los detalles. Solo conservo el sonido, la gran llamarada toja, y Javier y yo en el pasto, bastante oO. fundidos. Nos miramos. Javier no tenia ni cejas ni pestafas. Mi flequillo era una masa apelmazada de pelos y también habian desaparecido mis cejas y pestafas. Me ardian las mejillas y las rodillas. El fuego del calefén no sola- mente estaba encendido, sino que habia trozos de madera hu- meante desparramados por el patio. Los papas y los hermanos mayores de Javier llegaron corriendo. ~jAndrés! jJavier! ;Estan bien? -alarmados, comenzaron a revisarnos. éSe podia decir que “estabamos bien”? No con sinceridad... Teniamos aspecto de espantapajaros. Nuestras camisetas esta- ban chamuscadas y teniamos mucho tizne en la cara. Ademas, realmente me ardian las quemaduras. Cuando volvi a mi casa, mis padres se asustaron. Habian es- cuchado la explosi6n, pero no se habian imaginado que tuviera que ver conmigo. y ~Yo sabia que usar combustible para encender un fuego & peligroso -confesé-, pero pensé que, como Javier es mas JF or de y sabe més de lo que hay qué hacer, no ibamos a tener P! blemas. 7 ~Andrés, esto pudo haber sido peor. Gracias a Dios, N° = nes quemaduras graves. Pero debes saber que tienes que oe sar por ti mismo. Todas las personas nos equivocamos. Los ' £ fos, los papas, otros adultos..., todos podemos cometer errores. Por eso es necesario pensar y tomar decisiones Por uno mismo. Si sabias que el combustible es Peligroso, debiste mantenerte alejado -fue la respuesta de papa. ¢Saben por qué me acuerdo muy bien de este incidente? Porque ese fin de semana teniamos planeado un viaje a las Ca- taratas del Iguazu, Misiones, Rep. Argentina, y aparezco en to- das las fotos con mis mejillas muy rojas y las rodillas vendadas. También, en la mayoria de las fotos, estoy sobre los hombros de mi papa, ya que me dolian las quemaduras al caminar. Sin embargo, eso no me impidié disfrutar de jugar con los coaties (animales mamiferos parecidos a los mapaches, que viven en la selva misionera) jy tratar de defenderme de sus intentos de ver qué habia debajo de las vendas de mis rodillas! trapado en un disfraz Ze qusta disfrazarte? LHas participado de alquna festa Ce ong Pere nnd ee a OR Rr eg Gas nos gustaba disfrazarnos a mis hermanos y a mi! Te- | niamos un bat lleno de telas de colores, cordones, vinchas, sombreros y ropas en desuso que nos dejaban usar para diver- tirnos. A veces, saliamos al patio con tantos “trapos” encima que pareciamos salidos de alguna pelicula de espanto. En ocasiones éramos guerreros, otras veces éramos exploradores del Polo Sur, 0 animales de la selva. Disfraz era sindnimo de diversion ui: Quizé fue por eso que, cuando les pidieron a mis nos vistieran de ar igelitos ni sta de los a ete uni Para una fie: ta i: versitarios, todos respondimos que ist Ena : mento, 2 os quel momento, yo Entonces, imanos a | alambre que la obra! Mi papa fabricé tres Marcos de eran el contorno de | ; ae las alas, Mamé los c yles pego bastante brillantina Para que crearan la mace éQué usariamos como tuni es a cover vestdos eon Nota taped pone ellos, que a nosotros nos erecta escaa saath ies sentaban muy bien las lar ce ee Ce ere A mi me tocé usar va sslaere f parecia una tunica arash ee a ee SSicesnatio:d on nia el escote muy grande para le mi cuerpo. Por eso, una vez que me la puso, mi mama le cerré prolijamente el escote con una costura invist- ble. Nos puso cinturones de guirnaldas navidefias, otra guir- nalda en la cabeza y las alas bien aseguradas en las espaldas. Los tres estabamos felices con nuestros disfraces de angeles. La fiesta transcurrié con mucha alegria y nosotros hicimos la tarea de llevar mensajitos escritos por los universitarios de mesa en mesa. Pero se hizo tarde y mis hermanos menores ya querian dormir. Sus alitas de angelitos estaban chuecas y ma- chucadas como las alas de una libélula maltratada por el viento. Las tunicas blancas tenfan un color dudoso y jya era hora de volver a la casa! -jAndrés se puede quedar un rato mas? Nosotros lo lleva- mos a la casa -le pidié un muchacho a mi papa. Como yo tenia ganas de quedarme, hicimos el trato. Segui re- partiendo mensajitos de mesa en mesa y no me di cuenta del tiempo que habia pasado. Mis “amigos grandes’, como yo llama- baa los universitarios, me acompanaron a casa como habian pro- metido. La luz de la cocina estaba encendida. Abri la puerta, me despedi de ellos y entré, Todo esta en silencio. Caminé en puntas de pie hasta el cuarto de mis padres y vi que dormian. ; ensé-. No necesito despertar a mi mama -Yo soy grande -p' para que me ayude a quitarme la ropa. Mafiana le voy a dar la sorpresa cuando se despierte. Me saqué lo mas facil: el cinto, las sandalias y la coronita te guirnalda. Con las alas batallé un poco més, pero lo logré. En. tonces, vino la parte dificil. Levanté la tunica y salieron mis bra. z0s, pero la cabeza qued6 atascada. Volvi a bajarla. Recordé Que mi mama habia cosido el escote y que jamas podria sacar m cabeza sin desarmar esa costura. Probé otra vez, pero no hubs caso. -7Y sime acuesto con la tunica? No, es muy incémoda y hace calor. Ya me sentia frustrado, pero en ese momento pensé: “Jestis me puede ayudar a sacarme la tunica, é| puede hacer cualquier cosa que yo no puedo” Y con sencillez le pedi: Por favor, Jesus, gme ayudarias a sacarme la tunica para no tener que despertar a mi mama que ya esta dormida y que esta muy cansada? Abri mis ojos y lo primero que vi sobre la mesa fue una tijere. La tomé, me paré frente al espejo de la sala y con cuidado corte cada una de las puntadas que habia sobre los hombros. Probe otra vez y jplop! jMi cabeza sali! Dejé la tunica colgada en una silla, arriba las alitas y los acce- sorios. Me fui a dormir muy contento por lo que habia logrado. y ms feliz todavia porque Jestis habia contestado muy rapide mi oracion. Mi mama se desperté al rato y se preocupé mucho cuande vio la luz de la cocina prendida..., jse habia quedado dormid2 ee Zz £ Pero se llevé una Sorpresa al ver todo mi disfraz colgado de una silla y a mi me encontré durmiendo como “un angelito” Pen- sO que mi papa me habia ayudado a desvestirme y se volvié a acostar. A la manana siguiente, durante el desayuno, les conté: —Anoche estuve atrapado en mi disfraz, pero pedi ayudaa Jesus y, en el mismo Momento, me mostré cémo desvestirme. Claro..., mi mama no menciond que su camisa quedo con un tajo en el hombro que antes no tenia, pero para mi, fue una respuesta clara de cémo Dios nos escucha a todos, no importa si somos nifios 0 adultos. Pad RY on cadianl S Peo cad Pe ae y Dio: ae Aros oe Airs A aad i pa mo te : ae Pd Pena sienples a Coe Bey ted Teed ar le su Paes walt Pl “Dajen todas sus preocupaciones en oS Lad la bota blanca rary Cre) moverte? dCudles son los A | NS eR oe Ie ag ee on Tn oe od Rec inmovilizada una parte de tu uenpo? ETuviste que estar en la cama o muy auieto por algan tiempo? Zauién te qustaria aue te Ri RR ee iT: pelotas rebotando! Asi éramos nosotros tres, oo | tres pelotas rebotando de un lugar a otro. jQué lindo on saltar, corer, escondernos, rodar por el suelo, pintar, hacer a bujas de jabon, tirarnos agua, disfrazarnos! {Me habré olvida de algo? ;S ¢ * jSeguro que si, Phas, ices POrque cada di; ae ja se ni ‘i Blonca YNO Nos alcanzaba e| dia ean ta fs 3 ee T todo lo Cuando papa y mama nos me que ya era hora de dormir, ~iPero, mami, todavia fi El mundo enterito era cercado, lo mismo que | mos que todo nos perte: nuestra mente! bafiaban ala muchas veces pe gee * terminamos de jugar! hi pees Nuestro patio estaba Soran le las casas vecinas, sentia- a. {El mundo no tenia fronteras en Una tarde, la veci - BR th el rastril acs vino a pedirle prestado a cortando. Juntas fueron a la parte ey Su esposo estaba el rastrillo, y ninguna advirtid que aia de mi casa a buscar salié rebotando como una pelota y Paeieates de tresianos ee cercaicémo el vecino cortab: acal le corriendo para a el césped. es ee cccivamos deme de la frenada de un auto y ae os dentro de la casa salimos, mien- tras mi mamié y la vecina corrian desde el fondo con el rastrillo en la mano. El vecino llego gritando, con mi hermanito, que lloraba en sus brazos. -jLo atropell6é un au tiado. Mi mama tom6 a Alex e! comenzé a examinarlo. -jDonde te duele? -preguntal la ropa. Ningun raspon ni magulladura to, pero Alex lloraba. Al mismo tiempo lo habia atropellado. -jQué horror, en ning cuché un golpey me sear i sdico! -decia, igido. a opel de quitarle el pantalén, ae ee es mas intensidad. iE! problema estaba en !a PI to, lo atropellé un auto! -gritaba angus- n sus brazos. Lo senté en una silla y ba mientras intentaba quitarle mostraba huellas del impac- llego corriendo el conductor del auto que vial nifo! Solamente es- in momento jPor favor, llevémoslo pobrecito! zo a llorar con veianada tal con Alex, y una radiografia mos- tr6 que tenia una fractura en la parte inferior de la pierna, cerca del tobillo. SN Asi Alex se “gan” una bota blan- | \ | \\ ca de yeso. Todos agradecimos a Je- / > sus que el accidente no habia sido peor. Si el golpe hubiera sido en la cabeza, el problema habria sido mucho mis grave. ~Seguramente el angel de Alex protegié su cabeza de un gol- pe muy fuerte -dijo mamé cuando volvieron-. Solo tiene que usar esta bota hasta que sus huesos se suelden, pero no sera por mucho tiempo, y todos podemos colaborar para que él esté feliz, aunque no se pueda mover tanto. Pero los primeros dias él no podra apoyar el pie. Tiene que estar sentado o acostado. ¢Qué hacer para divertir a una “pelota” que no podia rebotar? Con mi hermanita Sofia, inventamos todo tipo de juegos al- rededor de la frazadita donde sentaban a Alex. Ahora, la frazada marcaba los limites de un pequefio mundo. 4Qué crees que hicimos con la bota blanca de mi hermano? iSi, imaginaste bien! jLa llenamos de color con nuestros marca- dores! Asi la bota tuvo un arcoiris, flores, pajaros, conejos, pe tros ladrando, sandias, gotitas de agua, un enorme sol y jquién sabe cudntas cosas més! Dibujamos hasta que se nos acabé él espacio y mi hermana dijo: -jAlex, pidele a mami que te Ileve al hospital para que t pongan una bota en la otra pierna! En cuanto nos aburrimos de dibujar, armar rompecabezas ¥ disefar casitas con ladrillitos, nos acordamos del viejo cochecit? en el que mis paps paseaban a los mellizos cuando eran bebe -jPodemos pasear a Alex en el cochecito azul? -pregunté: -Mmmmm... -papa dud6-. Pueden, pero estrictamente $0" bre la vereda. No queremos més accidentes. Hasta el final de! cuadra y vuelven, si? a simple vista, pero él no se dejaba tocar la zona de la pantorrilla. Mama y papa se fueron al hospi- NX : Con ese trato, pa; lizos, en el Curiosamente, esta bota que teni. Su pierna extendida. Pa Puso a Alex en que entraba sentado con el largo cochecito de me- mos hacer muchas cosas divertidas Uiteuntaee Se od Unos dias después, le each eae ranquilas. menzar a desplazarse. Finalmente, se 5 Bua a Es a ee cubierto una pierna bastante mas delgada que la sae reimos al ver la diferencia de tamafio entre una pierna y la otra. -No te preocupes, Alex -se apresuré a explicar mi mamé-. La pierna que tenia la bota se ve mas delgada porque no has usado tus musculos estos Ultimos cuarenta dias, pero prontito vas a recuperar la fuerza y el volumen, y tus dos piernas seran iguales otra vez. i¥ vaya si lo logro! Ahora mi hermano es parte del grupo es- pecial de gimnasia de la universidad, y sus piernas son fuertes y agiles..., y isigue rebotando como una pelota! f | ‘ | Naty, la memoriosa OU Cie Te acuerdas mejor de las cosas buenas aue te suceden | CS aoe Re ong | CL i a ome id | -y: tenemos dos perros pastor aleman. Tenemos el loro ey turito, la tortuga, peces de colores y varios pajaritos en” gran jaula del patio. ;Hace falta tener otra mascota mas? -P!® gunté mi abuelita a mi abuelo, que habia entrado en la casa una “pequena bebé” A ver si puedes adivinar de qué bebé se trataba. Era muy P° luda, pero sus pelos eran bastante duros para ser bebé. Tet” eT ET eee de leche materna.Y si - - Y sila llevaba, ;: v; y urbana? 7Estarian dispucstoe Oe ao Ptaria ala vida humana con una nutria? Decidié que Ia | der as animales a convivir que fuera independiente y la devolveria levaria, cuidarian de ella hasta {Qué es eso? ~pregunts mi mam4 2 su habitat natural. ima, Que en ese una nifia-. Parece un cui: momento era Cuis_, pero con mucho pelo y cola ‘i -£s una nutria huerfanita. Pobreci ee mento. Y eso 2. Pobrecita, la traje para darle ali- ion esurgente, est deshidratada -respondié su papa. jee mucha Paciencia, mi abuelita le dio leche con un gote- s n. estuvo alimentada, la pequefia nutria comenzd gimotear otra vez. _~éQuiere ms leche? Me parece que sigue hambrienta -dijo mi mama. No creo que tenga hambre.., comié demasiado para la capacidad de su pequefio estomago. Me parece que necesita calor y cobijo. Mi abuelita puso a la pequena nutria dentro del bolsillo gran- de que tenia su camiseta, que se parecia a la bolsa de los cangu- fos. La nutria se quedé dormida profundamente. El estrés de su viaje del campo a la poblacion, la leche tibia que habia tomado y el calorcito del cuerpo de la abuelita fueron el mejor sedante Para ella. Luego, cada vez que mi abuelita la queria poner a dor- mir en una caja rellena con estopa, |a nutria gimoteaba lastimo- samente y tenia que volver 2 ponerla dentro de su gran bolsillo. -jEs como un bebé, necesita una mama! : ¥ 4 | oa ___ ae ~jHay que ponerle nombre! -Quiero que se llame Naty ~cada uno de los hermanos dig su opinion. Muy bien, se llamara Naty, pero se quedara en casa hay que esté fuerte para volver a su lugar natural -respondié e| Paps -jAhhhhh! -exclamaron los tres. Pero no les importé Mucho esta ultima afirmaci6n. Se preocuparon para darle de comer y jugar con ella. Pasaron los dias y Naty se iba poniendo cada vez mas grande y fuerte. Mi abuelo repar6 una vieja bafadera y la colocé de. bajo de un grifo en el jardin. La llend de agua y puso a Naty al adentro. Como si nunca hubiera salido del agua, la nutria nad y dio vueltecitas demostrando su alegria. Pero, enseguida se cans6 y quiso salir. De alli, pidié volver al bolsillo de mi abuela, Con el paso del tiempo, descubrieron cuanto le gustaba co. mer zanahorias, remolachas, lechuga y otras verduras. Cuanto mas crocantes y frescas, mejor para ella, que tenia unos enormes dientes incisivos que crecian cada vez mas. -Miren a Naty, vengan a verla -llamé un dia mi mamé-. jA Naty le gusta comer mientras nada haciendo la plancha en ¢& agua! Y si, alli estaba Naty en su pileton, nadando panza arriba y con sus dos patitas delanteras sostenia una zanahoria que mor disqueaba con delicadeza mientras flotaba en el agua. Mi abuelo miraba a sus hijos jugar con la nutria. No se ani maba a decirles que debian devolverla al arroyo. Era la mascoté perfecta. Incluso los perros y el loro la respetaban. Entonces decidié olvidar lo que habfa dicho. Naty se quedaria a vivir con ellos. Una rutina de la familia era traer a Naty dentro de la cas todas las mafianas a la hora del desayuno. Mi abuelo la buscabé del garaje, que era el lugar donde dormia. Ella esperaba cer de la puerta, sabiendo exactamente a qué hora se iba el abuelé al trabajo. Entonces, él la levantaba en sus brazos y la llevabaé fa cocina. Alli, mi abuela le daba un trozo de alguna fruta y Nat) mostraba su alegria haciendo un sonido muy particular, parect do al que hacen las focas. = Gee COUC(‘é‘’ MM Una mafana, mi abuela n i lo habia traido a Naty a la scing. anae se due mi abue- lustraspiradora sobre e| piso de madera a eoaba pasando la rato producia un sonido muy fuerte y tenia ane sl delantera. Sin saber que Naty habia entrado, tb nerd ong lustraspiradora muy cerca de la nutria y ella iteals Pee aun rincon. La calmaron y la sacaron a nadar en s reser A la mafana sigui i eave guiente, mi abuelo llevé a Naty a la cocina, como de costumbre. Ella entré y, sin esperar a que le dieran su fruta, fue directamente hacia la esquina donde mi abuela tenia la lustraspiradora y le dio un fuerte golpe al aparato con sus dientes delanteros. -jNaty es rencorosa! Esté enojada con la lustraspiradora... se rio mi mama, que estaba viendo lo que sucedia. -No puede ser, debe ser una casualidad -dudé mi abuela. Sin embargo, a la manana siguiente, ocurrié exactamente lo mismo. Lo primero que hizo Naty fue golpear el aparato; y lo hizo por el resto de su vida. Naty nunca mas olvid6 que ese “ser” la habia asustado y, cada dia, se encargo vengaba por el susto. Cuando mi mama me conto la historia de su querida Naty, también me dijo que algunas personas son asi. No olvidan ja- més las ofensas de otros y buscan hacerles pagar por ello. Dios, en cambio, perdona y olvida las ofensas que le hacemos. Es como si las echara al fondo del mar jpara no volver a recordar- las jamas! oLros, BR ak aaa " sa DS Ti ad > Pinturas rupestres éSabias que las pinturas rupestres son expresiones oo LO eo CE Cm eae a I FR aNd ee a =e ; Proven: bahar a Tiggy? -le preguntamos 4 mame ’ Nuestro gato rayado nos miré con cara de pocos am! gos, como si entendiera lo que le esperaba. A los gatos N° agrada ni siquiera la palabra “banarse”. ~Yo prefiero que esperen a que vuelva de la panaderia Vo) y vuelvo. Entonces, lo bahan y yo les ayudo -respondio mam mientras tomaba la bolsa de compras. les EE ea en el fuent6n, presi €N UN suspi "ee , Presionado bajo res SPIO, estuvo metido de mantenerlo di Pares de manos stich lentro del agua. Que trata- oe * mpd como para asegu impto. Le mostrariamos a mamd sin su ayuda. a Diez minutos mas ta WERE eatrbiconita ee el sonido de la puerta. See copsita boca semiabierta, Pan y se quedé parada mirando- ae les pas a ustedes tres? feo que mi mamé no sabia si reir o II tados con caras largas, el pelo y | a Bee ee irgas, el pelo y la ropa salpicados con agua y sisawe a" cep, adhesivas (vendas) en distintos uerpo. —{Qué pas6? -insistié mamé-. {Puede ser que hayan queri- do bahar a Tiggy y é! se haya defendido? —pregunto mientras sefalaba al pobre gato enjabonado que se lamia diligentemen- te en un rincén-. Por mas que pase todo el dia lamiéndose, no lograré quitarse todo lo que le pusieron. Ven Tiggy, vamos a en- juagarte. Mientras lo hacia, nos explicé que pudimos haberlo intoxica- do, porque la forma que tienen los gatos de quitarse lo que les molesta es con la lengua. Asi terminé ese incidente y mamé crey6 que, antes de hacer algunas cosas, preguntariamos ¥ seriamos mas obedientes. Unos pocos dias después, toda la familia estaba nena en diversas tareas. Era viernes, Y mama y papa querian abe An casa limpia y todo en orden para recibir el sabado. one ayudando a ordenar Jos juguetes y 5© suponia que ™ rarnos de que quedara bien Jue podiamos bafiar al gato nos estaban haciendo lo mismo. Pero... jellos eran muy Creat, vos! De pronto, entraron en la cocina donde mi mama estab; terminando la comida. -Mami, ;podemos estampar nuestras manos en la Pareq) -preguntaron mostrando sus manos completamente negra; como si tuvieran guantecitos de lodo. -jA donde quieren estampar las manos? -pregunté mam; anticipando una catastrofe. -En la pared del garaje, ;podemos? -Y iqué es eso que tienen en las manos? ;De donde lo sa caron? Pero jya era tarde! Mi mama salié detras de los mellizos par: ver la “obra de arte” que habian estampado en la pared extern: del garaje. Una extrana pintura de manos se extendia por tod: la pared, como reproduciendo “la caverna de las manos” que s encuentra en el sur de la Rep. Argentina. Mama se tomé la cabeza con las manos. Ya era tarde par decir que no, y los mellizos estaban encantados con lo que he bian producido. Primero, les tomé una foto delante de la pared, con sus ma nos embarradas. Después, lo llamo a Papa para que trajera uni manguera y mojara la pared antes de que se secara. Y entonces procedié a lavar las manitos negras de mis hermanos, tarea qué le lev largo rato, porque la misteriosa “pintura” era una mezcla de tierra colorada, que habian tomado de una maceta traida de otra parte del pais, con cenizas acu- muladas de la estufa a lena. Una mezcla muy ingeniosa, Por cierto, dado que la tierra colorada mancha con mu- cha persistencia, lo mismo que las cenizas. Esta vez, mama nos ha- blo seriamente de las con- aie ncias de lo que haciamos, Bana yon adulto fue temerario pues, al d oe jos lastimado més atin. Pintar la ee también fue un error. Asi co! Peele fueron cuando trataron de Quitarla, pueden suceder See eas. ue no queremos cuando no Pensamos antes de cee See eon vied: Con quienes nos aman. aaa jue usar la hidrolavadora para tratar de remover ‘a Beret ero ni con toda la fuerza del potente chorro ao Fecact todo. Unos afios después, cuando nos mu- En el patio de mi casa habia un nogal y, en época de cosec! el suelo se cubria de nueces que caian sin mucha necesidad © que hiciéramos algo para tenerlas, A veces, me sentaba cere!” escuchaba“jpoc, poc!” Er; secas. Solo habia que Sa Que caian sobrelas hojas iAbayiperdilasinueces ei lista la merienda! la descubrio lo que haciamos, EAN el suelo hasta que Cane- parecer porque a ella también le aay comenzaron a desa- cian nutritivas y apetitosas. Una mahana, mama nos mando a recoger nueces del suelo porque la noche anterior habiamos tenido una tormenta y el viento las habia derribado. Canela nos vio con nuestros delantales le- vantando frutas del suelo y se apurd a hacer “su tarea” también. Ella era muy buena para husmear entre las hojas amarillas del suelo y encontrar las nueces que estaban ocultas. Pero, si ella las descubria antes que nosotros, perdiamos las nueces porque, con la velocidad de un rayo, las abria y se las comia. Esto de acaparar la comida se le hizo un habito. Cuando con mi familia nos fuimos a vivir a México, Canela no pudo viajar con nosotros. Estabamos muy tristes por no po- der llevarla, pero nos tranquilizaba saber que se quedaria con mis abuelitos. Canela parecio comprender perfectamente la si- tuacién, como siempre. El dia de la mudanza, subimos su casita de madera a la camioneta y sin que la invitaramos, ella salto sobre la camioneta y S¢ acomodo adentro de su casa. Desde ese dia, se quedo con los abuelos como si hubiera vivido con ellos siempre. Mis Bios ya tenian su propia mascota: una pala rrier blanca que se llamaba Wini; ast que, cuando Mee ee ee 3 la casa, tuvieron que adaptarse para convivit ore See dia, Pero jqué problema! Canela se aproP'” sear etente ¥ del lugar donde dormia Wini. Abandort ci de auto tapizada para enroscarse en el interior de upa ue n e| suelo porque I ¥ con una alfombrita. La pobre Win! ora ! jena. # nose le ocurria meterse en una casa a) ) eens Ala hora de comer, Canela se servia primero, aunque Win era la “duefia de casa". Es Instinto de los perros comer por ty, nos: primero los mayores y después los menores. {Te pregunta, cémo saben los perros las edades? Yo no lo sé, pero me Const, que las respetan sin equivocacién. Un dia, la abuelita les dio un hueso fresco a cada una, | dejé con sus huesos y salié al jardin. Enseguida volvid a by; car una regadera y vio a Wini muy frustrada, sentada mirand, cémo Canela saboreaba su hueso. -Dénde esta tu hueso, Wini? jYo les di uno a cada una! ~dijy la abuela. —Canela..., ;dénde esta el otro hueso? -le pregunto a Cane mirandola fijamente. Canela bajé la mirada y agaché la cabeza. Como era tan ex presiva, la abuelita se dio cuenta de inmediato lo que sucedia, —Cane, {dénde esta el hueso de Wini? ;Dénde esta? {Mués trame donde lo pusiste! -la abuela hizo que Canela se levantara La perrita se levantd con la cabeza gacha. jSabia que habi actuado mal! Despacito, como pidiendo disculpas, caminé has ta un lugar del jardin donde habia un pozo nuevo, recién tapé do. Se puso a olfatear alli... Es aqui donde esta el hueso, Canela? —preguntd la abuela. Cane no levanté su vista del suelo. La abue- la tomé una palita y escarbé la tierra fresca. jAllf estaba el hueso! La abuela le dio a Wini su hueso otra vez y regafié a Canela. Nunca mas su- cedié lo mismo. Al parecer, los perri- tos también se arrepienten y pue- den aprender de sus errores, Saad een a Ra Pe Cd Sr Cas Ca Pe ev ad + Utvees cue hay Roe ak aaa « dor aue las Salad Poa rd Accel od ees eae ae Pig Orca hag UN UCU ood oe TO Re como hermanos. Sean bendadosos Pa SL ae iC) uieres un elote? -me pregunté la vendedora GNab Yo miré el choclo (maiz) hervido que ter manos y asenti, pero no sabia qué era un elote De pronto, nuestro mundo conocido que viviamos era nuevo. No estébamos en quiera en otro continente y, sin embargo, tod Incondeunidaaes.wicespe Nos habiamos trasladado a México, Dialogar con las personas era un desafio Porque, au: ia blabamos el mismo idioma, las cosas se nomb: es eens palabras. Por ejemplo, los “chupetines” son “ See a ei ARES Nn “paletas”; un “delan- tal”es un“mandil”; la “canilla” o“grifo” es la"llave’; una *cartesa’ es una “bolsa”; los “pomelos” son “toronjas”; las “camisetas” son “pla- yeras", alos “sandwiches” los llaman“tortas’, y a las”tortas” les di- cen“pasteles’ sy ast Podria“enlistar” o“listar” mil palabras... Razon por la cual tuvimos que aprender a hablar un nuevo castellano. jLos cumpleanos son distintos! El cumpleafero siempre tiene que someterse al pedido de los invitados que aplauden y piden a viva voz:"{Mordida, mordida!” Eso significa que debe acercarse asu pastel de cumpleafios y darle un mordisco, al mismo tiempo que todos los demas le empujan la cabeza para que su cara que- de enterrada en el “betun’ del pastel. La mayoria de las veces, el cumpleafiero queda con la cara blanca de crema, lo que le da un aspecto muy gracioso. jPero no es tan gracioso comer después un trozo de torta que tiene grabada en ella la cara de tu amigo! Las costumbres y las reglas en la escuela eran distintas, y tu- vimos que adaptarnos a ellas. Algo tan simple como levantar la mano para hablar se hace diferente. Nosotros levantabamos la mano abierta. En México, teniamos que levantar solo el dedo indice cuando se queriamos intervenir en una clase. —Mami, ;podemos llevar dinero para comprar fruta en los re- creos? —pregunto un dia Sofia. Pero si todos los dias se llevan una fruta a la escuela —res- pondié mi mama. | -Si, pero en la escuela la sirven en vaso y con chile... jAh! Esa era una nueva costumbre que estébamos apren- diendo! En los recreos podiamos comprar vasos altos repletos de fruta pelada y trozada, ala Sa con un polvo de chile (es un tipo de aji picante) y jugo de limon. ; Bee resles venden en la escuela? -quiso saber ie et ~Papaya, melon, sandia, mango, Ree a Pee ae Nuestro paladar se estaba adaptando , Sabores. Algunas frutas eran novedosas para oscnOSa wr * Queriamos adaptarnos, tener amigos y Ser ae eee ® que se notaba claramente que éramos extra Oe ie J comenzamos a entender la historia de Abraham, que tantas y. ces nos habian contado, y lo que debié haber sentido cuand, Dios le pidié que fuera a vivir a un lugar lejano. Nos esforzdbamos por entender los nuevos cédigos, en ha cer amigos y formar parte de ese nuevo mundo. Uno de los grandes cambios que vivimos fue el de tener qu usar uno o dos libros gruesos por cada asignatura de la escuelk, {bamos a la escuela con pesadas mochilas cargadas de libro, Los uniformes eran muy diferentes al delantal blanco que solfs mos usar en nuestra escuela de origen. Los dias que teniamo, actividad fisica tenfamos otro uniforme, de manera que, ent los libros y los uniformes, se necesitaba mucho dinero. Nosotros sablamos cudnto les costaba a nuestros padre conseguir los recursos pues, en ese momento, ellos también es tudlaban, y por eso tratébamos de cuidar nuestros utiles escola res y uniformes, Una mafiana, Sofia vestia su uniforme para la clase de Educa cl6n Fisica y, en un momento de descanso, se apoyé sobre uni malla metalica que limitaba el patio. De pronto, llamaron a to dos los alumnos y ella quiso salir corriendo; lamentablemente se enganché con un alambre y un gran siete aparecié desgarta do en su pantalén. Gruesos lagrimones se asomaron en los ojos de Sofia. Podi Imaginar cudn vergonzoso seria volver a la escuela con el des garrén zurcido ya que no habia presupuesto Para comprar oti uniforme. Ese que tenia lo habian comprado usado porque lo nuevos eran muy costosos. Justo a esa hora termind la clase y, €N pocos minutos, estuvimo los tres en la salida esperando a que nuestro Papa nos buscara. Mientras esperaba, Sofia seguia con la mirada triste, los ojo humedos y pensando por qué teniamos que estar en otro pal usando uniformes distintos y caros, con poco dinero y con p0 os amigos. Ella crefa que nadie se daba cuenta de su tristed mientras tapaba con una mano la ventana que habia quedad’ en su pantalén, por eso se sorprendié cuando la mama de un compariera se acercé y le puso la mano sobre el hombro. ~UCOmo estds, Sofi? ,Qué te ha sucedido, querida? -le pt guntd con genuina Preocupacidén. —Quiso Convencerla So- taba verdaderamente tris- -Oh, se te rompid el pantalé ace ner: -Si..., y ahora tendré que i i venir a | i eto scne ns * ‘a escuela con e| uniforme -Eso No va a suceder ~fespondid la sefiora, Saco su cartera y illete grande ue le permiti no solo el pantalén, sino niet 7 Permitiria comprar , Camiseta y la chaqueta ha- ciendo juego, todo nuevo, Ms eae -No, no necesita darme eso, Por favor, guarde e| dinero -dijo mi hermana. ~De ninguna manera. Estés triste, y nos gusta que los extran- Jeros estén felices de vivir en nuestro Pais. Por favor, acepta el dinero. jPara mies una alegria poder ayudarte! Para cuando llegé Papa, Sofia tenia una enorme sonrisa ade- més de su siete en el Pantal6n, y una historia de bondad y gene- tosidad para compartir con la familia. De allf en mas, muchas veces experimentamos la hospitali- dad y el carifio de la gente de este lugar nuevo Para nosotros. Pronto Ilegamos a sentirnos como en casa y a disfrutar de las . ia J fei eiamos nuestra forma de hablar yde oy los ci pleafios. Aprendimos a gustar de la come Snel oi oa ems weciona! y a alegramos rae las personas fuimos todo, Ilegamos a eee ieee pe ae peer seeenes creadas por un mismo Dios, s hermanos sin importar la bandera. Ae ake RS ad noe o PR sg Fe Roe Raed PaO asad Fc historia biblica reladonada Rag mily no es mi tia, ni mi prima, ni una vecina. Emily es el non bre de un huracan que paso muy cerca de donde viviamos } aunque el mayor impacto se produjo en las poblaciones cer al mar, la tormenta en nuestra ciudad también duré varios Nos habiamos preparado para su Ilegada. Compramos las y almacenamos agua en todos los recipientes grande: casa; incluso llenamos el lavarropas. También desempo! los juegos de mesa y los libros que hacia mucho no leiamos EE a — es Pe ies | que, si se cortaba la luz, no habria tele- vision, ni Internet ni, mucho me- td nos, permiso para salir a jugar con nuestros amigos. El viento comenzo a azo- tar las ventanas. Enormes gotas golpeaban el techo y pronto la lluvia inundo el patio. El viento arrecié y se corto la luz. jEsta era la parte que menos nos gusta- ba de las tormentas! La mejor parte era que no teniamos que ir a ie laescuela. Pero estar encerrados en la casa todo el dia y a la luz de las velas no era divertido. Mi hermano y yo comenzamos a jugar un juego de mesa, mientras mi hermanita se sento frente a la ventana que daba a f una gran galeria. Alli mi papa habia puesto dos sillones que es- taban en malas condiciones, uno encima del otro para que no ocuparan tanto espacio. Entre medio de los dos sillones que- daba un espacio y eso era lo que Sofia estaba observando con Cuidado. Habia muy poca claridad, pero algo brillaba alli y se movia. Se acercé mas a la ventana y pegé su nariz al vidrio. -jChicos, vengan rapido, hay un cachorro en los sillones de la galeria! Corrimos a mirar.Y si, alli estaba. Un cachorro de labrador, de unos tres meses de edad. Estaba mojado y nos miraba con sus t grandes ojos vivarachos. ~Pobrecito, debe tener de frio... -suspiré mi hermana. -jLlueve, pero est4 haciendo calor, Sofi! -le hice recordar, -jEntonces debe tener hambrel -continu6 ella. -Es posible..., pero no creo que papi y mami nos dejen te. ner un perro -le dije, porque sabia muy bien que estabamos de paso en aquel lugar y que pronto nos mudariamos a nuestro pais nuevamente. Soffa buscé su bloc de hojas de dibujo. Ella tenfa mucho ta. lento para dibujar lo que vefa. Se senté sobre la cama de los papis y dibujé al perrito con mucho realismo. Cuando termind, fue a mostrarselo a mama. Mira, dibujé a Tobby -le cont6, mientras le mostraba el her. moso dibujo hecho a lapiz. —{Quién es Tobby? -pregunté mama extrariada. -Este pobre cachorrito que tiene miedo... Ami mami se le “abland6” el corazén y le dio permiso a mi hermana para que le diera un platito de leche al cachorro, pero debia quedarse en la galeria. Para cuando mi papa se asomé a la galeria, Tobby ya era nuestro amigo. ;Cémo negarnos la posibilidad de tener un ca- chorro para cuidar cuando él nos habia elegido a nosotros? -Yo creo que tenemos que averiguar a quién se le perdié este perrito -declaré papa-. Esté bien cuidado y, aunque no tiene collar, se nota que esta bien alimentado. Alguien lo debe estar extrahando y vamos a encontrar al dueno. En los dias que siguieron, Emily se fue retirando y sali el sol. Pero Tobby no se fue més. Mi papa averigué en todo el barrio, ¢ incluso en las veterinarias de la zona, pero nadie habia per- dido un perro. Le compramos un collar rojo, lo llevamos al veterina- rio para que lo vacunara y des- Parasitara, y oficialmente lo llama- mos “Tobby”. Entonces, comenz6 la diver- si6n... jal menos para Tobby! ea qued6 mi otra zapatilla? “i le pasd a la escoba, que estd d. i : ‘ , lestr ? ~jAlguien bajé la cortina de la sala? er -iMis plantas! ;|Como quedaron mis plantas! -{Por ae barro en la pared de la galeria? |» Si Tobby hubiera podido hablar, creo qu myn , Creo que de tod; neras no habria dicho nada, aunque él era el autor de todas travesuras de la casa. Alfombritas deshilachadas, patas marca- das en las paredes, libros mordis , juead tenia su huella y marca. i io apa En menos de dos meses, Tobby habia duplicado su tama- fo. Parecia que nunca terminaba de crecer. Comia todo lo que estaba a su alcance, y sus piernas y patas se ponian cada vez més musculosas y fuertes. Pero, su cerebro... me parece que no se modificaba. Tobby no admitia educacién alguna. Le explica- bamos, lo castigabamos para que aprendiera que ciertos luga- res no eran para él, pero ni siquiera pestaheaba. Algo que quisimos ensefiarle desde que él nos eligio era la idea de LIMITES. Nuestra casa estaba muy bien cercada por un alambre de tejido. El patio era suficientemente grande para que nuestro perro tuviera espacio para correr y divertirse. Pero, si nosotros saliamos a la escuela o mis padres al trabajo, Tobby crefa que era su derecho acompanarnos y no habia forma de hacerle entender que debia quedarse. Por lo tanto, cada dia excavaba un pozo nuevo para salir del patio y buscarnos. Por my supuesto, llegaba a destino totalmente embarrado y, al encon. trarnos, como muestra de alegria, nos saltaba encima y nos de. jaba la ropa llena de barro. Un dia fuimos a jugar a la casa de una amiguita que vivia a un kilometro de nuestra casa. Era de nochecita y mi papa nos llevé en el auto. Hariamos una fogata, y asariamos papas y maiz Al salir, Tobby se quedé mirandonos con sus grandes ojos castafios. Era como si estuviera pensando “ustedes no me llevan, pero me las ingeniaré para ir”, Sin embargo, mi papa habia refor- zado el tejido de todo el patio y habia rellenado cada Pozo con Piedras y tierra apisonada. Esta vez, no seria facil para Tobby. Cerca de las diez de la noche, nuestros amigos nos trajeron en su auto a casa y, en cuanto llegamos, notamos que faltaba Tobby. -iNo puede ser posible! -se quejé mi papad-. ;Por donde Ppudo haber salido? Una busqueda minuciosa alrededor del cerco nos confirmé que, una vez més, Tobby se habia salido con la suya. En ese momento, sono el teléfono. ~jTobby esta en casa! —nos dijo la abuelita de mis amigos-. Me parece que llego tarde a la fogata... -se rio-. Sino quieren venir a buscarlo porque ya es tarde, tengo una correa nueva y lo puedo atar para que no se vaya hasta la manana. Asi fue como, esa noche, Tobby quedo “prisionero” en la casa de mis amigos. éPrisionero, dije? jEsa Palabra no existia Para Tobby! En po- Cos minutos mas habia masticado la correa nueva y estaba en casa aullando a viva voz Para que lo dejaramos entrar. ~(Por qué te habré dado Permiso para que le des leche? -le dijo mama a Sofia. Ella ya se habia resignado a no tener plantas ornamentales mientras Tobby siguiera con mentalidad de ca chorro. -No es mi culpa ~fespondi Sofi-. La culpa es de Emily, ella asust6 a Tobby y lo trajo. iOhbh! Mucho mis habria Mascota... ;Mucho més! de suceder todavia con nuestré = iQue son los limites para 45? dPuedes dar algunos ejemplos ery limites que observas 2 RE ci « JPara aue estan, aue Aut rag Re uaa Cael ena Par ee tad Tes aed Pend Oe al que se parecen 2 tr Ree ara Ae ad PR eC ie Peas Ca los limites aue nos Ped Re eu aro CL em ta) DS Oe i enemigos: vy LR ec) Pau TEU a Dy Consecuencias CN Record aoe Lo my i Le a eee ee ee eR og ZA auién te cuesta menos obedecer y por qué? CE UR it tae Pho g Te leg6 a casa con la tormenta Emily y él mismo era un? tormenta! Ya les conté que no reconocia limites, sus dientes eran poderosos para destrozar todo lo que estuviera a su alcar ce, y parecia divertirse con todo lo que NO ESTABA PERMITIDO Mientras las travesuras Nos afectaron solo a nosotros, | tolerabamos con humor. Pero al tiempo, mientras Tobby gan? ba peso y altu metho sys pokes ae maa nar cosas en la casa. Comenzaron a Se neRE Conrar alfombras, zapatillas, Wigcenai nek aparecer en nuestro patio PReeisicajcove rs ramientas que no nos per- recorrer el barrio penne cic a aoc al 5 ne ny Lo la perdido algo. tics Sea devolviamos sus objetos casi siempre en aes Una mafiana, el compafiero de oficina de mi mam4 entré re- Ee eee ha hecho “tu” Tobby! -le reclamé, mostrandole Be anca con dos grandes patas estampadas en el pe- 5x Vino a“saludarme’ y no lo pude evitar! hee an aoa consu compafiero ennom- ; Be ne: lente, lo acompaié hasta su oficina; La ee panto, que en la espalda tenia estampadas Un segundo después, Tobby hacia su entrada triunfal en la Oficina, donde fue recibido con risas por el resto de los compa- feros. {Qué vergiienza! Otra “actividad” favorita de Tobby era escaparse de nuestro patio tempranito en la mafana y acompanar a los que hacian deportes en el campus de la universidad. Corria tras uno y tras otro, pero muchas veces también trataba de mordisquearles los tobillos provocando risuenos saltos y acrobacias por parte de los deportistas, para esquivar las mordidas. Para Tobby, todo ello era un juego. Sino encontraba personas corriendo, entonces mordisquea- ba las escobas de los muchachos que barrian las calles internas de la universidad o desparramaba la basura que ya habian jun- tado. Siempre encontraba alguna diversion. Una manana Tobby descubrié a un amigo de la familia, que iba apurado en su bicicleta para tratar de entregar a su profesor un trabajo recién impreso. Tobby lo reconocid, y supongo ave quiso ser amistoso porque comenzo a saltar para atrapar los pies que pedaleaban con rapidez. El muchacho levanto las piernas para evitar las mordidas, con tan mala suerte que su maletin cayo y se abrid, lo que dejé en libertad cincuenta pa. ginas que salieron volando con el viento matinal. Nuestro amigo se apresuré en recogerlas y Tobby (creo que) tam. bién le quiso ayudar, porque mor- disqued cuantas hojas pudo antes de que fueran rescatadas por su duerio enfurecido. -jCuantas travesuras més, Tobby? ;Cudntas mas, Tobby, hasta que aprendas a obede- cer? -lo regané. Yo sabia que mis padres se es- taban cansando de defender lo indefendible y que, si Tobby no maduraba, tendrian que darlo en adopcion. De hecho, ya habian averiguado si una familia del campo necesitaba un perro. | Un viernes de tarde, mi papa tuvo que sacar la camioneta por el gran porton para hacer unas compras de ultimo momen- to. En un abrir y cerrar de ojos, Tobby también salid. Mi papé comenzo a llamarlo, pero Tobby ya estaba parado en el medio de una avenida por la que transitaban muchos autos. -jTobby, Tobbyyyyyy! —lo Ilamé una y otra vez. Tobby se dio vuelta y lo miré con su gran “sonrisa canina’ jNo iba a volver, claro que no! Era su oportunidad para juga! con su amigo “el Negro’, un perro de raza indefinida que siem- pre lo venia a visitar. Salié corriendo con sus orejas saltando al ritmo de su tranco. -jTobby! jTobbyyyy! -grité otra vez mi papa, viendo que ve" nfa una camioneta a gran velocidad. Pero era demasiado tarde. Tobby estaba tan concentrado e? su amigo “el Negro” que no vio ni escuchd. O no quiso escuchat Un golpe seco lo dejé tirado en la carretera. Mi papa corrio 4 rescatarlo, pero no pudo hacer nada. Lo encontro muy quieto | sus ojos cerrados y, por primera vez, sin saltar ni mordisquea | No habia sido estaba aplastado por la camioneta. Solo parecié profundamente dormido por el duro golpe que habia recibid? en la cabeza. Ee | Pasamos un sabado muy triste, despidiéndonos de nuestro Tobby indomable. Tristes porque él nos hacia reir con sus tra- vesuras que ya no haria mas, y tristes porque Tobby no tendria que haber muerto. Era demasiado joven y hermoso... pero, tam- bién, demasiado desobediente. De una manera muy clara comprendimos ese versiculo que tantas veces habiamos repetido: “Porque la paga del pecado es la muerte [...]”. Entendimos que, tarde o temprano, la conse- cuencia de la desobediencia es la muerte. Para Tobby, fue muy temprano. Lo trajo Emily, y se lo llevé la desobediencia. Tm Co od de mis ensefianzas; mas bien, quarda Coe a ea 1 méabamos los animalitos y se lo recordabamos a nuestro! | padres casi cada dia! Con Tobby habiamos tenido un’ mala experiencia, pero zy si el proximo era mas obediente? Se acercaba el dia del nino y sabiamos que no recibiriamo grandes regalos. En esa época estudidbamos los cinco: mis p* dres cursaban un posgrado y nosotros, la escuela primaria y & secundaria. En esas circunstancias, el dinero alcanzaba para Io necesario y nada mas. Una tarde ‘uimos tod cl rmManos y yo to- rde fi Os a la ciudad. Mi: y y » Mis herm; caébamos en una banda estudiantil, y teniamos que realizar una resi Presentacién cerca de la plaza central. Al terminar el concierto, fuimos a pasear Por la calle pri incipal i de mascotas. Hab/a Beriitostde Bee rice ne ee una bandeja grande llena de patitos ai pulmén. Nuestros ojos se dirigieron inmediatamente a nuestros pa- dres. ¢Cuan dificil seria criar un par de patitos? éSerian muy ca- ros? Mis papas entendieron esas miradas y nos compraron dos Patitos, con plumas de seda y piquitos chillones. Nos los entre- garon en cajitas con agujeritos para que llegaran bien hasta la casa y con algo de comida especial para aves, iPaquito y Luisito eran un encanto! Asi los llamamos. No se separaban en ningtin momento, Parecian siameses. Pero, tam- bién eran mimosos y buscaban el calorcito humano. A Paquito le gustaba sentarse sobre la mano de mi papa mientras él usa- ba el ratén de la computadora. Parecia que andaba en patineta mientras la mano de mi papa se movia de un lado al otro. Si nos sentabamos a mirar alguna pelicula, seguro Luisito se dormia sobre nuestros hombros, cerquita del cuello y bajo el cabello. Incluso una vez, uno de los patitos se durmid sobre el empeine ide mi pie. —Piiiii, pi pi -chillaban los patitos. —jAcaso estos patos son defectuosos? {Tienen un problema © porque no estén con sus padres, nunca aprenderan a decir “cuac”? -le pregunté a mi papa. tl -jPaciencia! Son bebés y chillan. Mas adelante, aprenderan a r“en pato"”. - eee era facil proporcionarles un lugar donde banar- e y nadar, actividades favoritas de nuestros patitos. Un ene fon agua era suficiente. Pero, a medida que crecian, el fuen ‘se “achicaba’, Entonces, mi papa les construy6 un pileton de eemento en el patio, justo por donde pasaba Cea ig trafa el agua acumulada por las Iluvias. ;Cuanto disfrutaba su bafo por la tarde, cuando les llenabamos el pileton de agua Y las veces que llovia y se inundaba el patio, ellos chapaleaban, nadaban y se perseguian como si estuvieran en un gran Parque de diversiones. A medida que crecian, las suaves plumitas amarillas se torna. | ton mas duras y blancas. Ya no chillaban como pollitos: ahora, ipor fin!, hacian “cuac-cuac" como verdaderos patos. Y después de unas semanas de ser adultos, descubrimos que nuestros pa- titos eran jpatitas! Habian puesto huevos y los habian cubierto — prolijamente con hojas secas debajo del ligustro. Después de este descubrimiento, decidimos que los nombres, “Paquito y Luisito’ | no les quedaba bien, asi que, dado que una pata era mas grande _ que la otra, les pusimos por nombre “Tota Mayor” y “Tota Menor’, en honor a las constelaciones (Osa Mayor y Osa Menor). Como no habia un pato en la familia, esos huevos jamés po- drian habernos dado nuevos patitos. Pero, Tota y Totita seguian acumulandolos y empollandolos. —{Les diste la comida hoy, Andrés? -pregunt6 mimama. -Si..., y siguen haciendo siempre lo mismo. Primero, se co- men los pedacitos de tomate; parece que tienen una debilidad por el color rojo porque es lo primero que se comen. Después, comen la zanahoria rallada y, por ultimo, la lechuga 0 el repollo. —Hoy tenemos postre para nuestras “Totitas” Ya hace varios dias que en el refrigerador hay media sandia que ya nadie va acomer. {Les gustard a nuestras patitas? Llevé la mitad de la sandia al patio y las patitas vinieron co- rriendo como solian hacerlo siempre. Apoyé la fruta en el suelo y... jchuc, chuc, chuc, chuc, chuc! En un instante, absorbieron toda la fruta como si sus picos fueran aspi- radoras. jCuanto les gust6! Cuando sacaron el ultimo pedacito de fruta, nos miraron como diciendo “Esto es todo, no hay mas?” iY nos hicieron reir tanto! Tenjan el pico y las plumas de la cabeza tosados, salpicados con sandifa que les daba un aspecto muy comico, De alli en adelante, cada vez que teniamos sandia en casa, yo le pedia a mi mama un pedacito Para compartir con nuestras "Totitas”. Ysi..., eran patas, pero a veces se comportaban como perritos. Nos seguian alrededor del patio y se dejaban acariciar. Mi her- mana guarda varias fotos que les tomd luciendo mofios, som- breritos y otros adornos que ellas soportaban nada mas porque Nos aceptaban y, a su manera, estoy seguro de que nos querian. Descubri que los animales reaccionan al buen trato y al cari- flo humano. Y que atin las aves pueden manifestar alguin tipo de apego a quienes las tratan bien. También, entendi que jugar con gomeras, tratar de cazar pajaritos, o maltratarlos de cualquier manera, les produce sufrimiento. Estos pequefios seres creados por Dios no pasan inadvertidos para él y nos pide que los cui- demos. Y si él cuida de las aves, como no cuidara de nosotros? rahe ;Qué aprendes del Py Me ol aves y PO f res Ae Eid Pee a er Pas Died or Te nue Pre Uo ules la inundacion / oC Re Lon aL CN aM aR oe ae RR aC ed ha predicho Jesas acerca de los desastres naturales? L: época de huracanes esta cerca y dicen que aqui se inut da mucho cuando vienen las grandes Iluvias —dijo un dia mi papa. Hacia poco que nos habiamos mudado de un departament? de un segundo piso a una casa con patio. -jNosotros estamos acostumbrados a que Ilueva much nuestro pueblo llovia por dos semanas seguidas, {se acuer -comenté. jo! EN dan? -Si_, estamos acostumbrados a las Iluvias y es bueno vivir en una casa lejos de las zonas bajas -fespondid papa. Y¥ una noche, la Iluvia llegé. Nos acostamos tranquilos, sa- biendo que nuestra casa estaba seca y, ademas, se encontraba dentro del campus universitario. ;Qué podria suceder? A media noche, mi mama escuché el sonido de un rio co- rriendo al lado de su cama, pero pensd que estaba sofando. Traté de volver a dormir, pero pronto se dio cuenta de que es- taba despierta y que el sonido del agua venia de muy cerca. Se senté en la cama y apoyo los pies en el piso. “jCluch! jCluch!” Ambos pies quedaron sumergidos en el agua, que le llegaba a los tobillos. —jTenemos agua adentro de la casa! -lo llamé a mi papa, que dormia placidamente. | (Qué cuadro tan desolador! El agua sucia corria por dentro de mi casa como un arroyo. Mis padres corrieron a levantar nuestras mochilas que Ileva- bamos a la escuela, pero ya era tarde. Todos nuestros libros es- taban mojados. Los zapatos flotaban como barquitos a la deriva. Mi papa salio al patio. Era una gran laguna a donde desem- bocaba un rio de agua que se habia acumulado en ese sector de la universidad. De inmediato, miré el portén de salida a la calle. Lo abrié haciendo un gran esfuerzo y, como si fueran las. compuertas de un dique, dejé salir toda el agua acumulada en ef patio. Sequia lloviendo torrencialmente, pero ahora el agua corria hacia la calle y no entraba en la casa. Mama se asomé a nuestro cuarto. Los tres dormiamos como si nada hubiera sucedido. Levant las frazadas que tenian sus extremos dentro del agua, los juguetes y algo de ropa que ha- | bia en el suelo, y se dispuso a sacar el agua. | Mi papé, mientras tanto, trataba de sacar el agua de la sala que, por estar en un nivel mas bajo que el resto de la casa, acu- | mulaba la mayor cantidad de liquido. —Oh..., mi loza -se quejé mi mama. Nos habiamos mudado | hacia pocos dias, y la loza nueva que le habian regalado estaba | todavia en una gran caja en el suelo. Ahora estaba llena de ba- 170, paja y basura que habia traido el agua. Mientras la lavaba con detergente, cerca de las tres de la ma- fana, le parecié ver de reojo algo oscuro que la miraba desde el murito que separaba la cocina del lavadero. Para cuando fij¢ sus ojos sobre “eso” que la miraba, ya ni siquiera tuvo tiempo de salir corriendo. Alli arriba habia una enorme rata, tan mojada y asustada como mi mama. “jCluch!” Se arroj6 al agua y sali nadando por la cocina hacia la sala. -jVa una rata hacia la sala! -advirtié mi mama tratando de no gritar para no despertarnos. Entonces, mi papa se hizo cargo de sacarla ha- cia afuera jcosa que no fue sencilla, porque el animalito buscaba un lugar seco y no queria saber nada de salir a la Iluvia! Entre trapeadores, cloro para desinfectar y toallas, amane- cid. Mis padres finalmente se acostaron, cansados de una noche de lucha contra el agua. Esa manana, cerca de las ocho, escuché que mis padres se estaban preparando para ir al trabajo. Asi que fui hacia el comedor. —{Pas6 algo? ;Vamos a llegar tarde a la escuela? —pregunté, ssomnoliento. —Hoy no iran ala escuela, hijo —explicé mama-. Las mochilas, Jas zapatillas y parte del uniforme de ustedes estan mojados. ~jQué pasé, por qué estan mojados? -pregunto Sofia, qué también se habia levantado extrafiada de que atin no nos hu- bieran llamado para desayunar. } —Anoche tuvimos una inundacién en casa -explico papé ante nuestra mirada incrédula. Papa solia hacer bromas, asi qué no est4bamos seguros de si lo que decia ahora era verdad. -¥ también tuvimos una visita mientras ustedes dormian -afhadié mama. Asi fue como nos enteramos de que un arroyo habia pase do por debajo de nuestras camas y que no nos habiamos dad? cuenta de nada. Solo nuestras zapatillas expuestas en hilera al sol, y nuestros libros de la escuela hidratados y ondulados eran testigos mudos de una noche bastante atipica. Esa mariana le agradecimos mucho a Dios Porque, a pesar del mal rato, nos habia protegido de accidentes Peores. Por ejemplo, de que las instalaciones eléctricas entraran en cor- tocircuito y alguien se electrocutara. Para la proxima lluvia, ya sabiamos muy bien cémo prevenir una inundacion dentro de la casa. Unos dias mas tarde, leimos en casa la historia de una gran tormenta, que esta registrada en Marcos 4:36 al 41. jEsa si que tiene un final increible! {Buscala y lee! Ronee eos Ren a pare oe C rd s : ae ata ee aa Pre aed Pe srt que Dios nos olvida y nes x HZ - oa Despedidas ee ee ed Ele mudaste do ciudad 0 de pais, y twviste ue despediet Pe : Se dfs postble encontrar igo buono en las despedidas? —pasaba caminando Tota Mayor jCuac mal Go2 cuac, cuac! | cuac, cuac! -la seguia justito detras Tota Menor. Algo que notamos desde el primer dia en que trajimos a cas? a nuestras patitas, es que la mas pequefa seguia a la mas grarr deen todo lo que ella hacia. Si Tota Mayor iba al patio de adelan te, Tota Menor la seguia y se acostaba junto a ella. Si Tota Mayo! decidia ir a baharse al pileton, alla la seguia Tota Menor. we ah eS No estoy segu fo de que ambas mismo al mismo tiempo, pero lo ns juntas, como si estuvieran uni a Quisieran hacer lo que estaban siempre A veces, jugébamos con ii caida : smc Sees ee a viva voz la ausencia de su Sibi NOs seguia, re- OF eS0, cuando II _ Tota Menor parada imate cai eee faigtesiayy vimos a da, wed ae supimos que algo acini sieaieiona ~{Qué le pasa a Tota series ce oe que fue el primero en eee dil dotlincn om ee ee : a si y ee la cabeza. 6 al patio nada que se pueda hacer -dijo con Stara inher Aunque no se veia ninguna lastimadura en ella, ya no respi- raba. Pero Tota Menor, en su mente de patito, no habia logrado entender eso. Solamente sabia que su compariera estaba muy quieta acostada alli, en el lugar de siempre. Mi papa tuvo que Ilevarse a Tota Mayor y alli comenzo el ver- dadero problema. La otra patita comenzé a graznar con fuerza. Recorrié todo el patio buscando a su companera. Entré en la casa gritando y salié de la misma manera. Solamente se calma- ba si la tenfamos en brazos 0 Ia acaricidbamos. Las cosas no mejoraron al dia siguiente. Tota Menor estaba sufriendo mucho por Ia ausencia de su companera. En realidad, no entendia por qué nos habiamos Ilevado a su amiga. Teniamos que encontrar una solucion al problema, pero iqué hacer? Si compraébamos otro patito, habria una diferencia demasiado grande entre ambos y, de todas formas, Tota Menor seguiria extrahando. No conociamos a nadie que tuviera patos grandes que nos pudiera prestar 0 regalar uno... pero, tal vez, el Bioparque podria ser una solucion, si es que estabamos dispues- tos a despedirnos de Tota Menor. El Bioparque era un hermoso lugar a pocos kilometros de casa, donde convivian en libertad todo tipo de animales, en un espacio cuidado y mantenido para que cebras, camellos, patos, ' monos y toda clase de animalitos vivieran con comodidad y los ' Visitantes pudieran disfrutar de ellos. ~{Estarian dispuestos a llevar a Tota Menor al Bioparque y de. jarla alli con los otros patos? —pregunté mama. -{Y ella no nos va a extrafar? —quiso saber mi hermana Con ojos llorosos. -Seguramente un poquito nos va a extrafiar, pero va a estar con otros patos como ella y pronto alli se va a sentir como en casa -(Ya no va a gritar mas? -pregunté Alex. | -No creo que grite mas, ella se va a adaptar a su nuevo am. biente, ya lo veras. Va a estar mejor. Aqui extraha demasiado 3 | su companera. 7 Mi papa Ilamé por teléfono al Bioparque. Nos esperaban ese mismo dia. Después de la escuela, nos subimos todos a la camioneta, | también Tota Menor. La llevabamos en los brazos para que no se asustara de la situacion. Asi llegamos al Bioparque, un lugar que © conociamos muy bien porque a menudo ibamos a pasear alli. Bienvenidos, los estaba esperando -nos salud6 un guar- daparques-. Siganme por aqui. No se preocupen, su patita va a estar bien. Se va a adaptar pronto. Tenemos otros animalitos donados que ahora se encuentran muy comodos en este lugar. Nos condujo hasta la zona de los lagos, donde cientos de patos de diferentes especies nadaban en grupos, picoteaban insectos en el aire, y se divertian pescando con medio cuerpo adentro del agua y las patitas traseras hacia arriba. Bajamos a Tota de la camioneta y la pusimos al borde del agua. Ella no se movié. Solo nos miraba. Entonces, yo la puse dentro del agua, seguro de que, cuando viera lo lindo que es nadar en un Iago real, se entusiasmaria. Varios patos la rodearon, pero ella seguia mirando ala orilla. Los patos se fueron nadando. -No se preocupen ~dijo el guardaparques, comprendiendo que todos estabamos muy tristes-. Pueden quedarse aqui todo el tiempo que quieran. Pueden venir la semana proxima a vist tarla, les daremos entradas para que no necesiten pagarlas. Pa sadas dos o tres semanas, ella ya no los reconocera. Se habra oF vidado. Puede ser duro para ustedes, pero es lo mejor para &' Ya estaré adaptada a su nuevo hogar y estara bien -nos explic? con una sonrisa. lla. [ee sO ee avees con el corazon dolorido. Ato- grimas mientras dejabamos a Tota enellago. La semana siguiente volvimos al Bioparque y fuimos directo a la zona del lago. Llevamos alimento Para aves para atraer a los patos. -jTota! {Tota Menor! -dije con alegria cuando descubri a mi patita que venia hacia nosotros. Ella tenia el pico de una pig- mentacién més suave que los demas, porque habia sido alimen- tada con otra comida. Estuvo con nosotros un ratito, pero enseguida se fue detras de los demas patos. -iYa se hizo parte del grupo! A quién habrd elegido para se- guir? —dijo riendo mi mama. A las dos semanas volvimos, pero tal como nos habia adver- tido el guardaparques, Tota no nos reconocié cuando nos acer- camos. Ella era un patito mas entre muchos, con su pico de color suave. Estaba totalmente integrada, nadando, cazando bichitos y pescando. Hasta nos parecio que conversaba a su manera con los demas patitos. _No me siento triste si ella esta feliz -anuncié Sofia. ; Ese dia, todos nos retiramos del parque sabiendo que habia- mos hecho lo correcto. Nuestra patita estaba bien y, si ella lo estaba, jnosotros también! Cuando la mama se eauivoca Ce Ce Met ned éPuedes recordar alguna vez en que tu papa o tu mami Se a ed es bueno sequir sus consejos aunaue, 2 veces, Emer a ig hacer una lista de las frases que mas le he escuc! decir a mi mama, y estoy seguro de que tu podria las tuyas. “Abrigate mas. Hara frio cuando regreses". “No corras sobre el piso mojado”. " a i as Porque te hace bien” fi a ensajito cuando Ih a “No dejes comida enel plato” aoe . Mmentira tiene Patas cortas” “No te pares sobre una silla n i con ru ". Elasunto de las “rueditas” San todos los golpes que iban a sobrevenir, uno tras el otro, hast adquirir la destreza necesaria Para correr, jugar y hacer Galas eee se desplazaba. Usar el almohadén le parecié una con- ducta“prudente’, para Prevenir golpes y magulladuras. Ht Pero, pasado el tiempo, aprendié a patinar muy bien y a uti- lizar los frenos, que eran topes de goma que se encontraban en la parte delantera de los Patines. ~iTe juego una carrera hasta el gimnasio! -le propuso Nancy. Estaba oscuro y la vereda de cemento apenas se intuia, pero mi mama acepto el desafio y empezo a moverse con energia. Tres pasos adelante se toparon con un trozo grande de tierra que habia quedado sobre la vereda y, como no lo habia visto con anticipaci6n, cayé estrepitosamente hacia atras. Lo siguien- te que vio fueron dos pares de ojos muy cerca de los suyos, ob- servandola con preocupacion. {Donde estaba? Por un afio entero le dolid la columna a causa del golpe..., pero no dijo mucho acerca de eso porque sabia que no debia haber corrido en la oscuridad. Otra vez, estaban jugando carreras con un grupo de amigui- tas. Las tres salieron por la vereda de cemento que tenia un gran declive y terminaba en el gran patio de entrada al gimnasio del colegio. Ese gimnasio tenia todo el frente vidriado, separado por columnas de cemento. Acordaron que ganaba 2a sus marcas, listas..., iva! -grito Nancy, y las tres amigas i ara impulsarse en la bajada. n grandes zancadas pi en fa bi - : ae panera enllegarala columna fue Silvia. Mi mama se apu: raba para llegar segunda... la que tocaba primero lacolumna del -jCérrete, déjame lugar! -grité mi mama... pero ya era dema. siado tarde para desviarse hacia otra columna y no Ileg6 a frenar, iCrash! El sonido no deseado de un vidrio que estallaba y |g lluvia de fragmentos cayendo al suelo sorprendio a Nancy, que llegaba en ese momento a la columna. Las tres se miraron sin poder decir una palabra. Mi mama ha- bia entrado y salido del gimnasio con un mis- mo impulso. Ahora se encontraba sentada sobre el cemento de| patio, en un mar de vidrios, Silvia examiné la ven- tana destrozada: el hue- co en el enorme venta- nal parecia un sol con rayos hacia todas di- recciones. Después, las dos amigas examinaron a mi mama. Aunque todavia estaba sentada entre los vidrios, no te- nia ni siquiera un rasgufo. 4Como fue posible que hubiese roto la ventana con su cuer- po, pero no se hubiera cortado? Hasta el dia de hoy, mi mama dice que sin dudas su angel se interpuso entre ella y la ventana. También reconoce que fueron muy “imprudentes”. Y aqui no terminan sus experiencias con “rueditas’. El consejo de mama siempre es que hay que evitar exponerse a accidentes y, en ese contexto, subirse a una silla con ruedas para alcanzat algo que esta alto, no es una actitud prudente, sin embargo... Mi mamé ya no era una nifia. Era nuestra mama desde hacia varios afos. En el momento de esta historia, estaba guardando el arbolito de Navidad y las grandes cajas con adornos, luces, guirnaldas y todo el decorado que se usa en las fiestas. Como se guramente sucede en tu hogar, todas estas cosas quedan alma- cenadas en algtin lugar donde no molesten por el resto del afio- Mi mama subi las escaleras hacia la oficina con todas las ca” Jas. Al llegar, se dio cuenta de que la unica silla que estaba alli era la de rueditas que se usa para trabajar en el escritorio. éBajaria otra vez a buscar un banquito 0 usaria esa? En su mente resoné la frase que nos decia a Nosotros, pero 6 . penso que, siendo cuidadosa, todo saldria bien. Asi que, arrimé la silla al gran armario, tomé una Caja y se subio. Hasta ese Momento todo marchaba bien. Pero, cuando extendié los brazos con la Pesada caja, la silla “cobr6 vida’, se retire bruscamente del ar- mario y el resto ocurrié demasiado rapido como para explicarlo. Nosotros estabamos en la planta baja cuando escuchamos un tremendo golpe. Nos parecié que se estremecia el techo. En Pocos segundos, todos habiamos subido las escaleras a la of- Cina, esperando ver lo peor. Sin embargo, mi mama de pie nos recibi6... Claro, los adornos estaban desparramados por el suelo. ~jEstas bien, mami? {Te duele algo? ;Qué pas6? Mi mami se habia levantado del suelo como un resorte, pero le dolia todo el cuerpo por el golpe. Y alli estaba la silla “culpable* testigo muda de un incidente que ocurrié por imprudencia. —iAy..., chicos! Hice lo que toda la vida les he recomendado NO HACER. Me subi a la silla con rueditas por no bajar a buscar otra. Pero aprendi mi propia leccion..., parece que tengo un pro- blema con las rueditas -respondié mi mama, recordando otros golpes que se habia dado antes. Y si, a veces los grandes se equivocan y tienen que aprender de sus errores. Pero, siempre es mejor aprender por el lado bue- no que por los golpes, no te parece? Vigjos y nuevos amigos OO ae eM ae eg frees aue las mascotas pueden ser tus ami OT OM oe Y: estabamos de regreso en nuestro pats, la Argentina, des pués de vivir cinco afios en México. Era tiempo de recupe rar amigos, costumbres y mascotas. Pero estaba preocupade zserd que mis amigos se acordarian de mi? Tendria que salir? buscar nuevos amigos? ~jSeré que Canela va a querer volver a vivir con nosotros? - pregunté amama, -Deben entender que fueron cinco afios en que Canela vivio con los abuelos y ella los adopté como “sus humanos’. Hare™ 0 a ae j lo que sea mej oi Mejor para ella. sj . viviendo con los abuelo: cones ase ; -jCanela hermosa! Te a tices pe aoe ele acuerdas de mi? ~dije el di ediitecan es re abuelos, Y acaricié su sta aie Sean te Cola con alegria y sus ca lowe i fs : Paton = oo simpatica con todas a pn swrg cS realmente nos recordaba o si vr see 4 Pasamos unos dias en rabamos que nuestra ae ae Ge los abuelos mientras espe- Para volver a construir lazos Ca bar. €50 Nos dio tiempo Todavia le gustaba j con Canela. jugar al juego del trapo. Consisti: yo tomaba la punta de una tela y | trapo. Consistia en que otro en elaire, lentamente, opine ze haa | trataba de atrapar el g io arco, y Canela Be ai cide eee aero eso: saltaba muy alto de manera mi ease lara, arqueando su cuer- po uy graciosa y agil. Podiamos jugar al juego del trapo hasta que yo me cansara, porque ella no se agotaba jamas. Cuando fuimos a nuestro nuevo hogar, Ilevamos a Canela con nosotros. Ella husmeé todos los rincones y parecié encon- trarse a gusto pero, cuando lleg6 la noche, desaparecio. Al rato lleg6 mi abuelito en el auto, trayendo a Canela, sentada como una senorita en el asiento del acompanante. Seguramente sin- tié que estaba de visita en casa, pero a la hora de dormir creyo conveniente volver a su propia casa. El resto de la semana no regres6 a la casa de los abuelos, pero el sdbado de manana nos fuimos todos a laiglesia y, al volver, no la encontramos... De nuevo vino el abuelo en el auto con Canela como copiloto. Esto sucedié un par de veces més y, finalmente, “Canela se convencid de que su casa era con nosotros. Apartirde ese momento, otra vez fue reina y senora de suterritorio. Una noche fria de invierno, Alex llego de la casa de un amigo bien abrigado con su chaqueta. ; : ee lo que traje! _anuncié, abriendo el bolsillo grande. ; Dos ojitos como botones se asomaron Se en oh i 6 Igo parecido a un ovillo de lan t E manoal bolsillo y saco a! o aos i ji 0, gris y canela, y 0} ; na gatita con pelaje blanco, an : ire Se ecica es, de donde la trajiste? —quisimos saber todos. ~ ‘ a ieee eee cee ' | eee -La encontré en la calle maullando tan fuerte que me dig mucha ldstima -explicé Alex-. Pregunté a los que pasaban si sa. bian de quién podia ser y también Ilamé en algunas casas, pero nadie sabia nada. -A veces, las personas abandonan a los gatitos que no quie. ren para que otros los recojan —dijo Soffa enseguida, queriendo justificar para que la visita se quedara. -Es una gatita -dije yo-. ;Y ya tengo un nombre para ella iQué les parece “Kyra”? / A todo esto, Kyra comenzo a maullar con toda la fuerza de sus pulmones. Parecia que decia: “Dejen de discutir por asuntos sin importancia. Mi nombre es lo de menos. Aqui lo importante es que me den de comer. jAdemas tengo frio!” Mama tomé un platito y puso leche tibia cerca de la gatita que nose hizo rogar para zambullirse en él y acabarselo de pocos lengiietazos. Sofia busc6 una caja de zapatos, le puso una bufan- da suave enrollada como un nidito y acost6 alli a Kyra, que cerré sus ojos y se durmié como si esa siempre hubiera sido su cama. Asi fue como se agrand6 la familia. Canela, como una dama educada, le dio la bienvenida a Kyra con unas carifosas lami das en la cabeza. Mas adelante, cuando la gatita salié de su caja a explorar su nuevo mundo, examin6é cuidadosamente a Canela que dormia al sol. Yo siempre miré con asombro la relacién entre nuestras mascotas, tan diferentes una de la otra, pero respetar do sus lugares y costumbres. Kyra era muy charlatana. Le gustaba subirse a un banquito alto de la cocina, y“conversar” con los que estaban sentados a la mesa: ©. con mi mama mientras cocinaba. A cada frase de algun hume no, ella replicaba con diferentes tonos en su “idioma” gatuno. Pe recia como si quisiera estar al dia con todas las noticias familiares Pero, cuando llegaban visitas, se transformaba en “la rein? Kyra” Se subia a la alacena mas alta de la cocina y desde allf ob” servaba lo que sucedia abajo con sus grandes ojos amarillos. N? i decia ni un solo “miau", pero no se le escapaba un detalle. Yo me imaginaba a Kyra pensando: “Desde aqui domino d mundo. Nada se escapa de mi control, y nadie puede tocarm* aqui arriba. jYo soy la reina!” a thee ‘es se transformaba en inspectora. Pedia con fuertes Otras vec ; ; | ‘e le abriéramos los armarios y los cajones para re- maullidos qu isarlOs. i i : s “Me parece que Kyra quiere ver si sus armarios estan ordena- dos. -decia mama con un guifno. . Su juego favorito era esconderse en cajas, bolsos © valijas. cuando llegaban visitas, era muy diffcil que no entrara en las habitaciones para inspeccionar el equipaje. Era tan curiosa que, muchas veces, se quedaba atrapada dentro de algun cajon 0 ar- mario cuando alguien por descuido lo cerraba sin saber que Kyra estaba dentro. Entonces, cuando al rato alguien lo abria y ella se liberaba, lo reprochaba con un “Miaaaaaaaaaaaaauuuuuu’ largo ysostenido. -Son tan distintas nuestras dos “sefioritas”! dijo mi herma- naun dia-. Canela es pura alegria con su cola inquieta y sus ojos buenos. Respetuosa de su lugar y amistosa con todos. Kyra nos sorprende con sus transformaciones y nos hace reir con su gran personalidad. jQué lindo es tener viejos y nuevos amigos! Mas tarde, pensé que asi fue con las personas. Recuperé al- gunos amigos que tenia antes de irme de la Argentina, y conoct aotros chicos e hice nuevos amigos. Después de todo, los cam- bios muchas veces nos favorecen. Aprendemos a aceptar las di- ferencias y nos ayudan a crecer. Pt ek a desde hace Pn oe Pl 1 pr] Peet aa Pee We ui Freud Poa aeedieal gv Co los Toa A on dell Pus et ad Pe Su Pals aaa auc amistades se rompen Azra and Lr Bh Pee oR (roverbios 18:24, DHH). Z Lo que me “conto un pajarito” SU cu et ed foes Se ad Oe tg COS ui Co y “portar mal”? igre se debe de haber divertido Dios en el quinto dia | de la creacién, cuando les dio vida a las aves! {Te imagi nas el bullicio que hubo en el aire cuando aparecieron de una vez los loros parlanchines, los colibries inquietos, las paloma’ regordetas, los buhos, los gorriones, los cardenal , especies mas? les y cientos de _jLos pdjaros tienen un gran sentido del humor! jAlgunos son como payasos! -dice mi papa. Y yo creo que tiene raz6n. Esto le paso a mi mamé hace un tiempo. Ella estaba de paso en el hogar de unos amigos que viven en una casa de madera sodeada de muchos arboles. Amanecia cuando mi mama escu- cho: "Toc, toc, toc” en la puerta. Como estaba de visita, esperd aque los duenos de la casa se levantaran a atender, pero nadie lo hizo. Pocos segundos después, se repitid el golpeteo. “Toc, toc, toc’. “Qué raro que mis amigos no atienden. Deben de estar muy cansados y siguen durmiendo. Iré yo a ver quién llama’, se dijo mimamia. Se vistié y fue a la puerta. Abrié..., pero no habia nadie alli, asi que volvié a la cama. “Toc, toc, toc’, se volvié a escuchar con claridad. El sonido ve- nia de la puerta. Mi mama volvidé a levantarse y abrié la puerta. Miré hacia un lado y hacia el otro..., pero no habia nadie. “;Estaré bien despier- ta? {Estoy sonando?”, se preguntd. Esta vez se sent en un sill6n mas cerca de la entrada y esperd en silencio. “Toc, toc, toc”. Mi mamé corrié a la puerta y la abrié de par en par. jNo habja nadie alli, sin embargo, ella habfa escuchado un segundo antes el golpeteo! Entonces se levantd la anfitriona que, con tantos chirridos de la puerta que se abria y se cerraba, se habia despertado. -Algo raro esté sucediendo, Silvia -le dijo mi mama-. Dis- culpame que te haya despertado, pero alguien ha llamado a la puerta varias veces, y cada vez que atiendo desaparece. -Oh..., no te preocupes -respondid Silvia, ahogando un bos- tezo-. Es un pajaro carpintero que esta empefiado en hacer un hueco en nuestra puerta. jYo ya ni lo escucho! Mas adelante, una pareja de pajaros carpinteros se instalé €n el barrio donde viviamos. Los velamos a diario tratando de Perforar los arboles cerca de la casa. Pero un dia papa nos llamé Para que nos acercdéramos a la ventana. -iMiren lo que esta haciendo ese pdjaro carpintero! jSe esta Mirando en el espejo del auto! Y sf, alli estaba el carpintero, muy vanidoso, frente al espe; lateral del auto. Se miraba y movia la cabeza lentamente ea lado hacia el otro, como preguntandose quién era ese patie cho tan apuesto que lo miraba, Finalmente, comenz6 a picotea, la imagen. “Mejor es que te vayas, eres mi rival y no Ree que haya otro mas bello que yo’, me imagino que pensaba. Unos dias mas tarde, papa nos Ilamé otra vez. El carpintero ahora estaba jugando. Se subia al techo del auto, justo sobre e| Parabrisas y se dejaba resbalar por el vidrio hasta el cap6. Enton ces, volvia a subir y resbalaba otra vez como si fuera un tobogén, ~¢Puede ser que esté jugando? ;A los pajaros les gusta jugar? -pregunto Alex. ~—Parece que si, no solo a ustedes les gustan los toboganes -se rio mi mama. Dias después, volvimos a ver al pajaro carpintero deslizando- se por el parabrisas de nuestro auto, y lo hace periédicamente en los autos que los vecinos dejan estacionados en el barrio. -jEl carpintero tiene un parque de diversiones aqui en el ba- trio! -dijo mi hermana-. Y, ademas, es un vanidoso. jLe encantan los espejos! ~Bueno, pero al menos no es egoista como el colibri que viene a nuestro bebedero —comento papé-. ¢Alguna vez vieron como pelea con los demas colibries que buscan el agua azucarada? Me quedé cerca de la ventana por largo rato. De pronto, ap recié una pareja de colibries de traje verde tornasolado. El brillo del sol hacia que, por momentos, parecieran azules y dorados Se pusieron a batir sus alas a toda velocidad para mantenersee" el aire mientras, con sus largos picos, bebian del liquido azuct rado del bebedero. Desde el drbol aparecié el colibri vigilante, muy malhume rado. A gran velocidad y con fuertes zumbidos, picoted a s’ vecinos, que se alejaron del comedero. : ~jQué malvado! —-me quejé-. Y ni siquiera se quedo a co! Volvi6 al arbol desde donde sigue vigilando. Unos minutos mas tarde, volvieron los venci hambrientos! Pero el “policia” de los colibries se lan: mek idos. iEstaba" 26 desde & = jrbol en picada, haciendo un gran ruido, como gritando: “jEs mi dero, aléjense de mi espacio!” _.No puede ser! (Por qué es tan egoista? Hay suficiente ali- 5 para todos... no lo puede entender? -volvi a quejarme. _gueno, al parecer tenemos todo tipo de pajaros en este ba- rio. Hay carpinteros vanidosos, colibries egoistas y también pa- Jomas amistosas —comenté papa-. ;Han visto como se pasean las palomas delante de Canela y Kyra? Caminan con parsimo i y hasta se me ocurre que conversan con sus “buu-buu’ y no tie- nen miedo de los posibles cazadores. -jAh! Como nos parecemos alos pajaros -suspiré mi hermana. -Si, pero nos falta aprender a volar -contest6 mi hermano-. Yeso sime gustaria poder hacer, para correrte por todo el barrio! Bueno..., jmejor no les cuento cémo terminé ese dialogo! i pebe' mento P Ce ke eee Do eon ne) ee C7 Ce E; dificil contarles de Sheldon, el nuevo miembro de Ia fam lia, y no darle a él la oportunidad de que les diga algo. Cle o..., los gatos no hablan, asi que ahi estamos en un problemé: Yo sé que no hablan, pero si sé que ellos piensan. No pue v saber qué piensan, pero puedo imaginarlo. Por eso escribi 0 que me imagino que diria mi gato Sheldon si pudiera escribit: Dia 4 Acabo de llegar a una casa nueva. jEs tan grande! jLas perso- nas parecen gigantes! La nifa me puso una taza de desayuno y me quedé dormido asomando por el borde apenas el hocico. Yo no hice nada mas que dormir pero, al parecer, a todos les resulto muy tierna la situacion. La verdad es que cada tanto me conviene decir algn “miau” para que no me confundan con un patito, porque tengo mis pe- Jos tan suaves y amarillos que parecen plumitas (eso dicen mis nuevos amigos). Yo sé que algun dia seré tan hermoso y pode- roso como mi primo lejano, el len! Dia 3 Extrafio un poco a mi mama, mis tias y todos mis hermani- tos. De donde vengo, viviamos todos juntos en un gran galpon. Claro..., también teniamos algunas pulguitas. Pero, desde que llegué aqui ya no me molestan porque me pusieron un liquido para espantarlas. Qué alegria me dio ver a otro peludo de cuatro patas circu- lando por alli. La llaman Kyra, y se parece a una de mis tias que también tiene manchas. Lastima que, cuando me acerqué, me gruné y salié corriendo. gMe tiene miedo? ;Sera que me estoy convirtiendo en un gran le6n? Dia 10 La “tia” Kyra no me quiere mucho, pero yo sigo insistiendo. Quizas, algun dia, nos haremos amigos. Mientras tanto, tengo a toda una familia humana que me mima. Dicen que soy cabezon, bigotudo y de patas flacas. Deben estar viendo a otro gato, por- que yo sé que soy un bello felino de nariz rosada. Hoy me hice amigo de otro peludo que anda por la casa. Se llama Canela y es una perra que tiene el pelo casi de mi color. Yo le mostré cuan poderoso soy, con unos bufidos e hice un aco con mi espalda, pero a ella no parecié importarle mucho. Asi que me fui acercando de a Poquito hasta recostarme en su panza peluda. Descubri que da calorcito y que duerm le Después de todo, jnecesito una amiga! a Dia 4o Tengo mi bano privado en el lavadero de la casa, peroa mime gusta usar el descanso de la escalera y mi familia no lo entiende Veo que mi humana resopla cada vez que limpia lo que dejo Seria mejor que pusiera mi caja de piedritas alli arriba, verdad) Me gusta dormir en lugares nuevos y reservados. Al parecer, a la familia le parece un juego, porque pasan mucho tiempo buscandome. Cuando me encuentran, hacen toda una fiesta y me pasan de brazo en brazo. jYo quiero dormir, nada mas! ;No saben que los gatitos dormimos casi 20 horas al dia cuando so- mos bebés? El resto del tiempo salto como un resorte por toda la casa {Saben lo divertido que es tratar de cazar una bolita de papel que rueda por el piso, o mi propia cola? Dia go jProtesto! ;Creen que soy una vaca? jMe colgaron un casc bel en el collar, que ya en si mismo era una molestia! No puedo dar un paso sin sentir el “din-din” debajo de mi cuello. Eso les da ventaja a mis humanos! Yo era un experto jugando a las es condidas pero ahora, a menos que me quede inmévil como un? estatua, me encuentran muy rapido. Mi relacidn con la“tia” Kyra esta en banca rota. Aunque teng? mi propio plato de comida, siempre husmeo lo que come w Se nota que no le gusta nada porque me grune con una voz ad gruesa. Yo quiero socializar y construir nuestra amistad dura! el almuerzo, pero todavia no lo he logrado. a Canela, en cambio, duerme casi tanto como yo y sé eo i mi presencia. Cuando ella se acuesta a tomar sol en el pat! i i i i te qu? frente, voy con ella. Si se sienta a mirar el camino y la ae pasa, yo le hago compania. Algunos vecinos dicen que es pelaje tiene un color cada vez més parecido. Parecemos nitos en version canina-felina. eT 4°" cumpleahios Ya tengo un afio! Hoy, para Pe ae un cuadro, necesitarias mucha pintura de color naranja y beige, porque me he convertido en un gran gato peliiice jorayado, con “infulas de leon’ (0 al menos eso dicen mis humanos cuando descanso sobre el muro. de la casa). Parece que mi pelo es demasiado suave porque nadie se resiste a acariciarme. Y yo no estoy tan seguro de que me guste eso todo el tiempo..., jya sabes cémo somos los gatos! Por momentos busca- mos mimos, y unos segundos después queremos recuperar nuestra independencia. Por lo general, me gusta acompanar a la mama de mis hu- manos. La espero frente a la puerta de su cuarto porque es la primera en levantarse. ;Desayuno asegurado! Después, voy con ella a regar el jardin, porque me encanta tomar agua fresca di- rectamente de la manguera. Entonces, subo a su oficina y me instalo en la ventana abierta desde la cual puedo dominar todo €l barrio como un sultan y echarme todas las siestas que quiera, Porque nadie me molesta. Solo escucho el "tiqui-tiqui” de las te- clas de la computadora entre suefo y sueno. Para ella también Soy una gran compaiiia, ya que no la molesto mientras lee y tra- baja; y de vez en cuando, durante sus recreos, me toma en sus brazos y me arrulla, 4 De tanto en tanto, me estiro hacia adelante y hacia atras para oe Seguir descansando. Es algo parecido a los ejercicios © “Pilates” que les vi hacer a mis humanos. Yo creo que ellos Me copiaron, dado hi i alae que hago esos ejercicios desde que llegué a in dia cualauiera... Hace una semana casi me convierto en un “gato alfombra”o enun ‘gato estampilla” jCreo que ya no tengo siete vidas, como dicen que tenemos los gatos! Es que a veces me gusta acostarme debajo del auto, y hace unos dias elegi acostarme justito detras de una de las ruedas traseras. Este auto nuevo casi no hace ruido cuando se enciende el motor, asi que yo seguf durmiendo como un lirén. Y bueno.., ya te puedes imaginar el resto. ;Un enorme monstruo de metal me paso por encima! Yo grité y corri a refugiarme detras de una maceta. Pero creo que los mas asustados fueron mis humanos. Me envolvieron en una frazada y me llevaron a un lugar que olia mucho a otros ani- males. jMe senti muy incémodo! El hombre que me examino me hizo doler mas todavia al estirar mis patas y tocarme el abdo- men. Dijo que era un milagro que no tuviera ningun hueso roto y que, al parecer, tampoco tenia dafios en los 6rganos internos. No sé para qué dijo eso si, al final, me hizo tragar una pastilla de sabor espantoso, a la que llamo “antibiotico’, y me dio un tre- mendo pinchazo, al que llamo “inyeccién calmante”. Ademés, me dejo encerrado todo el dia en una jaula para observar si yo seguia bien o empeoraba. Al final de dia, senti un enorme alivio cuando mi familia com- pleta de humanos me fue a buscar, me llevé a la casa y me llend de mimos. Después, lo Unico que yo queria era que me dejaran dormir, jAh..., pero eso si: nunca mas dormiré debajo del auto! 2 cumpleafios jAhora si que soy todo un ledn! Me gusta salir de paseo por el barrio, pero no voy muy lejos. Hay un gato blanco y negro que vive atras; es el “jefe” del barrio y tiene muy mal caracter. Una vez salf a decirle que no me in- timida y me dio un zarpazo en la cara. De alli en més, no me interesa decirle nada. Mejor aprender de las experiencias. 0 en la casa de mis vecinos de al lado, son muy amables conmigo. Ellos me llaman scat oe i me da igual, porque a los gatos no nos importa mu: a a nombre. Me convidan cosas interesantes para el ae pero no siempre acepto. Lo bueno es que ellos ne fs persiguen como mis vecinitos del frente, que tienen mucha 2 ergia. Si estoy de humor, me dejo perseguir y siempre voy un oadentel No sé como no se dan cuenta de que jamas me jaré atrapar. cae pest ira visitar a un gato amigo que vive al otro lado de la calle. A veces, entro en su casa y almuerzo con él... 0, mejor dicho, me como su almuerzo. No es que tenga apetito, pero es interesante probar nuevos sabores. jMi amigo es generoso! Y yo estoy bastante gordo... Paso parte del tiemp' 3° cumpleafios Algo malo pasé hace unos dfas. Mi amiga Canela se qued6 dormida, como siempre, en el porche, detrds de las macetas. Pero esta vez no se desperté mas. No entiendo por qué se la llevaron envuelta en una manta y no la he vuelto a ver desde entonces... Extrahio mucho a Canela, por eso me he acercado més a mis humanos. Estuve muy cerquita de ellos toda la semana, dejan- dome acariciar y buscando mimos. jSera que se dieron cuenta que estaba triste y por eso me dejaron sentar en la silla de cue- fo que generalmente ocupa el humano mayor de la casa? Por otro lado, he descubierto que puedo obtener sabores nuevos que ponen sobre la mesa, pero no me dejan explorarla. (No sé por qué no me dejan subir y probar por m{ mismol) Me estiro y con mis patas delanteras toco el brazo de alguien que esta sentado a la mesa. Pongo ojos expresivos y digo un | “miau’ muy entonado, entonces me dan un Pedacito de lo que estén comiendo, A veces, no me gusta y lo dejo, Otras veces, me encanta y jpido mas! P nee be ME GUSTA es que me bafen. Por qué Insisten yome s€ bafiar solito? Bueno... debo confesar que Soy un poco haragén para la higlene personal, Porque tengo mucho pelo y me canso después de las. primeras lamidas. p, igual, no soporto que me bafen en ninguna de las foray que han probado. No importa que el agua esté tibia y que ti bafien rapido entre dos o tres humanos. Con largos lamentog aranazos y retorcidas, les hago saber que NO ME GUSTA, i Cuando terminan de bafarme, me resisto completamente a que me sequen con un monstruo pequefio que tira aire caliente por la boca y hace un ruido que no se acaba. En lugar de ello, pacientemente me paso la lengua por todo el cuerpo para qui. tarme de encima el detestable olor a champu, que los humanos encuentran delicioso. A veces, cuando me bafian, me ofendo y me voy a paseara la casa de mis vecinos Mirta y Armando. Ellos me dejan entrary acostarme como un rey donde yo elija. Me convidan comiditas que me gustan y hablan conmigo... Pero yo quiero estar en paz, asi que elijo algtin lugar comodo y me duermo profundamente Hace poco le regalaron a mi vecina una frazada muy suave que ella usa sobre el sillon en el que se sienta a leer. [Esa es mi frazada favorita también! Qué bueno que mis vecinos me tienen mucha paciencia... Cerca de la Navidad fui a “ayudarles” a decorar el arbolito y, como ellos me quieren mucho, me pusieron un mono rojo y do rado alrededor del cuello. No estoy muy seguro de que me haya gustado, pero a mi familia le encanté verme volver tan navideno. Epilogo {Qué mas les puedo decir? Tengo una feliz vida de gato en mi casa. Me gusta olfatear las plantas y flores del jardin. Puedo ex- plorar todo lo que quiero, y me sobran las caricias y los mimos. No sé por qué, mi humana dice que soy como un oso de pe- luche e insiste en cargarme como si fuera uno. Yo la dejo por un rato pero, después, salgo de excursién sin apuros. Los gatos no vamos a la escuela y no trabajamos. No tenemos que ladrar, como los perros, anunciando que llega alguien. Dormimos y co- memos cuando y cuanto queremos. Escuché decir que alguien tiene una “vida de perros” cuando vive mal. Yo digo que pueden empezar a decir que, cuando al- quien vive muy bien, tiene una “vida de gatos’. ;Estan de acuerdo conmigo? ‘incondeunidades.blogspot.| At sea muy diferente, porque existen distintos tipos de familias. En esta familia suceden cosas todos los dias: algunas buenas y otras no tanto; pero de todas, Andrés y sus hermanos aprenden algo. jSus mascotas los mantienen ocupados y divertidos la mayor parte del tiempo! Otras veces les generan preocupaciones y algunas lagrimas, Pero estas experiencias compartidas los ayudan a madurar y a quererse mas como familia, En la lectura de este libro, podras seguir un tramo mas de las aventuras de una familia que trata de aprender de lo que les sucede, Hasta podrias afiadir historias de tu propia familia... por qué no? L familia de Andrés quiz’ sea @°® parecida a la tuya... o tal vez kar t

You might also like