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VERTEDEROS Y COMPUERTAS necesarias en esos casos para evitar la erosién tendran un coste tan alto que justifica la construccién de un aliviadero aparte. Otro caso distinto es el de las presas de materiales sueltos, cuya ero- sionabilidad no permite los vertidos, salvo que se proteja debidamente e paramento. Sélo se usan como vertedero en las ataguias, que son presas pro- visionales para derivar el agua durante la construccién de la presa propia- pmente tal, y que, ademas de su corta vida, son de alturas reducidas 0 mode radas, salvo excepciones. Los buenos resultados obtenidos en ellas han levado a realizar algunas definitivas como vertederos, aunque por hoy son ciones y de tipo experimental; pero queda abierta esta tecnologia a un posible desarrollo futuro, forzosamente mas lento del que siguieron las presas de hor- migén, sdlo exce 20.2. FORMAS DE VERTIDO EI vertido sobre la pr puede hacerse de dos maneras * Con lamina adherida al paramento (fig. 20-5) + Con lamina despegada: caida libre o lanzamiento (figs. 20-10 y 20-12). a tendencia actual de empleo de presas vertedero y sus modalidades son: Las presas de gravedad macizas se proyectan como vertedero, casi sin excepeidn, y con lémina adherida oa fe contrafuertes, si cl caudal es moderado, se procura que vierta sobre los propios contrafuertes © sobre losas apoyadas en ellos. Si es grande, suele ser necesario otro aliviadero complementario, y mas econd- mico hacer éste algo més capaz y prescindir del vertido sobre la presa, que o presenta ciertas dificultades. las eneste + La mayor parte de las presas bveda son vertederos con ldmina despegada, por razén de su forma geométrica. En ellas rige un principio similar al de los contrafuertes, aunque con menor fuerza: si el caudal es grande, puede ser mejor un solo aliviadero independiente, Las presas arco gravedad suelen verter con Lamina adherida, porque su perfil se lo permite, pero se prestan también al lanzamiento despegado con trampolin + Las pres: pendiente, pues sus materiales no soportan la erosiGn de! cidad. Pero comienzan algunos ensayos, con las debidas protecciones, que pueden llevar a un cierto vertido con caudales moderados, sobre todo e collera, cuyo material es mas estable (cap. 27). s de materiales sueltos exigen, en principio, un aliviadero inde- agua a gran velo- presas de ¢ 603, ALIVIADEROS Y DESAGUES n resumen: las presas de hormigdn se hacen vertederos, salvo excepciones. El vertido se concentra normalmente en la zona central de la presa coin- cidente més 0 menos con el cauce, para hacer més normal la restitucién al rfo, adaptando adecuadamente esa zona en la forma que se describira. En algunas presas de altura moderada el vertido afecta a casi toda la coronacién, en ese caso con labio fijo y lamina reducida, siendo necesario recoger el agua vertida con unos muros que la ditijan hacia el cauce (fig. 20-16). En el caso de vertido central, al concentrar el caudal la lamina resulta mayor, lo que lleva en la mayor parte de los casos al empleo de compuertas para aprovechar el embalse, pero hay muchas presas sin ellas; la eleccién depende de las consideraciones hechas en el capitulo 18 20.3. PERFIL DEL VERTEDERO Este es del tipo que en Hidraulica se define como de pared graesa. Los vertederos en pared delgada son muy delicados y sélo se usan en medidas muy precisas de laboratorio 0 en aforadores de corto caudal Sin embargo, el vertedero en pared delgada sirve de definicién del perfil adecuado para el de una presa. En un vertedero en pared delgada la lémina despega francamente y sus filetes superior e inferior estén a la presién atmos- férica. Luego un vertedero de hormigén que tenga un perfil coincidente con el del filete inferior de la lmina despegada tendria presiones nulas en su pa ramento Pero la presién cero no conviene, en principio, porque cualquier vibracién, onda o discontinuidad en la lamina puede traducirse en una variacién accidental de la presién y hacer que ésta oscile entre positiva y negativa, lo que serfa perjudicial para el hormigén. Por ello es preferible que la Kamina quede adherida con una ligera presién sobre el paramento, para contrarrestar las depresiones accidentales Un perfil que cumple esas condiciones y esta sancionado por la experiencia de muchos aitos en la mayor parte de las presas del mundo es el debido a Creager, que se define en la figura 20-1. En ella puede verse el chorro tedrico libre y cl desplazamiento hacia agua abajo a que le obliga el paramento para asegurar su adherencia. Los perfiles se definen por coordenadas para una lamina de 1 m; para cualquier otra se multiplican las coordenadas por la relacién con la mina tipo. La funcién del vertedero en el conjunto del aliviadero es fijar un umbral para que el agua pueda derivarse por él a partir de un cierto nivel (automética © voluntariamente) y materializar una seccién de control de paso al régimen 604 VERTEDEROS Y COMPUERTAS ¥ Charro tebrico Paramento Cure Gare superior | inferior 0.126 538 8.907 5.909 boo? 883 bass 6287 bao 0880 os20 i 230 an 426 581 ik Fig. 20-1. Peril Creager. 605 ALIVIADEROS Y DESAGUPS rapido. Esa seccidn influye en el flujo aguas arriba de ella y determina el caudal que pasa, lo que justifica su apelativo; aguas abajo de ella el flujo es ya una nsecuencia y sus condiciones ¢ incidentes no influyen hacia agua arriba. La se cién de control divide, pues, el aliviadero en dos partes de caracteristicas propias EI desagiie sobre un vertedero responde a Ja formula: siendo h la energia espeeifica sobre el umbral (que incluye, por tanto, la debida a la energfa cinética) (§ 18.1), L la longitud titil del vertedero y K un coeficiente que, para el perfil Creager, segtin la experiencia, es del orden de 0,71, con lo que 1, resultando Q=21Lhe (20. 1] El coeficiente C = 2,1 sélo vale para la lamina nominal con la que se ha definido el perfil. En § 20.4 se analizard la variacién para otros caudales. La longitud L es Ia titil de vertido, esto es, teniendo en cuenta la contraccién I que producen las pilas intermedias (si las hay) y los cajeros extremos lat Si Lr es 1a longitud bruta total (suma de los vanos), la titil L. se obtiene asi (A. 3): L=Lr—2(nK: + K) (20.2) 1 65 el ntimero de pilas, Ki su coeficiente de contraccisn, y K: el de los cajeros, seguin las siguientes reglas: Pilas con proas planas, redondeadas en un 10 % del ancho en cada esquina K: =0,02 Pilas con proas circulares: K =¢ Pilas perfiladas (Iukovski) K =0 Cajeros redondeados con radio entre 0,52 y 0,152 Cajeros con radios mayores y gufas a 45° 0 menos con la direcein del agua K =0 Para tantcos previos de dimensiones y desagiie puede tomarse la longitud total con C = 2, para tener en cuenta la contraccién Este funcionamiento supone que la lamina cae sobre el perfil con un nivel de agua aguas abajo inferior al umbral del vertedero. En realidad, incluso con un anegamiento aguas abajo del orden de los 2/3 de la altura de la lamina el vertedero funciona casi como libre: eso es debido a que la seccién critica esta cercana a la cresta y un poco mais baja gue ella, por lo que las alturas inferiores a 606 VERTEDEROS Y COMPUERTAS a critica (2/3 en seccidn rectangular) no influyen en el desagiie. A continuacién se expone la variacién del coeficiente C respecto al nominal C» en funcién del anegamiento de la lamina h contado por encima del umbral (A. 3): biz 0,9 Os 07 0,6 05 04 03 cc. 065 086 0,93 0,97 0,98 0,99 10 20.4. DESAGUE CON LAMINAS DISTINTAS DE LA NOMINAL E] perfil se define para una ldmina z:, pero la variabilidad de los caudales produce laminas distintas de la nominal. El coeficiente C de la férmula varia respecto al Co de la lamina nominal de la siguiente forma (A. 3) 16 17 viz, 0.2 04 0.6 Os 1,0 1,2 CIC 0,852 0,90 0,94 0,971 1,0 1,24 Obsérvese el incremento de eficacia producido por el aumento de la lamina sobre la nominal, que es debido a la succién provocada. En los casos en que la longitud de vertido esta restringida, puede interesar forzar el desagiie por metro lineal para reducir la lamina en lo posible, sobre todo para las mayores crecidas, Jo que se logra proyectando el vertedero para la lamina prodacida con el NMN o menos, a sabiendas de que para la avenida de proyecto, y atin mas para la extrema, el coeficiente de desagiie seré mayor; la depresién que se produce no es. importante, y resulta admisible en esas circunstancias de tan poca probabilidad, que ademas, seran de breve duracién. Oto perfil similar al Creager es el usado por el BoR, definide en A. 3, avalado por la experiencia en numerosas presas. Su geometrfa puede verse en la obra citada, junto con valiosas informaciones complementarias sobre la influencia de distintas circunstancias en el desague. 20.5. DESAGUE BAJO UNA COMPUERTA fi compuertas, pues con éstas total diferencia puede EI perfil del vertedero no varia cuando ha mente abiertas, el vertedero funciona como un labio fijo. La tinica estar en la capacidad de desagtie, por el espacio ocupado por las pilas y la con traccién que producen. abierta, el desagiie por m.l. de ancho cidos por las laminas libres Cuando la compuerta esta parcialment es la diferencia entre los desagiies que serfan prod vertientes de alturas hi y hz (fig, 20-2a), esto es 20.3] 607 ALIVIADEROS ¥ DESAGUES Sia= hy hzes la apertura de la compuerta, el coeficiente K es: vi 0,050.1 O15 02 03 04 05 06 K 0,728 0,716 0,705 0,699 0,688 0,677 0,667 (0,656 EI desagite sobre todo el vertedero se obtiene multiplicando [20.3] por L (f6rmula (20.2)) La formula vale, obviamente, tanto para ia apertura parcial de una compuerta de superficie como para la parcial o total de una compuerta en carga. En este iltimo caso hz siempre es mayor gue 0, y el maximo de a es la altura de la compuerta (fig, 20-2b). s grande respecto ala apertura a de Ja compuerta, la formula es ual a la de salida de un ori i2 Cuando hi e aproximadamente igi del agua del embalse sobre el eje de la valv normal de un desagiie de fondo. icio, v= V2gh, siendo h la altura la 0 compuerta, Es el caso més En una compuerta superficial sobre un vertedero, cuando la apertura es pe- quefia, la velocidad de salida J 2 gh es mayor que la del filete inferior de la lamina vertiente con la compuerta totalmente levantada, porque en este Ultimo caso acttia sobre dicho filete el peso de toda la lamina. Por consiguiente, el chorro de salida con apertura pequefia, llamado pelo de agua por los compuer- tistas, puede despegarse del perfil y dar lugar a depresiones; pero como esta situacién se produce con aperturas pequeias, y los caudales también lo son, el efecto puede ser irrelevante, pues, ademas, la propia delgadez de la lamina facilitard su fraccionamiento y penetracidn de aire. El efecto mas petnicioso puede darse con aperturas mayores, con velocidad y caudal importantes. Si la compuertas van a funcionar de esta forma con cierta frecuencia podria ser necesatio reforzar el perfil y adaptarlo a la forma parabdlica del chorro, aunque no suele serlo, porque cuando hay varias compuertas se puede lograr que el caudal parcial a desaguar se haga slo con una, con lo que la apertura de ésta ser (a) (bi |. 20-2. 608 VERTEDEROS Y COMPLERTAS ; ademés, con el juego del embalse cabe también desaguar un caudal or en un tiempo mas corto, En todo caso, si realmente est previsto un fun- cionamiento frecuente con aperturas parciales, puede ser mejor disponer una compuerta menor destinada a este uso, 0 una de las normales, reforzando sélo su perfil, si fuera preciso 20.6. ADAPTACION DEL VERTEDERO AL RESTO DE LA PRESA En primer lugar vamos a ver cdmo se adapta el perfil vertiente a los para- mentos normales de la presa, y luego, al resto de ella. Obsérvese que e! perfil Creager sigue la linea de la lamina tedrica despegada hasta x = 0,6, sobrepasada ya la seccisn critica, para no modificar las condi- ciones de desagiie, De todas formas, hasta x = 1,50 la correccién de y no llega al 5 %, creciendo después hasta el 15 % para x = 4,5 Por tanto, a partir de esa seccién critica puede cortarse 0 modificarse el perfil si fuera necesario para su acoplamiento a la presa; on realidad esto no supone ninguna limitacién practica, puesto que esa seccién est inmediata a la cresta Y, por otra parte, el acoplamiento no plantea especiales exigencias Si se dibuja el perfil Creager tomando como punto de abscisa cero el O situado en el paramento aguas arriba (fig. 20-3a), con Ios taludes normales aguas abajo (< 0,80) el perfil sobresale de ese talud en una cierta zona AB. Si se hiciese asi, la presa tendria una «panza» y en Jos alrededores del punto B habria que hacer una curva de acuerdo eéncava entre el perfil Creager y el talud o dejar fehaciente la discontinuidad, en ambos casos con extrafio efecto estético y menos aconse- jable funcionamiento hidraulico. Por eso se suele tomar el origen de! perfil en un punto 0” externo al paramento aguas arriba (fig. 20-3) de forma que el perfil resulte tangente al paramento aguas abajo. A partir del punto de contacto T el perfil viene sustituido por el propio paramento plano de la presa, Obsérvese que a partir de T el perfil te6rico TC queda por debajo del talud TD, con lo cual queda asegurada la adherencia de la ldmina, al hacerla seguir un perfil mas suave que el tedrico (que a su vez ya es mas suave que el de caida libre, para asegurar una presién positiva) Al poner el punto O” al exterior de [a presa Ja zona O’MN queda en voladizo. Esto no presenta dificultad especial, pues aunque las cargas estaticas y dindmi- cas no son despreciables, puede darse al voladizo un canto LN todo lo amplio que se necesite. Ademis, la zona de Ja cresta del vertedero conviene armatla no sdlo por trabajar como ménsula, sino también para dar mayor resistencia contra la erosi6n. La figura 20-4 muestra un esquema de armaduras; los anclajes de las 609 ALIVIADEROS Y DFSAG! a) Fig. 20-3. barras deben Mevarse, como siempre, hasta zonas comprimidas y con cierta amplitud. Las armaduras deberin Mevar el oportuno armazén transversal EI perfil Creager tiene una parte situada a la izquierda de O” (fig. 20-3b), La forma de esa zona responde a la que tiene la linea de corriente mas baja de alimentacién del vertedero. A partir de ese punto E extremo aguas arriba puede bajarse con un paramento vertical EM y desde M en otro inclinado en desplome MN hasta el de la presa, La inclinacién de MN viene determinada por el canto LN conveniente para la resistencia del voladizo. Aunque el calculo resis Ao, éste debe ser por lo menos vez y media la altura de la lamina s\ nte con armadura permitiera un canto LN peque- b el ver- 610 VERTEDEROS Y COMPUERTA tedero y mayor del dable de la distancia entre EM y LN, al objeto de que el voladizo tenga una masa suficiente para absorber las fuertes vibraciones pro: cidas por el vertide, No hay que olvidar tampoco el peso de la compuerta si su apoyo estuviera aguas arriba de L. y, en cualquier caso, el empuje del agua directo, con una componente hacia arriba en MN o ~si lo hubiese~ el transmitido por la compuerta. ia cabe otra solucién para acoplar el perfil Creager al talud aguas abajo To nsiste en trazar un plano CC” tangente al perfil, prolongdndolo hasta el pie de la presa. En este caso ésta tiene «panza», pero es mas estética pues presenta una gran parte de su superficie plana y no como en el caso (a) Esta soluci6n (c) apenas se usa, pues la (b) da siempre un menor volumen que el que darfa el ACC’B del caso (c). En vertederos de poca altura la solucién (c) es mas sencilla y el aumento de volumen pequefio o nulo. Se han dado como referencia las posiciones de Ja figura 20-3, porque se puede usar la (b) con una ligera tendencia hacia la (c) 0, por el contrario, ponién- do la (b) todavia mas desplazada hacia aguas arriba, como vamos a ver 20.7. MUROS CAJEROS Hemos visto el problema bidimensional de adaptar el perfil a los paramentos. Veamos ahora Jo que ocurre en tres dimen nes. EI agua tiene que discurrir sobre ef perfil y el paramento aguas abajo con un cierto espesor, Para limitar este vertido a la zona destinada a él se disponen unos cajeros laterales que impidan que la lamina se expansione a derecha e izquierda y, sobre todo, para que caiga dentro del cuenco al pie, en donde ha de producirse la amortiguacién, cuyo ancho disponible suele forzar la anchura del vertedero. Una forma de guiar el agua es simplemente poner unos muros cajeros, tal como se ve en la figura 20-5. La condicin que han de cumplir es que su altura sea mayor que la de la lamina maxima con entumecimiento por el aire (cap. 21) con un cierto margen (no menor de 0,50 m en direccién normal al paramento para prever sobreelevaciones por ondas estacionarias, choques, oscilacién de la lamina, ete. Otra forma de conseguir el mismo efecto es retranquear el perfil todavia mas hacia agua arriba, de forma que la zona de vertedero quede «hundida» en la presa y Ja parte adyacente normal de ésta sirva de cajero (fig, 20-6). En este caso, el para~ 1 del vertedero sobresale del resto de la presa, pero mento aguas arriba en la zo él VIADEROS Y DE! thy ALZADO SECCION A-A a Fig. 20-5. no hace mal efecto estético, pues marca una estructura diferenciada, y ademds, esta sumergido una buena parte del tiempo. Una y otra solucién son ig almente aceptables y se usan indistintamente Suele ser més econémica la de muros cajeros, pero no es regla general panauento a6. at oe Uk PaesA. Eu ZORA. OC _VERTEOERO bee venreoe! moveroo Fig, 20-6. 612 VERTEDEROS ¥ COMPUERTAS 20.8. PERFILADO DE LAS PILAS En los vertederos con compuertas la limitacién del tamaiio de éstas suele exigir varias para evacuar el caudal previsto, En todo caso, ya se dijo que un minimo de dos es indispensable para disponer de una reserva en caso de averia (§ 18.4). La existencia de compuertas supone una pila entre cada dos. Pero también puede necesitarlas un vertedero de labio fijo para apoyar un puente sobre la zona de vertido o para dividir y airear la lamina (§ 20.11). La pila es un obstaculo al paso del agua y conviene perfilar su contorno para que su incidencia en el desagiie sea minima, sobre todo cuando la longitud disponible para el vertido es escasa. El perfil mas usado es el debido a Jukovski, que se obtiene como muestra la figura 20.7, que se explica por si misma. Varian do los radios y la distancia entre centros de las dos circunferencias se obtienen distintas dimensiones y proporciones del perfil unas adaptaciones en la practica. En primer lugar, cuando hay compuertas, éstas exigen para su guia y desplaza- miento sendas superficies planas verticales en sus bordes, lo que Heva a inter- jar una recta paralela a la corriente en el punto A del perfil con tangente en esa direccidn. También se geometriza con frecuencia la zona aguas arriba de A. como elipse, e incluso como circunferencia; todas estas modificaciones dis- minuyen la eficacia del desagiie, aumentando la contraccién lateral en tanta Este perfil tedrico suele sufrir al Fig. 20-7. Perfil Jukovski 613 LIVIADEROS Y DESAGI ES mayor proporcién cuanto lo sea la dispersién respecto al perfil teérico (f6r- mula (20.2]) Cuando no hay compuertas, el perfil podria conservarse en toda su inte- gridad, pero también puede modificarse su geometria en las formas dichas si no es necesario apurar las condiciones de desagiie, En todo caso, con o sin com- puertas, el Angulo de salida del perfil Jukovski es excesivamente afilado, lo que dificulta su construccién y conservacién, por lo que es frecuente interrum- pirlo con un chaflin recto (fig. 20-8b) en cl comienzo de la parte afi agua, ya guiada, sigue aproximadamente la linea de trazos del perfil completo. dejando un hueco triangular que, como est al aire libre, no da peligro de ¢ vitacion, da, pues el a) b) Fig. 20-8. ién de las pilas que También pueden hacerse unos muros cajeros, prolong guian el agua en todo su recorrido (fig. 20-9 citados. En presas altas esto levarfa a un coste elevado, por el volumen adicional de hormigén; por eso lo mas frecuente es hacer pilas perfiladas, enteras 0 cha- flanadas, dejando caer el agua sin guia intermedia, En cambio, en presas de menos de 40 m la diferencia de coste puede ser pequefta y se usan indistinta- mente las pilas aisladas 0 los muros gufas. Estos tienen una ventaja funcional: 1ando no esta abierta mas que una compuerta, el funcionamiento de Ia caida del 1a es igual que cuando estan todas abiertas, pues los cajeros independizan cada tramo de los restantes. En cambio, con pilas aisladas, al abrir una sola similares a los laterales antes 614 VERTEDEROS Y COMPUERTAS CUENCO PLANTA Fig. 20-9. compuerta Je la que verterfa por el vano ad yacente y se expande por el lado vacio, pues el perfil Jukovski, tanto entero como interrumpido, presupone que el agua pasa por sus dos costados y no por uno solo el agua no tiene el contrarresto El efecto mas importante de esta disimetria del vertido es la que se produce al pie, pues engendra en el colchén amortiguador unos remolinos de eje vertical, que perturban el funcionamiento normal, Este efecto se podria evitar prolon- gando hasta abajo los muros cajeros, para que cada vano funcione individual y separadamente en todo el recorrido del agua, asi, da igual que funcione uno solo © varios, pues cada uno constituye una unidad independiente. Pero la prolon- gacién de [os cajeros hasta el interior del colchén sucle dar fuertes voltimenes pues su altura y espesor han de aumentar mucho en el colchdn y sufren en él fuertes impactos, por lo que es raro adoptar esta disposicién, Suele bastar levar los muros cajeros hasta el borde del colchén, sin penetrar en él, para obtener cierta independencia de cada vano y disminuir tas corrientes transversales. El ensayo dira la dltima palabra, pues hay casos en los que los cajeros pueden ser contraproducentes. 20.9. VERTIDO CON CAIDA LIBRE En las presas béveda la forma del paramento no se presta al vertido con mina adherida. Para no perder la ventaja de utilizar la presa como aliviadero, se adapta su coronacién como vertedero, pero cortando el perfil antes de que 61s ALIVIADEROS Y DESAGUES sobresalga en exceso y dejando que el agua se lance en caida libre a la zona al pie de la presa. El aliviadero queda reducido asf a sélo dos obras separadas: la toma y el amortiguamiento; la conduccién desaparece como obra y viene sus- tituida por la cafda en a atm¢ (fig. 20-10) fera, que actéa como tramo de aceleracién natural Aunque aqui nos cefimos al problema del vertido, pues el amortiguamiento se desarrolla en el cap. 22, la forma del lanzamiento influye en la amortiguacién, por lo que se volver sobre el asunto en el citado capitulo E] perfil del vertedero es igual al de una presa de gravedad, sélo que inte- rrumpido. Dada la proximidad de la seccién critica a la cresta, la interrupcién puede fijarse sin limitacién por este concepto en el punto que resulte més conve- niente para que el voladizo no sea excesivo y para que el angulo de lanzamiento sea adecuado (§ 23.5). La interrupcidn debe hacerse en éngulo recto, para mayor resistencia y para favorecer la ventilacién de la Fig. 20-10. Al igual que en la de gravedad, el perfil hay que adaptarlo a la presa, En este caso el vertedero supone un ensanchamiento forzoso de la coronacién y debe colocarse en la forma mas centrada y equilibrada posible, para evitar flexiones (fig. 20-11), aunque su situacién hay que enfocarla a la vista del trabajo de las ménsulas afectadas, porque incluso podria convenir un cierto desequilibrio hacia agua abajo para compensar el efecto de rigidez de Ja coronacién, aumentada por el vertedero (§ 10.13). 616 VERTED (OS Y COMPUERTAS Fig. 20-11. 20.10. VERTIDO CON LANZAMIENTO F] tipo descrito es el habitual en presas boveda, pero tiltimamente se marca una cierta tendencia a usar también el vertido libre en presas de gravedad y arcogravedad, lo que requiere unas condiciones distintas de lanzamiento para que la lamina no interfiera con el pie del paramento Para ello es preciso conjugar dos condiciones: una suficiente velocidad del agua y un angulo de lanzamiento adecuado, para que la pardbola del chorro se aleje y caiga a una cierta distancia. Ambas condiciones han de ajustarse con- forme a lo que se trata en el capitulo 23, pero aguf se avanza la tipologia del vertido Por ello, el punto de lanzamiento no puede estar cereano a la cresta como en el descrito en § 20.9, porgue la velocidad no es atin suficiente ni el angulo adecuado, B] nivel idéneo de lanzamiento suele estar unos 10 m més bajo que el nivel del embalse, con cuya caida la velocidad es de 10 a 12 mis, y el lanzamiento ba de hacerse en trampolin, con un angulo positivo ¢ on la horizontal y no en simple caida muerta (fig. 20-12). En vez del perfil convexo hacia arriba del «babero» de las presas bévedas, cl perfil habitual hay que acoplarlo con una curva céneava al trampolin, lo que obliga a hacer una obra suplementaria de apoyo sobre el paramento, vertical macizo o en voladizo. Esto suele limitar el empleo de este lanzamiento a presas macizas 0 arco-gravedad, pues la obra puede ser ex cesiva par una presa boveda esbelta 617 ALIVIADEROS Y DESAGUES Fig. 20-12. La superficie de lanzamienio puede ser cilindrica o de cualquiera de los tipos gue se citan en el capitulo 23, y con frecuencia con dientes, para repartir la caida en una mayor superficie y favorecer [a emulsién, ambos efectos en beneficio del impacto en el suelo y la disipacion de energia Oira forma de lanzamiento es a través de una abertura rectangular en pre- sién por debajo del nivel del embalse (fig. 20-13), Este tipo no es un vertede- ro, sino similar a un desagiie de medio fondo (cap. 24), pero puede incluirse aqui si se trata de una presién moderada (5 a 10 m), porque puede conside- rarse como aliviadero de superficie. Es obvio que este desagiie exige compuer- tas (no dibujadas en la figura) para no desaprovechar ese tramo del embalse (fig. 10-21). La ventaja de funcionar como orificio es que la velocidad es mayor que en el vertedero, con lo que la seccidn y las compuertas necesarias son menores; ademas, se consigue un buen lanzamiento. Este tipo es mas propio de presas robustas, pero en algunos casos puede acoplarse también a bévedas. Su inconveniente fundamental es Ia rigidez de funcionamiento del régimen de orificio que, al depender de Yh, es muy poco sensible al incremento de nivel ante una ocurrencia extraordinaria, mientras que el vertedero, cuyo desagtic es oporcional a 2", re: je esos eventos, lo que puede ser decisivo para la seguridad de la presa. Por ello, el desagtie por orificio sdlo es aceptable, ja zona superior, porque dispo- giie en principio, en embalses de gran capacidad en nen de una estabilidad de nivel y permiten jugar a conveniencia con el de 618 VERTEDEROS Y COMPUERTAS Fig. 20-13. de las compuertas con bajadas. preventivas del embulse, caso necesario. Esta es otra ventaja compensadora de la situacién sumergida de las compuertas: ampliar controlables. el campo de niveles 20.11. VENTILACION DE LA LAMINA Entre la imina vertiente y la boveda queda una zona de aire (fig, 20-10) Dada Ia velocidad de! agua (por encima de 5 m/s), al rozar con ef aire lo arrastra y emulsiona en proporcidn creciente conforme va cayendo, y por las dos caras de la lamina (cap. 21). Por la exterior, el aire succionado tiene reposicién inmediata, pero en la interior, si el vertido tiene una gran longitud, el aire se extrae de un recinto sélo abierto por los Jaterales, y la reposicién puede ser insuficiente por la larga longitud a recorrer y el escaso espacio entre lamina y paramento. En estas condiciones el aire va enrareciéndose y, como consecuencia, la lamina es empu- jada hacia la presa por la mayor presidn exterior, deformando el perfil natural de caida hasta un momento en que la deformacién de la lamina la rompe, irrumpiendo entonces el aire, equilibrando la presién y reiterando ef proceso. Fl resultado es un movimiento oscilante de la |émina, con una semiexplosién al final de cada miento y dafia la estrus ra. ciclo que perturba el funcion: Para evitarlo hay que cortar la lamina longitudinalmente para dar entradas suplementarias intermedias al aire: esto se logra por medio de unas pilas que nica en varias de longitud menor, haciendo mas facil la alimentacién de aire, con lo que se puede equilibrar el que arrastra el agua, y las lminas vertientes quedan estables (fig. 20-14). En el interior habré una presion convierten la lémina 619 ALIVIAT IS ¥ DESAGUE menor que la atmosférica, pero relativamente permanente y uniforme, que es lo principal para la estabilidad. La emulsién frena la velocidad y disminuye el peso especifico del agua, reduciendo ambos efectos la energia cinética de caida y su poder erosivo. A cambio. la parabola de caida se corre hacia la presa por el doble efecto del frenado de la emulsién y de Ja succién detras de la lamina, Este iiltimo efecto se reduce ~y se estabiliza— con la aireacian Aire Aire |. 20-14, Las pilas separadoras no deben perfilarse mas que en la parte aguas arriba y deben rematarse en recto aguas abajo, pues si se perfilasen hasta el final, la lémina tenderfa a juntarse con la adyacente, contrariando lo que se pretende, La forma de hacerlo es como en la figura 20-14, con caras planas radiales en los laterales rematadas en chaflan. Si hay un paso sobre coronacién las pilas sirven de apoyo, pero su luz debe cumplir los requisitos de la ventilacién y su ancho el necesario para separar claramente la ldmina, La separacion de pilas depende de Ja altura de lamina, pero en principio debe ser del orden de los 10 m, sin superar los 15 m. En los lanzamientos con trampolin la ventilacién esta mejor asegurada, al quedar la lamina mas despegada, pero hay que confirmarlo; en todo caso, la lémina siempre sera més estable si se fracciona. En los vertidos con lamina adhe- rida no es estrictamente necesaria la ventilacidn, en principio, aunque si hay pilas para compuertas el fraccionamiento que producen viene bien, 20.12. PLANTA Y DISPOSICION DEL VERTEDERO En una presa vertedero la planta viene condicionada por la de la presa, aun- que reciprocamente los condicionantes del vertido pueden Hevar a una modifi- cacién de la presa: por ejemplo, a curvarla ligeramente para lograr una mejor convergencia del vertido ai cauce 620 VERTEDEROS Y COMPUERTAS En los aliviaderos independientes suele ser mayor el margen de eleccién de la planta, lo que puede permitir adoptar un mayor desarrollo del vertedero para reducir Ja altura de la Kamina, con la consiguiente disminucién de la superficie inundada y del empuje sobre la presa; pero sobre todo, con un aumento de desagite por metro lineal por sobreelevacién de la lémina en las crecidas extremas, cualidad muy wtil, en general, como se ha visto en el capi- tulo 18. La mayor libertad en la eleccién del ancho exige la debida transicién desde la embocadura al canal, que puede tenerlo diferente, por necesidad del trazado 0 porque se trate de un tinel (§ 21.6) Cuando el vertedero desemboca en un canal de ancho similar a 61 la planta de éste puede ser recta y normal al eje comtin sin obra de acoplamiento o sélo con un abocinamiento suave en los cajeros, si hay una pequefia diferencia de anchura (fig. 20-15). Si la diferencia es notable, conviene adoptar una planta curva para el vertedero para conseguir un abocinado que haga converger el flujo hacia la conduccién (fig. 20-15b). Si el Jabio es fijo, 1a planta puede ser realmente curva; si hay compuertas, éstas se disponen en cuerdas de fa curva tesrica. PLANTAS Fig. 20-15. Al concentrarse la ldmina en rég narias que no se transmiten hacia agua arriba y, por tanto, no influyen en el de- sagii, pero sf pueden dar lugar a sobreelevaciones estacionarias en su situa cin y més 0 menos oscilantes, que exijan una mayor altura de cajeros; el efecto imen ripido se producen ondas estacio- 621 ALIVIADEROS Y DESAGUES mas a tener en cuenta es la obstruccidn de la entrada BD de la conduccién, si ésta fuera en ttinel, porque en esa zona es donde se produce siempre una protu- berancia Para minimizar estos efectos conviene seguir las s a las disposiciones (a) y (b) guientes normas, comunes, eros del vertedero deben ser normales a la cresta. El enlace con la én de las formas de transicidn de los cajeros Los seccién mas estrecha es mis El Angulo o que forman con el eje las rectas AB y CD que unen los extremos de las secciones inicial y final de la convergencia no debe superar los 10° (4ngulo central medio: 20°) — El maximo Angulo B que forma con el eje Ja tangente a la curva de acuerdo (punto de maxima convergencia) no debe sobrepasar los 15" La relacién de estrechamiento BD/AC entre las secciones final e inicial no debe ser inferior a 1/3 Las ondas producidas por la convergencia se analizan y cuantifican en § 21.6. En algunas presas se-utiliza la casi totalidad di fijo para conseguir una lamina de espesor moderado, que luego se coi y guia hacia la zona central del cauce por medio de muros-gufa o «bandejas» a todo lo largo de los pies de los estribos laterales de la presa (fig, 20-16). El ali- viadero queda asf constituido por tres partes: una central de desagiie directo al cauce, como es normal en una presa vertedero, y otras dos laterales sobre los estribos, con una caida sobre el paramento y un giro al pie, fluyendo después a coronacién como labio nieentra, SECCION A.A Fig. 20-16. VERTEDEROS Y COMPUPRTAS a todo lo largo de él hasta ingresar casi perpendicularmente en la parte central, donde gira de nuevo en sentido contrario para, junto con la corriente de vertido directo, ingresar en el cauce. Los canales laterales (bandejas) deben tener seccisn creciente, ya que el caudal que reciben crece linealmente en su recorrido desde el extremo al centro; los cajeros deben estar previstos no sélo para conducir el caudal en cada seccién, sino también para resistir el impacto de la caida y contener sin vertido la onda que produce. leg T a PLanra SECCION Aa (a) Fig. 20-17. Una disposicién similar puede realizarse también con trampolines, en vez de con cuenco amortiguador. Los trampolines laterales deberan dirigir el lanza- auce, entrecruzindose los chorros entre si, y contribuyendo con 23) miento hacia el c: ello a la amortiguacién de energia (ca Todos estos dispositivas con disparidad entre el desarrollo del vertedero y cl ancho de la conduccién tienen por objeto conseguir la minima altura de mina ble, sobre todo con labio fijo, para reducir al maximo el embaise suplemen- tario, Cuando hay compuertas, la proporcién adecuada entre ancho y alto y el ntimero de ellas no suele exigir tanto el desarrollo longitudinal del vertedero, aunque a veces se mantiene la conveniencia de tender a la mayor longitud para aumentar el margen de reserva frente a contingencias extremas. Cuando las disposiciones anteriores no son suficientes y la ladera no permite un mayor desarrollo del vertido, puede acudirse al vertedero lateral o al «mor- ning glory», que dan una elasticidad casi total de acoplamiento a las condiciones, 623 ALIVIADEROS Y DESAGUES sobre todo el segundo, Tambign puede acudirse a plantas quebradas u onduladas (mal Ilamadas en Laberinto) (fig. 20-17) que alargan la longitud de vertido ocupando un ancho dado. Estas plantas son poco usadas y siempre para labio fijo y laminas muy moderadas. Un caso extremo es el vertedero en «pico de pato» (fig. 20-17a) que consiste en una serie de bandejas en voladizo que vierten en todo su contorno y recogen el agua en su centro En todos estos vertederos no rectos el coeficiente de desagiie es algo menor que en el tipico, por efecto de la contraccién lateral de la lamina. Hay formulas para ello (A. 3a, A. 9), pero, aparte de la propia forma de la planta, influyen las condi- ciones de alimentacidn (§ 20.13), por lo que en estos tipos es imprescindible acudir al modelo reducido, y no sdlo para determinar el desagiie, sino para cono- cer sus condiciones reales de funcionamiento en cuanto a formacién de ondas estacionarias, amortiguamiento, etc. 20.13. ALIMENTACION Para que un vertedero tenga plena eficacia, esto es, el esperado coeficiente de desagiie, debe tener su entorno de forma que la entrada del agua se haga sin obsticulos directos ni indirectos. Por ejemplo, las plantas de la figura 20-18 son inadecuadas: la (a) por la oblicuidad de la alimentacién, que disminuira el caudal segtin cos 0; la (b) por la «sombra» del saliente B, que tenderé a producir un remolino de eje vertical R, cuya componente contraria a la velocidad de acceso reducird ésta y el caudal en la zona de influencia | | ! i I (b) Fig. 20-18. 624 VERTEDEROS ¥ COMPL TAS Ss El hecho de que estén abiertas o no las adyacentes puede influir en el desagiie de una compuerta, por la menor uniformidad del flujo, pudiendo alcanzar una reducci6n del orden del 5 % para la compuerta sola. Pero este efecto es de menor importancia, puesto que cuando es ms necesario el maximo desagiie, las compuertas estaran todas levantadas. La distorsi6n del terreno puede producirse también en el perfil vertical, por excesiva proximidad del suelo al umbral del vertedero (fig. 20-19). El coeficiente C varia respecto al Cs normal del vertedero de la siguiente forma bla 05 1,0 15 3,0 CIC 0,96 0,98 0,99 1,0 Obsérvese que a partir de una profundidad |,5a el efecto de! suelo ya no es perceptible {c) (a) (>) Fig. 20-19. EI talud aguas arriba, cuando es de cierta entidad, favorece la curvatura de las Iineas de corriente hacia el vertedero y aumenta ligeramente el coeficiente de desagiie (de 1 a2 % para 45°). (A. 3) Otro detalle a tener en cuenta es que el vertedero debe estar lo mas inme- diato posible al embalse, pues incluso en la disposicién (b), si el vertedero viene precedido por un canal de alimentacién de cierta longitud, la pérdida de carga por rozamiento absorbera una parte de la energfa especffica, en detrimento del desagite Hay casos como el (c) en los que no rige esta advertencia, porque se opone a la esencia misma de la presa. Es el caso de un azud de derivacin cuya altura est4 fundamentaimente ocupada por compuertas y la obra de hormigén es minima. En realidad, no se trata de un vertedero propiamente tal, sino de un umbral en el que se establece el régimen critico, y ha de calcularse como tramo 625 ALIVIADEROS Y DESAGUES hisish Fig. 20-20. 626 VERTEDEROS Y COMPUERTAS en régimen variado, teniendo en cuenta la velocidad en el cauce aguas arriba y la energia especifica restante, 2stos principios aplicados al «morning glory» llevan a la conveniencia de alejarlo en lo posible de la ladera para que la alimentacién sea uniforme en toda la periferia (fig. 20-208); si por ahorrar obra se acercase excesivamente a la Jadera o al paramento (b), las lineas de corriente se enrarecerfan en esa zona de proximidad y probablemente no serian normales al vertedero, disminuyendo atin més el caudal por este tiltimo motivo; la planta en cérculo slo daria una mayor longitud geométrica, pero no hidraulica. FI vertedero circular ha de situarse de forma que tenga ascgurada la ali- mentacién por todo su contorno y lo mas uniformemente posible. Las disi metrias en las alimentacién conducen a un menor rendimiento del desagiie en algtin sector e incluso a la formacidn de remolinos que desvian cl flujo y dan zonas de alimentacién insuficiente o incluso mula, por contraposicién de co- rrientes Para asegurarse de que hay un buen reparto, lo mejor es dibujar unas posibles lineas de corriente en planta. Aunque no se acierte plenamente con las que luego se confirmen en el modelo ~imprescindible en estos casos— al intentar dibujarlas, las mismas exigencias de! dibujo dardn una indicacin sobre si el vertedero esta © no bien colocado. $i al intentar dibujar las lineas de corriente se ve que hay que apretarlas demasiado en alguna zona y expandirlas mucho en otra, o hay que forzar éngulos bruscos, todo ello esté mostrando una anomalia en Ja alimen- tacién, Cuando en una zona sea dificil dibujar las Iineas con normalidad lo probable es que se formen remolinos, como en (b), porque la Gnica forma de rellenarla es con una corr nite circular El wrazado de Uneas de corriente en planta es sélo una indicacién previa intuitiva, porque las reales vienen influidas por la profundidad, el rozamiento, la capa limite, la turbulencia, etc., fenémenos imposibles de tener en cuenta en el dibujo, y por eso exigen el modelo (aunque algunos de estos fendmenos no son reproducibl cala). Pero en todo caso, como se ha dicho, dan una valiosa informacién previa, al menos en el sentido de detectar una mala posicién Si por las circunstancias hubiera que aproximarse a la ladera, puede exea- varse una zona para hacer espacio, con unos muros gufas perfilados adecua- damente en forma similar a la camara de una turbina (d) y con la profundidad suficiente para que ingrese y pase el caudal que ha de repartirse por la periferia en esa zona Otra solucién factible con la ladera inmediata es el vertedero semicircular (c). La alimentacién es correcta, pero se pierde Ia mitad de la longitud de vertido, aunque todavia hay una ganancia del 50 % respecto a la planta recta, 627

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