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Analisis y operacién de sistemas de energia eléctrica Coordinador: Antonio Gémez Expésito Autores (por orden alfabético) Ali Abur Fernando L. Alvarado Carlos Alvarez Bel Claudio Cafiizares José Cidrés Pidre Antonio J. Conejo Navarro Antonio Fernandez Otero Francisco Galiana Garcia Julio Garefa Mayordomo Antonio Gémez Expésito José L. Martinez Ramos Juan A. Martinez Velasco J. Félix Miiambres Argiielles J. Ignacio Pérez Arriaga Victor H. Quintana Michel Rivier Abbad Luis Rouco Rodriguez Julio Usaola Garcia Texas A&M University University of Wisconsin - Madison Universidad Politécnica de Valencia University of Waterloo Universidad de Vigo Universidad de Castilla - La Mancha Universidad de Vigo McGill University Universidad Politécnica de Madrid Universidad de Sevilla Universidad de Sevilla Universidad Politécnica de Cataluiia Universidad det Pats Vasco Universidad Pontificia Comillas University of Waterloo Universidad Pontificia Comillas Universidad Pontificia Comillas Universidad Carlos III MADRID - BUENOS AIRES - CARACAS - GUATEMALA - LISBOA + MEXICO NUEVA YORK « PANAMA « SAN JUAN + SANTAFE DE BOGOTA + SANTIAGO + SAO PAULO ‘AUCKLAND + HAMBURGO « LONDRES + MILAN + MONTREAL + NUEVA DELHI PARIS SAN FRANCISCO « SIDNEY + SINGAPUR « ST. LOUIS + TOKIO « TORONTO ANALISIS Y OPERACION DE SISTEMAS DE ENERGIA ELECTRICA [No esta permitida la reproduccién total o parcial de este libro, ni su tratamiento informético, ni la tansmisiGn de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrénico, mectinico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. DERECHOS RESERVADOS © 2002, respecto a la primera edicién en espafiol, por: McGRAW-HILL/INTERAMERICANA DE ESPANA, S. A. U. Edificio Valrealty, 1* planta Basauri, 17 28023 Aravaca (Madrid) ISBN: 94-481-3592-X ‘Depésito legal: M. 21153-2002 Editora: Concepcién Feméndez Madrid ‘Asistente editorial: Amelia Nieva Disefio de cubierta: Design Master Dima Fotografia de cubierta: cortesfa de ENDESA ‘Composicién en TEX-LATEX, realizada por los autores Impreso en C+, 8. L. IMPRESO EN ESPANA - PRINTED IN SPAIN Capitulo 1 Los sistemas de energia eléctrica José IGNAcIo PEREZ ARRIAGA Y MICHEL RIVIER ABBAD 1.1 Una primera visién La electricidad se ha convertido hoy en dia en los paises desarrollados en una forma de energia imprescindible y con infinidad de usos, debido a su gran versatilidad y controlabili- dad, a la inmediatez en su utilizacién y a la limpieza en el punto de consumo. En el émbito residencial se emplea para proporcionar toda clase de servicios, desde los més basicos hasta los asociados al ocio y a un sinfin de comodidades (luz, refrigeracién de alimentos, clima- tizacién, cocinado, radio y televisién, ordenadores, infinidad de otros electrodomésticos y equipos, ascensores, etc.). Pero el uso de la electricidad esté igualmente extendido en los Ambitos comercial e industrial: alumbrado, climatizacién, motores eléctricos con multitud, de aplicaciones ¢ industrias con una utilizacién especifica e intensiva de la energfa eléctrica, como las acerias con horno de arco o las empresas de produccién de aluminio, donde la elec- tricidad es una materia prima imprescindible. Es muy dificil de reemplazar en la mayorfa de sus usos y aplicaciones, por lo que puede afirmarse que la calidad de vida y el propio funcionamiento de las sociedades desarrolladas depende de una forma. significativa de la disponibilidad de la energia eléctrica. La electricidad se ha convertido en estas sociedades en un bien de consumo esencial. 1.1.1 El producto electricidad En principio la energia eléctrica podria considerarse como un bien de consumo més —como las fresas o los zapatos—, que se produce, se transporta, se comercializa y se consume. Pero es fécil advertir que, en todo caso, se trata de un bien de consumo de caracteristicas muy peculiares. En primer lugar, la electricidad —a diferencia de la mayor parte de otros bienes de consumo— no es almacenable. La electricidad debe producirse y transportarse en el mismo momento en que es consumida!. Esta caracteristica, como se apreciaré més adelan- * Las baterias quimicas pueden considerarse una forma de almacenamiento eléctrico, pero su contribucién al consumo de electricidad es insignificante. Solamente las centrales hidroeléctricas de bombeo —en las 2 CAPITULO 1. LOS SISTEMAS DE ENERGIA ELECTRICA te, condiciona de forma absoluta la configuracién, planificacién, operacién, organizacién y gestién de los sistemas de energia eléctrica. También condiciona de forma importante el disefio de los mercados eléctricos, en los paises que han optado por liberalizar la produccién y la comercializacién de este producto tan especial. Otro aspecto peculiar de Ia electricidad es que su transporte no se puede dirigir por caminos especificos”, sino que la energfa eléctrica fluye por las Iineas u otras instalaciones de acuerdo a unas leyes concretas de la fisica —las leyes de Kirchhoff—, al contrario de otros bienes que se transportan por carreteras o tuberias sin ambigiiedad alguna respecto al trayecto recorrido. Dichas leyes imponen ademés una estrecha interdependencia entre las distintas vias de transporte de forma que cualquier perturbacién en una Ifnea u equipo de transporte provoca efectos colaterales significativos e inmediatos en los demés caminos alternativos. Por todo ello la electricidad “se inyecta” en la red o “se extrae” de la red en miiltiples puntos, pero no es posible establecer una relacién bilateral entre lo inyectado en un punto y lo extraido en otro por lo que el concepto de “transporte por la red” debe emplearse siempre con precaucién. Sélo las redes de gas o de transmisién hidrostética presentan particularidades parecidas. La enorme utilidad de esta forma de energia ha impulsado la puesta a punto de gi- gantescos y sofisticados (debido a estas peculiaridades que presenta) sistemas industriales, orientados a la produccién, el transporte y el consumo de la electricidad: los sistemas de enengia eléctrica. 1.1.2 El mayor sistema industrial creado por la Humanidad Imaginémonos sobrevolando el territorio de un pafs cualquiera, y pongamos nuestra atencién. en las instalaciones eléctricas que encontremos?. Las que antes captarén nuestra atencién, Pues son claramente visibles en el paisaje, son las lineas de alta tensidn, con sus inconfundi- bles torres y que tipicamente se extienden decenas o centenas de kilémetros. Solamente en Espaiia existfan cerca de 15000 km de lineas de 400 kV y més de 16000 km de Iineas de 220 KV en el afio 2000. Estas lineas, que se conectan entre si en las subestaciones o nudos de interconexién, constituyen la red de transporte, que puede verse como la columna vertebral © punto principal de encuentro del sistema eléctrico. A la red de transporte se conectan las grandes centrales de produccién de energia eléctrica, también claramente distinguibles en el paisaje, ya se trate de centrales hidro- que se utiliza energa eléctrica para acumular agua en un embalse elevado para su utilizacién posterior en roducir de nuevo electricidad—, pueden considerarse un medio eficaz de almacenamiento. Pero, de nuevo, su relevancia cuantitativa en la produccién de energia eléctrica es muy reducida. En Espafia —uno de los paises que hace mayor uso de esta tecnologia—en el afio 2000 existian 24 centrales de bombeo, con una capacidad instalada total de bombeo de unos 1900 MW, sobre una capacidad total instalada de todas las tecnologias de cerca de 50000 MW. * Las redes de transporte son malladas, y no es posible dirigir el flujo eléctrico por uno u otro camino (equipos electronicos modernos, denominados FACTS, han aportado cierta flexibilidad a esta restriecién). Algo distinto ocurre en las redes de distribucién, t{picamente radiales, en las que el camino de transporte es tinico. * De acuerdo, habria otras cosas més interesantes o hermosas que contemplar, pero el lector ha de comprender que se trata de un libro sobre sistemas de energia eléctrica. 11 UNA PRIMERA VISION 3 eléctricas —con sus embalses y presas de contencién—, o de centrales de combustibles fosiles —carbén, fuel-oil o gas, principalmente— o nucleares, con sus torres de refrigera- cién caracteristicas. Grandes transformadores se encargan de elevar la tensién a la que la energfa eléctrica es generada —entre 6 kV y 20 kV, tipicamente— a las tensiones més altas de transporte. En Espatia existen actualmente cerca de 500 centrales de generacién de potencia nominal superior a los 5 MW, con una potencia total instalada de més de 50000 ‘MW. Frecuentemente los mejores emplazamientos para estas centrales se encuentran aleja- dos de los grandes centros de carga, lo que requiere el desarrollo de buena parte de la red de transporte. ‘A la ted de transporte se conectan directamente algunas grandes instalaciones de consu- mo, y también los transformadores que reducen la tensién a valores més adecuados —tales como 132 kV, 66 kV 0 45 kV—, para su distribucién a otros grandes consumidores 0 a una red de subestaciones transformadoras a niveles de carga inferiores. Este proceso con- tintia progresivamente, dando lugar a una red capilar de tensiones inferiores —tales como 30 kV, 20 KV, 10 kV, 6 kV, 3 kV, 1 kV, 380 V (aunque no todas estas tensiones se utilizan simultdneamente en una misma red)— que alcanza a todas las instalaciones industriales, comerciales, residenciales o de otro tipo que consumen energia eléctrica. A esta red se en- cuentran conectadas instalaciones generadoras de menor envergadura que las conectadas la red de transporte y de naturaleza diversa: generadores eélicos, instalaciones industriales con cogeneracién —que a veces exportan energia a la red y otras veces la importan—, pequefias centrales hidréulicas, pequefias centrales térmicas que utilizan la biomasa u otros residuos como combustible, alguna central solar térmica cuya energia primaria es la radiaci6n di- recta del sol y, a nivel més disperso —residencial o comercial—, pequefios generadores que utilizan combustibles fésiles e instalaciones fotovoltaicas, que alimentan demandas locales y ocasionalmente inyectan energia a la red. Si pudiésemos observar las indicaciones de los numerosos aparatos de medida que su- pervisan el comportamiento del sistema, observarfamos que las magnitudes caracteristicas —forma sinusoidal de las curvas de tensién e intensidad, frecuencia de variacién y valor eficaz de estas magnitudes— son habitualmente de una regularidad sorprendente. {Cémo se controla este complejo sistema, de forma que se mantengan estables las caracteristicas bésicas del producto entregado —electricidad— en cada uno de los niveles de tensién? Una mirada més atenta a las citadas instalaciones nos revelarfa una multiplicidad de medios de comunicacién —tales como fibra éptica que acompafia a los cables de alta tensién, radioen- laces, microondas, telefonia en sus diversas variantes, asi como diversas sefiales superpuestas a la tensidn e intensidad principales en los cables de alta tensién—, que hacen legar es- tas sefiales a potentes ordenadores en sofisticados centros de gestién de la energia, donde se elaboran las decisiones de control correspondientes, que a su vez son dirigidas a los transfor- madores que regulan las tensiones o a las plantas generadoras de electricidad, para adaptar continuamente la respuesta del sistema a las condiciones siempre cambiantes. Pero en otras ocasiones la sefial se recibe directamente en las instalaciones individuales —reguladores de los generadores, tomas de los transformadores y los innumerables dispositivos de protec- cién—, que pueden también disponer de recursos locales de célculo y ejecutan determinadas acciones de control, o simplemente desconectan las instalaciones cuando las desviaciones de las magnitudes eléctricas con respecto a sus valores habituales pueden ponerlas en peligro. 4 CAPITULO 1. LOS SISTEMAS DE ENERGIA ELECTRICA Sobrevolando més bajo, puede advertirse que el nivel de complejidad de cada una de las instalaciones es, a su vez, notable. Las subestaciones de interconexién y transformacién cuentan con sofisticados dispositivos de medida, proteccién y maniobra —en su mayor parte telemandados— que permiten modificar en forma flexible la configuracién de la subestacion ante variadas circunstancias, ya sean programadas o intempestivas. Por otro lado, las gran- des centrales de generacién eléctrica son unas instalaciones industriales complejas, dotadas de elaborados centros de control de la produccién, con los medios técnicos adecuados para convertir la correspondiente energia primaria en energia eléctrica, asf como de responder a las distintas solicitudes que el sistema eléctrico requiera para el control adecuado de la frecuencia o la tensién. Pero los diversos sistemas de supervisién y control no se basan solamente en las medidas que obtienen directamente de las diferentes magnitudes eléctricas en distintos puntos del sistema. Todo este conjunto de medidas brutas alimenta diversos modelos de célculo que las verifican y contrastan, que detectan y eliminan las que consideran erréneas, y que permiten predecir el comportamiento del sistema bajo condiciones de funcionamiento distintas de las existentes. Hay modelos que estiman la demanda en los distintos nudos de la red con minu- tos, horas, dias o meses de anticipacién. Otros determinan la generacién que daré cobertura asta demanda. Otros calculan el flujo por cada una de las I{neas y transformadores del sistema y las tensiones en los nudos de la red, bajo diversas hipétesis de funcionamiento 0 fallo de los diversos componentes, y determinan las mejores acciones a seguir en cada caso. Incluso otros examinan el comportamiento dinémico del sistema eléctrico ante diferentes tipos de perturbaciones. Algunos modelos no sélo tratan de determinar la accién de con- trol més adecuada cuando el problema ocurre, sino también anticipar la posible ocurrencia, modificando —en su caso— las condiciones de funcionamiento del sistema de forma que no sea vulnerable ante las contingencias mas probables. Excepto en las situaciones de clara emergencia, donde cualquier respuesta que permi- ta eliminar o aislar una perturbacién puede darse por buena, los mecanismos de gestién econémica y técnica de los medios de produccién tratan de compaginar la seguridad con la economfa. La inmensa mayoria del tiempo el sistema se encuentra en condiciones normales, y hay tiempo suficiente para tomar decisiones que no solamente mantienen las condiciones de seguridad, sino que son también las més econémicas. Asf, cuando la demanda crece durante el dia en forma previsible, es deseable responder con los grupos més econémicos que atin tienen capacidad sin utilizar. El objetivo es conseguir la cobertura de la curva de carga diaria con la generacién de més bajos costes variables que esté disponible. Todo lo anterior conduce a una dimensién nueva en el funcionamiento de los sistemas eléctricos. Como se explicaré més adelante, las decisiones econdmicas y de seguridad se encuentran profundamente imbricadas en todas las escalas de tiempo: desde el despacho horario de los grupos de produccién hasta la seleccién de qué grupos deben arrancar y pax rar y cudndo, pasando por la utilizacién de las reservas hidroeléctricas, la programacién del mantenimiento de los grupos y también las decisiones de inversién en nuevas instalaciones. Todas estas decisiones se toman bajo incertidumbre: respecto a la demanda futura a cu- brir, respecto a la disponibilidad de las instalaciones, respecto a los precios de los diversos ‘inputs del proceso de produccién —los combustibles en particular—, ¢ incluso respecto a la normativa regulatoria vigente en el periodo en el que la decisin se va a aplicar.

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