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KZRALLLLL LLL YOY BURGUESIA Y CAPITALISMO EN MONTERREY 1850 - 1910 i HISTORIA Mario Cerutti SAIS EIS | Gobiemo del Estado de Nuevo Ledn, a través de su Fondo Editorial, retneen la coleccién La Historia en fa Giudad del Conocimienio tanto a los autores cldsicos que han analizado tun periodo de nuestro devenir, como a quienes recientemente realizaron investigaciones de épo- ‘cas poco estudiadas, Para la publicacién de las obras se conté con el apoyo de la Universidad ‘Auténoma de Nuevo Leén, del Tecnoldgico de Monterrey, del Consejo de Ciencia y Tecnologia y de algunos de los autores quienes generosa- mente cedieron los derechos para que pudieran Negar, a través de la Secretaria de Educacién, a las escuelas y bibliotecas del estado. Esta coleccién pone al alcance de los nue- voleoneses reflexiones sobre nuestros origenes que nos permiten abrevar de las experiencias que forjaron nuestras comunidades. Las obras publi- ccadas incluyen investigaciones sobre geogratia fisica y humana, arqueologia y pintura rupestre; crénicas coloniales que recuperan las hazafias de nuestros antepasados -indigenas y coloniza- dores- en esta “tierra de guerra viva"; la historia de Nuevo Leén en la época colonial; los avatares del siglo XIX, incluyendo estudios de la invasién norteamericana; los origenes de la inclstralizacién y la formacién de capitales en el estado; y, por ltimo, una antologia sobre el desarrollo de Nuevo Ledn en el siglo XX. Creada para disirute de los nuevoleoneses, esta coleccién busca apoyar la visién humanista de los proyectos estratégicos de! Gobierno del Estado al tiempo que amplia las perspectivas de los lectores a través del conocimiento de nuestra regidn. BURGUESIA Y CAPITALISMO EN MONTERREY 1850 - 1910 couccion La Historia en la Ciudad del Conoci CCOMITE EDITORIAL DE LA COLECCION Ricardo Elizondo Elizondo Carotine Farias Campero Romeo Flores Caballero Isabel Ortega Ridaura ‘GOBIERNO EL ESTADO DE NUEVO LEON SECRETARIA DE EDUCATION FONDO EDTORAL UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEON INSTITUTO DE INVESTIGACIONES MISTORICAS DE NUEVO LEON BURGUESIA Y CAPITALISMO EN MONTERREY 1850 - 1910 y HISTORIA Mario Cerutti INL This one 84XH-EP7-L527 Ceruti, Mario Burquesia y capitalismo en Monterrey (1850-1910} / Mario Cerut. Monterrey, N.L. : Fondo Editorial de Nuevo Leén, 2006. xiv, 170 pil (Le historia en la Ciudad de! Conocimiento) ISBN: 970.9715-14-3 Economia - Historia - Siglo XIX - Monterrey, Nuevo Leon Industria - Historia - Siglo XIX - Monterrey, Nuevo Leén Empresa - Historia - Siglo XIX - Monterrey, Nuevo Leén UC: HC138 M6 2006 Dewey: 330 972 132 34 C417 DR. © Primera edicidnivas D.R. © Segunda adiciéni969 Editoriol Claves Latinoamericanas DAR. © Tercera edicién 2006 Fondo Editoriol de Nuevo Leén Coordinacién Editorial: Dominica Martine? Disefto de Portada: Eduardo Leyva Cuidado editoriel: Mogdolena Vitos ISBN 970.9715-14.3 Impreso en México FONDO EDITORIAL Oe NUEVO LEON Zorogoza 1300 ‘Ax, Universidad s/n Edificio Kelos, Nivel A2, Desp. 247 iudad Universitario CP 64000, Monterrey, Nuevo Ledn 68451, Son Nicolés de lox Garza, Nuevo Leén (81) 8346 297071 (81) 8329 4009 wow: fondoeditorialnl.gob.nve wwe von. Reservados ods los derechos. Quedo prob a rsproduccién otal o pore de est obo, por cuclavier medio procedimiamie ~incicos los elecrsricos-sin permiao excrto por pare de los tort de los derechos. INDICE GENERAL Prélogo a la tercera edicién x! Presentacién de la primera edicién ill LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL (1850-1910) Acumulacién de capitales sin produccién capitolista Mexicanos ¢ inmigrantes en Monterrey El manejo mercantil Matices de lo fose preindustrial Lo nuevo frontera y Monterrey 9) Readecuacién de funciones respecto a la flamante linea divisorio 7 SIS loo lo Ls Lo b) La Guerra de Secesin (1861-1865) 18 ¢) Frontera y comercio 21 d) El contrabondo 22 e) El indio y su desalojo de ta regién 25 Los ofios noventa: culminacién de un proceso 29 Apéndice | 3 Apéndice I 32 Apéndice Ill 34 Apéndice IV 35 Apéndice V 38 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY (1890-1910) Al Escenoriohistirico Evaristo Madero en Monterrey 45 losofos 1890-19}Q a) El Banco de Nuevo Leén 51 ) Lazos familiares 53 ¢) Vinculos empresariales 57 d)_Minerio, industria y finanzas 60 Familia y proceso 85 INDICE GENERAL POLITICA ESTATAL, INDUSTRIALIZACION Y CAPITALISMO EN MONTERREY (1890-1910) 91 Fuentes para el estudio de la politica de Reyes 9% ‘Concesiones y tipos de industrias 98 ‘Compra entre capitalistas y mercado interior 101 Industrializacién porcial y limites a la reproduccién ampliada 105 Los criterios del empresario y la accién del Estado: 108 En sitesi 2 Apéndice | 14 Apéndice I 5 EUERZA DE TRABAIO Y SALARIOS INDUSTRIALES EN MONTERREY (1890-1910) ng Crecimiento demogréfico 19 ‘Migracién interestatal 120 Alimentacién y precios 134 Un salario escase a Paz y disciplina 144 1 porto sus beneficiaries 150 Los origenes de los origenes 150 ‘Monterrey y los burguesias latinoamericanas en el siglo XIX 152 Los fértiles afios noventa SS Industria pesada y dinamizacién de la produccién capitalista 154 La diversificacién empresarial 155 Las amables y necesarias relaciones 156 Frente al Estado: necesidades, reticencios 158 Una historic cotidiane y casi secular 161 Apéndice | 163 Copyrighted material PROLOGO A LA TERCERA EDICION Ho pasado casi un cuarto de siglo desde la primera edicién de Burguesia y capitalismo en Monterrey, conjunto de articulos que Claves Latinoamericanas lanz6 como libro en 1983, casi simultaneamente con Economia de guerra y poder regional en el siglo xix." Al recordar los tiempos de la presentacién de ese volumen, escrita en 1982, no deja de impresionar cudnto se ha avanzado en México tanto en historia econémica imidos ensayos de como en los estudios sobre empresarios y empresa. Aquellos principios de los achenta, ciertamente, fueron publicados en un clima académico escasamente favorable a esta temdtica. Aunque se estaba ya en plena crisis del Estodo de Bienestar, pocos imaginaban el giro que se avecinaba en el mundo de las Ciencias Sociales respecto a lo empresa, su organizacién, su traysctaria, sus jerarquias, sus fronteras, sus mecanismos de gestion y sus agentes principales. Quizé por ello se requirieron casi diez afios mas para que en México, como en otros lugares de América Latina, los empresarios, las familias y los grupos empresariales pudieran aparecer como un objeto de estudio significativo, ol margen de las diferencias ideolégicas y polificas que solian saturar los densos debates de las décadas de los sesenta y los setenta.? Por eso no esta de mas remorcar en pleno 2006 cémo, desde los inicios de los aiios noventa, las publicaciones especializadas, las tesis de grado y los proyectos institucionales dedicados a esta temética han acentuado su presencia en México (de manera paralela a lo que ha sucedido en Brasil, Colombia, Argentina y Uruguay}. Tampoco debe extrafiar que la perspectiva y los campos de andlisis se » Le segunda edicién de Economia de guerra oparecié en el 2005, con el sello amigo del Archivo General det Estado de Nuevo Leén. ? En una América Latina con experiencias muy profundas de intervencionismo estatal, con ientos sociopoliticos que habion sustentado sus proyectos de reforma social y deson- iento econémico en uno vigoroso expansién del Estado, los estudios empresariales no podian sino provocar agrias discusiones. hayan renovado y ampliado en el cuarto de siglo posterior a la primera edicién de Burguesia y capitalismo en Monterrey. Enel caso de quien suscribe, los intereses, lineas de investigacién, proyectos y publicaciones fueron incluyendo poco a poco otros rincones del dindmico norte mexicano, o de sus aledafios: La Laguna, lo frontera del Bravo, Texas, el noroeste agricola, entre otros espacios, fueron convirliéndose en referencias otiles y dignas de indagacién. ¥ salimos un poco de ese siglo xix tan citado en el prélogo de 1983 para ingresar, con firmeza, en la historia més contempordnea; la de la sustituci6n de importaciones, la tercera revolucién tecnolégica, la globalizacién, el Tratado de Libre Comercio. No puedo ni debo, finalmente, dejar de agradecer a las instituciones que patrocinan esta tercera entrega. Tareas como las que llevan adelante el relanzamiento de estos volémenes son parte, parece obvio, de ese amable clima de reconocimiento a la investigacién académica que, desde el norte de México, se ha consumado en las Ultimas décadas. Mario Cerutti mayo de 2006 XI) PRESENTACION DE LA PRIMERA EDICION (1983) El conjunto de trabajos que se agrupan en este volumen sintetiza, en parte, la labor de investigacién que hemos realizado en Monterrey desde 1977 Emprendimos entonces una revisién sistematica de las fuentes primarias que sobre el siglo xix estan depositadas en el Archivo General del Estado de Nuevo Leén. I fue estudiar los mecanismos que dieron lugar al surgimiento y La idea inici consolidaci6n de las formas capitalistas de produccién en el noreste de México, desde el combio de frontera hasta 1910; proceso que en ese marco geografico y ‘en ese periodo tuvo como eje a Monterrey. Simultaneamente se pretendia observar, paso a paso, el nacimiento y arficulacién de su principal beneficioria: unc burguesia con base regional ~osentada en Monterrey, precisamente- que se estructurario ‘como fraccién de la moderna clase dominante mexicana en los veinte afios previos ala revolucién; empresariado que prosperé ampliamente bajo las condiciones que brindé el porfiriato y que en el siglo actual mostraria una indiscutible capacidad de desarrollo a nivel nacional. Los articulos aqui presentados han sido publicados en revistas y en memorias de los diferentes encuentros y congresos especializedos a los que hemos asistido en estos afios. Y aunque quizés ofrezcan un panorama util sobre aspectos sobresalientes del periodo en andlisis, no alcanzan seguromente o resumir la problemética vasta y compleja que fue surgiendo en el transcurso de la investigacién. Rebasando los intenciones primeras ~sin descartarlas, sino enriqueciéndolas-, el estudio de esta region del norte de México nos Ilevé a interesornes por el siglo XK en su conjunto: esa centuria de transicién entre la ruptura con el sisteme colonial y los momentos en que el capitolismo se torna hegeménico, y de cuyo conocimiento exhaustive es factible emerjan luces para interrogantes més contemporéneas. Asi, temas como le cuestién de la ecumulacién eriginarie de capital -en México, en América Latina y las posibilidades que ese fenémeno abrié para el nacimiento de una burguesia productora; la lenta configuracién de una clase social dominante, sus relaciones con el aparato productivo y con el capitalismo de los paises avanzados; la formacién de un mercado interno de caracteristicas realmente nacionales (espacio en el que actuaban sectores de esta burguesia); las vinculaciones y crisis entre poder regional y Estado nacional en estructuracién; y otros que no citamos por razones de brevedad, fueron convirtiéndose en nucleos fértiles de la indagacién. Asimismo, dejaron en evidencia dos cosas: 1. Lo indiscutible significacién que para el esclarecimiento de ese siglo -y buena parte del presente~ es capaz de asumir Ia investigacién regional volcado sobre fuentes todavia desconocidas, dormidas en los archivos de provincia, 2. Lo certeza de que centrarse en el mbito regional puede resultar decisivo desde el punto de vista metodolégico: es que el siglo XIX, estrictamente, no habria transitado una historia nacional; su peso especifico, en cambio, estaria recluido en historias de dimensiones regionales. Justamente porque atin no funcionaba, como hoy lo conocemos, un verdadero Estado-nacién. Es claro, por otro lado, que ello no fue exclusivo de México, ni de América Latina. El siglo xXx en Espafia 0 en Italia, por citar dos casos, presenté caracteristicas comparables con varios puntos comentados. Temas que, en buena medida, afloran en los trabajos aqui reunidos, pero que podrdn ser articulados y desenvueltos con més omplitud en un futuro resumen que ~esperamos- involucre generalizaciones de mayor generosidad y cierta bdsqueda tedrica. Mientras tanto, adelantamos este grupo de escritos, los que abordan los siguientes aspectos: a) La formacién de capitales en Monterrey desde los afios del cambio de frontera, los cuales serén la base de la burguesia productora que aparece hacia 1890, El seguimiento de la actividad de un ndmero reducido de comerciantes/ prestamistas/terratenientes permite visualizar los mecanismos de la acumulacién previa, sus fuentes y variantes. b) Un segundo trabajo atafte o una familia especifica, escogida entre las que prosperaron en la frontera desde 1850: la que tuvo como rector a Evaristo Madero, abuelo del jefe revolucionario de 1910. Los Madero conformaron uno de los més. destacados grupos parentales que a partir de 1890 integraron la burguesia regiomontana. Participoron en la puesta en marcha de numerosas plantas fabriles, empresas mineras y bancos. Por medio de lo sociedad anénima y el matrimonio se articularon con otras importantes familias: fue este entrelazamiento el que hizo xv emerger antes de 1910 el tronco del empresariado regiomontano. El trabajo quiza resulte itil, asimismo, para observar en detalle lo extraccién de clase del hombre que suplié a Porfirio Diaz: Francisco |. Madero. ¢) Luego se ofrece un esbozo de las politicas de apoyo que el Estado, en Nuevo Leén, brindé a la industria desde 1890, estimulo proveniente, sobre todo, de un licido gobernador porfirista: Bernardo Reyes. El establecimiento y repercusién de las grandes fundiciones -caso Unico en el subcontinente latinoamericano en esos afios-, las vinculaciones entre empresarios y gobierno, tas apreciaciones respecto a la cuestién de los mercados, los limites que el tipo de desarrollo industrial planteaba a la expansién de un mercado interno, son puntos que se discuten en este trabajo. 4) El capitalismo y su desarrollo es visto més adelante desde el dngulo de la otra clase que se configuré en el proceso: la obrera. La observacién fue planteada en términos-de lograr une impresién documentada de las condiciones de vide que tronsitabo el proletariado en el mismo momento en que el empresariado gozabo de una de sus etapas mds présperas. Las necesidades de fuerza de trabajo, las migraciones interestatales y el impacto demogréfico que se registré en Monterrey a fines de siglo también se revisan con rapidez en el cvarte articulo. Finalmente, un resumen y ciertas conclusiones que evaluamos como firmes. En Monterrey se palpa hoy que la modernizacién industrial, la diversificacion en materia de inversiones, la capacidad para establecer relaciones con el Estado (a veces amables, « veces conflictivas) y con el capital extranjero (con amabilidad més constante), es una antigua experiencia. Son tres hasta el momento los generaciones que han recortido este camino, sin contar los viejos y hébiles precursores, los de la acumulacién previa a 1890. Extrofia, por lo tanto, que lo significacién de este empresariado, de esta burguesia regional, no haya sido contabilizada en su justo peso en los estudios que sobre el desarrollo del copitalismo se han efectuado en México. Por otra parte, se detecta con nitidez que su primera fase de auge coincidié plenamente con el modelo de sociedad porfiriana: época con un arden politico rigido, en que podian combinarse la modernizacién productiva indispensable para el desenvolvimiento del capital con un severo esquema de relaciones entre clase dominante y mayorias subolternas. Por ultimo, queremos dejar sentado un agradecimiento muy sincero, pero pleno de énfosis, ala Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Auténoma xv de Nuevo Leén, casa en la que ~de manera complementaria o nuestras toreas docentes- fue posible planteor y llevar adelante estos investigaciones. Pese a la precoriedad presupuestario -tan frecvente-, no faltaron estimulos y una vision ular las cldsicas limitaciones de las instituciones amplia que lograron di acodémicas de provincia. Lo que aparece en este volumen es fruto de esa visién. Monterrey, diciembre de 1982 XVI LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL (1850-1890)" En los veinte afios previos a la revolucién mexicana, Monterrey fue asiento de un proceso de industrializacién realmente significative: su vigor y dinamismo convirtieron o esta ciudad del estado de Nuevo Ledn en el pivote econdmico de une Grea del norte de México. Ello supuso el ingreso claro de Monterrey en las formas capitalistas de produccién. Simulténeamente, posibilité la articulacién de una burguesia con base regional que desde esos aftos ha mantenido una creciente influencia en la sociedad y economia mexicanas. Le produccién industrial regiomontana comenzé a predominar abierlamente en Nuevo Leén desde los afios noventa. Proyectada hacia mercados en expansion (por un lado, el nacional; por otro, el noreamericano), aparecié como una actividad suficientemente rentable como para atraer masivamente las enormes fortunas que se habian acumulado en lo ciudad desde décadas anteriores. Antiguos y expertos comerciantes, prestamistas y terratenientes traspasaron sus caudales a la industria fabril. Un rubro que fue complementado con grandes inversiones en mineria, bancos, transportes y otros servicios, ademés de registrarse uno relativa modernizacién en los ramos agropecuario y comercial. En un mismo movimiento, asimismo, se sumé el capital proveniente del extranjero, sobre todo estadounidense, que no parece haber entrado en antagonismos todo lo contrario— con la incipiente burguesia local. En 1908, los fébricas y talleres regiomontanos generaron valores superiores en casi nueve veces a los computados en Ia agricultura, una de las tradicionales bases productivas de Nuevo Leén. En 1910, el agro alcanzé sélo el 19 por ciento * Uno version previa se publicé en Revista Mexicana de Sociologio, enero-marzo de 1982 (MARIO CERUTT de los valores gestados por !a metalurgia pesada y la siderurgia, que ya funcionaban ‘en Monterrey.” Esta relevancia no se restringia ol ambito regional. La industria de su ciudad capital le permitié a Nuevo Leén encabezar las estadisticas de ese sector a nivel nacional a principios de siglo.’ En el beneficio de metales, Monterrey no sdlo superaba lo realizado por otros estados de la republica, sino que provefa casi la cuarto parte del total producido por los restantes establecimientos de fundicion que trabajoban en México.‘ La instalacién de grandes plantas dedicadas a la metalurgia basico (cuya produccién apuntaba centralmente al mercado estadounidense), y a la siderurgia (proyectada al mercado interno}, hacfan de Monterrey un caso Unico en la América Latina de esos afios,’ particularidad que se reforzaba por el papel que el capital acumulado regionalmente jugaba en el proceso. 2 Hosta mediados de los oftos ochenta, fa produccién rural dominaba claromente el panorama econdémico de Nuevo Leén. Pero ya en 1896 Ia industria asentada en Monterrey encabezoba el monto de los valores generados en el estado: 12 900,000 pesos, frente « 4.300.000 de la agriculture. Las distoncias se incrementaron al avanzar el periodo que se cerr en 1910. En 1903, las fébricas y talleres regiomontanos registraron casi freinta y seis millones de pesos, mientras que el agro openas desbordaba los cinco millones. Cinco aftos despuss, lo industria producia cosi nueve veces més que el olro sector. En 1910, s6lo entre la metalurgia basica (dos grandes plantas) y la siderurgia (la Compatiia Fundidora de Fierro y Acero) computoron 30 400,000 pesos, en tanto que Ia agriculture llegé @ los 5 700,000. Archivo General del Estado de Nuevo Leén (AGENU, ‘Memorias de gobernadores y Correspondencia con la Secretaria de Fomento. 2 Estodisticas de 1902 indicaban que Nuevo Leén era entonces el estado que més valores producia en el plano industrial. Segin Fernando Rosenszweig, que sistematizé esos datos, en 1982, 54.7% del valor de la produccién industrial del pais se concentraba en cinco estados: Nuevo Le6n 13.5%, Distrito Federal 11.7%, México 11.2%, Veracruz 10.6%, Puebla 77%. Véase F Rosenszweig, “La industria’, en El porfiriato. Vide econdmico, México, Editorial Hermes, 1974, t.1, p. 392. El volumen integra la Historia moderna de México, que dirigid Daniel Cosio Villegas. * Sobre la base de dos grandes eslablecimientos que funcionaben en Monterrey, Nuevo Leén generd, entre 1897 y 1900, 23.1 por ciento del fotal nacional de metales beneficiados. En esos Cuatro afios Nuevo Ledn registré 68 948,271 pesos. Consiitese Antonio Pefafiel, Anuario estadistico de la Republica Mexicana, 1900, Oficina Tipogréfica de la Secretaria de Fomento, México, 1701, 1p. 313. Los dos plantas que Irabajaban en Monterrey eran la Gran Fundicién Nacional Mexicana (luego Américan Smelting and Refining Co.), de capitoles estadounidenses, y lo Comparia Minera, Fundidora y Afinadora "Monterrey", S.A., sustentada por copitales regioncles. Su puesta en marcha se debié principalmente a empresarios enriquecides durante lo etapa de acumulacién previa. Entre otros, estaban Patricio Milmo, Francisco Armendaiz, Adolfo y Onofre Zambrano, Antonio y Vicente Ferrara, Santiago Belden, Reinaldo Berardi y Juan Weber, todos figuros prominentes de la burguesia regiomontana en configuracién. AGEN, protocolo de Tomés CC. Pacheco, junio de 1960, fs. 165%.68. * Sobre lo lemprano que resulié para América Lotina el caso de la siderurgic regiomonlana véase Pedro C.M, Teichter, Revolucién econdmica e industrializocién en América Latina. Fondo de Cultura Econémica, México, 1943, p. 248 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL Este proceso era resultado de un rico entrelazamiento de circunstancias zonales, nacionales e internacionales. Ala existencia de capitales en Monterrey (concentrados en unas pocas familias, tema sobre el cual hablaremos més ampliamente), se agregaria hacia 1890 una coyuntura caracterizade por: a) El rapido avance en el tendido de los ferrocarriles, que convirtieron a Monterrey en una de las urbes mejor comunicadas del pais. b) La paralela articulacién de un mercado nacional, o cuando menos amplia- mente regional, con demandas suficientes como para que la produccién industrial capitalista mostrara excelentes perspectivas. c) Las necesidades de metales industriales no ferrosos creadas en Estados Unidos, y la oportunidad de llegar a ese mercado gracias o disposiciones aduaneras norteamericanas, sancionadas entonces, y mediante el uso del ferrocorril. d) Lo estabilidad sociopolitica impuesta por Porfirio Diaz en el orden nacional, yenel marco zonal por el general Bernardo Reyes, gobernador de Nuevo Ledn desde 1885. e) Una politica de promocién de las inversiones en general, y de las real'zadas ena industria en particular, que comienzo a regir en Nuevo Leén a través de leyes especificas promulgadas en 1888 y 1889. Centralmente, estas leyes concedian amplias exenciones impositivas y se permitian declarar de “utilidad publica” las inversiones fabriles. f)_Elarribo sistematico del capital extranjero. Este conjunto de circunstancias resultaba fortalecido por la éptima ubicacion geogrdfica de Monterrey: por una parte, en un punto fronterizo apto para acceder ~ya fuese por ferrocarril 0 por la via maritima al mercado norteamericano; por otra, en el seno de una amplia regién minera (que incluia enormes yacimientos corboniferos) que serio vigorosamente vitalizada por los establecimientos de fundicién. De este pufiado de elementos que se articulan hacia 1890, y que brindan cimientos para el surgimiento de una produccién industrial capitalista y para la conformacién de una burguesia con base regional, nos interesard en el presente trabajo mostrar ~-brevemente- las causas y protagonistas de esa acumulacién previa de capitcles seficloda al principio. MARIO CERUTTI Acumulacién de capitales sin produccién capitalista Las investigaciones que hemos efectuado en Monterrey recorrieron el periodo 1850-1910. En esos sesenta afios es factible distinguir una subetapa anterior a 1890 que guardé caracteristicas remarcables. En las cuatro décadas que transcurren entre el cambio de frontera (consecuencio de la guerra con Estados Unidos) y 1890 se formarén en Monterrey grandes foriunas. Bien puede hacerse alusién a una sensible acumula copitoles que, posteriormente, se trasladaran masivamente a la ya mencionada produccién industrial capitolisto. Son afios en los que se establece y prospera en y desde Monterrey un reducido grupo de familias que, casi sin excepciones, se articularé como burguesia a fines de siglo (por la doble via de la asociaciones multiples y de los matrimonios) Los hombres de negocios que sobresalieron en Monterrey a partir de 1850 concentraron enormes caudales por medio de mecanismos que no requirieron de la produccién capitalista, y frecuentemente sin entrar en contacto con produccién alguna. Actuaban y se enriquecian a través de! comercio en sus més variadas maneras, incursionaban en actividades especulativas, eran fuertes prestamistas, se apropiaban de vastas extensiones rurales como forma de preservar sus fortunas. Sélo de manerc tenve, esporédica, realizaban inversiones en sectores productivos, n primaria de sin alimentor la produccién en gran escola que demands e impone el capitalis mo. Nadie debe extrafiarse de ello si se tiene en cuenta la inestabilidad que ofrecian las condiciones econémicas y sociopoliticas mexicanas, en un marco en que los guerras civiles e internacionales no faltaban, Epoca en la que, en tonto, Estados Unidos recién lograbe afirmar su unidad nacional, de la que emergia como una potencia manufacturer ansiosa de entrar en vinculaciones con otras zonas de América par olimentar su formidable desarrollo, Con un mercado interior débil e inconexo, sin medios de transporte que ligaran eficazmente las diferentes dreas productoras y acercaran los mercados locales dispersos y los posibles nuevos mercados externos, con una inestabilidad politica generalizada en el pais y en la misma regién, con una amplia superficie del territorio nacional saliendo o ingresando en guerras civiles ¢ internacionales, con gruesos contingentes indigenas y con bandoleros obturando los caminos por los que debian circular mercanclas y fuerza de trabajo, con potenciales asalariados retenidos en las haciendas 0 utilizados para las contiendas militares o en las batallas contra el aborigen, y con una economic internacional que aun no LA FORMACION DEL CAPITAL PREINOUSTRIAL alcanzaba a modelar las necesidades que surgirian con la fase monopélica del capital -especialmente en Estados Unidos-, la inversion en la produccion capitalista (que exige mercados seguros y en expansién, comunicaciones relativomente eficientes y trabajadores que puedan migrar libre y rapidamente} no significaba un negocio apetecible. En este contexto, la absorcién centralizada de recursos monetorios, de excedentes convertidos en dinero, ofrecié como via efectiva para su reproduccién el comercio (local, regional, con el exterior), tanto en sus formas legales como en los dmbitos més clandestinos pero visibles del contrabando. Pero junto con ello, en un mismo movimiento, el gran comerciante se sintié capacitado para operar como usufructuario de la deuda estatal (especulando con bones y créditos gubernamentales); como acaparador de fierras en escala considerable (ya fuere de aquellas de las que se iba expulsando el rebelde indigena que recorria el noreste de México, o de las que ~con las leyes de Reforma- entraban en el mercado}; como financista de productores rurales (hecho repetido desde 1870, por ejemplo, con los agricultores algodoneros de La Laguna) y de mercaderes de menor envergadura; como personaje ubicuo y aprovechado de las modificaciones que se registraban en las politicos aduaneras. Su fortaleza, en ascenso, le permitié no sdlo soportar las repetidas situaciones criticas de estas décadas dificiles, sino también utilizarlas pora proseguir su captacién de pequefias y medianas fortunas, dispersas entre comerciantes y agricultores de limitada capacidad econdmica. Todas éstas fueron herramientas de acumulacién primaria bastante nales, en la América Latina del siglo xix. Y podria sefialarse que las condiciones histéricas que transitaban lo nacién mexicana y la economia mundial en las décadas previas a 1890 hicieron operar a estos individuos de manera parecida a la que lo hicieron burgueses de otras latitudes en la fase de acumulacién originaria de capital, aquella en la que se construyen los elementos indispensables para lo estructuracién del sistema productive capitalista. Debe entenderse que aqui capital no equivale a relacién social en el sentido que Marx emple6 al referirse a la produccién capitalista. Y eso tiene coherencia: el burgués aparece antes que este tipo de produccién. Es justamente el personoje encargado de realizar histéricamente la acumulacién originoria, que luego convergeré -en coyunturas determinadas- a la produccién capitalista. generolizadas, con sus variantes na ‘MARIO CERUTT. Este burgués no productive modificaré sus métodos de acumulacién de capital cuando un nuevo contexto historico (que él mismo pudo contribuir a gestar) resulte propicio para lanzarse a la produccién en escalo de mercancias. La razén parece notoria: en esta distinta actividad espera incrementar sus ganancias y reproducir de manera expansiva su capital. En Monterrey, esa coyuntura histérica se presenta hacia 1890. Y en el eje de esa coyuntura, a diferencia de lo que sucede en otras regiones latinoamericanas (que se especializon en la produccién de materias primos para abastecer el mercado mundial), estaré la industria capitalista. Industria que, ademas, tendré como elemento vertebral la produccién pesada destinado al consumo productivo: es decir, la produccién de bienes del sector |. Mexicanos e inmigrantes en Monterrey Eneste proceso de acumulacién previa de capitales parficiparon con similar eficacia burgueses mexicanos y no mexicanos. En lineas generales, no se insinuaron diferencias estructurales -en cuanto a la capacidad y posibilidad de insertarse en labores que conducian a la configuracién de grandes fortunas- entre nacionales e inmigrantes, Metodolégicamente estimamos més correcto tratar al conjunto de individuos que se enriquecen en Monterrey como agentes socioeconémicos que asumen la practice caracteristica del hombre burgués en periodos de acumulacién originaria, que hacerlo desde un enfoque que los diferencie por sus raices nacionales. Ello es planteable también porque, al cabo de varias décadas, esos capitales (y sus duefios) terminan por articularse en poderosas sociedades anénimas que serén lo base del auge industrial, de la puesta en marcha de bancos y decenas de compafias mineras. Para 1900 resultaré dificil sostener que los capitales acumulados desde medio siglo atrds por antiguos inmigrantes alemanes, espaitoles, irlandeses © italionos, son extranjeros. Por su origen y -sobre todo- por su crecimiento, puede considerarselos basicamente regionales, a la par de lo acumulado por burgueses mexicanos. En los pérrafos siguientes presentoremos sintéticamente ciertos matices que caracterizaron el desempefio de cuatro grupos familiares prominentes del Monterrey prefabril. Dos de los nucleos seleccionados tuvieron como cabeza a inmigrantes: Patricio Milmo, irlandés, y los hermanos Herndéndez (con su figura LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL primera, Mariano), espafioles. Junto con ellos, y para que puedan perfilarse las numerosas similitudes en cuanto a funcionamiento empresarial, dos familias mexicanas, cuyos pioneros fueron Evaristo Madero (abvelo del jefe revolucionario de 1910) y Gregorio Zambrano. Aun cuando Patricio Milmo, los hermanos Hernéndez, Evaristo Madero y Gregorio Zambrano y sus hijos mostraron aristas que secundariamente podrian distinguirlos, es notorio que -en todos los casos- el comercio resulté un pilar fundamental (al menos en las fases inicioles del subperiodo 1850-1890). Ya en los afios cincuenta del siglo pasado esos miembros de la embrionaria burguesia regiomontana contaban con una base econémica suficientemente sdlida como para lanzarse a operaciones mercantiles significativas. Y con respecto a los europeos conviene informar lo siguiente: Patricio Milmo® arribé a Monterrey en 1849, Poseedor de cierta experiencia comercial, su relativa prominencia socioeconédmica en los afios cincuenta se infiere de la rapidez con que se vinculé al intercambio con el exterior. Pero sin duda la muestra clara de su relevancia en Monterrey fue el hecho de que contrajero matrimonio con la hija del ya poderoso gobernador de Nuevo Leén, Santiago Vidaurri, en 1857. De esta unién Milmo logré extraer cuantiosos dividendos, especialmente en los afios en que se protagonizé la Guerra de Secesién estadounidense. Mariano Hernandez’ ya aparece como comerciante de peso en 1854, luego de desempefiarse como empleado de una caso mercantil en Monterrey. A mediados de la década se lo detecta asociado en empresos mineras que incluyen otros negociantes destacados y a militares de alta graduacién y significacién polifica.* Lo integracién de sus hermanos Estanislao y José Maria (también espafioles) le facilitaré montar desde principios de los afios sesenta un centro de # Milmo nacié en la parroquic de Ballysodore, condado de Higo, el 27 de septiembre detszs, Ello significa que llegé a Monterrey con 23 afos de edad. Sus padres fueron Dermott Milmo y Sara O'Dowd. acent, protocol de Anastasio Trevifio, marzo de 1899, fs. 141-154 ” Mariano Hernandez y Luengas y sus hermanos eran originarios de Villaverde de Trucios, ‘entonces provincia de Santander. Mariano habia arribado a Monterrey alrededor de 1850 luego de pasor por La Habana (donde se desempeé tombién como empleado comercial y, fugazmente, por Nueva Orledns, M. Hernéndez Mendirichaga, Notas sobre la actuacién de la sociedad ‘mercantil Sucesores de Herndndez Hermanos, Monterrey, 1855-1943, Monterrey, diciembre de 1945, pp. 1 2. Otros datos, en acént, protocolo de Pablo Borrego, septiembre de 1877, fs. 194v-7v. * AGEN, protocolos de Bartolomé Garcia, abril de 1854, fS. 114-118, y noviembre de 1854. fs, 335.338. MARIO CERUTTI operaciones con ramificaciones por buena parte del norte de México, Europa y Estados Unidos. Junto con Gregorio Zambrano y otros dos importantes mercaderes de origen hispénico -Valentin Rivero y Pedro Calderén-, contribuyé en 1854.0 poner en marcha la primer fabrica textil de envergadura que hubo en el estado: La Fama de Nuevo Leén.? Los hombres de negocios que actuaron desde Monterrey traficaban con una vasta regin: normalmente involucraban los estados de Nuevo Leén, Tamaulipas, Durango, Chihuahua, Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosi. Sus lazos se extendian aunque con menor fluidez~ hacia la ciudad de México, Guanajuato, Morelia, Aguascalientes y otros puntos del pais. En el apéndice I brindamos una lista de poblaciones y ciudades —incompleta, sin duda- con las que mantenia contacto entre 1850 y 1885. Sus movimientos comerciales, ya se menciond, incluian el intercambio internacional. Fueron importantes introductores de articulos ingleses y fronceses hasta los afios ochenta. Desde entonces, el trafico con los Estados Unidos pasé a asumir una posicién tendencialmente hegeménica. Las crisis que frecuentemente perturbaban el trafico mercantil (por causas muy diversas}, y los inconvenientes ldgicos de una époce de comunicaciones pésimas, con caminos muchas veces obturades por indigenas y bandoleros, no parecen haberlos afectado demasiado. Por el contrario, en todos los casos se mostraron con la habilidad suficiente como para emerger con gran poderio econémico de estas décadas dificiles e inestables. El manejo mercantil Mariano Hernéndez y sus hermanos fueron, sucesivamente, duefios y asociados (luego de la primera casa, que dirigié Mariano desde mediados de la década de los cincuenta) de los establecimientos Hernandez Hermanos y Cia., de Monterrey, fundada en 1861; Hernéndez Hermanos y Cia., de Matamoros, que funcioné hosta julio de 1866; Hernéndez Hermanos y Cia., Sociedad en Comandita, que en Matamoros reemplazé a la anterior en 1867 y que incluia oficinas en Brownsville; Hernandez Hermanos Sucesores, que comenzé a operar en Monterrey en 1871, * Lo escritura de fundacién de esta empresa en AGEL, protocolo de Bartolomé Garcia, junio de 1984, fs. 198y-200¥. LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL y fue reestructurada en 1877; Hernéndez Hermanos Sucesores, sucursal Villa Lerdo (Durango), que se desenvuelve por los arios setenta; Tomés Mendirichaga y Ulaguno, asociada en Nuevo Laredo, que es ubicada trabajando en los afios ochenta; y la sucursal Saltillo, que es vendida en 1880. Lo casa Hernandez Hermanos Sucesores pasé a denominarse Sucesores de Hernandez Hermanos en 1894, y continuaba con una préspero actividad en Monterrey a fines de siglo.'? En cuanto a Milmo, comercié desde Monterrey a través de la casa Patricio Milmo y Cia., reestructurada en diversas ocasiones. En 1864 tenia sucursales en Matamoros (sobre el golfo de México) y en Piedras Negras (en Coahuila, frontera con Texas), punto éste que resullé una de las grandes bases del tréfico con el Sur confederado durante la Guerra de Secesién. El gobernador Santiago Vidaurri habia unificado en 1856 los estados de Nuevo Leén y Coahuila, y estimuld con los secesionistos norteamericanos un fructifero intercambio. Milmo, yerno del gobernador, fue uno de los comerciantes més beneficiodos por esta coyuntura." Milmo parece haber participado desde el principio en el jugoso circuito mercantil que tenia a Monterrey como uno de sus vértices fundamentales. Sus importaciones de algodén eran complementadas, en sentido inverso, con sus entregas de cereales y harinas. Su influencia llegé a ser considerable. En diciembre de 1863, por ejemplo, disgustado porque los surefios no le habia pogado ciertas deudas en los plazos estipulados, amenazé con “embargar todos los algodones y efectos de la Confederacién que estén en camino para [San Antonio], o de esta ciudad, asi como en Piedras Negras”. Todo lo que embargase ~agregabo- seria retenido hasta que se le transfiriere algodén equivalente a 498,984 libras de harina, en Piedras Negras.'? Es claro que Milmo podia imponer estas condiciones porque detrés suyo estaba el poder de Santiago Vidaurri, a lo que se sumaba las excelentes relaciones que Evaristo Madero -por entonces residente en Rio Grande, Coahuila, y ya avezado *° Sobre los citadas casos mercantiles, AGENt, protocolo de Tomés C. Pacheco, noviembre de 1861, {s, 248.280; febrero de 1867, fs. 4%-4sv; marzo de 1867, fs. 5.88; y abril de 1899, fs. $5.56, Tombién, protocolos de Pablo Borrego, septiembre de 1877, fs. 1944.97; y noviembre de 1800, fs. 64.70. Asimismo, M. Hernéndez Mendirichoga, op. cit., p. 2. "El desenvolvimiento empresarial de Milmo es descrito en Cerutti, “Patricio Milmo, empresario regiomontano del siglo xx. En torno @ la acumulacion de copitales en Monterrey”, en Ciro Cardese (coordinader), Formacién y desarrollo de fa burguesia en México. Siglo x1, México, Siglo »1 Editores, 1978. " AGeNL, Correspondencia de Sontiogo Vidaurri, carta 7 798, MARIO CERUTT traficante- mantenia con los del Sur. Madero, Vidaurri y Milmo parecen haber conformado un eficaz equipo comercial durante la Guerra de Secesin, segén puede inferirse de la correspondencia que el gobernador y Madero sostuvieron en aquellos aos. Las actividades de Milmo en el plano mercantil se prolongaron por medio de su hermano Daniel (también irlandés}, que desde 1869 dirigié a caso Daniel Milmo y Cia. junto con su compatriota Santiago Belden. La firma pasé a desenvolverse paralelamente en Ciudad Guerrero, Tamaulipas, entre 1874 y 1878." Pero para fines de la década los Milmo apuntan hacia Loredo-Texas, previendo seguramente el auge que traeré Ia Ilegada del ferrocorril. Alli constituirén el Milmo National Bank, que en los ochenta era el punto de contacto financiero entre esa familia y los Estados Unidos. En fin, hacia 1895 se integra la casa Patricio Milmo e Hijos, en Monterrey, que trabajaria en el comercio, funcioné como casa bancaria e impulsé distintos explotaciones agropecuarias (en la zona fronteriza) hasta la muerte del jefe de! nucleo parental, en 1899." Un panorama andlogo se ha recogido de los Zambrano. La casa del fundador del poderio familiar, Gregorio, operaba en Ia capital de Nuevo Leén ya en 1852. Antes de fallecer, sus hijos Eduardo y Emilio instalaron la firma Zambrano Hnos. y Cia., reestructurada en 1865 al agregarse como socio Jests Gonzalez Trevirio, hermano politico de aquéllos y componente de otra distinguida familia. Gonzalez Trevitio marcharé a Chihuahua y en 1870 fundard otra casa mercantil, que llevaré su nombre. En 1874, ya fallecido Gregorio Zambrano, en esta compafia de Chihuahuo habra modificaciones y se denominaré J. Gonzélez Trevifio y Hnos. Por otro lado, administraré una sucursa! en Villa Lerdo (Durango) desde 1880.'> La sociedad Zambrano Hnos. y Cia., con algunos cambios, proseguird su accionar en Monterrey en la década de los ochenta sobre la base de Eduardo Zambrano y Gonzélez Trevifio. Emilio, por su lado, marcharé a Matamoros de La Laguna (Coahuila), donde conducird la casa Emilio Zambrano e Hijo. En 1882 un, nuevo Zambrano ingresé al comercio: Adolfo, quien en los afios noventa se convertiré en uno de los més dindmicos industriales de Monterrey. Se asocié en el > AGEN, protocolos de Pablo Borrego, diciembre de 1874, fs. 254.255v; y enero de 1878, fs. 10.11 * La constitucién de Patricio Milmo e Hijos, con un capital mayor 4 los 600 mil pesos, quedd registrada en Anastasio Trevifio, noviembre de 1895, fs. 262.766. * AGEN, protocolos de Bartolomé Garcia, agosto de 1852, fs. 238-240v; de Tomés C. Pacheco, febrero de 1825, fs. 66-88; de Poblo Borrego, mayo de 1874, fs. Sivsv; y de Francisco Garcia del Corral, mayo de 1881, fs. 27.28. 10 (A FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL ‘afe citado con italianos en la firma Reinaldo Berardi y Cf. Otros des hermanos, Onofre e Ildefonso, componen en 1885 la raz6n social Onofre Zambrano y Hnos.,"* en Monterrey. Evaristo Madero, por su lado, fue el constructor de una inmensa fortuna, multiplicada por la actividad de sus numerosos hijos: entre éstos sobresalié Francisco Madero, padre de quien se lanzaria a la revolucién antiporfirista. Parece bastante notorio el hecho de que Evaristo Madero logré opuntalarse como empresario gracias a lo que realizé en y desde Monterrey, donde residié entre 1864 y los afios iniciales de la década siguiente. Durante este lapso, Madero se convierte en uno de los grandes comerciantes que en Nuevo Leén logran efectuar una acumulacién de capital realmente significativa. Pero a excepcidn de los anteriores, en los cincuenta estuvo instalado en Villa de Guerrero (0 Rio Grande, en el norte de Coahuila), punto fronterizo con Estados Unidos, en las cercanias de Piedras Negras. Era ya un comerciante conectado con Texas, ademas de propietario de tierras y ganado. Buen amigo de Vidaurrie integrante de la legislatura de Nuevo Leén-Coahvila en 1857, Madero usufructué ostensiblemente la coyuntura de la Guerra de Secesién. En enero de 1865 fundé en Monterrey la firma Madero y Cia., que fue el eje sobre el cual giraron los negocios de la fomilia durante un cuarto de siglo.'” Asociado con Lorenzo Gonzélez Trevifio, su yerno, oporté una suma que oscilaba entre los 140 y 150 mil pesos. A partir de la puesta en marcha de Madero y Cia., su posicién econdmica se consolido visiblemente. Comercio, préstomos y una lenta pero firme proyeccién hacia sectores productivos matizarén sus actividades, en los que no estuvieron ausentes la adquisicién de tierras y ciertos sucesos en los cuales se lo involucré como presunto beneficiario del contrabando."* En diciembre de 1869 adquiere en Parras (Coahuila) la hacienda “El Rosario”, que desde la décado siguiente seré el centro de operaciones. Madero y Cia. se hard cargo de la Fabrica textil La Estrella, lo que implicard, desde alli, un cada % AGENL, protocolos de Anastasio Treviio, mayo de 1893, fs, 165.-168v; de Francisco Garcia del Corral, agosto de 1882, fs, esy-s6v; y de Tomés C, Pacheco, enero de 1885, fs, 4-6 ¥ AGENL, protocolo de Tomds C. Pacheco, enero de 1855, fs. 57. * Un anélisis y descripcién del desarrollo y dimensién de fa capacidad econémico de fa fomilia Madero lo hemos efectuado en “Los Madero en ia economia de Monterrey (1890.1910)", inciuido en este volumen, vl ‘MARIO CERUTTI vez més acentuado posaije de capitales hacia la produccién por parte de Evaristo Madero. En 1872, Madero y Cia. se asienta definitivamente en Porras: comercio, industria textil ierras fértiles y bien regadas y vitivinicultura mulfiplicaran en forma vigorosa su capacidad econémica. En 1892 los Madero retornardn o Monterrey. Con la implementacién del Banco de Nuevo Leén se reintegrarian al empresariado regiomontano y participarian en numerosos inversiones fabriles y mineras. Matices de la fase preindustrial Pueden sefialarse otros aspectos relevantes al estudiar el desarrollo de estos burgueses -tanto inmigrantes como mexicanos— durante el subperiodo 1850-1890, en el que adn no se lanzon de manera sostenida, sisterndtica, a la produccién capitalista. Es visible, en primer término, que procuraban estar en permanente vinculacién con las franjas de frontera con Estados Unidos y con puntos portuarios. En las épocas més antiguas, fue Matamoros el lugar que més les interesé para el tréfico internacional, debido a que Europe se destacaba como centro principal para la importacién. Desde 1880 hay un vuelco hacia Laredo: por el arribo del ferrocarril y porque Estados Unidos comenzé por entonces una etapa de expansién comercial externa, por lo menos con respecto a México. Estas ligas con lugares fronterizos se manifestaban ya fuere con el establecimiento directo de sucursales, yo por medio de agentes o semiasociades que funcionaban como intermediarios. En segundo lugar, a nivel de la regién, se detecta una creciente conexién con la zona lagunera, productora de algodén, que regada por el rio Nazas se ubica entre Durango y Coahuila. Hacia alli apuntan sus miras estos comerciantes- prestamistas cosi sin excepcién cuando transcurren los afios setenta; fendémeno que debe enmarcarse con las demandas de Ia industria text nacional en general y con lo de Monterray en particular. Nuestros hombres de negocios no sdlo comprarén la fibra citada en La Laguna. Se convertirén simultaneamente en proveedores de mercancias y en financistos sostenidos de los productores de la regién, que sumardn fuertes deudas con los regiomontanos. En las fuentes investigadas se repiten los casos en que agricultores de La Laguna aparecen en situacin poco ventojosa y son obligados a través de contratos minuciosos a proveer exclusivamente su materia prima a los comerciontes de Monterrey, y 0 adquirirles, también de manera exclusiva, 12 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL todo tipo de articulos. En el apéndice II presentamos, sintetizados, algunos contratos entre ambas partes. ‘Mas aun: desde Monterrey se comenzarén a tomar posesién de parte de las fériles tierras laguneras. Evaristo Madero y sus hijos, como en otras cosas, serén pioneros de esta proyeccién. Un heredero de la familia Hernandez coment este tipo de situaciones: La actuacién de nuestra casa en La Laguno fue de mucha importancia, como lo prueba el hecho de haber sido de las primeras firmas en implantar el negocio de refaccién a los agricultores. Entre las fincas refaccionadas por ella, podemos citar -sin que fuera la totalidad-, los haciendas de Son Alberto, San Esteban, Lo Gloria, El Porvenir, San Lorenzo, San Fernando, Sacramento y La Concordia. Algunas de ellas fueron personalmente administradas por uno de nuestros socios. Los Herndndez formaron en 1886 la sociedad Hernandez y Arocena, que compré 1a hacienda “Santa Teresa”, con una extensién mayor a las cien mil hectéreas. Para adaptarla al cultivo de algodén se invirtieron 400,000 pesos."? Lo zona lagunera fue también, desde fines de los ochenta, asiento de inversionistos industriales regiomontanos. El caso més significativo fue La Esperanza, fabrica que elaboraba derivados de la semilla de algodén, como. aceites y jabones, y que logré en poco tiempo un desarrollo notable. Entre sus principales accionistas figuraron Patricio Milmo, los Hernéndez y Francisco Belden, otro sobresaliente empresario de Monterrey.” Estos grandes comerciantes, ademés, parecian ser los Unicos con capacidad para mantener en su poder dinero liquido, posibilidad derivada de la funcién que protagonizaban en el dmbito econémico anterior a 1890. Por eso es que, en su mayoria, sumarén a su actividad mercantil la de prestomistas, como ya se ha visto en lo que atofe a la comarca lagunera Poco a poco, inclusive, montarén casas pora-bancarias, como sucedia con Milmo. Sus posturas de prestamistas, en clara actitud especulativa, les aseguraré ”° M. Hernéndez Mendirichaga, op. cit., pp. 5y 6. % acent, protocolo de Tomas C. Pacheco, junio de 1887, fs. s4esev. Esto firma se convertirio posteriormente en la Compaiiia Industrial Jabonera de La Laguna, S.A.,.a la que se incorporarfan miembros de la familia Madero y en la que se asociarian empresarios de Chihuchua, ‘especialmente integrantes del poderoso grupo Terrazas. Sobre la trayectoria de La Esperanza, M. Hernéndez Mendirichago, op. cit., pp. 9 ¥ 10 13 MARIO CERUTT la reproduccién de sus fortunas, los consolidaré en su, funcién de mercaderes, los llevaré por momentos a vigilar la produccién dirigida por otros (caso también frecuente con los agricultores algodoneros), y hasta les abriré el camino para quedarse con tierras, en muchas oportunidades hipotecadas como garantia de los créditos ofrecidos. Desde Monterrey cubrirn, con este mecanismo, una densa érea: se anticiparén asi ala labor que desenvolverdn los bancos en ia década de los noventa. Ademds, les hard factible trabajar como intermediarios en transacciones financieras con el exterior. De los Hernéndez se recuerda: En tiempo en que las organizaciones bancarias no operaban por estas regiones, se ocupé la casa de estas actividades, atendiendo el préstamo a plazo fijo o en cuenta corriente, descuentos y cambios sobre ciertos plazas de los Estados Unidos, Inglaterra, Espofia, Francia y Alemania. Ain después de establecidos aqui los bancos locales continuamos sirviendo nuestras propios necesidades de importacién y exportacién.?! Patricio Milmo, por medio de su Milmo Nacional Bank de Texas, cumplia similares operaciones Wernacionales. Comercio y préstomos fueron complementados con la adquisicién de tierras. Milmo resulté sin duda el mds relevante en este rubro entre los empresarios investigados, pero no fueron ajenos @ esa vocacién los Hernéndez, ni los Zambrano, ni Evaristo Madero. Sobre el irlandés habria que remarcar que después de la guerra contra la intervencién francesa -y tal vez como consecuencia de las represalias que el gobierno de Benito Juarez adopté en su contra- su accionar se orienté resueltamente ala apropiacién de tierras en vasta escala, mientras que el rubro financiero pasé a ‘ocupar un papel creciente. Ello no descarté, por cierto, su contiauidad como comerciante de envergadura. Entre 1867 y los afios noventa Milmo articulé un verdadero imperio con sus fierras diseminadas por Nuevo Leén, Tamaulipas y Coahuila. La gonaderia representé una de las actividades principales, pero hacia los afios ochenta comienza a.acentuarse la explotacién del carbén. Lo demanda de este combustible mineral * Ibid. p. 5 4 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL se incrementé sensiblemente por los ferrocarriles -que cruzaban las haciendas de Milmo en Coahuila, instalaban ramales y estaciones complementarias-, y luego ” por los grandes establecimientos de fundicién que se levantaron en Monterrey. En el apéndice Ill se mencionan las propiedades que figuraban en el inventari de bienes de Milmo luego de morir. El control y la tendencia a la utilizacién productivo de la tierra debe contorse entre las preocupaciones salientes de esta burguesia en configuracién. En las criticas circunstancias de los afios previos a 1890, resultaba un eficaz medio de preservar fortunas. En la medida que el mercado interior fue articuléndose con mayor solidez, que se ordené el pais social, politica y juridicamente, que se tendieron vias de comunicacién mas eficientes, que se terminé de expulsar al indigeno del noreste mexicano y que se mercantilizaron mas ampliamente las ‘economias nacional y regional, las enormes superficies apropiades se utilizaron con criterios productivos (inclusive capitalistas), tanto en el rubro agropecuario como ena explotacién del subsuelo. ‘Un punto final que deseamos comentar en este brevisimo resumen es el atinente a la escasa tendencia a Ia asociacién que se manifestaba entre los grandes comerciantes-prestamistas-terratenientes por estas décadas. Ello probablemente derivé de la también infrecuente tendencia a invertir en sectores productivos tales como la industria fabril y la mineria Los condiciones generales de la economia mexicana -y de la regional- no resultoban demasiado propicias para lanzarse a empresas que emergian como muy arriesgadas. Los enriquecidos mercaderes preferian, por lo tanto, desenvolverse en dreas que podian enfrentarse aislodamente, sin que se requiriese la centralizacién de capitales. Fueron limitodas las oportunidades -entre 1850 y 1885- en que los encontramos asociados, y menos aun las ocasiones en que se desenvuelven conjuntamente en industria y mineria. Los casos de mayor interés se manifestaron particularmente » La trascendencio que en el plane regionol asumieron las grandes plantas de fundicién (metolurgia pesado y siderurgio), instaladas en Monterrey @ partir de 1890, se verifica no sélo or los capitales que requirieron, por fa tecnologia empleada y por |o fuerza de trabajo que ‘ocuparon, sino también por el dinamismo que provocaron en cuanto compradoras de mercancias El carbén era s6lo un ejemplo de la ampliacién del mercado regional generado por el funcionamiento de este tipo de indusirias. €! temo ha sido tratado en mi trabajo “Division copitalisto de la produccién, indusirias y mercado interior. Un estudio regional: Monterrey (1890.1910)", incluido en Mario Ceruiti (coordinador), México en el siglo xx. Cinco procesos regionoles, México, Claves Latinoamericanas,1985 15. MARIO CERUTT en la manufactura textil, que por si no alcanzé a dinamizar la economia regional como lo harion, verbigracia, las metalurgias desde 1890, Se mencioné més arriba que en 1854 fue constitvida la fabrica de hilados y tejidos Lo Fama de Nuevo Leén. Demands un copital de arranque de 75,000 pesos, logrado por la unién de Mariano Hernandez, Gregorio Zambrano, Volentin Rivero y Pedro Calderén (antecesor de algunos de los fundadores de Cerveceria Cuauhtémoc). En 1871 se estructura otra sociedad text acciones, que cubrieron una inversién de 50,000 pesos, se distribuyeron entre Gregorio Zambrano, Zambrano Hnos. y Cia. y Valentin Rivero.” Los hermanos Herndndez aparecen en cierta actividad minera ya en 1854, en Villa de Garcia y Villaldama, Nuevo Leén. En 1868 se asocian Evaristo Madero, Zambrano Hnos., Rodolfo Dresel (de origen aleman}, Juan Weber (alemén con nacionalidad estadounidense), y otros conspicuos negociontes de Monterrey, para incentivar el funcionamiento de una compafiia restauradora que trabajaba en el mineral de Charcas. Los Zambrano, por su lado, conducian desde 1858 una fabrica de azucar y licores -La Constoncia-, en la que ubicamos a otros personajes de mediana significacién en Monterrey. Pero todos estos no resultan sino ejemplos muy débiles ante el vigor de las actividades antes resefiadas. Si bien por esto via se lograba cierta acumulacién de capital -y Evaristo Madero porecié ser, desde Parras, quien més avanzé en este tipo de inversiones productivas- era indudable que no surgia como el sendero mas fructifero. Habré que aguardar hasta la década final del siglo para observar un cambio radical en los criterios de empleo de las fortunas edificadas entre 1850 y 1890. Al alterarse ciertas condiciones y plantearse por ello una coyuntura propicia, los precavidos burgueses de los afios previos a 1890 se lanzarén a proyectos diferentes, en los cuales destacarén vertebralmente los relativos a Ia industria fabril y la mineria, pero que incluirén bancos, transportes y una relativa modernizacién agropecuaria. pondré en marcha El Porvenir. Las 2 La constitucién de Ei Porvenir esté en AGEN, protocolo de Tomés C. Pacheco, marzo de 1871, fs. «7-44 2 AGENL, protocolos de Tomés C. Pacheco, noviembre de 1868, fs. 385-354; y de Pablo Borrego, julio de 1875, fs. 151-133, 16 UA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL Entonces, y ante lo cuantioso de las inversiones que demandardn las nuevas empresas, la centralizacién de capitales ~via sociedades anénimas- sera un fenémeno repetido. La nueva frontera y Monterrey Esfimamos oportuno puntualizar la significacién que tuvo para Monterrey y sus comerciantes la nueva frontera, establecida en 1848 como producto de la guerra con Estados Unidos. Muchos detalles indican que su ubicacién en una zona de frontera y la cercania con aquel pais coadyuvaron a que en Monterrey y la region aledafa se alimentara y acelerara un proceso que desembocé en Ia instauracion de mecanismos capitalistas de produccién y en el surgimiento de un interesante brote industrial. Esta influencia se expresé sensiblemente durante todo el periodo que va de 1850 a 1910. En este trabajo slo mencionaremos los elementos més destacados de la subetapa 1850-1890. Los fenémenos que evaluomos como inevitables de sefialar, desde el punto de vista del peso que la frontera tuvo para esta compleja e inestable fase de acumulacién primaria de capitales en Monterrey, son: @) Readecuacién de funciones respecto a la flamante linea divisoria Superados los problemas creados por la imposicién de una nueva frontera, que aproximé abruptomente la produccién y el mercado norteamericanos a lo que hoy es el noreste de México, Monterrey comenzé a cumplir funciones que respondian a dicha situacién. Esta readecuacién se advierte con mayor precisién durante los aftos que goberné Santiago Vidaurri, entre 1855 y 1864. Fue éste un decenio en el que la inestabilidad politica nacional llegé a uno de sus picos: se transitaron las guerras de Reforma y la lucha contra la intervencién francesa, sin que atin hubieran desaparecido las secuelas de la anterior incursién norleamericano. No debe extrofar, pues, que en la alejada frontera del noreste surgiera un caudillo con firmes tendencias autonomistas al cual el poder central debla tolerarle ciertas, prerrogativas. Esto se percibe en el caso de los ingresos advanales y en las medidas que Vidaurri, sin consultor demasiado, implementé con respecto a la frontera con Estados Unidos. Dispuso que las recaudaciones de las aduanas de su zono de 7 MARIO CERUTTI influencia quedaran en Monterrey, y para construir un més eficaz sistema de recoleccién de recursos habilité seis puertos fronterizos en los estados del norte, como denominaba a Coahuila, Tamaulipas y Nuevo Leén.25 Este jefe militar y politico aseguraba que si no poseia y manejaba los ingresos aduanoles no podia sostener al Ejército del Norte, del cual era comandante. Sus s fueron reforzadas por los derechos diferenciales que impuso en el noreste, los cuales permitian la importacién y exportacién con menores recargos que los que las mismas mercancias soportaban en otras aduanas de México. En las importaciones disminuyd en un 40 por ciento los impuestos. El comercio, asi, recibié un sélido incentivo y Monterrey tendié a centralizar en buena parte la distribucién de productos extranjeros, ademds de concentrar los dineros provenientes de las aduanas.”* Aunque Vidaurri nunca pudo controlar firmemente Tamaulipas, en febrero de 1856 logré unificar en un solo estado a Nuevo Leén y Coahuila y explotar jugosamente el trafico internacional. Sobre todo, preparé las condiciones locales para que Monterrey aprovechara fructiferamente una coyuntura que los historiadores de lo ciudad han evaluado, en general, como muy importante para la acumulacién primaria de capitales: la Guerra de Secesién norteamericona. b) Lo Guerra de Secesién (1861-1865) La guerra civil estadounidense confirmaria de qué manera la cercania de la frontera podia operar como elemento dinamizador del trafico mercantil y de uno eventual formacién de capitales en Monterrey. Es conocido que los plantadores del sur norteamericano, escindidos de su Estado-nacién en 1861, fueron obligados a retroceder luego de los avances iniciales de sus tropas. El norte industrial, dotado de una de las mds poderosas flotas del mundo, cercé la parte meridional y bloqueé sus puertos. El producto principal del sur, el algodén —que representaba més del sesenta por ciento de las exportaciones del pais-, tuvo serias dificultades para salir hacia sus mercados externos 2 acent, Circulares, 1885-1856, 24 de agosto de 1855; y Gobernadores, minulas, 1885, 4 de octubre. 2 Los disposiciones iniciales de Vidaurri en este sentido parecen ser del 22 de agosto de 1855, cuando pone en vigencia las reformas al Arancel de Aduanas Maritimas y Fronterizas del 1° de junio de 18s3 (AGEN, Ef Restaurador de lo Libertad. Periédico oficial del gobierno del estado libre y soberano de Nuevo Leén, 8 de septiembre de 1885.) 18 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL fundomentales: Inglaterra y Francia. Tampoco resultabs fécil pora los duefios de esclavos obtener armas, monutacturas diversas y alimentos. La alternativa fue traficar por el noreste de México. Este comercio se prolongd alrededor de cuatro afios y acrecenté sensiblemente la circulacién de merconcios, ademés de incentivar la produccién agropecuaria en el sector oriente-septentrional mexicano. Parece visible que ingentes capitales se acumularon entonces, sobre todo en Monterrey, bajo el auspicio directo de Santiago Vidaurri. Evaristo Madero, en su correspondencia personal con el gobernador, ofrece una imagen bastonte articulada de la ificacién que asumieron los contactos comerciales con el extremo meridional de Estados Unidos, especialmente a través de Piedras Negras. En noviembre de 1862 escribe a Vidaurri desde Rio Grande, informandole que acaba de llegar de San Antonio, y me he encontrado lo circular que prohibe en toda su plenitud lo exportacién de semillas para Texos, y como usted sabe, por recomendacién de usted conclui mi trato pendiente con el gobierno de aquel pa's [alude al gobierno confederado}, haciéndome responsable de entregar en San Antonio el nimero de cargas de que hablé @ usted y otorgando una fianza en tal seguridad de doscientcs mil pesos; de manera que si se me impide la exportacién del trigo y harina que tengo yo compradas, no hay duda que me arruinaré completamente. Madero pide a Vidaurri encarecidamente que remito una orden para que se permito pasar su mercancia y asi cumplir con el compromiso firmado con el Cuartel Moestre General en San Antonio, que implicaba la venta de “cinco mil cargas de harina flor, 0 trigo en proporcién de la cantidad”.” Como Vidaurti no controlaba de manera estable las aduanas tamaulipecas, aseguré a los surefios, con Piedras Negros, un punto seguro para la salida y entrada de productos. Esta poblacién coahuilense vivid entonces una prosperidad notoria. Por alli circulaban enormes remeses de algodén que luego marchaban, via Monterrey, al exterior por Matamoros, o eran realizadas en el mismo México debido al ya importante consume de su industria textil. * AGENt, Correspondencio de Santiago Vidaurni, carta 6.555. 19 *ARIO CERUTT Otro gobernador de Nuevo Ledn, Eleuterio Gonzalez, indicaria veinte afios més tarde la significacién alcanzade por este trdfico y su repercusién en Monterrey: En los aftos de 61 0 65 de este siglo, durante la guerra intestina de los Estados Unidos de Norte América, el bloqueo de los puertos de Brownsville, Nuevo Orleéns y otros hizo que los Estados confederados buscaran por nuestro frontera lo salida de sus algodones. Esta época es la més brillante que he tenido el comercio de los Estados fronterizos: entonces el movimiento mercantil se propagé hasta las dltimas clases de la sociedad: en esos dias se formaron muchos y grandes capitales, de los cuales pocos subsisten...* Poniendo énfasis en la importancia del arancel Vidaurri y aludiendo a lo prosperidad que provocé la Guerra de Secesién, lo Cémara de Comercio de Monterrey ~no sin cierta nostalgia seficloba en un informe de 1885: Durante el Gobierno de Vidaurri y mientras regic su orancel, levantése esta frontera @ uno prosperidad desconocide hasto entonces. Casas fuertes se establecieron en Matamoros y Monterrey, grandes capitales se acumularon, el comercio de esto frontera se extendié hasta el centro de la Republica y més alld del centro. Cuando en 1861 empezé la guerra civil Norte Americana, abriése para el comercio otra fuente de riqueza: estando bloqueados por todos los puertos de los Estados Confederades, ni mercancias podian entrar por alguno de ellos, ni habia modo de exportar aquel gran producto de los Estados surianos: el algodén. La Unica Iineo abierta para el tréfico internacional lo era el Rio Bravo, y efectivamente casi todos los algodones de los Estados de Luisiona, Arkansos y Texas se exportaban por esta via desde Piedras Negras hasta Matamoros, a Io ver que los vendedores de algodones se surtian en lo frontera y en Monterrey de toda clase de mercancias y pertrechos de guerra...” % José Eleuterio Gonzblez, Algunos opuntes y datos estadisticos que pueden servir de bose para formar una estodistica del estado de Nuevo ledn, Imprenta de Gobierno, Monterrey, 1873, p. 34 acent, “Dietamen que la Comisi6n nombrade por la Corte de Comercio de Monterey para ol estudio de la "Zona Libre’ ha presentado a la misma”, en Memoria del gobernador del estado de Nuevo Leén, periods 1869.1885, documento 27 20 {A FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL, <) Frontera y comercio Sin embargo, no hay que excltar demasiado una coyuntura que no duré més de cuatro afios: estimamos que es un exceso asignarle el papel de motor que habria impulsado casi exclusivamente la formacién de fortunas en Monterrey. En todo. caso, seria més util tener en cuenta lo sucedido en ese breve lapso en cuanto indicador de lo creciente relevancia que la frontera asume para esta ciudad y el Grea sobre la que, poco a poco, iré proyectando su movimiento econdmico, Mas estables y prolongados, aunque menos espectaculares, fueron los lazos que el comercio del noreste de México extendié hacia Estados Unidos. Este pais, al incorporar definitivamente a Texas y apoderarse de vastos territorios en 1848, llevé su limite sur y su mercado interior (en acelerada expansién) hasta las narices de Nuevo Leén. Sobre el rio Bravo se afincaron con ropidez centros de distribucién mercantil, y productos como el algodén y las més variadas manufacturas comenzoron a invadir México, tanto por la via legal como por medio del contrabando. Vidaurri mismo mencionaba esa circunstancia de octubre de 1855. ..en la margen izquierda del Rio Brovo, y precisamente frente nuestras villas, situodas a la derecha del mismo rio, existen nuevas poblaciones americanas con troducir o lo gruesos establecimientos mercantiles y sin otro objeto que el de Republica sus mercancias...*° Para su control era que propugnaba, justamente, la habilitacién de une linea de oduanos fronterizas desde Piedras Negras hasta Matamoros. Un papel enorme debié cumplir en este contexto el vecino estado de Texas. En el ya citado informe de la Cémara de Comercio de Monterrey se comenta que en 1858 Texas contaba con menos de cuatrocientos mil habitantes, pero en 1880 su poblacién estaba superando los dos millones y medio.” Es decir: este inmenso territorio, que cubre toda la regién noreste de México, progresaba demogrdfica y econémicamente en forma sostenida. Es de inferir que necesitaba incrementar sus ventas y compras de este lado del rio Bravo. Una evidencia al respecto lo daria el movimiento de ganado materializado desde los afios sesenta. 3 AGENL, Gobernadores, minutos, 1855, circular del 4 de octubre. ® AGENL, “Dictamen que la Comisién...” op. cit 21 MARIO CERUTTI Si bien, como se apunté antes, las relaciones comerciales con Estados Unidos durante las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta no tenian la importancia de las que se mantenian con Europa, aumentaban abiertamente. Los grandes negociantes de Monterrey sustentaban casas mercantiles en puntos fronterizos, 0 trabajaban con representantes en ellos afincados: era una constante que incluy6 no sélo.a Milmo, Madero, los Zambrano y los Hernandez, sino también Valentin Rivero, Francisco Armendaiz (que permanecié en Matamoros hasta mediados de los ochenta), los Belden y otros més. Del noreste hacia Estados Unidos marchaba plata, ganado, cueros y lanas, fundamentalmente. A ello se sumé en la década de los ochenta la exportacién de minerales en bruto en cantidades interesantes. De Norteamérica orribabon textiles, algodén, tabaco, alguna maquinaria, instrumentos de produccién de relative complejidad y todas aquellas manufacturas que podian competir con las europeas. El intercambio se intensificar a partir de 1882, cuando el ferrocarril llegue del norte hasta Monterrey, via Laredo. d) El contrabando Al hablar de comercio en la frontera con Estados Unidos debe incluirse no sélo el legal, el que se registraba en los puestos aduaneros. El ilegal, o sea el contrabando, parece haber asumido un peso imponente en la regidn: al menos hasta 1885, cuando fue montada la Gendarmeria Fiscal para combatir este tréfico irregular. Las menciones sobre contrabando son innumerables en los documentos revisados. Los historiadores locales entre sonrisos, para no ofender- coinciden abiertamente al afirmar que resulté un buen vehiculo para sumar caudoles. Ya en 1855 Vidaurri se alarmaba al respecto. En una circular de agosto se aseguraba que muchos habitantes del estado “no han hecho otra cosa que dedicarse al comercio clandestino de efectos extranjeros”, situacién que el gobernador “sabe de una manera positiva", por lo que se amenazaba con la incautacién de mercancias si no se apresuraban a pagor los derechos correspondientes.”” En 1873 Eleuterio Gonzdlez mencionaba en un breve escrito que por toda la frontera del Bravo se hacia un ” agent, Circulares, 1855, 28 de agosto 22 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL escandalosisimo contrabando, que arruina indefectiblemente al comercio de buena fe. La institucién del Contrarresguardo, inventada para contener este desorden, es de todo punto ineficoz, por lo que es materialmente imposible vigilar las orillas del Bravo desde Matamoros hasta Piedras Negras, es decir 130 leguas en las cuales el rio puede posarse en cuolquier punto.” Lo llamada Comision Pesquisidora de la Frontera Norte, también en 1873, aludia el tema en los afios préximamente posteriores al de 1848, el contrabando de |a frontera de los Estados Unidos para la de México tomé desmesuradas creces, Habia partidas de contrabandistos, compuestas de omericanos y mejicanos, que desafiaban toda persecucién y que cometian las més atentatorias agresiones.* La Camara de Comercio, en 1885, analizaba el problema con palabras precisas. Calificaba el contrabando como uno de los grandes males que entonces debian soportarse, y afadia que existiré mientras exista una linea divisoria, fécil de atravesar, en cuyo lado deecho los efectos de primera necesidad tengan mayor precio que en el otro lado. Lo tentacién de hacer el controbando aumentaré y disminuiré en proporcién aritmético con la diferencio que hoy entre los precios de un lado al otro.* Sobre el contrabando que se realizaba en los anos cincuenta y sesenta del siglo XX por Matamoros brinda referencias Francisco Lépez Camara, basado en informes consulares de lo época. Como este puerto “se encontraba, por ost decir, fuera del contro! de los gobiernos federales”, se convirtié rapidamente “en el centro de un enorme movimiento de contrabando, que facilitaba el desorden y la corrupcién aduanales, estimulados por la falta de verdadero control policiaco”.* » José Eleulerio Gonadlez, op. cit., p. 34. 4 acent, Informe de la Comision Pesquisidora de le Frontera Norte ol Ejecutivo de fa Unién, México, 1874, p. 100. 3 aGent, “Dictamen que la Comisién..." op. cit % Francisco Lopez Cémara, La estructura econdmica y social de México en la época de lo Reforma, México, Siglo x0 Editores, 1973, pp. 128.136 23 ‘MARIO CERUTTI La investigacisn efectuada por este autor lo lleva @ ofirmar que “Matamoros era, en efecto, el centro més importante del contrabando norteamericano”. Los mercancias cruzaban el rio pora ser introducidas en territorio mexicano, yo fuese por Matamoros o por el Camargo, oro puerto de entrada cercono al primero. No obstante, segun el vicecénsul briténico de Matamoros, lo gran moyoria de las mercancias importades era introducida a México por numerosos puntos de la inmensa frontera norte, donde la vigilancia fiscal y policiaca précticamente no existia..” No es demasiado frecuente encontrar documentos que permitan verificar actos concretos de comercio ilegal. Por lo general se trataban de imputaciones realizadas por integrantes de los cuerpos de control aduanal, que eran rechazadas ~obvio— por los acusados. Un caso con estas caracteristicas se registré en 1859, cuando personal de lo aduano de Piedras Negras enrostré a Evaristo Madero ser un ividuo “muy versado en el negocio del contrabando". Los funcionarios habian incoutado tres mil cuatrocientos pesos fuertes a un fletero que trabajaba para Madero, y aseguraban que pretendia sacar este metdlico de manera clandestina para pagar la introduccién también ilicita- de mercancfas. Aludian a “las grandes importaciones de efectos que el susodicho sefior Madero ha hecho en los cuatro Ultimos afios, las cuales nos parecen pueden ascender a més de ochenta mil pesos sin que haya exported ningun numerario”, de lo que deducion que “el sefior Madero esté haciendo extraccién fraudulenta de plata al extranjero”. Madero acude a Vidaurri pora que le solucione el problema. La presién del personal de Piedras Negros es tan ostensible que el gobernador, pese o que habio resvelto en primera instancio que se devolviera a su amigo lo incautado, determina finalmente que el diferendo pase ol juzgado de Hacienda. Por las quejas de la Camara de Comercio parece que el contrabando funcionaba sin mayores sobresaltos todavia en 1885. Pero en marzo de este ario el gobierno federal creé la Gendarmeria Fiscal, con la que se tratoria de poner colo alla situacién. Debia vigilar la frontera norte, dividida en tres zonas. En mayo de 1885 quedé hal seria la que més operativos cumpliria inmediatamente.” jada en Monterrey la comandancia de la zona primera, que 2» Ibid., pp. 135 y 138. > AGeNt, Concluides, documento sobre “Comiso de un dinero y un carruaje de D. Evariste Madero, 1889", coja 48 ® agent, Periédico Oficial del gobierno de Nuevo Leén, 10 de abril y 26 de mayo de 1885, 24 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL De manera regular el Periédico Oficial de Nuevo Leén brindaba detalles sobre la captura de personajes dedicados a este trafico, y enumeraba los bultos con textiles y otros articulos incautados. Es de suponer a la relevancia que hasta los afios noventa, por lo menos, tuvo el contrabando: consecuencia de una relacién de frontera que repercutia ostensiblemente en Monterrey y su economia, yo que esta ciudad era el mas importante niicleo de distribucién de una vasta regién. Al margen de los individuos incrementar especificos que oprovecharon esta via, el comercio ilegal debi sensiblemente la circulacién de productos, la monetizacién y ampliacién del mercado y la configuracién de fortunas que —o su vez~ también ingresaron en la circulacién de capitales. e) El indio y su desalojo de la regién El Ultimo punto que mencionaremos es el atinente o la lucha librada contra el indio. Para parte del noreste de México se extendié hasta cerca de 1880. Los grupos aborigenes de esto zona del territorio nacional, ya se sabe, se negaron a asimilar las nuevas pautas de produccién y las relaciones sociales que de ellas pretendian derivar los colonizadores espafioles. La condicién cultural de dichos nicleos, que en buena medida no habian superado las etapas de la recoleccién, la caza y el consiguiente nomadismo, los llevd a oponerse a su insercién en procesos productivos totalmente diferentes a los que ellos habian articulado. De alli su combate sin tregua hasta que finalmente fueron expulsados © exterminados, y despojades de las fierras que ocupaban. Esta situacién de rebelién ~de manera similar a lo acaecido en otros paises latinoamericanos- se prolongé hasta el siglo xix. En a frontera con Estados Unidos, el noreste de México fue una de las éreas que més répidamente pudo resolver este “problema”, que dificultabo lo pleno utilizacién de tierras ganaderas y agricolas, interferia sensiblemente el desplozomiento de mercaderes y fuerza de trabsio, frenabe la puesta en morcho de centros mineros y demandaba gastos cuantiosos desde el punto de vista militar. La mayor celerided en desalojar a los aborigenes estuvo obviamente ligada al cerrojo que se tendié sobre ellos desde le parte oriental de Estados Unides. El © Légicamente, esta referencia no atane a los nucleos indigenas que no pertenecian a lo regién, y que desde la época colonial fueron asentados en el norte, entre otros obietivos, para ‘oponer justamente uno barrera a {a beligerancia de las poco déciles poblaciones autéctonas. 25 mario CERUTT avance de Texas hizo replegar las tribus hacia México, y desde los puntos més firmes del oriente del pais se articulé a su vez una tarea de limpieza que desvid finalmente a apaches, lipanes y otros grupos hacia sectores més occidentales en ambos lados de la frontera. El proceso demandé décadas. La lucha contra el indio en el noreste mexicano se registré con gran intensidad entre 1850 y mediados de los afios setenta. En tiempos de Vidaurri los enfrentamientos eran constantes. Desde Rio Grande, a principios de los sesenta, Evaristo Madero solicitaba refuerzos y armas al gobernador, y le sugeria llegar a un acuerdo con las tropas tejanas para tomar ‘entre dos fuegos al indigena. En diciembre de 1862, Madero escribia: Aqui ya nos comen los indios, matando y robéndose las cavalladas pocas que nos han quedads (...) En mi concepto no hay més que un remedio para quitornos los indios de encima y es el siguiente: formar un pacto con el General en Jefe de Texas para poder pasar de un lado « ore las tropas de ambos paises en persecucién de los indios y hacerles una guerra o muerte aunque seo con cualesquiera sacrificio, pues estamos gustosos con cargor con tal que se ponga en ejecucién plan tan salvador. Enla ma corte asegurabo a Vidaurri que se cubriria de gloria si perseguia y jaba c los aborigenes “sin pararse en medio de ninguna naturaleza”. Los crénicos del periédico ofi ial del estado repetian sistematicamente los combates y los daiios que provocaban los ataques de los tribus locales. En Viesca, en medio de lo que luego seria la rica regién lagunera, a mediados de mayo de 1863 ~segun destacaba el presidente municipal-, una partida “de indios barbaros se llevé del rancho de San Nicolds de los Mayranes sesenta y tantas bestios © Evaristo Madero opuntaba en su misiva: “Le aseguro @ U. con mi vida que si se dedica U. con grande empeno en que los indios se persigon y castiguen fuertemente sin parorse en medios de ninguna naturaleza, se colmaré U. de una gloric inmensa, y le erigiriamos en los campos estatuas en conmemoracién de sus gloriosos méritos, y en consecuencia se haria para todos inmortal; esto que le manifiesto a U. es Ia pura verdad desnuda...”. Agregaba que si Vidaurri Hlevabe “a buen fin la empresa” haria “el bien més grande que se puede hacer a la humanidad, el que dnicamente necesitamos para ser también felices...”. Como puede observarse, la concepcién de Madero coincidia ampliamente con la que expresaban miembros de otros grupos dominantes latinoamericanos por esos arios. AGEN, Correspondencia de Santiago Vidourri, carta 6 $20 26 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL caballares; siendo de la propiedad del que suscribe cuarenta y tantas y el resto de los vecinos de dicho rancho...”.“? Desde Villa de Progreso (Coahuila) se sefialaba en mayo de 1862 que habian invadido la hacienda del Alamo, propiedad del mismo Vidaurri, dando muerte a pastores y capturando caballos del hijo nuevoleonés, Indalecio.*? Durante los afios sesenta los indigenas Hlegaron en sus corridos hasta lugares muy cercanos a Monterrey, como Villa de del mandata: Garcia. Eran frecuentes los ataques contra trenes de corretas, lo que afectaba la circulacién mercantil. €l “problema indigena” fue uno de los grandes argumentos que empleé Vidaurri para justificar el control de las aduanas del noreste: los gastos que demandabon estas contiendos, sefialaba, debian pagarse de olguna manera. Su politica ol respecto fue enérgica. En abril de 1863 escribia ol gobernador de Chihuahua dudando de le eficacia de convenios firmados con los mezcaleros. Vidourri indicoba que eso sélo seria uno tregua que oprovechario alos miembros de ese grupo: si lo han solicitado, es porque ya no tienen los recursos necesarios, no sdlo para hostilizara los pueblos, pero ni aun pare subsistr, ynecesitan rehacerse para continuar las depredaciones y excesos de vandalismo o que los arrastra su instinto saivaie y feroz (...) A mi juicio debe desconfiarse de esos gandules, y vigilérselos paro que «a la primera falta que se les advierto, sean castigados ejemplarmente. El Gobierno a mi cargo cree que el Unico modo de librar la frontera de ese implacable enemigo, es dirigir una campoha respetable que se introduzco en sus rancherias y lo reduzca © acabe con él; mas esto requiere que haya unién entre los Estados a quienes, interese termine la guerra de los barbaros..."* Los siguientes gobernadores prosiguieron sin interrupcién la labor de Vidaurri en funcién de las necesidades del mexicano no indigena. Mucho esfuerzo y recursos econémicos considerables costé el indio, tanto en términos de guerra como en soqueos, secuestros y viclimas, campos sembrados o devastados, caminos cerrados al comercio y hombres que, en lugar de dedicarse a la produccién, debian conformar las tropas de defensa y ataque * AGtN1, Boletin Oficial, 14 de junio de 883 © AGENL, Boletin Oficial, 25 de mayo de 1262 “ actnt, Boletin Oficial, 17 de mayo de 1863. 27 MARIO CERUTTI La citada Comisién Pesquisidora efectué « comienzos de los afios setento un minucioso examen sobre la situacién generada por la presencia de poblaciones idigenas rebeldes en los estados de Nuevo Len, Cochuila y Tamaulipas. En una parte del reporte se decia: durante veinlidés afios de osaltos continuos, de invasiones frecuentes, los pusblos de Nuevo Leén han sido visitades por los bérbaros ochocientas nueve veces (...) En cada una de las incursiones, la pérdida de bienes por robo 0 destruccién puede calcularse en cinco mil pesos, no obstonte que en los mds de los casos, los constancias archivadas demuestran pérdidas de més consideracién. Ateniéndose sélo a esta base, se tendria uno pé pesos, que ain no presentaria Ia verdadera.“* lo de cuatro millones cuarento y cinco mil Para Coahuila y Tamaulipas se describia una situacién andloga, también a partir de 1848. Es evidente que, en el citado contexto, debid dificultarse el desarrollo econémico de la regién, por supuesto, desde el punto de vista no indigena. Gonaderia, agricultura, mineria y réfico mercanfil, seguramente, estuvieron entre las actividades interferidas. Buena parte de la fuerza de trabajo, ademés, era requerida por la guerra contra el ini Lo fase de acumulacién primaria de capitales en Monterrey estuvo condicionada por estas circunstancias. Aunque, por otra parte, y en la medida que el indigena era expulsado, se gestaban posibilidades concretas para la apropiacién de sus tierras y para ponerlas a producir. Muchos de los miembros de esto burguesia embrionaria aparecen desenvolviéndose en estas “zonas liberadas”. Evaristo Madero contaba con respetables posesiones en el norte de Coahuila ya a finales de los afios cincuenta. Su énfasis a favor de la eliminacién del aborigen fue mencionado. Resulté posteriormente uno de los grandes usufructuarios del crecimiento econémico que se plosmé en la zona lagunera desde 1870, drea que hasta la década anterior era frecuentemente recorrida por tribus seminémadas. Otro ejemplo en este sentido fue Patricio Milmo: sus compariias ganaderas y su ventajosa explotaci6n del carbén, desde los afos ochenta, se materializaron sobre terrenos antiguamente dominados +4 acent, Informe de to Comisién Pesquisidora..., op. cit., parte sobre depredaciones de los indios, p. 60, 28 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL, por los nticleos combatidos. El general Jerénimo Trevifio (militar, politico, deslindador de tierras y -finalmente- gran empresario) podria incorporarse ala misma némina. La relativamente rapida solucién de esta cuestién facilité sin duda el desarrollo regional, con eje en Monterrey, de una economia que apuntaba hacia las formas, copitalistas de produccién. El combate racial hay que sumarlo a otros aspectos que coadyuvaron a crear el marco de estabilidad que el noreste comenzé a gozor en los afios ochenta, cuando el porfirismo (con Bernardo Reyes desde Nuevo Leén) impone su paz. Los anos noventa: culminacién de un proceso Todo este proceso desembocaria, hacia 1890, en un salto cualitativo: la produccién copitalista, con eje principal en lo industria y con amplias ramificaciones en la minerfa, se implementaré sin titubeos en Monterrey y en su zona de influencia. Desborda los limites de este resumen profundizar en los veinte aries previos a la Revolucién. Insistiremos simplemente en que, o partir de esta ultima década del siglo xix, los antiguos negociantes-terratenientes unirén sus copitales y se entrelazardn con nuevos empresarios, tanto nacionales como extranjeros. En esa articulacién jugardn un papel preponderante los viejos burgueses de la acumulacién previa, a los que se agregarén otros que ya sobresalian en la regién: casos relevantes de copiltalistas que convergen hacia Monterrey luego de cumplir buena porte de su acumulacién primaria en lugares préximos fueron Francisco Armendaiz -quien residié en Matamoros hasta mediados de los ochenta- y los Ferrara, provenientes de Sierra Mojada (Coahuila). Los Madero, por su lado, regresardn en parte a Monterrey para la fundacién del Banco de Nuevo Leén, en 1892. En la coyuntura de los afios noventa, la existencia de capitales previamente formados en Monterrey jugé un papel decisivo para la puesta en marcha de miltiples firmas fabriles, centenares de explotaciones mineras y numerosas compaiiias agropecuarias, ademés de la fundacién de bancos, la modernizacién comercial y cierta insercin en la rama de transportes. Una verificacién documental de este supuesto (el de que los capitales acumulades entre 1850 y 1890 se vuelcan masivamente en un proceso de transformacién capitalista), puede observarse en el apéndice IV. Alli se escclona la lista de compasias en las que participaron desde 1890, yo fuere exclusivamente 29 MARIO CERUTTI o en sociedad, miembros de la familia Zambrano. Se cita un total de 62 empresas, cifro realmente impresionante para la época. Casos andlogos eran los Madero o- los Armendaiz, ounque este panorama podria extenderse, en mayor o menor grado, a otros grupos parentoles investigados. En nuestras indagaciones sobre lo configuracién de la burguesia con sede en Monterrey, seleccionames, para el subperiodo 1890-1910, un conjunto de diez ndcleos familiores de los cuales solieron cuarenta y dos destacados empresarios. Este cuerpo de familias era, sin duda, el tronco de la burguesia regiomontana en estructuracién. El apéndice V, a su vez, evidencia como diferentes empresarios de estas familias se entrelazaron en muy diversas sociedades anénimas, centralizando capitales como una via adecuada para hacer factible el funcionamiento de los mas destacados proyectos de entonces: Compania Minera, Fundidora y Afinadora Monterrey, $.A., Compafiia Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, $.A., Banco Mercantil de Monterrey, SA., Fabrica de Vidrios y Cristales de Monterrey, S.A., Banco de Nuevo Leén, $.., Compania Jabonera de La Laguna, $.4., Compaiiia Carbonifera de Monterrey, $.A., Fabrica de Carton de Monterrey, S.A. La sociedad anénima emergié como un instrumento efectivo para la reunién de capitales en proporciones suficientes y con riesgos minimos. No debe sorprender que en Monterrey, a finales del siglo xix, se levantaran industrias que requirieron millones de délares, demandaron la tecnologia més avanzada, agruparan en ciertos casos mas de mil quinientos asalariados y estuvieran en condiciones de cubrir con solvencia el mercado nacional. El burgués precapitalista de la subetapa de acumulacién previa dejé paso entonces a un burgués que transformé el proceso productive, modernizéndolo bajo control e imponiendo nuevas relaciones sociales en la produccién. Dejaria de bosarse casi Unicamente en la intermediacién o en la especulacién: buena porte del excedente social, ahora, seria captado en el mismo proceso productivo que asumia contornos claramente capitalistas. Desde los entrones del porfiriato surgiré asi -ya articulada~ esta burguesia con base regional. Su capacidad de desarrollo, sobre estos cimientos, quedé en evidencia durante el siglo actual. * Los diez fomilias seleccionadas responden a fos apellidos Armendaiz, Belden, Calderén- Muguerza, Ferrara, Hernéndez-Mendirichaga, Madero, Milmo, Rivero, Sada Muguerz-Garza y Zambrano. 30 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL APENDICE 1 Poblaciones y ciudades con las que manter Coahuila Chihuahua Tomoulipas San Luis Potosi Zacatecas Durango Jn contacto les comerciontes de Monterrey (1850-1885) (No se incluye Nuevo Leén)* Saltillo, Porras, Zaragora, Morelos, Gigedo, Rio Grande, San Buenaventuro, Piedras Negras, Monclova, Cuatrociénegos, Villa de Viesca, San Lorenzo, San Pedro y toda lo zona lagunera, Progreso, Muzquiz, Gorza Galén, Matomoras, Villa de Judrez, Rosales. Chihuahua, Sonia Rosalia, Presidio del Norte, Parral, Paso del Norte, Rosales, Ciudad Victoria, Matamoros, Villa de Hidalgo, Tampico, Nuevo Laredo, Ciudad Guerrero, Reynosa, Camargo, Mier, Villa de Padilla, Chamal, Jiménez, San Luis, Matehvala, Catorce y diversas éreas mineras. Zacatecas, Mazopil, Fresnillo y otras area: mineras. Durango, Mopimi, Nozos, San Juan de Guadalupe, Ville de Lerdo, Gémez Palacio, San Fernando. * La lista es incompleta, Se brinda como simple indicador. Hay que sumor contactos con el Distrito Federal, Morelia, Guanajuato, Aguascalientes y otros importantes puntos del pais Fuente bésica: Archivo General del Estado de Nuevo Leén (Ace, libros de notarios. 31 ‘MARIO CERUTT. APENDICE I Ejemplos del tipo de relaciones que mantenian los comerciantes prestamistas de Monterrey con agricultores de la zona logunera (1870-1885) 1. Patricio Milmo En agosto de 1875 Milmo suscribié un contrato con Eduardo Avilo, de Durango, que arrendaba lo hacienda “El Sacramento*. Avilo debia en ese momento 35.968 7! pesos, receptodos para el fomento y beneficio de la finea y para cubrir deudas con un tercero Se eslablecié que et agricultar debi pagar con algodén en diferentes plazos, Milmo se comprometié a continuar proveyéndole mercancias, lo que se aseguraba con nuevas cosechas de algodén. En 1076 se realiz6 otro controto, con las siguientes cléusulos: 9) Milmo habilitaré o Avila para continuar lo explotacién de ta hacienda y anexos, suministrdndole més dinero y articulos. b) Por el dinero y las mercancias recibidas, Avila reconocerd el interés del uno por ciento mensval «Durante la vigencia del convenio, Avila no comproré @ otro comerciante mercancios que Milmo puedo abastecerle, En pago de los deudes contraidas y por asumir, el agricultor cedar al prestamista toda la cosecha de algodén de 1876 y 1877, tanto de la hacienda “El Sacramento” como de los ‘anexos, con excepcién de 5,500 quintales que ya tiene comprometidos con olros adquirentes: @) Milmo venderd el algodén donde fo considere conveniente, pero por cuenta y riesgo del productor. 4) Avila ne podré contraer hipeteco alguna sobre Ia finca que adminisira o sobre su cosecha de algodén hasta haber cubierto totalmente la deuda que tiene con Milmo. 9) Milmo asume el derecho de colocar un agente suyo en la haciendo citada, quien estaré fecultado para examinar si lo habilitacién que se suministra esté dedicoda exclusivamente a fomento y cultivo del algodén. h). Avila ofrece como garantias o su acreedor bienes y cosechas En julio de 1877 Avila debe a Milmo 93,000 pesos, y se ratifican esas cléusulas. 2. Hernandez Hnos. Sucesores, Zambrano Hnos., Madero y Cia, y otras En morte de 1872 estos comerciantes de Monterrey escrituraban un contrato con Joss Gonzélez Herrera, agricultor de Villa de Viesca, Coahuila Gonziez Herrero adeudaba entonces 29,569.92 pesos, y debia cubrirlos con sus cosachas de ‘algedén a levantar en los ranchos “Alamito” y “San Lorenzo de la Laguna”. ‘Madero se encargario de la venta del algodén a recibir y distribyiria proporcionalmente los beneficios entre (os diferentes acreedores, Los partes no cubiertos del crédito se cargorian sobre cosechas venideras. Los comerciantes-prestamistas brindaron ademés ol agricultor una habilitacién de hasta 12 mil pesos en efectivo y efectos para el cultive del avo en curso en “Alamito”, y para la recoleccién y despepite. El interés seria de 1.5 por ciento mensual, Gonzélez Herrera aseguré el cumplimiento de sus obligaciones con hipoteca especial sobre los siguientes bienes 32 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL, 9) 6) q @) e) Rancho “Barbado”, en el partido de Matamoros de lo Loguna, con sus cosechas. Tres méquinas despepitadotes, pronsas y efectos complementarios. Cosecha entero del afo en curso y meses siguientes de sus cultives de algodén de Alomito”. Tres casas que posee an Villa de Viesca. Los chareos de solinas que poses en esta villa 3, Hernandez Hermanos Sucesores Un agri icultor espafol, Francisco Santurtun, explotaba en arrendamiento ta haciendo “El Relampago”, en el distrito de Mapimi, Durango. Para junio de 1874 Sonturtun debia Hernéndez Hnos. Sucesores un total de 20 mil pesos, focilitados para la habilitacién de la citada finca. ‘Como necesitaba més fondes, el agricutor firmé con Io casa mercantil de Monterrey un contrato que incluyia estas eléusulas: °) 4) 9 4 e) Hernéndez Hermanos daria para hobilitaci6n y refaccién, en mercancios y dinero, una suma que podia oscilar anualmente entre 10 mil y 7a mil pesos. Esto tendria vigencia por dos ofos y los arriba citados 30 mil pesos integrarian la primera anuolidad. Sonturtun se comprometia a entregar a Hernandez Hermanos “sus cosechas de maiz y ‘algodén, cualquiera que sea la cantided que levante”, reservandose moi snicamente para las atenciones de fa hacienda Los préstamos en dinero cobrarian un interés del 1.5 por ciento mensual. Las mercancias suministeadas de 1 por ciento, luego de cuatro meses de su solida de almacén Sonturtun se comprometia a que “las mercancias seréin precisamente invertidas en la hobilitacién y refaccién” de lo hacienda, “sin poder distraer de este objeto parte alguna de ellas, y que los productos de la hacienda de ninguna causa ni razén se enajenarén por el sefior Sonturtun, sino a los expresados Herndindez Sucesores...” Cualquier infraccién de este controto, especialmente el de lo clausula anterior, lo haria insubsistente y daria o los refaccionarios “el derecho de cobrar de plazo vencide lo que se les odeuda, pudiendo desde luego tomar en pogo hasta sin formalidad de juicio los productos, enceres y semovientes, y opropiarse de los derechos que segun su escriture de arrendamiento le corresponda...” En seguridad de lo que debe y de lo que se le suministraré, Santurtun hipotecé los producios dichos "y ademds todo lo que en la expresada hacienda de El Reldmpago le pertenecia en calidad de enceres y semovientes y los derechos que nozcan de su contrato de arrendamiento con el propietaric...”. Fuentes: 1 AGENL 2. AGENL, JLAGENL, proocole de Poble Borrego, junio de I . protocoles de Pablo Borrego, agosto de 1875, marzo de 1876 y julio de 1877. 1 protocolo de Tomas C. Pacheco, marzo de 1872. fe, 79675. 33 ‘MARIO CERUTTI APENDICE II! Propiedades rurates de Potricio Milmo incluidas en el inventario de sus bienes on 1900 Nuevo Leén Estancia ganadera “El Pescado” Rancho “San Patricio” Rancho “EI Jabali” Terreno en hacienda “Labores Nuevas” 84 manzanas en “El Nogalor” Coahvilo Hacienda “Mesa de Cortujanos” Rancho de San Juan Rancho “La Sanguijuela” Hacienda “El Alamo” Hacienda “Encinas” Estancia de ganado menor en el estado Rancho “El Caracol” Tamaulipas Hocienda de San Juon Estoncia “El Chamal” Estancia “Las Flores” Estancia "Lo Purisima” Estoncia “San Antonio” Estancia “El Catén” Estoncia “Lo Norio” Veinte sitios de genado en Padilla y Soto de le Marine 34 Fuente: AGENL, protecolo de Anastasio Trevifio, mayo de 1900, LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL APENDICE IV Empresas en los que fenian parlicipacién eiembros de la familia Zambrano (189-1905) Empresas Comptia Minera, Fundidora y Afinadora Monterrey, S.A. Negociocién Minera de San Francisco Onofre Zambrano y Hermanos Reinaldo Berordi y Cia Compafiia Minera de La Paz Compofiia Minera de Timulco, SA, Compesio Minero de Son Nicolas Zambrano Hermano y Cia Fa Fabrice de tejides Et Porvenir ico de ozdcor La Constancia Teatro El Progreso Emilio Zambrano e Hijo Componic Minera de! Cormen Compofia Criadora de Ganado Poreino Cia, Minera de San Poblo, 5.4. Negociacién Minera Jesus Maria Sociedad Cooperativa de Ahorros © Inversiones de Monterrey Compania Minera Zaragozo, $A Negociacién Minera Lo Fortuna, S.A. Compatia México Lil Banco de Nuevo Ledn, 5. Eduardo Zambrano e Hijos Rubro Industria Minerio Comercio Comercio Mineria Minerio Comercio Industria Industri Espectéculos Agropecuario Minerio Gonaderio Mineria Mineria Finanzas Mineria Minerio Mineria Finanzas Comercio/Agropecuario Otras familias(a) ‘Ar-Bd-Fer-Md-Mm Ar-Fer ArFer Ar md Ar-CM.Fer Bd-Fer-HM-Md-Rv Md. Be Fer 35, MARIO CERUTT Negociacién Minera del Agua y Anexas de Cerralvo, SA Compafia Minera Lo Esperanza, SA, Compania Minera Porfirio Dior Compania Minera Todos los Santos, S.A. Cia. Minera El Refugio, SA. Cia, Minera Franco Mexicana Castatto y Zambrano Compafia Minera de Dolores, 5.4. Compania Minera Lo Equitativa y Anexos, SA. Compadia Minera Azteca, S.A Compoiia Minera Maravillas yAnexas, S.A Compania Minera Norios de Bojén, SA, Cia. Minera Carbonate, $.A. Compotiio Minera Tres Hermanos, S.A. Compaiia Minera El Rodeo, $A Banco Mercantil de Monterrey, S.A. Arrioga y Zombrano Fébrica de Vidrios y Cristales de Monterray, SA Compahia de Tranvias de Oriente y Sur de Monterrey, S.A Compotio Ferrocarriles Urbanos de Monterrey, SA. Compatiio Minera Tuxtepec, $A ‘Compaio Minera del Norte, 5.4. Fabrica de cartén de Monterrey, S.A. 36 Minerio Minerio Mineria Minerio Mineria Minerio Agropecuario Minera Mineria Minerio Minerio Mineria Mineria Mineria Mineria Finonzes Agropecuario Industria Transportes Transportes Mineria Mineria Industria Fer Fer-Mm Md Md-SMG Ar-Bd-Fer Ar-Bd-Fer-HM-Md-Rv Ar-Bd-Fer-Rv Fer-SMG. Ar-Bd-Fer-HM.Md-Rv Fer (CM-Fer-HM-Md-Mm Rv-SMG Todas las familias Ar-HM-Ry ArcHM-Ry For-Md Md-SMG CM-HM-Md LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL Compafiia Ladrillera Unién, S.A. Compafia Minera La Sultona, S.A. Teatro Circo de Monterrey, S.A. Compoiia Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A. Negociacién Minera de Santo Tomés de Villanueva, S.A. Compaiiia Minera de Nuevo Len y Coahvila, 5A Compara Minera San Felipe de Coahuila, Bojén, 5A. Empresa Editorial de Monterrey, S.A. Compafia Minera Bolivar, S.A Compatiia Deslindadora de Tamaulipas Compaiia Minera Ocampo, $A. Compaoiiia Minera La Fraternal, S.A. Compania Corbonifera de Monterrey, SA Compojiia Minera Los Higueras, SA Compania Minera La Paz, S.A. Industria Mins Espectaculos Industria/Mineria Minerio Mineria Industria/Servicios Minerio Tierras Mineria Mineria Mineria Mineria Mineria Bd-CM-Fer-HM-Md-Rv Fer CM-Md-RV Todas las familias CMFYAM(b) CM.Bd-Fer-HM.Md- Rv-SMG Fer Fer Md. Todas los fomilios a, En orden alfabstico, las otras nueve familias seleccionadas: Armendaiz (Ar), Belden (Bd), Calderén-Muguerza (CM), Ferrara (Fer), Herndndez-Mendirichaga (HM), Madero (Mad), Milmo (Mm), Rivero (Rv), Sada Muguerza-Garzo (SMG). b. Alude o la Compania Minera, Fundidora y Afinodora Monterrey, S.A. Fuente bésica: AGEN, libros de notaries. 37 MARIO CERUTT APENDICE ¥ Asociaciones empresarioles seleccionadas (1890.1905) Emprese Negociacién Minera de San Francisco Compaiio del Ferrocarril Urbano y Local de Monterrey a Sania Catarina Banco de Nuevo Leon, 5.4 Compafiia Minera lo Fe y Anexas, S.A Compajiia Minera de San Pablo, SA Fobrica de Hilados y Tejidos La Fama de Nuevo Ledn, S.A. Club Atlético Monterrey, SA Negociacién Minera La Fortuna, $A, Lo Esperanza, $A Comparia Minera El Refugio, SA. Compatiio Minera Carbonoto, 5A. Compafia de Bafos de Monterrey, S.A, Companio Minera Lo Equitative y Anexas, 5A, Compatio Minera Marevillas y Anexas, SA Compofio Minera de Dolores, S.A 38 Familias representadas(a) 2 (Ar-Fer-Zb} 2 (Bd-HM-Ry) 3 (Bd-HM-Ry) 4 (Ar-Bd-HM-Ry] 4 (Bd-CM-Fer-Ry] 6 (Bd-Fer-HM.Md-Rv-Zb) 3 (CM-HM-Ry} 3 (Ar-Bd-Mm) 4 (Fer-HM-Mm-Zb) 4 (8d-CM-HM.Mm) 3 (Fer-Mm-Zb} 7 (Ar-Bd-Fer-Hm-Md-Rv-Zb) 7 (Ar-Bd-Fer-HM-Md- Rv-Zb) 7 (Ar-Bd-CM.For-HM. Md-Ry) 4 (Ar-Bd-Fer-Zb) 5 (Ar-Bd-Fer-Rv-Zb) 3 (Md-SMG-Zb) Afto(b) vev0 1891 1892 ve93 1897 1995 1095 1995 1995 1896 seer 1097 1997 1697 12897 LA FORMACION DEL CAPITAL PREINDUSTRIAL Compajia Industrial de Monterrey, SA Compatiia Minera Norias de Bojan, SA Comparia Minera del Carmen, $A Compaiia Industrial de artefactos de metal laminado El Barco, SA Compaiiio Industrial Jabonera de Lo Laguna, 5. Compaiio del Paniesn del Carmen, SA Compaiiia Minera Mala Nache Compania de Tranvias al Oriente y Sur de Monterrey, S.A. Compatia Minero La Luz, SA. Compafie Minera, Fundidora y Afinadora Monterrey, $A, Banco Mercantil de Monterrey, 5.4. Teatro Circo de Monterrey, SA Comporia Minera del Norte Compafia Fundidora de Fierro y Acaro de Monterrey, S.A, Fabrica de Cartén de Monterrey, 5.4, Compasio Ladrillere Unién, S.A. Compania de Ferrocarriles Urbonos De Monterrey, S.A. Compania Industrial Tipogrétfica de Monterrey, $A. 4 (Bd-CM-Fer-Mm) 3 (For-Md-Zb} 3 (Fer-SMG-Zb) 5 (Ar-CM-Fer-Md-SMG) 7 (Ar-Bd-CM-Fer-HM-Rv-SMG) 5 (Bd-CM-HM-Md-Mm) 5 (Bd-CM-Fer-HM-Ry) 23 (Bd-Fer-Ry) 4 (Ar-HM-Ry-Zb} 3 (Fer-HM-Ry} 6 (Ar-Bd-Fer-Hm-Mm-Zb} 6 (Ar-Bd-Fer-Md-Mmn-Zb) 7 (Fer-HM.Md-Mm-Rv-SMG-Zb) 7 (Bd-CM.Fer-HM-Mmn-Rv-SMG) 4 (CMM. Rv-Zb) 3 (Md-SMG-Zb) Todas los familias 4(CM-HM-Md-Zb) 8 (Bd-CM-Fer-HM.Md-Rv-SMG-Zb} 4 (8d-CM-HM-Rv} 4 (Bd-HM-Rv-SMG) 197 1897 1900 1088 1898 1192. 1899 1899 1899 1899 1899 1900 a9 1905 1900 1900 1900 1900 1900 1900 99 39 (MARIO CERUTT Negociacién Minera de Santo Tomés de Villanueva, S.A. 3 (Ar-Fer-Zb} 100 Asociacién Industrial Reinera, SA. & (Fer-Hm-Md-Ry) 1901 Empreso Editorial de Monterrey, S.A 8 (Bd-CM-Fer-HM-Md-Rv-SMG-Zb} 1901 Compania Minera El Porvenir, S.A 4 (CM-Fer-Rv-SMG) 190) Compoia Minera Le Sclvadora, 5A 3 (Bd-Fer-SMG) 1903 Compara Minera Providencia y Juérez 5 (CM-Fer-HM-Rv-SMG) 1901 Compania Carbonifera de Monterrey, S.A. Todas los familias Compohia Minera La Poz, S.A 4 (Ar-Fer-Rv-Zb} 1902 ‘Compania Minera Son Rafael de Bojan, SA 4 (CM-Fer-Rv-SMG) 1903 Compania Ferrocarriles de Matehuala, SA. 2 (Bd-HM.Mm) 1903 Compania Minera Gran Cuadro Prodigio de Zacotecos, S.A 5 [Bd-HM-Mm) 1903 Compania Minera de San Francisco de Ia Soledad, 5.4. 3 (Fer-Rv-SMG) 1903 Compaiia Minera La Polmilla, S.A 5 (Ar-Bd-Fer-Md-Rv) 1903 Cia. Minera Tuxtepec, 5. 3 (Fer-Md-Zb) 1903 Fabrica de Vidrios y Cristales de Monterrey, 5. Todas las familios 1904 «©. En orden alfabético, las familias Armendaiz (Ar), Belden (8d), Calderén-Muguerza (CM), Ferrara (Fer), Hernéndez-Mendirichaga (HM), Madero (Md), Milmo (Mm), Rivero (Rv), Sade Muguerza-Garza (SMG) y Zambrono (Zb} b. Indica el afio en que fue verificada la asociacién entre miembros de las fomilias mencionadas. Fuente bésica: aGent, libros de notarios 40 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY (1890-1910)' Este trabajo incluye el objetivo de contribuir a la descripcién del surgimiento y desarrollo del capitalismo en Monterrey y su zona de influencia. Ala vez procura discernir cémo se articulé en este proceso -que corre aproximadamente entre 1850 y 1910- una burguesia que fue asumiendo creciente poder econémico y social, poder que ha mantenido y ampliado en el transcurso del siglo XX. Esa burguesia se integré a fines del periodo estudiado con una limitada cantidad de familias, de los cuales ~apoyéndome en investigaciones efectuadas en el Archivo General del Estado de Nuevo Leén- he seleccionado diez. En este capitulo aludiré a una de esas diez familias consideradas como las més prominentes de Monterrey entre 1890 y 1910: la dirigida por Evarisio Madero, fundador de un grupo parental y econémico de enorme peso en el noreste del pais, de cuyo tronco salié quien seria el jefe del movimiento revolucionario de 1910, Francisco Ignacio Madero. Los Madero no estaban, en su totalidad, asentados en Monterrey a fines del siglo. Pero a partir de un momento determinado parecen elegir la capital nuevoleonesa como sede principal -0 una de las principales, al menos- de sus operaciones econémicas. Desde que se adopts tal decisién ~que coincidiria con la puesta en marcha de! Banco de Nuevo Leén, en 1892-, el entrelazamiento empresarial y familiar de los Madero con el resto de la nociente burguesia regiomontana es claro, y bien pueden ser incluidos entre la decene de familias lismo en Monterrey y en que encabezan el proceso de consolidacién del capi una buena parte del norte de México. Debe agregarse que Evaristo Madero también integré el nucleo de comerciantes destacados que desenvolvieron sus actividades en Monterrey en el subperiodo que corre entre 1850 y 1890. En su caso, su relacién con Monterrey sufre un corte 1 Una versién previa se publicé en Cathedra, 8, abril-junio de 1978. MARIO CERUTT desde principios de la década de los setenta, cuando se traslada a Parras, en Coahuila, lugar que seré el pivote de sus labores empresariales hasto que se resuelva el retorno a Monterrey, en los afios noventa. La importancia econémica y social de los Maderos en los momentos previos a Ja Revolucién es conocida. No es nuestra intencién demostrarla. Lo que tal vez no esté tan difundido es la estrecha vinculacién que esta familia mantuvo con el desarrollo que se protagonizé en Monterrey y que converfiria a esta ciudad -ya en 1900~ en asiento de grandes inversiones, en vértice de una vasta regién del pais y en matriz de una burguesia que desde entonces tuvo un enorme peso en las cuestiones econédmicas, sociales y politicas de México. Por otro lado, serd factible vislumbrar a través de la descripcién de los vinculos que unifican « los Madero con el desenvolvimiento del capitalismo en Monterrey, la extraccién de clase de Francisco |. Madero, nieto de Evaristo e hijo de uno de los empresarios més sobresalientes de la familia. Y eso quiza resulte Util a los historiadores de la revolucién mexicana para definir con mayor certeza las actitudes, limitaciones y decisiones que el jefe del antiporfirismo asumié durante su vido publica. Nuestra tarea se reduce, en cambio, a sistematizor un rico conjunto de datos extraidos de fuentes no exploradas en el archivo citado. scenario histérico En trabajos anteriores hemos indicado los subperiodos que comprenderia la etapa 1850-1910 desde el punto de visto del desarrollo del capitalismo en Monterrey.” Para una mds abundonte informacién al respecto puede acudirse a esos escritos, Ahora -paro brindar un marco indispensable para el andlisis de! movimiento de los Madero- esbozaremos lo siguiente: 1. Entre 1850 y 1910 se da en Monterrey una importante actividad econémica que convierte a esta ciudad en centro de una vasta regién del norté de México. 2. Este proceso se imbrica en la readecuacién global que el pais esté sufriendo como consecuencia de las nuevas necesidades de la economia a nivel internacional. 3. Estados Unidos comienza o jugar desde entonces, por lo menos para el caso en estudio, un papel significative. ? Véase Mario Cerutti, “Monterrey y el desarrollo del capitalismo en el noreste de México (ospectos del periado 1840-1910)", en Cathedra 7, enero-marzo de 1978, 42 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY 4. En este proceso, en el que intervienen elementos internos y externos, surge yse consolida en Monterrey un grupo empresarial que constituird un sélido nucleo durante los a‘ios de la Revolucién. Se articula una burguesia que por sus propios intereses se muestra sumamente inquieta por favorecer el desarrollo capitalista y por la correspondiente modernizacién de lo estructura productiva. 5. Este sector de clase se conformé con un conjunto limitado de nicleos porentales. Las indagaciones desenvueltas nos llevaron a seleccionar finalmente mas de cuarenta empresarios, pertenecientes a las familias Armendaiz, Belden, Calderén-Muguerza, Ferrara, Hernéndez-Mendirichicaga, Madero, Milmo, Rivero, Sada-Muguerza-Garza y Zambrano. 6, Este periodo de 1850 a 1910 puede fraccionarse en dos subetapas. Una corre entre 1850 y 1890, aproximadamente, y se trata de un lapso que bien podria denominarse de acumulacién previa de capitales, los que todavia no se encauzan en su totalidad hacia la produccién masiva de mercancias. Esta acumulacién primere se logra bésicamente por medio del comercio legal e ilegal, la apropiacién y relativa explotacién de la tierra, lo especulacién y, en alguna medida, por una cierta produccién manufacturer que todavia no encuentra condiciones propias para un desenvolvimiento vigoroso. 7. Los negocios, en estos aitos anteriores a 1890, no rebason el Gmbito familiar. No se observa hasta entonces el surgi establecimiento de instituciones bancarias modernas. Las inversiones son de relativo iento de sociedades anénimas o el monto en el émbito productivo, con algunas excepciones no determinantes. 8. En este periodo no son muchos los empresarios realmente fuertes que actian desde Monterrey. Pero algunos de ellos, o sus sucesores inmediatos, no sélo se fortalecerén econémicamente sino que jugarén un popel signi cativo en la subetopa posterior: Patricio Milmo, los hermanos Hernandez, Valentin Rivero, Pedro Calderén y sus sucesores, los Zambrano. Por su lado, Evaristo Madero deja Monterrey hacia 1870 y marcha a Parras, luego de haber disfrutado aftos de enorme prosperidad en la capital nuevoleonesa. Por ello es que preferimos incorporar a Madero y sus descendientes a los nucleos familiares que se articularén ~junto con los citados- desde la década de los novento. 9. Hay que sefialar que 1850-1890 es un subperiodo en el que aun es escaso el grado de integracién econémica con Estados Unidos. Las relaciones comerciales de la época, al menos hasta mediados de los afios ochenta, son més estrechos con Europa. 43 MARIO CERUTTI 10. El segundo lapso corre entre 1890 y 1910. Es perceptible que la fase primaria de acumulacién es poco poco superada por inversiones en rubros antes no intentados, y que lleva al capital a reproducirse y ompliarse vigorosamente. La produccién, sobre todo la minera y lo industrial, tenderé a convertirse en negocios firmes y lucrativos. 11. Este dinamismo exige mds capitales y mas empresarios. Nuevas familias se agregan a las indicadas, ademés de percibirse un creciente peso de capitales extranjeros, especialmente estadounidenses. Los Madero se insertan en este grupo aumentado de familias. 12. Este empuje econémico se da en el marco de la estabilidad politica del Estado-nacién durante el porfiriato, cosa que se ve reforzada a nivel regional por lo administracién del general Bernardo Reyes. Y este orden porfiriano esté vinculado a que México logra readecuarse a los requerimientos de la economia internacional. 13. En el caso de Monterrey y su zona de influencia el reacomodo se da de manera ostensible respecto a Estados Unidos, muy particularmente con su regién noreste, de gran desorrollo industrial. El surgimiento de grandes estoblecimientos de fundicién, por ejemplo, hay que ligarlo a este aspecto, El contacto con Estados Unidos se afianzaré por medio del tendido de ferrocarriles. 14, Si bien el capital externo que afluye en estos afios es significativo, el originado regionalmente no parece menos importante. La burguesia en consolidacién proyectaré inteligentemente su capital-dinero y buena parte de sus bi rubros como la mineria, los industrias ligera y pesada, lo actividad agropecuaria y las finanzas. 15. Las familias que sobresalen en el seno de la burguesfa regiomontana de fines de siglo XIX serian el nucleo de la clase dominante local, que se muestra muy articulada a dos niveles: parentalmente, por via de matrimonios sucesivos, y empresarialmente, como consecuencia de las necesidades de centralizar el capital ante las nuevas y cada vez mayores inversiones que demanda el desarrollo del capitalismo. El establecimiento de bancos locales es un vivo ejemplo de lo que acaece a partir de 1890. Los empresarios ya no son protagonistos aislados, sino que se entremezclan de manera permanente, y el proceso lleva inclusive o la unién de empresas. 16. Hay que puntualizar, finalmente, que Monterrey efectua en este subperiodo una verdadera tarea de integracién regional. Estudiar el desarrollo del capitalismo 44 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY en Monterrey es analizar ese crecimiento en una gran drea que poco o poco se va transformando en afluente de excedentes que se concentran y multiplican en la capital nuevoleonesa. Desde aqui esos capitales revierten sobre la region y contindan el ciclo. En ese marco se desenvolverdn los Madero, a partir de los intereses que va generando y haciendo consolidar el jefe familiar, Evaristo Madero. Y como en el caso general, el suyo presents también subetapas, que se procurarén describir en los parrafos siguientes. Es en la ultima, desde los afos noventa en adelante, cuando los Madero se arficulan decididamente con la burguesia regiomontana y emergen como miembros conspicuos. Cuando la revolucién de 1910 estalle, los encontraré en una posicion socioeconémica que seguramente repercutié sobre sus actitudes frente a esa Eso posicién es la que se intenta resefiar en este trabajo. Evaristo Madero en Monterrey Parece notorio que el poder econdmico de este grupo familiar se edificé en torno a la actividad que desplegé Evaristo Madero. Como también se percibe con bastante certeza el hecho de que logré apuntolarse como hombre de negocios gracias a lo que realizé en y desde Monterrey entre 1862-1864 y el inicio de la década siguiente. Durante este lapso, Madero se convirtié en uno de los grandes comerciantes que en Nuevo Leén logran realizar une ocumulacién primaria de capital realmente significativa. Ya desde los afios en que vivia en Villa de Guerrero, al norte de Coahuila, se lo tenia como comerciante conectado especialmente con el transporte de mercancias desde y hacia Texas, y como propietario de tierras y ganado. Amigo cordial de Santiago Vidaurri ~quien fue mandatario de Nuevo Len entre 1855 y 1864 y unified ese estado con Coahuila en 1856~, Madero integré lo legislatura provincial en 1857, evidencia de sus lozos amobles con el gobernador y de prominencia social y econémica.? 2 Pedro R. Nava, 134 afios de vida institucional, Monterrey, 1988, p. 110. El “Registro de causantes del contingente ordinario decretado el 19 de abril de 1843 pare cubrir en parte los gastos del Estado”, enviado por la municipalidad de Guerrero, sefalaba Ia significacién zonal de Madero en estos afios en que residia en la frontera. Archivo General del Estado de Nuevo Leén (Acen, Hacendarios, 1863-2. 45 ‘MARIO CERUTT En los primeros arios de la década de los sesenta Madero resolvid instalarse en Monterrey. Adquirié una amplia casa en enero de 1865 y en ese mismo mes fundé la firma mercantil Madero y Cia., que serd el eje sobre el cual girarén los negocios familiares durante por lo menos 25 afios. Son momentos de auge para Monterrey debido al estimulo que paro el tréfico comercial brinda la Guerra de Secesién norteamericana. Tréfico que, por otra parte, Madero parece conocer muy bien desde mucho tiempo atrés. En Madero y Cia. era el socio principal, aportands a la firma una suma que oscila entre los 140 mil y 150 mil pesos.‘ El ‘otro socio era Lorenzo Gonzédlez Trevifio, su yerno. En la documentacién revisada queda claro que Madero comerciaba entonces de manera destacada con algodén, y que la mayor parte de esa fibra la exportaba a Europa, especialmente a Inglaterra, via Matamoros. Apartir de la puesta en marcha de esta compafia, Evaristo Madero consolidaré su posicién econémica. En los aftos que reside en Monterrey se transforma en uno de sus comerciantes mds sobresalientes. Sus relaciones con Estados Unidos y con la regién que rodea Nuevo Leén se reiteron en los papsles revisados. Comercio (el algodén continuaré siendo importante después de lo Guerra de Secesién, en la medida que la fibra comience a ser cultivada en la comarca de La Laguna), préstamos y una lenta pero firme proyeccién hacia sectores productivos matizarén su actividad, en la que no falté tampoco la adquisicién de tierras desamortizadas por las leyes de Reforma. De todo esto parece dar fe su bidgrafo José Vasconcelos, quien afirma que “en pocos afios, don Evaristo se hizo lo que se llama un hombre rico”.® Enel émbito del comercio, Madero parecié transitar actividades consideradas ilegoles. Como sucedia con otros mercaderes significatives, imputaciones referidas ‘ala prdctica del contrabando no le faltaron. Una situacién de este tipo se presentd claramente a fines de los afios cincuenta, y la controversia quedaria asentada extensamente. El documento seriala un pleito que el comerciante tuvo con personal aduanal de Piedras Negras, el cual el 18 de mayo de 1859 detuvo sobre el rio Sabinas un carruaje de Madero -conducido por Guillermo Stone- que portaba 3,400 pesos fuertes, en cuatro bultos. Pese a que el gobernador Vidaurri procura proteger a *actnt, protocolo de Tomés C. Pacheco, enero de 1865, fs. 50-7. * Jos# Vasconcelos, Don Evaristo Madero. Biografia de un potricio, México, Impresiones Modernas, SA., 1958, p. 110. 46 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY ‘Madero, los funcionarios de Piedras Negras insisten en que ese dinero iba a ser extraido ilegal mente del pais pora pagar mercancias entradas de manera también ilegal. Uno de los pérrafos del reporte efectuado por los aduanales indica que el sefior Modero he importado del mes de diciembre ditime a marzo posado algodén y otros efectos por volor de mas de veinte mil pesos, que no ha extraido efectos del pais para el pago del valor de aquellos y que tampoco ha presentado ninguna cantided de numerario para exportorla; por lo mismo puede referirse sin forzar mucho el raciocinio que el dinero de que se trata iba a ser transferido 4 la otra banda del Rio Bravo, y no sélo esa cantidad sino también otra quizés mayor que juzgomos condujo al sefor Madero y que no pudimos aprehender por Ia mucho habitided que usa como muy versado en el negocio del contrabando. ‘Acusabon a Madero de estar protagido por las outoridades, puntualizaban que en los ultimos cuatro arios habia hecho grandes importaciones de efectos en forma no legal y reiteraban que extraia plata al extranjero mediante métodos fraudulentos.* No sabemos cémo termins el pleito. Tampoco se puede asegurar que lo que afirmaban los funcionarios de Piedras Negras era completamente real. Pero bien vale tener en cuenta estos documentos que permiten vislumbrar que Madero estaba ligado al contrabando con Estados Unidos. Cosa que no debe extrafiar, porque su condicién de poderoso transportista, muy vinculado al sur norteamericano, le brindaba la oportunidad de aprovechar un filén que -segin coinciden historiadores regionales- resulté una de las fuentes principales de ganancia de los grandes comerciantes regiomontanos. Lo prosperidad de Madero y Cia. no decae con el término de la Guerra de Secesién. Vasconcelos apunta que sus negocios crecen, particularmente desde 1870. Un signo de este auge se reflejard en el pasaje del comercio a la produccién textil, que Madero y Cio. practicaré hacia fines de los aftos sesenta Traficantes en gran escala de algodén, Madero y su yerno formalizan en febrero de 1868 un contrato por el que se comprometen a habilitar el funcionamiento de la fabrica de mantas La Estrella, ubicada en Villa de Parras, en Coahuile. La Estrella es un establecimiento con 150 telares, con capacidad de generar mas de * *Comiso de un dinero y un carruaie de D. Evaristo Madero”, AGEML, Conclvidos, 12s 47 MARIO CERUTTI 40 mil piezas anuales.’ La fabrica pasaré posteriormente a manos de los prestomistas, cuando, a fines de 1869, lo firma regiomontona adquiera también lo hacienda “El Rosario”.* En Parras, asimismo, se encontraba la hacienda “San Lorenzo”, conocide por su vinos y aguardientes, que Evaristo compra casi simultaneamente con la anterior. Comercio, tierras fértiles y bien regados, industria textil y vitivinicultura, multiplicarén en forma vigorosa el poder econémico de Evaristo Madero, quien a principios de los aftos setenta ya ha traspasado la sede de Madero y Cia. de Monterrey a Parras. En 1875 la firma incorporé nuevos socios. Desde el 1° de enero” se suman como socios industriales Antonio V. Herndndez, curiado de Evaristo, y Francisco, su hijo mayor. Francisco Madero es el padre del futuro revolucionario (quien nacié justamente en la hacienda “El Rosario”, en 1873), y a su cargo quedaré -paulatinamente y entre otras tareas- buena parte del desenvolvimiento de Lo Estrella Este pasaje del comercio a la produccién ha sido posibilitado por dos razones lo primera porque Madero y Cia. tiene ya lo capacidad financiera suficiente como para abocarse a un tipo de actividad que, por la importancia de sus inversiones y por los riesgos que involucra, no esté al alcance de cualquier empresario, la segunda porque este acercamiento a Ia industria textil se ve naturalmente facilitado por la estrecha relacién que con el trafico de algodén mantiene aquella firma. Ese poder financiero y la posibilidad de aumentor ganancias introduciéndose en la misma produccién y comercializacién de texiles llevé al control de La Estrella, y més tarde hard que algunos de los Madero se dediquen de manera especifica al cultivo del algodén en Coahuila para autoabastecerse. Hacia principios del siglo xx, Evaristo Madero nucieard en torno suyo inclusive a importantes firmas dedicadas a la produccién textil, en un claro intento de cardcter oligopélico a nivel regional destinado a asegurar la colocacién y buen precio de los géneros fabricados."° Es menester poner énfasis en la importancia que asume en estos afios el trdfico de algodén: primero, porque esto sefala a su vez la jerarquio regional que logra progresivamente la regién lagunero; segundo, porque esta zona estaré ” Ace, protocolo de Tomas C. Pacheco, febrero de 1868, fs. $5v-58 * Jose Vasconcelos, op. cit., p. 111; AGEL, Concluidos, 1870.71, * AGENL, protecolo de Pablo Borrago, junio de 1875, fs. 133-35 AGEN, protecolo de Francisco Pérez, noviembre de 1902, fs. 175.58 48 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY directomente vinculada a la produccién de derivados del algodén (textiles, aceites, jabén) y estos rubros son 0 serén en muchos casos alentados por capitalistas regiomontanos o fuertemente ligados a Monterrey; y ademés, porque en el caso de los Madero sefiala la significacién que estan alcanzando en el ambito empresarial. Dos ejemplos de Ia relacién de los Madero con el tréfico de algodén en la etapa de acumulacién primaria son los siguientes: 1. En 1872 varias casas comerciales de Monterrey aparecen como acreedoras de un agricultor de Villa de Viezca -Jesis Gonzélez Herrera- que les adeuda cerca de 30 mil pesos. Entre aquellas firmas se encuentran Zambrano Hnos. y Cia., Hernandez Hermanos y Sucesores (ambas vinculadas al tréfico de algodén, y en el caso de Zambrano a Ia industria texiil) y Madero y Cia. Pora pagar, Gonzélez Herrera deberé remitir el algodén de la cosecha posads y de los préximos ala hacienda “El Rosario”, de Madero. Los cultivos, se mencionaba, se hacion en los ranchos “El Alamito” y “San Lorenzo de la Laguna”, pero también se alude al rancho “La Barbada”, en el partido de Matamoros de La Laguna. Madero y Cia., en nombre del resto de acreedores, brindaré efectivo y efectos al agricultor para sus labores de cultivo, recoleccién y despepite, y venderé asimismo sus algodones. De las ventas, Madero y Cio. se encargaré de extraer lo que se requiere para saldar las deudas de Gonzdlez Herrera."' 2. En agosto de 1875"? se asientan en notarios datos sobre un contrato que Madero y Cia. rubricé en México con el empresario Cayetano Rubio. Alude a que la firma de Coahuila debe entregar en seis meses (diciembre de ese afc a mayo de 1876) 12 mil quintales de algodén en San Luis Potosi. Por su lado, la compaiia de Evaristo Madero conviene con Hernandez Hermanos y Sucesores (de Monterrey, mencionada arriba) para que se haga responsoble de lc entrega @ Rubio de la tercera parte de aquella cantidad de algodén. En los afios que Madero reside en Monterrey se observa, asimismo, aunque en proporciones minimas, la intencién de diversificar la inversion. En 1868, Madero y Cia. es invitada a integrar uno compafia minera con asiento juridico en Zacatecas;" a fines de 1869 adquiere como compensacién de una deuda- un establecimiento de aserrar en el que también se molia trigo.'* '" AGEL, protocolo de Tomas C. Pacheco, marzo de 1872, fs. 8iv-84. ° agent, protocolo de Poblo Borrego, agosto de 1675, fs, 184-189 "? AGENL, protocolo de Tomés C. Pacheco, noviembre de 1868, fa. 355.56. \ AGENL, protocolo de Tomés C. Pacheco, diciembre de 1869, fs. 257..260. 49 MARIO CERUTT. Mucho més visible, por otro lado, son las incursiones como prestamista que en ciertos casos eran consecuencia de la misma actividad mercantil. No debe sorprender que los mds fuertes comerciantes de entonces transitaran el préstamo. ya especulacién abierta: conformaban un muy reducido grupo que podia ofrecer dinero efectivo en cualquier momento, y ello solia evidenciarse en créditos a gobiernos en apuros o a praductores o mercaderes de menor envergaduro."* En cuanto a tierras, lo més significative del periodo en que Evaristo esté ‘en Monterrey es su adquisicién de las haciendas “E! Rosario” y “San Lorenzo”, en Parras. Este parece ser un escalén fundamental para el posterior desenvolvimiento de los Maderos no sélo como terratenientes, sino hacia el sector manufacturero (textiles, vinos). Hacia fines de lo década del sesenta, Evaristo Madero adquiere tierras cercanas ‘a Monterrey. Son logradas por la aplicacién de las leyes de desamortizacién, y un caso que se reitera es el de fracciones de la hacienda “Las Tijerinas”.'¢ También era claro que, antes de asentarse en la capital de Nuevo Leén, Madero ya contaba con interesantes posesiones. Su correspondencia con Vidaurri permite ver que hacia 1861 era propietorio de respeto. Diria entonces que sus predios son “bastante apenas para pastar mis ganaditos compuestos de ocho mil cabezas de menor y mil de mayor”, y agregaba que su proyecto incluia ampliarlos y mudar su estancia porque las tierras que tenia comenzaban resultor pequerias."” En resumen: en estos casi diez afios que Evaristo Madero se asienta en Monterrey emerge como uno de los principales hombres de negocios de la ciudad, De manera andloga alo que acaece con personajes como Patricio Milmo, Gregorio Zambrano, los hermanos Hernéndez y Valentin Rivero, Madero muestra una actividad cuyo basamento en las etapas iniciales seria el comercio. Las crisis que el movimiento mercantil soportaria en afios como los que suceden a la Guerra de Secesién, no lo afectaron sino que parecen haberlo fortalecido ampliamente. 5 El préstamo ero también un meconismo de vinculacién con el poder politico ante la siempre vurgente necesidad del oparate estotal. Situaciones que se acentuaban en épocas de guerra, ante las demondos que creabo el sostenimiento de los ejércitos. En los afios que gobernd Santiago Videurri (1855.1864), Evaristo Madero solia ser frecuente prestamista con premios a veces generoses que llegaban hasta un cincuenta por ciento. Muchos datos al respecto pueden, ubicarse en Hacendarios de AGEN. * AGENL, protocolos de Tomés C. Pacheco, enero de 1968, fs. 20.23; de Anastasio Trevrifio, abril de aes, fs. 74.77v y abril de 1869, fs. 53-4; y de Francisco Garcia del Corral, octubre de 1889, fs. 54.6. ” acni, Correspondencia de Santiago Vidauri, de Evaristo Madero a Vidaurr, 28 de marzo de 186) 50 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY Pero no todo se agotoba en la circulacién de mercancias: la adquisicién y explotacién de tierras, los préstamos y una lenta pero muy firme proyeccién hacia sectores productivos manufactureros se detectan en su devenir empresarial. En este Ultimo sentido, la instalacion de Madero y Cia. en Parras es un paso decisivo, Desde ese momento los Madero (ya podemos hablar de “los Madero” en forma estricta, porque Francisco Madero se incorpora al proceso) encauzaran ung parte importante de sus copitoles y esfuerzos hacia la produccién agroindustrial y no agricola, muy particularmente !a textil (con el tiempo sumardn otros rubros en alimentacién y bebidas, mineria y metalurgia). En tal sentido Vasconcelos explicd losiguiente: En sus comienzos, don Evaristo producia algodén [con mayor certeza, quizé, debié decir que comercializaba algodén], y lo vendia en las fébricas; pronto compré la fébrica de “Lo Estrella” con el fin de elaborar su propia fibro para venderla como tejido. Més tarde empezé o producir trigo procedente de las tierras de Rosorio y San Lorenzo y otras de La Laguna, por lo que se vio con la oportunidad légica de hacer harina. En un sitio muy fértil, préximo a San Lorenzo, en la iurisdiccién de Porras, se instalé el Molino de Bocas. Era el primer molino de cilindros de todo el norte del pais. Don Evaristo lo hacia todo conforme a los Ultimos adelantos técnicos.'* A fines del siglo xix la familia Madero mostraria une vasta ramificacion empresarial, cuyos antecedentes directos se deben buscar en los afios previos al periodo que comienza en 1890. En esa prolongacién multiplicada de negocios e inversiones del mas diferente tipo, mucha significacién tuvo la fundacién de una coso bancaria en Monterrey en 1892, paso que implicé una especie de regreso del nucleo de las actividades econémicas de la familia hacia la capital de Nuevo Leén. Los afos 1890-1910 ) El Banco de Nuevo Leén La fundacién del Banco de Nuevo Leén (constituido el 18 de febrero e inaugurado el 18 de octubre de 1892) tiene una gravitacién imposible no sefialar, tanto en lo "* José Vasconcelos, op. cit., p. 187 51 MARIO CERUTT marcha de los negocios de la familia Madero como en lo que alae a los indicadores que evidencian la evolucién econémica de Monterrey. Con respecto a los Madero, bien vale reproducir lo que Vasconcelos apunta en su trabajo: Con intereses un tanto dispersos en Parras y en Torredn, en Monclova y en Monterrey, poco después de su regreso de Europa [oproximadamente en 1890}, don Evaristo comprendié la necesidad de establecer un centro directivo general de sus crecientes negocios, un organismo que centralizase lo direccién y fomento de sus empresos, y al efecto creé el Banco de Nuevo Leén. Y luego menciona: “El Banco de Nuevo Leén era indirectamente el eje de los negocios de lo familia Madero”.'? La preponderancia de Evaristo Madero en esta institucién puede inferirse de los datos siguientes: * De los 600 mil pesos de capitol nominal con que se funda, 250 mil corresponden a Evaristo Madero. * Madero es mimbro suplente primero del Consejo de Administracién que inougura el bance. * El propietario primero es el licenciado Viviano L. Villarreal, yerno de Evaristo Madero. * Viviana L. Villarreal ~que reside en Monterrey- es nombrado presidente del Consejo de Administracién, cargo que no abandonaré hasta 1911. * El gerente inicial del banco es Antonio V. Hernandez Benavides, cufiado y socio de Evaristo Madero. * Desde mediados de 1899 hasta julio de 1908, el cargo de gerente es ocupado por Ernesto Madero, hijo mayor del segundo matrimonio de Evaristo. * Desde 1908 hasta el comienzo del movimiento revolucionario (cuando el banco tiene problemos con el gobierno central, debido a represalias que se adoptan por las actitudes politicas de Francisco I. Madero), la gerencia es cubierta por Rodolfo F Garcia, también yerno de Evaristo.”° " Ibid., pp. 211-212. % AGENL, Memoria (del gobernador del estado de Nuevo Ledn), periodo 1891-1895, pp. 1100. 1102; Jos6 Vasconcelos, op cit., p. 212. 52 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY Nuestra hipétesis -ya adelantada en otro trabajo~”! es que los Madero deciden instalar el banco en Monterrey porque parecia notoria, ya, la preponderancia de esta ciudad en una vasta regién del norte de México. El reacercamiento econémico de los Madero a Nuevo Leén, cuyo paso vertebral seria el citado, indicaria que Monterrey emergia con nitidez como un centro indispensable para el asentamiento de empresas que pretendian tener peso y poder desde San Luis Potosi hacia el norte y de Zacatecas y Chihuahua hacia el oriente. Sin abandonar Parras, proyectando inversiones hacia otros puntos, Evaristo Madero y sus descendientes ubicarian nuevamente a Monterrey como uno de sus principales ndcleos de operaciones, si no el principal: desde 1892 en adelante ~y sobre todo desde 1895-, esa urbe seria escenario de la puesta en marcha de numerosas empresas, aunque muchas de ellas cuenten con su dmbito estricto de funcionamiento en otros lugares del noreste (algo muy visible, por ejemplo, en mineria). Desde Monterrey y lo mds importante- con socios de Monterrey, los Madero se reproyectarén sobre el resto de la regién, multiplicando su capacidad y preponderancia empresarial. Por ello es que nuestras investigaciones nos llevaron olaconclusién de que esta familia pertenecié durante el subperiodo 1890-1910 a lo cada vez més sdlida burguesia regiomontana, Cuestién que se reafirma a nivel de la vida social concreta si se tiene en cuenta que en la década del noventa varios miembros de la familia residen en Monterrey. E| mismo Evaristo estrena con “una cena fastuosa” su nueva casa en esta ciudad, aproximadamente en 1895, tiempo después de morir su segunda esposa, Manuela Farias.?? Ernesto Madero, que serd uno de los ejes de la economic familiar, se ‘aposentaré en Monterrey en esta época. Y varias hijas de Evaristo (Pudenciana, Victoriana y Carolina), contraerén matrimonio con tres destacadas figuras de los negocios y la sociedad regiomontana, por lo que se afincardn aqui. b) Lazos familiares Antes de mencionar los aspectos empresariales de la etapa que comenzaré para los Madero en el primer lustro de lo décade finel del siglo Xx, conviene puntualizor * Mario Cerutli, op. cit % José Vasconcelos, op. cit., pp. 192-193, 53 MARIO CERUTTI ciertos hechos acaecidos en el lapso que transcurre a partir del momento en que Evaristo se asenté en Parras. Uno de ellos es que la trascendencia econdmica del jefe familiar se vio acomporiada de cierta importancia politica. Evaristo Madero -que habia sido diputado en el antiguo estado de Nuevo Leén y Coahuila en 1857- fue gobernador de Coahuila entre 1880 y 1884. Segin Vasconcelos, “Don Evaristo llegé al poder al principio de la Administracién gonzalista. Desde hacia tiempo era el jefe natural del grupo de gente acaudalada y los hombres de negocios de su Estado de Coahuila y buena parte de Nuevo Leén”. El autor afirma que Madero renuncié a la gubernature por no estar muy de acuerdo con ciertas decisiones de Porfirio Dioz, cuando este militar retorné o la presidencia. Justamente después de dimitir, Evaristo Madero marché a Europa y 0 su regreso fue cuando habria comenzado a planear, junto con otros proyectos, la instalacién del Banco de Nuevo Leén. “Dominando resistencias y estimulando la actividad de otros, don Evaristo dio comienzo a una serie de negocios que en pocos arios habrian de convertirlo en la potencia financiera mas destacada del norte del pais”, narra su bidgrafo.”” Otro elemento a remarcar es que Ia familia Madero termind de constituirse, en el doble sentido de que hijos de Evaristo cuentan ya con la edad suficiente para porticipar en los negocios ~en el caso de algunos varones- y de conformar matrimonios con figuras econémicamente destacadas, en el caso de las mujeres. El cuadro 1 muestra a los componentes de la familia de Evaristo Madero y los enlaces que algunos de los descendientes de su primer matrimonio realizaron. Se observa que a través de dos de sus hijos Evaristo se unié a la familia Gonzdlez Trevifio, que en su mayoria residia en Monterrey. El véstago mayor, Francisco (padre de Francisco Ignacio), esté casado con Mercedes Gonzélez Trevifio. Y Pudenciana era esposa de Lorenzo, quien -se recordaré- era socio de Evaristo Madero desde 1865, cuando integré Madero y Cia. Hay que puntualizor que los Gonzélez Tre desde el punto de vista del comercio, la tenencia de tierras y la participacién en industria y mineria, En el cuadro 2 se hace una mencién de los miembros de esta familia. Cinco de ellos estaban unidos matrimonialmente a componentes de las diez familias evaluadas como las més destacadas del periodo estudiado: Jesus (0 eran personajes conspicuos 2 Ibid., pp. 186 y 187. 54 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY CUADRO 1 Miembros de Io fomilic Madero, segin Vasconcelos y libros de notorios del ASENt Evaristo Madero (1829.1911) | Matrimonio con Rafaela Hernéndez Matrimonio con Manuela Forias {hermana de Antonio V. Hernandez) Casado con Mercedes Gonzéler Trevifio Emesio Francisco Hijos: Francisco Ignacio {casado con Sara Pérez) Manuel 18 Gustavo A, José Mercedes Salvador Mogdalena Maria Emilio Alberto Rout Borbara Benjomin Donie! Pudenciona, casada con Lorenzo Gonadlez Trevifio Vicloriana, casada con el doctor Melchor Villarreal Carolina, casada con el licenciado Viviane L. Villarreal Evaristo 55 MARIO CERUTT ‘CUADRO 2 Los hermanos Gonzéler Trevifio y sus uniones matrimonials, hacia fines de siglo Lorenzo, marido de Pudenciana Madero Mercedes, esposa de Francisco Madero (padres de Froncisco Ignacio Madero) Jesis, casado con Rosa Zambrano José, morido de Concepcion Sade Muguerzo Guadalupe, ‘Ana, casada con Antonio V. Hernéndez Mariano, marido de Maria Lofén ssposa de Eduardo Zambrano (cuftado de Evoristo Madero) Algunos de las actividades empresariales de Lorenzo Gonzéler Trevino y Antonio V. Lorenzo Gonzélez Treviito 1. Madero y Cio. 2. Duefo de 12 sitios de ganado mayor en Guerrero, Coahuila (1886)* Duefo de 40 sitios de ganado mayor en Zaragoza, Coahuila (189) Minera Son Nicolés (1391) . Minera San Pablo (18%) Minera Carboneto, $A Minera Azteca, $A. (1897) Duefio de ranchos El Santo Nifo y EI Naranjo, en San Pedro, Coahuila (1897) Compania de Bafios de Monterrey, SA. 897) Compotia de Aguas de San Diego (1897) Bonco Mercantil de Monterrey, SA. (1899) Lobores Las Habas, San Nicolés, Lo Casita, Las Barreras, Los Fresnos, La Tijera y ranchos Bella Vista y Providencia, en Haciendo El Rosario, Parros, Coahuila 1189) . Produccién y comercializacién de vinos y aguardientes (1899) 1uo sitios de ganado mayor en el norte de Coahuila (1901) 5. Hacienda “Lo Misién’, Villa de Muzquiz, Coahuila (1904) Compatiia de Terrenos y Ganado de Coahuila, S.A. (1904) a 1897) 10. nn 12, Hernéndez Antonio V. Hernéndez 1. Madero y Cia. Minera San Nicolés 1891) Banco de Nuevo Leén (1872, gerente) Madero y Hernéndez (1887-7874) sociedad agricola Minera San Pablo (1694) Minera La Parrefia (1894) Minera Azteca, S.A. (1897) Minera Dolores, 5.4. (1897) Compania de Bafios de Monterrey, S.A. ie97) Lodrillera Las Mitras (1897) Fébrica de Vidrios y Cristoles de Monterrey, SA. (189%) Banco Mercantil de Monterrey, S.A. (1899) Teatro Circo de Monterrey, S.A. (1700) Compaiia Industrial Tipogratico de ‘Monterrey (1900) 2 3. s. 6 7 8 . 10. n. 12, 13, 15. Minera del Norte (1900) 16, Fébrica de Corién de Monterrey, SA (1900) 17. Empresa Editorial de Monterrey, S.A. (1901) 18, Minera Los Higueras, $A. (1902) 19, Compania de Aserrar Moderas de Caballeros, S.A. (9902) 20, Sociedad Cooperativa de Ahorros © Inversiones de Monterrey (1904) Indica #l of #n que encentrads la vineulocién con la activided © empresa citado, Fuente: Libros de notarios de Archivo General del Estado de Nuevo Leén. 56 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY (con una Zambrano}; José (con Concepcién Sada Muguerza); Guadalupe (con otro Zambrano); y los ya citados Lorenzo y Mercedes, ligados a los Madero; Mariano, a su vez, era marido de Maria Lafén (también de apellido significativo). La hermana restante, Ana Gonzélez Trevifio, era esposa de Antonio V. Herndndez Benavides, cufiado y socio de Evaristo Madero desde mucho tiempo atrés (se incorpord a Madero y Cia. en 1875). Era gerente del Banco de Nuevo Ledn desde 1892 y entre 1887 y 1894 montdé junto con Francisco Madero la firma agricola Madero y Hernandez. En el cuadro 2 se agrega el listado de una parte de las empresas en las que se encontré a Lorenzo Gonzilez Trevifio y Antonio V. Hernandez, ambos directamente. vinculados y multiasociados con los Madero. Volviendo a estos Ultimos, hay que afiadir los casos de Carolina y Victoriana, jos del matrimonio de Evaristo con Rafaela Hernandez. Notorio es la unién de Carolina con el licenciado Viviano L. Villarreal, cuya familia también era terrateniente en gran escala. EI fue un elemento sobresaliente de la sociedad regiomontona: lo ratifica el que haya sido gobernador de Nuevo Leén entre 1879 y 1881, y que ocupara ese cargo otra vez en 1911. Ademéds fue diputado en 1877 y magistrado en 1909. Viviano fue apoderado de Evaristo Madero en repetidas cocasiones, y ya se hablé sobre su designacién como presidente del Banco de Nuevo Leén. Se lo ubica como accionista en numerosas firmas industriales y mineras hacia fines de siglo. Victoriana Madero, en tanto, era esposa del doctor Melchor Villarreal, hermano de Viviano y de Felicitos Villarreal. ¢) Vinculos empresariales En la conformacién de la burguesia regiomontana pueden perfilarse dos aristas. Una, referente a que muchos de los entrelazamientos entre las familias prominentes que van estructurado esta fraccién de clase se efectivizan por medio de matrimonios. Las uniones de tipo parental -ya se vio algo de esto en los pérrafos anteriores~ solian llevar con frecuencia a uniones de tipo empresarial. Pero debe agregarse que en la medida que se requerian nuevas asociaciones porque asi lo demandaba el desarrollo del capitalismo y su consiguiente tendencia ala centralizacién de los capitales— las articulaciones se materializaron también en el dmbito netomente econdmico. # AGeNt, protocolo de Francisco Pérez, enero de 1894, fs. 22-31. 57 MARIO CERUTT Familias y empresas, pues, convergieron desde estos dos dngulos. En los afios noventa se presents esta doble situacién de manera clara, y el caso de los Madero no fue una excepcién. En la primera gran compania que constituyeron desde Monterrey entre 1890 y 1910 emergié un ejemplo. El Banco de Nuevo Leén exigié uno inversion importante para lo época, yla centralizacién de copitales resultabo imprescindible. Si se estudian los principales miembros de esta sociedad bancaria encontramos casos que reflejaban en qué medida los Madero se articulaban con personajes con vastos y muy ramificados intereses, componentes a su vez de niicleos familiares de enorme peso. Ademés de los citados Viviano y Felicitos Villarreal (que empresarialmente serian de cardécter secundario), se visualizan entre los asociados a Adolfo Zambrano y a Francisco Armendaiz.”’ Analizaremos brevemente sus actividades, sin dejar de mencionar de paso que en el primer Consejo de Administracién del Banco de Nuevo Leén estuvieron hombres significativos como Rodolfo Berardi, Eutimio Calzado y Marcelino Garza. Zambrano y Armendaiz pertenecian a dos de las diez familias seleccionadas en nuestra investigacién sobre la formacién de la burguesia regiomontana, y es por ello que los serialamos expresamente. Puede decirse, aludiendo al primero, que integraba uno de los niicleos fomiliares de mayor relevancia en Monterrey en la subetapa 1850-1890. ¥ desde este afio y hasta 1910 los Zambrano se contaron entre los mas prominentes empresorios. El gestor de esta poderosa familia fue Gregorio Zambrano, que dejé a su muerte, en 1873,?6 una casa comercial en marcha con ramificaciones en la industria fobril (sobre todo texti!), la mineria y lo explotacién de tierras. Tuvo nueve hijos: entre ellos emergieron como sélidos empresarios Eduardo, Emilio, Onofre, lidefonso y Adolfo, muchas veces asociados entre si y otras en forma individual. En los afios noventa Adolfo Zambrano era un importante miémbro de la burguesia de Monterrey. Que estuviera en el Banco de Nuevo Leén es prueba de ello. En el cuadro 3 se brinda unc lista -que no es minuciosa en absoluto— sobre su intervencién en diferentes firmas mineras, manufactureras, comerciales, ganaderas y financieras, en muchas de las cuales ocupaba cargos de la més alta 2 Aen, Memoria, periodo 1891-1895, pp. 1100-1102 % aceni, protocolo de Tomas C, Pacheco, marzo de 1874, fs. 234 58 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY CUADRO 3 10. n 12. 3 Me 1s 16. "7 8 Aciividades empresariales de Adolfo Zambrano, asociado a Evaristo Madero en el Banco de Nuevo Leén Cio, Minera, Fundidera y Afinadora Monterrey, §.6 Nogociacién Minera de Son Francisco Compania Minera Le Fox Compatiia Minera La Primavera io. Minera de Son Nicolés, SA. Compatia Minera del Carmen Reinaldo Berardi y Cia Compartia Criadors de Gonodo Porcino Compartia Minera de San Pablo, S.A Comporiia Minera Zaragoza, S.A Negociaci6n Minera Lo Fortuna, 5. Compatia México Libre, 5.4 Banco: de Nuevo Leén, $A Compania Minera de Timulco, $A Compatia Minera Todos los Santos, S.A Compania Minera El Refugio, SA Castano y Zambrano Comperia Minero Lo Equitotive y Anexas, SA 19. 2 2 2 7 25, 26, a. 28. 2. 30, 2 2. 2 Compaiia Minera Azteco,5.A. Compatia Minera Carbonato, S.A Compatia Minera Tres Hermanos, S.A. (1898) Compatia Minera Rodeo, SA Fabrica de Vidvios y Cristoles de Montarrey, SA, Compatia Minera Lo Sultana, $A Cio, Fundidore de Fierro y Acero de Monterrey, SA Negociecién Minera de Santo Tomas de Villanueva, $A, Negociacién Minera de Nuevo Leén y Coahuila, SA Cla, Minera Norias de Bajén, $A Empresa Editorial de Monterrey, S.A ‘Compafia Minera Xicotenciitl, S.A, Compania Minero Ocampo, SA. Compafia Minera La Fraternal, S.A Cla, Carbonifera de Monterrey, S.A. Fuente: Libros de notarios de Archivo General del Estado de Nuavo Leén, 59 MARIO CERUTT direccién. En repetidas ocasiones, ademés, en esas empresas estaba asociado a los Madero. Con respecto a Francisco Armendaiz, lo antedicho podria reiterarse. Desde mediados de los afios ochenta este inmigrante espaol que antiguemente habio residido en el puerto de Matamoros se convierte en un empresario de gran peso. Al fallecer en 1901?”— el inventario de sus bienes detallaba que Armendaiz era accionista en'més de veinte compajiias mineras, en varias asociaciones industriales {entre ellas, en dos fundidoras), integraba el grupo directivo del Banco de Nuevo Leén, era propietario de vastas extensiones de tierra y de numerosas fincas urbanas, ademas de poseer gruesos contingentes ganaderos y ser un accionista preponderante en firmas como la Compania de Tranvias de Lerdo a Torreén. Quiere decir que ya fuere por medio de entrelazamientos familiares (no slo directos, sino también indirectos: al unirse a los Gonzdlez Trevifio, los Madero pasan estar vinculados en segundo grado con los Zambrano, los Sada Muguerza, etcétera), ya por asociaciones de tipo econdmico, o por ambas cosas a la vez, desde su reinstalacién én Monterrey, Evaristo Madero y sus descendientes pasan a arficularse netamente con un empresariado en proceso de consolidacién Ya se puede, ahora hablar de los intereses que los Madero desenvuelven desde su nueva sede de opera: nes. d) Mineria, industria y finanzas ar la importancia de la familia Madero en el dmbito Una forma de ver regiomontano desde los afios noventa en adelante puede ser sefialar las empresas que puso en marcha desde Monterrey hacia fines del siglo, las empresas en los que tenia participacién, y aquellas que continuaba manejando desde Porras u otro punto de la region pero que igualmente evidenciaban la fortaleza econémica global del grupo parental. Es factible, con los datos extraidos del Archivo General del Estado de Nuevo Leén, practicar un recuento por sectores de la produccién o de actividad especifica. Mineria, Un sector productive que emergié como muy destacable en el movimiento de los Madero, desde 1890, fue lo mineria. 2 AGEN, protocolo de Tomas C. Pacheco, octubre de 1901, inventario incorporade a la escritura 202, f. 874 60 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY El auge de este rubro en el norte de México correspondia a los necesidades crecientes de la industria del noreste de Estados Unidos, y se enmarcaba claramente en la reorientacién general de la economia del pais respecto a la ascendente potencia septentrional. Por otro lado, dentro del Grea minera, los que en esta época tienden a convertirse ‘enmoterias primos muy requeridas son los minerales destinados a transformarse en metoles industriales, ferrosos y no ferrosos, y aquellos que, como el corbén, alimentan la marcha de un medio de transporte y comunicacién tan determinante como el ferrocarril. Esto diferenciaba la nueva mineria de la que predominé durante la época colonial e incluso hasta mediados del siglo xix, que apuntaba bdsicamente a los metales preciosos. Las exigencias del noreste estadounidense y ciertas medidas restrictivas que hacia 1890 se adoptan al norte del rio Bravo con respecto a los minerales en bruto, ademés, van a propiciar que en México no sélo se habiliten explotaciones mineras sino también plantas semi transformadoras de estas materias primas. Ello explica el surgimiento de las fundidoras (en Monterrey se fundan cuatro entre 1890 y 1900), que encauzoran su produccién troncalmente hacia el sector externo pero que contribuirdn al fortalecimiento de un mercado interior que, a su vez, realimentaré el desarrollo del capitalismo en la regién. Sobre este detalle pone énfasis un autor que ha estudiado las relaciones econémicas entre México y Estados Unidos en el periodo 1870-1910." Ademds de % Jorge Espinosa de los Reyes, Relaciones econdémicas entre México y Estados Unidos. 1870. 1910, México, Nacionel Financiera, S.A., 1981, p. 170. En su trabajo, Espinosa de los Reyes efecto otras opreciaciones que ratifican le expueste sobre el giro que la economia mexicana dio hacia Estados Unidos o fines del siglo xx. Desde la époco colonial hasta la primere mitad del siglo 1%, ia mayor proporcién del comercio exterior de México se efeciuabo con paises europeos. Pero. con la expansién de las comunicaciones y el progreso econémico de Estados Unidos, la direcci6n del comercio exterior de México se desvié de Europa hacia el mercado norteamericano fp. 15]. ara tener una justa opreciacién de la importancio que tuvieron las inversiones norteamericanas en México en la dltima década del siglo xx, basta mencionar que en 1897 Estados Unidos tenia invertido en nuestro pais el 29.9 por ciento del total de sus inversiones directos @ indirectos en el exterior. En ningun otro pais tenia invertida una proporcién mayor. En ese mismo periodo, las inversiones norteamericanas en México se habian concentrado en los ferrocarriles y en la mineria. Estas dos actividades econémicas absorbian el 75 por ciento del velor total de las inversiones mencionadas [p. 18}. El autor enlista luego cifras sobre el comercio exterior mexicano, que comprueban el giro apuntado. En 1872.1873 fiuia hacia Estados Unidos of 36.1 por ciento de las exportaciones del pats, mientras que hacia Inglaterra y Francio se enviaba el $4.2 por ciento, En 1909.1910, en cambio, Estados Unidos recibia el 75.7 por ciento de las exportaciones de México, en tanto que Inglaterra y Francia sélo el 15.7 por ciento (cuadro wit, p. 53).Un panorama ‘andlogo presenteban las importaciones de México, que en 1509.1910 estaban integradas por 61 MARIO CERUTT puntualizar como se modificaron esas vinculos en este lapso, en tanto que los Estados Unidos desalojaban a Europa de manera clara del mercado mexicano, ‘punta que la expansién de la mineria suscitada por las inversiones extranjeras y la implantacién del arancel McKinley en Estados Unidos condvjeron ol establecimiento de grandes plontas metalurgicas en el pais. Se organizaron varias companias norleamericanas pora establecer fundiciones metolirgicas que complementaran la explotacién nes comenzaron a trator el plomo, pero més tarde lo sustituyeron por el cobre. A estas plantas metalirgicas se debe el desarrollo que alcanzé |a produccién de cobre en los dltimos afos del siglo xx... minero. Las primeras fundici No debe extrariar, asi, que los Madero hayan volcado sus copitoles masivamente hacia la mineria y que hayan intervenido como accionistas en empresas metolurgicas que dieron fama a Monterrey. Lo mineria era un rubro que exigia altas inversiones por el ya sofisticado grado de tecnologia que demandaba. Es por esto que en América Latina, en general, su domino tendia « quedar en manos extranjeras (el cobre chileno fue ejemplo en este sentido}. Con respecto 0 México, ello es sustentado con vigor por analistas como José Luis Ceceia, quien afirma que “a principios del presente siglo lo inversién privada mexicana en la actividad minera era précticamente inexistente”.”” Sin embargo -y sin que esto reste certeza a lo anterior en cuanto apreciacién global--, en el caso de Monterrey se detecta una enorme participacién del capital nacional en la mineria, incluyendo las plantas semielaboradoras metalurgicas. Esto se infiere de los datos recogidos en libros de notarios, cuyas escrituras muestran que el capital externo -sobre todo norteamericano- penetra de manera notoria en el sector desde 1890, pero también presentan que ung larga lista de compojiios constituidas para entonces contaban con occionistos locales. Y la seguridad de que muchos de estos accionistas no eran simples prestanombres casi un £0 por ciento de productos norteamericanos y de un 20 por ciento de manufactures inglesas, francesas y alemanas (cuadro ix, p. $4) * José Luis Ceceria, “Lo penetracién exiranjera y los grupos de poder econémico en el México porfrisio”, en Lecturas Unversitarias, 72, México, Universidad Nacional Avkinoma de México, 1975, p. 193, 62 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY deviene del estudio que de ellos (0 de las familias que integran) se realizé o partir de 1850. Entre las familias que con mayor decisién se vincularon a Ia produccién minera estaba la que dirige Evaristo Madero. Los Madero estaban en ese momento en condiciones para invertir en dicha actividad, aunque ello involucrase riesgos y significara competir con los capitales norteamericanos En los libros de notarios revisados se detecté que entre 1890 y 1907 los Madero participaron de una u otra forma en més de treinta comparias mineras (cuadro 4). En algunos casos su predominio era total y a veces exclusivo. En otros se los encuentra asociados a los mas poderosos empresarios regiomontanos. La exclusividad o no en una sociedad probablemente haya dependido de la cuantia de capitales que exigia en el momento de ser constituida. Francisco Madero, padre del revolucionario, es quien sobresale en la familia como hombre dedicado a la mineria, complementando asi sus grandes enis idamente intereses volcados en agricultura, comercio y textiles. Este Madero inter de los 32 empresas y explotaciones que se indican en el cuodro 4, En varias de ellas ocupaban posiciones directivas de suma importancia. Junto con Ernesto Madero (su hermanastro, que lo sigue), éran accionistas de las dos fundiciones con mayor capital regional que existian en 1900 en Montarrey: la Compafiia Fundidora y Afinadora Monterrey, S.A., que operaba desde 1890, y lo Compaiia Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A. En esta ultima ~puesta en marcha en marcha en 1900- Francisco y Ernesto fueron accionistos fundadores, aunque con peso secundario. Emesto es nombrade, al iniciarse la produccién, director propietario, junto con Adolfo Zambrano, Antonio Basagoiti, Leén Signoret, Eugenio Kelly, Tomés Braniff, Isaac Garza y Valentin Rivero. En este caso, las inversiones que exige la instalacién de la Compania Fundidora de Fierro y Acero (10 millones de pesos) parece obligar a que capitales de otros puntos del pais y representantes del capital extranjero se asocien a los empresarios regiomontanos, Sobre Tomés Braniff, Leén Signoret y Leén Honorat (que participa como director suplente}, Dawn Keremitsis brinda un detallado informe en su trabajo referido a lo industria textil mexicana." % acent, protocol de Tomds C. Pacheco, mays de 1909, fs. 992.415. > Dawn Keremitsis, Lo industria texti! mexicano en el siglo x, México, Sep/Setentas, 1973, pp. 128.135. 63 ‘MARIO CERUTTL coat cost tsi tost eet 4681-7681 rset soa 20064 oapoy 040/895 ‘oxapoy 015903, ‘ex9poW oA0jsn> ‘oxepoyy orspUDI5 ‘ouapoy o1st4043 ‘soup A ovepew 015003 ‘ov@poyy 0150413 (+1 10208 “2491 v9) oxopoyy onnjsng ‘ox@poy o7!9UD44 “01D A ovpow © Djuasesdes {ojudpisesd) osopoyy oysts0%43 (ouns}w02) osapoy o2s1ouDs4 ‘oxepoyy 024120015 Zepupuseyy £ oJ@poW 04811043 ‘oxepoyy o/s14043, cuapoyy 02619UD14 ZapUpUa}Y A OL@POWY O}SDA3 O10poYy 01593 {88 1/8010]0g CEUIW C1YodWIED LeB1/'VS ‘OD2iTy DIBUIW O}VOdWoD 2681/5 ‘sos0nBiyy $07 eXOUWW oIyodwio-> 9881/'¥'s ‘Jous91014 07 BWW EWYOdWOD 9681/"¥'5 ‘jDUOGIO7 CEU DIYOdWOL Peal/V'S ‘olqog UDg op DiEUIW DWYOdWO> oYoW snsop CuoUIW DIYOdWO (c061 ue -ys) 1491/010)804 0] B10UNW O}YEdWIO-> vesi/v's S0J02!N UDg ap o10UW O]YOdWO 0091/5 “housoquoy eropouyy 4 o.opipuny oyodwo>) (0161/0681) sAUI J0;>8 Jo Ue OJ@POWY DIWO) OJ ap SOIquIAW ep UODOdI>1J04 roxayna 64 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY 0064 17061/2061/1061 to6t 061 6081 e681 corpo oysa3 ‘ovepow ors!24015 (ouoyeidosd sojpeuip ‘oxopowy “3 20d pojuesesde.) ‘sou A ovepow o159U)3 ‘uepow orsiuoiy Lup0110] ve ojvoiso uo> osasdwy (o1uapisaid) ovopoy ofs0u13 ‘ox@poW oADIsnE, ovepow orsouniy {owajdns 01020801) osapoy + o>su014 osapoy ojsou3 (ewoprs0:d) ovepoy o28!2u0/4 {e1uapiseid) oxepow orsruniy ovepoy oanjsng, ovpow orsisuoiy ‘ox@pow “| o2spuD1y ‘ovepow orsiouoiy los1/-¥'5 Yoz03}0pen|, ep wsoposno}sey cuaUIy ojyodwo> ‘o1eay 4 013014 9p ox0pipuny oyyodwor 0061/"¥'S ‘u920] 8p OLUWY O[YOdUWIO> c0s1/"¥§ ‘s02910207 oseUW DJyodwWo> 0061/H0N [pp BIOUN oWvodwo> vost/'v's 4y0z92]0pong wp seioj[og Cou DIYOdWO-) ooat/¥'s ‘oui op omjiry oxaUW oIyodWOD s601/°¥5 "edepn, osOUIW dWyodWo> eenrfpacieyy 07 A onbueg vos S04>u01 ap ojensqns Jop U9Popodsy “"Y$ "uow05 13 oveUWy oWEdWo> 65 MARIO CERUTT S064 soot e08t z06t 064 coe. 1064 (e1wapisesdears) osepow 02804014 (eiuapisesd) osepow ors12D14 ed) ouapoy orsisuos4 owpoy oveqty orpow '9 sof ox9pOW O18H0A3 zepugusa} A oupoy ojsU043 oxspoyy oys9us3 oxepow ors2u015 19poW o1seus3 sod epoivesesda:) JalUOWY @P SOJPUI!D 8p SOUYOW (o\uopsse1d) osopoyy 02500013 ‘19poy onoisng, {eju9jdns jo204) ox9poy soporjog sosi/¥'s soxauy A ajqoy | OUI BIYOdWOD sost/¥s ‘poosey 07 ap oxdyyuoqior myodwoy sosi/¥s ‘peavey ©] ep o4@!U0GIO> B}YOdWOD s0st/'v's ‘opNyood & 1u9a7 onaANY ap o1aUOqIOD DIYODLIO[ c00t/'¥'§ ‘OIWOg 07 OL2UIW OYOWIOD soxouy 4 104 0] ep OVW OWUDG D/oUIW Ug!r>_DOBeRY 2061/'¥'S “hexsajuow ep o19}1u0qi09, oyodWoD z0oi/'¥s ‘ouiaiy ep ojjuy Dau BYYOdWO “UQ8] OAM Op Osa}UOGIO? IyOdWOD Lo61/¥'§ YOAyoR Oru OYOdWor, 66 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY souomY 9p 5039H ‘INDY “aIUENg u9podiyod o+@ opowewnsop gpenb enb us sovo © ovo OuFI6eY » ‘osaidwie 0] ue uogad 240d enb ONO) oj ep tosqwenu #0) DIOYeS | ‘Brerdiv9 0} @p upDOpUTY op OYO FP O>:PUl » cot 06% 061 [eiuaprse.d} osepow onnisngy L081/'¥'5 ‘ouNzapoy DaUIW OWyodWoD — fosi/'v's "O2I0N ep POW OrsDUDLy 2u010) upwoy osu DIYodWo — A ejvepisoid) (2681 va .2 ajvaydns jo>0) opolow owes ue zopugusoyy & O19pow 015043 0u07 opunBes o1ouy oyvodwoy — 67 ‘MARIO CERUTT Tanto el estadounidense Braniff como los franceses Signoret y Honorat no sélo tenian una enorme actividad econémica sino que también eran muy buenos amigos. de personajes eminentes del grupo de los cientificos. Entre otros, de los hermanos José y Julio Limantour, hijos de franceses. El cuadro citado permite observar que Evaristo Madero prosigue en plena labor durante estos afios, aunque en muchos casos parece ceder el puesto principal asus hijos. Ademés es perceptible que poco a poco se incorporan otros vastagos de Evaristo e inclusive nietos suyos al proceso de desarrollo empresarial familiar. En lo década de los noventa intervienen aparte de Francisco y Ernesto, Evaristo y los nietos Francisco Ignacio y Gustavo Adolfo. En la década siguiente se encuentran otros descendientes del yo anciano hombre de negocios. Entre los ejemplos de la exclusividad familiar estaba el de lo Compania Carbonifera de Nuevo Leén y Coahuila, S.A., fundada en 1905, en lo que hallamos al jefe Evaristo Madero con sus hijos Francisco, Ernesto, Manuel, Evaristo, José, Salvador y Alberto. La presidencia de la compafia estaba en manos de Francisco Madero (cuadro 4). Finalmente debe decirse que muchas de estas explotaciones mineras se hallaban dispersas por diversas zonas del norte de México, pero el asiento juridico y econémico de las firmas que las usufructuaban era Monterrey. Industria. El cuadro 5 presenta un panorama de le actividad especificamente industrial de lo familia Madero a partir de 1890, Yo se ha comentado que el crecimiento econémico de este nucleo parental incluta desde tiempo atrés a la manufactura, Lo firma Madero y Cio. se hizo cargo a principios de los setenta de la fébrica de mantas Lo Estrella, en Paras, y durante afios el rubro textil surgi como uno de los més destacables de los desenvueltos por los Madero. Esta fabrica fue, seguramente, la base de la Compaiiia Industrial de Parras, $.A., que encontramos en 1902 (cuadro 5). Esta ltima firma es la que se muestra como hegeménica en la Compaiia Industrial del Norte, S.A., que en 1902 se constituye con asiento juridico en Gomez Palacio, Durango (cuadro 5). Esta empresa unifica comercialmente a un total de cuatro fébricas textiles instaladas en otras tantas ciudades del noreste de México, bajo el liderazgo de Evaristo Madero. Junto a !a Industrial de Parras se arficulan Prince, Torres y Prince, propietarios de la fabrica La Amistad, de Gomez Palacio; la 68 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY Aass0ju0y U9 ojua!so YOD, Aausjuow us Ww sBrouasajoy ‘equsng 0} op soubg Ua opojueso osaxdug Aenaisow v2 o1ve1s0 U0 (orer-oee (ouojardosd so;2e01p ‘ovopoy 01s9u13 40d opojueseudau) ‘SOUH A ouepow o1soU13 0064 ‘ovepow 0281/2014 (cz ajuejdns yo0n ‘ouepow 0180413 104 opoyueseido!) 1668 “souy A osepoy ofs0u13 ‘osopow | or812U014 40d sopojueseides soquiy ‘OuPOW 01814043 2681 ‘ouepoy 025!2u014 cuspoy jo1uog cuepow Ujwolueg ovepow oDqIDg ovepow oLeqiy ‘o19poW BUDW ouepow 20ponjos ox9pow 9750p ‘osapoy jonuoy ouepow o1seusg ZepuoUie} £ OL~POWY O1SLOAZ p08t ouspow oyseus3 oo6i/'v's ‘hassajuoyy ‘2p clo2y 4 13014 9p o10pIpung ojyodwo-y eoasy's ‘ba ssouow 9p S9ppIsv> A SOUPIA 9p B>LIq04 vs ‘eunBo] ©1 ap ossuegor ouenpu oIyodiso 9681/'SouH A ovopoyy oysousg Oo8l/v's. resyeyow ozopouyy A osopipung “01> LISNPU! J0;285 |@ UD CJePOW NWO} ep sosquiaIW ap UgID0d!2yJ04 soxavn> 69 MARIO CERUTTI Aaniauow U9 01 150 U0) ‘obuoing ‘widow ue ojwers0 uoD Aausa\vow Ue 0ueIs0 Uo) Aonaiuow ve owerso uo, Aoxso\uoy us o1U9I80 Uo) Aoxsoiuoy Ue ojuaIso uot Aonouow va 4u9Is0 YeD Aanawvoy ue 0jU9180 uO S06 coe zoet zeot z08t tose toot c0s1/1084 0084 1050) Os0pOW “y CADIS, wepiseid) o19pDW 03519U014 x9poW “y OAD, u@pOW “y OnDISND, ug] onenny 9p 020g oxepoy oysoury ‘orapow ojs0Kg ovopoyy 015043 u9poy “y on0jsng Uup}eg 812105 4 o1apOW o1@pow 0js9u13 ‘u9poW Y OnDIsND (owwopisard) ov@poyy oysourg ‘ox@powy 02s12U04 ‘oxpow 0151043 lt 21v9jdhs jo>04) osepoy 02512U014 5061/"¥'s ‘so1iog @p SCApLyID ep SOUOW rosi/uge1s0) jossnang o}@pow 1g 9026017] & ojuerdus} ‘OPOW (3 OyOIBO}] A OjUerduy “yg ‘erudyuo> 0} sopiley A sopo ep qpd “Ys ‘Konsauoyy op sospusl> ep SoUyOW 2061/5 ‘@UON J9p JouIsNpU| oYodWO> meg ep Losi v's ‘ox0UI8y Losi v's ‘houauow ap jouoyp3 osesdwz 10s1/ugjeg o1s0g 4 o1@poyy ODs1/'¥S ‘u9eH0) ap OrIGin\OIeW C1YOdWE 0061/'¥'S “Up, O19|}13pe7 OWYOdWCD o0si/'¥'S ‘AexiojuOW ep UOHOD ep H2uqG05 70 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY Aesio1u0W ue Wve!s0 LOD soupiou op 0:91) NZD :9HUONg ‘wuewoserdee owndo os ‘hessewow ve cwelsD oan asasdwe 0] Opuon> » ‘1opow 80} op upr20d:2Yed © epojuewns9p gpenb enb ue oye je ejoveS , s01dW0 © 9p UpDOPUNY ep OY |@ EPL » o19pOW s0pOnjog s0sieoet (2119108) osapowy o1s9u93 9051/'015 & os@powy soponjog — 2 j9200) osepow oW)u3 Sosi/'v's ‘ojpow [3 oust yos6odiy 4 o>yps601n oyodwe — 7 MARIO CERUTT Compaiia Industrial Saliillera, S.A., duefia de La Bella Unién, de Saltillo; y Valentin Rivero y Sucesores, que poseen la muy conocida El Porvenir, de Monterrey.” Més alld de los textiles, significativos por cierto, los Madero opunian sus capitales hacia el ramo metalirgico (las dos fundidoras citadas, en Monterrey, y la Compafiia Metalurgica de Torredn, S.A., en la que Ernesto Madero es presidente), lo produccién de vinos {Ernesto Madero y Hnos.}, de cartén, de ladrillos, de vidrios y cristales (son accionistas de la compania que devino la actual Vidriera de Monterrey), las industrias de la alimentacién, de impresoras, productoras de guayule, derivados del algodén (jabones) y transformacién de la madera (Asociacién Industrial Reinera, S.A.). Osea: diversificacién no s6lo econémica en general, sino también dentro del mismo sector industrial. En no pocos casos, como accionistas; en otros, como propietarios directos. Cuando son accionistas, los ejemplos de articulacién con otros grandes empresarios de Monterrey se multiplican: Compasita Fundidora y Afinadora Monterrey, S.A., Compania Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A., Fabrica de Vidrios y Cristales de Monterrey, S.A., Fabrica de Cartén de Monterrey, S.A., Compafia Ladrillera Unién, S.A. Sobre la significacién que en el émbito industrial tenia la familia Madero en Monterrey y en el noreste de México es util la transcripcién de un parrafo de la ya frecuentemente citada obra de Vasconcelos: La listo de sus empresas {de Evaristo Madero, hacia finales de siglo], se puede resumir como sigue: Compafiia Industrial de Parras; Banco de Nuevo Leén; Compafia Carbonifera de Sabinas; Guayulera de Coahuila, Més tarde, Fundicién de Metales de Torredn, junto con empresos gonaderas y agricolas; |a vinicola de 2 AGEN, protocolo de Francisco Pérez, novieribre de 1902, fs. 175.178. La escritura indicaba que los cuatro fabricas producian géneros blancos o imperiales, y el objetivo ero asegurar lo vento de los piezas que cada una de aquellas canalizaria a través de la nueva sociedad. €! capital se elevaba a 90 mil pesos, fraccionado en 800 acciones de 100 pesos cada una. La Industrial de Parras poseia 300; los sefiores Prince, 270; la Salillera, 120; y Rivero Sucesores, 60. Se mencionaba asimismo que semanalmente cada establecimiento deberia aportar esta contidad de piezas: Lo Estrella, 3 mil de 40 metros; La Amistod, 2,709; Lo Bella Unién, 1,200; y El Porvenir, 800. Total: 8 mil piezas. El carécter oligopdlico y !a tendencia al control coordinado del mercado se infiere de Ia clausula que estipulaba que mientras se mantuviera el acuerdo (dos afes, a partir det 1° de enero de 1903) los signatarios "ne aumentarén la copacided de sus fdbricas en géneros blonco 0 imperiales que sobrepasen al maximo expresado” 72 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY San Lorenzo y sus casas comerciales de Saltillo y Monterrey; Molinos del Golfo; compahias mineras, etcétera.”” En algunos casos la actividad fabri! se fundia o integrobo a una casa de caracteristicas bésicamente comercial. Eso se observaba en Madero y Cia., en la primera etapa, y también desde 1896 con Ernesto Madero y Hnos. Esta firma {cvadro 5) estaba compuesta por numerosos miembros de la familia: todos los hijos que Evaristo Madero tuvo en su segundo matrimonio, y por el mismo patriarca. Asentada en Parras de la Fuente, Ernesto Madero y Hnos. intervendra como accionista en diversas compafiias industriales, lo que de paso indica que el grado de desarrollo del capitalismo en Monterrey exigia en estos afios no sélo centralizacién a nivel de capitales individuales sino de las mismas empresas. Y de manera unilateral, Ernesto Madero y Hnos. se dedicard a la produccién de vino, en 1899.4 La diversificacién econémica ya opuntada hacia que se encontrara a miembros del grupo Madero en actividades complementarias, pero seguramente interesantes desde el punto de vista de su rentabilidad. Demostrativo de ello podian ser los casos de la Compaiifa de Bafios de Monterrey, S.A., constituida en 1897, en la que es accionista Ernesto Madero, y a Compaiiia Teatro Circo de Monterrey, S.A., que se fundé en 1900 y contaba como socio a Francisco Ignacio Madero.*> Los ramos financieros y agropecuarios complementaban este panorama, ya ellos aludiremos especificamente en parrafos siguientes. Finanzas. Alo ya expresado sobre el Banco de Nuevo Leén, fundado en 1892, hay que afiadir que su evolucién oparecia indiscutible a principios de siglo. Hacio 1899 su capital fue aumentado de 600 mil a 960 mil pesos. Un afio después se llevé a 1 200,000 pesos y en 1902 pasé a dos millones. Ya en 1896 la institucién contaba con agencias en Saltillo, Piedras Negras, Parras, Sierra Mojada y Monclova, en Coahuila; en Tamaulipas, tenia filioles en Tampico, Ciudad Victoria, Laredo y Matamoros.” En 1899 suscribié 60 mil pesos » José Vasconcelos, op. cit., p. 187. % AGENt, protocolo de Francisco Pérez, diciembre de 1898, fs. 258-61. % aGeni, protocolos de Francisco Pérez, septiembre de 1897, fs. 188.209; y de Tomés C, Pacheco, abril de 1900, fs. 348.356. 3 AGENL, protocolos de Tomés C. Pacheco, febrero de 1879, fs, 149.150; marzo 1900, fs. 252.254; y julio de 1902, fs. 657.659, ® cent, Estadistica gréfica. Progreso de los Estados Unidos Mexicanos, 1896, p. 204 73 ‘MARIO CERUTT en acciones para la constitucién del Banco Central Mexicano, con asiento en el Distrito Federal.* El hecho de ser propietarios del primer banco que se fundé en Monterrey no impidié que alguno de los Madero estuviera presente, asimismo, en el segundo: el Mercantil de Monterrey, S.A., abierto en 1899."* Esta casa inicio sus operaciones con un capital de dos millones y medio de pesos, y en 1904 mantenia agencias en diferentes localidades y ciudades de Nuevo Leén, Coahuila y Tamaulipas. Francisco Madero, precisamente, uno de los fundadores del Mercantil, es designado para hacerse cargo de la agencia San Pedro, en Coahuila. Pero hay otros datos que remarcar. Uno de ellos es que Antonio V. Hernéndez es uno de los més significativos accionistas del Mercantil al ser establecido. Cuiado de Evaristo Madero y socio suyo en numerosas empresas, Hernéndez habia sido hasta 1899 gerente de! Banco de Nuevo Leén. En el Mercantil ocuparé ese mismo cargo, y ademés fue designado vocal suplente primero del Consejo de Administracién. Entre los fundadores del Mercantil se ubicé al general Jerénimo Trevifio, que a principios de siglo conformaba el Consejo de Administracién del Banco de Nuevo Ledn, Se detecté también a Lorenzo Gonzdlez Trevirio, yerno de Evaristo Madero y su reiterado socio. ¥ en 1904 estaba en el Consejo de Administracién Marcelino Garza, que ese mismo afio componia el Consejo Administracién del Banco de Nuevo Leén.“ Garza era un comerciante de Saltillo que controlaba la Compaiiio Industrial Saltillera, asociada a la Industria de Parras de Evaristo Madero en lo yo mencionada Compara Industrial del Norte, S.A. Para terminar el cuadro de interrelaciones entre ambas instituciones bancarias, hay que destacar que el Banco Central Mexicano -en el que tenia valores el de Nuevo Leén- era accionista en el Mercantil de Monterrey. Algo més: entre los que ponen en marcha el Banco Mercantil de Monterrey estuvo Enrique C. Creel, poderoso hombre de negocios de Chihuahua que fue ministro > AGEN, protocolo de Tomés C. Pacheco, enero de 1899, fs. 28-« > AGENL, protocolo de Francisco Pérez, noviembre de 1899, fs, 205.214. “ En 1904 el Banco de Nuevo Leén contaba como presidente a Viviano L. Villarreal. Como vocales, @ Evoristo Madero, Constantino de Térnava, Marcelino Garza y Ernesto Madero. Los vocoles suplentes eran Melchor Villarreal, el general Gerénimo Teevito, José Armendaiz, Evaristo Madero y Hernandez, y Préxedis Garcia. Ernesto Madero continuaba como gerente. Ruta panorémica descriptiva de! Ferrocarril Nacional de México. Album mercantil, industrial y pintoresco de la ciudad de Monterrey, México, 1904, p. 18, 74 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY del Exterior de Porfirio Diaz y miembro del grupo llamado cientifico. Creel tenia porticipacién en otras empresas formadas en Monterrey, y en varias de ellas se lo encontraba representado por Antonio V. Hernandez, el hermano politico de Evaristo Madero. La concesién para la instalacién de! Mercantil le fue concedida por el gobierno central a Creel, a Tomés Mendirichaga y a Joaquin Casasus. La némina de los principales accionistos del Mercantil de Monterrey muestra que en el momento de su fundacién estaban presentes componentes de acho de las diez familias sefialadas como las sobresalientes en la burguesia local: los apellides Madero, Ferrara, Rivero, Milmo, Hernéndez (familia que es la accionista de mayor peso, pero que no tenia vinculacién con el citado Antonio V. Hernéndez), Sada-Muguerza, Zambrano y Garza se detectan con rapidez. Un claro ejemplo de articulacién empresorial, de centralizacién del capital debido a la importancio de la inversién de arranque, de entrelazamiento del empresariado regiomontano tanto intimamente como con ilustres burgueses de otras latitudes del pais. Regionalizacién. Si existe uno prueba notable de la importancia que entre 1890 y 1910 asumié Monterrey en una vasto Grea del norte de México, la brinda la actividad de la familia Madero. La hipdtesis de que Monterrey extiende para entonces su influencia en uno muy amplia regién, y que por medio de sus inversiones extrae excedentes de ella ~lo que le permite, a su vez, aumenter su ritmo de acumulacién- bien puede quedar verificada estudiando las empresas de los Madero. Esta verificacién ofrece dos aristas: 1) porque era desde Monterrey que -en gran medida- trabajaba este grupo parental, con centro probablemente en el Banco de Nuevo Leén; 2)y muy parficularmente porque el mismo hecho de que duronte afios los Madero no estuvieran asentados en la capital nuevoleonesa y que a partir de los noventa decidieron retornar parte de sus cuadros empresarios a Monterrey, sefialaria que esta ciudad surgia como una base indispensable de ‘operaciones a nivel regional. La decisién de Evaristo Madero de regresar a su ‘antigua urbe, incluso de manera personal, parece muy ligada alo necesidad de no descuidar una ciudad que se conviere lenta pero firmemente en el vértice de una extensa regién. Eso se comprueba en diversas actividades de los Madero, pero especialmente enel rubro minero. Muchas de las compafiias fundadas en Monterrey funcionabon en zonas que desbordan lorgamente los limites de Nuevo Leén. Y esto se repetio en materia industrial, agropecuaria y comercial 75 Regionalizacién y articulocién con el resto de la burguesia regiomontana es casi un solo proceso que entre 1890 y 1910 transitan los Madero. En esos veinte aifios, Evaristo Madero y sus sucesores despliegan una labor que los lleva a tener intereses directos en los estados de Nuevo Leén, Tamaulipas, Coahuila, Durango, Guanajuato, Chihuahua, San Luis Potosi, Zacatecas y hasta Sonora. Veamos el caso minero, descrito en el cuadro 6. Se observa que Nuevo Leon y Coahuila eran los estados de mayor actividad, y sobresale la explotacién carbonifera: algo que no debe extrariar, pues estaba vinculado al establecimiento de fundiciones y al desarrollo de los ferrocarriles. Pero también se percibe que habia explotaciones en Chihuchua y San Luis Potosi, y en menor medida en Tamaulipas, Guanajuato, Zacatecas y Durango. En esta némina de empresas no se incluyen las dos fundidoras regiomontanas en las que los Madero tenian participacién, y que contaban con una compleja red de propiedades 0 arrendamientos mineros en diversos estados, Rubro que indica el auge econdémico que vivian ciertos grupos sociales en el México de fines de siglo, la mineria obligaba a desembolsor fuertes capitales en distintos puntos del territorio nortefio. Los Madero los aportaron ostensiblemente, y enello se sumaban alos que realizaban miembros de las familias Zambrano, Armendaiz, Belden, Rivero o Ferrara. viento indust Si se analiza el movir |, el Gmbito de la actividad de los Madero se restringia o Nuevo Leén y Coahuila. En el primer caso, las compariias que poseian o en las que participaban se asentaban con exclusividad en Monterrey: Fébrica de Vidrios y Cristales, Compania Fundidora y Afinadoro Monterrey, S.A. ‘Compara Fundidora de Fierro y Acero, Fabrica de Cartén de Monterrey, Compati Ladrillera Unién, Madero y Garcia Galan, Asociacién Industrial Reinera, Molinos de Cilindros de Monterrey, Compajia Litografica El Modelo, S.A. En Coahuila, en cambio, las sedes de fdbricas se distribuian -en menor medida que en Monterrey, es obvio- por Parras y Torreén. En Parras se hallaban asimisme las dos mas importantes firmas comerciales de la familia: Madero y Cia. y Ernesto Madero y Hnos. Tierras y agro. Vasconcelos menciona en su biografia que “Don Evoristo y su familia se contaba entre los més grandes latifundistas del pats”. Keremitsis indico algo parecido en su obra.t! Esto aseveracién ~que se encuentra en distintos * José Vesconcelos, op. cit., p. 258; Keremitsis, op. cit. p. 138. 76 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY oigny o1owioy paopuoW Aesovow sozpdwoy/oiquojop, Aos101uow o1quicjo> eBoWu0g op OIA ‘Aeuauow sozodwoy onjoue3 sorodwo} op D11015 olvosony op sozodwoy Aosseuow douaiuoy 2061/¥S ‘kania\uoy ep 019\}40q105 D\yodWOD 0061/'¥S ‘ous 9p CYOJUOW OVOUWY C}YEdWO- 4681 “Y's ‘sex0}09 osoUWy DIYOdWOD Sobi/'v's ‘soxoUy A 9igoy [3 O1YOdWO SOsL/"Y'S ‘Periew 07 O2e!U0qGI0D D}YDSWO 0061/'¥S “U9e0] ap e>rBsnjo}oW O}YEdWO> sosi/"¥ ‘BNYDO> A UgeT OAEANY BP D19}!UOqIOD “DI 2061/'¥'S ‘u991 OnaNNY 9p D18}1U0GI05 o}YOdWO> Wwai/¥'5 'ov0K80g 07 O10UW OWVEdWIOD 9681/5 "Joussj014 07 EUBUI OWEdWe L061 /¥§ OAog DJL O}YOdWOD co61/¥'S "SHON Jap DUEL OIYOdWOD 2061/'¥§ ‘O40 9p Ojpuy OLeUIW OJyOdWOD 8681/'¥'S ‘o}oUOqIDD o10UNW O}YOdWOD MOBL/V'S ‘DD@ITY BIBUIW OWYOdWo> (0161-0601) .orpoyy o11s40} 0} @p so.qui9}us vogodiaiyod enb so} ve tos@UNW! seuonojojdxe ep oUe!Be/ Up!>02H0907 oynyoo> ug9] ono, 9 oxavnd 77 ‘MARIO CERUTTI ‘twidive ©] 8p UOOPUNY ep OUD 0 O2!PU « essoWoWy Ve sopiny"sUO? UOseR, sOFAdUIe 50] ep Od LOE). apucsg o1e, c98i/"¥'s ‘502210207 osu D}YOdWoD — 50390907 soxauy 4 pjonyaiow TOY 0} 9p D}JOW DILOg OWIUCLYY O1OUIW UP!>>D0BON — spzD>|9p9ng 1061/20203)0p0ND op Csopouno|soy osoUIW CYodWo> — s0z0>|0p0Ng c081/"¥'s 48zo}0POND 9p ss:0j0q DIU BIYEdWE) — s0)0q sim] wos esoinbsodoy oBoyuog vosi/so1unu sopung — 8u0sng 1104 EO L/VS “OUD BY BIBL CIYOdWOD — 2au9nf oM1v0g 8061 /0uk9y 07 OUI — oBs0w07 S061/'¥'§ ‘O310N| 6p 00109 LOWY COUN ELYOSWO — oBjopiY 0061/'s ‘u9eH00] op O21GinjDaW oWOdU — payooyiys o1onloueng R6a1/s1J0 DIDUD!SLOD soul — ejonlousng, S9IO2IN UOS 1681/S9]021N UDG Bp DIBLIW DJYodWo> — sodinowo, OB |opH soysu0y S06i/'¥'§ ‘O}INYOOD A U9] OABNY |p O>1B,0)OBWY “O} — adzury sowoy DOsI/¥'S ‘UpaH01 op DDBio}DIEW OWOdWOD — edzury sowing S681/'V'S ‘s078N6i}4 $07 O1@UNY OYOdWo — 78 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY ‘autores~ es confirmada por los datos localizados en el Archivo General del Estado de Nuevo Leén. Noes posible por razones de espacio seftalar con minuciosidad todo lo atinente aeste flanco de los ingentes intereses de los Madero. Pero podemos ofrecer esa sintesis: 1, Antes de asentarse por primera vez en Monterrey, Evaristo Madero yo era poseedor de tierras en grado, por lo menos, interesante. Ya se comenté que en sus cartas o Santiago Vidaurri habloba de sus predios en la frontera, sus ocho mil cabezas de ganado menor. Y agregaba entonces que probablemente tuviera que *mudar mi estancia 6 ora parte, y para cuyo fin he elevado 4 la superioridad hoy {28 de marzo de 1861], una solicitud denunciando diez sitios de tierras a lo mas, dentro de la érea que demarco en mi pedido”. 2, Parte de sus tierras en esta época parece estar en Texas, de acuerdo con datos encontrados en una escritura de 1869: habla de terrenos de 25 leguas en ese estado norteamericano, los cuales reclama. 3. Evoristo Madero aparece como uno de los beneficiarios directos de la aplicacién de las leyes de Reforma en el érea aledane o Monterrey, hacio fines de lo décade de los sesenta. Se lo encuentra adquiriendo tierras de labor en reiterados ocasiones, desamortizadas por el municipio regiomontano. 4. En los comienzos de la décado de los sesento, yo se acoté, Madero compra las haciendos “E! Rosario” y “San Lorenzo”, en Parras, de gran importancie en su desarrollo empresarial porque en ellas funcionarén fabricas de textiles y de vinos. 5. Hacia 1875 encontramos referencias sobre posesiones en torno a Villa de Guerrero, Coahuila, y alusiones a “ranchos de la frontera”. 6. Pero es a mediados de los ochenta cuando parecen ampliarse abruptamente las propiedades ruroles de los Madero, y aqui yo juega un papel destacable el primogénito Francisco. Vasconcelos califica al padre de quien serd jefe de la revolucién de 1910 como “latifundista triguero” y dice que poseio grandes extensiones por La Laguna y las cercanias de Parras. Segiin Keremitsis, lo familia Madero tenia siete haciendas en Coahuila y tierras en Guerrero y Zacatecas. En 1887, por ejemplo, fue fundada !a sociedad agricola Madero y Hernandez, enla que se aliaron Francisco Madero y su tio Antonio V, Hernandez. Esta compania fue disuelta en 1894, y en ese momento se le contabilizan las fincas que se detallan: ~"El Porvenir” (en Lo Laguna) ~"San José” (La Laguna) 79 MARIO CERUTT ~"Buenavista” (Lo Laguna) ‘Sauceda” (La Laguna} ‘Santa Anita” (Lo Laguna) ~“Menfis” (La Laguna) ~“Potrero Redondo” (Montemorelos, Nuevo Leén) =Terrenos de Alto Colorado, en las afueras de San Pedro, Coahuila 16 sitios de agostadero en Cuatro Ciénegas, Coahuila.” En la zona lagunera, donde el algodén comienza a producirse en escala hacio 1880, los Madero cuentan importantes posesiones. 7. Otras propiedades que se han detectado en libros de notorios desde 1890 en adelante son: haciendo del Suncillo, en Villa de Guerrero (Evaristo Madero); terrenos de Longoria y Agua Verde, en area de Rio Grande (2,500 hectéreas, Evaristo Madero; 2,500, Francisco Madero); rancho “San José”, en Ramos Arizpe, Coahuila (Francisco Madero); hacienda "San Tiburcio”, en Zacatecas (Salvador Madero y Cia.). 8. Falta en este panorama puntualizar sobre las compa‘iias agropecuarias 0 agricolas que controlaban los Madero, y que tal vez era lo mas significativo del sector. a) Ernesto Madero y Hnos. Puesta en marcha en 1896. Arrendaba en 1899 las bodegas y buena parte de las tierras de la hacienda “El Rosario” (correspondiente a Lorenzo Gonzdlez Trevifio). El contrato incluia las labores “Las Habas", “San Nicolés”, “Las Barreras”, “Los Fresnos”, “La Tijera” y “La Casita”, ademas de los ronchos “Lo Providencia” y “Bella Vista".** b) Compaiiio de Terrenos y Ganados de Coahuila, S.A. Fundada en 1899, con asiento juridico en Porras. Eran socios Lorenzo Gonzilez Trevifio (presidente de \a firma), Evaristo Madero y sus descendientes Ernesto (secretario), Francisco, Manuel, José G., Gustavo Adolfo, y Alberto Madero, William Richardson (yerno. de Gonzélez Trevifio y cosado con una nieta de Evaristo Madero) y Juan Garza. Lo compofifa contaba terrenos que alcanzaban 430,825 hectéreas, y su capital total ascendia a 700 mil pesos, segtin un peritaje efectuado en 1904," ) Negociacién Agricola y Ganadera de San Enrique, S.A. Constituida en 1905, conasiento en Monterrey. Su presidente era Francisco Madero, aunque el principal accionista era Jesés Gonzélez Trevifio, que ocupaba el cargo de vicepresidente y © acer, protocolo de Francisco Pérez, enero de 1874, fs. 220.31 # AGEN, protocolo de Francisco Pérez, di 1808, fs. 258-61. “+ agent, protocelo de Francisco Pérez, diciembre de 190, fs. 281-28, 80 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY era duefio de los fierras que se explotordn. La escritura del convenio® mencionaba que la firma haria producir la hacienda de San Enrique y sus anexos (tres ranchos y demés terrenos) que Gonzélez Trevino tenia en Villa de Hidalgo (Coahuila) y Colombia (Nuevo Leén). El capital social ascendia a 360 mil pesos y el total de hectéreas que manejaria la negociacién era de 31,706. Maquinas movidas por vapor, trilladoras y despepitadotas de algodén se contaban entre los bienes de la empresa, y se hacic mencién explicito a toros de raze. d) Compaiia de Tierras de Sonora, S.A. Constituida en Monterrey en 1904. La integraban Evaristo Madero, Francisco Madero, Ernesto Madero (que era su presidente), Guillermo Olivares, Marcelino Garza, Carlos Trevirio y Balbina Tapia, viuda de Olivares. La sociedad tenia por objeto vender, explotar o especular las tierras aportadas por la viuda del general Francisco Olivares, ubicados en los distritos de Ures, Hermosillo y Altar, en el estado de Sonora. El total alcanzabo las 646,274 hectareas, y fueron recibidas por el fallecido marido de Balbina de Olivares como compensacién que el gobierno federal le brindé por tareas de deslinde de baldios, huecos y demasias, segUin contratos de los afios 1887 y 1889. El capital de la empresa era de 162 mil pesos, y su duracién convenida 15 afos. Los datos localizados en el Archivo General del Estado de Nuevo Leén verifican la afirmacién de que los Madero -en su conjunto- eran una familia con vastos infereses en materia rural, tanto desde el punto de vista de la propiedad directa de tierras como del control empresarial que en este mbito mantenian. Quizés esto ayude a explicar posteriores diferencias que surgieron ~en cuestién agraria— entre quien seria el presidente Francisco Ignacio Madero y algunos de los jefes regionales que en los momentos iniciales de la revolucién le apoyaron en su lucha antiporfitista. Es dificil concebir a un Madero decididamente antilatifundista, aunque sies factible pensar que propiciaba una politica modernizante en materia. agraria, que es otra cosa.” +5 Gent, protocolo de Francisco Pérez, febrero de 1905, fs. 216.224 + AGENL, protocolo de Francisco Pérez, septiembre de 1904, fs. 282-291. “” En ef Noveno Congreso Nacional de Historia de to Revolucién Mexicana, realizado en lo ciudad de Chihuohua en julio de 1978, 1 profesor Alejandro Contra Carmona presenté uno ponencia que se basaba en una entrevista elactuada al hijo de Andrés Molina Enriquer. El entrevistado aludia en una porte del didlogo, justamente, a las diferencias que entre su padre y Francisco |. Madero existion en materia agraria, en lo que atafia a medidas que habria que ‘adoptor en el caso de Hlegarse al poder. Recuerda que en un dia de 1909, Francisco |. Madero y su padre paseaban por lo calle Liverpool, en México oF, y el tema afloré. Molina Enriquer hizo notar a Madero lo fundamental que era hacer figurar en el programa del Partido Antirreleccionista 81 MARIO CERUTTI La integracién empresarial. El dltimo item al que aludiremos brevemente atafie a lo integracién que a nivel empresarial presentaron los Madero con otros miembros de Io burguesia regiomontana. Sobre esto ya se apuntaron algunos elementos, pero ahora procuraremos ser mas precisos. Uno de los objetivos del estudio que estamos realizando es discernir cémo se fue conformando y articulando lo burguesia en Monterrey, y a partir de qué momento -ya consolidada- registraré un peso especifico en el marco nacional del capitalismo en México. Nuestras conclusiones provisorias indicarian que fue entre 1850 y 1910, y muy particularmente en los veinte arios finales de este lapso, cuando surgié y se establecié de manera firme este empresariado. En los afios treinta del sigo xx -luego de la prolongada etapa de readaptacién que exigieron la Revolucién y la crisis mundial de 1929-, cuando aparezcan serias controversias entre el poder central y los industricles de Monterrey, terminard de quedar en evidencia la solidez que habia asumido esta burguesia regional, capaz de oponerse por diversos conductos a las polficas y al proyecto nacional implementados por Lazaro Cardenas. Pero esto ocurria tres décadas después de la articulacién del empresariado regiomontano, que se habia definido sobre todo a partir de la puesta en marcha de numerosas sociedades anénimas dedicadas principalmente a fa industria fabril yala minerio. La acumulacién previa habia hundido sus raices en la mitad del siglo XIX. Las posibilidades de desarrollar las formas capitalistas de produccién surgirian hacia 1890, De grupo social en formacién, este conjunto de familios pasé a convertirse en un sector de la clase dominante en estructuracién, al insertarse directamente ~-controlandolas- en las nuevas relaciones de produccién determinadas por el desenvolvimiento capitalista. fa cuestién agraria. Segén el enirevistado, Madero replicé: “no, no, no, no abogado, no hay que tocar el régimen de la propiedad, esa esté bien; lo que debemos hacer es ensefiar a estos hacendades de aqui del centro « emprender cullivos més remunerados para que puedan retribuir mejor al pedn ...) pero no vamos « tocar el régimen de la propiedad, daremos mas fondos ala coja de préstamos (...) y que estos sefiores aprendan a cultivar lo que tenemos nosotros. nosotros alld en el norte tenemos algodén, guoyule, trigo... remuneran més, y estos sefiores de ‘aqui nado més se dedican ol maiz y si acaso ol frijol, no tienen ingresos bastantes para mejorar al salario”. Reproducimos este parrofo porque resulta muy significative, y creemos ratifica las inferencias extraidas de nuestro trabajo en buena medida. Lo entrevista en Cuodernillos de Informacién Histérica, 2, Sociedad de Estudios Historicos de Texcoco, A.C., julio de 1978, p. 1, bojo el titulo “Puntos de vista de un revolucionario” 82 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY ‘Como se ha detallado, esta burguesia regional involucraba un némero limitado de familias que se consolidaron al aprovechar las condiciones que gestaba -en buena medida- la readecuacién de la economia mexicana a Ia internacional, reorientacién respaldada por la politica de orden y estabilidad sustentada por Porfirio Dias a nivel nacional y por Bernardo Reyes en el dmbito regional. Esas familias no actuaban unilateralmente desde los afios noventa. Se entrelazaron via matrimonios y a través de la necesaria centralizacién del capital que demanda el desarrollo del capitalismo. Lo acumulado previamente, en la subetapa 1850-1890, se concatenard en el siguiente subperioda, y ello llevard o una nitida articulacién social entre estas familias, Proceso que -ya se menciond también- incluyd en no pocos casos el entroncamiento con empresarios de otros puntos del pais y con delegados de la burguesia de paises avanzados. Los Madero eran componentes de esta alta burguesia regiomontane y operaron con las reglas de juego que el desenvolvimiento del capitalismo supone e impone. Por ello es que se imbricarén parental y empresarialmente con el resto de esa prominente burguesia. El cuadro 7 presenta algunos ejemplos de |a situacién que generé el avance de! capitalismo en una buena parte del norte del pais. Alli figuran 16 firmas en total. Hay dos casos en que los Madero estan asociados con miembros de por lo menos tres de las otras nueve familias que hemos seleccionado en el Monterrey de fines del siglo xix (clasificacién que, hay que reiterarlo, no significaba que no existieran mds familias de andloga o parecide relevancia). En la segunda columna se escalonan seis firmas en las que Evaristo Madero o alguno de sus sucesores estan asociados a por lo menos cinco integrantes de otras tantas familias. En la columna tercera esto se percibe en cinco ocasiones, pero con no menos de siete representantes de los grupos porentales elegidos. Finalmente, en la cuarta seccién del cuadro 7 presentamos tres ejemplos en que se han ubicado a las diez familias asociadas, y ello se explicaria en parte por el monto de las inversiones que demandaron las empresas consignadas. En alguna de estas firmas las inversiones exigian asimismo la vinculacién con hombres de negocios de otra zonas de México y con gente que representaba abiertamente al capital extranjero. Es el caso de la Compaiiia Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A., que se constituyé en 1900 con un capital de diez millones de pesos, suma que requirié centralizacién de capitales dispersos més alla del ambito regional. Por eso no extrafhia que entre los accionistas no sdlo se 83 MARIO CERUTTI cost “YS ‘OjuW}OY 07 DLoUNY OJYOdWOr 0061 “y's howojuoyy osopouyy & osopipuny eyyod.wor 8681 “Y's “UoUNDD jep o1eUN BIYOdWO- A soupig @p 021904 4681 “Ys ‘Kausawow ep sovog ap o1yodWo> juoqie> elyeduies 1681 "WS ‘oDaIZy DIOUIW OWYOdWO> cost “vs ‘Kousaiuoy 9p o192y A 1/014 ep O1OPIpUNy D\YBdWe> real “YS ‘o\qaY UDg ep os@UIWY o}YOdWO soyjwoy $0) sopoy ‘22u19 ue> souew o} 104 Lost “Y's “Kasojuow 9p jt cost “Vs ‘upiUn 04 est vs “douoquoyy 081 “V's KouaiuoW 8p s9I018129 & SOUPIA 9p 821904 LOst “Ys ‘or2UBy JoLIENpU! UgPODESy 148 "5 ‘0}0UEqIE BAU oIYOdWO cost “Ys “housewoW ap UPHOD ep 21-904 2/916 uo2 souaw of 10g 501) u0> souaw of 404 (5061-068) kaxsayuoW Ue sopouo)r>9I@5 ‘SOy'WNy @AaNU $0110 SO] 2p SOAqUIZILE LOD U!DOOSD ns A OLPOWY $0] £oxavnd 84 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY detectasen apellidos como Madero, Armendaiz, Milmo-Kelly, Belden, Ferrara, Zombrano, Garza, Sada-Muguerza, Hernandez-Mendirichaga, Rivero y Calderon, sino también otros destacados apellidos de Monterrey: Maiz, Tarnava, Gonzalez Trevitio, Bortoni, Dresel y Villarreal (los tres hermanos: Viviano L., Melchor y Felicitos). Y, osimismo, a los yo mencionados Tomés Braniff, Len Signoret y Leon Honnorat, ademés de Antonio Basagoiti y José Negrete (viejo asociado de regiomontanos, pero residente en Saltillo). Otro caso notable fue el de la Compafiia Carbonifera de Monterrey, S.A., constituida en 1902.“° Aqui no sdlo se articularon empresarios, sino empresas. Entre los accionistas se anotaron la Compania Mexicana de Carbén de Piedra, S.A. (uno de cuyos representantes era Enrique C. Creel, ya citado), la Compafiia Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, .A., la Compania Minera, Fundidora y Afinadora Monterrey, $.A., la Cerveceria Cuauhtémoc, $.A., la Fabrica de Vidrios y Cristales de Monterrey, S.A., la Ladrillera Unién, S.A., la Fabrica de Hilados Lo Fama, Molinos de Cilindros de Monterrey, S.A. (propiedad de los Madero) y la Fabrica de Mantas La Industrial, junto con personajes tan prominentes como Vicente Ferrara, Valentin Rivero y Gajé, Adolfo Zombrano, Isaac Garza, José Armendaiz, Tomas Mendirichaga y Francisco G. Sada. Lo Fébrico de Vidrios y Cristales de Monterrey, S.A.,“° en 1904, ofrecia un panorama semejante, aunque aqui !a presencia regiomontana era total y exclusive. Hubo muchos otros casos en que los Madero estaban asociados con uno o dos integrantes de otras tantas familias seleccionadas, y eran numerosos los ejemplos en los que los herederos de Evaristo Madero se desenvolvian con hegemonia completa. De lo primero fue muestra el Banco de Nuevo Leén; de lo segundo, la Compania Carbonifera Nuevo Leén y Coahuila.” Familia y proceso Lo resumido hasta chora permite mostrar la importancia econémica que la familia conducida por Evaristo Madero mantenia en Monterrey y en una densa regién del pais. @ Acent, protocolo de Francisco Pérez, diciembre de 1902, fs. 191-202, # aGENL, protocole de Francisco Pérez, septiembre de 1904, fs. 296-2970. * agent, protocolo de Francisco Pérez, enero de 1905, fs. 26 85 MARIO CERUTT Asimismo, el caso de los Madero posibilita ratificar algunas hipétesis anteriores que fueron sintetizadas al comienzo de este articulo, atinentes a las formas y mecanismos que dieron base al surgimiento y consolidacién del capitalismo en Monterrey. Lo sobresaliente de la fomilio del jefe de la Revolucién puede ser también detectado por medio de los detalles que ofrecieron cronistas de la vido social que transitaba la alta burguesia regiomontana a fines de siglo. Es util en este sentido echar un breve vistazo a las actividades que protagonizaba entonces una institucion obviamente representativa de este sector: el Casino Monterrey. Alli se ubicara con rapidez a los Madero, imbricados en las més significativas reuniones de la época e inclusive -como en el caso de Ernesto Madero- funcionando como presidente de la institucién. Y ademés compartiendo las més espectaculares de estos noches aristocréticas con el propio Porfirio Diaz y sus ministros Veamos lo que menciona un cronista del Casino, Carlos Pérez Maldonado, al aludir al “gran boile en honor del general Porfirio Diaz” que se organizé el 21 de diciembre de 1898, Diaz habia llegado a Monterrey en compaiia de vorios ‘antour, y el de Gobernacién, ministros, entre ellos el de Hacienda, José Ives Li general Monuel Gonzélez Cosio. Cuando, en la noche, el presidente Diaz y Reyes arribaron al Casino, los socios “haciendo valla por el vestibulo haste la gran escalera, los recibieron vitoreéndolos”. La presentacién de las familias de Monterrey -agrege el autor estuvo a cargo de nuestro conocido Adolfo Zambrano y de Francisco G. Sado. A la una de la mofana se sirvié la cena. Al centro de lo mesa de honor tomd asiento Don Porfirio, siguiendo a su derecha la esposa del seftor gobernador dofia Aurelia Ochoa de Reyes, don José Ives Limantour, dofia Carolina Madero de Villarreal, el general Mariano Escobedo, dofia Juana Reyes de Madrigal, el general Manuel Gonzdlez Cosio, dofa Francisca Muguerza de Calderén, el Lic. Joaquin Barande y dofia Ano Gonrélez de Herndndez. A la izquierde del presidente se encontraban dofa Guadalupe Zambrano de Trevifo, el general Reyes, doio Pudenciena Madero de Gonzélez, el general Francisco Z. Mena, dofia Victoriona Madero de Villarreal, el general Gerénimo Trevino, dona Sara Milmo de Kelly, el general Francisco Naranjo, dona Julia Bremen de Reichman y el gobernador de Coahuila don Miguel Cérdenos. 86 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY En la mesa de honor, pues, lo més destacado de la sociedad regiomontana, junto al presidente, el gobernador, algunos importantes militores de !a regién y parte del grupo de ministros federales. Entre ellos, tres hijas de Evaristo Madero y su concufiada, Ia esposa de Antonio V. Hernandez. Alnarrar el sarao, que “fue algo verdaderamente suntuoso”, Pérez-Maldonado recuerda que Pudenciana Madero de Gonzélez estaba de gré negro y “alhajos sorprendentes: gargantilla, prendedor, dormilonas y broche del peinado, todo de gruesos brillontes”.5" Ernesto Madero fue presidente del Casino en dos ocasiones. “Resulté electo presidente en 1910. Fue reelecto en 1911, pero en mayo se le concedié licencia indefinida por haber sido nombrado ministro de Hacienda", segin indico otra obra sobre la institucién social opuntada.** Parece obvio que, para esta época, uno parte por lo menos de la burguesia regiomontano estaba girando y readecudndose a la situacién. Ademés de tener @ Ernesto Madero como titular en el Casino, el 20 de octubre de 1911 se organiza un “gran baile en honor del Sr. Francisco |. Madero y su digna esposa”. La reunién en homengie al flamante presidente de México fue “el acontecimiento del afio”, y costeada por un grupo de socios, Pero tal vez uno de quienes més ogudamente hayan apreciado en los afios iniciales del siglo xX la significacién econémica y social de los Madero sea Roque Estrada, que acompaiié a Francisco Ignacio en toda su compare electoral y compartié con él las presiones que el régimen de Porfirio Diaz imponfa pora impedir que desarrollase su tarea proselitista. Estrada narra en su libro La revolucién y Francisco |. Madero de qué manera la familia del jefe revolucionario coperaba permanentemente para mitigar sus impulsos, en procura de soluciones conciliadoras con Porfirio Diaz 0 con algunos de sus posibles sucesores. Vamos transcribir en toda su extensién algunos pérrafos de Estrado porque emergen dotados de una profundided muy especial, sobre todo si se tiene en cuenta que fueron escritos al calor de los mismos acontecimientos revolucionarios. ® Carlos Pérex-Maldonado, El Casino de Monterrey Bosquejo histbrico de la sociedad regiomontana, Monterrey, Impresora Monterrey, 1950, pp. 62-4 2 Cien aos del Casino de Monterrey (1866-1966), con datos histéricos de Tomés Mendirichaga, México, 1967, opéndice. 87, MARIO CERUTT En efecto, muchas veces medité: la familia Madero, uno de las més acaudaladas de la Repiblica, no podia ser revolucionaria. Las principales industrias y empresos en nuestro pais se encontraban en poder del cientificismo, en manos de aquellos © quienes combotiamos como factores de nuestro estado econdmico, social y politico; y en ese concurso agricola, industrial y financiero jugabon los intereses de aquelle misma acaudalada familia, regidos todos por leyes econémicas y fendencias comunes. De ahi que todo factor de beneficio o periuicio para el cientificismo tendria que ser benéfico o perjudicial para los intereses de la familia Candidoto. Aun suponiendo que estos intereses gravitasen en érbita separado (supuesto hipotético), las leyes econémicas producirian efectos comunes; y como las revoluciones, los verdaderas revoluciones no son exclusivamente politicas sino fundomentolmente econdmicas, los efectos de la yo latente tendria que lesionar los intereses fomiliares Y agregaba Estrad Mis consideraciones llegaban a una finalidad mas o menos realizable: el sefor Madero en el Poder. La natural influencia de la fomilia inspirada legitimamente en sus propios intereses, la familia natural relacién econémica de estos intereses con los cientificos, los lazos de amistad y de sociedad, etcétera, éno inspiraria o modificarian al menos la conducts del supuesto Presidente de lo Repiblica? Indudablemente que si; y esa inspiracién 0 modificacién se efectuaria de una manera inconsciente en la mayor porte de los casos y en otros con lo conciencia de obrar bien, porque tal es la fuerza de convencimiento de todo aquello que nos agrada y aprovecha. Y en este caso, de casi segura reclizacién en la efectividad de los supvesto, los intereses revolucionarios resultarian inexorablemente defraudados. Estas consideraciones no carentes de légica me obligaban y obligan o concluir que las revoluciones solamente pueden cumplir sus compromisos realizables cuando son encabezadas por hombres pertenecientes a la misma clase social que las necesita o que haya surgido de dicha clase. Estrada, empero, no restaba por ello apoyo a quien el pais requeria como mandatario. ¥ por ello afirmaba de inmediato: 88 LOS MADERO EN LA ECONOMIA DE MONTERREY No era, pues, facil de solucién el problema. Pero ya que en el extenso territorio del pois dnicamente se perfiloba la figura del sefior Madero como presunto y esperado salvador, no cabio més solucién posible que lo de oyudarle en lo empresa que como necesidad nacional se imponia. Y en esta solucién se mezclaba la esperanza en que factores nuevos e imprevistos eliminasen aquel peligro. Aliniciar este trabajo sefialamos que no estaba destinado a mostrar la relevancia socioeconémica de los Madero, pues ello era algo conacido. Si nos interesaba, en cambio, presentar las relaciones que con el desarrollo del capitalismo en Monterrey y en su dmbito regional, y con la burguesio que se nutria de ese proceso, fuvo esta familia. Estrada sefialé que hace ya més de sesenta afios se ubicaba a Francisco |. Madero come integrante de la més alta burguesia mexicana, de la cual emergid, parece obvio, como vocero de un sector fuertemente modernizante. Indiquemos, para finalizar, que el desenvolvimiento econdmico de los Madero se articulé con elasticidad entre 1850 y 1910 a las marchas y contramarchas de la economia regional, y muy particularmente al eje regiomontano. Evaristo Madero fue un actor directo de este proceso, y caminé la mayoria de los pasos que otros miembros de esta burguesia en crecimiento recorrieron en el periodo. Sus fases de crecimiento empresorial no fueron ajenas a las que hemos evaluado como indispensables de sefialar en esos cincuenta afios. Comerciante que cubsfa con sus oficios de fletero una vasta zona, Madero parecié estar inserto también ~algo tan légico como inevitable, ol margen de los prejuicios que esto pueda ocasionar- en el trafico intérpole que usufructuaban quienes se dedicaban a quella actividad en los aios en que la frontera se aproximé a Monterrey, después de 1848, Comerciante en gran escala, estuvo conectado por ello al intercambio de algodén: tanto en lo que olarie a las posibilidades que gesté lo Guerra de Secesion, como cuando el culfivo de la fibra comienza a ser muy rentable en la zona lagunera. De alla la industria textil habia un paso. La adquisicién de fierras nuevos y su ufilizacién no sélo como forma de preservar riqueza, sino en funcién de la © Roque Estrada, Lo revolucién y Francisco |. Madero, Guadalajera, del 19 de octubre de 1911 ol ¢ de marzo de 1912, pp. 262-269 89 MARIO CERUTTI produccién, acomparié el proceso, y en este dltimo se observa con niftidez el estilo modernizante de los Madero. El regreso a Monterrey coincide con la subelapa en la que, ya se acotd, los capitales acumulados anteriormente de manera primaria se encauzaron masivamente hacia la produccién. En esto, Madero contaba con experiencia desde los afios en que se instalé en Parras. Retorné ala principal ciudad de Nuevo Leén dando un salto notable: la puesta en marcha del primer banco que tuvo Monterrey, un indice del desarrollo no sélo familiar sino del propio capitalismo regiomontano. Desde esta base se ramificaré empresarialmente en forma muy sélida y se articularé con el resto de la burguesia local, en un momento en el que ya intervienen en estas tareas algunos de sus mas destacados hijos. Y a partir de Monterrey, con la bifurcacién de sus capitoles hacia una vasta regién (de la que se extraerén excedentes), ampliaré su capacidad y contribuiré a reproducir en esa urbe los métodos copitalistas de produc: El estudio de la familia Madero, pues, tuvo ese significado. Se deja para los historiadores de la revolucién mexicana el incorporar a sus andlisis estos datos, para terminar de precisar o simplemente verificar la extraccién de clase de quien ta. Y de qué manera ello repercutié en su pensomiento y en su accién, en su teoria y en su practica. Por nuestra parte, resulta visible que los Madero fueron miembros prominentes —entre 1890 y 1910— de la més destacada burguesia regional con centro en Monterrey, y que dentro de esta close social mantuvieron un ritmo de desarrollo empresarial que los perfild encabezé el movimiento antiporfi como un nucleo modernizante. 90 POLITICA ESTATAL, INDUSTRIALIZACION Y CAPITALISMO EN MONTERREY’ (1890-1910) Entre 1890 y 1910 Monterrey protagonizé un salto cualitative en su estructura productiva. Su economia -y la de la densa regién que poco a poco fue incorporando a su dinamismo- fueron transformandose con el vigor que suele caracterizar aquellos procesos que se desenvuelven bajo la hegemonia del sector industrial Sin entrar a considerar avn las caracteristicas y limites que asumié esta industrializacién, debe reiterarse que implicé el ingreso nitido de Monterrey en las formas capitalistas de produccién y que su predominio fue claro (desde la décade de los noventa) sobre el agro y la ganaderia, antiguas bases productivas del estado. Ya en 1896 la industria de Monterrey generd valores que desbordaron los 12 900,000 de pesos (cuadro 1}, mientras que la agricultura de Nuevo Ledén sdlo registro 4 300,000. Las distancias aumentaron al avanzar el periodo: en 1906 la industria regiomontana sumé valores por casi 36 millones de pesos, en tanto la agricultura ofrecié 6 700,000. Dos afios después, la industria en el estado de Nuevo Leén {cuya produccién en cerca del noventa por ciento se efectuaba en su ciudad capital) superé casi diez veces a la agricultura: 41 429,000 pesos frente a 4 339,000.? © seo: la cantidad de industrios asentadas en Monterrey, y su produccién, crecieron abruptamente desde 1890. Y bien podria afiadirse a este dinamismo las plantas textiles que desde tiempo atrds se movian en Villa de Sontiago (EI Porvenir), Santa Catarina (La Fama) y Garza Garcia (La Leona), que eran resultado de la actividad de inversionistas que residian en Monterrey. La capital nuevoleonesa no sélo se destacaba en el dmbito regional, sino también en el nacional a comienzos del siglo actual. Estadisticas de 1902 apuntaron ' Un resumen de este trabajo fue incluido en Proceedings, 26th Annual Meeting del Rocky Mountain ‘on Latin American Studies, Nebraska, 1980. * Las cifras fueron recopilades en AGENL, Correspondencia del gobierno del estado con la Secrelario de Fomento, y en Memorias de los gobernadores de Nuevo Len. ‘MARIO CERUTT ‘oWwewieg ep 10401006 uo ersuepuodteso) k upe] OxsAN ep ope! ‘seiousiue soyo =p ower JopouseqoB [ep souoweW "IN2DY :eweny ‘DuDD2W [OUODEN UORIPUNy UOrg oUwO)| 88 Og FOYO to) ejuOINP ‘an “o> Buruyey pue Buyjews uoauewy 4 'y fensewvow BJopCUYY A GIOPIpUN, ‘CIBUIY OLOdWIO “soyNELUIDe!qO}S® SOP ePUELALIOD « ‘e2od9 0} ep sosed ue upite £610}04 507. pap'oer oF 808265 22 - - SRCELE St oFs'ers ot cero r veerete 1 soanyjnauBy 1490 ono, 21Bs9}010% p1Binsepis/o>150q o1Bsnjojou olejduio> Jap ODUOLOdU a oJ0>1:80 ugI>nPOXg 29681 psop ‘Aaxi2}UOW A Uge] OABANY UA |DLSNPL! 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Entre 1897 y 1900 (cuadro 2}, Nuevo Leén produjo 68 948,271 pesos en metales beneficiados, sobre un total nacional de 298 225,271 pesos. Significaba esto que dicho estado (con base casi exclusiva en dos grandes fundiciones asentadas en Monterrey) generé en ese lapso el 23.1 por ciento de la produccién de metales en México, y el 25.8 por ciento si se toman en cuenta los diez estados principales en esa actividad. La distancia entre Nuevo Leén y Aguascalientes, que le seguia, resulta evidente. Las cousas generales de este crecimiento se han procurado explicar en otros trabajos. No repetiremos aqui, por razones de brevedad, cada uno de las circunstancias que lo propiciaron. Diremos si, para enmarcar nuestra exposicién, que lo ocurrido a partir de los afios noventa debe ligarse a los siguientes factores: 1. Una etapa de acumulacién previa de capitales, que se acentia desde mediados de siglo. Ello permitiré -en la favorable coyuntura de los afios noventa— que los antiguos burgueses dedicados sobre todo al comercio, la especulacién, el préstamo y la compra-venta y explotacidn de tierras estén en condiciones de destinor uno parte sustancial de sus fortunas a la produccién industrial capitalista 2, Esta fértil coyuntura estuvo estrechamente vinculada con las necesidades de la economia mundial, derivadas del alto grado de desarrollo del capitalismo en los paises mas avanzados. En el caso de Monterrey, los requerimientos del noreste de Estados Unidos, por ejemplo, jugaron un papel central para el establecimiento de la metalurgio pesada, uno de los pilares de su industrializacién. 2 Citado por Fernando Rosenzweig en “La Industria’, El porfirioto. Vida econdmica. Editorial Hermes, México, 1974, 1.1, pp. 391-392. El volumen integra Ia Historia moderna de México, dirigida por Daniel Cosio Villegas. 93 MARIO CERUTT ‘CUADRO 2 Beneficio de metales: los diez estados con mayor produccién (1897-1900) Estado: Valores* 1. Nuevo Leén 62 948,271 2. Aguascalientes 30 000.862 3. San Luis Potosi ‘25 $03,284 4. Sonora 23:022,458 5. Hidalgo 21 435.647 6. Baja California 20 $84,408 7. Durango 20 073,877 ®. Sinaloa 19 200,408 9 Chihuohvo 18 969,882 10. Zocatecas 18 961,405 Total parcial 268 670.562 Porcentaje 258 Total nacional 298 225,978 Porcentoje Nuevo Leda ma * Los volores estén en pesos de lo dpoca: Fuente; Antonio Pefiofel, Anvorio Extadistice de la Repiblice Mexicana, 1900, Oficina Tipogréfica de la Secretaria de Fomento, México, 1901, p. 315. 94 POLITICA ESTATAL, INDUSTRIALIZACION Y CAPITALISMO EN MONTERREY 3. Capitales acumulados por distintos mecanismos y relaciones econémicas internacionales estimulantes confluyeron sobre un escenario, ol porecerimprescindible, para que los anfiguos burgueses arriesgasen cuantiosas inversiones en el sector fabril: la estabilidad social y politica que impuso el porfiriato. Régimen que en Nuevo Leén tuvo un eficaz y lécido delegado: el general Bernardo Reyes. 4, Junto con lo indicado, una significativa trascendencia asumid en el proceso que se desenvolvia en Monterrey: el tendido de los ferrocarriles. Por tres razones vertebrales: a) porque comunicarén de una manera éptima a Monterrey y su Grea de influencia con el noreste de Estados Unidos, el gran mercado para su produccién minero-metalirgica; b) porque los ferracarriles unificarén un mercado nacional (0, cuando menos, ampliamente regional) que podra ser atendido con eficacia por la industria regiomontana de bienes de consumo, en pleno surgimiento; ) porque las vias de comunicacién facilitarén lo llegado de fuerza de trabajo o esta ciudad y a los zonas mineras aledafias, ya que Nuevo Leén carecia de los brazos libres que solicitan sus fabricas.‘ Los ferrocarriles convertirén a Monterrey en un sobresatiente nudo de comunicaciones y dinamizarén sus intercambios con Estados Unidos, de donde arribardn crecientemente —desde 1890- maquinaria, insumos y materias primas para la industria local. 5. Cerramos esta introduccién con un punto que es inevitable sefialar y al que dedicaremos parte de los parrafos posteriores. La industrializacién en Monterrey ~nicleo de un vigoroso desarrollo copitalista- fue estimulada claramente por una politica gubernamental que parecié tener conciencia de la situacién més global que rodeaba o Monterrey. El caso regiomontano demuestra cémo la accién del Estado fue histéricamente importante para el surgimiento de la industria en paises que debian sufrir la agresiva competencia de naciones més avanzadas. Y esto no es una apreciacién personal: es el criterio que sustentaban los propios empresarios de la época, cuando acudian o la proteccién gubernamental. La politica de Nuevo Leén en este sentido, basicamente la de Bernardo Reyes, se caracterizé por ofrecer una legistacién que favorecia la instalacién y/o expansién de establecimientos manufactureros de todo tipo. Favores que, por supuesto, no exclufan al capital extranjero, que goz6 de las mismas condiciones que el local. La legislacién de Reyes (anticipada por Lazaro Garza Ayala en diciembre de 1888), se tradujo en la prdctica en el otorgamiento de concesiones a los + Sobre el problema de la fuerza de trabajo y su afivencia a Monterrey puede verse el siguiente capitulo. 95 MARIO CERUTT inversionistas, luego de analizor sus propuestes de radicacién. Muchas de las industrias ~de acuerdo con la ley del 22 de noviembre de 1889- eran consideradas de “utilidad pdblica”, y se les brindaba por lo tanto amplios exenciones de impuestos estatales y municipales. ‘A mayor capital invertido, mayor solia ser el periodo de exencién fiscal: se entendia que una alta inversién demandaba tiempo més prolongado para la consolidacién de la empresa en cuestién. Por lo menos, era un argumento que utilizaban con suma frecuencia los solicitantes. Esta politica gubernamental implementada por Reyes debe sumarse a los circunstancias opuntadas més atrés e incluirse entre los elementos que coadyuvaron al desarrollo de un capitalismo sustentado en la industria. Aunque parece claro que sin los supuestos anteriores (capitales acumulados previamente y disponibles, estabilidad socio-politica nacional y regional, coyuntura econémica internacional aprovechable, fortalecimiento del mércado interior y tendido de las comunicaciones), la sola legislacién dificilmente hubiera Ilenado la eficaz funcién que le tocé cumpl Fuentes para el estudio de la politica de Reyes E| hecho de que evaluemos la politica gubernamental -y especificamente la tesitura adoptada con respecto a las concesiones~ como un elemento que complement6 pero no determiné el proceso en andlisis, no resta interés al estudio que puede practicarse de eso politica y de las prerrogativas que en su nombre se ofrecieron. Primero, porque !a diseccién puede ser fructifero para verificar —en una situacién histérica definida—-cémo la accién del Estado contribuyé al desarrollo del capitalismo. en América Latina. Pero un capitalismo con eje industrial, diferente al que tenia como pivote lo simple produccién de materias primas en otras regiones del continente. En segundo término, y éste es el aspecto al que més espacio dedicaremos, porque revisor la documentacién atinente a las concesiones posibilita inferir una serie de tendencias y coracteristicas que habrian matizado el caso Monterrey, realmente significativo y muy poco tipico en América Latina en estas dos décadas que fueron el puente entre los siglos XIx y Xx. Para obtener una concesién, el gobierno de Reyes demandaba que se puntuolizara un cumulo de detalles. Entre otros: cudnto capital se programaba como inversién inicial; en cual lapso el establecimiento se pondria en funcionamiento. 96 POLITICA ESTATAL, INDUSTRIALIZACION Y CAPITALISMO EN MONTERREY (0 comenzaria a tener efecto su ampliacién, pues también se estimulaba los expansiones de empresas anteriormente fundadas); qué pruebas efectivas existian de que el establecimiento habia sido ya instalado y que el capital programado pora su radicacién habia sido realmente invertido. Dado que Ia exencién de impuestos corria a partir del momento que se inouguraba la produccién, y que el tiempo de exencidn fiscal dependia del monto del capitol arriesgado, los concesionarios debian especificar los gastos de instalacién. Asi entonces encontramos -no siempre, pero con frecuencia- extensas listos de las maquinarias, insumos, materias primas, edificios y terrenos que fueron menester para poner en marcha una planta manufacturera. Estos datos surgen de los expedientes que el gobierno abria con todas las referencias solicitadas, y que se encuentran en el Archivo General del Estado de Nuevo Leén. Hay otra fuente al respecto: los memorias de gobernadores del estado. En este caso se incluyen, una por una, todas las concesiones otorgadas no sdlo en ramo industrial, sino también en los ambitos de servicios, agro, edificaciones, riego y otros actividades que también procuraron ser estimuladas, En las memorias sélo se reproduce el escrito del solicitante y los respectivos decretos. Pero es muy ilustrativo examinor las peticiones de los empresarios, que tratan de fundamer tarlas haciendo alusién a una serie de datos y criterios que facilitan la comprensién del fendmeno en estudio. Una lectura minuciosa de lo documentacién relativa a las concesiones enriquece la visin de las formas que asumié el desarrollo del capitalismo en Monterrey y su regién, Grea del subcontinente latinoamericano en la que un determinado tipo de industria habria jugado el papel central en el posaje de la pesada herencia colonial ala moderna produccién cuyo objetivo es la creacién de plusvalor. Permite entrever cudles mecanismos llevaban a la ampliacién de! mercado interior; observar en qué medida la industrializacién adn cuando involucraba la industria que se ha llamado pesade (metalurgia y siderurgia)- era limitada y debia recurrir a la produccién estadounidense de maquinaria y de ciertos insumos semielaborados; cémo el mismo desarrollo del capitalismo en la regién multiplicaba sus bases para una reproduccién ampliada, atin cuando ésta fuera limitada; hasta qué punto la industrializacién en Monterrey se asemejd y en qué se diferencié de procesos similares que recorrian otras urbes latinoamericanas por esos afios; por qué el empresario se decidia a invertir en los sectores industrial y minero, a los 97

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