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42 Lereasuntes Finnegans wake, las traducciones del libro intraducible CRISTIAN VAZQUEZ 0, no se n espafiol del Finnegans wake, el libro que, segiin Joyce, tendria tretenidos a los critic por doscientos afios. Est la historia de aquellos que han asumido el 1 Faynscans wise: se publice ‘en 1939. James Joyce se habia pasadolosanteriores diecsie- te aftos escribiéndolo, desde poco después de acabar su Ulises. En 1941, tras afirmar {que su tltimo libro tendria entretenidos a los criticos durante al menos doscientos ates, murid, Por ahora, su profecia se cumple: han pasado casi ochenta y ni siquicra hay un acuerdo completo sobre de qué se trata ta novela, De hecho, ni siquiera hay un acuerdo gene ralizado acerca de si, en efecto 6: una novela 4Cémo puede ser posible? Algunos datos que per: miten darse una idea sobre el libro: en sus 628 paiginas, el inglés funciona como idioma base pero amalgama- ddo-con otras sesenta o setenta lenguas, desde las mas ceaxtendidas, como el espaol, el francés 0 el chino, hasta {idiomas artficiaes, como el esperanto y el volaptk, 0 casisecretos, como el earlagr na ser, una antigua jerga delosmasones irlandeses, Esto da lugar a una especie de {ddioma nuevo, de forma tal que casi no hay linea del texto sin neologismos. Carece de una tama en el senti- do convencional del término: se ha dicho que tiene una “concepcion esfrica” en la que todos fos elementos son «su vez principio y fin del estructura. Los personajes aparecen y desaparecen y cambian de nombre y todo se desarrolla como en un suefo. De hecho, también se afirma que el Finnegans es una novela onirica, “Una ‘gran visibn cdsmica”, en palabras de Anthony Burgess. Para Harold Bloom, el Finneganses “la obra maestra de Joyce”, y Joyce ocupa el lugar més elevado del canon occidental moderno, junto a Samuel Beckett, Marcel Proust y Franz Kafka. Nadie mis, nadie menos. Como si se tratara de un libro sagrado, joyceanos de todo el mundo se abren camino en la jungla de sus ‘siginas, en busca quizé de una Verdad cifrada. Y lo distrutan. Y hasta hay quienes lo traducen al espatiol, algo que hasta hace poco la mayoria de los expertos consideraba ~y muchos siguen considerando- una risién imposible, Ww Cuando sehablade obrascomoct lies yelFimegans wake, “a traduccién forma parte de la literatura y la len- gua del pais huésped tanto como de la propia”. Asi To asegura el escritor argentino Carlos Gamerro en su Ulises, Claes de lectura, ensayo publicado en 2008, tras veinte anos de dictar clases sobre esa novela en la Universidad de Buenos Aires. Es por eso que las traducciones de esas obras han sido siempre un acontecimiento. Lapprimera traduccién del Ulsera eastellano fue la ddl tambien argentino José Salas Subirat, quien la publi- «én Buenos Aires en 1945, veinttrés anos después de la publicacién del original en inglés. Luego quiso hacer lo mismo con el Finnegens, pero no pudo. “Lo estuve leyendo por los iltimos diez anos y todavia tengo que entenderlo”, le dijoa un diario venezolano en957 Lassiguientes versiones del Ulssaparecieron en Espana, a cargo de José Maria Valverde, en 1976, y Francisco Garcia Tortosa y Maria Luisa Venegas, en 1999. El reto que planteaba el Finnegans era muy supe- rior. En mas de siete décadas no hubo ni una sola tra~ duccién completa, sino apenas unas pocas ediciones ‘muy parciales, Salvador Elizondo se propuso una tra- duccién anotada de ta obra, pero se dio por satise- cho al concluir... la primera pigina. Garcia Tortosa tradujo el capitulo ocho, conocido como “Anna Livia Plurahelle”, que por estar escrito en un lenguaje bas- tante cercano a lo comiin y corriente es el mas "sen- cillo” dela obra, y a editorial Catedta, de Madrid, fo publicé como libro en 1992. Un ano después, Lumen, de Barcelona, sacéa la venta un wolumen de menos de trescientas paginasal que presentaba como el Finnegans vwake de James Joyce, pero con la aclaracién de que era un “compendio y version de Victor Pozanco”. Lacri- tica lo destroz6, No es nada facil, esti claro, meterse con un libro as. “Todos estos antecedentes ayudan a valorar en su. justa dimensin la importancia de dos acontecimientos recientes, En primerlugar,lo que el argentino Marcelo Zabaloy y a editorial El Cuenco de Plata, de Buenos Aires, han hecho en el lapso de un ato, entre 2015 ‘y 2016: publicar la cuarta traduccién del Ulises la pri- mera del Finnegins wake completo a nuestra lengua. En. segundo, el trabajo del mexicano Juan Diaz Victoria, «quien trabaja actualmente en una traduccién anotada del Finnegan, de la que ha editado su primer capitulo. Vv Zabaloy tiene sesenta atios y vive en Baba Blanca, una ciudad de trescientos mil habitantes en el sur de la provincia de Buenos Aires. Se habia ganado la vida «asi siempre con trabajos manualesinstalaba cables de computadoras. Yen sushoras de ocio lea. En 2004 ley6 cl Ulics.En inglés, idioma queama desde que lo apren- digenla escuela. Se sintéfascinado, pero también per- cibi6 que habia muchas cosas que no entendlia, que se le escapaban. Entonces se puso a leer ensayos y otros materiales sobre el Uses. Y después decid releer la novela de Joyce. ¥ ya que estaba en ello, épor qué no?, traducirla, Lo hizo. Terminé en 2009 y, aunque luego estuvo varios anos corrigiéndola, ese trabajo fue el envién que necesitaba para subir al nivel mas alto de la obra joyceana: empezé a leer el Finegins wake. “Ne atrapé, porque vefa entre la oscuridad un montén de cosas fabulosas”, me dice Zabaloy. “Tan fabulosas como lo que teacords de un sueno, que no sabés muy bien cémo es, querésagarrarlo y procesar- lo pero e teva, decis ‘no se me vaa ir’, pero se va y es irrecuperable” Zabaloy ahona ia teoria de que se trata de una novela onitiea, pero noa la manera de la gente «que “pone un cuadernito juntoala cama y toma notas para no olvidarse del sueno”. Joyce, sefala su traduc- tor argentino, “escribié de tal manera que quien lo lee, sise permite una lectura semejante, empieza aver «esas cosas sin necesidad de explicarselas. Noes que te descuenta y pienses ah, esto quiere decir al eos’, sino «que de manera intuitivavasviendoel sueniode otro, que por momentos es grotescamente complicado y por otros de una claridad que cuando llega te encandila y yarno pods ver nada porque es demasiado clara”. Sin embargo, al llegar ala pagina doscientas cua- renta, Zabaloy comprendié que se le perdian por el camino tantas cosas que no tenia sentido seguir as. Decidié volver a empezar con ayuda de otros mate- riales, como habia hecho con Ulises. Viajé a Pars y se interné durante semanas en fa Biblioteca Nacional para analizar cémo se habia traducido al francés, De sa forma encontré el método: “No aclarar ni ende~ rezar las palabras del texto, sino mantener en el Tec tor de fa lengua espantola la misma sorpresa la misma 1B ermas ones wanna LerRAsuBRES ‘ito maravilla del lector en inglés” Tradujo el famoso capi- tulo ocho y quedé satisfecho. “No porque fuera una gran traduccién, sino porque me gusté el proceso”, ‘Cuenta. “Encontré la enorme satisfaccién que habia sentido traduciendo el Uli. Listo, no necesitaba otra ‘cosa. Mi vida para los préximos aitos estaba resuclta: ‘en vez de pegarme un tiro 0 ahorcarme, podia tradu- cirel Finnegans wake. Y lo hice” Vv La traduccién del Finnegans wake realizada por ‘Marcelo Zabaloy y editada por El Cuenco de Plata vio la uz en junio de 2016. No solo tiene el mismo niimero de piginas (628) que la edicién de 1939, sino que cada pigina versiona cl contenido de 1h misma pagina en el original. Esto no se debe a un ‘mero capricho editorial, sino que facilita a tarea de quien quiera acometer una lectura en paralelo cde ambos textos El volumen carece de toda nota al pie, introduc- ciones 0 epilogos: es la versi6n mas “limpia’” posible. Ya que se trata de uno de los libros més dificiles que se han eserito jamais, ¢no habria convenido incluir al menos un prélogo? Julio Patricio Rove, uno de los responsable de El Cuenco de Plata, me expli- ‘alas razones de esta decisién. En primer lugar, la idea de que los potenciales lectores de este libro ya lo concen: “No podemos contarlea un lector qué es cel Finnegans wake.” Es un libro sobre el cual se han escrito bibliotecas enteras. Ademis, por citar solo un ejemplo, la mayor obra de referencia para los tra- ductores no esté impresa en papel: es un sitio web Hamado Finnegans wake Extensible Elucidation Treasury (Bweet.org), cl cual, al momento en que escribo estas, Tineas, incluye 84,155 notas. Una cifra que crece a medida que estudiosos y lectores las proponen y son aceptadas por los administradares de la weh, Por otra parte, la linea editorial de El Cuenco de lata no pretende “hacer libres acaclémices, plagados cde notas”, dice Rovell. Yagrega un motivo mis: “Era tuna decisién que habia que tomar en algtin momen- to: publicarlo, y que la gente lo leyera y se pudie- raencontrar con le que Joyce habia escrito. Y con lo ‘que Zabaloy habia escrito. Porque la traduccién det Fineganses casi una escrtura del traductor.” Y asi llegamos ala pregunta central: cémo tra- ducir un libro que casi todo ef mundo considera intraducible? La cuestiOn parece poder resolverse a partir de dos respuestas tan contradictorias como ‘extremas: ono se puede traducir en absoluto, oadmi- te tantas versiones como traductores emprendan Ia tarea. “Habria que anotar también la traduccion de Zabaloy”, plantea Rovelli. Surge as la idea del Finegans wake como una suerte de fractal en el que, a partir de una forma original, se despliega una canti- dad interminable de ramificaciones. “Altraducir te ponés de alguna forma en la funda del escritor”, describe Zabaloy. “Tenés que pensar Jo mismo que él, seguir el ritmo de su pensamiento, hastacl ritmo de su vida, En muchas partesreflexioné “Por quéeste tipo habrd puesto esta palabra, qué habra querido decir?” Pero en la mayoria de los momentos es como si cl autor te levara la mano”, y mientras lo dice hace como si su mano derecha escribiera con la izquierda encima, es decir, como si fuera esta tltima aque guiara losmovimientos. “Vas copiando tusletras sobre la caligrafia jena”, resume. Vv Como no podia ser de otra manera, la traduccién de Zabaloy también recibiémuchascriticas. Algunas fueron muy parecidas a otras que, siete décadas antes, reci- bicra Salas Subirat por su version del lis: su supues- tocardcter “demasiado argentino”, “Entre veinticuatro posibles, Zuna sola version regional de un texto que ambiciona ser la encarnacién de un lenguaje uni- versal?", se preguntaba el escritor espanol Eduardo Lago en un texto publicado por el periédico Clea, de Buenos Aires, en julio de 2016. Lago dirige el Instituto Cervantes de Nueva York, ¢s un estudioso de la obra de Joyce y también ha traducido (“por divertirme, por asomarmea la enormidad del reto”, punta) el célebre capitulo 8 del Finnegan Pero escribié que, trasacceder alos fragments iniciales de la traduecin de Zabaloy, susensacién fue de “desconcierto” y de haherse“estre- lado contra un muro”, En 2001, Lago publicé un articulo, titulado “El {incubo de lo imposible”, sobre las traducciones del Ulies al espanol. Citaba all algunas consideraciones que también son muy valiosas para pensar en la tra- duccién del Finnegans. Una es de 1813, corresponde al fildsofo aleman Friedrich Schleiermacher y resu- ime lo que se puede considerar el conflicto hisico del traductor: “O se trac al antoral lenguaje del lector 0 se lleva al lector al lenguaje det autor.” Otra pertene- ce a Walter Benjamin, quien en 1925 enfatizaba que “lo queidentificaa una mala traduccién es preocupa- con por eriral lector transmitendo el sentido del ori- ‘ginal’, cuando en realidad “la verdadera traduccion se preocupa menos por el significado que por el lenguaje yla forma, Una traducciéin auténtica ha de ser transpa- rente ... no debe taparel original, sino que debe per- amitir que el eng puro brill através de ella”. ¢Cémoafiontar entonces a traduccidn del Finnegas ‘vale, donde casitoxlo es lengua y forma, y cuyo signi- ficado ha sido inasible para los lectores en sus ochen- taanosde historia? ¢Cémo hacer para que el lenguaje puro brill través de la traduccidn? He abil iclopeo desaio dels traductores de Joyce. Consultado paraeste articulo, de todos modos, Lago bajé un poco el tono de susafirmaciones: “La impresin que me quedé esque Zabaloy hizo un juego equivalente al de Joyce, pero ‘quedilicilmente puede alcanzar laagilidad ybrillantez dl original. Entonces, qué tenemos? Probablemente ‘no un texto de Joyce, sino uno de Zabaloy,” Algo simi- lara lo que decia Rovelli,el editor. ‘Una cita mas: José Ortega y Gasset, en 1948: “No cesuna objecién contrael posible esplendor de latarea traductora declarar su imposibilidad” Entonces, si dealguna manera cualquier traduccién es imposible, ceuinto mas el Finnegans wake. “Podria ser que si sea intraducible -acepta Rovelli- y que lo traduzeamos igual.” Y esaes toda una declaracién de principios. WwW Juan Diaz Victoria vive en Cuernavaca y, alos 35s, se “top con el Fnegans wake en 2005. Habia leido el Ulises cuando iba ala universidad, y sinti el encuen- ‘ro con el iltimo libro de Joyce como un desafio. Dos semanas después ya habia traducido la primera pagina. “Una pagina completa y con alrededor de treinta ano- taciones ~cuents-, plagada de corchetes, para eviden- ciar las lecturasalternativas de cada frase, que algunas veces se volvian continuacién y otras tantas oposicién deunaidea central. Digresiones en la misma frase, his- toriasempalmadas y un efecto general de palimpsesto.” ‘Como con esa primera pagina habia igualado lahaza- iia” de Salvador Elizondo, abandons el proyecto. Hasta que, mediados de 2007,La Jornada Semanal publicé esa primera carilla y Diaz Victoria decidi6 que era momento de seguir adelante. Un ano y mas de mil notas despues, habia traducido veintisicte pigi- nas:el primer capitulo completo. ¥ otroanto més tarde, a mediados de 2009, ya tenia versionado y anotado el segundo, Empez6 a buscar editor para esa prime~ ra parte del trabajo, pero no lo encontraba: le pedian nada menos que la traduccién completa En eso andaba cuando un dia recibié un correo lectrnico dealguien que habia descubierto su blog y, alli, su trabajo. Un argentino, un tal Marcelo Zabaloy. Ello puso en contacto con Edgardo Russo, el enton- ces editor de El Cuenco de Plata, quien sfacogié con entusiasmo la idea de publicar la version anotada de los primeros capitules. Pero como yaestaba programa- dala publicacién del Lilies de Zabaloy, se decidié que el Finnegans de Diaz Victoria saliera después. Lo «que nadie previ6 en ese momento fue que, justo des- pues del Lis, yaestarfa casi listo tambien el Fnnegans de Zabaloy. Y entre el libro completo sin notas ye pri- mer capitulo anotado, se impuso la primera opeién. No es dificil imaginar fa decepcién de Diaz ‘Victoria: por que poco se le habfan anticipado. Sin ‘embargo, él asegura que fue todo lo contrario: “Fue un beneficio que saliera la versién de Marcelo, Astya cst saldada la deuda de tener una traduccién ‘inte- gal’ del Finnegan.” Es decir, siente que la traduccién completa editada en la Argentina abre el surco para el trabajo exhaustivo que él viene desarrollando en México. “Lo de Zabaloy es el mapa del Fnnegans wake ~alirma Diaz Victoria-, pues te brinda vistas de pja- roy coordenadas. Lo mio es una exploracién del acc: dentado territorio de la novela: subiendo y bajando cordilleras, bebiendo del agua corriente que aparece ‘en cualquier recodo, saborcando las bayas silvestres.. Es como una visita guiada en el turismo de aventura, ola subida al Everest con sherpa incluido” Elano pasado, Diaz Victoria y la editorial tapa- tia Arlequin organizaron una convocatoria de micro- rmecenazgo (cromafunding) para financiar la edicién del primer capitulo de su traduccién anotada. Asi obtu- ‘vieron los 30,000 pesos que necesitaban, El volumen, titulado Estela de Finnegan —una de las posiblestraduc- ciones del titulo de la novela-, se presenté el 30 de noviembre de 2016 en la Feria Internacional del Libro dk Gaadaljara. ¥en l contin, dese leg, VW ISTOR XVI ANIVERSARIO Novedad Hisrorias DEL MEDIO AMBIENTE 10m a PART arte Cheol ermas ones wanna LerRAsuBRES ‘ito EL Finnegans wake “ya ha sido traducido a varios idio- mas, y nada impide que se haga al espaol”, dice Eduardo Lago. Su escepticismo pasa por otro lado: “El problema que veo es de talento. Dudo que haya nadie que pueda afrontar con éxito la tarea, lo que me hace pensar en la necesidad de una respuesta colectiva.” Esa es su propuesta: la de una traduceién grupal y “panhispdnica”, que incorpore todas las variedades nacionales del castellano. éSe concreta- i alguna vez? Lago me dice que el Instituto Caro y Cuervo, un centro de investigacién académica con sede en Bogoti, se comprometié a auspiciar ese pro- yecto. Pero por ahora el asunto no ha pasado de las ‘muy buenas intenciones. Lo que hay es lo que se ha hecho, y lo que se ha hecho incluye versiones tan diferentes entre si que nos devuelven a la idea de que traducir el gigantes- co Finnegins wake admite tantas formas como quijotes se animen a enfrentarlo. Comparemos, a titulo ilus- trativo, una oracién del original con las traduccio- nes de Salvador Elizondo, Marcelo Zabaloy y Juan Diaz Victoria, Es la que cierra el segundo parrafo de obra. Diceasi Rox a peck ofp’ mat bad Jem or Shon brewed by ache and rory end tothe regrow was to be sen rngome on the aguaface. Elizondo tradujo: “Pudre un pito con malta la cerve~ za del viejo que Sem y Cam habian caldeado a la luz dela lampararca, hacia el tltimo extremo del sarkoli- ris visto anulosamente sobre la caragua.” Zabaloy: “Rota pizca de la malta de pa habjan Them o Shen maltcado al arcoaluz y rérido al fin del regio embrolo ira a verse asomado a ring del aqualaz’ YY Diaz Victoria: “Pudrir una pizca de la malta de pea habia Jhem o Shen hecho cerveza por luzarco y al final del [puente] rory el arcoiris [cimarreina] estaba para scr vistos algunosanillos sobre la caragua.” Recordemas cémo lo definis Zabaloy: Joyce “escribié de tal manera que quien lo lee, sise permi- te una lectura semejante, empieza a ver cosas fabu- losas sin necesidad de explicdrselas”. Pues ast se plantea el reto, Leer las traducciones preocupando- nos menos por el significado que por el lenguaje puro y a forma, como recomendaba Walter Benjamin, y tratar de acceder al mundo onitico que Joyce, al pare- cer, propone. Vv “El texto cambia de manera incesante, a medida aque el tradnctor logra esclarecer la red de relacio- nies que mantienen los vocablos entre si y con las realidades alas que aluden”, eseribié Eduardo Lago en las notas que acompasian a su versién del capi- tulo 8, publicado en la web de Enrique Vila-Matas. Redactadas a manera de diario, estas notas plan- tean, en un tono lidico, la perplejidad del traductor: “Dudaba de si enviar [el texto] porque los vocables estin todavia demasiado vivos.” Al dia siguiente lo confirma: “Como sospechaba, al levantarme muchos vvocablos habian cambiado de forma y de lugar” Asi es como viven los ectores la obra de Joyce: como una cobra demasiado viva, que cambia a cada lectura En su novela La ciudad ausente, Ricardo Piglia introduce un relat titulado “La isla”, un homenaje a Joyce y al Finnegans wake. En Ia isla el lenguaje “es inestable [... se transforma segin ciclos discontinuos que reproducen la mayorfa de los idiomas conoci- dos. Los habitantes hablan y comprenden instant rneamente la nueva lengua, pero olvidan la anterior. []Pasan de una a otra, pero no la pueden concebir como idiomas distintos, sino como etapas sucesivas de una lengua dnica”, En la isla, explica el narrador, Ja vnica fuente eserita es el Finnegans wake, “al que todos consideran un libro sagrado, porque siempre pueden leerlo, sea cual fuere el estado de la lengua en que se encuentren”. En 1952, siete aitos después de publicar su pri- mera traduccién del Ulises, tas una ardua tarea de correccién, José Salas Subirat publics una segunda edicién mejorada, En la biografia de Salas Subirat, publicada el ano pasado en Buenos Aires, su autor, Lucas Martin Petersen, destaca que ese trabajo de reelaboraciéin “no hace mas que poner ostensible ‘mente sobre Ia mesa la idea de que toda traduccién de la obra de Joyce es un texto irremediablemen- te abierto, mutante, un caos en contral, apenas un ‘work inprogess. Las dos versiones de Salas Subirat son dos mojones hacia ese texto final imposible. Ni mas rnimenos”. Work in progres fue, precisamente,el titulo con el cual Joyce aludis al Finnegans wake durante los diecisicte anos en que estuvo escribiéndolo. “Es mérito de Salas Subirat ef haber abierto elcamino, y de hecho su influencia sobre las trad uc- ciones subsiguientes es muy considerable”, escribi6 Eduardo Lago en su articulo de 2001. Quizas en el futuro se digan cosas parecidas de Marcelo Zabaloy y de Juan Diaz Victoria. Segiin la profecia de Joyce, quedan todaviaal menos ciento veinteatos de entre tenimiento para criticos con ef Finnegans wake. La imposible traduccién definitiva espera al final del arcotris. — ‘eRISTIAN VAZQUEZ (Buenos Aires, 1978) 6: perodsta y escrito. Ha publicado la novela breve Tamesis (2007) el ibro de cuentos Paras (2012). Leva una itécora en el tio ‘webde Letras Litres

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