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FroPosigses v. 19,1, 2 (6) «maievage, 2008 éQuién teme a Ia psicologia feminista? Reflexiones sobre las construcciones discursivas de profesores, estudiantes y profesionales de psicologfa para que cuando el género entre en el aula, el feminismo no salga por la ventana Fores \C bry Ub ch” Resumen: En dl tena se problematiaré la inchusidn del genera en psicologéa a partir de las construcciones discursivas obtenidas en una exci cualitativasobre las opie estudiantes, profesorss y profesionales. Da “diferencia scamual” desde la tradicién posi alsa, se neutrla sucxpacicad uuarxformadm, Esa vers “ckscomprometicl’ ck ggneto, se dsoca dscursianentecc| feminismo social y asepistemologias feministasque gencran mayores resistencias ytemores. Tal y como argumentar una psicologsa positvista con su supuesta neutralidad y cbjetividad ast como a permmanenca den imaginario androcentio y emac¢naco dfiulea ha capacidac de cuestionar una psicologia poco sensible a las relaciones de poder. Finamente, propongo la necesidad de combinar un andlisis del curriculo oculto con una camprensién de las argumentaciones y crcencias que forman parte de lida cotidiana del ejercicio y docenciade lapsicologta. Aste pueden retomar de forma conjunta los mecanismas de (r.)procuccin y difisién de lacenciacon lasrchaciones einterscciones acadkmicas y profesionaks marcachs por el sistema sawn-género, que operan de forma campkejaen las cambinaciones de ciencia € ideologiao discuso yaccisn. Pabras chive: género, psicologta, epistemologia feminista critica, relaciones de poder, pestmodemichd, subjetividad Whois afraid of feminist psychology? Reflections on teachers’, students’ and professionals’ discoursive constructions to prevent the exclusion of feminism from dassroorms as gender comes in ‘Abstract: This tam providks a discussion on the incision of gender in psychology from the discoursive constructions cbtained in aqualitative investigation aboutstudent, teachers’ and professionals opinions. Since mast people who support this idea relate “gender” to “seamial 7 Prciisara Tila Pacclogha Sac. Departamento ce Peicclogla, Urivesidad ce Girona. Espa, teresa.cabrija@udges 25 Fro-Posigses, 19, n.2 (56) = maicvago, 2008 difference”, based on to the pesitivistand dualistic tadition, its capacity of transformation is neutrali ed. In discoursive terms, this “uncommitted” version of gender is dissociated from, social feminism and the feminist epistemologies thar generate great resistanceand fear. Asitwill beemphained, a pestivist kind of psychology with supposed neutrality and objectivity aswell as the continuous character of an androcentric and ethnocentric imaginary field, makes ie difiaitmqueonalindofychobgy ta’ este poner aos. id hae isa propesd ofeombin 's ofa hidden curriculum with the understanding of anguimentation and belic& acres reaching and working with psychology. This way, itis posible wo resume the meclanismsof ience (e)production and diffusion with the academic and profesional relations and interactions that are character ed by the sane gender sstem and operate discourse and action in a compkan way, in the combinations of scienceand ideology? Key words: genders psychologyscritical feminist cpistemclogys power rations; pastmodemitys subjectivit Introducdén: las dilematicas acepdones del géneroy ka resistendaala Psicologia feminista Antes de introducir los apartades del siguiente articulo, me gustaria co- mentar brevemente las rai ones que me Ilevaron a reali ar un estudio sobre las opiniones por parte de compafter@s de trabajo, de estudiantes 0 de profesionales de la psicologfa respecto a las posibilidades de incomporar los estudios de género, las epistemologfas feministas y la recuperacién de las mujetes psiaslogas de su historia. El proyecto en su globalidad, incluyé una investigacién de doaumen- tos y recursos disponibles sobre Bicwigia y géier ts Pricwigéa y Fewitusint y Bic gia de la wijer en Gitona (ciudad y provincia de Catalufia, Espaiia) y la reali acién de una web de recursos e intercambio entre profesionales, asociaciones, investigadores y estudiantes. Y, especialmente un estudio empitico con metodologta cualitativa sobre ¢Céut inewp war Ls extudis fowinivias, de géiert y las wijeres de la hist wia de la psie Vigia eu la firwacibn psie légica® (Cabnuja er a, 2004), que presentaré muy brevemente en d siguiente aparta- do antes de comentar algunos de sus resultados. Qué se entendia por cada una de estas denominaciones? ;qué opiniones habia respecto a su incorporacién T, Brestudo Cam incarpaae danet pricdioguet i elt entuct ernivicn a Ja formacié pricobgica? Entud pibt a Grora i comarquet foe franciado por el Krtitut Catala de les Dones (2004) y postericrmente, por urzayudaa ladinamizacién y manterimiento de laactividad investigadora dela Lriversidad de Grona (2005), Conté con kipanicipacién termpord en sis cistinias ses de realzacicn del@s dguier tes profescra/es, estudiantes en préctiaum einvestigadores/ascocterales: Fibr Alberti, Antcria Doraco, LauraEspires, EdLerd juanclay Arna Terrent aquienesagradexco sus diversas acldacracicnes, 2. Aquime he referido a “género’, pero justamente las diferencias y semejarzas ertre ‘psicclogia debi’, ‘gener y"psccloga &ririsit nonecesararrenteccindden ta ycormo desarrcllaé end ta to. 26 FroPosigses v. 19,1, 2 (6) «maievage, 2008 en la formacién? ;se consideraban necesarias?, gpara qué Y z por qué si? 0 zpor qué no? Y, suponiendo que sé gde qué manera inchuirlas? Lo que me interesaba explorar era qué posiciones y argumentes se podian eneontrar respecto al tema del género, en un momento en el que se inician actuaciones sobre la violencia doméstica, el acoso sexual, la igualdad, ete. Géiert _y Psicigia. Pues, si bien el debate en sf ya se ha ido desarrollando en el interior del feminismo, durante la tiltima mitad del siglo XX, respecto a “integracién curtiaular” o “estudios especial: ados © especificos”, actualmente se prolonga en cuanto a la petspectiva de géneto, ast odmo tespecto al curocentrismo y occidentalismo del aurriculo en los estudias y la necesidad de interconectar la critica de etnocentrismo, con las de logocentrismo, colonialismo, heterosexismo y patriarcalismo. Pero, ademds de conocer cémo se construyen estas dindmicas en el habla cotidiana, otro interés, cra el de conectar las aportaciones de distintas epistemologias feministas de la ciencia, en la linea de autoras como Sandra Harding, Evelyn Fox-Keller, Hellen Longino y sus explicaciones respecto al androcentrismo y sexismo de la ciencia y oémo transformarlo, en su especifica manifestacién en el campo de la Psicologia. Junto con aportaciones como las de Donna Haraway y las propuestas de “conocimiento situado”, ademds de otras ctiticas del feminismo postmodemo y el postfeminismo, que se estén adapran- do a los retos de psicologia socioconstruccionista y critica. La Psicolog’ constituye, segtin como, un caso especial, pues a diferencia de otras disciplinas como la sociologia, la antropologia o la historia, por ejemplo, donde més a menudo se han dado intentos de combinar el paradigma cientffico con el compromiso politico y la inauestionable alusién a aucstiones como la clase, las sexualidades y el racismo, las resistencias han sido mucho mayores. Una de las principales ra ones, por supuesto, es debida a que la tendencia dominante sea su afin por identificatse y pretenderse una ciencia experimental (aon la idea de la psicologia como neutray objetiva y universal). Incluso respecto a una accién aparentemente més simple y que no se contradecirfa con la psicologia pesitivista que consiste en reconoeer ¢ incorporar a las mujeres que han desarrollado aportaciones de gran rdevancia en su historia. Tal y como constatan para las pioneras anglesajonas, autoras como Rhoda Unger, Jane Marecek y Hare-Mustin en diversas publicaciones o, mds recientemente, con la revisién de Garofa Dauder 3, Exes seniida dares ter tos enel estaco expacl crstit.yenuna buena referencia paraeste tipo de debate, Lino de ellos, es el que escribid MFjeats Iequierdo, en 1988, titlado “Son las mujeres chjeto de estucio para las cencas socks" p.51-66, Papen Ravtta de Sociabsya, Barcelona: LIAB, sobre el dilenna de estudiar fa desigudidad set ual incarporandatn cencepto de géreraycto es el de VereraStélde, tambignen S88 detaiendoscke lautidacice estcics expactices Gétke, 1988), 27 Fro-Posigses, 19, n.2 (56) = maicvago, 2008 (2005), para las psicdlogas espafolas de la repiblica y el exilio, el interesante trabajo de Garofa-Colmenares (2006). Més dificil atin, tal y como explicaban Bhavnani y Phoenix (1994) en su Introduccién a Shifting Idewivies!Shifting Raciswss, A fowiwisw & Pyoh gical Reader (Bhavnanis Phoenix, 1994), para el cruce de feminismo, accién aoleativa, academicismo y racismo. De todas formas, aunque la psicologia feminista, se ha ido desarrollando de distintas maneras, unas veces pot Mujeres que han ido compartiendo la marginaliiacién otras como proyecto colectivo (Unger, 1998), considero que contintia siendo bastante dificil denunciar las mecanismos institucionales que dificultan su integracién junto los més sutiles de discriminacién. Tal y como. Hare-Mustin y Marecek (1990) afirman: Lapsicalogfa tradicional se mantuvo de hecho sin mujeres en oro sentido. [..] Las pocas que habya a menudo se volvian invisibkso quedaban marginadas, nase ks reconaciasu trabajo (9 se kes negaban los recursos para una actividad académica productiva aunque “Un remedio para la invisibilidad de bs ‘mujeresen pscologia haconsisidocncntrardenuxvo laatencicn «en has aportacianes y logres de las mujeres encepcionaks. Esto constituye unavance importante, pero sSloesalgp parcial, yaque no poneen discusidn de modoefica lanormamasculina de la Psicologia sin mujeres (Hare-Mustin; Marcceks 1990, p.22-23). Claro que también hay resistencias de la disciplina por su fuerte inscripeién en la racionalidad moderna pesitivista hacia otras perspectivas més © menos ctiticas con sus propios fizndamentas a lo largo de ka historia. De las cortientes menos pesitivistas como pueden ser el interaccionismo simbslico 0 el psicoandlisis (este “otro” de la psicologta) y de los temores de su “contaminacién” al proyecto positivista, dan buena cuenta el caso de las mas histéricas. Pero que se da, también, con la psicologéa postmoderna, discursiva 0 socio constnuccionista. Es decir, en las relaciones de la psicologia “mainstream” con la “psicologia cri- tica” (que tampoco es una etiqueta que unifique o en donde se recona can la variedad de psiaSlogos y psicdlogas ques desde aproximaciones distintas. intentan cuestionar conceptos, técnicas y actuaciones de la psicologia. Todas ellas contintian siendo bastante “marginali adas” como argumentan Prillelstensky y Fox (1997), atin a pesar de la necesidad que se puso en evidencia con la ctisis de finales de los setenta del pasado siglo, de una psicologia critica “que intente debilitar los efectos de poder de la ciencia y de generar pricticas que no reproc can las estructutas de dominacidn”, paraftascando a Thue (1997). Y de la necesidad de los compromises

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