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RICARDO HORVATH Apuntes para la otra historia ESOS MALDITOS TANGOS Prdélogo: NORBERTO GALASSO Editorial Biblos LATITUD SUR RICARDO HORVATH |“ ESOS MALDITOS TANGOS ciahistorie Prélogo: NORBERTO GALASSO Editorial Biblos LATITUD SUR COLECCION Horvath, Ricardo Esos malditos tangos: apuntes para la otra histor’ la. ed. - Buenos Aires: Biblos, 2006. 240 pp.; 23x16 cm. ISBN 10: 950-786-549-7 ISBN 13: 978-950-786-549-7 1. Historia del Tango. I. Titulo. CDD 781.7 El autor agradecerd toda documentacién e informacidn que se considere valiosa para ayudar a pensar la otra historia del tango: eafe_bar_billares@ciudad.com.ar. Disefio de tapa: krovua/laboratorio de disefio Realizacién de tapa: Luciano Tirabassi U. Tlustracién de tapa: Chilo Tulissi, Como seria?, leo sobre tela, 130 x 100 cm. (www.chilotulissi.com.ar) Armado: Hernan Diaz Coordinacién: Ménica Urrestarazu © Ricardo Horvath, 2006 © Editorial Biblos, 2006 Pasaje José M. Giuffra 318, C1064ADD Buenos Aires editorialbiblos@editorialbiblos.com / www.editorialbiblos.com Hecho el dep6sito que dispone la Ley 11.723 Impreso en la Argentina No se permite la reproduccién parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisi6n o la transformacién de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electronico o mecani- co, mediante fotocopias, digitalizacién u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infraccién esta penada por las leyes 11.723 y 25.446. Esta primera edicién de 2.000 ejemplares fue impresa en Primera Clase, California 1231, Buenos Aires, Republica Argentina, en diciembre de 2006 indice Prélogo, por Norberto Galasso... Una advertencia previa. Amanera de introduccién . Siempre se canté con opinién ..... Los comienzos del tango social y politico... La cancién popular en la crisis .. E140 y después El tango como reafirmacién de lo nacional... ¢Punto final? Apéndice. Los cabos sueltos .... Bibliografia .. Indice de canciones .. 1221 Indice de nombres...... 2241 Copyrighted PROLOGO El orgullo de ser “maldito” Ensayista y critieo profundo, Ricardo Horvath nos entrega aqui un nuevo aporte a la historia de nuestra cultura. Se trata del rescate de tangos impor- tantes pero desconocidos para la mayor parte de los argentinos, obras que no gozan de la difusién y el prestigio que otorga el aparato difusor manejado por Ja clase dominante y sus aliados externos. E] los ha rescatado del index oligar- quico y nos los ofrece ahora bajo la categoria de “tangos malditos”. {Qué ha ocurrido con ellos? Sucede que estas obras cometen la osadia de incursionar en lo social, de ligarse a las experiencias populares y, por tanto, transitan los caminos peligrosos del compromiso y la denuncia. Ante semejan- te audacia, la respuesta de los custodios del sistema es silenciar, marginar, excluir. Seguramente, usted conoce esa categoria de “malditos”, bautizada asi por Arturo Jauretche cuando a un escritor amigo —Armando Cascella— el aparato de difusién, controlado por los sectores dominantes, llegé al extremo de discri- minarlo en el aviso ftinebre que daba cuenta del fallecimiento de su cufiado. Ahora, Horvath viene a probar que esa censura —sutilmente ejercida bajo go- biernos titulados “democraticos”— opera no sdlo sobre los ensayistas politicos ¢ idedlogos comprometidos sino también sobre los payadores y los poetas del tango. El aparato cultural dominante abre un espectro aparentemente amplio para Jas disidencias, pero tiene sus rigidos limites, y coloca al margen aquellos ana- lisis profundos, aquellas descripciones peligrosas o aquellos versos contesta- tarios que de un modo u otro ocasionan molestias al sistema imperante. Ma- nuel Ugarte sufrié en carne propia ese aislamiento que apagaba su voz an- tiimperialista y en una oportunidad coments con dolor: “En otros paises se fusila... Es mas noble”. Usted me dira probablemente que resulta explicable en Ugarte pues ataca- baa Estados Unidos, proponfa la unién latinoamericana y el socialismo nacio- nal, frente a lo cual el sistema se defendia acallandolo, pero que ello dificil- mente se podria dar en el mundo de los tangos pues éstos carecen de cargas 13 Norberto Galasso tan peligrosas. Sin embargo, en un pais que ha vivido la mayor parte de su historia en la dependencia y tratandose de un pueblo que ha sufrido desigual- dad social, miseria y discriminacién resulta suficiente que el poeta del tango nutra sus versos con la realidad social para que éstos se tornen tan cuestiona- dores como los mejores discursos de los idedlogos de la revolucién. Por eso, los sectores dominantes se ocupan de que ese mensaje no se difunda, que se co- nozca apenas en el circulo de los “iniciados”, como cultura subterranea a la que no tengan acceso las mayorias. La lectura de este libro lo convencera segu- ramente de que no es por casualidad, ni por bajo nivel artistico, que estos tangos estan ausentes de la radiofonia y la television. Hay obras, sin embargo, que desbordan el ahogo del aparato difusor y al- canzan éxito, y que por ello resulta imposible acallarlas. Es el caso de los tan- gos de Discépolo, por ejemplo, cuyos versos recrean la atmésfera espiritual del pueblo argentino en los afios 30. Pero, entonces, se apela a otro recurso: se lanza la version de que esos tangos no provienen de la realidad social del pais sino de la tristeza congénita del autor, que ve los acontecimientos desde una éptica sombria, con lo cual a una obra testimonial como ésa se la escinde del escenario histérico que la hizo nacer, cuya mera descripcién resulta una acu- sacion implacable. Probablemente usted se pregunte ahora cémo ha sido posible rescatar esas obras silenciadas. Evidentemente, no ha sido facil y es el resultado de muchos anos dedicados a la investigacién, con certera lupa y espiritu insobornable. Pero quizd lo mas interesante es destacar que esta tarea no pudo haberla realizado cualquier periodista con algun acceso a los archivos sino que provie- ne necesariamente de un experto en medios de comunicacion y, ala vez, ensa- yista de Ja cultura nacional. Alguien... que también es un “maldito”. Aunque a Ricardo no le va a gustar esta personalizacion y también a pe- sar de que me advirtié que reflexionase sobre el libro y no sobre el autor, yo, duefio de estas paginas iniciales y también gustador de nadar contra la co- rriente, necesito compartir con usted esta conclusién: esos “tangos malditos” s6lo pudieron ser recuperados por un “maldito” como Horvath. Le cuento, por si no lo recuerda. Horvath ha cumplido una larga trayecto- ria en “los medios” de la Argentina, caracterizada por una conducta rectilinea, irreductible a toda presién o influencia, en diarios y revistas de nuestro pais y del exterior, asi como en programas radiofénicos y televisivos. Informé —no deformé6, ni desinformé— y también interpreté y enjuicié, sin dar ni pedir res- piro. Al mismo tiempo publicé numerosos libros, dio conferencias, intervino en mesas redondas, dio reportajes y algunos de sus trabajos ejercieron enorme influencia en los estudiantes de Ciencias de la Comunicacién, incluso varios de estos textos se encuentran agotados. Asimismo, en 1998, APTRA le otorgé el premio “Martin Fierro” al mejor programa de musica ciudadana. Ahora, expliqueme usted cual es la poderosa causa por la cual no aparece, 14 El orgullo de ser “maldito” en los tiltimos tiempos, en la pantalla televisiva ni tiene programa radioféni- co, ni siquiera una columna periodistica en diarios o revistas. Es decir, una posicién combativa enarbolando el proyecto de una Argentina mejor y una conducta inclaudicable lo han convertido en “maldito”. Esto hay que decirlo, asi, pblicamente, no sdlo en las mesas de café. Aun- que los poderosos hagan mohines de desagrado... o precisamente por eso. Movido por esta conviccién, le abro la puerta para que usted ingrese a este libro. Lo hago con mi franqueza de siempre: sepa usted que se introduce a “la otra historia”, al mundo de “tangos malditos”, nacido de la pluma de un “mal- dito”. Y sin querer “hacerme la partida” -como diria Julian Centeya-, prologa- do por otro “maldito”. Las conclusiones que obtendra de esta lectura serén muchas y si se define en consecuencia, lo celebro, porque cuantos mds seamos “los malditos”, mas reducido serd el espacio de los mercaderes de las ideas y menores seran los ocultamientos, las falsedades y las deformaciones de la realidad. Entonces sf podremos construir futuro en estas tierras. As{ sea. NORBERTO GALASSO Enero de 2005 Maldito tango que envenena con su dulzura cuando suena, maldito tango que me llena de tan acerba hiel. Ell fue la causa de mi ruina, Maldito tango que fascina... iOh tango que mata y domina! iMaldito sea el tango aquel! Luis Roldén y Osman Pérez Freire, “Maldito tango”, 1916 Una advertencia previa Antes de la estética, estd la ética. Antonio Gades Un gran artista espafiol nos sirve de introductor para dejar una posicion de principios. Otro Paco de Lucia— desbroza el camino que hemos emprendido con este trabajo: “Todos nos copiamos unos a otros. No se crea de la nada. Crear es encontrar algo que sintonice contigo y hacerlo tuyo. Es eso, no es ms. No existe la creacién pura”. Por eso, como sefiala nuestro artista plastico Adolfo Nigro, “los artistas de los paises de América al sur de México tenemos que definir de dénde venimos, en qué valores creemos, en qué tradiciones nos apoyamos, desde qué punto de vista hablamos”. Pensamos que existe una historia alternativa a la historia oficial del tan- go. Anuestro entender hay que observar la realidad desde una perspectiva de clases, es decir, desde otro punto de vista, distinto del que nos tiene acostum- brado la burguesia. Asi, pues, no espere el lector encontrar datos novedosos en lo que va a leer sino aportes para ayudar a pensar —juntos— los origenes, las tradiciones y los valores del tango. No se crea de la nada y es obvio: aqui se habla de lo existente, aunque fuera ocultado por muchos. O desaparecido, un término bien argentino. De igual manera fueron “ninguneados” aquellos que intentaron revelar Ja otra cara del tango, y que aqui son citados y repro- ducidos. Para que no queden dudas, nos parece conveniente recordar palabras de Juan José Hernandez Arregui: La aparente rispidez de mis juicios no esta dirigida a individuos, sino a lo que ellos y sus grupos, con frecuencia poderosos y organizados, re- presentan. [...] Las ideas s6lo sirven para difundirse. ¥ si no, de nada valen. |...) Nadie es original. Todos le deben algo a alguien. Pero seamos probos. Las influencias hay que confesarlas, las ideas ajenas no hay que deformarlas, sino mejorarlas o, por lo menos, asimilarlas con veracidad. 19 Ricardo Horvath [...] ¥ en mi 4nimo no cabe la ofensa sino un indeclinable amor a la ver- dad. [...] Alas ideas de izquierda no hay que tenerles miedo. Lo esencial es que sirvan a la causa de la liberacién nacional. Escribe Arturo Jauretche en su obra Los profetas del odio: “Diré ahora que incurro en transcripciones a menudo extensas... Lo hago por humildad y por- que me parece que si otro lo ha dicho mejor que yo, mejor es reproducirlo que parasitarlo”, En palabras de André Gide: “Todas las cosas ya fueron dichas, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo”. Comencemos. 20 A manera de introduccién El tango es la vida que se canta. Eladia Blazquez En Tango, mito y esencia Tulio Carella escribe que “hay tanto para decir sobre el tango que discriminar lo que debe decirse constituye una proeza. El estudio de la evolucién del tango incluye el estudio de la influencia que ejerce en la cultura argentina. El tema, aunque menor, no es intrascendente. Entre el tango y el Juan Moreira existe un curioso paralelismo. A este ultimo se lo ignoré, apartandolo de la literatura, hasta que el favor popular le dio ubica- cidn definitiva en la historia del teatro. La importancia de Juan Moreira como acontecimiento escénico justifica que [Eduardo] Gutiérrez, escritor considera- do de mediana categoria, tenga tanto alcance en nuestras letras: Gutiérrez vivi6é y traté (a su modo) los problemas de su tiempo, dando a sus obras un sentido de reivindicacién social”. En una entrevista publicada en la edicién del domingo 13 de mayo de 1984 en el diario Clarén, el poeta e historiador del tango Horacio Ferrer, fundador y presidente de la Academia Nacional del Tango, asegura que los autores tan- gueros no se ocuparon de la politica. Y reafirma: “Ni siquiera hay tangos dedi- cados a los politicos que mas sacudieron al pueblo. Hay un tango sobre Yrigo- yen, creo que es de [Pedro] Maffia, pero {quién lo conoce? En una milonga, Manzi menciona a Leando N. Alem...”. Luego continua dando catedra afir- mando que no hay tangos sobre Malvinas y el denominado Proceso “asi como no los hubo sobre la revolucién del 30 o la del 55. Sobre Ja huelga de Vasena no hay un tango...”. Poeta, ex presidente del Fondo Nacional de las Artes, director de la Biblio- teca Nacional durante el menemato, Oscar Sbarra Mitre escribe para el diario Nuevo Sur del 5 de febrero de 1990 que “el tango no ha sido ni es una «cancién de protesta» y si bien existen algunos ejemplos —«Acquaforte», «Pan», «Senten- cia» o el recitado «Por qué canto asi», inmortalizado por Julio Sosa, que mar- can al poeta yrigoyenista que fue el «Negro» Celedonio Flores; o aquel explicito 21 Ricardo Horvath «Soy del partido de todos y con todos me la entiendo / pero vayanlo sabiendo/ jsoy hombre de Leando Alem!», de otro yrigoyenista-peronista como el inmor- tal Homero Manzi, constituyen excepciones tan notables como esporddicas a esta regla”. Es muy comtin oir entre los especialistas tangueros una prédica que, por reiterada, ha terminado por convertirse en verdad revelada: “E] tango social no existe, no hay tangos politicos, la protesta no interes6 a los poetas del tan- go”. {De donde surge esta teoria repetida por sesudos académicos y algunos intelectuales de ocasién? En primer lugar debemos sefialar que en esa postura hay una gran dosis de mala intencién mas que de ignorancia; desinterés y negligencia por Ja investi- gacion profunda en el tema. Es dable suponer que la idea se origine en repetir el planteo del uruguayo Hugo Garcia Robles en El cantar opinando, opisculo editado en la Republica Oriental del Uruguay en 1969 donde, ademas de en- marcar a los tangos de Enrique Santos Discépolo fuera de la categoria de de- nuncia social, rescata exclusivamente dos piezas: “Acquaforte” de Horacio Petto- rossi y Juan Carlos Marambio Catan, y “Al pie de la Santa Cruz” de Mario Battistella y Enrique Pedro Delfino. En Los tangos testimoniales Julio César Paez demuestra con pruebas docu- mentales lo ya anteriormente expresado y teorizado por numerosos estudiosos del tango y otras personalidades no siempre tenidas en cuenta. Tal el caso, por ejemplo, de Luis Labrafia y Ana Sebastian, que en su libro Tango, una historia escribieron: El tango refleja la sociedad y mentalidad del ambiente en que se de- sarroll6. Por eso aparecen representados en sus letras diversos temas como el dificil, aunque posible, cambio social, el paso de una clase social baja auna mas alta. Para Osvaldo Pedro Pugliese el tango “es el libro de quejas del arrabal”, frase que algunos autores adjudican a Margarita Durén, hecho que para nues- tra tesis no tiene mayor importancia. Para Susana Rinaldi es “la cancién con- testataria que expresé el dolor del pueblo”. Roberto Arit escribié: “Es la vélvu- la de escape de la pena de esta ciudad”. Y Enrique Fliess consideré que “en la superficie el tango expresa una queja, pero en lo mas intimo encierra una protesta”. Para Daniel Vidart “es una proclamaimplicita, nunca explicita, nunca panfletaria de rebelién social”. Para Nelson Polo “es un motivo para poetizar el dolor humano”. Para Juan José Hernandez Arregui “el tango es un producto social. En él se afirma confusamente una diferenciacién del hombre bajo de la ciudad que se siente perseguido en todas partes. Se ha sefialado también el cardcter erético del tango. Ese contenido existe [...]. Es la musica languida de un pueblo humillado”. Luis Vitale concret6: “Las letras de tango reflejaron los 22 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath mal lamada “conquista del desierto”, la semana tragica, la matanza de la Patagonia y tantos otros que sembraron el miedo en la poblacion. En tales circunstancias resulta muy dificil que un intérprete se atreva a entonar estro- fas que el poder considere “subversivas”, que eritiquen a los poderosos y recla- men derechos sociales a la patronal. Y es también dificil lograr la edicién y grabacién de esas obras cuestionadoras. En tal sentido debemos recordar que Edmundo Leonel Rivero —coautor con Battistella del tango “Bronca”— expres6 su intencién de no cantarlo nunca més a partir de la prohibicién que sufrié en 1963 por parte del gobierno de José Maria Guido, un politico pusilanime sostenido por las bayonetas que depusie- ron al presidente Arturo Frondizi, a su vez un traidor a la voluntad de las masas populares. Dicho sea de paso: jalguien oyé cantar en ptiblico 0 conoce que se haya grabado el tango “Desocupado”? ,Quién difundié alguna vez la milonga peronista “La Descamisada”, grabada por Nelly Omar? Autodefinido como un “laburante de la musica” y también como “un poroto, un tornillo de la maquina tanguera” y en realidad un trabajador de la cultura popular, un luchador intransigente, un representante indiscutido del tango y en especial del tango social y politico (es autor de la “Milonga para Fidel” y otros temas testimoniales), Osvaldo Pugliese grabé el 16 de junio de 1983 el tango “Son y seran argentinas”. Se trata de una obra reivindicativa de los derechos soberanos de nuestro pais sobre las islas Malvinas cuyo estribillo sefiala: “Queridas islas Malvinas / pedazo del corazén / donde la sangre argen- tina / afirma la divina / bandera de mi Nacién”. Asimismo Sebastian Piana musicé e] notable poema de Jorge Luis Borges “Milonga del muerto”, que en una de sus estrofas dice: “Se obré con mucha prudencia, / se hablé de un modo prolijo. / Les entregaron a un tiempo /el rifle y el crucifijo. / Oyé las vanas arengas / de los vanos generales. / Vio lo que nunca habia visto / 1a sangre en los arenales. / Oyé vivas y oy6 mueras, / oyé el clamor de la gente. / El sélo queria saber / si era 0 no era valiente. / Lo supo en aquel momento / en que le entraba la herida. / Se dijo, no tuve miedo / cuando Jo dejo la vida”. Puede escucharse en el disco compacto grabado en 1999 por Carlos Jesus Varela titulado Cantando a Borges. Asu vez, “Soldado de Malvi- nas” es un tango de Ulises Pedriel grabado en piano por el autor, y “Malvinas” pertenece a Federico Mizrahi, realizado por el dio Mizrahi-Longhi en el disco Demoliendo tangos. En Introduccién a Homero Manzi Orlando F. Calgaro asegura que la sema- na trgica de comienzos de 1919 tuvo su tango: “Es de autor anénimo y quedé como curioso testimonio de la agitacién gremial de esa hora, se llama «Vase- na». Obviamente, como muchos de esos registros, hoy es imposible escuchar- Jos en los circuitos comerciales de difusién”. En esta investigacién hemos podi- do rescatar los versos de “Vasena” donde el protagonista, un obrero de esa empresa, exclama: “Pobre Vasena, el dolor / lo tiene postrado en el lecho / al 24 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath Solo y escondido con toda la historia que nos han prohibido y esta en mi memoria. Solo en el exilio como un cero, solo. ‘Tiempo de delirio que lo borra todo. Solo, como un cero, solo. Solo, resistiendo solo. Lejos, como un perro, lejos. Lejos, rastreando mis huesos. Solo como en un suicidio. Solo pa’ contar mi exilio. Cuelgo el corazén en el ropero, mi pobre corazén leno de agujeros. Lejos, como estan los viejos, lejos de cualquier espajo. Solo, como un cero, solo solo, resistiendo solo... Si éste no es un tango social y de denuncia, {cémo lo calificamos? Sin em- bargo el tango es “el lamento del cornudo”, redujo alguien en Brasil. Para los mexicanos “es un acta de policia con mtisica”. Aunque para Discépolo “es un pensamiento triste que se baila”, para Borges “una manera de caminar” y para otro poeta, Juan Gelman, “una manera de conversar en silencio entre un hom- bre y una mujer”. Para un sociélogo como Julio Mafud “las letras de tango pueden constituir un imprescindible manual de sociologia argentina”. Toda la historia de la vida portefia esta en el tango pero, como escribia un anénimo periodista en el periédico Hl Perseguido (N° 1, 18 de mayo de 1890) sobre los trabajadores, “nosotros somos los vagabundos... la canalla, la escoria de la sociedad”, también muchos tangos lograron esa categoria. Son los tangos “mal- ditos”, los marginadbos, olvidados, ninguneados. Desaparecidos. Y si hay des- aparecidos es porque existen desaparecedores. El ocultamiento del tango en sus comienzos impide conocer documentacién precisa ya que no tuvo a sus cronistas, y tiene que ver -segun Blas Matamoro— con la decisién popular (la canalla, la escoria) de crear sus propios cédigos impenetrables. En La ciudad del tango escribe: La orilla, condenada a la exclusi6n de Ja civilidad organizada por la oligarqufa nacional, respondi¢ a tal confinamiento inventando un her- metismo complejo —lenguaje, indumentaria, misica y baile- que enfren- tara al hermetismo impuesto desde Ia altura social. En la primera fase de la formacién liberal del pais, junto con la exclusién de la poblacién orillera de Ja vida publica, la oligarquia abominé de todos sus productos 26 A manera de introduccién culturales. Asi como en lo politico la nacién era patrimonio de la clase, en lo cultural la invencién orillera no era nacional. Para ya arrugar el bandoneén en este capitulo, volvamos a ‘Tulio Carella para recoger otras expresiones suyas: En su origen el tango fue combatido: no se vio que Iuchar contra él era cansarse contra la ciudad. El pueblo es voluntarioso. Se le ocurrié bailar el tango y cantarlo e hizo de é] una misica internacional, a pesar de la oposicién de los diarios que hablaban de musica canalla, dijo Raul Scalabrini Ortiz. La clase que lo repudiara cuando estaba en formacion, lo utiliza ahora, ya como dejo estilistico, ya como bandera tradicionalis- ta. El cardcter de la pugna no era musical sino social. El tango es algo més que una suave ondulacién puesta en musica, como lo definié Bruce Marshall E] tango como hecho social y politico no sélo existié sino que sigue existien- do, perdura como un sino maldito que asusta a los burgueses que intentan mantenerlo oculto. O que lo siguen denigrando, como lo hizo Torcuato S. Di Tella. El primer secretario de Cultura del gobierno de Néstor Kirchner, en la revista Noticias del 7 de agosto de 2004, se expresa con frases despectivas como “el tango es peor que la cumbia [...] tiene temas desmoralizadores, fruto de esa otra lacra, el conventillo. No sé si sera por eso que nos ha ido tan mal, todo por inspirarnos en esas letras discepolianas”. Un afio antes el por enton- ces poderoso director del Museo Nacional de Bellas Artes Jorge Glusberg se habia negado a realizar una exposicion pictérica dedicada al tango aduciendo que éste “no es arte”. Nada novedoso, por cierto, ya en 1906 Juan Pablo Echagie escribja: “El tango es una prolongacién de los modales provocativos del compadrito, de su insolente arrogancia, de su aire «a mi qué por qué a mi cuando»; una exage- racién cadenciosa del balanceo de sus hombros, de su marcha oscilante, con los muslos pegados, de sus taconeos estrepitosos”, demostrando el rechazo de toda una clase. Rechazo que en Paris el diplomatico argentino Enrique Rodriguez Larreta hacia suyo ante el interés que despertaba ese baile extra- iio y voluptuoso, defenestrando al tango al asegurar que “es en Buenos Aires una danza privativa de las clases de mala fama y de los bodegones de peor especie. No se baila nunca en los salones de buen tono ni entre personas distinguidas. Para los oidos argentinos la musica de tango despierta ideas realmente desagradables”. Daba as{ una muestra acabada de su refinado desprecio hacia una creacién popular. Al igual que Carlos Ibarguren, que lo consideré “un producto ilegitimo, que no tienc la fragancia silvestre y la gra- cia natural de la tierra, sino el corte sensual del suburbio”, o Ricardo Rojas al decir que era una “creacién bochornosa de mestizos europeos en el Buenos 27 Ricardo Horvath Aires cosmopolita de nuestros dias” (1917), o Leopoldo Lugones, para quien era “un reptil de lupanar tan injustamente llamado argentino en los momen- tos de su boga desvergonzada”. Mientras la elite portefia despreciaba todo lo producido por la orilla, el es- critor Bernardo Verbitsky destacaba sobre el tango: “Es la expresién del folclo- re ciudadano. El pueblo tiene capacidad creadora y el tango es su expresién més poderosa de esa capacidad de creacién popular”. Esto le permitié decir al bandoneonista, compositor y director de orquesta Domingo Serafin Federico que “nadie inventé el tango”. ¥ no le faltaba razén en tanto es una realizaci6n colectiva y no es posible pensar la historia de Buenos Aires sin el tango. En palabras de Leopoldo Marechal: “Puede definirse como el ritmo natural de Buenos Aires”, ee El lector encontrara algunas expresiones 0 consideraciones que el autor ha dado por sabidas, pero no siempre es asi. Seres queridos, amigos y compafieros muy apreciados y respetados que se tomaron el trabajo de leer este mamotreto antes de su publicacién han aportado ideas, sugerencias y consideraciones dignas de ser tenidas en cuenta. La mayoria lo fueron. Otras nos dejaron la espina de la duda. Por ejemplo, la posibilidad de -en algunos casos puntuales— hacer Mamadas al pie de la p4gina con mayores precisiones, o remitir a la bibliografia especifica utilizada. En el proyecto original de este libro, habia- mos decidido no atosigar al lector con apuntes que lo desviaran del centro de atencién. E] llamado a pie de pagina puede ser util para dar la fuente de infor- macién, pero suele dispersar la lectura. Por ello se aporta una extensa biblio- grafia, que los interesados pueden consultar si es su intencién conocer las fuentes del autor y confrontar con sus dichos. No obstante se nos ocurrié que podria ser interesante agregar un apéndice para tomar en cuenta algunos de Jos sefalamientos referidos. De esta manera, pensamos, quedarian allanadas esas dudas, se llenarian algunas lagunas o aclararian opiniones controverti- das. De todas formas este libro busca, fundamentalmente, instalar una polé- mica a la cual no parecen muy propensos muchos integrantes del universo tanguero. ¥ no es una exageracidn: es sabido que sobre los “popes” del tango se habla en voz baja a sus espaldas y jamds se los refuta en una confrontacién de ideas. 28 Siempre se canté con opinién Todo el arte tiene muchisimas cosas que decir. Hebe de Bonafini La mtsica y la cultura popular deben analizarse dentro del contexto histé- rico en que fueron elaboradas. En “Tango e identidad nacional” Juan Carlos Jara reflexiona sobre “la imperiosa necesidad de asumir que politica y arte, economia y cultura, son conceptos intimamente relacionados entre si. Negar identidad nacional a las creaciones culturales del pueblo, por ejemplo, tam- bién forma parte de una estrategia politica”. Como muy bien sefala Andrés Chinarro en El tango y su rebeldia: “El arte de un pueblo nace de lo recondito de sus miserias y de sus rebeldias. [...] Esta musica se siente y se «mastica» cuando se ha nacido con conciencia de clase. [...] Quien quiera conocer la histo- ria veraz de Buenos Aires deberd recurrir a las letras del cancionero porteiio. Las varias miles de ellas retratan con fidelidad inigualada todas las etapas de nuestra ciudad a partir de 1900”. Al respecto conviene recordar asimismo lo expresado por Jorge Luis Borges quien entendia que, al estudiar la verdadera poesia de Buenos Aires, habfa que acudir “a los versos imperfectos” que publi- caba la revista popular El Alma que Canta, que durante décadas se ocupé de promover nuestro cancionero. Pero, ademAs, queremos dejar perfectamente aclarado —y luego acercare- mos ejemplos— que fueron numerosos los tangos, los valses y las milongas sociales y politicos. El hombre es un animal politico y, como tal, es imposible que no se exprese politicamente —aunque no se lo proponga de manera cons- ciente— cuando escribe poesia, compone misica o realiza una obra artfstica de cualquier indole. En Apuntes para una teorta del arte Ariel Bignami nos dice: El arte es un modo de praxis humana, encaminado a comunicar, me- diante objetos concretos sensibles, las actitudes, opiniones y sentimien- tos de alguien a otros, con medios precisamente artisticos (que varfan 29 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Siempre se canté con opinion y no conoei mas amo que Dios. El blanco orgulloso, con braze inhumano, castiga a su hermano cual bestia feroz. Coro Callate moreno, te digo; déjate de hablar; si el amo te oye, caramba! te va a castigar. Esta es la triste suerte, ésta es la realidad... vivir trabajando siempre nunca ver la libertad. Agrega Rossi: “Como la esclavitud existia atin en Cuba, los pueblos del Plata no olvidaron a la desventurada perla antillana en sus cantos de protesta y lamentos, y eran numerosas, todos los afios, las sociedades que se fundaban con titulos alusivos: «Esclavos cubanos», «Pobres negros cubanos», «Hijos de Cuba», etc.”. {Acaso fue parte del inicio de la necesaria solidaridad entre los pueblos de este continente? Dejamos planteada la cuestién. Entre esos trovadores del siglo XIx que fueron cronistas militantes de su tiempo, podemos citar a Bartolomé Hidalgo (1788-1822), peluquero, militar, empleado de aduana que escribié en honor de José San Martin El triunfo, mon6logo dramatico en verso. Otras de sus obras fueron “Cielito oriental”, “En honor del Ejército Libertador del Peri” y “Al triunfo de Lima y El Callao”. En ellas puso en un primer plano la figura del gaucho. Eran coplas populares patridticas que exaltaban la gesta independentista, y eso lo transformé en el impulsor de la denominada “literatura gauchesca”. A él se atribuye un cielito de 1820 en que contesta el manifiesto de Fernando VII: “Mejor es andar delga- do /andar dguila y sin pena / que no llorar para siempre / entre pesadas cade- nas. / Cielito, cielo que si, / gudrdense su chocolate, / aqui somos puros indios / y sélo tomamos mate”. Aqui bien vale una digresién: en 1857 en el teatro de la Victoria el actor y cantante espaiiol Santiago Ramos, personificando a un compadrito orillero, interpreta en la comedia El gaucho de Buenos Aires un denominado “tango andaluz” “Toma mate, che”, considerado por muchos especialistas como un. modelo de lo que llaman “prototango”. En el estribillo se expresa: “jToma mate, toma mate /toma mate, ché, toma mate! / que en el Rio dela Plata/no se estila el chocolate”. Diez afios después, el actor panamefio German Mac Kay canta un tango “a 31 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Siempre se canté con opinisn Mitre no tiene contrarios, Jo afirma mi inspiracion: hasta los sordos escuchan que gana esta votacién. Nuestro pais quiere a Mitre y el deseo se concreta en que ha de hacernos feliz un presidente poeta. ee Voy a cantarle sefior Nicolés Avellaneda, que usted ser presidente ninguna duda nos queda. Presidente Avellaneda, siga en el puesto mayor, que el que busca derrocarlo es s6lo un mal Tejedor. ie Si gana Roca, los pobres, tendrén vida regalada y vestirdn de levita y de camisa planchada. Con Roca tendremos todo, la comida de primera y andaremos de jaileife con bastén y de galera. soe Votemos por la lista, real y soberana, con Figueroa Aleorta y con Manuel Quintana. Manuel Quintana, fuerza y accion: ya es presidente de la Nacién. 35 Ricardo Horvath Vamos, vamos al comicio, Jevantemos nuestra ensefia: nuestra ensefia es la triunfante, Ja de don Roque Séenz Petia. De herencia le viene al galgo para suerte del pais: don Roque es grande y es hijo del otro grande, don Luis. wee Con tu voto y con el mio seré la fuerza mayor de don Marcelino Ugarte para salir senador. Que don Marcelino Ugarte tiene mafias reservadas, todos las estén sabiendo: el vino y las empanadas. eee Es la nuestra una eleccién que al triunfo limpio lo lleva al doctor de los doctores, don Benito Villanueva. El pais ya lo comprende y se apresta con rigor adarle en las elecciones el voto al conservador. Esta suerte de avisos publicitarios musicalizados se extendieron al tango. En la edicién N° 39 dela revista Club de Tango (noviembre-diciembre de 1999) Ricardo Ostuni recuerda algunos titulos como “Don Leandro”, definido en la portada de la partitura como “tango radical para piano” e ilustrado con un retrato de Leandro Nicéforo Alem. Otro fue el tango para piano “El radical” de Luciano Rios. Dice Ostuni: Otro de los muchos tangos que le fueron dedicados a Yrigoyen lleva las firmas de Salvador V. Yorio y Manuel C. Romero. Su titulo es “Viejo 38 Siempre se canté con opinién bueno”. Lo publicé la editorial Saraceno con esta dedicatoria: “Al insigne ciudadano doctor Hipélito Yrigoyen, los autores”. La formula Yrigoyen- Luna que gané los comicios de 1916 también tuvo su tango, titulado, precisamente, con ol nombre de ambos candidatos. Su autor fue el pia- nista Julio V. Leone. [...] “Boina blanca” fue otro de los tangos dedicados al jefe del Partido Radical doctor Hipélito Yrigoyen. De su autor, Rai- mundo Cartier, no tengo referencias; la partitura fue editada por David Poggi e hijo. Al respecto corresponde recordar que el de mayor trascendencia fue el tan- go “Hipdlito Yrigoyen” de Enrique Pedro Maroni, editado por Alfredo Perroti y grabado por Ignacio Corsini el 29 de noviembre de 1927: Yrigoyen presidente la Argentina te reclama la voz del pueblo te llama y no te podés negar; él necesita tu amparo criollo mojén de quebracho plantado siempre a lo macho en el campo radical. Majiana cuando en las urnas suenen las dianas triunfales y los votos radicales las demés listas arroyen eche a volar tu bandera arriba los estandartes que digan por todas partes iViva Hipélito Yrigoyen! En cuanto al tango de Pedro Mario Maffia mencionado por Ferrer digamos que se trata de “Reelecci6n”, definido como “tango de salén” (sin letra), editado por Juan E. Rivarola, con la siguiente dedicatoria: “Al excelentisimo sefior doctor don Hipélito Irigoyen [sic], futuro presidente de la nacién Argentina. Con mi mayor respeto y admiracién”. E] tango no solamente se ocupé de promover la politica y a sus represen- tantes mds conspicuos. También lo hizo con diversos productos comerciales. Algunos ejemplos ilustran lo dicho: “Tigre Hotel”, “Hesperidina”, “Echale bu- fach al catre”, “Gran hotel Victoria”, “Aproveché la bolada, fuma Caranchos” (“Fumé Caranchos / que al fin del jaleo /en el gran sorteo / te vas a ligar / una casa posta, un Buick de paseo /y el suefio’e tu piba se va a realizar”). Angel Villoldo, considerado por algunos el padre del tango, realizé numero- sas composiciones promocionales como “A la ciudad de Londres” y “Gath & 37 Ricardo Horvath Chaves” (tiendas de principios del siglo xx), “Pineral” y “Kalisay” (ambas bebi- das de ese tiempo). El tema que tuvo mayor notoriedad -se escuchaba en los estadios de fiitbol hasta la década del 50- fue la milonga “Venga de donde venga”, de Gerénimo y Antonio Sureda, concebida para la firma de aspirinas Geniol. Muchos atribuyeron erréneamente a Carlos Gardel la versién graba- da, cuando le pertenece a Juan Carlos Marambio Catan. También la Ievé al disco Carlos Roldan. Reproducimos su letra completa: Desde la playa de Quilmes ha regresado don Juan abandonando aquel picnic porque su sesera funcionaba mal. Ya resignado a su suerte cuando se iba a acostar vino una buena vecina y con estas palabras lo fue a aconsejar. Venga del aire o del sol del vino o de la cerveza cualquier dolor de cabeza, don Juan, Jo quita con un Geniol. Hagame usted caso a mi: si desea buen humor lo podré usted conseguir con tomar tan sélo medio Geniol. Sin meditar un segundo don Juan tomaba el Geniol yen su auto volvié con rambo de nuevo a aquel picnic que él abandons. Y aquellos que antes lo vieron triste a su casa marchar lo miraban asombrados mientras que él contento se puso a cantar. Venga del aire o del sol del vino o de la cerveza cualquier dolor de cabeza, jja, ja! Jo quita con un Geniol. Hagame usted caso a mi: si desea buen humor lo podrd usted conseguir con tomar tan sélo medio Geniol. 38 ‘Siempre se canté con opinion Corresponde ahora volver a la cuestién payadoril y a la milonga para verificar nuestra tesis: a lo largo de la historia nacional el canto popular -incluyendo al tango— estuvo casi siempre vinculado a la politica. En el in- édito Hoy un juramento, manana una traicién, o la ambigua relacion entre el tango y la politica Enrique Fliess acude en nuestra ayuda y nos recuerda: “Otro poeta y cantor portefio se ocupé también de las luchas civiles de la Banda Oriental. Andrés Cepeda (1879-1910), llamado el «Frangois Villon ar- gentino» por su tumultuosa vida y sus antecedentes carcelarios, dedieé una de sus mejores composiciones al caudillo blanco Aparicio Saravia, cafdo en 1904 en Masoller”. Fliess sostiene que el payador Francisco Nicolas Bianco (conocido como Pancho Cueva) puso misica de milonga a estos versos y los grabé en 1912: “iPobre amigo! Si cafste fue en aras de tu deber. / Los campos de Masoller guardaran tu sombra triste / aunque de luto se viste el corazén de tu hermano. / El soldado y el paisano dirén con triste sonrisa: / jllevaba bien la divisa que honré al pueblo americano!”. Andrés Cepeda fue sefialado como un “malevo anarquista” que pasé la mayor parte de su vida en prisién; tltimamente fue considerado homosexual por Os- valdo Bazan en Historia de la homosexualidad en la Argentina. Cepeda resul- 6 el autor de numerosos temas que muchos adjudicaron al dueto Gardel-Raz- zano por integrar la lista de las primeras grabaciones del morocho: “A mi ma- dre (Pobre madre)”, “En vano, en vano” y “Gorjeos (La mariposa)”. Ademés compuso “A Hernandez (Yo sé hacer)” y “El poncho del olvido (Me dejaste)”. Francisco N. Bianco (1894-1960) escribié y canté coplas paradéjicamente denigratorias hacia el tango pese a ser autor de obras de la musica ciudadana como los valses “Blanca flor” (grabada por Agustin Irusta), “Ausencia” (por el dio Gardel-Razzano); con la orquesta de Eduardo Arolas en 1917 llevé al dis- co, entre otros tangos, “La payanea”, hoy un clsico. También eanté con la orquesta de Roberto Firpo. Su hermano Eduardo Vicente Bianco (1892-1959), violinista, compositor y director de orquesta, dedicé sus primeros tangos a sus amigos oligarcas “Macoco” Alzaga Unzué y Alejandro Menéndez Behety. En 1923 viajé a Paris, donde compartié la direccién de una orquesta, primero con Manuel Pizarro y luego con Juan “Bachicha” Deambroggio, hasta que formé su propia agrupacién. Con ésta actué para Adolf Hitler y Benito Mussolini hasta 1944, cuando regres6 a Buenos Aires. Es autor del tango “Plegaria” (co- nocido como “el tango de la muerte”) que tocaban las orquestas de prisioneros en los campos de concentracién de los nazis. Francisco N. Bianco cantaba asi: Soy el gaucho payador dela Hanura infinita el rey de la vidalita por su buen gusto y dulzor; 39 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Siempre se canté con opinién ca, ni ninguna de las restantes expresiones de la época obtuvieron fir- mey prolongada repercusién. Glorificada como danza en Paris, celebra- da en Madrid como canto zarzuelesco, la habanera circulé profusamen- te por el centro y los arrabales de cada ciudad, proliferé en los salones donde la gente era alguien (0 creia serlo) y también en salones donde la gente era nadie. Todo parece indicar que su difusién, paralela a la de la media cifra, contribuyé a modelar definitivamente una nueva espe- cie: la milonga. Y concluye: Escrito en la penumbra de academias y lupanares, dicho proceso ter- miné por imponer en el horizonte de esos dias ~alrededores de 1870— los compases de la milonga. El primer destino de ésta fue el de proporcionar una melodia a los versos intencionados o agresivos, de muy simple factu- ra, que fabricaba el jubilo nocturno de casas de turbia gloria. El segundo destino fue el de su transformacién en danza (en milongén), introducien- do en esos escenarios la figura coreografica de la pareja abrazada. Esto es coincidente con lo expresado por Vicente Rossi: “El payador se fue esfumando en el milonguero. La payada ingenua de los fogones pastoriles, nico romance de los nativos sanos de cuerpo y alma, se convirtié en la milon- ga de los fogones milicos y los tugurios ciudadanos”. A su vez, en 1926 Gustavo ©. Talamén, en polémica con Carlos Vega, fijé su postura con estas palabras: Como la generacidn espontanea no existe, légico es que el baile del arrabal porteiio tenga progenitores. Ellos fueron la milonga, con la cual el tango casi se confundia en sus origenes, y muy lejanamente la habane- ra, primer baile popular americano que tuvo celebridad mundial. Volviendo a Carella: “Todo arte supone un medio social, donde se origina. [...] Entre la ciudad y el tango triunfa una correspondencia obvia. El tango es la cancién folclérica de la ciudad en cuanto expresa de una manera involunta- ria, pero bien significativa, algo de la ciudad misma. [...] El tango declara una época, la explica”. Por eso es una creacién colectiva, una fusién de ritmos que se entrelazan durante un largo periodo hasta hacer eclosién e imponerse pri- meramente en la sociedad portena. A principios del siglo xx la ciudad gringa se moderniza y brinda nuevos temas tan bien aprovechados por Villoldo para sus primeros tanguitos. La luz eléctrica y la creacién de los primigenios aparatos de grabacién de sonido (“ma- quina charlatana” se Ilamé a los graméfonos para cilindros) permitieron la difusion del disco y el desplazamiento paulatino del organito. Prensados en Alemania, aqui se grabaron discos Zonofono en 1904 por parte de intérpretes como Gabino Ezeiza, Higinio Cazén, Arturo de Nava y Villoldo, entre otros. De 43 Ricardo Horvath los centros de diversién, el disco levé a los payadores, el tango y la milonga hacia “las casas bien”, Asi facilité una nueva forma de difusion. El coleccionista Héctor Lorenzo Lucci sefialé (Tango XxI, septiembre de 1998): Para esa etapa primitiva el apogeo se centra en los afios 1908 y 1909, se observa un gran entusiasmo en la poblacién y arrecian los pedidos, se reclaman mayor numero de intérpretes. Los comerciantes del ramo ven la oportunidad de ofrecer catdlogos mas extensos para sus clientes y al mismo tiempo una manera de promocionar la venta de graméfonos. Otros payadores fueron Generoso D’Amato (1884-1924), autor de las mi- Jongas “La décima” y “Mi poncho tucumano”, y del vals “Confraternidad” (“Con las alas de un himno, orientales, / os saluda mi viejo laid, / y entrelaza en sus notas triunfales / el amor de los libres del Sud”); el negro Higinio Cazén (1866- 1915) quien en 1905 graba su tango azarzuelado “El taita” (hay una cancién del mismo nombre de Luis Garefa grabada por el autor en 1909 que tiene todas las caracterfsticas de una letra de tango), y ese mismo afio en disco Zo- nofono su “Confraternidad chileno-argentina” (en 1899 se habia sellado el acuer- do fronterizo entre nuestro pais y Chile), donde habla de la unidad latinoame- ricana y parece anticipar el acuerdo del Mercosur de un siglo después, pues canta: “Uniremos en el lazo/ al Brasil y al Paraguay, / también la Banda Oriental /con Boliviay el Pert. /La alianza se firmara, / en América del Sur”; Ambrosio Rio (1885-1931), autor del vals “Riojana mia” y del estilo “El paisano Contre- ras” —grabados por Gardel-— y responsable también de estos versos partidistas: Batallen nuestra ideas tan firmes como la roca: es el legado de Alem que a la lucha nos convoca. La payadora Josefa Calatti, mas conocida como Pepita Avellaneda (1884- 1951), fue una de las primeras mujeres en abordar el canto tanguero. Hubo muchas més dedicadas al arte payadoril, como es el caso de “Victoria la payado- ra” quien en la noche del 27 de noviembre de 1813 en el sitio a Montevideo “canta por primera vez las dos estrofas finales del primer cielito cuyo texto se conoce: «Vigodet en su corral / se encerré con sus gallegos, / y temiendo que lo pialen / se anda haciendo el chancho rengo. / Cielo de los macarrones, /jay!, cielo de los potrillos, / ya brincardén cuando sientan / las espuelas y el lomillo» [...] Estos cielitos, recogidos sin firma alguna, son mds tarde todos atribuidos a Bar- tolomé Hidalgo”, sefiala Beatriz Seibel. Esta investigadora recuerda en Todo es Historia (agosto de 1998) a otras mujeres que cantaron opinando como Aida Reina y Delia Pereyra (ambas discipulas de Ezeiza), Maria Albana, Maria Ro- 44 Siempre se cant con opinion driguez, Maria Podesta, “la primera cantora criolla en la pista del cireo”, Marga- rita Mendieta y Sara Sumiza “de actuaci6n en centros criollos y anarquistas”. Noseria la unica. Por ejemplo, entre enero y julio de 1905 el periddico anar- quista La Protesta anuncia la actuacién de la payadora uruguaya Tulia Bau- tista. Uno de los actos es organizado en el salén Risorgimento por el grupo Nueva Luz y el programa incluye el himno anarquista “Hijo del pueblo”. En los afios 70, Osvaldo Bayer rescaté para una edicién discogréfica algunos de los modestos poemas y canciones de origen anarquista en los cuales se reclama justicia social y se acusa al sistema capitalista. La obra comienza precisamen- te con “Hijo del pueblo” (“Hijo del pueblo, te oprimen cadenas /y esa injusticia no puede seguir, / si tu existencia es un mundo de penas / antes que esclavo, prefiere morir. / Esos burgueses asaz egoistas, / que asi desprecian ala huma- nidad, / seran barridos por los anarquistas / al fuerte grito de la libertad. /;Ah! rojo pendén no mas sufrir / la explotacién ha de sucumbir, / levantate pueblo leal / al grito de revoluci6n social”), Otro canto anarquista anénimo dice: “jOfd mortales! el grito sagrado/ de anarquia y solidaridad. / Oid el ruido de bombas que estallan / en defensa de la libertad. / El obrero que sufre proclama, / la anarquia del mundo al través. /Coronada su sien de laureles, /y a sus plantas rendido el burgués”. La “Milonga social del payador libertario” es un tema anénimo de 1902: “Grato auditorio que escuchas, / grato auditorio que escuchas / al payador anarquista. / No hagas a un lado la vista/ con cierta expresién de horror, /si al decirte quién somos / vuelve a tu faz la alegria. / En nombre de la anarquia/ te saludo con amor /|...] Somos los que despreciamos, / somos los que desprecia- mos / las religiones farsantes / por ser ellas las causantes / de la ignorancia mundial. / Sus ministros son ladrones, / sus dioses una mentira / y todos co- men de arriba / en nombre de la moral”. También de autor desconocido es la “Milonga anarquista” de 1906: Soy un nuevo payador del territorio argentino y voy buscando el camino de nueva felicidad. Solamente la verdad es el arpa que yo entono, y con mi canto pregono el sol de la libertad. Abajo los usureros, mueran todos los rentistas todos los capitalistas, y la religién impfa. Que ya se aproxima el dia de la paz universal 45 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Siempre se canté con opinién siva de inmigrantes. En esta instancia de la ciudad, que rompe los céino- nes de la reforma natural, lenta e invisible, nace la otra ciudad, la ciudad del tango. Un representante de la mencionada mezcla de sangres fue Juan Bautista Fulginiti (1896-1951), nacido en Riva, Liguria, Italia. En nuestro pais se hizo payador y escribié numerosos tangos y valses Ievados al disco por Agustin Magaldi (por ejemplo, “Llorando la carta”, “Chafalonia”, “Ya ves... y te fuiste” y “No cantes victoria”). Fliess le atribuye haber dedicado una de sus obras al anarquista Kurt Wilckens, el vindicador de los fusilados en la Patagonia. E] payador Pablo José Vazquez (1864-1897), derrotado por Gabino Ezeiza en Pergamino tras dos noches de contrapunto, dedicé un tema a otro caudillo politico que grabara Carlos Gardel. Se titula “Memoria a Mitre” (algunos se lo adjudican a Belisario Roldan), e integra la lista de las catorce primeras graba- ciones de quien luego seria el Zorzal Criollo. Durante 1912 y 1913, el Morocho del Abasto, a través de la casa Tagini, graba para el sello Columbia Gramo- phone aquellas piezas que hoy son joyas de coleccién. El mencionado Arturo de Nava (1876-1932) es autor de la tonada “El carre- tero” que grabé Gardel a duo con Razzano en 1922 y en 1928 solo, autor con Elias Regules del vals “Ofrenda” llevado al disco ese mismo afio por De Nava; Antonio Caggiano (1881-1955) le puso letra al vals de Andrés Chazarreta “San- tiago del Estero” y como bailarin actué junto a Francisco Canaro; Angel Greco (1893-1938) en 1914 lleva al disco su milonga “El alma del payador’; Arturo A. Mathon (1887-1933) graba en 1912 su tango “La chirimoya argentina” y en 1914 le pone letra al tango de Manuel Aréztegui “El apache argentino” (“Airo- so, altivo y muy valiente / es el ser desheredado / de la fortuna. / Es el blanco dela tortura /de la manojusticiera / |... Es el apache argentino, /el tipo fiel de una raza, / que deja ver en su traza, / la astucia de su valor. / Y jay! de aquel que se atreviera / a hacer de su amor ultraje: / ha de vengar con coraje / la chinita de su amor”), En 1915 graba sus propios tangos, entre otros, “El rana”, “El cachafaz” y “El taura del sud”. De profesién procurador, el payador Nemesio Trejo (1862-1916) fue perio- dista, autor de tangos (“El pampeano”) y sainetes. El mas conocido -estrenado el 21 de octubre de 1907 en el teatro Comedia- se titulé Los inquilinos y se referfa a un acontecimiento ocurrido a partir del 13 de septiembre de ese afio: Ja huelga de inquilinos organizada por la Liga de Lucha contra los Altos Alqui- leres e Impuestos. Villoldo le dedicé a Trejo el tango-milonga “El pechador” (En este mundo sefiores/ yo les puedo asegurar / muchos viven del pechazo / —como yo-/y algunos de calotear. / Yo no soy manco y me atengo / alo que dice el refran: / el vivo vive del zonzo / jchulinga! / y el sonso de trabajar”). Juan Pedro Lépez (1885-1945), uruguayo de nacimiento, en 1911 se radicé en Buenos Aires, Entre sus obras se cuentan “La leyenda del mojén”, “China 47 Ricardo Horvath hereje”, “El rebenque fatal”, “La muerte de mi madre” (milonga que grabé en 1913) y los temas “Quem esas cartas” (no se trata del tango del mismo nombre de Manuel Romero y Rauil de los Hoyos) y “Flor campera” (realizado por Carlos Gardel). Sécrates Figoli (1875-1935) en 1906 imprimié en cilindros Edison “La tapera” y su “Cancién proletaria”. Sorprende escucharla ya que la melodia es igual al vals de 1913 “La loca de amor” (jacaso un plagio de Caviglia?): Abogar por la causa del pueblo siempre ha sido mi afan y mi culto, resistiendo apacible el insulto de la turba burguesa feroz. La que todo lo quiere a su gusto, a su tono, a su propio albedrio, imponiendo al dolor un desvio con la imagen sagrada de Dios ‘Yo no puedo callar mi conciencia ni mi pobre y escaso criterio, porque el siglo ya no es de misterio y la sombra de a poco se va. A mas veo que lejos avanza, una aurora de amor gigantea, que derrama en sus rayos la idea y en su verso esta la libertad. Libertad que ambicionamos, aunque sin trabas, ni leyes. Sin gobernantes ni reyes, ni autocracia doctoral. Libertad pura y sonriente donde todos los mortales vivan sin temor, iguales por la ley mas natural. El canto con opinién y el canto politico estuvieron presentes en todo el pais, generalmente en coplas anénimas. Como las que recopilaron Ariel Ramirez y Ricardo Rojas en las provincias del noroeste: “Ciento cincuenta pesos me han ofrecido los oficial / pa’ que vote por ellos, yo no "hey querido soy radical”. Y asimismo: “En el cuarto oscuro, vidalité / no manda el patrén. / Cada ciudada- no, vidalita / tiene su opinién”. 48 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath laba asf sus reparos: “Siempre ha sido el payador / quien demostré alma de artista, / no en la destruccién tanguista / y si en verso educador. / El tango es para el cantor / que con lo ajeno se luce /y al ambiente se reduce buscando su conveniencia; / pero el payador es ciencia que al publico la traduce...” Sin embargo intérpretes del nivel de Carlos Gardel e Ignacio Corsini incor- poraron a su repertorio temas evocadores como “Santos Vega”, “Gabino”, “Be- tinoti”, “E] adiés de Gabino Ezeiza”, “La pena del payador”, “El payador de San Telmo” y otros, como tangos donde el payador era protagonista 0 mencio- nado en la letra: “Mocosita”, “Duelo criollo”, “Callecita de mi barrio”, “La pul- pera de Santa Lucia”, “Barrio viejo del 80”, “Oro muerto”, “La uruguayita Lu- cia” y “Berretin de payador”. Tras el tragico accidente de Medellin, el payador Domingo Puleio compuso y canté “El ultimo adiés a Carlos Gardel”: “Hoy la guitarra argentina / guarda silencioso duelo / y gime con desconsuelo / desde la sexta a la prima. /Nadie a pulsarla se anima /y séloen son de homenaje/ se arranca de su cordaje / alguna nota sentida / que hace sangrar mds Ja herida/ que se ha abierto en el criollaje”. El investigador Luis Adolfo Sierra lo sinteti- 26 asi: “Gardel aprendié el mensaje de los payadores, pero superandolo”. Quiza el resumen mds aproximado a los elementos constitutivos de nues- tra musica ciudadana es el expuesto por Beatriz Carolina Crisorio, investiga- dora del Instituto de Investigaciones de Historia Econémica y Social, al afir- mar: “El tango es deudor de aportes multiétnicos gracias a nuestro pasado colonial (indigena, africano y criollo) y al sucesivo aporte inmigratorio, sin embargo, desemboca en la construccién de una identidad nacional en un de- terminado periodo de la historia argentina (y, por qué no, uruguaya)”. Va en consonancia a lo expresado reiteradamente por Guillermo Magrassi: Cuando podamos decir nosotros somos indios, nosotros somos negros, nosotros somos godos, nosotros somos inmigrantes, nosotros somos grin- gos, Nosotros somos todo eso, entonces veriamos que lo que nos sobra es identidad. 50 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los comienzos del tango social y politico Palacio de Tribunales, frente a la plaza Lavalle. Los civiles armados tendrian como distintivo una boina blanca que luego seria el simbolo de la hoy decaden- te Union Civica Radical que, como se conoce, dejé de lado sus impetus revolu- cionarios fundacionales siempre que accedié al gobierno. Pese al fracaso por la mala organizacion militar, la Revolucién del Parque permitiré —ademas de la caida del presidente Miguel Judrez Celman, un sim- ple peén de Julio Argentino Roca-, sumada a la revuelta de 1905, el surgi- miento del voto universal, seereto y obligatorio. Y con ello el ascenso al gobier- no ~aunque no al poder real— de una nueva clase social, fundamentalmente la pequefia burguesia rural y urbana, los trabajadores medios, comerciantes y empleados que daran una nueva fisonomia al pais. Seguin Alfredo Llanos: “Las ideas de los hombres no son estaticas sino que se hallan en perpetuo movi- miento; se desplazan y cambian entre si; de este modo reflejan la vida real. Esta es la dialéctica del pensamiento humano, la dialéctica subjetiva”. La re- forma electoral de 1912 permite el triunfo de Yrigoyen en 1916. En 1890, las clases desposeidas de la ciudad y el campo todavia no conta- ban con una organizacién que les permitiera accionar en forma coherente y unida para lograr un cambio de fondo. La clase obrera era mayoritariamente extranjera (socialistas y anarquistas), y en forma mecdnica intentaba trasla- dar la realidad europea a estas tierras, sin comprender el fendmeno nacional de las viejas montoneras derrotadas, de los caudillos, del gaucho, de la por entonces incipiente industrializacién del pais, y en particular de la escasa con- ciencia ideolégica existente en materia politica. Buscando influir sobre los tra- bajadores —incitandolos a la organizacién- y crear conocimiento sobre su rol, el 1 de mayo de 1891 la Federacién Obrera Argentina (FOA) denunciaba: “Las condiciones de existencia de la clase proletaria en esta Republica se han hecho insufribles, insoportables”. E] filésofo Llanos escribe: La humanidad ha recorrido y recorre diversos ciclos en los que la for- ma de vivir y producir sus bienes materiales se ve reflejada en su con- ciencia, la que, como sostiene Marx, es posterior al ser social. Los proble- mas ideoldgicos irrumpen, entonces, como consecuencia de la actividad humana y dentro de ese contexto préctico han de ser resueltos. [...] En definitiva, podemos extraer la conclusién de que nosotros los america- nos, pertenecientes a una economia subdesarrollada y que poseemos una cultura que es el eco de ajena vida, no podemos encarar el estudio de la filosofia con el criterio de los eruditos burgueses de Europa. Debemos liberarnos de una estrecha concepeién del mundo que responde a intere- ses que no son los nuestros y asumir una actitud de madurez e indepen- dencia intelectual frente a los grandes problemas del pensamiento. Luis V. Sommi en La Revolucién del 90 nos cuenta que durante la lucha 5B aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los comienzos del tango social y politico cha contra la modernidad: “En la época presente/ no hay nada tan floreciente /como la electricidad. / El teléfono, el micréfono, / el tan sin rival fondgrafo, / el pimpirulin tintéfono. / [...] Todos estos nombres y muchos mas / tienen los aparatos de electricidad / que han inventado desde hace poco / con la idea que el mundo se vuelva loco”. Oscar del Priore sefiala que en los tangos de Villoldo no hay tristeza, “son anécdotas divertidas, pero que no desdefian comprometerse, solidariamente, con las realidades de la época”. Y cuenta que el autor de “El choclo” solia re- unirse con los cocheros de tranvias en la terminal de Santiago del Estero e Independencia y seguramente alli surgié hacia 1900 “El cochero de tramway”: Soy cochero del tranvia del tranvia anglo-argentino compafifa popular. Las mucamas me conocen cuando toco el cornetin pues les toco... la verbena con floreo y retintin. Cuando el tiempo de la huelga de guardas y de cocheros a todos mis compafieros con el coche los segui, pues no me gusta que nadie dude un momento siquiera. de mi amistad que es sincera y tenga que hablar de mi. Y no lo duden, no sefiores, por no querer trabajar que me dieron la galleta y la tuve que pasar, pero luego cuando vieron que era justa mi razén me rogaron que velviese nuevamente a la estacién. Este tango de Villoldo parece confirmar la existencia de algun conflicto gremial. Julio César Péez asegura que esto dio lugar ala aparicién de un tema anénimo titulado “Andate a la Recoleta”, al que Carlos Vega identifica como uno de los primeros tangos: “Andate a la Recoleta, / decile al recoletero / que prepare una béveda/ para este pobre cochero. / [...] Si, si, si, que Gaudencio se va a fundir. / No, no, no, que Gaudencio ya se fundié. / Y ven a los mayorales/ parados en los estribos/ con un letrero que dice: / calle de Estados Unidos”. En 59 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los comienzos del tango social y politico verbena anarquista”, en 1905, basada en “E] mantén de Manila” de La verbe- na de la paloma, o en 1907 con la habanera también anénima “Maldita bur- guesia”: “jAy! maldita burguesia / cuantos pesares hace sufrir / mientras exis- ta tu raza / sera imposible vivir. / Pero el obrero, con decision, / va preparando Ja revolucién /y a cada infamia gubernamental / surge un caserio, un altar. / Venga pronto la anarquia, / venga ya la libertad. / Y cuando Hegue ese dia / seré la vida, felicidad. / Y cuando llegue ese dia / sera la vida, felicidad”. La difusién de las canciones anarquistas no fue mera casualidad. El histo- riador David Rock asevera: La popularidad del anarquismo en Buenos Aires y otras grandes ciu- dades del litoral se basaba en su expresidn de una ideologia simple de los conflictos y una filosofia de la accidn que los obreros podian invocar en su lucha cotidiana para mejorar su suerte. Sus cualidades utépicas y mile- narias fueron répidamente aceptadas por una poblacién que buscaba un puente entre su pasado agrario campesino y su presente condicién urba- na bajo un pequeio capitalismo. En media docena de ocasiones entre 1899 y 1910, las disputas entre obreres y patronos se convirtieron, por la influencia anarquista, en luchas politicas contra el Estado mediante el arma de la huelga general. Estos movimientos, todos los cuales consti- tuian interludios agitados y draméticos en la politica de Buenos Aires, despertaban invariablemente gran entusiasmo, que llevaba a masivas manifestaciones populares y batallas callejeras con la policia. En res- puesta, los diferentes gobiernos impusieron repetidamente el estado de sitio y una legislacién restrictiva: la Ley de Residencia de 1902 y la Ley de Defensa Social de 1910 permitian a la policia deportar o meter en prisin a los sospechosos de filiacién anarquista. El conflicto legé a su culminacién en 1910, cuando los anarquistas amenazaron con sabotear Jas futuras celebraciones nacionales del centenario. Para frustrar la ame- naza de huelga, bandas de vigilantes civiles atacaron les lugares de re- unién de los anarquistas, quemando libros y destruyendo las prensas. Siguié una oleada de encarcelamientos y destierros, y la represién logré su objetivo. Aunque el anarquismo subsistié en el movimiento obrero, nunca se recuper6 totalmente de este golpe. Gran parte de las obras culturales anarquistas se perdieron como conse- cuencia del terrorismo de Estado y el accionar de las bandas parapoliciales. La mayoria de las canciones no levaban firma, eran impresas con seudénimos 0 bien en algunos casos, como ocurrié con obras teatrales, se adjudicaban a quie- nes no vivian en Ja clandestinidad. En testimonio a Norberto Galasso y Jorge Dimoy, la actriz Marta Folco, hija del autor y dramaturgo Mario Folco, éste de activa militancia anarquista primero y bolchevique después, recordé: Alrededor de 1910 y 1912 Pablo Podesta estrena dos obras, Entre el 63 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los comienzos del tango social y politico expresa: “Lo que me deben me agarro / al rico que tiene mucho. / Si me fuman el cigarro / me conformo con el pucho. / Cuando no soy pedigiieno / soy ladr6n de lo que es mio, / cualquier hombre se hace duefio / de un poncho teniendo frio. / Si en este mundo no fuera, / para unos pocos el trigo, / cémo todos come- rian / y nadie seria mendigo”. Al analizar los origenes del fascismo en la Argentina, en su libro Estaban entre nosotros el historiador Emilio J. Corbiére sefala: Después del Centenario, los nifios bien de la sociedad patricia, algu- nos intelectuales, muchos clérigos integristas, militares, marinos y pe- riodistas, dieron base a la corriente fascista en la Argentina que serviria, una década después, al desembarco del nazismo hitleriano en nuestro medio [...]. El odio politico provenia no sélo del prejuicio racista y social, sino del temor. Temor a los extranjeros, a la Revolucién Rusa, al surgi- miento del movimiento obrero, a las ideas socialistas, anarquistas, sindi- calistas y comunistas, rechazo clasista por criollos, mestizos y pobres, y horror ante el acceso de las clases medias al poder, con el triunfo yrigoye- nista de 1916. En 1909, los “aristécratas” portefios inauguran en Tagle y avenida Liberta- dor su lugar tanguero: el Armenonville (que también merecié un tango de Juan Maglio, “Pacho”). El ya mencionado barén De Marchi, industrial italiano radi- cado desde joven en nuestro pais, creador y presidente de la Sociedad Sportiva y casado con Maria Roca -hija del general genocida de indios-, en septiembre de 1913 organiza un concurso de baile de tango que se realiza en el paquete Palace ThéAtre. La orquesta la dirige el violonchelista Carlos Marchal y una comisién de damas auspiciaba el certamen. Todas sefioras de alcurnia, como la esposa del organizador, y Lola Acosta de Santamarina, Maria Luisa Vedoya de Martinez de Hoz, Leonor Uriburu de Anchorena y Maria Esther Llavallol de Roca, suegra del itdlico barén. Norberto Folino trae a la memoria que en 1910, cuando Alberto Barcelé era intendente de Avellaneda, De Marchi se aduefia de 825 mil metros cuadrados de tierras publicas en Dock Sud mediante un ardid “legal”. A su vez, en El tango en la sociedad porteria Hugo Lamas y Enrique Binda recuerdan que lo hizo particularmente famoso el hecho de haber construido un palacio, hoy en dia Museo de Artes Decorativas: “Lo importante de este edificio fue su ultimo piso, llamado Salon de los Espejos, donde el baron organizaba orgias con todas Jas de la ley junto a otros depravados y compinches. Aeste sujeto de tal catadura moral nos lo han hecho pasar, de los Bates en adelante, como el angel tutelar del tango, gracias al cual se dio un antes y un después en su destino”. Otro dato de interés: el barén De Marchi fue un connotado fascista. Presidié el Dopolavoro, una institucién cultural auspiciada por el gobierno de Benito Mus- solini. Otras sefioras de nuestra alta sociedad que participaron en el evento 67 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los comienzos del tango social y politica era humilde y trabajaba, como vos en un taller. Dejé al novio que me amaba con respeto y con ternura por un nifio engominado que me trajo al cabaret; me enseiié todos sus vicios, pisoted mis ilusiones, hizo de mi este despojo, muchachita, que aqui ves. La tragedia acompaiié a alguna de estas historias. En su trabajo “La ciu- dad de las esclavas blancas” escribe Marisa Donadio: “En la década del 30 y en algunos cabarets de Buenos Aires estaba prohibido a las orquestas ejecutar el tango «Esclavas blancas». La causa: una mujer que trabajaba en uno de ellos, una noche, luego de escucharlo se suicid6”. La obra pertenece a Horacio Petto- rossi y concluye aconsejando: “Yo sé que vos sos buena, que escucharas el rue- go / de este sincero amigo. / No sigas por la senda de faciles placeres, / de tango, de champagne. / Pensa cinco minutos en esa criaturita / de manecitas blancas que en este mismo instante, / tal vez a unos extrafios / tal vez a unos extrafios, les Ilamard jmama!”. En 1919 Eduardo Del Saz reflexionaba: “El tango ya no es aquel baile mu- lato que llevaba en sus giros la ingenua gracia e inspiraci6n del arte africano. Después de revolver los bajos fondos, subié a la superficie, a las cumbres socia- Jes”. En esas cumbres sociales el champagne corrfa a raudales. En 1914 Pas- cual Contursi le adosa una letra al tango “Champagne tango”: “\Cudntas veces a mate amargo / el estémago engrupia / y pasaba muchos dias sin tener qué morfar! / La catrera era el consuelo / de esos ratos de amargura / que, culpa’e la mishiadura, / no tenia pa’ morfar”. Es el pais dividido en clases. Por un lado, la Argentina del champagne y el derroche, por el otro los humildes y marginados sin perspectivas. Escribe Ca- rretero: Ena misma década la isla Maciel era la concentracién de la llamada mala vida, pues los prostibulos estaban uno al lado del otro, entremez- clados sin interrupcién con garitos, cafés, pensiones, almacenes, casa de comidas, despacho de bebidas, tenderetes y comités politicos. En todos estos Iugares se tocaba y se bailaba el tango. En 1909, el 25 por ciento de las muertes en la ciudad de Buenos Aires eran consecuencia de tuberculosis y sifilis; los propietarios de casas eran el 18,6 por ciento de la poblacién y el 81,4 por ciento inquilinos, la mayorfa hacinados en conventillos. Huelgas y reclamos se suceden afio a afio. En 1907, la huelga de a aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los comienzos del tango social y politico en esta triste convivencia social que nos obliga a ser carne de taller, sin juegos, ni dichas, sin pan qué comer. Somos los capullitos de flor de amor y nuestras sonrisas dan inspiracién, y nuestra inocencia es de alto valor. Que se nos eduque con cariio y fe y nosotros sabremos corresponder con nuestra franqueza, tornado en belleza el duro deber. Queremos la doctrina de la libertad que asegure a los nifios su bienestar, que enseiie a los hombres a saber vivir, sin odios, sin amos, sin tanto sufrir. Por eso invitamos a la humanidad a transformar este sistema social en bien de los hombres y de la mujer, en bien de los nifios y todo a la vez. En 1925 Kurt G. Wilkens, vindicador del coronel Héctor Varela, tuvo su cancion titulada “El héroe”. En 1928 Martin Castro canta su “Sacco y Van- zetti”, dedicado a los dos obreros italianos condenados a muerte en Estados Unidos: “Patria del rubio metal, / patria del rubio metal, / del oro, diablo ama- illo / pais del yunque y del martillo / y patria del mineral, / Norteamérica es genial/ en el arte de la guerra, / es marca en candente yerra / que ha de surgir y arrastrar, / como flagelo del mar, / como azote de la tierra. / Por sobre sus fundiciones / y el organismo mecanico, / sobre el armazén titénico / de rema- ches y bulones / se alzan como dos pendones, / dos banderas de ideal, / dos gestos de alta moral / con un amor Espartaco. / Dos nombres: Vanzetti y Sacco / que irdn al sillén fatal”. Ademés hay otro tango titulado “Sacco y Vanzetti” de J.M. Lacarte, segtin sefiala la partitura editada por Carlos S. Lottermoser que da como domicilio Rivadavia 851-853 de Buenos Aires: Alla en una triste celda dos italianos estan Morando su pena y su pesar. Si sono no culpables eso Dios lo sabra. Y hay enel mundo la duda si es que el destino traidor inocentes, jpobres reos! aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los comienzos del tango social y politico casa Breyer Hermanos; “E] socialista, tango N° 8” esta dedicado “al doctor Alfredo L. Palacios. Diputado Socialista Argentino”. Himschoot asegura haber tenido en sus manos por lo menos cinco partituras de tangos dedicados al pri- mer diputado socialista de América. Ernesto Federico Zambonini, autor de “La clavada”, “Marfa Barrientos” (dedicado a la notable cantante lirica) y “Re- cuerdos de Zambonini” (se dice que fue compuesto para un rival al cual tajeé la cara con su daga), es responsable del tango “El demécrata progresista” dedica- do “a las buenas personalidades que forman la comisién del gran Partido De- mécrata-Progresista”. En 1931 Eduardo Bianco dedicé su tango “Evocacién” a “su Excelencia Benito Mussolini”. Definido como tango social-reivindicativo, “iSomos federados somos!” es un. tango criollo en cuyo dibujo de portada se observa una manifestacién portando un cartel de la Federacién de Gentes de Teatro: Estamos ya federados los elementos teatrales y en contra de nuestros rivales ‘Vamos a ir pues nuestra situacion debemos ya definir. Por nuestra causa luchamos con noble ardor y energia tenemos ya muy cerca el dia de redencion y conservamos la unién. Nadie se debe dejar explotar todos debemos poder demostrar cmo se sabe luchar y avanzar y triunfar como buen federado. Cuando las fuerzas se pueden unir que el enemigo se apreste a sufrir. iViva la Federacién! {Qué emocién! iQué emocién! realizar esta uni6n. jHurra! jHurra! esta agrupacién gremial. Elobrero feliz de la vida teatral que no quiere sufrir el insulto patronal. jHurra! jHurra! por osta Federacién que ha logrado vencer al tirano patron. Editado por Perrotti, “Nuestro hombre” dice: “Yo sé/ que al fin vas a llegar/de 79 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los comienzos del tango social y politico “Caminito al conchabo, / caminito a la muerte / bajo el fardo de ropas / que levas a coser.../ Quién sabe si otro dia / como éste podré verte, / pobre costure- rita, /camino del taller”. Grab6 “Pordioseros”, “Pajarito”, “Gorriones”, “Escla- vas blancas”, “Mentiras criollas”... fue un cantor que reflejé lo social, como lo hicieron muchos autores de tangos. Tangos en los cuales, aunque tangencial- mente, se destacan las diferencias de clase. Puede observarse en “La brisa”: “Mas no éramos iguales, / eso nos separaba; / un mundo de distancia / habia entre los dos. / Ti eras de familia / muy rica y distinguida, / yo, en cambio, solamente / era un trabajador. / Vivias entre el lujo / en un regio palacio, / ningun amor sincero / podias tii sentir. / Tus autos y lacayos, / tu oro y pedre- ria, / tu seda, tus encajes, / te alejaron de mi”. Y en el vals “Absurdo”: “Pudo el amor ser un nudo, / mas dudo que pudo / luchando vencer... / Una casa era pobre, otra rica... / Facilmente se explica/ que no pudo ser”. O en “Mariposita”, donde los protagonistas han sido arrastrados a un “calvario con la cruz del mismo error” en una sociedad que no es para todos: “Vos te equivocaste con tu arrullo / de sedas palpitantes / y yo con mi barullo / de suefios delirantes, / en un mundo enganador”. Enel tango viven metéforas que resulta necesario desentratiar. Por ejemplo, cuando Catulo Castillo en “La ultima curda” nos dice: “Tu lagrima de ron / me lleva / hasta el hondo bajo fondo / donde el barro se subleva”, de qué nos esta hablando? Seguramente de los desposefdos, de los que chapalean barro, del pueblo despojado, de los trabajadores que se sublevan porque ~como decia Marx~ no tienen nada que perder, salvo sus cadenas. Y recordemos: 1956, tiempo de revueltas sociales, de pueblo peronista que resiste al golpe gorila del afio anterior. Toda la historia esta en el tango, hay que saber leerla. ;Alguien puede creer que es casual que Juan “Tata” Cedrén, exiliado en Francia, haya musicalizado y grabado el viejo poema de Celedonio Flores “Arrabal salvaje”? Alli el “Negro Cele” nos ofrece una pintura del suburbio portefio, testimonio de toda una época: “Pibes descalzos, pibitas sin bombacha / chapaleando el barrial de la vedera. / El rimmel y el carmin de las muchachas / sin medias, sin chancleta en la acera”. Si nuestras vivencias estén en el tango, también hay que aprender a verlo en profundidad. Por ejemplo el tema de la ceguera: “Viejo ciego”, “Charlemos”, “El ciego”, “E] ultimo organito”, “La cieguita”. Y uno escasamente conocido, sin difusién (hay una versién de Astor Piazzolla con Héctor Insta): “Ojos tristes”. Un tango que nos incita a mirar lo que ocurre, pero que ademas parece haber anticipado el futuro (como lo hicieron los de Discépolo y otros) pues sefiala que debemos observar con detenimiento los acontecimientos del presente, porque éste anuncia lo que vendré: Cayé la noche sin aurora 83 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath Por su parte, Bayer recuerda que en 1918 se cantaban anénimas “guajiras rojas”: “Deseo mi redencién / y vivir sin vividores / que con los trabajadores / hacen vil explotacién. / Politica y religién / desaparezcan del mundo / y al abismo més profundo / caigan violentamente / Papa, rey y presidente / con todo el cortejo inmundo”. Al afio siguiente, en “Semana tragica” Fernando Gualtieri apostrofaba a la burguesfa con toda clase de adjetivos: “jOh! histriénico cretino/{Oh! satanico brib6n / los clarines tocan notas / de vibrantes clamoreos / preanunciando los derrumbes / de tu casta y tu sistema. / Y ni leyes, ni poderes, / ni las fuerzas equipadas / podran nunca detener / la avasallante acometida / de la préxima revuelta proletaria / que fermenta en muchos pechos / ya cercana a reventar/ (...] Para ti no habrd perdén. / Para tino habrd piedad. / Tus infames fechorias / no se borran, no se olvidan / ni se dejan de saldar. / Mefistéfeles infame / traficante de conciencias obreriles / inservil, degenerado, libertino, / licencio- so, disoluto, pervertido, / buhonero miserable, / sin conciencia y sin pudor...”. Y el mismo autor cantaba en 1923 “Este y aquel” en homenaje a Simén Rado- witzky, preso en Ushuaia por atentar contra el jefe policial Ram6n Faleén: Simé6n nacié en un tugurio de un pueblo, de un continente como nacié Ja simiente por una ley natural. Sin patria como el progreso como es el arte y la ciencia, el amor y la conciencia, sin patria como el ideal. Faleén nacié en un palacio sonriéndole la fortuna, meciéndose en blanca cuna de pequeiio Napoleon. Este reconocié patrias y misiones en la tierra, fue profesor en la guerra, coronel de la nacién. Simén como hombre de ideas, con conceptos libertarios, divulgé en los proletarios el amor y la igualdad. Una universal familia de cultos trabajadores, sin esclavos ni sefiores, sin leyes ni propiedad. 88 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath que uno por uno no valen nada pero en patota saben guapear. El barrio esta en silencio, ya duerme el arrabal, en.un baleén se mueren las rosas de un rosal la luna desparrama su bella luz de plata que imprudente delata un idilio de amor. De pronto en la penumbra del viejo callején se ve llegar a un hombre silbando una cancién, en tanto la patota, que espera una ocasién, se acerca al candidato con cinica intencién. Elhombre es un obrero que vuelve del taller cansado de ganarse el pan para comer cobarde la patota de pronto lo rodea, y un grupo lo golpea haciéndolo caer. En tanto ellos festejan la hazaiia criminal el hombre se levanta sacando su puaal, y al verlo decidido, los taitas de carton se esfuman en la sombra del viejo callejon. Con buen criterio Irene Amuchdstegui afirma sobre Magaldi: Sus mas grandes éxitos fueron canciones y tangos tristes. Canté so- bre el hambriento y la madre soltera, el preso y el buscavidas, el solterén, el huérfano, el mendigo, contra la hipocresia y las crueldades de su épo- ca, en més de un sentido parecida a la nuestra. ‘Tango social y testimonial. Tango anarquista, politico, partidista. Tango de pena y dolor, de conmiseracién. Tango de reclamo, de protesta, de critica, del sefalamiento de una injusticia. Tango de ambiente pobre, de barrio, suburbio, de orilla y marginacién. Por ejemplo, el conventillo, tematica enfoeada con dis- tinta mirada por numerosos autores con titulos como “Flor de fango” de 1914 (‘Tu cuna fue un conventillo / alumbrao a querosén”); “Margot” de 1919 (“Y tu vieja, pobre vieja, lava toda la semana / pa’ poder parar la olla con pobreza franciscana / en el triste conventillo alumbrado a querosén”); “El bulin de la calle Ayacucho” de 1923 (“Cotorrito mistongo tirado/ en el fondo.de aquel con- ventillo”); “Muchachita loca” de 1925 (“Nunca abandones el conventillo, / si en él naciste, y has de vivir”); “Mocosita” de 1926 (“Dormia tranquilo el conventillo/ nada turbaba el silencio de la noche”) y de ese mismo afio “Oro muerto” titulado también “Jirén portefio” (“El conventillo luce su traje de etiqueta...”); “Ventanita de arrabal” de 1927 (“En el barrio Caferata, / en un viejo conventillo / con sus pisos de ladrillo / minga de puerta cancel”) y del mismo afio “Una tarde” (“La noche, destifiendo los viejos conventillos, / pasé por la barriada que en sombra 92 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath vecinos de su tierra: Giuseppe tiene pena y la quiere ocultar. En alguna oportunidad Homero Expésito explicité: “Cuando los hijos de aquellos turistas del laburo empezaron a crecer, nuestros abuelos nos manda- ron al colegio, para superar la vergiienza que a ellos les habia tocado vivir. ¥ asi como en M’hijo el dotor o Los mirasoles se testimonia el resultado de una inmigracién, en el tango se representa en Giuseppe el zapatero. Son ejemplos de las desdichas que tuvieron que pasar los verdaderos creadores de nuestra ciudadania”. Con otras palabras coincidié Eladia Blazquez al poetizar el “Adios Nonino” de Astor Piazzolla: “Soy la raiz del pafs que amas6 con su arcilla/ soy sangre y piel del tano aquel que me dio su semilla”. En cuanto a la mujer inmigrante, podemos citar tangos como “Giacumina”, “La tanita”, “Gringuita” y el ya mencionado melodrama de “Galleguita”. Para gran parte de los autores la mayorfa de las heroinas -pobres florcitas de caba- ret y burdel- fueron francesas engaiadas por algin “morocho argentino, rey de Paris”, Algunos ejemplos: “Francesita” (“Con mis viejitos feliz soiaba/ allé en un barrio, cerca de Lyon, / pero el ingrato que tanto amaba / le dio a otra femme su corazén. / Partié con ella y enloquecida / segui sus pasos desde Paris, / mas perdf el rumbo y anclé mi vida / bajo las noches de este pais”), “Pobre francesita” (“Francesita, / Buenos Aires fue tu suefio / y dejaste en tu gentil pafs / quien de tu amor era duefio. / Mujercita, / hoy que ya no sos feliz / paga- rfas cualquier cosa/ por volver a tu Paris”), “Griseta” (“Mezcla rara de Museta y de Mimi, / con caricias de Rodolfo y de Schaunard / era la flor de Paris / que un suefio de novela trajo al arrabal”), “Margo” (“Paris / era oscura y cantabasu tango feliz, / [...] Después, / otra vez Buenos Aires, / y Margo otra vez / sin cancién y sin fe”), “Madame Yvonne” (“Madame Yvonne, /1a Cruz del Sur fue como un signo.../ Madame Yvonne, / fue como el signo de tu suerte... /Alondra gris / tu dolor me conmueve, / tu pena es de nieve... / Madame Yvonne”). Con “Prangois y Margot” Horacio Ferrer da una vuelta de tuerca a la historia y es un franchute el que seduce y abandona a Margarita la florista, una portefia: Y fue que un dia él volvi6 a poner un restordn en Tolén y, al partir, a Margot le prometié que el pasaje de avién le enviaria pronto desde allé... ¥ ella estd, -ay, Margot~ con todas las flores esperdndolo; pero yo yalavi rumbo del mercado de los antos a ir. Cuando escuchés en Buenos Aires, que el viento sur, entero, llora, 96 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath Rescatado por sus partidarios, recupera el poder pero Sese Seko Mobutu, jefe del ejército y hombre de los colonialistas belgas, lo desaloja del gobierno. El 13 de febrero de 1961 es asesinado por sus enemigos politicos. En vida fue acusado de ladrén, demagogo, comunista, nacionalista, tirano y déspota pero, una vez muerto, se convirtié en una especie de Cristo negro crucificado por los enemigos de la unidad del Congo y la liberacién de Africa Venerado por las masas desposeidas y reverenciado por otro martir: Ernesto Guevara, el Che, hoy en su patria Lumumba es un héroe nacional. Un tango argentino lo homenajea as: RECITADO Suenan los tambores en el Africa como si mil voleanes furiosos como si un millén de leones rugieran dentro de los cueros. jHan matado a Patrice! de bosque a bosque. jHan matado a Patrice! de rio a rio. jHan matado a Patrice! los mercaderes de diamantes, y de uranio, y de pueblos. Puerto de mar por babel de lata responden en lagrima y grito mil bandoneones. Canto jLumumba ti no te has muerto_ Lumumba, tu corazén, es un rojo cantar sobre el mundo volando y sonando lamando a Jas puertas como si fuera una voz. Tui no querias responso, querias revolucién. Lumumba tiene tumba de rebelién, de rebelién. El negro a la vida, el blanco a la muerte. El negro a los montes el belga a bailar, 100 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath resulta un fracaso pues no es entendido por el publico. Se titula “Qué vacha- ché” y pocos afios después seria el tango insignia de la desaz6n, de la desespe- ranza popular que tan bien pinté Discepolin con su grotesco para explicar la década infame: {Pero no ves, gilito embanderado, que la razén la tiene el de mas guita? {Que la honradez la venden al contado y ala moral la dan por moneditas? ZQue no hay ninguna verdad que se resista frente a dos pesos moneda nacional? Vos results, haciendo el moralista, un disfrazao... sin carnaval... Alguna vez conté Alvaro Yunque: A propésito de Discépolo, en cierta oportunidad estuve hablando con él, Le comenté que cierto conocido lo criticaba desde el punto de vista sociolégico. Ese no lo entendié nunca. La poesia de él, la letra de sus tangos, es una critica social. Por ejemplo “Yira, yira” es cruel. Otras obras suyas son dolorosas. Discepolin, mas como poeta que como tanguero, vale mucho. Sus temas son documentos de esta sociedad. Pese a lo expresado por algunos especialistas, el golpe de Estado de José Félix Uriburu (a) “Von Pepe” fue aplaudido desde las letras de varios tangos. Jorge B. Rivera recuerda los temas que se escriben “en el marco oportunista y celebratorio de la revolucién del 6 de septiembre de 1930”, entre ellos “Uri- buru”, “Cadetes de mi patria”, “6 de septiembre”, “jViva la patria!” o “jQué hacés, revolucién!”, tango-cachada que lleva letra de Isidoro J. Davila y musi- ca de Francisco Tréppoli. El mas conocido fue “jViva la patria!” que grabara Gardel el 25 de septie bre de ese fatidico aio. Tiempo después Garcia Jiménez coment su arrepenti- miento por haberlo escrito y es dable conjeturar el de Gardel por haberlo can- tado ya que, rapidamente, equilibré la balanza Mevando al disco las obras cues- tionadoras més conocidas y sobresalientes del género como “Acquaforte” y “Al mundo le falta un tornillo”, ambas del 22 de febrero de 1933; el 12 de junio de ese mismo afio “Milonga del 900” diciendo ser “hombre de Leandro Alem”; el 22 de julio “Pan” y 18 de septiembre “Al pie de la Santa Cruz”. Hay un tango anterior llamado “Viva la patria” que Ignacio Corsini grabé el 14 de junio de 1928. El de Garcia Jiménez dice: La niebla gris rasgé veloz el vuelo de un avién 104 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath porque en tu cartera hay mal de ausencia, sé que te amargis y te envenenés porque te da cita la indigencia. No perdas el pie, y tenete fe, que tras el ciclén viene la calma, y si ves que llueve, abri tu paraguas y esperd en la higuera que bajen las aguas: que esto de la crisis es porque el que afana tiene al mango en cana y nada mis... Ya vendran tiempos mejores... Note aflijés, Catalina... Ya vendran tiempos mejores. ¥ tendrds tu permanente, tu colonia de la fina y tu cine diariamente... Para Eduardo Romano en las letras de tango se da ..una sensacién de fracaso que repercute en Jas letras de aquellos poetas més sensibles a los cambios operados en Ja conciencia y cosmovisién de las clases medias urbanas. Y ninguno, en tal sentido, equiparable a Enri- que Santos Discépolo, cuya produccién, a partir de “Qué vachaché” (1926), trasunta la desazén de quienes acaban de comprobar que la honestidad, la abnegacién y el ahorro no bastan para eneumbrarse en la eseala social y que la astucia del régimen ha derrotado las “buenas intenciones” prin- cipistas del yrigoyenismo. La mueca sarcdstica de “Esta noche me embo- rracho”, “iVictoria!” se convierte en un rictus desesperado a medida que avanza su produccién y las consecuencias del golpe militar de 1930, que interrumpe el breve regreso de Yrigoyen a la presidencia. Es lo que ad- vertimos en “;Qué sapa sefior”, “Tres esperanzas”, “Cambalache” o “Yira, yira”, |...]. Asi como otras composiciones que denunciaron con una valen- tia, no exenta de humor irénico, la postracién que sufria el pais durante el encumbramiento del general Agustin P. Justo y su politiea de entrega sistematica del patrimonio nacional a la voracidad britdnica, como las rancheras “Dénde hay un mango” y “Los amores con la crisis”, de Ivo Pelay y Francisco Canaro; los tangos “Actualidad portefia’, de Fernén- dez Blanco y Lomuto; “Al mundo le falta un tornillo” de Cadicamo y Agui- lar, eteétera. Justamente “Al mundo le falta un tornillo”, de 1932, es el antecedente mas 108 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath una vez cumplida su misién de obtener dinero durante el tiempo de cosecha. Para esos linyeras de juntada, su estada en la via resultaba temporaria; el resto eran crotos de via o permanentes. Entre estos ultimos se pueden sefialar diferencias. Los habia libertarios, hombres de principios que rechazaban a los que se dedicaban a “batir la catélica” (0 “pistolear”), es decir, tocar el timbre o campanilla para mendigar. Estaba el croto guardahilo conocido asimismo como croto jinete porque marchaba montado en un jamelgo por la calle paralela a las vias, y los crotos carreteles, linyeras que tenfan carro generalmente segui- do por jaurias que les servian para cazar animales salvajes. Habia delincuen- tes y homosexuales. Era todo un mundo croto. Para distinguir a un croto de juntada de uno de via era cuestién de enta- blar el didlogo (sin entrometerse en la vida privada del otro, sin preguntar nombre ni origen). El linyera de juntada hablaba de bolsas, maizales, en fin, de su trabajo; el de via hablaba de politica, de arte o comentaba la marcha de los acontecimientos mundiales que lefa en cuanto diario caia en sus manos. El croto “pasado del mono” era el que estaba loco; “pedernera’”, el borracho; “cal- derén”, el enojado y “arrollaba el mono”, quien esquivaba el bulto al trabajo. Croto y linyera (de linghera, denominacién que los inmigrantes italianos daban al atado de ropa) pasaron a ser sinénimos. Denigrados por cierta ten- dencia elitista de llamar asi a los vagos, los dos términos quedaron en el pasa- do. La denominacién de trabajador golondrina, mds prestigiada, perduré has- ta mucho tiempo después. Linyera quedé para el vagabundo; croto para el desahuciado, el pobre sin salvacién. Cosas de las convenciones sociales 0 de las diferencias de clase que se expresaron en la cancién. En su relato “Céndores y renacuajos” Isidoro Blaistein se refiere a “una cancién extrafia y fascinante, que concité el fervor undnime. Hablaba de los avatares de la pobreza y la riqueza, se llamaba «Mis harapos» y la habfa escri- to un poeta anarquista, Alberto Ghiraldo. Los versos de «Mis harapos» se tara- reaban en la calle, se silbaban en los tranvias, se parodiaban en los boliches y estremecian por igual a sefioras y mucamas, a propietarios y dependientes, a vigilantes y ladrones. La musica habia sido compuesta por Marino Garcia”. Ignacio Corsini llev6 este tema al disco el 30 de julio de 1927. Con voz plafiide- ra, casi clonada de su padre, Agustin Magaldi hijo la grabé afios més tarde: Caballero del ensues, tengo pluma por espada, mi palabra es el aleézar de mi reino la ilusién Mi roméntica melena, asi lacia y mal peinada, es més bella que las trenzas enruladas de Ninén. ‘Tengo un primo, él es rico, poderoso, bien querido, yo soy pobre, soy enfermo, pienso, escribo, sé sofiar. Y una noche, de esas noches tan amargas que he sufrido, mis harapos con su smoking se rozaron al pasar. 112. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath hecho carne en la Nacién de este pueblo de argentinos de elevados pensamientos que jugdndose el destino, dala vida por Perén. Dos claros exponentes del panfleto musicalizado. Puede decirse sin temor a error que tanto el croto como el linyera —en su gran mayoria— eran seres em- pujados a los caminos en busca de su sustento diario como consecuencia de la desocupacién. Un sector minoritario por sus ideas libertarias, por deseo de recorrer mundo, por no sufrir la opresién de la fabrica y el patrén. Pese a que ese mundo marginal nunca Iegé a la investigacién psicoldgica y sociologica, porque siempre primé el miedo hacia el personaje o la pena por su situacién, mera férmula de lavado de conciencia de los burgueses, de lo escaso escrito sobre ellos pueden establecerse distintos origenes, distintas formas y estilos de ejercer el “crotaje”. Una ciencia en pafiales en la Argentina no podia ocu- parse de estos sujetos considerados subhumanos, lumpenaje que no merecia Ja atencién del mundo ilustrado. Pero entre los linyeras hubo hombres de especial inteligencia, lectores fer- vorosos tanto de autores nacionales como extranjeros, generalmente huma- nistas, anarquistas 0 de ideas socialistas. Leian a quienes les hablaban de un posible mundo de igualdad y fraternidad o se referian a las bajezas del hombre poderoso y explotador. Se ilustraban con José Ingenieros, Florentino Ameghi- no, Platén, Leén Tolstoi, Arthur Schopenhauer, Friedrich Nietzsche, Mijail Bakunin y Piotr Alexeievich Kropotkin, entre otros. El ex croto Armando Elidor Alvarez record6 en los afos 80 a su par, el asturiano Pedro Puro, de quien se decia que era tan culto que en las costas del Pilcomayo, en Formosa, “tenfa sus ranchaditas hechas en medio de los montes y en cada «ramada» una biblioteca. Cultivaba la mente. Iba al pueblo una vez al afio, a comprar libros con lo que ganaba con las pieles de animales que cazaba. Es de no creer las bibliotecas que tenfa escondidas en el monte”. El mismo Alvarez se confesé lector de Tolstoi y Mahatma Gandhi. Los anarquistas sufrieron la persecucién patronal y policial que los obligé al exilio. Muchos marcharon al campo para alejarse de las grandes ciudades y pasar desapercibidos. Sin embargo, es probable que también Ievaran un obje- tivo politico: concientizar a los trabajadores golondrina, a los miles de desocu- pados en quienes confiaban para introducir sus ideas. No en vano los crotos encabezaron distintas huelgas. Una de ellas histérica: la que la FORA organiz6 en 1935 entre los juntadores de maiz en la zona sur de Santa Fe en reclamo de cinco centavos mas por bolsa de mafz. La represién social no se hizo esperar: en 1936 los estancieros exigieron al gobierno un “estudio del problema que plantea a los pobladores rurales el cons- 116 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath pedian, no admitian la degradaci6n de la dédiva; buscaban su comida entre la basura, pero no exigian ge les diesen los restos. Los atorrantes vivian en agrupamientos donde se desarrollaban algunas formas de soli- daridad; los mendigos eran individualistas que peleaban por la misma limosna. Los atorrantes era més bien dignos; los mendigos practicaban una humildad agresiva. Los atorrantes, finalmente, se autosegregaban, no participaban de ninguno de los aspectos de la sociedad establecida. Entre ellos podian encontrarse, incluso, quienes habian abandonado ri- quezas. Los mendigos, en cambio, vivian en todo resquicio aprovechable de la sociedad. Estaban dentro de ella, la aceptaban, y se conocen nume- rosos casos de quienes obtuvieron riquezas con la préctica de la mendici- dad. Unos y otros eran diferentes: los atorrantes rechazaban los aspectos mas mercantilizados de la sociedad; los mendigos aprovechaban las aris- tas més culposas para enriquecerse. Un ejemplo aproximado en el tango lo encontramos en “Jorobeta”, cuyo protagonista llega a propietario de un negocio con la limosna lograda simulan- do ser un pobre jiboso. El tango “Atorrante” toma al término en su acepcién de sinvergiienza (“jAtorrantel... Decf si no te da vergiienza / que al verte pasar / piense de vos la gente lo que piensa /y no haga mds que hablar”). Por tiltimo podemos mencionar al ciruja, esa persona que buscaba elemen- tos utiles en los basurales, habitante del barrio de las ranas o de las latas, también conocido como la quema. Julian Centeya escribis sobre ellos una du- risima novela a la que titulé El vaciadero y Francisco Alfredo Marino el tango “El ciruja”, obra que aleanz6 mayor perdurabilidad entre las que se ocuparon de esta tematica (“Como con bronca, y junando / de rabo de ojo a un costao, / sus pasos ha encaminado/ derecho pa’l arrabal”). Este tango fue censurado en 1943: “Te llevo dentro del pecho / como un recuerdo querido / porque sos mi preferido / para mi bien y mi mal, / y si has pasado de moda, / por los anos agobiado, / siempre serds respetado / en mi querido arrabal”. Un verdadero despropésito. Los personajes de la pobreza retratados en el tango también fueron anali- zados por Enrique Gonzdlez Tufién cuando en esos tristes afios fue invitado por los jévenes del Partido Socialista Independiente a dar una conferencia en el teatro Coliseo. Como él mismo sefialé, “invitado para hablar al pueblo de nuestra mtisica, de nuestro cancionero, de la musica que ama y siente profun- damente. De la mtisica de Buenos Aires, ciudad latina que no rie, que no son- rfe siquiera porque su alegria es triste, cansada, ojerosa”. Enesa charla Gonzalez Tuiién traza un panorama sobre la ciudad, el tango y la miseria; sobre la interrelacién del tango con las masas populares. Asi contintia: Esa cancién que ha hecho musica de dolor urbano es el tango. Cobra 120 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath escéndalo del negociado del Palomar que conmueve al régimen en 1940, el nuevo ministro del Interior designado por el presidente Castillo es Miguel Culacciati), “El jefe”, tango ofrecido “al distinguido diputado nacional sefior Dr. Alberto Barcelé”, y “Don Alberto” “gran tango estilo para piano y canto de Juan M. Velich dedicado al preclaro intendente de Avellaneda, don Alberto Barcelé”: {Mozo lindo! jBien plantado! de estampa criolla y austera que en su alma tan sdlo encierra dulzura, piedad y amor. Es el hombre predilecto perspicaz, altivo y fino, del gran partido argentino que es exponente de honor. La candidatura de Alberto Barcelé a la gobernacién de la provincia de Bue- nos Aires en 1940 se apoya publicitariamente en la marcha “Barcelé” y en un tango de igual titulo. Barcelé sera elegido gobernador en elecciones fraudulen- tas que provocan la intervencién del distrito por decreto del presidente Rober- to Marcelino Ortiz. Los acontecimientos politicos van preanunciando el 4 de junio de 1943, Otros tangos ofrecidos a los diversos movimientos politicos y sus represen- tantes son “Juventud Independiente”, “dedicado al Comité Juventud Indepen- diente de Juérez”; “Crovetto-Garralda” (gobernador y vicegobernador de la provincia de Buenos Aires); “;Malvar en punta!”, “dedicado al distinguido se- for D. Manuel Malvar prestigioso convencional de la seccién octava Persona- lista, quien defiende como 61 sélo sabe hacerlo los intereses de su partido con su actividad digna de plausible encomio”: {Malvar, Malvar en punta, gritaron todos cuando vieron al nuevo convencional que a galope tendido, sin acomodo en la seccién octava iba triunfal! iBs leader del Partido Personalista un radical de agallas y corazén que al verlo los muchachos en Ia gran lista votaron todos juntos sin dilaciéa! Perduraran los tangos cuestionadores del sistema imperante y “Cambala- che”, estrenado en 1935, es el que aparece como estandarte del desencanto, la desazén, la desesperanza de un pais sometido al imperio inglés. Ya se habia firmado en 1933 el vergonzoso Pacto Roca-Runciman, ratificado y renovado en 126 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. E40 y después tado de la fascistizacién institucional y el poder que habian logrado ocupar en espacios gubernamentales grupos ultramontanos de la Iglesia catélica. Este es otro elemento digno de analizarse en cuanto un periodista falangis- ta, formado en el diario El Pueblo —digitado por los sectores mas reaccionarios de la Iglesia~, luego diputado peronista y finalmente acérrimo partidario del asesino general Jorge Rafael Videla, minimiza la existencia de la censura, pese a ser considerado uno de los maximos historiadores del tango y el lunfar- do. Pareciera ser que todo fue obra de algiin funcionario de segundo orden de la dependencia de radiocomunicaciones y no de los usurpadores del poder po- litieo y econédmico que a la vez —desde el pulpito de las iglesias— definian los destinos culturales de la Nacién. Florencia Garramuii brinda este dato: en 1929 una resolucién del Minis- terio de Marina prohibe la transmisién radiofénica de tres tangos de Discépo- lo: “Chorra”, “Qué vachaché” y “Esta noche me emborracho”. A los elementos proporcionados en este trabajo debemos agregar otros an- tecedentes reveladores en torno de los intentos de acallar al tango. En ese sentido constituye un valioso aporte el de Manuel Bilbao en su libro Tradicio- nes y recuerdos de Buenos Aires al referirse al periodo que va de 1890 a 1900: Hasta entonces era casi desconocido el tango, el que vino después a la cabeza de los orilleros y compadres de los suburbios, cuyas letras encan- tadoras debieron ser prohibidas por corromper el lenguaje, hacer la apo- logia del crimen y otras lindezas, pues son contadas las letras morales y plausibles. Ese libro de 1934 anticipa los objetivos ultramontanos puestos en march: habia que acallar a la protesta contra el régimen, “purificar” el idioma e impo- ner la tesis “del imperio que puede volver a ser Espafia” sostenida por los grupos nacionalistas de derecha con José Maria Estrada, Mario Amadeo, Mar- celo Sanchez Sorondo, Federico Ibarguren, Julio Meinvielle y Alejandro Ruiz Guifiazu. Otro ejemplo: el 20 de febrero de 1935 se estrena en el cine Monu- mental la pelicula de Mario Soffici Alma de bandonegn. Es la primera en que se utiliza el “tu” en el habla de los personajes cuando el pueblo usaba el “vos”. E] dato no es menor: revela el avance hispanéfilo pregonado desde el poder politico. Tampoco es un dato menor que en este filme se haya estrenado el tango de Discépolo “Cambalache”. Fueron sus intérpretes Francisco Lomuto con la voz de Ernesto Fama. Historiador de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Musica (SADAIC), Jestis Martinez Moirén escribe: All por el afio 1938, hizo crisis en el panorama nacional un estado de cosas que venia incubandose desde hacia unos afos atras. En efecto, se 135 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath grdfica. Cuestionadas por distintos motivos en Argentina, tanto La mu- Jer més honesta del mundo como A media luz son exhibidas en Uruguay, explotandose en ambos casos como propaganda el hecho de estar prohibi- das en Argentina. La que abandona el pais y se exilia es Libertad Lamarque para desarrollar una brillante carrera en México. Seguin Enrique Fliess “la censura alcanz6 también a quien fue su esposo y acompafiante musical, el pianista Alfredo Malerba, y al hermano de éste, Ricardo, bandoneonista y director de orquesta. Carlos Di Sarli, por su parte, al negarse a efectuar aportes voluntarios a la fundacién que levaba el nombre de la esposa del entonces Presidente de Ja Nacién, sufrié inconvenientes en sus actuaciones y conflictos gremiales que lo llevaron a disolver transitoriamente su orquesta”. Lo peor para Di Sarli fue el mote de “mufa” que se prolongé —incluso ya fallecido— hasta finales del si- glo, menguando su difusién radiofénica, El violinista Antonio Rodio se radica en Chile donde forma un nuevo conjunto con musicos trasandinos. Roberto Beltran (Leén Zuker), hermano del actor Marcos Zucker /sic], primer cantor de Pugliese que no llegé a grabar en la orquesta, debi exiliarse en 1953 cuan- do actuaba con Edgardo Donato. Martinez Moirén recuerda que SADAIC decide, en 1949, tras fracasar en otra gestién efectuada ante el administrador de Correos y Telecomunicacio- nes, solicitar una entrevista con el Presidente de la Nacién, Juan Domingo Perén. Alli surgiré una solucién de tipo pragmatico, aunque no de fondo. El encuentro se produce el 25 de marzo de 1949 con la participacién de Francisco Canaro, Homero Manzi, José Razzano, Enrique P. Maroni, Alberto Vacarezza, Enrique Cadicamo, Charlo (Carlos José Pérez de la Riestra), Lito Bayardo, Luis Rubinstein, Rodolfo Sciammarella, Anibal Troilo y Santiago Ada- mini. Al saludar a Vacarezza, a quien le habian robado dinero en un tranvia, Perén, segiin testigos, exclama: “Don Alberto... me enteré que los otros dias lo «afanaron» en el «bondi»...”. De tal manera se da como un hecho el levanta- miento de la veda, mucho més cuando el presidente sefiala que ignoraba la existencia de tales disposiciones, y se dedica a elogiar a los autores y composi- tores argentinos. De todas formas cabe destacar que en la grabacién del tango “Al pie de la Santa Cruz”, realizada por Alfredo De Angelis el 23 de diciembre de ese afio, Carlos Dante sigue interpretando el tema con la letra censurada: el que parte preso en el barco no es el obrero que lucha por sus derechos sino un asesino. Oscar Del Priore testimonia que De Angelis, ante su pregunta por los motivos de esa modificacién, respondié con otro interrogante: “;Qué querés, que fuera preso?”. Escribe Barrella: “En una oportunidad [1949] en que Anjfbal Troilo estaba actuando al frente de su orquesta por radio El Mundo, llegé la policiay procedi6 a incautar todos los ejemplares de partitura de la milonga «Recor- 142 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ricardo Horvath de ese viraje a que aludo. No sélo las artes mayores reflejan el proceso de una sociedad. Lo mismo podriamos decir del Alberto Moran cantando con su tono medido “Yuyo verde”, “Maleza”, “El abrojito”, “Hoy al recordarla” o “Por qué no has yenido” (todos de 1945), al desbordado de “Pasional” (1951), “San José de Flo- res” o “Desvelo” (1953), y totalmente decadente al desvincularse de la orques- ta de Pugliese. Y estan las fantochadas de Juan D’Arienzo con “Sepefioporipi- tapa”, “El hipo”, “Sarampién”, “El tarta” y otras realizaciones vulgares y cha- bacanas que fueron degradando al género. Blas Matamoro lo explica asi: Alberto Castillo personifica el tango masivo y subjetivizado de los anios 1945 en adelante. No es casual que su ascenso coincida con el del pero- nismo, ni que sus actitudes en la relacién con el publico guarden simili- tud, un tanto caricaturesca y notablemente menor, pero cierta y relevan- te, con las del propio Perén en el manejo de la gente que lo sigue. E] auge de un producto surgido de la invencién popular y vivenciado por el canto y el baile multitudinarios -el tango- tiene su raiz en la necesidad de consignas comunes a individuos de conglomerados sociales homogéneos como los que conforman la base popular del peronismo. L..] En el tablado de la radio 0 el cine, Castillo copia las actitudes de Perén y pone el elemento propiedad de los magnates de la industria es- pectacular a un nivel evidentemente popular. Para ponerlo de manifies- to, acude a los gestos simbélicos y antirrituales: aflojarse la corbata, ha- cer colgar el pafiuelo fuera del bolsillo, apoyar las solapas sobre los hom- bros; en alguna sesién lega a cantar en camisa 0 arrojar los botines al puiblico. Esta desacralizacién simbélica, esta inhumacién violenta de los emblemas de la seriedad, enardecen a una masa largamente tiranizada por castas y aristocracias. [...] También Perén opta por despojarse del saco, para estar “descamisado” como sus partidarios, cuando se dirige a ellos, y muy rara vez lo hace con el uniforme militar. [...] Perén en la altura y en Ja movilizacién de una masa que empieza a politizarse, como Eva, en la misma altura y para una masa que empie- za a sindicalizarse, y Castillo en los infiernos de la pista de baile, ante la masa que celebra el nuevo pacto de solidaridad social bailando la musica que han inventado alguna vez otros humildes como ellos, erigen, para los aiios finales de la década del 40, mojones simbélicos de contextura real: un pueblo que asciende y se apodera de ciertos simbolos caracteristicos del poder, los que de otra forma que no sea ponerlos puiblicamente de manifiesto no implicarian un grado notable de posesién. En su libro Politica y cultura popular Alberto Ciria, en torno de los letristas y compositores de estos afios, manifiesta: 148 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. EL40y después la milonga peronista tiene igual color que el cielo. Los coyitas de la puna, los tapecitos cuyanos, lacantan al mismo tiempo como un apretén de manos. Y brota con tanta fe que cuando su canto empieza, al conjuro de su acento més que se canta, se reza. Milonga, flor de milonga de la Argentina pasién, milonga descamisada, milonga de Juan Peron. Maria Eva Duarte de Perén fue utilizada como fuente de inspiracién para diversas realizaciones teatrales, cinematogrdaficas, televisivas y musicales. Bastard citar Evita de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, que tanta controver- sia produjo. En respuesta a esa obra, en 1983 se conocié en Buenos Aires Fi ta: volveré y seré millones de Roberto Pansera, Miguel Angel Jubany y Domin- go Federico. La épera popular argentina en tres actos continuos y el disco de larga duracién producido por Sicamericana no tuvieron la repercusién espera- da (la opera no se estren6). Se integraba con canciones, marchas, malambo, huella y carnavalito, amén del tango “Un Ilanto de piba”, el vals “La turbia ofensa” y las milongas “Damas de caridad” y “Milonga del 17”. Fueron sus intérpretes en la grabacién Héctor Gagliardi, Hugo Marcel, Nelly Vazquez, Alberto Hidalgo, Carlos Acufia y Antonio Tormo. El 8 de marzo de 1997 el diario La Nacion reproduce un cable informativo de la agencia Reuters: “Un disco compacto con tangos y milongas de la época de Eva Perén esta entrando en competencia con producciones de Madonna y Julio Iglesias en el mercado norteamericano. Evita’s Tango, o El tango de Evi- ta viene sin duda con intenciones de conseguir una parte del auge de los discos de la misica tipica del Rio de la Plata [...]. ¥ para que nadie se equivoque, la eardtula de Evita’s Tango muestra a una pensativa Eva Perén que parece es- tar escuchando sus tangos favoritos en una llamativa foto en blanco y negro junto a una radiola”. Que nadie se equivoque: se trata de un mero negocio de la multinacional BMG, poseedora del archivo RCA. Son supuestos tangos favori- tos y, de los diecinueve titulos que trae el disco, uno solo esta dedicado a Evita o al peronismo, la milonga “La descamisada” por Nelly Omar (“Soy la mujer argentina / la que nunca se doblega /y la que siempre se juega por Evita y por 155 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing 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Horacio Basterra y Juan José Guichandut, 1949: 143 “La loca de amor”, Ricardo J. Podesta y Enrique Caviglia, 1913: 48 “La luna enrejada”, Domingo Arcidiacono, c. 1955: 185 “La maquina tanguera”, Hernan Bartolozzi, 2003: 165 “La morocha’, Enrique Saborido y Angel Villoldo, 1905: 65, 162 “La muchachada del centro”, Ivo Pelay y Francisco Canaro, 1932: 107 “La muerte de mi madre”, Juan Pedro Lépez, 1913: 48 “La multa”, Nicolas Granada y Eloisa D'Herbil de Silva, c. 1909: 61 “La Novena”, Alfredo Bigeschi y Miguel Bonano, 1933: 99 “La nueva Argentina”, Julio V. Dato y Héctor Spinacci, c. 1950: 152 “La ollita popular”, Hugo Toscaraday y Carlos Andreoli, 2001: 167 “La payanca’”, Francisco Bianco y Augusto P. Berto, 1917: 39 “La paz en escabeche”, Juan Carlos Durén, 1972: 183 “La pena del payador”, Eseariz Méndez y José y Luis Servidio, 1930: 50 “La pintada”, Jacobo Amar y Osvaldo Pugliese, c. 1955: 179-180 “La podrida” (“Un baile a beneficio”) (derechos de autor resignados), 1951: 143 “La prohibida”, Roberto Fontanarrosa, 1982: 162 “La pulpera de Santa Lucia”, Héctor P. Blomberg y Enrique Maciel, 1928: 50 “La Rosada”, Enrique Bugatti y Eladia Blazquez, 1992: 167 “La sefiora del chalet”, José Pagano y Edmundo Rivero, 1955: 122 “La tanita”, Domingo Greco: 96 “La tapera”, Sécrates Figoli, 1906: 48 “La 13 de fierro’, Pedro de Toro, 1919: 73 “La turbia ofensa”, Miguel Angel Jubany, Domingo Federico y Roberto Pansera, 1983: 155 “La ultima curda”, Catulo Castillo y Anibal Troilo, 1956: 83 “La ultima grela”, Horacio Ferrer y Astor Piazzolla, 1969: 162 “La uruguayita Lucia”, Daniel Lépez Barreto y Eduardo Pereyra, 1933 “La V de la victoria”, Osvaldo Pugliese: 163-164 “La vaquita”, R.M. Pizzini y Osvaldo Pugliese, 1972: 179 “La verbena anarquista”, anénimo, 1905: 62-63, “La verbena de la paloma’, Ricardo de la Vega y Tomas Bretén, 1894, 1905: 63 “La vida me engano”, Armando Casini y Marvil, 1946: 162 “La vida por Perén”, R. Benitez, H. Diaz y Fernando Peralta Luna: 153, “La violeta”, Nicols Olivari y Cétulo Castillo, 1929: 93 “La voz de la juventud’, Roberto Crosa y Ernesto Palermo: 125 “La yumba’, Osvaldo Pugliese, 1946: 149, 193, 215 “La zurda del mundo”, Alberto Ortiz y Pablo Fauaz, 2004: 202 “Laburo”, Francisco Canaro, Guillermo Pelay y Horacio Pelay, 1957: 157 “Las cuarenta”, Froildn Francisco Gorrindo y Roberto Grela, 1937: 128 231 Indice de canciones “Lechuza’, Alfredo y Julio Navarrine, 1928; 134 “Leguisamo solo”, Modesto Hugo Papavero, 1925: 81 “Levanta la frente”, Antonio Napoli y Agustin Magaldi, 1936: 89 “Libertador”, Gabino Ezeiza: 42 “Linyera”, Luis Mario y Juan de Dios Filiberto, 1930: 111 “Llorando la carta’, Juan Bautista Fulginiti, 1930: 47 “Liuvia de estrellas”, Osmar Maderna, 1948: 156 “Lluvia sobre el mar”, José Maria Contursi y Armando Pontier, 1953: 149 “Lo que vendra”, Astor Piazzolla, 1957: 149 “Locatelli”, Enrique Delfino, 1919: 98 “Los amores con la crisis”, Ivo Pelay y Francisco Canaro, 1934: 108 “Los burros”, José Eneas Riti y Enrique Delfino, 1927: 78 “Los cosos de al lao”, José Canet y Marcos Larrosa, 1954: 149 “Los Dardanelos”, Francisco J. Lomuto, 1916: 99 “Los hermanos’, Atahualpa Yupanqui: 179 “Los linyeras”, Clodomiro Pérez: 109 “Los mareados”, Enrique Cadicamo y Juan Carlos Cobién, 1942: 140 “Los muchachos peronistas” (derechos de autor resignados), 1949: 152-153 “Los pilletes de los politicos”, 1907: 62 “Los politicos”, anénimo: 57 “Los treinta y tres orientales”, Alfredo Mazzeo, Natalin y Arturo Rodriguez: 98 “Lumumba”, Fulvio Salamanca, 1961 “Lunes otra vez”, Charly Garefa: 161 “Madame Yvonne”, Enrique Cadicamo y Eduardo Pereyra, 1933: 96 “Madrecita de los pobres”, Félix Scolatti Almeida y Alfonso Tagle Lara, 1951: 153 “Magoya”, Maria Elena Walsh, 1971: 162 “Mal arreado”, Julian Peralta, 2003: 165 “Mala junta”, Julio De Caro, Pedro Laurenz y Juan M. Velich: 140 “Mala yerba”, Abel Aznar y Arturo Gallucci: 78 “Mala yerba” Arturo Rodriguez y Vicente Urresco, 1927: 78 “Malambeao”, Osvaldo Ruggiero, 1960: 214 “Malandraca”, Osvaldo Pugliese, 1949: 149 “Maldita burguesia”, anénimo, 1907: 63 “Maldito tango”, Luis Roldén y Osman Pérez Freire, 1916: 17 “Malena”, Homero Manzi y Lucio Demare, 1942: 130 “Malevaje”, Enrique Santos Discépolo y Juan de Dios Filiberto, 1928: 174 “Maleza”, Cétulo Castillo y Enrique J. Munné, 1945: 148 “Malvar en punta!”, Armando K. Morra y Vicente Demarco, 126 “Malvinas”, Federico Mizrahi: 24 “Mambo”, Rinaldo Yiso y Roberto Chanel, 1952: 149 “Mamboreta”, Francisco Garcia Jiménez y Maria Isolina Godard, 1950: 90 “Mamita”, Francisco Bohigas y Angel Félix Danesi, 1929: 89 “Manicomio”, Homero Manzi: 129 “Mano a mano”, Celedonio Flores, Carlos Gardel y José Francisco Razzano, 1920: 137, 210 “Manoblanca”, Homero Manzi y Antonio De Bassi, 1939: 139 232 Indice de canciones “Mafiana’, Francisco Garcia Jiménez y Anselmo Aieta, 1956: 130 “Maquillaje”, Homero y Virgilio Expésito, 1956: 145 “Marcha de luz y fuerza”, Catulo Castillo y Domingo Marafioti, 1949: 153 “Marcha del Plan Quinquenal”, Rodolfo Sciammarella, 1953: 153 “Marcha del Primer Campeonato de Fiitbol Infantil Evita”, Rodolfo Sciammarella y Carlos A. Petit: 152 “Marcha peronista”, Rodolfo Sciammarella: 153 “Margarita”, Francisco Cristiano y José A. Scarpino: 125 “Margo”, Homero Expésito y Armando Portier, 1945: 96 “Margot”, Celedonio Flores y José Razzano, 1919: 92 “Maria Barrientos”, Ernesto Federico Zambonini: 79 “Mariposita”, Francisco Garcia Jiménez y Anselmo Aieta, 1940: 83 “Marlutango”, Eduardo Hubert: 191 “Matufias 0 el arte de vivir”, Angel Villoldo, 1903: 58, 181 “Melo-Gallo”, Félix Duc y Vicente De Cicco: 81 “Memoria a Mitre”, Pablo José Vazquez: 47, “Memoria del empleado”, Carlos Tavano y Josefina Licciardi: 162 “Mentira”, Celedonio Flores y Francisco Pracanico: 141 “Mentiras criollas”, Oscar Arona, 1924: 83, 181 “Mi bandonesn esta tocame un vals”, Carlos Ceretti y Carlos Buono, 2003: 214 “Mi ciudad y mi gente”, Eladia Blazquez, 1968: 185 “Mi compaiiera”, Luis F. Mela, 1971: 214 “Mi loco bandone6n”, Horacio Ferrer y Astor Piazzolla: 214 “Mi madre (A mi madre)’, Almafuerte, Carlos Gardel y Razzano, 1919: 40 “Mi noche triste”, Pascual Contursi y Samuel Castriota, 1915: 40, 74 “Mi poncho tucumano’, Generoso D'Amato: 44 “Mi viejo aquel herrero”, Norberto Malbrén y Jorge Dragone: 166 “Mi viejo, viejo spleen”, Miguel Angel Jubany y Domingo Federico, 1971: 186 “Micifuz”, Enrique Pedro Maroni y Adolfo R. Avilés, 1927: 122 “1910”, Leopoldo Diaz Vélez y B. Calvelo: 64 “Milonga anarquista”, anénimo, 1906: 45 “Milonga de andar con alas”, Héctor Negro y Carmen Guzman, 1984: 185 “Milonga de FoRJA”, Homero Manzi, c. 1935: 128 “Milonga de la malaria”, Héctor Negro y Carlos Andreoli, 1992: 166 “Milonga de mi tierra”, Alberto Pugliese y J. Sassone, 1943: 132 “Milonga de una mujer”, Humberto Costantini: 125 “Milonga del 17”, Miguel Angel Jubany, Domingo Federico y Roberto Pansera: 155 “Milonga del 900”, Homero Manzi y Sebastian Piana, 1933: 104, 143 “Milonga del Che”, Eladia Blazquez y Horacio Malvicino, 1997: 101 “Milonga del muerto”, Jorge Luis Borges y Sebastidn Piana, 1982: 24 “Milonga del soldado”, Horacio Guarany: 178 “Milonga descamisada”, El Tape Nacional: 154 “Milonga pa’l presidente”, Enrique Bugatti y Eladia Blazquez, 1992: 167 “Milonga para Fidel”, Domingo Arcidiacono y Osvaldo Pugliese, c. 1962: 24, 179, 214 “Milonga social del payador libertario”, anénimo, 1902: 45 “Milongueando en el 2000”, Ernesto Baffa y Daniel Lomuto: 165 233 Indice de canciones “Milonguita”, Samuel Linnig y Enrique Delfino, 1920: 70 “Miralo a don Hipélito”, Berniero Proceacio: 56 “Mirando la Huvia”, Leopoldo Torres Rios y Adolfo Avilés, 1946: 141 “Mis harapos”, Alberto Ghiraldo y Marino Garcia: 112 “Mocosita”, Victor Solitio y Gerardo Hernan Matos Rodriguez, 1926: 50, 92 “Monte Protegido”, Francisco Pracanico, 1917: 99 “Montevideo”, Juan Carlos Caceres, 1994: 165 “Mortadela”, Silverio Manco: 54 “Muchachita loca”, Francisco Bastardi y Antonio Seatasso, 1925: 92 “Muchacho”, Celedonio Flores y Edgardo Donato, 1925: 81, 121 “Muchachos, se armé la milonga” (“Muchachos, comienza la ronda”), Leopoldo Diaz Vélez y Luis Porcell, 1943: 140 “Muiieca brava”, Enrique Cadicamo y Luis Visca, 1928: 122 “Musa salvaje”, Silverio Manco: 54 “Musiqueros”, Lina Avellaneda, 2002: 202 “N_..N”, Osvaldo Ruggiero, 1947: 149 “Nadie mejor que vos”, Chico Novarro, 1998: 166 “Natalio Ruiz, el hombrecito del sombrero gris”, Charly Garefa, 1972: 160 “Negracha”, Osvaldo Pugliese, 1949: 149 “Newbery”, Luciano Rios, 1914: 98 “Ni olvido ni perdén”, Juan Vattuone, 2004: 165 “Ni triste ni solo”, Héctor Negro y Arturo Penén: 179 “Nitio bien”, Victor Solifio, Roberto Fontaina y Juan A. Collazo, 1927: 91, 121 “No arrugue... que no hay quien planche”, Higinio Cazén: 54 “No cantes victoria’, Juan Bautista Fulginiti y J. Spumer, 1932: 47 “No hay tierra como la mia”, Enrique Cadicamo y Charlo, 1939: 132 “No hay vacante. (Tango de los recomendados)”, Cayetano Milito: 78 “No juegues ala guerra”, Modesto Raul Morales Miramonti y Osvaldo Pugliese, 1956: 178 “No puedo més”, Almafuerte, 1901: 40 “No salgas de tu barrio”, A.J. Rodriguez Bustamante y Enrique Delfino, 1927: 70 “No me sé vender”, Julio César Paez y Enrique Moneli, 1986: 187 “No se puede prohibir”, Eladia Blazquez, 1982: 162 “No te apures Carablanca”, Carlos Bahr y Roberto Garza, 1942: 149 “Noche fria”, José Razzano y Carlos Gardel, 1927: 118 “Noches de Colén”, Roberto Lino Cayol y Ratil de los Hoyos, 1926: 81 “Noches de la villa”, Jorge Sepiurca, Héctor Reitano y Julia Altman: 162 “Nocturnal bandoneén’, Juan Devoto y Federico Scorticati: 214 “Nonino”, Astor Piazzolla, 1960: 214 “Nuestro hombre”, Roberto Torres y Anselmo Aieta, 1928: 56, 22 “Nuestro pueblo”, E. Cardenal y Amer, 1971: 185 “Nuevo Abasto”, Humberto Olmos Zavaleta: 204 “Nunca més”, Adrian Abonizio, Ivan Noble, Lito Vitale y Lucho Gonzalez, 1998: 25, 156 “Nunca mas”, Francisco Juan Lomuto: 25, 156 “Oda a Perdn’, anénime, c. 1950: 114, 153 “Ofrenda”, Arturo de Nava y Elias Regules, 1928: 47 234 Indice de canciones *jOiga agente!”, Mercedes Simone, 1928: 86 “Ojos tristes”, Alfredo Navarrine y Rafael Iriarte: 83 “Olla popular”, Martin Castro, ¢. 1920: 53 *Olvido, Luis César Amadori y Luis Rubinstein, 1926: 131 “Organito de la tarde”, José Gonzélez Castillo y Catulo Castillo, 1924: 64 “Orillera”, Oscar Basil, Horacio y Guillermo Pelay, 1960: 162 “Oro muerto (Jirén porteiio)”, Julio Navarrine y Juan Raggi, 1916: 50, 92 “Orquesta de sefioritas”, Maria Elena Walsh y Chico Novarro, 1970: 162 “Otra vez el viejo”, Alfredo Gobbi (p.): 56, 80 “Padrino pelao”, Julio Cantuarias y Enrique Delfino, 1930: 94 “Paga vos... después arreglamos”, Antonio y Nicolés D'Alessandro y Juan M. Velich, 1952: 78 “Pais (un candombe)”, Mim{ Kozlowski, 1998: 204 “Pais de la bicicleta”, Horacio Vaccari y Beatriz Tabares, 1989: 25 “Pajarito”, Dante A. Linyera, 1930: 83, 181 “Pampero”, Edmundo Bianchi y Osvaldo Fresedo, 1948: 132 “Pan”, Celedonio Flores y Eduardo Pereyra, 1933: 21, 86, 104, 181 “Pan duro”, Ernesto Di Cicco y Domingo D'Angelo, 1932: 119 “Papé calabrés”, Enrique Milei y “Toto” Rochel, 1990: 94 “Papa gallego”, Manuel Barros y Emilio Balearce: 94 “Para cantarle a mi gente”, Héctor Negro y Oscar Avena, 1967: 185 “Para lucirse”, Astor Piazzolla, 1950: 149 “Pasional’, Mario Soto y José Caldara, 1951: 148 “Patente de aprendiz”, Maria del Mar Estrella y Carmen Guzman, 1998: 185 “Pato”, Ramén Collazo, 1928: 121 “Patoteros”, Victor Solifio y Adolfo Antonio Mondino, 1927: 91 “Patria”, Sixto Cortinez y Salvador Frias, 1951: 132 “Patria mia”, Pedro B. Laurenz y Héctor Mareé, 1943: 131 “Patsfa (Locura)”, Chico Novarro y Eladia Bl4zquez, 1995: 162 “Pavadas”, Julio Camilloni, Isusi y Vicente Demarco, 1970: 185 “Paz en mi tierra”, Antonio D’Alessandro y C. Martinez, 1945: 132 “Pebeta canyengue’, José Eneas Riu y Victor Pedro Donato: 125 “Peén metaltrgico”, Julio Camilloni, 1969: 185 “Percal”, Homero Expésito y Domingo Federico, 1942: 139 “Pero, pobre de ellos”, Carlos del Pueblo, 1954: 128 “Perén’, José Orlando Escalada y Narciso Victor Baldessari, c. 1946: 154 “Peronista”, Enrique Maroni y Sebastian Piana, 1947: 153 “Pertenencias”, German Cavallero y José Colangelo, 2004: 205 “Petitero”, Aldo Cammarota, Armando Libreto y Santos Lipesker, 1951 “Pineral”, Angel Villoldo: 38 “Pituea”, Enrique Cadicamo y Rogelio Ferreira: 122 “Plegaria”, Eduardo Bianco, 1927: 39 “Pobre francesita”, Diego Flores y Manuel Jovés: 96 “Pobre gringo”, Juan Caruso, Alberto Vacarezza y Antonio Scatasso: 94 “Pobre mi madre querida”, José Betinoti, 1925: 40 “Pobrecitas mujeres”, Enrique Maroni y Fausto Frontera: 125 122 235 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. indice de canciones “Solo se trata de vivir", Litto Nebbia: 185 “Solo”, Fernando Solanas, 1986: 25-26 “Sombras nada mas”, José M. Contursi y Francisco Juan Lomuto, 1945: 156 “Somos como somos”, Eladia Blazquez: 184, 189 “(Somos federados somos!”, Carlos Romeu y Rafael Fonrat: 79 “Son cosas del bandoneén”, Enrique Cadicamo y Enrique Rodriguez, 1939: 214 “Son y serén argentinas”, Gallardo Sarmiento y Sebastian Piana, 1983: 24 “Soneto con bronca”, Luis Alposta y Carlos Erostarbe: 26 “Soy cantor”, Raimundo Rosales y Marcelo Saraceni, 2002: 202 “Soy un arlequin”, Enrique Santos Discépolo, 1928: 123 “Soy”, Marcela Bublik y Rail Garello, 2004: 205 “Sube el délar”, Julio Camilloni y Osvaldo Pugliese, 1975: 179 “Sudacas”, Juan Carlos Caceres, 1994: 167 “Suefio de barrilete”, Eladia Blazquez, 1960: 160, 185 “Suertes”, Juan Gelman y Juan Cedrén, 1977: 163 “Sur”, Homero Manzi y Antbal Troilo, 1948: 130, 149 “Tal vez seré mi alcohol” (“Tal vez ser su voz”), Homero Manzi y Lucio Demare, 1943: 139 “Talén, tal4n”, Alberto Vacarezza y Enrique Delfino, 1924: 89 “Tambor”, Juan Carlos Caceres, 1994: 165 “Tangazo 2000”, Enrique Milei y Angel Cichetti, 1990: 165 “Tango”, anénimo, 1881: 173 “Tango”, Homero Manzi y Sebastian Piana, 1942: 173 “/Tango!”, Homero Manzi: 129 “Tango de la casera”, anénimo, c. 1880: 61 “Tango de las madres locas”, Carlos Cano, 1995: 164 “Tango de los negros”, Arturo de Nava: 32-33 “Tango negro”, Juan Carlos Caceres, 1998: 165 “Tango triste’, José Maria Contursi y Anibal Troilo, 1946: 149 “Tango y copas” (“Otro tango”), Carlos Bahr y Héctor Artola, 1943: 140 “Tangueando te quiero”, Héctor Mareé y Carlos Di Sarli, 1953: 149 “Tanguito del 2000”, Gabriel Rivano, 1990: 165 “Tanto”, Elias Randall y Carlos Bahr, 1948: 158 “Taquito militar”, Mariano Mores, 1950: 153 “Tarde”, José Canet, 1947: 149, 162 “Tecleando”, Carlos Figari, 1952: 149 “Tiem-posmodernos”, Alejandro Szwareman y Javier Gonzélez, 1998, “Tigre Hotel”, Rosendo Mendizabal: 27 “Tinta roja”, Cétulo Castillo y Sebastian Piana, 1941: 93 “Todo es un berretin de tome y traiga’, Rubén Garello y Raiil Garello, 187 “Todos los dias”, Virgilio Expésito, 1975: 160 “(Tom’ asiento, cabayiero! (tango de Salén... de lustrar)”, Gennaro y Gaetano Pietrofus- co: 94 “Toma mate, che”, Santiago Ramos, 1867: 31 “Tomé mate”, Juan Maglio, 1912 “Tortazos”, Enrique Maroni, José Razzano y Luis Casaravilla Sienra, 1930: 122 238 Indice de canciones “Tranquilo amigo”, Ivo Pelay y Francisco Canaro: 107 “Trapos al sol”, Dante A. Linyera: 131 “Treinta aos”, Homero Manzi: 129 “34 a comer (cuadro 9°)”, Jacobo Amar y Osvaldo Pugliese, c. 1955: 179 “Tres banderas”, Carlos A. Russo y Roberto Rufino, 1958: 94 “Tres esperanzas”, Enrique Santos Discépolo, 1933: 108 “Tres minutos con la realidad”, Astor Piazzolla, 1957: 191 “Tres puntos”, Luis Alposta y Edmundo Rivero: 185 “Triste paica”, Homero Manzi y Juan Pecci, 1924: 93 “Tristezas de la calle Corrientes”, Homero Expésito y Domingo Federico, 1942: 145 “Tu abrazo hermano”, Héctor Negro y Osvaldo Pugliese: 179 “Tu diagnéstico”, José Betinoti, 1925: 41 “Tu perro pequinés”, Luis Rubinstein, 1948: 122, 149 “Tu piel de jazmin”, José Maria Contursi y Mariano Mores, 1950: 149 “Tu suefio”, Eduardo Arolas, 1914: 98 “Ultimatum (tango de actualidad)”, Fermin Fernandez: 99 “Un dia cualquiera”, Rubén y Ratil Garello: 187 “Un dia llegara”, Homero Manzi y Carlos Di Sarli, 1943: 130 “Un, dos, tres el peludo ya se fue”, anénimo, c. 1922: 57 “Un inmigrante”, Carlos Levin, 97 “Un Manto de piba”, Miguel Angel Jubany, Domingo Federico y Roberto Pansera, 1983: 155 “Un lobo mas”, Héctor Negro y Osvaldo Avena, 1965: 161 “Un regalo de reyes’, Reinaldo Yiso y Pascual Mamone: 149 “Un tal Cain” (“Fratelanza”), Enrique Santos Discépolo y Homero y Virgilio Exp6sito: 124 “Un tango para Evita”, Jorge Lomuto: 156 “Una cancién’, Catulo Castillo y Anibal Troilo, 1953: 149 “Una carta”, Miguel Eusebio Bucino, 1931: 87 “Una carta para Italia”, Reinaldo Yiso y Santos Salomén Lipesker, 1948: 150, 153 “Una cita en el 2000”, José Colangelo y Juan Luis Ricardo, 1978: 165 “Una emocién”, José Maria Suné y Rail Kaphin, 1943: 138 “Una lagrima tuya”, Homero Manzi y Mariano Mores, 1949: 149 “Una tarde”, Benjamin Tagle Lara, Julio Fava Pollero y Agesilao Ferrazzano, 1927: 92 “Unién Civiea”, Domingo Santa Cruz: 56 “Unién Civica Radical”, Roque B. Luduefia: 56 “Uno”, Enrique Santos Discépolo y Mariano Mores, 1943: 139, 149 “Uriburu”, Antonio Pérez y Ratil Saraceno, 104 “Ushuaia”, Miguel Bucino y Vicente Russo, 1935: 130 “Usted sabe sefior juez”, Ivan Diez y Orestes Cufaro, 1930: 124 “Usura”, Homero Expésito y Freyre, 1972: 185 “Vagabundo”, Agustin Magaldi, Emilio Magaldi y Pedro Noda, 1930: 111 “Vals del compaiiero”, 1949: 150 “Vanguardias radicales”, Miguel Cafre: 73 “Vasena”, anénimo, 1919: 24:25 “Venga de donde venga”, Gerénimo y Antonio Sureda: 38 239 Indice de canciones “Ventanita de arrabal’, Pascual Contursi y Antonio Scatasso, 1927: 92 “Venus”, Alfredo Bevilacqua, 1902: 66 “Victoria!”, Enrique Santos Discépolo, 1929: 108, 123 “Vida amarga”, Pascual Mazzeo y Eugenio Cardenas, 1927: 81 “Vieja Recova”, Enrique Cadicamo y Rodolfo Sciammarella, 1930: 106 “Viejo bueno”, Manuel C. Romero y Salvador Yorio: 36-37 “Viejo ciego”, Homero Manzi, Catulo Castillo y Sebastién Piana, 1926: 83 “Viejo pia”, José Fernandez y Juan Maglio: 56 “Vientos del futuro”, Enrique Morcillo y Javier Gonzélez, 2003: 167 “Viva la patria”, Alberto Vacarezza y Antonio Scatasso, 1928: 104 ‘Viva la patria!”, Francisco Garcia Jiménez y Anselmo Aieta, 1930: 80, 104-105 “Volver a ser’, Ernesto Pierro y Osvaldo Piro: 205 “Whisky”, Héctor Marc6 y Carlos Di Sarli, 1951: 149 “ZY a mi, qué?”, Catulo Castillo y Anibal Troilo, 1962: 182 “@¥ a mi, qué?”, Jestis Fernandez Blanco y Juan Canaro: 131 “Y a mi qué”, Eloisa D’Herbil de Silva, c. 1890: 61 “Y dicen que no te quiero”, José Canet, 1947: 149 “Y la perdi”, José Maria Contursi y Antonio Rodio, 1947: 149 “Y no la puedo olvidar’, Ivo Pelay y Francisco Canaro, 1943: 139 “Y somos la gente”, Eladia Blazquez y Osvaldo Pugliese, 1980: 163 “Ya vendran tiempos mejores”, Ivo Pelay y Francisco Canaro, 1934: 107 “Ya ves... y te fuiste”, Juan Fulginiti, Agustin Magaldi y Pedro Noda, 1930: 47, “Yerba loca”, Rodolfo Sastre: 78 “Yerba mala”, José Martinez, 1915: 78 “Yerba mala”, Antonio Rodio: 78 “Yerma mala”, José Eneas Rit, 1908: 78 “Yira, yira”, Enrique Santos Diseépolo, 1929: 85, 104, 108 “Yo me quedo con el tango”, Reinaldo Yiso y Enrique Alessio, 1957: 160 “Yo soy del 30”, Héctor Méndez y Anibal Troilo, 1965, 178 “Yo te perdono”, Enrique Cadicamo y Roberto Goyeneche: 125 “Yrigoyen solo”, Agustin Irusta, Roberto Fugazot y Lucio Demare: 56 “Yrigoyen-Luna’, Julio V. Leone, 1916: 37, 73 “Yuyo verde”, Homero Expésito y Domingo Federico, 1944: 148 240 Indice de nombres Abonizio, Adrian, 234 Acosta, Leonardo, 197, 217 Acosta de Santamarina, Lola, 67 Acosta Garcia, Luis, 49, 52, 54, 208, 225 Acquarone, Armando, 237 Acuia, Carlos (Carlos Ernesto Di Loreto), 153, 155, 159 Adamini, Santiago, 142 Adridn, Eduardo (Carlos Alberto Eyherabi- de), 139 Adrover, Lisandro, 166 Agosti, Héctor Pablo, 30, 128, 217 Aguila, Guz, 223 Aguilar, José Marfa, 108, 221, 229 Aguirre, Julién, 69 Aieta, Anselmo, 73, 80, 105, 233, 234, 236, 240 Ain, Casimiro (“el vasco”), 68 Albana, Maria, 44 Alem, Leandro Nicéforo, 21-22, 83, 36, 41, 44, 52, 54, 56, 104, 143, 221, 222 Alessio, Enrique C., 160, 227, 237, 240 Alfieri, M.A., 236 Alfonsin, Raul Ricardo, 196, 219 Alfonso XII, 65 Alfonso xm, 65, 69 Alippi, Elias, 213 Almafuerte (Pedro Bonifacio Palacios), 40, 154, 2383, 234 Alonso, Oscar (Pedro Carlos Brandan), 163, 227 Alposta, Luis, 25, 165, 178, 230, 236, 237, 238, 239 Alsina, Valentin, 34 Alsogaray, Alvaro, 157 Altman, Julia, 234 Alvarez, Armando Elidor, 116 Alvarez, Eliseo, 212, 217 Alvarez, Roberto, 237 Alvear, Marcelo Torcuato de, 57, 73, 80, 103, 222 Alzaga, Cayetana, 69 Alzaga Unzué (“Macoco”), 39 Amadeo, Mario, 135 Amadori, Julio C., 225 Amadori, Luis César, 222, 235 Amar, Jacobo, 179, 231, 239 Ameghino, Florentino, 116 Amuchastegui, Irene, 87, 92, 217, 219 Anchorena, Joaquin S. de, 209 Andahazi, Federico, 190 Andreoli, Carlos, 231, 233 Antonio, Primo, 165, 223 Antunes, Lobo, 192 Antodtegui, José Ignacio, 140 Aparicio, Manuel J., 34 Apold, Raul Alejandro, 152-153, 211 Ara, Guillermo, 40 Aramburu, Pedro Eugenio, 196 Ardoz Alfaro, Rodolfo, 161, 217 Arci, Arquimedes (Arcididcono), 224 Arcidiécono, Domingo, 214, 223, 231, 233 Arenas, Alberto (Tomas Guida), 78, 156 Arendt, Hannah, 201 Argerich, Marta, 191 Arias, Pepe, 141 Arlt, Roberto, 22, 64, 103, 123, Arnold, Alfred, 214 241 Indice de nombres Arnold, Louis, 214 Arolas, Eduardo, 39, 49, 98, 175, 227, 239 Aréstegui, Abdén, 32 Aréstegui, Manuel Gregorio, 175 Artola, Héctor Maria, 156, 159, 228, 238 Ascasubi, Hilario, 33 Assungao, Fernando O., 70, 217 Astrada, Carlos, 156 Attadia, Alfredo, 153 Avellaneda, Lina, 202, 222, 234, 236 Avellaneda, Marco Aurelio, 80 Avellaneda, Nicolés, 35, 42 Avellaneda, Pepita (Josefa Calatti), 44 Avena, Osvaldo, 222, 227, 228, 235, 237, 239 Avilés, Adolfo R., 98, 141, 229, 233, 234 Aznar, Abel, 78, 232 Badesich, Enrique, 229 Badiou, Alain, 201 Baffa, Ernesto, 164-165, 226, 232 Bagnolo, Marcos, 228 Bahr, Carlos, 149, 223, 224, 228, 234, 237, 238 Bakunin, Mijail, 116 Balan, Susana, 191 Balcarce, Emilio (Emilio Sitano), 235, 237 Baldessari, Narciso Victor, 235 Baldrich, Alberto, 140 Balestra, Juan, 65 Band, Heinrich, 213 Barbieri, Guillermo, 117, 227, 236, 237 Barbieri, Pedro A., 229 Barcel6, Alberto, 52, 67, 74, 126, 212, 218, 229, 293, Bard, Leopoldo, 80 Bardi, Agustin, 49, 78, 175-176, 227 Barletta, Leénidas, 64, 106 Baroja, Pio, 170 Barone, Patricia, 25, 101, 204 Barreira, Alberto, 57 Barrella, Humberto, 141-142, 159 Barrientos, Maria, 79, 233 Barrios, Evaristo, 93, 125, 223, 236 Barro, José Constantino, 73, 221 Barros, Manuel (“Manolo”), 235 Barros, Raimundo, 237 Bartolozzi, Hernan, 165, 231 Bassil, Oscar, 235 Basso, José, 237 Bastardi, Francisco, 224 Batista, Fulgencio, 196 Battistella, Mario (Mario Zoppi Bates Ste- Ila), 22, 24, 221, 223, 237 Bautista, Tulia, 45 Bayardo, Lito (Manuel Juan Garcia Ferra- ri), 142, 226 Bayer, Osvaldo, 45, 62, 88, 209-210, 217 Bayén Herrera, Luis, 229 Bazan, Juan Carlos, 175 Bazan, Osvaldo, 39, 217 Beinstoin, Jorge, 134, 166 Beltran, Roberto (“Leoncito”) (Leén Zuker), 142 Belusi, Alfredo (Alfredo Belluschi), 214 Belvedere, Vicente, 223 Benitez, R., 281 Benitez de Anchorena, Carola, 68 Bergé, Claudio (Horacio Palacios), 185 Berlingieri, Osvaldo David (Bellinghieri), 164 Bermann, Gregorio, 128 Bernstein, Luis, 226 Berto, Augusto Pedro, 175, 231 Betinoti, José Luis, 33-34, 40-41, 50, 52, 56, 175, 222, 223, 224, 225, 227, 230, 235, 239 Bettinotti, Alejandro, 203 Bevilacqua, Alfredo Alberto, 66, 175, 228, 230, 236, 240 Biagi, Rodolfo Alberto, 128, 159, 226, 229, 230 Bialet Massé, Juan, 72 Bianchi, Edmundo, 235 Bianco, Eduardo Vicente, 39, 79, 228, 235 Bianco, Francisco Nicolds, 39, 76, 222, 223, 227, 231 Bianco, José, 157 Bidegain, Pedro, 56 Bigeri, Domingo, 226 Bigeschi, Alfredo, 222, 231 Bignami, Ariel, 29, 217 Bilbao, G., 223 Bilbao, Manuel, 135, 217 Binda, Enrique, 67, 172, 219 Blackie (Paloma Efron), 23, 107 Blaistein, Isidoro, 112, 218 Blanco, Eladio, 237 242 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Indice de nombres De Cicco, Vicente, 233 Deambroggio, Juan Bautista (“Bachicha”), 39, 175, 222 Del Ciancio, Guillermo, 95, 229 Del Mazo, Gabriel, 128 Del Piano, Eduardo, 154, 237 Del Priore, Oscar, 59, 142 Del Saz, Eduardo, 71 Delfino, Enrique Pedro, 22, 70, 78, 98, 221, 293, 295, 299, 239, 234, 235, 237, 228 Dell Oro Maini, Atilio, 136, 157, 209 Dellasopa, Ofidio (Silvio Cattaneo), 203 Dellepiane, Luis, 128 Demareo, Vicente, 232, 235 Demare, Lucio, 159, 225, 232, 238, 240 Dempsey, Jack, 98 Dengis, Héctor, 165, 222 Devoto, Juan, 234 Di Cicco, Ernesto, 235 Di Giovanni, Severino, 106-107 Di Salvo, Anibal, 101 Di Sarli, Carlos (Cayetano Di Sarli), 98, 130, 133, 139, 142, 238, 239, 240 Di Tella, Torcuato S., 27 Diaz, Daniel, 236 Diaz, H., 231 Diaz, Roberto, 221 Diaz Vélez, Leopoldo, 233, 234 Diez, Ivén (Augusto Arturo Martini), 222, 239 Dimoy, Jorge, 63, 123-124, 218 Discépolo, Armando, 56, 64, 124 Discépolo, Enrique Santos, 14, 22, 26, 56,58, 65, 83, 85, 103-104, 108, 123-124, 127, 135, 139, 147, 149, 150-151, 176, 178, 186, 190, 204, 218, 222, 223, 224, 225, 226, 228, 230, 232, 236, 237, 238, 239, 240 Dizeo, Enrique, 141, 226 Djirdikian, Garabeth, 221 Do Reyes, Joaquin, 132 Doblas, Raul, 140 Domenech, Andrés, 236 Dominguez, José, 78 Donadio, Marisa, 71, 218 Donald, 160 Donato, Edgardo, 142, 222, 224, 234 Donato, Victor Pedro, 235 Dragone, Jorge, 233 Duarte de Perén, Maria Eva, 115, 141, 148, 151-156, 190, 223, 228, 233, 239 Due, Félix, 222 Duran, Juan Carlos, 183, 231 Duran, Margarita, 22 Echagie, Juan Pablo, 27 Echagiie, Pascual, 33 Eco, Umberto, 203 Eichelbaum, Edmundo, 212, 218 Emilio Orlando, 159 Engels, Friedrich, 86, 133 Erostarbe, Carlos, 25, 238. Escalada, José Orlando, 235 Escdriz Méndez, Eduardo, 109, 228, 221 Espeche, Armando A., 61 Espésito, Genardo Ricardo, 231 Estol, Horacio (“Acho”), 203, 205 Estrada de Lezica Alvear, Maria, 68 Estrada, José Maria, 135 Estrella, Maria del Mar, 235 Etcheverry Boneo, Aldo Hugo, 140 Expésito, Homero, 96, 139, 145-146, 149, 162, 175-176, 180, 221, 223, 228, 230, 233, 235, 236, 237, 239, 240 Expésito, Virgilio Hugo, 124, 160, 175-176, 184, 221, 228, 229, 233. 238, 229 Ezeiza, Gabino, 32-33, 41-44, 47, 50, 52, 207, 226, 228, 229, 232, 237 Fabian, Néstor (José Cotelo), 97 Fabri, Maria Rosa (“Rafi”), 230 Falcén, Ramén Lorenzo, 72, 88-89, 113 Falgas, Andrés, 140 Fama, Ernesto, 135 Fauaz, Pablo, 231 Federico, Domingo Serafin, 28, 139, 155, 186, 225, 228, 231, 233, 235, 236, 237, 239, 240 Federico, Leopoldo, 159, 166, 222 Feinmann, José Pablo, 85 Fells, Teodoro, 98 Fernandez, Fermin, 239 Fernandez, Guillermo, 190 Fernandez, Hernan, 203 Fernandez, José Alfredo, 240 Fernandez, Macedonio, 169, 171 Fernandez Blanco, Jesus, 108, 131, 221, 226, Indice de nombres Fernandez de Olivera, Rubén (Rubén Nico- l4s Fernéndez Barbieri), 222 Ferrari, Le6n, 195 Ferrari, Marcelino, 73 Ferrari, Oscar (Oscar Samuel Rodriguez de Mendoza), 176 Ferrari, Tito, 204 Ferrazzano, Agesilao, 229 Ferreira, Rogelio, 235 Ferrer, Horacio (Horacio Arturo Ferrer Ez- curra), 21,37, 96, 160, 185, 222, 224, 229, 230, 231, 283 Ferrero, Roberto A., 57 Figari, Carlos, 238 Figoli, Miguel C., 54 Figoli, Sécrates, 48, 223, 231 Figueroa, Julio, 30 Figueroa Alcorta, José, 35, 65 Filiberto, Juan de Dios (Oscar Juan de Dios Filiberti), 52, 174-175, 191, 203, 214, 293, 227, 232, 236 Filipeli, Luis (Luis Alejandro Filippelli), 97 Firpo, Luis Angel, 98 Firpo, Roberto, 39, 66, 98, 132, 175, 221 Fistolera Mallié, A.L., 107, 226 Fliess, Enrique, 22, 39, 47, 60, 142, 153, 161, 163 Flores, Celedonio Esteban (“Negro”), 21, 83, 124, 136, 175, 210, 222, 223, 226, 229, 232, 233, 234, 235, 236, 237 Flores, Diego, 235 Flota, Severino, 226 Folco, Mario (Mariano Sozio), 83 Foleo, Marta (Marta Selva Sozio), 63 Folino, Norberto, 52, 67, 105, 164, 211, 218 Fonrat, Rafael, 238 Fontaina, Roberto, 229, 234 Fontana, J., 236 Fontanarrosa, Roberto, 221 Ford, Anfbal, 129, 147, 218 Franceschi, Gustavo J., 136 Francini, Enrique Mario, 153 Franco, Alfredo de, 225 Franco, Ramén, 98, 224 Frank, Waldo, 23 Fray Feca (Romeo Peresan), 225 Fresedo, Emilio, 228 Fresedo, Osvaldo, 68-69, 222, 235, 237 246 Frias, Salvador, 235 Frollo, Claudio (Carlos Rail Atwel Ocantos), 230 Frondizi, Arturo, 24, 160, 162, 196 Frontera, Fausto, 236 Frontera, Jove, 80, 222 Fugazot, Roberto, 225, 240 Fulbright, Harriet Mayor, 195 Fulbright, James William, 195 Fulginiti, Juan Bautista, 47, 224, 232, 234, 240 Fuster, José, 228 Gabriel, Carla, 236 Gades, Antonio, 19 Gagliardi, Héctor, 155 Galasso, Norberto, 11, 15, 63, 123-124, 152, 207-208, 218 Gallegos de la Serna, Gregorio, 213 Gallo, Vicente, 61 Gallucci, Arturo, 78, 225, 222 Galvé, Guillermo (Guillermo Pirker), 97 Galvez, Manuel, 136 Gambartes, Betty, 190 Gandhi, Monadas Karamchad (Mahatma), us Garcia, Charly, 161, 232, 234 Garcia, Luis, 44, 228 Garcia, Marino, 112, 234 Gareia, N., 57, 229 Garcia Jiménez, Francisco, 73, 80, 104-105, 149, 222, 223, 229, 232, 233. 236, 237, 240 Gareia Morel, Luis, 54 Gareia Robles, Hugo, 22, 218 Garcia Velloso, Armando, 78 Garcia Velloso, Enrique, 78 Gardel, Carlos (Charles Romuald Gardés), 38-42, 44, 47-48, 50, 52, 73-74, 78, 81- 82, 89, 93, 98, 104, 117-118, 127, 141,147, 170, 178, 181, 192, 202, 211-213, 217, 218, 222, 228, 232, 233, 254, 237 Garello, Raul, 164, 166, 205, 222, 223, 238, 239 Garello, Rubén, 187, 218, 222, 223, 238, 239 Garramuio, Florencia, 64, 135, 218 Garza, Roberto (José Garcia Lépez), 234, 238. Gatti, Clori, 189 Gaudino, Enrique, 237 Indice de nombres Gelman, Juan, 26, 163, 198, 226, 238 Genta, Jordén Bruno (Giordano Bruno), 136 Gentile, Augusto A., 70, 229 Gerchunoff, Alberto, 128 Gesualdo, Vicente, 41, 61, 218 Ghezzi, José Américo (“Beppo”), 109, 18 Ghiraldo, Alberto, 234 Gianneo, Luis, 151 Gide, André, 20 Gilbaut, Serge, 192 Gilio, Maria Esther, 184, 218 Giura, Amado, 229 Glusberg, Jorge, 27 Gobbi, Alfredo Eusebio, 40, 62, 65, 230, 235 Gobbi, Alfredo Julio Floro (h.), 175,226, 228 Godard, Marfa Isolina, 232 Godio, Julio, 210 Godoy, Mora, 190 Gomez, Alberto, 132 Gomez, Juan Vicente, 212 Gomez, Leandro, 207, 221 Gémez, Sandalio, 228 Gonzalez, Elpidio, 80 Gonzalez, Javier, 165, 199, 223, 224, 225, 227, 228, 229, 236, 238, 240 Gonzélez, Lucho, 224 Gonzalez, Miguel, 227 Gonzalez Carrillo, Enrique, 68 Gonzélez Castillo, José, 64, 93, 175, 221, 222, 229, 235, 237 Gonzélez Gil, Manuel, 190 Gonzalez Tuién, Enrique, 120, 180 GonzAlez Tuién, Rauil, 64, 187, 202 Gérdon, Eduardo, 30 Gorrindo, Froilan Francisco, 124, 128, 229, 231 Goyeneche, Roberto Emilio, 25,52, 70, 160, 164, 175, 236, 240 Gramsci, Antonio, 201 Granada, Nicolds, 61, 231 Grande Novoa, Pancho, 57 Grandinetti, Emilio, 57 Grandis, José de, 225 Greco, Angel, 47. 226 Greco, Domingo, 231 Greco, Vicente (“Garrote”), 68, 175, 222, 231 Gregori, Silvana, 25 Grela, Roberto, 128, 221 Gualtieri, Fernando, 88, 228, 237 Guarany, Horacio (Eraclio Rodriguez), 53, 233, 237 Guefol, Zelmar, 185, 221 Guerra, José Luis, 77 Guerrico, José, 72 Guevara, Ernesto (“Che”), 74, 213, 233 Guevara, Roberto, 74, 213 : Guibourg, Edmundo (“Pucho”), 74, 219 Guido, José Maria, 24 Gitiraldes, Ricardo, 69, 70 Gutiérrez, Eduardo, 21 Gutiérrez, Leandro H., 119, 218 Guzmén, Carmen, 225, 228, 233, 225 Guzmda, Gloria, 107 Hegel, Georg W.F,, 133 Heli, Antonio, 153, 225, 228, 230 Heraclito, 133 Hernandez, José, 30 Hernandez, Juan José, 152 Hernandez Arregui, Juan José, 19, 22. 156, 218 Hernandez Celaa, Carlos Manuel, 221 Hesiodo, 202 Hidalgo, Alberto, 155 Hidalgo, Bartolomé, 30-31, 44, 221, 224, 228 Himschoot, Oscar B., 78-79, 219 Hitler, Adolf, 29 Hormaza, Rail Mario, 149, 237 Horowicz, Alejandro, 208 Howard, Eduardo, 129 Hoyos, Raul de los, 48, 222, 225, 234, 236 Hubert, Eduardo, 191, 233 Humbert, Beatrice, 69 Huron, Carlos, 228 Taquinandi, Alfredo, 186, 224 Ibéfez, Teéfilo, 52 Ibarguren, Carlos, 27, 209 Ibarguren, Federico, 135 Ibarra, Juan Felipe, 33 Icharramonho, Pedro E., 56 Iglesias, Julio, 155, 193 Illia, Arturo, 160, 211 Imbert, Anibal Francisco, 136 Ingenieros, José, 116 Insta, Héctor, 83 Iriarte, Rafael, 225 100-101, 152, 2aT Indice de nombres Iribarne, Emilio, 73, 221 Irusta, Agustin, 39, 159, 225, 240 Isabel de Borbén, 65 Iscaro, Germinal, 161 Iscaro, Rubens, 161 Isusi (Teodoro José Mouzo Ruiz), 235 Ianissevich, Oscar, 152, 223 Jara, Juan Carlos, 29, 51, 219 Jauretche, Arturo, 13, 20, 30, 73, 128, 219, 221 Jovés, Manuel, 223, 227, 235 Juarez, Nena, 221 Juarez, Rubén, 164 Judrez Celman, Miguel, 55-56 dubany, Miguel Angel, 155, 186, 225, 228, 231, 233, 236, 237, 239 Julio Omar (José Mobilia), 225 Jung, Carl G., 171 Justo, Agustin Pedro, 108, 125, 127, 213 Kaphin, Ratil (Israel Kaflun), 223, 239 Kennedy, John Fitzgerald, 162, 198 Kepler-Lais (Patricio Muiioz Acuia), 230 Keyserling, Hermann von, 106, 182 Kirchner, Néstor, 27 Knight, Franklin, 195 Kozlowski, Mimi, 235 Krieger Vasena, Adalbert, 157 Kropotkin, Piotr Alexeievich, 116 Kusch, Rodolfo, 169 Labrafa, Luis, 22, 175, 219 Lacarte, J.M., 75, 237 Lagomarsino, Antonio M., 227 Lagos, Carlos, 204-205, 223, 236, 237 Lallemant, German Ave, 91 Lamadrid, Juan Carlos, 149, 229 Lamarque, Libertad, 142, 159 Lamas, Hugo, 67, 172, 219 Lanteri, Julieta, 73 Lara, capitén, 65 Laroca, J.L., 237 Larralde, José, 229 Larrauri, Juana, 153 Larrosa, Marcos, 232 Lary, Enrique, 224 Latasa, Feliciano, 229 Laurenz, Pedro B. (Pedro Blanco), 232, 235 Lavalle, Juan, 33 Lavalleja, Juan Antonio, 98 Lavallén, Victor, 229 Le Corbusier (Charles Edouard Jeanneret- Gris, llamado), 106 Le Pera, Alfredo, 175, 237 Leitner, Carlos, 56 Lemos, Rodolfo (Rodolfo Lemos Oneto), 222 Lena, Rubén, 207, 221 Lencinas, Carlos Washington, 106 Lenin (Vladimir Iich Ulianov), 172 Leone, Julio V., 37, 240 Leone, Nicolas de, 98, 236 Leonetti, Nicolés, 227 Lespes, Teéfilo, 117, 236 Lespés, Zenén Mario, 229 Leucipo, 133 Levin, Carlos, 204, 221, 239 Liberman, Raquel, 125 Libreto, Armando (Délfor Amaranto Dicaso- 1o), 235 Licciardi, Josefina, 233 Lima Quintana, Hamlet, 176, 219 Lincovsky, Cipe, 161 Lindman, Jorge, 190 Linnig, Samuel, 70, 224 Linyera, Dante A. (Francisco Bautista Rimo- 1, 127, 175, 224, 226, 235, 237, 239 Lipesker, Santos, 223, 235, 237, 239 Lirio, Maria Benigna, 225 Llanos, Alfredo, 41, 55, 219 Llavallol de Roca, Maria Esther, G7 Locatelli, Antonio, 98, 232 Loduca, Vicente, 66, 226 Loiello, Luis, 227 Lojo, José, 227 Lombardo, S., 224 Lomuto, Daniel, 165, 223 Lomuto, Enrique, 222 Lomuto, Francisco Juan, 132, 135, 156,175, 210, 222, 223, 225, 234, 236, 238 Lomuto, Jorge, 156, 239 Lomuto, Victor, 108, 221 Longhi, Luis, 24 Lépez, Braulio, 77 Lopez, E.G., 223 Lépez, Juan Pedro, 47, 224, 227, 229, 231, 236 Lépez Barreto, Daniel (Daniel del Urde Ro- sas Lépez Barreto), 111, 225, 231 248 Indice de nombres Lé6pez Buchardo, Alberto, 69, 229 Lopez Rega, José, 211 Lopresti, Ruggero, 225 Lottermoser, Carlos S., 75 Lucci, Héctor Lorenzo, 44, 152, 219 Lucero, Franklin, 153 Lucia, Paco de, 19 Lucier, James P., 196, 197 Luduefia, Roque, 56, 239 Lugones, Leopoldo, 28, 127, 209 Lugones, Leopoldo (h.) (“Polo”), 127 Luis Mario (Maria Luisa Carnelli), 232 Lumumba, Patrice Emery, 99-101, 232 Luque, Virginia (Violeta Mabel Dominguez), 162 Luro, Pedro, 65 Lynch, Ana Maria, 141 Mac Kay, German, 31, 227 Machado, Antonio, 109 Maciel, Enrique, 223, 226, 231. Maciel, Jorge (Carlos Pellegrino), 94, 214 Mactas, Daniel (“Pollo”), 203 Maderna, Osmar, 156, 224, 228, 232 Madero, Francisco B., 69 Madero Alzaga, Vicente, 69 Madonna (Louise Ciccone), 155 Maffia, Pedro Mario, 21, 37, 159, 236, 237 Mafud, Julio, 26, 84-85, 219 Magaldi, Agustin, 47, 52, 54, 87, 91-92, 110, 217, 224, 225, 227, 230, 232. 239. 240 Magaldi, Agustin (h.), 112 Magaldi, Emilio, 239 Maggi, Santos, 165, 223 Maglio, Juan (“Pacho"), 57, 67, 175,222, 226, 239, 240 Magrassi, Guillermo, 50 Maizani, Azucena Josefa (“Nata Gaucha”), 124 Malbran, Norberto (Caimi), 233, Malerba, Alfredo, 142 Malerba, Ricardo, 159, 223 Mallada, Juan M., 228 Malvar, Manuel, 126, 232 Malvicino, Horacio, 233 Mamone, Pascual, 239 Maneo, Silverio, 54, 223, 225, 228, 234 Manferré, Tulio, 225 Mansilla, Honorio, 236 249 Manzi, Acho, 129, 228 Manzi, Homero, 21-22, 24,73, 128, 130, 139, 142-143, 146-147, 149, 151, 153, 178, 204, 218, 221, 229, 293, 224, 295, 298, 229, 230, 232, 233, 236, 237, 238, 239, 240 Mao Tse Tung, 201 Marafioti, Domingo, 233 Marambio Catan, Juan Carlos, 22, 38, 221, 226 Marcel, Hugo (Horacio Cérpena), 155 Marcelli, Mauricio, 166 Marchal, Carlos, 67 Marchi, Antonio Maria de, 65, 67, 69 Mareé, Gloria, 222 Mare6, Héctor (Héctor Domingo Marcolon- go), 149, 230, 235, 238, 240 Marconi, Néstor, 191, 229 Marechal, Leopoldo, 23, 28, 156 Maria la Vasca (Maria Rangolla), 32 Marinelli, Gualterio, 106 Marino, Alberto (Vicente Marinaro), 114, 140, 158, 175 Marino, Francisco Alfredo, 120, 226 Maristany, Armando, 226 Maroni, Enrique P., 37. 142, 153, 223, 225, 228, 230, 233, 235, 236, 239 Marshall, Bruce, 27 Marshall, Nini (Marina Esther Traverso), 140 Martegani, Angélica, 56, 227 Martel, Julio (Julio Pedro Harispe), 143 Martin, Emilio, 225, 227 Martin, Reynaldo (“El Alemancito”) (Oscar Reinaldo Fritz), 183, 221 Martinez, José, 78, 175, 225, 240 Martinez, Tomds Eloy, 188, 192 Martinez de Hoz, José Alfredo, 157 Martinez Matiella, Gaston, 181 Martinez Moirén, Jesiis, 135, 142, 219 Martinez Zuviria, Gustavo (Hugo Wast), 136, 139-140 Marvezzi, Eduardo (José Eduardo Mastrén- gelo), 222 Marvil (Blizardo Martinez Vilas), 231, 237 Marx, Karl, 55, 83, 129, 133 Mases, Enrique H., 209 Matamoro, Blas, 26, 68, 148, 157, 175, 208, 219 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Indice de n jombres Plaza, Julian, 222 Plaza, Victorino de la, 57, 226, 236 Podesté, Alberto (Alejandro Washington Alé), 226 Podesta, Antonio Miguel, 224 Podesta, Maria, 45 Podesta, Pablo, 63, 78 Podesté, Ricardo J., 231 Poggi, David, 37 Poincaré, Raymond, 70 Poliak, Ana, 109 Pollero, Julio Fava, 239 Polo, Nelson, 22 Ponce, Antbal, 128 Ponferrada, Juan Oscar, 151 Pontier, Armando, 153, 159, 164, 224, 232 Ponzio, Ernesto, 52, 222 Porcell, Luis (Luis Porcellana), 234 Posadas, Carlos, 227 Potash, Robert A, 210 Pracdnico, Francisco, 99, 141, 175, 225, 226, 238, 294 Prado, comandante, 209 Proccacio, Berniero, 234 Puecia, Enrique H., 49, 219 Pugliese, Alberto, 233 Pugliese, Beba (Lucela Delma Pugliese), 178 Pugliese, Carla (Maria Carla Novelli), 192 Pugliese, Osvaldo Pedro, 22, 24, 49, 94, 133, 188, 141-144, 148, 160-161, 163-165, 175- 179, 192, 196, 202, 214-215, 219, 291, 222, 223, 224, 226, 230, 231, 232, 233, 234, 236, 237, 238, 239, 240 Puleio, Domingo, 50, 228 Pulido, Juan, 98 Puro, Pedro, 116 Queirolo, Aldo, 225 Quino (Joaquin Lavado), 203 Quinquela Martin, Benito (Benito Juan Martin Chinchella), 52 Quintana de Rodriguez Larreta, Maria L., 68 Quintana, Manuel, 35, 65 Quiroga, Rosita (Rosa Rodriguez Quiroga de Capiello), 81 Rada, Ray (Raimundo Radaelli), 230 Radowitzky, Simén, 72, 88, 113-114, 236 Raggi, Juan, 235 252 Ramirez, Ariel, 48 Ramirez de Aguilar, Fernando, 223 Ramos, Santiago, 31, 239 Ramos Mejia, Sebastian, 175, 214 Ramuncho (Ramén Bertrén Reyna), 230 Randall, Elias (Elias Rubinstein), 238 Razzano, José Francisco, 39-40, 42, 47, 118, 142, 175, 222, 232, 233, 234, 236, 239 Ré, Constancio, 221 Reading, Reid, 195 Regules, Elias, 47, 235 Reina, Aida, 44 Reitano, Héctor, 234 Requena, Osvaldo Francisco, 154, 166, 205, 226, 237 Reyes, Carlos (Carlos Nemmi), 94 Reynoso, comisario, 65 Rezzano, Juan B., 226 Ricardo, Juan Luis, 239 Ricchieri, Pablo, 52 Rice, Tom, 155 Riestra de Laines, Elvira de la, 68 Rinaldi, Susana Natividad (“Tana”), 22, 184- 185, 224, 228, Rio, Ambrosio (Ambrosio Montichelli), 44, 227, 237 Rios, Luciano, 36, 98, 227, 234 Riti, José Eneas, 78, 221, 229, 232, 235, 240 Rius, Pedro, 68, 228 Rivadeneira, Tito, 190 Rivano, Gabriel, 165, 238 Rivarola, Juan E., 37 Rivera, Alberto, 210 Rivera, Fructuoso, 33 Rivera, Jorge B., 104 Rivero, Edmundo Leonel, 24, 143, 160, 223, 231, 236, 229 Rizzuti, José M., 228 Roca, J.A., 230 Roca, Julio Argentino, 35, 55-56, 69, 208-209 Roca, Julio Argentino (h.), 85, 126-127 Roca, Marfa, 67 Roca Figueroa, Magdalena, 209 Rocea, Juan A., 119, 227 Rocea, Julio, 68 Roccatagliata, David (“Tito”), 228 Rochel, “Toto”, 235 Rock, David, 46, 63, 146, 219 Indice de nombres Rockefeller, Nelson, 197-198 Rodas, José, 64, 230 Rodio, Antonio, 78, 142, 240 Rodriguez, Arturo, 222. Rodriguez, Calixto, 80 Rodriguez, Enrique, 149, 237, 238 Rodriguez, Maria, 44 Rodriguez de Gobbi, Flora Hortensia, 40, 62, 65 Rodriguez Bustamante, A.J. 234 Rodriguez Larreta, Enrique, 27 Rodriguez. Molas, Ricardo, 172-173, 219 Rojas, Antoliano, 170 Rojas, Isaac Francisco, 196 Rojas, Ricardo, 27, 48, 170 Roldan, Belisario, 47 Roldédn, Carlos (Carlos Porcal), 38 Roldén, Luis, 17, 232 Rol6n, Fernando, 226 Romano, Eduardo, 108, 220 Romay, Alejandro (Argentino Alejandro Sauil), 149, 192, 195 Romay, Diego (Diego Satil), 195 Romero, Manuel C., 36, 48, 175, 223, 229, 236, 237, 240 Romeu, Carlos, 238 Roncetti, Laura, 208 Roos, Jaime, 165 Rosales, Raimundo, 202, 238 Rosas, Juan Manuel de, 32-33, 41, 129 Rossi, Rafael, 175, 224, 226 Rossi, Vicente, 30-31, 43, 170, 220 Rotundo, Francisco, 153 Rovira, Eduardo, 164 Rozitchner, Leén, 197 Rua, Fernando de la, 25, 208 Rubino, Vicente, 171, 220 Rubinstein, Luis, 106, 142, 149, 175, 224, 226, 235, 239 Rufino, Roberto, 226, 239 Ruggiero, Juan (“Ruggierito”), 52, 218 Ruggiero, Osvaldo, 232, 234 Ruiz Guifiazé, Alejandro, 125 Ruiz, Floreal, 153 Russo, Carlos A., 239 Russo, Vicente, 239 Sabato, Ernesto, 157 Saborido, Enrique, 175, 214, 231 Sadi, Tito, 97 Séenz, Dalmiro, 190 Séenz Pefia, Roque, 36, 64, 208 Séenz Quesada, Marfa, 157 Sala, José, 160 Salamanca, Fulvio, 99, 232, 237 Saldias, José Antonio, 66 Saldias, Martin Olegario, 76, 223 Salgan, Horacio, 159, 164, 221 Salguero, L.M., 229 Salinas, Hernan, 97 San Lorenzo, Vicente (Vicente Ronca), 222 San Martin, José de, 21 Sanchez, Florencio, 95 Sanchez Gorio, Juan (Juan Gregorio Sén- chez), 230 Sanchez Sorondo, Marcelo, 135 Sanchez Vazquez, Adolfo, 56, 220 Sandino, Augusto César, 98 Sanguinetti, Horacio (“Basterra”), 144, 230 Santa Cruz, Domingo, 56, 175, 208, 229 Santa Cruz, José, 208 Santamarina de Lezica Alvear, Elvira, 68 Santomil, Maria Laura, 165, 225 Santoro, Daniel, 152 Saraceni, Julio, 132, 150 Saraceni, Marcelo, 238 Saraceno, Ratil, 239 Saravia, Aparicio, 39 Sarmiento, Domingo Faustino, 49 Sarmiento, Gallardo, 238 Sartre, Jean-Paul, 201 Sassone, J., 233 Sastre, Rodolfo, 78, 240 Sbarra Mitre, Oscar, 21, 143 Scalabrini Ortiz, Rauil, 27, 128 Scatasso, Antonio, 234, 235, 240 Schettini, Ariel, 192 Schnaider, José, 57, 229 Schoenau, Peter, 190 Schoo Lastra, Dionisio, 209 Schopenhauer, Arthur, 116 Sciammarella, Rodolfo, 106, 142, 153, 163, 224, 227, 228, 233, 240 Scolatti Almeida, Félix, 222 Scorticati, Federico, 224 Sebastian, Ana, 22, 175, 219 Sebreli, Juan José, 106 253 la otra historia Apuntes para ESOS MALDITOS TANGOS yista y critico profundo, Ricardo Horvath entrega aqui un gran aporte ala historia de la cultura argentina. Se trata del rescate de tangos importantes pero desconocidos para la mayor parte del piiblico, obras que no gozan de la propagacién y el prestigio que otorga el aparato difusor. El autor los ha rescatado del {index oligr- quico y nos los ofrece ahora bajo la categoria de “tangos malditos”. {Qué ‘ha ocurrido con ellos? Sucede que estas obras cometen la osadia de incursionar en lo social, de ligarse a las experiencias populares y, por tanto, transitan los caminos peligrosos del compro- miso y la denuncia. Ello les ha valido el ocultamiento y muchas veces el olvido. Indudablemente, estos tangos silenciados hablan de otra historia y en este libro recuperan su voz. (Del Prologo de Norberto Galasso) Ricardo Horvath (Buenos / res, 1956) se inicié en el periodismo en 1955. 46 su oficio en medios graficos, radiofSnicos y televisivos. Fue participante xpositor en diversos seminarios nacionales e internacionales de comuni “a cidn. Como docente dio cursos en su especialidad en facultades de comunicacién y diversas instituciones, brindé char turales, etc. Creador, product fonicos, como Café, har, hillares (1984-2006), que recibié el premio Martin Fierro 1998 al mejor programa ce misica ciudadana. Es autor de dfemorias y recuerdos del Blackie, La trama veereta de la radiodifusién argentina, Cuba la oculta y (Qué con la radiv?, entre otras obras. sy conlerencias en sindicatos, centros cul ; realizador y conductor de distintos ciclos radio- Editorial Biblos LATITUD SUR COLECCION LA FC ISBN 950-7 MATA, A 789507! ‘ill 865497|

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