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Alejandro Zapa
Conciencia (2008) de Carlos Larracilla. Óleo sobre tela, 150 x 100 cm.
Xitlalitl Rodríguez
Kaleb Gómez
Ricardo Yáñez
enero-marzo 2011
1
7
Visítanos en la red y descarga N u m e n N u m e n invita a colaborar con obra inédita en poesía y
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LAS LETRAS ESTÁN AQUÍ Letras.
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Patio de los Ángeles
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7
Índice
LAS LETRAS ESTÁN AQUÍ
Es la mano de un santo
que…
R e my s A l b e r t o
C ar va j a l / 3
Editorial
Minificciones sobre
Una mujer(?) flotando en un espacio negro negro con nada más hombres que cambian
encima que una franela a manera de turbante, mucho maquillaje M ar i o A l b e r t o
en su cara y tres burbujas/esferas adentro de otras tres esferas/ Hernández / 4
burbujas orbitando alrededor de ella*: los matemáticos comien-
La expansión del jardín
zan a correr estadísticas en sus computadoras: ¿cuáles son las
en los ojos
probabilidades de que un hombrecillo se encuentre con esta
Alejandro Zapa / 6
escena en su pequeña vida?; los físicos experimentan ansiosos:
¿es la poca ropa lo que la hace levitar o acaso la tela roja imi- El arenero de Infanta
ta el movimiento de unas hélices?; algunos sociólogos escriben Sinalefa
páginas y páginas de cómo la presión que las manos de ella(?) X itlalitl R odríguez / 7
ejercen sobre su caja torácica es un fiel reflejo de la opresión que
sufre la mujer actual (alguna vez costilla al fin y al cabo); un his- La tierra clama sangre
toriador emérito, seguido por muchos más, asegura que localiza- Daniel Alejandro
C o l m e n e r o / 10
rá en el mapa el lugar exacto del escenario y promete organizar
tours anuales (a precios accesibles y a plazos) hacia aquel punto.
(eidos)
De este cuadro, Numen hace una de las posibles lecturas
K aleb G ómez / 11
infinitas (mas siempre pertinentes) y rechaza determinadamen-
te aquéllas que subrepticia pero escandalosamente le niegan al Lingua linguarum
artista una de las características más propias de la condición J osé J ared G alván / 12
humana: la habilidad de imaginar. Está claro que no es del todo
relevante hacer un absurdo esfuerzo callabocas para sacar de al- El corazón es músico
gún archivo olvidado el acta de nacimiento que pruebe la exis- R i car d o Yá ñ e z / 16
Portada:
Conciencia (2008) de
Carlos Larracilla. λ
Sin negarse a reformas hogáricas futuras y
Óleo sobre tela, ocasionales visitas a sus vecinas, eso sí.
No, no se crea: mejor siga leyendo.
150 x 100 cm.
2 N umen 7 / enero - marzo 2011
Es la mano de un santo que…
R e m y s A l b e r t o C ar v a j a l
M ar i o A l b e r t o H e r n á n d e z
El simio
Vestido impecablemente con su uniforme de guardia de
seguridad un hombre de unos cuarenta años resguarda la
entrada del palacio presidencial. Con la mano derecha mueve
ágilmente su tolete demostrando que gracias al paso de los años
ha llegado a la perfección de esa práctica. Un manifestante sin
identificación alguna pide hablar con el primer mandatario.
Protesta por la nueva ley que prohíbe utilizar paraguas los días de
lluvia. El guardia de seguridad le impide el paso al manifestante
quien adquiere una actitud conflictiva. Al guardia no le queda
1986: el mundo entero estaba
unido por un balón con la XIII otra alternativa que utilizar su arma en contra del manifestante.
Copa Mundial de Futbol, que
consagró a Diego Maradona. El
Los golpes sobre aquel individuo no surgen efecto. El tolete se
nigeriano Wole Soyinka, ganaba ha transformado en una banana. El guardia desgarra a tirones su
el premio Nobel de Literatura,
convirtiéndose en el primer es-
ropa y dando saltos atraviesa la avenida esquivando los autos
critor africano en conseguir el que pasan a toda velocidad. Ya sin obstáculos el manifestante
galardón. El rey Juan Carlos de
España entregaba el Príncipe
llega hasta la oficina del primer mandatario. De forma sumisa
de Asturias a Mario Vargas Llosa. pide que se restrinja la ley contra los paraguas. Después de
Caetano Veloso editó Nonesuch,
dándole de nuevo la vuelta al
unos minutos sale del lugar con la promesa de que se tratará el
bossa nova. En México, Juan Rul- tema en la próxima junta de cabildo. El primer mandatario se ha
fo se convertía en un ánima más
de Comala, Fernando del Paso
quedado molesto porque una vez más su simio ha dejado pasar
terminaba de escribir Noticias a uno de esos tantos incómodos manifestantes.
del Imperio, el Monterrey salía
campeón del Torneo Prode. Y en
Tala, Jalisco, nacía Mario Alberto El cigarrillo
Hernández, ecléctico cazador de
imágenes para luego narrar otro
Un hombre de edad avanzada se encuentra sentado en una vieja
mundo posible. banca del subterráneo esperando el último tren de la noche. Saca
El escritor
Un viejo escritor redacta la que será la mejor historia de su carrera
literaria. Cada línea que escribe va impregnada de una excelente
creatividad y originalidad narrativa. Antes de finalizar su relato
el hombre relee cada parte que ha escrito. Gusta de supervisar
detalladamente sus obras antes de finalizarlas. Una vez pasado
el control de calidad el hombre va y se recuesta tranquilamente
en su cama. Poco a poco su cuerpo se va transformando en
palabras que vuelan hacia la hoja de papel. Las palabras se
colocan exactamente en el lugar que les corresponde. Sin duda
la historia ha tenido el mejor final que hubiese podido tener y el
hombre así finaliza con su vida mereciendo el final con el que
todo escritor sueña a lo largo de su carrera.
Alejandro Zapa
Xitlalitl Rodríguez
I
É s t a , como casi todas las historias sobre gatos, no tiene como
personaje principal una sílaba tónica; aunque también se trate
de un relieve, de un dardo que atraviesa el aro minúsculo de
una vocal. Ese animal juega con sus garras a matar un molusco
en nuestra lengua. Le importa tan poco que luego lo libera
Como si fuera poca cosa cam-
como a un insecto, y lo deja descansar sobre pequeñas piedras, biar la arena, comprar el kilo de
uno, dos, tres, monosílabas. Rocas lisas y ovaladas. Átonas. güiscas de la semana, recoger
los restos de la presilla casual,
Exhalación descolocada. Nunca la misma en el mismo sitio. De echarse los vanguardistas con-
nuevo vocal, vocal cerrada, vocal casi, vocal abierta. Desde la ciertos de piano (a cuatro patas)
y demás excentricidades felinas,
glotis se asoma. Sonantes antes y después. Se alarga. Y aunque a esta gata se le ocurre hacerse
sílaba, no es tónica. Termina siempre con las patas donde llamar por el nombre de Infanta
Sinalefa Icazbalceta Duverdiva-
empieza el salto. Esconde números. Las cifras son una bola de lle. ¡Pobre Xitlalitl (modelo ’82)!
estambre que, como casi todas las historias sobre gatos, nunca Son unos ruborzotes los que
pasa cuando sale a buscarla gri-
termina. Se mueve en la misma cuenta. Revuelve sus patas en tando su nombre (sí, así comple-
el aire para darle vuelta, pero es el mismo. El sentido es una tito) por toda su cuadra; nomás
escucha, pequeñitas y molestas,
pluma de paloma balanceándose hasta el piso, pero ella rasga el las risitas de todos mientras ella
aire, apenas para que el ave —metonímica— caiga inadvertida. se desinfla los pulmones para
encontrarla. El único pedacito de
Este animal, animalito, pronuncia una u pensando en una i. felicidad que le queda a Xitlalitl
Garcilaso y sus cabellos que al oro oscurecían. Su coda es un Rodríguez (Letras hispánicas
2002-2007) es recontar sus boni-
paisaje marino que la persigue desde sus ojos. Y Simbad, sin tos moretones en las pantorrillas
embargo, sin Aleph. Ésta, como casi todas las historias sobre y mandar eseoeses encriptados
—que la liberen de esta capri-
gatos, tiene como personaje principal una Sinalefa. chosa gata— en poemarios
(Polvo lugar, Datsun), antologías
(Poesía viva de Jalisco) y revistas
(Luvina, Replicante). Quizá tú en-
cuentres uno algún día, lector.
III
L e n c e r í a fina
o —incluso—
cutre,
vestidos de ancho vuelo y una
correcta disposición de bagatelas
son lujos de los que uno debe prescindir
cuando vive con un gato.
Pero el cabello
—y esto es irrefutable—
debe lucir alto
Kaleb Gómez
¿Acaso no lo ves?
J o s é J ar e d G a l v á n
Eres lengua
Ondas acústicas
que se infinitizan en el pentágono de la estrella;
rectángulo áureo que se articula
que se expande en el reino volátil de Eolo.
Om antropomorfo
sílaba perfecta
/komplitud fonoloxika/
Jared apresa, entre palma y pal-
ma, la humedad granulada de
las lenguas. Las paladea (¿pe- ¿Cuándo comprender-hás [tu fonétika pɾesénsja]?
dalea?), acaricia con dientes:
¿Cuándo entender-hás ese [niƀél de kan̪tos iŋkonsjén̪tes]?
aire del musgo que se aspira. Su
primera lengua la aprehendió ¿Cuándo viajar-hás a donde
de un obturador que boquea
los sonidos sordos y sonoros
y se alimenta de luz: su lengua
madre. La poesía sabe andar en se funden en voces mitológicas,
bicicleta, repta por pasillos, se
en rimas consonánticas,
acurruca bajo las piedras, llega
de formas insospechadas, y se en tonos electrocardiogramáticos,
anida: bajo las uñas y los pómu-
en susurros ignotos y metafísicos?
los. José Jared (séptimo) fue re-
velado en carne en ’89.
Háblame:
/dime/:
[kwén̪tame]:
No olvides
No olvides
No olvides
R i car d o Yá ñ e z
E l c o ra z ó n e s m ú s i c o , se sabe,
y calladito dice lo que dice:
Yo nunca quise amar, pero te quise,
va diciendo y lo dice en modo grave.