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CUADERNOS Dd 0} HUMANIDADES N° Tl UNIVERSIDAD NACIONAE DE SALTA FACULTAD DE HUMANIDADES pee Preeery COMISION DE PIT ACO Cen OY Lah PUBLICACIONES. Cuadernos de Humanidades N° 11 Sumario Antropologia “Lagadik” (o sobre un aspecto de Ia praetica ctnografiea en el Chaco) CCualguiera sea el tema de investigacién de un antropélago en el Chaco, tarde o temprano se pregunta por todo aquello que ha cambiado otiende ‘cambiar en la forma de vida de los grupos que estudia, Este aticulo esta ceverito desde esa ineludible perspectva, José Miguel Naharro La ocupacién del Chaco y de las socledades indigenas {impacto en ta forma de vida Este trabajo plantea la alternativa de analizar el impacto que la ocupacién del Chaco tuvo para las sociedades indigenas asumiendo que a partir de la segunda mitad del siglo pasado coexisten dos modelos en esta regién, cada uno con sus propios intereses, a veces coincidentes, y a veees no: el {errateniente-industrial focalizado en la explotacién intensiva y extensiva ‘de los recursos naturales, y el estatal-miltar, con su necesidad de asegurar fronteras. La base misma del artiulo es que sélo considerande dicha co- cexistencia es posible explicarciertos aspectos en aparieneia eontradicto- ris, como que el indigena fuera bueno para trabajar pera malo para oct= par el territorio, o el hecho muchas veces pasado por alto de que para los zrandes ingenios la forma de vida de los distintos grupos constitayera en si buena parte del valor agregado de esa fuerza laboral, José Miguel Naharro 35 weias de fa Fdueacion 1 inyestigueién participativa para el cambio educativo en contextos de abordaje institucional. Se presenta una experiencia de investigacion participativa en el marco de ‘in investigacién eualitativa mas amplia que se estéllevando a cabo en la (Universidad Nacional de Salta, En la misma se indagan las representacio- nes suefales que sabre educacion y trabajo tienen los actores sociales de ‘una insttueidn educativo asistencia urbana de EGB, que alberga a una snanerosa poblacién de nifios de sectores muy pobres. Frente a la precari daly obsolescencia advertida en los Talleres (de earpinteria, metalstria, iyvonomia,eletricidad y construcciones) que forman parte de la curricula ‘hela mencionada institucié, Ia investigacion participaiva fue planteada ‘wun espacie compartide de reflexién conjunta con tos maestros de talle~ esi para analizar sus précticas educativas en relacién alas actuales dex rmandas de la edueacion y del trabajo, y para promover saberes y atividas sles aecuados a Jas nuevas exigencias que sobre el particular se plantean Hlesde ta Ley Federal de Edueacidn, Nos interrogamos sobre qué modali= shad debe asumir la promocién del cambio de las praciicas frente a las ‘sisencias , a la contradiceiones entre ol deseo y el miedo a aprender, a los imaginarios institucional y de los actores sociales que generan mar has y eontramarchas en torno a esta impostergable cuestin, Susema Gareca, Marta Celia livento, Marfa Sonia Wisnivesky. niversidad y sociedad. Rupturas y desequilib Actualmente, se observa que fa universidad ha venido suftiendo, en forma paulatina, una péedida de valoracién, producto de factores contextuales y tle a apaticién de auevas demandas que - como nuevas funciones - se incompotan a las tradicionales de Formacién y actualizacion de profesiona- les y de investigacién, En tal sentido, se obscrvan deficiencias en la petti- neneia de la institucién, esto es: falta de vineulos solidarios con a socie= ‘dad, como resultado de Ia falta de difusidn, compromiso e impacto social td todas sus acciones. Para revertr esta situaciin, se requieren potticasinternas dirigidas a for- {alecer aetitudes de eompromiso social y accfones sistemiticas para cono- cer los requerimientos del medio y analizar alternativas de solucién. Navarro de Goitfredi, Ana Maria, Alvarez de Figueroa, Maria Teresa, Purio de Saurit, Maria Estela 8 Cuanos ot Hunan es de eseuclas de nivel medio le Sa cciones sobre las figuras parentales y la sexualidad. ‘sus repress {én qué-aspectos se asemejan y en eudles se distinguen los adolescentes de lia Ciudad de Saka, respecto al “modelo” generalmente difundido en la bibliografia sobre la etapa adolescente? Este articulo expone los result dos obtenidos por el equipo del Proyecto N° 556 del CIUNSA, desarrolla- do enire mayo de 1995 y diciembre de 1997, con la partcipacién, en el trabajo de campo, de los alumnos de la carrera de Ciencias de la Educa- cin que cursaa el Taller I de Adoleseencia. La indagacién, sobre una ‘muestra no probabilistica de estudiantes de escuelas de nivel medio de Salta Cap.) tuvo como objetivo ampliar el conacimiento de los adoles- feentes de nuestro medio y de su relacién con Tos padres y la sexualidad, snalizando la incidencia de estas problemticas en algunos aspectos cons- titutivos de sw identidad Nilda Josefa Masei, Silvia Testa de Dantur y Nilda Clara Medina, Filosofia La vida es un orde! [El avance del ‘pensamiento nico’ necesita un suelo propicio para expan- dlrs, la laminaeién de las eonciencias, la aceptacion conformista del si tema, la construceidn de una subjetividad que, en palabras de Castoriadis, podriamos llamar “zappingantrophos’ 0 “reflejantrophos (Un viejo interrogante sabre un ore nuevo, ,que hacer? Acaso fa pregunta ya sea um inicio de wn edifiear que nos llama a estar despiertos, insomes, tiempo de viailia para evitar fy claysura de la VIDA. abandono de esta -mscars maguinica,invesnal, tnética por el roste frutal de unjust tiempo humana Ana Simesen de Bielke, Teresa Leonardi Herrén Entre la perplejidad y Ia esperanza Lo emblemitico de nuestra época es la subsuncién, casi generalizada de rovlas sus expresiones, en un incesante aumento de entropia, en un caos feconémico y teenoldgico, en un paulatino ecocidio y en una fragmenta- ccién y desintegracion psiquica. Todo esto a la par del triunfo y hhomogeneizaciéa del capitalismo tardio. Urgen encontrar respuestas a ka inguietante pregunta del fin de! milenio: gen qué condiciones hemos de sobreviviren el campo minado de un planeta agotado y en el espacio con- ‘yulso de las relaciones humanas? Ana Simesen de Bictke, Teresa Leonard Herrin 93 135 M3 Historia Algunas consideraciones preliminares sobre el comportamiento de los precios en alta, 1700-1750 1 presente trabajo se propone abordar el comportamiento de algunos de los precios en Salta entre 1700 y 1750, que signifien ademas de un andlisis cuanttative puro, acercamas a la sociedad de Ia primera mitad del Siglo XVIII Para el periodo colonial tardio en la regién contamos con trabajos aque, desde distintas épticas, explican la reactivacién mercantil producida fn el espacio andino y particularmente en Salta. Nuestro objetivo seré lentonces reconocer sia esa reactivacin seftalad, le habria precedido una epoca de crisis, de estabilidad o simplemente una de transicién. Las fuen- {cs para la presente ponencia son fundamentalmente protacalos notari- les, enpedientes judiciales existentes enol Archivo y Biblioteca Histéricas de Slata, con los que se trakajan cuatro variables sustantivas: Netamien- tos, invernadas, mulas y ropa de la Ciera, por entender que son las mis signiticativas de la época en cuestin, Lie, Graciela Lloveras de Arce Lie, Mara Cecilia Mercado H. ‘Comerciantes-ganaderos y propietarios. Salta (1880-1920)" El trabajo analiza la produccidn y el comercio del ganado vacuno de la provineia de Salta y su vineulaci6n con las demandas del mercado salitrero ‘del norte chileno, Los comerciantes-ganaderos i su vez. miembros de la oligarqula local, invierten parte de sus excedentes en la adquisicién de ‘icra tanto al Estado provineial como a particuares, con lo que se prod- ce la concentracion de la misma en paces manos, Prof. Azucena del Valle Michel y Elizabeth Savie {La primera ley electoral en Is provincia de Salta y las luchas politieas re identidades dispersas: radieales, independientes, conservadores, 1906-1908, [Durante el periodo 1906-1909 se producen una seri de crisis en ol inte- rior del régimen aligarquico salto, el trabajo demuestra de que forma los grupos dominantes artculan las redes parentales y las clientlas elec- ‘oriles para mantener fa legitimidad cuestionada; situados en un raismo hhasamento social y de prcticas politicas comunes, radicales, conservado- res (oi ado Ia Logica de la lucha Ue facciones, a amulacion del oponente y kt exclusion de los grupos popt= haves alist y disidentes) se dispersan sig Esther Maria Torino, Maria Elva Frutos Rubén Emilio Correa 6 (Cuaoensos pz HuMasioanes 135 179 CCunberos bk Humantoades Idiomas Inglés con propésitos académicos: La escritura de Abstracts. Esto trabajo trata Sobre los estudios que se vienen realizando con miras & Ja formulacién de una metodologia para enseflar a escribir abstracts en ingles a investigadores hispanohablantes. Con este fin se estudian las co- nexiones entre lectura y escritura como procesos complementarios. La lec- tur la escrtura comparten algunos rasgos que nos llevan a considerar a la primera como un prerequisito para la segunda. Se analizan las earacte- risticas y las partes tipicas de este género, Consideramos que es posible censofar 8 eseribir abstracts a investigadores hispanohablantes con cono- cimiento de la retérica del discurso académico y conocimiento espectfico de su drea de estudio, aunque con una limitada competencia lingdstica dol idioma inglés Martha Botto de Pocovi, Susana Briones Liliana Fortuny y Silvia Sastre Lenguas aborigenes en Salta: cia una planificacién lingUistien Universidad Nacional de SallaBn este trabajo aludimos primeramente conceptos tedricos de la SociolingUistics, en particular ef que tata la pla- nificacin atinente al contacto de lenguas; asimismo ejemplificamas las politicas que, en ese sentido, han adoptado algunos palses plurilingves, En relacién con el panorama hispanoamericano, observamos que fos nue ‘vos espacios conquistadas por las lenguas aborigenes son todavia muy reducidos y que, si bien la legislacion sobre lenguas minoritarias no esta ausenle en las Constituciones Latinoamericanas, no se cuenta con una verdadera politica de aplicacion que las respalde. Por ello, lego de refe- rims alas siete etnias aborigenes ubicadas al este del teitorio saltefio, postulamos un conjunto de acciones basieas que creemos se deben instrumentar para que las lenguas de dichas comunidades puedan estu- diarse y conservarse. Laura Leticia Marziano y Haydée Celia Gonzéles. .. ‘Comprensidn lectora en inglés: disefio de materiales [Este trabajo intenta responder a Jos intrrogantes que surgen ante el desa- flo que significa para los docentes la preparacion de materiales para cur- sos de comprensién lectora en inglés. Con este propésito se presentan los fandamentos tedricos de la metodolozia usada en clases de leetura con. un enfoque comunicativo. Esta fundamentacin se ve reflejada en ie un texto modelo y en las actividades disefladas para su explotacién, {Los textos explotados teniendo en cuenta tanto. su proble 249 so 261 {as coracteristicas de Ia situacién comunicativa y la seleccidn adecuada de las estrategias de lectura aplicar,failitan cl pro- ‘eso de eonstruccién del significado a Jos lectores. Graciela Saravia, Elena Carlsen de Escudero, Susana Fernéndez de Decavi y Graciela Miller de Arechaga 291 Letras, Sobre «nacionalismos» y «regionalismos» o los avatares de las politi hiterarias metropolitanas 51 propésito en esta propuesta es reflexionar Sobre la construccién Litera ‘ura Argentina, en tanto construccién elaborada por la critica literaria a parte de fa consttuetén de a entidad nacional, va sus correlatosregiona- lesen el seguimiento de su generacién en el tiempo, siempre sujeto a to politicos de caracter hegeménico. Es por ello que no se tratar anilisis de textuaidades producidas dent del corpus general de la Literatura Argentina, ni dentro de demarcaciones pertinentes a ninguna ones intriores, sino de pensar las condiciones de produecién sociopolticas y discursivas en que esos constructos han sido generados por la critica y la historiograffa iteraria, Se tata de una propuesta de izacidn de la nocién de “regidn” y, en particular, de “region lite- ria” desde perspectivas semidticas y sociohistéricas, Zulma Palermo : oe a 323 dem Nomina de Autores .. 2341 Antropologia agadik” (o sobre un aspecto de la prictica etnogrifica en el Chaco) 1sé Miguel Naharro! Humanidades-Cepiie -Ciunsa Tatar de explicar por qué se elige al Chaco como terreno de investi uacidn etnogréfica puede no ser dificil, lo dificil en todo easo es tvasmitir el sentimiento que a uno le puede embargar cuando asiste a | lesaparicién de determinados tipos de realidad que obstinadamente hemos negado a comprender, Métraux dijo en cierta ocasién que alguna vez, ia sobre Ia melancolia que le provocaba fa dolorosa agonia de los grupos del Chaco y que él habia recogido en las palabras del vicjo ef LLapadik: * «Antes de la legada de los blancos, nuestro rio nunca se desbor- \laba. EI ganado ha sustituido a los animales que acostumbrabamos lantiguamente estos eran abundantes y ahora morimos de hambre en nuk tvos propios terrenos de caza. Antes, la maleza no ocultaba las orillas del Pilcomayo. Alli existian grandes lanuras cubiertas de hierba, donde corrian los rebafios de avestruces, Podia verse también a los ciervos, de hi presencia y enormes astas. Ahora ellos también han desaparecido en el agua terande ... » Los tobas y matacos seguiran pronto a los ciervos.a los comer, mosa grandes bosques.” Cuando uno ve su situacién actual es dificil no pensar en Lagadik y sentir que de alguna manera una parte importante, una parte tinica {ible de la experiencia humana, se esti perdiendo por completo ante nues- tros ojos. eirrepe- le los siglos recientes de contacto con los europeos, dos grupos walisticos dominaron al Chaco, el Mataco-Mataguayo al occidente y el Guaycurd al oriente.’ EI grupo Guaycur comprendia antiguamenie a abipones, mbayds y payaguds, pero hoy esté conformado bésicamente por mocovies, tobas y pilagés. De ellos, los mis numerosos y extendidos son sin lugar a dudas los tobas. Los mocovies son un grupo meridional préctica- mente eneapsulado y los pilagé se encuentran distribuidos, mas que nada, en las porciones septentrionales, La proximidad lingttistica entre cada uno es relativa, pero en general se reconoce que tobas y pilagés estin desde este punto de vista mucho més préximos entre si Los tobas se reconocen a si mismos como gom, variando su denomi- nacién segtin el lugar. Miller los ha registrado como gom o nam gom, “la gente”, en lo que es hoy territorio formosefio,' y nosotros como gomleeks cn las vastas zonas limitrofes con la provincia de Salta; alos cuales hay que Ulistinguir, a su vez, de los tobas bolivianos y de los llamados emok-tohas del Paraguay. Elotro gran grupo, el Mataco-Mataguayo, esta constituido por wichis, nivaklés ¢ iyojwajas,* Siendo los primeros, en este caso, los més numero. sos. Con todo, tratar de dar un dato preciso es a veces diftcil. El Censo Nacional Aborigen realizado entre 1966 y 1967, pero publicado como re- sultados provisorios en el "68, computa 10.022 individuos. Veinte affos des- ppués, el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen hace subir Ja cifra a sesenta ‘mil Ninguna de las dos, sin embargo, parece ser lo suficientemente confiable 1 censo nacional pas6 por alto departamentos enteros en algunas provin- cas,’ en tanto que la segunda cifra, atin corrigiendo esta tiltima circunstan- cia, jamas podria atribuirse al crecimiento vegetative, Otras estimaciones de mediados de la década del setenta llegaron a hablar de més de veintiiin mil wichis.* Probablemente el tnico hecho objetivo es que existen dieciocho comunidades en la provincia del Chaco, treinta en Formosa y cuarenta y ‘cuatro en Salta, De ahi en més si hubiera que hacer algiin célculo, no seria sino pareial y aproximado. Asi, la cifta de mas de nueve mil wichis? que ‘odavia esta ultima provincia reconoce como dato oficial para los departa- mentos de Gral. San Martin, Rivadavia, Anta y Metin se encuentra hoy, después de mis de diez affos de haber sido tomada, completamente desactualizada. Y miéxime si se tiene en cuenta el angustioso deterioro de LAGAN (6 smn UN AsHCTO OH LA ETON) 2 Jas condiciones sociales de la tltima década, EL habitat contempordneo de los wich son los amplios espacios del ‘Chaco Semiirido que quedan comprendidos entre el Pileomayo y el Berme: jo. Junto a ellos, encontramos también a nivaklés, a iyojwajas y a algunas comunidades qomleeks, aunque en muy reducido niimero. Se trata en todos los casos de poblaciones semintimades con un fuerte sustrato cazador- recolector que todavia es apreciable en sus pricticas de subsistencia, y que sgrosso modo pueden caracterizarse como “no especializadas”. Es decir, no hay tna predileccién demasiado marcada por determinados tipos de plantas o determinadas clases de animales. Los hombres cazan lo que se encuentra, ves del monte, quirquinchos, corzuelas, y las mujeres y nifios recolectan «yin Jo que provea la estacién del afio, en lo que podriamos lamar una Jivisién de tareas no demasiado tigida."® No es dificil entonces observar a (amilias enteras adentrarse en el monte para ver qué pueden conseguir ese «lia sin evar en mente “algo” en particular, salvo un conocimiento préetico sobre el entorno que puede llegar a ser extremadamente detallado. El alga~ robo blanco (Prosopis alba) y el tala (Seltis sp.) se toman como signos seguros de mayor disponibilidad de agua. FI chafiar (Geoffiea decorticans), cl yacén (lacaratia hassleriana) y el ancoche (Wallesia glabra) de napas a poca profundidad. Los quebrachos blancos (Aspidosperma quebracho-blan. co) y los quebrachos colorados (Schinopsis balansae), de cambio de hume- «dad en elambiente, Y el predominio de breas arbustivas (Cercidium australe), de stelos ricos en sal, Todo lo cual se asocia inmediatamente con la proba ble presencia o la probable ausencia de ciertas especies animales u otras especies vegetales, Asi por ejemplo, se sabe que algunas bromeliceas 0 chaguates” (Bromelia hyeronimt y Bromeli serra), ampliamente utilizadas para la confeccién de textiles, necesitan de determinadas condiciones de luz. y humedad, lo mismo que ciertos representantes dei género Capparis (Capparis salicifolia) para los cuales se encuentra usos tan diversos como alimento, repelentes y venenos. ‘Aexcepeién de los om en su periodo ecuestre (siglo xvit), momento cen que si se produjo lo que podriamos llamar una diferenciacién, original- mente todos estos grupos estuvieron organizados en bandas igualitarias euya movimientos migratorios dependian en gran medida de la disponibilidad estacional de alimentos. Siguiendo un patrén de fisién y fusion, estas bandas se descomponian y componian a partir de unidades menotes basadas parti- ccularmente en los vinculos de parentesco. El territorio de eaza y recoleccién deestas bandas se poseia “en comin” y cualquiera de sus miem- bros tenia derecho «su usufructo sin otra restriccin que las que cada cultu- +, bajo la forma de conocimientos précticos o de tabiies alimenticios, impu- sicra al respecto. Limitaciones que en muchos casos tenian un verdadero efecto regulador que permitia mantener dentro de ciertos limites a las rela- ciomes dadas entre el hombre y el ambiente. La tierra no era vista eomo un bien enajenable, sino como algo de lo que todos podian participar con un ‘grado de flexibilidad muy amplio. Individuos pertenecientes a distintas ban- das o incluso a etnias diferentes podian compartir el territorio sin que ello supusiera demasiados problemas, Si por la escasez de alimentos alguien penetraba en un érea que no formaba parte de sus recorridos habituales bastaba con solieitar el acceso a quienes por largo tiempo lo hubieran teni- do, creando asi para el futuro una obligacién de correspondencia que podia ser satisfecha, incluso, a través de un tercer grupo. Dentro de este contexto, el trabajo era coneebido en faneién de lo ‘materialmente necesario para la subsistencia y medido estrietamente por la cobertura de las necesidades bisicas, ya que en general no se producia 0 fomaba del entorno mas alld de lo que el uso o el consumo inmediatos pu- \licran justificar. Asf, una vez alcanzadas las cuotas previstas, la biisqueda ccesabade inmediato."* Muchas de estas practicas subsisten de’alguna manera todavia hoy. En la ribera sur del Pilcomayo, desde La Puntana a San Andrés por ejemplo, los \wichi ain controlan parte de su economia dle produccién en base a algunos de los sentidos y concepeiones que su cultura les dicta, La caza, la pesca, la tweoleccidn de vegetales y de miel silvestre," y en ocasiones la preparacién le pequetias parcelas de cultivo, se distribuyen como actividades dentro de un ciclo anual en el que se diferencian claramente dos épocas: la del nejlds,"" “nada para comer”, y la del nihlokés nasney, 0 “todo de diferentes cosas”.'* PI nihlokeés nasney es la época de cosecha, de recoleccién abundante, de caza diversa y, por supuesto, de algarroba."’ Ahora bien, que la caza y la pesca sean abundantes no significa que pueda realizarse a mansalva o que el constumo de su producto sea generalizado, Sélo se debe pescat lo necesario 1a el dia, Las orimeras asnaléh, vizcachas (Lavostomus maximus). aue XLLAGADIKD (0 SIE UM ASPECTO BE LA PRACTICA.) 25 jen de la madriguera no deben ser muertas, EL abuésdh, rosillo (Pecari Jajacu), no puede ser eo . Owandh, el tat! sélo puede ser comido por los mas viejos. Ahwendh, el piché (Burmeisterta reiusa clorindae), evién sirve de alimento cuando uno tiene un hijo que hia comenzado a caminar. Cada una de estas especies tiene su propio Jewiik o “duciio” y es él quien dicta cémo ha de ser consumida y qué tipo de com- pensacién comesponde en caso de que la norma sea infringida."” El riesgo que se corre -dicen los informantes de mayor edad- es que los animales netmen para desgracia de todos o que un ahdt penetre en el cuerpo del lransgtesor provocando entonces wna enfermedad (aités)."* Desde el punto, de vista de un observador extemo estas creencias pueden carecer de una on empitica que las convalide, pero hay que considerar no tanto si coin- iden 0 no con nuestra propia representacién de la realidad, sino en qué ida reflejan el precario equilibrio que existe entre predacién y reproduc- in. No sabemos a cieneia cierta desde cuando los wichi habitan en el Cha », pero es indudable que aiin desde lo que concierne a sus concepeiones han estado notablemente adaptados a las relaciones medioambientales que les toca enfrentat. Lo cual también ineluye, aunque a otro nivel, la posibili- ‘dad de explotacién colectiva de distintos espacios, cosa que estas mismas ‘comunidades todavia pueden ilustrar manteniendo una superposicién sur mente intrincada en sus éreas de recorrido sin importar demasiado si se trata cic grupos “del monte” o de grupos “del rio”. Lo tinico observable, si es que ibe, es que el tamaiio de estas Areas de reeorrido varfan de acuerdo a la pocadel afo y a su capacidad de sustentacién, y que si ain asi la provision scasea siempre esta vigente el recurso del intercambio. ssumido por los mas jovi Entre los iyojwajas de la zona existe una notable cantidad de expre jones para hacer referencia la circulacién de objetos y alimentos: infwdeit, cewejnam, a-tés, que se utilizan en distintos sentidos de lo que pods entender por “dar”, pero quizas las mas interesantes sean eheke foiajai y hiwit kijwan, cuyos sentidos genéricos podriamos aproximat a 10 que noso~ {os entendemos por “cambiar” y “compartir”, Interesantes, porque “eheke ‘oiajai" parece estar reservada al intercambio con otros que no son iyojwajas (pee. wichis, nivaklés ¢ incluso tapy'y),"' en tanto que “hiwit kijwan” al he: ccho de que varios hombres puedan compartir, coneretamente, lo que s6lo uno de ellos caz6, La obligacidin mas fuerte es para con vecinos y afines, pero de ahi en més también existe a nivel del grupo local y entre distintos, iamos, 26 CuADERNOS He HuMAMDANES erupos entre si, Cosa que con va iaciones mayores © menores también se puede observar entre los gomlecks de Monte Carmelo y enite los nivaklé dle uno y otro lado del limite con Paraguay, que en caso de ser abundante, repauten el producto de lo obtenido comenzando pot los patientes politicos ins inmediatos: generalmente el hermano y los padres de la esposa, La situacion, sin embargo, dista bastante de ser homogénea, Estos mismos hivaklé reconocen muchas situaciones en las que es legitimo cireunscribir el ssumo sélo al grupo doméstico, en tanto que los iyojwaja consideran los que sélo recogen frutos para los més allegados A medida que nos alejamos del Pileomayo y nos acercamos al Berme- jo muchas de estas pautas cambian. En parte, por variaciones inherentes a la propia realidad de cada uno de estos grupos, y en parte por el impacto dliferencial que han venido recibiendo de la sociedad mayoritaria 2 Esto del impacto diferencial debe entenderse en un doble sentido. Por tun lado abarea el hecho de que las consecuencias de la ocupacién del Chaco tno han sido siempre ni exactamente las mismas en todas partes. Pero pot iro, que la influencia sobre todas estas sociedades ha afectado distintos planos de su cultura con las mas diversas consecuencias. Quizais lo més visible es la que concierne a la ocupacién de sus tierras, al deterioro ambiental que esto supuso y a su paulatino reclutamiento como ‘mano de obra barata, pero algunos de los mecanismos sociales que acaba- mos de deseribir se han ido deteriorando por haber recibido también un impacto a otros niveles: coneretamente, a nivel de organizacién social y a hivel deadministracién simbélica, Anivel de organizacién social la institucién més afectada fue proba- blemente La de las jefaturas, Es interesante ver que en los registros militares ‘lel siglo pasado (y al parecer ain en los de prineipios de este), las expedi- cones se organizaban en contra de determinados caciques. En el gobierno cxistia la imagen de que la relacién entre un jefe y su gente estaba basada csencialmente en la subordinacién y que esa relacién desigual afectaba ab- solutamente todos los aspectos de Ia vida social, La organizacién jerdrqui- o-querrera de los qom en el Chaco oriental reforzé por supuesto esta idea, su consecuencia mids inmediata fue la instrumentacién de una politica de debilitamiento que a ta larga no hizo distingos ni de grupos ni de sitios, ‘caso de Ia familia Mataco-Mataguayo a esto se apregari n después dos he AL AGAOM (0 SONNE UN ASPECTO BK LA RACHICA) cchoss mids no del todo desvineulados de Ia idea de jefatura como subordi ciéna un hombre, El de hacer a estos jefes responsables directos del trabajo indigena en obrajes ¢ ingenios, y el de transformarlos en dirigentes religio- sos tras la influencia de las iglesias protestantes. Sin embargo, la concepcidn primigenia sobre la institucién de la jefatura era distinta. Un jefe era alguien a quien més que poder se le reconocia prest Su eleccién dependia de su generosidad, de sus dotes oratorios y de su capacidad para interpretar las necesidades de la gente. Mis que ser alien que mandaba era alguien que resolvia cierto tipo de citcunstancias, Entre cosas citeunstancias estaba la de ser el nexo natural entre el grupo y el exte- riot y el de servir al mismo tiempo como instancia articulatoria para la vedistribucién de bienes, Los niyat wiehi y los nacki iyojwaja todavia mantienen, en alguna sedida, algo de esto. En caso de necesitar algo y saber que lo poseen se acude a ellos porque en cierta forma estén obligados a dar. Es parte de lo «que significa ser genetoso y es parte de lo que implica que se les reconozea prestigio. No obstante, a veces no hay una elara pereepcién de qué procede de las viejas pricticas y de las antiguas tradiciones y qué de los aspectos catitativos que las nuevas confesiones asignan al carisma y ala accién social le sus lideres, ¥ este es el punto donde el hablar de cambios no simplemente ulectaa las instituciones que estén més cerca de la organizacién social, sino lambign obviamente a todas aquellas que han tenido que ver o que cumplian con la funeidn de renovar permanente ciertas estructuras de sentido, Miller afirma que el sistema de representaciones y las concepeiones ‘gom estuvieron originalmente dominadas por la necesidad de mantener cierta armenia dentro del orden natural, y pr el interés puesto ea el bienestar de los parientes. La responsabilidad primaria de este mantenimiento recaia fun damentalmente sobre los pi’oxonag o chamanes, quienes estaban en com nicacién constante eon los poderes y seres espirituales.”® Segin sus propias palabras, “estas potencias espirituales ayudaban a los hombres en tiempos de peligro y confusién, en la bisqueda de alimento, en fa identificacién y cura de dolencias y enfermedades, y en Ta fermentacién de la algarraba y la ilvesire, que permitfan al hombre alcanzar el éxtasis y liberarse del ino de su existencia.”® Como los pi’oxonag aparte bign eran jefes, su situacion miel s mundo comin y cotidii de ser chamanes en ocasiones al parecer ta ‘0 de un grupo podia llegar a ser en realidad preeminente. Y no exacta- mente por las ventajas que obtuviera, sino por el prestigio y respeto que ello significaba, Un respeto que a veces rayaba el verdadero temor, porque un chaman podia proteger, pero también provocar dai. Mucho de lo que se sabe del chamanismo en e] Gran Chaco est refe- rido, en realidad, tanto a gomleeks como a wichis, ya que menos conoce- nos el de iyojwajas y nivaklés, pero parece aceptarse en general que amén de su labor especifica como tales, es decir como nexos ¢ intérpretes de los poderes espirituales, los chamanes chaqueiios desempefiaban también un rol mas amplio.* Enite los wichi el chaman se designa jayurwé 0 jayawii. Entre los iyojwajas, aiew. Los mis ancianos dicen todavia que su vocacién es una ccuestién sobrenatural: un largo perfodo de abstinencia, un sueio 0 una apa- icién en los senderos les revela su destino. A veces es también un familiar 0 ‘un miembro del grupo el que sefiala al elegido.* Las cosas sin embargo van ‘cambiando. La informacién sobre la relacién canto-poder, para dar un caso, suscita hoy las mas diversas interpretaciones. Para la década del ireinta, Métraux hace todavia referencia a que el poder de un chaman reside funda- mentalmente en su canto.” Noticias més recientes también lo mencionan, pero uno puede hallar en ellas y en el trabajo sobre el terreno la huellas de la diferencia. Al menos entre los wichi, las intervenciones del chamdn podian tener ricter de una verdadera ceremonia participando uno o mas jayawés en tuna serie de danzas y ritos purificatorios. Parte de esos ritos inclufa la inha- lacién de polvo de granos de jatéj-cebil (Piptadernia macrocarpa) para poder alcanzar cierto estado de trance. No es necesario entrar en detalles lomasiado especificos sobre las précticas y la parafernalia chaménica, pero si quizis seffalar el hecho de que como en el caso de los gom parte de su larea era velar por la situacién del grupo manteniendo bajo contral a todas aquellas condiciones que sus poderes le permitieran. El chaman, como extirpador de males, consejero y guia podia llegar a ser entonces tno de los personajes mas importante de la comunidad, y su muerte 0 desaparicién ‘entrafiar una verdadera desgracia. 4a decadencia de las jefaturas eomenz6 con las derrotas militares, puede decirse que lo mismo ocurtié conel chamanismo, Al no poder impe- dir la incursién cada vez mas frecuente de las tropas de linea o el avance de los colonos, o mucho peor, al no poder garantizar ya cierto equilibrio tras el deterioro de su situacién, la eredibilidad de los chamanes disminuyé set mente. Su papel de referencia en tamo a los contenidos simbolicos se li taria cada vez mis, y seria incluso sisteméticamente devaluado amedida de que el peso de la accién misionera se inerementaba en la zona, Es interesante observar que algunas iglesias afectaron directamente a Ja institucién privando a los chamanes de aquello que implicaba su fuente misma de poder: el canto, Ja danza y los rituales.®” Al no poder cantar ni danzar no se podia invocar ya a os espiritus auxiliares, y un chamén privado, de su didlogo con los ahat no era ya enteramente un chamén. Dentro del univers cosmovisional wichi podemos encontrar dos gran des émbitos: el de los wichi (Io humano) y el de los ahit (demonios).” Gran cantidad de cosas pueden ser ahit. Un chaman es alguien que se encue entre estos dos mundos porque un abt lo buseé o porque un chamn mori- ‘bundo le insuflé el weld, Sélo alguien que ha adquirido el welin puede con Jos ahat. El welin es invisible y no se sabe exactamente de donde viene. Slo se escucha de lejos y penetra directamente en e] alma del elegido. Cada ver, que un chamén canta el weldn esta en él, Con el canto puede vincularse con determinados ahaty sacar provecho de ello, Las dotencias del cuerpo tie sus propios aha, dominarlos implica tener poder sobre salud y enfermedad, ‘Muchos lewuk, como el sefior de los habitantes del rio (ch’laj), el duefio de las corzutelas (nowainchets) «el seflor de las Hluvias y las tormentas (tupai) son asimismo ait, y eso sélo puede significar una cosa: ineluso el rigor del rgjlés o la abundancia del nihlokés nasney estén en un terreno que no es precisamente el que puedan controlar los hombres. Ellos pertenecen al mundo yelmundo es una serie de fuerzas y poderes activos en constante equilibro. Todavia se prepara polvo de cebil sobre las margenes del Pileomayo, pero ¢s dificil que se admita cual vaya a ser su uso. También, si se es 0 no verdaderamente un chamén. A veces el aislamiento en que vive y la reserva con que se le trata terminan, sin embargo, delatando su posicién. Es proba- ble que cuando el itimo de ellos desaparezca, desaparezca también parte de un mundo, el weldn sea ya simplemente un recuerdo y, como pronosticd Métraux, todos estos grupos hayan seguido -al menos en espiritue a los ciervos en los bosques, 0 CVADAHNIOS bu Hunewunanes Notas "Fl autores dactorando por la Universidad de Sevilla ¢investigador del Consejo de Investigacién y de] Centro Promocional de Investigaciones en Historia y Antropolo- pia de la UNS, Metiaus, A. (1973), pp. 104 y 105, ‘Obviaremos aqui fas referencias a las cultura de influeneia amazénica directa 0 indi= recta como los avas (chiriguanos), ehanés y capy'y (tapietes), Mut, E. (1979), p. 12, ‘Matacos, chulupis y chorotes, respectivamente, Citado por Maxrivez Sarasora, C. (1992), p. 493, En Salta, por ejemplo, no se consideraron los depertamentos de Ania y Metin, Servicio Nacional de Asuntos Indigenas (1974), Citado por Maatintz Sarasoua, C., oe. eit Censo Aborigen Provincial (1984) PPueden sefialarse, sin embargo, exeepeiones, Entre los wich’ actividades como fa pesca (namwajat), que se lleva a cabo entre mayo y noviembre, o la recoleccién de ‘miel silvestre son tareas fundamentalmente masculinas. La recoleccién y tratamiento ‘del chaguar, en cambio, corresponde mas bien a las mujeres Actualmente dirigimos una tesis organizada en torno al concepto wichi de “lechumed” (trabajo). Tomando como caso de anaisis I organizacién laboral de Carboneito, en el pi, Daniel (comp.) 1995 Estudios sobre la historia de la industria azucarera argentina. Vol 1, Fac. de Ciencias Econémicas (UNT) y Unidad de Investigacién en Historia Regional (UNJu). Cisneros, Marcela 1982 “Campaiia al Chaco durante el gobierno del Teniente Coronel Dn, Juan Vietorino Martinez del ‘Tineo”, Primer Seminario de F UCS, pp. 15.037, ac. de Artes y Ciencias del Chaco, Fusealdo, 1 1990, na “EI proceso de constitucién del proletariado rural de origen indigena cen el Chaco.” Fin: Lisehetti, M. (Comp,), Antrapotogia, Buenos Ai- res, Budeba. Gordillo, Gaston 1993, “La actual dindmica econdmica de los cazadores-recolectores del Gran Chaco y tos deseos imaginarios del esencialismo”, Rev, Publi- car en Antropologia y Ciencias Sociales, Ato ti, n° 3, pp. 73 a 96. Gullin Abao, Alberto José 1993. La frontera del Chaco en la Gobernacién del Tucumén: 1750-1810, Servicio de Publicaciones, Univ. de Cadiz. Niklison, José E, 1917 “Investigacién sobre los indios matacos trabajadores”, Boletin det Departamento Nacional del Trabajo n° 35. Bib. Congreso de la Ni cidn. la- 1989 _Investigacién sobre los indios matacos trabajadores. Jujuy, UNTu 1990 Los tobas. Jujuy, UNI. Palavecino, E. 1936 “Las culturas aborigenes del Chaco”, Historiade la Nacién Argenti- nna, 1, pp. 429 a 472. Powell, Daniel 1989 Aborigenes matacos y crialios en el Lote Fiscal 55 de la Provincia de Salta, Sus relaciones y el contexto histérico. Trabajo presentado en el Tl Congreso Argentino y Latinoamericano de Antropologia Rural, UNSa, Salta, Rosenzvaig, Eduardo 1996 Etnias y drboles. Historia del universo ecolégico del Gran Chaco La Habana, Casa de las Américas. 3 Cuonneos pF Hunuanis Scunio, Alberto D.ll 1972 La conquista del Chaco, Buenos Aires, ‘Verucl, Ana (comp.) ae 1995 Poblacién y trabajo en el noroeste argentino. Siglos XVII y XIX UNIHIR - Fae.de Humanidades ~ UNJu. Vrinchero, Héetor Hugo y otros i 1992. Capitalism y grupos indigenas en el Chaco centro-oceidental (Salta y Formosa). 2 vols., Buenos Aires, Centro Editor de América Lati~ na. Von Bremen, Volker 1987 Fuentes de caza y recoleceidn modernas: Proyectos de ayuda al desarrollo destinados a los indigenas del Gran Chaco (Argentina Paraguay, Bolivia), Servicio de Desarrollo de las Iglesias (AG-KED), Stuttgart Yon Rosen, Eric 1990. Ui mundo que se va. Jujuy, UNSu, [Original de 1916} ‘Comereiantes-ganaderos y propietarios, Salta (1880-1920)" —————— Prof Azcona det Valle Miche! Prof, Elizabeth Savi. Introduccion En Ia historiografia argentina existe el consenso que el Estado Nacién se consolida hacia 1880, Esta fecha marca la culminacién de un largo proce st6rico inieiado en la primera década del siglo XIX. Con ello se da el fo del libetalismo burgués, inserto en un nuevo orden mundial del siste- capitalista, donde el Estado Nacién argentino participa en relacién de opendeneia al igual que el resto de América Latina. A nivel nacional se puede hablar ya de una definitivainstitucionalizacion \Jel poder, con vigencia de Ia Ley Fundamental, con una clase hegeménica (hurpuesia terrateniente) producto de una alianza previa capaz de legitimar «| poder politico: con un «orden» y un «progreso» que posibilita el avance Uc la ccivilizacién», con una economia agropecuaria, la de la Pampa Hiime~ \\), orientada al mercado externo. © Colaboraron en este Trabajo: Prof, Estela Albornoz y los alumnos Blanca Corregidor y Horacio Zelarayén, Es asi que la Argentina se inserta en la econon veedora de materia delos triales, Sin embargo, el ere CuAnunnos bk HuMAKaDaDns ‘mundial como pros primas y alimentos y como consumidora de productos eno econémico que expes isa partir de Ia década del ochenta no es parejo, pues las ott MEpAAncianre ‘Anales de Lepistacién Argentina. Diarios provinciales, Boletines semestra~ Joy estadisticos de Ia Provineia de Salta. Produceién ganadera regiones quedan en la periferia del centro, o sea de la regién pampeanow litoraler netar y repartir el excedente. Hay dos excepeiones en el inter agroindustrias del azdicar (Tucumén) y del vino (Mendoza) que orienta sit economia al mercado interno, mientras que otras regiones se insertan ety espacios extranacionales, Los estados provinciales del noroeste aryenti de la que forma parte Salta, como regién marginal en términos econémicos stiman como tinica salida reforzar los vinculos comerciales tradicional con las naciones vecinas: Chile y Bolivia, De alli que la provincia de Sall cuya principal riqueza es la ganaderia, dirige su produccién hacia el not chileno que le offece un excelente mercado como consecuencia de la explo: {acién del salitre cuyo auge se mantiene, con algunos altibajos, hasta 193) :1 periodo de estudio, abarca desde 1880 hasta 1920, década ésta partir de la cual se perfila la explotacién de otros rubros, como el petrsleo. cl azticar, productos que contribuyen a reorientar la economia provinci hacia el litoral atléntico, sobre todo cuando la exportacién chilena del sali entra en su crisis definitiva, Los objetivos de este trabajo son: analizar -en primer término- los comerciantes-ganaderos saltefios, invierten parte de sus ex laadqui el fin de acrecentar su produccién y por el poder que ella otorga, F'n al ‘casos, invierten para reforzar su condici6n de consignatarios en el comer «le Importacién-Exportacién de mercaneias, dando lugar a la conformacl «de importantes Sociedades o Compaitias, En segundo térmi erupo social con el poder politico provincial. 0, vineular Las fuentes consultadas en esta ocasién son: Bolctines de la Provincia de Salta. Censos: de poblacién, agropecuatrios Gobernadores y Ministros de Haciendas de Salta. Memorii (a, Libros de Escrituras de la Direccidin General de Inmuebles de §) ia define claramente su produccién capitalista mientras que en las otras perduran estructuras precapitalistas con diferentes maneras de ge= fasociada a su paisaje natural, que este a La riqueza econdmica de Salta es 5 presenta regiones diferentes, cuyo telieve disminuye en altura de 0 file, Puna; Cordillera Oriental también Hamada region de Valles y quebra- ‘i; Sierras subandinas y Chaco. (Ver mapa). inta una altura media de 3,000 a 3.500 metros sobre el jyivel det mar, Un clima de extrema aridez, con escasas precipitaciones que jo aleanzan los 100 milimetros anuales, Heladas intensas con variaciones de Jemperaturas muy acentuadas a lo largo del dia y con un suelo pobre en Puna: pres Anpiz. vegetal En esta regidn se sitiian los actuales departamentos de Los Andes y la parte N.O. de La Pom Cordillera oriental: Comprende dos grandes valles: Calehaqui y Ferma, Caracteriza al primero un clima con estaciones muy marcadas, de yin amplitud térmica, La eseasez.de fluvias, sobre todo en inviemo, linda on la extrema aridez. Asi en el departamento de San Carlos las precipita~ tras que en Cafayate ones no superan los 132,2 milimetros anuales; mi Hogan a 146,6 mm. anuales. PL valle de Lerma presenta un suelo de escasa pendiente con intensa pluviosidad que supera los 1.000 mm. anuales, sobre todo en el verano, J sin otorga a los suelos gran fecundidad permitiendo una produecién varia {U4 ol mayor indice de concentracién humana. ii Se ubiean, junto a los ya mencionadas, los departamentos de: La Poma (on su mayor parte), Cachi, Molinos, Rosario de Lerma, Chicoana, Capital, 14 Via, Cenitlos, La Caldera, Guachipas. iia Evans ox: Humanunanes Sains ve Hurianioaniss ‘Conmacuyess ~Gaxapenos ¥ morNErARIOs, Sata 1880-1920 183 Sierras subandinas: E] clima predominante en ol norte de esta region. tropical, en cambio en el centro y sur, sub-tropical serrano. En general la segidin es eilida y lluviosa con una marca pluviométrica de 1.200 a 1.800 nm. anuales, con veranos calientes ¢ inviernos suaves. ineluyen aqui parte de los departamentos de San Martin, Orin, |, Lia Candelaria y los de General Giiemes, Metén y Rosario de la Fron- Siomssubendinas ChaeoSsheto Referencias Pon > Conditervinal ™ cr fio: constituye el iltimo escalén descendente iniciado Con un clima subtropical con estacién sec” y un régimen de Hluvias que supera los 1.000 mm, anuales, aunque su promedio disminuye hacia el este y sur al extremo de que en algunos lugares no Ilueve. En ef \orano se produce un gran calentamiento con temperaturas medias de 29° 0 30" C. y una maxima absoluta de 47°C. SANTIAGO. DELESTERO ‘Abarea los departamentos de: San Martin, Orin, Rivadavia y Anta, sra el periodo abordado, la provincia de Salta atin no habia definido us fronteras actuales. Por el oeste una parte de la regién conocida como desierto 0 Puna de Atacama conforina, # partir de 1.900 y hasta 1943, la Gobernacién de los Andes. En esta tiltima fecha el extenso desierto es divie ido cn tres departamentos, quedando la provineia de Salta con el de Pastos Grandes, hoy departamento de Los Andes. La década det °80 significa un gran avance en la ocupacién del espa- cio chaquento, Intereses politicos y econdmicos mueven al gobierno provin- cial « hacer efeetiva su presencia en esa regién. Los diversos climas del espacio saltefto hacen posibie la explotacion de toda clase de productos. A pesar de esto, para el perfodo estudiado se privilegia la cria, engorde y comercio de ganado, en especial del vacuno, JPste tiene por un Indo una fuerte demanda en el norte del pais trasandino, y por otro la provincia offece grandes extensiones de tierras con pastos natu- tales disponibles, especialmente los Departamentos del este: Orin, Rivudavia,Amta, en los que fa «escasez. de pastos suele dejarse sentir rara ‘Yor, no teniendo en esto rival en la provincia por su calidad y condiciones jutritivas» (Sold, 1889: 144), Sia ello se suma que esta actividad requiere Cunnanvos on Huneannanns eseasat mano de obra e inversion de pocos capitales, el mercado panalero resulta asi luerativ, ince de la frontera del Chaco saltefio se convierte en prioritario para el Estado Provincial cone ieordante con la ae politica nacional. En este se ee 7 S. XIX promueve campafias militares para su incorporacién 2 posterior colonizacién, Esto iltimo con logros parcalesdebido a que el io pone a la venta sus tieras con el propdsito de eubrit los deficit fiscales. El resultado es que sus poscedores hacen del Chaco una fronters s que 1 rs 1 Ch frontera In i cnace Moree st se dstnguenprésticament doses na, adel tac, Gesinnda cri el vacuo y ou, Valle de Lemay Cala, leo invernada, El ganado que se const : pra ime y comercializa es de tipo exiollo,cusro grueso, resistente al eansancio, suftdoy de ach cae cin alos distintos climas, " — Grafieo 1: Variacion de la existencia de ganado vacuno en la Provi a Afios : nt: Sold Mt : sn fag Sl, Mori desi Province St: Aon 185 tl i 81, Sesh Eanes Prov fe Sa ance Nai ‘stadistica de la Provincia de Salta; cal Gobernador Joaquin Castellanos, 1920, ee Connxciantes = GANADO Y MaonneT¢RNOS. SALIA 1880-1920 185 P grifico elaborado a pactir de diversas fuentes, muestra wna tenden= cia ascendente entre 1883-84, del 23%; 1884-87, 22%; 1887-90, 59%; 1890- 95, 26%; 1895-1908, sin datos; 1908-09, 13%; 1909-10, 17%; 1910-11, 13%; 1914-18, el 20%, Esta propensién continua después de 1920, segiin ciltas registradas en los censos nacionales posteriores' . Respecto a la baja considerable entre 1887-88, si bien no se pudo constatar sus causa, se iN fiere que obedeoe a varias razones: la falta de veravidad en la declaracién de Jus cantidades reales por parte de sus propictarios, lo cual era habitual; las cnfermedades producidas por el carbunclo, la garrapata y laaftosa que co Lituyen un verdadero freno a la exportacién del vacuno ya que el gobierno cexige certificados de sanidad (libre de aftosa) para permitir su intro~ ‘Juceidin; la falta de agua en algunos sitios; las oscilaciones en la produccién ¥ exportacion del nitrato, entre otras posibles. Si se discrimina por Departamentos los datos relevados de algunos sos, se verifica que los de claro predominio ganadero, exceptuando Guachipas, estin ubjcados al este de Ia provineia: Cuadro 1. Produccién Ganadera Departmental ee VACUNOS Atos DEPARTAMENTOS 1983 | 18s7 | 1908 | 19n ANTA sasoe | 86277 | 39.000 | 122087 ROSARIODELAFRONTERA | 60.915 | 70326 | 75.000 | 77-404 RIVADAVIA 438s | 5401 | 59.000 | 58.281 onaN 4o.tsr | 50.348 | 71.000 | 78.228 GUACHIPAS 31303 | 26287 | 57.000 | 43.590 METAN 2393 | 31721 | 56.000 | 43.507 Fuentes: Soli, M. «Memoria descriptiva de la Provincia de Satay: Afios 1.883 senso Nacional Agropecuario 1,908, Censo Ganadeto Nacional: Ao 1.914, 1.887. Cunontees be Huntantbanns Flaumento que traducen las cifras se debe a factores como: la incor- poracién efectiva de a re raquefia que pasa a dominio del stad al con el consiguiente despojo de sus antiguos poscedores, Esto le Pernite al gobierno poner a a venta, previa mensura, grandes extensiones de tierra ptblicas con el objeto de obtener, como se dijo, mayores ingreses fiseales para equilibrar los deficitarios presupuestos. -™ _ e a de la frontera ganadera tiene su correlato en una mayor lcmanda de pastos ya que si bien existen naturales, no alcanzan a cubrir las exigeneias, Por otto lado, un importante stock de ganado depredador que bo ayuda a In recuperacin del suelo y permite el erecimiento de plantas invasoras, De ello resulta: la expansiGn ganadera hacia el norte de los De Partamentos de Rivadavia y Orén yl inicio del cultvo de la alfalfa, Aumgue son los Valles de Lerma y Calchaquies ls regiones por excelencia de ea, orrajera, Asi para el affo 1.910 su superficie sembrada representa el 94% : iperficie sembrada representa el 94% Grifico N° 2, Hectéreas cultivadas de alfalfa, ABo: 1910, alee oa Fuente: Boletin semestral de Estadstca de ta Provincia de Salta, ARo: 1.910 [Compartivamente, el rendimiento de los pastos naturales es de 1 a cabezas por hectirea, mientras que «e! mimero de den engordar o invernar en una heetdrea de ter cabez cabezas que se pue- i ° vrreno alfalfado, es de 5 or término medio, en los alfalfares de regular calidad, y de 10 ‘Conan - GANADEKOS ¥ MOFETANIOR) MALTA 1880-1920 187 ay en donde... erece mds lozana y con menos inconvenientes; y como Ja invernada euesta $ 13,00 por cabeza de ganado vacuno, resulta que su cultivo deja buenos beneficios @ los que a él se dedicany (Sola, 1889: 145) cabe Comercio EL grupo terrateniente mercantil tiene su afianzamiento en la segunda ‘nitad del siglo XVEIL con laflegada de inmigrantes espafioles alentados por Jus reformas borbénicas, Esto significa que el viejo tronco que remite a los conquistadores eneomenderos, se ve «renovado» con este aporte pues mus hos de los integrantes de aquel grupo, arruinados vegetaban «en sus hia~ ciendas vada dia més empobrecidas por la falta de mano de obra, de merca- dos y de una natural alergia al trabajo? Estos recién Hegados se vinculan coon los descendientes de los antiguos conquistadores a través del matrimo- nio, por supuesto no son todos pues también aquf los hay que permanecen pobres, EI hecho es que de esta conformacién van a derivar muchos apellis dos de fa cgente decente» saltefia: Ovejero, Uriburu, Comejo, Patron Cove las, Ardoz, Corbaliin, Ortiz, Figueroa, Ojeda, Torino, Zerda, Leguizamndn, tc., enriquecidos con el comercio regional vineulado al espacio andino través de productos de ultramar, de efectos de la tierra y, sobre todo, de yanado mular. Al mismo tiempo que intervienen activamente en la politieh, Si bien este grupo privilegia la actividad mercantil, consideramos que al haber un importante mercado de tierras, parte del excedente obtenido se vansfiere en In adquisicion de las mises. De manera que, con la ruptura del Estado colonial y eon el proceso de constitucién y conformacion del Estado Navional, integrantes del grupo! se mantienen ocupando los cargos buro- citicos, profesionales, militares y, principalmente politicos. Este aabolet iyo» earacteriza a la sociedad saltefia como muy eerrada, con una minoria dlotentadora de prestigio y poder y un pueblo al cual s6lo se invoea a ka hora de lanzar candidaturas. No obstante, una pequefia pero activa burguesia urbana se ubica entre ‘ambas. La misma es producto de una inmigracién que Hega entre fines del siglo XIX y comienzos del XX y que Togra vineularse también por Iazos noniales con este «patriciado». Sus apeltides son poco castizos pero 188 Cunnenvion or Hunan ‘algunos llegan a ser econdmicamente fuertes, producto del com: como consignatarios de mereanefas importadas, va litoralatkintico y fille tadas por el errocarrl (1891). Algunos de estos apelides como erestarazy, tardies, Peyret, Grande, Serrey, Durén, Boden, Llovet, Auspung, etc, jun {oa losde apellidos tradicionales, son los que saben aprovechar el excelente mereado que el norte chileno offece eon el salitre. Recortemos que la poe Vincia de Antofagasta, con una geografia desértica y rida, demanda de mano de obra, alimentos, maquinarias, animales de carga, ete, pura stt sosten\. miento, iercio local y Salta se beneficia de esa coyuntura colocando alli ganado vacuno y productos como: harina, sebo, chalona, charqui, pasto seco". De retormna traen articulos europeos introducidos por el Pacifico, Segiin los datos de los Boletines Semestrales de Estadisticas de la provincia de Salta‘, el nimero de bovinos exportados a Chile son los $i uientes: ii 14.833 1912... 122,529 1914. 17.410 1915 11.887 1916... 16.431 1917, - 28.625, 1918... 16.624 (primer semestre) tas cantidades no son las reales ya que se oculta hasta un 50% aprox madamente, afin de evadir los impuestos correspondientes, Dos informes corroboran esta apreciacién, uno de 19108 estima que se introducen 31.000 cabezas por el boquete Huaytiquina (Gobernacién de los Andes) y otro de 1912 calcula entre 30, 40.6 50 mil cabeza: Chile anualmente (Schich 1914: 108). Ad Ja colocacién de! ganado dep ss que cruzan el terttorio saltefio a lems, como se dijo anteriormente, de las necesidades de] mercado salitreno, - canwunnos ¥ YROMETARIS, SALTA 1BRO-1920 189 Conner enta es ln primera Guerra Mundial en que se resien= 0) Otro hecho a tener it intensa este comercio (Comejo, 1984: | iia inmigracin europea antes mencionada y que ariba a sal lospueés de la llegada del ferrocarril tiene ciertas, pariulardades, alg et prfesonaes ingeniros, eseibanes, agrimensores y otros iI que lo invierten en la instalacién de negocios en la ciuds * Hotel «El Aguila» de Pedro Capobianco © Hotel «Nacional» de Marcial Abregt © Panaderia «La Alemana» de Enrique Wolter Panaderia ¢La Italiana» de Carlos Fomonzini * Panaderia ula Princesa» de Eugenio Claverié © Pébrica de Calzados de Juan Campilongo * Tlerreria de José Barni ® Hotel «Argentina» de Silverio Postigliani © Muebleria, tapiceria y earpinteria de Constantino Kundsen y Sorair Concesionatie exclusivo de Cerveza Quilmes de Miguel de los Rios * Almacén de la «Buena Medida» de Francisco Bardi Con un mercado mas vasto estin los mayoristas ¢ importadores de uiticulos europeos y del litoral que cubren las necesidades de la provincia y Hogan hasta Bolivia: ia y novedades * Compaitia importadora de Tejidos, merceria, rope de Michel Vifiuales. * Casa importadora de Europa: merceria, bazar, roperia de Miguel Lardies y Cia, * Casa introductora, Tienda, roperia, ferreteria, almacén de Manuel M. Sosa y Cia. © Tienda y sastreria «Fl Progreso» de Urtestarazu-Insausti y Garcia, cuyas wrelaciones comerciales abarcan un gran cireulo de accién @n toda la provincia y fuera de ella, pues atiende al comereio con Bolivia. Su actividad mercant altamente beneficiosa.. no sélo ne reduce a comerciar en los ramos de tienda y almacén, sino que haciendo las veces de un banco agricola y ganadero facilta las slembras, cosechas, etc. y los produetivos negocios de ganados..»! de esta sociedad, en su mayoria perte1 necen a la oligarquia: Ricardo Isasmendi, Manuel Araoz, Domingo Giiemes, Angel M. Ovejero, José Manuel Sola, Pedro J, Frias, Avelino Figueroa y ottos que, sin perteneeer a las familias tradicionales, aportan importantes capitales, como: Salvador ‘Michel, José A. Chavarria, Jacobo Peitalva, Flavio Llovet ‘Como se ve estas sociedades comerciales operan como entidades fi nancieras, otorgando préstamos a particulates, quienes prendan sus propic- dades como garantia’ ; al mismo. tiempo que incursionan en el comercio ganadero, Esto Ultimo aparece casi como una constante, sociedades o particulares ‘ablemente lo incorporan, pues se observan ue no teniendo como finalidad este rubro, inva. Sin embargo, es el grupo tereteniente mercantl el que sigue mono- Polizando el negocio ganadero y el control politico de la Provincia, Resulta importante demostrar esta vinculacion dando a, cas que ejercen algunos de ellos. En virtud datos obtenidos, elaboramos el siguiente cuadro: Cuadro N*2 | COMERCIANTES-GANADEROS| prams. SALTA 1880-19200 oy ARGOS DESEMPENADOS PATRON COSTAS, Néstor ent et Pao nin Poputy 9 in rvil pac Provinces (1919 rar rv Dina Neco 09221926) PAFRON COSTAS, Luis Gobernador de la Provincia .936-1.940) ALVARADO, Manvel Raméo tl aie nn Foe ome Par te Pol Dias rvincal gb de seein Figo, 310-913) Mia cin (tena {err Abrlan om, 116 Cin esentere 113. Flee Dip Nao ISASMENDI, Ricardo St et Pari ni Pala | Seb Partie tn Pov Crono Contents Prov mt) : Scene can ande Reo Senator Previn obo dl Tan IB) {sera det Tero Naina de 0) Sens vl bio dle Samu Csetane, 1919:1921) ZERDA, Angel Tien el Poi Naina (185 Spl ai sn Po ire el aia Fe Soezr Prov (able Min ten 88618) Sesto Province be de A 198 Grats stn (189) CCUnDERNOS oe HuManIoAdes Conancaveres = GANADENOS HHOPEFARIOS. SALIA 1880-1920 193 a ee OVEIERO, David See USANDIVARAS, Félix Serr Provincia oom Po Ut ay rade Povo el De David Ovejero, 1904-1906) Gberador sie (19061907) Senadr pina geben Dr a Linen 9071910) Miembro del Partido Nacional Miembro del Partido «Uni Provincia Senador Nacional (1907-1916), Comis Obras Pablicss del Senado Nacional Mion del ae Neiona on i Pris sts Popa Wiens dt Panto nn Pao Dips Prove oma de aa Zari 9011805 Dipti Province sbi del De Davi Ova 104 065 ns de Are! Zari 150) thera, 98 ones! Coniyent (1906 ‘Senadar Provincial, Gincioas t Or fog aca 1.91 nar Poin (tom be Azan Comin 11910 Sendo Province oo Cains 1593) Dr. GOMEZ, Indalecio i ls Memb dl Conn io Manipal 1577 ‘metre Mir dencid nl line, Cie (18eh) Senaor Pown febemy i ok Nat Gat Cone e888 patdo Nana (1992 1899) Re (1896-1900) i ono Minis Plsptercaro ate ts tobimos de Alem Anis y Rusia, (1905) ~e Banos ero dt Pes ‘Sthenz Pema (1910-1914) ne Miembro de la Unién Integrante del Superior 1 Justicia (gobiema del Dr. Pedro José Frias, 1890-1893) Senador Provincial (gobierno de Antonino Diaz, 1896-1898) Diputado Provincial (gobierno de Pio Uribura, 1898-1901) Minisito de Gobierno y de Hacienda y Presidente del Consejo General de Educacion (gobierno de! Dr. Joaquin Castellanos, 1919-1921) Dr ARIAS, Dario TIERRA, Reafirmando la hipotesis de trabajo en el sentido de que parte del excedente de la actividad mereantil es invertido en la adquisieién de tierras fiscales y particulares, analizaremos: el acceso a la tierra, su finalidad, for ‘mas de compra, su valor y st incideneia en los presupuestos . ‘A fines del siglo XIX el Estado provincial no tiene definido sus limites ya que hacia el este, si bien hay avances importantes y que mano de obra Indigena es reclutada para las estancias ¢ ingenios, afin queda parte del e+ pacio chaquefio para st efectiva incorporacién, Como el Estado precisa que todas las tierras queden comprendidas dentro de los limites que le son reconocidos, legisla en materia de Tietras Publicas en diferentes afios. La que tiene vigencia en el periodo analizado es Ja N° 78 de 1.884 y que pricticamente se mantiene hasta 1,912 en que es \da, quedando todo lo relacionado con este asunto a consideracién de slatura, Los argumentos del gobierno para transferir las tierras piiblicas a ma- nos de particulares, ponen el acento en la urgencia de aumentar los ingresos para revertir su deficit presupuestario. 108 la propiedad de ta tierra piblica estin consig= Las formas de aes io CuaDeenos nk HoadspaDrs hadas en fas leyes que establecen sus mecanismos: a) Venta en Remate Pilblico: previa mensura en lotes a cargo del De- partamento topogrifico o Ministerio de Hacienda se lanzan al mer cado grandes extensiones sobre bases ya establecidas. A esta oferta concurren Ios interesados en desigualdad de condiciones ya que los beneliciarios son siempre aquéllos que poseen cantidades impor- {antes con Jo cual aumentan y concentran la tierra, Ello se despren- de de las escrituras analizadas donde al consignarse los limites co- ineiden con «tierras del comprador» b) Por denunei Los interesados denuncian al gobierno, por escrito, como tietras fiscales o baldias y mediante edictos se publica duran te 90 dias. Si nadie se presenta alegando derechos se procede al remate, En igualdad de oferta se prefiere al denunciante, ©) Por mereed: [2 ley de 1.884 prohibe al Poder Ejecutivo su otorga- Iiento, a excepcién de que sean para fundar colonias de inmigrantes (no menos de 20 familias), Sin embargo, hacia 1.891 esa préctica ccontintia. Otras formas de acceso: ~ porarriendo al Gobierno Provincial para determinadas actividades. Asi en 1906, Francisco Urreztarazu, comerciante, arrienda cuatro Jeguas y media de tieras fiscales en el Departamento de Orin, con Ja condicién de ser destinadas exclusivamente a [a eria de ganado, Enel mismo afl, Carlos M. Saravia, criador, arrienda en el Depar- tamento Rivadavia una extensiin de 25 Km. por 15 Km," $i bien estos contratos se celebran con el gobernador de la provincia, de- ben contar con la aprobacién de la Legislatura, ~ por permuta entre propietarios. ~ por compra ditecta de particular a particular. Via ésta muy frecuen: (e para extender la propiedad. Las finalidades en la adquisicién apuntan a) ~ Aumentar la produccién agricola-ganadera, en especial esta ditima, sanapnnony orivvanios. SaLtn 1880-1920 195 al poco tiempo de ser adquiti- ~ Bxpecula: as fuentesrevelan ventas al poco tiempo de seragui ne diferencia de precios a favor. Aqui se incluyen a le 7 absontistas quienes a través de sus representantes: sates invert entinas que no conoeen, Lamayoria de stosson vetinos de Be.AS como la «Sociedad Emesto A. Bunge y Bom, oe 623 hectareas, 38 dreas, ie juiere de Juan Chiossone 166.62: i ns de terras en el partido de Ytiyuro, departamento de Orin r '549,857,17 pesos mn." . Otros compran, subdividen en parcelas y vyenden con ganancias. ropieda~ = Acentuar su condicién de terratenientes, al sumar nuevas prop des sea en un mismo departamento o en varios de ellos. A jiedad y montos gin Ia superficie de Ia propie: l Formas de pago: varian segiin mont a agar Registramos ventas: de contado, parte de contado y oe dio a0 dias sin interés, otros saldos a 6, 12,y 18 meses 02 y ae 7% anual y haste 4aiios con el 9% anual’. A ot pote ieee dl Hipotecari , adquirida a favor del comprador, del Banco a ans nN ee ‘Banco Provincial de Salta hasta su cancelacion dette. i¢ - rno se eumple el inmueble queda en poder del Banco quien pees mate. Ast mismo la ley N° 828 de 1.909 antoriza a cualquier parent 2 ‘Teetnar pagos eon bons hipotecarios hasta e1 90% del valor nominal series emitidas. ‘Valor de la tierra: su precio difiere segin se trate de: tere Soe de particulares, ubicacién ¥ care eee vals ct 40 (afio 1.908) a 6,: i Sete fluctiian entre 5,50 (afio 1,910) a 17 {aio ‘ey te s la heetérea. Es evidente la diferencia de los valores entre una, by ‘i eval Estado provincial se desprende de aquellas a bajo presi iy prsito es enjugar Tos deficit scales, se Togra solo en Tos siguientes aos

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