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HORIZONTES DE INTELECCION EN LA INVESTIGACION EDUCATIVA: DISCURSOS, IDENTIDADES Y SUJETOS Silvia Fuentes Amaya (coordinadora) n Pablos le Discurso Educative 2007 . Hortzontes de inteleccién en la investigacin erucativa Sollano y B. Orozco Fuentes (coords.), Pensar lo educaty. vo. Tejidos conceptuates, México, saveiPlaza y Valdés, pp, H17-¥26, Hall, S. (2000), “,Quién necesita identidad?”, en R.N. Buenfil (coord.), Hn los mairgenes de la educacién, México, sAve/Plazg y Valdés, pp. 227-254, Remedi, E. (2004), tnstituciones educativas. Sujetos, historia ¢ identidades, México, Plaza y Valdés. (1997), Detrdis del murmuito. Vida potitico-acedémica en la Universidad Amdnoma de Zacatecas, 1959-197, tesis da doctorado, México, pie/Cinvestav. Robin, R. (1996), demtidad, memoria y relato. La imposible ne. rracién de sf mismo, Buenos Aires, Facultad de Ciencias So ciales (Cuadernos de Posgrado) Rojas, I. (2002), “Analisis conceptual de la produccién discursiva en el campo pedagégico”, en R.N. Buenfil (coord.), Configu raciones discursivas en ef campo educativo, MExico, sant} Plaza y Valdés, pp, 217-233, : Zitck, 8. (1992), Bl sublime objeto de la ideologia, México, Si glo x1, 316 Et sujeto Jacanian la imposibilidad de la identidad y la centralidad de Ia identificacién* Yannis Stavrakakis PROLEGOMENA Habiendo atraido la atenciga det lector hacia los problemas impli catdos y las precauciones que son necesarias ea cualquier proyecto que vincule la teorfa Incaniana a lo politico (problemas que provie- heen tanto de las dificnftades que presupone tedo intento de juntar al psicoandlisis con Io politico, como del particular estatus de la teoria lacaniana), pero también habiendo esbozade las ganancias anticipadas de ua empresa tal —y tras el breve sumario deconte- nidos y la biografia de Lacan, con la que vino a concluir mi intro duceién—,” ahora es tiempo de iniciar nuestra exploracién de I teorfa lacaniana y su relevancia para el andlisis sociopolitico, es- pecielmente para una teorfe Ge lo poiltico. Nuestro punto de parti- a, al cual este primer capfuulo ests dedicade, es la concepcién nado dé Yannis Staveakakis (1999), ity of Wdentity and che Ceatratity of I ‘the Potuicet, London, Verso, pp. 13-39. Traduscién de Oscet i: Guerra de ta waduceién de Resa Nidia Buentil Burgos, * hace alusi¢n en varias ocasiones al bro ya menicionado, del cual €l presente texto es al capitulo: (N. cel T), 3I7 le, el Togar cacign. Es este Sijeto considerad la mayor contribucién lacani comemporénea y al andlisis p No cate duda de que el posestructur terablemente, hegemonizando nuestro medio te6rico y cul especial en cuanto concicme a areas tales como los estudios es y Ie teorfa social), Lacan ha sido aclamado como una de las piedras angulares de este movi - da y ottos.' Para Sam Weber, “los escritos de Lacan, junto con los smo esta gradual, pero ese con certeza noteria que “lacques 8 ‘Usas piginas después agreue: “Lacan es on icine es la estructura escondida debsjode una ida autodisposicion” (ibid.:7). Diez afios mas y la antcopotogia es- ingiancias es lejos forecieniememte, en impartaneia en in panto de| desarrollo sonia i lemente compl Loquese masitara ‘que ta teoria lacaniana va mocho mas alta representar set 318 leroses que trabajan para mantener la alteridad del lenguaje a salvo de ser aislida y excluida” y, por lo mantener al posestructuralismo vivoy pateando (Weber Lo apropiaci6n posestructuralista de Lecan, ¢s que la teorfe lac: puede armar a posestructuralismo con ia nueva concep Je subjetividad, compatible con sus propios 'Y aun cuandg para reflexign acerca de la imposibilidad que encueriro con el real de fa experiencia, un veal ands alld tao wralismo como de la mayorta| ralaci6n 6 Lat ‘qvé Lacan cL uso de conceptos como “Yomissam: lengusje que Lecin abajo de Jacques Derrida) 0 luna fascinarte y fructfera empresa, y qu ‘e.De hecho, al parecer, 1s mayorta de tn siendo dejadas de lado poco apoco. Un ejempla de esto es ct sici6n de Deniida wisd-vis la teonfa lacauigne. A se Dertida, publicedo en Jos primeros aos oe | stlpandoto de forocen lt ya vor. sobre Ia escritara, algo que Lacan estaba, onado ya desde su seminerio inédito scbre 4 antes aun de Ja publicacion de ‘con la pesicién deconst “aqui a diseminacién arenaza la Ley icin Commo 6! conirato de veriad” escribe Destida enun docunente reciente, caracte wente itwlado Farthe Love mmenaje a Lacan, un Lacan enya lida os ctros Jamentar »s Ja de una teoria posestructuralista (go deberia yo 6 SSeRCTUTAlita?) -adectteda de-Ta-subjet loen Bracher, 1993: 11). El sujeto se celebra como capaz de tructaralista. Estono es elcaso solamente en el posestructaralisino. Al pere- cer, el sujeto lacaniano puede cubrir una gran cantidad de vecios, ¥ e808 vacios proliferan de maneta czeciemte en tomo a nosotros (0 tal vez estamos progresivamente percibiendo su presencia y aler- téndonoé cada vez mis de su persistencia). Para proporcionar sélo algunos ejemplos, Rosalind Cowerd y John Sujeto lacaniano es por tanto este nuevo sujeto del ismo énfasis en el lenguaje aporta una ruta para una jelo que el materialismo ci 320 La imposibitidad de ta identdled y te centre ‘ward and 977:93). Michéle Barret, por su parte, argumen= ta que “el psicoanilisis [y se refiere principalmente a Lacan} es et lugar donde uno podrfa comenzar razonablemente a corregir Ja lamentable fatta de atencién hacia la subjetividad en ta te marxista de la ideologfa” (Barret, 1991:118-119, énfasis mio), mien- tras que Mark Bracher cor ue “Ia teorfa lacaniana puede aportar Ja clase de rei racién sobre Ja subjetividad que Ja critica cultural necesita” (Bracher, 1993: 12). Para resumir, la idea ‘6n es que Lacan es relevante en el © contempordineo por su visién del sujeto hu- mano. Como establece Felier-Gurewich a propos de la tearfa so- laaproxi psicoanalitica de Lacan se fundamenta sobre premisas que estén en agudo contraste con 2 vado al error cn una alignza entre el psicoan! cial”. gY cuales son esas premisas? “Lacan suministra a la teorfa social una Gel sujeto humano que derama and nueva Juz sobre las relaciones entre las aspitaciones individuales y los cbje- tivos sociales” (Feher-Gurewich, 1996:154} Dicho en forma sercilla, la concepeién lacaniana ce la subj vided esté llamada a reme no se usa aqui en el esiricto senti¢o de Der ramente ausente un sabor deconstruccioni nista par excellence? Aunque nuestra propia aproximac' se desarrollard en los capitulos siguientes, sc ubica cl ng como el punto de una reduccién inaceptable. Bs- te serfa el caso, sélo sila nocién lacaniana de subjetividad Tage ible reproduceisa de un stjery-cSencialista, dein SweT articulid en torho @ Una esencis-positiva tinica, que es transpa remte pia sfmisma y completamente representable en ¢ te6Fivo; Perse ESE Sujeto esencialist AS ESTE Sujeto esenci "s exactamente Jo que tiene. qu: nado; no puede ser parte de la solucié ino que el sujetolaca- € opone y trasciende radicalmente todas estas tendencias sin, como sea, desechar al nifio junto con el agua de ta baftera, 1o Que es decir el focus del sujeto junto con sus fornmulaci Galistas Para Lacan es “verdad que el engi tSsofoesté en el cen- 110 del mirage que hace al hombre moderno estar tan seguro de sersi mismo, aun en sus incertidumbres sobre sf mismo consciente, no puede ya seguizse unided de la personalidad, campo abjet teaduras, desgarres y rajaduras, nega cimiento de la experiencia méi separa al sujete de toda 63 1 ho puede ser soslayator trae in tenia que excluir pita 305- tenersé. Como Lach 16 Torinita Gi la Freudian Thing, comove- ‘wuitado-del-deseubrimionte-treumiina, eI centro preciso del ‘sor roma reteriira€a eT Tagar queé Ta tradicion hamanista”~> le thibie-astenado (Es Lacan, cualquier pro- yetlo de afirimaciowie la autonomfa de este ego esencialista, los seminanos de Lacan, seftalin= nos; asi como aos Ecvits, que ub 1a la pagina (NL del. "y nimesoarabigo 322 ifleacion La imposibilided de la identided y la centralidad de ta id bre, es igualmente inaceptable —Io cual no ¢: mo, Por Puesto, que promover Ta heteronomia como principio tedrico oF0- Utico general "yo estipulé que el discurso de la libertad es e: ‘Gal al hombre moderno ea tanto estd estructurado por una cierta concepci6n deSu propia autonomia, Sefalé su caracter fandamen- (almente prejuiciado e incompleto, inexpresable, fragmentario, dife- renciado y profundamente ilusorio [Jo cual no debe ser c in embargo opera ‘en el mismo any a -acen arguye que el descubrimiento de. Fread—det in- consciente"&® ids radical que las revoluciones coperni na, ‘dene TWiniavia, por cuanto ambas dejan inlacta la creecia Uti entre ef Sjeto humano y el ego consciente. A su parecer, debemios a 's posibilidad de realizar tna subversion de esta concepcisn cel sujet i que de hecho hace pos Pero si Lacan-wuela en pedazos la concep. Jasabjetividad, si se mueve més allé de tividad consciente (presente), j opuestamente a Jos estricturalistas, que 1 del sujeto reduciéndolo a un conju to, Lacan sf propone algo). “Se nos ha dicho gue el-hombre es la medida para todas las cosas. ; Pero dénde esté su propia medida? jTiene que hallarla en sf mismo?”, pregunta en su primer semina- cio 1:68). Y la respuesia es no. Si hay no hay que encontrarla en el nivel de la representaci6n, en su re- presentaci6n de s{ mismo, El sujeto psicolégico que puede ser reducidlo ajo, Lacan iba a destorar In natutaiézi cart tando fa constieatvidad de inex bn ciencia ea ida fundamental es Ia dislocacién dei sujeto certesiano.. @/ Hosteontes de imelece ver. que esto se har finicién allemativa¢ exe en el sujoto facani i ci (Chaitin, 1996:196), ¥ este falta puede adquirir una estructura cua, si-trascendental, pero no reproduce la metafisica tradicional como algunos comentadores parecen insinuar (véase, al respecto, la dis. cusién de Lacoue-Labathe and Nancy, The Title of the Letter, 1992, capitulo 3), Las raices de esta concepcién de la subjetividad pueden remon. tarse hasta la icea freudiana de una Spattung (separacién) caracte- wstica de la condicién humana, Freud nunca clev6 esta idea hacia un epi de sus teort érmino de vez en cuando, \6n interna de la psique, como raci6n entre diferentes agencias psiquicas (sisternas ne/precoasciente) (Laplanche and Po ‘mas, en la teoria freudiena ¢l concepto de la “escisién del yo” (lch-Spattung) se usa principalmente en refer chismo y ta psicosis. Lacan, por su parte, ve esta ic el Gescubrimieato del iente para sa formula- cidn que Lacan es- i6n y legitimaci6n, asf como pera la gener 18 promoviendo. En sus propias palabras a) con la que eubisrta por Froud, fal delamediacisn racign de tdansacc 10, justo lo que ficaremos tanto @l orden como los métodos ;haremos de ella nara mis que Ta ope- ung con- hegoyen exprese los pumios de vi el hecho de Ge 12, €5 algo imp ar, i tien ef modo come seri re- ido por fos involucrados y afeciados sigue estendo ampliamente acto, 325 AUIENACION EN EL IMAGINARIO: “EL £G0 ES ESENCIALWENTE UN ALTER EGO” Como con la mayoria de los conceptos Jacanianos, es mis facil Uno no existe: ";Hay un aproximarse al concepto de sujeto en Lacan sealando lo que no dea Je ape seme ss i cierta via negative.’ El suj no deviene relewante, para toda discusién filosotica de tema del deseo cel psico puede ser un desco de esta ‘momento qué 16 pu en tanto logta negative se des cabre para Derr, por sa encuadre tle orator, asi que les propias intcivencio. Demnida, se sitian deat de una ne) teleologia de incertilernee joy, 1899:278). Ni la deconstracciv ser Tedvcidas a teot ode so carga ((bid.:261). Para una introdaccién teclogéa, sugicro e) volimen cok inte muest79 comp: reconocimiento de ine, en inconacible. Lo gue e! hablar n de los limites del céneci iva “no cesa de probe 9950254). En ese sentido, la leologta neativa y comparte con la Goria lacaniana un marco epis ice Glejzer, 1997: jadesce In mismrididcomo préctica, hacia. 326 327 lo, definitivamente no es {acion experimentada por ste se transforma en una afirmacién de Toy ego he sido una orien sunidad corporal, por medio de Ie toma de posesion dé ST ge en El eSpefo. Ast @s Conic eT Iafiinte adquiere su primera Sere sacién de unidad e identidad, Al principio, el infar rages ides integracin de su fragmentacién en una tctalidad y onidad ima mnie ei, periodo que él liama te arias, Ms tarde, sin embargo, Ja gozosa afirmacién de unidad seshejo".” Annies de esta ise, ef yo como tal, come imgginatia ef reemplazada por un resurginiiento de la ficedo, no existe, En la esta conti ress a experiencia vivida del infante en agen en el espejo nunca podria ser sn cuerpo real. Ac idéntica al infan persiste en ella alienante: ie come fuente de prefer sis. Hay lagen en que nos reconocen 10 alter ég0% somos! de deseos al (1 oFiginatmente ura cole tene- mosel verdadero sentido de la expres po frayimentado {inuy bien representado, septin Lacan, ene! arte de Hieronymus Bosch) 329 enla tigaciOn educariva ver ego: esalienada, jeto humano deseante es constryido en torno a un centro que es 0, por cuanto éste le da al sujeto su unicad (U11:39), En esta perspectiva, | ¢s, probablemente, una de las primeras instancias en las c radical excentricidad de la subjetividad humana es rece tro de mucstro terreno: espejo, el esté anticipando su propio fracaso, Cual- a basada en la etapa del espejo esté fundada inrede ne una relacién propia imagen —una relacién de abertura, de ten (323), Launided en ef de la sintesis, no pue- ir la WescOordinacidn real en ef cuerpo del.infan. le borrar el cardcter externo y alienante de su peooia Esta timibigiscad noe més. Una consecuen- ienza a aparecer ba- a, constituyendo la base de la tensién egresiva: el rio es claramente la fuente pr de Ja agresividad incos humanos,’ Lo que caracteriza a toda relacion narcisista rofunda “ambigtiedad” (111: se debe, principalmente, a éxiemo, otro, distinto, par itficada. La implica 1" \dquitir Ja base de uns ina ten partes que sole pueden ser ipowatz, 1986, 1995:136). poser: referencia al iegistro Leip est siempre matcado por una citado en Wilden, 1968:48 1). dependencia constitutiva de t cin con laexterioridad al de la identided te centratidad de ta identifica gen especuler” en las relaciones i ias “siempre cOmtiene lo que supuestaments es “En ese sen- de una imagen especular, jamés te toda la idea de une subje- tivided estable reconciliada, basada en la concepeién del ego auté- homo. No es sorprendente, entonces, que cuando Lacan discute la idea del ego anténomo en Freudian Thing, es suficiente pata él de- cir: “jBs autnomo, ésa e: que sesalta ei hecho de que, se funcionamiento de la fase del espejo para Lacan, el pasaje del im: tio a Jo simbdlico es una abstracci6n teérica que apunta & to orden Ié de ello, él infante es ducido en na red simbélica constraida por sus padres y familia- res. El nombre de] nifio en ocasiones ¢s seleccionado antes de que isticas. En su seminario no Anxiety (1962-1963), Lacan seit laci6n del sujet el ini te separa" Ya Spelo, cuende'el infante Se asume come tot aprobacién de él o ‘0 del 28 de noviembre de 1962). En ese sentido, la la ©s concebib] m gua mas allé 11 ase del espejo), este pa- es completamente dedicado a y recuperado en, remoldeado y mado por, el orden, simbdlico. La imagen siempre es mds 0 "ios integraca deniro de este orden” (1119). Bs lo simbélico lo " Yaen el esqnema de Wal element 332 ida ce La imposibitidad de ia iden ALIENACION BN LO statndticos!® “EL SUTETO TOMA ESTRUCTURA DEL siGumCANTE? Permitémonos ahora enfocer el pasaje t siGn simbélicate la identidad, Es, antes que nada, tn pasaje que describe el desarrollo cronolégico de In teoria lacaniana, pero es también una forma de presentar las reflexiones teGricas de Lacan de una manera, "amente coherente y accesible desde el vista pedagdgico. Si el imaginario, ef campo de las imagenes es- Peculares, de las unidades espaciales y represent das, esté siempre construido sobie na ilu imaginario a la di Jenguaj 1 identidad estable."' Sometigndose a las leyes del lenguaje, 1o se convierte en sujeld STE IEngUae, habita el Tehguaye y wavés del mundi Serta en eave de sa G7 10 $e reconoce como sien iconcepcidn de la fuse del espeio, véase Ne Jncanicna que desplicga (on sus dieaensiones es- 10 €8 producide eal lenguaje, en.el focus del Ou” (Laurent, 1995.30) Lacan vuelve au atencida hacia la central delle Saarci-Un gio cousiderable-en su interés, que subsecuente de si ensefiania 333 Jp /, ae / Westigacion edecauiva sification (1961-1962), el significante determina al sujeto, el su jeto asume una estructura a partir de aquél (seminario del 30 de mayo de 1962). En The Four Fundamental Conoépts of Psyco- rada con sujeto es el sujeto del significante —determinado por éste” (X1'67). Fl sujetodeviene en ser en tanto eccede a ser representado por el significante: “es el orden simbélico el que es ¢: este sentido, depende del cién secundaria respecto al si su seminario sobre Ja Pur “preeminencia del si Pero en vez de transgre: jet Cons{ittido sobre Ta base de [a aceptacion de les leyes del amie, esté colocado en una posi- ficente, Esto es lo que Lacan, en ste Ts CesTEPITT estoesindicath 1 sujeto puede exi \6n dé wepaclascleyes'de lo simbélics, icante. Ba ese sentido, hay wna Gieria subor. jo de Peder que constituye la condi ilucidn de Ia subjet el Sujeto del significante, cf si-~ La insposbit dres, especialmente durante los afies de formacién temprana). En Lacan, es el significante lo que es sevelado comnel locus dé es. __. te pod iujelo: “el poder es codependiente con Ja Jogica del significante” (Dyrberg, 1997:130). Esie poder det ante n0 piiede ser reducido a la presencia fisica, o al compor- m0 He los padres biolégicos. Como pronte veremos, es el Nombre-cel-Padre, el simbdlicoy noel padre real, quien es elagen- te de este poder, el agente cela Ley . Obviamente, esta dimensién simbélica del poder es diferente de su dimension Binaria. El poder imaginario es limitaco dentro de un juego des- tructivo de rivalidad entre iguales. E) poder simbélico, por otra Parte, se apoya en el reconocimiento de la diferencia, y hace posi- ble Ja institucién de un cierto orden: la destruccién imaginaria del tro puede ser reemplazada por un pacto de coexistencia (Iu- ien, 1994:55). El Otzo, el campo de Io simbdlico, es el orden ce im maestro y garante (seminatio del 9 de mayo de 1962); Ia co- existe don natural, sin un efecto del poder mddlica del poder retornaremnos. pronto; por ahora, y esto es un premequui rior elaboracién de la bleméitica lacaniana de fen la pro- ‘conventrémonos en lacon- ‘dad, calle, Se Ceaprence de este nivel SimbsIiCo, eT registro del significante, el gran Otro. “este nivel SiMbSHICS, eT registro d: fase el vel imaginary i oy. dimensiones bon sido yaexploradas o serdn exploradase tos, Lo tnieificame de i 335, de tmelecci ed Extg-concepcién de lo simbdlic rrolla.a través del encuen- de Lacan con Ta lingiitsica-es ‘Sadia 65 Encuentro ahora, Para empezar, sabemos que toro de Lacan hacia Freud era revi~ ido en cuenta los desarrollos de ifico de su época. El conside- (E:73). La Htancia para el psicoandlisis por dos ra- zones principales. Primero que nada, puede ayudar en el ces, lo de la teoria joderna que Este es el problema de la fundamentacién que debe ase- gurar el lugar de-mestra disciplina entre las ci # hurgar mas a fondo en éllo, af grado de desconocer (mécon- naitre) que es esta funci6n la que nos sittia en el centro del movi- miento que ahora establece un nuevo orden de las ciencias Larecomendaci6n de Lacan “leana S z nds legitimadg porel je compet basame “Wlimento de Lacan es que Freud se bi re, puesto que Si principal interés, desde el pretation of Diéatis W900) no es ia psicologia de los ~ suchos, Sind Explorar sir elabcracion; es decir, su estructura lin gllistica (2°25). Lacan dgja bien clare que fo que Freud present fd FormmaciGnes del inconsciente —chistes, suefios, sintomas— ho son sino el resultado de su habilidad para discernir el status primario del lenguaje. rategia de Lacan es usar la linglifstica moderna con 2] objeto de “recobrar” fa verdad de la empresa freudiana, tna ver= ~ dad hace tiempo perdi Dargo, su tinica motivacién? No cabe dada de que éste es un nio- dos sentidos. Buscando en Freud un cierte elemes to Sistico, Lacan reconstruye a Freud con una influei nite del gertio estratégico de La ferpreta a Freud de acuerdo con su visién de le ma, puede también aspirar a recobn de: Freud." Esto no quiere decir que para Lacan Estos parte dela oiegia general de Lacan pora articular sus propias fos trabajos de Freud, dé ana manera en aque no ginal y qué es justamente la doble movimientors carseteristico 3a7 cl psicoan una particular derarse relevante para la teoria en: ica. Como veremos, es aver, de un 's percepciones S que son de interés pare el psicoandlisis estén ya cons- definidas mediante uaa particular lectura analitiea de la Tingitistica estructural. Lo que el iene a Ser equivalente solo a lo qu car deatto de Un Tnarco psicoatiali de Ta teorta acaniana emiergen caine pin termites ESpesiticos de Ta TelaciGn eta, aengue dew niGiITE WO estaba en postion de pl Claro qué; er el esqueme de Lacan, Ta k e de Sanssure es, efect Lacen, gue las reflexio- no pertenecen ala ) que el inconsciente esté estructara- do como lengiaaje no es parte y parcela del campo de la lin; cat” (XX215)," Lacan empieza su exploraci Ja piedra fundamental de la reuaje es un sistema formal que esté construide sobre Ia base de la pura diferencia: i sf solo hay diferencias” una palabra no esté det lo por lo que contiene, sino por lo que existe fuera de i yalor de un concepto es purany a fa que puede consi- - Las imposibiitdad cle fa ide fereacial: Ios concepios se definen negativamente por contraste sino sistema lingilistico (Saussure, con otros puntos 115}. De acuerd estructura que el es- 0 acepta como.un sistema cerrado —este ci to en disputa y deconstruido por el poses- mo. Pero Saussure conserva el concepio de di apficable s6io en Jos niveles del significante )y el significado (el “concepto”) cuando se mitan indepen- remte uno del otro. Vistos en conjunte, producen algo posi- el signo. Lacan no es muy entusiasta de retener este isomor- fismo del esquema de Saussure. En lo que est: desartollos de conel progress t (odo lenguaje es for y si existe un isomorfismo entre estos dos a Jakobson y Hjelmsley: 12 claro, 12, desde el principio, smo énire fos das dominios, ef del signilicanite} oy 6, Sa FELAGION No eS tid Telacicn de dos i Hay, de evalquier marr de Saussure mas alld de la rela tuicto. Saussure, a pesar de asi, parece estar reintroduciendo ws icepcién representacio- distincién e1 sureama se mueve ‘ionalismno coms éste, La- ada, que al parecer toma en cuenta ica de la idea saussureana de la arbi ‘edad del-signo, Para 339) AZ LECTE CB OOS CORE Nag HwiDs e \ del diSTetre0 J J, , Saussure, Ia arbitrariedad és uria caracteristica definitoria de la re= Jeci6n entre significante y significado, una relacién que se concibe ‘coro ajena a cualquier clase de conexién natural, Es esta idea de Ja eusencia de una. conexién natu veniste. Si por sig 10s al concepio y no al remte (como Saussure se empefiaba en sefalar desde un principi entonces, gett es el sentido de Ia afirmacién de Saussure de que tno hay conexiGn natural entre tos dos dorainios?, zpor qué pensa- ria uno algo asi? eo E60 tots TCO 0, =d hep 0 tere Es claro que el argumento es4 excubiesto por una incon: brepticia recurrencia a un tercer término, que no estaba CB.d J Cae en un principio de lade! i desvio,¢ instalando permanentemente wna con- 1966:44), 7 nunca se resuelve en la obra de Sai ya.que el probleria de fs iSalidadesterra nunca sé labora « Hay, tin cierto rerpresentacionalismo realisia, que sigue acosan- © algunas de sus muchas a La imposibitidad deta identided y fa de fo idemtifcacin eve ser borrade, o hacerse transparente y de tal modo dejar que el con- cepto [an concepto vinculado a Ia realidad} se presente as como si se refiriesa a no otra cosa que su misma presencia ( 1981:32-33), Sim esquema de “ret (0” o denotativo para Lacan, une teor fido fundada en una recurrencia a alguna clase de referente, a an supuesto orden accesible de le realidad objetiva, es. insu ficiemte. La te @ propone ina sclucién tentativa para mn etre el sign ubvirttendo Ta rehacior manera, aunque partiendo de ana muy diferente distincién ante de la de Saussure. Lo que irsporia mas es, ‘orden imteractia his(6ricarnente con tora del primero, la que gobierna la direcciéi mn se racicalizaré posteriormente el curso de fa en- i la ngOstics, como fa eonstiniye Saussure, no éacall en ella” 25). 341 Saonye piseaad at Sgdo- Sp Boriness eee tr eos reps cates ul. 1957}, Lacan ha- (mo saussureano, le regula la relaciéa 1 esta posicién pri- inque parece muy te de que no es como mordial de} significante al propio S: claro por su presentacion que esté con se encuentra en el esquema de Saussure; sin embargo, que es une interpretaciéa legftima. Ciertamente se trata de una interpre taci6n que le permite adaplar el concepto saussureano al encua- che analitico, y al mismo ‘cansa su afimacién en el le- gado de Saussure (ora est de Freud), Agi (S) se covespondteat estes va, ui DaiTera QUE Te tae TS GUE HACE posi ale barra que “ossepa mn Esta barrera es exac~ propias deb significa funcién-ee-le gé- nesis del sigaificad Sel factor dominant aqui es le ignificado) es el juego de significantes: garantiza Ia coherencia tédtica del S Que Haya a pi aignilicanis y er ae1 significado, clsentideres procacideparlos sigiifieentes; brota desde ol signiti- camehactrelsig ficadoyno viceversa (como se argument: alse realist). BS esa idea la que capturaL plo de les puertas de b puertas.idénticas que prestumiblemente con icos. Lo que crea el sentido dis hecho de que cada puerta lleva Stinta seat Damas” y “Cabalieros"), EI significante ma iierenciay no otra cosa, haciendo imi- nara posible cuialGgler Conext labras, Ia referencia a fos como garanifas de en diltimo | nos iraplica tina referencia ’ las cosas aci6n, algo que el mismo Saussure fue, le entonces al significado en el esi ade a tando la fantasia de una adaequatio entre el lenguaje y el mundo. Pero para Lacan, como argumenta¢ en st Seminario: sobre The Ps ita del significente” (111;326). Puesto de 33 eo EOD OEE EOD mg Pate x Sigeificectes re prede prenatia ge tol mig n educate le, s6lo es concebible ante organizado ...] a articulacién for- mite predomina respecto aa (ransferencie del sig- nificado” (111:229), Lacan, entonces, esti radicalizende Ia idea ssure y expresaca por Barthes, deque es produicid social o politico de la mase de un grupo comi- » por ejemplo, ef acto de simb nto es seleccionado, coincide c grupo per se: eu, el "ante es capaz de procucir. un sentido debido al hecho de Raa que ne se refiere aningén objeto ado”. Eselsigno de una ausencia (IIE: 167), Toda significacién se refiere a otra y esto con. tina asfen adelante; e significado est perdido en las caracteristi- cas metonitnicas deslizantes de la cadena de-significacién. Coro lo sugiere Lactn, “nnestro punto de partida, el punto al que segul- ‘mos regresande, ye que siempre seguiremos estando en el panto de partida, es que todo significante real e3, como tal, un significante Sefiada para eludir los cul-de-saes de Saussure (o loz peligros de un representacionalis en general), De modo bastan- te corprendeite para La icado desaparece porque icacién, como un limite q Jo simb6lico con Io seal (Roothby, 1901°"~ 17). Puesto de oiro mado, Lacan avepta desde el principio To Saussure negaba pero se vio forzado a introducir por la sea, esta relaciéa entre ¢ i i jeer halla situado mag allé del nivel de to simboli- co, Le que se conserva es el locus de 1 jucgo de significaciones. El ego de signtiicac) un efecid CERO por et EL BOERS nifieacién, El contenido conceptuel de una declaracil “WaIRTaTHeson, tiene que sei selacién entre significantes la que produce el espeji dela significacién (lameson, 1991:26}. Esel signifi palabras, Jo que detetmina al efecto iusori significante tiene una funcidn activa, mientras que significante” (Klotz, 1995:94), L: n de un sentido estable es un efecto del juego de significantes: teoria de Lacan del sentido, de este modo esté sitada més alld de cualqui que marifies- (a con esto es que si hay un significado, éste sGlo puede ser un sig: nificante al que atvibuimos una fv ignifica- da. El significado es un “sujeto- bien un “objeto-supuesto-saber’ para un su Pero ahora una cierta c m parece Contaminar nuestra ar- gumentacién, {Cudl es el exacto de} significado? Es el significado real 0 imaginaric? AT principio argtiimos que el 5 ‘ficade es eres de Ta Tsien Heiser Cia wna itidad IMasine. 18, Mas tarde introdujimos et sig orden real, un orden mi esti’ acepiando das de! icado, Un exa- lanera, que esto noes el \ceptual, sino la ingenio- problema de] sentido. Una aproxima- b6lico. De acuerde con La- can, ef significado, lo que se supone que es, medfanie Sis VINE Jos cof ta realichid ‘exiema, lithiente de significaciGn, por supuesto 346 1e se resiste alasimhalizacin_ % en Lacan: lo reales loqueno y ado, Io imposible, Con seguridad, si esto real Fe ausente del nivel de significaciOn no puede e mismo Ja fuente de esta ado en su dimensidn real Jo que causa a emergencia de ‘a del signifiesdo, Lo que emerge es el significadoen Ahora volvamos, después de esta necesar tea, a nuestra preocupacién inicial resin semi6- in que se siguees niceptualiza- loen lo simbélico, Sisien- carencia de algo en la cadena de significacién, es porque el signi- ‘ieado siemper.se desliza fuer de aleance, porque la sigaificacion ~~ munca es completa la ilusisi ificado, el juego de los sig- 347 riedad de &ngulos en 1a teoria lacaniana. En este punto, y dado que estamos ciscutiendo fa constitucién de la sul icentrarme en el tema de la singularidad del sujeto, una dad real que ocupa Ta posicién de un significado que nunca lo. En The Psychoses, Lacan argumenta que: {Por qué va 4 Cesaparecer? El significante es incapar de proporcionale una res- puesta, porla buena razén de que lo coloce mas all de la muerte, El significante To considera muerto desde natucaleza lo in- y debido ala “wniverselidad” y ta je, el significante ofrece al sujeto una repres tar, por las mismas 1 significado, la inmort ja Vida presupo- morte sumus. El lugar donde bus- del su fous (1964), “Ti aie- 93:268). Ba este punts va, una fal La imposibitidiad de la identity fa cortvedided ile lat den simbélico; el sujeto deviene 0a esta falta: cOneTsigtificante, of Sijeto nace dividido’ (Lacan, citado en Soler, 1995:43). Como Lacan establece en su seminaric inédito, titula. do Crucial Problems for Psychoanalysis (1964-1965), al deter- minar el sajet6, el significamte to borra (seminario del ? de abril de 1965). ELhecho de que hablemos, por si mismo divide al suje~ tore] hueco entre el sujeto de la enunciaciéa y el sujeto de la decle- raci6n no puede ser “puenteado" nunca, Como antes se argumen- 16, lo que se presenta en el del sujeto no es otra cosa que una signiticetiva Spattung. Slavoj Zidek ha descrito con mucho &xito esta dialéctica por Ia cual la identidad simbslica del sujeto es simulténeamente afirmada y suspendida; sajeto, es dec ‘mo, padec: la marca de una irreductible disonancia: nunca con el sujeto (Zidek, 1987:43), E] fracaso de su propia autorrepresentacién simbélica es la condicién de posibilided parz ta emergencia del sujeio del sigui- ficante, para Ja representacién en generai, Dé La IDENTIDAD ALA IDENTIFICACION: ‘cin en to investigacién eecariva imposible tanto-en jeto esi condenaas esta simbolizacién no puede captucar Ta del cuerpo re ircuito conrad de | fay hace a | fall precisamente ibilidad constiuu- va la que, a! hacer impo identidad completa, hace posible identificacién, De este modo, es més bien enga- Fioso hablar de identidades dentro cel marco lacaniano, Logue tone- ‘mos sor s6lo iniemtos de constr seach el ni el signiiicante, Su fracas fundanente politico. El concepto de identificacién deviene crucial entonces para cual: quier cor Sn de la concepoién lacanians de ta subjetividad; era ya crucial en la teorfa freudiana, Ea Freud, Ja identificacién concepto de importancia mayor al referirse al meca~ mnsformado, total “ESpor 8.4 eSle cuadro son dos requ enue idertificacién imaginaria y_ ic cl a ero de ambigiiedades en las consideraciones de Freud, y La imposibilded de ta s de identifica. Pa yours objetes 4/42" velaco. " & EW esti S62Ci6i ciriqueceremos y reauicuTaremos los puntos Presentaclos hasta ahora, tayendo a juego el concepio lacaniano de ‘dentificaéi6n, t.acan formulaunacompre tificacién por primera vez en su es 1 inconseiente revelé consten: hay resistenci sitado en Bu blem dimiento eh el cora traicionada por los. issance del “cespren- del crganismo, una disonancia primordial Jas dificultades y descoo: nsuficiencia ala anicigacién —y la cual clabora paral suje- to, atrapaen cl encantoespacial de ta ident Ta a emerger imbélico, En este punto —en esta conje- tara K6gica— el conjunto alienante de las identificeciones ima; Lat impouibitidedd de ta significacion, Antes de esta intervencién, el infante estd encorra- [Be cael Aus de esta intervencién, el infante esté encerra-_ do tina relacién imaginaria Con su mucre. La “invasion” del Nom- bredst Padre desimye esta Tela tercera pay ‘que es modelo de algo triumiante, el modelo de algo armoni lega tan lejos intenta suspender team. bigiiedad del imaginaric. Las tensiones que acarrea se restielvon de tuna manera u otra, En otras palabras, Ia espej marcade OS imposicidn de Ia Ley si de emerges en y a través cel lenguaje, lo simbél aceptado, las Jeyes del lenguaje tienon que se corocidas, Para Como ys 1 Nombre-del-Pa. Si ie Fohibicién del incesto™“és en el nombie del pacre que de> feshe ee niathe deb BIC ces CCM é 10 sencillamente, el pedte introduce la idea de un es, segtin Lacan, Ja dimensién més sorpren- ‘on del padre, La funci6n patema inirodace ua istinto del orden natural, ee ad 6 ye a la sociedad humana, una cier‘a corm @ tye a la sociedsd humana, una cierta ¢c 8 % roductivo, piesio que otic posible Ia ener Ss sel = 4 Si Jas leyes def fenguaje presuponen, para poder ft sp cualg 2 Leyes XX hificaci6n, laanticulacién de significantes en fundamentada en el hecho de gue hay una Ley. $ @ drama familiar, a Ley es intreducida con la p ‘SX cesto, en tér - aun seal presimbélico, un sa AS imiento del lengnaje. Bn cttos tem in del lenguaje & en general, el orden social mismo c Wo del orden natu- XX ral, se apoya ene} Nombre-del-Pa simbolica La cvestién de la de ser examinada también por de como wna pgza part icp ce en TW T6y We) shaniicanterTaTey.eiovves, nee Claro COMME RIEAICT AT Gren de! Ferpuaje” (Ee La impostbilidad de ta identi y a 2 rd deta tent ] centro organizador, el punta ée Ia convergencia consttuye, es evocaco pero no aparece {fait df Cuando el Otroes exeluide.to que. afravés det pequerio ot nstcciones imaging adoptan fa forma de ilusiones engaiiosas. En la psicosis es els significante nuncaes gniticante—, fa falta 10 al punto de poner 1203). con cuesti6n at conjunto de significannes (I Lo que se halla en la rafz de la psicosis es la forclusion de este significante, el Nombre-del-Padre: Eseauna nese registro yen lo que tiene ingar en él, a sa- wnbre-del-Padre en el lugardel Otro, y en et Paterna, que designo el defecto que le daa la rosis (B:215). Bs exuctamemte esta falta del Nombre-¢el-Pacte, la falta del ivr (Dor: 1997). 355 & Sacrificio” dela telaciGn incestaosa del nifio con” nivel més general, ésta falta constituye una efir- id | ( pertite al sujeto en { iraren el mundo social en que puede ode we seat tt el aivel del Tenguaje. En jor dicho la acepiacin de! sujeto, La Ls lora de ansiedad, que condu- bbtener ta capacidad de simbolizar psicosis. Para po ( viviruna vida nearstica m nos en él, para alcanzar el sign mnificado, Laidemtiticacién simab mo Ja constitucién de xeceso adecuado a Ia Aveste argumiento le es central Ja idea de que alg ser excluido si algo mas hade funcionar apn do ciertas alternativas, cemiario det 27 de abil an e| 18 de maya de 1956, de 1966. Parece que la fangién paterna de Lacan ese} Hificandy este i 356 para quer bberse pasado a ‘] poder se revela como elemento inherente a No hay sociedad ni realidad social sin er80 psicbtice. 1€ es exactamente Jo que se sacrifice en el mundo del uate? Difiies que es le made Ia cosa materna, En un aivel més general, es rén nuestro acceso aun nivel inmediato de necesi- vidad de losim}¢- ‘on Ia vida hamana que debernos. el hecho.de.que la neecsidad devenga demanda y e! into devenga pi Lo que asia sucédiendo en todas estas transformaciones es la pér- dida de un nivel primordial de Io real. Lo que est4 perdido es todo acceso inmediato a este real. Ahora s6lo podemes tratar de en- sealidad, que es princi significado del significant la at de crificado para siempre © recapturarlo paca nosotcos. Pero es precisamen Hidad la que nos obliga a identificarne nem | gaan mone alatins de que'Té.sigamos anhelando, En otras palabras, eualqui ficecién es siempre una el ‘acién esté marcada por una dimensi6n alicnante. Como ya se argument6, aungue la idemiifica- sentido de identidad, también woduce una: emerge de la invasi6n de eel sujeto depende del signifi te est antes que nadaen el campo é21 Orr GF UNG oso Oe sera some una fuente de scion, y esti brecha no puede Ser munca Sal-~~” : social: “La parado- Ta Palabra es por tanto que suemergencia resuelve la & jagonismo presimbstico, pero a un precio: la Palabra [..] woluera ma irecuperable extemal 359 ines de tnieleceid tficacisn imaginaria ita simbstica el eo situ 16n humana; un jue, Ge la imposibilidad de totali- una alienagién constitutiva, ha- i por constitte (Laclaw and Zac, 1994: 14), No puede nunca nea“. gue intredujo cidn es siempre una. identificacién_predes ‘esta GE acuerdo con Lacan. apropiada a Ta pregunta relérica de Lacouc-L Labs despues dé (iG, eT problema de La inposibitidad deta idemtiddad y ea cen le le ideartRencton Pouca De SUIETO: ,IDENTFICACION CON QUE? QUIEA DEL SIRE: UDENTIFICACION CON QUE” La falta es claramente central en la concepci6n lacaniana del su- to como el espacio donde tiene lugar toda la “politice” de iden- sujeto esté siempre cape nenando aba esta faila consti Teprésdhilacién, mediante.contiquos actos de jdentificacin. Por” mntrario, es esia misma falta —la marca caracterfstica de la sub- in de toda idemi- ;nvoce la falta, sino también todos nue: Ja cual de todos modos no deja de \qu{ estamos virarido nuestra atencién del sujeto de la cia les intentos de representerse a s{ mismo, en Ja estructura subjetiva, EI sujeto encuentra vaéfo y donde busca completud ¢ identidad. Debe haber gued esta Concepcion no reduccionista de la si una primera confluencia entre Ja teoria. logias, eteéicra. °—Ppodemes ahora sociopolitico, una coni nes de un cierto reduccionisme ico. Podemes enfocar 361 fiosa, es Ia siguiente: “P, ene politica”. Una perspe como critica del uso de la teorfa lacaniana en la obra de Laclau y Moutie: naturaleza espeeitica de la intersect quico, el cval como sea fragtrentado, ido esse- es desple- iar una consideracién de Aqui me ‘Su formulacién parece delatar idonariana perspectivafinalmente esen- una vez mis, es que para La- es otra cosa que fa pura insustancialidad del ote del psicoandlisis Incuniane no es cL ine Lacan, 1978:26). ento de presentar In nocion el 352 newt g Crediceie es! ‘divi Feit cia de lo individual” (Feher-Gure “ capaces de proporcioner un tiga “ana nueva alianza entre el psicoandlisis y la teoria social” (ibidh: ~ 2002 15D, sino que estin completamente desabicados: Lacanes ext}, pay cay madamente claro a este respecto; querido por este fenémeno del fancia,ni alginser que se aduei su saftimiento, ya seo fundamental 0 sec fogas encamado (X1:126). a } dy poli ‘ spenvdencta del GET a ni ena fidesofia que verso. Lo gobierna an objeti inido por la elaboracién de ca esta noon de una rmanera st dependencia significante (X1:77), mente jormente asig- lacaniana evita 363 Horiconnes de inteleceibn en ta ive educeriva Iiticano Henarla: (Michelman, 1996:127}. Asi, Lacan no solo parece esiar at (anto de los peligros sefialados por im y reiterados por Jameson —con los que comenzamos, oro-—* sino gue los evita de la manera mas radical: “de acuer- do con Lacan, no hay sujeto que no sea siempre de antemano un sujeto seciai” (Lacoue-Labarthe and Nancy, 1992:30)2” Sin embargo, queda todavia un problema obvio coneste argu- mento, est0res, Gil ri hay nada muy raaical O innovador en él. Di cho sencillamente, noe: zaeste papel de To “obj 364 La inposibitidad de la idensided ¥ ta censratided ideniffcacién pio, sefialado que “en la vida mental del individuc invariablem te alguien mas est involucrado, como modelo, como objeto, ayuda, como oponente (...] as relaciones de un individuo con sus adres y con sus hermanos y hetmanas, con el objeto de su amor, y ‘con su médic6¥, todas estas relaciones socieles son crucial Jn identidad del individuo (Freud, 1985:95-96). En la actual es un lugar comin en la teoria al iificaciéa se originan, Es también generalmente Sez prado ‘que este proceso no se limita a nuestros primeros avis, sino que idad de nuestra vica (Leled: Pero, entonces, . qué es lo nuevo que Lacai te, la concepein de uu firme apareto conceptual y una rigueosa. Pai, como veremos, y esto es lo que es ina 44 lacaniana? Intentesrios con- imulténeo resumen de la argu- Esta perspective rel desamn Tein aproximacién psiccanalitica en a esellacusened hal jee cmp lla scampi — _sente, No se debe tener Ia impresién, sin embargo, de que esta ~ 365 19855123). Este es el gran secreto del psiccandii ‘ma, tan teriprano como su seminario de 1958-1959, el Ovro; no hay Otro del Otrd-dseminario del 8 de abril de T! Corie Sefiala posterionmente, en Anxiety, Ja est palabra”, 79), su fracaso,de anc duce en Ja separacién en el caréeter identificacién —lo gue Laclau lama la fi 366 cursive de ta representaci6n, que est Ja sepresidn, fh excl sentabie real visible el fracaso ixreductibte inscrito en el corazén del Otro det sentido: “hay-una falta, hucco 9 pérdida, abi dentro [en el Otro (KX:28). Si Lacan introduce una perspectives vel sociapolitico, entonces segu propia aigumen- tecién no puede permanecer fija o exclusivamente enfocada en su concepeién de la subjetividad. Para ser capeces de extraer todo lo gue Lacan tiene que ofrecer aTa te ica, necesitamos pasar de Io subjetivo alo ste es el propésito del siguiente ca- Bipuiocraria ubject of Discourse”, en M. Aleom, M. 1d B, Massarder-Kenney (ed Theory of Di , New York, New York Univer Barthes, R, (1990), 5/2, Oxiord, Blackwell Publishers. 973), Elements of . a 991), The Pi Benveniste, E. (1966), £ Be iy: Can Psychoa. 23, 1, pp. 24-38. Bourdient,P. (199 Language and Symbol Power, Cambridge, 3 Pe 367

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