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106 PSICOLOGIA BIOLOGICA 14, Partiendo de estudios comparativos, se han obtenido pruebas de la evolucién de los ccanales i6nicos, las sinapsis y los transmi- sores. Por ejemplo, ciertos canales idnicos yy sinapsiseléctricas sehallan tanto en pln- tas como en animales, pero los canales del sodio y los transmisores neuropeptidicos parecen haber surgido primero en los ani males pluricelulares. 15, Las neurones y las sinapsis pueden ensam- blarse en circuitos que procesan informa- cin, Tres tipos fundamentales de circuitos neurales son Ja cadena neural, el circuito de feedback y ¢! cirevito oscilatorio. 16. La sumacién de cambios eléctricos en mi- ones de células nerviosas puede detectarse Anediante electrodos colocados en el cuero puede poner enla funcién cerebral, especialmente en res- puesta aun estimulo breve y controlado que ‘provoca an potencial evocado. Lecturas recomendadas HAUL, Z. W. ed): An introduction to molecu- Jar neurobiology, Sunderland, MA: Sinaver, 1992, Kanvat, E. R.; Scuwantz, J, Hy Jessel, T. Ma: Essentials of neural science and be- havior, Norwalk, CT: Appleton & Lange, 1995. Nicwotts, J.G.; Maem, A. R., y WALLACE, B. G.: From neuron to brain (3° ed), Subder- Jand, MA: Sinauer, 1992. Punves, D.; Avousrme, G. J.; Frrzrarricx, Das Karz, L. Cs LaMantia, A. S., y McNAaMa- a, J. O.: Neuroscience, Sunderland, MA: aver, 1997. ‘Suspitsxo, G. M. (ed): The synaptic organt- zation of the brain (3.* ed.), Nueva York: Oxford, 1994, Capitulo @ Psicofarmacologia: neurotransmisores, farmacos y drogas, y conducta La mayorfa de los férmacos y las drogas afectan al cesebro y laconducta al alterar las transmisiones sindpticas. Parg.empe- ‘zap nyestro estudio sobre estas sustancias quimicus y el sistema nervioso, examinaremos las variedades de yansmi- sores, muchos de los cuales se mencionaron en el capitulo 3, A continuacién veremos ejemplos de emo los fémiacos y bién analizaremos la dependencia de las drogas, as{ camo la informacién que los neurocientificos pueden ofrecer para ayudara afrontar los problemas personales y sociales relacio- nados con el abuso de sustancias quimicas. ‘Hasta donde alcanza nuestro rastreo de la historig huma- na, la gente ha probado, bebido 2 sorbos, masticado o tragado todo tipo de sustancias quimicas: de origen animal, ‘vegetal o mineral. Partiendo de estas experiencias, Ips indi- viduos han aprendido a consumir algunas de esas sustancias y a evitar otras. Las costumbres sociales y los u6digos dietéticos evolucionaron para proteger a la gente del consa- mo de sustancias dafinas, Esta larga historia de buscar, probar y consumir diferentes sustancias deriva no sGlo de la necesidad de alimento sino también del deseo de mjtigarel dolor, controlar la ansiedad y alcanzar sensacién de placer. El consumo humano de drogas es tan generalizado-que un investigador ha caracterizado a los seres humanos como animales que toman drogas» (B. B. Leonard, 1992). Sin ‘embargo, no estamos solos en esta actividad: «Casi tpdas las especies de animales han buscado sustancias intoxicantes de una forma namral» (R. K. Siegel, 1989). 108 PSiCoLoaia BIOLOGICA Biisqueda de transmisores quimicos Continuamente se intenta identifica los diferentes agentes transmisores sinfpticos y comprender cOmo actéan, La tabla 4.1 resume Jas diversas clases de transmisores actualmen- te conocidos, algunos de fos cuales ya se han citado ea capttulos anteriores, En Ia década de 1940 se reconoci6 como transmisores a algunos de los wansmisores aminérgicos, entre los que se inclufan Ja ace- tilcotina, la noradrenalina y la adrenalina (epi- nefrina). A principios de Ia década siguiente, Jos investigadores descubrieron que algunos aminoécidos, los componentes bésicos de las protetnas, también acttlan como transmisores en algunas sinapsis; entre estos aminodcidos transmisores se incluyen el glutamato, la gli- cina y ¢l GABA. En la década de 1970, algu- nos investigadotes reconocieron que muchos péptidos —cadenas cortas de aminoécidos— podian ser transmisores sindpticos; ejemplos de ellos son los opicides endégencs, la oxito- ina la sustancia Py la vasopresina. A medi- da que prosiguieron les investigaciones, el simero de probables transmisores sindpticos creci6 desde unos cuantos a varias docenas; y nuevos descubtimientos contintian sorpren- digndonos. De entre éstos, uno de los més Tamuativos fue que el gas simple 6xido nitci- 0 (NO) parece actuar como mensajero eitre ‘neuronas, aunque no en el sentido sinfptico habitual (Ignarro, 1991; Moncada y otros, 191). (Por qué consideramos que una sustancia ¢ un transmisor? Los criterios proceden de la idea de transmisi6n singptica que estudiainos en el capitulo 3. Para demostrar que una sus- tancia coucreta es el transmisor quimico en tna tnapsis particule, debemos probar oe guiente: 1, La sustancia qutmica existe en Jos termina- les presingpticos. 2, Las enzimas para la sintesis del transmigor existence los terminales presindpticos 0, en el caso de los péptidos, enel soma. 3, Bi transmisor se libera cuanda los impuiss nerviosos alcanzan los terminales, y lo ha- con en mimero suficiente para provocar ‘cambios notmales ea los potenciales postsi- ndpticos. 4, En la membrana postsingptica existen re- ceptores espectficos para el tansinisor libe- rado, 7 5. La aplicacién experimental de cantidades apropiadas de sustancias quiimicas en la si- napssprovora cabot en los pencils post 6 Le cbnicci6n dela beracién de susan- clas irpide que los impulsos nerviosos pre- sinpticos alteren Ia actividad de la célola postsindptica, Entre las sustancias que satisfacen los crite- rios de los transmisores se incluyen la acetiloo- lina, 1a noradrenalina, Ia dopartina, la serotoni- na, el GABA, el glutamato, etc. (véase Ja tabla 4.1), Hay pruebas convincentes de la existencia de otras sustancias que también son transmiso- res, pero la mayorta de los investigadores.quie- ren toner més evidencias antes de admitisio. Aungué se sepa que una sustancia es un trans- misor en un lugar, puede ser dificil demostrar que acta también como tal en una ubicacién distinta, Por ejemplo, se acepté durante mucho tiempo que la acetilcolina era un agente trans- misor del sistema nervioso periférico (se co- nocfa bien su papel en Jas uniones neuromus- cculares de los vertebrados; véase e! capitulo 11), pero era dificil demostrar que también fancionaba como transmisoren el sistema ner- vioso central. Ahora se admite que ia acetilco- Jina estd ampliamente distribuida por el cere- bro, y su posible relacién con los déficits y el griego lyein, «deshacer 0 disolvers). Una sustancia que se ha utilizado durante mucho tiempo como ansiolftico es el alcohol. Bete reduce la ansiedad en algunas personas, pero también tiene algunas conse cuencias indeseables, como las lesiones. neu- ropsicolégicas debidas al consumo excesivo y un fuerte potencial de adiccién, Para aliviar la ansiedad, también se han usado opidceos y bar- bitdricos, pero, en vez de ser verdaderos ansio- Iiticos, parece que actian como sedantes 0, en dosis superiores, producen estupor. A principios de la década de los sesenta, se descubri6 una nueva familia eficaz de ansiolti- cos: Jas henzodiacepinas, que se encuentran eatre los férmacos prescritos con mayor fire~ cuencig, especialmente el diazepam (nombze comercial: Valium). Se unen fuertemente a re- ceptores.que parecen hallarse exclusivamente PSICOFARMACOLOGIA: NEUROTRANSMISORES, FARMACOS Y DROGAS, Y CONUCTA 127 en el sistema nervioso central, Los receptores. - de benzodiacepinas estén relacionados con (y parecen potenciar) la actividad de un subgrupo de receptores para el transmisor inhibitorio GABA, produciendo asf potenciales inhibito- rios postsindpticos mayores que los que produ- cirfa el GABA solo. De hecho, en los recepto- res de GABA hay varios lugares de unién distintos: unos que facilitan y otros que inhiben el efecto del GABA (véase la figura 412). Obsérvese que la benzodiacepina no se une al mismo lugar del receptor donde lo hace el trans- misor GABA. En este caso decimos que la benzodiacepina es un ligando no competitivo: afecta ala activacién del receptor sin competir con el transmisor por su lugar de unién. ‘Igual que en el caso de los narcéticos opioi- des, los neurocientificos han estado buscando en el sistema nervioso una sustancia natural que se ‘una al supuesto receptor de benzodiacepinas —un ligando endégeno para ej receptor— pero Ja bisqueda sigue y ya ha pasado mitcho mas tiempo que el que se tardé con las encefalinas y las endorfinas, Algonos investigadores han su- getido que el ligando end6geno es la neurohor- mona allopregnanolona, que deriva de la hormo- ‘a progesterona. Esta neurchormona es inducida y liberada como consecuencia del estrés; ejerce un efecto calmante, La allopregnanolona se liga ‘tlos receptores de GABA e incrementa la efica- ‘tia de éste. A su vez, el GABA inhibe Ja libera- cién de hormona liberadora de la corticoropina, que desencadena Jas respuestas al estrés. Asi ‘pts, fa allopregnanolona quizd es una sustancia endégena ansiolitica cuyas acciones pueden ser imitadas por los férmacos benzodiacepfnicos. Mientras, se han sugerido otros ligandos end6- genos para el complejo receptor de benzodiace- pias, y las investigaciones prosiguen (Alho y otros, 1994; Purdy y otros, 1992). Por supuesto, ¢s posible que algunos férmacos no tengan su equivalente endégeno. Solo por pura casualidad puede suceder que una molécula de farmaco se tuna a parte de un receptor que normalmente no interacta con ningiin compuesto. Dado que los férmacos antiansiedad tienen ciesto potencial adictivo, los investigadores si- guen intentando desarrollar agentes ansioliticos que presenten poco o ningtin riesgo de adiccién 4 Bigurath? El receptor del GABA tlene varios lugares de union diferentes. para sus consumidores. Para ensayar farmecos a fin de mejorar la eficacia ansioltica los investi- gadores necesitan modelos ammales de ansiedad. El problema de encontrar modelos animales véli- [py es par ls estado y afeciones de los f) seres humanos ha generado muchas opinio- CI nes y discusiones entre académicos, médi- 0s y profesionales de la industria (Geyer y Mor- ‘Kou, 1995; Willner, 1991). Aqui no podemos hondar mas en esta cuestién, pero el Tema 43 (Los modelos animales ayudan en la investigacién sobre {4muacos antiansiedad) examina un modelo animal para la ansiedad. Los ESTIMULANTES INTENSIFICAN LA ACTIVIDAD DEL SISTEMA NERVIOSO E} grado de actividad del sistema nervioso esta determinado por la corapetencia entre in- fluencias excitatorias e inhibitorias. Los esti- mulantes son drogas (o farmuacos) que inclinan Ja balanza hacia el lado excditatorio; por tanto, 128 PSICOLOGIA BIOLOGICA * Figura 4.13 ‘cocaina. Las dreas de mayor nitmero de untones ‘@ muestran en naranjay amarillo, tienen un efecto activador, de alerta. Hay un gran consumo de muchos estimulantes artifi- ciales y de otros que se encuentran de forma natural. Entre ellos se incluyen Ja anfetamina, Ja nicotina, la cafefna y la cocaina, Algunos estimmulantes actian directamente incrementan- do los potenciales sinpticos excitatorios. Otras Jo hacen bloqueando los procesos inhibitorios; ‘un ejemplo que ya hemes visto es el del blo- queo de Ia adenosina por la cafefna. Cocatna La cocaina es un alcaloide que se obtiene de las hojas del arbusto de la coca, que es autéctono de Bolivia, Colombia y Peri. La gente de estos pafses mastica hojas de coca 0 bebe infusiones preparadas con esas hojas para aumentar su resistencia, aliviar el hambre y provocar un estado de bienestar, No parece que. este consumo de hojas de coca cause ningiin problema. Sin embargo, mediante modifica~ ciones cientfficas y tecnol6gicas, ese material autéctono ha sido transformado en formas adic- tivas como el polvo de cocaina o los cristales de crack. La cocaina se aisl6 en 1859 y empez6 a utilizarse en ta década de 1890 como anestési- co local y para aliviar la depresién, hasta que se descubrié que era adictiva, Seus6 muchocoms estimulante hasta 1932, cuando dio peso a la anfetaminta, que tenfa los mismos efectos que Ja cocafna pero era mucho més facil de conse- ‘guir (Ja anfetamina se vendia en inhaladores para Ja congestién nasal que algunas personas tompfan para sacar de ellos la droga). Cuando en la década de 1960, las restricciones legales sobre la anfetamina elevaron su precio, ¢1 con- ‘sumo de cocafna volvié a subir. Muchos consu- midores inhalan cocafna en polvo, que entra en el torrente sanguineo por cuyo recorrido surte ‘efecto con rapide, Bl crack es un tipo de cocaina que se furha, Y que aparecié a mediados de la década de 1980. Dado que, en esta forma, la cocaina entra en la sangre y en e] cerebro atin més répida- mente, el crack es més adictivo que el polvo de cocafna. La cocaina parece bloquear los trans- portadores mot especialmente los de NA (noradrenalina) (véase la figura 4.13), obstruyendo la reabsorcién de los transmisores ‘Y, por tanto, reforzando ss efectos. Algunos-nifios estén expuestos a Jn cocaina enel ttero. Ha habido.un miedo generalizado a que la exposicién durante la vida fetal provoca- ra.un dafio irreversible en el desarrollo del cere- broy la conducta, El péndulo del enfoque cien- tifico oscila mucho en tomo a esta cuestién. Bl temor inicial a que los nifios expuestos al crack durante su vida fetal pudieran sufric un grave dafio en su desarrollo dejé paso a Ia idea de que los perjuicios sociales e intelectuales estén més en funcién de las privaciones sociales y econé- tnicas de [a madre, Una reunién celebrada recientemente ha aportado més informacién sobre el tema (Vo- gel, 1997). Aunque el entorno familiar de los nitios que estuvieron expuestos prenatalmente ala cocaina ejerce un poderoso efecto sobre su desarrollo intelectual, la exposicién fetal a la cocaina también deteriora en alguna medida el crecimiento intelectual. Algunos efectos sobre el desarrollo relacionados con Ia cocafna son una disminucién de la capacidad de concentrar Ja atencién cuando el nifio es muy pequeio y un incremento del umbral para el arousal. En co- nejos expuestos a fa cocafna, las dendritas del rea cingulada anterior aumentan su Jongitud entre un 30 y un 50%, y entrelazan prolonge- ciones a través de diversos planos (Levitt y PSICOFARMACOLOGIA: NEUROTRANSMISORES, FARMACOS Y DROGAS, Y CONDUCTA 129 otros, 1997), Estos conejos también muestran ‘una transmisiGn inefieaz gue implica a algunos receptores dela dopamina. Nicotina y anfetamina ‘gual que la cocasna, el tabaco es originario de América, donde los explocadores europeos descubrieron e] hdbito de fumar. Cuando en el siglo xvt se introdujo el tabaco en Inglaterra, el rey Jacobo lo prohibi6, pero no fiie capaz de evitar su consumo creciente. Sin embargo, el tabaco no se consumi6 a gran escala hasta 1880, nte, cuando una ihnovacién tec- nol6gica en el curado hizo que fuera més suave -y se pudiera fumar fécilmente en cigarrillos (W. Bennet, 1983). Bxpuesta en Ja acuplia superficie de los pulmones, la nfeotina de los cigarillos entra en Ja sangre y el cerebro gon mucha més rapidez. que la nicotina del tabaco de pipa o de Jos puros, ola procedente de] tabaéo masticado 0 aspirado, Absorber la nicotina de esta forma es muy satisfactorio y puede resultar més adictivo que fumar tabaco de pipa o puros. Examinare- ‘mos con mésdetalle fos efectos de a nicotina en 1 organismo y los mecanismos mediante los cuales produce esos efectos, El ostimulante nicotina activa un tipo de receptores de ACh, que, como aprendimos en el capitulo 3, se denominan receptores nicotini- cos. La mayorta de estds x se hallan en Jas uniones neuromusculares y en neuronas de Jos ganglios autonémicos, pero muchas de cllas esti también presentes en el sistema nervioso central. Cuando s¢ absorbe Ja nicotina median- te Ja accién de fumar o masticar tabavo, aumen- ta el ritmo cardfaco, tanto directamente al estimular los ganglios simpéticos, como indi- ectamente al estimular la gléndula suprarrenal para liberar la hormona adrenalina. La nicotina también incrementa Ja presiGa sanguinea, la secrecién de dcido hipoclérico en el est6mago y la actividad motora del intestino. Estos efeo- tos neurales, ademis de los del alquitrén en los pulmones, contribuyen a las consecuencias ne- gativas para la salud debidas al consumo reite- ado y prolongado de tabaco. Una molécula de la sustancia artificial anfe- tamina tiene una estructura parecida a la de los transmisores catecolaminérgicos (noradrenali: na, adrenalina y dopamina). La anfetamina provoca la iberacién de estos transmiisores des de los terminales presinfpticos incluso cuando no Llegan impulsos nerviosos a esos terminales, ¥ potencia los efectos de los impulsos nervio- sos en lo referente a originar la liberacién de transmisores. Una vez Jas moléculas de trans- misores catecolaminérgicos han alcanzedo Ia hendidura sinéptica, la anfetamina intensifica su actividad de dos maneras: 1) bloqueando Ia recaptacién de catecolaminas en el terminal * presingptico, y 2) compitiendo con las cateco- Taminas por Ia enzima que las desactiva (mo- noamino oxidasa). Estos efectos de Ja anfetemina prolongan la presencia de los transmisores catecolaminérgi- cos en la hendidura sindptica, aumentando asi su eficacia. El estimulante cocaina es semejan- te a la anfetamina en cuanto al bloqueo de la | recaptaci6n de catecolaminas, pero no presenta / “~~ Jos ottos efectos sindpticos de la anfetamina. * ‘Aunque se sintetizé en 1887, no empezd a > ‘abusarse a gran escala de la anfetamina hasta finales de la década de 1930, Dado que la anfetamina estimula y potencia ta actividad de los transmisores catecolaminér- ¢gicos, tiene una gran variedad de efectos con- ducmales. A corto plazo, causa un incremento del estado de alerta e incluso de Ja euforia, y evita ef aburrimiento. En esta dimensién del corto plazo, su consumo puede favorecer un esfuerzo sostenido sin descanso ni suciio ni sentir mucha fatiga, Aunque una persona pue- de set capaz de realizar més trabajo y estar més segura de sf misma si consume anfetemina, 1a mayorfa de los estudios muestran que la droga no mejora la calidad del trabajo; parece incre- mentar la motivacién pero no la capacidad cognitiva. La actividad de la anfetamina en las sinapsis del sistema nervioso aut6nomo tam- bién puede causar efectos secundarios moles- tos, como aumento de la presién sanguinea, temblores, mareos, sudoraci6n, respiracién en- trecortada y névseas. El consumo prolongadg de anfetamina pro- voca tolerancia: la progrésiva pérdida de efi- cacia de un férmaco o una droga tras su admi- nistracién repetida. A menudo se desarrolla 130 PSICOLOGIA BIOLOGICA tolerancia porque el nfimero de receptores se reduce debido a la estimulacién reiterada del férmaco © la droga. Asf, progresivamente se precisan dosis mayores del férmaco 0 droga ‘para lograr el mismo efecto. Con frecuencia, la ‘ingesta continuada de anfetamina a dosis ele- -vadas provoca insomnio, pérdida grave de peso, y deterioro general del estado fisico y mental. Puede dar origen a sintomas que se parecen mucho a los de la esquizofrenia paranoide: conducta compulsiva y agitada, y suspicacias inracionales, De hecho, ciertos médicos que desconocian que sus pacientes consumfan an- fetamina han diagnosticado a éstos como es- quizofrénicos. Un estudio sobre el sindrome resultante de] abuso de anfetamina ha sugerido una hipétesis sobre la esquizofrenia y posibles terapias de ésta, como podremos ver en el capt- tulo 16. ‘Curiosamente, ¢] consumo repetido de al- gunos férmacos’y drogas puede originar lo contrario de la tolerancia: la sensibilizacién. En este caso, sf se da un consumo repetio, la misma dosis del agente farmacolégico tiene un efecto mayor. Algunas personas desarrollan sensibilidad a la cocafna, especialmente des- pués de un perfodo de abstinencia, tal vez por- ‘que aumenta el nimero de receptores monoami- nérgicos (Peris y otros, 1990), LAS OROGAS ALUCINGGENAS ALTERAN A PERCEPCION SENSORIAL Algunas drogas alteran la percepcién sen- sorial, a menudo de modo espectacular y Na- mativo, y dan lugar a experiencias singulares € incluso a conducte psicética. Estas drogas se denominan alucinégenos, o agentes que cau- san alucinaciones. Pero algunos investigadores creen que él término «alucinégeno» no es apro- piado, porque mientras una alucinacién es una percepcién que tiene lugar sin estimulacién sensorial, alucinégenos como el LSD, la mes- calinay la psilocibina alteran o distorsionan las. percepciones, Los efectos del LSD y sustancias afines son predominantemente visuales y pue~ den llegar ser aterradores. Con frecuencia, los ‘consumidores ven representaciones fantésticas de colores muy vives, y a menudo son cons- cientes de que estas percepciones modificadas de una manera extrafia no son hechos reales. Desde el punto de vista quimico, los agen- tes alucindgenos son diversos; se ha descubier- to que varios de ellos afectan a uno u otro de los sistemas de transmisores sindpticos amfnérgi- ‘cos. Por ejemplo, la mescalina, la droga extra(- dade la planta lamada peyote, afecta al sistema de la noradrenalina. El LSD y la psilocibina actiian sobre un tipo de receptor de la serotoni- na, Otros alucinégenos, como la muscarina, aque se halla en algunos hongos, afecta al siste- ma de ACh. EILLSD (dietilamida del fcido lisérgico) fue sintetizado en 1938 por Albert Hofmann, un farmac6logo suizo que estaba intentando en- contrar nuevos agentes terapéuticos. Dado que {os tests con animales no parecfan mostrar efec- tos, deseché el compuesto. Pero un dfa de 1943, 2] doctor Hofmann experiments un estado s0- floliento singular, como si estuviera borracho. ‘cerraba los ojos, pareofa que se levan- ‘taban frente 2 61 imdgenes fantésticas de un color intenso y una plasticidad extraordinaria, . El episodio duré unas dos hores. Al sospechar acertadamente que hab(a tomado por error una peque‘ia cantidad de LSD, Hofmann volvié a investigar el compuesto. El LSD result6 ser ‘asombrosamente poderoso; para provocar alti- cinaciones bastaba una fraccién de miligramo. En la década de los cincuenta, muchos in- vestigadores trabajaron con el LSD a la espera de que éste proporcionara un modelo itil de psicosis que aportara pistas sobre los procesos biaquimicos de las enfermedades meatales. La estructura del LSD se parece a lade la serotoni- na, y pronto se descubrié que el primero actua- ‘ba sobre los receptores de la segunda; no obs- tantd, todavia se desconoce el mecanismo por el cual ¢l LSD causa alucinaciones. Muchos i consumidores de Ja sustancia han re- ferido escenas retrospectivas: es decir, expe- riencias en las que se sienten como si hubieran tomado una dosis de droga aunque no haya sido asf. Estos episodios pueden darse incluso tras ‘un consume breve de LSD, pero no esté claro si reflejan cambios neurales permanentes 0 una forma especial de memoria. PSICOFARMACOLOGIA: NEUROTRANSMISORES, FARMACOS Y DROGAS, Y CONDUCTA 131 La feneiclidina (conocida normalmente _similar, todos conocemos algo sobre Ia «aco- como PCP o «polvo de éngels) se desarrolléen _metida de Ja herofna, el «subidén» dela cocal- 1956 como analgésico poderoso y agente anes- nay muchos otros efectos relativamente acorto tésico, Pronto se dejé de utilizat en la anestesia _plazo de las drogas recreativas descritas en pe- porque muchos pacientes presentaban eféctos _riddicos, revistas y libros de texto. Pero jtienen ‘como agitacién, excitacién, delitio, hostilidd estas drogas efectos duraderus que ‘persisian y desorganizaci6n de las percepciones.LaPCP mis alld de un periodo de horas o dfas? yTienen se vende a menudo ilegalmente como aluciné- estas drogas efectos téxicos que cambien la ‘geno, Entre las reacciones téxicas se incluyea _fisiologfa cerebral y Ie anatomia? Esta cuestién es un tema de dificil estudio; ‘causar, 1) combatividad, y 2) estado cataténico _requiere mucha paciencia. En el perfodo que (estado que puede incluir estupor, conductaes- sigue al consumo de drogas intervienen mu- tereotipada, manfa, y rigidez o flexibilidad ex- cos factores, y es muy dificil atribuir cambios trema de los miembros). Sobredosis de PCP _relativamente a largo plazo a an consumo ele- dan como resultado: 3) convulsiones 0 estado —_vado de estas sustancias. No obstante, algunos de coma, que puede durar varios dias, y 4) _hallazgos inquietantes indicanque ciertos cam- confusién, que puede durar yorias semanas. _bios cerebrales producidos por drogas recreati- Como sucede con la anfetamina los consumi- vas pueden pesitir dante ueses (McCann y dores a veces desarrollan una afeccién psiedti-. otros, 1997). cague semeja a Ja esquizofrenia, por lo que ln Para algunos de nosotros, «éxtasis» es un PCP puede proporcionar un itil modelo quimi- _ estado exaltado del ser; para otros, el término co de ésta (véase el c 16). es el nombre callejero del derivado alucin6ge- Ta PCP es SS ae eeeporNMDK no de Ia anfetamina MDMA (3,4-metilendio- quiz en un lugar especial de unién (véase la _ximetanfetamina). Durante un corto perfodo figura 4.16), y estimula la liberaci6n del trans- _de tiempo, la MDMA disfruté de cierta popo- misor dopamina (Gorelick y Balster, 1995). _laridad como complemento en psicotecapia. Las investigaciones siguen tratando de encon- En no humanos, esta droge causa efectos per- tar los circuitos cerebrales afectados especifi- _sistentes en neuronas productoras de serotoni- camente por la PCP, La ketamina es un antago- na: reduccién prolongada en Jos metabolitos y nista de NMDA menos poderoso que se utiliza _el transportador de ésta. Ademés, resultan da- como ageate anestésico en no humanos. Estu- fiados axones finos de serotonina, pero que- dios de TEP sobre los efectos de laketaminaen dan preservados los somas del tronco del en- el cerebro de voluntarios sanos mostré aumen- —céfalo. Aparece parcialmente ilustrado este tos focalés de la actividad metab6lica en la Gf etons toni sn te ie corteza prefrontal (Breier y otros, 1997). La una acusada disminucisn en los axones administracién de esta sustancia también pto- de serotonina en la neocorteza y el hipo- vyood en este grupo sintomas psicéticos transi- campo de un mono ardilla 18 meses después torios. de sertratado con MDMA. Estos cambios pue- den estar relacionados con Jos efectos psiquié- tricos y cognitivos persistentes —entre Jos que ALGUNAS «DROGAS RECREATIVAS* PUEDEN se incluyen trastomos de la memoria— que ‘TENEA EFECTOS A LARGO PLAZD hemos observado en los casas de consumo de MDMA, Los peligros del consumo de drogas, arn- El extendido consumo de la cocaina y la pliamente anunciados en las campafias de salud _progresiva debilidad que acompafia a sus con- pUblica, se concentran por lo general en cam- _sumidores habituales han daco lugar a muchos bios a corto plazo, Todos hemos ofdo hablarde _estudios sobre los efectos's largo plazo de esta las propledades inductoras dealucinaciones que _sustencia. La cocafna puede provocar una apo- tienen la mescalina, la PCPy el LSD. De modo _plejfa aguda y alteraciones a largo plazo en el 432 PSIGOLOGIA BIOLOGICA » Ria Efectos largo plazo de una doss nica de «edstasiseanel cerebro de un mona, Axones de serotonina en la neocorteza dorsal de (iequlerda) un mono ardilla control y (derecha) un mono ‘arditla tratado con una tintoa dosis de MDMA 8 meses antes. (Cortesia de George Ricaurte.) flujo sanguineo cerebral (Holman y otros, 1993). Son manifiestas ciertas disminuciones en el metabolismo deta glucosa cerebral du- ante varios meses después de que el consumo de cocaina se haya interrumpido. Aunque Ia cocaina ejence un fuerte impacto en las neuro- nas de dopamina, no se considera una neuro- toxina de ésta. La intoxicacién cavseda por ta PCP tam- biéa puede incluir efectos neurotéxicos sobre neurouas hipocampales y células afines dal sistema [{mbieg. Administrada durante va- ios dfas a animales experimentales, la PCP provoca una gran degeneracién del siste- sma limbico, incluidos lugares del hipocampo y ée la circunvolucién cingulada. Quizé la new- rotoxina més extendida no sea ni mucho menos ‘una droga, sino el plomo ambiental (véase T6- pico 44, La toxicidad del plomo deteriora la ‘nteligencia). El abuso de térmacos y drogas es muy corriente El abuso de sustancias quimicas y Ia adic- ci6n se han convertido en un problema social que aflige a millones de personas y tastornéita vida de su familia y de sus amigos y conspane- ros. Estd afectada toda la comynidad porque: 1) muchas petsonas que consumen tabaco, alco- hol y otras drogas raueren prematuraménte; 2) Jos que abusan de ciertas sustancias cometen delitos y provocan accidentes de tréfico, incen- dios y otros trastornos sociales; 3) los costes de. Ta ayuda a los adictos a controlar su dependen- cia y su abuso, asf como de Ja lucha contra el trafic de drogas, son elevados, y 4) rhuchos nifios pequefios cuyas madres consumen sus ‘tancias psicoactivas (incluidos el alcohol y la nicotina) durante el embarazo nacen con lesio- nes cerebrales. ara lograr alguna perspectiva sobre la im- portancia relativa de la dependencia de distin- tas sustancias como causa de muerte, exami- nemos los siguientes datos: se calcula que en Jos Estados Unidos el tabaco provoca anual- mente unas 432.000 muertes —el 20 % del total en todo el pats—, de las cuales més de 100.000 se deben al céncer de pulmén (véase la figura 4.15). Tenemos nuevas pruebas de la toxicidad del tabaco en el reciente hallazgo de que, entre las personas de 55 afics o més, duplice el riesgo de demeacia, especialmente de Ia enfermedad de Alzheimer (Ott y otros, 1998). En el mismo pais, unas 125.000 muer- tes anuales estén relacionadas con el consumo de alcohol, y muchas de ellas se han produci- do como consecuencia de accidentes de tréfi- co provocades por haber bebido en exceso, También en los EE, UU. sc estima que las drogas ilegales provocan unos 20.000 muertos ‘cada afio, unos 8.000 de los cuales son atribui- bles al sida asociado al consumo de drogas nstituto de Polftica Sanitaria, Universidad de Brandeis, 1993, pp. 32-37; Mathias, 1994). ‘Aungue el néitero de muettes provocadas por Jas drogas ilegales ha sido estimado a Ia baja, estf claro que las drogas legales —nicotina y alcohol— tienen un coste social muy superior al de las drogas ilegales. ‘Las diferencias en cuanto a la mortalidad causada por estas sustancias esté relacionada con la frecvencia del consumo. Segtn una en- ccues{a realizada en todo el pafs por el Departa- mento de Salud y Servicios Humanos de Jos EE. UU., en el transcurso de un determinado mes, aprdximadamente la mitad de todos los PSICOFARMACOLOGIA: NEUROTRANSMISORES, FARMAGOS Y DROGAS, Y CONDUCTA 133 H americanos consumen alcohol. Alguaas antori- dades consideran que cérea de tun 10 % de la poblacién es alcohdlica (Helzer, 1987), Duran: te un mes, aproximadamente un 27 % fuma cigarillos y alrededor de un 15 %declara fue ‘mar un paquete o més al dia. Sélo un 7 %, més ‘o menos, manifiesta que consume alguna droga ‘egal en el wanscurso de un mes. Le marihuana es la droga legal més habitual; elrededor de un 5% declara tomarla alguna vez durante un mes, y aproximadamente un 1 % dice consumirla a diario. A lo largo de un mes, cerca de un 0,9 % responde que consume cocaina (crack inclui- do) en alguna ocasién. ‘Ademés de la frecuencia de consumo, las diferencias en cuanto a la mortalidad estén relacionadss con los riesgos asociados con cl tipo particular de sustancia cqnsumida (Con- g7es0 de los EE. UU., Comité Econémico Con- Junto, 1988). De cada millén de personas que fuman, se espera que mueran anualmente unas 3.000 como consecuencia de ello; de cada mi- N6n que consume alcohol, s6lo se espera que mueran unas 540 personas cada afio de resul- tas de Ia bebida, (En esta serie de estimaciones ‘no sc incluyeron las drogas ilegales.) Ast pues, aunque en un mes determinado el niimero de personas que beben alcohol es mayor que el de las que fuman, la expasici6n activa al taba- ‘coes un factor de riesgo mucho més importan- te que beber alcohol (Departamento de Salud y Servicios Sociales de los BE. UU., 1991). EI consumo de alcohol y cigarillos esté muy tepartido por todas las edades de los adultos, peto el de marihuana y cocafna se limita-prin- cipalmente a un grupo de edades comprendi- das entre 18 y 34 afios. La proporcién de hombres y mujeres que consumen alcohol y tabaco es similer, mientras que en cuanto ala marihuana y la cocaina los hombres duplican a las mujeres. En fa discusin que sigue, examinaremos los mecanismos del abuso de drogas, los distin- tos enfogues para comprendetlo, ¢6mo los in- dividuos varfan en su vulnerabilidad a ese abu- s0, y cOmo éste puede prevenirse y tratarse, Los MECANISMOS DEL A8USO DE DROGAS ‘SE HAN ESTUDIADO AMPLIAMENTE Durante més de un siglo, los cientificos han investigado la dependencia de sustancias, Aun- que se ha aprendido mucho, todavia quedan muchos enigmas, y atin hay que descubrir me- dios plenamente eficaces para combatir Ia de- pendencia y el abuso. Se hian sugerido e inves- ligado mecanismas fisiol6gicos, conductuales y medioambientales de la dependencia de sus- tancias; los investigadores se reparten en cuan- toa sus preferencias por uno u otro (Glantz y Pickens, 1992). 134 PsicoLocia Bi0LSGICA Recuadro 4.3 Terminologia de los trastornos dependientes de sustancias Para las definictones de los trastomos menta- Jes, los psiquiatras, psicélogos y neurocientificos ‘cuentan con el Diagnostic and Statistical Manual ‘of Mental Disorders (4 ed. (Mannal diagn6stico y estadistico de trastomos mentales), llamado a me- nudo DSM-IV (Asociacién Psiquidtrica Ametica- ‘na, 1994; todos los nimeros de pagina citados en este recuadro corresponden aeste manual). Lo que la gente conoce como adiceién el DSM-IV lo de- nomina trastornas dependientes de sustancias. Dentro de esta categoria, la dependencia es un trastomo més grave que el abuso. El resgo eseacial de la dependencia de sustan- ias psicoactivas (gor ejemplo, alcohol, tsbaco, cocafna, marihuana) es «un conjunto de sintomas cognitives, conductuales y fisiolégicos que indi- ‘can que e} individuo sigue consumiendo la sustan- ia pese a los importantes problemas relacionados con ella» (p. 176) Para que se le diagnostique Ia si dejan de fumar pueden consumir chi- les de nicotina o ponerse parches cutiineos de nicotina mientras lo intentan. La nicotina PSiCOFARMACOLOGIA: NEJROTRANSMISORES, FARMACOS Y DROGAS, Y CONDUCTA 444 todavia tiene efectos perjudiciales sobre el ‘organismo, pero al menos los pulmones se Tibran de los efectos del hump del tabaco. Ademiés, la nicotina absorbida mediante chi- cles © parches cuténeos es menos adictiva que el humo del cigarrillo, porque estos mé- todos no transportan pulsos de nicotina al cerebro con tanta rapidez como el humo as- pirado (véase la figura 4.18). Para reducir ¢! sindrome de abstinencia también pueden usarse farmacos antiansiedad, ‘Los modelos psiquidtrico 0 psicol6gico y Jos modelos biopsi iales del abuso de sus- tancias han inspirado una gran variedad dete» rapias psicol6gicas y conductuales, Muchos de ace cents parecen ayodar al menos a algunos consumidores abusivos, pero por lo visto no hay ningtin enfoque ‘inico que sea uniformemente eficaz (Instituto de Medicina, 1990). Las tasas de recafda siguen siendo ele- vadas, y muchos estudios demuestran que una mayorfa de asistentes a los programas de absti- nencia vuelven a consumir la sustancia psico- activa en el espacio de un afio tras haber com- pletado un curso de tratamiento. De modo que Jos avances en Ins investigaciones deberfan re solver con urgencia los problemas, tanto médi- cos como econémicos, del abuso y Ia depen- dencia de drogas. {48s posible inmunizar a la gente contra las drogas? Charles Schuster (1970) descubrié que se podfa inmunizar a un mono contra la antoad- ministracién continua de heroina (Bonese y ‘otros, 1974). BI animal habfa sido entrenado para administrarse dosis bajas de herofna y co- cafna en sesiones alternas. Bo un momento de- terminado se inmuniz6 al mono poniéndole una inyecci6n de morfina ligada a una protefna, que Ia herofna es una forma de morfina.) En sesiones posteriores, el animal signi6 autoadministrandose cocafna, pero pron- to dej6 de tomar herofna. Al parecer, el anti- cuerpo producido en respuesta a la inmuniza- ci6n redujé 1a concentracién de la droga hasta ‘alcanzar un nivel en que ésta ya noera adictiva. Otra prometedora perspectiva que se abre es la administracién de anticuerpos a victimas de sobredosis para eliminar las molécules de dro- ‘gan circulacién (Fox y otros, 1996). Resumen 1. Dado que muchos farmacos y drogas fun- ionan actuando sobre moléculas recepto- 125, os investigadores tratan de encontrat Ja estructura de éstas y de las sustancias end6- genas que operan sobre Jos receptores. 2, La sintonizaci6n de Ins moléculas recepto- ras no es absolutamente espectfica. Una moléeula determinada de un férmaco 0 una droga puede actuar con fuerza con una clase de molécula receptora y mas débil- mente con otras. » El consumo repetido de algunos férmacos 0 drogas provoca tolerancia: se necesita una dosis cada vez mayor para producir un efec- to concreto. El consumo reiterado de ciertas sustancias quitnicas exdgenas causa sensi- bilizacin: los efectos producidos por lamis- ma dosis se inerementan con ¢! consumo. 4, Algunos estimulantes, ‘como la nicotina, imi- tan a un transmisor tico excitatorio. Otros, como la anfetamina, provocan ta libe- racién de transmisores sindpticos excitato- tios y bloquean la reabsorci6n de transmiso- res. Otros, como Ja cafeina, bloquean fa actividad de un neuromodilador inhibitorio. Lassustancias que seutilizan para combatirla ansiedad, como las benzodiacepinas, se la- aman firmacos ansioliticos. Las benzodiacepi- nas potencian la actividad del transmisor inhi bitorio GABA en algunos de sus receprores. 6. Algunas drogas se conocen como alucin6- genas porque alteran la percepcién senso- rial y producen experiencias singulares. Di- ferentes alucin6genos actian sobre distintas clases de receptares sindpticos; atin no est claro qué causa los efectos alucinégenos. x Bl abuso y Ja adicci6n a las drogas se estén estudiendo a fondo, y se han propuesto vatios modelos: el motal, el patolégico, el de dependencia fisica, el de mecanismos ccelulares y el de recompensa positiva.

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