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La Experiencia Estética en El Pensamiento de Roman Ingarden PDF
La Experiencia Estética en El Pensamiento de Roman Ingarden PDF
Gloria VERGARA*
La Experiencia Estética en el
Pensamiento de Roman Ingarden
Colonia Las viboras, Colima, Colima 28040, Mexico. E-mail address: glvergara@ucol.mx
1 Cabe señalar las escasas referencias en castellano a la obra de Roman Ingarden debido
a que sus ideas empezaron a difundirse después de 1960. El maestro Nyenhuis señala
que „entre las primeras referencias en castellano a la obra de Ingarden están las que
hace René Wellek en su libro Teoría literaria”, en 1966. Cfr. Gerald Nyenhuis, „Prefacio”
en Roman Ingarden, La obra de arte literaria. p. 16.
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el término como „concretización”, por ello usaremos este último en nuestras alusiones
a Ingarden.
3 Es importante notar que Warning publica su Estética de la recepción en 1979, cuando
apenas alcanzaba una difusión básica La obra de arte literaria de Ingarden que, en
castellano, aparece traducida en 1998, aunque el maestro Nyenhuis la estudiaba con sus
alumnos de posgrado de la Universidad Iberoamericana desde la década de los ochenta.
Cultura. International Journal of Philosophy of Culture and Axiology, 8/2007 119
Todo esto va más allá de un entendimiento pasivo del sentido de las oraciones
individuales, y requiere del lector no solamente una actividad especial, sino que
también exige de él varias habilidades que tienen que adaptarse a la estructura
característica de la obra de arte literaria. Sin esta actividad y sin la correcta
realización de la objetivación sintetizante no se construye el mundo de los
objetos presentados en la obra. Y, precisamente por esta razón, no habrá
contacto directo cognoscitivo ni estético con este mundo de parte del lector. Como
consecuencia, habrá lectores que ciertamente entiendan un texto de una manera
puramente literal pero que todavía no tendrán conocimiento del tipo de mundo
con que están tratando. Sus reacciones estéticas no se realizan y lo poco que hay
no se adapta al mundo revelado en la obra (p. 69).
cae mi voz
y mi voz que madura
y mi voz quemadura
y mi bosque madura
y mi voz quema dura (p. 53)
Bibliografía