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El Colegio de México y el Fondo de Cultura Econémica agradecene\ apoye brindado pore Instituto Nacional de Antropooata Historia para esta edicién €t cotésto v= méxico FONDO DE CULTURA ECONOMIA HISTORIA DE LA VIDA COTIDIANA EN MEXICO. Tomo Iv BIENES Y VIVENCIAS. EL SIGLO XIX Ane Staptes coordinadore E Ba EL COLEGIO DE MEXICO FONDO DE CULTURA ECONGMICA Mexico 562 ABNESY vivENcUs Bacto MK Raoxat, Vere 1984 “La Fara" y la vida Ue fabricay sus reras. Mexice, Certs de Investigaciones 1 Beton Supentores en Antropologts Social (Cader de a Casa Chea, 208) awos Fecanbon, Caemen 1985. -Hilandy tejiend, cosiendo sempre mal vivend., en Fem, ano 10, nu 45, abni-mayo, pp. +17 1994 “Difereneias de genera ene) erabao text del sale ax. Mexico y E.U. Una viston comparada” ponent presen ena x Reunion de Histonadores Cand Menicanns y de fos Estados Unides, Cra de Mexico. azo Lazcavo. Blanca del 2000 Plaza de Tones del Paseo Nuevo. Orignes de a festa brava et able. Poeha: Bene: ménta Universidad Autonoma de Puebla ‘ B96 Rese de tas jestividades verificadas en la ciudad de Pyebla de Zaragoza en los dias 21. 2 Dade ron 858 endons das pesda eBps ce tn Pac tgremadea sede sy ee Roeme, Feandn oun Men Heme fet sown) S08 abr arterdl ada dhe Be aati SS) aco impr he rons Bar. Manav 1385 omen del srr oon ceo ii and Inland ea acs toca de Put 2) Tema jon ee Toot Mexia Mec Fines eft Ncionl el nen Be soled sin nde 9 Eat Yetotm pedestal Testinside fn cute tbe Me ee Cabo stay Haene Ne 2anacona R 1892 Resena hatonca, esaditicay comercial de Mesicoysus estas. Puc, Menico pograia de Alejandro Marcie 18 LAS DELICIAS DE LA LIMPIEZA: UA HIGIENE EN LA CIUDAD DE MEXICO Tsao de nvestigaions Hiss Universidad Nacional Autonome de Mexico urrranuceson Li cute noisresine oe roesteno ea Cea Dk Meco ua Fe 1205. ormmaba que el 24 y el 29 de junio eran dias ce limypieza; en particular et primeyo, el cual por ser lestvidad de San Juan Bautista daba hagas 8 gran movinalerto de personas que acudian a los balnearios.! Para muchos médivos, escritenes y observadores de las cos- tumbtes y habitos de los mexicanos, San Juan —celebrado desde la época virreinal—era una fecha aniimada y alegre en que horabtes, mujeres nibs se mojaban a jicantzos 0 sumergian sts Cuerpos en uit estanique con agua, Fn ealendarios, guias de Torasteros, la prensa o bien en las cronicas que algunos escritores del siglo X1% dejaron sobre los he cchos mas sobresalientes de fa vida en la. ciudad, este fa Scupaba un importante hugar. El agua tomaba por asalto la vida de los habitantes y en los bafios de El Harem, Sat Felipe de Jesus, Amor de Dios o bien en los de La Misesicomtia, los bahistas olvidabah padores y temeres en torno al contacto de la plel con el agia, Todo era disfruce y ant- imacién, Los duenos de los establecinsientas los decoyabsan con banderas, guirnald coronas de colores. Los mitsicos ainenizaban el arabiente tocando sin cesar insttumten- tos de cuerda o de viento y los conc urrentes tegresaban a sus domicilios Gon pequenos regalos:jabones “con labores o sin ellas, doradas y plateados, com sus safiques de mo- fillas de sedas de colores’, estropajos “tenidas de roje, verte © amarillo, yen a forma de jar, de canastilla" 2 botelitas con perfume o Agua de Florida, ¢ meluso con cajiias de polvo de atroz ‘i bien la festa de San jtan cumplia un funcisa vitwal, de placer y esparcimien- 10, no fue sino hasta fines del siglo xix cuando el asea corporal s acoci6 com ima serie de practicas y habitos indispensables para preservar la saltd y el vigor. Duramte las Gé- cadas de 1870 y 1880 ls bacteriologia transforms la percepcisn del origen y prevencion 363] 564 HENS IVENCHES EL stot NSS de la enfermedad al develar nuevas hipotesis diagndsticas y terapeuticas.? Dos conse- ccuencias importantes del descubrimiento de la etiologia microbiana fueron la invencion de recursos preventivos y curativos como sueros, yacunas ¥ antitoxinas, entre ott0s. asi como una insistencia casi obsesiva en la limpieza, ornada como sindnimo dle higiene La ltcha por establecer una verdadera cultura de la higiene se manifest6 con fmpe- watanto en México como en ottas naciones latinoamericanas y del continente europeo a fines del siglo citado y cont con el trdbajo y ebesfverzo de destacads médicos ¢ higle- nistas, asf como con el apoyo de diversos ministerios gubernamencales.* Paralelamente, libros de medicina domeéstica destinados al buen arreglo y al culdado del hogar, o bien, periddicos y revistas de manera cotidiana informaban sobre las medidas que se podian adoptar para prevenir el deterioro o para restaurar la salud de todos los sectores sociales. Estas prescripciones, sugerencias y recomendaciones se caracterizaban por presentar en tun lenguaje sencillo y accesible as virtudes y los multiples beneficios dela higiene.* De acuerdo con Luis E, Ruiz (1857-1914), uno de los médicos de mayor prestigic urate tas décadas finales del siglo xx, la higiene era el “arte cientifico de conservar la salud y aumentar el bienestar’, dado que “toda nacion bien, constituida lene como principal interés Ja salud puiblica” ® Asimismo, sefalaba que la limpieza personal era deber del individuo, que la del hogar correspondia ala familia y que lade la ciudad era responsabilidad de las autoridades municipales.” La importancia de le impieza tam- bien era subrayada por el presidente del Consejo Superior de Salubridad, el doctor Dio de San Juan Boutista cn la AVberca Pane; fotografia de Gustavo Casasoa. Les DHLICHS DELA LIMMEZS: 14 HKENEFNLA CIUDADIE WENICO 565 Eduardo Liceaga (1839-1920), quien sostenta que las medidas para evitar caer preso de alguna enfermedad podian reducirse al aseo y la higiene.” Si bien la insistencia sobre las virtudes y beneficios de ta higiene o la limpieza fue abrurnadora durante las décadas finales del siglo sux, los bandos y reglamentos que es pecficaban las medidas que debian observarse para que fo calles y casas de la capital per- manecieran limplas y ordenadas io eran cumplidas, Por otra parte, las obras publicas que «estaban en proceso de construccion —el sistema de desogite (1886-1900) y el drenaje (1897-1905) —"" perdian sentido y eficaca frente a las vostumbres de los capitalinos La construccion de obtas de infraestructura soriasia la disminucién o, en Jo po- sible, la erradicacién de focos de descomposictén ongénica fueron dos de las temnticas que mayor atencicn recibieron por parte de médicos y del Estado. Por eso, el gremio ‘medic procurs transformar y hacer acordie con los dictados de la higiene algunos am- bitos de la vida cotidiana. Las casas o habitaciones debian posecr ciertas caractensticas para convertirse en um sitio saludable: se debia realizar el aseo o la limpieza del cuerpo de cietta inanera, y hombres, mujeres y niftos debian portar cierto tipo de vestimenta Estas tematicas se convirtieron en parte esencial de un vasto catalogo de conduc- tas y habitos higiénicos elaborado no slo por medicos ¢ higienistas, sino tamnbien por personas ajenas al mundo de la medicina, En él se recaleaba que volo individuo debia procurar eliminar de su cuerpo, habitacion y vestimenta los peligros para la salud, Es: tos mictobios, gérmenes y bacterias, si bien eran invisibles a la mirada del hornbre, se ‘enconttaban por doquier.'" Esto significaba que en el mundo del hospital It higiene su- ponia asepsia, en el hogar se asociaba con la limpieza y la ventilacion de la vivienda, y en el ambiente laboral se decta que era necesario evita largas y agotadoras jornadas as como la aglomeracion de personas en fabrieas otalleres de reducidas dimensiones, Pa- 1 la calle, se destacaban los riesgos del contacto indiscriminado con ota gente, resi uos o arnbieres. ¥ en ta csfera tedividual, la higiene subrayaba que el a5¢0 corporal y de la vestimenta eran esenciales para aurnentar la resistencia fisiea. Como se puede apreciar, la higlene lego a abarcar todos los Ambitos y las etapas de la vida de una per~ soma y se transforms, como decia el médico francés Hugo Le Roux, en “el gran regene- radot y la verdadera panacea” para preservar la salud y la belleza hurmana.!? La importancia entonces atribuida a la limpieza y al cuidado del cuerpo también se manifests en la fabricacién y difusion de una amplia gama de productos, servicios y mobiliario disenados pata efectuar —ya en el sigio Xx— una profunda revolucion bi giénica. No obstante, a fines del siglo xix y primera década del siglo pasado, correspon dio de manera muy particular a peniodices, revista y magacines ilustrados dar como cera los capitalinos, asi como a los habitantes de otras ciudades del pats, remedios y medicamentos ovedosos y “cientificamente” garantizados para restaurar la salud bien, productos y servicios para realzat la hermosura corporal 16 NES VIVENCUAS EL SILOS Grupo de destacados médicos:Regino Gonzélez,Auretiano Urrutia, Eduardo Liceago 'yRamén leaza: fatagrafia de Gustavo Casasol DE CHOZA INMUNDA A HABITACION HIGIENICA'? De acuerdo con el gremio medico, ia casa era uno de los ambitos mas propicios para el desarrollo y la propagacién de diversas enfermedades y, entre ellas Ja tuberculosis, el fifo y el colera evan ias que causaban mayor preocupaciin debido a que podian adqui- rir proporciones epidémicas." Por tanto, y itente a la representaciSn de la casa como un sitio peligroso para la salud individual y colectiva, los medicos se ocuparon de es- tablecer estimaciones en torno a cuantos metros cibicos eran necesarios por persona por habitacién, sugerirel mimero de ventanas o ventilas que los cuartos debian poseer, plantear a qué hora era pertinente o no abrir ventanas o ventilas, determinar la altura minima de los techos, asi como sugerir qué materiales debian ser empleados para la edificacion de casas, escuelas y hospitales ber Las medidas de la salud La solbd es el mayor tesoro que poseeros y las mierobios patdaenos son los ladrones que puc- den robarnasla, Pero la pedetosa luz del sol mata & muchos de ellos el oxiger puro aniquils 4 lottos ya falta de substancias organics imposibilia la vide de los demas, .. debernos procurar constantemerte que el local dorde vivaros est ben iluminado, que see fecuente la rerovacion del sie que aliexiste y que e|aseo sea la base y a garanta de toda nuestra vis... Con el més so- \icitocuidado se procurara asear toda a hatitacion, pero con especialitd le recta ¥ los ex- cusados, que aquellase venti bien yel mayor nimero de horas, abrienco ampliamente as puer- 1a ¥ ventanas y se procurars que no duerman muchas personas en una misma vieza, y étes estén exageradamente comectos. ‘en Gaceto Mésica de Mexico de junio de 1902), pp. 168-170 Una condicisn esencial pata garantizar la higiene de casas o habitaciones era la veruilacion o la libre ciculacion del aite. Para el caso de la Ciudad de Mexico, los mé- dicos especificaban que las habitaciones debian contar Con un minimo de 30 m? por in. dividuo y que la altura de los techos no debia ser inferior a 3.75 metros."? Asimismo, has viviendas debfan contar con buena ilurninacisn solar y/o eléctrica “para que alum- bre todo y nos haga ver la suciedad para proceder al aseo, que es it primera condicion de la higiene” 6 Fra particularmente benéfica la uz solar, dado que los médicos soste- nian que ésta poseia la capacidad de destruir los bacilos del colera de la fiebte tifoidea, asi como los de la tuberculosis.” Diversas enfermedades. entre ésta el catarro, la laringits, el croup y la bronquitis, atacaban con mayor frecuencia ¢ intensidad a las personas que vivian en cuartos 0 ca- sas humados.!® Por tanto, 5 stigeria a los propietarios o inquilinos recubrit los techos, muzos y pisos com alguna sustancia o procedimiento impermeable, como barniz de aceite, tal y como se hacia en algunos hospitales'® Pero también se podia recurtit a los, servicios que ofrecia la compafia establecida por Alfredo Pérez Gil en 1892, la que se ‘ocupaba de emplear en casas distintos materiales de consttuccién, y en todo tipo de ‘muuros, procedimientos quimicos para contrarrestar los efectos de la humedad *” No obstante, las recomendaciones y sugerencias hasta ahora mencionadas eran practicamente irralizables. De acuerdo con el censo nacional de 1910, mas de 50% de las casas se registraban como “chozas”:cuartos o habitaclones con pisos de testa y ¢a- rentes de subdivisiones internas, lo que hacia que la parte destinada a dormit fuera mista que aquella donde se comia y se preparaban los alimentos.” Es decir, lo que pre dominaba era la aglomeracién de personas en habitaciones reducidas y mal ventiladas, en las que la insalubridad y la acurmulacion de individuos e inmundicias daban origen a gérmenes patégenos. 68 WENESY WENELSS EL sla ste Frente a la insalubridad y aglomeracidn de las casas de la capital el aseo domnici- liar fue una tematica que también cay6 bajo et escrutinio médica, De acuerdo con ios imédicos, eh asa de casa o la persona responsable del cuidado del hogar debia barter tres veces al dia los pisos de todas las babitaciones y realizar et aseo de mwvebles, copas y utensilios de cocina con gran atencion y cuidado.?* Segin el doctor Dominguez y Pastor, una pieza de 45 mettos cuzdrados podia poseer en sus paredles casi un millon de microorganismos, Por tanto, sugeria que los habitantes se abstuvieran de colocar re lieves y adornos en las panedes, cortinas con telas muy pesadas o muros tapizados o tempapelados, por ser depositos de polvo y microbiosdificiles de eiminar** No dbstaa- te, las familias pertenecientes a estratos economicamente mas favorecidos decoraban sus casas justo de esta manera. La suciedad en las viviendas era para los médicos un problema generalizado, por lo que no se cireunscribia @ Jos pobres, tal y como lo expresé la sefiora Laura M. de Cuenca, atticulista de la revista La Mujer Mexicana, Fsta esctitora setialaba que Tos propietarios de las casas que contaban con mas de una habitacion unicamente medio Timpiaban la sala, por ser el lugar destinado a recibir visitas, pero que en el resto de lacasa no predominaba la “Nerdadera lim- salvo cuando se celebraba el “samo del amo o ama de la casa, dias que por sgracia ocurren una vez al ao. Enton ces es de ordenanza dat a Ta habitacon ‘una mano de agua y escobeta” 7” Médicos e higienistas solictaban a por- teros, propietarios ¢ inquilinos mantener aseadas y desinfectados los catios y exc usa dos —cuando éstos existieran—, asi como abrir ventanas y pucrias durante largo tier= po diartamente pars garantizar la renova- cid del aite, De no cumplitse lo anterior los peligros para ta salud se mantendrian atrapados en el hogar, causando la enfer- ‘medad o bien la muerte de sus movadores. La higiene del émbito doméstico tam bién contemplaba como debian ser almace- nados los alimentos, et particuls" los pro- ddvetos licteos y la came. Probibia que en Jos patios o al interior de las habitaciones _—_Alguras veees las sibanas se wsaban hubiera aves de corral, cerdos @ bortegos, para secarse. LASUELICIASDF LA UMFIEZA LAFIGIENE EN LACICOADDEMONCO 569, por ser transmnsores de enfermedactes *° Otro requisito xl vez uno de los mis impor- tantes-— era que las personas sanas no tuvieran contacto con individos enfermos. Por tanto, cuando algun miembro de la familia padeciera de fo —por ejemplo— se tenian que desinfeciar las pertenencias del afgctado, asear meticulosamente los utensilios, la vestimenta y la topa de cama det enferma, ast como mantenerlo en una habitacidn ais- Tada y limpia2” Cuando la desinfeccidn no bastaba y el peligro de contagio persistia, los rmedicos orcenaban que las pertenencias del enfermo fucran quemadas. Sélo ast se lo sraria prevenir que la enfermedad se propagara a otros miembros de fa familia o de la sociedad La presencia constante e invisible de peigros pata la salud incidié en l imagina rio colectivo y, por ello, un articulo publicado en El Imparcial sefalabst con ironia que el hombre se encontraba acechado de manera permanente por un universo bacterial ico amenazador Sisc repa uno al monte. malo; si se mete al sotano, peor; s1.¢ome, traga muene; 5: bebe, se Ihumedece con enfermedad: 5 respima, se sorbe una colonia; sd Ta mano, se le pega la rilia tmenuda de! otro: 5 se vite, no hace sino proporcionar escondites al enemigo; sian da en cueros, cada pero ¢s una puerta cochera ce Ta infection? El fuego purificador Teengase muy presente que los vimitasy las evacuaciones de os clércos son los vehiculas de los agérmenes infecciosos y que los vestidos, 0pas, lenzos ce cara y dems abjetos, manchados Por (505 exe, Son sus conductores mas CoMUTRs... os les xpresados mativas canviene indica, {que para destruir los malficos gérmenes... undo se quiera, con felidad se le prendera fue, 4activandolo con os papeles 0 ilachos inmundos osospechosos, pues por ccna combustin, ue desartolla un calor intenso, se destruiran multitud de géemenes | J Wario zm, Sings eee (1897). po. 18-16 Los peligros det contagio $70 tenes YWNENCHAS FISICLON “Tanglefoot” MEJOR PAPEL COGH-MOSCAS Se usa on todas las casas donde se aprecian las virtudes de Ia higiene y de la fimpiex. Como ido es, qnie las moseas propaga rnclans Sots osaa, por Io ques recomienda ex toriinarias radicalniente “ypntigua Drogueria te \@ Palma” JOHANNSEN, FELIX Y CIA. agorsa pe ta Peres y Cacunad Bari Sato No, #H.—Qnanrabo 33 MEXICO Anuncio de papel coge-moscas. Precisamente por lo anterior, os médicos reealeaban la importancia de adoptar une serie de medidas para gaeauizar la pureza del agua destinada para preparar los alimen- tosy pata beher Sibien [a capital contaba con agua quimicamente pura, algunas inves tignciones bacterioligias iucicaban que, por lo general, el agua estaba ifectada de per rmenes, habiendose incluso identificado el de la tfoidea.?” Por tanto, era necesario abstenerse ce consumir aquella proveniente de fos pozos atesianos, asi como Ia de al- {gunos manantiales y albercas; el agua proveniente de pozos poco profundos, del canal Ge la Vign, dz las agunas de Xochimileo, Tlahue y Texcoco, del lago de Chalco, ast co ino la de los pozos de las casas de vecindad tampoco debia weilizarse.”? LAS DRUCIAS MELA EMPUEZA LA HIGHENE EN LA CIUDAD 2 Mexico 571 Al interior del hogar, os capitalinos podian adopear una serie de procedimicntos sencillos para apreciat la pureza del agua. Por ejemplo, existia el metodo casero de ‘sbandonar agua en una botella bien tapada, darantealgimos dias; cuando contiene sustanctas organicas no tarda en fermentar y en desprender un olor repugnamte” 3! Otro método consistia en filtrare] agua utlizando el extenso surtido de iltros Pasteur o bien tlizando el filtro Delfin, capaz de eliminar los germenes. Los ‘itros Dellin se Fabrica, ban en siferentes tamanos y los habia para uso doméstico, para escuelas, hospitales, cuarieles y buques 2 Un artculo que aparecio en la revista La Evolucion Fsclar senha, Taba que “con tan solo 12 0 14 pesos” se pods adquirir un buen filtro, y que toda ca- sayy escitla debia poseelo por ser tan indispensable como una “banca 9 un libro? Otto recurso importante para gatantizar la pureza del agua era el “medio que emplean Jos chinos: hervirel agua que contenga principios oxganicos" El fitrado o purificacién del agua —segun los medicos— era esencial para preve- nir el eslera asi como padecimienios gastroimestnales, pero tambien se ecomendaba crradicalosinsectos por ser iransmisores de algunas enfermedades. Las moscas debian clmiparse por ser consideradas portadoras del elera.¥ para acabar con ellas se po- dia adquitire| Papel Coge-Moscas Tanglefoot en la Antigua Drogueria dela Palma, pro- ducto esencial pata las personas que apreciaran las vitudes de ls higtene y la limpieza.>* \AS WIRTUDES DEL ASEO CORPORAL El aseo conporal fue sin duda el requisito més importante para conservar la salud y pre- venir la enfermedad. El gremio médico dictamine que la ausentcia de habitos de higie- ne corporal conducia ala cerrazon de Yos potos por efecto del Polvo y de ta grasa, sm peciia la transpitacidn y converta al individuo en un criadero de mierabios.>” Adem, el asco del cuerpo era un reflejo de dighidad, decoro, honra y respeto hacia uno mis- mo.™ Una escritora narré que durante la década de 1890 conoci6 a un “hombre del pueblo”, bastante inteligente y cabal, quien le confess con orguilosa sacsfaccion lo $i guiente: “Pues lo que es yo, desde el dia en que ettt6 Porfirio Diaza la cabeza del ejé- ito republicano, no me le metido en wma tina de agua”. La ausencia de habitos hi gienicos, y el que el puctlo mexicano no se distinguiera por ser el mas alecto a los bans, fue descrito de la siguiente manera en 1897: solemos comprencierks entre las costumbres de lujo, no entre aquellos precepts de La hi- sgiene, de observancia obbigatoria o cuando menos echata... Aq se ussn (evan se usin) cada 8 dias, y para tomarlas, se requleren pormenores que delatan nuestro desaseo” Una muda de ropa impia, pensarlo un poco y comentario a todo el mundo Se habla del bao 31 rons ‘como cosa inusitada, de algo extraordinario que puede poner en peligro la vida, de algo le no de amenazas, Si ha de venfleuse a domicilio corre toda a servidumbre, preparando la Lina, la calentadara, los petates, el esttopajo, preparando desde la vispera el pan de jabon de Puebla, grande y nuevecito..., cumphidos todos esos actos, vapadas las endl, peesig rads los miembros mas propenses a sufi las consecueneias de un viento colada © un chi flon imprevisto, se hunde el valereso en los impios cristales con la misma devecion que un sgentilal hacerlo en la Estigha*° ‘Como se puede apreciat los habitos y practicas de aseo corporal requerian de cier ta infraestructura material que no estaba al alcance de todos. Para instalar una sala 0 ccuarto de bano era necesario contar con el suminisiro de agua potable, ya fuera me ante un abastecimiento subtertaneo o de lo que distributan los aguadores y que 1o- maban de las fuentes pablicas que aiin existian por diversos rumbos de Ia ciudad (Ouro requisito material que las viviendas debian poser —aunque no era indispen- sable— era las subdivisiones internas. Es decir, aquellas que estuvieran conformidas por mas de un cuarto o habitacion, No obstante, lo que predominaba en la capital era la aglomeracién de personas en cuartos de reducidas dimensiones que carectan de ins talaciones sanitarias y de agua potable *? Por tanto, tomar un bario de cuerpo entero con toda privacidad se limitaba a personas con recursos econémicos y materiales, EL euarto de bato entré por primera vee a alguns colonias de la capital ocupadas por familias pudientes porfiistas. Por ejemplo, en la colonia Santa Maria la Ribera habiz casas con cuartos de bano equipados con tinas de hierro fundido y esmaltado, lavabos de hietro y porcelana —por lo general importados de Belgica o Inglatetra— que functonaban con llaves de bronce o manerales de porce Jana. Algunos cuartos de bafto también contaban con inodoros 0 excusados y el agua llegaba por medio de una red subterrinea de abastecimiento."? De acuerdo con la re vista Album de Damas, la sala de hafio debia poser una tina Delfin y bantaderas para los ninos. Era ademas importante que la esponja, el zacate, ] jabon y' las toallas quedaran alalcance de la mano, Ast se evitaria tener que pedir ayuda al comar un bafto, garan tizando con ello la mas completa pnvacidad. Tal fue la importancia que adquiné el ba fig al interior de la casa que la compania Gerber-Carlisle dio a conocer al piblico me- xicano un nuevo invento: las tinas plegadas, producto que se caracterizaba por resolver ‘un precio moderado —25 pesos— “el problema de tener un bafo propio”. Estas t nas, sostenia la publicidad, se ajustaban a personas de todos los tamafos, quienes con tan solo un poco de agua podian comar un “espléndido bano”."? Con o sin cuarto de bado, como sin tina plegable, no existia motivo o razén para «que los capitalinos no tomaran un bao de cuerpo entero. La Ciudad de México poseta mnis de 48 baiios publicos al inicio del siglo xx."° Estos establecimientos ofrectan a casas ubicadasen las modernas 1S DELCIAS DELA IMAFIEZA-1A HIGIENFER LACILDAD FE MENCO $73, hombres, mujeres y nihos gran variedad de servicios ¥ estaban destinados a sec- tores especificos de la socieded."7 Los batios El Harem, San Felipe de Jest, San Agustin y del Factor, 0 bien los ui: cados en el Grand Hotel, en el Hotel Iturbide o en et Hotel Jardin, ofrecian a “la gente decente” servicios de bafos t+ bios, hidroterdpicos, rusos y turco-r0- manos. El precio de un bano de agua ti- bia en 1901 fluctuaba entre 25 y 50 cemtavos, la tarila de los hidroterapicos era de 25 centavos, lade los rusos cra de entre 37 y 75 centavos y la de los turco- romatios se iniciaba en un peso y legaba 21.50. Algunos batios ptiblicos de pri- mera clase —o salas de baiio como tam- bien se les llamaba— poseian amplios y bellos jardines, salas de billat y salones Cuarta de bat. separados pata honbte> y unyjetes. Los aque se encontraban en los hoteles de lujoofrecian coma parte complementaria del ba- ho servicios de peluquerta y aseo del calzado, asi como mingitorios e inodoros“? Los batios del Factor, que fueron completamente renovados cwando pasaron a ser propiedad de Manuel Dublan en 1899, contaban con 25 cuartos en les que podian “desnudatse y vestise hasta 61 banadores”, dos cuartos con regaderas, ast como salo- nes para ejercicios gimnAsticos. Un attactivo adicional de este establecimiento es que contaba con bellas pinturas en los mutos de algunos de sus salones, destacindose dos les ejecutados por Domingo Echanez. Uno de ellos representaba a “un mar en me- dino movimiento, y un buque de alto porte que navega majestuoso en él", mientras que el otro era descrito como “alegre y risuenia.. all en lejano término, de entre las pa- redes de un molino, sale por un cafio de madera el agua que hizo la motienda; la que no sirvié se despefia formando una cascada” °° En los barrios y en las partes ms alejadas del centro de la ciudad se ubicaban los banos de segunda y terceta categoria, Destacaban los de la plazuela de Madrid, el an~ tiguo puente de Quebrado, Rebeldes y la Perpetua ® Pero también existan bats pl- blicos gratuites, como los Banos del Dormtorio Publica Gratuito de le Primera De~ rmarcacion, establecidos en 1889 por la Junta Patriotica Privada y sostenidos por la Junta de Caridad. Si bien en este establecimiento los concurrentes no podian tomar S74 MeNeSyVIVENCIRS 4 StGLO IN EL PLACER ‘DE TOMAR UN RUEN BAKO peep ae “TINAS PLEGADAS, Precio completo: $25.00. * Gerber-Carlisle Co. pla... $500,000.00 Basque vila caren roo em INGO DE @AYO 66-77 Apartado Re. 1004, Anuncio de tinas plegadizas. tun bano de cuerpo entero, si tenian acceso a “agua, jabon y toalla para que saigan limpiog de cara y manos, 0 al menos de éstas" >? Un establecimiento que orecia servicios 9 precios muy reducidos eran los bases y lava. deros de wapor de la plazuela de la Lagunilla, descrito como un lugat en el que los pobres conocerfan “los beneficios inmensos, para el individuo y para la especie, de una inmersién ‘agua limpia y la verdadera caricia que la piel experimmenta cuando la cubten topes al- beantes, purilicadas por el agua y el jabon 33 Inougursdo por e! dactor Eduardo Liceaga y pot el general Porfirio Diaz el 2 de abril de 1897, este negocio posela sslones separados para hombres y mujeres y ofrecia tres tipos de servicios. Por 5 centavos se tenia derecho a jae bon, zacate y sibana para secarse; por 7 centa vos se le daba al cliente jabon de olor, peine, ? Sin indivi- duos saludables y habiles para el trabajo eta imposible esperar que prosperaran el comet clo, la industria, la agriculeura, las ares y los ramios "que contribuyen cont su prospero de- ‘sarrollo al bienestar social”. > Es decir, era Ne cesario que los individuos dispusieran de un ‘organismio bien conformado y entrenado pata sopottar las fatigas consiguientes al traba}o. LASDELCIAS DLA LIMPIEZA-LAMIGIENE ES LACIUDADDE MERIC 575; La higiene como panacea Cada hombre es un batallador ncansabie de este mar turbulento de la vida, vsi en vez de spo. ner de un acotszado de buen bhai, se lanza af combate en un barquichutlo averiado, sn hei ei timdn, no tardara mucha tiempo en ser seputado po! as ole. .2taleney Unicemente la figiene puede conducirnos a e305 resultados. Fortalecer Js maquina hurnana, teneria lista y bien ispuesta para que marche sin tropieza el complicado engranaje social &5 uno de nuestros prin= ciples deers, “La tigre en la escuela yl hogar’ en ko Ewoucion Escolar Se septembre de 1899), 7p, 82-03 El escsitor José Toms de Cuellar plasts en un parrafo de su novela Bailey cochino (1885) el bienestar y la Salud que tres nitas reba cada vez que tomaban an bario en Ia Alberca Pane: Por medio de este sistema bidroteripico, la salud de las ninas se iba mejorando poco a po- co, Volvian a su casa con sus coals cada na colgad del cuello, hacia Ia espslda, para rect bir la humedsd y encrespada guedefa de sus respectivas cabelleras.. Las es moc nian oliendo a nayade, despedien emanaciones de alga, y pregonaban con fs fescura de piel a voluptuosidad del aseo; sus manitasrenian esa palidez del agua fra que retira la san- fre de las dedas para enviarla donde mis se necesita... Las nllas estaba frescs, y pasa bhan por ese period en que el hormigueo voluptuoso de la reaccién Ye hace sent al euer- po la caricia de su propia sangre, Lx epidermis se babialavado de sus secrecionesy los poros sentian el beso oxigenado del ambiente, Sentian el bienestar de una carielt anomima, que podian saborear com a frenie Yevantata y sin rubor. Hasta el contacto de la pa Timpia i= terior tenia algo de carinoso, Este estado fisiologica iba a concentrarse en un poco mas de sa, En resumidas cuentas, las nisias no = lon las pupils, en la expresion de lo estaban freseas sino que se sentian bien 7 De acuerdo con el gremio médico, los banos higienicos por exeelencia eran los tranquilos o de agaa estancada (barios de tina, estanque o piscina), siendo que los de mar, de vapor o de estula himeda catan bajo la categoria de terapéuticos. Tambien te nfan propiedades curativas los baiios turcos y los turco-romanos, “que consisten en lt combinacién de li estufa con las afusiones frias, a as que. siguen el masage, las friecio~ nes, la flagelacion y depilacion’,* los barios egipcios, los rusos” o finlandeses, asf como los de temascal Un escrtor, después de haber tomado un bano curco-romano en la Aiberca Pane sefalé que, al salir de dicho establecimiento, ubicado sobre el paseo de la Reforma, Se 376 MENESY sintio fresco y que su cuerpo se encontrabs Ileno de agilclad y brio, Anadia este entus siasta cliente que quien distrutara de esta experiencia se aficionaba a tal grado que pa. sar frente al establecimiento requeria de una venda en los ojos para evitar la tentacion de entrar, “asi como Ulises se llenaba de cera los oidos para no escuchar el canto arro. bador de aquellas simpaticas sitenas que atratan a los navegantes”.! 1 bien las posibilidades y modalidades para que los habitantes cuidsran de la hi gene y vigor del cuerpo eran multiples, existian numerosas recomendaciones y prot biciones que buscaban convenir estos Cuidados en una practica verdaderamente salt- dable, Esto lleve a que el aseo seco, que consistia en la aplicacion en el rostro y las manos de pomadas elaboradas con manteca o tuétano de res, 0 bien, de cremas finas y olorosas, fueta considerado como incompatible con la salud. El seo seco tnicamente servia para levantar la mugre “después de semanas y ms semanas, o mas bien dicho, de meses y meses de no hacerlo” *? Este método de aseo personal no estaba limitado 0 circunscrito a los pobres de la ciudad, de quienes se decta "se regocijaban envolviendo- se en su propia mugre”®? Tambien era una practica extendica entre senoras y senoritas Los Bafios deSan Juan. Anuncios de bafos piblicos; orabados de 1.6, Posada. [AS DRLICAS ELA HIMPIEZA LA HISIENEEN LA CILDAD BE MEMEO 577 de laclase media o dela ata quienes, “incapaces de echarse ala cara un dedal de agua’, se lenaban el rostto y las manos de Agua de Florida, colonia, alcohol, vaselina, cold ‘ream w otra grasa no muy costosa ° Fs deci, recurrir a cremas, vaselina 0 aguas de co- Jonia para realizar el aseo impedia la transpiracion, favorecta la acumulacton de miero- bios y bacterias y no era un método higiénico de limpieza. Ademas, en no pocas o¢a. siones, las cremas, pomadas, aguas de tocador y otros afettes estaban elaboradas con sustancias perjudiciales, por lo que muchas veces el aplicar esos productos, en lugar de asear y mejorar la piel, empeora y enferma a organo tan delicado.® Elasco del cuerpo requeria de agua, pero era esencial seguir al pie de la fetta los li ‘neamientos o reglas elaboradas por los médicos, recomendaciones y advertencias que también circulaban en una gran diversidad de textos escritos por hombres y mujeres ajenos al mundo de la medicina, Una prescripcidn generalizada se referia ala duracicn dela inmersién del cuerpo en el agua y a la temperatura: un bano no debia exceder 10 © 15 minutos para personas adultas, Si se permanecfa mis tiempo en el agua, algunos medicos sostenian que sus efectos eran “debibtantes, pudiéndose apreciar entonces el pulsa blando y retardado, la wespiracion menos frecuente, fala de energia muscular, tendencia al sueto, y una gran impresionabilidad para el fri0” % Por otra parte, se de cla que la temperatura del agua tenfa que ser tibia y que el proceso debia culminar con una enérgica friccion del cuerpo con tna toalla o sabana ahsohutamente seca y limpia. Ademas, el bano diario solo era aceptable st asi lo prescribia un médico. Limmpiar a los recién nacidos recibi6 gran atencién debido a los elevados indices de rmortalidad infantil. De acuerdo con el médico Maximo Silva, todo recién nacido debia set aseado para “quitarle esa substancia grasosa que generalmente le cubre, casi por completo, y que peede provocar molestias y enfermedades” ® Por tanto, el primer con- tacto de un bebé con el agua debia realizarse despues de pasar por el cuerpo cel infan te un algodon absorbemte con yema de huevo, aceite, vaselina, manteca o bien con al- gun jabon, El algodon ser aplicado sobre los ojos, las ingles, las axilas, ls palmas de las manos, las plantas de los pies, es decir, en donde se acumulara la sustancia untuo- 38. Solo después se procederra la inmersién del bebé en una tina de agua siguiendo las siguientes precauciones. La tina debia ser de un tamano que permitiera contener el agua necesaria para cubrir el cuerpo del niio sin que éste se pudiera sumergir. No obs- tante, tenia que ser suficientermente amplia para que la persona encargada del bato t viera cietta libertad de movimiento, Ademés, era necesario colocar latina en una habi- tacion cerrada y libre de corrientes de aire, que la temperatura del agua oscilara entre los 28 y 32 grados centigrados y limitar la inmersion del recién nacido a dos o tres mi rnutos, Bajo ninguna citcunstancia debia permitirse a “barbara costumbre de bahar con agua muy fra los niftos acabados de nacer, con el pretexto de fortalecerlos. Muy fuet= tes deben ser. en efecto, los inocentes que resistan semejante prueba” 578 HENESYVWVENCUS 1 SlGLONN Las recomendaciones y sugereacias destinadas al piblico femenino eran muy nu- rmerasas: las habia para adolescentes y menopausicas,* para solteras y casadas,”© asi cae ‘mo para mujeres histéricas 0 tiscas."! De acuerdo con el doctor Pedto Felipe Monlau, durante e] embarazo era necesario evitar los batios de cuerpo entero salvo durante el primer y iltimo mes;??os banos tbios eran particularmente benéficos para las muje- res iritables, expuestas a célicos ya espasmos, pero cuando se traara de mujeres obe sas 0 linfiticas, las abluciones eran mas saludables que los bafios de cuerpo entero.” Las reglas © consejos para banarse tambien aparectan en revistas dirigidas a la mu jer ya a familia como en El Corteade tas Seforas, donde se sostenia que la mujer —al rmargen de st edad y condicion civil— debia evitar batarse antes de haber pasado dos horas después de una comida o cuando el cuerpo estuviera caliente.” Para garantizar Ta adecuada temperatura del agua y sus virtudes higignicas, la sefiora Gutiérrez, autora del libro El ama de casa o guia de la mujer bien educada, aconsejaba que toda casa debia poseer un termameiro proxisto de un flotador de corcho “que se pone en el agua y que indica con la palabra bars el grado hasta que debe tlegar™” y repetia el dictado de los médicos: no tomar bafos frfos por ser debilitantes y provocar la atrofia de los érganos internos.”® Como se puede apreciar, eran muy diversas las prescripciones en toro a los cu- dlados que se debian tener al sumergir el cuerpo en una tina de agua. Si bien se anhe- laa que el baro cotidiano entrara en las costumbres, cuando esto no era posible —fue se por la carencia de recursos econdmicos o por drdenes del médico— no habia ninguna buena razén que justificara no recurrir a las abluciones."” LAS ABLUCIONES ¥ LA TOILETTE Una practica higiénica sencilla y economica era la de las abluciones, Lo unico requeri- do para realizatias era un recipiente con agua, un jabén, una toalla 0 sibona y tal vez tun cepillo. De acuerdo con el gremio médico, el aseo del rostro, las manos y el cabello, Jos banos de pies o de asiento, ast como el aseo de las partes intimas de cuerpo, centar la virtud de mantener la limpieza durante los intervalos que se sucedian entre los ha- ‘nos de cuerpo entero. Se decia queel agua destinada alas abluciones bien podia ser fria o tibia, sola o aromatizada: los jabones debian ser blancos y earecer de base de s0s2, po tasio, dleai, perfumes y coloraciones, y mucho cuidado se debia tener con los jabones Mamadlos “de tocador”. Asimismo, era recomendable que el jabon fuera de uso exclusi- vo y personal para evitar contraer ‘enfermedades rebeldes y asquet0sas” por hacer to de un jabon “sucio e infectado” "® De la misma nanera, los cepillos y peines para el cuidado y el aseo del cabello Ls DELICAS ELA II LAMIGIENEEN IACIEDABDE ENC $79 debian ser de uso personal. Muchos padecimientos podian transmitirse de una per- sona a otra por el uso de peines y cepillos sucios, o bien, cuando éstos habian sido utilizados por una persona enferra. Los médicos recomendaban eviter cepillos y pei nes de madera por ser dificiles de limpiar, ademas de provocat la irrtacion del cuero cabelludo. Los mas higiénicos eran los de goma 0 caucho, por ser suaves, asi como los de concha.?® La imporancia que adquirieron las abluciones motivé a algunos sectores de la o- ciedad porfiriana a adecuar un lngar de la casa para este propésito: los llamados “ga- binetes de toilette”, De acuerdo con la revista Album de Damas, en México “por fort na, ya casi no hay casa, por modlesta que sea” en que la sefiora no tenga un gabinete de toilete™ Para instalar un gabinete de toilete, emplo de ta feminidad del siglo xix $1 sere queria de un cuarto bien iluminado, limpio y ventilado y, cuando las condiciones econémicas lo permitieran, se procuraria convertirlo en un sitio elegante y bellamen. te decorado.®? El mobilianio basico inchata dos tocadores, un lavabo o mesa lavabo de madera o de marmol, asi como palanganas, vasos para lavarse la boca, cepillos para los dientesy el pelo, peines, grandes baldes para echar el agua sucia, y jarrones de lo 24.0 metal para contener la himpia.® Se recometdaba instalar un attario para guar dar en €] los articulos de aseo personal: cubetas, palangana, jabones,toallas, sabanas topones. Otto mueble que podia pertenecer a los gabinetes de ‘oilete eta aquel que “en ‘general se incluye en los libros poniendo puntos suspensivos; llamarémoslo por st nombre diciendo su uso: es el bide, destinado a lavatse las partes fntirnas’.** El te rma de la cosmética sexual o de la limpieza de los érganos sexuales— estaba di rigido tanto a hombres como a mujeres por considerarse como fundamental para cevitar enfermedades venéreas, esterilidad 0 padecimientos de los organos reproduc- tivos. De acuerdo con el doctor Monlau, el bide 0 caballite facilitabe la limpieza se- xual, y sostenia que cuando este mueble faltara se podia suplir con “un barteno, con un lebrillo o con una jofaina cualquiera”,** utilizar agua limpta, clara y de ma- nantial —siempre tibi¢— una esponja limpia y fina, y jabén puro, blanco y bien fa- bricado, El tema del aseo de los érganos sexuales también ocupé la atencion de la senora Gutierrez, quien senalaba que las mujeres, y en particular las madres de familia, enfant la obligacién de inculcar en sus hijas la idea de “asearse sus érganos irtimos lo mista0 ue si se tratara del rosio, todos los dias, menos aquéllos en que la nataraleza exige re- poso para que no se alteten sus funciones” 7 Esta escritora lamentaba que en Mexico algunos sacerdotes obligaran a sus penitentes a descuidar la limpieza dt los organos in timos aduciendo que era pecado.8* 380 BIENES ¥LIVENCAS, BL SIGLO XI ‘Anuncio del Instituto Hygeia {Us DELICAS DEA IMEIEZA LA HIGIENEEN LA GUDAD DEMENICO, 581 Como se puede apreciar, el aseo del cuerpo era un requisito indispensable para la salud, pero s6lo cuando se siguieran al pie de la letra las recomendactones elaboradas por los galenos. Pero acemas, ease tena una parte fundamental, la estética dado que In “beileza verdadera y completa supone siempre la perfecta salud” ® Belleza y salud exan inseparables, tal y como se manifest en 1907 durante la inauguracion del Gran Esuablecimiento de Higiene en México, el Instituto Hygeia.% Ubicado en el numero 3 de avenida Juarez, e Instituto Hygeia buscabs concilia la belleza femenina con la hi- tpene, es det, “i perfeeconamenso dele figura de la mujer armontzandolo y como resultado de poseer una buena salud”.”! Este establecimiento ofrecta bafios de tina, de vapor, de aire seco. de aire calien- te de esponja, pero uno de sus mayores aractivs eran los bans de solo eliocera- pla sistema Kuhne “de notables efectos ara las enfermedades de la piel y muy reco- rendad par todas las eminencias médicas del extranjero".?# Otras novedades eran los servicios de lavado de pelo, arregio de las manos y pies por personas atamente ca pacitadas, at como servicios de masse para la mujer que deseara contrarrestar “is hruellas del tiempo y los estragos de la edad”? El masaje tenia propiedades terapew ticas y daba resultados positivos para casos de luxaciones, ants, enfermedades de Ia piel, musculares o del sistem nervioso, De acuerdo con el Instituto Hygeia Is hy gene ya no se reducia a la palabra linipieza: “la higiene pide en nuestros tempos de gran cultura. muchos mas equistos para la salud, La vide de hoy no es ka ranqu lade ottos tiempos, la vida de boy es agitada, de abt procede el aparecimiento de tan- tus enfermedades cuyos nombres hubieran hecho sonreir a nuestros antepassclos, ¢o- smo las neurosis y ottos teribles males que encuentran remedio y cura radical en este establecimiento’.* LA HIGIENE Y EL VESTIDO {Un cuerpo limpio, sano y saludable debia cubrirse adecuada y puleramente, no slo por salud, ambien por cuestiones de apariencia, “Wuestos vestdos pueden str ras ° Prenos hujosos, estat mas o menos ajusiados a las modas... pero jamas nos sera licto ‘mite. gastos 0 cuidados que sean indispensabls para impedir el desasco" setalaba fl venezolano Manuel Antonio Carrefio en st libro Manual de urbamidad y buenas a= eras, que a partir de 1854 mares las pautas ce conducts a seguir en gran parte ce Lae Timoomtricn, México incluide 2 Dado que el ase0 y pulcricud de a vestimenta y ‘aim pee del cuerpo eran inseparable, los médicos «higlenistas tambien se acupaten de Ptablecer conno, con qué materiales y de qué manera debian vestir nifios, majeres ¥ hombres. 582 MENESYWIVENAUS EL Icio sie Los médicos y escritores denunciaron que en la Ciudad de México lo que predo- minaba era la desnucez y la suciedad, De acuerdo con el jurista y socislogo Julio Gue- rrero (1862-1937), la capital estaba plagada de léperos: “hombres y mujeres inlelices, que ro tienen medio normaly seguro para subsistir’, a quienes se les veia por doquier exhibiendo sus andrajos y sucios cuerpos. También la habitaban numerosos indios sabana de manta”, mientras que sus mujeres cubrian sus cuetpos con huipiles y deambulaban descalzas por los barrios de la capital. Si bien los obreros y operatios st portaban calzado y pantalin.>” lo mismo que los artesa- nos, escribientes, gendarmes, oficiales, asi como las personas pertenecientes alos sec cores mas privilegiados de la sociedad, existia una serie de prescripciones higienicas que toda prenda de ropa debia satslacer. La ropa —luese zapato, pantalén, falda 0 vestido—cumplta, desde el punto de vis- ta de la higiene, la funcion de proteger al organismo de las variaciones térmicas. Cual- quier prenda que careciera de la mas absoluta limpieza encerraba en si la posibilidad cde guardar y transmitir gérmenes morbosos * Adem de la limpieza, el verdadero ves- tido higienico requeria ser permeable al aire e impermeatie al agua, y permtit la liber- tad de movimiento de los érganos del cuerpo %? Por lo anterior, los médicos recomendaban el uso de vesticosde lana para preser- var el calor; pero silo que se requerta era favorecer el equilibrio de la temperatura cor poral, se debian utilizar prendas hechas con limo.!® Dos 0 mis telas protegian mejor que una sola, por lo que vestr dos prendas, ce diferentes materiales, era la mejor ma- neta de evita enfriamientos que podian resultar en una aleccion. Tambien debia pres- tarse arencign al color. Una prenda esencial para mantener el cuerpo limpio y protegi- do era la ropa interior, misma que siempre debia ser blanca. Ese color impedta la absorcion del calor en climas calidos y prevenia ia emision de él en climas frios, pero ademés, el blanco denotaba limpieza y pulctitud.!®! El doctor Luis E, Ruiz aconsejaba evitar vestidas asperos y burdos, debide a que éstos podian irritar Ia piel; sefalaba que la seda y el algodén hacian que las ropas se adhirieran ai cuerpo facilitando la peérdida de calor por conductividacl, por lo que las personas que visteran con esas telas estaban mas expuestas a enfriarse y a enfermarse.!"2 La vestimenta de los nifios tambien cayo bajo los dletados de la higiene. Los nitios requerian mayor abnigo que las mujeres y éstas mas que los hombres, pero.en toda cit- ccunstancia, el vestido necesitaba variar de acuerdo con los climas y las exaciones, set amplio en los paises calidos para permitir la renovacion del aie y estrechos, sin llegar ‘a mpedir el movimiento corporal, en los frios. El calzado también debia reunir una serie de tequisitos para evitarcallos, deformaciones articulares, ampollas, salientes anorma- les o unas encarnadas que dificultaban y ftigaban el andar. El gremio medico sostenia «que la moda era culpable de danos a la salud debido a que los zapateros, buscando lo —+| ALGO SOBRE LA HISTORIA DEL CORSE | ~— pe @ LAS DELICHS DEL UPIEZA: 1A HIHENE EN EA CLDAD DL MMIC ama aK) La historia del corse. 383 584 BENESYUNENCIS ELSON, que se llamaba “belleza’, fabricaban los zapatos simétricos, puntiagudos, de suela del- gada y tacén alto.!° Un zapato higiénico debia set amplio, con la punta holgada y re- dondeada, de suela gruesa y de una altura no mayor alos dos centimerras. tra prenda de vestir que recibie gran atencion por parte de médicos ¢ higienistas ue el corsé, cuyo abuso, se decta, favorecta las desviaciones de la columna vertebral en- tre las mujeres yovenes.!% Un corsé no era til ni apropiado para todas las mujeres mi paca todas las edades, y mientras que algunos médicos senalaban que esta prenda de bia carecer de palas y varillas °° otros sefalaban que su uso —bajo supervision médi- ca— era un remedio ortopédico para corregir las desviaciones naturales de la espina Asimismo, algunos mis sostenian que cuando esta prenda formara parte de la vesti rmenta femenina era necesario que reuniera las siguientes caracterfsticas: no sex muy al co, decener sin comprimir, contar con un esqueleto de vatillasfexibles, y por ningin momento ser demasiado apretado.! Sobre todo, se postulaba que los corsés debian, set hechos a la medida y de acuerdo con las indicaciones del médico.!®" VENDER SALUD La fabricacion y la venta de productos medicinales nacionales y del extranjero —en particular franceses—! asf como la oferta de servicios y mobiliario para el cuidado y eLaseo del cuerpo se multiplicaron & un ritmo sin igual durante las décadas finales del siglo x1x. Las publicaciones periédicas se ocuparon de informar sabre la existencia de miiltiples remedios y medicamentos para restaurar Ia salud 0 bien, de prodetos para realzar la belleza corporal, ditigidos a hombres, mujeres y nitios, Tan slo en el mes de enero de 1891, el Diario del Hogar inserts en sus piginas mis de 58 anuncios que pro- movian las viruudes y beneficios de una gran diversidad de productos." Ast, polvos, jarabes, pildoras, aceites, vinos y licores prometian restablecer y fortalecer ei organis: imo, mientras que pomadas y cremas garantizaban embellecer el rostroo la piel El comercio del bienestar No paso da sin que tergaros anu de alguna ssn rueva, mis 8 mena ecomenda- dda para curar determinadas afecciones,y la recomendacion viene agua vez autorizada por me dicos, pero otras lo son por os irventores, os fabricantes 6 por las empresas...cervo lo verifican les empresas de Teatras, ce Ferrocarrles de diversianes.en estos casos se tata de char... Jando al acaso los resultados saludables. Mesiing OEE La, Vents de ina en Gocet Mia de Meio 5 de maya de 1299), nm. 1p 258 LISDELICHAS DELA LATRZA LA NIGIENTEN LA CIUDSD DE MERICO 585 Lalalta de apetit, lajaqueca, los vahidos y las congestiones tenian un remedio se- gio con los Verdaderos Granos de Salud del Dr, Franck.4!® Para las mujeres anemicas o convalecientes se reeomendaba tomar el nico Vino de Bugeaud elaborado con qui- nina y cacao.!"! mientras que e! maravilloso medicamento Creme de Bismuth Quesne- ville era presentado como el remedio mis eficaz contra la diarrea que precede al edle- 1a, la disenteria y los desarreglos del vientre Para las personas eon insomnio se recomendaba el Jarabe de Follet, producto sin el mconveniente del opro o la morta Inadiccisn.!!3 No obstante, la Quinta de la Salud establecida por el doctor Rafael La- vista y ubicada en Tlalpan oftecia asistencia cientifica a los “morfinomanos ¥ alcohsii- cos", empleando los metodos mas modernos.* ‘Algunos médicos aprovecharon los anuncios periodisticos para atraer a una mayor clientela, Tal fue el caso del doctor Nicolés Ramirez de Arrellano, especialista en par tosy enfermedades de los nis, culyo consultorio se encontraba en la 10* calle de Vio- Jeta wimero 1018 y contaba con un aparato de rayos X.!!2 También las doctoras Ma- tilde Montoya —primera mujer egresada como médico de la Escuela Nacional de Medicina— y Columba Rivera ofrecian sus servicios como especialistss en enfermeda- des de senoras y niftos.t1° Por otra parte, el consultorio Hidalgo informaba que conta- ba con la Tuberculina Pasteur, “nico remedio para curar "radicalmente la tuberculosis pulmonar’,!"7 cu RACION CIERTA ; és ie Enformedades NOPVIOSGS por a JARABE HENRY MURE Buen éxito comestrada oor Baie dp por a ons 60 Paris FE Pore iipt wfc Diabetin Aenearada, {eer rains eer ape, oy ‘Anuncio del jarabe Henry Mure Estos y muchos otros servicios eran dados a conocer cotidianamente, Los medica- ntos y productos para la salud y la belleza podian ser adquiridos en almacenes y bo- 4s, establecimientos que tan solo en la Ciudad de México pasaron de 6+ a fines de la ada de 1870, 4 114 0 116 nna década después ‘!* Si bien los negocios que venian dicamentos y productos de belleza tequerian de la presencia de tn farmaceutico i- ado, este Tequisito legal no era observado, lo que cauisaba alarma y preacupacton e el gremio médica Dos factores adicionalesstentaban contra Ia salud de la pablacion, Por una parte, Hapaterias, calles y mercados, sitios en los que en definitiva no existia un farmacéur slegalmente autorizado, la libre adquisicion de drogas peligrosas, yerbas e incluso wentos era una practica Coridiana, Por otra parte, en Ta capital se encontraban nurme- os individuos que afirmaban ser egresaclos de la carrera de medicina, peto que no mas que charlavanes,!9 ‘Los amuncios que aparecian impresos recurrian al grabado. al otograbado y a ka fo- rafia para presentar ce manera mas atractiva los benelicios de los productos promovt 5, Sostenian que éstos eran el resultado de los més importantes adelantos cientilicas y :contaban con el respald de médicos nacionales y del extranjero de reconocido pres- o. Esto se hacia para dar seguridad a los posibles compradores y para hacer mas atrac- > lo anuneiado. Sin embargo, la publicidad no informaba sobre la composicién quimi- de Ia formula, ni forma de administer, siendo su uso diserecional y empleandclo 10s por simpatia, otros por tecomendaciones o tal vez para experimentarlo” "2° Muchos médicos deploraban que se promovieran productos y servicios milagrosos nfalibles, sosteniencio que eran perjudictales tanto para la salud de la poblacion co- para ta honorabilidad y seriedad del gremio.2! Un articulo que aparecié en 1895 1a Farmacia opinaba que los esfuerzos de la administracion de Porfirio Diaz para scar y alfabetizar ala poblacion estaban dando resultados muy positivos.22 No obs te, afadia que la ampliacion del publico lector tenia un aspecto negativo: “en otto mpo se sabia que no se sabia nada, abira todo el mundo cree saberlo todo" La rmacia se referia a que cualquier persona minimamente instruida podia pensar que ria que hacer en caso de enfermedad, qué medicamento tomar y, con ello, evitat dir a un médico o a un farmacéutico, La produccion, venta ¥ consumo de cualquier medicamento solo atania al farma- tico, quien por ley tenia la obligacion de preparar y entregarlo segtin las reglas ntificas, asi como de “acompaftar su entrega con todos los consejos wiles para que sdministre con toda su eficacia”. Para el doctor Jose Olvera eran multiples los abu que se registraban en el comercio de medicaments, lo cual obedecia a que cual ier persona se sentta con la libertad de recetar.!2% Por tanto, los médicos y farmaceu- 08 tesidentes en la capital —preocupadas amte la ampliacién del mercado y del ASDELICIAS DF LALIMMIEZA LANIGIESE EN LA CILDAD DE MENICO 587 El doctor San Pablo a | ce ronte cass eas enn acon ona miayosson neo Code nya drde muctoseters eer aur res pasado #6 faceteststtan espe (und tro en usin deeper Son ton use mtn ea en is ies ya ano Gerretse cui yen qe tre arc alan post San Pal Sus curaeo- pes son muy crprenentesy gure sna dea ascend viene ave SusRorraros, MS gn mu sonst, ate on eto Co a Nuala cuando cos csos muy graves cn ano watoment pron cosas crn aan chosen solamente ata ver aes rehome yr ss curatons Pablo el Corander’en Emporio 12 de maya de 1897.4 consumo de medicamentos—° sastenian que su produccion y venta debfa ser hecha con una teceta en donde se hablara de su accion y la dosis requerida."”” {a importancia que adquitio la fabricacion, venta y publicidad de medicamentos y de productos y servicios durante las décadas finales del siglo six manifesta que el cut~ dado de la salud, el ageo del cuerpo y de los espacios publicos y privados invadic la vi- dda cotidiana y condujo a que se gestara una novedlosa percepcion y representacién de Ia enfermedad. CONCLUSIONES urate {as décadas finales del siglo nts y la primera del xx, a insistencia sobre las wir- tudes y beneficios de habitos y pricticas de higiene fue abrumadora. Adems, la impor- tancia de las abluciones, el baho —fuese pablico o a interior de la casa—~ y la higlene del vestidoy de las habitaciones, fue esencial para translormar los habitos y la vida ma- terial de los habitants dels capital ‘in duda alguna, el triunfo de las ideas scbre el contagio y de las teorias bacterio- lgleas coadyuvaron a resaltar que el riesgo mayor para la salud se encontraba en el de- soseo de la esfera domestica y en la ausencia de habitos y prcticas higitmicas indivi- duales. El descubrimiento de los microbios impuso procedimientos prolongados y sistemiticos de asco, tacticas de vigilancia y la adlopeion de medidas profilacticas. Lo anterior se manifesto en las multiples sugevencias, recomendaciones y prescripclones claboradas por médicos y por personas ajenas al mundo de la medicina, ast como en la amplia gama de productos y servicios destinados a lomentar la salud y la limpiezs del cuerpo individual y colectivo, 588 senesyvovENCHS ELsiciOaIN Nora » aso, 1905. p36, 2 VaueAnze 1949, p. 936 > Masa fos primetos aos del sigh x evens las explicaciones kaceiogleas con vies des ny propagacon de diversas enfermedides a fuentes de pesteia a Tos masmas ‘que atbuan elon Sin embargo, dura rnocimienta del tiologa de las enfermedades obedecla al descubytaento de las bacrerias parogenas. Ro bert Koch (1845-1910) idenico en 1892 el kacla de a rubereuloss yun ano después el bacln produc tor del cera Hvis 1840 se conociancexca de eeinta mlcrobins pardgenesy fa bcterielogtareibi un gran impulso ycrascendencia gracias los trabajos de LoussPasteut (2822-1895). * Algunosestucis qu analizan [a mporacia que adquino una cultura Je la glee a Hines del siglo sy ls primerasdcadas dal wa son los siguientes: Acoscos, 2002; ARS, 1996, pp. 11-13, CHALHOLE, 1995, pp. 441-#64; Derm, 1980; Hasan, 1987 y 194, Vane, LOB y WEAR, 1993, pp, 1283-1308, 5 Algunos bros sobre medicina domestica e higine publiodas en Mesico fueron ls siguientes: Cs snus, nono, 1905, Carla de ign mitar. Mexico; Tlletes el Departamento de Eade Mayor; Gos 22, Donactano, LOD, Breve estado sobre gene de las emplos. Mexico Tipografa dela Secretaria de Fo mento; Lasoa, alberto D,, 3884, Tratadocementalde sinatra genie y pedagica. Mexico Gallegos [Mexos2 Lackt, Gonzalo, 1903, La ciudad te Mico a ls aes delabigene. Meco: penta de Mil: RE, Luss, 1905, Cota de gene, Profan de as enormedadestranomisbls para la eseharce priori Pa Is: Vida de Charles Boure © Ruz. 1904, pL. 2 Run, 1904, p. 168. 4 sue. Consejo Superior del Gobiemo del Disito Slubridad ef crascuso del siglo ciewnueve —en patcular durante a segunde mirad— eee ipiene, volun 645, expen el 9 lines del siglo sve—tanioen México como en otasnacion lafineamericanas y eurpens— la ic iene del cuerpo individual y colecivo er uno de los recursos alos cuales se dea apelar pura prevertr la enfermedad: "a impiezs esa base de la higlene. puesto que onsite en ajar de noses toa sited y por ello, odo microbio” Vease Vicar, 1991, p. 253, 2 Sobre la constrveccn del sstema de desazoe paral valley Chad de Mexico y el dena dela capital vease Aaostomt, 2003 y 190%, Cossouy, 1997 y PERLO Coven, 1999, Lous, 1988, 2 Le Rack, 1669, p. 457. ° 4 parade La segunda ta del siglo x,y en peter durante el porto (2876-1920), Cho dd de Mexico crecis aun fsmo sin precedeme, tanto espacial como demogrlicament2 EI muraero de Fa biamtes paso ce 200 000 en 1870 473.900 en 1910 y e ateaceupada por I urbe aumento 4.7 veces en tan solo 50 anos de 8.5 kn? en 1858 40.5 en 1970. Stblen el crenmienio de I poblaion y a creaion de frceioramients ycolonias para alberga a seciores especies dela sociedad provocd ue bs desgual- dades entre sens y pobres se acerwaran, cand al interior de espacio whano des ciudades clramene detmitads y diferencias —ta de les sectors pega y la dela mayer parte dels pablaclon — exae Seonteasrapidamente se dewvareian cuardo una enfermedad epidemsica amenazaba con extenderse, Bot ora pare, laexrannlinara expansion por la que atravess la cudad no signfics que les nuevas areas ura Rizaas fuerandotas de servic, como agus potable o dren a pesar de que cl edge sanitaio de 1691 escableeis que sndo se consnayeran there CE 0 eclctos, tos debian comar don sistemas de abs LAS DELICIASDE LA LIMPIEZA LA IGIENEEN LACUDAD DE MEXCO 589 ‘ectmiento de agua potable, drenjey estar leas de sos inealubees 9 dain para la slid, Vense Wo- sues, 1974, p. 4; AcoTON, 200%, GoRtasl, 1987, p.47;Loaaro, 1877, p.47L, y Cig sama... 169) bro segundo, sbule primer, cap. 1, “Habitaciones yescusas,” art 59 89, 1 Sobre las epicemas de fo ycolera qe se regstraron en f capil y emotes tegones del pais d- ate el uanscurso del siglo ax wage Coopes, 1965; FLORESCAND y MATDG, 1982, 2: MARQUEZ Moeri 1994, Vesaseo, 1987, 13 ex, 1904, pp. 126-121 Rex, 1904, p 134 Ruz, 1904, p13 *® Vexssco, 188, pp. 143, 157,186 y 176 Ruz, 1404, p. 128, 2 Vease “Empresa corza lx humedad y el salire™ Lt Nal. nam. 22, p.4 2 Eades... 1956, Cuadro 31, “Compossin dela construcion y habitants por casa en ls en tidadesfederatvas, fos de 1895 2 1910", pp, 13-136, y Revsspez, 1981 2 Brus, ISTE, p, 267, ® aca, Polisi. 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Primera parte, en Diario del Hogor 18 de enero de 1691 ao nim 113, pL 3 Atha de Damas, ao 2, abril 12 de 1908, num. 39, p27. % Ruxz, 1004, p30, % Suva, 1917, po » ‘Ceesca, 1905.2 sistmos baos”eh El apa, 7 de abn de 1897, p. 3 +1 No fue sing hasta 1813 cuando mas de 11 000 cass comenzaton «reir ese liguido vital me anc un sistema subterraneo de abastecrmient. Véase MuRROQLIN'Y RVERS, 1914, pp. 570-972 © Tea Peek, 1995.9. 143 © Teato Pees, 1998. p. 91 590 LEMS EL SLO “La Sala de Bano’, en Aum de Duras ae 1, octubre de 1907, 1? queens. nn, 19.1. 14 * Vease el annineio El place de tongs un buen bano-tinasplegadas’en Aun: de Barus. ate 2,18 se febrero de 1998, nam, 3, p. 24 © Puss y Gkowo, 1901, p39; VALLEARZEF, 19, p. ADL: Zoe, 1905, p. 10 7 Vaue-Anare, 1949, p 411, © asst. yGRos0, 1901, p38. © Una peculiar de fs esablecimientos balneanos ue pers hasta la década de 1860 era cue si bien contahan com bas de aga fa, estangues de mmersion alten paca natacon, ambien posean festangues pata cahallos, ent en es Behe de Tosa de las Delica, de Campo Flot © los del Jordan ‘ease Masso, 1909, + 2, pp. 49, 261-262 y 285, Otros estsbecieniosbalnearos er le -placeres yas “exes de hon, Vease Gita Cusas, 1986, p, 372 YNALS-AREDE, 1049, pp. 414-417. © Macao qu, 1000, 1, p. 426. 5 el caste de um ban de cuerpo enero et los exableimuemos de segunda y wrcera catego fas vata entre 1B y 31 centavos en 1901 2 Masao, 1900, ¢, 1,» 481, Sobre los bao publics, banos prvados y de Mande anes de siglo esuka maspensahie la consulta de STOv0, 1998 2» iA, 1917, p. S18, Laseauguracion de este establecimiento ocupo las piginas de la pense pe niodica,Vease El Inpavil, 7 de abil de 1997, p. 3 y 13 de abril de 1897, p. 1. tomado de Sastoto, 1998. % sass, LT. 819 5 “La igene en a escuela ye hogar” en La Evetucin Exolar,1 1,1 de sepembee de 1899.2” po anim. 7, p81 La higene eu a escuela y el boga”er La Evalucion Ela. 1 de septiembre de 1689. 2p ano. 7p. 81 5 Catt, 1996, p.2L * sus, 1917, pp 810-811 » De acuerdo con el médica Anconi Velasco ra antculnmente ecomendable 1 50 para combat el caamo broth. ease VELA, 1886, p, 182 *© Sobze las hanos de temazca] véase Mornano, 1961: VaursAnzre, 1949, pp, 420422; Visca TR ‘180, 1998, pp. 165-167, 1 Vatue-anier, 1999, pp. © Vante-Aniet, 1999, p. 396, Mextr7 ne Ceewa, 1905. p. 2 St Mexnez ce Cervcn 1905p * Sava, 1917p 625 © Suva, 1917, p. 810 © Savi, 917.9. 34 © Suwa 1917. 9.55, sd higene en lac 30, Lato re Geevina, 1887 2 ease Mewar, 1885, Para as mujeres histercas 0 con wherculosspuonsr se recontenvdaba fev a Inder, 5 deci. al agua ts apleada con hen20so sabanas humedas, a bas de regader, ce inmession ode es anja, Vease Viscr, 1886, pp. 262 y 473, ac, 1889, p36) {5 BELAUNPIE2 LA RIGIENEENA CIUDAD DE MERIED 591 5 Most, 1885, p. 361 + -Reglas para hata” 0, 19988 1p Ef Coren de as Shores 5 de octbre de 1884, p. 339, tmad de Sao. * 6 esRE2, 1899, pp, 200-201 iran, 1899. p 202 Del lain abatinonis 4. 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Verse Mos 185, 185, © Monztt, 1885, pp 1515 © Gonrane, 1899, p. 198, ™ Gmanez, 1899, pp. 33-34 y 198 si 1917p 463, ease SuSTON, 19, Instat Hyg" et ABbum de Damas, a0 1, junio 190 “Inatto Hy ge” en Album de Dares, ano 2, junio 190 © trsucute Hygea", en Album: de Damas, ano 1, junio 1907, 2° quincena, numt 12, p. 39, “+ stpsntuto Hyge” en Album de Dama a 1, junio 1907, 2° qukzeena, nom, 12, p33 % CawteSo, 1979, p. 51 E] Capitulo u, Del Aso revoge ¥expone muchas de as presenierones y seenmendacionesexpresadas por los médicas mencaos al inalza el siglo ws, ccupindose de ester js ineamiertos a segui ene] aso del custpo, del vesida, de las babitaciones asf como de bos al oma funy dela wanerasaludahles de saludar, comer y bebe. © GettRen0, 1996, pp. 132-133, © Geraara, 1996, 9,136, & Rint, 1904, p. 186 y Pesao1, 1981, pp 124-130, © Suva, 1917, p85. 19 Rise, 1904, p. 187. Euce los materiales utizadas para confecciomar ys se encomaban el ‘done i, el caramel ye cl ami, alana la eda as ples polo generale destnaban para aco recede calzno y guanies 0 Rut, 1904, p. 187 2 Rr 1904, p. 189, Rui 1904, p. 190. 2 guincena, rm, 12. p38 2 eineena, mie. 129.34 592 MENES YVIVENCUS. ELS ‘+ Pesuor. 1981, pp, 150-159. Vease tambien “Algo soe storia de corse” em Alum de Dum, ato 2,18 de unio de 1908, nam. 48, po. 18-19, © Syst, 1917, pp BR ¥ 859, 8 Rez, 1904. p. 191 1 Suya, 1917, p. 863. 18 exc MAsTNer, 1998, pp. 268-305, 8 Laseleccion de 1891 no fue fortuna Precisamente ese ao se sto un mince detlada Samento sure las sustancias medicinals y terapeutcas que pedan ser vendidas en is emacs y fs dela cpa. Vease capitulo, antculs 201 4219 del Casig satan. Nentas Ge medina youes sslancies de usa indusiial en bois, droguerias,yesablecimienios andlogos™ Ass, constlese Se retain de Gabernacion,“Reglamenta del eapteld 1, ibgo 2°, la 1° del Cage satan rlavo ab sents de substancas medicinales,en DURLASy Lozano, 1892, - xa, pp. 47-30. Es eapontarte ress que lnurl gobemamenal ylaespeecion de expendios de medicamerias no ue exclusiva del ports. En 1868 continazhan vigemtes ls replamentos de 1842 y 1846, yen 1878 se aprobo us eplamento ims s- be hotcasy drogueris. En 1884 hubs o:o rglamentoclaborado poral Cansjo Superior de Saubndas para regular la venta de tvicosy sustancis pligrosas fueron eranicosreglamentos dversoe en 1903, 1905 y 1917 © at del Hogar, 9 de enero de 1891, p+ Dyario de Hogar, 6 de eneto de 1891, 9.4 % Dhar del Hogar, 13 de enero de 1881, p. 4 "Diario de Hogar, 3 de enero Ge 1891, p. + 1 Yease “La Quinta de a Salud”, amuncio que apa 1907, 1¥quincena, um. 17, p38 ® La Mujer Mesiana. 1, 1 de abril de 1904, um. 4p. 11 6 La Mujer Mencans 1, 1 de mayo de 1904, um, 9, p. 11 La Mujer Mevicata, 1, 1 de mayo de 1904, um. 5,98. © azz Mowtroar, 1997, p. 155 ® AcosTON, 19993, pp. 13-3, 128 Rove LA Lozs, 1899, pa, 239-240, 21 Agostos, 19898, pp 27-30, 12 ss bien a poblacionalfaberzada en Mico durante las decadas finales de silo Mx er8 una min tact Disttito Federal conzaka con ls indices mas elevados. en 1895 se calcalo en 38%. lego 250% er 1910 eas Exaissas. 1958. 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