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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA. PLENO JURISDICCIONAL DE LAS SALES PENALES PERMANENTE Y TRANSITORIAS ACUERDO PLENARIO N° 3-2006/CJ-116 Concordancia Jurisprudencial Art. 116° TUO LOPS ASUNTO: Delitos contra el honor personal y derecho ‘ional a la libertad de expresién y de informaci Lima, trece de octubre dos mil seis.- Los Vocales de Io Penal, integrantes de las Salas Permanente y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la Replica, reunidas en Pleno Jurisprudencial, de conformidad con lo dispuesto en el aticulo veintidés del Texto Unico Ordenado de la Ley Organica del Poder Judicial, han pronunciado el siguiente: ACUERDO PLENARIO 1, ANTECEDENTES. 1. Las Salas Penales Permanente y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la Repablica, con la autorizacién del Consejo Bjecutive del Poder Judicial, acordaron realizar un Pleno Jurisdiccional de los Vocales de lo Penal, a fin de dar cumplimiemto a Io dispuesto por los articulos 22° y 116° del Texto Unico Ordenado de la Ley Organica del Poder Judicial. 2. Para estos efectos, con carcter preparatorio, se delimité el ambito de las Ejecutorias Supremas que correspondian analizar y se aprobé revisar las decisiones dictadas en el segundo semestre del presente afio. A continuacién, el Equipo de Trabajo designado al efecto, bajo la coordinacién del Sefior San Martin Castro, presenté a cada Sala un conjunto de Ejecutorias que podian cumplir ese cometido. Las Salas Permanente y Primera Transitoria -de donde emanaron las Ejecutorius analizadas-, en sesiones preliminares, resolvieron presentar al Pleno las Ejecutorias que estimaron procedentes. 3. Enel presente caso, el Pleno decidi6é tomar como referencia la Bjecutoria Suprema que analiza y fija criterios para solucionar la colisién que puede presentarse entre el dclito contra el honor ~proteccién constitucional al honor y a la repulaci6n- y el derecho constitucional a la libertad de expresién. Se trata de la Ejecutoria recaida on el recurso de nulidad mimero 4208-2005/Lima, det 18 de octubre de 2005. 4. En tal virtud, se resolvié invocar el articulo 116° del Texto Unico Ordenado de ta Ley Orgénica del Poder Judicial que, en esencia, faculta a las Salas Especializadas del Poder Judicial dictar Acuerdos Plenarios con la finalidad de concordat 22 jurisprudencia de su especialidad. Dada 1a complejidad y amplitud del tema abordado, que rebasa los aspectos tratados en la Ejecutoria Supremas analizada, se decidid redactar un Acuerdo Plenario incosporando los fundamentos juridicos correspondientes necesarios para configurar una doctrina legal y disponer su caracter de precedente vinculante. 5. La deliberacién y votaciGn se realizé et dfa de la fecha. Como resultado del debate y en virlud de la volaci6n efectuada, por unanimidad, se emitié el presente Acuerdo Plenario. Se designaron como ponentes a los seiiores San Martin Castro y Calderon Castillo, quienes expresan el parecer del Pleno. IL. FUNDAMENTOS JURIDICOS. 6. Los articulos 130° al 132° del Cédigo Penal instituyen los delitos de injuria, difamacién y calumnia como figuras penales que protegen el bien juridico honor. EI honor es un concepio juridico ciertamente indeterminado y variable, cuya delimitacin depende de las normas, valores e ideas sociales vigentes en cada momento hist6rico, pero que en todo caso, desde una perspectiva objetiva, aluden a Ja suma de cualidades que se atribuyen a la persona y que son necesarias para el cumplimiento de los roles especificos que se le encomiendan. Desde un sentido subjetivo el honor importa la conciencia y el sentimiento que tiene la persona de su propia valia y prestigio: reputaci6n y la propia estimacién son sus dos elementos constitutivos {en igual sentido se ha pronunciado el Tribunal Constitucional en 1a sentencia mimero 0018-1996-AUTC, del 29.4.1997, que hace mencién al honor interno y al honor externa, y llega a decir que la injuria, a diferencia de la difamacién y la calumnia, sdlo inciden el honor interno, que es muy subjetivo}. Este bien juridico esta reconocido por el articulo 2°, numeral 7), de la Constitucién, y constituye un derecho fundamental que elta protege, y que se deriva de la dignidad de Ja persona — constituye Ia esencia misma del honor y determina su contenido-, en cuya virtud los ataques al honor son ataques inmediatos a la dignidad de la persona. Su objeto, tiene expuesto el Tribunal Constitucional en la sentencia némero 2790-2002-AA/TC, del 30.1.2003, es proteger a su titular contra cl escarnecimiento o la humillacién, ante si © ante los dems, ¢ incluso frente al ejercicio arbitrario de las libertades de expresién ¢ informacién, puesto que la informacién que se comunique, en ningiin caso, puede resultar injuriosa o despectiva, 7. Paralelamente, la Constitucién, en su articulo 2°, numeral 4), también reconoce y considera un derecho fundamental comin a todas las personas las libertades de informacién, opiniGn, expresién y difusién del pensamiento mediante la palabra oral © escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicacién social. Son sujetos de ste derecho la colectividad y cada uno de sus miembros, no son sélo los titulares del 6rgano © medio de comunicacisn social o los profesionales del periodismo. Desde luego, el ejercicio de este derecho fundamental dado el cardcter o fundamento esencial que ostenta en una sociedad democratica [v.gr.: STEDH, Asunto Worm vs. Austria, del 29.8.1997, § 47]- modifica el tratamiento de los delitos contra el honor en aquellos supvestos en Jos que las conductas objeto de imputacién en sede penal han sido realizadas en ol ejercicio de dichas libertades. Como es evidente, por lo general se presenta un problema entre la proteccién constitucional de dichas libertades y el derecho al honor, dada su relaciGn conflictiva que Se concreta en que el derecho al honor no s6lo es un derecho fundamental sino que esta configurado como un limite especial a las libertades antes mencionadas -tiene una naturaleza de libertad negativa, que en el Derecho penal nacional se aborda mediante 1a creacién de los tres delitos inicialmente mencionados- {"Los delitos cometidos por medio del libro, la prensa y demas de comunicacién social se tipifican en el Cadigo Penal y se jjuegan en el fuera comin”: segundo pérrafo del numeral 4) del articulo 2° Constitucional]. La Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia Herrera Ulloa vs. Costa Rica, del 2 de julio de 2004, precisé que cl derecho a la libertad de expresién y de pensamiento no es absoluto, cuyas restricciones deben cumplir tres requisitos, a saber: 1) deben estar expresamente fijadas por la ley: 2) deben estar destinadas a proteger ya sea los derechos o la reputacién de los demis, 0 la proteccién de la seguridad nacional, el orden piblico o la salud 0 moral pablica; y 3) deben ser necesatias en una sociedad democratica. 8. La solucién del conilicto pasa por Ia formulacién de un juicio ponderativo que tenga en cuenta las circunstancias de cad caso en particular y permita determinar que Ia conducta atentatoria contra el honor esta justificada por ampararse en el ejercicio de las libertades de expresién o de informacidn. La base de esta posicién esiriba en que, en principio, los dos derechos en conflicto: honor y libertades de expresion ~manifestacién de opiniones 0 juicios de valor- y de informacion — imputacién o narracién de hechos concretos-, gozan de igual rango constitucional, por lo que ninguno tiene caricter absoluto respecto del otro [ambos tienen naturaleza de derecho — principio]. A este efecto, uno de los métodos posibles, que es del caso utilizar para el juicio ponderativo, exige fijar el mbito propio de cada derecho, luego verificar la concurrencia de los presupuestos formales de a limitacién, a continuacién valorar bajo el principio de proporcionalidad el cardcter justificado 0 injustificado de 1a injerencia y, finalmemte, comprobar que el limite que se trate respeta el contenido el contenido esencial del derecho limitado. 9. Una vez determinados legalmente la concurrencia de los presupuestos tipicos del delito en cuestisn ~paso preliminar ¢ indispensable-, corresponde analizar si se est ante una causa de justificacién -si la conducta sujeta a la valoraci6n penal constituye © no un ejercicio de las libertades de expresién ¢ informacién-. Bs insuficiente para la resolucién del conflicto entre el delito contra el honor y las libertades de informacién y de expresi6n el andlisis del clemento subjetivo del indicado delito, en atencién ala dimensién publica e institucional que caracteriza a estas tltimas y que excede el Ambito personal que distingue ai primero. En nuestro Cédigo Penal la causa de justificacién que en estos casos es de invocar es la prevista en el inciso 8) del articulo 20°, que reconoce como causa de exencién de responsabilidad penal “ET que obra [...] en el efercicio legitimo de un derecho...”, &s decir, de los derechos de informacion y de expresién. Estos derechos, o libertades, pueden justificar injerencias en el honor ajeno, a cuyo efecto es de anafizar el dmbito sobre ei que recaen las frases consideradas ofensivas, los requisitos del ejercicio de ambos derechos y la calidad ~falsedad 0 no- de las aludidas expresiones. 10. Un primer criterio, como se ha expuesto, esta referido al ambito sobre el que recaen las expresiones calificadas de ofensivas al honor de las personas. La naturaleza publica de las libertades de informacién y de expresién, vinculadas a la formacién de la opinién ciudadana, exige que las expresiones incidan en la esfera ptiblica —n0 en la intimidad de las personas y de quienes guarden con ella una 24 personal y estrecha vinculacién familiar, que es materia de otto anélisis, centrado en el interés puiblico del asunto sobre el que se informa o en el interés legitimo del piiblico para su conocimiento-. Obviamente, la proteccién del afectado se relativizara en funcién al maximo nivel de su eficacia justificadora- cuando las expresiones cuestionadas incidan en personajes publicos o de relevancia piblica, quienes, en aras, del interés general en juego, deben soportar cierto riesgo a que sus derechos subjetivos resulten afectados por expresiones o informaciones de ese calibre -més, ain si las expresiones importan una critica politica, en tanto éstas se perciben como instrumento de los derechos de participacién politica-: asi lo ha reconocido 1a Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia Herrera Ulloa, del 2 de julio de 2004, que traténdose de funcionarios pablicos ha expresado que su honor debe ser protegido de manera acorde con los principios del pluralismo democritico. En todos estos casos, en unos mis que otros, los limites al ejercicio de esas libertades son mas amplios. 11. E1 otro criterio esta circunscrito a los requisitos del ejercicio de las libertades de informacién y de expresi6n, Se ha respetar el contenido esencial de la dignidad de la persona. En primer lugar, no estin amparadas las frases objetiva o formalmente injuriosas, os insultos 0 las insinuaciones insidiosas y vejaciones con independencia de la verdad de lo que se vierta 0 de la correccién de los juicios de valor que contienen-, pues resultan impertinentes —desconectadas de su finalidad critica 0 informativa- e innecesarias al pensamiento o idea que se exprese y materializan un desprecio por la personalidad ajena. Es claro que esta permitido en el ejercicio de las libertades de informacién y de expresién que sc realice una evaluacién personal, por desfavorable que sea, de una conducta, pero no lo esta emplear calificativos que, apreciados en su significado usual y en su contexto, evidencian menosprecio 0 animosidad, 12.En segundo lugar, el ejercicio legitimo de la libertad de informacién requiere la concurrencia de Ia veracidad de los hechos y de la informacién que se profiera. Debe ejercerse de modo subjetivamente veraz [el Tribunal Constitucional, en la sentencia ntimero 0905-2001-AI/TC, del 14.8.2002, ha precisado al respecto que el objeto protegido de ambas libertades es la comunicacidn libre, tanto la de los hechos como la de las opiniones ~incluye apreciaciones y juicios de valor-; y, tratandose de hechos difundidos, para merecer protecci6n constitucional, requieren ser veraces, 10 que supone la asuncién de ciertos deberes y responsabilidades delicadisimos por quienes tienen la condicién de sujetos informantes]. Fllo significa que la proteccién constitucional no aleanza cuando el autor es consciente de que no dice o escribe verdad cuando atribuye a otro una determinada conducta ~dolo directo- 0 cuando, siendo falsa la informacién en cuestion, no mostr6 interés o diligencia minima en la comprobacién de la verdad —dolo eventual-. En este tiltimo caso, el autor actia sin observar los deberes subjetivos de comprobacién sazonable de Ia fiabilidad 0 viabilidad de la informacién o de la fuente de la misma, delimitacién que debe hacerse desde pardmetros subjetivos: se requiere que la informacién haya sido difigentemente contrasiada con datos objetivos ¢ impatciales [E} Tribunal Constitucional, en la sentencia numero 6712-2005-HC/TC, del 17.10.2005, precisé que a informacién veraz como contenido esencial del derecho no se refiere explicitamente a una verdad inobjetable e incontrastable, sino mas bien # una actitud adecuada de quien informa en la basqueda de fa verdad, respetando lo que se conoce como el deber de diligencia, y a contextualizarla de manera conveniente; es decir, se busca amparar la verosimilitud de la informacién]. No se protege, por tanto, a quienes, defraudando el derecho de todos a recibir informacién veraz, actien con menosprecio de ta verdad o falsedad de lo comunicado, comportindose iresponsablemente al _transmitir como _hechos verdaderos simples rumores carentes de toda constatacién 0 meras invenciones 0 insinuaciones insidiosas; las noticias, para gozar de proteccién constitucional, deben ser diligencias comprobadas y sustentadas en hechos objetivos, debiendo acreditarse en todo caso la malicia del informador. Es de destacar, en este punto, la doctrina jurisprudencial del Tribunal Constitucional Espaiol entre otras muchas, la sentencia nimero 76/2002, del 8.4.2002 (§ 3)- que ha puntualizado que el especifico deber de diligencia es exigible con diferente grado de intensidad en funcidn de que la noticia se presente como una comunicacién nevtra, en cuanto procedente de la originaria informacién de otto medio de comunicacion o fuente informativa, de la que simplemente se da traslado, o bien de que se trate de una informacién asumida por un medio periodistico y su autor como propia, en euyo caso el deber de diligencia para contrastar Ia veracidad de los hechos comunicados no admite atenuacién o flexibilidad alguno, sino que su cumplimiento debe ser requerido en todo su rigor. Para los supuestos de reportaje neutral el deber de diligencia se satisface con la constatacion de la verdad del hecho de la declaracién, pero no se extiende en principio a la necesidad de acreditar 1a verdad de lo declarado, an cuando se exige la indicacién de la persona ~debidamente identificada- que lo proporciona [a éste se le exige la veracidad de lo expresado], siempre que no se trate de una fuente genérica ‘0 no se determino quién hizo las declaraciones, sin incluir opiniones personales de ninguna clase. Por lo demés, no se excluye la proteccién constitucional cuando media un error informativo recaido sobre cucstiones de relevancia secundaria en el contexto de un reportaje petiodistico. 13. Otra ponderacién se ha de realizar cuando se estd ante el ejercicio de 1a libertad de expresion u opinidn, Como es evidente, las opiniones y los juicios de valor —que comprende Ie critica ala conducta de otro- son imposibles de probar (el Tribunal Constitucional ha dejado expuesto que, por su propia naturaleza, los juicios de valor, las opiniones, los pensamientos o las ideas de cada persona pueda tener son de naturaleza estrictamente subjetivas y, por tanto, no pueden ser sometidos a un test de veracidad, Sentencia del Tribunal Constitucional mimero 0905-2001-AA/TC, del 14.8,2002]. Por tanto, el clemento ponderativo que corresponde esté vinculado al principio de proporcionalidad, en cuya virtud el andlisis esté centrado en determinar al interés publico de las frases cuestionadas ~deben desbordar la esfera privada de las personas, Unica posibilidad que permite advertir la necesidad y relevancia para lo que constituye el interés piblico de la opinién- y 14 presencia 0 no de expresiones indudablemente ultrajantes u ofensivas, que denotan que estén desprovistas de fundamento y o formuladas de mala fe -sin relacién con las ideas u opiniones que se expongan y, por tanto, innecesarias a ese propésito, a la que por cierto son ajenas expresiones duras o desabridas y que puedan molestar, inquietar o disgustar a quien se dirige, ILL. DECISIO! 26 14, En atencién a lo expnesto, las Sales Penales Permanente y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la Republica, rcunidas cn Pleno Jutisdiccional, y de conformidad con lo dispuesto por el articulo 116” del Texto Unico Ordenado de la Ley Orgénica del Poder Judicial; por unanimidad; ACORDO: 15, ESTABLECER como doctrina iegal, las reglas de ponderacién precisadas en los parrafos 8 al 13 del presente Acuerdo Plenario. En consecuencia, dichos pérrafos constituyen precedentes vinculantes. 16, PRECISAR que el principio jurisprudencial que contienen 1a doctrina legal antes mencionada debe ser invocado por los Magistrados de todas las instancias judiciales, sin perjuicio de la excepcién que estipula el segundo parrafo del articulo 22° del Texto Unico Ordenado de la Ley Organica del Poder Judicial. 17, PUBLICAR el presente Acuerdo Plenario en el Diario Oficial El Peruano. Hagase saber.- SS. SALAS GAMBOA SIVINA HURTADO GONZALES CAMPOS SAN MARTIN CASTRO VALDEZ ROCA BARRIENTOS PENA VEGA VEGA LECAROS CORNEJO MOLINA ORDONEZ PEIRANO SANCHEZ, VINATEA MEDINA PRINCIPE TRUJILLO CALDERON CASTILLO URBINA GAMBINI 27

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