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Matthew Stewart La verdad sobre todo Una historia irreverente de la filosofia con ilustraciones Traduccién de Pablo Hermida Lazcano y Pablo de Lora Deltoro ! | | [140] Filosofia oriental La hipétesis del mundo nico Sars msn eit dies ipo szin Alejandro oriental hubiese asolado Romo antes de que sta pudiese ini- ciar'su carrera, que Europa se hubiese eonvertido en un puesto avanzado de Persia, Indostén o algtin otro imperio del Este. Qué suerte habia eorido la Filosofia griega? Se habia percibido como una aberraci6n? ;Habria sido in- terpretara conio un breve coqueteo con el racionalismo, una desviacion de ceidente de la forma de pensar oriental més habitual? No lo creo. La filosoia _nviega se habria incorporado sin fisuras alos fundamentos del pensamiento briental. Los vitoriosos orientales se habrian mofadho de ta idea de que Platsn, Piz6n, Plotino, Pitégoras y ottos presocréticos no hubiesen sido mas que flo- recimientos tarlfos en su nativa ladlicién de pensumiento mistico. Sécrates hhabrfa sido un lider espirtual y Arist6teles hubrfa sido exhibido con orgullo ‘como representante de su propia tradicion de ensefianza. A decir verdad, tuvo ugar una versién modesta de este experimento mental, Mientras Europa per rmaneeta en el letargo de la Edad de las tinieblas, los erudios iskimicos adop- turon la wadicin de los fadasafahs (Gldsofos) y preservaron asf, para su ulte~ rior empleo occidental, los textos de Aristételes entre olres. 'No obstante, en versiones més tradicionales del relato, Oriente y Oecidente definen los dos poles de la posibilidad filossliea. La propia idea del penssmiento ‘occidental asume esta oposiciin. El relato habitual presenta el pensamiento oc- cidental, en términos generales, como racional y centifico, ¥ el pensamicnto ‘oxiental (al menos impltcitamente) como mistico y religiso. Las inlerpretacio- fay nes del sentido dle esta oposicin varion. Algunas versiones sugieron que el pen- samniento occidental se halla contaninadlo por ciettos conceptos y presuptests, ‘como una radical ereencia en el individuo metafisco. En la misma linea, ot1os Tienden a enfatizarl décit eepiritnl ode ota indole que aqueja al pensannien- tooccilental. Quieren clecircon ello que el pensamiento occidental estan sac nal que resulta considerablemente iacional y quizds no auténticarcnte fle feo. Ouos se inclinan a celebrar a presunta victoria de Oceidente en materia de sraz6n. Se desestima la filosofia oriental como mero misticistae. No es més que poestay mitologia propias de un pueblo precienifico. Se acupa del cutive de la conciencia, no de cuestiones como la teoria del eonocimiento oa gic. ‘A mi juicio, esta presunta oposicién de Oriente y Oecidente es completamen- ve desatinada, Bs fal, para empezar, por una simple cuestién de hecho, Las ilo- soffas oriental y cccidental no se desarrollaron en un mut aislamiento. Ya he advert que existen poderosas razones para sospechar que muchos de las prin- pales fldsofos priegos bebieron su saber de fuentes orentales, Los testimonios stugieren que Tales, Pein y Plotino disfrutaron de langas y misteriosas vacacio- nes. Las doctuinas de Pitigoras y Plain evidencian de forma bastante concluyer- te que 6stos ralizaron, cuando menos, algunos vines intelectales de deseubi- "mento, En los cultosreligiosos cuasifilosbfios a lo largo del Meditersineo en el perinda helentatica, caren de sentido hablar de divisiones ecogréficas, Entze los Flgsofos modes, Leibnie veia con profunda simpatia alos antigosfilssofos chino, yleg6 incluso a eseribir un Discurso sobre la teologta natural de los chi- ns, texto ristemente ausente dle la mayor pare de las colecciones oecidentales de suis eset filsdfices. Heyelinicia su historia de la filosofinen Oriente y cul- ‘mina la exposieidn de su propia flosofia con cits de textos hindus y sffes Schopenhauer reconocis en el conjunto de autores de las Upanivad a sus dnicos auténticos predecesores aparte de Kant. También luyeron las ideas en sentido ‘puesto. Inchuso antes del viulentoataque del siglo XX ls venas de pensamiento cescdptico y materalista del Occidente dejaron sentir su influencia, por ejemplo, ‘entre los filésofoschinos e hindies. Y Arst6ieles fue un éxito entre los drabes. EL relate dela filosofia ocidenal ha solid cefrise como un asta independiente, no porque de hecho lo fuera, sino porque estas influencias externas resultan inconvenientes a la hora de exponer la trama esencial (, asimismo, porque la ‘confirmacin de las evidencias significativas ba sido ardua). La oposicidn entre Oriente y Occidente se revela también falsa respocto a tuna cuostin de hecho ms abstracta: que las ilosoffs oriental y accidental di- fieren lundamentalmente en téemines de sus doctrines. A mi jueio, ese 0 no intensa fa influencia transfronteria, los patrones de pensamiento, ineluyenda ‘no sto tos eonceptos y presupuestos sina también lo ervorescaracteristicos de la flosoffa, quardan més semejaneas que diferencias a uno y oto lado de las fronteras. Ni que decir tiene que existen diferencias culturales, acids de his- torias diferentes, que dan lugar a distintas eorvientes en las histotias de las oy WATTHER® STEWANT ideas graces vatials de éitoe influencia, eteétera. No obstante, las divergen~ ‘as son mayores en el seno de los grupos etiquetados como Oriente y Occiden- te qu entre ellos. Por otra parte, todas las docris que podrion ealificarce de fandamentales para l ilosofia se hallan suficientemente representadas a am bos lados ela supuesta frontera. Finalimente a oposcicn entre Oriente y Occidente es falsaen una cuestion de tarde: podafa darse alguna formna de pensamicnto aun Jado de ciewta fronte- ta geografica y no al oto. En la medida en que la oposicién pretenleidentifi- ‘car as doctrinas filosolicas que establecen, prestmiblemente, los limites del jpensamiento, sostengo que no existe tal oposiién cntze Oriente y Oecidente ni tmada semejante al pensamiento occidental o al peasamiento oriental. Desde mi punto de visla, la supuesta oposicidn filoséfica cle Oriente y Oeci- lente forma pare le una triste versin modems de tribalismo,Polticos y chi- flados que se liaman a sf mismos teéricos politicas pueden tener alain interés + en fragmentar nuestro pequero trozo de universo, No aleanao a imaginar razén Sigua por cual los fildsofos habrian de participar de tal interés. Bien pudiers for ue ep el pasado, durante un breve lapso de tiempo, la Glosofapareciera “iscurrt por eances separados. Podemos tener la certeza de que, en el futuro, ro habré ms que una historia humana de la filosofa Comenaaré con an breve examen de ese batiburillo que arojames al eaj6n de sastre lamado Oriente, Paste lucgy a exponce mi concepeidn del mistcis- tno, Noobstante, al hacerlo en este lugar, no tengo la intencidn de sugerir qu la filosofta oriental, a diferencia de la occidental, sea silo misticismo (aunque st que ciea que el misticsmo halla wn mejor expresin en muchas filosoffas ‘rientales). La tesis principal es que el mistcismo es ecntzal en toda flosota Por lo que atte a la historia de fa filosofta occidental, al menos en la interpre taci6n que oftezeo en el resto deeste libro, no hay que dominar ningun conjunlo de ideas qve supere en importancia a las presentadas a continuaeién, en el tvanscurso de nuesto pequefo rodev porel Este, “gAleste de qué? Hasta el momento he empleado el témiino «Oriente» de manera a0 proble- itica, como si denotase tina tiniea regidn y wna Gnice Filosofia, Desde luego. fesio sexta falso. Los dos mayores agrupamientos nacionales comprenicies en (Oriente son ls inios y los chinos. Otros de relevancia filosofica ineluyen a per~ sas, irabes, ibetanos y japoneses. Todos ellos no son siaw agrupamientos. Bajo Tas etiquetas se oculta una gran diversidad de concepeiones, cultsras y lengu~ jes. Asimismo, resulia Tamntivo el hecho de que heyan de ser consideradus le [uasy LA VERDAD Sonne Tone forma conjunta. Cuando el budismo llegé por primera vez a China procedente dela India, amayorta vioen 6 una fuera decididamente exiranjera y, por on- siguiente, indeseable, Mas tarde, chinos mas comprensivos miraon a la India como la stiera pura de Oceidente». De hecho, desde el punto de vista racial y lingastio, tos primeros hinchies se hallaban mas price sus prizas indo europeos de Grecia que alos ositicos orientale. “Tanto la India como China euentan con historias de fa filosola ininterrumn- Pidas, que se remnntan mAs airs en el tiempo que las de Oecidente. La pasmo- 5 contiouidad de ambas trdieiones ha sido garantizada en eada caso por un repertorio de textos antiguos originales. Dichos textos han luneionado com es crituras cuasrreligioses. Buena parte de la filasofia india, en particular, se ha desartollado en forma de comentario a estos eserios y un ultetior comentario del comentario. Esta continuidad no deberfa confundiese con una unidad de perspectiva. Cierto es que hubo una cortiente dominate tanto en Ja tradicién india como en la china, y que dichas comrientes doutinantes diferian consider blemente en apaviencia y eardcter de la que gobemabs la tricia oovidental Menos conocido resulta el hecho de que hubiese infinidad de contracorrientes, de modo que un amplio y heterogéneo abanico de perspectivas ilosdicas se Aesplegs en las tradiciones orientale y alrededor de ells. La corriente dominante de a filosofa oriental puede dividirse en unos cuan- tos grupos prineipales. He aqut un tosco bosquejo de este terior: Hinpuswo El hinduismo es mucho mAs que una filesfia, Es la totalidad de la cultu- 1, la religi6n, la histori y la forma de vida de la mayorta de la poblacién en el subcontinente indio. No obstante, en el abstracto conlin del componente roligioso se ha desartollado una tradicién reconocible como filosfica. La f- losolia hinduista asume como autoridad histica una coleceisn de antizuos textos en snscrito, los Vedas, los Bhagavad-Givay, ante todo, las Upanisad, Sintetizada en una Gna idea, la esencia de la corriente doininante de la filo- soffa hinduista, con una solera de tes mil aio, es que Todo es Uno, que este Uno es el Atmar 0 yo c6smico y que el objetivo de la flosoffa es guiar al indi- viduo hacia una (rejunién con este Uno. Un término clave del pensamiento hinduista es dharma, Bucna parte de la filosofia hinduista ncepta como tras- fondo una concepcién religiosa que inclaye la transmigracién de Jas almas, Darante sus vides mortales, las alms individales acomulan karma con sus varias wociones egoistas. En ka medida en que perdura algo de la materia del zkarma cuando el individuo muere, el alma renace en otra persona. El objetivo es liberarse del karma y evitar ast la desgracia del renacer. faay Bupismo, Buda —que significa «el iluminado»— vivié en wna parte de India que es, hoy el Nepal aproximadamente entre los afi 560 y 480 a. C. Las enseftanzas dde Buda son muy elaras y se resumen en sus «Cuslro Verdades». La primera verdad es que la vida es muy desagradable. Es una cosa mala tras otr, para ‘acabst muriendo, En segundo lugar fa couss de nuestro sultimiento cn la vida ‘son nuestros propos deseos. En tértninos més abstractos, la culpable es mics- tna ereencia infurdada en nuestro «yo». La tercera verdad es que la cesacién dol gufrimiento os posible si renunciamos a nuestros desees y a nuestra ilusoria idea del yo. En cuarto lugar, el modo de logear esto eel Carino de los Ocho ‘Estados, uambién ensetado por Buda, que supone hacer montones de cosas de manera «recta», £] resultado, si uno es afortunado, es une disolucién del yo yun encuentro con Nirwana, o la Nada, que consituye la suprema realidad. ‘Tras unos mil afios, fa luz del budismo se amortigué en la India. Para enton~ ces, la antorcha habia pasado al Tibet, a China ya otras sireas de Asia Oriental, donde sigue siendo Ia base religiosa de quinientos millones de personas. Al igual que el hinduismo, el budismo se extiende bastante més allé de la mere i- Iosoia eincluye ceremanias y rituales que forman parte de la vida religiosa de muchas nacionalidades. Desde tiempos remotos, ha existido una amplia varie= dad de sectas budistos, Bupismo zen ‘Se rata, probablemente, dela secta mejor conocida en Occidente, «Zen es una defeetuosa promunciacién japonesa de Chan, que es una defectuosa pro- runciaciéa china del sdnscrito dhyana, que signifiea «mecitacicns, El bu- dismo zen es acaso ta més rigurosa, abstracta y radicalmente individualista de as flosofias mistieas. Todo es, en todo Iugar, parte del Uno, que fos budis- tea zen denominan la mento-Buda. Cuslquier hombre paode llegar a ser un Buda al entrar en contacto con sit propia mente. El modo de hacer esto es va car nuestra conciencia de todo pensamiento panientar, Hasta las docirinas Dudistas, los vituoles y el estilo de vida mondstico son aniquilados. Lo dinico «que importa es que uno se mantenga atin lo sufciente para expesimentar su propia natursleza y por esta via, lanaturaleza del mundo. Como ninguna doc- trina concreta puede garantizar esta clase de iluminacién, los budistas 2e0 tienden arecurtira préeticas ondinarias, ya sen el ritual del té ola jarmerfa de [ues] rocas, como una tianera de disciplina la mente para llegar a ser uno con el ‘mundo. También apuestan por el yudo como una forma de relajacisn, puesto {jue penaliza el pensar y recompensa la plena absoreign en un proceso fsico. ConFucIANisHiO ‘También mucho més que una filosoffa, el confucianisme forma parte de la manera de vivir de muchos chinos. Confucio (551-479 a, C.) se preveups ante todo de cuestiones éticas: emo hacer que las personas mejoren, la mejor for- ma cel buen gobierno, etcétera. Sintetié um sisteroa de valores para su tiem- 1. Confucio distinguié entre obra por recitud (por deber moral) y obrar con- forme a la expectativa de beneficio. Predies el «hacer a cambio de nada. Defendi6 a ereciprocidad humana» (jen) o consideracién de los dems, Ins ti6 asimisino en la «rectificacién de los nombres. esto es, el gavantizar que cada uno conociera su lugar en la sociedad y poseyese los tftules apropiados. Fra, en definitive, una especie de moralista, una mezcla de Séerates, Jesis y Mise Modales. Para la inmensa mayorta de chinos no filosofices, el eonfucia- pismo es simplemente la guta del comportamiento social comecto y apropiado. Mids adelante, el confcianismo Lego a ser la Bilxofts uid del estado chix po y tom a st cargo um extenso repertorio de intereses. El neoconfucianisma investiga cuestiones relativas ala naturalera de la especie humana, ser no se, sustanoiay funcid y cosas por el estilo, ninguna de las cuales preocup6 en ex- beso a Confucio. La mayor parte de los fldsofo chinos de los limos dos sil aftos han sido, en mayor o rucnor grado, confucianistas, y la mayoria cle los eon- Tacianistas han sido asirsismo taoitas (véase la secetn siguiente) o budistas ‘chinoe. De hecho, buena parte de ia filosoa china he sido un ensayo le alean- zar un equilibrio arménico entre el confueianisme «mundano» y eanformista yl taofsio y el budismo, mss esprituales y quietstes. TaoisMe, Es el ala mfstia de la flosoffa china. El Tuo significa sla verdad» 0 . Algunos miembios de la escuela acabaron por derivar hacia una especie de platonismo, otros practicaron la dialéetica negativa con el fin de llegar la «realidad que subya- ce a todas las palabras». Pero este osado grupo de légices fue, en un principio yon esencia, una pendila de juerguistas intelectales, que amaban el pensa- imienio abstracto por sf mismo. Las indies fueron eapaces de satisfacerimpul- 508 semejantes en su propia escuela denomiinada Nyaya. Desde luego, estas y otras escuelas no dominantes fueron pequeias y eer 0 el «camino», pero acto eeguido insisten en que es La Lanombrable. El ‘Tao del que hablamos comdnmente no es el auténtico. Un budista le remitind al«Vacfo>. Altemativamente, lo denominard el «Serta, una nocién conside- rablemente genérica, dificil de definir y cuasincexieal. Como el toélogo hin- luisa, puede limitar lo que cab decir sobre Nirvana al simple aserto «Nirva- na Ese. Los ms decididos seguidores de la via negativa son acaso, coro de costurnbre, los budistas zen. Si sigue usted el zen, se sorprended rechizando todas las doctrinas por el simple hecho dle ser doctrinas, y esto incluye cl bux dismoy el propio zen. El mismo Buda declaré: «He ensefiado una doctrins si- rmilar a una balsa; es para llevar al otro lado y no para llevar consigon. Com- prender a Buda no es comprender, y no comprender es comprender, dijo un maestro zen. Cuenta la historia que, en eierta ceasifn, alguien golpeé a un se- stidor del zen con un palo, Cuando le preguntaron por qué, replic6: «Golpear cesno golpear, y no golpeares golpears. Fn suma, con el fin de eaptary firma clsentido de la realidad suprema, debers usted deoir que no a toda posible ro- presentacién de ella ‘Al avanzar en su misticismo, apreciaré algunos desarollos relacionados. Ast, por ejemplo, desarrollaré una acentuacds aversién hacia toda forma de ‘oposicidn, All donde dos cosas se distinguen, se yuxtaponen o se contrapo- nen, sabe que no existe realidad suprema. Como un sabio hinduista, usted desea hallarse mis alld del placer y el dolor, mas alli del bien y del mal, mas alla det yoy el otro, y més alld de toda posible oposicién. En el mismo sentido se pronuncia el gran taofsta Chuang Te ‘Ahora comienaa« preguntarse i la sabiduria, en tanto que opuestaal meto ‘conocimiento, puede jamiis ser ensefiada (incluso mediante una guta pretica ‘como ésta). Sila realidad suprema es wn manojo de negaciones, entonces el no- [252] tenerconocimientos, como dicen los tanstas, constituye una meta honorable. De hecho, como los teostas, puede legar incluso a interpretar el olvido como tuna virtud. Como en las Upanisad, negané que la poosia acierte jamés a trans- nitir la enseRanzs, insistréen fa singular importancia dela relacin inivi- dual con el propio lider espiritual, Como los maestros zen, puede tener que adoptarciertas téonices docentes poco ortodoxas. Cuando um estudiante pre {gunle por las enseflanzas de Buda, le golpen con una vare. Al igual que los ‘zen, concluieé probablemente que el conoeimiento dela realidad suprema no 3 una Filosofia 0 una religidn, sino una experiencia. Como la realidad de la que es experiencia, el propio conocimiento es indeseriptible, incomnicable e incomprensibl, lo que cicitos flésofos denomsinan conocimiento inmediato. (@) DECLARE QUE LA OTRA REALIDAD ESA ONICA REALIDAD; 0 BIEN, ‘QUE TODO ES UNO; O BIEN, LIMITESE A DECIR «OM» He aqut lo auténtico, Puro misticismo. La otra realidad es le nico, Lo que usted concibié como la realidad ordinaria cs tan sélo una parte de una totalidad indivisible. La realidad ordinasia es un derivado, una manifestacién, una ex presién de la realidad inexpresable. Es una pléyade de signos, todos los cuales ‘puntan alo Une verdadero. Tedo se halla interconectado, es interdepencliente, ‘en virlud de lo Uno. Por supucsto ése es también el momento delicado pues, sl ‘declarar que la otra realidad es la inica realidad, habré eliminado la distinein. «que resultaba necesavia para dar sentido ala creencia asumia en el paso uno, ‘segin la cual exists una realidad distinta de la realidad ordinaria. ‘La tadicién china tiende a pensar en la nidad de la realidad en términos de primeros principios, Cabe definirel Tao, de forma provisional, como aquello por Jo cual ls eces llgan aserlo que son. Para clo es posible inspirarse en la no ‘in confucionista de Lo principio. Con antviridad, los hinduistas habjan con- ccbido el Tedo como Aiman, que viene a signifiear «jor 0 ayo eésmica» (timo logicamente emparentado con «aliento»). Su colosal sintesis qued plasmada en Ja fonnala aya atma brakma, el yo es el brahmsin, es deoit la realidad supre- ‘ma, Cuando usted hays alcanzaelo con nosotos el paso tres, proclamaré con loa hinduistas que es eso, at oar asi (es decir, esa realidad suprem). Ab unirse al 19 edsmico, habré alcanzado lo que los budistas alcanzan mediante la plena di- solucisn del yo: hab Llezado a ser no con la realidad enfora. Habré conquista- dol Nirvana. Dado que, cle acuerdo con el pase mimero dos, s¢ suport que a realidad suprema earece de nombre, tal vee desee adopiar el ténnino hinduista Om», destinado a servir de vocalizacién de toda la realidad. Lealegraré saber que su encuentro con la realidad ie siti, asimismo,fue- radlel tiempo, Posado, presente y futuno, en la préctica totalidad de las tradi- (153) ciones misticas, canstituyen una mera manifestacion derivada cle ba eealidad “supreme intemporal Qué hacer ahora que es usted un mistico Elector atento habré advertido una eierta oscuridad en la Logica del misti- ismo, tal como se ha esbozado anteriormente, El mistivism arranca dela dis- Fincidn entre dos clases de realidad, as{ como de la asuncisn implicita de que la otra realidad resulta, en cierto modo, eognoscible. Luego niega la cognosci- bilidad de esa otra realidad para nega, acto seguido, la propia distin entre clases de realidad, La paradoja persiste incluso cuando tratamos de evilar el término «conocimiento», usinlo «experiencia» oalgén oto téxmine de lajerga zen, En toda experiencia, como en cualquier forma de conciencia, existe con seguridad un experimentadory algo que es experimentado. Ahora bien, se supo- ne que esta misinadistincién entre el yo y el mundo es la que se supera en la ‘experiencia mistiea, Una vez més, quizés no habvia que esperat entonces de- masiada légica de lo que constituve, en esencia, una propensién a creer lo que no puede ser descrito, expresado, ni tan siquiera comprendidos en wna palax bea, a creer en lo incretble Supongamos, pese a todo, que es usted um mistieo. Qué hacer ahora? Este es el quid de la cuestién. Micntras que los conceptos propuestos por diferentes supos son, con frecuencia, raxonablemente similares, los programas resultan a ‘monudo mutuamente ineompatibles. Habida cuenta de que el misticismo sigue siempre le tres pasos antes bosquejados, las diferencias en resultados son dig- nes cde mann. Laan de ale froin een realidad, uy simple. La El principio de indeterminaeién. Fl misticismo no determina ninguna filosofia en particular, Prueba. La proposicién mfstiea fundamental de que Todo es Uno no puede condieir deduetivamente a consecuencias I6picus 0 pritivas. Si Talo es ‘Uno, cualquier acciéa que elija llevar a cabo y cualquier peosamiento que ddecida tener seguiran sicndo parte de ese Uno. De hecho, si Todo es Uno, ai yoni mis acciones somos auténticas en sent alguno, porlo que earvee de sentido hablerde lo que «yo» deberia shacer» (ode loque es el caso). La contraputtida de este principio es [say El principio de lu preparaciém infruetuosa, Ninguna forma de ense- fhanza gorantiza la preparacién de un individuo para la experiencia mistica | Prusta ila expeincia mica pies Indust de modo prodesible puntir de ln experiencia ordinaia, se hllarfs entonces causslmente vine Tada al sind ordinasic, Pero la experiencia istics ha de wascendes toda experiencia ordinasis. Por consiguiente, eestor ‘Al luz de estos principios, las opefones que extn a su disposieién como infetica pueden dividirse aproximadamente conforme al siguiente esquetna ‘hualtipartite. Puede que su eleceién de apeién no esté determinada Iigica tnente sino por factores emocionales, Es aconsejable, pues, que recuerde st trotivaci6n originara para creor en una realidad extriordinara, tal como re- ‘comendlé anterionmente, en el paso numero uno. () Esromese Algjese de los sentidos, del yo, de la conc de toda clase de compromiso o implieacién que le recuerde Ta realidad ord aria, Véyase a vivir & uta montaa, mire fijamente sa nariz, respire hondo y tevite el sexo. Esta es la opeién preferida en todo el mundo por los mfsticos radicales, especialmente entre los budistas ¢ hinduistas. Algunos, como los Jainistas de la India, practican wn estricto ascetismo, apartando de su camino ‘tom una escoba haste la mis diminvta criatura viviente, Otros, como las - fas més dominantes de budistas, juzgan contraproducente el ascetismo ex- ‘cesivo y abogan por una trayeetoria mis moderada de frugalilad sin mortifi- tcacidn. La mayor parte de Tos misticos eonsideran Ia primera opcién como tuna huida de las experiencias sensuales conctetas. Sin embargo, los budis~ tas zen la conciben como uta huide de los pensamientos particulares. Pate ccon ereer que todos los pensamnientos son meras representaciones parciales y divisiones de la realidad, y oscurecen la union con Ia totalidad. La meta de Jos budistas zen estriba, por Jo tanta, en «vuciar la mente». Bn teorfa, una vee que la mente est vaca. 2e entra en conexisn con ia realidad (por supuesto, También se puede haber muerta}. Una version mis general de la opcidn nit= mero uno eonsistiia en eseapar de la particularidad en cuanto tat. Lo que mo 2 particular es universal, y lo universal ex un concepta o idea, ;Qué idea en particular? Bueno, pues ninguna en particular, desde luego, con la posible Excopeidn de laidea subyacente al ilealisme platénico, la Kea del Bien, que esa leew de la Mea, cia, de todo tipo de dotallee, rss) La logica que subyace sla opeisn uno es simple: nuestros enredos con la realidad ordinaria hacen que nos resulte mds difieilexperimentar la auténtica realidad; por consiguiente, basts ya de experiencia sensorial, por favor. No menos evidente esau contcapunto ilgieo: si Todo es Uno, zpor qué no pueden ccontar enionces nuestras experiencias sensoviales como parte de dicho Uno? (2)Sica La conRIENTE El valorde experimentar la unidad de todas las cosas puede definicsetam- bin como una capacidad mas idinea de explar nuestra propia esencia y logar cen el mundo. Nos permite «entrar en contacto con nosotros mismos» y «seguir Incorriente> del mundo que nos rodea y que llevames dentro. En lugar de apar- tarze del ntundo, como en la opeién uno, permanece usterl activo en la realidad ordinatia, pero con uncidn y armonfa. Las mejores expresiones de esta idea se feacuentran, ami juicio, en las filocofias chivas. La meta del Tao es una espon- tinea saecisn sin esfuerzo>. Un viejo proverbio, procedente de la filosota chi- na, dice que «no deheriamos inctinarnos ni hacia adelante ni hacia atrése, es Alocir, no tre ni eimpuje,limitese a moverse al ritmo de las cosas. Lejos de ser sun soitario maestro espritual, se eapera que el sabio chino sea «prudente ensu foro interno, majestuoso hacia atuerar. En una formulacién mis radical, la idea china de seguir la corriente aparece reflejaca en el eoncepto neotaoista de feng ‘iu, formadlo a partir de las palabras que significan literalmente «viento» y sco- rientes. Los defensores de este concepto se mosizaban partidarios de camino ‘naturals (que para algunos significabs razsn y para ottos sentimiente) en de- tuimento de las dictados de la moralidad y eosas pore estilo. El hinduistno y el budismo han sentado asimismo ls precedents para la op- cid nimero dos. Ast, por ejemplo, en el Bhaguvad-Cita, el dios Krishna acon seja al guerero Axjuna que siga adelante con su guerra a pesar de sus presenti- rmientos. Krishna alega que, en «la accién sin atender a las conseeuoncis», Arjona puede lograr atin su vitud. El proyecto zen de vaciar la mente se inter pra tambi, co aeasiones, como une prepaacn gra par elena a ‘ctividad. De este modo, el arquero zen se une al areola fecha y el objetivo para dar eada vezen el blanco. eens Lalogica subyacente ala opcidn dos es simple: quien esté en contacto con el Uno, esti en contacto con todo lo dems y, por consiguiente, est destinado a ser tan magnifico arquero, rey 0 lo que fuere, No menos simple es su contrapuntoilé- ico. Segui a coriente presupone la posibilidad de no seguir la coniente. Aho rabjen, si todas las cosas fuyen a partirdel Uno, entonces sélo puede haber un linico Nujo. Ast pues, zquign podria hallarse jams fuera del flujo? (156) (8) Dese ex. custo Adelante, Dé rienda sueltaa sus me itimos deseos, Sea lo que sea, higalo ‘Sélo unas poquitas sectas marginales han eleido esta opciGn: los neotaostas ie orientacién sentimental en el periodo Chin antes mencionado, el llamado Capitulo Yang Chu cel renegado taoista Lieh Tau y la escuela india charvaka, Quienes escogen esta opcion se hallan sometidos al abuso de las sectas domi nantes, en forma de pardbolas humillantes en as que se les etvatacompartien- do su vino con los eerlos, haciendo alarde de incontinencia y Hevando, por lo general, una vide de patanes. [No obstante, ln poscién légic de la opcion nimero tres es la misma que en Jas estantes. En su favor, usted puede alegar que todos sus deseos forma par- te del Uno, con fo que el Uno es feliz. cuando usted logra lo que desea. En su ‘conta, spor qué habrta de preocuparse el Uno de sus deseos pasticulares? Y, por otra parte, zodmo va usted a escoger los desecs que pretence satisfacer? (4) Comin LEYENDo ESTE LIBRO De ser cierto el Principio de Indeterminacién, entonces puede usted conti- rnuar con lo que tuviese entre manos. Desde un punto de vista ico, a opoién cuatro es tan viable como el resto De ser cierto el Principio de ki Preparacin In{ructuosa, enlonces polemos tener la certeza, cuando menos, ce que este i= bro no le causaré ningtin dat. Sigamos, pues. {Qué tiene que ver el misticismo con la filosofia? Buena pregunta, La creencia en cosas increfbles, ya sea en fantasmas 0 imentes eGsmieas, resulta incompatible con nuestra concepe‘in més elemental de qué es la filosoia, Filosofia es amor al saber, no supersticién, Yo mantengo, sin embargo, que gran parte le fo que se entiende por filosofia es, en realidad, Inisticismo. A mi juici, el misticismo se hasa en una abstraccidn de muestro modo, saludable y odinario, de conocer las cosas. Es unadisfuneién natural de ‘nuestro aparato cognosctivo. Cuando se coneibe como algo distinto a una dis- posicidn general en pro el saber, esto es, cuando se interpreta como un proyec- to-espectfico ycomo la fuente de-un tipo privilegiado de conocimiento, la iloso- fia se convierte entonces en esa suerte de misticismo. Permftanme explicarine. (57) Mis SMO EMPIRISTA Para comprender el papel del misticismo en la flosolfa, es preciso partir del reconocimiento de los extraos y misteriosos paralelismos entre el mi cismo y concepciones més respetables de la naturaleza y la aduisieién del conocimiento. Al igual que ol misticismo, 1 ciencia respeluble arrance con luna distineién entre nuestra reac ordinariay otra realidad mis profunca Enla realidad ordinata, las manzanas eaen y Ia luna sale siempre de manera fortuits © inconexa, Le tealidad mas profunda es realmente una conciencia ins profurda de que todos estos fendmenos, uparentemente dispares, som le risma cosa con diferentes ropajes. Al igual que el misticismo, la cfencia aspi- 1a aboliri distincién entre realidades, a mostrar que la realidad ordinara es un mero derivado de a realidad suprema. Ambos apuntan a una conciencia nueva y mas profunda del mundo circundanie, En términos idealistas, la tunién de sujeto y objeto describe tanto el éxtass final de la mistica cor la naturaleza del conocimiento al que aspia la cioncia ordinatia. La visidn mfsti- ‘ea de la interdependencia tle todas las cosas cuenta también con una réplica resperable, £1 conociuicriy, tant el valle eons el allamente cientificos se adquiere mediante el establecimiento de conesiones entre las cosas, es de- cir, por medio de la sfotesis. El objetivo dltimo de la ciencia ¢s a demostra- cign de las interrelaciones de las cosas, Por ota parte, la idea zen de despejar la mente puede inerpretarse, asimismo, como una preparacion para la adqui- sicidn de conocimiento, At eliminar los prejuicios, las preconcepciones y las preocupaciones, nos ponemas en situacidn de ver las cosas tal como son, que 2s precisamente el modo de lograr enalquier clase de conocimient ‘Otros aspectos del mistiefsmo gozan de un cierto atractivo emptrien. Por cjemplo, la distincién entre sabidusfa y conocimiento resulta verostmil a cualquiera que haya sido testigo del comportariento pablico de un ratén de biblioteca. Pero la idea es de mayor calado, Lo que separa la sabiduria del vo- nocimiento puede denominarse juieio. Como descubriian Ios idealistas ale- tmanes, la naturaleza del juicio es harto ms dilcit de espeeifiear que eual- quer 010 ingrediente del conocimiento, Si sabemos que «si A entonces B», necesitamos ain el juicio con el fin de determinar que un A es, en efecto, un A,que Bes B,y que Ay Bson aquelio de lo que deberiamos hablar antes que nada. El asunto holla su cépliea en Ins reservas misticas concernientes a la ensefianza, Todo el munclo sabe que podemos acribillar a frmulas las eabe~ sas de los estudiantes, pero seguirdn siendo initiles hasta que entiendan realmente camo funcionan as férmmulas, hosta que se identifiquen con ellasy se hhagan responsables de ella. Llegaré cl momento en que el maestro tengn que sa] abandoner y contar con que el estudiante efectile la sintesis necesaria y con- ‘gure la eapacidad de juzgar. LUNA ABSTRACCIGN DEMASIADO LEJANA {Donde sc extraviael misticismo? ;Dénde abandena la segura senna de la ciencia, para convertinse en mera fantasfa y especulacisn? Desde un punto de vista empitica, no existe una respuesta tinica, Los ejemplos histérieos de mis- ticismo son demasiado variados. Pero, en términos del esquema aqut presen- tedo, la respuesta es obvia, El misticiemo es el resultado de una confusién en tre el concepto de conocer y el conocer mismo, En une mistetiosa formulacisn: el tnsticismo es una abstracsin lejada del conocimiento. A tstulo de ejem- plo: «la unidad de sujeto y objeto», «constatar la imlerconexién de las cosas» 0 “hacerse consciente de la realidad son generalizaciones cazonables (sunque algo vacuas) sobre Jn esencia de la meta del conocer. No se trata de lo que uno desea conocer en un caso cancret; lo que uno quiere conocer son cosas come ‘a qué bora cietra el bar» y «obmo predecir la velocidad de caida de los gra- ‘ess. Son, digimoslo de nuevo, abstracciones de largo aleane, que-se remon- tan gabre ia clase cle sine ajemplas. Fl misticismo hace de tales abstraceiones ‘su propia meta, En ver de desear conocer un objeto concreto, llegando a ser tuno con él, quiere conocer el «objeto» en cuanto tal, y Hegar a ser tno con ste. En vez de un yo particular, desea el «yo». En ver do la lentae imperfecta tarea de recopilar conocimientos sobre las cosas y descubrir sus interconexio- nes el mistico descs salar directamente a la conclusién: que Todt es Uno. Parece bastante probable que el misticismo forme parte de nuestra fancién copnoscitiva,o que se trate de uns disfuneién relativamente natural de nuestro aparato cognoscitivo, La vida nos conftonta con un sinfin de stuaciones cn las {que hemos de extract conclusiones a partir de evidencias insuficientes. Es un elle natural el deseo cle consumar la evidencia, de hallar lo bastante para cerrar el circulo y hacerlo suiciente, Las analogias, 1s signos y las indicacio- hes son maneras de promover nusatra confianza en el contexto le evidencias insuficfentes. El misticismo persigue complotar este incommpleto estada, Da la impresin de conocimiento certo donde en realidad no exist tal a cvvencia en la magi que puede consilerarse como la primera fase el rnisticismo, se integra también, con toda probabilidad, en nuestro aparato cog- roseitivo. Las conesiones entre eventos que identifica el mago remedar las re- lciones establecidas por el conocimniento. Se hallan aqui en juego una especie de eausalidad, una capacidad de predecit ¢iniluiren las consecuencias, eteé tera, La diferencia estriba, por descontado, en que los sucesos migicos resul- tan, en tiimo ténnino, inexplicables. pues sdlo pueden explicarse con referen- (159) cia alas acciones de alguna deidad inesenable. Aunque patecen ofrecer un modo de comprencer el mundo, los eventos migicos son, en dima instancia, ineommprensibles. [Noes preciso llevar mucho mas lejos la argumentaeén pata pereatamas de ‘cémo Ia filosofa es, en realidad, una forma de misticismo. En la medida en que se trata de una cisposicién, un modesto y discretoaraor por el saber, la fi- losolia se mantiene saludable. Supone también una distineién entre el mundo tal como aparece y el mundo tal como es, entre sujeto y objeto, ¥venera el em- pio humano por superar dicha distincién, por descubrir e6mo son tealmente las cosas. Sin embargo, cuando se cqncibe como proyecto, come conocimiento de segundo orden de conocimiento, o cualquiera de las otras muchas concep clones que puebian su historia tanto en Oriente como en Oeeidente a filosofia inourre en la falacia mistica, Se imagina que, una vex descrita la relacién entre aparienciay realidad, o entre sujet y objeto, habré lograo su uni en In zeae lidad, Busca a verdad acerca de la verdad y se figura que, por esta via, deseu- bre la verdad acerea de todo. A somojanza del misticismo, slta directamente ‘Ja conclusign de que Todo es Uno, confia en cerrar, de ese modo, el cfrculo del conocimiento humano, Nosatisfecha con el insignificant ritmo de las vic- torias transitorias conta la ignorancia, la filosofia se encamina obsesivamente hacia la posesion de su objeto, De esto modo, mata aquello que ama. AA decir verdad, lo que he denominado el Santo Grial de la filosoia no es sino mislicismo. El agua ce Tales, la via dela verdad de Parménidles, la idea de ls buena vida de Socrates, la Idea del Bien de Platsn, la realidad sustanci-osa de Ariststeles, el virtuoso Mente-dios-mundo de los estices, el Uno de Plotino, 7 todas las mumerosas lineas de meta de la files oceidental que atin hemos de atravesar consttuyen, asimismo, una abstraccidn alejada del conocimiento, una abstraceién demasiado lefana, Por qué dar este paso extra? Creo que, ante todo, obedece ala ncesidad de ser feliz, Elmisticismoes el puente que se tien deentre el conocimiento y la felicidad. De modo implicito,es a encarnacién de la insegutidad tradicional de a filosofia, la oreoncia an cue la felicidad puede srruntizarse al margen del conocimiento ordinatio, tan sélo con algo especial, algo mas alla del conocimiento, una experiencia ineluctable a ito de la cogn tin, El Santo Gral dela filosoia es, ciertamente, algo magico, SiGNOs Mlsttc0s EN FILOSOFTA Confeceionemos ahora un lstado de les sintomas més comnes del misticis- mo, tal come aparece en la filesolla. Cobrarén gran importancia a medida que avancemos en la historia de la filosoffa oocidental moderna, [160] 1. La buisqueda de to que subyace « todas las casas. Estamos ante una de- fineién del Tuo: aquello que subyace a todas las cosas les hace ser lo ‘que son. Bs aquello que, sin ser una cosa, es causa de todas las cosas, ‘La forma sin forma que es ln forma de la forma. En la filosafia ocei= dental, el Tao adopta multiples formas. Es el proyecto de toda sfiloso- fia trascendental» o la bisqueda de aquello que »trasciende» toda ex- periencia. Es la investigacién del «Ser» que se halla detsis 0 en el Interior de todos los «entes», O bien se trata del viejo «ente en euanto enter. Cuidado eon las bisquedas de »fundamentoé»: en filosofia, = tos fundamentos tienen alas probabilidades de no ser més que el an- helo de éxtasis mistico. 2, La bisqueda det marido sin una mujer. Ora definicién del Tuo es la “forma sin objeto>. La vieja oposicién truneada. Se encontraré esto en nociones como acto puro», «el yo que se pone n sf misma» 0 wel bien absolutor, por citar sale algunas. 23. Elsilencio es oro. Como el Uno mistica es inefabe, la mayorta de las seclas orientales insisten en guardar silencio sobre las euestiones re- ferentes a 61. Después de todo, nada significativo eabe decir de ese tran tipo. En ls historia dela flosofia occidental, nos topamos a men- do con un anbelo semejante de poner fin al discurso, de descubrie quello que s6lo puede ser mosirado 0 incicado, pero no dicko. 4, Dialéctica haste eaer exhausts. Un mado de seguir Ia via negative cconsiste en echar por tierra toda pretensién postiva de conocimiento por medio de Ia daléetice. Cuando ya no queda en pie pretensién al- ‘guna, sucumbimos al Uno inexpresable y obtencmos una cdlida sensa- ign. Mle he referide a esto més atrés con el nombre de paradojalilia 5, Todo cuanto acabo de decir es falso. Muchas sectas orientales recono- cen slauna versién del Principio de ls Preparacién Iniructuosa. Ea ‘concrete, Los budistas zen admiten que sus propias doctrinas y méto- {0s son, lo sumo, sfmbolos y recordatorios ales, y que eaxecen de valor en sf mismos. En el mismo sentido, los filésofos occidentales hablan de ~experimento mental» o de «heuristica», 66, Esto no es un texto, es una experiencia, Un texto no es mis que pala bras sobre el papel o ruidos en el aie, Parece ser un medio a través del cual se expresa algtin contenido. No sucede ast con el auténtica texto mfatico, Consttuye en sf mismo una experiencia, un aconteci- per 10. u La VEWDAD SoRRE TODO iniento. Noespresa algo sino que ctea algo: el mundo tal como bo cono- cetios. De ahi la temerosa admiracion hacia ls escritos de ls mis 08 laexplieaci6n de por qué eiertassectasorientales han manteni- do, al parecer, Jo mejor de su obra inaceesible al gran pablice. En versiones occidentales menos embicioses, el texto ensaya uns reerea- cin dela experiencia. Se vuelve evocador més que declarative. Suc- tna més a sermén evangélico que a leccidn magistral. Algunos msti- cos occidentales se sentitin satisfechos con negar que To que han teseritey publicado entre las cubiertas sea en verdad un libro, (_Unti- 102 Oh, no, yo no he sido!) Pongémonosliterarios y metafsricos. Dado que la otalidad no puede ser direclamente representada, puede ser aprehenclda tan s6lo en metaforas Verd usted, viene a ser come esto o aquelio pero sin Megat aser exactamente igual. Los misticos orientales parecen encontrar en la poesfa y on Ja metafora su mancra més natural de expresatse, ya que provenfan, en su mayor parte, de tadiciones que propiciaban es- tas formas de expresisa. Con algo més de torpeza y imide, los ldso- fos m(sticos occidentalesalizmarin cue su obra es, en realidad, ua forma de literatura, aunque no siempre sea ése el caso, Movindosefurtioamente po los margenes. Buscos indicios de lo gran- de, Misteriosas eoincidencias, Notas en los mérgenes, Extraios me sajes eripticos. No puerles limitate a creer lo que te dicen. Surarias ‘que algo nds se cuece aqut dentro. Todo esto no es muds que una conspiracién, Todo se halla interconecta- do, todo puede explicarse: jae tata de un compl! Sospecha ineluso ‘let mismo, Tus peopias formas de pensar son parte de la rama. Enel pevsamiento oocidental, la propia idea de pensumiento oecidental supone el mejor exponente de esta clase de misticismo conspirador Cireules, por favor, no lineas. Las lineas comienzan, acaban y se divi- den, Son ligeramente masculinas. Los eiteulos constituyen siempre {forma geométrics predilecta tel misticismo. En Decidente, esta prefe- rencia geométrica conforma miltiples argumentaciones, tal como sit- cede en los argumentos cireulares, que prueban su premisa mediante su conclusign No quede tiempo, El tiempo 28 una ilusién. El tiempo divide las cosas ‘en un eatonces ¥ un ahors. Pesibilta el cambio. Es teriblemente lineal. Convierte la experiencia mtica en un mero acontecimiento nts de una lus: wavrWem stEewanT larga y azarosa secuencia de eventos. Los misticos oocidemtales se quejan con frecuencia de uma eancepcidn del tiempo presuntamente doceidental, aunque, al igual que los orientales, lo queen itive térmi- no deseun es lbrarse del tiempo de una vez por todas para vivir en un ‘hora eterno. 2. Un buen nsimero. Desde Pitégoras, si no antes, ¢ha pensado que el quier conjunto de cosas que pretena expresar la realidad suprema beta tenet como cardinal un mimero que refleje por sf mismo algo dle la realidad supreme. A la mayor parte de los cecidentales, como a Pitagoras, les gustaba el simero tres, Cuenta con un principio, un ter rmino medio y un final: ja ver quién lo supera! Pero lampoco el doce es ‘un mal nimero (el ntmezo de los apéstles, Ios signos del zodiaco, et cétera). Asi, por ejemplo, al pedir a un mistico occidental que elabore tua Fstad de Ias categorfas clave de todo pensamicnto, ste no optaré jamds por la fealdad de los udmeros pritnos, como el once o el trece Oftex2o a continuacién una serie de principios, conforme a los cuales ccabe predecir ciertos aspectos del curso de a historia dela flosofia. El principio de la condicién omnivora. Toda filosolis mistica ser eax paz de dar cuenta de todas las demas filosofias. Prueba, La Filosofia mistica se halla en posesién de lo Uno. Puesto que ‘Toda es Uno, toro Jo demas, incluida cualquier otra filosoffa, perienece a dicho Uno. xcoli. Entre los mistioos vulgaves, esto desemboea en un sfndrome de «mi-misticiemo-es-mejor-que-tisistieismo». En easos mas retinados, con- duce a un sitdrome de -ani-misticismo-cquivale-a-urmisticismo-y-al-de- vooslos-demds» El principio de Ia comparacién esotériew, Cuando se contemplan des- Heel interior de la experiencia mistica, es decir. esotéricamente, dos filoso- fias misticas cualesquiera pueden presentarse como la misma. Preis, Ambas flosoffas misticas se reieren a lo Uno. Como silo existe un Uno, ambas filosoffas expresan fo mismo. Las diferencias entve as flosoffas pueden etiquetarse de «exotésioas», Son supericiales yrelevantes solammen- te para aquellos que permaneeen al margen de la experiencia mista, [163] i EE principio de indeterminacién de la interpretacién. Uns flosotia istica no puede ser expresada o interpretada de forma plena y concluyent Prueba. Cualquier interpretscién seré particular, defini la filasofta con respecto a lo otro. Dado que la filosoffa ha de referise en ultimo término a Io Uno y sato Uno, tales interpretaciones seran siempre falsas, Esto puede interpretarse, asimismo, como un resultado natural de Ia inefabilidad de la experiencia mistica, El principio de la eterna irrefutabilidad de toda filosofia. Ninguna filosofia mistica puede vefutarse de forma decisiva en sus propios téeminos. Escola, {an observado alguna vex ebm los especialistas en un fldsofo 0 periodo de la historia dela filosoffa se muestran siempre capaces de salir en defensa de eu{s) filosfia(s) escogida(s). desafiando asi toda crtica? {Han repatado alguna vez-en la capacidad exhibida por los teéricos de la conspiracién para canalizar cada spice de evidencia en favor de sus teo- ‘fas? Estos dos fenémonos se hallun intimamente relacionados. Un filésofo tafstico puede defenderse de toda crtiea porque se halla en posesién ile lo Uno, Todo encaja en la trama, porque la trama es lo Uno. He aqut una rouestra de este mecanismo: cuando un filésofo es acusado de adoptar un punto de vista eonereto, alguien localiza una cita que sugicre que sostuvo justemente la concepeién opuesta. ‘Tal cita siempre puede ser hallada, puesto que el Uno mfstica ineluye todos los opnestos. Ed principio fractual de la historia de la filosofia. La historia dela filesofia s,m tanto que misticisano, un fractal: la msaimna pate puede cantener el todo, Dafinicién, Los fractales son figuras complejas,consistentes en patfones que se repiten en infinitas formas y tamatios. Un itoral, por ejemplo, puede eon cebirse eomo un fractal, toda vex que puede paseeraproximadamente ol mi mo contorne aceidentad, si se contermpla desde una altura de unos cuantos cientos de metros 0 de unos cuantos cients de kilémeti. Aungue caético, pues au forme en un drea determinada es jnherenterente azarosa, el fractal puede generarsea partir algunas ecuaviones matematicas simples, Prucba, En el misticismo, cada parte ¢8 lo que es sélo en la totalidad. Con independencia de su pequefiez la plena eomprensién de eada parte impli ca, por eonsiguiente, una comprensisn del todo, Andlogamente, cada filo- soffa mfstica llega aserlo que es tan sélo en el contexto cela totaidad de la Filosofia (cuya representecion puede atrbuirse a cualquier fosofis, emo sabemos porlos principios precedentes). Por tanto, la plena comprensin [sa] de cualquier filosofis aislada vale tanto como le plena comprensién de la totalidad de la historia, Escolio 1. Lahistoria de la filosoffa, como sabernos por experiencia, consis- {tc en un patron reiterado en una variedad de formas y en multiples niveles. Por otra parte, el patrén viene dictado por unos euantos principios simples (Como éste). La misién de la historia estriba en hallar aquellos principios ‘capaces de explicarlas diversas manifestaciones de Ia filosoffa de la forma ‘mas ecorsémica. Por supuesto, ls principios permanecen fuera de lahisto- ia, porlo que, en ultimo término, nose trata realimente de principios filoss- fices, sino tan s6lo de una especie de directrices. Escolio 2, El patron que constituye Ia historia bien puede hallarse accesi- dre en un tinieo periodo, un tinieo filsofo, un tnico ibe, capitulo o aforis- ‘mo aislado, Estc libro, y eon él toda Ia histori de Ia flava, pada rees- cribirse como la exégesis de una dnica maxima filosdica (yo sugeritia tal vezuna de Nietzsche). [165]

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