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Los debates sobre la Ley acerca del Robo de Lefia Gaceta Renana, n° 298, 25 de octubre 1842, auplemento tad de prensa y su fal nes. Ahora nos moveremo: Ja verdadera cuestién ‘ros lectores algu: de miltiples mod caricter fisico de loa Dieta un proyecto fera, con el argumento de pale % Kove Max 2% Kame ow por sf misma. No disp ley. Nuestro materi ‘emos, sin embargo, del proyecto de I se limita a algunos agregados apenas ta y su comisién a leyes ue sélo figuran como mémeros de pardgrafos.’ La comunicae ién de los propios debates de la Dieta es tan absolutamente mezquina, inconexa y apécrifa que parece una mistificacién. A juzgar por lo visible, la Dieta ha querido con su pasivo silencio dar un acto de cortesia a nuestra provincia, Inmediatamente salta a la vista uno de los hechos caracte- tiaticos de los presentes debates. La Dieta aparece como legis- lador complementario junto al legislador estatal. Seré de sumo interés desarrollar con un ejemplo las cualidades legislativas de la Dieta. Desde esta perspectiva, el lector nos disculpard si le exigimos paciencia y perseveriinca, dos virtudes que hubo ue tener continuamente pata eliborar nuestro estéril objeto. Alexponer los debates de la Diet sobre la ley del robo de lefia exponemos al mismo tiemps los ‘debates de la Dieta sobre su isin legislativa : Inmediatamente, al comenzar bl debate, un diputado de las, ciudades se opone al titulo dela Tey, por el que se categoria de «robo» al simple delito foresta Un diputado de la nobliza rasponde «que precisamente Por no considerar un robo ii sustraccién de lefia, ésta ocurre tan frecuentemente». Segtin esa analogs, el mismo legislador tendria que razo- nar: por no considerar un golpe mortal a las bofetadas son és- tas dltimas tan frecuentes. Por lo,tanto hay que decretar que una bofetada es un golpe mortal Otro diputado de la nobléza chcuentra atin «més pel ar la palabra “robo” pofque la gente que supo de la prensa s6lo un resumen de las ba el nombre de los diputados que inte! ventan, SHOR SN HoRoMHC, Dinesin Civica © gin La Dieta tiene que decidir si consi tal es un robo, pero si la Dieta declara que el es un robo, la gente podria creer que la Dieta considera real- mente que un delito forestal no es un robo, Por eso, lo mejor es abandonar esta controversia sofistica. Se trata de un eufemis- mo, y los eufemismos deben evitarse. El propietario del bos- lador llegue a hablar porque las pare- que no deja que el le des tienen ofdos. El mismo diputado va atin mas alld. Considera que todo es- dela expresién «robo» es «una dudosa ocupacién de de redace tean jt asamblea plenaria con mejor ents demostraciones la Dieta vo- Después de estas con t6 el titulo. Desde la perspectiva que acaba de recomendarse, que ve transformacién de un ciudadano en un ladrén una pura igencia de redaccisn y rec! ente que Ia sustrac- n de lef suelta o la recolecciéin de leia seca se subsume ba- sma manera que la ribrica de robo y se pena de la sustraceién de lefa de drboles en p El diputado de las ciudades mencionado antes sefal rga reclu: in, «Puesto que la pena puede clevars¢ a una una severidad tal llevaria por el camino del delito a gentes que de otro modo atin estarian en el biren camino. A esto tam- bien contribuye el hecho de que en prisién estarfan junto con ladrones habituales; por eso considero que la recoleccién 0 sustraccién de lefa suelta seca deberfa castigarse solo con una simple pena policial»; pero otro diputado de las ciuda des lo refuta con el profundo argumento de «que en los bos- ques de su regién se hieren con frecuencia drboles jévenes y Kean Manx cuando como consecuencia de lo se echan a perder se los Es imposible someter de modo més clegante y al mismo tiempo mas simple el derecho delos hombres al devecho de ng rboles jévenes. De un lado, con la aceptacién del parégrafo, est le necesidad de que una masa de seres humanos sin inten iones delictivas sea talada del arbol verde de la moralided y lanzada como lea menuda al infiemo del delito, Ia infamiay la mniseria. Del otro lado, con el rechazo del parderafo, en la po- sibilidad de que se maltraten algunos érboles jévenes, con lo aves Bose necesita easidecirlo, ls idolos de madera vencen y caen las ofrendas humanas, {La Carolina‘ subsume bajo robo de lea sélo la sustraccién cortada y el cortudo furtivo de lefta. Si, nuestra Dieta nolo querré creer: «Si algui durante el dia recoge frutos pax recomer, y al llevarlos no produce grandes daiios, ser cat gado civilmente (es decir, no penalmente) segiin la eualidad de Personas 0 cosas». Las dispesiciones carolinas del siglo xvi nos invitan a protegerlas de ls.acusacién de excesivo human; tarimo contra una Dieta rénana del siglo XIX, y nosotros aceptamos esta invit a Recoleccién de leiia éuelti y robo de lea. Ambos tienen tina determinacién en cointin, La apropiacién de madera sje, na, Por lo tanto ambos so r ica que acaba de nos. A esto se resume la clara |6- ictar Iayes. Por ello llamaremos piri cro la atencién sobre la diferen- » y'si debe admitirse que el hecho es por esencia seré dificil airmar que sea el mismo por © siguié siondo al iglo xvim. Las penas que esta +s eran especialmente severas y envcles, pF O97 pom Dimeiin Cisca@ esti ss bE LA Dita RENANA % Para apropiarse de lefia verde hay que separarla con vio- " ‘0. Es un abierto atentado al arbol Jencia de su coi re : ¥ por lo mismo un abierto atentado al propietario del rbol 1 Por otra parte, si se ac aun le- cared oon producto del propietario, Esta es ya madera elaborada. En lugar de la n natural con la propiedad aparece la relacidn arti cortada, sustrae propiedad En el caso de la lefia suelta, en cambio, nada se separa de 's propiedad. Lo ya separado de la propiedad se separa de propiedad. El ladrén de lefia dicta un juicio arbitrario contra recolector de sélo lleva a cabo un jctado la misma naturaleza de la propiedad, ol ya no posce esas ero lefia cortada, ial. Por lo tanto quien sustra: la propiedad. juieio que ha pues poseéis solamente el arbol y el ramas. La recoleccién de lefia suelta y el robo de lefia son por lo aceién en referencia al objeto no es menos diferente, y la in- tencida por lo tanto tiene que ser también diferente, pues 2qué mela objetiva le pondrfames a la intencién que no fue- ra el cof’ ‘hido y la forma de la accién? ¥ a pesar de esta dife- 5, Acial denomindis a ambos robo y los pendis como n de lefia suelta con mayor se- tal. Incluso pendis la recolec veridad que el robo, pues la penis ya al dee bo, pena que no imponéis evidentemente al robo de lefta. Po que es un ro- : ispensada de la obligacién general de decir la verdad. Por el contrario, la tiene ya que es quien debe expresar de modo ge- is cosas. La natu- Jo tanto guiarse por neral y auténtico la n: leza juridica de las cosas no puede pr Jaley, sino que la ley tiene que guiarse por la naturaleza jurfdi- cade las cosas. Sila ley denomina robo de leifa una accién que ley miente y el pobre es saci legal. «1 y a deux gen: Montesquieu «lun i autre lorsqus ce de méme»,! ningtin delito donde haya una pena. Al aplicat la categorfa de robo cuando no debe ser aplicada, tambien la hale, desfigu- ‘ado en los casos en que tiene que ser aplcnds 2Y acaso no se elimina a sf misma esta bru prantiene una determinacién comin en acciones ferent, y hace abstraccién dela difereicia? $i toda lesion te la propie- dad, sin diferencia, sin deter minacién mas precisa, es robo, ine Seria toda propiedal privada un robo? {Con mi Propie- dad privada no excluye a todo terreno de ese propiedad, no lesiono, pues, su derecho de propiedad? §i negdis la diferencia shits especies exencialmente diversas del mismo delito, negais, Cl delito en cuanto diferencia el derecho y asf ein elde- "echo mismo, pues todo delts tiene un lado en conan con el derecho, Por ello, es un hecho tanto histérico earn racional ve Ia dureza indiferenciada slimina todo efecto de I, ena, pues ha elimi 5. De bespert des os, torial, Madrid, 2005;) bob, cap. 12. (Del espitu dla eye, Alianza S20 T9919 ppsaNcy 1A Dieta Renan 7 del interés cel contraventor, pe- del propietario del bosque. Feconoce cuando se tral En este sentid interés propio, carece de los es como para diferencia lefa suelta de como escriipulos ins: ‘unstancia agravante, pero caréce de importancia como cir- ia agravante no cunstancia atenuante, aunque una ¢ posible si son imposibles circunstancias atenuantes. La misma légica se repite varias veces en el curso del debate Respecto del § 65, un diputado de las ciudades expresa st ida se aplique también pena, «lo que es rechazado mismo diputade co- como eriterio para por el referente por poco préctica». menta respecto del § 66: «En general, en toda la ley falta la de- terminacién de un valor de acuerdo con el cual se aumente o disminuya la pena», Resulta evidente la penaen las lesiones de la propiedad. Si el concepto de delito exige la pena, del mismo modo la realidad del delito exige una me pena. El delito real es limitado, La pena tendré que sor limitada para ser real, y tendrd que ser limitada de acuerdo con un principio juridico para ser justa. De lo que se trata es de convertir la pena en e que aparecerle al delin- aceién, y por lo tanto co- mite de la pena tiene que ser, por cone ‘mite de su accién, El contenido determinado que tuye el limite de ese determinado delito. La importancia del valor para determinar consecueneia real del d se lesiona con: 2 Ka medida de ese contenido es pues la medida del delito. Respoc- tode la propiedad, esta medida es el val Mientras que en cualquier limitaci siempre completa, la propiedad sélo existe dent sino determinado, no sélo medible lo. El valor es la existencia social de la propiedad, la can la que adquiere comprensibilidad y comu- iol. Es evidente que esia deverminacién objeti- aturaleza misma del objeto, a determinacién abjetiva y esen ne que dela pena. Si se de ntimeros la legislacién sélo puede proceder exte- riormente para no perderse en una determinacién infnita, po Jo menos tiene que regularlos. No se trata de agotar las dife. rencias sino de hacerlas. Para la Dieta, en cambio, no vale la pena dirigir su distinguida atencién a tales nimiedades, éPero creéis poder dechicir quizds que ln Dieta ha excluido totalmente el valor en la determinacién de la pena? Conelusign itreflexiva y poco préctica. El propietario del bosque mie adelante trataremos esto coi} mayor extensién= no slo se hase restituir por el ladrén el siniple valor general, sino que ademis le proporciona al valor un caréeter individual y sobre esta indi. vidualidad postica basa la exigencia de una reparacidn partici lar delos datios. Ahora comjrendemos lo que el referente con, Prende por «précticos. El préctico propietario del bosque razona del siguiente modo: esta determinacién legal es buena en la medida en que me es ttl, pues mi utilidad es lo bueno, Ex. ta determinacién es superflua, es nociva, poco prictica, en la medida en que por pura extravagancia juridica tedrica debia aplicarse también al acusadd. Puesto que el acusado es nociv Para mi, es evidente que ¢s nacivo para mi todo lo que no le ha. 82 llegar al mayor perjuicio, Esto es sabiduria prctica, Nosotros, en cambio, hombres poco practices, reclamamos ‘multitud politicamente pobre y socialmente desposeid ‘p88 G won apne Dimesidn Cliven ga aquello que la servidumbre erudita y décil de los lamados histéricos»“ ha descubierto a modo de piedra filosofal para pretensién el derecho consuetudinario, un derecho ino que pertenece a los po- bres de todos los paises. Vamos atin mas lejos y afirmamos que el derecho consuetudinario, por sti naturaleza, sélo puede ser el derecho de esta masa inferior, desposeida y elemental, Lo que se entiende por las llamadas costumbres de los pri- legiados son costumbres contra el derecho. La fecha de su nacimiento cae en el periodo en el que la historia de la huma- nidad constituye una parte de la historia natural y todos los dioses, confirmando la | egipcia, adoptan figuras ani males. La humanidad aparece desintegrada en diferentes rax zas animales cuya relacién no es la igualdad sino la desigual- dad, una desigualdad que fijin las leyes. El mundo de la pues mientras que de la libertad, este derecho lavitud. El feudalismo en su transformar en oro ju animal es la existencia de la es sentido més amplio es el reino aftimal del espfritu, el mundo de la humanidad separada en contéaposicién al mundo de la hu- lad que se diferencia, cuya desigualdad no es més que la refraecién de la igualdad, Por eo en los pafses del feudalismo ingenuo, en los patses en los que rige la divisién en castas, don- de los hombres estén encasillados en el verdadero sentido de la palabra, y donde los miembros nobles y homogéncamente co- nectados del ge: an Humanus, estén cortados, azotados y separados con violencia, encontramos la adoracién del animal, Ja religién animal en su forma primitiva, pues para el hombre s»,verdadera esencia es siempre el ser supremo. La de los animales es santo, d nica iguay ya ie se destaca e 52 Kean, Manx wada, la igualdad de la especie determina conaigs ar no la igualdad del género. El género animal miemo cok, aparece en clcomportamienio host de las dlerntes capi aie hacen valer unas contra otras sus diferentes eeaie ds Particulares, La naturaleza tiene preparada en ol estémago de la Fiera la morada dela unin, la fragua de la fusién interna, el Grsano de la conexign dels diferentes especies animales by mismo modo, en el feudalismo una raza vive de la otra, hasta Tegar en el extremo inferior ala raza que come us pulpo sur. ido de la gleba sdlo tiene sus muchos branos para ogee at frutos de la tierra para los de arriba, mientees que ellos solo se slimentan de polvo, pues sien el reino animal natural ag abe- is obra matan a fy sngone, en el espiritual son los zén. anos Tos que matan a las abejas obreras,y precisamense se medio del trabajo: Silos privilegiadn pon elders cscrito apelan a sus derechos consuetudinarion on | do humano exigen la imagen animal del devecko, ha transformado en und mera mascara animal, del conten que ahora se Gaceta Renana, n° 500, 27 de octubre de 1842, suplervento mados en leyes porjue hinn sido formados wrmados por la falta de leyes, Estos derechos consuetuilinaris, al oponerse por sucontenide al forma dela ley, Ly la necesidad, demuestran aun injusticias consuctudinarias y no se los debe hacen valer en contra de li ley sino que, i sa ella, nes, penados, por 1 Dre Rewana, 35 actuar sea su costumbre, del mismo modo que no se disculpa al hijo de un bandido por su carécter familiar. Si una persona ac- ta con intencién contra el derecho, deb ci6n; silo hace por costumbre, debe penarse su costumbre co- mo una mala costumbre. El derecho consuetudinario racional no. en lng ce las lees generales, mis que la costumbre del derech” rito, porque el derecho no ha dejado de ser cose tumbre por iaiberse constituide come ley, aunque sf ha dejado de ser s6lo costumbre. Ahora bien, si para el justo se convierte en una costumbre propia, al injusto se le ifmpone aunque no sea su costumbre. El derecho ya no depende de la casualidad de que la costumbre sea racional, sino del hecho de que la cos- tumbre se vuelve racional porque el derecho se ha vuelto legal, porque la costumbre se ha vuelto costumbre de Estado, Por lo tanto, el derecho consuetudinario como dominio aparte del derecho legal sélo es racional cuando el derecho existe al lado y fu ley, cuando la costumbre es la anti- cipacién de un derecho legal. No se puede hablar de ningtin modo, por consiguiente, de deréches consuetudinarios de los estamentos privilegiados. En la ley han encontrado no sélo el reconocimiento de su derecho r: sino también, con fre- cuencia, el reconocimiento de sus pretensiones irracionales. No tienen derecho a anticiparsé a la ley, porque la ley ya ha anticipado tedas las posibles consecuencias de su derecho. Por lo tanto, sdlo se los reciama conio un-dominio reservado a los ‘menu plaisirs, para que el mismi contenido que es tratado en ites racionales encuentre en la inten- penarse si de la ley de acuerdo con sus costumbre un margen para las arbitrariedades y pretensiones que van més alld de los limites racionzles, Pero si estos derechos consuetudinarios nobi costumbres contrarias al concepto de derecho racional, los de- rechos consuetudinarios de los pobres son derechos contr la costumbre del derecho positivo. Su contenido no se opone a sh Kart Maes Is forma legal, sino a su propia carencia de forma. No se le opene Ia forma de la ley, sino que atin no la ha aleanzado Na Se Becesitan muchas reflexiones para darse cuenta de cud unilateralmente han tratado y te i cuya fuente més fértil puede consider ferentes derechos germinicos, Respecto del derecho privado, as legslaciones més liberac les se han limitado a formular y generalizar los devechas que srcontraban. Cuando no encontraban derecho alguno, tampo- rarse que han sido los di- se barecia en forma de pretensiones arbitraras, el derechs de los desposetdos lo hacta en forma de concesiones contin- Eentes. Su procedimierio era correcto frente a quienes tentan ostumbres fuera del derecho, pero era incorrecto rinte n qhilenes tenfan costumlices sin poseer el derecho, Asi corn, en ta medida en que ée poiia encontrar en ella un conten Ho rae i n translormailo las pretensiones arbitrarias en ex, Benelas legales, del misino modo tendrian que haber tranefon tmado en necesariis las concesiones contingentes, Podemos aclararesto.con un ejernplo, el de los monacterios, Se han eli- minado los monasterios, se ha secularizado si propiedad y de este modo se ha aciuadd con justcia, Pero el apoyo contingen- i. aue encontraban lot pobres en los monasterios no ve ha transformado de ningtin modo en otra fuente positive Sresos. Al convert Ia propiedad del monasterie en propi Privada y, por ejemplo, indemnizar a aquel, nose haimiennn zaclo alos pobres que vivian del monasterio, Por el contratio, se les ha mareado ttn nuevo limite y se los ha separado de un antiguo derecho. Esto tuvo lugar en todas las transformaci 0s de prevrogativas en derechos. El agpecto positive de ecyns sbousos, que también constitufan un abuso en le medica ok que Ped O me713 ope, Dimes Cision © godine A RENAN 7 volvfan contingente el derecho de una de las climinado transformando la contingencia en necesidad sino nde el de estas todos los derechos cons en que cierta prop ctante que no hacia de ella con claridad una propiedad privada, pero tampo- ¢0 con claridad una propiedad piiblica, una mezela de derecho Privado y piiblico que se nos presenta en todas las institucio. nes de la Edad Media. El érgano con el que las legislaciones aprehendian tales formaciones ambiguas era el entendimiento, Yel entendimiento no sélo es u sino que su tarea esen- Gal es hacer unilateral el mundo, trabajo grande y admirable, pues sélo la unilateralidad arranea lo particular de la viscosi ‘norgdnica del todo. El earcter de las cosas es un producto del entendimiento, Cada cosa tiene que aislarse y ser aislada para ser algo. Al conducir todo contenido del mundo a una determ: n fija y, de cierto modo, petrificar la esencia Mluida, el en- tendimiento engendra la multiplicidad del mundo, pues éste ‘no seria miiltiple sin las muchas unilateralidades, Elentendimiento eliminé, pues, las formas hibridas y luc- tuantes de la propiedad, aplicando las categorfas ya existentes del derecho privado, cuyo esquema se encontraba en el dere- cho romano.-El entendimiento legislador se crefa aiin més au. torizado a eliminar las obligaciones que tenfa esta propiedad oscilante con las clases més pobres por el hecho de eliminar laba, sin embargo, de desde el punto de vista también sus privilegios estatales; se ol que, aun considerado exclusivamen del derecho privado, existta un doble derecho, el derecho pri- vado del propietario y el del na propietario, prescindiendo de ue ninguna legislacién abolis los privilegios de derecho pi- blico de la propiedad sino que sdlo le juité su caracter fabulo. s0 y le propercions un cardeter ’ iii aa — 5s Kent, Manx medieval del derecho, y por lo tanto tambi aspectos una naturaleza hibrida, dualista y valer con derecho su prin pio de unidad frente a esta determ dictoria, Por oft arte se le pasaba por alto que existen objetos de ln Propiedad que por su naturaleza no pueden aleanvat nonce el caricter de la propiedad privada antes determinads, yque por py {aencia elemental y su existencia contingente reeres en el derecho de ocupacién, es decin, en el derecho de ccupa- n de la clase que, precisamente por el derecho de son Bacién, es excluida de toda otra propiedad, y que en dad civil ocupa la misma posicién que aquellex objetos en la naturaleza, Podté verse que las costumbres que son castumbres de toc da la clase pobre saben aferrar con seguro instinta In parte mis indecisa de Ia propiedad, y se veré que esta clase no sdlo siente el impulso de sitisfacer una necesided natural, sino también la necesidad de satisfacer un impulso de justicia, La lefia suelta nos sirve dé. ejemplo. Su relacién orgénica Son ol frbol viviente no és mavor que la que mantiene con Yibora 's piel que ésta ha cambiado, Con el contraste ean las Fam: debale iaty ep Aradis dela vida orgénica,y los troncos y "boles de firmes races; plenos de savia, que seimilan de mo- do orgiinico el aire, la iz, el agua y la tierra on Provecho de su forma propiay su vida ‘ndividual, la naturaleza representa de cirto modo el contrasté entre la pobreza y a riquesa, Ia, po- breza humana siente este parentesco y deduce de ees Sensa- cién su derecho de propiedad, y si deja por lo tanto la rigueza Gsicamente orgénica al propietario, reivindios on cambio la Pobrera Fisica pare su iecesidad y contingencia Br evin ve gién de las fuerzas elomentales ve una fuerza amistoss, man humanitaria que la humana, En lugar del arbirie once gente de los privilegiados se encuentra la contingencia de he ele. Dimesidn Clea © godine ates DE LA L fr RUN 50 mentos, que arrancan a la propiedad privada lo que ella no cede por s{ misma. Del mismo modo que las limosnas que se leza per- J encuentran los ase elemental de la dan por tenecen a los rico. pobres su derecho. En la recoleccién, la sociedad humana se enfrenta, ordenindolos, a los productos del poder natural elemental. Algo similar ocurre con los pro- ductos que crecen salvajes formando un accidente puramente casual de la propiedad y que por su poca importancia no se constituyen en objeto de la actividad del auténtico propieta- rio; algo similar ocurre con la rebusca, el espigueo y derechos consuetudinarios de ese tipo. ; En estas costumbres de la clase pobre vive pues un sentido z es positiva y legitima y la forma del jurfdico instintivo, su derecho consuetudinario es tanto més adecuada cuanto la exis- tencia de la propia clase pobre es hasta ahora una mera cos- tumbre de lasociedad civil que no ha encontrado adi un lugar sdecuado df jo dln estrucaracién consciente del Eatad Hebate muestra inmediatamente un ejemplo de un ejemplo Bl presy, : cémo se tralun estos derechos consvetudinari en el que se agotan el método y el espititu de todo el procedi- miento. Un diputado de las ciudades se opone a la disposicién por la que se trata también como robo la recoleccién de mirtilos - ardndanos. Se refiere sobre todo a los hijos de gente pabre que Fecagen esos frutos para que sus padres ganen una ignifi- cancia, lo cual se ha permitido desde tiempos inmemoriales, otiginandose de este modo un derecho consuetudinario en fa vor de los nifios. Este hecho es relutado por el comentario de En su regién estos frutos son ya articulos otro diputado: de comercio y se los envia por toneles a Holanda», Se ha llegado realmente en un lugir a convertir un derecho io de los ricos. Se ha consuetudinario de los pobres en monop. 0 dado la prueba concluyente de que se puede monopolizar un on Gori de ello se desprende evidentemente que hay que ‘monopolizarlo. La naturaleza del objeto requiere el monopolio interés de la propiedad privada lo ha inventado. La Ccurrencia de unos tenderos avidos se vuelve irrefie table apenas proporciona desechos al antquisimo inreres teu- t6nico por la tierra. El legislador sabio impedira el delito para no tener que ‘astigar, pero n0 lo impedira impidiendo la eafora del derecho, Sino quitindole a todo impulso de justicia su esencia negati- va, concediéndole una esfera po: 4a eliminar la imposibi va de accién, No se limita- lad de que los miembros de una clase pertenezcan a una esfera superion, sine que elevard su ropia clase @ uns postbilidad real de derechos, y si el Heras ne ¢s lo suficientemente humano, rico y amplio de mires para lo, es por lo menos éu deber incondicional no transformar £n delito lo que silo lis condiciones han eonvertide en arn Sontravencién, Cn la mayor benevolencia tiene que cérvegir come desorden sfcial to que sélo con suprema injustioie ng pod tiria el impulso soci De lo contrario, comba- | diciendo que combate la forma asocial del mismo. Bn una paiabra, cuando se reprimen derechos Consuetudinarios populares su ejercicio slo puede teatneee me una simple contravencién policial, pero nunca penarse come un delito. Li pena policial es la respuesta aun heche sl aue las circunstancias fan marcado como desorden externo, in que sea una lesién lel orden jurfdico eterno La pena no debe causar mayor hortor que la contraveneiy la ignominia del delito no debe transformarse en la ignominia dese ley; se a Bitado cuando la des ha se convierte 0.0 cl delto en desdicha. Muy alejada de esta perspec. observa las primeras reglas de la le- ‘oF @ see weeny Dimeson Coin © ein Resa a A c interés sélo ve Elalma pequena, torpe, vulgar y egoista del int tun punto, el punto en que es herida, al modo de aquel hombre ara més infame y abyec- Convierte a sus ojos ice del punto en el basto que toma un pasante porla c ta bajo el sl pore le ha piso ss de gallo en los ojos con los que ve y juzga: que el pasante lo toca el «nico punto en el que la esencia de ese tun hombre puede trangui- hombre toca el mundo. Ahora lamente pisarme los callos sin por ello dejar de ser una persona honrada e incluso excelente. Lo mismo que con los ojos de ge lo, tampoco tenéis que juzgar a los hombres con los ojos de vuestro interés privado. El interés privado hace de la esfera en Ja que el hombre se encuentra hostilmente con él la esfera vital de ese hombre. Hace de la ley un cazador de ratas que quiere eliminar los bichos, porque no siendo un investigador de la na- ttraleza sélo ve bichos en las ratas; el Estado, en cambio, tiene ‘que ver en un contraventor forestal algo més que el autor de la contravencién, que el enemigo de la lefia, {No esta cada uno de ipuede cor- sus ciudadanos unido a él con m rls todos porque ese ciudadino ha cortacloarbitaria uno de ellos? El Estado deberd ver civ un contraventor forestal también un ser humano, un miembro viviente en el que circula sangre de su corazén, un soldado que defender la patria, un » tribunal, un miembro de ‘iamente festigo cuya voz tiene validez ante ie couse aque desempefiard cargos piblicos, un padre ia es sagrada; y sobre todo un ciudada- no del Estado, y éste no excluiré inrellexivamente de ee de. rminaciones a uno de sus mieinbros, pues se amputa a sf mis- moa hacer a Sada oh de ;cuente. Y sabre todo, un “como el trabajo ms sero, doloro- soy peligroso subsumir bajo la esfera de las acciones delictivas tuna que hasta el momento hab sid ireprochable. Peroeliterés es pricticoy nada mis prictico en el mundo que derribar a mi enemigo. «{Quién odia algo y no lo destrui= de familia cuya exist legislador moral consider 2 Kant Many "i&-con gusto», enseia ya Shylock.” El verdadero legislador no debe temer nada més que la injust terés legislador sdlo conoce el temor a las consecuencias del derecho, el temora los malvados contr Ine que existen leyes Ta crucldad es ol cardcter de las leyes que dicta I, cobardia, obardias6lo puede ser enérgica siendo cruel. Flinn ‘erés privado siempre es cobarde, pues su corarsn os alma, es un objeto que en cualquier momento puede seg quitado y da- Fado. y cquign no temblarts ante el peligro de perder el cora- 26nyel alma? Cémo habria de ser human of legislador in- teresado silo inhumano, un ser material extrafi, ec ser Crees “Quand ila peur il est trebles, dice el Nationsl*ce Guizot. Este lema podria escribirse sobre todas lee legislacio- es producidas por el interés, o sea por la cobartit, Cuando los samayedos matan ua animal le aseguran con la never Sereda anes di sacarle la piel, que son silo los mos |e causa de este mal, qué-es un euchillo russ ol gue lo corta y au Por lo tanto s6lo hay: que vengarse de los ruses, Se puede transformar Ia ley en un mar ruso aunque no se tenga la pre- tensién de ser un samoyélo, Observemos. Enel §4la comisién }ropuso: «Si existe una di tancia’ max Yor de dos millas, el guardia que efectia la denuacig determi. naré el valor de acuérdo ton los precios locales. En su contra protest® un diputado de las ciudadess «La Pichvesta de que el Suardia festa Be el valor de la lea saa, trafda es muy peligiosa El funcionario denunciante meeece Sertamente/lds, pero sélo en referencia al hecho, de ninguna renee wiPecto del valér. Este tendrfa que determinarse de seuerdo con una tasa propuesta por las autoridades locales y 7.W. Shakespeare, Et meiea Berle Venetia, # acto, I*escena, Si Natona diario republicano francés que cpasncen a Parts de 1850 a « por el Consejo Provincial. Ahora bien, se ha propuesto que no se acepte el § 14, por el que el propi debe recibir la m presente disposic . En efecto, rio del bos- ‘como se desprende de la naturaleza de la relacién, lo més alto posible el valor de la lena sustrafda». La Dieta aprobé la propuesta de la com! in. n de una jurisdic Nos encontramnos aq i ial. El guardia patrimonial es al mismo tiempo cién patrimonial. El g s quien emite en parte la sentencia. La determinacién del valor ¢s una parte de la senencia Esta results, pues, parcialmente anticipada en el acta de denuncia. El guardia que denuncia se es el experto a cuyo dictamen tiene que juncién de la que excluye @ los sienta entre los juee: atenerse el tribunal, ejerce una u dlemés jucces, Bs una insensatez oponerse al procedimiento ine anistorial cuando existen gendarmes y denunciantes patimo- niales que cumplen al mismo tiempo la funcién de jueces, Prestindiondo de a lesién fundamental de nuestras insti ciones, si observamos las cualidades del guardia denuneiante resultard evidente la poca capacidad dbjetiva que posee de ser al mismo tiempo tasador de leita sustraida En cuanto guardia ¢s la personifi dela madera. prove isn, y mucho més la proteccién perso- nal, fisica, requiere una fuerte y enérgica relacién de amor del guardabosques con su protegida, una relacién que, por ast de- cirlo, crece con la madera. Bsia tiene que ser todo Pars 4, tiene El tasador, por el contrario, que poseer un valor absolute. 2 sadn sl contrat sspecto de una m: no cudnto cuesta, Un tiene una dy. nfianza eseép lacaleula of tn ojo agudoy prosaico da profanaShd dice hasta el dltimo cen n : rotectory un tasador son ds cosas tan diferentes como un mi- neralogista y un comerciante de minerales, El guardia no pue- “ Ka de estimar el valor de lak 1 porque en cad * de lo sobado tasa al mismo tiempo su pro- Plo valor: pues es el valor de su propia ac ividad, y geredis aca- £0 due no protegerd tan bien el valor de su objeto come vu sae tancia? acta en Las actividades que se transfieren a una persona cuyo de- ber profesional es la brutalidad no sélo se contradicen respec- to del objeto de la proteccién, sino tam personas, Como guardién de la lefa el guardabosques debe proteger Sel del Propietario privado, pero como tasador también debe proteger el interés del contraventor con n respecto de las actuar con el pute en defensa del Gon Ja cabeza en defenia del enemigo del bosque. Tl inieren encarnado del propietario del bosque, :puede ser una garantia contra el interés del propietario del bosque? El guardia es adémés el denunciante. El ata es una denun- Git: Bl valor del abjstosé.convierte porlo tanto-en objerode denuncias pide asi sis decora judicial y la faneidn del juez que- ds rebajada al maximo §l no poder diferenciarla por ag na mento de la funcién del denunciante, For tltimo, el giardia denunciante, que ni en cuantd de- inte ni en cusnto guardia esta preparado para sex ex. Fr Conn getvicis del propictario del bosque, es pages por él. Con el mismo dérech se podrfa dejar Ja tasacién al bro- Fetario mediando un juramento, ya que en realidad no hi he, cho més que adoprar en su guardin la figura de une tervora persona, nun En lugar de encontra’ siquiera cuestionable esta Posivicn del guardlia denunciante; la Dieta, por el contrarie, dla we chentea cvestionable Ja inica disposicién que constituys uy Ultimo reflojo del Estado dentro de la magnificeneia del SRE mE wma Cision @ ina 6 te. Contra esta isposicisn se levanta la més violenta oposicién y apenas si pac fess apace la tormenta con la explicacién del referente de «que ya} Jas anteriores han apoyado el abandono del em- pleo vitalieg ~ ero que el gobierno se ha dec lo contrarioa ello ha cosrderado que el empleo vitalcio es una proteceiéa para los stibditos >, : O sea que la Dieta ya ha regateado anteriormente con el gobierno el absndono del empleo vitalco,yse ha quedado en cl regateo. Bxaminemos las razones tan gerierosas como irre- futables que se aducen en contra del émpleo vitalicio, Un diputado de los municipios rales , es decir, no hay nada més terrible que la 16- gica del egoismo, les y de caza reales sigan em- 4 i Many, ae Esta lGgics, que transforma a los servidores del Propietatio forestal en autoridades del Estado, transforma a dades del Estado en so divisién del Estado, las autori- espia, calcula, protege, coge y corre Como frase final del § 62, la comisién Propone que se exija ia expedido por el agente imposit Healde o dos concejales inunicipales del devet manaventor, Un diputedo de los municipios ruralen encuen- tra que el empleo de! a con la legislacién vigante. Se sobree Enel § 20] comitién iabia propuesto En la provincia ‘enaia, el legitime Propietario forestal ats Rntorizado a entrogay-a los detenides 2 lnc autoridades locales para que realizen el trabajo detach, y sus dias de tia. bajo se cuenten para {ose escuenten de) he, servicios comus encién de servicios que iendrian que ser presncan Por jor- naleros o personal de servicion, El relevente comenta: «Aunque sea una carga para los se- Rores alealdes obligar a tribajar a los irvitade Y poco dis. Puesios detenidos por delitos forestales, dentno d las funeige nes de este sin embargo, recondueir a sis incionario est 9G eH eprom, | Dimesin Clinics 6 eds. ientes y malintencionados, Iver a conducir al detenido quién tiene ¥ {M0 es acaso una bella nceidn vi desde su extravio nuevamente a recta vf ‘mds medj* yen sus manos que los sefiores alealde oy Y¥ addhi_#l zorvo Reincke un aire triste. -Y temeroso, Que Be la compasién de més de un hombre bondadoso, 'Y sobre todo cle Lampe, el conejo, una gran aflicién,"* La Dieta acepts la propuesta. Gaceta Renana, n° 505, 1 de noviembre de 1842, plement El buen sefior alealde tiene que asumir la carga y llevar a cabo una hermosa accién para que el sefior propietario del bosque ‘omo bodeguero. ;No seria una hermosa accién que el alcalde conserve en buen cata. dola cocina y la bodega de sus administrados? El delincuente condenado no es un administrado del alealde, es un admi trado del carcelero {No pierde el esto si de la direceién del muni detcrmioados miembros de la comuitidad, si se lo transforma de alealde en carcelero? ;No se lesiona a los otros miembros res del municipio si se rebaja su trabajo honrado al servicio de la comunidad a trabajo forzado al servicio de determinades se lo lleva a ejecutor de individuos? » Meineke Fuchs, canta VL. [Reincke ef Madrid, 10. Goel 1967.) 56 Keane Manx Es superfluo, sin embargo, poner de Manifiesto estos sofis- tracts euizds el referente tenga la bondad cle ‘modo juzga la gente de mund, Xe hace promunciar al propietario force] Ih al humanizante propietario agricola: «Después de cortar espigas de eereal el ladrén le di Propietario rural: “No tengo pan y por eso me nce algunas es- Pigss de todas las que usted tiene” del mice modo en que el ladrén de lesa dice: "No tengo lesa Para encender el fuego, por es0 la robo". Al propietario agricola lo Protege el articulo #44 del Cédigo Criminal, que impone al corte de cereal una ena de dos a cinco aiios de eércel el Propictario forestal care- cede una poderosa proteccidn de e Esta ultima expresién llena de ‘rata de mis intereses? Porcjue tus interes, 8 estdn asegura- dlos. O sea que nada dé ilusiones. Le genero, nada o da algo. O sea, projiietario aatfeola, que no engafiis al propietario forestal. © sen, Propietario forestal, ino enga- fies al alealde! Este intermezzo deni st fa qué poco sentido pueden te- ear aciones> en nuestro debate, si no fuens Pome ¥8 todo el debite niuestra que las raranee éticas y humanas sélo tienen eébids aqui con, frases huecas. Aun- aus incluso:con ellas és avaro el interés, Scle las inventa cuando la necesidad apremia, cuando las consecuencias son considerables. Entoncés se vuelve elocuente, la sangre cir- cule.més répidamente, ya no se detione ane hermosas accio- nes que a él le dan bensficics y a los otros Te cuestan, ante Palabras aduladoras, ate melosidades acomodaticias, y to- do esto se explota s6lo Sara hacer del contraventor moneda “orients del propietaria del bosque, para converinla enun PPO eon wpinuigy DimesignClisa © geina ladrén lucrative, para poder invertir mejor su capital, pues ol ladrén se ha transformado en un eapital para el propieta- rio. No se trata de abusar del alealde en bien del ladrén, ino de abusar de él en bien del propietario. {Qué notable habili- dad, qué hecho tan sorprendente! jIncluso en los raros momentos en los que se menciona un bien Problematico en favor del ladrén se asegura un bien apodictico al sefior pro. etario! rors ejemplo de estos momentos incidentales de humanita- rismo: Referente: «La ley francesa no.contempla la transforma- ci6n de la pena de reclusidn en trabajo forestal, y considera que ésta es sabia y benéfica, pues la estancia en la cdrcel no conduce siempre a una mejoria y con frecuencia a un empeo. ramienton, Anteriormente, cuando se convertia a inocentes en delin- cuentes y un diputado sefalalia respecto de los recolectores de lefia suelta que se los juntaba en las céreeles con ladrones habituales, éstas eran buenas. De pronto los institutos co- Freceionales se han metamorfoseado en institutos de empeo- amiento, pues en ese moment’ resulta ventajoso para los in- tereses de los propietarios forestales que las cérceles empeoren a los individuos. Par mejoramiento de los delin- cuentes se entiendle el mejorainiento de los Poreentajes que aquellos tienen la magnanima funcién de redituar al propieta- rio forestal, EL interés no tiene memoria, porque sélo piensa en sf mis- mo. De lo tinico que le importa, de sf inismo, no seolvida. Pero las contradicciones no le preocupan, porque consigo mismo no entra en contradiccién. Es un continuo improvisador, pues no tiene sistema, pero sien cambio recur tos ‘Mientras que las razones huimanitarias y jurfdicas no hacen més que se Keak Manx Ce qu'au bal nous autres sots humains, Nous appelons faire tapiscer . El § 66 condena a una pena de prisién de cuatro semanas a dos afios a todo ciudadano que compre una escoba que.no sea de monopolio, ante lo cual un diputado de las ciudap. Joomenta: «Este § amenaza con penas de prisién a todoslox, pitantes de Elberfeld, Lennep y Solingen», Por ile timo, el cbritral y ejercicio de la policia forestal y de caza se ha convertido tanto en un derecho como en una obligacién para los militares, a pesar de que el articulo 9 del Reglamento Cri ‘minal s6lo reconoce funcionarios qui: se encuentren bajo la ju- risdiccién del procurador del Estado y ps castigados inmediatamente por él, lo que no sucede en el caso de los militares. De este modo, al n mpo que la inde- pendencia de los tribunales, se amenaza la libertad y la seguri- dad de los ciudadanos. ieta cdmo la lo tanto puedan ser 8 consecuencias perjudiciales pa tudadana, se trata a esta misma como un hecho de consecuencias perjudi {Qué son entonces las consecuenci Perjudiciel es lo que perjudica el interés del propietario fo- restal. Silas consecuencias del derecho no son favorables a su interés, serén consecuencias perjudiciales. En este caso perjudiciales? Aa Kart Manx el interés es muy agudo. Si antes no v naturales, Jo que ven los ojos ‘ora ve lo que sélo descubre el microscopio, El trundo entero es para él como una espina en el ojo, me sea eds peli Pabrecisamente por no ser el mando de un in- terés sino el de muchos. El int di i ‘ ferés privado se considera el fin tltimo del mundo. Por lo tanto, siel dereche no realia este fin dltimo, es inadecuado. Un derecho perjedicil a ins fers Privado es por lo tanto un derecho de consecuencins Perjudiciales. éSerdn los buenos motivos mejores que las conseeue perjudiciales? emesis consscuensis Elinterés no piensa, EI motivo es un mé . Los motives son sus mimeros. 1 para eliminar las razones jucidicas, dluctldad con la que es éapar de apartar le stuacion objetiva ¥ adormecerse a s{mismé y alos demas en el engafio de que no &s la cose misma lo que hay que pensar, sino que respecto de tuna cosa mala basta con el buén pensamiento, Retomando nuestro hilo Conductor, mostraremos en pri- het lugar un paralelo dé las bollas aciones recommenda lees los setiores alcaldes, «La comisién propuse la si 54: Si la com terés del inculpadi. Se hacen pagar previamente, on lo que evidentements se dificulta previamente la covfina ‘seién entre el guardia deviunciantey el inculpado, Una bella accién, Una sola bella accién, Un reino po bella accién, Pero lat ca bella accién que se propone es la del sefior alcalde en beneficio del sefior Propietario forestal. El al p09 @ wo upton) a ° 2 Los beats ne La DieTA Rewana 6 calde es el representante de las bellas acciones, su expresién con figura humana, y con la carga que se lica abnegacién de imponerle se ha agotado y cerrado para siempre la serie de las bellas acciones. aSi en servicio del Estado y para el bien moral del d cuente el sefior alcalde debe hacer més de lo que es su deber, no tendrian los sefiores propietarios forestales, en considera- cién del mismo bien, que exigir menos que su interés? Podria creerse que la respuesta a esta pregunta ya esti for- mulada en la parte de los debates que hemos tratado, pero es un error, Pasemos a las determinaciones de la pena. . ¥ resulta evidente que el guardia forestal nd pepe el mismo motive para sobreestimar el valor aly tasaciéi, ln hace para el Estado «jue sila hace para el sefior que le da el Pan. Con mucha soltura no se discutis este punto se dej6 Ia apariencia de que podria rechazarse el § 14 que otorgaba las multas al propietario del boique, Se impone asic] $4. Des- ciém no se menciona, el § 14 es. aceptadoy las multas pasan ala aia privada del propietario farestal. La razén Principal que se ‘duce, en realidad la nica, ex él interte del Propietario fores. RPI ws19 upmomer Dimesidn Cision 6 gedinn De La Dies RENAN we tal. que no estarfa suficiontemente cubierto con la reposicién del valor simple. En in embargo, se vuelve a olvidar que se han otorgade las multas al cdemés del valor simple se le decreta idad de un plusvalor, como si con las cial por existir la po: multas que le corresponden no recibiera ya un plus. Se ha ob. servado incluso que las multas no serdn siempre cobrables, Se hhace pues como si se quisiera ocupar el lugar del Estado s6le Fespecto del dinero, pero en el § 19 se quitan la méseara y se reivindica no sélo el dinero sino hasta el ladrén mismo, no sélo la bolsa sino también la vida En este momento el método de | nera franca y aguda, incluso con o duda ya en proclamarse como principio, El valor simple y la indemaizacién le daban al propietario forestal evidentemente sélo la posibilidad de presentar una demanda privada contra el contraventor, para cuya ejecucién leestaban abiertos los tribunales civiles. Si el contraventor no Puede pagar, el propietario del bosque se encuentra en la situa, cin de toda persona privada que tiene un deudor insolvente gue por ello, como bien se sabe, no adquiere derecho alguno a trabajo forzado o servicios, en una palabra a una servidumbre temporal del deudor. ;Quéle da pites este derecho al propicta- rio forestal?:Las multas, Al reivindicar para sf las multas, ha reivindicado, tal como lo hemos visto, ademés de su derecho Privado, un derecho del Estado sobre al ladrén de leita y ha ocupado el lugar del Estado, Al concederse a sf mismo las mule tas, el propietario forestal ocults de modo astuto que se conce. aa las penas en dinero como subrepcién surge de ma- gullosa claridad, pues no dia la pena misma. Antes sefial imple dinero, ahora lo hace como penas y confiesa triunfante ue gracias a elas ha transformado el derecho piiblico en pro- Piedad privada suya. En lugar de retroceder ante esta conse. cuencia, tan delictiva como indignante, se la acepta simple- os ar May ‘mente porque es una consecuencia, S: humano afiema que contradice no sélo n do derecho library entregar un ciudad nimporal se declara encogiéndose de hombiros gee ie princi Pics a se han discutido, aunque en realidad ne ha hai, ni A rca discusién. De esta manera, por medio de les mulicn tl propietario forest hace pasar subrepricinmenss la persona del contraventor: Sélo el § 19 revela el doble sentido del § 14, Ast se ve que ol § 4 hubiera tenido que ser imposible por el 814, el 14 porel 15, e115 por el 19 y el 19 por st misme, biendo tenido ademés que ne hacer imposil 10 prin enelquesebasle pea, pues en loparee ee ee Nose puede manejar con mayor habilded cl ride et impera, En el parégralo precedente no se pienan em] siguiente y en el siguiente se olvida el precedente, A.uno ya se lo ha discutido, al otro todavia no, de manera tal que : ambos estin mis ala d anidad, del propie- io de nada més que si mismo, Poreta. Espera un mor a ORCIA. Esp miento; atin hay algo que aclarat: El docu mento no te da ni una goia de sangre, las palabras ¢ una libra de carne. Tor Mlocumnioy ie a, Segre las leyes, torlas tus riquezas quedarfan ex Estado veneciano, ‘amezas qh poder del Diese Csen © geina Los punaTes DBL Dita Rewann 6 GRACIANO. jOh juez sabfo! jMira, judiol Un verdadero juez sar SHYLOCK. {Fs ésa li PORcIA. Mira las a Y¥ vosotros también deberfais mirarlas. 2En qué fundéis vuestra pretensidn a la servidumbre del ladrén de lefia? En las multas. Hemos mostrado que no tenéis derecho a las multas. Prescindamos de esto. ;Cudl es vuestro Principio fundamental? Que se asegure el interés del propieta- rio forestal, aunque con ello sucumba el mundo del derecho y la libertad. Para vosotros esté inconmoviblemente claro que vuestras pérdidas en lefia deben ser compensadas de alguna manera por el ladrén. La base de madera que posee vuestro razonamient“psti tan podrida que una sola réfaga de viento dela sana rf 4h la hace vol El Estady sede y debe decie: yo garantizo el derecho con- tra toda contingencia. Sdlo el derecho es para mi inmortal y por ello os demuestro la caducidad del delito superandolo. El Estado, en cambio, no puede ni debe decir: un interés privado, una determinada existencia de la propiedad, una reserva fo. un &rbol, una astilla ~y frente al Estado el érbol mas 4 garantizado contra toda de apenas si es una astilla~ e contingencia, es inmortal, El Estado no puede hacer nada con- tra la naturaleza de las cosas, no puede hacer lo finito invulne- rable a las condiciones de lo finito, a la contingencia. Del del delito vuestra propiedad no puede mo modo como an ser garantizada por el Estado contra toda contingencia, tam poco puede el delito transformar en su contrario la naturaleza insegura de vuestra propiedad. El Estado aseguraré por cierto ~wuestro interés privado en la medida en que pueda ser asegux 12, W. Shakespeare, Hl ” Fone Manse rado por medio de leyes y reglas preventivas racionales, pero a conned, Xigencias sobre el delincuente el Estado no puede conceder mis derecho que el de las exigencias privadas, la Promceisn de Ia jursdiccién evil Si por esta via no podéie ponseevir ninguna compensacién por falta de medive del der lincuente slo se sigue que se ha terminal toda ota legal paca obtener esa compensacién. No por ello el'munde ve eu de ‘wicio ni el Bstado abandonaré la érbita de la justia, Yy voso- twos habréis experimentado la caducidad de todo lo terrenal, sen, Periencia que a vuestra pura religiosidad no le parecer piguramente una excitante novedad ni més maravillose que tas tempestades, el celo de los animales ola febre, % e Estado recho. Demostraria asf all cho, euya inmortal pena. el gremio de los carnicetos so lo acepts porque tenia bueyes bien cebados en las praideras. Vosotros exigis que el Estado abandone su territorio esp ro haz de leita, Quedan ain por re del § 16. Un diputado de con la legisla: itual para que sea vengado vues- slgunas disposiciones auxiliares as tiudades comenta: «De acuerdo actual ocho dias de prisién se equiparan a una mula de cinco tdlerss, No existe ninguna sazén suficientes Br Abartarse de ello» (para fijar catorce en lugar de vcho dias). Al mismo parigrafo la comisién , fa propuesto Suiente agregado: «que en ningsin caso la pena ce Prisién se rolongue menos de veititicuntro horas-. Ante la observacién de que ese minimo es derina ie do severo, un miembro del esta- P20 emg pas Dimesin Chien 9 ge Los peuates DE LA Dieta RENAN =i mento de los nobles alega «que la ley forestal francesa no con- tiene una pena inferior a tres dias», Tamisma voz que en contra de la disposicién de la ley fran- cesa equipara cinco tileros con catorce dias de prisién en Ins gar de con ocho, se resiste a transformar tres dias en veinticua tro horas por devocién a la misma ley. El diputado de las ciudades antes Por lo menos muy duro en el caso de sustracciones de lef, ‘que no siempre pueden considerarse como un d tado continda: «Seria mente castigable, imponer cator imulta de cinco téleros. Esto conduciré a que el pudiente, que Puede rescatarse con dinero, reciba una pena simple, mientras que el pobre recibirfa una doble». Un diputado de los nobles comenta que en los alrededores de la ciudad de Cleve se co- meten muchos hurtos de lefa sélo para ingresar en prisién y ser alimentados. {No demuestra de este modo el diputado de los caballeros precisamente lo que quiere refutar. que la pura necesidad de defenderse contra el hambre y la falta de alber- gue impulsa a la gente a robar lefia? {Es esta terrible necesi- dad una circunstancia agravante? El mismo diputado de las ciudailes «considera la ya eritica- da reduccién de la alimentacién demasiado dura y totalmente impracticable en el caso de trabajos forzados». De diversos sectores se critica que es demasiado duro reducir la alimenta- cion a pan y agua. Un diputado de los municipios rurales observa que en el distrito de Tréveris ya se ha introdueido imentos y que ha demostrado ser muy la reduceién de los efectiva. 4Por qué busca el honorable orad: to observado en Trier en el pan y agua y no por ejemplo en la intensificacién del sentido religioso, del que la Dieta ha habla- do tanto y de modo tan emocionante? {Quin hubiera sospe- la causa del buen efec- 2 us chado entonces que pan y agua eran los verdaderos medios de 1s gracia! En algunos debates se podéa ovecr que se habia re- Producido el Santo Parlamento inglés, zy ahora? Be lugar de Is oracién, la fe y los efnticos, pan y agua, prisién y trabajo forzado. Qué generosamente se alardeabs coe palabras para Conseguirle a los renanos un sitio en el cielo, qué generoso se de reas umente con las palabras para forzar a una clase enter, de renanos a pan y agua a hacer trabajo forest, | una ocurren- pis due apenas si se permitirfa con sus negros wn propietario holandés de plantaciones. ;Qué muestra toro exch Que es f- cil ser santo cuando:no se quiere ser humana, De ‘este modo se Somprende el siguiente pasaje: «Un miembro de la Dices en- Suentra inhumana la disposicién del § 25; a pesar de elle ésta Siaceptada>. Aparte desu inkumanidad no sedice nadaddec te parigrafo. Toda nuestra exposi : in ha mostrado cémo la Dieta degra- da el poder ejecutivo, lis autoridades administrativas, la exis. teneis del acusadlo, la ices del Estado, el propio delite yla pe- naa medios mat ado. Se encontraré pues tencia del tribunal y su vardeter de ssentencia firmer, 1a comisign quiere climiiar la palabra sfirmes og el S6ya fie con su empleo en casos de contumacia se darfa alos lade ado al Partimento inglés que Funcionsde uo ad. = épocs de Cronwell,yal que perteneclan ane 108 representantes de secias refigiosas, me "17929 saH919 unser Dimesén Cision 6 gen Se UNANA ” to que la finalidad de un castigo m ro de los casos de e més facilmente y con frecuencia incidlencia podria cum si cualquier primera sentencia bastara para fandamentar la aplicacign de la sentencia més severa. Habria que consideran, sin embargo, side ese modo no se sacrifica un principio jurf 0 esencial a los intereses de la proteccién forestal recaleados Por el referente. No es posible estar de acuerdo en que, lesio. nando un principio indiscutible del procedimiento juridico, se conceda un efecto tal a una sentencia que no tiene atin existen- cia legal. Otro diputado de las ciudades propuso también el re chazo de la «enmienda» de la comisién, pues ésta infringe las disposiciones del derecho penal por las cuales un aumento de {a pena munca puede tener lugar antes de que se haya fjado la primera pena por medio de una sentencia firme. El referente responde: «Se trata en su totalidad de una ley excepcional y por lo tanto son lictas en ella disposiciones ex. cepeionales como la propuestas. «Aprobada la propuesta de la comisién de eliminar la palabra "fieme”.» La sentencia sélo existe para comprobar la reincidencia Las formas judiciales le parecen a la ansiosa impaciencia del interés obstéculos molestos y superfluos de un minucioso ce- remonial juridico. El proceso sdlo es una segura escolta que se eda al enemigo en el camino hacia la edrvel, un mero prepara tivo para la‘ejecucién, y si quiere ser algo mas se lo hace callar, El temor propio del egofsmo espia, calcula, combina de la manera més cuidacosa el modo en el que el enemigo podria explotar yi 4 sf el terreno juridico, al que se entra como un mal necey, Lars luchar contra él, y se le adelanta.con las maniobras ns cautelosas. En el intento desenfrenado de ha. cer valer su interés privado se encuentra en el derecho mismo Se regatea con un obstéculo y se lo trata como tal. Se comer i, se negocia aqui y alld un principio, se le tranquiliza con las referencias més suplicantes al derecho del interés, se le dan wm Kovet Manx lunes golpes en la espalda se le susurra al ofdo que son excep sy no reglas sin exeepeidn, Ho al derecho con se trata de compensar de cierto ismo y la minuciosidad que se enemigo por la tortuosa falta de eserdipulos con que se lo trata en cuanto garantia del acusado y en cuanto objeto independiente. El interés del derecho puede hablar sea el derecho del interés, pero debe 0 con este principio sagrado. El propictaro forestal, que ha determinado él mismo la pec na ¢8 lo suficientemente consecuente como para también jun, 885 que es evidentemente lo que hace al declarar firme una Sentencia que no lo es. ;Un juez imparcial no es una ilusign ne- cia y poco préctica si el legislador es parcial? ;Qué habia de Sef una sentencia desinteresada siya la ley no lo es? El jue sélo puede formular de rtodo puritano el egotsmo de la ley, s6- lo aplicarla sin miramientos, La imparcialidad es entonoe sale In Forma, pero no el coritenid de la sentencia. El eontenida lo ha anticipado la ley. $i forma desprovista de coiiteni da mas que una significancia formal tal no tiene ningtin valor por sf misma. Segiin esta perspectiva, el dlerecho chino se convertvia én derecho francés si aquel fuera introducido en el procedinienio francés. Pero el derecho mare: ene su forma procetal necesaria e innata, y con la misina necesidad con Ia que al derecho chino le corresponde el bastn ¥al contenido del Carolin la tortura como forma proce Proceso piiblico y libre Ie corresponde un contenido priblico Por se propia naturaleza, un contenido librey no dictado por el interés privado. El proceso y el derecho no son indiferentes en- fre sf del mismo modo en que no lo son, por ejemplo, las for tnas de las plantas y animales tespecto de la carne y la sangre de estos tltimos, Tiene quie haber un espirtu daico que anine el proceso,y las leyes, pues el proceso sdlo-es el mode x que vie velaley, o sea, la manifestacidn de su vida interion Sp © wong opemct Dinetin Cikien © gina ye en cambio teino una verdadera nulidad su mérito por haber reintreducido nuestro proceso en algunas categorfas; por el ‘econocer la franqueza y consecuencia ibre. Si se intro- s privado, que désele también su forma ade- cont de darle una forma no libre duce material no soporta la luz de lo pitblico, cuada, un procedimiento seereto para que por lo menos no se susciten y alimenten ilusiones peligrosas y vanas. Considera- mos que es abligacion de tados os renanos,y sobre todo de los juristas renanos, prestar en este momento st mayor atencién al contenido del derecho para que finalmente no nos quede s6= . La forma no tiene valor alguno si no es la ‘io, tenemos qui lo la mascara vact forma del contenido, La propuesta de mene positivo de la Dieta constituyen la culminacién de todo el de- bate, pues aquf aparece en la propia conciencia de la Dieta Ia colisidn entre el interés de la protéceién forestal y los pr pios juridicos sancionados p nada y el voto pios juridicos al la proteecién fore: vencido al derecho. | totalidad es una exeepe sidn de que en ella es a los principios ju uso se ha lador haba pae Jan que se trata de sado por alto, Cada vez. que éstos olvidaban que se trat opt cuando querfan hacer ene con paso seguro la ac- y ampliar, haciendo que de valer la perspectiva tividad de nuestra Dieta para con Manx el interés privado dicte leyes al de: taba leyes al interés privado, Ta Dieta ha cumplido as perfectamente su funcién. Ha de- Fendido wn determinado interés especial -para loeual habie ct clo convocada— y lo ha tratado como su objetivo final, Que al hacer esto haya pisoteado al derecho es una simple consenrex, cia de su tarea, pues el interés es por su propia naturalesa ciego, desmedido, unilateral, en una palabra, sin ley, zy eémo halen de dictarleyes lo quees sin ey? Porel hecho de que sen sentada en el trono del legislador el interés privado no se vuelve capaz de legisla del mismo modo que no se vuelve capaz de hat lan tun mudo porque se le dé un megiono de enorme longitud Hemos seguiclo con disgusto este aburrido e insfpido debac te, pero considerdbamns nuestro deber most, plo qué cabe esperar dl: und asamblea estamentaria de innves Ses particulares, en caso de que se la llamara seriamente derecho dic- Lo repetimos una vez 'o con su funcién en cuanto tales, pero con esto estames ‘muy lejos de querer justficarlos, En ellos, el renano tendeis ave triunfer sobre el represéntante estamentario y el hombre sobre el propietario forestal: Por Ia ley les esté encomendala wo solo la representacigi del interés particular, sino tambin lg del interés de la provincia, y por més contradictorine que sean ambas tazeas en caso de coiflicto no deberia dudare af cn icar la representacién del interés particular 31 dela provincia. El sentido del derecho y la ley es el prov Galiemo ms significativo del renano, pero es evidente sue e interés particular, como Mo conoce patria tampoco conoce Provincia, asf como no conoce lo general tampoco el espfritu local. En directa oposicin a a afirmacién de aquellos erin res imaginativos alos que les place encontrar en a representa, cisn de intereses particulares un romanticismo ideal, une i pet Ow eon Dimerién Clics © gone Losi tac si Roan 4 sondable profundi formas morales 7 re tipo elimina todas las sntecntande oes lugar la inmoral, absurd y eruel abstrac- cidn de una determinada materia y una determinada concien- cia, sometida a aquélla como una esclava. ‘Te wae teh tanto en Siberia como en Francia; el propie- tario forestal es propietario orestal tanto en Kamchatka como en la provincia del Rin. Por lo tanto, sila lefia y el propietario dela leis en cuanto tales hacen ls eyes, ésas s6lo se diferen- ciarén por el punto geografico en el que se las ha dictado y el idioma en que han sido redactadas. Este abyecto materialis- ‘mo, este pecado contra el sagrado espiritu de los pueblos y de "a humanidad es una consecuencia inmediata de la doctrina que la Gaceta del legislador, segin la cual, al hacer una ley respecto de ale cebepensart lon ia yen el bosque y no solucionar los problemas materiales ors lcm marl plfico ee dis en rlacon on aon lidad de la raz6n y la moralidad del Estado. Los salvajes de Cuba pensaron que el oro era el fetiche de los espaol, Celebraron una fiesta, cantaron a su alrededor y después lo arrojaron al mar. Si hubieran presenciado las sesio- nes de la Dieta renana, jno hubieran pensado que la lefia era el fetiche de los renanos? Una sesién siguiente les hubiera mostrado, sin embargo, que el fetichismo se une con la adora- cién de lo animales, y los slvajes cubsnos habrian entonces arrojado al mar las liebres para salvar alos hombres. dividual encias naturales y espirituales, debave sobre la lay de deltos de caza, que también

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