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CAPITULO! LA RELACION SUJETO-OBJETO DE CONOCIMIENTO ‘Sumario: |. Bacon o Kant: datos neutros o hechos cargados de tcoria!. —2. {Teorias diferentes permiten ver hechos similares? —3. A propdsito de ta incoamensurabilidad —4 El problema de ‘ la induceidn —S. Es posible una formulacién inductiva de las leyes de la naturaleza y de la socie- dad? —6. Algunas notas sobre La creatividad —7. La unduccion y la paradoja de Goodman 1, BACON O KANT: ;DATOS NEUTROS. O HECHOS CARGADOS DE TEORIA? Entender con claridad cual es la relacion entre quien conoce, en nuestro caso el cientifico —concretamente el cientifico social—, y lo que es conoci- do, es decir, la «realidad», implica ir a la raiz del problema ¢ intentar zanjar Ja cuestién de si es correcto pensar los elementos primarios del conocimien- to como datos neutros —como elementos totalmente libres de cualquier ¢s- tructura © superestructura teérica—, 0 como hechos —como algo elaborado de tal forma por cualquier teoria o por cualquier conjunto de teorias—. En definitiva, antes de introducirnos en problemas mas complejos y sofisticados, es necesanio dirimir, 0 por lo menos intentar dirimir, ja cuestion fundamental de si estan en Jo cierto aquellos que apuestan por e! dato neutro y tienen en F. Bacon su principal valedor, o bien la poseen quienes sostienen el impres- cindible caracter teérico de nuestro conocer y consideran a |. Kant como su mas importante punto de referencia. No esta de mas precisar que todo problema de teoria del conocimiento y, por tanto, también todo problema de teoria del conocimiento socioldgico, siempre es un problema cuyas raices son muy lejanas en el tiempo: los te- mas inherentes a qué es y cémo se estructura ¢l conocimiento han nacido y se han desarrollado de forma paralela al desenvolvimiento del mismo cono- _ cimiento, quizas, en alguna ocasién, con la conciencia de que eran una for- ma de meta-conocimiento. Por este motivo podriamos haber comenzado ¢ Jos temas que nos incumben partiendo de las disputas indirectas _ entre Platén y Aristoteles o entre el estoico Crisipo y cl escéptico Pirron. Obviamente, este camino nos habria conducido a un anilisis, mas histérico que tedrico, alejado de las lineas programaticas de este trabajo que, sin em- tm 18 METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES bargo, pretende focalizar en sentido tedrico la presencia y el estatuto de ciertos temas. Por otra parte, consideramos muy peligroso limitar el a las posiciones de los tedricos del conocimiento contemporancos Tal pers- pectiva conllevaria condenar al ostracismo a los padres culturales, es decir, a aquellos gigantes sobre suyas espaldas se han aposentado muchos, si no to~ dos —y algunos hipécritamente—, de los mis grandes pensadores de nues- tro tiempo. Por ejemplo, el analisis de la disputa indirecta entre Bacon y Kant respee~ to ala relacién sujeto-objeto del conocimiento podria sustituirse por el and- lisis del debate entre R, Carnap y K. Popper, Seguramente Ilegariamos a las mismas conclusiones, pero olvidariamos la fuente mas limpia y mas certera del problema. Pero no sdlo esto. Cometeriamos el error de clerlas posiciones: gue, consciente o inconscientemente, apuestan por el desarraigo histérico y. en consecueneia, reducen el desarrollo del conocimiento y del meta-conoci- miento a los ultimos noventa o cien afos. El motivo por el que partimos de Bacon, emblemitico representante de todos aquellos que defienden que el conocimiento parte de! dato neutro, fa- cilmente puede encontrarse tras una atenta relectura de su obra Organo nue- vo, En ella propone una teoria de! conocimiento que respalda la necesidad de liberar a la mente de los hombres de todos los idolos que la obstaculizan, es decir, de todos aquellos falsos conceptos que, asediindola y ocupandola, le impiden llegar a la verdad, al conocimiento de los datos primarios verdaderos y desnudos desde los que s6lo es posible iniciar la construccion de una cien- cia correcta. ‘Un elemento clarificador de la concepcién baconiana es la utilizacién que se hace del término idolo no en el sentido de «false dios», sino aquel filolé- gicamente originario de «imagen», «concepcian». Bacon hace una advertencia a los hombres: si quieren llegar a la verdad deben actuar de tal manera que su mente se convierta en una tabiila rasa. algo que es posible si se consigue liberarla de los idolos que la obstruye ie impidiéndole una correcta actividad cognoscitiva tendente a ta verdad. Ba- - con individua cuatro clases de conceptos desviados: de la wribu, de la caver- na, del foro y del teatro. {Los idolos dle la tribu son las concepciones debidas a la naturaleza huma- |, al modo de ser hombres, Para Bacon, eliminando tales anilisis solamente LA RELACION SLJETO-OBIETO DE CONOCIMIENTO ly Los idolos de la caverna son aquellos del hombre en cuanto ser indivi- dual, o sea, son el conjunto de imagenes erroneas y de peligrosos prejuicios que todo hombre se auto-crea de forma univoca y peculiar. Todo hombre. dice Bacon aludiendo al mito platonico, tiene su caverna individual fruto de la educacién que ha tenido, de las lecturas que ha realizado. de las personas que se ha encontrado, ete., y esta caverna le impide ver como estan las cosas en su verdad desnuda, Los idolos del foro son, sin embargo, la convenciones sociales debidas a la mutua asociacion entre los hombres. Por tiltimo, los idolos del teatro son la consecuencia de la aceptacion de dogmas filos6ficos y politicos y, como no, de la extendida creencia en falsas demostraciones. En definitiva, son cl conjunto de todas aquellas crradas con- cepciones politicas, ideoldgicas y religiosas que aceptamos, que nos llevan a interpretaciones unilaterales y distantes de la verdad del acontecer social o natural, haciéndolo diverso de lo que es y cerrandonos la posibilidad de He- gar a conocer la esencia. Si conseguimos liberarnos de los idolos, es decir, si conseguimos purgar nuestra mente de toda imagen y concepcién del mundo, de la vida y de las relaciones sociales, llegaremos por fin a la tan ansiada tabula rasa y podre- mos aproximarnos a los datos primarios, pudiéndolos conocer finalmente en su intrinseca naturaleza. Esto significa que, una vez que nuestra mente se libere de toda construc- cidn teérica, sera capaz de conocer Jos datos naturales y sociales en su esen- cia. Y desde este conocimiento verdadero de los datos primarios se iniciara, en una fase sucesiva, el conocimiento de lo general Pero, si nuestra mente fuese verdaderamente una tabula rasa, {podriamos conocer las cosas como son?, atin mas, {podriamos conocer? Si mi mente no posee o contiene ninguna teoria sobre las setas, {puedo distinguir la seta comestible de la seta venenosa? Mientras doy un paseo por un sendero montafioso, {puedo distinguir a una serpiente venenosa si mi mente esta privada de cualquier informacidn referente a los reptiles? __ Comparemos la mente a una cebolla oa una alcachofa cuyas respectivas capas y re los Se eeeeae por. pe eliminar a estos ultimos Col Auestra fora, eliminar t I todas las hojus de la alcachofa. Actuando de esta ee erly har a la cebolla 0 a la aleachofa, Nada permaneceria ¢ incluso desapareceria de la mente de leer la «realidad» que la rodea, La «realidad» no ibs por si sola, darse bajo la forma de datos neutros; somos no- que la construimos de una determinada manera mediante las teo- Nuestra mente. Cuantas mas teorias tengamos, mas cosas eer en el libro infinitamente multiple en el que estamos in- bes 20 METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES: Por tanto, el hombre es la fuente privilegiada del conocimiento: ésta ¢s la ensefianza de Kant. J En Critica de la razon pura, Kant afirma que «la razon sélo ve aquello que ella misma produce segtin su disefto, v que, con los principios de sus jui- cios segin leves inmutables, debe introducirse y obligar a la naturaleza a responder sus preguntas; Vv no dejarse guiar por ella, por asi decir, con sus riendas; ya que de otra forma nuestras observaciones realizadas y sin un diseiio preestablecido impedirian wna ley necesarta, una Jey que la razon busca y de la que tiene necesidad»'. Dejemos a un lado el hecho de que para Kant las leyes son inmutables y detengamonos en lo que el mismo Hama su revolucion copernicana’: no es el conocimiento el que se adapta a los datos neutros construyendo teorias a par- tir de su propio conocimiento, mas bien son éstas —las teorias— las que construyen, seleccionan, ordenan e interpretan los hechos. Por tanto, la jerar- quia epistemoldgica teorizada por Bacon debe ser invertida: no antes los da- tos y después las teorias; al contrario, primero las teorias y posteniormente los hechos. En definitiva, «e/ intelecto no extrae sus leves de la naturaleza, sino que las prescribe a ella»’, Es el sujeto del conocimiento el que impone sus teorias, sus construccio- nes, sus imagenes, sus pre-juicios, sus pre-comprensiones al objeto del cono- cimiento construyéndolo, y ello gracias a tales imagenes, a tales pre-juicios, a tales pre-comprensiones. En el fondo, todo acto cognitivo es una interpretacion, 0 una re-interpre- tacién de algo que esta ante los ojos de la mente y que de otra forma estaria privado de significado. E interpretar, como ha escrito H. Gadamer en Verdad y método, precisa que nos aproximemos al texto, no con la mente purgada de cualquier elemento tedrico, sino con la mente repleta de pre-juicios y de pre- comprensiones, es decir, con la mente Ilena de teorias, de conocimientos que necesariamente son y estin antes de la construccion del hecho. El hombre conoce gracias a su pre-comprension, es decir, gracias a lo que contiene su mente: una mente que no contiene nada es una mente que no pue- de conocer nada, una mente que quiere conocer es una mente que debe con- tener pre-juicios sobre lo que quiere conocer. Wittgenstein lo sefialé muy bien en su Tractatus légico-philosophicus cuando afirmaba que «los limites de mi lenguaje significan los limites de mi mundo». Por tanto, toda observacién siempre es una observacidn teorica, es un hecho «hecho» de tal forma por el conjunto tedrico que permite su construccién. ‘L. Kant (1993: 18). *L Kant (1993: 20 y 23.24), ‘TL Kant (1993; 82). “L. Wittgenstein (1987: 63). LA RELACION SWJETO-OBRJETO DE CONOCIMIENTO: 2 No son los sentidos, dice Kant, lo que nos puede engafiar, sino las teorias con las que juzgamos’, Una mafiana abro la ventana para observar el amanecer: ‘no es verdad que sean mis sentidos los que me engafan si lego a la conelu- ‘sién de que el sol se esti alzando; es la concepcin tolemaica del mundo, que yo he adoptado y que me ha permitido construir el hecho «el sol se alza», la que cesté equivocada». Y tampoco es correcto afirmar que mis sentidos estan en lo cierto cuando me permiten observar que la Tierra se mueve; ¢s la pre- comprensién copernicana, que yo he adoptado ahora y que me ha permitido ‘construir el hecho «la Tierra gira alrededor del Sob», la que es «momentanea- mente correcta», Cuando caminamos por una calle iluminada por farolas nuestros senti- dos nos revelan que nuestra sombra gira entorno a nosotros. Pero también sabemos que la sombra «no puede girar por si sola». Entonces, {,s¢ equivo- can nuestros sentidos? No, solo que el hecho «la sombra gira entorno a nosotros» ha sido elaborado por un conjunto de conocimientos tedricos que incluyen la éptica, la relatividad de los movimientos y mucho conocimien- to cotidiano. Todo hecho esta construido por una teoria y el intelecto no ordena otra cosa que lo que le es permitido ordenar a través de las teorias que se poseen Y esto también es vilido para los problemas conectados con el conocimiento ordinario. Sabemos que la fisica del sentido comiin es diferente de ta fisica de los fisicos contemporaneos. El hombre de la calle tiene la sensacion de ser «empujado hacia atras» cuando el coche en el que viaja acclera, 0 de ser «empujado hacia delante» cuando frena repentinamente. Estas observacio- nes no son ni correctas ni incorrectas; es la fisica del sentido comin, que ha construido estos dos hechos, la que sera correcta 0 incorrecta. Los fisicos contemporaneos no construiran los hechos «empujar hacia atras» y «empujar hacia delante», sino los hechos «movimientos inerciales»; todo depende de Ja teoria en juego. Siempre se observa algo a la luz de las teorias que hacen significante aquello que se observa. Pero no solo esto, la teoria también permite la selec- cién. Abro la ventana y observo {,Queé observo entre la infinidad de datos que podrian ser construidos y por ello observados? ,Observo aquel tumulto, o aquel conductor, 0 el color de su chaqueta, 0 como esta bajandose de su auto- mévil, o la marca de dicho automévil, o el nifio que monta en bicicleta, o. (Observo lo que es relevante para la concreta teoria que en estos momentos esta en juego? Pensemos en una manzana, nada mas simple aparentemente, pero {qué manzana estamos observando? ;Cual entre las innumerables manzanas cons- * 1. Kant (1993; 288-286), 22 METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES truidas por las innumerables Pre-comprensiones? Son infinitas las teorias que permiten construir un mismo trozo de la multiplicidad que nos circunda, Y por ello son infinitas las formas de hacerlo significante. Y entre estos infi- | modos yo —Sujeto del conocimiento— €scojo uno, es decir, activo una seleccibn y ésta tiene lugar en el momento en que yo clijo la teoria o el con- Junto de torias a través de las que observar. Si actuase con la pre- compren- sion de un hambriento construiria el hecho «la manzana es algo que se come». Si actuase con la Pre-comprensién de un moralista construiria e! he- cho «la manzana es el simbolo de lo prohibido», Si actuase con la pre-com- prensién de un historiador de la ciencia el hecho seria «la manzana de . Pero también existe la manzana del agricultor, la del bidlogo, la del dietético, ete. Miles, millones... una infinidad de hechos posibles y la teoria que en agquel momento estamos utilizando, es decir, aquella que para nosotros es relevante en aquel momento activa una dristica pero necesaria eleccidn entre la infinita multiplicidad semantica. E| multiple devenir es seleccionado y aprovechado gracias a aque! conjunto teérico que nosotros hemos activado en aquel momento. El hombre contempla, en el sentido de conocer, sélo lo que las teorias Contenidas en su mente le permiten ver. El habita sélo en el mundo en el que sus teorias le permiten habitar. El niiio aprende a ver que aquel animal es un Aguila porque alguien le ha ensefiado Ja teoria gracias a la cual consigue construir el hecho «iguila». El estudiante de sociologia aprende a ver que aquel conereto fendmeno social cs una relacién feudal porque ha aprendido Ja teoria que le permite construir el hecho «relacién feudal’. 2. TEORIAS DIFERENTES PERMITEN VER HECHOS SIMILARES? Avancemos en nuestras consideraciones, Si toda observacién es tedrica y dos personas poscen dos teorias diferentes, jobservan la misma cosa de for- ma diferente u observan dos cosas diversas? Para responder a esta pregunta utilizaremos el ejemplo debatido y analizado profundamente por N. R. Han- son en su obra Constelaciones ee ___ Hanson propone un caso imaginario: J. ler y Tycho Brahe contemplan ‘movimiento del Sol desde la cima de una colina. Para el copernicano Ke- el Sol esti quieto y lo que se mueve es la Tierra; viceversa, para el tole- maico | Parcialmente) Tycho es la Tierra la que est quicta mientras LA RELACION SWETO-ORITTO DE CONOCIMIENTO. 33 que el Sol se mueve. Kepler y Tycho, gobservan lo mismo cuando contem- plan el Sol? Antes de nada conviene plantear el siguiente interrogante: gen qué senti- do debe entenderse tal pregunta? Desde el punto de vista de la re: accion psi- cofisiea, sefiala Hanson, Kepler y Tycho observan el mismo Sol. En efecto. «el Sol emite fotones idénticos que atraviesan ef cuerpo solar y nuestra at mésfera. Los dos astrénomos tienen una vista normal: los fotones atraviesan la cornea, él iris, el cristalino de sus ojos de la misma forma hasta Hlegar a sus retinas, En sus céluias fotosensibles tienen lugar cambios electroguimi- cos similares. La misma configuracion se disenia en la retina de Kepler v en fa de Tyeho. Por tanto, ambos ven la misma cosan’ Por lo que respecta a Ja reaccion de sus retinas debida a una excitacion fotoquimica, debemos coneluir que ambos son conscientes de la presencia del mismo objeto fisico. Pero, obviamente, este «mismo modo de ver la mis- ma COSA» €s poco significativo para lo que estamos diciendo. Pero existe otro sentido del «ver» respecto al cual Kepler y Tycho si- guen observando la misma cosa. «7icho y Kepler son conscientes de un disco amarillo que resplandece en una extension azul que esta por encima de otra extension verde»'. Tycho y Kepler ven el idéntico disco porque am- bos tienen la misma teoria que permite construir el equivalente hecho «dis- co»; ven los mismos colores amarillo, azul y verde porque tienen la misma teoria que les permite consiruir los mismos hechos «amarillo», «verde» y «azul»; incluso ven la misma diferencia entre el disco, el cielo y el paisaje porque poseen la misma teoria que permite construir el hecho «diferencia entre las cosas». Por tanto, afirmar que Kepler y Tycho ven el mismo Sol significa. en el sentido anteriormente debatido, que ven la misma cosa a la luz de las teorias que tienen en comin. Todos los hombres, y también los dos astronomos del ‘ejemplo, cuando hablamos del Sol siempre entendemos la misma cosa. al menos cuando nos referimos a él como un disco amarillo que ilumina, ca- lienta, broncea, ete. Existen teorias diferentes que hacen ver cosas diferentes, y también exis- _ ten teorias iguales que hacer ver cosas iguales. Tycho y Kepler. en cuanto _ hombres comunes, ven el mismo Sol porque tienen en comin las teorias que -permiten ver las mismas cosas, es decir, que les permiten construir los mis- hechos. Pero Tycho y Kepler, cn cuanto que también poseen teorias di- ven dos cosas diferentes: el «Sol» echo de la teoria tolemaica de . del «Sol» hecho de Ia teoria copernicana de Kepler, a METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES «El examen de la forma en que los observadores —continua Hanson— ven las diferentes cosas en X revela algo importante respecto al hecho de que ven la misma cosa cuando ven X. Si el hecho de ver en X cosas diferentes implica la posesidn de conocimientos y teorias diversas sobre X. quizas entonces el sentido en el que ven la misma cosa implica que comparten conocimientos V teorias sobre Xv". Si Tycho y Kepler hubiesen tenido la mente como una tabula rasa, 00 habrian visto nada significante. Si Tycho y Kepler solo hubiesen tenido res- pectivamente en la mente las teorias tolemaica y copernicana, siempre ha- brian visto dos cosas diferentes. Si, como efectivamente es, también los dos hubiesen tenido todas las teorias que forman parte del conocimiento de fon- do comun de todo hombre, habria existido un sentido, como efectivamente existe, en el que habrian visto el mismo Sol. Pero este «mismo Sol» seria un hecho construido de tal forma por las teorias que poseen en comin, 3, A PROPOSITO DE LA INCONMENSURABILIDAD La interseccién comin que permite ver. es decir, construir el mismo he- cho, es lo que consiente a los hombres que poseen tradiciones culturales di- ferentes establecer un minimo comun denominador con el que se inicia el didlogo. Es esta interseccion cognoscitiva la que autoriza a criticar alguna de las tesis alusivas a la absoluta inconmensurabilidad entre teorias diferentes. ‘Segim T. Khun, uno de los defensores de la inconmensurabilidad entre teo- rias cientificas diversas, si un cientifico tiene una teoria T, 0 mejor un paradig- ma T —como denomina a aquellas superteorias que en un determinado periodo historico son hegem@énicas en una concreta comunidad cientifica—. también tiene una forma peculiar de ver el mundo. Un paradigma T crear sus hechos t,, ‘t,t... Por ejemplo, la concepcion tolemaica era un paradigma que solo permitia una determinada vision del mundo, es decir, solo posibilitaba una determinada construccién de hechos. Tycho slo podia ver el movimiento del Sol, la perfee- a ne re el estos Bes, fc __ Si, en un determinado momento, la teoria (el paradigma) cambia, es de- cit, se acepta T”, éste también crear sus hechos 1’, rs Ea tal Chal Rae re es elpticns com al Sol, a focos; que la Tierra no es el centro de rotacion del En la practica, para Kuhn. Tycho y Kepler verin dos cosas completamen- te diversas ¢ inconmensurables; ain mis, en cierto sentido, habitanin en dos “NR. Hanscn (198% 295 LA RELACION SUJETO-OBJETO DE CONOCIMIENTO 28 mundos diferentes. Por tanto, T y T’ son inconmensurables. 0 no completa- mente confrontables. y entre los «habitantes» de dos mundos no existe post- bilidad de comunicacion. En efecto, Kuhn" propone que: 4) Los defensores de dos paradigmas diferentes no estaran completa- mente de acuerdo sobre cuales son los problemas que un paradigma debe afrontar, discutir y resolver por el hecho de que cada uno de los dos paradig- mas tambi¢n se auto-creara sus problemas relevantes. 'b) Por otra parte, ya que todo paradigma se crea sus hechos, tambien se creara su léxico especifico y esta especificidad comportara la no perfecta comprension entre los que comparten dos paradigmas diferentes. cc) Cientificos con paradigmas diversos también trabajarin en mundos diferentes caracterizados por fenodmenos diferentes. En definitiva, Kuhn retiene que T y T" son inconmensurables incluso si los dos paradigmas admiten iguales términos; éstos, sin embargo, tendran referentes diversos que estarin en funcién de los paradigmas de los que dependen. Por ejemplo, el término «Sol» pertenece tanto al paradigma tychoniano como al pa- radigma kepleriano, pero para Tycho tiene un referente ligado a la concepcion tolemaica, mientras que para Kepler lo tiene ligado a la concepcién copernicana Por tanto, subraya Kuhn, inconmensurable'' no significa no confrontable sic et simpliciter. También la diagonal y el lado del mismo cuadrado son in- conmensurables, pero no por ello son absolutamente no confrontables: la diagonal es més larga que cl lado, solo que es imposible determinar con ab- soluta precision esta mayor longitud. La comparacién puede tener lugar, solo que sera cualitativa y no cuantitativamente exacta. Un posterior punto subrayable es el siguiente: ya que todo paradigma se crea su léxico, y ya que no existe un lenguaje neutro de las teorias, y en con- secuencia un lenguaje al que ambos paradigmas puedan aludir, T y T* son también no inter-traducibles. O, mejor, traducir T en T’ siempre comportaria alteraciones que no permitirian a un defensor de T entender con absoluta pre- cisién T’. y viceversa". Tambien P. Feyerabend admite la tesis de la inconmensurabilidad, aunque en determinados aspectos es menos radical que Kuhn. En ccaceots deena que, al menos en el nivel instrumental, existe la posibilidad de discusion en- is pr ote que poseen teorias diferentes!” :t ‘efecto, si tomasemos a Tycho y dotisemas a su mente sélo de la con- cepeién tolemaica, y si tomasemos a Kepler y analogamente dotasemos a su “Véase TS. Kuhn (1981: 180-192) OES. Kuhn (198), 90-91) TS. Kun (1981: 312-318; z Vine PK Feyerabend (1989: 145-199), Ett 26 METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES mente solo de la concepcién copernicana, los dos tendrian grandes dificulta- des para instaurar una comunicacién productiva. Vivirian en dos mundos diferentes, al menos por lo que respecta al movimiento y la jerarquia de los astros. Pero Tycho no solo tiene en su mente la teoria tolemaica T, como Kepler tampoco tiene solamente la copernicana T”. La teoria T forma parte del con- junto de las teorias que Tycho tiene en cuanto cientifico y en cuanto hombre. Igualmente, la teoria T° forma parte del conjunto de las teorias que Kepler tiene como cientifico y como hombre. Y el conjunto de las teorias de Tycho: y el de las teorias de Kepler tienen una interseccién comun, Es decir, tendran un conjunto de teorias comunes gracias a las cuales podran llamar con el mismo término «Sol» al mismo referente. Y es en esta interseccién donde se puede y se debe centrar la atencién, ya sea para entender el punto del vista del otro, ya sea para Iniciar una comunicacion constructiva. En este sentido, es preciso recordar Ia tesis de H. Poincaré sobre la exis- tencia de una «invariante universal». (Es posible —se preguntaba el gran fisico-matemiatico y filsofo francés— que hombres que habiten en mundos diferentes, y en consecuencia tengan teorias diferentes que trasladan a la construccién de hechos diversos, posean algo en comin, hasta cl punto de poder intercambiar informaciones? Si dejamos a un lado la eventual referen- cia a la cosa en si —problema que abordaremos en el proxime capitulo—. para Poincaré existe esta posibilidad ya que al menos s¢ da una comun «i variante universal»: ef hecho de que los dos son hombres. Y esto da la opor- tunidad de tener una discusién sobre las diferentes formas de ver el mundo y de construir los hechos. En cuanto hombres, siempre tienen un cierto conjun- to de concepciones comunes que alude propiamente al ser hombres. En cuan- to hombres, jamas se vive en mundos completa y absolutamente diversos. Quizas no seran confrontables cuantitativamente con precision, pero esto es irrelevante ante la necesidad de que una comunicacién puede iniciarse a par- ir del ineludible hecho de que en cuanto hombres se tiene una gran cantidad : teorias-base que permiten afrontar situaciones cotidianas concernientes a elementales necesidades de vida. LA RELACION SUJETO-OBJETO DE CONOCIMIENTO 27 observaciones realizadas: la inferencia inductiva es el instrumento de la pre- visién»'®, Reichenbach no fue, obviamente, el tinico pensador autorizado que considerase a la induccion como el principal método de la ciencia. Ya Aristo- teles, por ejemplo, retenia que una de las vias para llegar a la formulacion de Jas premisas mayores de los silogismos era la induccion por enumeracion. es decir, aquel procedimiento que partia de la observacién de un determinado niimero de casos y que posteriormente permitia inferir el principio general Incluso el mismo Bacon simpatizaba con el método inductivo. aunque plan- teado como eliminacién. Concretamente Bacon criticaba la idea aristotélica de la enumeracién en cuanto que incurria en una falacia debida al hecho de comportar el examen sin una guia precisa tanto de Jos casos favorables como de los casos desfavorables. Sin embargo, la induccion por eliminacion soste- nida por Bacon resolvia tal problema ya que se partia de un determinado numero de hechos observados para posteriormente remontarse al principio general, tratando de llegar a tal principio climjnando progresivamente los posibles principios erréneos. Pensadores como Aristételes, Bacon o Reichenbach, por solo citar tres, ubican la esencia del método cientifico en la induccién, pero ¢tienen efecti- vamente razn?, es ciertamente posible un método inductivo? Intentaremos dar una solucién a este problema procurando ver también si la induceién puede tener un efectivo asentamiento racional, Para hacerlo nos detendremos principalmente en la induccion por enumeracion ya que, a diferencia de lo planteado por Bacon, es sin lugar a dudas la mas interesante. En efecto, la induccidn por eliminacién podria emerger rapidamente de las posibilidades consideradas validas ya que las eventuales leyes generales son infinitas y, ‘en consecuencia, es imposible revisar todas para eliminar las falsas y quedar- nos con la tinica verdadera”*. Un elasico ejemplo para explicar qué es la inducci6n por enumeracion es el siguiente: observo un cuervo negro, ‘observo otro cuervo negro, observo uno mas, posteriormente otro... Ilego a la conclusion de que «Todos los cuiervos son negros». La Ley universal «Todos los cuervos son negros» ha sido descubierta, sostienen algunos, mediante un proceso inductive que par- del examen de un numero N, obviamente finito, de cuervos negros. embargo, antes de detenernos en tal ejemplo, ¢s necesario precisar 'diferenciar, como muchos piensan, la induecion de Ja deduc- ‘esta ultima va de lo general a lo particular, mientras que va de lo particular a lo general, aunque éste es el caso que examt- pastor exten 4s 1) mode dr penser sedien co ¢] siguiente ee ere Be ped sae? = 38 METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES hecho: podemos realizar razonamientos deductivos que van desde aserciones particulares a aserciones particulares («Mario es un hombre», «Mario tiene dos ojos»; entonces «Los ojos de Mario son los ojos de un hombre» ); razo~ namientos deductivos que van desde aserciones generales a aserciones gene- rales («Todas las truchas son peces», «Todos los peces viven en el agua»; entonces, «Todas las truchas viven en el agua»); etc. La correcta definicion de la argumentacion deductiva reside en que la conclusién de una deduccion no comporta ninguna asuncién que no esté con- tenida ya, al menos implicitamente, en las premisas. Observemos, como ejemplo, un clasico argumento deductivo: A: «Todos los hombres son mortales» B: «Socrates es un hombre» C: «Sécrates es mortal» La consecuencia C ya esta contenida en A. Tan sdlo que para explicitarla se ha debido usar la condicion B. En definitiva, la deducci6n s6lo se limita a aclarar ciertas relaciones que, sin embargo, ya estan contenidas en las premisas. Y es por ello por lo que la deduccidn no traslada a un efectivo aumento de nuevos conocimientos. Incremento que, por otro lado, deberia producirse con el argumento in- ductivo, o al menos asi lo plantean sus defensores: pasar de la observacion de N cuervos negros a la asercidn general «Todos los cuervos son negros» im- plica ampliar cl conocimiento, en sentido innovador, que se tiene sobre los cuervos. Significa llegar a saber que todos los cuervos han sido, son y seran negros. Antes de la generalizacion inductiva solo sabiamos que los N cuer- yos observados eran negros. Por tanto, mientras que la deduccién no comporta un aumento del cano- ‘cimiento, al menos en el sentido analizado, la induccién, segin sus defenso- res, conduce a tal aumento. ‘Conviene puntualizar que no todos los tipos de induccién conducen a un aumento del conocimiento. Como bien sefial6 Mach”, existe una induccién completa y una induccion incompleta, y solo esta ultima traslada a un verda- dero aumento del conocimiento, Por otra parte, sélo esta ultima es aquella de _ Se entiende por induccion completa aquella que va desde la observacién de N casos a una asercion general que, sin embargo, sélo contempla estos N casos. Por ejemplo, tengo junto a mi cinco lipices y observo: el primer lapiz VE Mach (1988: 301-306), Bre arate aa ; ius LA RELACION SUJETO-OBJETO DE CONOCIMIENTO 0 es de color azul, el segundo es de color azul.... ¢! quinto lapiz es de color azul; entonces induzco que «Los cinco lipices son de color azul». Obvia- mente, en este caso mi conocimiento no ha tenido un verdadero incremento. tan s6lo ha sido sintetizado. Sin embargo, es la induccion incompleta la que deberia aumentar el cono- cimiento. En este proceso se pasa de fa observacién de N casos a una ley que es vilida para todos los infinitos casos posibles. Observo N (nimero finito) de cuervos negros ¢ induzco que todos (niimero infinito) los cuervos son negros: Centremos ahora la atencién en tal induccién incompleta desde N casos a infinitos casos. El que sea una forma valida para argumentar ya fue eritica- da por Sextus Empiricus: «Es facil de rebatir el procedimienta inductivo. ¥ esto es asi va que por este camino queremos una confirmacion universal. moviendo desde los particulares, o haciendo esto recurrtendo a todos los particulares, o solamente a algunos. Si solamente se recurre a algunos, la induccion no estard asegurada, ya que es posible que alguno de los particu lares contraste a lo largo de la induceidn. Si se recurre a todos, emprendere- mos una empresa imposible, infinita dada ta no limitacion de los particula- res. Por este mative vacilo ante la induccién»™ Sextus Empiricus dice que si quisiese fundar inductivamente la proposi- cidn: «Todos los cuervos son negros», o se deberia controlar si efectivamen- te todos los cuervos del pasado eran negros, si todos los cuervos del presente son negros y si todos los cuervos del futuro seran negros, o bien deberia li- mitarme a N cuervos y posteriormente pronunciarme respecto a todos los cuervos. Pero, en el primer caso, estaré ante un objetivo infinito e imposible: mientras que, en el segundo caso, deberia confiar mi ampliacién desde N ca- sos a todos los casos de cualquier forma, es decir, deberia confiar el principio de ae seo ape es imposible para la razon humana. lema de la confianza racional del principio de induccién - nominado, Leger secetnal de ae induecian y a fue SS alee tamente en lume en dos clasicos pa c ck ‘por = parrafos de su Tratado sobre _Reformulado en nee nearis el argumento humeano dice lo si- guiente: si existiese un principio inductivo que trasladase desde sas verdaderas a conclusiones que amplian el conbemieie fee no podria fundamentarse. Tal principio o seria el resultado de una deduccién o ‘seria, a su vez, cl resultado de una induecién de nivel superior, __ En el primer caso, si fuese la conclusion de una argumentacién deduc- tiva, se derivaria de premisas que solo tratan casos conocidos: si conocié- 30 METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES semos también los casos no conocidos no tendriamos necesidad del princi- pio de induccion para extender también a ellos las leyes. Pero la légica deductiva, tal y como hemos visto, slo puede llegar a conclusiones que, implicitamente y en el sentido sefialado, estan ya contenidas en las pre- misas. De lo que se sigue que la conclusion no podra contener alguna afir- macién sobre casos no conacidos en el momento en que los casos no co- nocidos no son contemplados en las premisas. Por ello, el principio de induecién, formulado como la posibilidad de ampliar el conocimiento, no Puede ser la conclusion de un argumento deductivo. Si lo fuese, no seria mas que un principio que Ppermitiria pasar de casos conocidos a casos no conocidos. El segundo caso comportaria la posibilidad de fundamentarlo afirman- do: «El principio de induccion es valido Porque hasta ahora, para los casos conocidos, ha sido siempre valido». Pero tal modo, si se quisiese funda- mentarlo con certeza, necesitaria recurrir a un nuevo Principio de induc- cion mas general ;Como fundamentar este ultimo? Gracias a un principio de induccion ain mas general, Y asi sucesivamente. En la practica nos en- contrariamos ante una regresién al infinito, es decir, ante una via poco practicable, aunque esta direccién seria el camino idéneo para el objetivo buseado. Por tanto, a través de la razon el principio de induccién no puede fundarse. Este es un resultado importante no s6lo por lo que respecta al problema que estamos tratando, sino también respecto al tema de los limi- tes y de las potencialidades de la razén humana. Esta. razonando sobre sus potencialidades, ha llegado hasta un limite que ella misma no puede atra- vesar. El no fundamento racional del principio de induecién puede ser con- siderado un primer ejemplo de aquella forma de concebir el conocimiento humano que Ilamaremos anti-fundamentalismo, y que debatiremos en uno de los proximos capitulos. 5. 4ES POSIBLE UNA FORMULACION INDUCTIVA DE LAS LEYES F, DE LA NATURALEZA Y DE LA SOCIEDAD? Hasta ahora el problema que hemos tratado es el de si es posible la fun- dacién racional del principio de induccién, El resultado al que hemos llegado ere fundacién no es accesible debido a lo que afirma el propio de induccidn y al obsticulo légico de la regresién al infinito™. De- __ tengiimonos ahora en la formulacidn inductiva de las leyes. LA REL ACION SUSETO-OBIETO DE CONOCIMIENTO 31 Segiin muchos cientificos y fildsofos, la ciencia procede desde observacio- nes a leyes generales formuladas por via inductiva a partir de las primeras, Es decir, el cientifico primero observa un cuervo negro, posteriormente otro. y asi ‘hasta un niimero N, y Heya inductivamente a la ley general segun la cual todos los cuervos son negros. Pero para llegar a «Todos los cuervos son negros» es necesario dar un salto entre N —finito— y todos —infinito—. Este salto solo seria posible si el principio de induccion tuviese una validez cierta, pero, como ‘se ha sefalado, esto no es asi, por lo menos a través de la razon demostrativa Pero hay otro problema. Hemos visto que toda observacién siempre esta cargada de teoria. Cuando decimos «Aquel cuervo es negro» no enunciamos una observacion neutra. o sea, no enunciamos un daso, sino mas bien un he- cho, algo que es asi por las teorias de que disponemos, En concreto, antes de enunciarlo, al menos debemos tener una teoria sobre como es un cuervo y sobre qué es negro, Debemos estar en situacién de formular cnunciados como «Aquello es un cuervo», «Aquel cuervo es negro. Una vez establecido lo anterior, debemos recordar que, usualmente. el cientifico va a la bisqueda de leyes generales. Es decir, al cientifico gencral- mente le interesan poco las proposiciones del tipo «El cuervo que esta en el tejado de la casa de Mario es negro», le atraen mis las del tipo «Todos los cuervos, y el que esta en el tejado de la casa de Mario es un ejemplo, son negros». Por tanto, un cientifico, que va a la busca y captura de leyes univer- sales, no se detendra en inferencias tales como «Aquello es un cuervo», «Aquello es negro», entonces «Aquel cuervo es negro»; mas bien querra He- gar a proposiciones del tipo «Quizas todos los cuervos son negros», Donde aquel «quizds» enfatiza que la ley general no es pensada como verdadera, sino tan solo como una hipotesis, una conjetura, una suposicién que realiza para Hegar a ordenar la realidad. ~ Obviamente, la forma para llegar a «Quizis todos los cuervos son ne- _ gros» no puede ser deductiva, no seria un conocimiento nuevo. Ni puede ser -originada por una inferencia inductiva a partir de datos considerados neutros, en cuanto que no existen datos neutros y que, por cuanto sabemos, no existe _ un mecanismo légico que nos permita superar ¢l gap entre los eventuales N _ casos observados y los infinitos casos de los que se ocupa la ley general, En -a forma para alcanzar tal ley general se revela como una es- ental i-racional, que permite acercarse alli don~ & R METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Que el proceso de descubrimiento no es algo que se activa mediante una |6- Bica de tipo inductivo puede ser aclarado posteriormente con el siguiente ejem- plo. Pensemos en la deflexin de los rayos de luz a causa de los cuerpos celestes. Si fuera verdadero el método inductivo, Einstein deberia haber observado con el telescopio el cielo. De esta forma habria visto la deflexién de un rayo, y después otro y otro, y asi sucesivamente. Al final, tras haber recogido los datos observa- dos, habria coneluido que «Todos los rayos de luz se curvan cuando pasan muy proximos a los cuerpos astrales». Sin embargo, las cosas no han sido asi. Einstein no ha recabado la ley universal inductivamente de los datos ob- servados. Ha sido gracias a una deduccién desde una teoria, la relatividad general, que habia construido mediante su fantasia creadora, es decir, a tra- vés de un proceso i-légico e i-racional. Antes de Einstein ninguno veia el hecho «los rayos de luz se curvan»), ya que era un hecho construido por la teoria que este cientifico habia inventado. ‘Nadie antes de los afios veinte del siglo pasado podia ver un hecho que seria tal @ partir de esa década. De igual forma, antes de que aquel hombre en tiempos remotos formulara la afirmacién general «Todos los cuervos son negros», na- dic veia el hecho que todos los cuervos eran negtos. En este caso, el ejemplo es menos lampante, pero tan sdlo po que esti mas arraigado en el conocimien- to ordinario que la deflexién de los rayos de luz, Pero hubo una época en que también el hecho «Todos los cuervos son negros» no era tan lampante como ahora. No debemos confundir la gran corroboracién de las teorias que consti- tuyen el conocimiento cotidiano. También éstas han sido descubiertas por un camino que tiene poco de inductive, y mucho de creativo, 6. ALGUNAS NOTAS SOBRE LA CREATIVIDAD Tiene entonces razén Mach cuando afirma que «el trabajo princi denla localizacién de nuevas conocimientos corresponde a la Mneiie ya Bae tividad de la fantasiay™. Esti en juego La creatividad del cientifico y no su capacidad l6gica de inferir, es su intuicién y no su razén, Estamos en un am- bito que H. Reichenbach ha llamado el coniexto de! descubrimiento, es decir, un escenario completamente diferente del contexto de la Justificacin®, ; Uno de los capitulos de Ciencia y método de H. Poincaré contiene un pasa- Feria Prvelene. del Sescubrn liento de leyes y de la intuicién creadora del Poincaré cuenta como Hlegé a descubrir las particulares eT ce aay LA RELACION SUJETO-OBJETO DE CONOCIMIE NTO: funciones matematicas que en honor a Fuchs, un célebre matematico de su épo. ca, llamo funciones fuchsianas. Desde hacia algiin tiempo. cuenta Poincare. es- taba tratando de encontrar la demostracion de un teorema y. aunque trabajaba horas y horas, no conseguia llegar a un resultado positive. Una noche. a causa de un café, no consiguié conciliar el suefio. Durante las horas de insomnio las ideas Se amontonaban en su mente hasta que. en un determinado momento, todo le parecié que ocupaba el lugar oportuno: a la maiana siguiente escnbe en poco tiempo un importante trabajo sobre la existencia de las nuevas funciones. Con posterioridad, continua la historia de Poincaré. siguid trabajando so- bre las nuevas funciones, aunque tenia la impresidn de que poco mas s¢ po- dria aportar, Un dia tuvo que realizar un viaje y, en consecuencia, abandonar momentancamente su cotidiano lugar de trabajo. De su mente desaparecie- ron los problemas inherentes a sus investigaciones sobre las funciones fuch- sianas. Sin embargo, mientras estaba a punto de coger el tren que le Hlevaria @ casa, le vino a la cabeza, de forma imprevista, una idea sobre una particular propiedad de las nuevas funciones. De esta forma deseubrid la posibilidad de ‘un nuevo camino que, anteriormente. no habia visto. ‘Con esta historia no se quiere sostener la tesis de que para ampliar el co- nocimiento es necesario esperar a la intuicién o beber un café por la noche para no dormirse. Tan sdlo se quiere sefalar que ¢l proceso creative no es un proceso racional a través de un elaborador, como, por otra parte, alguno esta intentando hacer. En realidad, el acto de ampliacién del conocimiento es un momento no orientado internamente a los esquemas de una, quizas posible pero aun inefi- caz, légica inductiva. Es algo de inefable e imposible de describir en térmi- nos psicoldgicos. Por tanto, no es que por la mafiana abramos la ventana e improvisada- mente tengamos el «fogonazo» de una nueva teoria. Un descubrimiento no es. algo completamente aislado, se encuentra intimamente vinculado a los pro- blemas teéricos y de conocimiento de una determinada época. Las teorias son soluciones a problemas existentes, y de nuestro encuentro con tales pro- blemas es de donde puede nacer, segiin dice Einstein*, la novedad. Poincaré s¢ encontraba con problemas reales y, en un determinado momento, consigue vencerlos, obviamente prescindiendo de que habia bebido un café o que es- taba esperando el tren. En un determinado momento Ia solucién se disefia en la mente del investigador y en aquel instante el problema es resuelto y La no- vedad descubierta. Pero, aunque, siempre con Einstein, «los principios son libres creuciones del espiritu humano que no se pueden justificar a priori ni con la naturaleza —— a. * Véase R. Shankland (1962: 50), M METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES del espirine humano, ni de cualquier otro moday™, el cientifico no es com- pletamente libre para inventar aquello que quiere. En efecto, el investigador, Continua Einstein”, no es un escritor de novelas rosa que se puede inventar a placer la trama y los Personajes. Sin embargo, debe ser considerado como un Personaje que esti afrontando un crucigrama en el que debe descubrir cual es la teoria que esta bien en aque! determinado espacio prefijado por la natura- leza y por el conocimiento de fondo de la €poca, No es que la creatividad del cientifico sea absolutamente libre y arbitraria. Por una parte, para estimularla estin los problemas contextuales de una determinada época. Por otra, para €neauzarla y limitarla estan Ia realidad y el conocimiento de fondo del mo- mento. Por tanto, y esto es lo importante, siempre hay algo de i-racional e i-légi- €o que los defensores de la induceién no consiguen captar completamente” 7. LAINDUCCION Y LA PARADOJA DE GOODMAN Hasta ahora hemos hablado de induccion y de leyes generales, pero no hemos encarado un aspecto particularmente importante: que el argumento inductivo presupone ta idea de la uniformidad de la naturaleza. En efecto, para pasar de «he observado un cuerva negro», «he observado otro cuervo negro», ete., a «Todos los cuervos son Negros», el inductivo presupone que. en el futuro, la naturaleza se comportara uniformemente como se habia com- portado en el pasado hasta la observacion de N cuervos negros. Tal principio de uniformidad es uno de aquellos principios que en el proximo capitulo veremos que forma parte del conjunto de presuposiciones metafisicas 0, kantianamente, de los primeros Principios de la investigacion. Ahora, en estos momentos, es importante ver los obstaculos lingiiisticos que contleva y los obstaculos epistemolégicos que plantea al inductivo. Pensemos en una imaginaria encuesta estadistica a partir de la cual se correlaciona el numero de los inscritos en el primer aiio en la Facultad de Ciencias Politicas y Sociologia con los relativos afios de inseripcién, y su- pongamos que se han encontrado los siguientes datos: LA RELACION SUJETO-ORJETO DE CONOCIMIENTO 14 El plantear un ejemplo que tiene que ver con las enctiestas estadisticas no es un hecho casual. Se deriva de lo siguiente: queremos enfatizar cuan- tos y cudles nudos quedan sin resolver tras los instrumentos aparentemente no problematicos utilizados por los estudiosos de las Ciencias Sociales. Igual que a ningtin estudiante de fisica se le suelen mostrar los numerosos problemas filos6ficos que sc esconden detras de las teorias que estin apren- diendo, a casi ningun estudiante de disciplinas historico-sociales se le reve- Jan las, en ocasiones importantes, cuestiones epistemologicas que subyacen a las teorias y a los instrumentos que se les ensefan, Desgraciadamente. existe una praxis muy difundida encaminada a impartir de forma no pro- blematica y no critica nociones que, sin embargo, comportan una serie de asunciones que no son de hecho banales. Y uno de los objetivos de este trabajo es intentar «correr el velo» que tapa los ojos del cientifico social para mostrarle, con toda su riqueza conceptual y problematica, qué com- porta efectivamente utilizar ciertas nociones o hablar de una determinada forma. Al afrontar el tema de la uniformidad, ya sea ésta inherente a la naturale- za o al devenir social 0 econémico, teniamos que abordar la estadistica para mostrar que una interpolacion o una extrapolacién no son cosas banales, des- de el punto de vista conceptual, como alguno piensa y ensefia El problema de la induccién aparece cuando se lleva a cabo una extrapo- lacién, pero son pocos los que son conscientes de ello. Es dificil que esta conciencia esté presente en el cientifico social que tan solo piensa en usar la estadistica como un simple método matemiatico de la sociologia o de la eco- nomia. Pero, repetimos, utilizarla comporta inevitablemente hacer asuncio- nes filosdficas y epistemoldgicas que conviene saber. Pero ges verdaderamente itil que el cientifico histrico-social sepa estas cosas? Si para un obrero que utiliza el martillo es poco util conocer las leyes de la dinamica y los problemas filos6ficos subyacentes a ella, andlogamente se podria pensar lo mismo para el cientifico social. Sin embargo, no es asi. El que sale de las manos del obrero que utiliza el martillo tiene una condi¢ién que es independiente de las leyes de la dinamica y de los proble- ‘mas filoséficos subyacentes, pero el producto que sale de la claboracion con- ceptual del cientifico social tiene, sin embargo, una validez que esta estrecha- ‘mente ligada a los instrumentos que utiliza para conseguirlo, Por lo que un | cientifico social que no es consciente de los problemas que rodean a los ins~ f peoremmatiadag conceptos que utiliza también es un cientifico que no puede | ser plenamente consciente de la validez de su discurso, de sus propuestas y ___ Regresemos a nuestro ejemplo. El socidlogo, tras haber obtenido los da- os, los ordenara mediante un grafico para poder rrelacion entre el tiempo y el eee AS £ 6 METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Posteriormente tratard de interpolarlos mediante una funcidn fix), que in- tuitivamente individuara en una recta. Al final extrapolara los datos relativos a 2004 y, de esta forma, vera que en ese aio los inscritos deberian ser 105, Mas alla del puro problema matemiatico, {qué ha hecho? Ha pensado pro- yectar en el futuro (2004) una regularidad que ha encontrado en el pasado, y por ello ha partido de Ia Presuposicion, quizas inconscientemente, de que el futuro seguir siendo como el pasado y que la naturaleza de las inseripciones es uniforme. También ha hecho otra asuncidn: entre todas las infinitas posibles funcio- nes que podian interpolar los puntos ha escogido una recta, es decir, la fun- cién que parecia mas simple. Llegados a este punto conviene scalar que las curvas que pueden elaborar las proyecciones para el 2004 son infinitas, y eada una da un resultado completamente diverso de lo obtenido con la recta. Por tanto. no sdlo el cientifico social en cuestion ha presupuesto que el futuro sea como el pasado, sino que también, entre las infinitas regularidades y uniformidades posibles, ha escogido una a partir de criterios de simplici- dad. Es decir. ha supuesto que la regularidad de! pasado fuese lineal y que esta linealidad se extendiese al futuro, Traslademos el problema que correlaciona las regularidades observadas y extrapoladas con la cuestion de la simplicidad” y regresemos al Principio de uniformidad, pero siendo ya conscientes de que las regularidades del pa- sado no son algo dado, sino algo hecho por nuestro modo de ver las cosas. Los cinco puntos podian ser interpolados desde una infinidad de funciones posibles f(x), g(x), h(x)..., y podian manifestar una infinidad de regularidades diversas. El cientifico, a partir de criterios de simplicidad, ha escogido la fun- cidn f(x) = 3x+90 y ha construido una especifica regularidad en el pasado. Y €s importante ser conscientes de que esta regularidad es un hecho construido asi por nosotros, sujetos de conocimiento humanos. Volviendo al problema del principio de uniformidad nos encontramos ante lo que es conocido como la paradoja de Goodman”, Esta evidencia la situacién de que las regularidades del pasado dependen del lenguaje utiliza- do para resaltarlas y que no tienen nada que ver con la verdadera ordenacién de la realidad en si, Pero si las regularidades del pasado tienen aquella espe- cifica forma es porque estan construidas por el lenguaje utilizado, de lo que ‘Se sigue que el principio de uniformidad no podra jamas ser algo que capta Ja verdadera naturaleza del devenir, sino algo que se activa de la ordenacion hecha por nosotros a través de nuestras teorias y, en general, mediante nues- tro lenguaje. Por otra parte, y éste es el corazon de la paradoja de Goodman, ———— ERIE el problema de la simpli R 95. er Oe oe Donolato (1987: 95-122), LA RELACTON SUIETO-OBJETO DE CONOCIMIENTO ¢l Jenguaje con el que expresamos nuestra proyeccién en el futuro de regula- ridades del pasado puede dar lugar a obsticulos lingiiisticos de dificil resolu- cin, Nuestro lenguaje, como ahora veremos y como descubriremos cuando afrontemos el problema del determinismo, no sdlo marca los limites de nues- tro mundo. segiin decia el Wittgenstein del Tractatus, también lo hace com- yi de Ever dubitativos. mostrar la problemitica de la nocién de «re! ularidad», N. Goodma ha acuiado un término nuevo: averazul, Este es a término: ae ne mismas caracteristicas que aquellos que indican un color; ahora bien, tene una peculiaridad que lo define: «x es verazul en el tiempo 1 St I)xes verde en el tiempo t precedente al aito 2000 y si 2) x es azul en ef tiempo i pertene i teal alto 2000 o un aito siguienten, a Practicamente, verazul viene dado por un determi i colores verde y azul, por lo que un Se nanie a te eee ps tal feeb srt verde yl 11-2000 ser tal Obviamente, si cl 1-1-2000 el amante siendo verde, por definicié a av este motivo es oportuno seitalar ia os Sino eh su. 1999 ace a 1-1-2000 seran verazules ya que en tales fechas sera res ~ re oe ha azul. peeepnieanie: sdlo entre tales limites po dead et £2000 parte lapses pal Se So el cielo sera verazul sdlo a consecuencias divertidas de tal térmi fectamente legitimo si la comunidad BS bot es Miran por ejemplo, un camaledn encerrado en ‘ia saulaive get =12-1999 sera verde, pero si el 1-1-2000 lo introducintos e weiginees sera azul. Por tanto, el eamalean cambiar de col eee Sy eee ae cs peta caebiath Geran terdedieae nse término verazul. Para estos tltimos el ciifaleons soi gre nese si sa sf tin gusto de sea, verde cl 31-12-1999, permanees verde el 1 2006 no cambiar de color para el lenguaje ordinario, cambiar’ eo ELA dizoine de je 10, cambiar para los que utilize el término verazul: de verazul pasara a ser verde. Aiin mas, para la oe lingtistica que utiliza el verezul tambien valdri el tarmino cberden, menca dc verazul a berde. Donde berde es aquel color ee Sree) Go iidice Que tales términos sean perf e el tiempo siguiente a tal fecha ‘que una determinada f oe aA posibles ya lo hemos dicho: basta Mirai verde y Geil Elica eee 0 -en si, mas bien. Zul, El lenguaje no es algo dad i ey ¢8 algo construi lo que refleja la reali ‘conan igo construido por los hombres ya sea directament ae mo resultado no intencional de sus actos lingilisticos intenci as va a intencionales. Es per- bE _"Parxson jemplos, ase B. Shy (196% 81-105, eR ef Py. # METATEORIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES “s:camente posible que exista una comunidad de hablantes que han incorpora- = ¢\serazul ¥ el berde, Sélo que, como ya se ha sefialado en mas de una oca- Seremos y construiremos un mundo diferente del nuestro. Y esto es —Somante para entender que cl concepto de «regularidad» no es un concepto = refleja-el orden de la realidad en si, sino un hecho construido por nuestro =

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