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Transformaciones ©1971 Centro Editor do Seccién Ventas: Rincén 87 - Buenos Aires Hecho ol depésito de ley Impreso en la Argentina Printed in Argentina Se terminé de imprimir fen los tallores gréticos de Sebastian de ‘Amorrortu © Hijos S.A. Luca 2223, Buenos Aires, en enero de 1972 INDICE La mineria antes de la Revolucién a estructura agraria Nacimiento del Nacionalismo El Movimiento Nacionalista Revolucionario en el Poder La revolucién y la mineria La Reforma Agraria Dependencia © Independencia EI retorno del Ejército El Ejercito de Liberacion Nacional de Che Guevara EI gobierno de Ovando El intento de Torres La geografia de Bolivia La Rosca La masacre de mineros ALGUNOS TITULOS PROXIMOS: Tomas cientiicos: La computacion Guerra bacteriolégica y guerra quimica Temas econémicos: Los recursos naturales. Temas psicolégicos: EI psicoandlisis, Hechos y Beatles y Cultura de elite y de masas Temas politicos: El marxismo El perenismo alses: Argentina Chile Peri ENCICLOPEDIA DE LOS GRANDES FENOMENOS DE NUESTRO TIEMPO la proxima semana El psicoandlisis y sus usos y contrarrevoluci en Bolivia Santiago Mas En la historia de la Repblica de Bolivia, la revolucién de 1952 introduce una ruptura que es la que nos permite comprender, casi en su’ totalidad, la actual situacién boliviana. Decimos “casi”, pues es necesario tener en cuenta que, a pesar de lo profundo de dicha fisura, existen factores que, dentro de un nuevo marco, expresan una continuidad en el devenir histérico boliviano. Como método de exposicién nos ocuparemos de la historia de Bolivia desde mediados del presente siglo hasta la actualidad; toda vez que sea hnecesario nos remontaremos més alla de ese tope. Historicamente, Bolivia es un pais minero. Durante la colonia Potosi fue el famoso Proveedor de plata a Europa: la leyenda pretende que, en 1648, para la celebracién de Corpus Christi, se levanté el empedrado de las calles Por donde debia marchar la procesién y se cubrié el camino con barras de plata. También se ha dicho que con la plata que recibié la Corona de Espafia entre 1545 y 1825 se podia tender un puente de plata para cruzar el océano. ‘Ambas leyendas son exageradas, pero dan una idea de la inmensa riqueza que produjo Bolivia; el metal precioso, trasvasado de 1a entrafia de la tierra a las arcas de las cuales surgiria parte de la riqueza necesaria para ‘comenzar la instalacién del capitalismo en Europa, se agot6: los mineros huyeron de Bolivia. Este territorio qued6 como coto privado de los terratenientes hasta que, en el siglo pasado, un empefioso minero encontré una veta de mineral de estafo que presentaba uno de los mas alios porcentajes del mundo de contenido de mineral fino; ese hombre se llamaba Simén Patino. Bolivia ingresé asi en la era del estaft. La “‘gran mineria" la componian las explotaciones de Simén I. Patifio, Carlos V. Aramayo y Mauricio Hochschild, los “barones del estafo"”. La historia de estos tres siniestros personajes es una cruda mezcla de todas las artimafias existentes para aumentar los beneficios de la explotacién. No dejaron nada por hacer: desde cambiar de ciudadania, para obtener la proteccién de gobiernos, hasta simular el hallazgo de minas: ricas, para vender acciones carentes de valor. Baste como ejemplo decir que, en 1945, pagaban al fisco boliviano en concepto de impuestos las siguientes sumas: Patifio —que al morir era una de las 10 mayores fortunas personales del mundo— 50 délares, Aramayo 20 délares y Hochschild nada. Desde ese afio Aramayo tampoco pagé nada." La produccién de mineral de estafo comienza con el siglo XX y el proceso provoca un cambio en las clases dominantes. En efecto, el exclusiva dominio de los terratenientes se transforma en alianza entre éstos y los grandes mineros, con hegemonia de los dltimos y esto se refleja en el ascenso al gobierno del partido liberal, que regiré el pais durante las dos primeras décadas del siglo. Mas adelante veremos en det caracteristicas de esta alianza La geogratia de Boliv Geogréficamente ubicada en el centro de América Latina, Bolivia contaba, en 1950, con una poblacién apenas superior a los 3.000.000 de habitantes, de los ‘cuales 1.350.782 correspondian a Ia poblaciin econémicamente activa (entre 15 y 64 afios de edad). De este grupo, el 72 % de las personas se oeupaban en tareas directamente relacionadas con el campo —agricultura, ganaderfa, silvicultura, caza_y pesea—; el 8 % trabajaba en industria de la transformacién y Jn artesanfa; el 3 % en la mineria y el L5 % en la construccién; el 15,5 % restante se distribuia entre comercio, transporte, comunicaciones, administracién riblica, servicios, etcétera, En superficie total de Bolivia es de 1,098.581 km* y su territorio se encuentra dividido en tres regiones claramente diferencia- bles: Altiplinica, Montaiosa y Llanos Tropicales. La Regién Altiplinica —que ‘comprende el departamento de Oruro y parte de La Paz y Potosi— cubre el 14,6 % de Ia superficie y cuenta con escasos recursos econémicos. Para la produccién agropecuaria dispone ppg ingens vines, peces, cebada, papa y quinua. Pose yacimientos azufreros al sur del lago Titicaca. Algo mayor, la Region montaiiosa abarca el 29,50 % de la superficie total, con los departamentos de La Paz, Cochabamba, Potosi, Chuquisaca y Tarija. La gran variedad de iicroclimas que tiene esta regién determina la existencia de variados recursos: es el érea més importante en cuanto a Ia produecién agropecuaria, la zona tradicional de explotacién minera en el norte de Potosi, este de Oruro, sur de La Paz y parte del suroeste de Cochabamba y encierra también las principales reservas minerales. Por su parte, con el 55,81 % de Ia superficie, In Regién de los Llanos Tropicales, comprende los El estano en la economia mundial La mineria antes de la Revolucién La exportacién de minerales aportaba el 90 % de los valores de exportacién y la de estafo el 70 %;* éste ocupaba el 3.2 % de la mano de ‘obra disponible y menos del 2% de la poblacién total, en 1950 aporté al Producto Bruto Interno el’ 14.6 % del valor. Aunque poseia una incidencia determinante en el valor exportable, sus efectos sobre el conjunto de la economia no se orientaban hacia el desarrollo de una economia plenamente capitalista. De dicha producci6n sélo quedaba una pequefia parte en el pais; esto se debia a que los monopolios mineros reinvertian sus ganancias en el exterior y s6lo tuna minima porcién de la poblacién se encontraba ligada a la produccién minera, con el agravante de que, en general, los salarios eran extremadamente bajos. Hay dos aspectos de la produccién de estafio que son determinantes para entender el proceso completo. Mundialmente la produccién del mineral de estafio se concentra en Malasia, Tailandia, Indonesia, Nigeria y Republica del Congo, yacimientos que cubren mas del 70 % de la produccién mundial. Como vemos, estos paises se encuentran en las zonas donde la dominacién mundial del imperialismo se encuentra més cuestionada y eso concede a los yacimientos bolivianos una importancia estratégica fundamental para el area de dominio del imperialismo yanqui. Esta distribucién geografica hizo que, por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, Bolivia fuera el Gnico proveedor de los aliados, pues los demas yacimientos cayeron en manos de los japoneses. Mediante el argumento de la "defensa de la democracia”, el gobierno norteamericano impuso a Bolivia la venta de mineral a 42 centavos de délar la libra: de esta manera Estados Unidos formé un stock que lanz6 al mercado, @ partir de 1962, a precios de 1.50 a 1.80 dlares, en competencia con el mineral boliviano. Por esta colaboracién con la “democracia", Bolivia perdié una suma que oscila entre 670 y 900 millones de délares."¥* Otro aspecto de importancia es la caracteristica que tiene la produccién estafiifera boliviana. El estafo se presenta en la naturaleza en dos formas: yacimientos aluvionales (muy cercanos a a superficie) y vetas o filones (en general subterréneos). Los principales productores mundiales de estafio disponen de yacimientos del primer tipo, salvo Bolivia Esto hace que en este pais la dificultad de la explotacién aumente con el progresivo agotamiento de los yacimientos; por otra parte la misma se hace a un costo comparativamente mayor en relacién con los demas productores. De alli que para conformar una explotacién rentable la Gnica solucién sea comprimir los, salarios, llevandolos a niveles irrisorios. Para mantener el bajo nivel de los salarios existian mecanismos estructurales a los que nos referiremos mas adelante pero, pese a dichos mecanismos, los obreros no aceptaban las reducciones. Esto, junto con las caracteristicas Er} departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y parte de La Paz, Sus condiciones naturales son altamente favorables para In produccién agropecuaria, sin contar con que en esta zona se encuentran las reservas de estaiio aluvional en Beni y Pando-, las reservas de hierro y manganeso del Mutiin y las reservas tradicionales de petréleo. La mayor parte de la poblacién se concentra en la zona mon- tafiosa (un 65 %) y el resto se reparte entre las otras dos regiones. La economia minera de alta concentracién que poseen las grandes explotaciones mineras, determiné que en el proletariado minero exista una tradici6n de lucha que se encuentra entre las més profundas del proletariado mundial. Para su defensa las clases dominantes organizaban periédicas matanzas, en las que el ejército intervenia a balazos para restaurar el “orden”. El proceso completo de obtencién del metal de estafio comprende cinco etapas: extraccién, limpieza y concentracién; fundici6n y refinacion: Jas dos ditimas transforman al mineral en metal disponible para el uso industrial. En Bolivia se efectuaban las tres primeras, y del total del mineral sélo se fundia una pequefia parte. Esta caracteristica contribuye a la dependencia de los productores pues se subordina la venta del mineral a las condiciones que imponen los fundidores. Estos, tradicionalmente se encontraban. en Inglaterra, salvo una planta construida en los Estados Unidos para funcionar durante la guerra, la cual es un buen ejemplo de las formas que asume la dependencia en el caso de Bolivia Ya vimos la importancia que tuvieron los yacimientos bolivianos al caer los de Asia en manos de los japoneses; como ademds los fundidores se encontraban en Inglaterra, se hacia necesatia la instalacién de fundiciones en mejores condiciones de seguridad. Técnicamente la solucién mas racional era instalar esa fundicion en Bolivia, pues con ello se lograba que disminuyeran los volmenes a transportar para obtener igual cantidad de metal. Sin embargo, esta fundicién se instalé en Texas, ya que el imperio norteamericano, pese a la convocatoria a la lucha “por la democracia”, no estaba dispuesto a dar pasos que significaran aflojar los lazos de dependencia. La estructura agraria ‘Segin el censo de 1950, el 64 % de la poblacién econémicamente activa se encontraba ocupada en tareas agricolas, ese mismo afio el sector agropecuario aportaba al PBI el 33.1 % del valor total. Para analizar con mas detalle el problema agrario, primero observemos la concentracién de la propiedad agricola, Es muy dificil establecer criterios comparativos para estudiar la concentracién de la propiedad terrestre; sin embargo, con un gran margen de certeza, podemos decir que Bolivia presentaba en 1950 una de las mas altas concentraciones de América Latina Los establecimientos de menos de 3 Ha abarcaban e! 49.6 % del total de explotaciones y cubrian el 0.13 % de la superficie; los de mas de 2.500 Ha sumaban el 3.79 % del total de establecimientos y cubrian el 81.88 % de la superficie.* En términos absolutos, 42.877 establecimientos retenian 42,900 Ha, y, en el otro extremo, 3.273 establecimientos abarcaban 26.814.500 Ha. Por supuesto que las superficies dadas no son las totales explotadas y que el nimero de establecimientos no coincide con el de propietarios. Sin ningin tipo de exageracién podemos decir que alrededor de 3.000 personas aI La concentracion de tierra eran los duefios del 90 % de Ia tierra. Si consideramos las superficies de mas de 100 Ha, comprobamos que éstas abarcan el 14 % del total de establecimientos y el 98.3 9% de la superficie 0 sea que menos de 13.000 personas eran los duefios de la casi totalidad de la tierra El régimen de explotacidn era tipicamente feudal: los campesinos trabajaban en su tierra unos dias y el resto de la semana en las tierras del sefior. La exigiidad de las superficies que disponian los campesinos, junto con la escasez de maquinas, instrumentos adecuados y fertilizantes (necesarios para cultivar un medio articularmente adverso) hacia que éstos se desenvolvieran en una economia de subsistencia, con una incidencia casi nula en el desarrollo del mercado interno. Respecto de la tierra se encuentra estrechamente ligada la composicién étnica de la poblacién; en Gifras redondas, el 60 % de la poblacién es indigena, el 30'% mestizo y el 10 % restante blanco. ‘La cuestién indigena arranca de nuestra economia. Tiene sus raices en el régimen de propiedad de la tierra" *; estas palabras, referidas a Pert, poseen plena validez en relacién con. Bolivia. Desde mediados del siglo pasado las tierras explotadas por los indios, por medio de comunidades, fueron objeto de la codicia de los terratenientes. Desde las medidas de Melgarejo, a mediados del siglo pasado, las histéricas ‘comunidades de los indios fueron objeto de un ‘constante cercenamiento y ellos fueron, poco a poco arrinconados en las tierras mas yermas, que les posibilitaban un nivel de vida menor que el de la subsistencia, Histéricamente es dil la ‘comparacién con la Argentina donde la generacién del 80 completé el proceso de extensién de las 4reas de cultivo por medio de la Campana del Desierto, cuya esencia consistié en la persecusién a los malones indigenas armados a lanza por medio de tropas con fusiles de un alcance de varios centenares de metros. La campana culmin ‘con la incorporacién de las tierras indias a la economia nacional y la desaparicién fisica del \digena (salvo grupos absolutamente marginales).. En Bolivia, en cambio, los terratenientes no dispusieron del poder necesario para llevar a cabo la conquista de las tierras indias con un golpe de tal fuerza. Constantemente desplazaron 2 los indios de sus tierras, hasta que éstos pudieron recuperar una parte. El desplazamiento del indigena fue, en comparacién con la Argentina, paulatino; y este proceso continuaba ain en 1952. Esta estructura productiva del campo repercutia, légicamente, en el nivel de la produccién agraria, imponiendo un constante drenaje de divisas para satisfacer las necesidades del mercado interno. Durante esta época la industria alcanzé muy escasa significacién, ademas, dentro de aquella englobamos la produccién manufacturera y artesanal. Segin el censo de 1950 existian 1,109 establecimientos que ocupaban 14.646 obreros." La produccién se orientaba, casi exclusivamente, hacia los medios de consumo. La crisis de 1929, que en algunos paises de 32 2) Esposas de mineros seleccionan mineral de ‘una cinta transportadora, 2) Pequefio artesano lievando su produccién ‘al mercado de La Paz, 3) Manifestacién estu: diantil_ y obrera. sae La rosca boliriana América Latina inicié el proceso de industria. lizacién conocido como “‘sustitucion de importaciones””, en Bolivia cagi no tuvo consecuencias en ese sentido, aunque golped muy duramente el ordenamiento econémico global, Mayor incidencia tuvo la reduccién de las importaciones que impuso la Segunda Guerra Mundial. Contra el desarrollo de las ramas industriales complotaba la estrechez del mercado interno, que mas que de la escasa poblacién era consecuiencia del tipo de relaciones sociales imperantes en el campo y la mineria Frente a este escaso peso de las ramas industriales, contrasta el correspondiente al comercio, En 1950, la industria (recordemos que incluye a los artesanos) aportaba el 13.5 % del producto bruto y el sector comercial el 10.6 % *; es decir, las actividades comerciales pesaban en la organizacién econémica boliviana casi tanto como las industriales y artesanales. ¢Por qué? Porque la inversién comercial Fesultaba més atractiva que la industrial, ya que €1 peso de los articulos importados en el volumen consumido hacia que se desarrollara la especulacién, ligada al valor de las divisas. Los aspectos que hemos resefiado conformaban, en conjuto, una estructura econémica sumamente peculiar. Por un lado, tenemos la extraccién minera con una forma de produccién tipicamente capitalista. El campo con predominio del feudalismo, y un escaso desarrollo industrial comparativamente inferior al del comercio. Importa sefialar los nexos existentes entre una y otra area de la economia. Aunque eran escasos los efectos reactivadores 0 multiplicadores de la mineria sobre el resto de la actividad econémica ello no quiere decir que ésta se encontrara totalmente desvinculada. Las formas de explotacién del campo producian un constante drenaje de campesinos que iban, en gran parte, a engrosar las filas de los obreros mineros y esto contribuia, al aumentar la oferta de mano de obra, a mantener bajos los salarios. Por su parte, la mineria posibilitaba la vinculacién de Bolivia con el mercado mundial. Sobre esta base se constituy6 la alianza entre los terratenientes y los grandes mineros, donde éstos llevaban fa batuta. Ya vimos que los grandes mineros se reducian a tres personas (Patifio, Aramayo y Hochschild) y que los terratenientes no pasaban de tres mil: esta debilidad numérica de las clases dominantes hizo necesario desarrollar un estrato social que les fuera adicto —integrado por abogados, administradores, testaferros e intermediarios—, el cual se encontraba muy ligado a la propiedad de la tierra: fue el sector encargado del mantenimiento del régimen de dominacién conocido como la rosca. Este es otro aspecto que imponia el conservar la alianza entre los terratenientes y los grandes mineros, pero manteniendo los primeros un papel subordinado. El sector social de mayor peso lo constituia el campesinado, si bien econémicamente tenia muy poca incidencia. Inversamente, los obreros mineros se encontraban en el centro de la produccién, pero numéricamente eran 2) Entrada a 1a mina de Potosi (Foto A. Sato). 2) Ingenio de la mina Catavi. 3) Mapa de Bolivia, Guerra con Para despreciables ante el campesinado, Sin embargo, fa fuerza principal se encontraba en los obreros mineros, como lo demostraron en la insurreccion de abril de 1952, al intervenir e invertir el curso destavorable a las fuerzas revolucionarias. Resaltamos el escaso peso de la burguesia industrial y el mayor peso relative del sector comercial. Esto significa escaso peso por parte de la burguesia nacional Nacimiento del nacionalismo La década del 30 es un momento clave en la historia boliviana, Las consecuencias de la er de 1929 repercuten en Bolivia con intensidad multiplicada. Su condicién de monoproductor, hace que la caida mundial de los precios del estafio sumerja al pals en una profunda crisis econémica, La contraccién de las exportaciones acarrea la disminucién del poder adquisitivo de Bolivia, que enfrenta una verdadera crisis para proveerse ‘de alimentos; el mercado interno se Contrae atin mas y el descenso de la actividad minera aumenta la desocupacién. Ante el pueblo boliviano aparecen las lacras del régimen vigente. Con esta situacién tuvo mucho que ver la declaracién de guerra al Paraguay. Formalmente, se marché a guerrear en defensa del territorio, pero en la cruda realidad lo que estaba en juego eran los intereses petroleros que se disputaban el petréleo que se creia habla en el Chaco: la Standard Oil, del lado boliviano, y la Shell del lado paraguayo. Ambas empresas no vacilaron en lanzar a dos pueblos a la lucha por la disputa de una franja de terreno. Ademés, las clases dominantes bolivianas creyeron encontrar en la guerra la nueva ‘'mistica” capaz de aunar al pueblo tras de sus intereses. En otras palabras: se busc6 la guerra como forma de restaurar, sobre nuevas bases, la dominacién que habia sido cuestionada por la profunda crisis que acarreo la catéstrofe de 1929 Este trégico propésito fracas6 en toda la linea, El gobierno boliviano manejé la guerra acumulando derrotas y desastres. Se sometio al pueblo a la brutal tensién del enfrentamiento militar; en nombre de un objetivo que les era ajeno, mal armados, peor adiestrados, con una conduccién que, en general, se caracterizé por la inepcia y el aprovechamiento personal de las ventajas que daba el mando militar. Un petiodista argentino que estuvo presente sefialé: en el frente el hambre y la sed hacian estragos entre los soldados ... los jefes bebian champagne. No es un eufemismo. Miles de cajones de cerveza y licores destinados a los Estados Mayores. Los alimentos mas exquisitos estaban a su disposicién”." Pero, muchas veces, la guerra es un arma de doble filo. Cuando sus objetivos no son los del pueblo, cuando se persigue la satisfaccion de estrechos intereses de clase, cuando, en una palabra, se lanza a la masacre a un pueblo en interés de una minoria, la guerra puede acarrear consecuencias totalmente inesperadas. 34 %. ARGENTINA 3 xereneverss Ni DIVISION FISIOGRAFICA Altiplano, E23 vanes » zonas intormeaias HP) ttanos tropicates y Sub-Tropieaies. La rosca “La oligarquia de Ia plata se diferencia de Ia del estaiio porque el eslabonamiento tierra- mineria es mayor, lo que quiere decir que los mineros més prés- petos son también propietarios Turales, los fueron antes y siguen siéndolo, Con el estaio empieza Ja diferenciacién. Hay una oligarquia, pero la parte que eda della en el pas eth la por funcionarios y abogados de origen rural. Son solamente funcionarios, estén al servicio de la gran mineria no forman parte de ella; sin embargo, junto a Ias personas de los mineros, integran la élite. Es un hecho evidente que los abogados y altos funcionarios de la Rosea minera no poseen acciones, y si excepcionalmente se da el caso, In cuantia de ellas ¢s minima, Las inversiones en el estaiio por la tecnificacion y el wolumen de In actividad > extractiva eran mucho mayores que las de la plata, cuando los propietarios rurales estaban en Condiciones de formar pequefias sociedades mineras que trabajaban con algunas decenas de obreros. Estos hombres pasaban cémoda- mente del bufete a la diplomacia, 1 parlamento 0 los directorios bancarios. Nada les estab: negado; si surgia alguna difi- cultad cuando perseguian una embajada, se debia a Ia competencia de otro candidato, mals que a diferencias prop ‘mente politicas. Aunque Ia litancia partidaria les aproximaba —y los liberales en este sentido formaban un clan mejor unido que los republicanos, mis 0 menos mediatizados por Ia presencia de los cholos saayedristas— en cualquier momento Iegaban a “acuerdos de caballeros” con los oponentes de los partidos tradicionales. Los dirigentes de esos partidos de un modo u otro estaban vinculados —y subordinados— 2 Ja Rosca minera, Ia que les imponia cierto grado de cohesién, una relativa identidad de puntos Los partidos politicos Poco a poco los combatientes comenzaron a autointerrogarse. {Por qué combatimos? ;Quiénes combatimos? ;Quiénes son los responsabies de la desorganizacién, los fracasos militares, el hambre? Al indio, que habia sufrido afio tras afio el robo de su tierra y habia terminado arrinconado, cultivando una estrecha parcela de tierra que no le satisfacia las necesidades minimas, no se lo odia convencer que estaba peleando en defensa de su tierra, E! campesino sometido a la explotacién del duefio de la tierra iqué defendia? Y el minero, objeto de periddicas masacres, Nevadas a cabo por un ejército dirigido por los mismos oficiales que ahora lo llevaban de derrota en derrota, no podia ser fécilmente convencido de que defendia "la patria’ La guerra del Chaco fue el punto més alto que alcanzé el régimen de dominacién constituido a Principios de siglo. A partir de alli comenz6 la ‘aida, el destino de las clases dominantes quedé definitivamente sellado, su desplazamiento del poder era s6lo cuestién de tiempo. En los llanos del Chaco hicieron crisis todos los valores sobre los que la “rosca” constituyé su poder; las lacras del sistema aparecieron en toda su crudeza, la explotacién a que era sometido el pueblo fue el espectro que floté sobre los campos de batalla de! Chaco. A partir del Chaco comienza la elaboracién de un nuevo esquema y surgen los partidos politicos modernos. E! Partido Obrero Revolucionario, inspirado en la IV Internacional dirigida por Trotski, nace en 1934.. El Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR), respondiendo a la directivas de la Ill Internacional, nace en 1940. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR, que sera el partido més importante de las ltimas décadas) se constituye entre 1941 y 1942. Con posterioridad a la guerra del Chaco se abre un confuso periodo de gobiernos “socialistas” (Bolivia posee la particularidad de haber tenido ln gobierno que se autodefinis como “‘socialista militar”) los cuales tomaron algunas medidas de cardcter nacionalista que no alteraron, en lo esencial, el régimen de las clases dominantes. De tuna u otra forma, estos gobiernos no fueron mas que intentos de ‘restaurar la dominacién “rosquera’” sobre nuevas bases. Este periodo se cierra con el Gobierno del mayor Gualberto Villarroel, conocido como gobierno Villarroel-Paz Estenssoro o RADEPA-MNR. RADEPA son las iniciales de “‘Razén de Patria’, logia creada por un grupo de oficiales del ejército. La formacién de RADEPA es una consecuencia de la quiebra que produce la guerra del Chaco en el ordenamiento boliviano. ‘Tampoco fue refractaria a las férmulas que, por esos tiempos, puso en boga el fascismo. Programéticamente, el documento mas importante (Y al que los miembros juraban respetar) es el aprobado en el acto constitutive. Ante la tragedi de la derrota del Chaco y la". .. evidencia de que Bolivia es victima de la traicién, del antipatriotismo y la quiebra moral de! pueblo boliviano, debido a la decadencia de la clase oligarquica que ha dado en llamarse dirigente 36 de vista sobre Ia politica nacional, y, sobre todo, el respeto que todos debian guardar a los grandes intereses mineros; les daba, en suma, una conciencia de clase.” (Sergio Almaraz, Bolivia, Requiem Para una Republica, Biblioteca de Marcha, Montevideo, 1970, 36 38.) la mas capacitada’’ * se convoca a la mas ‘selecta oficialidad". Sus objetivos no pasaban de extender el contro! estatal sobre la explotacién minera (cuidandose de plantear la nacionalizacién); para el campo se programa la creacién de un Consejo de Estudios que determine que la tierra sea para quien la haga producir (con lo cual se contaria con una via de escape para la manutencién del latifundio). Contrasta con la indefinicion de estas propuestas el carécter tajante de las medidas relativas al comercio, al Proponer la eliminacién de la tradicional organizacion comercial monopélica y su traspaso a manos bolivianas. Todo ello, barnizado con utopias tales como neutralizar las divisiones y frentamientos de clase en nombre de la suprema dad nacional". Se omitia cuidadosamente toda referencia a la industria. RADEPA representaba los intereses de las capas mas altas de la burguesia nativa dentro de la cual el sector comercial era el dominante. Estaba muy lejos de sus objetivos —como lo demostraria claramente en el poder— el concretar una ruptura con el imperialismo. Esencialmente apuntaba a definir un nuevo statu quo en el que la burguesia nativa tuviera un lugar junto al inte _un golpe ‘de Estado que encumbra como presidente a Villarroel y convoca al MNR a participar. RADEPA y el MNR hacen un gobierno de timidas reformas, pero se detienen ante dos pilares del orden oligarquico: el campo y la gran mineria. Con relacién al primero, implementaron medidas para suprimir las formas mas brutales de la explotacion feudal, ero més que producto de su iniciativa fue una respuesta retardada a la accién esponténea que realizaban los campesinos y un intento de encabezar esa accidn. En relacién con la mineria, se limitaron a plantear la renegociacién de los duros términos —ya mencionados—, que habia impuesto el gobierno norteamericano para la compra del estafio boliviano con motivo de la guerra. Sin embargo, los terratenientes y los grandes mineros no estaban dispuestos a ceder pice. Desde el comienzo el gobierno de Villarroe! fue acusado de “‘nazifascista"” y sus opositores pugnaron por asignar a su enfrentamiento el cardcter de lucha contra el nazismo aleman y en defensa de la democracia. En tal cruzada no falté el apoyo de Washington on sus “pruebas” de la intervencién alemana en el gobierno. Toda la politica norteamericana de este periodo esté signada por la necesidad de eliminar toda posibilidad de producir una fisura en su dominacién en América Latina. Por otra parte, el interés de la Unidn Soviética en mantener su alianza con los Estados Unidos cristalizé en doctrina de los Partidos Comunistas, confundiendo una alianza entre estados para enfrentar el nazismo con una alianza por ‘largo tiempo", en la cual el imperialismo jugaria un papel motorizador de ta independencia de los palses de América Latina, Villarroel gustaba decir “No soy enemigo de 1) La guerra con el Paraguay significé ol comienzo de la quiebra de la dominacién de la rosea. 2) Colas y desmontes en Potosi, inicialmente desechados por su bajo contenido estanier ahora resulta econémica ‘Su recuperacion (Foto A. Sato). 3) Interior de una mi El Movimiento Nacional Revolucionario los ricos, pero soy mas amigo de los pobres”, ecléctica formula que le costé que lo derrocaran los ricos een el apoyo entusiasta de los pobres. La tibieza de sus medidas tuvo un efecto doblemente negativo: las clases dominantes se alertaron ante la posibilidad de ver limada en alguna medida su dominacién, pero no bastaron para ganar definitivamente al pueblo. EI planteo reformista del MNR, que apuntaba esencialmente a consolidar la débil burguesia comercial, no era viable en tanto permaneciera intacto el poder de la “‘rosca". Las clases dominantes no se mostraban dispuestas a compartir ninguna porcion de su poder. Sin embargo, el MNR, en conjunto, no asimilé esta experiencia. Ello se comprueba en la concepcién golpista con la que pretendié retomar el gobierno entre los afios 1947 y 1952. Mas atin, continué con sus difusos planteos sobre la mineria y el campo y sin plantear la nacionalizacién de la gran mineria ni la reforma agraria. El lustro que transcurre desde la caida de Villarroel hasta la revolucién de abril, es una suma de intentos fracasados de las clases dominantes por retornar a la vieja estructuracién de la sociedad boliviana. En 1951 se realizan elecciones con un régimen de voto calificado, mediante el cual tenia derecho a voto sélo el uno por ciento de la poblacién. En ellas vence el MNR llevando como candidato presidencial a Victor Paz Estenssoro, por entonces exiliado en la Argentina. La rosca resuelve anular tas elecciones y asume el gobierno una Junta Militar. Pero ya resultaba imposible mantener el viejo régimen de dominacién; las fuerzas del MNR inician una nueva aventura golpista, complotando con el ministro de gobierno de la Junta Militar, general Saleme. El desarrollo Palaciego del golpe culminé en el mayor fracaso: el general Saleme dio orden de replegarse a las tropas que le eran adictas y se refugié en la embajada de Chile. EI doctor Herndn Siles Suazo (vicepresidente electo, junto con Paz Estenssoro) se dirigié a la Junta Militar para proponer ta formacién de un gobierno conjunto del MNR y el ejército. Es en ese momento cuando interviene un factor que la direccién del MNR habia dejado cuidadosamente de lado: el pueblo. En contraste con los intentos de conciliacién de sus jefes, el pueblo, os dirigentes medios y las bases orgénicas-del MNR continuaban combatiendo en las calles de La Paz y otras ciudades bolivianas, hasta que la intervencién decisiva de Jos mineros cambié la suerte del combate en favor de la revolucién. Los dias 9, 11 y 12 de abril de 1952, las masas bolivianas demostraron, con las armas en fa mano que no estaban dispuestas a tolerar la permanencia en el poder de la rosca. Una nueva era comenzaba.en Bolivia: tras una década de luchas, el MNR conquistaba el poder. El movimiento nacionalista revolucionario en el poder El periodo del MNR en el gobierno gira’ alrededor de dos hechos claves: fa reforma agraria y la 38 inde la gran mineria. Hay otros hechos importantes (voto universal, sancién del cédigo del petréleo, subordinacién a la politica internacional de Estados Unidos, etc.), pero aquellos son los que definen la esencia de la politica del MNR. Con estas dos medidas se destruyeron las bases que posibilitaban la dominacién de la "‘rosca" y, a partir de ellas, ‘no habia ya posibilidades de retorno al pasado. Las viejas clases dominantes fueron desplazadas del poder. Distintos sectores del MNR tratan de difundir la imagen de que el tomar estas medidas responde a'la esencia del Movimiento. Por otro lado, hay quienes las reducen a una consecuencia de la resin de las masas populares sobre el MNR. En nuestra opinén, el MNR no nacionaliza la mineria ni hace la reforma agraria por mera demagogia, si bien estas medidas tampoco eran su objetivo inicial. El documento fundamental del MNR, las “Bases y principios del MNR", considerado por Augusto Céspedes como “El enjuiciamiento antiliberal de! problema boliviano” *, no contiene ninguna insinuacién respecto de estas medidas. Los pérrafos referentes a la mineria dicen exactamente: “'Exigimos la formacién de un registro de todos los empleados dependientes de las empresas extranjeras con especificacién prolija de antecedentes, sueldos o salarios, bajo la del Estado Mayor del Ejército”; ““Exigimos la subordinacién absoluta de las grandes empresas que operan con el exterior al Estado boliviano, sin apelacién'de ninguna clase"; ““Exigimos una ley que reglamente las condiciones de trabajo de los obreros y empleados sindicalizados de las ‘empresas internacionales, constituyendo un organismo permanente para el reajuste de sueldos y Salarios y para evitar el malestar social”.*: Realmente, se necesita mucha imaginacion para poder decir que estas postulaciones encierran Ia intencién de nacionalizar la gran mineria, Mas atin, las propuestas conllevan el sobreentendido de mantener su existencia, si bien sujeta a un mayor control estatal. Esto significaba un paso hacia el establecimiento de relaciones normales en el capitalismo entre las grandes empresas y el Estado, terminando con el dominio absoluto de la gran mineria sobre el Estado boliviano. El ‘desinterés” del MNR por la nacionalizacién no se reduce al papel; durante el gobierno Villarroel-Paz Estenssoro no se hizo el menor intento en tal sentido y ain durante la campafia electoral de 1951 Walter Guevara Arze (uno de los maximos dirigentes del MNR que después seria Ministro de Relaciones Exteriores de Paz Estenssoro) prociamé el desacuerdo del MINR con dicha medida. Se podria argumentar que la “'téctica”” aconsejaba no proclamar a los cuatro vientos el afn nacionalizador, pero esto contrasta duramente con la formulacién claramente explicitada de nacionalizar los medios de transporte —esencialmente los FFCC—, medida que, una vez el MNR en el poder, fue Tampoco es valido decir que en 1) Muerte de Villarroel 2) En 1952 asume como presidente Victor Paz Estenssoro, 3) Primer acto pablico del gobierno revolu- cionario. Al frente, las fotos de Villarroel y Paz Estenssoro, La agricultura y la mineria en el programa del MNR con la intervencién norteamericana y el desalojo del gobierno, Es posible que si Villarroel hubiera nacionalizado las minas hubiera durado mucho menos, pero en Bolivia hablar de nacionalismo sin luchar por la nacion in de fa gran mineria es una contradiccién. Igual suerte corrié en la historia del MNR la reforma agraria. Tampoco gozé de los favores de los programas del MNR ni fue impulsada durante el gobierno de Villarroel. Lo expresado parece apuntalar, aparentemente, la hipétesis que confina esas medidas a la existencia de la presién de las masas, a la que todavia se podria agregar el trmite dilatorio que se siguié cuando el MNR alcanz6 el poder. En resumen en sus programas previos a la revolucién de 1952, el MNR no manifests interés por la nacionalizacién de la mineria ni por la reforma agraria, més ain sobreentendia su pervivencia y se opuso a la primera; durante el gobierno de Villarroel no se encararon medidas en tal sentido y, cuando el MNR alcanza el poder, se inicia un tramite dilatorio que posterga la efectivizacién. Sin embargo se toman ambas medidas, y en un momento en que las masas se encontraban paralizadas, lo cual niega validez a la hipdtesis de la “presin de les masas". En nuestra opinién, lo que ha sucedido es el trénsito del MINR de la posicién que resumimos mas arriba hacia la comprensién de la imposibilidad de mantenerse en el poder sin destruir la base de las clases dominantes; una destruccién que, a su vez, tendia un puente hacia la formacién de una sélida alianza con el proletariado minero y el campesinado. Si hubiera sido una respuesta a la “presion de las masas”, los doce afios que van desde 1952 hasta su derrocamiento presentaron infinitas coyunturas que hubiesen posibilitado, con relativo éxito, el retroceso. La base de la existencia del gobierno del MNR estuvo formada por estas medidas; sobre esa base se formé una alianza encabezada,por una débil burguesia comercial, intermediaria, que facilmente degeneré en manos de la especulacién, transformandose en una capa burocratica enriquecida, traficando con la revolucién que habia significado el desalojo del poder de los grandes mineros y los terratenientes. La Revolucién y la Mineria Las dificultades ya aludidas que presenta la explotacién del estafo boliviano se agravaron a partir de 1952. La ausencia de inversiones hizo que, en 1955, se estimara en 16 millones de délares la suma requerida para rehabilitar las wstalaciones. La ley media del mineral (que \dica el porcentaje de mineral util) en Catavi descendié del 1.28 % en 1950, al 0.54 en 1964.” Habitualmente se menciona el empleo de mano de obra que se hizo en la gran mineria, cargando las culpas del fracaso final del MNR, en este terreno, al gran volumen que adquirié ta mano de obra. En efecto, si en 1951 en las minas que posteriormente se nacionalizaron, trabajaban 1) Mercado de Quechisla (oto S. Zanetti) 2) Carnaval en Sucre (Foto A. Sato). 3) £1 60 % de la poblacién boliviana es Indigena, et 30 % mestizo yet 10 % restante es Bianco. 24,000 personas, en 1956 alcanz6 un maximo de 35.660, para disminuir paulatinamente hasta Megar a 23.760 en 1964.', Pero si vemos las cosas con més detalle, el panorama cambia. Si bien es cierto que el rendimiento de mineral bruto por hombre bajé, en el interior de las minas se dio el proceso inverso. Si en el periodo 1953-56 (en Catavi, Huanuni, Colquiri y Caracoles) se producia 27.7 toneladas por obrero del interior de las minas, en 1957-64 se produjeron 30.8 toneladas.* Iguaimente se produjeron cambios en la relacién entre los obreros que trabajan en el interior de las minas y los de afuera, en 1951 el 55 % trabajaba en el interior; esta proporcién descendié hasta el 28.8 en 1962 y volvié a ascender hasta el 37.1 en 1964." De manera que tenemos un proceso de crecimiento del conjunto da la mano de obra empleada en las minas, pero un descenso relativo absoluto de la empleada en el interior. ‘Acompafiando a este proceso se dio un descenso de la productividad por obrero empleado y un ascenso de la productividad por obrero empleado en el interior de las minas. La nacionalizacién de la gran mineria incluyd una medida profundamente revolucionaria: el control ‘obrero. Este imponia que los obreros contaban con representantes en la direccién que actuaban con derecho de veto. El cardcter revolucionario de esta medida fue desvirtuado por la camarilla sindical que se constituyé a instancias del MNR. Ya que la influencia de tendencias revolucionarias entre los mineros tenia una larga trayectoria, 42 el MNR no escatimé medios para constituir una direccién sindical adicta y no vacil6 en utilizar las conquistas obreras para su propio beneficio. Esta direccién trabajé para un objetivo: lograr acoplar el proletariado minero a la direccién del MR. Para ello —por encima de algunos conflictos que protagonizaron—, actuaron como polea de trasmision de la direccién del MNR y el imperialismo. En esta burocracia, la pieza principal fue Lechin Oquendo quien, desde hacer el elogio del cardcter "'desinteresado” (sic) de las inversiones norteamericanas, hasta hacer méritos ante ellas visitando a Chiang Kai-shek y elogiando su gobierno “democratico”, no dejé nada por hacer. Los efectos muitiplicadores que poseia la industria minera, también fueron desaprovechados. Inicialmente se tuvo la-conviccién de sacrificar a la minerfa en aras de la agricultura. En consecuencia, se paraliz6 todo tipo de inversiones en las minas nacionalizadas, con lo que se agravaron todos los males que ésta acarreaba También se carg6 sobre sus hombros la financiacién de todos los déficit del Estado. Parte de las divisas obtenidas de la exportacion del mineral fueron utilizadas en la compra de alimentos en el exterior. De manera que el excedente producido por la mineria nacionalizada contribuyé a la compra en el exterior de productos competitivos con los que se producian en el campo boliviano, de manera que éste encontré més reducido ain su mercado natural, reducciin agravada por la ayuda norteamericana, sobre 1) René Barrientos y Johnson en el rancho de Texas del entonces presidente norts Americano, 2) Destacamento minero armado. 3) Manifestacién estu la que hablaremos mds adelante. También fue utilizado para prover capitales a la agricultura, los, ‘que se dirigieron fundamentalmente a Santa Cruz. Para que la mineria tuviera un efecto real sobre el crecimiento de la economia habria que haber ‘comenzado por hacer las inversiones que ella fequeria (para lo cual bastaba con las indemnizaciones que se pagaron por su nacionalizacién). La Reforma Agraria Los datos generales del cuadro 1 muestran la protundidad del proceso de distribucién de la tierra. Las unidades menores incrementaron la superficie que abarcaban a costa de las mayores. Por otra parte, permanecié poderoso el sector de grandes unidades, si bien habia disminuido el tamafio promedio. Desglosando por regiones observamos que el proceso de redistribucién de la tierra abarcé, esencialmente, las regiones altiplénica y montafiosa. En los Ilanos orientales la redistribucién no tuvo ninguna importancia. Por lo tanto, si desglosaramos el cuadro 1 en dos ‘cuadros —de modo que uno abarque el altiplano y la zona montafiosa y el otro los llanos orientales— el primero mostraré cambios mas profundos que los que manifiesta el cuadro 1, en tanto que el segundo mostraré una mayor conservacién del régimen de tenencia. En DISTRIBUCION DE LA TENENCIA DE LA TIERRA. 1950 Y 1963 Superfic (A) 07 1.0 98.3 Tamafio de la unidad Unidades (Hay (%) 0-20 . 7 20-100 . o Mas de 100 .... 14 1963 Superficie (%) 20 3 7 Promedio ‘(Hay 3.2 42.9 2765.0 Unidades (%) 97.8 14 08 Fuente: CEPAL, 1967, p. 191. Sobre la base del Censo de 1950 y una muestra de 1963. Efectos de la Reforma Agraria Conjunto y especialmente en los valles de la regién montafiosa, subsistieron y se desarrollaron el minifundio y las formas de explotacién familiar. Por otra parte, sobrevivieron algunos latifundios (como lo demuestra el cuadro 1), gracias a cierta tolerancia de la legislacién agraria para con las llamadas “empresas agricolas”, asi como con las dedicadas al pastoreo. Si bien la redistribucién de tierras fue importante, hay otro aspectos que afinan mas la idea sobre la Reforma Agraria. En primer lugar, la calidad de la tierra distribuida. Hasta principios de 1964 se habian distribuido 5.37 millones de hectéreas, de las cuales el 16 % eran cultivables, el 31. % de pastoreo y el 53 % incultivables.™* Al refuerzo al minifundio debe aftadirse la baja calidad, ‘comparativamente hablando, de las tierras distribuidas y Ia lentitud de la aplicacién. En 1963, después de 10 afios de Reforma Agraria, los jefes de familia asentados constituian una décima parte de la fuerza de trabajo y se habia distribuido el 13 % de la superficie censada en 1950 esa velocidad, la reforma agraria insumiria 100 afios para completarse. Esta lentitud se volvié contra el Movimiento, pues la euforia inicial que provocé la posibilidad de acceso a la tierra fue transformandose poco a poco, en abierta oposicién al MNR, hecho que seria aprovechado por Barrientos. El aspecto més grave de las fallas en la aplicacién de la Reforma fue la carencia de apoyo técnico 2 los nuevos propietarios. Los recursos dedicados a ella fueron ridiculamente escasos. En 1960, el Consejo Nacional de la Reforma Agraria, maximo ente ejecutor de la Reforma, contaba con los siguientes medios: 89 oficinas en todo el pais, 497 empleados, 12 maquinas de escribir, 28 escritorios y 91 sillas —la-escasez del presupuesto obligaba al Consejo a funcionar en las casas particulares de los jefes—; para llevar a cabo las, tareas en el campo contaba con 8 vehiculos para todo el pais"; para colaborar con los beneficiarios de la Reforma contaba, en 1963 con tres ingenieros agrénomos. Lo fundamental de la asistencia agricola fue cedido por el Ministerio de Agricultura boliviano al Servicio Agricola Interamericano, organismo dependiente del gobierno de los Estados Unidos. Este concentré sus esfuerzos en el Valle de Cochabamba y en los !lanos del Oriente, zona en la cual la Reforma no tuvo efectos. De esta manera, el gobierno norteamericano trabajé para la creacién de una burguesia rural, al margen del proceso de la Reforma, que estuviera estrecha- mente ligada a sus intereses. Esta politica se visualiza més nitidamente analizando la ayuda financiera que se brindé al campo. La institucién que debia centralizar los créditos agrarios era el Banco Agricola, pero éste no reconocia los titulos provisorios (que se otorgaban al campesino hasta tanto terminara el tramite burocratico) como garantia para otorgar créditos. De acuerdo con esto y otras restricciones, los créditos, en lugar de dirigirse hacia la zona altiplénica o los valles de la zona montafiosa, iban hacia las explotaciones agricolas de Oriente donde, volvemos a recordarlo, 45 Las relaciones con los Estados Unidos a reforma agraria no habia tenido mayores efectos. Ademas del flujo del crédito oficial, estas explotaciones de la region de Oriente contaban con el crédito privado que, obviamente, no se dirigia a las zonas que el mismo Estado no atendia. En 1954 se cred el Servicio del Crédito Supervisado (SECRES), encargado de la atencién del agro; este servicio se financiaba con Fondos de Contrapartida, los cuales se creaban mediante la “ayuda” norteamericana. Esta consistia en la venta de sus excedentes agricolas a bajo pre de esta manera restringia el mercado que podian abarcar los pequefios productores y creaba una fuente de crédito sobre la que ejercia su direccio Como dijimos, el SECRES se cre6 en 1954; en diciembre de 1956 tenia el 60 % de la cartera del Banco Agricola, a fines de 1957 tenia el 77 % y en 1960 operaba solo, pues el Banco Agricola ‘Suspendié sus actividades.* Asi fue como el MNNR dejé en manos de los norteamericanos el financiamiento de la Reforma Agraria. Por supuesto que ello se reflejé en la orientacién det crédito: de 1958 a 1960 el 33 % de los créditos se destinaron a ingenios y refinerias de azicar, la mayoria en manos extranjeras. En el periodo 1957-60 un 30 % de los créditos se destinaron ala comercializacién del arroz. Ambas industrias estaban localizadas en la zona de los llanos orientales. Por supuesto que lo expresado no agota todas las, facetas del proceso de aplicacién de la Reforma Agraria —cuestiones tales como el impulso al eooperativismo, la educacién rural, la politica hacia las comunidades indigenas, ete.—, pero basta para sefialar la tendencia predominante: reducci6n de la Reforma a la distribucién de tierras, ausencia de apoyo técnico y financiero a los nuevos propietarios, lentitud del proceso de aplicacién, desviacién de recursos hacia la zona de los llanos orientales —donde la Reforma no tuvo mayores consecuencias—, cesién del ‘manejo del crédito a los organismos estado- unidenses, multiplicacién del minifundio y manutencién —si bien en menor grado— del latifundio. La contrapartida del creciente empobrecimiento del pequefio campesino fue la formacién y desarrollo de una burguesia agraria en la zona de los llanos orientales. Ya sefialamos los efectos negativos que tuvo sobre el MNR la postergacién de los beneficiarios de la Reforma; como contrapartida esta consolidacién de la burguesia agraria de los llanos orientales actuaria como reaseguro del conjunto del sistema de dominacién. La contrarrevolucién de Banzer tendré como epicentro Santa Cruz, la cabeza de la zona de los, anos orientales. Dependencia e Independencia Como dijimos antes, la nacionalizacién de la gran mineria y la Reforma Agraria son las dos grandes medidas que toma el Gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario. La totalidad del proceso es sumamente complejo, desarrollandose a través de las miltiples 46 1) Juan Lechin, lider ‘minero, 2) En 1953, se comienza entregar tierra a campesinos, y un arma para la defensa de los Intentos contrarre- volucionarios. 3) Comunidad a orilias. del iego Titicaca (Foto A. Sato). coyunturas que se presentan. Hemos preferido ipales de las dos cuestiones tomar los tramos p capitales. Ellas nos han servido como prisma, a través del cual podemos plantear un balance del periodo del MNR en el poder. La historia se ha encargado de demostrar ia falacia de! camino propuesto. El antiimperialismo murié antes de nacer: pocos gobiernos en América Latina llegaron al grado de genuflexién ante el imperialismo yanqui que cultivé el MNR. Los “pragméticos” o falsos “‘realistas”, diran que a Bolivia no le quedaba otro camino que doblegarse idos, Aceptemos esta afirmacién por un momento; acaso ello justifica que se eleve a categoria de credo nacional afirmaciones como ésta —hecha por el segundo hombre del MNR en 1955—: “El pueblo y el Gobierno de Bolivia expresan su més sincero reconocimiento al pueblo y al Gobierno de los Estados Unidos de América por su generosa actitud, que ha creado solidos vinculos de amistad entre ambos paises"’."* Sigamos aceptando la imposibilidad de enfrentar a Estados Unidos: ijustifica ello tratar de ilusionar al pueblo con la concepcién de la posibilidad de lograr la Independencia por medio de las inversiones externas? (concepcién cuya falsedad demuestra palmariamente la historia boliviana). Nunca el interés norteamericano habia sido tan amo y sefior como durante el gobierno del MNR. La supuesta “imposibilidad” de independizarse explica suficientemente la multiplicacién y ampliacién de los lazos de dependencia; no basta para entender la negacién que se hizo de las medidas que el propio MNR, por una u otra razén, habia tomado y que le valieron el desgajamiento de importantes sectores incapacitados de variar el curso impuesto por la tendencia dominante. Por eso buscamos la explicacién por otro lado, y nos preguntamos si en lugar de la liberacién nacional no se buscé encontrar un lugar que se pudiera compartir con el imperialismo. Si pensa- mos en términos de una burguesia comercial, burocratica, intermediaria, con muy poca fuerza en el terreno econdmico, pero numéricamente importante, una burguesia fuerte en comparacién con los demas sectores —a su vez muy débiles—, si pensamos en este sector como el que hegemonizaba el MNR, podemos entender algunas cosas. Tal planteo explica la preferencia que tenian los planteos acerca del “comercio en manos bolivianas"” que tenia el MNR, su preocu: paci6n por nacionalizar los transportes en contraste con la indiferencia ante la mineria; también explica la falta de un desarrollo industrial en contraste con el desarrollo del comercio. Por supuesto, no se debe pensar en términos estéticos; ‘es necesario incorporar el desarrollo que este sector adquiere con el gobierno del MNI especuladores con las variaciones de la cotizacion monetaria (que adquirié un volumen sideral), los negociades realizados gracias a las ventajas en el régimen de importaciones, los beneficios obtenidos por la especulacién con la Reforma Agraria. Y critica este sector por falta de pues sus limites a7 1) Manifestacién en ‘ocasion del conflicte con la Gulf. 2) Cordon de soldados ante el edificio de la Universidad de San Andrés. se encuentran mucho més atrs: los demarca un antiobrerismo militante, su reaccién terrorista ante los intentos de autonomia que realizé el movimiento obrero, su cuidadosa atencién’ en sumir al campesinado en una miseria aun mayor que la que arrastraba desde siglos, etc. Las grandes medidas que tomé se realizaron a pesar suyo y cuando no le quedaba otra posibili- dad. La ley de Reforma Agraria vino a legalizar la formidable movilizacién campesina que se inicié mucho antes de 1952 y que lleg6 a su ‘maximo punto después de abril de 1952, La nacionalizacién de la mineria fue la minima respuesta posible a las exigencias de los obreros mineros, armados con los fusiles que le arranca- ron al ejército. La destruccién de la rosca minera y de la oligarquia terrateniente tiene en los ‘obreros y los campesinos sus verdaderos autores. Justamente ello es lo que autoriza a hablar de abril de 1952 como de una revolucién. Desde este punto de vista tampoco podemos decir que el MNR traicioné a la Revolucién: simplemente bregé por la realizacién de su proyecto, que no coincidia puntualmente con las conquistas de 1952. Asi se sucedieron las concesiones petroliferas a los yanquis (anuladas desde la guerra del Chaco), la aceptacién de los dictados del Fondo Monetario Internacional, la concrecién de politicas econémi- cas “‘estabilizadoras”, la ausencia de desarrollo de la industria minera, el sabotaje desembozado de la Reforma Agraria, la alineacién total en la politica internacional de Estados Unidos, etc. etc. Ninguna medida revolucionaria quedé sin revisar; de estas revisiones la que més graves consecuen- cias ten del Ejército. El retorno del Ejército El MNR habia comenzado en 1953 la reconstruc: cién del Ejército, con ef objetivo de servir de contrapeso al poder de las milicias de los obreros mineros. Sobre él actué pacientemente ef gobierno norteamericano por medio de los asesores, viajes de estudio y cursos de entrena- miento para oficiales en Panama, etc. De esta manera logré constituir una fuerza que le respondia en gran medida y que se encontraba ligada al tronco del MNR. A partir de 1960, comienzos de la segunda presidencia de Paz Estenssoro, la situacién del MNR se agrava rapidamente. La aplicacién de la Reforma Agraria alejé cada vez més al campesinado del MNR; el abismo con el movimiento obrero era cada vez mayor y culminé con la expulsion de Lechin del MNR (1964), cortando los pocos vinculos que atin mantenia con la clase obrera. Barrientos, miembro del MNR y estrechamente vinculado al campesinado, es candidato a la vicepresidencia en 1964, acompafiando a Paz Estenssoro. El 4 de noviembre de 1964 el largo trabajo del imperialismo ha llegido a su culminacién. En el golpe de Estado se destacé la habilidad de Ovando Candia. EI principal problema de los golpistas lo constituian las milicias obreras y campesinas. para el MNR fue la reconstitucién 43 La accion de los generales Ovando —quien aparecié como incondicional de Paz Estenssoro—, afirmaba que era innecesario movilizar a las milicias y distribuyé sus fuerzas para defender el gobierno. Una vez concluida esta parte del plan se dirigié a entrevistarse con los golpistas; luego aconsejé a Paz Estenssoro que lo mejor que podia hacer era desaparecer del pais. Las milicias del MNR intentaron resistir, pero fue en vano: sus dirigentes estaban camino Gel exilio. Con este simple expediente se instauré el gobierno de la Junta Militar encabezada por René Barrientos Ortufio (de Aeronautica) y Alfredo Ovando Candia (de Ejército). Se abre asi un Periodo en que ambos generales comparten el gobierno. Luego Barrientos es el Unico presidente y, después de su muerte, asume el vicepresidente, durante un breve interregno, que termina cuando Ovando se encumbra en el Poder Ejecutivo hasta que es reemplazado por el general Torres. La gestién de Barrientos se varacterizé por un desaforado entreguismo al imperialismo, por la represion terrorista del movimiento obrero minera y la demagogia con el campesinado. Dos cuestiones nos pintan de cuerpo entero el proimperialismo de la Junta Militar: el problema del gas y el petrdteo. De una reserva petrolifera calculada en un valor de 1.500 millones de délares (el doble de las reservas en divisas de la Argentina y algo mas de la tercera parte de su deuda externa) la Gulf Bolivian Oil poseia dos tercios. La explotacién petrolifera se hacia gracias, al Cédigo del Petréleo aprobado en 1955 y conocido como "'Cédigo Davenport”, pues tal era el nombre del estudio de abogados norteamerica- nos que lo redacté. Segin la ley, la explotacion debia hacerse de manera que las utilidades se repartiesen por partes iguales entre la Gulf y el Estado, pero, mediante distintas artimafias, al Estado sélo le entregan el 20,7 % de los beneficios; ademas, falsificando las cifras de las inversiones realizadas la Gulf logra no pagar impuestos; por itimo, en lugar de pagar las regalias calculando el precio del barril a 2.45 délares, lo calcula a 1,65 délares.’” Este caso nos muestra el papel del dio Barrientos-Ovando: el MNR aprobé un Cédigo que entregaba los frutos de la explotacién petrolifera a las corpora: ciones internacionales (cuando tenia firmes ofertas, para adquirir equipos para la explotacion estatal). Mediante este Cédigo, el Estado recibiria 80 centavos de délar por bari, a través de la interpretacién que hace el gobierno Barrientos-Ovando, solo recibe 35 centavos de dolar. En el usufructo de la concesién petrolifera, la Gulf descubrié que sus tierras contenian importantes reservas de gas (el 90 % de las reservas bolivianas). Las concesiones se referian al petréleo, y el Cédigo no hacia referencia al gas: se plantea entonces la duda por la posesién de éste. Por fin, Barrientos lauda en favor de la Gulf y ésta pasa a disponer del gas. En contra de esta entrega, los obreros y empleados de Yacimientos Petroliferos Bolivianos tomaron medidas de lucha que fueron calificadas, por el diario que dirigia el ministro de Trabajo de 49 1) Emesto Guevara en Bolivia, 2) Zona donde se desarrollaron las operaciones antiguersi- Heras (Foto S, Zanetti). 3) El comando del ELN ‘en Bolivia, Barrientos (y luego de Ovando), como “acto de re- belién contra los intereses de la na El mismo signo se encuentra en la gestion minera; la politica se caracteriza por la destruccién sistematica de la COMIBOL (Compania Minera Boliviana), el apoyo a los mineros medianos, la entrega al imperialismo, los “‘des- montes” y “‘colas”” (rezagos que habian quedado luego de decenios de explotacién estafifera Y que todavia eran ricos en estafio y otros minerales), entrega de nuevas minas (por una mina de zinc de un valor estimado en 200 millones de délares, el Estado recibid 242.383 délares), etc. Barrientos aparecié como lider del campesinado por dar un cierto impulso a la distribucién de tierras y, sobre todo, al conquistar como aliados a la capa de dirigentes de los sindicatos ‘campesinos constituidos por el MNR. Esto hizo que lograra tener cierta base de apoyo en el campo, lo cual le permitia enfrentar a los obreros mineros: Sin embargo, este apoyo era muy relativo, pues los campesinos ya habian hecho la experiencia de la Reforma Agraria y compren dian que el problema no se reducia a la distribucién de las tierras: faltaba una serie de elementos que tampoco Barrientos provey6. Por lo tanto, este apoyo campesino fue efimero y circunstancial La persecusién al movimiento obrero comenz6 por la destruccién de las organizaciones sindicales; se detuvo a dirigentes sindicales, se implant un régimen militar en el seno de las minas que impidi6 todo tipo de reunién obrera; se impuso delegados obreros que respondian a las instruc- ciones del gobierno, etc. Este proceso tuvo su punto culminante en la masacre de San Juan, cuando el ejército se abrié paso a balazos entre los indefensos obreros de las minas Catavi y Siglo XX. En este “operativo”” hubo veinte muertos y setenta y un heridos. Entre los muertos hhubo un nifio de ocho afios, una criatura de horas de vida, un joven de trece afios, etc. Como dijo Barrientos: ‘'. . . el Gobierno ordend a las Fuerzas Armadas que ocuparan las minas, para restablecer el orden y el principio de autoridad” ** (Vazquez Diaz, p. 14). Esto fue en junio de 1967, pero era la misma historia de 1942, 1947, 1949 y 1965. En este contexto de represién terrorista, entrega desaforada al imperialismo y demagogia pueril, aparece un nuevo ¢ importante factor en Ia vida politica nacional: la guerrilla del Che Guevara. El Ejército de Liberacién Nacional del Che Guevara Encuadrar la accién del ELN nos remite a la conformacién de la superestructura politica a partir de 1952. El elemento ordenador fundamen: tal era la “Revolucién Nacional’. Toda propuesta partia de la realizacién de “la” revolucién: en su nombre se entregaba el petréleo, se exigia la devolucién de las minas nacionalizadas a sus antiguos duefios, se saboteaba la COMIBOL (Compania Minera Boliviana), se acataban las insteucciones de la politica exterior de USA, etc. 50 La masacre de los mineros La masacre de setiembre de 1965 fue admirablemente desripta oe ‘Augusto Céspedes: la ofensiva se prepara cena dotndy del Dest Seguridad del Estado (16 de setiembre) y “In preparacién militar de un regimiento en la especialidad rangers en Eo Bapets, prices» sd, a cargo de instructores ame- ricanos. . .. Declaradas las minas ‘zona militar’ se producen los incidentes previstos en Catavi. El dia 16 se retira a los técnicos del distrito Catavi-Siglo XX y ast abierto el campo de tiro se procede all apresamiento de los entes sindicales. El coronel Lechin denuncia que los obreros ‘aprovechando de seguridad 7 vigilancia que habia en Catavi han destruido una oficina de la Gerencia y han hurtado las maquinas de escribir’ . el apresamiento de dirigentes causé Ia justa reaccién de la oblacién y fue ese el motivo inicial para que se organice una manifestacién que fue sofocada ‘con gases lacrimégenos y luego a bala con “once bajas entre las cuales dos son soldados del ejército”. El lunes 20 los obreros provocados asaltan el polvorin y los soldados del regimiento rangers al retornar de Llallagua ‘irrumpieron despindadamente cn las casas de los obreros donde efectuaron gran niimero de bajas en el interior de sus hogares. Sus comandantes hicieron reiteradas demostraciones de epotencia y matonaje, sin frenar Deere clamor lato en la familia bolivia {(lnforme universitario) “El corresponsal de ‘El Diario’ anuncia 28 muertos y 85 heridos. El comandante de las Fuerzas ‘Armadas comunica: ‘Algunas radioemisoras han propalado noticias relativas a supuestas ajas de soldados en los centros mineros, las cuales carecen de veracidad’ (21 de setiembre, El io). Después de la masacre el Comando de Ejército anuncia: El efecto de la guerrilla En Bolivia, “todos” eran revolucionarios, se invocaba la. "‘revolucién” para llevar a cabo cualquier politica. En funcién del espiritu “practico”, “'realista”’, se justificaban entregas de la riqueza nacional que la rosca no habia osado plantear. Ya vimos cémo el MNR fue consumando, paso a paso una traicién a los principios por los que el pueblo se habia alzado en armas en 1952; todo ello fue justificandose en nombre de la “revolucién nacional"’, como si la realizacién nacional pudiera concretarse reforzan- do los lazos de dominacién del imperialismo. Barrientos mismo tomé el poder en nombre de la necesidad de restaurar los principios de la “revolucién nacional” que habia traicionado el MNR, y a su turno, también Ovando tomaria el poder en nombre de este sacrosanto principio. En este contexto politico en el que la revolucién se habia reducido a una cuestién que debia acordarse con los Estados Unidos, irrumpe una fuerza que prociama la necesidad de tomar las armas para conquistar el poder, y no sélo lo proclama sino que se lanza a la lucha armada. No nos interesa discutir la factibilidad de la propuesta guerrillera en Bolivia, sino estudiar Sus consecuencias en la lucha de clases. Un primer elemento a tener en cuenta es que sobre el pueblo boliviano atin pesaba la experiencia de haber conquistado el poder con las armas en la mano y que esa conquista derivé hacia el gobierno del MNR con las consecuencias ya enunciadas. De alli que la perspectiva de la lucha armada no era ajena a la vision de la lucha politica que tenia el pueblo boliviano. Los sectores que més favorablemente reaccionaron ante la guerrilla fueron los obreros, los mineros y los estudiantes universitarios, En la zona de operaciones el sentimiento predominante fue la sorpresa ante la fuerza armada, pero no hubo un enfrentamiento u oposicién abierta. El gobierno no logré una reaccién favorable a la cruzada antiguerrillera: la situaci6n, pues, s¢ tornaba potencialmente explosiva para el dio Barrientos-Ovando. Ya vimos el via crucis del campesinado boliviano, para el cual la reforma agraria se habia limitado a la entrega de la tierra. De alli que una reivindicacién revolucionaria de sus derechos podia encontrar una recepcién favorable. Por otro lado, mantener la rebaja de los salarios mineros y la represién de su organizacién sindical, encuentra una situacién dificil ante el posible entronque con el ELN. Los universitarios constituian una fuerza capaz de llevar esta agitacion a las ciudades. Por Ultimo, la pasividad de los partidos (salvo excep: ciones) ante la ‘revolucién restaurada’, destacaba aiin ms la lucha del ELN. Ovando sefialé que “los bolivianos repugnan a los comunistas, pero todavia no han demostrado esa repugnanci ese es el problema principal con que se encontra- ron Barrientos y Ovando. Pero el efecto mas importante que tuvo la guerrilla fye la desarticulacién de la superestructura del sistema. Esta presencia acarreé la ruptura del concenso imperante, el ordenamiento de la sociedad, a través de la aceptacién del 52. ‘La subversién comunista y del ‘NK ha fracasado en las minas’.” Entre los justificativos de la tengrtenta eee de mineros, la Direccién Nacional de Inves- tigaciones Criminales anuncia el 22 de setiembre: “Fueron alevosamente victimados por propos de mineros anarquizantes detectives componentes del DIC: Humberto Piérola, Victor Beltrén y Reynaldo Andrade, los cuales Inego de ser inhumanamente ultrajados fueron oficial solicitaban marchar sobre las minas para demostrar ante Bolivia que no imptinemente se pueden cometer actos de barbarie como los realizados con los servidores del pueblo boliviano”... AL dia siguiente los supuestos difuntos se pre- sentan en La Paz. El cronista de “Presencia” los encuentra buen énimo y locuaces”, y los fotografia. (El presidente Colgado, p. 107.) arrojados en los buzones del interior de la mina, sin que hasta el momento se haya podido recuperar sus cadAveres para les cristigna sepultura. Qui- nientos miembros de la institucién h lismo revolucionario”, se quebré de pies a cabeza. Comenzé6 un viraje desde el nacionalismo revolu- cionario hacia la revolucién, hacia el socialismo —esto se visualizaré, més tarde, en la ‘aceptacién que tendran los planteos mas radicales que imperaran durante el gobierno de Torres. Esta ruptura debié ser reparada. Nuevamente habia que frenar ef movimiento hacia el socialismo. Reeditando la experiencia del “socialismo militar"’ de los Toro y los Busch, surge la figura de Ovando. Dejando de lado su pasado inmediato setiembre de 1969, para El primero de octubre declara que: "'Si muchos creen que ésta no es una revolucién, los hechos demostraran lo con- trario”. Veamos algunos hechos. El gobierno de Ovando La intencién ovandista era salir al paso a la explosién revolucionaria. El ‘‘Mandato Revolu nario de las Fuerzas Armadas de la Nacién Boliviana” dice: ‘‘Las fuerzas armadas advierten Ja necesidad inaplazable de enfrentar el caos desde un gobierno revolucionario que oponga la evolucién integral al simple uso de ta violencia que se agota en si misma. Ovando desarrollard este concepto: "En cumplimiento del mandato recibido de las fuerzas armadas, asumo la presidencia del gobierno revolucionario, plenamente convencido de la gravedad de la hora que vive el pais, de la necesidad de evitar un enfrentamiento suicida entre los bolivianos y ofrecer al pueblo una alternativa politica popular, nacionalista y revolucionaria”. (Subrayado nuestro). ** El gobierno era plenamente consciente de las perspectivas revolucionarias que se abrian ante el pueblo. EI entonces comandante en jefe del Ejército (y luego sucesor de Ovando), general Torres, sefialé en una reunién de la Junta Interamericana de Defensa: “"... la hora de América esté dada con mucha mayor crudeza que antes de Sierra Maestra . . . Sino se adoptan perentorias medidas a los problemas sociales, los pueblos no tendrén otra opcién que el camino de la violencia”. Con este objetivo, salir a enfrentar la perspectiva revolucionaria, desarrolla su corto gobierno el general Ovando. Las medidas que asume son producto de la necesidad de hacer concesiones que permitan defender lo esencial: la permanencia en el poder de la ‘nueva burguesia” gestada durante el periodo del MNR y, sobre todo, conservar la dominacién del imperialismo. Esto explica la presencia en el “Mandato de las Fuerzas ‘Armadas" de un compromiso de garantizar las, inversiones extranjeras y ciertas declaraciones de Ovando, como la siguiente: “"Apreciamos profundamente la ayuda de los Estados Unidos, que realmente es ayuda de! mismo pueblo norteamericano ... Seria mejor que los Estados Unidos adoptasen una linea mas suave, a veces, en sus negociaciones ... Tenemos gran confianza en el presidente Nixon, que ha demostrado real comprensién’’* La concepcién de Ovando se puede englobar en un “desarrollismo de izquier- 33 da'’, en tanto se propone —solo verbalmente— romper la dependencia del imperialism por medio del desarrollo de las fuerzas productivas. Pero esta concepcién tiene Ia dificultad de no poder exhibir ningdn caso anterior en el que el crecimiento del Producto Bruto Interno haya acarreado la independencia. En el terreno de las medidas précticas Ovando no pasé de la declamacién. Derogé el Cédigo del petréleo, con lo que evité futuras entregas de concesiones; nacionalizé la Gulf, imponiendo al Estado la carga de pagar las inversiones hechas: inversiones que ya se habian recuperado por medio de las jugosas ganancias y la estafa cometida contra el Estado en el pago de las concesiones; derogo la fascista reglamentacién sindical que habia impuesto Barrientos, pero encargé un nuevo Reglamento a su ministro de Trabajo (que lo habia sido de Barrientos y a quien ya vimos vituperar contra los obreros que trataron de evitar Ja enajenacién del petréleo). Al poco tiempo de asumir Ovando, Estados Unidos decide reanudar la “ayuda” que habia sido cortada cuando se produjo el golpe de Estado; también se reanud6 la asistencia militar. Ante la amenaza de nacionalizar la Gulf, el Banco Mundial retira el aval a la construccién del gasoducto hacia la Argentina, aval que es reemplazado por el argentino (decision tomada por Ongania). En cambio, no se deroga la disminucién de los sueldos mineros en un 40 % que impuso Barrientos (Sueldos que estaban congelados desde hacia afios). Ovando se debatié entre la declamatoria antiimperialista y la ausencia total de medidas revolucionarias. La efervescencia en que se debatia el pueblo —y de la que Ovando era consciente— torné rapidamente descartable la propuesta ovandista. Un intento de golpe dere- chista bast6 para que el poder asumiera una nueva variante, mucho ms radical, pero enmarcada dentro del reformismo. El intento de Torres No cabe duda que el gobierno de Torres encard medidas de un radicalism excepcional en ‘América Latina, pero la misma historia boliviana Tos ilustra sobre la viabilidad de este tipo de Propuestas. No puede caber duda sobre la profundidad de las medidas que asumié la revolu- cién de 1952; sin embargo, ellas no impidieron la restauracién de la dominacién imperialista y la constitucién de una nueva clase dominante, De modo que, después de 20 afios transcurridos desde la revolucién, cabe preguntarse cules han sido las consecuencias. Hay un campesinado con su tierra, pero sumido en una pobreza igual o peor que la anterior; las conquistas de los ‘obreros mineros se fueron perdiendo una a una y éstos se encontraron obligados a trabajar por salarios similares 0 peores a los de la época de los “barones del estafio'’; ademas las periédicas matanzas a manos del ejército volvieron a sentar sus reales. :Por qué? Porque el problema del gobierno de Torres es el viejo problema de reforma a 1) Desfile de mineros armados con cartuchos de dinamita, 2) Ultimo acto piblico de Torres. A su lado un Girigente estudiantil y Juan Lechin. 3) Demostracién antigol- pista de mineros y estu- diantes de La Paz. La eri: © revolucién. La cuestién central de la revolucién en América Latina (revolucién que inexcusablemen- te incluye un momento con centro en la ruptura de la dominacién oligérquico:imperialista) es la del poder. La reciente historia latinoamericana se encuentra plagada de intentos revolucionarios basados en élites providenciales, pero el comin denominador de pretender alcanzar la revolucién ‘en nombre" del pueblo, los ha aniquilado. El siglo XX ha mostrado hasta el hartazgo que s6lo se desarrollaron aquellas revoluciones en las que el poder fue efectivamente popular. Pero popular no en el sentido de contar con el apoyo, con el consenso del pueblo, sino en el sentido de ser un poder ejercido por el pueblo. Lo més relevante del periodo de Torres es la existencia de la Asamblea Popular. Esta, en perspectiva, podia, convertirse en un “doble poder" 0 sea, en una estructura capaz de poner bajo su dominio porciones importantes del poder (Sobre todo el militar). La ausencia de una fuerza evolucionaria hegeménica, capaz de acaudillar a la clase obrera y al pueblo, comploté contra el desarrollo de esta perspectiva. Como contrapar- tida, su_presencia contribuy6 a homogeneizar la reaccién. En esta carrera contra el tiempo, entre el surgimiento de una vanguardia tevo- lucionaria y la consolidacién de la unidad contrarrevolucionaria, gané esta ultima, pero este resultado no era ineludible. Ala hora de la verdad, la Asamblea Popular fue incapaz de ponerse a la cabeza del pueblo para evitar el golpe reaccionario y también se vieron claramente los limites de a “‘revolucién’ de Torres. La negativa de Torres a armar al pueblo y pretender resolver la cuestién a la vieja usanza de disputa entre fracciones militares demuestra el limite infranqueable del reformismo. Queda claro que no tiene sentido exigir de un reformista como Torres que arme al pueblo para detener un golpe de ultraderecha, pero tam! queda claro para los bolivianos que hablar de revolucién sin la activa participacién del pueblo es una impostura que pretende mantener el statu quo cubriéndolo con un nuevo barniz. EI nuevo presidente, coronel Hugo Banzer ‘Sudrez, habla desde el Palacio de Gobierno. NOTAS Y BIBLIOGRAFIA 1 2 Céspedes, Augusto, El presidente colgado, J. Alvarez, Buenos Aires, 1966, Bedregal, Guillero, Monopolios contra paises pobres: ia crisis mundial del estafio, Siglo XX!, México, 1967, . CEPAL, “EI desarrollo econémico de Bolivia”, 5. Gumu fen Boietin econémico de América Latina, vol.’ lI, NY 2, 1957, pp. 17-69. Republica de Bolivia, Pian Nacional de Desarrollo Econémico y Social,’ México, 1964. Mariano Baptista, “introduecién al tema Bolivia”, en Guerrilleros y generales sobre Bolivia, 4. Alvarez, Buenos Aires, 1968. 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