You are on page 1of 4

PARROQUIA

SAN PÍO X, LOGROÑO


30- Agosto - 2020 nº 1
HOJA PARROQUIAL

“EL MANANTIAL DE LA VIDA”

www. parroquiasanpioxlo.blogspot.com

Domingo XXII, Ciclo A

“QUIEN PIERDA SU VIDA POR MI CAUSA, LA CONSERVARÁ” (Mt 16,25)

La primera lectura: Jr 20,7-9. Eran los últimos años del reino de Judá, los
años de las deportaciones a que Nabucodonosor, el rey del imperio
babilónico, sometió a la nación. Eran años de la destrucción del templo y
de la ciudad santa, el fin de las esperanzas. Al profeta le tocó la dura
misión de interpretar la catástrofe, de denunciar la infidelidad a la
Alianza, el formalismo del culto, la corrupción de los reyes y
administradores.
Esta situación hace que el profeta entre en una profunda crisis en su
misión. Se siente solo y abandonado, incluso siente que Dios lo ha
olvidado. Protesta con palabras fuertes. “Me sedujiste, Señor, me
forzaste”. La tentación que siente es dejarlo todo, porque se burlan de
él: “No lo voy a mencionar, ni hablaré más en tu Nombre”. Pero la
Palabra y el Espíritu de Dios, en medio de la angustia y el dolor, lo
empujan a ser fiel. “Había en mi corazón como un fuego abrasador… me
esforzaba por contenerlo, pero no podía”.
En la segunda lectura: Rm 12,1-2 el Apóstol afirma que el culto
verdadero, que se debe rendir a Dios, es con la propia vida: “Os exhorto
hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos
como hostia viva, santa, agradable a Dios; este es vuestro culto
razonable”. Además, para vivir según la voluntad de Dios, los cristianos
tienen que mantenerse libres de la influencia y contaminación de este
mundo, cuya práctica y pensamiento son muy diferentes a los de Cristo.
“Y no os ajustéis a este mundo”.
El Evangelio: Mt 16,21-27: Después de la confesión de Pedro en Cesarea
de Filipo. Jesús les anuncia su Pasión: que el Hijo del hombre tiene que
subir a Jerusalén, padecer, morir y resucitar. Jesús se manifiesta no como
el mesías nacionalista, sino como el Mesías doliente, como el siervo de
Dios que es llevado al matadero. Pedro, no comprende, increpa a Jesús:
“Dios no lo permita, eso no sucederá”. La reacción del Apóstol ante el
anuncio de la pasión denota que aún no ha comprendido la misión de su
Maestro. La reacción de Jesús es la misma que tuvo en el momento de
las tentaciones: “¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás!”. Pedro se
comporta como el diablo: su comprensión de Dios no es la correcta,
porque piensa como los hombres y no como Dios.
Después viene una llamada al seguimiento, a andar el mismo camino de
Jesús, un camino que pasa por arriesgar la vida por el Evangelio como lo
hace Jesús. Finalmente Jesús anuncia su Vida como Juez al final del
tiempo. Su juicio será personal y de acuerdo con las obras, tema
destacado por San Mateo.
Fascinados por Jesús acogemos su mensaje y decimos ser sus discípulos.
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN.
- ¿Estoy dispuesto a arriesgar mi vida por Jesús y por el Reino que él
inauguró?
- ¿Cómo interpreto y vivo el mensaje de dar la vida por los demás
en este tiempo de pandemia?
“Escucha la Palabra y Camina”
Si queremos –como la Madre de Jesús- hacer de la Sagrada
Escritura nuestra “propia casa” de la que se sale y entra con
naturalidad (Deus caritas est,41) hay que abrir sus páginas
como Palabra de Dios “puesta por escrito bajo la inspiración del
Espíritu Santo” (Dei Verbum,11) conscientes de su eficacia para
suscitar el diálogo confiado con el Señor. Este diálogo nos
permite poner el mensaje del Señor en la propia
vida(meditación) y nutrir nuestra oración que alimenta la
identidad del discípulo y su servicio en la IGLESIA Y EN LA
SOCIEDAD (ORACIÓN). La Biblia que es un libro de estudio, de
meditación y de oración, es también un libro de evangelización
que busca la conversión y la transformación de la vida y de la
sociedad.
Por tanto, la lectura de las Sagradas Escrituras debe ser
frecuente y sistemática, lo que nos permite entrar en diálogo
con Dios para meditar y orar su Palabra y el compromiso de
hacerla vida en la propia existencia, en la Iglesia y en la
Sociedad. Cuando se anuncia y se acoge así la Palabra de Dios,
crecen los discípulos del Señor en número y en compromiso
misionero (Hch 6,7;12,24).
Celebremos en familia y en comunidad.
1. “La Buena Noticia- El programa de Jesús” Texto bíblico: Lc.
4,14-22
2. “Escucha y obedece” Texto bíblico: Lc 10,38-42
3. “El amor al prójimo, práctica de vida” Texto bíblico: Lc
10,25-37
4. “La Misericordia que abraza a Zaqueo” Texto bíblico. Lc
19,1-10
5. ”Contagia tu alegría” Texto bíblico: Lc 24,36-52
  

Inicial.

El Señor nos reúne de nuevo en el domingo, para celebrar la Eucaristía y se


hace presente en medio de nosotros.

Jesús nos dirá muy claro, que si queremos ser sus discípulos, hemos de aceptar
la voluntad de Dios, y cargar cada uno con su cruz. Pero cargar con la cruz no
quiere decir ir a buscarla, sino cargar con firmeza las cruces que la vida se
encarga de poner sobre nuestra espalda. Sólo así podremos salvar la vida. Si no
pasamos por la experiencia de la cruz, como Jesús, no podremos llegar a una
resurrección como la suya. 
PETICIONES      

 Por la Iglesia, para que no rechace abrazar la cruz, cumpliendo la


voluntad de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR

 Por nuestra Diócesis de Huesca y nuestra Parroquia, para que el Señor


dirija y empuje todos los trabajos preparatorios del nuevo curso
pastoral. ROGUEMOS AL SEÑOR.

 Por los que rigen los destinos de los pueblos, para que gobiernen con
rectitud y justicia. ROGUEMOS AL SEÑOR.

 Por los que son perseguidos a causa de profesar la fe o en su lucha por


un mundo más justo. ROGUEMOS AL SEÑOR.

 Por los enfermos y los que están pasando momentos de dolor y


dificultad. ROGUEMOS AL SEÑOR.

 Por todos nosotros, para que la participación de la Eucaristía reafirme en


nosotros el deseo de ser discípulos de Jesús, por encima de todas las
adversidades. ROGUEMOS AL SEÑOR

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN        

Gracias, Señor, por venir a nosotros en esta comunión. Gracias por ser
el alimento que nos fortalece y da vida.
 
Señor, a nosotros también nos espanta la dificultad y tratamos de
apartar la cruz de cada día, que nos incordia y nos hace hacer lo que a
veces no nos apetece. 
 
Danos la fuerza del Espíritu, para ser tus discípulos de verdad. Para
llenarnos de tu Palabra y que ella pueda más que las cosas fáciles que
el mundo nos ofrece y con las que nos rodea. 
 
Gracias por dar tu vida, para darnos vida a todos los hombres.
Ayúdanos a hacer lo mismo con nuestros hermanos. 

You might also like