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DE LA MODERNIZACION A LA GUERRA Omar Marrinez LeGorReta LA APERTURA DE JAPON: LAS PRESIONES INTERNAS Y EXTERNAS Japdn, a finales de la época Tokugawa, constitufa una sociedad en proceso de cambio. Todos los esfuerzos politicos y de control sctial realizados por los shdgun Tokugawa para mantenerse en el poder fueron cada vez menos efectivos, principalmente porque no pudieron entender que la sociedad no habia permanecido estética durante todo el tiempo que duré su gobierno. El shogunato no habja sido capaz de encontrar una solucién a agobiantes problemas econdmicos que no entendfa, como tampoco de controlar cambios sociales que no aptobaba. La politica de aislar a Japén de todo con- «acto con el extranjero habia tenido éxito en evitar que los enemigos politicos internos se aliaran con las potencias extranjeras, Jo que era muy comiin en esa época en otras partes del mundo, pero no habia podido evitar el contacto con ideas extranjeras. Durante mas de dos siglos, el shogunato habia mantenido la. ficcién politica de que el emperador reinaba, pero era el shdgun quien verdaderamente gobernaba. Como hemos visto en el capitu- lo anterior, durante ese petiodo se fue desarrollando cierta oposi- cién contra el gobierno de los Tokugawa, aunque no fue sino hasta mediados del siglo XIX cuando aparecieron varias lineas ideoldgicas de ataque contra el shogunato, las cuales fueron aprovechadas para lanzar los primeros araques frontales. De esas lineas, los lideres de los que buscaban una renovacién insistieron sobre todo en un 181 182 HISTORIA MINIMA DE JAPON la idea de la restitucién del poder a la institucién imperial, cu- yos gran poder y prestigio habian sido usurpados indebidamente por el shigur en el pasado, Esta i reciente, en la medida en que se veia el declinar del poder de los Tokugawa, Confs-—+ & y souento uncerno cont6 con un aliado involuntatio y decisivo en el exterior: el em- a se presiond con puje creciente de las porencias occidentales que se encontraban én plena expansi6n territorial y en abierta competencia por asegurar maritimas, puertos, mercados y fuentes de aprovisionamiento en Asia, justificindose en que el “libre comercio” era de interés universal, La apertura de Japén a las relaciones diplomiticas y comercia- Jes con las naciones occidentales la llevé a cabo Estados Unidos en 1853, 13 afios después de que Inglaterra forzara la apertura de Chi- na con la primera Guerra del Opio de 1840, Era la época de las fabulosas ganancias con el comercio del opio como erifico ilegal y del té y otros articulos que exportaba China, y de la “diplomacia de Jas cafioneras’. La industria textil de Estados Unidos habia crecido a un punto en ef que necesitaba mercados importantes y vela a China como la gran oportunidad. Japon no parecia tener los mismos aurac- tivos comerciales, pero era necesario contar con puertos de recale para el reabastecimiento de combustible y provisiones. El archip lago quedaba en el camino de la gran ruta transpacifica que debian recorrer los buques que iban a comerciar con China. En el terticorio de Estados Unidos, la carrera hacia el oeste se habia detenido en la costa, pero los intereses comerciales y las faci- lidades de la navegacién a vapor incrementaron las actividades de la armada norteamericana en el Pacifico. A ello se aunaba la preocupa- cién con que los estadounidenses velan los movimlentos de fos bi ques briténicos en China y alrededor de las islas japonesas, as{ como la expanisién de Rusia en Asia hasta alcanzar al Pacifico, Cuando los rusos ~que a finales del siglo XVIII ya habian legado al norte de la isla de Hokkaido con una expedicién— intentaron establecer sela- ciones con Japén, la marina estadounidense insté al Departamento de Estado a reconocer la urgencia de forzar a Japén a abrinse a sus necesidades. DE LA MODERNIZACION ALA GUERRA 183, La marina de Estados Unidos estaba en plena carrera para asegu- rarse bases navales en el Pacifico, como lo habia demostrado al apo- derarse de ls islas Hawai, antes de que Japén hiciera lo mismo, asi como para controlar una conexidn 0 un paso que se pudiera cons- uruir en el sun, entre el Acléntico y el Pacifico. Esos planes eran apo- yados firmemente por la politica exterior de Washington, que habia decidido su expansién territorial asegurando la anexiGn de Texas provincia ala que habja ayudado a independizarse ce México-para, posteriormente, levar la frontera de Texas hasta el Rio Bravo , de paso, hacerse de Arizona, Nuevo México y, finalmente, California. Almismo tiempo, no escondia su ambicién de controlar el istmo de Tehuantepec, donde podria conscruirse un canal interocednico que acortara la ruta de navegacién entre sus puertos que daban hacia el Aclantico y aquellos que empezaban a construirse sobre el Pacifico. Toda aquella expansién, aprovechando la debilidad de Méxi- co, sirvid de campo de pruebas para vigorizar los miisculos de la sina de Estados Unidos, que ensayaba asi los tiltimos adelantos de la balistica instalados en nuevos buques, como pudo verse en la invasién del puerto de Veracruz en 1847. En aquella expedicion, bajo las drdenes del general Winfield Scot, patticipé un oficial que estaba a cargo de uno de los buques que sitiaron el puerto, accidn en Ja que demostré gran habilidad y don de mando. Ese oficial era el comodoro Mathew C. Perry, quien cinco aitos més tarde recibid la isin de abrir las relaciones con Japén. El comodoro Perry, al mando de un escuadrén de “barcos ne- 70s", enee6 en la bahia de Edo (después lamada Tokio) en julio de 1853. Después de largas demoras pudo entregar al gobieino shogu- nal una carta del presidente de Estados Unidos, Millard Fillmore, donde éste explicaba su interés por firmar con Japén un tratado de amistad, comercio, aprovisionamiento de carbén y avituallamiento para sus barcos en puertos de recale y aytuda pata sus néufragos Aquella carta, Perry la acompand de otra suya; personal, dirgida al emperador,en la que explicaba los deseos de su presidente, Con las cartas encregé varios obsequios al shogun, entre los que se encontraba tun grabado que ilustraba la toma de Veracruz, en México, apenas unos aftos atris, en el cual se podia apreciar Ia eficacia de los cafio- n 184 HisTonia MINIMA DE JAPON nes de sus barcos. Después se retiné con el anuncio de volver Ie primavera siguiente por la respuesta Para febrero de 1854, Perry estaba de regreso. Un mes mds tar- de, después de ejercer presisacs j atusates of goLlane-! -e que con su presencia habia entrado en la fase final de su crisis he- geménica, consiguié la firma de un tratado, muy parecido en sus términos a los que se firmaron con China para terminat la primera Guerra del Opio en 1840.4£n ese tratado se establecia la apertura de los puertos de Nagasaki, Shimoda y Hakodate; el suministro de avituallamiento y combustible para los barcos; el permiso para Ja apertura de un consulado en Shimoda, junto a Yokohama, y la aceptacién de una cléusula que seria en adelante la base de sus tratados futuros en el drea, la de “nacién mis favorecida”. Cabria al primer cénsul de Estados Unidos residente en Japén, Townsend Harris, negociar y firmar, en 1858, un nuevo tratado en el que se incluyé la cléusula sobre el principio de extraterritorialidad. Este principio ya se habia incluido en los tratados con China, pero se habfa mantenido habilmente fuera de las negociaciones de Perry. El éxito de Estados Unidos abrié las puertas a Jas otras nacio- nes europeas, ansiosas por firmar tratados con Japén. Asi, entre Ios afios 1854 y 1857, los britdnicos, los rusos y los holandeses ne- gociaron tratados separados, los cuales guardaban gran semejanza con el firmado con Estados Unidos. En el tratado entre Estados Unidos y Japén se podian ver los principios bisices de la politica norceamericana en Asia, orientados 1 la coincidencia total entre sus intereses econémicos y politicos. Los econdmicos eran mantener el mercado mundial tan abierwo y compettivo como fuera posible para lo cual era necesario forza rmacional. Al propis tempo, a los paises a acep’ no se podia permitir que las ambiciosas naciones europeas tataran de apoderarse de los paises asticos débiles, por lo que era necesa- fio fprtalecerlos para que pudieran mantener “la puerta abierta’ Para lograr esto empezd a funcionar Ia “asistencia cécnica’ de Es tados Unidos, cuando el consul Harris ofrecié a los japoneses los servicios de asesoramiento de oficiales navales y militares, asi como las facilidades necesarias para la construceidn de buques. DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 185 Poco después de Ia firma del tratado con Estados Unidos, los japoneses tuvieron la oportunidad de conocer las proczas de las fuerzas armadas conjuntas briténico-francesas en el sitio a Beijing, en China, en la segunda Guerra del Opio de 1860, en que redu. jeron a cenizas el Palacio de Verano para aleccionat a los chinos y obligarlos a cumplir con lo establecido en los tratados, algo de lo que el gobierno imperial chino trataba de desentenderse, asi como de los nuevos tratados firmados. Todos aquellos acontecimientos que se produjeron en China, yen las aguas cercanas al archipiélago japonés, tuvieron mucho que ver con los cambios en la situacién interna de Japén. La lle- gada de Perry y de sus buques ocuttié en un momento en el que el poder shogunal se encontraba debilitado. Las ambiciones de los clanes rivales, encabezados por los Satsuma y Chéshii, los llevaron a dar el golpe definitivo aprovechandose de la firma forzada de los tratados que se le impusieron al shégun. Las ambiciones politicas de los clanes surefios ya les habfan conducido a choques armados, independientes del poder central del shogun, contra las fuerzas ex- tranjeras. En 1863, una expedicién conjunta formada por fuerzas britdnicas, estadounidenses, francesas y holandesas, bombarded la capital de Chdshit. Esa demostracién de fuerza’ militar dejé en claro la superioridad de las armas occidentales y la inutilidad de mantener la politica de reclusién (sakoku). Por su parte, ante las potencias extranjeras quedé claro que el shgun ya no era la auto- ridad suprema del pais y que no tenia el control del mismo, de ahi que en 1866 insistieran en que el emperador mismo ratificara los tratados firmados hasta ese entonces. De esta manera se complet todo un proceso, tanto en el interior como en el exterior de Japén, y se inicié otro, conocido como Ia Renovacién Mei LA RENOVACION MEIJI Y LAS TRANSFORMACIONES INTERNAS, De afios recientes datan numerosos estudios de historiadores y es- pecialistas —japoneses, en primer lugar, pero también extranjeros- ig 186 HisroRiA sitNIMA DE JAPON atraidos por el efecto internacional del periodo Meiji y su movi miento evocador, que pareciera tener ahora un significado mayor dei que tuvo en sus dias, El aparente olvido de la importancia del periodo M vonsas, ala mas reciente historia del exito y fracaso del régimen imperialista y militarista japones, que sucumbis con su derrora en la Segunda Guerra Mundial, y a Ja forma como tuvo lugar esa catéstrofe |La Renovacién Meiji fue una verdadera Gran Revolucién Cultural, En la historia mundial moderna, ninguna otra nacién cambié tan drésticams dad, sus costumbres y pricticas econémicag, asi como su estructura politica, para crear una nacids-Ererde madera. Tedo ello lo lo- graron los japoneses sin perder su identidad culvural en el proces (Bes principios de la llamada época moderna en Jap: nian convencionalmente en el afto 1868, cuando subié al trono imperial un nuevo emperador, Mutsuhito, cuyo reinado llevaria el nombre de Meiji. Fue entonces cuando llegé a su fin el largo go- bierno de los Tokugawa, del gobierno militar, y cuando se restaur6 ostensiblemente ja institucién imperial con sus antiguas glorias. Este nvevo petiado se conoce como la época Meili, y al suceso que le dio, origen se ha denominado la Renovacién o la Restauracion Mei ii sede - El emperador Meiji en uaje de gala estilo occidental DE LA MODERNIZACIONA LA GUERRA 187 El advenimiento de la Renovacién Meiji fue un movimiento clave en el proceso de modernizacién de Japén, sin el cual no es posible entender las caracteristicas que tuvo la apersura de Japon hacia Occidente ni tampoco el tipo de respuesta que dio al mun- do occidental, que signified, entre otras cosas, la répida creacién de un Estado moderno, centralizado y absoluto, y la adopcién de una economia moderna, capitalista-industrial, bajo el pactocinio yronuol de dicho Esta ytontol dé dicho Estado. Esto permicié que Japén, en uno de los plazos mas breves que la historia conoce, se sacudiera de la sujecién de decerminados vinculos coloniales, por ejemplo, los tratados desiguales firmados con las potencias occidentales, y que posteriormente pasara a ser un competidor y un reproduc Jos mecanismos de dominacién colonial en la regién asiitiea ori tal. Para entender la mecdnica que operaba en la nueva situacién, ‘debemos fijarnos en las circunstancias internas de Japén y en los hombres que Ilegaron al poder en 1868, que fueron los responsa- bles de que,rén el breve lapso de cincuenta aos, Japén saliera de su aislamiento y Negara a convertirse en una porencia asidtica y mui Para 1865, las facciones de los clanes contendientes que con- trolaban el poder politico en Japén y2 habian aceprado, dentro de 1 politica nacional, el principio del intercambio diplomatico y comercial con Occidente. La primera fase de laffevoluciOMel sielo XIX se habia completado, pero se tenia que decidir quién debia controlar y Hevar a cabo esa nueva politica. Los japoneses involu- crados en esto estaban seguros de que ni el sistema dual de gobier- no ni el shogunato ni el militarismo feudal eran los adecuados pata servir al Japdn en sus nuevas relaciones con el exterior. Esas insti- tuciones habfan agotado su utilidad y eran inservibles. En la nueva fase se necesitaba un gobierno nacional fuerte, capaz de controlar alos clanes y de crear una estructura politica unificada que pudiera iratar con los extranjeros en un plan de igualdad. Los que ast pensabar eran, sobre todo, los jévenes samurai de los clanes occidentales, Satsuma, Chishii, Tosa y Chikuzen y de las casas laterales de los Mito y Aizu, que con base en su ca- pacidad y experiencia eran los que controlaban Ia politica de sus 188 HisTORIA MINIMA DEJAPON clanes y habjan relegado a sus daimys al papel de meras figuras de- corativas. Fueron esos hombres los que, aun cuando, inicialmente scon metas distintas en cuanto a 1a permanencia del shoguna’ completaron fa rewolu~ ve Do s-westruye- ron el shogunato, despojaron del poder y de sus posesiones a los Tokugawa, restauraron al emperador como el gobernante supre- mo, abolicron al feudalismo, y dieron a su nacién un gobierno Sonstitucional centralizado, aunque no democratico. Este procesoy revolucionario fara algunos, levado a cabo en apenas 20. afos, habria de ponena Japén en el grupo de las grandes potencias en los umbrales del siglo XX. Se traté de una revolucién politica, econd- mica, pero también social y cultural, de gran importancia no sélo para Japé6n, sino para China y el resto de Asia, Europa y el mundo entero. TE] poder politico era la'mera de todas las alianzas y movi- micntos entre clanes, y también del intento de reconquista de los dos tiltimos shagit, La lamada “purga de Ansei” que llevé a cabo con éxito Ii Naosuke, el funcionario principal del shogunate que habia firmado Jos tratados de 1858 sin la autorizacion imperial, confirmé a éste la necesidad de tomar una decisién y, harto de no obtener consenso entre los clanes sobre la sucesién shogunal y dada la grave enfermedad del shdgun lesada que morfa sin herede- ros, nombré a un nifio de doce afios, Yoshifuku, como shégum; sin arender las presiones por nombrar a otro joven, Yoshinobu, hijo de Tokugawa Nariaki, daimyé de Mito Ti estuvo presionado tambiéif por los representantes residentes de Estados Unidos ¢ Inglaterra, y por quienes deseaban que s¢ expulsara a los extranjeros, y fue asesinado. Tras diez afios de lu- cha por apoderarse dei poder shogunai, durante los cuales, varia acciones sin precedentes del emperador contribuirian a debilicar- lo, los jévenes samurdi apresuraron sus acciones para devolverle el poder al emperador, quien en forma inusitada hizo saber su apoyo para el hijo del daimyo de Mito, que ascendié al shogunato como el décimo quinto y tiltimo shégun, con el nombre de Keiki. 1867, al mismo tiempo que se daba la sucesién shogunl, tras la muerte del emperador en Kioto, se dio también la sucesio® DELA MODERNIZACION ALAGUERRA 189 7 imperial y subié al erono uno de los emperadores més famosos en [a historia Seponcs (lice OTST los quince afios de edad, el nuevo emperador inicie do Meiji, cuya primera medida fue la de revocar la politica anti-extranjera de sus predecesores. En aquel mismo aio, ante el debilitamienco evidente del sho- gunato, el daimyé de Tosa exigié la renuncia del shégun y la restau- Facién de todo el poder al emperador. Esa exigencia fue apoyada por todos los otros daimyd del oeste. El shagun se vio forzado a renunciar, con la esperanza de ser nombrado el principal consejero del del ¢ mperador y asl mantener su poder Sin ANDSNES 1 revolu- ‘cionarios se proponian la erradicacion completa de todo lo que Guera Tokugawa y asf sobrevino Gna corta guerra ‘civil que termini con esa familia, con el shogunato figuo sistema de Ta auto- ridad dual. El pueblo japonés se encontrd, de pronto, gobernado precariamente por una institucién imperial a la que habia reve~ renciado durante siglos y a la cual habia tratado de conservar ran perfecta que no Ia afectaran los asuntos de la vida diaria. {Cudl fue la razén de que los jévenes samurai revoluciona- rios, principalmente los Satsuma y Chéshéi no iniciaran un nuevo shogunato bajo su control? En su momento, Ja Renovacién Meiji se explicaba como un producto de las ambiciones ¢ intrigas de los clanes; sin embargo, para los revolucionarios, todos los males ya identificados no se remediarfan con Ja mera sustitucién de los shigun, Por otra parte, se debe tener en cuenta que, sitbien fueron, samuri ovens los gue guaine-t ‘movimiento de restauracion, fueron los grandes comersiances de Osaka y Kioto quienes lo fe ~nanclaron; es decir, que ademds de las ambiciones locales y perso- ales habia otras motivaciones para el cambio no tan personales como la lealtad al emperador, quien, a pesar de haber sido relegado por fos shag a un lugar muy secundario, aiin representaba une indudable auroridad de la que habia carecido el shogunato. Esa au- toridad, casi magica, fue la que sirvid a los jovencs revolucionarios para reclamar la legitimidad de la restauracién y para desarrollar elculto o la veneracién que subrayaba la “divinidad” de la familia imperial, Se sevivié asi el shinté puro, la antigua religion nacional, 190 iMtsTORIA MINIMA DE JAPON un sintofsmo que habria de subrayar como nunca antes la figura del emperador como deidad central y suprema de la naci 5 que ¢ vo régimen fuera monopolizado por los jévenes lideres revolucio- narios, Ante esa situacién, el joven emperador Mutsuhito se vio obligado a expedir el Juramento Imperial que senté los principios sobre los que iba a descansar el nuevo gobierno imperial: Juramento imperial sobre los cinco principios EI 14 de marzo del afto cuarto de Keio (1868). Sé establecerin ampliamente asambleas deliberativas y todos los asuntos se decidirén en discusién publica. Todas las clases sociales, altas y bajas, se unirén para llevar a cabo vigorosamente la administracién de los asuntos de Estado. Alla gente comin, asi como a los funcionarios de gobierno y los militares, se les permitird seguir sus propias vocaciones 0 aspiracio- nes, de tal manera que no haya lugar al descontento. Se abandonarin las viejas costumbres negativas y todo se basard cen las leves justas de ls Naturaleza Se buscarin los conocimientos por todo el mundo para fortalecet : ino el fundamento del gobiemo impert: Para llevar a cabo una transformacién nunca antes conocida de nues- tro pais, yo soy el primero en dar ejemplo estableciendo los funde- mentos de la nacién por medio de este juramento a los dioses tierra y del cielo, y seialando el camino de proteccién y seguri para todo el puebio. Les pido que eooperen y se esfucrcen de acuerdo con estos principios. dela idad En el momento en que este documento fue redactado, las el nuevo orden estaban por definirse; sin em vocado aos més tarde er un gobierno fuerzas politicas y bargo, el espiritu del Juramento seria in por los lidetes politicos en sus luchas por obsen representative. DE LA MODERNIZACION ALA GUERRA 191 La Renovacién dio la oportunidad a los jovenes lideres samu- rai de destruir el feudalismo y abrir el camino asi a un gol verdaderamente nacional. La iniciativa parti, de nuevo, de los clanes del oeste, cuyos daimyé ~aconsejados por sus lideres samu- rdi que ahora controlaban al emperador- devolvieron sus feudos al emperador en 1869, con la promesa de que sdlo mediante la devolucién de su poder recibitian mayor poder. El emperador dejé su palacio en Kioto para ir a residir al castillo shogunal en Edo ~ciudad a la que se le cambié el nombre por Tokio (“Ia capital del Este”)=, y ordené a los seftores feudales reasumir su residencia en la nueva capital y poner sus ejércitos ala disposicién del gobierno del soberano. Después se pudo “invitar” a los daimyd restantes 2 que siguieran ese ejemplo, invitacién a la que sigudleledicro imperial de 1871 que abolié los feudos y los clanes. Asi se destruyé formal- mente el feudalismo como estructura politica, El cambio en el edificio politico afecté en lo material a todas las clases sociales. A los daimys, a cambio de sus posesiones, se les “¥# concedié una pensién anual que consistia en un décimo de lo que e antes recibfan nominalmente, que en efectivo era més; se vieron libres de la carga de mantener a sus samurdi y la mayoria de sus deudas fueron asumidas por el nuevo gobierno o canceladas. Nin- guno obtuvo distincién politica en el nuevo gobierno. Los efectos fueron distintos para los samurai, que en 18Z1 representaban 450 000 familias. Los ingresos que recibian de sus —Gefores Teadales, medidos en arroz, eran pocos y aun asf fueron reducidos a la mitad; se Jes ordend despojarse del distintivo de su clase, las dos espadas, y corrarse el pelo, y se ies impuls6 a ener en el campo de los negocios y las finanzas. Aquel cambio resulta- ba muy dificil para hombres cuya tinica profesién habfa sido las armas, que consideraban que sus feudos les debian la vida y cuya mentalidad estaba regida por la filosofia militar del Bush nueva sociedad que les quitaba la mitad de sus ingresos y su mo- nopolio de portar armas puesto que, entre las nuevas medidas, el ejército nacional se formaria por conscripcién universal- y que, ain peor, los encaminaba hacia el campo que la filosofia confu- cianista tradicional de los Tokugawa definia como el mundo des- 16, Esa bs ° 192 HISTORIA MINIMA DE JAPON preciable del comercio, provocé un profundo malestar en la otrora clase guerrera. No obstante, habida cuenta de su nivel cultural, también habrian de desempefar una t ‘como maestros en el neve sth de gran importanciz no puso en prictica. Muchos s¢ emplearon como trabajadores en las nuevas fabricas, y otros més emigraron a otras tiertas dentro 0 fuera de Japdn. Los samurdi menores se ajustaron a las nuevas e- didas con relativa facilidad, pero la mayoria no pudo hacetic IS descontentos y sus descendientes intelectuales desempefiarfan un papel importantisimo en la historia posterior, en la lucha de Japon Por convertirse en una potencia mundi Por su parte, los grupos capitalistas, los banqueros, los comer- ciantes en arroz y los mercaderes ricos dieron la bienvenida a la Renovacién y a la abolicién del feudalismo. Los Mitsui y los Su- mitomo, que habian financiado Ja revolucién, no quedaron sin su paga, ya que el nuevo gobierno asumié muchas de sus deudas. “hos efecias de la abolicién del feudalisina fueron resentidos puincipalmente por laclase campesina. En 1871, $0% de la pobla- cién de Japén lo constitufan campesinos, en su mayorfa cultivado- res independientes; sin embargo, al abolirse los dominios feudales ese mismo afio, el sistema de tenencia de la tierra cambié y les tierras cultivadas que estaban bajo arriendo subieron 30%. Antes de la Renovacién se habia llevado a cabo la adquisicién subrepticia de tierras por parte de la nueva clase capitalista de terratenientes, que fue legalizada. El campesino se vio libre de sus obligaciones feudales y se convirtié nominalmente en un propierario Jibre que agaba sus impusstas_ng en especie sobre el valor desu cosechts sing en moneda sobre el valor de su tierra, de acuerdo con el nuet® sistema Ge TTDUTACION a ia vierta impuesco.a partir de 1873, Pet otra parte, el campesino era libre de vender su tierra ¢ irse 4 }* — tierra y para crear la agricultura moderna japonesa, Entre las primeras icformrdels nueva era Mei se debe des tacar la educativa. De conformidad con el Juramento Imperial qu° arengaba a todos a buscar los conocimientos donde éstos se hallar sen, se establecié un Ministerio de Educacién en 1871, por medio DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 193 de una ley que proclamaba que “toda la gente, de clase alta 0 baja y de cualquier sexo, debia recibir educacién de tal manera que no hubiera una sola familia en todo el imperio, 0 un miembro en ale guna familia ignorante, o analfabeta’. Tradicionalmente, en Japon, la educacién estaba restringida sélo a los hombres de la sociedad privilegiada, pero ahora, si bien ya se habia difundido la educacin basica hasta alcanzar 50% de la gente comin, la educacién general elemental se volvié obligaroria, El nuevo sistema era una modifi- cacién de los sistemas estadounidenses de primaria y secundaria, por el cual, los nifios y las nifias, desde los seis aiios, debian seguir el sistema educativo de seis aftos en materias elementales, durante los cuales se debfa inculcar la mas completa revetencia y lealtad a emperador, sobre todo a partir de 1891, después de que se publicd el Edicto sobre Educacién. A las nifias se les subrayaba la prepa- racién para su papel posterior de madres y esposas, con lo cual, Japén se adelanté a muchos paises occidentales. Por su parte, las universidades se organizaron sobre el modelo francés, pero era no- table la insistencia, de inspiracién alemana, sobre el entrenamiento vocacional en todo el sistema. La educativa fue una revolucién tan importante como la po- Iftica y la econdmica. Pese a sus errores iniciales, el nuevo sistema educativo tuvo dos grandes aciertos: por una parte, creé un pueblo letrado y, por otra, formé una nacién que a partir de estas condi- ciones marcharia a la cabeza en ciencia y tecnologia. Sin embargo, como fuerza puramente intelectual no cred, ni fue su propésito crear, una filosofia democratica. Para los restauradores era nece- sario que la nueva educacién ayudara a lograr la transicién de un Estado feudal a un Estado moderno, autocratico y presto a la de- fensa frente a las potencias extranjeras. Asi pues, la educacién se li- mité a lograr los propésitos especificos de “la unificacién nacional, la lealtad incuestionable, la adquisicién de una técnica moderna, cientifica y econdmica, y el perfeccionamiento de la defensa na- cional”, Otros cambios, cuya importancia politica habria de verse paulatinamente, como fueron los que se vinieron con la aboiicion de los dominios de los daimyé, significaron el desmantelamiento del orden politico que duré 260 afios; y en lo econdmico, con la 194 HISTORIA MINIMA DE JAPON centralizacién de la recoleccién de impuestos, una verdadera refor- m3 impositiva que permitié la formulacién de planes al gobierno, para su crecimiento y desarrollo econémico, que harfan en verdad a Japén “una nacién rica”. = Por owra parte, la wen. 0 Luuaas y veunica de Japon fue rapida y dramética. Todos los adelantos mecinicos de la época apa- recieron en el comercio, los negocios y los transportes. Se abolieron las barteras locales al comercio y las comunicaciones y se permiti6 la libertad de cultivos. Las técnicas de planeacién de las ciudades y la nueva arquitectura se vieron en Yokohama y Kobe. Se instituyé el sistema postal y telegréfico y se empezaron a construir los fertoca- rriles, asi como las primeras compaiias navieras. La industria textil se modernizé, se fundé el Banco Central de Japén para financiar el comercio exterior y para el control del cambio, al que siguieron otros bancos inspirados en el sistema bancario de Estados Unidos. empezaron a construrse los primeros ferrocarils DELA MODERNIZACION ALA GUERRA 195 El entusiasmo japonés por el mundo occidental se exten= did también al mundo de las ideas y, naturalmente, en Japén hizo su aparicién Ia filosofia politica occidental, especialmen- te el liberalismo dominante del siglo XIX. ;Qué filosofia y qué estructura gubernamental debfa levantarse sobre los cimientos de la Renovacién Meiji Su nuevo programa educativo parecia indicar que el nuevo gobierno seria nacionalista y centralizado al estilo japonés, pero ;seria también democritico, basado en una Constitucién, con partidos politicos y un sistema econdinico se- giin lo entendian los grupos politicos y econémicos influyentes en las llamadas democracias occidentales? La respuesta se pudo ver en ei desarrolio y en ei juego de ias fuerzas politicas inter- nas, sobre todo conforme iban reaccionando ante los resultados de la Mision Iwakura enviada a Europa y Estados Unidos en 1871-1873. Durante 18 meses, algunas de las figuras més pro- minentes del nuevo régimen viajaron a varios paises europeos y a Estedos Unidos. LA MISION IWAKURA Con la evidente diferencia entre las formas de ver el mundo, ast como con el retraso recnolégico ante las armas occidentales de- mostrado sucesivamente a partir de los enfrentamientos iniciales con las armas inglesas navales y la flota del comodoro Perry, mas el resultado de los primeros tratados desiguales suscritos por Ja- pén con Estados Unidos y, después, con las potencias europeas, que impusieron, entre ocras, la cliusula de extraterticorialidad para proteger a sus nacionales, el gobierno de la Renovacién conside- +6 necesario nombrar una comisién especial con el propésito de vigjar a Estados Unidos y a varios Estados europeos y tratar de negociar nuevos tratados en términos de igualdad. Era necesa- rio, también, conocer de primera mano en qué aspectos aquellas naciones estaban més avanzadas y por qué eran capaces de impo- ner sus términos en la negociacién de tratados. Japén deseaba y debfa de ser trarado como igual. 196 HISTORIA MiNIMa DE JAPON Al inicio de la Restauracién se sucedieron varios ataques con- tra extranjeros, lo que condujo a que varios representantes diplo- sufrié om miticos, notablemente el ministro inglés Parkes, qui intento de asesiina:”, 12’... caougue qusupuases para 10s respon sables y muy claras disculpas oficiales basindose en los términos de los tratados firmados, los que empezaron a sentirse como un ver- dadero impedimento para la realizacién de los planes del gobierno japonés. Por esa razén, tan pronto pudo alcanzarse la estabilidad politica necesaria, se 6, como una meta inmediata, la revisién de aquellos tratados. En especial se resentian mucho las provisions respecto a la jurisdiccién consular y las limitaciones para fijar las tarifas aduanales; las primeras, por constituir un atentado contra la soberania nacional, y las segundas, por dafiar seriamente las fi- nanzas gubernamentales, Una vex que se logré la abolicién de los dominios feudales, Sa finales de 1871 se decidié enviar una misién diplomética, la ~-cual deberfa ser impresionante por su mtimero y por la calidad de sus miembros, La misién la encabezaria Ivakura Tomémi, con la *-participacién de Okubo Toshimichi, Kido Takayoshi, ¢ It Hi- = robumi, todos ellos figuras paderosas del nuevo gobierno, y un ® buen mimero de otros oficiales de alto rango, los que, sumados a secretarios, estudiantes ¢ intérpretes, eran més de 50 personas. El grupo salié de Yokohama en diciembre de 1871 y fue recibido con grandes ceremonias en San Francisco y en Washington, donde se enterd que hablar de una revisién de los tratados era atin prema- turo. La misma actitud encontraron en Londres en 1872, y otto tanto les repitié Bismarck, en Berlin, en marzo de 1873. Profunda- mente observadores ¢ impresionados con lo que vieron, los miem- Tepén debe de He Jep$a debia de llevar cabo un gran mimero de reformas, incluso una completa revisién del sistema legal japonés, antes de que estuvieran en posicién de renegociar los tratados en términos de igualdad. Durante el tiempo que duré el viaje -primera experiencia en ese sentido para Iwakura, Kido y Okubo, ya que Ito, antes de la Renovacién Meiji, habfa viajado como estudiante junto con ottos j6venes todos observaron muchos aspectos del progreso econd- ncieron de qu bros de la misién se cow DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 197 mico y militar de los occidentales, el poderio econémico de su industria moderna y el poder social de los ciudadanos y stibditos ceducados, lo cual les interes6 extremadamente y les convencié de que la primera tarea que tenian que llevar a cabo a su regreso a casa era acelerar el paso de la modernizacién. El propésito principal de aquella misién fue lograr la revisién de los tratados desiguales con los gobiernos europeos y Estados Unidos, pero en ese preciso punto fracas6, porque todos los go- biernos se negaron aduciendo que Japén carecia de una legislacién nacional y de instituciones semejantes y al mismo nivel de las que renian sus paises y, hasta en tanto no las tuviera, la renegociacién de los tratados no se realizarfa. Aquella negativa sirvié de mucho para espolear las ideas y las proposiciones de los lideres de la Reno- vacién. Algunos miembros de esa mision, fuertemente impresiona- dos por lo que vieron del poderio occidental, convencidos de que slo en condiciones de paz interna e internacional avanzaria Japén y se fortaleceria frente a otras porencias, formaron, a su regreso, un partido de la paz. En oposicién a ese partido, se constituyé un partido de la guerra, compuesto por audaces militares, antiguos samurai, quienes sostenian que Japén debia reforzarse en lo milicar para igualar alas potencias occidentales —las cuales, en ese tiempo, dirimian sus diferencias por medio de acciones bélicas~ y que se debia entrar en una guerra en Corea y Formosa. Este partido se retiré del gobierno y constituyé el inicio de una oposicidn politica encabezada, entre ottos, por Saigé Takamori. Para manejar la nueva situacién politica, el gobierno creé un Ministerio del Interior, con un control inmediato sobre los go- biernos prefecturales y los de las ciudades. La opesicién demand6 entonces la creacién de una asamblea nacional electiva, lo que fue rechazado por el gobierno, Eso motivé el inicio de una serie de le- vantamientos, principalmente por las reclamaciones basadas en los antiguos derechos y privilegios de la clase samurdi, de los cuales, el mas serio, fue la Rebelién de Satsuma, encabezada por Saigd en contra de la politica general del gobierno para con los samurai y sus tradiciones. La supresién de esa rebelién costé muchas vidas a.ambos bandos, y concluyé con el triunfo de las fuerzas armadas 198 HisToRIA Mt IMA DEJAPON cenviadas por el gobierno, asi como con el suicidio de Saigo con Jo cual se demostré que el viejo orden en Japén habia terminado definitivamente. in medio de la se pal. a 1880 aparecieron grupos y movimientos que pedian una mayor pacticipacidn en la renovacién social, Jo cual encendié el debate politico, en: especial la corriente conocida como “Movimiento por la libertad y derechos del pueblo”. Conforme se hablaba de la fu- ‘tura Constitucién y de lo que se entendia por ese instrumento, aparecieron en todo el pais multiples organizaciones no guberna~ mentales, o contra el gobierno, que constiruyeron una red nacional como niicleo en demanda de mayores derechos que se incluyeran en una constitucién. Similar al movimiento de Saigo, en 1874 apa- recié un grupo encabezado por Itagaki Taisuke, llamado Partido Patriético Piiblico, que presenté un “Memorial sobre el Estable- cimiento de una Asamblea Representativa’; aquel movimiento n0 prosperd y su Iider fue calificado de oportunista. Sin embargo. Ja oposicidn popular continuaba y se organizaron tambign mit: tiples sociedades politicas en e! campo y las ciudades en las que participaban campesinos y antiguos samurdi, los cuales buscaban enviar representantes a las convenciones nacionales. De igual for- ma, en el sector industrial era muy visible la labor de los activistas que estaban detrés del movimiento obtero, donde influyeron las ideas del socialismo que Megaba. La proliferacién de las activida- des politicas de esos grupos que se enfrentaban con las ideas y a* ciones del gobierno sobre lo que debia ser la Constitucién, tenian que choca, y en muchas ocasiones las reuniones de las sociedades politicas y los mitines populares fueron severamente reprimides ¥ ispersados por la policia. Ferseguidos por su ideologia, algunos 4 sus Iideres més notorios, como Katayama Sen, se exiliaron y se mat charon a Estados Unidos y a ottos paises, Katayama participé en lt fandacién del Comintern, del comunismo internacional, y, com sionado por esa organizacién, fue a México, afios més tarde, pat trabajar en la unificacién del movimiento comunista en este pats Hacia 1880, en medio de una gran agitacién interna, el ge” bierno convocé 2 asambleas municipales; no obstante, la agitaci6n 4 tial Bou iracién politica ane °° DELA MODERNIZACION A LA GUERRA 199 continué y se transformé en violencia popular cuando se denun- ciaron piblicamente las corruptas maniobras financieras de los Satsuma y los Chdsha. Eso hizo que se expidiera un edicto im- perial a fin de anunciar la creacién de un parlamento para 1890. Los Satsuma y los Chéshii, al haber sido relegados a puestos muy inferiores en comparacién con los miembros de otros clanes, como los Tosa, crearon una oposicién que ahora usaba el presexto del abuso en los altos puestos con el propésito de forzar la creacién de un parlamento nacional con sus concomitantes naturales, los partidos politicos, Asi se crearon el llamado Partido Liberal (Jiyisd), organiza- do en 1881 por Itagaki Taisuke, una figura politica conocida por oportunista, y el Partido Progresista (Kaishintd), que agrupé a los seguidores de Okuma Shigenobu en 1882, seguido del Partido Im- petialista (Rékken Teiseité). Esos partidos presentaron plataformas politicas muy elaboradas: el primero, estaba por la soberanfa popu- lar al estilo Rousseau; el segundo, deseaba un régimen constitucio- nal restringido segiin el modelo briténico; y el tercero, aun cuando aceptaba una constitucién, deseaba esencialmente un sistema pru- siano. Histéricamente, esas plataformas politicas representaron los primeros bocetos japoneses de un gobierno moderno y liberal; sin embargo, no tenfan un fundamento sdlido en las tradiciones del pensamiento japonés. De hecho, esos partidos no representaban principios politicos propiamente dichos, sino las ideologias per- sonales de los lideres. En ese sentido, aquellos primeros partidos estaban modelados sobre la idea confuciana de que el gobierno es una cuestién més de hombres, los mejor educados y aptos para gobernar, que de leyes. Varios de los grupos de estudio y de ac- tivistas, que daban fe de la educacién politica popular, como el de Okuma, constituirfan la base de futuras universidades privadas gue alcanzaron renombre y que atin existen hoy en dia; ese fue el caso de la universidad Waseda, con el grupo de Okuma; y el de la Universidad Keid, con el grupo de Fukuzawa Yukichi, tal vez el intelectual més importante de la era Meiji. Ese grupo jugé un papel extremadamente importante como introductor y promotor en Japén de las ideas de Occidente. 200 HISTORIA MINIMA DE JAPON Mientras Jos partidos politicos clamaban por una constitu- cin liberal, el gobierno dio los primeros pasos para redactar el documento que preservaria el pader.de le yp saeo ene comisién de investigacton constitucional encabezada por Ito Hiro- bumi. Ito fue uno de los primeros japoneses que salieron a estudiar y observar a los patses accidentales; era del clan Chosha, habia participado en la Misién Iwakura, y se convertiria en una de las primeras figuras politicas de la Renovacién al frente de la nueva comisién, Con anticipacién a la futura Constitucién, se decidié crear un departamento ejecutivo para que se familiarizara con sus labores antes de que se le exigiera adaptarse a un posible parla mento, Asi se dio vida a un gabinete modelado sobre e! gabinete aleman de esa época. Después, se nombré un consejo privado con ko como presidente y, cosa muy importante, se introdujo un sis- tema de mérito en la burocracia y se prepararon cédigos de leyes publicas y privadas. Como las leyes japonesas de antes de la Renovacién habian sido hechas sobre el modelo chino, y como las potencias occiden- tales objetaban que sus nacionales tuvieran que sujetarse a las le- yes japonesas, las nuevas leyes tuvieron que inspirarse en modelos occidentales. Esto ultimo fue el resultado de comprender que, si se querfa abolir la extraterritorialidad occidental, habia que adop- tar principios de jurisprudencia aceptables para Europa y Estados Unidos. Asi, se compilaron un cédigo penal y un cédigo de pro- cedimiento criminal que estuvieron profundamente influidos por el derecho francés, Més tarde, aparecié el cddigo civil con base en el cédigo francés y con contribuciones alemanas y de otros paises, lo que permitié que en 1899 se pusiera fin ala extraterritoralidad. 5e puede ver, ast, cémo varios de los i impor: tantes del nuevo gobierno ya se habjan creado y operaban antes de que se estableciera la nueva Constitucién. Eso condujo a la estabi- lidad de los asuntos politicas, nero también nermitié a la faccién gobernante, encabezada por Ito Hirobumi, mantener el monopo- lio del poder. Ito se apoyé principalmente en tres miembros de la Misién Iwakura, que habian viajado y observado los sistemas de los paises occidentales, para redactar la nueva Constitucién: DE LA MODERNIZACION ALA GUERRA 201 con ellos forms una oficina dependiente de la Casa Imperial para cvitar toda presidn politica de los liberales. Cuando el borrador ‘sruvo terminado, lo ratificé el consejo privado, creado por Ito fon ese propésito especifico, el cual habria de perdurar bajo la Constitucién como el cuerpo mis alto de consejeros del soberano. Cuando el trabajo estuvo listo, el emperador Mutsuhito, el 11 de febrero de 1889, aniversario tradicional de la fundacién de Yamato (nombre antiguo de Japén), otorgé la Constitucién como un rega- Jo imperial a su pueblo. LAS BASES DE LA CONSOLIDACION POLITICA, DEL ESTADO MODERNO: LA CONSTITUCION De entrada, la Constitucién denegaba toda oportunidad para la critica. Para los arstdcratas del consejo privado, que veian el trabajo de Ito ala luz de las tradiciones politcas japonesas, la Consticucién bien podia ser la prueba de un avance progresista, pero, en re dad, con ella, la aristocracia no s6lo habia derrotado al liberalismo, sino también habia ignorado el principio verdadero de las institu- ciones representativas. Habian creado un marco de trabajo para el gobierno, el cual estaba diseftado admirablemente para perpetuar a absolutismo oligirquico en el que habia tenido su otigen. De esta manera, a partir de 1889, el gobierno estuvo dominado por una elite de poder compuesta por la familia imperial, el grupo de cstadistas ancianos (Genrd)y la cémara de los nobles 0 cémara alta, La preocupacién central de los lideres erz ln de proteger las prerrogativas imperiales y, por ese camino, su propio poder con- tra cualquier reto de los menos informados y menos capaces, que esperaban ejercet el poder a través de las instituciones representa- tivas, Los lideres fortalecieron sus posiciones en la corte, alrededor del trono, por medio de una nueva nobleza proveniente de los nobles de la antigua aristocracia cortesana y de los daimy6, segiin suimportancia por antigiiedad, més ls lideres samurdi, que se die- ron rangos y titulos hasta alcanzar algunos, como Ité Hirobumi, la jerarquia de principe. 202. HISTORIA MINIMA DE JAPON sae omepenee i soupans $010}09)0 i noo SoypaNS es sauak | eanensiuwpy | s9jqbaj sasofeun [aug | osuaouad | | saquaknquques sei uo}0913 _soypans eonsn ap | > 2109 awosdng | | saedap | sajueyuaseudas > Sons 5 ewe | ap ereweg | in Be a + [ opeaud | sere | olasuiog | pevodiuy wn |) | areugeg fen ges | | aU Bs | ' awvnueqwon ap 0450 | * “teases Uppaiosia owvajwerquion | (sezang ‘opuewioa owasdng | | ~) onsiiyy ro = eae en | mins | wont} — ag —|, seca Hopy 9p uppMesic, conyyod wowing “¢ ssdonig DE LA MODERNIZACION ALA GUERRA 203 La gran novedad de la Constitucién fue la de crear una Cama- rade Representantes conformada totalmente mediante clecciones, pero la categoria de elector se otorgé sélo a los ciudadanos que pagaban 15 yenes, o mas, de impuestos directos. Esa Camara baja tenia formalmente autoridad igual a la Camara alta y las dos cons- tituyeron la Dieta (0 Parlamento), cuyos poderes estaban restringi- dos a votar los impuestos y el presupuesto, Entre las razones principales por las que los oligarcas accedie- ron a dar a los representantes populares una participacién real, aunque limitada, en el poder politico, estaba la suposicién correcta de que por ese medio se podia crear un sistema politico estable que permitiera la existencia de vélvulas de escape, ast fueran pura- mente en oratoria, para los descontentos. Por otra parte, los lideres también se dieron cuenta de que nada impresionaria més favora- blemente a las naciones occidentales que una forma de gobierno constitucional en Japén, con instituciones representativas y proce- dimientos legales, justos y claros, como los de aquellas naciones. El éxito de la répida modernizacién del gobierno japonés, segun los cdnones occidentales, fue la razén principal de que Inglaterra, en un nuevo tratado, aceptara poner fin a la extratertitorialidad en 1899, y que en tratados negociados sucesivamente le siguieran otras nacioness. asi, Japén obtuvo la igualdad diplomética con l Occidente. Agui cabe recordar que México fue el primer pais occidental cuyo gobierno, en 1888, firmé con el gobierno de Japdn un pric mer Tratado de Paz y Amistad en términos de igualdad, distinto a los que se habfan firmado con otros gobiernos occidentales, todos los cuales contenfan la cliusula de extratervitorialidad, que impli- caba reconocer la desigualdad de Japén, Aquel hecho le gané a México el que el emperador Meiji, en reconocimiento, ororgara al gobierno mexicano el terreno en Tokio en el que se construyé el edificio de la embajada mexicana, cuya situacién favorable, cerca- naa los edificios del gobierno, conserva hoy en dia. En la nueva Constitucién, los poderes del emperador eran muy amplios. Tenfa derechos soberanos y los ejerca dentro de la misma Constitucién; convocaba y prorrogaba la Dieta, disolvia la 204 ‘HISTORIA MINIMA DE JAPON. Camara de Representantes, determinaba la organizacién del go- bierno, nombraba funcionarios y oficiales militares, ejercla pode- res administrativos y de mando sobre el ejército y la armada, de- claraba la guerra y negociaba la paz, etc., pero todos éos poderes y prerrogativas los ejercia sdiv wus et Lundtjo uv oils © estos ministros de Estado, de la Casa Imperial o de jefes militares Después estaba el Genrd, grupo de estadistas ancianos cuya existencia ilustraba el hecho de que el gobierno constitucional de Japon, que aparecfa a los ojos de los extranjeros como una institu- cién de tipo occidental, en st estructura y en su funcionamiento cra en realidad tipicamente japonés. El ejercicio del poder se lle- vaba a cabo a través de érganos agrupados alrededor del empera- dor. Los dos érganos més importantes fueron el gabinete, bajo la direccién de un primer ministro, y el consejo privado. El gabinete tenia el deber de llevar los asuntos administrativos, en tanto que el consejo privado era mas bien un grupo alrededor del empera- dor, encargado de disefar politicas. A estos dos grupos se afiadié, como una tradicién no escrita, un tercer grupo o institucién que se volvié muy importante ¢ influyente: el llamado Genrd o grupo de estadistas decanos. Los genré eran los lideres politicos del periodo Meiji, Después de una vida activa, esos politicos se convirtieron en los consejezos més importantes del emperador, Hlegando a cons- ticuirse en el micleo del poder politico. Este grupo de estadistas dominé la escena politica durante treinta afios después de pro- mulgada la Constitucién; de su seno salieron précticamente todos los primeros ministros y la mayoria de los presidentes del consejo privado, Dominaban, aun cuando no directa o legalmente, el ejé citoy la marina, por medio de los jefes maximos de cada rama, que ‘eran miembros del Genrd. En el caso japonés, el Genré fue ia pice? central para hacer funcionar iana administracién absolurista en ¢l marco de un gobierno representativo, También se podfa observar el ejercicio efectivo del poder er orros campos, como en el tetteno de los asuntos militares, que € taba controlado por hombres cercanos al emperador. Se habia esta- blecido una dualidad casi perfecta entre los asuntos militares y los les. Los movimientos de las fuerzas militares no eran conttola- ci DELA MODERNIZACION A LAGUERRA 205 dos por el gabinete, sino por el llamado comando supremo. Este organismo era tedri¢amente otro aspecto del poder imperial, pero en la prictica estaba constituido por un grupo de altos oficiales que usualmente eran miembros del Genré y actuaban en nombre del emperador. A finales del siglo XIX, la practica era que los mi- niseros de Guerra y Marina del gabinete fteran aprobados por las fuerzas armadas de las que eran miembros activos. Como militares que eran, estaban bajo la autoridad del comando supremo y de los superiores de sus servicios respectivos; de esta forma los militares podian en cualquier momento forzar a esos hombres a renunciar a sus puestos en el gabinete. Con este procedimiento, los militares ¢ran capaces de provocar la caida de cualquier gabinete 0 impedir la formacién de uno nuevo, s6lo con rehusar la colaboracion de las fuerzas armadas. La tinica forma en que los militares podian ser mantenidos a raya por otras fuerzas politicas eta por medio del control que tenia la Dieta sobre las ampliaciones al presupuesto. Como la razén principal del incremento constante del presupuesto eran las exigencias de més dinero para el ejército y la marina, las autoridades militares estaban en conflicto constante con los lideres de los partidos politicos. Si bien la constitucién describfa la forma en que la oligarquia gobernaba Japén, no basta para explicar por qué los genré pudie- cin segin el modelo prsiano EH emperador Meiji pasa revista eécito constieuido por conscripiin se ce » Alloat 206 HisToRA MINIMA DEJAPON ron mantener el control durante tanto tiempo y con tal efectivi- dad. Las razones del fincionamiento del sistema estaban en otra institucién. Et proceso intelectual dela Renovacién Meiji se centr} en la restauracién de las pasadas gionias ue japon y Ue ul MStITOCO" imperial, de alli que lo importante fuera la institucidn, mas que la persona misma del emperador, porque esa institucién, con todos los mitos que la configuraban, era el simbolo de la unidad de un pueblo. Como se mencioné antes, los shigun Tokugawa conserva- ron vivo el mito de que el emperador era la fuente de todo poder, y fueron muy cuidadosos en hacer que cada shigun fuera investido por el emperador. Por su parte, los lideres de la Renovacién hi- cieron de la institucién imperial el simbolo central de su sistema ideolégico. El emperador se convirtié en el objeto de Ia veneracion nacional y debia ser aceptado por todos como el gobernante abso- lute de la nacién. Su prestigio nunca habia sido tan grande, pero su poder personal permanecié limitado. Cuanto mayor era la reve- fencia hacia el emperador y su poder absoluto, tanto mas grande era la autoridad de aquellos que gobernaban en su nombre. Por sa razén, los lideres de la Renovacién se empetiaron en desarrollar ‘el culto de la veneracién al emperador, para hacerlo simbolo de la uuhidad nacional y transferir los fuertes lazos de lealtad feudal, que no habian sido debilitados o descruidos por los cambios sociales de la época Tokugawa a su persona. Desarrollar la lealtad personal hacia el emperador era necesario a causa de la destruccién de las instituciones feudales. Los Toku- gawa habjan creado una lealtad jerdrquica, segiin la cual, los cam- pesinos, por medio de los funcionarios de la comunidad aldeana, cran leales a su sefior feudal, el sefior feudal al shagun y el shogun al emperador. Con ios cambios sociales se fue produciendo un vacfo que los lideres Henaron con la idea magnificada del emperadors todos los japoneses debfan ser iguales al menos en un aspecto: la reverencia al emperador y la obediencia a sus drdenes. Se conside- raba que el emperador y el Estado eran una y la misma cosa. De esta manera, el nacionalismo japonés tomé una forma que ya 90 era comin entre las naciones occidentales. Se necesitaba creat la imagen del emperador como el objeto de la veneracién nacional, DE LAMODERNIZACION ALA GUERRA 207 porque, por primera vez en la historia japonesa, habia surgido la necesidad de una lealtad masiva, Como era légico, hubo que tomar medidas importantes para fortalecer aquella imagen. Los poderes del emperadot fueron defi- nidos por ley en la Constitucién, y como ésta habia sido promul- gada por el emperador mismo, sdlo él tenia la capacidad de iniciar enmiendas y cambios; ademis, la Constitucién misma estaba por encima de criticas, pues a nadie le estaba permitido criticar al em- perador; su persona era sagrada e inviolable. El tenia el mando su- premo del ejército y la marina, poder que debfa ejercer por medio del consejo de ministros, y en esa, como en otras prerrogativas que le reconocia la Constitucién, no podia haber interferencia alguna de la Dieta. Era natural que la oligarquia japonesa, especialmente el grupo que controlaba al nuevo régimen, se apoderara del empe- rador como su pieza més valiosa y pusiera gran cuidado en evitar disputas sobre la sucesién mediante una ley de la casa imperial y un ministerio del mismo nombre, que se encargara de menejar todos los asuntos del emperador y su familia, los que disponfan de un gran patrimonio en bienes raices y un ingreso anual importante. Hubo un tiempo en que la politica japonesa parecta-una lucha por apoderarse del cuerpo del emperador; por esa raz6n, el ministro de la Casa Imperial y los que trabajaban con él tenfan que ser seleccio- nados con gran cuidado, ya que controlaban el acceso al soberano. Sin embargo, no bastaba con definir la posicién del emperador en la constitucién, se debia crear también una base emocional para provocar la reverencia y la obediencia necesarias. La oligarquia lo intent6, haciendo, del emperador, la figura central de la religién shinté, revivida con el apoyo oficial. Esto se hizo a costa de mini mizar las otras religiones; el confucianismo, no considerado como una religién, se mantuvo en apoyo del sintoismo. El budismo hubo de suftir intentos iniciales para menguar su importancia entre el pueblo, en contra de la politica que habian seguido los Tokugawa. El cristianismo también fue reprimido, si bien después de 1873, a causa de los tratados firmados, fue de nuevo tolerado; sin embar- 80, siempre fue visto con sospecha, a causa del reto peligroso que representaba para conservar las bases ideolégicas del Estado. 208 HISTORIA MINIMA DE JAPON En su nueva forma, el shintd era una presentacién y elabo- racidn renovada del antiguo principio de la veneracién 0 culto a divines de tos antepasados. La doctrina se refe Japon, su gente y sa ec, gacién de una lealtad ilimitada al emperador, quien expresaba la voluntad de los dioses. De esto no se necesitaba mucho esfuerzo para llegar a la conclusién de que los que habfan sido bendeci- dos de esta manera tenian la obligacién de gobernar el mundo y establecer sus instituciones divinas. Esta fue la mezcla de mito ¢ historia, leyenda y realidad, que hicieron los reformadores M para modelar un instrumento extraordinario en pos de lograr la lealtad de las masas hacia la institucién imperial y la persona del emperador. En ese momento histérico le dieron a Japén una unidad que tal vez no habria alcanzado de otra forma, al mismo tiempo que un sentido de unicidad que le habria de servir no sélo para contrarrestar las ideologias extranjeras, sino para, afios més tarde, y bajo nuevas circunstancias, impulsar y llevar a cabo su propio proyecto nacional, hegeménico y expansionista en el Este de Asia. Una vez que se tenia el simbolo, la meta siguiente era lograt que la gente, como un todo, entendiera la idea y tomara una ac- titud positiva hacia ella. Eso se logré con el establecimiento de la educacién elemental universal, que estaba planeada no sélo para entrenar a la poblacién en cuestiones técnicas, sino también pa- ra doctrinar a la gente en la versién de la tradicién japonesa que envolvfa la doctrina de la divinidad del emperador. Todo nifio japonés crecié asi con Ia creencia de que el emperador era divino y de que todos los japoneses participaban de una descendencia comin de la diosa del sol, Amatenasu. En la primeza etapa de los cambios en la educacién no se insistié tanto en ello, pero a part de la publicacién del Edicto Imperial sobre la Educacién de 1891, el retrato del emperador estaba en todas las escuelas ¢ institucio- nes piiblicas, y las ceremonias de reverencia especial a tan august presencia eran parte de la rutina diaria. El emperador era la cabeza espiritual y temporal del Estado, y los ministros eran responsables ante él, no ante el pueblo o la Dieta. arader: est DELA MODERNIZACION ALAGUERRA 209 Todos los ciudadanos eran responsables del bienestar de la nacién. La sociedad estaba en primer lugar. En esta atmésfera no era Facil que progresaran movimientos como el liberalismo o el socialismo, que estaban en su apogeo en los paises occidentales, Dentro del pensamiento politico japonés no existia linea de dis- tincién alguna entre los derechos individuales y la autoridad del Estado. Todas las ideas bisicas anteriozes ayudaron a configurar la definicion del gobierno japonés, cuya estructura ideoldgica, creada por los lideres de la Renovacién, cumpli ciertamente los propési- tos de éstos, especialmente durante los primeros afios; més tarde, sin embargo, fue puesta a prueba por el Japén que ellos crearon. Desde un principio, esa estructura fue aceprada con més narura- lidad y facilidad en los pueblos que en las ciudades; parecia haber sido hecha a propésito para los campesinos que habrian de formar el ejército y cuya lealtad era prioritatia. El poder formidable del Estado dio vida y mantuvo activo un sistema que duré hasta el final de la Segrnda Guerra Mundial; pero, para ese entonces, ya hacia tiempo que los profundos cambios sociales, que inevitable- mente trae consigo la industrializacién, asi como las influencias intelectuales que no fue posible mantener afuera, habfan minado tas bases de aquel sistema y preparaban la nueva época, La Renovacién Meiji fue también, sin'duda, una revolucién cultural. El nuevo gobierno apoyaba y animaba la adopcién de las costumbres occidentales, como parte de su plan de destruir los “viejos malos habitos”. Se pensaba que el fortalecimiento material de la nacién tenia que descansar en costumbres nuevas, iguales a las que podian observarse en los paises més adelantados y que se suponia eran los cimientos de un Estado moderno y poderoso. Los habivantes de las ciudades, més dispuestos a ensayar e intentar autevos hdbitos y todo lo que constituyera novedad, respondieron con entusiasmo; los campesinos de los poblados pequeitos, ale- jados de las ciudades, lo hicieron con una mezcla de esperanza y temor: los cambios podrian tal vez mejorar sus condiciones de vida pero, al mismo tiempo, las innovaciones podsian arrebatarles sus costumbres y creencias tan arraigadas, a las cuales no estaban tan prestos a renunciar. 210 HISTORIA MINIMA DE JAPON Durante dos decenios se produjo una especie de locura colec- tiva, mds notable en las ciudades, por adoptar todo lo que fuera Algunes observa- occidental, ya se tratara de objetos 0 de ide: dores llamaron a esta época el “periodo de la intoxicacidn”, que fae captado agudamente por el pincel y el l4piz de los artistas ja poneses de la época, mds que desctito en la literatura. La misma percepcién aguda que condujo a que los artistas japoneses, en el siglo XV1, captaran a los portugueses y espaiioles y lo que Hevaron en los primeros buques mercantes europeos. La prosperidad en la modernidad, vista por un artista japonés LA EXPERIENCIA DE LOS PARTIDOS POLITICOS ién, on toda sa exbetiencia ién, con toda su experiencia, pensa: Los lideres de la Reno’ cuidadosamente la cuestién de cudnto ejercicio de poder efecti- vo habia de darse a los partidos politicos, y hasta dénde podia funcionar la Dieta, de tal manera que la democracia y su ejerci- cio se hicieran aparecer como una realidad a los ojos de los paises extranjetos. La importancia de ese razonamiento se revela frente al triste ejemplo de China y sus problemas con las potencias eu- ropeas. Es posible que, en los inicios de esa nueva experiencia, los DE LA MODERNIZACION ALA GUERRA 211 lideres japoneses no fueran conscientes del significado que dar a los representantes populares una participacidn real y creciente en la vida politica y en el poder politico contribuisia a lograr un sis- tema mds estable, Pero, si bien no lo podian saber a ciencia cierta, su intuicién les aconsejé dejar espacio en la constitucién para un crecimiento en el ejercicio democratico, que se inicié con el uso de Ja oratoria en la Dieta como valvula de escape, y con la formacién misma de los partidos, Desde que el emperador otorg6 la constitucién, los lideres de la Renovacién, agrupados en el Genrd, monopolizaron los cargos mis altos del Estado hasta 1918. Desde que en 1885 se estable- cié el cargo de primer ministro y hasta 1918, s6lo en dos breves ocasiones dicho cargo no estuvo en manos de ese grupo; esa alta posicién se rotaba entre Ito, Yamagata, Katsura y Terauchi, del grupo o clan Chéshi; Kuroda, Marsukata y Yamamoto, del clan Satsuma; Okuma, del grupo Hizen, y Saionji, noble de la corte. Los mismos hombres dominaron el consejo privado, el ejéccito yla marina. Es obvio, pues, que dominaban los hombres de los grupos Satsuma y Chésha. La Dieta se reunié por primera vez en 1890, pero los par- tidos politicos, que ya existian, habjan iniciado su oposicién al gobierno por su falta de efectividad en revisar los tratados des- iguales firmados con los paises extranjeros, Japén no tenfa todavia un sistema judicial que satisficiera a las potencias europeas y a Estados Unidos, y no habia logrado persuadir a esas naciones a que renunciaran a ka extraterritorialidad. Con base en el sistema francés, Japén reorganizé su judicatura. El primer cédigo penal y de procedimiento criminal, redactado sobre el modelo francés, fue promulgado en 1880 y entré en vigor en 1882, Igualmente, se aprobé, en 1889, un cédigo de procedimientos civiles tomado del modelo aleman, pero el nuevo cédigo comercial entré en vi- gor sdlo hasta 1899. La mayor parte de esas reformas estaba solo en el papel, ya que no existia un ntimero suficiente de abogados con entrenamiento adecuado para ponerlas en vigor. Con ello se retardaba la abolicién de la extraterritorialidad, para conveniencia de las potencias extranjeras. 212 nasronta afsima DE JAPON En 1882, el conde Inoue, ministro del Exterior, negocié con Jos representantes extranjeros, en Tokio, la revisién de los tratados desiguales, sin éxio alguno. Su sucesor, el conde Okuma, volvié a insistir,en 1887, en la revision y sélo pudo obtener la firma de un tratado con México en 1888, negociado sobre las bases de igual- dad. No obstante que México, como hicieron notas, a sus gobier~ nos, los representantes extranjeros en Tokio cuando informaron de este hecho, ‘no era una potencia”, ese modesto triunfo fue muy importante para el gobierno japonés, que pudo esgrimirlo en las nnegociaciones sucesivas. Sin embargo. el fracaso del conde Okuma para lograr la firma de nuevos tratados sobre la base de igualdad con ottos paises, oca- sioné la caida del gobierno del primer ministro Kuroda, y abrié el paso para que Yamagata Aritomo, un samurdi de Chéshii, milita- rista y lleno de planes, Ilegara a ser primer ministro. Con Yamagata se inicié una época de enfrentamientos constantes entre el gobiex- no y la Dieta, sobre todo acerca del presupuesto militar que era cada vez més grande. El juego de los partidos politicos en la Dieta, y entte ésta y el gobierno, era de una oposicién entre los distintos grupos, sobre todo Hizen y Tosa, contra el monopolio del poder de los grupos Satsuma y Chésha. El arma principal de ese enfren- iento era la exigencia de que el gabinete fuera responsable ante la Dieta, lo que era un reto directo a la constitucién misma. Los Lideres de los dos partidos iniciales, y los dos més poderosos entre los nueve que se formaron cuando se dio vida a la nueva politica, el Jiyuto y el Kaishinto, en abierta oposicién a la oligarquia de Satsu- ma y Chéshii trataron de suspender la constitucién hasta que los partidos tuvieran participacién en el control politico, El gobierno respondié adoprando tuna medida a ia que habria de recurtir con frecuencia en los aitos siguientes: disolver la cimara de represen- antes y forzar nuevas elecciones. La nueva cémara no fue mejor que la anterior en cuanto al problema del control de gabinete, que se habia convertido en el punto de prueba. A Marsukata le siguié Ito, pero la cémara no se sometia; Ito renuncié durante un breve periodo, pero regtes6 6 pronto, armado de un edicco imperial cuyos efectos desaparecie- DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 213 ron con rapider. Ante una nueva disolucién de la Dieta se dio una renovada insistencia, esta vex con la pretension de elevar una peti- cién al ono mismo y la Dieta nuevamente fue disuelta. Ito, que habfa sido el artifice principal de la consticuciéa, se encontraba frente a una situacién ingobernable y aparentemence sin salilas fixe entonces cuando tomé una decisién que resolvié temporalmente el problema con la Dieta: se puso a favor de una guerta conera China por el problema de Corea. Ante la disyunciva de continuar bloqueando al partido de la guerra dentro de la oligarquia, 0 de re~ nunciar y dejar el lugar al principe Yamagata, el principal abogado de la guerra, o de uni ala oligarqufa con la nacién al precipitar un conflicto con China, escogié esto tiitimo, con el resultado de que, or primera vez, todo el pais apoyaba al obiecno. Ya no hubo pro- blemas con la Dieta, la cual vors que se le diera al gobierno todo el dinero que necesitara para la guerra. 1a historia de todo este petiodo, el tltimo decenio del siglo XIX, estuvo marcada por la rivalidad personal entze Ito y Yama- gata. Este fue el caso de dos personalidades que simbolizaron la lucha entre las dos ramas de a oligacquéa, la civil y la militar, y que gradualmente se iri transformando en un conilicto entre los mi- litares y los partidos. Los dos hombres pertenecian al mismo clan, el Choshi, y ambos hicieron concribuciones muy importantes al Japén de la Renovacién. Yamagaca fue quien organizé la fuerza militar en Choshi, Ia cual ineluyé por primera vez a campesinos en sus filas. Viajé a Europa para estudiar y observar las cuestiones militares y a su regreso organiz6 el primer ejército japonés mo- demno. Fue el responsable de que se insticuyera por primera ver la conscripcién, y el que sofocé la rebelién Satsuma. Yamagata no crefa en la democracia ni en sus instituciones, y fue ministro del interior antes de que se promulgara la Constituciéns bajo ésta fue primer ministro, no obstante haber aceprado con dificultad ese do cumento, Durante su petiodo como primer ministro, al observar el comportamiento de la Dieta, tomé la determinacién de que los politicos de partido, mientras él pudiera impedirlo, nunca interfe- Firfan con los incereses del ejército, os cuales estaban por encima de todo, Bse punco de vista fue la causa de su enemistad con Ito, 214 HISTORIA MINIMA DE JAPON Cuando la Misién Iwakura estaba en su viaje de observacién, el gobiemo japonés, con Okubo Toshimishi al frente, empeas a ensa imperio nue- vos teritorios. Si la camparia de una invasién a Corea fracasé por lh oposicién interna que la idea encontt, estaban otros objetivos como las islas Rytikyi, cuyo control también reclamaba China. Ja- pon envié una expedicién militar de 3 000 soldados con el pretexto de exigir reparaciones por el asesinato de varios néufragos japoneses por los aborigenes en 1871; muchos de esos soldados murieron por enfermedades tropicales. Las exigencias japonesas slo obtuvieron una muy modesta reparacién que el gobierno chino pag6, pero se quedé el propésito de anexar esas isls a las que se necesitaba incor- porar a la civilizacién, pensamiento muy similar al que usaban las potencias occidentales para ancxarse territorios ajenos. En el propio archipiélago japonés, el objetivo de anexién y expansién se obtuvo cuando, en 1869, la isla més al norte, Hokkaids, hogar del pueblo ainu, fue incorporada formalmen- ce en el imperio como una prefecture. Diez aftos més tarde, en 1879, el gobierno japonés forz6 al rey de las islas Ryikyii a abdi- car, con lo que pudo incorporarlas como la nueva prefeccura de Okinawa. En ambos territorios, las poblaciones aborigenes em- pezaron a resentir el proceso de convertisse en ciudadanos japo- neses, con las limitaciones que atin hoy en dia existen impuestas por una cierta discriminacién. La guerra contra China de 1894-1895, que comenzé cuan do una expedicién militar que mandé el gobierno japonés con el pretexto de proteger a los residentes japoneses en Corea, enfrentd alas fuerza navaeschinas enviadas para responder asus oblign- ee Gace de Japén en abril de 1895, lo que permitié, a Ito, la firma del Tratado de Shimonoscki, en el que quedaron de manifiesto que las aspiraciones japonesas iban més allé del suelo coreano, Ademés de exigir una paridad con China en la intervencién de los asuntos internos de Corea, Tokio logré el control de Taiwan con el envio de un ejército numeroso que se encargé de aplacar el furioso na- cionalismo taiwanés, més las islas inmediatas, con lo cual esas islas DE LA MODERNIZACION ALA GUERRA 215 se convirtieron en colonia japonesa. También obtuvo la peninsula de Liaodong, en China, y derechos de construccién de un ferro- carril en el sur de Manchuria, lo que se convirtié en el inicio de la presencia expansiva de Japén en esa provincia china. Fue una guerra répida y una victoria relativamente fécil, que demostré a Jos occidentales el dominio de las armas modernas alcanzado por Japén, y que, en adelante, tendrian que tomar en cuenta a esa nue- va potencia en cualquier plan sobre Asia oriental. Tan fuerte fue el impacto de aquella demostracién que, al sentir la competencia japonesa en China y ante el peligro de perder sus intereses en ese pais, Rusia, Francia y Alemania, en una intervencién conjunta, obligaron a Japén a devolver ia peninsula de Liaodong a China, ademas de aconsejar los términos del tratado que se firmé entre los dos paises. Ito tuvo que cargar con la culpa de aquella devolucién forzada, pues los militares japoneses gritaron su inconformidad al verse obligados a ceder sus trofeos de guerra. La caricatura en Ia prensa al eriunfo de la guerra entce China y Japén: el “gigance chino” veacido por el pequefo guerrero japonés. 216 HISTORIA MINIMA DE JAPON EL 12 de febrero de 1895, 1 leg afin con la cada de Wea A partir de aquellas escaramuzas politicas, el tihkimo decenio del siglo XIX vio a Ito maniobrar con los partidos mediante nego- ciaciones, tratando de dejar, siempre fuera del alcance de éstos, el control del gabineve por medio de la Dieta. De haber obtenido los partidos ese control, seguramente se habrfa puesto en peligro el programa de desarrollo econémico, el cual estaba basado en gran parte en los impuestos sobre la tierra y las industrias locales, como las fabricas de sake, La violencia del ataque de los partidos politicos contra el gobierno residia en el cargo de que este usaba aquellos fondos para ia construccién de grandes industrias, de las cuales la militar era la més notable. El resultado de aquellas violentas campafias fue, de nuevo, la disolucién de la Dieta, cuando esta no aprobé la ley de impuestos sobre la tierra. En ese mismo periodo coincidfan las ambiciones expansionis- tas de Estados Unidos sobre el Océano Pacifico, hacia occidente, con las de Japén hacia el oriente, sobre las mismas aguas ocednicas. En Jas relaciones exteriores se resentian los problemas de la coin- cidencia del control de lugares que tanto Tokio como Washington consideraban como puntos estratégicos 0 apoyos indispensables en los planes respectivos de expansién, aun cuando fuera por razones distintas: una muestra de ello fueron las islas Hawai. El gobierno japonés las consideré como un tetritorio al que podia enviar ex- Ps DE LA MODERNIZACION ALA GUERRA 217 cedentes de poblacién para tratar de solucionar las presiones in- sernas. Inicialmente, envié grupos de ciudadanos japoneses para trabajar en la agriculcura, y enseguida importé grupos de ciudada~ nos chinos, los que en medio de las dificiles condiciones de trabajo que les imponian los japoneses empezaron a desertar pata irse a las ciudades a poner su propio negocio. Para el gobierno de Esta- dos Unidos, el archipiélago hawaiano era un punto ideal de recale para los barcos de su marina y comercio, sobre todo después de descubrir las conveniencias que representaba el apreciado puerto cn la desembocadura del rfo Perla (Pearl Harbor). Tras algunas dis- cusiones en Washington, las maniobras adelantadas de la matina estadounidense bajo las drdenes del secretario Theodore Roosevelt hhabian conseguido apoderarse de Hawai en 1897; a pesar de las protestas japonesas, el presidente McKinley logré que el Congreso de Estados Unidos aprobara la anexién de las islas hawaianas en junio de 1898. Japén, en especial los militares de la armada japonesa, resintid perder Hawai, pero decidié no pelear por aquella base que tanto deseaba y s6lo pidié garantfas para los residentes japoneses. Con sa derrota se empezé a dar a Washington a impresién de que ante una posicién firme en asuntos de interés comin, Japén siem= pre cederia, En el mismo aio de 1898, y casi al unisono con la anexién de Hawai, en un episodio al que en el Departamento de Estado se llamé “la espléndida guerra pequefia”, Espafia enters en guerra con Estados Unidos, lo que tuvo como resultado la pérdida de su colonia de las islas Filipinas, su primer y sltimo puesto de avanzada en el Pacifico. Esa guerra, que no le significé a Estados Unidos mayores problemas y gastos, se resolvié en la negociacién del tratado de paz en Patis, por el que Madrid también tuvo que ceder al vencedor las islas de Cuba y Puerto Rico en el mat Caribe, En el tiltimo aiio del siglo XIX, Ito empezd a considerar la idea de organizar un partido del gobierno, pero se enfrenté a la oposi- in de Yamagata, encinigo de los partides politicos. Después se dio el primer intento de los parcidos de formar un gobierno pero, pasados dos afios, el experimento fracas6, debido a las divisiones internas ya las peleas continuas por ocupat los mismos puestos. En 218 HISTORIA MINIMA DE JAPON ausencia de Ito, les leg a Yamagata y a los militares la oportuni- dad de formar un nuevo gobierno; a pesar de que Ito habia logrado organizar un nuevo partido politico, casi como el partido oficial, para conuarrestar la creciente influencia de los militares, tuvo que renunciar a la jefacura del partido, dejar el lugar al principe Saionji y retirarse a presidir el consejo privado, no sin haber pasado por Ia dificil cireunstancia de hacer que su partido, el Seéyitkai, vorara a favor de la ley de impuestos sobre Ia tierra, destinada a fortalecer Jos gastos militares para la inminente guerra contra Rusia. JAPON SE INICIA COMO POTENCIA INTERNACIONAL Mientras Japon incrementaba mas sus compromisos con ¢l exte- rior, mayor se hacfa la influencia de los militares dentro de la oli- garquia. Pasada la experiencia de la guerra contra China, al cerrar el siglo XX, y en vista de los logros obtenidos, a partir de 1900 se hizo efectiva la regla, introducida por Yamagata, de que sélo los altos oficiales en activo podian ser ministros del Ejército y la Marina. Como no hubo oposicién alguna a esa regla, a partir de entonces, los militares podian hacer caer un gabinete con séio rehusarse 2 nombrar ministros del Fjército y la Marina hasta en tanto la composicién del gobierno no tuviera su acuerdo. En esos arreglos internos, con la llegada del nuevo siglo, en.1901, vino la participacién de los militares japoneses en el rescate del distrito de las legaciones extrajeras en Pekin, ante el asedio de las fuerzas armadas de la rebelidn de los Boxers en China; soldados japoneses, como parte de un ejército extranjero multinacional, en que par- ticiparon soidados britanicos, franceses y de Estados Unidos, se tunieron para derrotar a los rebeldes chinos y poner en libertad a los extranjeros que se habjan atrincherado en los edificios de sus legaciones respectivas. Aquel ejército fue juntado apresuradamente por las potencias cuyos intereses en China se vefan en peligro, en- tre las cuales estaba Japon. Después de aquel episodio y conforme crecfa la conviccién de que la guerra contza Rusia era inevitable, en Tokio, los partidos DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 219 politicos perdieron la batalla de hacer que el gabineve fuera respon sable ante la Dieta, y se dedicaron a negociar para obtener puestos en cada nuevo gobierno y a vorar patridticamente los foncos ne- cesarios para el ejércico y la marina. Desde el episodio de la guerra contra los Boxers, en que el ejércico multinacional ayudé al go- bierno chino a terminar con el problema de aquella insurreccién, Rusia, Francia y Alemania buscaron aprovechar la oportunidad y exigis, del debilitado gobierno chino, su recompensa. Ya en 1896, Rusia habia hecho el primer movimiento al asegurarse el derecho de construir el Ferrocarril Oriental Chino, a través de Manchuria, para unir a Vladivostok con el tertitorio ruso hacia el oeste. En noviembre de 1897 le tocé el turno a Alemania para presentar sus demandas, que resultaron en un tratado firmado en 1898, que le dio una base naval en Kiawchow y amplios derechos econdmicos en la provincia de Shantung. Las noticias de todas aquellas manio- bras y concesiones del gobierno chino desataron una carrera de las otras potencias por asegurarse concesiones de China. Poco después del convenio con Alemania, Rusia recibié en arrendamiento Puer- to Arturo y que se le reconociera su posicién especial en Manchu- ria, Francia, un mes mds tarde, adquirié una base en Kwangchow, derechos ferroviarios en Yunan y la promesa de China de'que no concesionarfa esa provincia, ni Kwangcung o Kwangsi a ninguna otra potencia, Todo ello llevé a Inglaterra a salvaguardar sus pro- pios intereses econémicos y estratégicos: para julio de ese mismo afio consiguié un acuerdo con el gobierno chino de no concesio- nar el valle del rfo Yangze, una extensi6n de territorio opuesco a la isla de Hong Kong y el arrendamiento de una base en Weihaiwei, cercana a Canton Todas aquellas concesiones chinas preocuparon a Japén; si bien también Tokio obtuvo un compromiso con China de que no cederia la provincia de Fukien, directamente frente a la isla de Taiwan. Aquellas maniobras y acuerdos con’ un gobierno chino claramente incompetente para frenarlas, llevé al episodio del sitio de los Boxers de las legaciones chinas en Pekin, el cual concluyé con Ia participacién de Japén en la enorme indemnizacién que las potencias le exigieron a China. En la colaboracién internacio- 220 HISTORIA MINIMA DE JAPON sgaciones extranje- nal de Jas grandes potencias para liberar a las le coveché el ras, Rusia se mantuvo conspicuamente ajena, pero apr con sus fuerzas atmadas, con a forzar para cup: Y el pretexto de los desérdenes que habian estallado ali'y par {China a reconocet tin protectorado suyo en ese territorio, lo cual Jevanté grandes protestas de las otras potencias, a més vigorosa de las cuales fue la de Japén. El resultado fue enemistar 2 Rusia, que ya antes habia reconocido los intereses especiales de Japon en Corea, y acercar amistosamente a Inglaterra, que no deseaba una mayor presencia rusa en territorio chino, Esa cercania condujo @ la firma de la alianza anglo-japonesa en enero de 1902. Esa alianza dio a Inglaterra el papel de tutor en la modernizacién de Japon, por medio del entrenamiento de oficiales navales, la educacién de estudiantes, el envio de expertos en muchos campos y la esperanza de que, a través de esa colaboracién, se crearia en Tokio un grupo influyente que favoreceria um mayor acercamiento. ‘Aquella alianza dio los frutos esperados y Rusia accedié a reti- rar sus fuerzas de Manchuria en dos fechas. La primera se cumplid y hubo un retiros la segunda no se cumplié y en las negociaciones que se iniciaron ante la protesta de Japén, apoyado por su aliada, Inglaterra, Rusia no accedié alos cérminos que se le exigfan. E: medio de una gran presién piiblica, y al no tener las’respuestas gue todos esperaban, el primer ministro Karsura declaré la guerra a Rusia en febrero de 1904, Pocos dias antes, tropas rusas cruza- ron la frontera ¢ invadieron Corea, mientras que unidades navales japonesas atacaron un escuadrén ruso y aseguraron el control dei ‘estrecho que le separa de Corea; el primer ejército japonés atacd 1 lo largo del rio Yald y, en abril, la armada japonesa sitié Puerto a ‘Arturo. En 1904 se expandié 4a no Japén cuando este atacé a los rusos en Puerto Arturo. También Ja- pén se movid en Manchuria, y, en agosto y septiembre, los rusos tuvieron que desalojar Mukden ante la poderosa fuerza de cerca de 400 000 soldados japoneses que ocuparon la ciudad. El golpe definitivo vino con el aiio nuevo de 1905, cuando la flota rusa del Baltico, que habia zarpado de Europa en noviembre del afio ante- rior y habfa navegado medio mundo para ir a terminar el bloqueo dower dovpor DE LA MODERNIZACION A LA GUERRA 221 de Vladivostok, se enfrenté con las fuerzas del almirante Togs en el estrecho de Tsushima, en mayo de 1905, y fue aniquilada. Ast, tras dos afios de lucha encarnizada con gran costo en vidas huma- nas, Japén vencié a Rusia; por primera vez, una potencia asidtica derroté a una porencia europea moderna. Aquella derrota favore- cid la peticién que hizo Japén al presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, de que ofreciera su mediacién para organizar la conferencia de paz que se reunié en Portsmouth, Nueva Hamp- shire, en agosto de 1905. La derrota de Rusia significd, a ese pais, el incremento de sus dificultades internas, cuando el régimen za- rista estaba en graves aprietos, enfrentada a una derrora tan humi- llante. Sin embargo, Rusia no concedié todo lo que Japén pedia para firmar la paz, lo que dio lugar 2 grandes y violentas protestas publicas en Tokio, pero, finalmente, obtuvo como trofeos de gue- tra, mediante el acuerdo con China segiin el Tratado de Pekin de diciembre de 1905, el reconocimiento de sus intereses en Corea, derechos valiosos en el sur de Manchuria, con lo cual se le permitié a Japén poner un pie firme en esa provincia, la isla de Taiwan y concesiones comerciales en China. La batalla naval del Mar Amarillo encce la mavina de Japén y la floca de Rusia DEJAPON 222 HISTORIA MINIMA ci identales, Sintiéndose ya a la par de las grandes porencias oe si Japén inicié negociaciones para la renovacidn de su aliam gociaba su paz con Rusia, Inglaterza, casi al m ciaba su pi ° 5 : al le obtuvo, y en 1907 firmé un nuevo acuerdo ruso-japonés per de su influencia en Manchuria: Ru- -e acuerdo fue un golpe decisivo para de Estados Unidos, los que tam- bién deseaban que China les concediera derechos para construlr un ferrocarril que compitiera con el existente del sur de Manchuria y habian sofiado con lograr una interconexién de rodas aquellas lineas ferroviarias y ponerlas bajo la administracién de un consor- cio internacional en el que participaran Rusia, Japn, Inglaterra y Estados Unidos. En esos momentos, Ja propuesta de esa idea no fue considerada seriamente por los planes y politicas que cada una de las potencias mencionadas llevaba a cabo en China. Japon también firmé otro acuerdo con Francia respecto a sus intereses en Indochina. En el primer decenio de! siglo XX, el gobierno japonés estuvo apoyado por el partido Seiyitkai, y como primeros ministros se al- ternaron Katsura y Saionji. La guerra con Rusia ocasioné la ola del esperado fervor popular patridtico que se sobrepuso a cualquier conflicto politico interno. Al terminar la guerra, la cémara baja reflejé el sentimiento popular por lo poco que se habia obtenido en la guerra, tras una inversién tan costosa en recursos humanos y econdmicos. Saionji hizo frente a la critica ¢ Ito fue enviado a Co- rea como el primer gobernador general residente, cargo que aceptd con la esperanza de contencr las ambiciones militares y evitar la anexién de Corea. Ito estaba convencido de que esa anexién iba a poner a Japén en dificuitades mayores, y daria mayor prestigio y poder a los militares, con la consecuente distraccién de recursos de capital que eran tan necesarios para el desarrollo industrial de Japén. Las maniobras politicas internas empujadas por los militares resultaron en el cambio del primer ministro; los militares nombra- ron a Katsura, y procedieron a anexarse Corea como una colonia, para responder al clamor popular levantado por el asesinato de Ito cual se repartieron los limites sia, al norte, y Japén, al sur, Es los intereses de varios capitalistas DE LAMODERNIZACION ALA GUERRA 223 por un coreano en la ciudad china de Harbin. Con Saionji anula- do al ser nombrado como el tiltimo miembro del Genrd y con la muerte de It, rerminé aquel grupo distinguido de creadores del Japén moderno. Con el episodio de Corea crecié la influencia de Yamagata y de los militares, influencia que duré hasta la muerte de esa figura en 1922. Para entonces habfan ocurrido grandes cam- bios en Japén, particularmente en la esfera econdmica, asf como en la escena internacional. LA MODERNIZACION ECONOMICA La Renovacién Meiji no significé el paso inmediato a la indus- tializacién capitalista. Las iniciativas politicas y administrativas fueron Jas que dominaron preferentemente las acciones de los re- formadores. Los lideres de la Renovacién se habfan lanzado a la conquista del enorme poder politico que lograron, como requisito indispensable para llevar a cabo los cambios econémicos que te- njan en mente, Se habian propuesto construir una economia sufi- cientemente industtializada que permitiera colocar y mantener a Japén en un lugar preferente en el mundo moderno. Los miem- bros de la oligarquia estaban de acuerdo en aquella meta, pero Ito y Yamagata, como representantes de las dos tendencias dentro de bs oligarqula, diferfan en el monto de los recursos nacionales que debian invertisse para fortalecer las fuerzas armadas, y cuénto de- bia dedicarse a desarrollar la economfa. Por otra parte, los lideres de la oligarquia tuvieron buen cui- dado en imponer la mayor parte de las medidas necesatias para el desarrollo de una economia capitalista antes de verse obligados a conceder una Constitucién, Para que dicha economfa se confor- mara, ya existian las bases obtenidas afios atrds: se habia logca- do la abolicién de las instituciones feudales, la legalizacién de la Propiedad privada de la tierra, el establecimiento de un sistema de leyes de tipo occidental, un sistema de educacién obligatoria, 'a organizacién del gobierno central y local en deparcamentos y ministerios modernos, y un avance sustancial hacia la desapari- A MINIMA DE JAPON cién de las barretas legales entre las clases sociales. El gobierno inicis la construccion de ferrocartles,intodujo el telégrafo para uso comercial, ua sistema postal y ui dl sistema monetario y permit los viajes al extranjeto. Por otra parte, aparecieron periddicos y revistas, y se apoy6 la idea de que los negocios eran una ocupacién respetable y deseada. Los Iideres usaron con admirable discrecién el prestigio del emperador, quien se hizo un hombre muy rico y cuya familia pronto estuvo mezcla- da provechosamente on ca toda nueva empresa importante en Japon y después en las colonias. Los comerciantes ricos se hicieron atistécratas y a los nobles se les permitié volverse capitalistas. Los itos y costumbres cambiaron mucho, los samurai se cortaron cl cabello y se vistieron a la manera occidental, y el calendario grego- riano entré en vigor en enero de 1873. La resistencia principal frente a las costumbres occidentales el ritmo acelerado de la industrializacién provino de los elemen- tos rutales; es decis, de los propietatios de las tierras, que tuvi ron comu sus voceros a Itagaki y al mismo Okuma. Los antiguos daimyé con sus pens nes y los ex samurai con su espiritu de em- presa se dedicaron al comercio y a la pequetia industria, como la de hacer sake, con lo que tuvieron gran éxico. Sin embargo, no querfan pagar muchos impuestos, y menos ain s tos eran utili zados para financiar los planes de la oligarquia. En ese momento, los lideres se negaron a resolver el problema de la acumnulacién de capital mediante la contratacién de préstamos extranjeros, adu- ciendo, con toda razén, que ello traerfa el control extranjero; no en vano conocian la experiencia de China en ese aspecto, El dinero tenia que venir de la tinéca fuente principal de ingresos en un pals agri ios impuestos sobre la tietra definidos sobve la base de 36, lo que aseguré y estabilizé los ingresos efectivos del Estado. En esta forma, el problema econémico estaba intimamente unido con el politico. Otra medida inteligente fue la decision de aspasar al sector privado todas aquellas empresas estatales que no estaban relacio- nnadas directamente con las necesidades militares. Los historiadores han oftecido muchas explicaciones del por qué de esa decisibn: el DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 225 alto costo de operacion de las fibricas, propiedad del gobierno} las posibilidades de las fabricas que ya habjan cumplido su propd- sito de servir como modelo y demostracién, y que debian seguir desarvollandose con el dinamismo de la iniciativa privada y, sobre todo, la estrategia de que mediante la venta a precios bajos de las propiedades del gobierno a los antiguos samurdi, capaces y ambi- ciosos, se podia distraer la oposicién de aquella clase descontenta El proceso empezé en 1881, y en 1887 el gobierno apoyé a la iniciativa privada en la construccién de ferrocartiles, Cuando se reuni6 la primera Dieta, los intereses agrarios eran, con mucho, la representacién mayoritaria en la cdmara baja, por lo cual, cuando el gobierno ceaté de aumentar los impuestos sobze la tierra, se en- contré con una oposicién fuerte. De los 300 distritos elecrorales, sélo 17 eran urbanos y, en la primera eleccidn, las clases comercial industrial s6lo lograron 19 representantes, niimero que auments paulatinamente, aunque sin logear la mayoria, pues a finales del siglo XIX s6lo llegaba a 42. La tarea principal de la cémara baja era lade atacar al gobierno sobre cualquier asunto. en especial sobre Jos impuestos, los precios y los subsidios gubernamencales Los representantes de los intereses agrarios en la cémara baja conocian bien las condiciones de opresién y pobreza de los cam pesinos; sin embargo, habian sido clegidos por los que pagaban impuestos. La revolucién agraria que se inicié con la institucién de la propiedad privada y le igualdad ante la ley del campesino y el samurdi, ocasioné cambios muy serios en el campo. En general, se hizo mayor la tendencia a diferenciar entre el propietarioy el carn- pesino, tanto econémica como politicamente. En Japén, la propie- dad de la tierra no se daba en gran escala, pero ls diferencia entee fos extremos de Ia escala existente era muy considerable y las poli- ticas de los gobernantes la hicieron todavia mayor, pues aumento el ntimero de los arrendatarios y disminuyé el delos terratenientes Habia, ademds, una gran diversidad de la propiedad, que iba desde los cerratenientes que vivian en el lugar y supervisaban a sus arrendatarios, hasta los que eran parcialmente duefios, y aun cultivadores, y mitad empresarios en las empresas turales; los te- rracenientes absentistas; los puramente arrendacacios y, al final de 226 HISTORIA MINIMA DE JAPON Con el simple hecho cela cierra, los lideres de cias. $i bien el im- coda aquella escala, los campesinos sin tierra deexigirel pago en efectivo del impuesto sobr. cidn desencadenaron varias consecuen jo que en la época Tokugawa, el tert aentente se vela obligado a obtener el efectivo dependiendo de los mercados urbanos. E] arrendatario continud pagando su rena especie, sobre la base de un porcentaje de la cosecha, lo que era uns ventaja para el terrateniente y una desventaja para el campesino. El artendatario casi siempre estaba en deuda y se veia obligado a vender la cosecha pot adelantadas una ver.en manos de los usure= I librarse de ellos. Sus rentas pagadas en especi intes del arroz, mientras ia Renov: puesto era, de hecho, més ba ros era di ie no le permitian beneficiarse de los precios erecie! que los productos manufacturados eran cada vez més caros. Estas condiciones condujeron inevitablemente a dispusas entre los terra- tenientes y los arrendatarios, y a las rebeliones campesinas esporé- dicas, también conocidas como los “motines de arroz”. El gobierno roms la iniciativa de poner, a disposicién de los campesinos, mejores semillas, implementos, fertilizantes, bancos rarales, escuelas agricolas ; estaciones experimentales. Mucho del interés del gobierno fue motivado por el deseo de asegurarse productos para exportar, de ahi que ofreciera también su apoyo a Ja produccidn de xé y seda, productos que mis tarde darfan muy altos rendimientos. La exportacién de seda japonesa alcanzé a la exportacin de seda china en 1910, lo que indica el grado de de- pendencia del mercado mundial que habfan alcanzado los campe- sinos japoneses. Esta estrecha asociacién se convirtié en un gran riesgo, como lo demostré el descenso en las compras del mercado norteameticano, ocasionado, sobre todo, por la actitud de los in- dustriales estadounidenses para quienes resultaba muy molesto el éxito de esa industtia en los mercados que consideraban suyos. Un solo cultivo, el algodén, no le interesaba al gobierno, que hizo esfuerzos por desanimarlo. Ante la evidencia de que el algodén de la India era superior al cultivado en Japén, el gobierno se lanzé a la mecanizacién de la industria de hilados y tejidos con base en el algodén indio, y asi desaparecié la industria artesanal basada en el al- godén doméstico. Cuando el gobierno se decidié a prestar su apoyo DELA MODERNIZACION ALA GUERRA 227 ala industria textil, afiadié ese elemento de direccin industrial a {a nueva estructura econémica. La industria textil fue la que senté el patron de las relaciones entre el campo y la ciudad, al traer mano de obra barara de los poblados y establecer asi un nivel bajo de salarios para todas las otras industrias. Forzé el ritmo de desarrollo en el comercio exterior y en las companiias mercantes y navieras, y fue un factor importante de acumulaciou de ca la industria textil se beneficié de los privil obtuvo de China, como resultado de la gue firma del Tratado de Shimonoseki en 1895, En la época temprana de la industrializaci6n, la industria textl de Japén, como la de otras pattes, tsabajo femenino con bajos salatios. Tanto en las hilanderfas ru. tales como en las primeras plantas de hilados de algodén, la gran mayoria de los trabajadores eran mujeres, muchas de el de edad, provenientes de la clase campesina. En mucho contratadas por la fuerza, pital, En particulay legios comerciales que etta sino-japonesa y la se apoyé principalmente en el llas menores s casos eran alojadas y alimentadas en los dormito- ios de las compaiias, donde se combinaba el sistema fabsil o dental con el paternalismo y la disciplina estricta tradicional en Japon, Los bajos salarios, aun en comparacidn con oos en Japéa, yla prohibici6n de cualquier tipo de organizacién laboral para ne- gociar mejores condiciones, junto con la pobreza de las instalacio. nes, el hacinamiento y las condiciones insalubres, parecian haberse copiado también de Inglaterra. En ambos paises, el sistema fabril, en sus inicios, se basé en el trabajo de las mujeres, que parecian adaptarse mejor a la disciplina del trabajo y eran menos hibiles para defenderse de los abusos industriales Entre las muchas experiencias del paso a la modernidad, la ctapa'de la modernizacién econdmica en Japén fue muy penosa, por lo forzado del proceso y por el breve tiempo en que se alcanzé El campo financié la industrializacién y el precio lo pagé el cam- pesino japonés, que suftié —quizé como en ninguna otra época en su histori monique fo — la opresidn evigente de un ségimen que forzé a toda costa su plan, sin reparar en los sactificios que le impuso a su pueblo, Para 1895, la revolucién industrial habia hecho su franca aparicién en Japén. 228 HISTORIA MINIMA DE JAPON Aquellos cambios econémicos, politicos y sociales le sirvieron al gobierno en sus esfuerzos por revisar los tratados desiguales que se habian negociado con jas potencias extranjeras. Las tencativas anteriores, como se vio, no habjan tenido mayores resultados y la cémara baja criticaba constantemente al gobierno por su ineficacia y el poco progreso alcanzado, En 1894, el gobierno propuso los bricénicos una revisién, que seria seguida por las otras potencias animadas por el ejemplo inglés. En un nuevo tratado que se firmé quel aio, Japén e Inglaterra convinieron utilizar la cléusula de la Snacién més favorecida” en la abolicién de la extratertitorialidad, en los derechos recfprocos de viaje, residencia, navegacién y prédi ca teligiosa, asi como en las concesiones tarifarias de largo alcance. El tratado entrarfa en vigor en 1899, con la condicién de que las ottas potencias estuvieran de acuerdo, lo que asi hicieron. Para 1899, los japoneses lograron recuperar su autonomia tarifaria y para 1911 haban terminado todas las restricciones que les habian impuesto los tratados desiguales. El impulso a la mecanizacion de la industria se intensificé du- rante y después de la guerra sino-japonesa. Para entonces, el go- bierno se sentia lo suficientemente fuerte para negociar préstamos extranjeros, necesarios para el pago de las deudas y la inflacién causadas por la guerra, asf como para auxiliar con créditos y subsi- dios a las empresas e impulsar una legislacién protectora que tanto deseaban las nuevas industrias. En 1895, Japa cambié al patron oro gracias a la enorme indemnizacién que le impuso a la vencida China. Los resultados de los esfuerzos de Japén por industrializarse y ampliar su comercio exterior se pueden ver en las cifras de esos afos, que muestran una tendencia a la disminucion de jas impor- taciones manufacturadas y el aumento de las exportaciones, Antes de 1895, las importaciones de Japén eran como las de cualquier otto pais agricola: articulos manufacturados. Después de 1895, las importaciones tendieron a ser cada vez més de materias primas y de articulos semimanufacturados, a cambio de los cuales, Japon exportaba manufacturas terminadas 0 semielaboradas. A la indus- tria japonesa le tomé algin tiempo adquirir todo el equipo de DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 229 capital, méquinas y herramientas necesarias para suctir el mercado doméstico; de hecho, su balanza comercial permanecié desfavora- ble hasta la Primera Guerra Mundial. El capitalismo japonés no se desarrollé como un capitalismo estatal ni tampoco como el resultado de la empresa privada, sino como una mercla de ambos. Inmediatamente después de iniciada la Renovacién, los lideres japoneses tuvieron que hacer casi todo: buscar y encontrar el capital, seleccionar las empresas, encrenar a los administradores y a los obreros, asegurar el abastecimiento de materias primas, importar a los consultores, asesores y dizecto- res extranjeros, y vencer a la oposiciéa. Por un momento, parecié como si el Estado planeara ser el propietario y controlar cualquier empresa importante; sin embargo, todas las industrias, salvo las més estratégicas, se entregaron a la iniciativa privada a un precio muy bajo, preferentemente a los asociados politicos. El gobierno continué dirigiendo, estimulando, subsidiando, protegiendo y controlando, pero sin poseer ni manejar las nuevas industrias, ex- cepto aquellas importantes para la guerra. En esa forma, el sector privado industrial japonés llegé a depender de la politica guberna- mental y de su ayuda en una combinacién tinica, dificil de enten- der para otros paises. Hay dos razones principales de por qué los hombres de nego- cios estaban tan intimamente vinculados con el gobierno. Por una parte, e! proceso de industrializacién tuvo que contar con todo el poder del Estado y, dado que los recursos eran limitados, habia que utilizarlos de acuerdo con un plan determinado para evitar desperdicios; por otza, la presién de las potencias extranjeras era demasiado grande para que pudiera ser vencida fécilmente por un sector privado sin proteccién alguna. Hoy en dia atin continita esa relacién, aun cuando el proceso de industrializacién se cumplis y llevé 2 Japén a una nueva etapa de su desarrollo. La segunda raz6n es que la antigua clase de los comerciantes, que se desarrollé con los Tokugawa, no pudo establecer su lideraz- go econdmico, a pesar de la importancia que tuvo en la Renova- Cién. Los nuevos lideres de la industrializacién fueron miembros de la antigua clase guerrera, no de la clase comerciante. Si bien se 230 HISTORIA MINIMA DE JAPON dieron algunas incursiones de los daimyé y samurai en el campo de Jos negocios, aun antes del fin de los Tokugawa, ¢ incluso se dieron ias samurai y comexciantes, los matiimonios entre fai siguieron en manos de la clase comerciante despreciada y de bajo nivel social. Por ello, los lideres se propusieron dar a la actividad comercial un aura de respetabilidad, de tal manera que los anti- guos samurai se incorporaran a ella y se constituyeran en sus gufas. Las razones de ello no son dificiles de entender: el prestigio de los guerreros no se empaié con la caida de los Tokugawa; por el con- trario, se afianzé con el liderazgo de la Renovacién y asi el, codigo guerrero se extendié a los campesinos conscriptos que formaron el ¢jército nacional. Los lideres se entendian con hombres de su clase y confiaban en ellos. En los inicios de la época Meiji, para ser un empresario se requeria tener algo més que habilidades comerciales; se necesitaba tener también cualidades de liderazgo y la confianza y apoyo del gobierno, Por ello, el liderazgo en la industrializacién y, en general, en el sector econdmico, les llegé de manera natural a los miembros de la antigua clase guerrera gobernante, aun cuando fueran pobres; no asf a los comerciantes socialmente despreciados, a pesar de su riqueza y de la igualdad legal de que ya gozaban. El gobierno estuvo muy preocupado con el problema econémico de los antiguos samurdi y de los daimyd. Todos alcanzaron una compensacién econémica a cambio de la pérdida de sus ingresos anteriores, por lo cual, lo que hicieran para sobrevivir era un asun- to personal. Muchos se pudieron reajustar a los nuevos tiempos y para ellos se dieron las opciones de la industria, el servicio puiblico en el gobierno 0 la politica. La decisién de vender las fabricas, propiedad del gobierno, a empresarios privados fue parte de ja politica general de hacer que el mundo de los negocios se volviera respetable y atractivo para los miembros de la antigua clase guerrera, a fin de dar a algunos de ellos un impulso inicial que los motivara y as{ animar a otros a seguir el mismo camino. Ese reclutamiento de ex samurdi para las filas del comercio, la industria, la banca y el comercio exterior, llevé hombres con valores similares 0 iguales a los que tenian los samurai de Satsuma y Chéshi, que constituyeron el mando na- DE LA MODERNIZACION A LAGUERRA 231 cional de la Renovacién. Fueron hombres que incorporaron, a la economia, la visién que tenian de la politica y que no vefan nada malo en una asociacién estrecha entre la oligarquia politica y la econdmica, No tenfan ningiin deseo de restringir y controlar el poder del gobierno, sino més bien competian por su proteccién fuerte y paternalista, : Sin embargo, a pesar de todo el apoyo oficial a la empresa pr vada, la estructura de la economia japonesa estaba altamente cen- talizada. En el periodo entre el inicio de la Renovacién y la guerra ruso-japonesa, es decir, durante el final del siglo XIX y los primeros afios del XX, aparecié un conjunto de grupos financieros conocido como el zaibatsu, cuya relacién con el gobierno era muy estrecha y casi completamente subordinada. Los nombres més conocidos del zaibatsu eran: Mitsui, una casa anterior a la Renovacién, Mit- subishi, Sumitomo y Yasuda; los tres primeros se dedicaban al co- mercio, la banca y la industria pesada y ligera. Yasuda, Kawasaki y Shibuzawa estaban més concentrados en la banca y las finanzas; Asano y Olcura en la industria. Estas grandes casas, que llegaron a tener un poderio econdmico enorme, introdujeron, en el campo de la economia, los esquemas de paternalismo y el control centra- lizado que existfan en la politica. Algunos zaibarsu se organizaron como un trust puramente familiar, con todas las acciones en poder de una familia, en una manera peculiarmente japonesa de adaptar las formas de una sociedad anénima a las condiciones nacionales Otros se extendian a todo tipo de empresas, con una serie de alian- zas donde las obligaciones y lealtades fuertemente feudales eran la base del funcionamiento de lo que aparecfa externamente como una sociedad anénima de tipo estadounidense. Muchos de los acuerdos entre los miembros del zaibatsu no se consignaban por escrito; los compromisos contraidos por los miembros del grupo se hacian cumplir mediante la presién so- cial manifestada en términos de un cédigo de honor, en forma distinta de la guerra econémica que existia entre las compaitias rivales. El zaibatsu desempeié un papel importante en la eco- nomia y politica japonesas, sélo inferior en importancia al del gobierno mismo. Su contribucién fue especialmente importante 232 HISTORIA MINIMA DE JAPON en el establecimiento de la industria moderna, especialmente de la industria pesada, grandes casas finan- cieras ¢ industriales tenfan que desemperiar un doble papel: eran las puntas de lanza necesarias en el proceso de modernizar la industria y la agricultura. Serfa dificil precisar qué tanto hubiera avanzado Japon en su progreso tecnolégico si no hubieran existido esas orga- nizaciones de gran fuerza econémica y con un poderoso respaldo gubernamental. El zaibatsu no eran todos los negocios, pero eran los més ficiles de identificar y constituyeron el canal ms expedito y conveniente de comunicacién con el gobierno. El segundo papel que la oligarquia asigné al zaibarsu fue la de constituir una fuerza politica nueva capaz de equilibrar el peso de los intereses de los terratenientes en la Dieta; sin embargo, los hombres de negocios fueron renuentes a correr el riesgo de formar un partido politico independiente que, en algin momento, los pudiera poner en con- tra del gobierno, situacién que no podian siquiera imaginar. En vez de acceder a formar un partido, el zaibarsu pagé su deuda politica de dos maneras: enriqueciendo a sus patrocinado- res, y actuando como puente entre la oligarquia y los Iideres de los partidos politicos. La mayoria de las compaiiias del zaibarsu tenfan conexiones politicas con los lideres del gobierno y con los partidos. No obstante las rivalidades, las grandes casas comerciales jugaban un papel muy importante y arrastraban tras de si a las fir- mas menores. El precio de la estabilidad aparentemente lograda en los principios del siglo Xx fue el de la corrupcién y los escandalos publicos, pero éstos no eran tan grandes como para que el pais no saliera adelante, ni mayores de los que se daban en los paises occi- dentales que Japén trataba de alcanzar. Las caracteristicas mas importantes del crecimiento industrial de Japén fueron el interés puesto sobre la industria pesada, mas que sobre la ligera; el hierro y el acero, Ia industria quimica, los astilleros ¢ industrias de méquinas-herramientas fueron la causa de la importacién continua de maquinaria extranjera y de un ba- lance comercial desfavorable. Segiin varios economistas japoneses, en 1905 habia 2500 compaiifas industriales con un capital de 189 DE LA MODERNIZACION ALA GUERRA 233 millones de yenes; en 1920 eran casi 12000 compaiifas con un capital de més de tres billones de yenes. En el mismo periodo, el numero de fabricas aumenté de poco menos de 10000 a casi 46000, y la fuerza de trabajo pasé de medio millén de obreros a un millén y medio. Este desarrollo fue posible gracias a las poli- ticas proteccionistas, los préstamos domésticos y extranjeros, y las inversiones extranjeras directas. Pero no sélo progresé la indus- tria pesada, también la industria ligera logré avances, en especial durante la primera guerra mundial, cuando Japén se colocé a la vanguardia mundial en textiles. Otro indice de la industrializacién creciente de Japén fue el incremento del gasto piblico, que subié de 300 millones de yenes poco antes de l2 guerra ruso-japonesa, a més de un billén de ye- nes después de la Prituera Guerra Mundial. De ese presupuesto, el porcentaje para fines militares nunca fue menor de 33% y llegd a 49% en 1921. Los préstamos negociados continuamente para sostener la guerra y para !a construccién de ferrocarriles en el con- tinente incrementaron la deuda nacional cinco veces. Desde una perspectiva global, y a manera de sintesis, se pue- de decir que el gobierno Meiji quedé firmemente asentado en el transcurso de poco més de un decenio, pues en ese tiempo logrd desmantelar el aparato feudal y reemplazarlo con muchos de los elementos que constituirian el entramado bisico de la sociedad moderna. Fue, en verdad, una transformacién desde arriba, efec- tuada con una cantidad relativamente pequefia de violencia, en comparacién con otros ejemplos que la historia nos offece. Sin duda, uno de los aspectos que influyé en la determinacién de la naturaleza del movimiento y en su consolidacién posterior fue la composicién y las caracteristicas sociales de los lideres que lo impulsaron; luego, estuvieron la accién y la presién del contexto hist6rico internacional que obligé a los japoneses a actuar répida- mente. El que haya tenido que crear en el lapso de una generacin lo que otros pueblos lograron en siglos, hizo que no se pudiera dar cabida a las insticuciones liberales. Japén salté de un feudalismo tardio al capitalismo, sin haber pasado por el periodo de libera- lismo politico; esta razén fue un elemento determinante para la 234 HISTORIA MINIMA DE JAPON forma que tomaria el Japén moderno. La rapidez con que Japén ered un Estado moderno capaz de defenderse de las invasiones, ¥ ‘ca s6lida, una industria y un a base econén simulténeamente sistema educativo compatible con una nacién industrializada mo- era, entre otros logros, determiné que esos cambios los llevara a cabo un grupo de burdcratas autocréticos, y no la masa del pueblo, por medio de drganos democriticos de representacién. Este cam- bio paternalista y autocritico les parecié a los lideres Meiji el nico factible en su intento por evitar que Japén se convirtiera en una colonia més, como habia sucedido con el resto de Asia. Por otra parte, el impacto del comercio occidental sobre la estructura feudal japonesa, ya en crisis, apresuré ia transformacion, de un régimen feudal en uno capitalista. El alto grado de penetra~ cin del capitalismo en la vida rural, con el desarrollo consiguiente dela agricultura comercial, y luego, el fuerte arraigo capitalisca en la industria, fue el mecanismo que convirtié brusca y r4pidamente a Japon en un Estado industrial moderno. A esa situacién llegé sin un cataclismo revolucionario, tras un proceso de adecuacion y ajuste del aparato de gobierno, aun cuando el detonador que aceleré ese proceso fucron la presién y las amenazas de Occidente. El mecanismo y las formas utilizadas por los renovadores Me' ji, asf como las teformas realizadas, la mayoria de corte capitalista, permitieron sdlo un débil impulso a ciertas formas de las democra- cias occidentales. Para llevar a cabo, en forma pacifica, todas estas transformaciones, no por una revolucién popular, sino desde arri- ba, fue preciso que los elementos clave del antiguo orden recibie- sen, cuando menos, una compensacién razonable. Asi, en 1869, el gobierno garantizé la mitad de sus ingresos a los disimyé cambio de fa renuncia a sus feudos; 7 4 los samuréi, sx perm la nueva burocracia estatal. En consecuencia, la modernizacién japonesa no entraié la liquidacién de la antigua clase dirigente feudal, sino todo lo contratio. El proceso de desintegracién del ré- gimen Tokugawa hizo posible al sector de las clases dirigentes tra- dicionales que, desgajéndose del orden imperante, llevara a cabo tuna transformacién desde arriba, a fin de promover los cambios necesatios para el progreso industrial, cuidndose, sobre todo, el DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 235 conservat una posicién favorable frente al poder y los beneficios que este ororga. Mucho se ha dicho de la destruccién del feudalismo Tokugawa “desde arriba’, pero se debe recordar el papel tan importante que desempefié la parte del pueblo, particularmente de los campesinos y los ciudadanos pobres de la ciudad, no obstante que se frend cualquier intento por extender el movimiento ancifeudal desde la base. Una ver derribado el antiguo orden y abolidas las inmuni- dades y los privilegios feudales, el nuevo gobierno se colocé fir- memente en contra de cualquier intento por restaurar el antiguo régimen. Esa politica requirié una maquinaria estatal poderosa, con un cuerpo de policia y fuerza militar a su disposicién. Esta cendencia represiva hace que algunos autores se refieran a este ré- gimen como el Absolutismo Meiji, pero no hay duda de que esta fue una forma eficaz para iniciar le modernizacién econémica industrial y la construccién de un poderio militar con el cual se prerendia no sélo derogar las condiciones de subordinacién a que fue sometido Japon en su apertura hacia Occidente, sino competir con este tiltimo. Por lo demés, era preciso construir un Estado- nacién para soportar las presiones del exterior. De esa manera, el poderio militar alcanzado sitvi6, en primer lugar, como una,defensa contra cualquier intento de invasion de las potencias occidentales; en segundo lugat, impidié todo inten- to por volver al pasado y, sobre todo, sitvié para reprimir las ten- dencias liberales que en esos afios trataban de poner en prictica y extender las incipientes ideas democréticas. No se debe olvidar gue tanto las fuerzas armadas como la burocracia estatal estaban compuestas, en su mayor parte, por ex samurai y antiguos sefiores feudales, los cuales tenian sentimientos hostiles hacia cualquier ma- nifestacién genuinamente liberal. En tercer lugar, el poderfo militar sirvié para impulsar la expansién colonial japonesa, manifiesta ya enla intervencién en Corea en 1875 y en la guerra sino-japonesa de 1894-1895, Se materializé asi uno de los lemas del proyecto nacio- nal Meiji: “Una nacién rica con un gjército poderoso”. Existen algunas dificultades para caracterizar en forma global a la Renovacién Meiji como una revoluci6n liberal, en parte porque, 236 HISTORIA MINIMA DE JAPON a pesar de que la modernizacién capitalista miné el orden agratio y produjo algunos cambios importantes, no afecté sustanclalmente ja estructura agraria. Por otra parte, se consiguié contener y desviar el descontento y las presiones de los campesinos, evitando asi una revolucién campesina. Sin embargo, no se puede ser demasiado categérico y considerar que la Renovacién Meiji fue slo una mo- dernizacién del antiguo sistema feudal, que funcioné bajo las di- rectivas de una superestructura absolutista. Ello significarfa negar histéricamente el conjunto de transformaciones ¢ innovaciones que hicieron posible la edificacién del Estado capitalista industrial japonés moderno, el cual permitié dar una respuesta efectiva a Occidente. En vista de lo anterior, se considera que no es posible asimilar el proceso de la Renovacién Meiji a ninguno de los modelos hist6- rico-politicos occidentales, aun cuando se podria comparar con la transicién del feudalismo al capitalismo europeo. Este proceso se derivé de la singularidad de la historia japonesa, que también logré revertir, de una manera muy propia y en un tiempo muy breve, las condiciones ominosas a que fue sometido Japén en su apertura inicial a Occidente. PRESION DEMOGRAFICA Y MOVIMIENTOS SOCIALES Como una de esas paradojas que la historia sucle presentat, el triunfo japonés sobre Rusia en la guerra de 1904-1905, el cual se destaca como la primera victoria de una nacién asidtica, no oc- cidental, sobre una nacién europea occidental, no tuvo, sin em- bargo, ios mismos efectos impactantes en la sociedad japoness. En efecto, la guerra contra China primero, y la victoria sobre los rusos después, aparte de significar un triunfo para Japdn y la tea- firmacién definitiva de su vocacién imperialista, favorecié a los nuevos empresarios, quienes especularon y consiguieron contratos ventajosos con el Estado para proporcionar armas y municiones, pero afecté profundamente a la gran masa de los trabajadores ur. banos y de los campesinos, los cuales debieron soportat, a cuenta DELA MODERNIZACION ALA GUERRA 237 del programa de expansién militar, los altos precios y la inflacién. Al mismo tiempo, la alta concentracién de la poblacién con la consiguiente agudizacién de las condiciones de vida y de trabajo, rerminaron por incrementar las protestas, la profusién de huelgas, la onganizacién de sindicatos y los conflictos sociales no exentos de violencia. La presién demografica, un fendmeno nuevo para Japén, sin duda fue un elemento que contribuyé a configurar la nueva realidad japonesa. Con la industrializacién vino aparejado un incremento sos- cenido de la poblacién. Para 1920, la poblacién habia crecido de 35 millones a 56 millones, con un incremento anual de 437 000 personas. Desde 1920 hasta 1940, el incremento anual fue supe- rior, pues subié a 800000. En 1920, la poblacién de Japén era el doble de la de 1850 y, a pesar de los logros innegables en la agri- cultura, la poblacién sobrepas6 la producciéa de alimentos en las islas japonesas. El gobierno estaba muy consciente de la presion demografi_a sobre los recursos tetritoriales disponibles, ¢ hizo varios esfuerzos para solucionar el problema. De las islas propias, sélo Hokkaids oftecia posibilidades para reubicacién, pero su clima dificil no es- timulaba el asentamiento de agricultores japoneses, a pesar de las recomendaciones de los consultores estadounidenses llevados para desarrollar Ia isla, en especial las minas de carbén, Este fue uno de los pretextos que llevaron a Japén a anexarse Corea, pais con una poblacién menor y un nivel de vida inferior; sin embargo, los agricultores japoneses no querian ir a competi con los coreanos, a menos que se les oftecieran condiciones y privilegios especiales. De los 400 000 japoneses, o més, que se fueron a Corea en los diez afios siguientes a la anexién de 1910, aproximadamente la mitad vivia en las ciudades principales, donde eran oficiales, empleados administrativos o banqueros, y muy pocos eran campesinos. Cuando se firmé el Tratado de Portsmouth que concluyé la guerra ruso-japonesa y dio a Japén una base en Manchuria, el gobierno japonés anuncié que durante un periodo de diez aitos enviaria un mill6n de colonos a las parces bajo su control; veinte ‘os después, habia menos de 70000 japoneses en Kwangeung, 238 HISTORIA MINIMA DE JAPON la mayoria en Puerto Arcuro y Dalang,y no ms de 250 000 en toda Manchuria, en comparacién con los 30 millones de chinos que la poblaban, De hecho, a Manchutia habfan emigrado mé coreanos que japoneses. En esas condiciones no results csese que el gobiemo japonés abandonara toda esperanza de en problema demogrifico con la emigracién a sus nuevas co foie Por otra parte, un poco mds de medio millén de japoneses se ha-~ ban ido a otros paises en América Latina, principalmente a Brasil México y Perd, sobre todo cuando las leyes migratorias de pafses como Estados Unidos fueron cerrando las puertas a esas migracio- nes, Para 1926, el gobierno japonés se convencié de que con su insistencia en la migracién habja empezado a levantar sospechas en otros paises, un riesgo potencial mayor que los posibles beneficios para los emigrantes. El crecimiento de la poblacién trajo consigo problemas que se complicaron debido a las distinciones sociales, lo cual sucedié en todos los paises industrializados. Se dio un marcado aumento de propiecarios de industrias y en el comercio, debido al crecimiento de nuevos campos que se abrieron al zeibarsu, lo cual estimuld la aparicién de muchas empresas nuevas. Este crecimiento estuvo aparejado con el crecimiento de una gran clase trabajadora en las cludades y en les fébricas, La industria japonesa se caracterizaba por bajos sueldos, largas horas de trabajo, gran nimero de mu- jeres empleadas, sobre todo en la industria textil, y el sistema de maquila en establecimientos pequeiios. El gobierno japonés traté de anticiparse a la creacién de los sindicatos por medios legales, lo cual no impidié que se produj Que se exigian salarios mayores; sin embargo, fueron movimien- ‘0s locales, espontineos y sin coordinacion alguna, Es decin, los trabajadores no tenian medios para comunicatse con como no fuera a través de huelgas o revueltas, A este japoneses tienen una historia larga e interesante de reb pesinas y de reyueltas urbanas, Los movimientos con “los motines de arro2” de 1918, en plena guerra mun ilustracién excelente de as relaciones entre el pueblo de aquellos dias. El gobierno no pudo prever los jeran huelgas numerosas en las su gobierno, respecto, los eliones cam- cidos como ial, son una yel gobierno motines, pero | i 1 DE LA MODERNIZACION A LAGUERRA 239 tuvo éxito en evitar que fueran explotados por los movimientos de extrema izquierda. La historia de los motines empezé con la cosecha extraordina- ria de arroz de 1916, la mayor habida hasta entonces en la historia de Japén, a la cual siguicron dos afios de cosechas pobres, duran- te las cuales, las existencias de arroz decrecieron, y los precios se dispararon en 1918. Los edictos gubernamentales que fijaron los precios no se pudieron mantener, y algunas de las grandes casas comerciantes pronto monopolizaron el grano. Los motines em- pezaron en un poblado pequefio a la ozilla del Mar de Japén, en el centro de Japén, donde varias amas de casa en vano hicieron algunas demostraciones contra el monopolio y contra el saqueo del arroz de su poblado para llevarlo a los almacenes de las grandes casas comerciantes. Los motines se extendieron por todo el pais, a 33 ciudades y 201 poblados. El gobierno emitié declaraciones haciendo un lamado a las vireudes antiguas, culpé a la prensa por sus noticias sensacionalistas, hizo colectas forzadas de arroz en Co- fea, lanz6 a las tropas contra los amotinados y, finalmente, reali26 grandes importaciones del grano de paises del sudeste de Asia. Los motines de arroz terminaron tan répidamente una vez que se abastecié el grano. Las ganancias.en Ia agricultura no fueton como en la indus- tia, y aquella apenas pudo mantenerse al nivel de la poblation creciente, sin que pueda decirse que clevé el nivel de vida de las ‘masas que vivian de ella. No hubo mecanizacién de la ay tura, como sf la hubo en la industria, el cultiyo en pequefia escala. sus altas ganancias ligé las co: las del mercado mundial. como principiaron, gricul- y la regla continué siendo El tipo de cultivos preferidos’ por nidiciones econémicas del campo a Los terratenientes tenian ast enormes ganancias, pero no los campesinos arrendatarios, debfan pagar como renta hasta 50% de la cosech; ‘antiguas entre los campesinos y los sefiores camb enfrentamientos continuos entre ambos. Los ban de todo a las cindades, tas hacia Occidente, lo que cambios en el vestido, en la quienes a veces a. Las relaciones iaron y se dieron ampesinos culpa- y desarrollaron actitudes anticapitalis- significaba la vida de las ciudades, los familia y en la mujer. Sin embargo, a 240 HISTORIA MINIMA DE JAPON pesar del peso de las tradiciones, los campesinos formaron sindica~ tos, algo que vino a ser otra muestra de la inquietud en el campo, no siempre ran conservador como se creia. JAPON Y LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL En 1914, los primeros efectos del estallido de la guerra en Europa entre las porencias centrales y los aliados fueron la dislocacién del mercado financiero internacional centrado en Londres, la destruc- cidn de los canales usuales del comercio internacional y un serio colapso de los precios del arroz y de la seda cruda, El gobierno japonés declaré una moratoria y dio poderes extraordinarios a st ministro de Finanzas para regular la compraventa del arroz. Se ra- 26 un programa de largo plazo para mejorar los métodos de la agri- cultura, dedicar més capital para la misma y poner més tierra bajo cultivo. La guerra cortd, a Japén, la mayor parte de sus fuentes de productos quimicos, medicinas, acero, maquinaria, vidrio, papel _ y lana, forzindolo ast a fabricar todos estos productos. El gobier- no tomé la iniciativa de apoyar a los fabricantes domésticos que sustituyeran a los fabricantes extranjeros y produjeran lo que no estaba disponible en el exterior. Para mediados de 1915, la econo- mia japonesa se habia ajustado a la nueva situacién, con ayuda de los pedidos de municiones de los aliados y de la oportunidad ines- perada de explotar los mercados del sudeste de Asia, debido a que las porencias europeas que usualmente surtian esa tea no podian hacerlo. Como consecuencia, las viejas industrias se ampliaron y aparecieron otras para surtir la demanda. A finales de 1915, Japon estaba en medio de un crecimiento industrial fenomenal para po- der surtir las necesidades de los paises aliados y las de los asidticos, que tenian cortado el acceso a sus antiguas fuentes de suministros. La mayorfa de las materias primas y de los mercados necesatios para a industria japonesa estaban situados en Asia. La guerra hizo que Japén concentrara su atencién sobre Asia en general y sobre el imperio japonés en particular. Taiwan y Corea se desatrollaron como fuentes de arroz, azticar y otros alimentos, asi como de ma- | DELAMODERNIZACION A LAGUERRA 241 terias primas para uso exclusivo de Japén. Los japoneses llegaron a concluir que un suministro garantizado de materias primas en cl continente y un acceso privilegiado a los mercados de toda Asia eran esenciales para el mantenimienco de su economia. Durante el pe- riodo de la guerra, Japén se convirtié en el centro industrial de toda Asia, una experiencia que no les seria facil olvidar una vez terminado el conflicto, Desde 1915 hasta 1920, Japén goz6 de una gran prosperidad econémica, pero ese crecimiento industrial y comercial tenia fallas de base, con serios problemas para el fururo de la estructura eco- némica. Los enormes superavit obtenidos no se gastaron en forma constructiva. Por ejemplo, se hizo poco para pagar la deuda exte- tior y se gast6 mucho en préstamos para los sefiores de la guerra en China, los famosos préstamos Nishihara, que finalmente tuvieron que set absorbidos por el gobierno. Para finales de la guerra, la es- tructura dle costos y precios estaba completamente desequuilibrada. Los esfuerzos del gobierno por resolver los problemas de un mayor poder de compra, del déficit de los productos de consumo y de la inflacién monetaria, fueron casi intitiles. Los intentos por evi- tar la exportacién de arroz fallaron y el precio continu subiendo aceleradamente, hasta que en agosto de 1918 esrallaron los “moti- nes de arroz”, que ilustran una de las principales caracteristicas del crecimiento industrial japonés anterior y simultdneo a la guerra Mientras que el ingreso nacional crecia, su distribucién era cada ver més desigual, de tal forma que en una época de gran pros- peridad nacional, habia también una pobreza generalizada y gran inguietud tanto en los poblados como en el campo Al terminar la Primera Guerra Mundial habia en Japén més negocios y mds hombres de negocios que antes. Con el crecimien- to de Ja riqueza se produjo un aumento de prestigio para todo ese grupo. La fama del zaibatsu fue tanto mayor cuanto que, por primera vez, los militares dejaron de ser indiscutibles, sobre todo después de que la Expedicién a Siberia revelé ser una aventura costosa, y que la politica en pro de una China fuerte terminé con la retirada de Shancung y que se derrocharon intitilmente millones de yenes en préstamos a los sefiores de la guerra chinos. Japdn salié 242. HISTORIA MINIMA DE JAPON victorioso de la guerra mundial y asociado con las democracias, pero cl prestigio que le confiié esa victoria alas ideas democréti- cas hizo que Japén se percatara de que habia modelado muchas de sus instituciones sobre el ejemplo prusiano. Cuando el trabajo de Bismark quedé hecho pedazos y los aliados formularon los principios del llamado “esquema democrético”, se puso en claro que las aventuras militares eran la nueva via para la prosperidad nacional de japon. EI declinar de los lideres viejos y el prestigio de los hombres de negocios no trajo cambios fundamentales en las instituciones politicas japonesas. El grupo de negocios alcanz6 mayor influencia en los astintos politicos, pero esa influencia se cjercia dentro del sistema imperial existente. Los hombres de negocios veian a los partidos politicos como instrumentos que se podian utilizar para obtener politicas favorables a sus negocios. ‘Todos los partidos im- portantes eran financiados por el zatbatsu. El dinero del zaibatsu aceitaba los engranes del gobierno, porque enriquecia tanto a los burécratas como a los politicos y los ponia a trabajar para el mismo fin. Mas que unirse a los partidos para luchar contra la burocracia, con la burocracia para aplastar a los partidos, el zaibatsw buscaba siempre el compromiso politico més que el conflicto. EL PENSAMIENTO POLITICO Y LAS NUEVAS CONDICIONES La Primera Guerra Mundial marcé el inicio de una nueva era para Japén. Casi todos los lideres de la Renovacién y de la moderniza- cién habjan muerto eran muy ancianos. El liderazgo habia pa- sado a manos nuevas. El crecimiento econémico alcanzado puso 2 prueba la solidez de las relaciones sociales y cambié el acomodo de las clases sociales. Los grandes cambios econémicos y sociales crearon condiciones nuevas para el desarrollo politico japonés, y esas condiciones serian influidas por las ideas y creencias que ve- nian de los sustratos ideolégicos anteriores. El esquema dominan- te era la ortodoxia oficial creada por el régimen Meiji. El gobierno tuvo gran cuidado en desarticular las ideas que pudieran haber DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 243 oftecido al pueblo alternativas a la sdeologia oficial. Los militares y los burdcratas estaban listos para apoderdrse de cualquier idea aque llegara de Occidente y sirviera a sus propésitos, pero sus fines estaban bien delimitados y no serian modificados. El Edicto Imperial sobre la Educacién, de octubre de 1890, se disefé para contener la invasién ideolégica de Occidente y para convertir el sistema educativo en un auna poderosa del Estado. El edicto definié a la moral como el objetivo de la educacién e hizo, al sistema educativo, el responsable de inculcar las virtudes nacionales. Se logré asi una mezcla muy bien pensada de todo lo prestigioso de los preceptos y normas antiguos del confucianismo, del sintoismo y del budismo, con el fin de resaltar las dos virtudes cardinales basicas: la lealtad y la devocién filial, como las bases morales del nacionalismo japonés. Poco a poco, el Ministerio de Educacién tomé el control del proceso educativo, al disponer el curticulum y preparar incluso los textos para la escuela prima- ria, En especial, se preocupé también por la preparacién de los maestros, a los que acostumbré a que la disciplina y la obedien- cia debian ser autométicas. El sistema educativo se concibié para fortalecer todas las ideas que sirvieran a los propésitos del Estado y para excluir todas las formas de pensar que fueran peligrosas para ese predominio estatal y, ciertamente, tuvo éxito, sobre odo en las dreas rurales. Sin embargo, en las escuclas primarias de las ciudades estuvieron de moda muchas filosofias educativas prove- nientes de Estados Unidos ¢ Inglaterra. A pesar del sistema educativo y de la atmésfera contra lo inte- Jecrual, los intelectuales de Japén desempefiaron una importance funcién. Primero, tradujeron a su lengua casi toda obra extranjera de cierta importancia, ya fuera de literatura, 0 de ciencias natura- les, el Manifiesto Comunista, Tolscoi, Disraeli, entce otros muchos temas y aurores. A pesar de la intransigencia de la censura, una ojeada a las listas de las obras publicadas tevela la amplia variedad de libros disponibles para cualquiera que deseara leer. Segundo, ‘os intelectuales expresaron las tensiones sociales y los movimien- tos intelectuales de la época. Tercero, los intelectuales que eran activistas, y los activistas con pretensiones intelectuales, ayudaron 244 HISTORIA MINIMA DE JAPON a modelar la politica de su época y del porvenir. Al terminar la Primera Guetra Mundial, el espectto ideolgico de Japén era mu- cho mis variado y rico del que los lideres del gobierno hubieran deseado. En medio de multiples iniciativas que emanaban del més alto nivel, como las que disponian los nuevos papeles para mujeres y hombres, relacionados con la libertad de adoptar la vestimen- ta occidental, cortes de pelo, maquillaje femenino y otros, que dieron lugar a extravagancias y que llevaron, en general, a que la poblacién se sintiera desorientada en cuanto al rumbo que debia seguir en la adopcién de lo occidental, también se dieron las voces de hombres, como los que se agrupaban en la Sociedad para la Educacién Politica, quienes desarrollaron la idea de que deberia cultivarse también “lo japonés”: los valores que debian desarro- arse 0 mantenerse en aquel proceso. A mediados del decenio de los ochenta, dos figuras encabezaron ese proceso de revisién para cultivar el amor por el arte y Ja culcura japonesa; esas figuras fue- ron el escritor Okakura Kakuz6 y el profesor extranjero, graduado de la, Universidad de Harvard, Ernest Fenollosa, que trabajaron juntos.en la tarea de identificacién y conservacién de “lo japonés”, El valor que més subrayaron fue el de la concepcidn de la belleza, un sentido estético arraigado en el arte y en la naturaleza, Ese sentido estético y moral podria servir como ancla en aquella época fe grandes cambios. Ese impulso por definir lo que era autén- ticamente la esencia japonesa se mantuvo desde entonces hasta el presente entre los intelectuales japoneses y en la vida cultural misma del pais. Entre aquellas corrientes de pensamiento legadas a Japén desde Occidente y que tuvieron al; iguna influencia constaron, des- de luego, el liberalismo y el socialismo. Una de las corrientes del pensamiento politico japonés se formé a partir de una especie de alianza entre el liberalismo occidental y el descontento en el cam- Po. Los samurdi disidentes, que organizaron los primeros partidos politicos, utilizaron las ideas liberales occidentales para enfrentar- se a la oligarquia y tratar de destruir su monopolio, Para 1918, todos aquellos partidos fueron apaciguados lo suficiente come TTT TTT Te rrrrewwrwrrrrs DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 245 para permitir el primer intento de un gobierno de partido. Esa gimnasia politica no fue romada en serio ni por la oligarquia ni por la burocracia, pues ninguna de las dos se sintié realmente en peligro. Sin embargo, hubo algunos hombres dentro de la tradi- cidn agraria general que, por razones personales o de otra indole, se negaron a someterse y empezaron a manejar otros conceptos y otras fuerzas sociales en su lucha por el poder. Un hombre como Oi Kentaro vio las posibilidades de trabajar politicamente con los pobres y formé su propio partido, interesado en las condiciones de la tenencia de la tierra y del trabajo urbano. Oi pensaba que las condiciones del pueblo podian mejorar con una mayor in- tervencién dei gobierno en la economfa y sin mayor apoyo de la iniciativa privada, y se sentfa atraido por el socialismo occidental. El aumento de traducciones al japonés de obras importantes del socialismo occidental, asi como del nimero de lectores, esti- mulé la formacién de una Asociacién para el Estudio del Socia- lismo, en donde se mezclaron socialistas cristianos y discfpulos de Oi Kentard, Para 1901 ya habia suficientes activistas intelectuales como para formar el Partido Social Demécrata, que el gobierno suprimié a las tres horas de su creacién. Entre sus lideres se en- contraba Katayama Sen, quien se distinguié después como uno de los més notables comunistas japoneses. Cerrado el camino a la accién politica, los integrantes del grupo volvieron a escribir y publicar novelas y articulos sobre las condiciones sociales, el imperialismo y el antimilitarismo, ademas de muchas otras ideas revolucionarias para su tiempo, que indicaban una actividad in- telectual y un razonamiento en verdad extraordinarios. Algunas veces, ese socialismo expresado en los libros y las revistas se volvié violento, y la combinacién con la violencia era peligrosa para el gobierno, tanto como la mezcla del socialismo con los cristianos pacifistas. Como una organizacién abierta era pricticamente imposible, muchos intelectuales fueron perseguidos por la policia y prohibi- dos muchos de sus escritos. Aquellos pensadores tenfan muy poco contacto con los obreros y campesinos que decian representar y guiar; no obstante, fueron culpados por el gobierno de la violen- 1A MINIMA DE JAPON 246 Histo cia entre Jos trabsjadores, como fue en el caso de fa huelga de la gran mina de cobre de Ashio, en 1907, de la que no fueron res- Fl movimiento socialista-anarquista no logré conquis- tar el poder por la accién directa, pero dejé tras de sila tradicién de amistad con el movimiento revolucionario ruso y le idea de que aquellos que desearan obtener el poder debian rener en cuen- ta.a los campesinos y a los obreros. La importancia de este primer movimiento socialista radica en que fue el primer esfuerzo serio por encontrar simbolos que pudieran atraer el apoyo de las masas. No se puede dejar de norar la similitud en el tiempo y en las ideas, de los movimientos obreros que Hlevaron a las huelgas en paises americanos, como el que fue tan severamente reprimido en Chicago, Estados Unidos, en exe aio de 1907, que encraria en Ja historia como el de los Martires de Chicago; 0 el de la fabrica de hilados y tejidos de Rio Blanco en México, por esos mismos afios. Otra corriente del pensamiento politico japonés que se origind también con los ajustes que experimentaron los samurdi y otros de la Renovacién, fuc la que se inicié con la Sociedad Genyésha, cuyo nombre indicaba el empuje para cruzar el mar y expandir el poder japonés en el continente. Los miembros de esa sociedad, establecida en 1881, proclamaban una lealtad inquebrantable al emperador y al pais, pero no toleraban otras ideas sobre el destino de Japén. Apoyaban asi los esfuerzos de los oligarcas por mantener a la poblacién “con una sola mente” y, en ocasiones, fueron uti lizados por los militares para influir en las elecciones. Uno de sus lideres més notables fue Toyama Mitsuru, quien durante mds de cincuenta afios promovié cl concepto de la unidad de Asia bajo la posable ron al doctor guia de Japén 2 y alg 5 y Sun Yatsen y a otros lideres chinos, con la idea de que contribufan al fortalecimento de China contra el enemigo comtin: el imperia- lismo occidental. También ayudaron a Emilio Aguinaldo, en Fili- pinas, en su lucha contra Estados Unidos. En ese suefio de unidad asidtica estaba implicit qué la jefacura seria de Japon, mientras que China seria un vecino amistoso y subordinado, agradecido a Japén por la ayuda para libratse del yugo extranjero. DELAMODERNIZACION ALA GUERRA 247 Esas ideas fueron la base para la creacién de la Sociedad del Dragén Negro, nombre tomado del movimiento 2 favor de la guerra contra Rusia para extender las fronteras de Japén hasta el rio Amur o Hei Lung Kiang (tio del Dragén Negro) en el norte deChina. Dicha sociedad tenia un programa que era una mezcla de reforina interna y expansién hacia el exterior. Esa expansién de- bia intecesar a todos los paises asidticos, de los que Japén seria dl lider. La reforma significaba la descruccién de las influencias occidentales en la mente de los ciudadanos y la imposicién del concepto militar de una vida dedicada a satisfacer lag necesidades de un Estado constituido por soldados-campesinos\E] sister educativo, con todo y su insistencia en f lial, estaba demasiado occidentalizado, pues el espiritu nativo pueblo japonés se veia minado por el capitalismo y la democracia, Eve sociedad Saar wile’ ud pig DARN © SOERTUATNE que ofrecer. Después de la Primera Guerra Mundial aparecieron muchas sociedades semisecretas para combatir las ideas democré- ticas en Japén. La importancia de esas sociedades no estuvo en su niimero ni en la violencia que desataron o los métodos que utilizaron, sino en los lideres ocasionales que produjeron y las ideas que promovie- ron, Mantuvieron viva la wadicién de que las ideas heterodoxas debian ser suprimidas por medio de la violencia o la intimidacién. En particular, mancuvieron ¢ impulsaron la idea de que el destino de Japén estaba en primer iiltimo lugar en Asia, de la que habia que expulsar al hombre blanco. Esta forma de ultranacionalismo en ocasiones puso en aprietos al gobierno y es posible decit que, ” hasta el final de la Primera Guerra Mundial, aquellas sociedades chovinistas no tuvieron un papel importante que desempefiar. Fue sélo con el prestigio creciente de lastideas democtiticas, que coincidié con el declinar del Genrd, cuando las ideas de aquellas sociedades X€ hicieron importantes, sobre todo por boca de su exponence més nocable: Kita Ikki. Este personaje, que dedicé buena parte de su vi a la revolucién china, fue producto del medio rural en el que su familia poseia una pequefia industria. Al observar los cambios a a ayudar 248 INTORIA MINIMA DE JAPON propio de un pais rite como Kita Ikki lefa de apoyo a ba Japon construys su modelo, poblado por sokdados y campesinos gober nas per th gente orgullosa ilgente, obedience y pattiiriea, tucho de ciencia y filosofia oceidentales en biisqueds a ne ideas de que los jévenes samurdi podfan tomar en sus Manes forma en que el gobierno Jos asuntos publicos si no aprobs b se encargaba del destino nacional. Kita Ikki buseé oportunidades né con la para influir en el destino de China, pero se desilusiond F< peraacién del Dr. Sun Yatsen, y culpé parcialmente al gobierno japonés del Fracaso de la revolucién china de 1911, a causa de los ppréstamos hechos a los “sefiores de la guerra” chinos. Respecto de Japén, pensaba que era necesaria una nueva renovacidn, ya que la iltima habia instaurado un shogunato nuevo formado por el zai- bazsw y los partidos politicos que estaban destruyendo la esencia nacional, el espititu nacional o kokutai, El grupo llamado Rosdkai, antidemoc nacionalista, se interesé en las ideas de Kita, en especial las que se referian a cémo reconstruir la nacién. Aquella utopia se podrfa alcanzar si se logtaba que el emperador suspendiera la constitu- cidn durante tres afioy, y se estableciera una relacién directa entre mperador y el pueblo, Por “pueblo”, Kita tenfa en mente un c dilitar que estableceria la Jey marcial mientras se reforma- bao) _sciedad, una tarea que se Hevaria a cabo sin la carga de las A®fas pandillas financieras y los politicos de partidos, En lugar del consejo privado y de otros oficiales de la corte, se crearfa un gru- po de consejeros de 50 miembros, todos patriotas notables, para asesorar al emperador, Oro consejo deliberativo reemplazaria ala camara alta, y la cémara baja seria elegida por suftagio universal. Una de las reformas clave que propugnaba Kita era la limi- tacién de la propiedad privada; el Estado debfa apoderarse del excedente de capital y pagar una compensacién por la tierra, la cual seria vendida a los campesinos mediante un plan de compra de largo plazo. Debia de haber pensiones para las personas de edad avanzada, educacién obligatoria hasta los 16 aiios, ense. que experimental an | itico e intensamente seducacién y abolir k ana del inglés y el juego de béisbol. Por iltimo, el, gobierno seguiria una politica exterior expansionista basada en el concept a 0 DE LAMODERNIZACION ALA GUERRA 249 de un Asia revolucionaria. Este programa atrajo a muchos mili- ares jévenes y pobres; sin embargo, en sus aspectos, como la re- forma agraria o el socialismo estatal, sélo llamaria poderosamente la atencién afios después. Los libros que exponian este programa fueron prohibidos por la policia en 1920, pero siguié siendo lef- do, en ediciones mimeografiadas, por los militares jovenes a quie- nes atra(a en especial la proclama “El realizador de un programa de reconstruccién para Japén debe ser el constructor de un gran imperio revolucionario”. Las ideas de Kira produjeron la formula que los militares consideraban mis importante para resolver el problema de la industrializacién doméstica y la expansién hacia el exterior, Su premisa decia que el liderazgo de japén en Asia suponia la exclusién de las potencias occidentales, y la aceptacién por los otros paises asidticos de la ayuda japonesa en la reconstruc cidn de sus sociedades. La independencia de los paises asidticos debia lograrse bajo la guia de Japon. La fuerza del programa de Kita residfa en que suministraba a los oficiales del ejército y de la armada, y 2 otros grupos de poder, una explicacién plausible de todos los males de la socie- dad y les daba un programa de accién. No existia un programa similar para los japoneses que se hubiesen sentido atrafdos por la democracia. Los tinicos owes intentos de retar la ortodoxia fue- ron los de dos profesores de la Universidad Imperial de Tokio, Minobe Tatsukichi, con su teorfa orginica respecto al lugar del emperador dentro de la estructura del Estado, y Yoshino Sakuzé, con su insistencia en el respeto a la voluntad popular y al sufragio universal. Este tiltimo estaba interesado en el individualismo en el sentido occidental y era asi un opositor de las ideas, que en esos dias llegaban por oleadas, procedentes de Rusia y de la revolucién bolchevique. La lucha ideolégica en los dos primeros decenios del siglo XX originé también nuevas escuelas de pensamiento que serfan muy importantes en el futuro. Para ese entonces, ya se ha- bian formulado las ideas principales que serian adoptadas por los radicales derechistas, mientras que habfa pocas de corte liberal o democrdtico. Con estas limitaciones en el panorama ideolégico se dieron los cambios econémicos y sociales de los afios de la guerra.

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