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Principios de sociolinguistica y sociologia del lenguaje be Francisco Moreno Fernandez Artal (os 1.4 edici6n: enero de 1998 4. edici6n corregida y actualizada: enero de 2009 © 1998 y 2009: Francisco Moreno Feméndez. Derechos exclusivos de edicién en espafiol reservados para todo el mundo: © 1998 y 2009: Editorial Ariel, S. A. Avda, Diagonal, 662-664 - 08034 Barcelona ISBN 978-84-344-8277-7 Depésito legal: B. 49.077 - 2008 Impreso en Espafia por Book Print Digital Rotanics, 176-178 08901 L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ‘Queda tigurosamente prohibida sin a aucrizacion escita dels ttalares del copyright, bajolas suxciones esablecidas ‘enlas leyes, ia reproducci6n totalo parcial de esa obra por ‘cualquier mean 0 procedimlenlo, comprendides ia reprograda 1 tratamiento informitico,y la dstribucién de ejemplares de ella mediante alquler 0 préstamo pablcos. Prélogo la cuarta edicién cee . 9 Prélego 2 la segunda edicién ul Introduccién. .... . és * 15 PRIMERA PARTE, LA VARIACION EN LA LENGUA. CariTuLo 1. La variacién en los niveles dela lengua ee 21 Lengua y variabilidad . Comunidad de habla ‘ Variacion fonético-fonoldégica. . a: ‘Variacién gramatical: morfologia ysintaxis. . . . Veriacién léxica = Varia pragmatico-discursi Variables lingiiisticas y extralingiiisticas Reflexiones y ejercicios Orientaciones bibliograficas CariTuLo 2, La variaeién sociolingiiistica. Las variables sociales... . . 39 Variaeién sociolingtiistica 39 Lavvariable social «sexo» 40 Lavariable social «edad». a7 La variable «clase social 52 La variable social «profesién». 67 Laprocedencia y los barrios 68 Raza y etnia 70 Reflexiones y eercicios ..... +.» 74 Orientaciones bibliogrificas 66. eee ce ee ee 4 CapiruLo 3. Patrones de estratificacién socoiiigioic, 298g 8 ~ Variacién sociofonética .. OE eee B ‘Variacion sociogramatical . . : a1 ‘Variacién socioléxica 82 ‘Variacion sociodiscursiva 88 Reflexiones y ejercicios .. . 87 Orientaciones bibliogrificas . = * 88 2 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE CarITuLo 4. _Variedades linguisticas 1 El concepto de variedad 91 Lengua y dialecto 2 Clases de lenguas 94 Dialecto, sociolectoynivel.....-....+.0-+00e 96 Estilo y registro . 98 Variedades especiales: las jergas 108 Reflexiones y efercicios i) Orientaciones bibliogréficas 10 Castsvio 5. El eambio lingitistico visto desde la sociolingdiistica WW ‘Variaci6n y cambio linglistico i El mecanismo del cambio lingBistico 14 Teoria de la onda y teoria de catéstrofes . . 17 Cambio fonico regular y difusién léxica . ‘ 120 El estudio del cambio en Siempe re real yen tempo aparnt 121 Reflexiones y ejercicios § 124 Orientaciones bibliogréficas : 126 Cartruto 6. El concepto de variscién 127 Variacién y significado 6... ee eee 127 ‘Variacién y polimorfismo 130 Hacia una teoriade la vaccine EI lugar de le variacion sociolinghistica dentro de la lengua 135 Reflexiones y ejercicios 137 Orientaciones bibliogrdficas 138 SEGUNDA PARTE LALENGUA EN SU USO SOCIAL CariruLo 7._Interacelén commnicativa y eortesia 141 La sociolingsistica y el estudio de la interaccién comunicativa . 141 Sociolingiistica y pragmatica 142 Sociolinglistica y actos de habla 143 Lacortesia 146 El poder, la solidaridad y las formas de tratamiento... ......... win ae MD La acomodaeién o adaptacién comunicativa 153 Reflexiones y efercicios 155 Orientaciones bibliogréficas PEs 187 Cartru.o 8. Discurso yconversacién. 6... 2.0.2... a 159 scurso y andlisis de la conversacion . . . 139 La conversacién: caracterizaciin general 162 Sociolingiistica de los rituales de acceso 166 El tuno de habla. REE 168 La narracién oral. 17 Reflexiones yejercicis . 174 Orientaciones bibliograjicas 176 INDICE 3 CapiruLo 9. _Actitudes lingifsticas iia uti _ 7 ‘Actitud, identidad y conciencia ingiisticas. ......= 177 Interpretacién y componentes de las actitudes lingilisticas 180 Magn RRM ec etre a ti cae ded ee va 1 Elconcepto de prestigio 187 Reflexiones y ejercicios ..- vv +s eesveeevreetvevere srurer 196 Orientaciones bibliogrificas . . 190 CapiruLo 10. Lengua, cultura y pensamiento wea cence WE Las lenguas y la visiéndel mundo... ... +. I9L Diversidad lingiiistica y diversidad cultural. 194 Tabi y eufemismo. . . . ae sxene 196 Competencia lingtistca, competencia comunicativa y competencia cultural... .... 198 Traduccién de lenguas-raduccién de culturas 200 Reflexiones y ejercicios . . f Bt Go awa 208 Orientaciones bibliogrificas ... 2... 0 vee eee 203 ‘TeRCHRA PARTE ‘LA COEXISTENCIA DE LENGUAS V SOCIEDADES, CapiruLo 11. Bilingfiismo........................... .. 207 ‘La definicion ée bilinguismo ae 207 FJ bilingitismo individual, Clases de blingiismo.. 208 Elbilingitismo social @ iiitsleaiviae oom Soe, -. a Efectos y conseouencias del bilingismo |... ss 2. 24 Aspectos educativos del bilingiismo 215 Reflexiones y ejercicios 218 Orientaciones bibliogrificas 219 Caviruto 12. Diglosia 221 ‘La diglosia del griego y del drabe. . Sate Aya aes ats 21 Delimitacién tedriea del concepto de diglosia : 223 Lengguas y dialectos como variedades Ay B en situaciones diglésicas. 227 Bilingismo y diglosia. . 29 Poliglsia......... 230 Las lenguas y sus funciones... sss sess a 352 Reflexiones y ejercicios 233 Orientaciones bibliogrificas ©... 60 ooo eve eee eee ten 23 Cariruto 13, _Eleccién, mantenimi 235 Eleccién de lengua y eleccién lingiistica 235 Aspectos sociologicos de Ia eleccién de lenguas sees, 236 ‘Aspectos psicolingiiisticos y Peicosociologcos del eleccien de Tenguas -. 240 Sustitucién y mantenimiento de lenguas .............- wants corsiees OQ Lealtad y deslealtad lingiisticas. 2 wnt wa OMe El conilicto lingdistico z 245 Consccuencias de la sustitucién de lenguas: detcrioro y mortandad . +. 246 Reflexiones y eercicios 6... eee ee ee 247 Orientaciones bibliograficas ‘ : veces MI 4 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE CariruLo 14, _Lenguas en contacto 249 Consecuencias lingiiisticas del contacto de lenguas 249 Los conceptos de sustrato, superestratoy adstrato...... . 2351 Las aportaciones de Uriel Weinreich 252 Interferencia y convergencia 2... 00+ e sete eee eveeeeee 254 El préstamo léxico. . L 287 Aliermancia y mezcla de lenguas esse 259 Condiciones del cambio de cédigo 263 Reflexiones y ejercicios . = 264 Orientaciones bibliograficas. ....... 265 CapivuLo 15. Lenguas pidgin, lenguas criollas y mezelas de lenguas 267 Lenguas frances, lenguas pidgin, lenguas criollas 267 Los procesos de pidginizacién y de criollizacion . 269 Caracteristicas lingiisticas de los sabires y los criollos. oe . 271 El origen de las lenguas pidgin y criollas .. . . . ss ees ere 213 Los criollos hisps :: papiamento, palenquero, chabacano. 274 Mezclas de lenguas en las fronteras hispénicas. . . . . . 219 Reflexiones y ejercicios . see . 282 Orientaciones bibliogrificas 283 (CUARTA PARTE ‘TEORIAS, METODOS Y APLICACIONES CarituLo 16. Sociolinghistica, sociclogia del lenguaje y etnografia dela comunicacién. 287 El desarrollo de ta sociolingiistica moderna 287 Sociolingtiistica y sociologia del lenguaje . . 291 La etnografia de la comunicacién . “ 292 Aporteciones y problemas de le etnografia de la comunicacién 294 Elestudio de la estructura social y la estructura lingiistica 296 Orientaciones bibliogrificas «1... eevee cee teen e ees 2B Capt7uLo 17. Sociotingiiistica variacionista 299 ‘Variacién y cambio 299 Sociolingiistica y ieoria sociologica 300 Variacion y tec igri 30) Gramitica individual, gramatica comunitaria y complejo polilectal 303 Modelo psicolingiiistico de variacion sociolingiistica 306 ‘Sociolingtiistica cognitiva y variacion . : 307 Orientaciones bibliogrificas .... . . veeee 308 Cariruo 18. Fundamentos de metodelogh sosiolingiatien cuantitativa. 309 Principios metodolégicos en 309 Maestreos . oo 3 ‘Camo conseguir los materiales >: » » 313 Sociolingiiistica y estadistica . 315 El modelo del variacionismo 317 Corpus de: lengua hs hablada, 320 Nota . 321 Reflexiones y ejercicios . . 322 Orientaciones bibliograficas se 323 INDICE 5 CapiruLo 19. Sociolingiistica aplicada, 325 Aplicaciones de la sociolingilistica . 325 Sociolingiistica y ensedianza de lenguas 326 Acquisicién de lenguas y contexto social... . 328 Sociolingtiistica y traduccion .. . . : 330 Sociolingtiistica forense..... . . 331 Reflexiones y ejercicios 4 332 Orientaciones bibliogrificas .. . . 333 Carinuo 20, Planificaciéntingiistica.......... a eestor 335 La planificacién lingiistica y sus componentes 335 Planificaci6n de lenguss y dialectos: a propésito del espafiol en el mundo 339 La finalidad de una planificacién de la lengua espaiola . 343 Lengua espafiola y globalizacién . . 45 Reflexiones y ejercicios . . a 346 Orientaciones bibliogrificas .. 6.0... eee eee 346 Glosario sociolingiiistico 349 ‘Indice analitico 361 Bibliografia 381 A Nicolas Moreno Martin de Nicolés. jPues mejor! Mi lengua muy tosca te pide perdén, cristiano lector amigo y hermano, sien lengua materna de mi castellano ofende t oido mi nistico son. Recibe mi afecto, mi buena intencién, pon tii Ia sal que falta en mi boca; emienda, trasmuda, deshaz, y revoca quello que sale de regla y razén [BERNARDO PEREZ DE CHINCHON PROLOGO ALA CUARTA EDICION Cuando un libro de texto corre de mano en mano durante varios afios, parece adquirir vida propia y, sil autor tiene le oportunidad de retocarlo, se ve tentado de reaunciar a par- te desu intencién primera para responder a lo que los lectores han ido buscando en la obra. Las més de las veces, el libro de texto sigue siendo portico de entrada a una materia para estudiantes de distinto nivel de formacién o estudiosos de diferente procedencia intelec- tual, por lo que el autor puede hacer el intento de abundar en el ecumenismo, con el deseo de ser entendido desde posiciones muy dispares. En ocasiones, se demanda una informa- cién actualizada al tiempo que interpretada por el autor, porque es tal el aluvién bibliogra- fico actual que a menudo requerimos el apoyo de opiniones ajenas que ayuden a separar el grano de la paja y a esquivar los arboles que impiden la vision del bosque. Otras veces, en fin, se busca simplemente un recordatorio de concepios clasicos, una especie de vuelta a los origenes, pero con argumentos mis claros y sencillos, siempre bien ejemplificados. Esta cuarta edicidn de Principios de sociolingiiistica y sociologia del lenguaje tiene algo de todo eso, pero no renuncia a los objetivos que orientaron su concepeién original. Porotro lado, seriacinico negar que las reediciones son el punto idéneo para abordar el aliviador quchacer de la correccién de erratas... y de le subsanacién de errores. Dificil tarea Ia de editar una obra técnicamente compleja —como lo es un manual— por cuanto el autor, més que demiurgo, se siente un Sisifo que, aplicado en la pesada revision de despistes, siem- pre se halla al comienzo del camino, con més faltas que corregir y aspectos que mejorar. Para Jos que creemos que las cosas deben hacerse bien, la enmienda de los errores que no cesan resulta desesperante. Afortunadamente, hay subterfugios filoséficos capaces de positivar la realidad mas fea: para la estética japonesa wabi-sabi, todo es imperfecto, todo es efimero, todo es incompleto. Consuela pensar que, incluso en tal estado, las cosas pueden llegar a ser litiles y bellas. Con todo, este libro sigue siendo imperfecto e incompleto, pero ha enmenda- do erratas —sobre todo en el indice analitico—, ha actualizado referencias bibliogréficas y larelacién de enlaces de internet, a la vez que ha incluido algunas noticias de aspectos no tra- tados en ediciones anteriores. Ojala siga aceptindose como una obra de provecho y pueda llegar, con vida propia, donde el autor no alcanzara a pisar nunca. Alcala de Henares, noviembre de 2008 PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION Estos Prineipios de sociolingiistica y sociologia det lenguaje no ban dejado de dar- me sorpresas desde que en 1998 apareciera su primera edicién. Para empezar, que se haya agotado. No es que no tuviera fe en el libro —que, naturalmente, la tenia— sino que uno pensaba que, ante la posibilidad de elegir entre varios manuales del mercado editorial, los profesores y lectores siempre iban a optar por otros titulos de la especialidad, mejores que este en numerosos apartados y por los que siento un enone respeto y admiracién. La se- gunda sorpresa ha sido que la demanda de este manual no solo se ha mantenido con el tiempo, sino que ha ido creciendo, a pesar de que el paso de los afios iba dejando desactua- lizados algunos de sus aspectos. Y mi tercera sorpresa es que estos Principios han conse- guido interesar por igual a profesores y estudiantes de regiones del mundo muy distantes: principalmente, Espaiia, Hispanoamérica y los Estados Unidos, pero también de otros paises donde hay interés por el espaiiol. El resultado de tanta sorpresa es la felicidad y la ilusion de preparar una segunda edicidn en la que poner al dia lo anticuado, mejorar lo me- jorable y corregir lo errado. Soy perfectamente consciente de los errores y crratas que contenia la primera edi- cién, que me dolfan cada vez que abria el libro; como el haber citado a Dan Muntenau con la primera vocal de su apellido trocada, Le pedi disculpas cuando lo adverti y lo hago aho- ra denuevo. Y, tras las disculpas —a todos los lectores— por lo mal hecho, doy las gracias alas muchas personas que han apoyadbo esta obra con comentarios benévolos y hasta cari- osos, comenzando por las que dedicaron su tiempo ala redaccién de resefias (M. Galeote, en Analecta Malacitana, XXI [1998], pp. 349-352; J. J. Montes Giraldo, en Thesaurus, LIII [1998], pp. 674-682; F. J. Martin Arévalo, en Lingiiistica, 10 [1998], pp. 176-182) y terminando por las que la han citado con profusion, de palabra y por escrito, como mi maestro amigo Humberto Lopez Morales. A la hora de preparar esta segunda edicién, me dirigi a unos cuantos colegas para pedirles sus comentarios y opiniones sobre cémo mejo- tar el libro y todos ellos me han regalado comentarios muy veliosos, si bien algunos ya me los habian ofrecido tiempo atras: José Luis Blas Arroyo, Paola Bentivoglio, Ana Cesteros, Mauro Fernandez, Francisco Gimeno, Humberto Lopez Morales, Pedro Martin Butrague- fio, Isabel Molina, Florentino Paredes, Dennis Preston, Juan Villena, José Antonio Sam- per. A todos, muchas gracias. Alo largo de estos afios he ido pensando en cambiar muchas cosas de este libro, para hacerlo mejor. Uno nunca acaba de estar conforme con lo que hace. La duda empezaba nada menos que con el titulo, porque crefa que deberia ser otro: si se habla del estudio de la lengua y de la historia de la lengua, por ejemplo, ,por qué no se ha de hablar de la sociolo- gia de la lengua, en lugar de la sociologia del lenguaje? Pero, aunque estoy convencido de que la alternativa resulta mejor, no voy a negar niel peso de la costumbre ni la aceptacion 12 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE de que goza el rotulo utilizado. Asi es que no lo he modificado. En cambio, si he cambiado otros aspectos, que resumo brevemente: he corregido las erratas detectadas, sobre todo unas de concordancia que afeaban mucho el texto; he cambiado el sistema de citas, sustitu- yendo la referencia a pie de pagina por la cita de autor-afio; he revisado y ampliado el glo- sario final, a falta todavia de un diccionario de sociolingiiistica hispanica; he revisado la glotonimia para adecuarla a las propuestas hechas por Juan Carlos Moreno Cabrera (2003), quien muy generosamente me hizo llegar toda la informacién que le solicité por correo electrénico; he renovado parcialmente los ejercicios y las reflexiones, porque los estudiantes son tan inteligentes que siempre hay que proponerles retos inesperados; he re- dactado de nuevo algunos epigrafes que no me dejaron satisfecho en la primera edicién; y he unificado algunos elementos terminoldgicos con las denominaciones utilizadas en otros manuales, para no volver locos a los lectores con etiquetas que en el fondo se estin refiriendo a unas mismas realidades. En alguna informacién que circula por internet se dice que este manual resulta algo dificil para los que no tienen formacién previa en lingiiis- tica. No seré yo quien lo desmienta, pero, para no complicar las cosas innecesariamente, he simplificado Ia redaccién de algunos pasajes y he buscado nuevos y més claros ejem- plos. Confio en que esto ayude 2 los que cuentan con menos experiencia en la lectura de asuntos sociolingiiisticos. En lo que tiene que ver mds con novedades que con reformas, he actualizado los con- tenidos y la bibliografia con las referencias posteriores a 1998 que he considerado mas im- portantes. También he afiadido algunos apar.ados nuevos, dando mayor relevancia a temas que antes quedaban en segundo plano (concepto de «conflicto lingtiisticon; descripcién del bozal caribefio) o incluyendo asuntos que han ido alcanzando un nivel de significacion y madurez suficiente; asi ha ocurrido con el concepto de «lider lingiiistico», con el trata- miento de la variacién pragmético-discursiva, con las nuevas propuestas del variacionis- mo 0 con el concepto de «globalizacién». De igual modo, el capitulo de aplicaciones de la sociolingiistica lo he rehecho, prescindiendo de algunos temas relacionados con la educa- cidn, que ya he presentado mas detenidamente en otras publicaciones (Moreno Feméndez, 20048), e incluyendo informacion nueve sobre las aplicaciones en contextos profesionales (traduccién, sociolingiistica forense). La disposicién de los capitulos del libro es pricticamente la misma, pero he hecho una adicién y una supresién. He prescindido del capitulo dedicado exclusivamente a los principios generales de la sociolingiistica (antiguo capitulo 7). Podria considerarse para- déjico que un libro que lleva en su titulo la palabra Principios prescinda precisamente del capitulo dedicado a ello. Puede ser, pero a le postre no se ha perdido nada porque los prin- cipios siguen formulados entre estas paginas. Las razones que me han llevadoa prescindit del capitulo como tal son estas: 1) que la disposicin en serie de unos principios no los convierte en un corpus tedrico (no eran tal cosa, ni lo pretendian, pero el conjunto resulta- ba heterogéneo); 2) que la comprensién de los principios resulta mds fécil si se formulan y se explican, cada uno de ellos, dentro del contexto adecuado. Por otro lado, si alguien ne- cesita ver la relacién completa de principios aqui tratados, solo tiene que acudir al indice de materias. En cuanto a la adici6n, he redistribuido los contenidos de los capitulos de la cuarta parte y he redactado un nuevo capitulo dedicado especificamente a fundamentos de meto- dologia cuantitativa. Obviamente, ese capitulo no puede verse como un repertorio de téc- nicas y métodos, ya que solo se ocupa de algunos aspectos basicos de la investigacién so- ciolingtiistica, pero sin duda llena una laguna de la primera edicién. También podria consi- PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION 13 derarse una adicién la relacién de fuentes de internet en la que consultar informacién o ma- teriales sociolingiiisticos, si bien he incluido referencias a la red en otros muchos lugares de esta segunda edicién. Finalmente, quisiera insistir en la fidelidad a una de las guias de estos Principios des- de su primera redaccién: la atencién a la lengua espaiiola. Este es un manual redactadoen espaiiol, con ejemplificacién en espaiiol y pensado para lectores y contextos que tienen contacto con el espafiol o que se mueven en un entorno de lenguas roménicas, aunque tam- bién puede resultar itil y curioso a los lectores que simplemente quieran conocer la socio- lingiistica a través de muestras procedentes del mundo hispanico. Mi mayor deseo es que los lectores interesados en estas materias y los estudiantes de sociolingiiistica, sociologia y politica, psicologia, lingiiistica general, didActica, dialectologia, traduccién, antropologia etnografia, sean de donde sean, piensen por un segundo que el contenido de estas pagi- nas les ha ayudado a entender mejor eémo funciona la lengua en su contexto social. FMF Chicago, abril de 2005 INTRODUCCION Principios de sociolingitistica y sociologia del lenguaje es una obra destinada, pri- mordialmente, a todos los que se mucven entre la ensefianza y el aprendizaje de las matc- rias que se enuncian enel titulo, tanto si estén vinculados al émbito de la lingiifstica como si habitan los pagos de la sociologia o de otras disciplinas afines. Ofrecemos una suerte de manual introductorio que pretende ser amplio, claro y util, y que, por ser general, exige la renuncia al tratamiento de ciertos asuntos con la profundidad y en el espacio que sin duda se merecen, Alahora de elegirel titulo de este Principios se nosha presentado una doble posibi- lidad: la de escribir simplemente «Principios de sociolingiiistica», confiriendo a «socio- lingiifstica» un significado muy amplio, en el que cupiera cualquier investigacién que relacionara la lengua y la sociedad, o la de hacer explicitos los nombres de dos materias, a sociolingiistica y la sociologia del lenguaje. Obviamente, hemos tomado partido y con ello descubrimos nuestra forma de pensar. El estudio de la lengua y la sociedad o del lenguaje en la sociedad, como se quiera, no cuenta con un planteamiento epistemolégico unitario. Es verdad que se podria hacer un esfuerzo para llegar a «una» teoria sociolin- gitistica ¢ incluso se podria pensar que tal teoria es deseable por muchas razones, pero igualmente verdad es que «la» teoria no existe. Al utilizar como apelativo tinico el térmi- no «sociolingiiistica» no hariamos més que encubrir una realidad heterogénea y, tal vez, alimentar la confusién de quienes miran esta especialidad desde la distancia. Por eso la alusién a la sociolingiiistica y a la sociologia del lenguaje avisa sobre la heterogeneidad de este campo y explicita la diferencia que existe entre lo eminentemente lingiiistico y lo preferentemente sociolégico. Mas, si no trabajamos en esta obra con una sola teoria sociolingiifstica, tampoco lo hacemos desde unas posiciones lingiiisticas 0 sociolégicas exclusivas; en realidad, no existe un modelo sociologico que satisfaga todas las necesidades teéricas y metodolégicas de los sociolingiistas porque ni son suficientes los modelos funcionales de estratificacién social ni las teorias del conflicto solucionan todos los problemas. En todo caso, si se nos obligaraa buscar una base conceptual, un hilo conductor de naturaleza tedrica, con capaci- dad explicativa en terrenos «socio-lingiiisticos» muy distintos, como la variacién lingiiis- tica, la interaccién comunicativa o el amplisimo ambito del bilingiiismo, probablemente nos inclinariamos por un planteamiento nacido, no en la sociologia, sino en la psicologia social de Howard Giles y que recibe el nombre de teoria de la acomodacién comunicativa ode la adaptacién. Esta teoria se preocupa por los procesos cognoscitivos que se produ- cen entre la percepcién del contexto social y la conducta comunicativa; pretende explicar las motivaciones subyacentes 2 ciertas conductas, durante los encuentros comunicativos, 16 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE y sus consecuencias sociales. Los principios basicos de la teoria son los de convergencia y divergencia: la convergencia es una estretegia comunicativa que los hablantes siguen para adaptarse a una situacién y al habla de sus interlocutores; la divergencia es un proce- dimiento por el que los hablantes acentiian sus diferencias lingiiisticas y comunicativas respecto de otros individuos. A lo largo de este manual tendremos oportunidad de compro- bar que la acomodacién o adaptacién oftece explicaciones convincentes para fenémenos tan diversos como el cambio de estilo, los mecanismos de la conversaciéno la eleccién de Jengua. La organizacién interna de este Principios ofrece cuatro partes, Las tres primeras res- ponden a un recorrido lineal que va de lo particular a lo mas general: comenzaremos por la explicacién de elementos tan concretos como los sociofonéticos, para concluir en el vasto Ambito de la convivencia de lenguas y sociedades diferentes, siguiendo un itinerario que nos llevar por la variacion estilistica, la variacion en grupos sociales y los procesos de in- teraccién comunicativa entre individuos. Caminaremos del «hablante» a la «nacién», del «sonido» a la «cultura», presentando, en la primera parte, los principios fundamentales de la sociolingitistica propiamente dicha (la veriacién cn la lengua), en la segunda parte los, conceptos basicos de la etnografia de la comunicacién (Ia lengua en su uso social) y, en la tercera, los temas mas destacados de la sociclogia del lenguaje y de los estudios de lenguas encontacto (la coexistencia de lenguas y sociedades). Los titulos de los capitulos nos dan ‘una idea més precisa de su contenido: la variacion en los niveles de la lengua, las variables sociales, patrones de variacién sociolingiiistica, variedades lingitisticas, el cambio lingitis- tico visto desde la sociolingiistica, el concepto de variacién, en la primera parte; interac- cin comunicativa y cortesia, discurso y conversacién, actitudes lingiisticas, lengua, cul- tura y pensamiento, en la segunda parte; bilingiismo, diglosia, eleccién, mantenimiento y cambio de lengua, lenguas en contacto, lenguas pidgin y lenguas criollas, en la tercera parte. Los asuntos lingiiisticos que en este volumen se van a tratar abarcan el espectro com- pleto de los niveles de la lengua, desde el fonema —casi desde ¢] rasgo distintivo— a la macroestructura del texto, pasando por el morfema, la oracion y las secuencias discursivas mis simples. Y todos ellos son vistos en su relaci6n y correlacién con los multiples facto- res sociales que concurren en las comunidades de habla, desde la division en clases o estra- tos a la interaccién comunicativa, pasando por diversos tipos de organizaciones sociales. Por otro lado, es conveniente anunciar que la lingiiistica serd la ciencia que nos sirva de norte en la presentacién y valoracién de los fenomenos de la lengua y de la sociedad. Pero debe saberse, igualmente, que no dudaremos en conceder espacio a una sociolingiiis- tica que vaya algo més allé de la lingiiistica o que nos obligue a discurrir por otras discipli- nas, como la sociologia, la antropologia, la psicologia social, la etometodologia, la etno- grafia, la pragmatica, el andlisis del discurso, el anilisis de la conversacién, la lingiiistica de] texto. A todas y cada una de estas ciencias se les reconoce uns relacién, més o menos estrecha, con la sociolingiiistica; por eso serin objeto de nuestro comentario, pese a que los lingiiistas puedan reprocharnos el abandono de! terreno de la sociolingiiistica estricta, Las tres primeras partes de este manual dardn prioridad a la presentaci6n de los con- ceptos y principios basicos de la sociolingilistica, procedan de la escuela que procedan, aunque el peso de la investigacion norteamericana se ha de hacer notar. Procuraremos no detenernos tanto en la sociolingilistica como en o sociolingiiistico, dando protagonismo a Ja lengua y a la sociedad, esto es, a los hechos sociolingiiisticos propiamente dichos. Ade- ‘mis, todos los capitulos van seguidos de unas propuestas de ejercicios y de reflexiones que PRIMERA PARTE LA VARIACION EN LA LENGUA. CapiTULO 1 LA VARIACION EN LOS NIVELES DE LA LENGUA Lengua y variabilidad Por la variedad que hay de usos y diferencias de hablar, no digo en todo un reino, no en toda una nacién, pero aun en cual- quier provincia y no sé si en cualquier ciudad. (Damasio bE FRIAS, Didiogos de fas lenguas, s. XV1) La lengua es variable y se manifiesta de modo variable. Con esto se quiere decir que los hablantes recurren a elementos lingilisticos distintos para expresar cosas distintas, na- turalmente, pero a la vez tienen la posibilidad de usar elementos lingiisticos diferentes para decir unas mismas cosas. En efecto, el uso de ciertas unidades linguisticas en lugar de otras puede expresar significados diferentes 0, de forma més amplia, valores seminticos diferentes; piénsese, por ejemplo, en el uso de z ys (caza, casa), de -dor y -dero (vestidor ‘que viste [a alguien]’, vestidero ‘que es vestido’), de seryy estar (ser fuerte, estar fuerte), en Iaausencia o presencia de determinante en el sintagma nominal (he bebido cerveza, he bebido una cerveza), en €1 uso de la forma enclitica de -se (tirar, tirarse) o de los tiempos verbales en determinados actos de habla (puede venir maitana?, ;podria venir maiia- na?). Pero hay ocasiones en que el uso de un elemento en lugar de otro no supone ningin tipo de alteracién seméntica: tanto si se usa uno como si se usa otro, se esta diciendo lo mismo. Esto ¢s lo que los sociolingiistas denominan variacién lingilistica. He aqui algu- nas muestras de variacién en espafiol: realizaciones [s, h, @] del fonema /s/ implosivo (ca- sas, casah); realizaciones [r, 1] de los fonemas /+/o /V/ en posicién final de silaba (multal murta); realizaciones mas 0 menos tensas de ch, el uso del seseo, ¢l ceceo o la distincién de SZ; la realizaciOn de /t/, en posici6n final, como alveolar o como velarizada; el uso de los morfemas -ra 0 -se para el imperfecto de subjuntivo; el leismo, el laismo o el loismo; la) presencia o ausencia de sujeto pronominal; la preferencia por ciertas construcciones acti- ‘vas 0 pasivas. Todos ellos son casos de variacién. Al elemento, rasgo o unidad lingiiistica que puede manifestarse de modos diversos —esto es, de forma variable— se le da el nom- bre de variable lingiistica, ASIA aHEI=llinig ist cee SHES Unio GERAIESTEOHES _ de un mismo elemento y cada una de las manifestaciones o expresiones de una variable re- cibe el nombre de variante lingitistica. Al identificar un fendmeno de variacién, las preguntas que surgen de modo inmedia- 22 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE. to, en cualquier nivel lingiistico, son ;por qué? gcémo se ha originado? Y las respuestas suelen requerir el auxilio de disciplinas como la dialectologia o de la historia de la lengua porque es habitual que haya factores extralinglifsticos implicados en la variaci6n: factores como la geografia (variacién geolingtiistica), la historia (variacién histérica) o la situacion comunicativa, en su sentido més amplio (variacién estilistica). Todos estos factores pue- den explicar o ser responsables de muchos casos de variaci6n, Pero los especialistas en so- ciolingiiistica se plantean preguntas mas concretas: ;cémo se manifiesta esa variacién? qué factores la determinan? ; qué capacidad de determinacién tiene cada uno de los facto- res concurrentes? qué variantes lingtiisticas caracterizan a unos grupos sociales y aotros? Henrietta Cedergren (1983: 150) y Humberto Lopez Morales (2004: 56-57) han se- fialado, desde la sociolingilistica y con toda claridad, que los factores que determinan la aparicion de unas variantes lingiisticas en ciertas circunstancias y de otras variantes en circunstancias diferentes, dentro de una comunidad de habla, respondena estas cuatro po- sibilidades: Que las vwisMren determinadas exclusivamente por SNGNEEBs. Que las “ vvengan determinadas exclusivamente por factores sociales, Que las vas vengan determinadas conjuntamente por faGtOreSilinguisticos y sociales 2. Que las variantes no vengan determinadas por (@etores lin guisticos nipor facto De las cuatro posibilidades comentadas por Cedergren y Lépez Morales, la sociolin- Blifstica csté especialmente interesada en a y enc, sobre todo en esta tltima. Cuando se comprueba que la variacién lingilistica esté correlacionada con factores de naturaleza so- cial, hablamos de variacién sociolingiistica. La posibilidad b se refiere principalmente a factores externos a la lengua, a menudo relacionados con el contacto o la influencia de otras variedades. En lo que se refiere a la posibilidad @queirecogellos casos tradicional- podria ser reformulada de Ja si- guiente forma: «que las variantes no vengan determinadas por factores lingiiisticos ni por factores extralingiisticos». Estos casos interesan a la sociolingiiistica en tanto en cuanto también es necesario demostrar empiricamente que un fenomeno de variacién no viene de- terminado efectivamente por tales 0 cuales factores. ‘Como se infiere de los ejemplos presentados més arriba, la variacién, definida como 1 uso alterno de formas diferentes de decir lo mismo, se puede encontrar précticamente en todos los niveles de la lengua, desde el mas concreto (fonético-fonologico) al mas amplio (discurso, por ejemplo), pasando por la gramatica y el léxico. Y, a partir de aqui, se puede formular un principio sociolingiiistico de la variacién, que ha estado presente en la mayor parte de la investigacién geo y sociolingiiistica de las iltimas décadas (Preston, 1986): Principio de la variacién sociolingiiistca Los usos lingiiisticos variables —fonéticos, gramaticales, léxicos o discursivos— pue- den covariar con otros elementos lingiisticos o extralingiisticos. LA VARIACION EN LA LENGUA 23 Para explicar el funcionamiento de estos usos, vamos a prestar atencién separada- mente a la forma en que ejercen su influencia los factores lingiiisticos (variacién interna) y a la forma en que lo hacen factores sociales como la edad, el sexo (género) o la profesion, entre otros. Pero, previamente hemos de detenernos en un concepto fundamental: «comu- nidad de habla». Comunidad de habla Cuando se usa el término comunidad en Lingiiistica, se hace referencia al hecho de compartir algo y ese «algo» puede entenderse de formas distintas. Asi, se puede pensar en el conjunto de todos los hablantes de una lengua histérica (comunidad idiomatica) 0 en los hablantes de una lengua en un momento y en un territorio determinados (comunidad lin- istica). Los individuos que han utilizado, utilizan y utilizarén una lengua, como el espa- fol, en cualquiera de sus variedades geograficas, sociales y estilisticas, forman unacomu- nidad idiomatica; los hablantes de lengua espafiola en este momento forman una comuni- dad lingitistica. Una comunidad de habla esta formada por un conjunto de hablantes que comparten efectivamente, al menos, una lengua, pero que, ademas, comparten un conjunto de normas y valores de natureleza sociolingiiistica: comparten unas mismas actitudes lingiiisticas, unas mismas reglas de uso, un mismo criterio a la hora de valorar socialmente los hechos lingiisticos, unos mismos patrones sociolingiiisticos. Los miembros de una comunidad de habla son capaces de reconocerse cuando com- parten opinion sobre lo que es vulgar, lo que es familiar, lo que es incorrecto, lo que es ar- caizante o anticuado. Desde este punto de vista, los hispanohablantes de México y de Espaiia pertenecen a una misma comunidad lingiiistica, pero no a una misma comunidad de habla, Por eso el cumplimiento de las normas sociolingiisticas al que obliga la perte- nencia a una comunidad puede servir de marca diferenciadora, de marca de grupo, y por eso los miembros de una comunidad suelen acomodar su discurso a las normas y valores compartidos. Tales normas y valores pueden no respetarse en la comunicacién entre miembros de distinias comunidades de hebla, pero aun en estos casos es frecuente que se intente seguir los criterios caracteristicos de la comunidad del interlocutor respectivo: si un hispanohablante se desplaza a un pais hispinico que no es el suyo, probablemente evite el uso de formas lingilisticas que son tabii en el pais de destino, por ejemplo. Sacando factor comin de todo lo anterior, podemos formular el principio sociolin- giistico de la comunidad de habla del siguiente modo: Principio de la comunidad de habla ‘Una comunidad de habla esté formads por un conjunto de hablantes que comparten al ‘menos una variedad lingtifstica, unas reglas de uso, una interpretacion de ese uso, unas actitu- des y una misma valoracién de las formas lingiisticas. 1. Sobre el concepto de comunidad de habla véase el epigrafe correspondiente en el manual de H. Lépez Morales (2004: 180-185). Este concepto, que es el més gencralmente aceptado, fue propuesto por W. Labov (1972e; 120). Véase también S. Romaine (1980: 41-59). Para la distinci6n entre comunidades idiomaticas, co- ‘munidades lingiisticas y comunidades de habla, véase el trabajo de F. Gimeno (1987: 689-698). LA VARIACION EN LA LENGUA 25 @) Lafrecuencia. Cuanto més frecuente es una variable en la lengua hablada, ex- presada en sus distintas variantes, mas posibilidades hay de conseguir un buen analisis, es- pecialmente cuantitativo, Esta caracteristica se halla a menudo en las variables fonéti- co-fonolégicas, dado que se cuentan por docenas los casos de fonemas como /s/ o como al, por ejemplo, en unos pocos minutos de habla, si bien es cierto que la frecuencia es mu- cho menor en elementos como /py/o //. 6) Laintegracién en sistemas cerrados. Cuanto més integrada esté una variableen un sistema cerrado, cuanto mAs depende su valor del valor de otros elementos de un mismo sistema, ms idénea resulta para el andlisis sociolingiiistico. Desde este punto de vista, las unidades fonologicas son perfectamente adecuadas para un analisis de la variacién puesto que pertenecen a inventarios cerrados, formados generalmente por un nimero bastante re- ducido de elementos. El espaiiol, por ejemplo, cuenta con un nimero de fonemas consonén- ticos que oscila entre las 17y las 19 unidades, segin la variedad de que se trate (piénseseen los dialectos que no tienen /6/ ni /A)); el sistema vocdlico del espafiol dispone solamente de cinco elementos, si bien algunas lenguas pueden llegar a tener 12, 15 0 mis vocales, y otras ‘menos (en arabe son tres los fonemas vocélicos) (Martinez Celdrin, 1988). ¢) Distribucién estratificada socialy estilisticamente, Esta propiedad se refiere a la correlaci6n que puede existir entre ciertas variantes lingilisticas y ciertos factores socia- les y situacionales: unas variantes se encuentran principalmente en hablantes de determi- nadas caracteristicas sociales y en determinadas situaciones, y otras variantes en otros. Se- mejante circunstancia se da en lo que, algunas lineas mds arriba, hemos llamado posibili- dad e: que las variantes vengan determinadas conjuntamente por factores lingiiisticos y so- ciales. Cuando esto ocurre —y es relativamente frecuente en el nivel fonético-fonologi- co-, la identificacién de los factores que determinan la variacién resulta mis simple. Tenemos, por tanto, que las tres caracteristicas presentadas (frecuencia, integracion en-un sistema, estratificacién social y estlistica) se encuentran muy a menudo en las varia- bles fonético-fonologicas, convirtiéndolas en objeto de estudio predilecto para la sociolin- ailistica. Ahora bien, eso no quiere decir que este campo de la sociolingiistica esté exento de problemas; ni mucho menos. Una de las dificultades practicas més complicadas de salvar en todo estudio de la va~ riacién fonética es el establecimiento de las clases o tipos de sonidos que van a ser consi- derados como variantes, porque es bien sabido que las posibilidades de realizacién fonéti- ca de un fonema cualquiera son pricticamente infinitas y que dependen de factores més 0 menos regulares (contextos, variantes dialectales), pero también de factores absolutamen- te aleatorios, como las condiciones coneretas de cada articulacién o la constitucién del aparato fonador de cada hablante en particular. Para el estudio de la variacién es imprescindible manejar y fijar una serie limitada de variantes o de posibles realizaciones, que van ser consideradas como auténticas clases o ti- pos, puesto que han de incluir todos los sonidos que cumplan unos requisitos determina- dos. Asi, cuando Orlando Alba estudia el comportamiento variable del fonems /V/ en posi- cién final de sflaba, distingue las variantes lateral (I), vibrante (1), vocalizada [i] y elidida {0}, y puntualiza (1990: 135-136): ‘Come es gico, Ia seleccién de estas varientes lleva consigo algunas simplificaciones cenel sentido de que cada una de ellas representa més bien un tipo de realizacién, La lateral, por ejemplo, agrupa varias realizaciones alofénicas que se diferencian no sélo en cuanto al 26 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE Tugar de articulacién sino también en lo relativo al gradode contacto de la lengua con la zona donde se produce la articulacién: los alvéolos, los dientes, el paladar, etc. De forma similar sucede con la variante vocalizada que, como han indicado algunos investigadores, presenta diversos grados de aberturay de localizacin. Seha creido prudente trabajar con una variante tipo y no intentar discriminar diferencias fonéticas sutiles que a simple oido resultan muy di- ficiles de transcribir de manera consistente. S6lo un andlisis instrumental podria recoger de- terminadas variaciones alofénicas de forma precisa, constante, fidedigna Como han sefialado numerosos especialistas, entre ellos Lopez Morales (2004: 57-64), los factores lingiiisticos con capacidad para determinar la variacién fonéti- co-fonoldgica pueden dividirse en tres grupos: distribucionales, contextuales y funcio- nales. Los factores distribucionaies tienen que ver con el lugar en que aparece el fone- ma: posicién inicial de silaba, final de silaba interior de palabra, final de silaba y final de palabra, etc. Los factores contextuales estan conformados por los elementos que antece- den y siguen a la variable: consonante antepuesta o pospuesta, vocal antepuesta 0 pos- puesta, pausa. Los factores funcionales se refieren a la naturaleza de las categorias gra- maticales en las que se incluye la variable: funcién gramatical, tipo de morfema, lugaren la curva de entonacién, etc. Unos pocos ejemplos nos scrvirén para ilustrar como se ma- nejan los tipos (las variantes) de diversas variables y cémo se correlacionan esas varian- tes con otros factores.? Los ejemplos de variacién fonético-fonologica que ofrecemos a continuacién proce- den de varios lugares hispanohablantes y se refieren a variables fonéticas diferentes. Co- menzamos con un ejemplo procedente del espafiol de Espaiia; més concretamente, de la ciudad canaria de Las Palmas. José Antonio Samper (1990: 263-271) ha observado alli el comportamiento variable de la -d- cuando aparece en posicién intervocdlica. Distingue este investigador tres posibles realizaciones: una d plena (partido, nada, ayuda), otra rela- jada y una tercera, elidida (ago ‘lado’, dividieo ‘dividido’ , cufiéga ‘cuftada’). En la apari- cién de cada una de ellas influyen factores tanto lingiiisticos como sociales. En lo que ata- jie a los primeros, se aprecia que los més significativos para explicar la variacién de la den- tal son el estatus gramatical, el contexto fonico y la categoria léxica. De este modo, la eli- sién se hace mds frecuente cuando la -d- forma parte de un participio (estatus gramatical) 0 ‘cuando la vocal anterior esa wo y la vocal posterior es o (contexto fonico). También se ve favorecida la elisin cuando la palabra en cuestidn es un adjetivo y, muy especialmente, en 1a palabra todo, cuando es adyacente. Los casos de variacién fonético-fonolégica menudean también en las hablas america nas. Antes haciamos referencia a las clases de variantes que distinguia Orlando Alba para estudiar la variacién del foncma // implosivo: lateral, vibrante, vocalizada y elidida. Los factores lingiiisticos que se han considerado como posibles agentes de esta variacién son el segmento fonolégico siguiente, la vocal precedente y el lugar del acento en la palabra. En Santiago de los Caballeros (Reptiblica Dominicana), la presencia de un elemento foné- tico cualquiera (lateral, vibrante o vocal), como realizacion de -/V/, es més frecuente en po- 2. Eneste momento s6lo nos interesa comentar como las variantes pueden venir determinadas por facto- res lingdiisticos, lo que supondrd, de hecho, que los ejemplos propvestos no scan auténticas muestres deestudios sociolingiisticos sino de meros estudios lingisticos: se intenta explicar cémo funciona la lengua en si misma, internamente. Con otras palabras, aunque en larealidad suele haber factoresexiralingiisticosimplicados en la variacién lingbistica, sobre todo en la fonético-fonlogica, peferimos dejar su presentacién para cl capitulo si- sienie, insistiendo en Ia idea de que la sociolingiistica encuentra su sentido cuando los hechos linglisticos se correlacionan con variables socisles y situacionales. 28 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE La emtonaci6n es [...] el vehiculo lingdistico ideal pare transmitir informaciones, que, aunque en el proceso de la comunicacién vayan tremendamente mezcladas, el oyente desco- difica autométicamente, y sabe si su interlocutor pregunta o afirma, es de Chile ode Espafia, esti enfadado o contento, pertenece a un estrato social 0 a otro, etc. No distinguir estas fun- ciones supone presentar una masa de datos indiscriminados y dificilmente utilizables Basdndose en estos argumentos, Quilis distingue tres niveles para el estudio de la en- tonaci6n: el nivel lingiiistico, que califica de denotativo, nocional u objetivo, el nivel ex- presivo y el nivel sociolingiistico, que considera connotativo y subjetivo. Los datos deun estudio sociolingiiistico realizado en Alcald de Henares nos llevan a afirmar que existen marcas prosédicas que se correlacionan con variables de naturaleza social y, consecuente- mente, que Ja funcion sociolingiiistica de la entonacién consiste en la aparicién de ciertos rasgos prosédicos que pueden ser reconocidos como marcas de grupo social (Moreno Fer- nandez, 19985; 1999). Variacién gramatical: morfologia y sintaxis ‘Que se deve usar esta composicién de la manera que digo y no andar por las ramas como algunos que, por no hablar como los otros, dizen por ponerlos, los poner y por traerlas, las traer. (JUAN DE VALDES, Didlogo de Ja lengua, 1535) La variacién gramatical, de igual forma que la fonético-fonolégica, puede venir de- terminada por factores lingUfsticos o por la combinacién de factores lingitsticos y socia~ les. Si distinguimos, dentro del plano morfoldgico, entre los fenémenos pertenecientes s la morfologia gramatical (morfemas gramaticales o con significado gramatical) y los corres- pondientes 2 la morfologia léxica (morfemas con significado léxico), encontramos que la variaci6n que mas se acerca a las propiedades de la variacién fonético-fonolégica es la que pertenece a la morfologia gramatical: son elementos frecuentes, pertenecientes a sistemas estructurados (género, mimero, sistema verbal) ya menudo distribuidos social y estilisti- camente, Pero las ventajas de la morfologia gramatical se vuelven inconvenientes en la morfologia léxica, donde nos topamos con dificultades derivadas de una presencia mas dé- bil de esa triple caracteristica. Esto también ocurre en le sintaxis 0 el léxico, aunque los problemas no son insuperables, ni mucho menos Segi Silva-Corvalén (2001: 129-132), la naturaleza de la variacién sintdctica no es andloga a la de la variacién fonolégica por varias razones: 1, Enna lengua hay menos variacién sintictica que fonologica. 2. La variacién sintictica es mis dificil de medir y cuantificar, debido a Ia escasa frecuencia con que se dan los contextos de ocurrencia y a la dificultad de obtener directa- mente ejemplos de] uso de una u otra variante. 3. Los contextos de ocurrencia de una variable sintdctica son en general mas difici- les de identificar y definir. 4. Lavariacién sintictica plantea el problema de las posibles diferencias de signifi- cado entre las variantes. LA VARIACION EN LA LENGUA. 29 Acllo puede afiadirse quela variacién sintéctica, muy frecuentemente, no esté estrati- ficada social ni estilisticamente, sino que viene determinada por factores netamente lin- gilisticos, ‘Al margen de lo complicado que pueda resultar el andlisis de la variacién de elemen- tos poco frecuentes, de inventario abierto y no correlacionados social ni estilisticamente, el escollo que se ha considerado como mis dificil de evitar es el relacionado con la demos- tracion de que un conjunto de variantes son realmente formas diferentes de decir lo mismo, esto es, de que son formas cquivalentes; estamos, pues, ante un obstaculo esencialmente semintico. Tal escollo no elimina, sin embargo, la posibilidad de identificar y analizar eon éxito numerosos casos de variacién gramatical. Advertidos de las dificultades que encierra el estudio de la variacién gramatical, es- pecialmente la sintéctica, se hace necesario comentar qué clases de variables son las que quedan incluidas en este tipo de variacién. Pedro Martin Butraguefio (1994) ha intentado llegar a una tipologia de la variacién gramatical en la sociolingiiistica del espafiol y ha pro- puesto la siguiente clasificacién de las variables: variables de tipo morfoldgico, de tipo ca- tegorial, de tipo funcional y de tipo posicional. Las variables de tipo morfolégico son aquellas que afecian, claro esté, a elementos de la morfologia, sobre todo de la morfologia gramatical, cuya variacién rera vez implica los niveles sintactico y pragmitico y que suelen verse determinadas por factores tanto socio- lingiisticos y estilisticos, como hist6ricos y geogrificos. Serian variables de tipo morfolé- gico las que se expresan a continuacién: a) Bluse de-mos o de -nos como terminacién verbal. ‘para que fuéramos a buscario | para que fuéranos a buscarlo. 6) Eluso de-ste 0 de -stes como terminacion verbal. no quisiste avisarme/ no quisistes avisarme. ¢) Eluso de -rao de -se como terminacién verbal. si quisiera, lo podria hacer | si quisiese, lo podria hacer. d) Eluso de -ria o de -ra como terminacién verbal. si pudiera, lo haria | si pudiera, lo hiciera. si vendrias todos los dias, no te Hamaria | si vinieras todos los dias, no te lla- maria e) Valor funcional o referencial de le, la y lo. e.l) anduvieron buscdndola todo el dia / anduvieron buscdndole todo el dia (la casa), €.2) no le has dado las gracias / no la has dado las gracias (a esa mujer). 3) Te dio una buena noticia a su hermano | lo dio una buena noticia a su her- mano. Es evidente que esta relaciOn podria ser més amplia, sobre todo si se piensa en varie- dades dialectales concretas, como es claro que algunos de estos ejemplos rozan el limite de Ja sintaxis, aunque no por ello dejan de ser buenss muestras de fenémenos morfologicos. Las variables de tipo categorial son aquellas que afectan, en algunos casos, a ¢le- 30 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE mentos de le morfologia y, en casi todos, a la sintaxis, cuya variacién implica a veces los niveles semintico y pragmitico. Es importante tener en cuenta que este tipo de variables a menudo no vienen determinadas por factores sociolingiiisticos, estilisticos, histdrieas y geogrificos o se ven determinadas por ellos de un modo bastante irregular. Serian varia- bles de tipo categorial las que se expresan a continuacién:? a) Uso de subjuntivo o de infinitive con para. me llaman para que yo redacte el informe | me laman para redactar el informe. b) Uso de adjetivo 0 de adverbio. ella subié las escaleras muy rdpida | ella subié las escaleras muy rapido. c) Uso de secuencias de preposiciones, voy por agua / voy a por agua. @) Tipo de unidad sintdctica (oracién cldusula, sintagma,...): se reficre a la posibili- dad de formar construcciones con diferente grado de complejidad. Las variables de tipo funcional son aquellas que afectan a la sintaxis, parcialmente a Ia morfologia, y que no suelen estar correlacionadas con otros factores de naturaleza se- mantica. Por otro lado, como ocurre con las variables de tipo morfolégico, a menudo re- sultan determinadas por factores histéricos. geogréficos, sociolingiisticos y estilisticos, aunque no siempre es asi. Algunos ejemplos de estas variables son los siguientes: a) Uso de que o de de que (quetsmo y dequeismo). a.1) me enteré de que Maria llamé | me enteré @ que Maria llamé. 2.2) yo digo que esto es cierto | yo digo de que esto es cierto. 4) Sujeto pronominal presente o ausente. entonces yo decidi que si/ entonces decidi que si. c) Personalizacion de haber. ha habido muchos problemas | han habido muchos problemas. @) Personalizacién de hacer hace seis aitos que no nieva | hacen seis afios que no nieva. ©) Presencia o ausencia de pronombre étono (clitico) no argumental. la agenda contiene un calendario / la agenda le contiene un calendario. f) Uso de loo Ios. se lo adverti a ustedes | se los adverti a ustedes. 3. Martin Butragueito incluye més variables en la relacién correspondiente al tipo categorial, pero su consideracién nos obligaria « hacer justificaciones que nos alejarian reucho del interés principal de este capitu- Jo, Hemos prescindido también de las variables que no parecen responder a factores de indole sociolingiistica. 32 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE cn los casos en que el referente de la oracién no coincide con el referente de la oracién an- terior (nunca quise salir a cenary ella nunca me lo reproché), cuando el nimero es singu- lar y cuando el verbo es de percepeién (ver, oler, etc.). En esta variable, y asi lo han com- probado tanto Bentivoglio como Silva-Corvalén (2001: 154-169), no suelen tener inci- dencia alguna les variables de origen extralingiistico. Variacién léxica Pero en esto podels considerar la riqueza de la lengua caste- Mana, que tenemos en ella vocablos en que escoger como entre peras. (QUAN DE VALDES, Didlogo de la lengua, 1535) ‘Yo comparo este abundanciaa lade los sindnimos, que, dado que los aya rigurosamente tales, solo sirven para la variedad, i harmonia del decir. (GREGORIO MaYANs, Origenes de la lengua espaol, 1737) El estudio de la variacién léxica se enfrenta a los mismos problemas que la variacién gramatical. Entre esos problemas destaca, naturalmente, el establecimiento de equivalen- cias entre supuestas variantes, que tiene como trasfondo, muy especialmente en este nivel léxico-seméntico, la larga porfia sobre la existencia o la imposibilidad tedrica de la sinoni- mig (Salvador, 1984). Es cvidente que la sociolingiiistica no aspira a solucionar de modo definitivo una cuestién que lleva muchisimo tiempo ocupando y preocupando a los espe- cialistas en semantica, pero no es menos cierto que, por eso mismo, la sociolingiiistica se ve obligada a proponer salidas y a tomar decisiones practicas. La sociolingiistica se ha convertido, casi pornecesidad epistemologica, en defensora acérrime de la existencia de la sinonimia, al menos en el nivel del discurso: las unidades lé- xicas, como ocurre con determinadas construcciones sintacticas, pueden verse neutralis das seménticamente en el discurso, en el uso comunicativo de la lengua. Esto no elude, sin ‘embargo, la dificultad que supone demostrar que existe realmente una neutralizacién, es decir, que dos o més variantes son manifiestamente equivalentes, La demostracién se hace poco menos que imposible cuando el uso de cierte forma viene acompaiiado de valoracio- ‘es 0 connotaciones particulares 0 cuando el hablante maneja en su seleccién léxica crite- ios que pueden pasar inadvertidos a los oyentes; hablamos de intenciones comunicativas, de consideraciones de estilo y de otros factores en cierto modo imprevisibles. Escollos aparte, nada nos impide plantearnos una pregunta elemental: ;qué su busca al estudiar la variacién léxica? Y la respuesta no puede ser muy diferente de la que se ha dado a propésito dela variacién fonético-fonolégico o dela gramatical. Se intenta explicar el uso alternante de unas formas Jéxicas --normalmente sustantivos, verbos 0 adjetivos— en unas condiciones lingiiisticas y extralingilisticas determinadas. Luis Escoriza (2002; 2004) ofrece en sus trabajos varias muestras de variaci6n léxica, procedentes de la comu- nidad de habla de Cidiz, tratadas desde el prisma de la sociolingiistica: conocido /famoso /célebre; casa / domicilio / vivienda /residenciai; facil / simple / sencillo; mono /lindo / bonito /bello; picapleitos / abogado /letrado; malo / perjudicial / nocivo; empezar / co- LA VARIACION EN LA LENGUA. 33 menzar /iniciar; panza/barriga /vientre /: carro/ coche /automévil; guita/parné /pasta /dinero; cabrearse/mosquearse /enfadarse; pirarse /largarse / irse /marcharse; canijo / flaco / delgado; currar / trabajar / laborar; terminar / acabar / concluir / finalizar. Las formas léxicas susceptibles de entrar en variacién pueden ser unidades de distinto origen geolingiistico que han confluido en una comunidad (gorrién, pardillo), formas adscritas a niveles cultos oa niveles populares, asi como a estilos mas o menos formales (hijastro, en- tenado; encinta, prefiada, embarazada; rasgufio, raspén, rozon; burbuja, gorgortia, gar- ‘golito, farol) o formas tabaes 0 cufemisticas (jorobado, chepita; axila, sobaco), entre otras posibilidades (Casas, 2003: 564-565). Para abordar el estudio de la variacion léxica hay que demostrar la equivalencia de una serie de variantes léxicas y, logicamente, encontrar esas variantes en el discurso natu- ral, Tal labor exige, a la vez, decidir qué caracteristicas han de tener las variantes, porque, como ha seialado Julio Borrego (1994), lo cierto es que pueden obedecer « motivaciones muy diversas, aparte, claro esti, de la etimologia: diferente pronunciacién (rocio / rucio), diferente evolucién fonética (laguna | laguna), diferente género (el dote / la dote), dife- rente derivacion (rapifia / rapifioso ‘avaro’), diferente modificacion (cogujada mofiuda / cogujada copetuda). Enum primer momento, podria parecer evidente que formas como lagunay laguna, 0 pescadero y pescatero, més que variantes léxicas, son elementos que responden a una variacién fonética; en muchas ocasiones, sin embargo, tal variacién fonética es ficticia, por tratarse de rasgos fonicos que han dejado de funcionar como variantes y que han que- dado fosilizados en determinadas unidades Iéxicas. Con otras palabras, los limites entre las variantes léxicas no siempre son didfanos y, consecuentemente, la decisién sobre qué unidades merecen ser consideradas como variantes de una misma variable entrafia un ries- go notable. Ante tan delicada circunstancia, cada investigador se dejar guiar por los inte- reses particulares de su estudio y por las caracteristicas historicas y dialectales de las va~ riantes analizadas. Asimismo, la cuestién de localizar auténticas variantes léxicas no es baladien absolu- to, dada la escasa frecuencia con que alteman en el discurso. De ahi que algunos especia- listas hayan optado por encontrar las variables fuera del discurso continuado y natural: por medio de encuestas y cuestionarios. Si los hablantes no usan a menudo formas léxicas equivalentes en su habla esponténea, lo mejor es preguntar directamente por ellas.en una encuesta, Sin embargo, el lamento de los sociolingtiistas a la hora deutilizar los cuestiona- rios para recoger unidades léxicas ha sido general: A pesar de los inconvenientes que desde el punto de vista sociologico y psicolégico puede tener la utilizacion de cuestionarios fijos, hemos procedido de este modo (Etxebarria, 1985: 73). Aqui el estudio sociolingiistico del léxico}, mas que en ningén otro campo resulta im- prescindible el recurso de la encuesta, con todos los problemas que tal instrumento conlleva (Borrego, 1994: 120). Este lamento nace, no del rechazo dela encuesta misma, muy usada en otro tipo de in- vestigaciones (geolingilistica, lingiistica aplicada), sino de los inconvenientes que pre- senta enrelacién con lo que William Labov Ilamé la paradoja del observador (1972¢ apud 1983: 266): LA VARIACION EN LA LENGUA. 35 Variacién pragmético-discursiva Alinicio de este capitulo se explicaba que la variacién puede producirse y encontrar- se en cualquier nivel lingiiistico, comenzando por el fonico, el mas concreto y el aparente- mente mas simple. Pero también puede darse variaci6n en el proceso de construccién del discurso y de formacién del enunciado. En estos casos, la dificultad de demostrar la equi- valencia entre frases, expresiones o recursos discursivos es extrema, dado que en ellos vie-~ nen a coincidir todos los obstéculos comentados para otros niveles de menor complejidad. Ademés, al manejo de unidades con significados gramaticales y léxicos se afiade ahora todo lo relacionado con el significado en su dimension pragmatica. No estamos en condiciones de establecer una relacién pormenorizada de los posibles casos de variacién pragmético-discursiva susceptibles de estar correlacionados con facto- res sociales, pero si podemos apuntar algunos posibles objetos de estudio. Uno de ellos es el de las formas de tratamiento, de extraordinaria significacion sociolingiiistica, por mu- ‘chos motivos. Aunque las formas de tratamiento incluyen recursos diferentes para expre- sar distintos tipos de relaciones entre interlocutores, también es posible encontrar casos de competencia de formas o de sustitucién de unos sistemas pronominales, caracteristicos de una generaci6n o un grupo social, por otros sistemas. Pongamos como ejemplo la pugna entre los sistemas de tratamiento basados en las relaciones de poder (con un uso més gene- al de usted) y los sistemas basados en la solidaridad entre interlocutores (con un uso més general de 1), Esta pugna puede llevar a la alternancia de usos pronominales en el discur- so, cuando el referente es el mismo. Pensemos también en los casos en que conviven, den- tro de una misma comunidad, hablantes que usan un sistema de dos pronombres (tti-usted) con hablantes que usan un sistema de tres (tt-usted-vos) (Solé, 1970; Moreno Fernandez, 1986; Carricaburo, 1997). Como se ha dicho, el émbito del discurso —y especificamente de la variacién discur- siva— ofrece numerosas posibilidades de estudio, una vez que se acepta la posible equiva- lencia (semintica, funcional) entre varias alternativas. Es un hecho que las opciones que ofrece el discurso pueden asociarse a unos valores sociales y estilisticos determinados y, por Jo tanto, tiene sentido su estudio sociolingiiistico. Veamos estos ejemplos propuestos por Antonio Narbona: 1.a) Total: que cogi un libro y me senté debajo de un drbol. 2.a) Ti no tienes cabeza més que para la cocina. ;¥... y! En ambos casos estamos ante enunciados que cualquier hispanohablante catalogaria como coloquiales (dimensién estilistica) y més propios de hablantes de niveles so- cio-culturales bajos. El uso de «Totaly y de «Y...j$» posee alternativas reales en la lengua hablada, como las que se anotan a continuacién, variantes de las que se desprenden conno- taciones sociales y estilisticas diferentes: 1.5) En resumen, cogi el libro y me senté debajo del arbol. 2.8) Tid no tienes cabeza més que para la cocina. Y es mucho decir. En estos ejemplos se puede apreciar también otro hecho de singular relevancia: la in- tima relacién que existe entre la variacién sintactica y la variacién del discurso, hasta el punto de que muchas variantes aparentemente sintacticas solo pueden tener explicacién 36 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE desde el discurso y la pragmatica, a la vez que la concrecion del discurso suele implicar a ‘componentes sintacticos (por ejemplo, el orden de palabras). Otro posible émbito para la variacién es el de la conversacién cotidiana, la lengua co- loquial. Aqui es posible encontrar muestras de variacién, correlacionadas con factores s0- ciales, en expresiones de muy diverso tipo: saludos, presentaciones, preguntas por la sa- lud, agradecimientos, despedidas (Moreno Femnéndez, 1989), y en el uso de diversos me- canismos conversacionales. De ello hablaremos més adelante. Finalmente, también pue- den ser variables en su uso los llamados marcadores de! discurso, unidades que no ejercen una funcién en el nivel oracional, sino en el discurso propiamente dicho, ordenandose en diversas categorias: pero, entonces, mira, asimismo, encima, entonces, ahora, asi pues, por consiguiente (Portolés, 1998; 25-26; 135-146; Martin Zorraquino y Montolio 1998). ‘Aquellos marcadores que pertenecen a la misma categoria, cuando coinciden sus caracte- tisticas seminticas y pragmaticas, pueden establecer una relacién de variacién (por ejem- plo: por un lado / por una parte; de todas formas / de todos modos / de todas maneras) € incluso pueden ser sometidos a tratamiento cuantitativo en el que pueden estar implicados factores sociales y, por supucsto, estilisticos (Cortés Rodriguez, 1998). Variables lingiiisticas y extralingiiisticas A\la vista de lo comentado a lo largo de todo este capitulo es posible proponer una diferenciacién, al menos como hipétesis de trabajo, entre los niveles de la lengua segin 1a naturaleza de las variables explicativas que en ellos suelen incidir: mientras la varia cién fonético-fonolégica y la de tipo morfolégico y funcional se ven determinadas fre- cuentemente por factores lingilisticos y extralingilisticos, la variacion categorial, posi- cional (sintictica) y discursiva se ve explicada mayoritariamente por factores lingiisti- cos y la variacién léxica por factores extralingiiisticos. Es preciso llamar la atencién,no obstante, acerca de dos realidades. La primera es que la variacién sociolingiiistica, en la que intervienen tanto factores de lengua como factores ajenos a ella, se puede hallar en todos los niveles: fonétice, gramatica, léxico, discurso, La segunda es la preeminencia de los factores lingilisticos sobre los extralingiiisticos. Como sefiala Lopez Morales (2004: 178-179): Debe advertirse, sin embargo, que todos los factores sociales, por importantes que sean, estén supeditados 2 los imperativos del sistema lingilistico; hasta la fecha se ha comprobado cen repetidas ocasiones que los factores sociales no son tan categéricos como los gramatica- les: actian donde el sistema lo permite Aci pues, las variables extralingiiisticas, especialmente las sociales, actiian alli donde la lengua lo permite y no es casualidad que sea en el nivel léxico—el mas periférico 0 su- perficial, el mas sujeto a los vaivenes historicos, el de mayor carga simbélica— donde es- tas variables parecen revelarse como més determinantes. 4, También por variables de indole lingtistica, pero més irregularmente. LA VARIACION EN LA LENGUA 37 Reflexiones y ejercicios 1, Intente descubrir cémo es el sistema general de su comunidad de habla en rela- cién con los fonemas /£/ y /y/, Sino vive en una comunidad hispanohablante, consulte la bibliografia sobre la situacién de alguna de ellas. ,Existen ambos fonemas en esa co dad? ;Cuantas «clases» de variantes se pueden identificar? ;En qué condiciones lingtisti- cas se da cada una de esas clases de sonidos? 2. Tanto en el espatiol de Espafia como en el espaiiol de América es posible encon- trar dreas en las que predomina el mantenimiento de -s final de silaba y reas en las que predomina el debilitamiento o incluso la pérdida de ese elemento. Elabore una relacién de los factores distribucionales, comtextuales y funcionales que favorecen en unos lugares el mantenimiento y que favorecen en otros lugares el debilitamiento. Ademis de la biblio- grafia especificamente sociolingiistica, puede consultar otras obras de cardcter general, como el libro en dos volimenes dirigido por Manuel Alvar (1996). 3. Considere el uso de los pronombres interrogativos quién, qué y cudl en los si- guientes ejemplos: — éQuién de tus hijos es el mayor? — ¢Cudil de tus hijos es el mayor? — éQué hijo es el mayor? {Suponen estos usos formas diferentes de decir lo mismo 0 se observa entre ellos al- guna diferencia semdntica? Comente si el uso de un pronombreo de otro puede explicarse por razones sociales, geogréficas o estilisticas. 4, Reflexione sobre las razones que podrian explicar la altemancia de unidades lé- xicas como las que componen las series siguientes (puede ayudarse de las definiciones que se dan en los diccionarios): — agarrado/roioso / avaro — urraca / marica | picaza/ blanca — deceso / muerte — rdpido / raudo / ligero — pelo /cabello — manzana / pero Orientaciones bibliograficas Acerca de los fenémenos variables més caracteristicos del espaiiol y de los factores que los determinan, ademés de la bibliografia citada en el texto, es aconsejable la lectura de la obra dirigida por Manuel Alvar, también citada, Manual de dialectologia hispdnica (1996). Como introduecién clara y sencilla a las caracteristicas del espafiol de América, es muy recomendable la lectura de los dos volimenes de Maria Vaquero: El espaiiol de Amé- rica I. Pronunciacién y El espaiiol de América Il. Morfosintaxis y Léxico (1996). Natural- CapiTuLo 2 LA VARIACION SOCIOLINGUISTICA. LAS VARIABLES SOCIALES iaciin sociolingitistica ‘A excepeién de Jost Carlos, Doa Servando ¢ Hipélito todos hablan con dejo y pronunciacién andaluces: Estrella y Elvira, y aun Dofia Lola, con el fino y gracioso acento sevillano; Pepa Jua- 1a, lo mismo, si bien con diccién mis fuerte y recortada; Anita, Rocio, Silveria y Guadaira, con el suave ceceo de los pueblos de ta comarca, més bien hacia Huelva que hacia Cadiz, y Paquito Rodé, con originalidad caracteristica del andaluz cerrado. (Hos, ALVAREZ QuintERO, La risa, 1934). Queda dicho que las variables extralingiisticas, especificamente las sociales, son ca- paces de determinar la variacién hasta donde lo permite el sistema de la lengua, y queda ilustrado como unas variables lingiisticas, internas, pueden incidir en la aparicion de tales ‘cuales variantes de una variable determinads. Es, por tanto, el momento de centramos en Jas variables sociales que son capaces de determinar la variacién lingiistica y en el modo en que esas variables se combinan con las de indole netamente lingiiistica. Con otras pela- bras, a partir de ahora afrontaremos en su totalidad el fendmeno de la variacién sociolin- giiistica, definido como la alternancia de dos o més expresiones de un mismo elemento, cuando ésta no supone ningiin tipo de alteracién o cambio de naturaleza semdntica y cuan- do se ve condicionada por factores lingilfsticos y sociales. Pero, antes, vamos a formular un principio general relativo al uso lingiiistico: Principio del uso lingiiistico El uso lingiistico (natural) s6lo puede tener lugar en contextos sociales y situacionales coneretos. Naturalmente, esto supone que el uso lingiiistico, cuando es observado, siempre es observado en situaciones y contexios reales. La investigacién sociolingiiistica ha permiti- do conocer que las variables sociales que influyen sobre la variacién lingiiistica lo hacen de un modo especifico en cada comunidad y respecto a fenémenos lingiisticos concretos. ‘Aunque ya se ha explicado que hay ciertos niveles de lengua en los que cabe esperar con LA VARIACION EN LA LENGUA 41 dos: la conveniencia de utilizar mujeres como informantes en dialectologia y el caracter arcaizante o innovador de su forma de hablar. En relacion con el primero, la idea més generalizada era que la mujer resultaba de ma- yor utilidad en las encuestas que los hombres (Merlo, 1952: 12-13), aunque también se hi- cieron juicios contrarios a éste. Acerca del arcaismo 0 la innovacién en el habla de las mu- jeres, hubo opiniones diversas. El carécter conservador es destacado en la mayor parte de Jos trabgjos reunidos en Orbis; tan sélo Piccitto (1952: 14) sefialé que no observaba dife- rencias claras, mientras que Pop (1950: 725), si en ese momento evit6 dar una opinién, en otro lugar habia scialado que tal vez cl habla de las mujeres cra més conscrvadora. De cualquier modo, las afirmaciones hechas en casi todos esos trabajos partian de datos bas- tante impresionistas ¢ irregulares, por lo que el conservadurismo lingiiistico de Ia mujer quedaba por demostrar(Alvar, 1973: 74).’ Dehecho, Gauchat habia comprobado en Char- mey, muchos afios antes (1905), que las mujeres hacian un mayor uso que los hombres de formas lingiisticas innovadoras. Algin tiempo més tarde, Manuel Alvar (1956), partiendo de un estudio sobre el habla de Puebla de Don Fadrique, en Andalucia, llega ala conclusion de que el arcaismo 0 lain- novacién del habla de las mujeres no depende tanto del sexo cuanto del tipo de vida que se leva en cada lugar. En la Puebla, los hombres ofrecian un «estado medio» de lengua, mas cercano al castellano nortefio y normativo, porque su movilidad les permitia relacionarse con gentes del exterior; las mujeres, en cambio, acusaban un mayor conservadurismo por tener menos contacto con hablantes de otras variedades. Sin embargo, en el territorio co- nocido como la «Andalucia de la e» (en la confluencia de las provincias de Sevilla, Malaga y Cérdoba), las mujeres hacian uso de rasgos mis innovadores que los hombres. De abi que Alvar acabe afirmando (1973: 74): Decir que e! habla femenina es conservadora, neologista 0 ni una cosa v otra es,en ver- dad, no decir demasiado, por cuanto en su contexto social puede ser cads una de esas cosas 0 todas ellas, y fuera del ambito al que pertenece no es nada. El sexo puede mostrarse, por tanto, més como un factor de segundo orden, como algo que suele subordinarse a dimensiones sociales diferentes y con mayor poder de determina cién’ Boris Cazacu (1956), por ejemplo, observé en el rumano de Meria que las diferen- ins de edad son més importantes que las que determina el sexo. Por otro lado, Richard Ca- meron ha demostrado que las diferencias lingiiisticas entre hombres y mujeres no son constantes ni equidistantes a lo largo de toda la vida (Cameron, 2005). La experiencia de la dialectologia y de la geografia lingiiistica en el estudio de la varia- cin lingdfstica es muy rica y sugerente, pero, sin duda, la mayor parte de lo que hoy sabe- mosacerca de Is condusta lingiistica de hombres y mujeres se lo debemos a la sociolingiis- tica. Esta disciplina ha dado un gran protagonismo al factor «sexo» (0 «género») y lo ha convertido en objeto de atencién permanente, aunque en su seno se hayan hecho muchas afirmaciones infundadas, como las que enfrentan el hable de los hombres y de las mujeres calificando la de éstas como conservadora, insegura, sensible, solidaria y expresiva, y la de aquéllos como independiente, competitiva y jerérquica. Afortunadamente, las investigacio- 5. El estudio ms eleborado fue el de G. Salvador (1952). Algunos trabajos recientes han vuclto a ob- servar un mayor conservadurismo en el hebla femenina (Elizaincin, 1976: 51; Fontanella de Weinberg (1973: 50-56), 6. A similares conclusiones llegé A. Badia (1952: 17). 42 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE nes han ido marginando poco a poco lo impresionista, lo subjetivo, para dejar su lugar alos hechos probados y a las demostraciones solventes (Wodak y Benke, 1997). Por otra parte, coincidiendo con las observaciones hechas en algunos trabajos dialectales (v.g. los de Caza- cu), la sociolingiistica también ha comprobado que, en un nimero importante de casos, son otros factores, como el nivel sociocultural o el estilo, las principales bases de la variaci6n, lo que deja al sexo relegado a un segundo plano (Fasold, 1990: 223; Martin Zorraquino, 1993: 115-126). Ello no impide que haya estudios en los que se aprecia con claridad que el sexo tiene mas capacidad de influencia sobre la lengua que otros factores, incluida la clase social: €s0 ocurte en el trabajo de Horvath (1984: 65) sobre el inglés de Sydney (Australia), por ejemplo. Més alla del posible peso de unos factores u otros, Richard Cameron (2005: 49) sostiene que el sexo, como categoria social, no es claramente aislable de otras categorias so- ciales; de hecho, la relevancia y la trascendencia de las diferencias de género no solo vienen condicionadas por otras categorias sociales, sino también por los recursos lingiiisticos de los que los hablantes disponen en sus comunidades. Resulta de una singular importancia la for- ma en que el sexo de los hablantes se combina con el factor «edad» en la variacién y cambio de numerosos elementos lingiiisticos, como habré ocasién de comprobar. Entre los estudios sociolingiiisticos preocupados por las diferencias de las hablas de hombres y mujeres destacan singularmente los de corte etnogrdfico. Estos estudios, reali- zados en su mayor parte mediante la observacién directa de las interacciones comunicati- ‘vas que se producen en grupos o comunidades, han permitido conocer detalles reveladores y muy interesantes de la conducta comunicativa de hombres y mujeres en lugares muy dis- tintos. Saville-Troike, en su obra The Ethnography of Communication (1982), aduce una serie de ejemplos, de los que entresacamos éstos: las mujeres hablantes de algunos dialec- tos esquimales usan nasales sonoras en posicién final [m, n, ng} mientras los hombres uti- lizan oclusivas sordas {p, t, k, q]; la particula japonesa ne de final de oracién es utilizada casi exclusivamente por las mujeres, asi como el uso de ciertas interjecciones al comienzo al final dela frase. A estos ejemplos se podrian afiadir algunos de la lengua espafiola: el uso mayoritariamente femenino en Espaiia de ciertas formas léxicas (lila, monin, monada, divino, jcorazén!), de ciertos prefijos (super-enamorado, super-simpdtica), de ciertas for- mas eufemisticas en diminutivo (braguita) o de truncamientos léxicos con resultado gene- ralmente bisilabo (gordi ‘gordito, -ta’, chuli ‘chulo, -a; chulito, -ta’, pelu ‘peluqueria’, ilu “ilusi6n’, porfa ‘por favor”) (Lopez y Morant, 1991).” Las anotaciones de los usos mas frecuentes en hombres o en mujeres se han hecho a propésito de todos los niveles de la lengua, desde el fonético al discursivo (Bull y Swan, 1992), Precisamente, uno de los Ambitos que més atenciGn ha recibido ha sido el del dis- curso y de la conversacién en su dimension sociolingiiistica: se han realizado investigacio- nes sobre el empleo de muy diversos elementos del discurso, sobre el modo de narrer 0 so- bre la forma de interactuar en la conversaci6n, entre otras." En su libro Language and gen- der, Mary M. Talbot (1998) presenta muchos e interesantes datos. Explica, por ejemplo, 7. En a segunda parte de Lopez y Morant 1991, responsabilidad de Ricardo Morant, se proporcionan ‘numerosos ejemplos procedentes de una observacién directa ‘This. Encl nivel léxico, se han revelado diferencias entre hombres y mujeres a propésito dela disponi- bilidad léxica de los hablantes, que serétratada con més detalle en cl capitulo 3: variacién soviolézica. Aunque estas diferencias no siempre se manifiestan (Avila, 2006), alls donde aparecen muestran que Is produccién Iéxi- a de las mujeres es mayor que lade los hombres, sobre todo en las dreas temticas de la ropa, las comidas ybe- ‘ides, la cocina, Ia escuela, los animeles y las profesiones y oficios (Gémez Molina y Gémez Devis, 2004). 8. Véasc la bibliografia de L. Cortés Rodriguez (1996). LA VARIACION EN LA LENGUA 4B cémo las madres estadounidenses inician menos narraciones en la mesa que los hijos y los padres, cémo, en la cortesia de la interacci6n, son las mujeres entre si las que mas cumpli- dos se dedican (sobre todo relativos al aspecto fisico), seguidas por los hombres que hacen cumplidos a las mujeres, o cémo los temas de conversacién propuestos por mujeres cono- cen menos el éxito de su desarrollo que los temas propuestos por hombres. AnaM.*Ceste- 10 (1995; 2000), ensu andlisis de la alternancia de tumos de habla en el espafiol de Alcald de Henares (Madrid), ha podido averiguar que el funcionamiento de! mecanismo de alter- nancia de turnos, si bien no es estrictamente dependiente de las caracteristicas sociales de los interlocutores puede verse parcialmente influido por factores sociales como el sexo 0 la edad . Entre las conclusiones del estudio destaca que en las conversaciones entre muje- res se produce un mayor mimero de alternancias de turnos que en las conversaciones entre hombres. Cestero sugiere que las diferencias en la produccién de alternancias y la super- posicién de habla estén vinculedasa las relaciones de poder y solidaridad entre los hablan- tes y que la diferencia entre el comportamiento de hombres y mujeres revela una mayor tendencia de las mujeres a cumplir las normas de interaccién. Estudios urbanos Las investigaciones sociclingiisticas de centros urbanos han descubierto y descrito una serie de hechos de singular relevancia relativos al sexo como variable social. Sin lugar a dudas, el més importante de todos ellos es que la mujer, generalmente, es més sensible alas normas prestigiosas que los hombres; dicho de otra forma, las mujeres muestran una actitud mds positiva que los hombres hacia los usos que se ajustan a la norma, a la vez que los hom bres suelen cefiir sus usos a los llamados «vernéculos» y alas variedades locales con masin- tensidad que las mujeres. Este hecho ha sido observado en un importante niimero de estudios sociolingiiisticos y de actitudes, incluidos los de William Labov (1972), y ha dado lugar a lo que se conoce con el nombre de modelo sociolingiistico de sexo (Fasold, 1990: 92-102). En relacién directa con esta diferencia entre el habla de hombres y mujeres, Lépez Morales ha propuesto un principio general que introduce un matiz esencial en la interpretacién del fené- meno (1992: 52). El principio quedé formulado en 1992 del siguiente modo:™* En una estratificacién sociolingiistica estable, loshombres usan formas que no son es- téndares con mayor frecuencia que las mujeres, siempre que la variacién se produzca en un nivel de consciencia dentro de la comunidad de habla. Por tanto, cuando hablamos de fenémenos lingiiisticos de los que los miembros de la comunidad no son plenamente conscientes (por ejemplo, el yeismo en muchas comunida- des), no tiene por qué seguirse ese «modelo» de conducta en hombres y mujeres. Por otro lado, la tendencia a seguir un modelo prestigioso —e menudo considerado como normative— no implica siempre un seguimiento del «modelo normativon. El presti- gio puede estar en las peculiaridades propias de una comunidad —lo que llevaria al conser- vadurismo—, pero también en rasgos ajenos a ella, y estarfamos entonces ante una actitud innovadora. En cualquiera de los dos casos, le figura de la mujer aparece destacada, no solo 8bis, Labor (2001a: 294) también explicé esta realidad sociolingdstica en forma de «paradoja del gé- nero», segin lacual las mujeres se ajustan més estrechamente que los hombres alas normas sociales que se esta blecen y accpten detuna manera abierts, pero seajustan menos que los hombres cuando tales normas sociales no cexisten. Véasela formulacién del Principio 2 ode la conformidad lingiistica de las mujeres ene capitulo S,de~ dicado al cambio lingtistico. LA VARIACION EN LA LENGUA 45 do de una asignacién de funciones socioculturales diferentes (géneros diferentes), sobre todo cuando las variables son estables y cuando hombres y mujeres llevan vidas diferentes dentro de una comunidad." Esa situaci6n recibe el nombre de variabilidad basada en el género. Pero, segiin Chambers, estas diferencias pueden persistir incluso cuando no se tie- nen en cuenta las diferencias de géncro: la mujer tiene unas habilidades verbales mayores y mejores que las de los hombres y que van més alld de las diferencias socioculturales. Las mujeres disponen de una capacidad neurofisiolégica verbal que se puede manifestar en forma de diferencias sociolingiiisticas, como el uso de un repertorio de variantes mas am- plio o el manejo de unos recursos estilisticos més ricos que los hombres de sus mismos gTupos sociales, aun cuando los atributos «genéricos» sean similares idénticos. A esta si- tuacién se le da el nombre de variabilidad basada en el sexo y presenta el problema de su demostracién, objetiva y universal.'? Pero cabe plantear otra interrogante: ;tan importantes son las diferencias entre el ha- bla de hombres y mujeres? ;hasta donde puede llegar la diferencia lingiiistica entre sexos? Es evidente que no se puede ofrecer un explicacién que sea igualmente valida para todas las comunidades; de hecho, podriamos encontrar muestras de tado tipo de posibilidades: desde el conocido caso, parece que irreal, de la isla Caribe en la que los hombres hablaban una lengua (caribe) y las mujeres otra diferente (arahuaco),'? hasta las comunidades en las que el sexo se revela como una variable absolutamente secundaria, pasando por los mu- chos estudios que descubren diferencias cuantitativas, aunque también cualitativas, en los niveles fonético y gramatical. La experiencia nos confirma que las disparidades son mayo- res en aquellos rasgos lingiiisticos de los que los hablantes tienen una mayor consciencia, esto es, en las caracteristicas que pueden convertirse con més facilidad en marcas 0 simbo- los sociales. Esta circunstancia se da con claridad en el léxico y en la pragmtica; por eso suelen aportar muchos, variados y valiosos materiales las investigaciones léxicas, los and- lisis de la conversacién o los estudios sobre tratamientos y recursos coloquiales.' En cual- quier caso, Ja sociolingilistica sostiene la existencia general de variacién lingiiistica basa- da en el sexo en un modo similar a la basada en diferencias socioeconémicas o raciales. Y, a este respecto, Trudgill (19746: 95) especifica que lzs variaciones basadas en el sexo son el resultado de una diferencia social, mientras que las basadas en la geografia, la emia © la clase social se basan, siquiera parcialmente, en una distancia social. Sociolingiistica feminista Con el paso del tiempo, los estudios sobre el habla de hombres y mujeres se han ido perfilando en diversos émbitos de interés, diferentes del estudio especifico de la variacién, 1. Chambers habla de movilidad para referitse al contacto con otros grupos dentro de la comunidad o Procedentes de otras comunidades y afirma que en la sociedades modermas industralizadas la mujer tieneuna ma- yor movilidad que el hombre: salea trabajar fuera de su berro, vas otras zonas de a ciudad a compra. tiene con- tactos con grupos sociales diferentes, mientras cl hombre centra su vide alrededor del trabajo y de sa vecindsrio. 12, Notenemos en cuenta la variabilidad que es consecucncia de las diferencias fisiologices entre hom- bres y mujeres y que afectan al émbito de la fonética, 13. El ejemplo lo da Peter Trudgill (1983: 79-80). Segin un informe det siglo xvi, los nativos salvajes de Dominica explican que esta circunstancia se debis a que los caribes invadicron la isla erahuacohablente, ma- tarom a todos los hombres y se unieron a las majeres para repoblerla. El mismo informe del xv1 habla simple mente de expresiones que son propias de hombres y de frases o palabras que los hombres nunca dirian, pero no se hace referencia al uso de lenguas difereates. 14. Podrian afidirsc los interesantisimos estudios sobre el lenguaje no verbal. 46 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE aunque desarrollados a veces de modo complementario.’* De todos ellos, el de mayor tra- dicién, peso y significacién social tal vez sea e! de la sociolingitistica feminista (Thorne y Henley 1975; Moreno Fernéndez, 1988: 143-154; Smith, 1979: 109-146). !° Esta corriente de estudio se ha desarrollado desde la década de los setenta y su principal caracteristica es el deseo, expreso, de provocar un cambio social que proporcione a las mujeres del mundo Ja igualdad y la liberaci6n de la opresion masculina, poniendo de manifiesto el oculto e in- justo sexismo del lenguaje. En general, se parte de la idea de que las lenguas son sexistas y de que. si se elimina el sexismo de ellas, resultaria mis facil erradicar el sexismo de la so- ciedad. Los usos sexistas pueden detectarse en muy diversos ambitos de la comunicacién, como laredaccién de los diccionarios, el vocabulario empleado para los atributos fisicos y morales, el vocabulario del mundo laboral, el refranero 0 el folklore popular (Calero, 1999). También han ido cobrando importancia, en este campo, las investigaciones centra- das en los aspectos pragmaticos dela comunicacion y ha llegado a proponerse el cultivo de una pragmética feminista, preocupada por los significados que las expresiones parecen te- ner para los interlocutores y de como se manejan las estrategias lingliisticas segun sus ne- cesidades y objetivos. Se parte de la idea de que los hablantes asumimos pautas sobre las relaciones entre los interlocutores (hombres y mujeres) y sobre Ia identidad de los géneros que no siempre son adecuadas (Christie, 2000). Junto a los estudios feministas, cabe citar los campos centrados en los usos lingiiisti- cos de los hombres y de los homosexuales. En el primer caso, se ha mostrado una especial preocupacién por la organizacién del discurso y la conversacién, asi como por la expre- sién de la masculinidad: cémo construyen los hombres sus narraciones, cbmo interactian en conversaciones entre hombres y en conversaciones con mujeres, cudles son las marcas discursivas que pueden consideratse como caracteristicas de los hombres (Coates, 2003). La aparicién del segundo campo es una consecuencia, segin Leap (2001: 332), del aumen- to del nimero de estudios sobre gays, lesbianas, bisexuales o transexuales en diversas dis- ciplinas académicas; del esfuerzo de la teoria feminista por superar una concepcién basada en la dicotomia hombre/mujer;y de la madurez de los conocimientos sobre lengua, género 15, _Lasociolingiistica también ha contribuido a que la figura de la mujer como investigadora y entre- vistadora adquicra una nueva dimensién, ya que la multipicidad de contextos y situaciones en que se recogen los datos hace que en muchas ocasioncs sca preferible que laencuesta la haga una mujera qu: la haga un om- bre. El ejemplo més claro lo tenemos en la investigacién de Lesley Milroy sobre cl habla de res redes sociales de Belfast. Milroy nos dice (1987: 44): linvestigador de campo tenia que ser una muj:. Generalmentelas mujeres recibian menos agresiones que los ‘hombres. Los hombres extraios eran vstos con considerable sospecha en maichos lugares de Belfast y a menudo po- ‘dian corer algin eligro si visitaban un lugar durante un periodo determinedo, Convene valorar mis de lo que se suele hacer las caracteristicas personales de los investigadores, en fun- ign del tipo de materiales que se preiende buscar en cada momento (Moreno Fernindez, 1990: 71-77), 16. Sinnegar laexistencia de usos sexistas de Ia lengua. pero negando la naturaleza sexista de lalen- gua en sf misma, hemos afirmado en otro lugar quell linea de estudio feminista, sobre todo la estadounidense (Salvo honros{simas excepciones), ha ido poco fructifera para la ciencia porque se han restringido los limites < la sociolingtistica, se ha partido de presupvestos erréneos y se han manipulado criterioslingtisticos. Todo ello para dojar patente la necesidad de un cambio que, en si mismo, no puede producirse solamente a través ol lenguaje. Por otro lado, tionen un fondo razonable las crticas hechas a los studies sociolingiiistices en los que la mujeres tratada siempre como persona dependienic desu padrco sumarido oen los que la conducta sociolinglistica femenina se interpreta como mera desviacin o variante dc la conducta masculina. La socio- lingiistiea feminista critiea los métodos de investigacién basados en|a figura del hombre (Cameron y Costes, 1988: 13-26; Christie, 2000).

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