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FRAGMENTOS DEL PASADO: LA PRESENTACION DE SITIOS ARQUEOLOGICOS Y LA FUNCION SOCIAL DE LA ARQUEOLOGIA. Gonzalo RUIZ ZAPATERO Universidad Complutense RESUM: Les runes ‘els ndretsargueoldgies sn una expresié del pasa, o més bon dit un reflec dels compor- tamonts accons socials de les comunitas pretires. Les retes arguedlDgiques consitelen, per tant et ‘passat material fragmentat que sanamena comurment parimoni arqucolozic. quest patrimont arqueoligic 6, alguna manera, wn patrimont de segona classe 81 ef comparem amb el patrimont historic, pergua es presenta com un patrimoni "irenca", fragment, en jront dn de *sencer” i comprensible per si mae argueotogia de les properes dicades no podrd reduirse a la recerca ecrta. La est, conservaci | pre- sontacié dels vestigisarqueoligicsereiers en importincia i les sevestasquestindran iguament estas inwesgacs RESUMEN: ‘Las ruinas y los sitios arqueoligicos son una expresiin material del pasado, 0 mejor dicho, de parte de {os comportamientos y acciones sociales de las comunidades pretritas. Los rests arqueoldgicos consttu= ‘yen por tanto un pasado materia fragmentado, (o que se denomina cominmentepatrimanio arqueolieico Este patrimonto arqueotdgico resulta, de alguna manera, un patrinonio de segunda clase silo comparamas conel patrimonio histérico porque se presenta como un patrimanio "oto, fragmentado frente a uno “ente= 0" ycomprensible en si mismo. La arqueologa. de las préximas décadas no podrd reduce ala investiga clon exert. La gestén, consorvacién y presemacin de los vestigiosarguedlégicoscreceré en importancia _y us treas tend iguaimente el status de imvstigacion. ABSTRACT: Ruins and archaeological sites are the material expression ofthe past, or etter said part of the beha- Mlours and social actles of past comunites. Archaeological remains are then a fragmented material past comonly biown at archaeologeal heritage. This archaeological heritage became, in same way a lower class Irritage compared to historical heritage, Because ie presented asa "broken heritage opposile 10 one that is complete” and comprehensible by self Fuaure archevology could nor be limited to writen investigation “Management, preservation and exhibition of archaeological objects will become more significant and their task vil achive the research stats RESUME: Les runes et les endvoits archéologiques sont une expression du passé ow, plaid, d'une patie des comporte- iments et des actions sociales des communauté prétvtes. Les restes archéologiques constituent, alors, un ‘passé matériel fragmerté, ce qu’an apelle normalement patrimonie archéologiqu. Ce pairimoine archéolog!- ‘que est, en quelque facon, wh patrimone de dewsime classe st on le compare au patrimoine historique, s1 {qui se présente comme un patrimoine “cass”, fragment, par rapport a autre “complet” et compréhens- ble en sotméme. L archéologie des prochaines décades ne pourra pas se réduird la recherche dere. La _estion, la conservation et la presentation des vestiges archéologgues devienra pls importante ese besog- ‘es atebaront as estas de recherche Las ruinas y los sitios arqueolégicos son una expresién material del pasado, 0 mejor dicho de parte de los comporta- mientas y acciones sociales de las co- munidades pretéritas. Eso significa en primer lugar que ese "pasado material” s fragmentario, esto es, sélo registra ciertos aspectos de las vidas de las gen- tes del pasado. Pero es que ademas es triplemente fragmentario, ya que, por un lado, los aspectos “fosilizados” del comportamiento pretérito son a su vez iscontinuos en el tiempo y en el espa- cio ~ s6lo una parte se conserva - y por otro lado, de esa parte conservada ha- Ditualmente s6lo una cierta parte se recupera y constituye el registro ar- ‘queoligico’identificado. Ast pues tos sitios arqueolégicos son -entre otras muchas cosas- fragmentos del pasado, auténticos retazos materiales de socie- dades desaparecidas. Los restos ar- queolégicos constituyen por tanto un pasado material fragmentado, lo que se denominacomiinmente patrimonio arqueol6gico (Querol_y Martinez Diaz. 1996). Y este patrimonio arqueolégico resulta, de alguna manera, un patrimo- niio de segunda clase si lo comparamos con el patrimonio histérico (palacios, castillos, catedrales, ete.) porque se presenta como un patrimonio "roto", fragmentado frente @ uno "entero" y ‘comprensible en sf mismo. sos restos tienen ademés una dimen- si6n estética en el presente, en el proce- so de excavacién arqucolégica, pero su interpretacién exige introducit una di- ‘mensién dinémica: el tiempo. En otras palabras, una cosa es el patrimonio arqueolégico y otra la historia de los sitios arqueoiégicos, entendida como historia de las gentes que los crearon. Los sitios arqueolégicos no muestran “historias", necesitan ser interpretados y adecuadamente presentados para que sean portadores de una natracién hist6- rica. A pesar de que es una vieja meté- fora en arqueologfa, las piedras. no ha- blan solas. En cierto modo tendriamos un pasado material -Ios sitios y los res- t05 arqueoldgicos visibles- y un "pasado inmateria", la informacién historica encerrada en los elementos arqueol6gi- 0s. Sin lo segundo, las ruinas, los mo- rnumentos y los vestigios arqueol6gicos quedan reducidos a un mero valor esté- tico © emotivo. Por tanto los sitios ar- queoligicas oftecen de entrada dos grandes. problemas para sn completa comprensién. Primero, que son frag- ‘mentos de un pasado material y segun- do, que son testigos précticamente mu- dos si no son interpretados y presenta- dos. Pueden resultar atractivos, miste- riosos, incluso fescinantes, pero nor- malmente no encapsulan un pasado completo y ese pasado hist6rico no se offece "visiblemente” al espectador. Y sin embargo, aparentemente, los sitios arqueol6gicos se muestran "completos” Y absolutamente visibles, Tal vez sea asi para los especialistas pero desde luego no para el resto de la sociedad. La espectacularidad de algunos ves- tigios arqueol6gicos, sus entornos pa saifsticos, 0 sus valores. simbélicos.y evocativos han conseguido, en las tlt ‘as décadas del s, XX, que sean puntos de atraccién de un fendmeno surgido en este momento: el turismo cultural. En las sociedades eaptalistas de estos altos con la ampliacién del tiempo de ocio y laclevacién de los niveles educativos de amplios sectores de la poblacién, turismo cultura esta crectendo de mane- ra espectacular (Boniface y Fowler 1993; Herbert 1995 y Prentice 1993). Y dentro de ese contexto el patrimonio arqueolégico tiene una creciente im- portancia. Los sitios arqucolégicas se convierten en recursos turisticos, que son promocionados por las administra- ciones autonémicas y locales. De alguna manera los sitios arqueotégicos se em- piezan a tratar como auténticos bienes de consumo (Gonzilez Méndez. 1996) Con todo en nuestro pais el tema s6lo esti comenzando a desarrollarse. Hay tun indicador a mi juieio muy signifien- tivo: la situacion de la publicacion de guias arqueolégicas. Frente a la wradi- cién de paises como Gran Bretafia 0 Italia, con abundantes colecciones en el mercado dirigidas a un publico amplio En Espaiia, dejando aparte algunos intentos regionales més académicos 0 didacticos que turisticos, es sintomatico que la primera guia arqueologica fuera escrita por un canadiense y publicada en inglés en 1991 (Anderson 1997) y la segunda por un briténico (Collins 1998), dejando por otro lado bastante que de- sear ambas. Pero atin no se ha publicado alguna por un espaol. Una guia ar- queolégica de Catalutia y Baleares (Ga rrido 1998) y otra de la Cataluia ibé ca Garrido 1998b), las dos de mas que aceptable calidad, constituyen un expo- nente de los cambios que se empiezan a ‘operar promovidos por editoriales. co- ‘merciales. ALGUNAS CARACTERISTICAS, DEL PATRIMONIO ARQUEOLOGICO Para el enfoque que nos interesa, los sitios arqueol6gicos eben entenderse dentro de una definicién amplia_y en una acepeién general serfan todos aque- los sitios consiruidos y ocupados en el pasado y que ya no lo son, tanto si han sido excavados 0 si se trata de algunos restos en pie todavia (Teuténico 1995- 96: 1). Presentan normalmente una serie de rasgos (Price 1988) que los individualizan frente al resto del patri- monio hist6rico: (@) la mayoria de los sitios arqueol6- gicos no suele ser "visible". Es decir la percepcién visual de los mismos para el pUblico varia en una escala de diversos grados. Los més fragmentarios y con estructuras de eseasa entidad resultan uy dificiles de "ver" para los no espe- cialistas -y a veces hasta para los pro- piios especialistas- 0 incluso en algunos casos imposibles de ver, mientras que Jos. més "integrales” y' espectaculares, pueden resultar més accesibles visual- mente, Ver es creer y si no se ve dif cilmente se puede entender. Los ar- quedlogos podemos "imaginar’ tos sitios con nuestros conocimientos, las imégenes que construimos sencilla mente reflejan nuestra comprensién det registro arqueolégico. Pero el piblico no puede imaginar el pasado como no- sotros, por ¢s0 la interpretacién visual es tan importante en la divulgacion arqueologica (McManamon 1998), (©) como consecuencia inmediata de los anterior no resultan intligibles en sf mismos. Por su cardcter fragmentario, incompleto, por su limitada "visibili dad" y porque las estructuras pretéritas no siempre son asimilables a las actua- les -funcionalmente o en otros términos- los. sitios arqueolégicas resultan de dificil comprensién para el piblico general. Para ser comprendidos hace falta offecer una informacion afadida: hay que traducir la materialidad de tos restos arqueolégicos a una narracién histérica (Gonzalez Méndez 1996: 50- 51). Y esa narrativa tiene diferentes formulas que deben ser elegidas en funeién del objetivo principal: hacer comprensibles esos fragmentos del pa~ sado que son los sitios arquealégicns. (©) cada sitio arqueotégico es dnico por mas que se asimile a un modelo 0 patron conocido, Esa especificidad de 10 Jos yacimientos arqueoldgicos hace que rno haya dos sitios iguales. Pero la ex- cepcionalidad de un sitio o su carécter representative de un determinado tipo son los extremos de una escala de valo- res. Y ambos extremos pueden tener un gran valor para su difusién al gran pi- blico. Pero son muchas las variables que entran en juego a la hora de decidir la presentacién de un sitio arqueolégico, por Jo que los valores estrictamente histérico-arqueol6gicos no son. los tini- os a tener en cuenta, Su accesibilidad, condiciones de visita, mimero potencial de visitantes pueden ser algunos condi- cionantes importantes. Pero los sitios arqueoligicos, como lugares para ser conservados y prese tados al piblico, no ocupan ya en exclu- sividad el concepto de patrimonio ar- queolégico, En estos iiltimos afios se esti empezando a considerar la protec- cin e interpretacién de paisajes.ar- queoligicas (Addyman 1992; Darwill, Gerrard y Startin 1993), entendiendo por tales aquellas éreas que offecen una especial concentracién de sitios y mo- rnumentos cuya articulacién interna debe entenderse en referencia al conjunto paisajistico (Coles y Hall 1997: 834). Por un lado estos. paisajes presentan muchas mas dificultades para ser cot servados y presentados y por otto lado la agresién contemporéiea, ambiental y ‘antrépica se reatizan a escalas descono- ‘cidas hasta ahora. Un buen ejemplo fo constituye el caso de Stonehenge, donde English Heritage se ha propuesto la recuperacion del territorio circundante al famoso monumento, lo que implicarka cl desvio de carreteras, la relocacién del centro de visitantes, la construccién de tun nuevo acceso y la necesidad de que el iltimo tramo se realizara a pie. Todo ello supone un proyecto de muchos millones de libras esterlinas. Otro ejemplo notable es el proyecto de las Fenland, tierras pantanosas del E. de Inglaterra, con unos 2500 sitios conoci- dos (Coles y Hall 1997), De tos cuales sélo una pequefia parte ha sido estudia- da, pero la proteccién futura no podra ser posible considerando los sitios aisla- damente, Las alteraciones de las condi- ciones de humedad de buena parte de la regién constituyen una seria amenaza_y el tratamiento de tos sitios individuali- zadamente no solucionaré nada. El paisaje en tomo a cada sitio tendra que ser el érea minima de intervencién. La percepcién visual de estos paisa- jes arqueolégicos es muy impactante y su valor evocative mayor incluso que et de los sitios, pero también aumentan las

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