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El pensamiento salvaje por CLAUDE Lévi-Strauss . ~ Fonbo DE Cuttura EcostMica MEXICO-ARGENTINA-BRASIL-COLOMBIA-CHILEESPANA ESTADOS UNIDOS DE AMERICA-GUATEMALA -PERU-VENEZUELA, Primera edicin en francés, 1962 Primera ediién enespafol (ECE, México), 1964 Primera reimpresiin(FCE,Colombia), 1997 Titulo orginal: La pensée sauvage (© 1962, Librairie Plon, Paris D.R.© 1964,Foxpo pe Cuctura Bconcnaca DIR © 1988, Foxpo pe Curmura Ecovowica S.A. De CY. (Carretera Pieacho-Ajusc0 227; 14200 México, D.F. DIR. © 1997, Foxoo px Cuunuma Econsnaca 1D (Carrera 16 No, 80-18, antaféde Bogots, D.C, Colombia ISBN 958-38-0054-6 Impreso en Colombia No hay nada como lo salvaje, los campos sony la gente de" provincia para cali + fone stn autos en todo los sentido: tabi. ‘anno Hegam del Pensamieno a! Teche, nt ‘enti las come comple H, de Balzac, Le Cabinet des antiques PRELOGO sre lio forma vn tod, pero lx phobledias que eh ee diacyten guardan una etrecha relalgp, <0 lop ‘que cxaminamos tds répidamente en una abt deen temente tiulads Le tolémime avjoudind (POE. Pari 1962). Sin pretender exigtle al lector-qae' aa pers cece lew hace to, Uicwaccilodyamacetea cate se corte, el olor, Tn darera y otron exaceres. de ia'mima clase” Docenar'y doceras de peces Y te conthat poe nombres dstntvon, y se 1 conoce tambien. por sus caracteritics Props Sus costimbres ls diferenclas.sexuales eh el feno de cada date... (mith, p.180) Habitantes de una regién desértica de la California del Sur, en la que hoy logran subsistir solamente unas ccuantas familias de blancos, varios miles de indios cox 1 También, 4g clases de hongos comestibles (oe. ety ast) y em plano teenoldgico, go tipor de flechas dif ences (Ud PP 265-268). 8 LA GIENGIA DE LO CONGRETO hhuilla no Hegaban a agotar los recursos naturales; vivian fen Ia abundancia. Pues, en este tervtorio aparente mente dejado de la’ mano de Dios, conoctan no menos de 6) plantas alimenticiss y otras 28, de propiedades narcétieas, etimulantes 0 medicinales. (Barrows). Un Solo informante seminola identifica 250 especies y vax Fiedades vegetales (Sturtevant). Se han contado 350 plantas conocidas por los indios hopi, y mas de 500 Por los navajos. El léxico botinico de tos. subanu ue viven en cl sur de las Filipinas, sobrepasa de til terminos. (Frake) el de los hanunéo se acerca a Jos 20002 ‘Trabajando con un solo informante det Gabén, Sillans ha publicado recientemente un reper- torio etno-botinico de cerca de 8 000 términos, repar tidos entre las lenguas o dlalectos de 12 0 15 tibus adyacentes. (Walker y Sillans) Los resultados, inéditos fen su mayor parte, que han objenido Marcel Griawle J sus colaboradores en el Sudin, prometen ser igual ate impresionant ‘extremada familiarizacién con el medio biolég ‘o, la apasionada atencién que le prestan, los conoci: Imientos exactos a 4 vinculados, a menudo han im. preionado 4 on inveigadres, por cuanto denotan Zetitudes y preocupaciones que distinguen a los indige: hhas de sus visitantes Blancos) Entre los indios tewa de Nuevo México: Se observan las diffenciss menvdas.. venen nombres para Gesignaf>a. todas las especies de tonne a en aha bin ee If dierend vb y, entre fos im individu que no hublee reeibido en- frenamiento seria incapar de. diunguilas. En Serdad, no babria ninguna dificultad en traduelr tr tratado. Ge bordnica a la Tengua ceva. (Rob bins, Harrington y Free Marvecd, pp. 9, 12) 2 Vea, infra, pps a8, #8 LA GIENCIA DE LO CONCRETO 9 En un relato apenas novelado, E. Smith Bowen ha narrado amenamente su confusién cuando, desde su Tegeda a una tribu africana, quiso comenzar por apren- der la lengua: a sus informantes les parecié lo mis natural del mundo, en la etapa elemental de su enseBan- ‘m reunit un gran nimero de expecimencs botinieos que iban nombrando a medida que se los presen aban, pero que Ja investigadora era incapaz de iden- tifiear, no tanto por raz6n de su naturalera exéticn, como porque ella. jams se habia interesado en las Fiquezas y Ia diversidad de) mundo vegetal, en tanto aque Tor indigenas daban por supuesta tal curiosidad. Serene nen eS Serta genie pea ere ees ra See Pelee ir | gems ace, eee fugar en el que cals planta, siveste © So ge eeneyeat cheesy en tao en dee Sido, ene que cas hombre, mujer 7 nie Tonvee centensves de especex, Winguno de ellos Geert jamie que soy incspar, aunque quewé- Gale, ee aber tanto’ como on. (mith Bowen, p22) Totsmente dierent ct rien den sec lisa, autor de wna monografiaen Ia que des de 300 expeccs 0 varedads de. planias medicinal © tixieas, utliadas por algunas poblaciones de la Ro desia del Norte: » LA CIENCIA DE LO CONGRETO Me ba sorprendido siempre la diligencia con que lor habitentes de Bslovale y de la regione Necnas acepaban, hablar de su remedion y de ts venenor Les balagaba el interés de que daba fucstras yo. por sat’ mésodos’ Conslderaban Suesras convetsaciones como un iitereambio de informaciones ence colegat 0 querian acer galt desu suber? Coalquiera que bays podido Serle rani de su acti, mune. se haclan de togar. Me acuerdo de um condenado viejo lucha sigue me tala bratadas de hojor seas, Ge rales 3, an par are to pion 2Qué era, Herbolario 0. brojo? ‘Nomea_pude pe fear" en ste” mistrio, pero compruo” on pesar que no poseeré munch su clench de Ia el fologia atvicansy su habilided para cuidar a sos Seals eee a ceretinioee ion ys talentor habrin formedo. una” willsiana Zombinaciim. (Gilges,p. 20) Al citar un extracto de sus cuademas de viaje, Conklin ha tratado de ilostrar este contacto {ntimo ‘entré el hombre y el medio, que el indigena impone perpetusmente al eindlogo: ‘A, 0600 yijo una Havin tiger, Langha. partinos de Parina en diveain de Biull.” En ‘rasa, Langa me pid. que cotara varias ban dla de corcenas, de 10 por 80 cnt, del drbol anzpla hii (Abii roe (Rob) Be pa preenatnon de “ie ‘sangjucs. Frotande on rs ner del cone smn oo 9 Ello ae. produds una ‘apace dents de twlor tora que era un magnifico. repelente. En camino, cerea de Aypud Langta te detuvo de om, Randa btn bere pe carrigo una pequesa tawog hugan bulabaled WBuehner™ Uricfole R. LA CIENCIA DE LO CONGRETO » a pectin itd. Feb aptmeayialicAlgconteeccacads Se erecta ee Seger Se teoet Petien ER fe on in eee Sea ence es ete ee ae eee ee en eee rete pie one ty ae eee es Binli a cambio de otros ingredientes para mas- Bell some mere ane po ae egeld Pieper Fin pate Casa st in cos cine Se ee er es te ee eee eS eee te corres pele Se eee 2s ee es Sse led i ae Bee caer ie poe le pe hee ees i eke oe Seana S Se aes L), nos detuvimos una ver para recoger algunas ees ee ee ane ee opie Tae ee ee ee era etone eee Gree ees re ee eee en eee eee ee Sa ee ee pm eeskecamopies tineienal ee pea = ee Seen creer am gt Ge) a nthe Be Be an ete tee gt Se eee ee eae Cece peed coer ace ro eee ae Se eae ee eee cere: Binli a cambio de otros ingredientes para mas- Betckpimienta (Piper betle L), Langba obtu¥0 ito para cortar estacas de batata(Umporoee tata: (1) Poit) que pertenecan 2 dos formas ‘egetativas diferentes y dstingudas con Los pom Tres de hamult tnaswang y Ramu fupaw. Dociniento fabuloo de sis plantas y de sus modos de ulimcién; emplean mee 100 trminos para de Sibir soe pares aspetos caracersican”” (R. B. Fox pa) Ts claro que wn saber desallado tan sistemética- ment porte ter Tenn an lo ela Prdctia.) Despues de haber su bs viquera y Faecsién de lon conocimsenton eaolgins ybocnicos ‘Be los Indios del norete de los Estados Unidos y del Canadé:" montagnais, naskapi, micmac, malecite, pe robacot, el etndlogo que los ha estudiado mejor not dice ra de exper, por Jo que repecta a ls contumbres de la cam mayer, de la ue provie fen e alimento y las matsries primar dela in Ginn lndigens.” No- oy sorprendente..- gue el Caandor pondbico de Maine’ porn un mejor co Socio pracico de lt costumbre y el rae ter dal alee que el soblogo mis expeto. Pero undo aprecimos en so justo valor el culdado LA GIENCIA DE LO CONCRETO s que_han puesto los indios ent observar y siste- fatlzar lot hechos clentificos que hacen xeladiéa on las formas inferiores de 1x vida animal, ha Ge permitirsenos mostrar alguna sorpresa. Toda a clase, de reptiles... no. ofrece nin- agin interés econémleo para estos indios; no con- mene cane de fat srpiente, nt de fos bata. os, y no utilizan ninguna parte de sus, restos salvo en casos muy raros, para Ja confeccién de amuletos ‘contra Ta enfermedad ola brujerla. (Speck, 1, p. 273) ¥ sin embargo, como lo ha mostrado Speck, los in- ios del noreste han forjado una verdadera herpetolo- ‘32, con términos distintos para cada género de repeiles '¥ otros mis reservados para las especies © las varie- Gades. ‘Los productos naturales utilizades por lot pueblos siberianos con fines medicinales ilustran, por su defi sein precisa y el valor espectico que se les presta, el cexidado, el ingenio, la atencién al detalle, 1a preocu- paciin por las distinciones que han debide poner en ica los olservadores y los teéricos en lat tocieda- \des de esta clase: arafias y gusonos blancos que se twagan itelmene y yakutos, para la esterilidad) : grasa de escarabajo negro. (osetos, contra hidrofobia); cucara- ha aplasiada, hiel de gallina (rusos de Surgut, contra abcesos y hernias); gusanos rojos macerados.(yakutos, contra el reumatismo); hiel de lucio (buriatos, enfer. ‘medades de los ojos); locha, cangrejo de rio, que se teagan vivos (rusos. de Siberia, contra la epilepsia y ‘todas las enfermedades): toque con un pico de pljaro ‘arpintero, sangre de pijaro carpincero, insufladon na- sal de polvo de pijaro earpintero momificado, huevo fiagsdo del pijaro Aukcha (yakutos, contra el dolor de dientes, contra las exeréfulss, las enfermedades de Jos caballos y la tuberculosis, respectivamente) ; sangre 44 LA GHENCIA DE. 10 CONCRETO de perdi, suri de caballo (oirote, contra ls hernias Y tts verugas); caldo de plehin (buratos, contra Ia Xo); polte de pans trturadas del pljaro leg 0 ie es eer pers So) inge dvecado colgado al culo” (ror del Alt, cor tre a febne); intlacin de age. procedente de un artimbano colgado del nido del pljaro remiz (iets, fenfermedades de lot oft). Para’ mencionar solzmente Slo buriston y limitandonos ak ow, Ia carne de te pose see varleadesterapeories ditntan, ta sangre 5. [Pram 8, ef cerebro 12, la bil 17, el pelo 2. Tam. Wit del ox, los Kalar recogen los exerémentos dros como pledra, ab finaliar la hibernaci, para cara el tsteimiento. (Zeleni, pp. 470) En un estudio de Tob se encontrark tn Fepetori.igualmente ¥ico eo: THespondiente 2 una tibia africana. \/ De tales ejemplos, que podriamos encontrar en todss las regiones del mundo se podria infers de buen grado due bas eopecies aimaes y segetalcs no s0n conocidas is que porque son ‘utiles, sino que se las dedara ‘tiles 9 ineresantes porque primero se la conoce. Be objetaré que tal clencia no puede ser eficar ms ‘que en el plano de lo prictico. Pero, da In casual a de que su objetivo primero no es de orden préc tico. Corresponde' a exigencias intelectuales ances, © fener, de satfncer necesidade HI verdadero problema no estriba en saber si el con taco de un pico de péjsro cixpintero cura las enfer medades de los dienter, sino Ia de si es posible que dade un cierto punto de vista el pico del. pajaro caupintero ¥ el diemte del hombre *vayan juntos” (on frutncia cuya {rmla terapeutica no constitaye mis {que tna aplicaciim hipotética, entee otras) Y. por im termedio de estor agrupamientos de cosis y de sexes, Jntoducie un comienzo de orden en el universo; pu TA CIENCIA DE LO CONCRETO 5 Ja dlasificacién, cualquiera que sea, posee una virtwd propia por relacién a la inexistencia de Ia clasificacion. Como ba escrito un tesrico modemo de la taxonomia: {Los subiossoportan Ia duda y el fracaso porque no ex queda mis remedio que hacerlo. Pero. el ‘desorden es lo nico que no_puieden ni deben to icra. Todo el objeto de In clencia pura es evar 4's punto mis alto, mis conscient, la rede Gibn. He exe’ modo tabticn de perebit, que ha ‘ometirado en un plano inferior jy verosiniimente inconacient, con lox orfgenes manos le Ta vida. En algunos’ casos, podremos preguntarnos sia ‘ise de orden que fr sido forjacls ex un cardter ‘objetivo de Tos fenémenos oun artifcio creado por el sabio. ‘Este problema se_plantes sin ce SS, on mri de conomia nial Sn bargo, el postulado fundamental de la eiencia es (ue ls natoralers misma esd ovdenads... Ea 30 puree tcénla, la cenca se reduce a un’ poner en Srden,y..~ ai & Verdad que la sistemvia consiste fen tal poner en orden, os teminos de sistem ticay de iencia tedrca podin ser consderades Snénimos. (Simpson, p. 8) ‘Ahora bien, esta exigencia de orden se encuentra en Ja base del pensamiento que Mamamos primitive, pero sélo por cuanto se encuentra en Ia base de todo pen- ‘samicnto: pues enfocindolas desde tas propiedatles co- ‘mimes ¢s Como encontramos acceso mAs ficilmente a las formas de pensamiento que nos parecen muy ex: trafas sada cosa sagrada debe estar en su lugar", obser= ‘vaba con profundided un pensador indigena (Fletcher 2, p. 84). Inclusive, podriamos decir que es esto lo que Ia hace sagrada, puesto que al suprimirla, sunque sea en al pensamiento, el orden entero del universo queda- ia destruido; asi pues, contribuye a mantenerlo all 6 LA GIENCIA DE LO CONGRETO focupar el lugar que Te corresponde. Lor refinamientos Gel ritual, que pueden parecer ociosos cuando se les examina superficialmente, 0 desde fuera, 1 explican por Ia preocupacién de lo que podriames lamar una "mlero-perecuacién": no dejar escapar 2. ningin ser, objeto 0 aspecto, a fin de asignarle un lugar en el seno e-una dase. A este respecto, la ceremonia del hako, de los indios pawnee, es particularmente reveladora ‘an ‘lo porque ha sido bien analizado. La invocacién que acompafa al cruce de una corriente de agua se divide fn varias pares, que corvesponden respectivamente al ‘momento en que los viajeros meten Jos ples en el agua, fen que los desplazan, en que el agua recubre completa: mente sus pies) Ia invocacién al viento separa los ‘momentos en que el frescor es percibido solamente so- bre las partes mojadas del cuerpo, luego aqui, despues alls, y por ultimo sobre toda Ia epidermis: “solamente fentonces podemos avanzar con seguridad” (id., pp. 77- 78). Como lo expliea exactamente el informador, “de- hemor dirigir wna ‘incantacién' expecial a cada coma que encontramos, pues Tirawa, el espirita supremo, re- fide en todas Ist cass, y todo, lo que encontrames. mientras vames de camino, puede socorrernos... Se nos ba ensefado a prestar atencién a todo lo que vemos” (id, pp. 7881). Esta preocupacién por Ja observacin total y de ine ventario sittematico de las relaciones y de los vineulos puede culminar, a veces, en resultados de buen aspecto entfico: tal es el caso de los indios blackfoor, que Giagnosticaban Ia proximidad de la primavera segin el estado de desarrollo del feto de bisonte extraldo del vientre de Ia hembra muerta en la eam. Sin embargo, no podemos aislar estos aciertos de tantos otros. parallos Ge Ia misma dlase que la. ciencia decara_ilusorios. Pero ¢no seri que el pensamiento migico, esa “gigan- tesca variacién sobre el tema del principio de causalie LA CIENCIA DE LO CONCRETO dad", declan Hubert y, Mauss (2, p. 61), se distingue ‘menos de Ia ciencia por Ia ignorancia 0 el desdén del determinismo, que por una exigencia de determinismo ‘més imperiosa y mds intransigemte, y que la ciencia puede, a todo lo mis, considerar irrazonable y preci pltada? Considerasa como stema de flotti:naturl Ss Go ral een mp ental fa degree cs rsltade dela beajei: qe opera ee or a ero ae Sone tome tm ull 6 fc ing pa to cee iasitermites 0 6 contrac uti meningitis cerebro: sapien’ anda arsurttque eed Sin os efemetnd mv augue cone Uaiesirareeerserrat shearer Bia del granero, dela enfermedad I brojeria ee ee ee ee See ea eae rc ae poe eee Seemte pe a gee Gerace at nis cuaegeces etait cutrenuseces spain Soweto ors ies eeinie tax dare eet ase Peete eee Taeecicr ae: Ce ee eee (OES wee eg ny ser croaiied ca pinay ay coe Sones wocelee (Ee Petcark Ts pp. 4189) Por tanto, entre magia y cfencia Ia primera diferen- cia serfs, desde este punto de vista, que wna postula un determinismo global e integral, en tanto que Ia otra ‘opera distinguiendo niveles, algunos de los cuales, s0- Tamente, admiten formas de determinismo que se con- sideran inaplicables a otros niveles. Pero, 2no podrlamos 8 LA GIENGIA DE Lo CONCRETO. ir un poco més lejos y considerar al rigor y a la pre sién de que dan testimonio el pensamiento magico y las précticas rituales, como si tradujeran una aprehensién inconsciente de la verdad del determinismo, en cuanto ‘modo de existencia de los fenémenos cientificos, de ma neta que el determinismo seria globalmente sospechado Yy pueito en juego antes de ser conceido y respetado? Los Titos y las creenciss migicar se nos manifestarian en: tonces como otras tantas expresiones de un acto de fe fen una ciencia que estaba todavia por nacer. Y lo que « mis: no solamente, por su naturaleza, ‘estas anticipaciones pueden 4 veces verse coronadas pot cl éxito, sino que también pueden anticipar doblemen- te; anticiparse ala ciencia misma, y a métodos o resulta dos que Ia ciencia no asimilard’ sino en una etapa avanada de'sa desarrollo, sie verdad que el hombre se enfrent6 primero a lo mds dificil: In sstematizacion, al nivel de lor datos sensibles, a los que la ciencia du ante largo tiempo volvié la espalda y a los que co- amienza ahora, solamente, a reintegrar en su perspectiva. En Ia historia del pensamiento cientific, este efecto de anticipacién #e produjo por Jo demés en varias oca- siones: como lo ha mostrado Simpson (pp. 8489), con ayula de un ejemplo tomado de la biologia del. si- ‘glo xix, resulta que —como Ia explicacién clentifi Corresponde siempre al descubrimiento de un “ordena- miento"— todo intento de este tipo, aun cuando csté inspirado por principios que no sean ciemtitice, puede encontrar verdaderos ordens previsible sf se admite que, por definicién, el nimero elas estructuras es finito: 1a “puesta. en estructura’ poveeria entonces una eficacia inerinseca, cualesquiera {que sean los principios y los métodos en que se inspira, La quimiea moderna reduce Ia variedad de los sabo- ret y de lot perfumes a cinco elementos diversamemte ‘combinados: carbono, hidrégeno, oxigeno, szufre y ni: LA GIENGIA DE LO CONCRETO » tuégena Trarando cuadros de presencia y de ausencia, ‘stimando dosificaciones y umbrales,lega a darnes cuen- ta y raén de diferencias y desemejanzas entre cualida- des que antaio habria expulsado fuera de su dominio por considerarlas “secundarias". Pero estos paralelos y ‘Stas distinciones no sorprenden al sentimiento esttico: ‘mis bien, 1o enriquecen y lo aclaran, fundando asocia- cones que ya se sospechan, y de las cuales se comprende Inejor por qué, ya en qué condiciones, un ejercicio asiduo e Ia sola intuicién habria permitide descubritlas ya; i, que el humo del tabaco pueda ser, para una Jégica de Ia sensacién, Ia interseccién de dos grupos: uno de Tos cuales comprenderia uambién la carne a la parrilla y In tostada cortera del pan (que estin, como 4, com- uestos de nitréyeno; y el otro, del que forman. parte €1 queso, Ja cervern ¥ a hiel en raain de la presencia del diacetilo). La ccrera silvestre, Ia canela, a yainilla ¥ 1 vino de jerez forman un grupo, no sélo sensible, ‘ino inteligible, porque todos contienen aldehidos, en tanto que los olores semejantes del t€ del Canada (wintergreen) de la lavanda y del plitano se expli- can por la presencia de csteres. La intuicion por af fola incitard a agrupar a la cebolla, el ajo, la col, el nnabo, el rabano y 1a mostaza, aunque la botnica sepa- re a las lilidceas de las cruciferas, Comprobando el testimonio de Ia sensibilidad, la quimica demuestra que cextas familias, extrafias entre si, se emparientan en otro plano: todas oculian amfre (K., W). Un filésofo pri mitivo o un poeta habria podido realizar estos reagru- ppamientos intpirindase en consideraciones ajenas a la quimica, 0 a cualquier otra forma de ciencia: la litera: tra etnogrifica nos revela un cierto niimero de los ‘mismos, euyo valor empirico y estético no e menor. Ahora bien, «50 no es, solamente, el efecto de un fre- resi atociativo, que a veces habré de tener éxito por ‘un puro azar. Mejor inspirado que en el pasaje ante: se LA GIENCIA DE 10 concrEro Giada en el qe nos oece eta interpretcsn,Simpion pare ee tern ete pntcer necead comin al ane a a cence y que, por con a exoromi, gue eel poner em orden por Troce um iinente alr eatin (oe P-). Eotonce se vrprende uno menos de que el en- Sao esto, abandonado.a sus solos fuerms, pueda Seine ef corint' txtonocia"y-au sapee-a Slgunos de sus resueado. Sin ebago, no retortamoe 11s tes wlga (pot fo de is uaailtte en a penpects ated enh Gos Coloe), seg Ia coal a agin sera una fora tna y fates de b Gene porque noe petted 8 ts tedio de comprender el pensamento mdgic, spre {enitsmos redusila 4 un'momento, o& 0ba capa de In eyolucin tdenicn elena. Sombra que mt en Engst cies, Ta mogla ey en on ido, com ‘ono 4, tan aabada y coherente, en 1s inmate lida, como els aSlido 2 que solamente ha prece fide Fi penramieno magico o em comien, un ‘stor, una inicio, Ia parte de un todo que todavia fo ac ha realizado; forma un stema bien acaado Intependeme, en relacion con et, de ee oto stems aque convituird Ie Geni, avo la analogs formal gue Ei cinprientay'qoe hace del primero tna waete de fxpreson merits dea segunda Por ant, em et de eponer magia y len, tela mejor ealocalt par ISancne, com doe modes de fonociniento. desis fn cuanto 2 los resladon tdricor y pric (puen, desde ete punto de vita, cs verdad que a lencia lene this éxito gue a magn, sungoe a maga prefigure ¢ TE lencla eh el sentido de que tambien sia acetal fun secs), pete no por la cle de operiioner mex: Els que anda soponen, y que diflren menor eo vont a ln nares que ch funciona clase Se fenomenos eles que espn. LA GIENGIA DE LO CONCRETO 2 Estas relaciones se derivan, en efecto, de las condi clones objetivas en que aparecieron el conocimiento rmigico y el conocimiento clentifico. La historia de este Ultimo ex demasiado breve como para que estemos bien informados a su respecto; pero el que el origen de la iencia moderna se remonte solamente a algunos siglo, plantea un problema sobre el cual los etnSlogos no han reflexionado suficientemente; el nombre de pare- doja neolitica le convendria perfectamente. Es en el neolitico cvando se confirma el dominio, por parte del hombre, de las grandes artes de Ia civil Zacién: cerdmica, tejido, agricultura y domesticacion de animales, Nadie, hoy en diz, se atreveria a explicar es tas inmensas conguistas mediante 1a acumulacién for tite de una serie de hallargos realizados al azar, 0 revelados por el especeiculo pasivamente regisrado de algunos fenémenos naturales Cada una de estas ténicas supone siglos de ob- servacién activa y metédiea, de hipévesis atrevidas y ontroladas, para rechararlas 0 para comprobarlas por fntermedio de experiencias incansablemente repetidas. ‘Observando la rapider con la que plantas originarias dal Nuevo Murdo se aclimataron en las Filipinas, y fueron adoptadas y nombradas por Jos indigenas que, fen muchos casos, parecen haber redescubierto inclusive ‘sus usos medicinales,rigurosamente paralelos a los que eran tradicionales en México, un bidlogo interpreta el fendmevo de la manera siguiente: ‘2 Se ha tratado de saber Jo que passia’sl el mineral de cobre se hublese mercado accidentalmente a. un fog6n: fexperiencias maliples y variadas han establcido que no pasaria nada. El procedimlento mds simple al que se haya Tiegado ‘para obtener metal fundido cansice en calentar intenetmente mmalaquita finamente pulverimda on una copa de arella cubierta con una vaija Invertida. Este solo resultado aprisiona ya al azar en el recinto del fogin de ‘igtn allarero eepecnlta em cerdmica vidriada (Coghlan) Miia ni

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