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F L Graciela Montes EI golpe Algunas personas piensan que de las cosas malas y tristes es mejor olvidarse. Otras personas creemos que recordar es bueno, que hay cosas malas y tristes que no yan a volver a suceder precisamente por eso, porque nos acordamos de ellas, porque no las echamos fuera de nuestra memoria.» Es el caso de la historia que vamos a contar aqui, algo que pasé en nuestro pais hace ya veinticinco afios, cuando todos éramos més i6venes y muchos de los que estan leyendo estas péginas ni siquicra habfan nacido. No es una historia facil de contar justamente por eso, parque nosotros mismos fuimos protagonistas, porque lo que pasé nos pas6 a nosotros y no a otras personas, porque son cosas que yimos con nuestros ojos, que vivimos en nuestro cuerpo. El 24 de marzo de 1976 hubo un golpe de Estado, © Un golpe de Estado es eso: una trompada a la democracia. Un grupo de personas, que ticnen el poder de las armas, ocupan por la fuerza el gobierno de un pais. Toman presos a todos: al Presideata, & los diputados, a los senadores, a los gobernadores, a los representantes que el pueblo habia elegido con su voto, y ocupan su lugar. Se convierten en dictadores. A los amigas los hombran intendentes, jueces, ministros, secretarios... asf todo queda en familia, Se sienten poderosos y gobiernan sin rendirle cuenta a nadie. Aunque, por supuesto, como no les gusta que los vean como a ogros, siempre explican por qué dieron el golpe. Por lo general dicen que es para “poner orden” en un “pais desordenado”. Dicen que hace falta “mano dura” para “poner las cosas en su lugar”, Sélo que ponen las cosas donde accllos les conviene. Como no creen en la demo- cracia, tampoco creen en la opinién de las perso- nas. Son tan soberbios que consideran que los tinicos que saben lo que le hace falta al pafs son ellos y nadie més que ellos. Pero como en realidad no saben, y tampoco tienen costumbre de pensar ni de reflexionar demasiado, terminan haciendo estropicios y siempre pero siempre dejan al pais un poco o mucho peor de cémo estaba. En esos casos, las Fuerzas Armadas, que recibieron las armas para defender 2 los ciudada- nos cn caso de ataques extranjeros, !as usan para golpear Ja demuciavia, Y vieutus erupus de civiles —los que no tienen ningtin interés en los gobicrnos democrAticos— los incitan, los apoyan y los aplauden. En la Argentina hubo varios golpes de Estado antes del que vamos a contar aqui En 1930, cuando un general del Fjército, Uriburu, derrocé al presidente Yrigoyen; en 1943, cuando un grupo de oficiales derrocé al presidente Castillo y nombré en su lugar al general Ramirez; en 1955, cuando Ja Marina y parte del Ejército, con el general Lonardi a la cabeza, derrocé al presidente Perén; en 1962, cuando derrocaron al presidente Frondizi; en 1966, cuando el general Onganfa usurp6 el lugar del presidente Illia... | Cinco golpes en 36 afios! No fueron todos igualeS, ui se produjeron en iguales circunstancias, pero todos 5 A rio se hizo cargo del gobierno —a los golpistas Ics encantan Jas palabras altisonantes~ era una Junta: estaba integrada por un general —Jorge Rafael Videla-, un almirante ~Eduardo Emilio Massera— y un brigadier ~Orlando Ramén Agosti-. Les tres de perfecto acuerdo, los tres detras de un tinico objetivo -o al menos era eso lo que decian en los discursos-: derrotar a la subversi6n, aniquilar la guerrilla. Ese asunto de la subversion fue lo que usaron siempre para justificar lo que siguid, todos los horrores a los que vamos a tener que referiznos. Eran buen argumento en esa época porque el Ultimo afio y medio habfa sido cadtico y violento y FEV UG | a come andana rastante aesonentada. Los precios to... habfan estado subiendo dia a dia. Los diarivs trafan todos los dfas noticias de enfrentamientos feroces ent distintos grupos, de huelgas, de asesinatos. Isabel Perén —vicepresidenta y heredera de la presidencia después de la mueite de su esposo, Juan Domingo Perén—no consegufa tomar las riendas de ese pais tan convulsionado, y, mas que gobierno, los argentinos sentfan que habfa un desgobiemo. Eran dias en los cue todo parecia estar fuera de control. Eso hizo que una gran parte de la poblacién, los que confian siempre en que las “manos duras” arregien las cosas, le diera la bieavenida al golpe. Fueron muy pocos los que levantaron la voz de protesia. Que Ios golpistas hablaran de “aniquilar’”’ no sorprendia mucho a nadie, porque era una 6poca “Cuatro ‘ocinco meses antes del golpe ya funcionaban: en Tucumin los campos de concentracién, la Triple A, todo eso. en la que la gente estaba acostumbrada ala intolerancia. Habia muchos grupos enfrentados, y muchas patolas. La Tiiple A, por ejemplo. La Triple A —Accién Anticomunista Argentina—era una organizaci6n clandestina -secreta e ilegal— que habfa formado el hombre de confianza de Isabel Perén, Lépez Rega. para aniquilar a sus enemigos politicos y, en general, a todos los “comunistas”. Ese.término de “comunista” servia para deshacerse de cualquier adversario, Comunistas eran los sacerdotes que trabajaban en las villas, los alfabetizadores, los intelectuales, los socialistas, los estudiantes, los obreros, los dir. gentes barriales, los politicos, les sindicalistas que no se dejaban manejar, cualquiera que criticara o reclamara merecia la etiqueta fatal... Fue una palabra que: sirvio para senalar al citerente, al que no pensaba como ellos, y la Triple A, comp luego Ios golpistas, opinaba que a los diferentes habia que *aniquilarlos. ‘Tolerar al que piensa diferente, al que tiene oire modo de vivir o de ver las cosas, siempre es dificil. Mucho mis fécil es formar una “faccién”, “patotas”’ de “gente como uno”, gente con la que uno se identifica, y atacar a muerte a todos los que queden afuera, los que no estén dispuestos a incluirse. Los facciosos opinan que al ensmigo hay que aniquilarlo. Pero las sociedades son grupos muy complejos, donde conviven muchas ideas, muchas costumbres y muchas tendencias, Algunos argentinos esperan ciertas cosas de la vida, y otros, otras. Algunos creen que las cosas se arreglarian d= 9 este modo, y otras, de este otro. Lo qu beneficia a otros, a veces, los perjudic: demceracia significa vivir con el otro- el adyezsario, con el que esti parado & y telerarlo. Peleas, discutir, enfrentarse tolerarlo. Claro que, para discutir y tolerar cierta calma, determinado estado de 41 eran épocas muy agitadas, donde poce dispuestos a detenerse a pensar o a ne; soluciones. Todas las peleas eran pele: La guerrilla tarnbién cra intolera La guerrilla habia comenzado a después del golpe de Ongania, en 196. grupos armados clandestinos -secreto: aspiraban a tomar el poder. Estaban in hombres y mujeres jévenes por lo gen adolescentes— que querian “hacer la re que se sentian indignados por las injus sociedad y crefan en la posibilidad de : cosas. No eran los tnicos. Por esos aiic gran deseo de cambio en todo el mune Francia, en Alemania, en los Estados 1 muchos paises de América Latina, los cuestionaban el modo en que estaba o1 mundo y hacfan grandes huelgas y ma gigantescas de protesta, que muchas vi terminaban en duros enfrentamientns « policfa. En nuestro pais se produjo unc farroso cn 1969: el Cordobazo, ‘Muchos hombres y mujeres habi conciencia de vivir en un mundo injus cuestionaban todo: la distribuciéu de I; “Mii papa era un hombre justo, a él le daba mucha lastima la pobreza del pueblo, las villas...” 12 que hubiera ricos muy ricos y pobres muy pobres, el hecho de que algunos paises dominaran a otros y Jos manejaran a su antojo, y, en general, el autoritarismo de los que manejaban el poder, lo que se Ilamaba e/ sistema, el modo en que estaban ordenadas —por Ia fuerza— todas las cosas. Habia ‘grupos, grandes grupos, que opinaban que habia Ticgado cl momento de cambiar. Y que trabajaban para que ese cambio por fin se produjera. Pero el sistema, por supuesto, resistia. Y algunos se convencieron de que el tinico modo de cambiar las cosas que funcionaban mal era mediante la fuerza; se hicieron guerrilleros, empufiaron armas. Los guerrilleros ansiaban la revoluci6n y no crefan en los politicos. Decfan que s6lo con la “violencia de abajo” se podia derrotar la “violencia de arriba’, la del sistema. Hubo varios grupos guertillerds en la Argentina de esos afios, pero los dos mas importantes fueron el ERP (Bjército Revolucionario del Pueblo) y los Moatoneros. El héroe de los guerrilleros del ERP era el Che Guevara, muerto en 1967. Los Montoneros, que eran peronistas, admiraban sobre todo a Eva Perén, Ja apasionada segunda esposa del general Peron, muerta muchos afios atrds, en 1952, Las organizaciones guerrilleras no duraron. mucho, apenas unos diez. ajins. Pero a camienzos de la década del 70, cuando estaba por terminar la dictadura que habia inaugurado Ongania, se hacfan notar bastante; asaltaban regimientos, colocaban bombas, secuestraban personajes importantes para pedir rescate y asi hacerse ce fondos con que seguir adelante con los proyectos revolucionarios. Para comienzas de 1976, la época del golpe, los guerrilleros ya estaban muy debilitados. Siempre habfan softado con conseguir el apoyo de la poblacién, de los uxés pobres, sobre todo, pero en general no lo habjan logrado. Durante la dictadura, mientras el pais siguié en manos de los militares golpistas, si que tuvieroa bastante apoyo, porque muchos penseban que ro habfa iro camino mis que el de la fuerza. Pero en 1973 habia habido elecciones y la gente sentia que ya no tenian raz6n de ser los métodos violentos. Por otra parte, los guerrilleres habfan sufrido ya muchas derrotas: las Fuerzas Armadas, y también esos grupos, clandestinos como la Triple A, habian matado a muchos de ellos. En 1975 habfan vuelto a intentar asaltar algunos cuarteles, pero habian fracasado, La poblacién tenfa la sensacién general de que la guerrilla se estaba disolviendo. Y, sin embargo, los golpistas nunca se sacaron la palabra “guerrilla” de la boca, hicieron lo que hicieron hablando siempre de guerra y de guerrilla, como si, del otro lado, hubiese habido un ejército poderoso y equivalente. Pero en realidad no era asf. Del mismo modo en que Lépez Rega lamaba “comunista” a todo el que quedaba fuera de su manada, los golpistas Ilamaron “‘guerrillero” y “subversive” a todo el que no les pareciese dispuesto a plegarse a ese plan oficial y terrible que se llamé el Proceso de Reorganizacién Nacional. Todos los que, por alguna razon, les parecfan diferentes, parados cn otra vereda, disidentes, 0 criticos sencillamente, pasaban a ser “guerzilleras” y “subversivos”, es decir enemigos que debfan ser aniguilados. “A mi papé Jo meten preso por solidarizarse con la huelga de HIPASAM... ‘Comunista subversive’ (eso decia la cardtula de la causa).” En el pozo del terror 14 “Cambio” paséa querer decir “subversion”. Todos los que habian criticado el orden establecido, todos los que habian cuestionado, levantado la voz, pretendido cambiar las cosas, eran considerudos enemigos. El golpe del 24 de marzo de 1976 file el triunfo del no-cambio. Y, por Io tanto, tuvo el apoyo de todos los que aspiraban a que lzs cosas siguieran como estaban. Para aniquilar alos enemigos y “poner en caja” a toda la sociedad los golpistas tenfan un estilo, el del cuartel, y un metodo, el del terror. Como militares que eran lo militarizaron todo ¢ hicieron que los civiles nos sintiéramos reclutas. E! pafs entero se convirtio en un gran cuartel, y en los cuarteles, ya se sabe, hay mucho grito y poca oreja: Srdenes, consignas, y la sociedad, calladita, obediente, y sin poder hacerse ofr. Mas que gobernar mandaban, decretaban, vigaban, censuraban, acallaban, recortaban, uniformaban todo. Eso no era del todo nuevo los golpes suclen aplicar el estilo del cuartel, que es el inico que conocen-, pero no todos deciden, como éste, aterrorizar a muerte alos ciudadanos. Elterrorismo siempre es atroz, paraliza, destruye la vida y las esperanzas de las personas; estalla una bomba en un supermercado, vuela por el aire un edificiv, maian al hijode cierto personaje... Los terroristas son cl peor modelo de intolerante y de faccioso. Pero lo habitual es que Jos terroristas lancen sus ataques contra el poder. “Tiran la puerta y entran, y yo estaba at, jugando, en ese lugar...” “Se Hevaron todo, todo, las cosas de la escuela, juguetes, todo se perdié.” En este caso fue al revés: desde el poder, desde el gobierno, se organiz6 cuidadosamente un plan para dominar por el terror, para paralizar de miedo ala poblacién y obligarlaa marcar el paso. EI maldito plan consistié en secuestrar, torturar y asesinar en forma clandestina a mas de 30.000 personas. 30.000 argentinos y extranjeros entre los que habfa médicos, estudiantes, gremialistas, monjas, sacerdotes, obispos, escrilores, politicos, jueces, agricullores, obreros, maestros, conscriptos, cientfficos, artistas, periodisias, bebés, nifios y guerrilleros. < Todo se hacia en forma secreta, por lo general durante la noche y de manera muy violen- ta, Los Grupos de Tareas, como se Ilamaba a los que se ocupaban del “trabajo sucio”, entraban por Ja fuerza en las casas y se Hevaban —“chupaban”, dcefan cllus— a uuu, a varius a (odus lus miei bros de la familia, Y, de paso, robaban lo que po- dfan, in televisor, ropa, cuadros, dinero... Iban armados hasta los dientes, aunque slo fuese para desbaratar una familia que estaba mirando la televisiGn. Para asustar, solian anunciarse antes con un gran corte de luz. con una explosién a arrancando una puerta de cuajo. Golpeaban a los secuestrados, los maniataban y les yendaban los ojos antes de levérselos (ellos, con esa jerga “de oficio” que tenfan, decian que los “tabicahan’”). A veces los yecinos los ofan entrar y hasta habra habido muchos que. por la mirilla de la puerta o por entre las tablitas de las persianas, hayan visto meter a los secuestrados a los empujones adentro de un auto los favoritos eran en esos Lieinpus los Falcon verdes-, pero por regla general esos 15 “Mi mama no dormia; se acostaba conmigo en brazos, vestida, Cualquier coche que estacionaba ella pensaba que la venian a buscar.” “Cuando preguntaba por mi mamé me decian ‘Sela eyaron’.”" ‘Yo me habia hecho alaidea de que mis padres estaban en un ayion que nunea aterrizaba.” vecinos no contaron nada; cl terror cumplfacon su funcidn y ellos estaban aterradas. Los secuestrados eran trasladados luego a los centros de tortura, que también eran secretos. Funcionaban en el sector mAs apartado de un cuartel. en una fabrica abandonada, en el sétano de una comisarfa, en los fondos ce un hospital, en un viejo casco de estancia, cn un chalet apartado... Hasta allf los llevaban y ahf quedaban hundidos. A partir de ese momento esos secuestrados pasaban a ser “desaparecidos”. Nadie dab cuenta de ellos, nadie sabfa ad6nde estaban. La familia o los amigos comenzaban a huscarlos desespera- damente. Y, sidaban con algtin juez no demasiado atertorizado y dispucsto a hacer justicia—un juez valiente— , presentaban un habeas corpus, que es como se Hama Ja reclamaci6n legal por alguien que se supone detenido y no aparece. Pero nunca consegufan averiguar nada, Recurian a la Iglesia, a los obispos; trataban de que los recibieran las personas més influyentes de la Sociedad... Pero nada. Como si se los hubiese tragado la tierra. La policfa decfa que no sabia nada. Las Fuerzas Armadas decfan que no sabian nada. Los desdichados habfan caido en el pozo del terror, se los habia deyorado el gobiemo del Proceso. Hoy todos sabemos lo que sucedfa en esos lugares y hasta se ha logrado identificar muy bien d6nde estaban ubicados y cémo estaban organiza- dos. La CONADEP, una comisién de notables que se rennid en cuanto el pafs regresé a la democra- cia, se ocup6 de recoger los testimonios en torno a Jos desaparecidos y de reunitlos ex: un libro que todos tendriamos que leer, el Nunca mas. “Donde él estuva secuestrado ahora funciona una oficina de rectificacién de autos.” Los propios secuestradores hablaban en clave de esos lugares de horror y les ponfan terribles nombres de fantasfa: El Vesubio, El Olimpo, La Cacha, La Perla, El Atlético, La Escuelita, el Sheraton... En algunos casos, estaban ubicados en medio de la ciudad, y los vecinos de los alrededores podian ofr los gritos desgarradores de los torturados, los sollozos y los tiros ~y también la musica estridente con la que trataban de taparlo todo-, y a veces vefan sacar féretros 0 grandes bolsas de polietileno con restos mutilados. Algunos secuestrados que fueron luego liberados 0 que lograron escapar pudieron contar los horrores que allf se vivian, Alli era donde se los torturaba para que diesen los nombres de otros disidentes que, a su vez, serfan “chupados” y torturados, Se los colecaba sobre una mesa o “panilla” y x¢ lus yolpeuba, s¢ los picaneaba, se os mutilaba, a la vez. que se les hacfan preguntas que para muchos eran incomprensibles. Nunca estaba claro qué querian de ellos. Primero torturaban y después pensaban; o tal vez: ni siquicra hayan Ilegado a pensar nunca. A.ua grupo de adolescentes de la ciudad de La Plata los secuestraron en una triste noche que se recuerda_ como La noche de los ldpices, los torturaron y los: asesinaron simplemente porque habfan tomado parte en una campaiia en favor del boleto estudiantil. Muchos murieron nada mas que porque sus datos estaban en alguna agenda que a ellos les parecfa comprometedora. La mayor parte de los que soportaran esos tormentos murieron o fueron asesinados. Pero no “aparecicron” jamais. A veces sc los guardaba ahf 17 “A mi papa lo enterraron enun descampado; estaba enyuelto en mi frazadita.” “Antes de que le cortaran el cordén mimama pidié que se lo apoyaran en el pecho... como si presintiese que se lo iban aquitar.” adentro durante un tiempo y después se los fusila- ba y se los enterraba secretamente, para que nunca més fuesen encontrados o se los arrojaba desde avicnes 0 helicépteros al rio, porque los tortura- dores estaban ansiosos por deshacerse de esos cuerpos que los molestaban demasiado, Todavia siguen apareciendo hnesos, restos de desapere- cidos enterrados como N.N., como desconocidos, Algunas mujeres que habfan sido secuestradas cuando estaban embarazadas tenfan sns hijos en esos centros de detencidn. A veces las llevaban a parir en secreto en un hospital, pero otras veces parfan enun pasillo, o en la mesa de torturas, entre las risas y burlas de sus secuestradores, y luego se las cbligaba a limpiar el lugar de rodillas. Por lo general no volvian a ver a sus hijos: los torturadores se los robaban, se quedaban con ellos. Es dificil entender lo que puede pasar por la cabeza de un tortarador, de alguien que hace sufrir a oto cuando el otro no puede defenderse, que lo golpea, lo mutila, le aplica descargas eléctricas, lo asfixia, lo viola, le arranca al hijo sin compadecerse, sin que le dé pena y vergiienza el sufrimiento de esa persona que tiene adelante, También es dificil entender cémo pudo haber habido mécicos que se hayan ocupado de vigilar “el punto justo”, para que Jos torturados no se muriesen en las mesas de tortura antes de haber entregado la “informacién” deseada, c6mo hubo enfermeras y sacerdotes dispuestos a colahorar con ellos. Pero lo cierto es que hubo muchos argentinos que hicieron ese trabajo. Tal vez consideraban que esas victimas cran enemigos y que, por lo tanto, no merec‘an piedad ni justicia. O tal vez, por atroz que nos parezca a nosotros, lo consideraban sencillamente un deber de subordinados, una tarea, y haste un modo de ganarse la vida. Porque lo cierto es que obedecian érdenes muy precisas, no eran locos que se ponian a torturar por su cuenta; torturaban porque los habjan mandado torturar y Porque eran demasiado cobardes para negarse a cometer un crimen. Habfa horarios de trabajo, formularios. expedientes, jefes, sueldos, burocracia. {Por algo sera!" Esas cosas succdian todos los dias mientras Ja poblacién seguia adelante con su vida. Iba a trabajar, ala cancha, al mercado, los chicos ihan al colegio, se hacfan peliculas cémicas y mucha gente iba a verlas, se hablaba de los ovnis, sc seguian dia a dia los teleteatros. A veces, cada tanto, aparecfa en algtin diario alguna noticia macabra acerca de un grupo de cadaveres encontrado en las orillas del rfo, en algiin baldio, en una playa, en los basurales, aun costado de la Tuta,cn una calle apartada. Fusilados, carbonizados, bafiados en cal viva, dinamitados, comidos por los peces. Pero no era lo més comin; los diarios, en general, callaban, tenian miedo de iritar al gobiemo. Muchos argentinos preferfan mirar para otro lado: ";Por algo sera!” sentenciaban cuando se enteraban del caso de algdu Ucsaparevide o vefan como alguien era introducido con violencia cn un auto. Se decian que “eran cosas de subversivos”, es decir, repetfan Ja leccién que les babian ensefiado les golpistas asesinos, estaban convencidos de que debian desentenderse, de que todo eso no tenfa nada que ver con ellos. Preferfan entretenerse, ir a bailar, entusiasmarse con cl fiitbol, que, por supuesty, no es nada malo. S6loque, en circunstancias como ésta, hasta el fiitbol les vino de perillas a los golpistas. La Argentina gané el Mundial en 1978 y muchos, muchisimos, no tuvieron mejor idea que ir cormiendo a vivar al general Videla, que era cl presidente de la Junta. Y esos vivas a Videla, aunque no parezca, también sirvieron para reforzar ¢] sistema del terror. Como Ia faccién 21 2 La plata dulce que se volvi6 amar- estaba de moda todos saltaban y obligaban a los demés a saltar, aunque na faviesen ganas, porque, decia ¢l cantito, “el que no salta es un holandés” ~el Ultimo partido habfa sido contra Holanda, es decir un “enemigo”. A veces las personas no somos capaces de levantar la vista para mirar a nuestro alrededor y nos quedamos embobados con nuestro p-opio ombligo. Y muchos argentinos hicieron eso, no pudieron ver ni pensar mas alla de su propio ombligo. Pero el terrorismo de Estado no fue la tinica “maquina del terror” que aplicaron los golpistas. La otra fue la demolicién de la economfe, De eso se ocupé el ministro de Videla, José Alfredo Martinez de Hoz. Cuando un pais tiene sus fabricas abiertas, cuando produce y esti activo, es natural que haya conflictos. Los empreszrios y los obreros discuten por los sueldos, hay huelgas, quejas, intereses contrepuestos. Pero el golpe del 24 de marzo estaba decidido a paralizarlo todo, a dejar a todo el mundo bien quietito y en posicidn de firmes. Pretendia decretar el fin de los conflictos, con lo que decretaba, ademés, el fin de la economia, porque una fébrica quieta es una fébrica muerta, Al principio a algunos les parecié una especie de fiesta porque Martinez de Hoz se las ingenié para que empezara a fluir el dinero. Para eso “intemacionaliz6”: pidié dinero prestado all exterior y levantd las barreras de la Aduana, De 23 golpe y porrazo el pais se lend de productos importados: desde un reloj a una Ticuadora, de un paraguas aun auto, todo venfa de afuera, y muchos angentinos se entusiasmaban con lz novedad, que les parecié divertida. También entr6 dinero, pero los capitalistas que lo trajeron no lo trafan para producir, para construir nuevas fabricas, emplear obreros y hacer crecer el pafs, sino para especular en las Hamadas “mesas de dinero”, donde se jugaba con la plata como se jucga cn une ruleta. La Argentina se convirtié en el paraiso de los finaneistas, se compraban y se vendian ddlares a la salida del mercado, en la puerta de las escuelas, en cada esquina: algunos estaban convencidos de que sc iban a enriquecer con los plazas fijos de los bancos, y owes ponian el sueldo a plazo fijo para que no sc les hivicra hutuu antes de Heyar a fin de mes, Como el délar era barato, muchos viajaban al exterior y volvian cargados de televisores, equipos de audio, filmadoras, calculadoras y hasta heladeras. Era la época de la “piata dulce”, como se la lamaba entonces, otro modo mas de mirarse elombligo. En esos primeros afios dela dictadura no se podia decir que no hubiese dincro. El dinero circulaba copiosamente y a gran velocidad, pero termin6 acumulado en unos pocos bolsillos. Y nunca sirvié para poner en marcha la econonifa, para crear riqueza, sino, justamente, para aniquilarla. Poco después se vio que toda esa apareate abundancia no era sino cart6n pintado. La plata “Nos decian: ‘Mira, vos mantenéte en silencio... Silevantan el avispero es peor’? La gesta de los pafiue- los blan- cos dulce se esfiums. Vinieron los tiempos duros, Muchos empresarios cerraron sus fabricas porque no podian competir con los articulos extranjeros, Y los argentinos tomamos conciencia, de pronto, de que cebiamos tanto pero tanto dinero a los bancos extranjeros que casi ni podiamos decimos duefios de lo que cra nuestro. Fueron épocas muy tristes, La mayor parte de la gente sc encerraba en su casa y.Irataba de desentenderse de todo. No se reunia con ottos, no Participaba, no daba opiniones. Entre atexradus y desilusionados, hacian de cuenta que el pa’s no era cuestién de ellos. Estaba prohibido hacer politica, ademas. La censura mandaba. No habia protestas, ni arengas, ni huclgas, Todo parecfa muerto, quieta. Pero muy pronto algo empezé a moverse. Los primeros en reaccionar fueron los que se animaron a hablar en voz, alta del terror secreto, ya exigir que los desaparecidos volvieran a aparecer, y vivos, como se los habfan levado de las casas: las voces del reclamo. A mediados de 1977 ya resonaban con fuerza. En primer lugar, las madres de los secuestrados. Durante todos esos aiios habfan Peregrinado de un lado al otro en busca de sus hijos y abora cambiaban de estrategia, hacfan piiblico su réclamo, se mostraban, pedfan cuentas, “manifestaban”, algo que parecia olvidado on la Argentina. Jueves a jueves, cubierta la cabeza con un pafiuelo blanco, daban yuelas y yueltas a la 25 “Muy gallina, mi abuela Otilia, nos fue metiendo bajo las alas a todos los néufragos” “Mi abuela fue fuertisima. Elles ponian el arma ahi, sobre la mesa yella decia “NO me asusta’.” 25 pirdmide que hay en la Plaza de Mayo, para exigir la atencién de los asesinos, Simplemente estaban ili, 16 faltaban nunca, y sa presencia era una terrible forma de denuncia. Fueron muy valientes sreclamar era peligrosisimo en esos tiempos-, pero su valentia fue recompensada ampliamente: no slo en la Argentina sino en el mundo entero los paiiuelos blancos de las Madres de Plaza de Mayo terminaron siendo un simbolo, la sefial de que las que estaban debajo de ellos iban a defender fervorosamente los derechos humanos, esos derechos que todos tenemos por el solo hecho de ser personas y que nadie, ningtin golpista, ningtin torturador, ningun asesino, tiene derecho a quitarnos. Hubo, ademas de la de las Madres, otras urganizaciones, algunas anuguas y olras nuevas, que se hicieron ofr. En especial, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (A.2D.H.), de la que formaron parte muchos de Jos abogaddos que tenfan a su cargo esos famosos habeas corpus, algunos politicos, intelectuales... Pero también el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (M.E.D-H.), el Centro de Estudios Legales y Suciales (C.E.L.S.), el Servicio Paz y Justicia, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, y otras dos organizaciones que, como la de Madres de Plaza de Mayo, estaba vinculada con la desaparicién de personas: Familiares de Detenidos-Desaparecidos y Abuelas de Plaza de Mayo, que reclamaba especialmente por la restitucion de los nifios nacidos en los campos de detencién y tortura, 28 Por ese entonces ya se comenzaba a hablar en todo el mundo del terror argentino. En Francia hubo varias marchas por los desaparecidos. Y, para colmo, en 1980, la Academia Sueca le dio el Premio Nobel de la Paz a Adolfo Pérez Esquivel, un argentino cristiano miembro del Servicio Paz y Justicia y gran defensor de los derechos humanos. Todo eso perjudicaba mucho al gobierno, que contraatacaba diciendo que eran puras mentiras y “propaganda antiargentina”’: gcémo se atrevfan esos extranjeros 2 criticarnos, a pedirnos cuentas? Incluso mand6 imprimir unos cartelitos que decian “los argentinos somos derechos y humanos” —les parecia un buen chiste-, y muchos bobos se sintieron “patriotas” pegdndolos en las vidrieras y los parabrisas de sus autos, como quien pega los colores del club. De manera que se podria decir que, hacia 1981, cinco afios después del galpe, los golpistas ya no estaban pasando por sus mejores momentos. Los defensores de los derechos humanos los acosaban implacablemente. El mundo comenzaba amirarlos con sospecha, Muchos de los empresarios que los habfan apoyado en los primeros afios, o que al menos los habian dejauio hacer sin decir ni mu, estaban atravesando momentos dificiles y comenzaban a pasarse al bando de los cuestionadores. La Iglesia, antes muy caliada salvo por unos pocos obispos y algunos sacerdlotes—, también comenzaba 2 pedir cuentas. Y la gente iba saliendo poco a poco de su parilisis y sentia nuevos deseos de participar. La politica iba dejando de ser mala palabra: por ese entonces murié Ricardo Balbin, un viejo politico radical, y La ultima haraja su entierro terminé siendo una gran manifestacién popular, la primera después de muchos afios. Los asuntos no andaban bien para la patota gobernante. La sociedad empezaba a mostrarse, y a demostrar, de paso, que no era un cuartel sino otra cosa, bastante diferente. Se empez6 a pensar, entonces, en cual podfa ser el modo de devolverles el gobierno a los civiles sin dar marcha atras ni deshacer el modelo de pais domesticado que habfan construido en esos afios. Pero la salida no les resultaba facil. Se hablaba incluso de una huelga general de protesta Hubo algunos cambios en Ia Junta Militar; al general Videla lo reemplaz6 el general Viola y a Viola, al poco tiempo, otro general: Galtier. Y Galtieci fue el que, con ou dieparatado plan de invadir las Malvinas, ayudé a derrumbar, muy a su pesar, por supuesto, todo el edificio de esa monstruosa dicladura. Las islas Malvinas eran, y siguen siendo, legitimamente nuestras, pero ahora, después de la triste aventura de Galtieri, estamos mucho mas lejos que antes de recuperarlas. Como quien juega. a la guerra, mand6 un ejército de muchachos, soldados de 18 afios, mal pertrechados.y mal entrenados, para luchar contra un ejército podero- so, profesional y bien equipado. Y fue mandarlos al muere. Ni siquiera se ocupé de que tuviesen el abrigo necesario para hacer frente al frio y ala Iluvia. Pero al comienzo todo parecié funcionarle bien. Las tropas desembarcaron y el general 29 30 Menéndez se hizo cargo del gobierno de un puerto que se llamaria, a partir de entonces, ya no mas Stanley sino Argentino, Hubo algunas victorias. EL entusiasmo belicista se contagié a toda la poblacién. Politicas, artistas, gremialistas, intelectuales, empresarios, deportistas, muchisimos argentinos declaraban su apoyo a la causa, € incluso hubo grandes grupos que se concentraron en la Plaza de Mayo para vivar al general Galtieri. El gobiemo, entretanto, se ocupaba de alimentar el triunfalismo con partes de guerra exallados... y muchas veces mentirosos. Hasta que ya no pudo disimular mas la realidad: los ingleses triunfaban y las tropas argentinas habian tenido que rendirse. Quedaban, otra vez, muchos muertos, soldados, muchachos, Mas muertos para cerrar esta etapa negra de nuestra histona. Esa derrota fue el final para los golpistas. Galtieri tuvo que remunciar de inmediato y se hizo cargo del gobierno otro general, Bignone. Frente a ese poder ya quebrado la cindadania fue ganando més y mas confianza. Se multiplicaron las manifestaciones, algunas realmente gigantescas, como la Marcha por la Vida que convocaron las organizaciones de derechos humanos en octubre de 1982 y la Marcha por la Demoeracia un par de meses més tarde. Y, lo que era atin mas grave para el gobierno, lo cculto empezaba a salir a laluz. Se daban a conocer los horrores secretos. Las revistas y los periddicos sc habfan quitado por fin la mordaza y hacian revelaciones tan espantosas que ya nadie podria seguir haciéndose e! desentendido. Cara cara yen voz alta 32 YY recomenzé la democracia. Se convocé a elecciones, hubo otra vez campaiias politicas, pancartas, pintadas. Tuyimos que hacer memoria para recordar lo que era una urna, cémo se elegia un diputado, un senador, un presidente... Volviamos | 28eP nosotros mismos, a disentir, a pensar de maneras diferentes. A pelear, a discutir. Volviamos a ser una sociedad viva y comenzabumos el largo aprendizaje de convivir con el adversario, de tolerar las diferencias. Ratil Alfonsin, el presidente electo. hizo lo que los golpistas tanto habfan temido que se hiciera: mand6 revisar el pasado. La CONADEP se ocupé de recoger testimonios de ex desaparecidos y de muchas otras personas que algo habfan visto u ofde y podfan ayudar a develar esos horribles secretos. Y el propio Poder Ejecutivo, en nombre de la comunidad, les hizo juicio a los comandantes del Proceso, acusindolos de haber secuestrado, torturado y inado a miles de personas. Como en cualquier juicio, los fiscales presentaron las pruebas, los testigos contaron sus historias y los defensores tataron Ue justificar a sus defendidos. El lunes 9 de diciembre de 1985, después de siete meses y medio, el juez Le6én Arslanian dicté la sentencia. Fue un gran dia, uno de los pocos casos en que la ciudadania sintié que podfa castigar ¢ quienes habfaa sido sus verdugos. Pero los comandantes no hab/an sido los tnicos; estaban ademas los cientos y cientos de secuestradores y torturadores. Cada uno de ellos habia hecho lo suyo para que la gran maquina del terror funcionase con eficiencia. Sin embargo ellos se defendian diciendo que s6lo habian obedecido Grdenes, que sdlo se los podia acusar de “buenos trabajadores”, muy obedientes. Y presionaban mucho al gobierno para que los protegiese de los juicios que se les venfan encima. El mismo Alfonsin que habia hecho juicio a los comandantes termin6 cediendo a esas presiones, Consider6 que, para reconciliarse con Jas Fuerzas Armadas, convenia aliviar la situacion de todos estos criminales "obedientes", y dicté dos leyes para protegerlos: la de Punto Final, en 1986, y Ja de Obediencia Debida, en 1987. Tres afios después, en 1990, el sucesor de Alfonsin en el gobierno, Carlos Menem, hizo algo aun peor: indult6 alos comandantes, les perdondé lapena. Pero est claro que ninguna ley injusta, ningtin induito, puede borrar fa memoria. De un modo u otro el pasado vuelve. Ningiin decreto puede cerrar la historia. Dia a dia parecen nuevos testigos. Se conocen nuevos datos. Se reconstruye con més precisién el funcionamiento de un campo de tortura. Se identifican las hnesos de un N.N. Un criminal “arrepentido” se muestra dispuesto a confesar su participacién en los “vuelos de la muerte” sobre el rio. Un torturador, radicado en México, es reconocido por los torturados. Se encuentran nuevos caminos legales para procesar a los culpables y se abren juicios en Espaiia, en Ttalia, en Alemania... Se multiplican los pedidos internacionales de captura. Dentro del pafs también se reabren los “‘juicios de la verdad”, a pesar de las leyes de Juicio Final y Obediencia Debida. Videla y Massera, liberados por el indulto 33 de Menem, vuelven a la cfrcel acusados del secuestro sistematico de los nifios nacidos en cautivero. También caen presos Sufrez Mason y Acosta. Abnelas de Plaza de Mayo recupera muchos de sus nietos, hijos de desaparecicos, que habfan sido despojados de su identidad al nacer y que ahora, décadas después, podiaa volyer a encontrarse con su gente. El juicioa Pinochet en Chile sirve para aclarar muchos secretos del Plan Céndor y de la oscura complicidad entre gobiernos que permitié la instalacién del terrorismo de Estado en los paises latinoamericanos. Muchas son las cosas que se van sabiendo. .. La historia no se borra. Una y otra vez reaparece. Y una y otra vez volveremos a contarla para evitar que se repita, para que el pozo del terror no vuelva atragarnos. Seguiremos teniendo problemas. Los tenemos, y muy graves. La injusticia planetaria. La deuda externa. La pobreza. La desocupacién. Las mafias. Los poderoses que no quieren perder poder aunque para eso haya que aplastar a otros. Los violentos que hablan de aniquilar a cualquicra que piense diferente. Los que se miran el ombligo. Los obsecuentes. Los corruptos que s6lo piensan en Ilenarse los bolsillos... Todo sigue ahi. Pero estamos vivos, y podemos discutir lo que nos pasa cara a cara y en voz alta. Historias de chicos Lo que sigue son testimonios, recuerdos personales. Los que hablan son hijos dé hombres y mujeres que cayeron en el pozo del terror hace unos veinte ahios. En ciertos casos, ellos mismos fueron secuestrados y luego devueltos, 0 rescatados, Y muchos siguen buscando a sus hermanos, que nacieron en los campos de concentracién y que todavia estén en poder de los secuestradores Hoy ya son grandes, pero en esos tiempos eran chicos. Algunos tenian apenas unos meses; sus recuerdos son mds confusos y debieron reconstruir su historia con lo que después sus abuelos 6 sus tios les coniaron. Outros eran mas yrundey y recuerdan con mucha precision todo lo que pasé, lo que vieron y oyeron el dia en que se llevaron.a sus padres. Son recuerdos terribles y tristes para ellos y Seguramente tuvieron que hacer un gran esfuerzo para poder contarlos (no ha de ser facil ver la propia historia adentro de un libro). Pero lo hicieron. Lo hicieron valiente y generosamente, Pensando que sus historias podian servir para que todos entendiésemos mejor cémo, en esos tiempos, se metta el terror adentro de la vida de las personas, cémo destruia todo lo que encontraba a su paso. Y tienen razdn en pensar eso. Entender es bueno. Cuundo los argeniinos entendumos bien de qué se trata vamos a poder evitar caer en las mismas trampas. ¥ entonces lo que sucedié en esos dias terribles no nos vaa suceder nunca pero nunca mds. 35 Historia de Juliana “Yo lo que tengo son image- nes, porque recién habia cum- plido tres afos, y una, muy fuerte, es la de la biblioteca de la casa. Era cn Villa Adelina. Hacia poco, un mes y medio o algo asi, que viviamos alli, pero hoy podria describirla tal cual como era. Me acuerdo que es- toy seatada con mi papa y que me lefancosas, porque mi mama era maestra jardinera y mi pap era maestro de gradoy, ademas, mimami era profesora de histo- ria y mi papd, de historia y de geografia, asi que libros en mi casa habfa, Habfa una enciclo- pedia también, que no sé cusl era, porque después, cuando vinieron Ins militares, se In Ie- varon. "Yo a mis paps los veia a la noche sobre todo, ellos trabaja— ban todo el dia y yo iba al jardin desde los dos anos. Me acuerdo. de estar esperanco el momento. en que llegaran. Antonio y Bea- triz se llamaban, Mi mami era de! Jean Piaget. Mi pap era del Ja Salle, pero en ese tiempo tenia pocas horas como maes- tro; se habfa puesto a trabajar como obrero en una Fabrica textil porque la idea de él era que, si estaba defendiendoa los obreros, no podia defenderlos desde afuera, porque no iba a 36 que sentian y todo lo que vivian y lo que significaba ser explotado, que la unica for- ma er hacerse obrero, Cuando estaban conmigo, mis padres se dedicaban mucho, yo con ellos me divertia, Tenia una perra, Mendieta se llamaba, Me acuer- do bien de ellos, aunque uno a veces no sabe qué cosas recuer- da y qué cosas fue armandocon loquea unole contaron, con las fotos... No quiero rescatar la muerte de ellos. Elles son gran- des no por ser desaparecidos sino por lo personas que eran. Me acuerdo de las vianditas de mi abuela. El por qué lo fui entendiendo después. Ellos co- braban e! sueldo y separaban, decian ‘Bueno, con eso vivi- mos’, y el resto para repartir; siempre habia compaieros que estaban en peor situacién. Pero a veces no llegabamos a fin de mes y entonces venia miabuela, conlaviandita. Me acuerdo siem- pre de esa viandita. “El operative fue el 12 de encro de! 77. Yo estaba, y re- cuerdo, aunque hay cosas que seme confunden. Describo bien toda la parte hasta que llegan ellos, pero después hay cosas que se me confunden, porque sofé mucho. Entraron a la m: drugada, estabamos durmien- co, Entraron por el pasillo -la casa ten/a un pasillo al costado— rasta un paticcito que hadfa. La imagen que tengo es que salio mi papa, yahilo matan. Pero, ya te dije, no sé si lo vi o lo sone. Pero tengo esa imagen, muy fuerte: que yo estaba mirando eso, que lo estaban matando, que yo veia, pero no me daba cuenta de que era eso, de que lo estaban matando, No sabia lo que estaba armas. Incluso bajaron en un kiosco ymecompraron carame- los Sugus, que cran mis preferi- dos. Después llegamos a lo de mi abuela, y creo que en ese uiommento yO no entendia mu- cho, no entendia que lo que le habian hecho a mi papi, que eso, era matarlo. Lo que yo contaba era que a mi mamé le habjan lastinado la rodilla y que escuchamos unos ruidos fuertes y pasando, que mi Despuésre- mama me cuerdo la deca que camioneta, no me pre- que tenia ocupara, una lona que eran ards, y que unos Sefio- ahilasubie- res malos ron a mi qneestahan mama, y pinckando que habia globos, que gente aden- ya iba a pa tro de esa sar todo camioneta. que iba a Mi mam estar todo estaba an- Juliana mirandto ta joto de sus padres bien.. barazadade "No volvi cinco meses en ese momento, y ella les pedia por favor que me Nevaran a lo de mi abuela. Y al final me Ievaron. Me llevaron en un auto que estoy segura de que era un Falcon, por las di- mensiones y todo eso, y tam- hién porque, cada vezque subo a un Falcon, no sé... fbamos atras, dos hombres de civil y yo; yo tba ea el medio. No les vi mas a esa casa, Mucho después volyia mirarla descle afiera. Des- pués supe que se habian levado todo, todo, Mis papas eran fand- ticos de los Beatles y se llevaron toda la coleccién de discus, la biblioteca entera, mi cotortita... No quedé‘nada’en la casa *salié en los diarios, porque hahia sido el nico operativo en esa zona ese dia, y tengo los 37 recortes. En los recortes decia que habian ido a hacer un operativo de rutina y que de aclentro empez6 el fuego, cuan- do en mi casa no habia armas. Y que mi mama escapo dejando una pobre nifita, y que lotuyie ron que matar al terrorista o al subversivo en defensa propia -Y que se encontraron un montén de libros subversivos, cuando la verdad era que los libros mas comprometidos estaban todos ne. Entonces mi tio fue y el cuidador del cementerio le dijo donde estaba, pero le pidio que no dijera nada, que no podia datse por enterado; lo habian enterrado como N.N. en el descampado. Como habia sido el Unico operativo de ese dia no fue a la fosa comtin. Meses después nos comunicaron ofi- cialmente que estaba enterrado alli Pero nos dijeron mal, y después, cuando hubo que re- en lo de mi mover, vi- abuela, ylo Beatriz y yo somos bastante mos que n0 que habia despelotades. Vivimes alascorridas, era él: era en mi casa yigndonos poco cal menos no fodolo —- UNa_ mujer. eran mis li- gue quisiéramos; no porqueandemos ¥ él estaba britos yal- dewaedel coche o del departamente, enterrado gan libro de como andan casi todos. Sino simpla- enfrente, historia, la pente, © grandemente, porque pensa- envueltoen ensiclope- hos que meeaive vida pera cdenive no til fiscal dia, ¥.250. simi, Qua sh vivinow vivimes paralos ¢& DOr ES PML TO! ama paraial leenanc\().) Se supieron fue a la co- i Vf total, cl que era mi Nariaaves compromise cs) equicre ser; totaly le UE | nisariaay cada cosa de nuestra existencia, desde P8Pa- Sh eRe conpanin al tienpoa ba guitiy hare nie: algoyledi- oo. dispuestos a dar la vida, ast, bien milia, y yo [EFC GUST concraty porn Paliniavaslc 28faOSZCG) HO,PElO Patria Justa, Libre, SoberanarSocia. ©80, Siem- después jC} premecon. uno de I Gracias por venir hijofhija. Gracias a taron todo, policfas s: eet S serene todo. todo. 16 comien ne eee eee conlonn Alpriacipio do, Io ataja_fellemor. Que cumplamor conloqne TP uctan ; debe ser: ayudarte pare que seas iA 2 ena esqui- BERSONA, HOMBRE-PARA- Fares na y le dijo LOS-DEMAS. 2 ae se la lleva- que mi papa Be Que nance tenges ron, perova Gubacnic. We avergonzarle cde nosotros. avonee 7 rrado en el : esto que el s De una carta scribic Antonio, cementerio Pmacruauecartigaumingated | | oto, quese de Boulog- — enterarse de que Bectriz estebe embarazada, habfatoma- 38 do un micro que no Iegaba... Pero eso al principio, porque todos pensaban que iba a vol- ver. Yo siempre tenia fantasias de que mi mami volvia, incluso mas de grande, ahora mismo. La semana pasada soné con mi mamé, que estaba conun grupo scout, que era dirigente scout, y que habia tenido amnesia y por eso se habia olvidado de todo... Hasta que a uno no le digan ‘Mira, tu mama est4 muerta, est aca’ uno no lo cree. Sé que estuvo en Campo dé Mayo, y sabemos que tuvo'un bebe va- 16a. Y lo quiero conocer, Al principio no, al principio yo decia: ‘Yo lo que quiero es a mis padres’. Pero ahora sf, quiero conocerlo, que sepa quién es. fi familia toda se movid, fueron muy solidarios, todos mis abuelos, mis tios... Mi tio estuvo yendo a Familiares, se sentaba al lado de Astiz... Hicieron habeas corpus, escibicron car Historia de Inés Mi papa se Ilamaba Felipe. Era médico, traumatologo de nifios; trabajaba en el Hospital Salaverry. Lo que me conte mi mama es que ese cia él le habia dicho gue salia temprano del hospital, que lo esperara para comer, que iba a llegar tempra- no. Pero esa tarde no la llamé y siempre la llamaba a la tarde. A tas, telegramas, incluso un tele- grama a Videla. Cartas a un mont6n de obispos que cantes- taban que no, que era mentira, que se habian escapado, o no nos contestaban. Todos se lava- ban las manos y nadie sabia nada. Mi abuela fue fuertisima: me acuerdo que fbamos 4 de- clarar—porque yo también tenia que ir- y les hacia frente,, los apuraba.., Iba, se sentaba, y lo que hacian ellos era poner cl arma ahi sobre la mesa, y ella decia ‘No me asusta’. Ibamos a todos lados. Y cuando iban a declarar siempre iha yo, con mi abuela, con mi tfa... Me acuerdo que siempre teniamos que es- perar en algtin lado donde ha- bia polidias. Siempre habia po- licfas, ¥ yo ciempre con mio Sugus a cuestas. Y me acuerdo. que les convidaba 2 todos, a cada uno. Ahora me dan ganas de decires: ‘Devuélvanme mis Sugus’. mi mamé le parecié raro, Lo esper6 con la cena, la recalenté un montén de veces. Después se quedo dornida encima de la mesa y cuando se despert6 ya ra bastante tarde.. Y bueno, ya se imagin6. Yo tenia diez me- ses, Me cuenta mi mama que Ttuve un tiempo que lloraba mu- cho, a lo mejor por el dolor de 39. ella... ¥ que ella no dormia, que se acostaba conmigo en brazos, vestida... Cualquier coche que estacionaba ella pensaba que !a venjan a buscar. Estébamos so- las. Ala Gnica amiga que mama tuvo ella misma le dijo quenose vieran por un tiempo. Cuando. mi mam me festej6 el primer afio, habia invitado a toda la familia, y s6lo vineron mi abue la y mi tio Alberto. Los mismos hermanos de mi pap4, cuando ella llamaba, le cortaban el telé- fono. Tenian miedo. Mi mama le escribi6 una carta a las Nacio- nes Unidas, donde contaba todo lo que estaba pasando acd, y a laEmbajada de Italia, porque mi papa era descendiente de italia- nos... "Mi mama siempre me dijo que mi papa estaba desapareci- do, y yo sabia que eso queria decirque estaba muerto. Al prin- cipio cuando yo era muy muy chiquita lo que me decia era, como mi papa era médico, que estaba viajando, curando chicos de otros lugares. Porque mi mama misma esperaba encon- trarlo. Al principio, las primera veces que me cortaron el pelo, guardabamos un mechén en un sobre, para cuando mi papa volviese. Y los dibujos que ha cfa en la escuela tambien los guardaba, Después me dijo que mi papa estaba desaparecido, y que eso queria decir que estaba muerto. Por un lado yo sabia 40 que mi papa estaba muerto y por otro sabia que estaba des- aparecido, y no sé bien cuanto vinculaba esas cosas, cudnto en- tendfa. De repente entendia y de repente no. De todos los horrores de las desapariciones, las torturas, me enteré mucho después. Siempre, de chiquita, fuimos a las reuniones de Fami- liares y alli se hablaba de cosas, se hablaba de que habia que terminar con el aparato represi- vo. ¥ yo me imaginaba un apa rato, una maquina. Habia cosas que me confundian. Mi mama siempre me decia que estaba muerto, pero en las marchas se pedia aparicién con vida. Can- taba con todos, pero no enten- dia. Desgués, cuando ya habia vuelto la democracia, en una marcha Je pregunté a mi mama {Por qué no cantamos mas se va a acabar, se va a acabar la dictadura miliia®\y ella me dijo ‘Porque ya se acabo’. ¥ ahi yo senti que no entendia. S6lo sabia que se habia acabado y que mi papa no iba a volver. "Siempre mi mami, el primer dfa de clases, le avisaba a la maestra, entonces yo sabia que la maestra sabia. Y después con mis companeras... A veces me preguntaban, o me pregunta~ ban en un primer momento y después no me preguntaban mas. Una vez, me acuerdo, una chica me pregunto y yo le conté que mi papa era un desapareci- do, y ahi me costé un montén explicarle lo que significaba ‘des- aparecido’. ‘gCémo un desapa- recido? JAs? ¢Desaparecié?’, me decia. Estébamosen primer gra- do, A veces hablabande mi; una vez cuando me fui ce un cole- gio hubo dos cumpleasos en los que se la habian pasado hablando de que mi papé era un desaparecido. Pero yo me-sen= tia orgullosa; pensaba: era hue- no, y si desapareciS fue por haber sido tan bueno. Me acuer- do cosas. Yo tenia un librito, una enciclopedia para chicos que hablaba de la escuela, la familia, la casa, todo eso... Y en un momento la maestra pregun- ta “Bueno y ¢quién se levanta antes, la mama o el papa?” En- tonces todos los chicos cantes- taron juntos y yo contesté ‘el Historia de Pablo “Me \lamo Pablo Ramiro Fresneda, Mis dos viejos estén desaparecidos, Desaparecieron en el 77, el 8 de julio, en la Noche de las Corbatas. Mi viejo era abogado y desaparece junto con otfs seis abogados que tabajaban en los sindicatos de Mar del Plata y que fueron los que hicieron Ja cuestion de las reformas del derecho laboral, los principios proteccionistas del trabajador.. Levantan a unos esa noche y a otros a la noche siguiente. Matan a todos salvoa papa’ porque yo habia leido en el libro que el papa se levantaba antes, pero todos los chicos ha- bfan dicho ‘la mam’ y yo senti una vergiienza conmigo mis- ma... Mucha vergiienza, como que no sabia y habia querido decir que sabia. Senti que la maestra me habia escuchado, que yo habia dicho ‘el papa’, y no era... "De mi papi me quedan mu- chas cosas. Sus ideales. Tengo casi diez fotos; mi_preferida, que es la que mostramos en la Conadep, es una donde él me tiene en brazos el dia que naci... Tengo un nido de hornero que era de él... Dicen que tengo los ojos, el desorden... A veces cuan- do mi mama me dice ‘Sos tan desordenaia wom tu papa’, yo, no sé, me muero de orgullo.” uno, que se salva. Yo tenia cuairo afios, tengo un hermano que tiene das aflos menos que yo, y estaba con mi hermano y mi vieja en mi casa. Me acuerdo concretamente que estébamos en el departamento, era un ambiente grande todavia lo te- nemos al departamento- que daba a la puerta de entrada Bueno, yo estaba jugando con Jos juguetes por ahi. Por eso ésa es la imagen que mas recuerdo, lamentablemente. Me acuerdo cuando tiran la puerta y entran, 4L y yo estaba jugando ahi, en ese lugar, y mi hermano estaba con mi vieja en la cocina haciendo los fideos. Entran personas de treje, de saco. Me impresiond mucho, hasta el dia de hoy me acuerdo. Me acuerdo dela resis- tencia de mi vieja, no se queria dejar llevar. Mi vieja estaba em- barazada en-ese Thornento, Y, bueno, nos Hevan a los tres. Estébames en un tercer piso; nos bajan, nos suben a un auto que hoy me doy cuenta de que era un Ford Falcon porque no- sotros ibamos atris y me acuer- de de un espacio muy grande entre los dos asientos de ade- lante, y muchas armas. Esa es una imagen que siempre me quedé. Nos llevan hasta el estu- dio juridico de mi viejo y, desde cl estudio juridico, le hablana . mi viejo, que estaba en otro lugar, le dicen que vayaal estu- dio, que tienena sus hijos ya su esposa. Mi viejo va. A nosotros dos, a Martin y a mi, nos tapan con una lona, junto con un amigo de mi vicjo que justo estaba en el estudio, y a mi viejo, a mi vieja y al socio de mi viejo, que era abogado también, se los Hevan a los tres. A partir de ahi. "Esa noche duermo con mi abuela, la madre de mi viejo, que también vivia en Mar del Plata. Esa noche mi abuela se broté, tuvo un ataque psicético, y quedé loca desde ese cia Después me llevan a la casa de 42 unos tios, primos segundos de mi vieio, mi hermano va con uno de estos tics y yo voy con otro. Fsa es la parte mas jodida de la historia. Era una familia muy distinta de como hoy yo sé que eran mi viejo y mi vieja, tenian otra forma de pensar. En ese momento, si tenemos que hablar de sensaciones, lo que mas me dolié a mf es que me separaran de mi hermano. No nos querian tener juntos. Me acuerdo de sentir la pérdida, sentir que a mis viejos se los habjan Ievado, y que no me dejaran ver a mi hermano. No recuerdo que nadie me haya explicado nada. *Vivimos ah{ seis meses, Martin por un lado y yo por otro, los dos en Mar del Plata. Entonces mi abuela Otilia, la madre de mi vieja (que a ella ya le habfan desaparecido otros hijos), va a Mar del Plata para buscarlos a mi vieja y a mi viejo y se enoja por la actitud que habian tenido estos tios de te- nernos separados. Ademas, mi abuela era una mujer mucho mis impulsiva, mas combativa, se metia en los cuarteles... La familia de mi viejo no queria saber nada con las Madres de Plaza de Mayo y todas esas cosas. Mi abuela rompe relacio- nes con la familia de mi viejo y nos trae a Cordoba a mf y a Martin. Esa fue la suerte’ mas grande que tuve. "Yo tenia cinco afos y, en la

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