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“5+ » EL Tercero Analitico: Trabajando con Hechos Clinicos Intersubjetivos* Ogden “Traducido por Sebaatiin Cam Ya que no es probable que sepa lo que debe hacerse, a menos que viva en Io que no es el mero presente, sino el momento presente del pasado, a menos que sea consciente, no de lo que esté inuerto, sina de to que esid ya con vida T.S. Elliot, “Talento Tradicional e Individual”, 1919. En ocasiin de fa celebracién del septuagésimo quinto aniversario de The International Journal of Psychoanalysis intentaré referirme a un aspecio de lo que entiendo es “el momento presente del pasado” del psicounilisis. Es mi opinién que una faceta importante de este momento presente para el psicoanlisis es e! desarrollo de una conceptuslizacién analitica de la naturaleza del interjuego entre la subjetividad y la intersubjetividad en el encundre analitico y In exploracién de las implicaciones que contienen para la técnica estos desarroltos conceptuales. En este capitulo, presentaré material elénico de dos anélisis en un esfuerzo por ilustrar algunas de las maneras en que una comprensin del interjuego entre In subjetividad y la intersubjetividau influye en Ja practica del psicoandlisis y en el modo en que se genera clinica. Como se discutiré. considero que el movimiento _dialéctico entre subjeti imtersubjetividad es_un hecho clinigo central del psicoanslisis que todo pensamfento analy ct ebtase ni Ep tick exc ses USTED SENET “ El concepto de Sujeto analitico. al modo en que ha sido elaborado en el trabajo de Klein y de Winnicot, ha ilevado a un énfasis cada vez mayor en la interdependencia del sujeto y del abjeto en el psicoanilisis. Creo que es justo decir que el pensamiento psicoanalftico contemporineo se esti acereendo a un punto en que uno ya no puede simplemente hablar del analista y del analisando como sujetos separados que se"toma el uno al ctro como objetos. La idea del analista como una pamalla neutra en blanco pars las proyecciones del paciente, esta ocupando un lugar de dlescendiente importancia en las concepciones actuales del proceso analitico. “Durante Ia segunda mitad del sigio pasado. los psicoanalistas han eambiado la visién de su propio método. En vez. de teatarse de las dindmicas intrapsiquicas del paciente, ahora se sostiene amp! imterpretacién debe hacerse acerca de ta interaccién del_pacienteconel analista en un_ intrapsiquigo” (O' Shaughnessy 1983, p. 281) ‘Mi concepcién personal de la intersubjetividad analitica pone el énfasis principal en su haturaleza dialéctica (Opden 1979, 1982a, 1985, 1986, 1988, 1989a). Este modo de entendimiento representa una elaboracién y una extensién dela nocién de Winnicott (1960a) de que "No existe tal cosa como un infante {separado de la provisién matema}” (p. 36. fn.). Creo que en un contexto ty fuera del camp de ena dscusion oftecer une revisin exhaustva de la Titerturarelotiva al desarrollo de una conipensin intersujetiva delprocesoanalitico y de fa nturaleza del inerjuego vansferencia-comratransferencia. Un Fsiny parcial de las principales contribuciones a estos aspectos del didlogo analltio incluye Atwooud y Stolorow {884}, Belin (1968), Bion (1982, 1989, 1962 a), Blechner (1992), Bollas (1987), Boyer (1961, 1983, 1992), Coltart (986), Ferencti (1921), Gabbard (1991). Giovaccini (1979), Green (1995), Grinberg (1962), Grotstein (1981), Heimann (1980. orfinan (1992) Jucubs (1991), Jeseph (1982), Kerberg (1976), Khan (1968), Klein (1946, 1955). hut (1972), Life (1981). Me Dougall (1978), Me Laughlin (1901). Meltzer (1966), Milner (1969), Mitchell (1988), ‘Mebsy-Kyeie (1986), O* Shaughnessy (1983), Racker (1982, 1968), D. rsenfeld (1992), H. Rosenfeld (1952, 1965, 1971) Sanuler (1076), Schur (1962), Searles (1979, segal (OBI), Tansey y byeke (1989), Viderman (1979), y Winnicott (1937, 1981}, para tevsiones recientes de aspects de este vasto cuerpo de iteratura sobre transferee ontisranserencia, ver Boye [1993) 5 Etchegosen (1991). analitico, no hay tal cosa como un analista separado de la relacién con el analisando. La afirmaciGn de Winnicott arriba citada, est4, en mi opinién, intencionalmente incompleta. El presupone que se fentenderd que la idea de que no hay tal cosa como un infante es lidicamente hiperbélica y que representa uno de los elementos de una larga afitmacién paradojal. Desde otra perspectiva (desde el punto de vista de} otro “polo” de la paradoja), obviamente existen un nifio y una madre que constituyen entidades fisicas y psicolégicas separades, La unidad madre-niffo coexiste.en un tensign.* dindgniea con la madre y el nifo separados ‘De manera similar, Ta intefSubjetividad analista-analisando cocxiste en una tensién dinamica con el analista y el analisando, como lividuos separados con sus propios pensamientos, sentimientos, sensaciones, realidad corpora, identidad psicoldgica, etc. No existen en forma pura, ni la intersubjetividad madre-nifio, asi como tampoco aquella analista-analisando (como entidades preaqicasseparacsy (Ver Captwulos | y-4 pars uae dheasion sobreis iekénica le of we sole 0.de ser dos en el desarrollo temprano y en la relacién analitica). En ambos, la relacién madre y7j nino yi rlacionanalistayanlisando, la labor noes Ta de separar fr eTementor conattivos de te reion-en-un-esfuerzopara_determit Gué-OudTOGIES Te peneneCET 5 CBIa-Tndvidie- ae pugicipe ely Se cambio: desde ef unto de vista de Ia interdependencia entre_cl sujeto y cl objeto, Te Tabor analitica conlleva_un_intento de deseribir | imersubjetiv EE alo intentaré trazar un tanto detalladamente, las vicisitudes de Ja experiencia de estar simulténeamente dent ra de Ia intersubjefivided analista-analisando, a la que me referiré como *el tercero analiico™ Esta tercePa subjstividad,¢l iecaccn_analiticaintersiietivo (1 “objeto alitico” de Green [1975] }, ¢§ el producto de una dialéctica inica genersda porfenire Tis Se presentarar. porciones de dos analisis que desiacan diferentes aspectos del interjuego dindmico de las subjetividades constitutivas del tercero analitico, El primer fragmento de un andlisis se centra en la importancia de los aspectos més mundanos y cotidianos de las elaboraciones ‘mentales de trasfondo (que aparecen como no teniendo relacién alguna con et paciente) al servicio de reconocer y apelar a a transferencia-contratransferencia, La segunda vifeta clinica provee una oportunidad para considecar un situacién en que el tercero analitico fue experimentado por el analista y el analisando en gran parte, por medio del delirio somatico y otras modalidades de sensaciones corporates y fentasias relacionadas al cuerpo. Comentaré acerca de la labor del analista al utilizar simbolos verbales para hablar con una voz que ha vivido dentro del tercero analitico intersubjetivo, que ha sido modificada por aquella experiencia, Y que es eapaz de hablarle acerca de ella, con su propia vor de analista, al an también ha formado parte de Is experiencia det tereero). Mustracién Clinica I: La Carta Robada En una sesign reciente con el Sr. L. analisando con el que yo habia estado trabajando ‘hacia alrededor de tres aiios, me encontré mirando un sobre que estaba sobre la mesa prOxima a mi silla en I sala de consults. Durante la semana o unos diez dias previos, yo habia estado usando este sobre para anotar nuimeros de teléfono recibidos en mi contestadora telefénica, ideas para las clases que estaba impartiendo, trimites que tenia que hacer, y otras anotaciones para mi mismo. A pesar ungie por convenieneia, a veces me releriré al “teroero analitic intersubjetivo™ como “el tercero analtico", © simplemente “el lercer. este coveepto no debe confundise ean el tercero simbolicledipica (“et nombre del padre” {acaniane [1975}), Este illime concep se refer al “érmino medio™ que st ubicaente el simbolo y To simbelizado, je uno mismo ¥ nuesie: experiencia vivida sensorial inmediat,creando asi un espacio en que es generado ef sijelo inrpeeic. auto-reRevivo y simbolzader, Ex términos del desroliotemprana et el padre (0 el “padre-en-iaemadro™ [Ogden 1989} > quien intecede enue la madre ye! ni (0 mis preisamente, la madrenio), creando de esta manera, ‘cl especiopsicohigico ere! que se dl laboracin del poscisn depresiva y dela tlargulacion ede de que el sobre habia estado a plena vista durante una semana, no me habfa dado cuenta sino hasta 3e momento en la sesién, de que habia una serie de fineas verticales en la parte derecha inferior de la cara delantera del sobre, marcas que parecian indicar que la carta habia sido parte de una correspondencia masiva: Me desconcert® un claro sentimiento de decepeién. La carta que habia HNegado en el sobre era de un colega en Italia que me habla escrito acerca de un tema que él estimaba delicado y que debia mantenerse en estrita confidencialidad entre él y yo, Luego miré las estampillas y por primera vez me percaté de dos detalles més. Las estamnpillas no habian sido timbradas y en una de las tres estampillas habia palabras que para mi sorpresa yo podia leer. Vi las palabras “Wolfgang Amadeus Mozart” y después de un momento me Gi cuenta que las palobras eran de un nombre que tne ea familiar y que eran igules en Haliano yen nals, Mientras regresaba de este reverie, me pregunté cSmo podria esto estar relacionado con lo {ue estaba sucediendo en ese momento entre mi paciente y yo. El esfuerzo implicado en hacer este cambio de estado psicolégica, se sentia como la batalla cuesta arriba de intentar “luchar contra la represién” que yo he experimentado mientras he tratado de recordar un suefio que se esti «desvaneciendo al despertar. En aflos pasados, he dejado a un lado esos lapsus de atencién y me he ef hecho que UN TeCOROCHMTEN(o tal, Implica Ra TOME pertord- CUTS TOTEME ME FT-UMTS EMESIS Aa Tanteeca- com eters requiere it examen de la forma 9 nes Fa a eal jue nos hal ismgs y de ‘aquello gue nos hablamos en un estado psicologico privado relativamente libre de defensas. En este cestad0 eT MMETHMEGO TiaTectico de To consciente y To inconsciente se ha alterado de mancras que se asemejan a un estado onirico, Al tomargps auto-conscientes de esta manera, estamos manipulando tn salu interno exenial de pRB Spo HG gue Ge fos pes te esta sad Estas coMTaTcaCTSHES (ea Tas nolas tT mismo en el sobre) no estén destinadas a nadie mas, ni siquiera a aspectos de nosoifos mismos que estén fuera de este “cul-de-sac” exquisitamente privado/mundano (Winnicot, 1963, p. 184). Este ambito de experiencia transferencia- 10 se requiere de un enorme esfuerzo psicolbgico para entrar en un discurso con nosotros mismos de la ‘manera requerida para reconocer que- incluso este aspecto de lo personal ha sido alterado por \ nuestra experiencia en y de el tercero analitico. Si somos capaces de ser analistas en su sentido total, tenemos que intentar_traer, auto-conscientemente, incluso este aspecto de nosotros mismos para ‘avocarnos al proceso salitico. contratransferencia es tan personal, est tan arraigado en la estructura del cardcter del analista, qué —~ EL Psique-Soma y el Tercero Analitico En la siguiente seceién de este capitulo, presento el recuento de una interacsién analitica con tun delirio somético experimentado pot el analista, y un conjunto asociado de sensaciones corporales ¥¥ de fantasias relacionadas al cuerpo experimentadas por el analisando, que constituyeron un medio cipal por el cual se experimentd, comprendié ¢ interpret6 al tercero analitico. Como se hard evidente, la conduccién de esta fase del andlisis dependia de la capacidad del analista pare reconocer y hacer uso de una modalidad de hecho clinico intersubjetivo que se manifestaba en gran parte a través de la sensaci6n/fantasia corporal Mustracién Clinica H: El Corazin Chismoso En esta discusién clinica, describiré una serie de eventos que ocurtieron en el tercer afio de anélisis de la Sta. B. una abogado de 42 altos de edad, casada y madre de dos nifios en la edad de la latencia. La paciente habia iniciado el andlisis por motivos que no estaban claros para ninguno de nosotros dos. La Sra. B se habia sentido vagamente disconforme con su vida a pesar del hecho de tener una “familia maravillosa” y de estar bien en su trabajo. Me dijo que nunca habria imaginado que “terminaria en la consulta de un analista”. “Siento como si hubiera salido de una pelicula de Woody Allen.” : El primer afioy medio de andlisis portaba un sentimiento trabajoso y vagamente perturbador. Me sentia confundido respecto a porqué la Sra. B venia a sus sesiones diarias y me sorprendia un tanto cuando aparecia cada dia. La paciente no faltaba casi nunca a una sesi6n, rara vez llegaba tarde y, en realidad, Hlegaba Jo suficientemente temprano para usar el bafio en la sala de espera de mi oficina antes de casi todas las sesiones. a Sra. B hablaba de una manera organizada, algo obsesiva, pero reflexiva; siempre habia temas “importantes” que discutir, incluyendo los celos de su madre por montos incluso pequefios de atencién que ie prestaba el padre a la paciente, La Sra, B sentia que esto estaba conectado con dificultades actuales, como su incapacidad de aprender (“incorporar cosas") de los socios mas antiguos en el trabajo. Sin embargo, habla superficialidad en este trabajo y a medida que pasaba el tiempo parecia necesario un esfuerzo cada vez mayor para que la paciente “ballara cosas de las que hablar”. La paciente hablaba de no sentirse totalmente presente en las sesiones pese a sus mejores esfuerzos por “estar aqui” Hacia fines del segundo ato de analisis, los silencios se hablan hecho cada vez més frecuentes y considerablemente mas extensos en duracidn, frecuentemente tomando 15 @ 20 ‘minutos. (Durante el primer ano, rara vez hubo silencios). Intenté hablar con ta Sra, B acerca de ccémo sentia ella el estar conmigo en un determinado perfodo de silencio. Decia que se sentla extremadamente frustrada y atascada, pero que era incapaz de elaborar. Ofreci mis propios pensamientos tentativos sobre Ia posible relacién entre un determinado silencio y la experiencia transferencia-contratransferencia que habia precedido inmediatamente al sitencio, 0 que habfa quedado sin resolver en la sesidn previa. Ninguna de estas intervenciones parecia alterar la situacién a Sra, B reiteradamente pedia disculpas por no tener nada mas que decir y le preocupaba estar fallandome. \ medida que pasaban los meses, habia un creciente sentimiento de agotamiento y sdesesperanza asociado con los silencias y con Ia falta general de vida del andlisis. Las discilpas que re daba la paciente por este estado de cosas continuaban, pero se hicieron cada vez menos habladas ¥ transmitidas por su expresién facial, modo de andar, tomo de voz, ete. También, en este punto del andlisis, la Sra, B comenz6 a hacer sonar sus manos durante las sesiones analiticas. Tiraba con fuerza los dedos de sus manos y masajeaba profundamente sus nudillos y dedos, hasta el punto que sus manos se enrojecfan durante en el transcurso de la hora ‘Yo encontraba que mis fantaslas y ensofaciones diumas eran inusualmente escasas durante este perfodo de trabajo. También noté que experimentaba menores sentimientos de cercania de 1o que habria esperado con la Sra. B. Una mafiana, mientras conducia hacia mi oficina, estaba ensando en las personas que veria ese dia y no pude recordar el nombre de pila de Ia Sra. B. Racionalicé que habia registrado sélo su apellido en mi agenda y que nunca me dirigia a ella por sti nombre de pila, ni tempoco ella mencion6 jamés su primer nombre al hablar de si misma, como hacen otros pacientes. Me imaginé siendo una madre incapaz de darle un nombre a su bebé después de su nacimiento, products de una profunda ambivalencia en la madre respecto al acini de ‘beb& La Sra, Bie habia hablado muy povo sobre sus padres y su infancia, Decfa que para elf era terriblemente importante hablarme de sus padres de una mater que fuera i 3 Decia que me hablarta-de elfos cuando hallara Ta manera correcta y las palabras correctas para hacerlo, Durante este periodo desarrollé lo que sentia como un leve estado gripal, pero logré mantener mis citas con todos mis pacientes. En las semanas siguientes, noté que segula no sintiéndome fisicamente bien durante mis sesiones con Ja Sta. B,¥ que exp. ab SERTTenos, de malestar, Maliseas¥-vértigo. Me sentia como un hom 55 que no Tograba entender, me senti cémodo co ene sta imagen de mi mismo, mientras que al mismo Hempo Ta resent profandsireme—to ten eld Ge tre? sntinfenios j senmwtones Halas dimiares duran algun otro momento del dia, Conclui aie eco tefclaba una combinacion del hecho que las sesiones con le Sra. B me deben haber sido particularmente agotadoras y que los largos periodos de silencio en sus sesiones, me permiffan ei pacientes. “"Retrospectivamente, puedo reconocer que durante este periodo de trabajo empecé a sentir una angustia difusa durante las sesiones con la Sra. B. Sin embargo, estaba entonces solo subliminalmente consciente de esta angustia, y era apenas capaz de distinguirla de las sensaciones fisicas que yo estaba experimentando. Justo antes de mis sesiones con la Sra. B, regularmente hhallaba cosas para hacer, tales como realizar Ilamadas telefOnicas, ordenar papeles, buscar un libro, etc., todo lo cual tenia el efecto de retrasar el momento en que tendria que recibir a la paciente en la sala de espera. Come resultado, me atrasaba alrededor de un minuto en comenzar las sesiones. La Sra, B parecia mirarme asiduamente al comienzo y al final de cada sesién, Cuando le pregunté acerca de ello, se disculpé y dijo que no tenia conclencia de hacer esto. El contenido de las asociaciones de ta Sra. B conllevaban un sentimiento altamente controlado y estéril, y se centraba ‘en las dificultades en el trabajo y en preocupaciones por probables problemas emocionales que senlia que estaban teniendo sus hijos. Llevé a su hijo mayor a consultar a un psiquatra infantil por su preocupacién de que él no lograba concentrarse bien en el colegio. Comenlé que yo pensabe que Ja Sra, B estaba preocupada por su propio valor como madre, de la misma manera en que la preocupaba su Valor como pacienic. (esta inlerpretacién ra parcialmente correcta, pero WO TORTS ‘ludir « Ta ans Jecat pre pal Ge Ts eilon porque, como se-disclld Var mne saab efendiendo inconscieniementé contra su reconocit No iiiiGhO después que yo hubiera hecho la intervenciOn relativa a Jas dudas de ta paciente acerca de si misma en lo referent a su valor como madre y como analisando, enti sed y me agac desde mi silln para tomar un sorbo de un vaso de agua que yo.manieia en el piso al lado de asiento. (Eni varias ocasionés, yo habia hecho lo mismo durante las sesiones de la Sra, By durante las sesiones de otros pacientes). Justo cuando estaba alcanzando el vaso, la Sra. 8 me provocd un ‘obresaloal-abuptamente (cpr primera ve on el ans) datas vali 2h a divgn pam mare La paciente tenia una mirada de pénico en si rosiro y dijo,."Disculpe, 00 sabia qué Te estaba sucediendo” 7 _ Fue solo en la intensidad de este momento, en que habia un sentimiento de terror porque me Thds CONSEIEMTE GE TAT ESTAS fisico, nas Ge To que ESUBETON ats 12 estaba sucediendo algo sa fstic, due le sor caper de poner para mi un nombre aL teror que, yo habia estado acarreando por algiin tiempo. Tome conciencia de que la angustia estado fend el terorredonnanimenc cnet Y PAMRTANCTTE Solent Be sesiones c fo en_mi_conducta fan_estado_drectamente ccc CO7 una Sensi nila TaonesTete de qUe ms SOMES OMATCGS ees, SEI Y-SEMIRO- ME eran caustdos por la StaBl-y Que alls me esaba-mutanda- Comper na igo me eran causados por Ia Sra.B, ‘entonces, que durante varias semanas vo habfa estado consumido por la conviceion Tconsciente alivio en este momento de la sesidn, al llegar a entender estos pensamientos, sentimientos y sensaciones como e! reflejo de eventos transferenciales-contratransferenciales que se estaban dando en el anlisi En respuesta al hecho que se habia girado en direccién a mi con susto, le dije a Ia Sra. B que Yo pensaba que ella habja estado stermorizada de que algo terrible me estuviera sucediendo e incluso ite que yo podta estar muffendo. Dijo que ella Sabla que Soiaba TOC, pero cuando CSCUEKS que TC movia en mi silla, Ta invadio Una sensacion de que yo estaba teniendo un ataque al corazén. Agregd ue le habia parecido que yo me veia pélido durante algin tiempo, pero que ella no habla querido insultamme o preccuparme diciéndomelo, (La capacidad de la Sra. B para hablarme de esta forma sobre sus percepciones, sentimientos, y fantasfas, Fellejiba”el hecho qne habla comenzada yaa ‘generarse un cambio psicologicamente SigNIFTCaTIVo) Micra esto oburs, me cue que ee int ulna Sr habla qr leva am médico, no a su hijo mayor. Reconoct que la interpreiacion que habia dado antes en la sesién, acerea ve Tas Gidas SbF Ella misma, habia étado considerablemente fuera de lugar, y que Ia ansiedad de la cual_ia_me estaba tratando de hablar la paciente, era su temor de que estaba cvcurriendo algo catastrSfico entre nosotros (que matartr aun de nosutros Oa ambos) y que que encdtitar a una terwera-persoia (un padre alsehTey pare tmpedir que veMTrieta el desastre, Con frecuencia me habia movido en iv sila GuFANTE-HWs Sésiones con Ta SFA-B, perd fue solo en el momento descrito, que el ruido de mi movimiento en la silla Veg a ser un“ 2 tu portador de significado aaTiieo FETEMIO Trtersubjetivamente) que no habia existido previamente. La ‘Silent Wet wero Sernieo Tanase MONsCeMe” CoM partidg. ¢n_que estbamos ambos nmersos, se habla apoderaila de la tapacidad mia y de la paciente para pensar como individuos eparados. La fantasia ineonscTente TeMTjaba una parte Tpartante y ampl crema nals elaciones internas de objeto inconscientes de la Sra. B, que estaban siendo recreadas en el ar bajo la forma de mi delirio somatico, en conjunto con fos temores delirantes de ta paciente (acerca de mi cuerpo) y sus propias experiencias sensoriales (p. ej. el frotarse las manos) Le dije a fa Sra. B que ella no solo temia que yo estuviera muricnda: yo pensabaque ella también tenia miedo de ser Ja causante directa e inmediala de ello. Dije que, del mismo modo en «que a ella la preocupaba estar provocando un efecto dafino en su hijo y to habia Hlevado al médico, temia estarme enfermando tanta, que yo iria a morir. En este punto, el frotar de manos y estiramiento de dedos de la Sra, B se detuvieron. Entonces, mientras la Sra. B empez6 a utilizar el movimiento de sus manos para acompafar su expresin verbal, me di cuenta que no recoxdaba haber visto jamais sus manos operando por separado (¢.d., que no fuera tocdiidOse una corr la otra o mmoviéndolig de ana ianers extrafa y rigida), La paciente dijo que ‘aquello de 1 que esiébamos hablar pacts usa verdad de ura aver que ee important, pero que le preocupabs overs de todo Io que habia ocurrido en nuestra sesién ese dia. El comentario de la Sra, B me recordé mi propia incapacidad de acordarme de su nombre de pila, y mi fantasia de ser una madre reticente a reconocer plenamente el nacimiento de su bebé (no dandole un nombre). Sentia ahora que la ambivalencia representada por mi propio acto de olvidar y ta fantasia asociada (asi como también la-ambivalencia de la Sra. B representada en su ansi¢dad de ccliminar todo el recuerdo de esta sesidn) reflejaba ef emer que-conjuntamente tenfamos a Stay yo. de que el permitir qui naciera” (e.d., que Negara a estar genuinamente viva y presente) en cl andlisis-ini-a consiftuir un serio peligro para ambos. Yo sentia que hablamos creado una Fantasia B inconsciente (generada en_gran parte como experiencia corporal) de que su arri ida (su nacimiento) en el andlisis, me iba a enfermar y posiblemente me mataria. Por el bien de ambos, era impor gue NTRS Ts MASUR NE Fae GE Ger al muerte), ~~ Le dije a la Sra, B que ahora creia entender un poco mejor ef motivo por el cual ella sentia que, pese a todo el esfuerzo de su parte, no lograba sentirse presente aqui conmigo y cada vez era ‘menos capaz de pensar en algo que decir. Le dije que yo pensaba que ella estaba intentando ser invisible en su silencio, como si ella realmente no estuviera aqui, y que ella esperaba que al hacer” esto me ganrata mes presten'eTinpedia gue Respondié ae estaba consciente de que me pedia disculpas continuamente y que en una ‘ocasién se sintié tan molesta consigo misma que, aunque no me lo dijo, lamenté “haberse metido en esta cosa” (el analisis) y que deses poder “borrarlo, hacer que nunca hubiera sucedido”. Agregd que pensaba que yo también estarla mejor, y que imaginaba que yo lamentaba haber acordado trabajar con ella, Dijo que esto se asemejaba a un sentimiento que habia tenido desde que tenia recuerdo. A pesar de que su madre le aseguraba reiteradamente que se sentia maravillada por el hecho de estar Crnbaraza dela paciente y que espera Con ansfa su Maceo, le Sra B se Sena sonvenenia de haber “sido un erfOr"y que Sit ade ni habla querido para nada tener hijos, Sirmadre-estabe-eny Ja segunda mitad de Tos 30-Y Str patire-en-ta mttad TAd6 hacié la paciente. La Sra. B era hija tinica y hasta donde la paciente sabia, no hubo otros embarazos. La Sra. B me dijo que sus padres eran muy personas muy “dedicadas”, y que se sentia muy desagradgcida de decirlo, pero la Herein daiipaphiPeemnennii mts ese ppeneinitricey ry rg la habitagign de la paciente para que su padre, un “serio académico” no fuera perturbado mientras aba mustewratmardecer seh Tas tardes wet Tir de semana. “como un adulis clla_peiisimientos, ia entrevista incfal. acerca de la sensacion de extrafleza-y de irealidad que sentia en mi oficina (sintiendo que ella habla salido de uns pelicula de Woody Allen). La Sra, B se habia sent desgarrada por su necesidad de ayuda de mi parte, y por su temor de que cualquier acto de pedir ui lugar para ella conmilgo (dentro de mi) me agotarla o me mataria, Pude entender mr fantasia (y las experiencing -semsoriales asociadas) de Tener lin tumor cerebrdl;~como el reflejo de una fa ia, inconsciente de que la existencia misma de la paeTenie era ui tipo de crecimiento que ocupaba de nce Cee Ae USSG Habléndome hablado de sus sentimientos acerca del hogar de sus padres, la Sra. B reiterd su preocupacién de presentar una imagen imprecisa de sus padres (en particular, de su madre) que me Hevara a ver a su madre de una manera que no reflejara con precisién la totalidad de lo que ella era. , Sin embargo, la paciente agregé que esta ver, el decir esto se sentia mas reflexivo que real. x Durante estos intercambios, sent! por primera vez en el andlisis, que habla dos personas en (lavhabiacin hablands Tata con la otra. Me parecia que no solo estabata Sean la Sra. Bsiendo capaz de pensar y° hablar mas plenamente como un ser humano viviente, sino que yo también sentia estar pensando, sintiendo y experimentando sensaciones de un modo que tenia una cualidad de realidad y |espontancidad que previamente no habla podido tener en este andlisis, Retrospectivamente, me iparecia que mi trabajo analitico con la Sra, B_hasta este momento, conllevaba una identificacién Uccaletguos comm propio aula (hambee ig) Vo no solo habia ance aes que et regulasieats usaba sino que tambien haUhba, 4 veces con una entonacin ‘que yo asociaba con él. Fue solo después det cambio recién descrito en el andlisis, que reconoct esto plenamente. Mi experiencia en Ia fase del trabajo analitico que se esté discutiendo me habla “compelido” a “experiment la Fantasie inconacTente que mir plone TeaizeeTSn Como pricoonalista podta darse solo 2 cosia-de Ta MUeTe te vie pUTe deTHT HIsmo (le uere de un objeia Thterno analista/padre). Los sentimientos de comadidad, resentimienio y ansTedad asoclados a mi fantasia de ser un hombre vigjo reflejaban. a la vez, tanto la seguridad que sentia al ser como (con) mi analista/padre; como el deseo de estar libre de él (en ta fantasia, de matarlo). Este diltimo deseo conilevaba el temor de que 4 iria a morir en el procefo. La experiencia con la Sra. B, incluyendo el acto de poner mis pensamientos, sentimientos y sensaciones en palabras, constituyeron un modo particular de ‘Separaciin y de duelo de! que no habia sido capaz hasta ese momento, Comentarios Conclusivos acerca del Concepto de Tercero Analitico Para terminar, intentaré reunir una serie de ideas acerca del concepto del tercero analitico que han sido desarrolladas explicita o implicitamente en el curso de las dos discusiones ‘clinicas presentadas El proceso analitico refleja el interjuego de tres subjetividades: idad del analista, Ja del analisando, y ta del tercero analitico, Ef ieréero analitico es la creacién del analista y de analisando, y al mismo tiempo, el analista y el analisando (qua analista y analisando) son creados por el tercero analitico. (No hay analista, analisando, ni andlisis en ausencia del tercero). Dado que que el tercero analitico es experimentado por el analista y por el analisando en el contento de st propio sistema de personalidad, historia personal, ameglo psicosomtico, ee, ia experiencia del tercero (aunque conjuntamente creada), no es idéntica para cada uno de los Participantes. Mas ain, el tercero analitico es una construocién asimétrca porque esté generada en el contexto del encusdre analtico, qUe est Fodetosamente TENS por ‘analista—y_analisando, Consecuentemente, Ta experiencia iconsciente del analisan brill de manera espcifica, es deci, s experiencia pasade y presente del analisando la que €5 tomada como tema principal (aunque no exclusive) del discurso analitico. La experiencia del analista en y acerca del tercero anallico se uli (primariamente) come. un veNcuo, pars Ia omprension dela experiencia conscientee inonsciente del analisando,(Analistay analiando no estén comprometidos en un proceso democratico de andlisis mutuo). —— Este concepto del tercero analitico™ proporcionan marco de ideas acerca de la interdependencia del sujetoy del objete del taneferencie y la conranafrenci, que ayudan al analiir 305 eefoerne par ated de cei y pensar con CURT aeee Te ee ae aha cliicgs que enfiena e ana Scoy stor ny aparentesdivagaciones autos roterentevJe RTC, Tas sensalanes. cor pofilasMeFamastsGue pareccren ns IebGr RIngunaTE Taco on el analisande © cualquier otro “objeto analitico generado intersubjetivamente por e] par analitico. ~ Resumen En este capituto, se presentan dos secuencias clinicas, con el propésito de describir tos metodos a través de Jos cuales el analista intenta.reconocer, comprender y simbolizar verbalmente, para si mismo y para cl analisando, la naturaleza especifica del interjuego momento-2-momento enire la experiencia subjetiva del analista, la experiencia subjetiva del analisando, y la experiencia del par analitico generaca intersubjetivamente (la experiencia del tercero analitico). En ta primera discusién clinica, deseribo la manera en que la experiencia intersubjetiva «reada por el par analitico se hace accesible al analista, en parte, a través de la experiencia que tiene el analisi de sus propios reveries, formas de actividad mental que con frecuencia parecen no ser ‘mds que auto-absorciéin naresista, distraccién, rumiacién compulsiva, ensofiacién diura, y cosas parecidas. El segundo recuento clinico, se centra en instancias en que los delirios somaticos det analista, en conjunto con las experiencias sensoriales y fantasfas relativas al cuerpo del analisando, sirvieron como el medio principal a través del cual el analista Ilegé a entender el significado de las incipales ansiedades que se estaban (intersubjetivamente) generando. Notas al pie de pagina + * Este capitulo fue escrito por invitacién de la International Journal of Psycho-Analysis, para incluirlo en volimen del Journal del septuagésimo quinto aniversario, conmemorando la fundacién del International Journal hecha por Sigmund Freud y Emest Jones en 1920. |, Esté fuera del campo de esta discusién oftecer una revision exhaustiva de Ja literatura relativa al desarollo de una comprensién intersubjetiva delproveso analitico y de ta naturaleza del interjuego transferencia-contratransferencia. Un listado parcial de las principales contribuciones estos aspectos del didlogo analitico incluye a Atwood y Stolorow (1984), Balint (1968), Bion (1952, 195, 1962 a), Blechner (1992), Bollas (1987), Boyer (1961, 1983, 1992), Coltart (1986), Ferenczi (1921), Gabbard (1991), Gioveccini (1979), Green (1975), Grinberg (1962), Grotstein (1981), Heimann (1950), Hoffman (1992), Jacobs (1991), Joseph (1982), kemberg (1976), Khan (1964), Klein (1946, 1955), Kohut (1977), Little ( 1951), Me Dougall (1978), Me Laughlin (1991), Meltzer (1966), Milner (1969), Mitchell (1988), Money-Kyrle (1956), O” Shaughnessy (1983), Racker (0952, 1968), D, rosenfeld (1992), H. Rosenfeld (1952, 1965, 1971), Sandler (1976), Scharff (1992), Searles (1979), segal (1981), Tansey y byrke (1989), Viderman (1979), y Winnicott (1947, 1951). para revisiones recientes de aspectos de este vasto cuerpo de literatura. ‘sobre transferencis coniratransferencia, ver Boyer (1993) y Etchegoyen (1991).

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